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EL INTERROGATORIO art.

86 CPP

AMONESTACIÓN: Art. 85, 222 CPP. Una amonestación es un aviso o


advertencia dirigida a alguien con la intención de corregir una actuación que se
realiza de forma irregular. En su sentido más genérico, es una crítica hecha con la
intención de evitar que se repita un comportamiento indeseable. En el ámbito
penal es o consiste en la advertencia que el juez dirige al acusado, haciéndole ver
las consecuencias del delito que cometió, invitándolo a la enmienda y
conminándolo con que se le impondrá una sanción mayor si reincidiere.
Articulos: 5, 70, 71, 72, 81, 82, 85, 86, 87 CPP. Artículos 8 y 9 CPRG
Tipos de amonestaciones:

La amonestación verbal: es la que aplica el juez al momento que conforme a


nuestra legislación advierte al acusado sobre la importancia del proceso y es
conminado a decir la verdad en cuanto a lo que declare o se le pregunte

La amonestación por escrito: procederá cuando la persona a interrogar o alguna


de las partes, soliciten que se deje constancia por escrito.

Dos son los protagonistas implicados en la amonestación: El Juez que impone la


amonestación y la persona amonestada. El primero tiene generalmente una
autoridad reconocida y legítima ARTÍCULOS 44, 45, 46, 47 CPP Y 203 CPRG. Por
otra parte, la persona que recibe la amonestación ha actuado de manera indebida.

DECLARACIÓN LIBRE O NO DECLARACIÓN: Es, en derecho, la manifestación


que bajo juramento comunica una situación que ha sido percibida y que evoca
hechos que pueden constituir base para la determinación del objeto de prueba en
particular. Es decir, es la manifestación consciente del estímulo percibido y
exteriorizado que se transmite públicamente en un proceso. Se presenta en la
forma y lugares establecidos por leyes o reglamentos.

A este efecto nuestro Código Procesal Penal regula lo relativo a que el imputado
no puede ser obligado a declarar artículos 8, 9 CPRG y 81, 85, 86, 87 al 91 CPP

Al TESTIGO se le PROTESTA y al SINDICADO se le AMONESTA

PREGUNTAS:
En el juicio oral como también lo puede ser en la fase preparatoria o de
investigación, durante la actuación probatoria, resulta de vital importancia el
manejo del interrogatorio y del contrainterrogatorio de los testigos o peritos a fin de
obtener información útil y poder acreditar o desacreditar la pretensión postulada en
el proceso. Tanto el interrogatorio como el contrainterrogatorio están constituidos
por las preguntas que formulan las partes y por las respuestas que brindan los
testigos o peritos.
Las partes emplearán sus destrezas y harán uso de ciertas técnicas para la
consecución de algún elemento de prueba adecuado a su teoría del caso; es
decir, con el claro propósito de hallar el aporte probatorio a su favor o desarticular
la tesis del adversario.
Existen preguntas que permiten al testigo, con su relato libre, espontáneo, y mayor
protagonismo testifical, alcanzar credibilidad; y, también, existen preguntas que
limitan las respuestas del testigo, en un escenario donde el que interroga asume el
papel protagónico en lugar del testigo o perito.
Así, en un proceso, la consolidación o el desvanecimiento de una afirmación
postulada dependerá de la información proporcionada por los órganos de prueba,
en consecuencia, el reactivo para la obtención de un dato relevante está en saber
formular las preguntas, sea como parte oferente o como contraparte.

En ese entendido, para un adecuado interrogatorio y contrainterrogatorio, se han


establecido reglas. La formulación de las preguntas no está sujeto a la libre
voluntad de los litigantes, sino a ciertas conveniencias que la práctica de la
litigación oral impone, para alcanzar la objetividad de un testimonio, por ejemplo,
no se podrá realizar las preguntas prohibidas, entre las que, algunos incluyen, a
las preguntas que sugieren sus propias respuestas (sugestivas); así, la parte
oferente se abstendrá de realizar a su testigo o perito preguntas de contenido
sugerente o que direccionen a una determinada respuesta. Precisamente, en las
siguientes líneas se desarrollará el tema de preguntas sugestivas, y su alcance,
tanto en el interrogatorio, así como en el transcurso del contrainterrogatorio o
interrogatorio cruzado. Art. 378 CPP

1. Preguntas sugestivas
Las preguntas sugestivas son aquellas que, en su estructura brindan la
información de manera anticipada al testigo, para que este, a través, de su
respuesta, únicamente proceda con ratificar esa información, ya sea aceptando o
negando.
El dato sugerido en las preguntas debe ser sobre aquello que, todavía, el testigo
no ha referido, empero, si ya lo dijo, no estaremos ante el tipo de preguntas
sugestivas.
Las llamadas preguntas sugestivas aprovisionan información al testigo, siendo su
finalidad alcanzar la respuesta que se desea. Es decir, el que realiza las
interrogaciones agrega a la pregunta, ya sea directa o implícitamente, una
información para que el testigo o perito pueda acoger en su respuesta. Será
directa cuando en la pregunta, de manera expresa, se comprende la supuesta
respuesta; en cambio, será implícita, cuando en la misma interrogación
indirectamente se sugiere la contestación.
Ejemplos:
¿En la competencia de “10 K”, el atleta que ocupó el primer lugar, era de apellido
Tizón?
¿Ese atleta había corrido la distancia de 10 kilómetros?
O también, se puede formular de la siguiente manera:
¿En la competencia de “10 K”, el atleta que ocupó el primer lugar, quizá era de
apellido Tizón?
¿Ese atleta habrá corrido la distancia de 10 kilómetros?

