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Resolución Nro. 6
Ayacucho, 29 de mayo de 2019.-
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Exp. 1594-2003-PHC/TC; Exp. 02590-2010-PHC/TC, entre otros.
trascendencia social (plurifofensivo), por lo tanto la exigencia de una adecuada
rehabilitación en el caso de autos será mucho mayor al de los otros delitos puesto
que se tiene que estar completamente seguro que se encuentra rehabilitado, listo y
apto para salir a la sociedad; Al respecto el delito cometido por el interno
recurrente, se tratan de un tipo penal de trascendencia en el ámbito social, además
se debe atender a la forma y circunstancias de cómo ocurrieron los hechos, el
mismo que no tuvo reparos en haber efectuado con conocimiento y mucha
voluntad actos de premeditación para determinarse criminalmente, los mismos
que por la agresividad ejercida, además estos delitos son repudiables, toda vez que
ataña a la salud mental, salud grupal, el orden pública y porque no a la sociedad.
OCTAVO: Respecto a la “personalidad del agente”, esto es, sus características
individuales, en atención al delito cometido; su nivel de inserción en el mundo
criminal, y los valores que lo rigen; su conducta en el Establecimiento
Penitenciario; y, su actitud ante el delito perpetrado y la víctima, incluyendo
acciones realizadas para reparar el daño generado –en sus diversos planos, no sólo
material o económico – según la perspectiva más relevante en atención a las
circunstancias específicas de su situación personal, se tiene: 1) Del informe
psicológico, sobre grado de readaptación social de páginas 69/71, se tiene que es
en el mismo formato pre establecido para todos los internos, en el que el
profesional informe de manera sucinta, sin precisar ni especificar cuál es el
tratamiento diferenciado que ha usado de las terapias grupales e individuales,
tanto más que dicho informe Psicológico solo esta refrendado por un solo
profesional, asimismo no precisa ni explica convincentemente como es que con un
trabajo de manualidades, haya conseguido readaptarse y cambiar el modus
operandi que tenía el sentenciado por tanto la conclusión de que el interno logra su
rehabilitación por medio de trabajo es inverosímil existiendo una necesidad de
mayor apoyo psicológico sin embargo el informe psicológico no puede ser
determinante a fin de establecer que en más de tres años y diez meses de reclusión
sólo haya trabajado dos años con siete meses conforme obra del certificado de
computo laboral de fojas 23, por lo que lo mencionado informe sicológico carece de
credibilidad; 2) Respecto al Informe Social de folios 66/68, se tiene que este estudio
resulta siendo un documento formal que versa sobre aspectos de su entorno
familiar del interno, así como de su expectante calidad de vida de obtener su
libertad; sin embargo y respecto al tratamiento social recibido este no especifica de
manera coherente y verosímil el tratamiento diferenciado practicado por el
recurrente a fin de llegar a una probabilidad de reinserción social, como lo ha
señalado. Asimismo señala que el interno ha recibido tratamientos (individual y
grupal) sin embargo, se puede advertir que no adjunta al cuaderno incidental
documento alguno que acredite lo señalado en su informe, aunado a ello se debe
tener en cuenta tiene que sólo ha suscrito una sola profesional, por lo que debido a
esta circunstancia tal documento no ofrece certeza sobre su contenido, 3) Respecto
al resarcimiento a favor del agraviado, se tiene que el interno sólo ha cancelado la
suma de S/. 3,000.00 soles de los S/. 5,000.00 soles que les fuera impuesto en la
sentencia. Aún así haya presentado carta de fianza a fojas 61, la parte agraviada
tendría que seguir un procedimiento para poder ejecutar dicha garantía, el mismo
que le llevará tiempo y gasto de dinero tal vez mayor a la suma adeudada por
concepto de reparación civil, lo que permitiría no garantizar su cobro en su
totalidad, siendo nuevamente perjudicado la víctima del delito, en este caso la
sociedad.
NOVENO: Respecto a la “peligrosidad del agente” predisposición al delito,
ingresos carcelarios, condenas dictadas, actividades previas a su ingreso al
Establecimiento Penitenciario, vida laboral y familiar, domicilio, etcétera-, así como
desde la perspectiva del Código Penal - la reincidencia y/o habitualidad, se tiene
que conforme a lo detallado en los considerandos precedentes, resulta evidente
que el solicitante interno implica un peligro para la sociedad, teniendo en cuenta la
forma y circunstancias como sucedieron los hechos materia de la sentencia, tanto
más que si se tiene que los informes han sido enervados en los considerandos
anteriores lo que permite prever que este evadirá la ejecución de la sentencia; por
tanto y a criterio de la suscrita Juez, el solicitante, no acredita estar rehabilitado y
listo para reinsertarse a la sociedad, por lo que estaría propenso a incurrir en
algún ilícito, por no estar aún resocializado y apto para la reinserción en la
sociedad, aunado a ellos se debe tomar en cuenta que no se le conoce oficio alguno
al interno.
