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Así que hagamos todo con humildad de corazón, como para el Señor. Si hacemos algo lo hacemos lo mejor
que podemos y lo entregamos al Señor. Si hacemos una bondad con alguna persona al Señor estamos
sirviendo. Si la otra persona lo agradece o no lo hace no debe de importarnos, pues al Señor es a quien
estamos sirviendo.
Porque la desobediencia lleva pecado y la paga del pecado es muerte, pero la obediencia lleva recompensa. El
Señor es fiel y justo para cumplir su palabra y bendecir a aquellos que obedecen sus mandamientos. Dios nos
pide obediencia y debemos obedecer al Señor de señores por todo lo que Él ha hecho, por todo lo que Él es.
En el mundo existe persecución, existen lugares donde los cristianos son perseguidos solo por predicar a
Cristo, por profesar su fe. Debemos estar listos para defender nuestra fe, para predicar a nuestros detractores
la verdad. Debemos ser obedientes en todo momento, en todo lugar y bajo cualquier circunstancia. Dios es
superior a todo y debemos darle a Él toda la gloria.
El Señor se sentó a la Diestra del Padre y ahí espera el momento en el que regresará por aquellos que siguen
su ejemplo y son fuertes para ser obedientes hasta la muerte.
Dios no es hombre para mentir, el Señor nos ha prometido la vida eterna y le servimos sabiendo que un día
entraremos a sus fiestas y nos gozaremos con Él para siempre. El Señor tiene cuidado de sus hijos y nos
defiende de todo mal, porque en Él está el poder.
Conclusión
La salvación es demasiado grande como para descuidarla. Se necesita esfuerzo, se necesita determinación, se
necesita un corazón rendido y humillado ante el Señor. Dios busca personas que le obedezcan en todo, no solo
en las cosas fáciles, también en las difíciles.
Debemos seguir el ejemplo del Maestro y ser obedientes como Él. Obedientes hasta la muerte, no aferrarnos a
nada de esta tierra sino despojarnos de todo y entregarnos completamente al Señor en humildad y amor.
Porque el Señor busca adoradores, personas fieles en los que pueda confiar para hacer su obra en el mundo.
Debemos ser esos obedientes que siguen a Dios y le buscan de todo corazón.