DÉCIMO: Se debe tener en cuenta también que a través del Acuerdo Plenario N° 8-
2011-CJ-116, se han ratificado las reglas generales esbozadas con la Circular sobre
Beneficios Penitenciarios al cual ya se hizo mención, se ha reiterado que la
concesión del beneficio penitenciario es facultad legal exclusiva del órgano
jurisdiccional competente, para lo cual se exige la verificación de concretos y
específicos requisitos legales, en cuanto al periodo de cumplimiento efectivo de la
pena y la buena conducta del penado y especialmente una prognosis favorable de
conducta futura a partir de la personalidad del agente, su evolución y
comportamiento que tendría lugar estando en libertad; que la documentación de la
autoridad penitenciaria no vincula, pues el Juez debe verificar su legitimidad, así
como la oportunidad del pedido, encontrándose facultado el Juez a validar la
información suministrada o complementarla con otros medios de prueba – pericia
incluida, útiles para identificar nuevos indicadores que hagan viable sustentar de
modo suficiente dicha prognosis. En suma, es de responsabilidad del Juez
premunirse de todos los elementos de juicio necesarios para resolver
adecuadamente y acorde a ley una solicitud de beneficio penitenciario.
DÉCIMO PRIMERO: Que, la solicitud del recurrente no cumple con los requisitos
del Código de Ejecución Penal, empero también se debe tener en cuenta la facultad
previsora que debe tener todo Juez al establecer que es beneficiaria de una semi
libertad, aquel sentenciado cuando el beneficio sea procesalmente viable por
disposición legal; lo que no ocurre en el presente caso de autos, pero el hecho
neurálgico es que conforme lo dispone la Ley N° 30076, es inaplicable
(improcedente) la concesión de beneficios penitenciarios en los delitos de Tráfico
Ilícito de Drogas, dicha Ley modifica el Código de Ejecución Penal en su Artículo
48.- Semi libertad, el mismo que prescribe “ (…) el beneficio de semi libertad es
inaplicable a los reincidentes, habituales y a los agentes de los delitos tipificados en
los artículos: 107, 108, 108-A, 108-B, 121-B, 152, 153, 153-A, 173, 173-A, 186,
189, 195, 200, 279-A, 279-B, 296, 297, 317, 317-A, 319 A 323, 325, 326, 327, 328,
329, 330, 331, 332 y 346 del Código Penal; estos tipos penales han sido
considerados por el legislador como delitos ostensiblemente gravosos. Aún que a
la fecha ya no se encuentra prohibido expresamente, empero en ese orden de
ideas, en virtud a los fundamentos señalados la solicitud de semi libertad del
sentenciado recurrente deviene en improcedente, al estar al interés superior de la
colectividad, sobre la individual, ello a razón de las circunstancias en las que se han
cometido los ilícitos penales; consecuentemente este Órgano Jurisdiccional no
puede concluir que dicho interno se encuentra completamente resocializado,
reeducado y rehabilitado; tampoco se encuentra en condiciones de asumir su
libertad, dada la gravedad del delito cometido.
DÉCIMO SEGUNDO: Efectuado el análisis que corresponde sobre lo actuado en el
procedimiento, tenemos que los requisitos legales exigidos por el artículo 48° del
Código de Ejecución Penal, desde el ámbito formal, en solicitante no cumplen con
los requisitos, pues tal como se ha anotado en los fundamentos jurídicos de la
presente resolución, asimismo la tarea primordial del Juez que conoce un caso
relacionado a beneficios penitenciarios, se circunscribe a verificar el cumplimiento
de los requisitos de orden formal, además corresponde efectuar un análisis
pormenorizado respecto a la eficacia y validez de los presupuestos materiales,
teniendo en cuenta la naturaleza del delito cometido, la personalidad del agente y
su conducta dentro del establecimiento penitenciario, los cuales permitan inferir
que el sentenciado no cometerá nuevo delito, sobre la base de los indicadores a los
cuales se hace alusión en la Circular y Acuerdo Plenario anteriormente invocados;
de allí, la exigencia de que “El órgano jurisdiccional ha de justificar, mediante la
motivación pertinente, con absoluta claridad y rigor jurídico, la estimación o
desestimación del beneficio penitenciario solicitado”.