En efecto, según CABANELLAS DE TORRES, son preguntas sugestivas “las que


contienen en sí la respuesta que a las mismas ha de darse; ya en forma directa,
en que se denominan claras, o de modo encubierto, en que se dicen paliadas

CLASIFICACIÓN O TIPO DE PREGUNTAS:


TIPO DE PREGUNTAS
● -Preguntas abiertas o narrativas. ...
● -Preguntas cerradas. ...
● -Preguntas de seguimiento. ...
● -Preguntas introductorias. ...
● -Preguntas de transición.
Las preguntas impugnables son aquellas que, conforme a nuestro ordenamiento,
estarían prohibidas, por lo que podrán ser vetadas por el juez u ser objeto de
impugnación de contrario. Para facilitar su examen, vamos a categorizar esta
modalidad de preguntas desde una perspectiva genérica, es decir, de aplicación
para cualquier jurisdicción, puesto que a pesar de que los ordenamientos civil y
penal establecen determinadas prohibiciones, lo cierto es que existen una serie de
preguntas que la práctica forense considera impugnables por lo que afectarían a
todos los órdenes.

PREGUNTAS CAPCIOSAS: Son aquellas que, debido a la forma de su


elaboración, inducen a error al testigo, favoreciendo con ello al interrogador.
El fundamento de su prohibición en nuestro ordenamiento reside en que la
información suministrada por el testigo al contestar es ajena a su voluntad
narrativa, pues procede de un error o confusión derivado del formato de la
pregunta.

P.-¿Qué hacía usted en el botellón?

R.-Pues pasando el rato con mis amigos.

P.-¿Y qué estaban haciendo? ¿Tomando alcohol?

R.-Si, tomarnos unos cubatas y echar el rato, claro.

P.-¿Y quién de ustedes llevaba la droga con la que se traficó?

PREGUNTAS IMPERTINENTES: Son aquellas que no guardan relación


sustancial con el hecho que se está juzgando, por lo que no aportan
relevancia alguna a la solución de la controversia.

P.-¿Qué hacía usted en el botellón?

R.-Pues pasando el rato con mis amigos.

P.-¿Y qué estaban haciendo? ¿Tomando alcohol?

R.-Si, tomarnos unos cubatas y echar el rato, claro.

P.- ¿Y por qué bebían?

PREGUNTAS INÚTILES: Aquellas pruebas que, según reglas y criterios


razonables y seguros, en ningún caso puedan contribuir a esclarecer los
hechos controvertidos. Dicho de otro modo, son las que no resultan adecuadas
para el esclarecimiento de los hechos controvertidos.

P.-¿Leyó usted el contrato en todos sus términos?

R.-Sí.

P.-¿Y firmó usted el contrato?


R.- ¿Lo firmó en todas sus páginas?

PREGUNTAS COACTIVAS: Son preguntas en las que el interrogador,


mediante el empleo del lenguaje verbal y no verbal, hostiga y presiona al
testigo, coartando así su libertad para formular sus respuestas. Estamos
hablando por tanto del empleo de un componente agresivo sobre el testigo que,
dependiendo de diversas circunstancias concurrentes, limitará su capacidad de
emitir testimonio.

Estas preguntas plantean muchas dudas a efectos de su admisión ya que esta


decisión dependerá de factores como la persona del testigo examinado, el aporte
de su testimonio o trascendencia del mismo, la presumible falsedad de la
declaración que se está evacuando, la importancia del asunto que se está
debatiendo, etc.

P.-¿Entonces usted no vio al acusado salir corriendo del bar?

R.-No, no lo vi.

P.-Pero como puede usted decirnos que no lo vio ¿No se da cuenta


que mentir en juicio está penado con la cárcel?

P.-¿Va a usted a seguir ocultando los hechos o va a decirme la


verdad?

P.-Por favor, deje de proteger al acusado y conteste a mi pregunta

PREGUNTAS POCO CLARAS: Son preguntas defectuosamente formuladas


que impiden al testigo entender cuál es el objeto de la misma y que podrían
incluirse entre las preguntas capciosas. Aquí encontramos las preguntas
confusas (formulación poco clara), ambiguas (sugieren diversas cuestiones poco
claras) y vagas (amplitud excesiva acompañada de falta de claridad). El
fundamento de la prohibición de estas preguntas reside en que, nuevamente, se
pretende evitar que se incorpore a la actividad probatoria una información
aportada erróneamente por el testigo como consecuencia de una mala formulación
de la pregunta por parte del interrogador. Por lo tanto, lo que se pretende al
proscribir estas preguntas es que la información que ingrese en el procedimiento
derive del conocimiento del testigo y no de un error o confusión.

¿Y entonces la realidad fue que al entrar en el bar Luis estaba agresivo porque vio
a María, y donde la había visto? (confusa)

¿Qué había en común entre María y Luis? (ambigua)

¿Cómo era el acusado antes de la agresión? (vaga)

PREGUNTAS COMPUESTAS: Son aquellas preguntas que introducen dos o


más cuestiones en la misma pregunta, de forma que su enunciado se
compone de dos preguntas que podrían realzarse de forma
independiente. Debido a tal duplicidad, introducen un factor de confusión en el
testigo al tener que responder dos preguntas de una sola vez, lo que hace a estas
preguntas potencialmente capciosas.
¿Entonces, cuando llegó Luis en el Renault al parking del bar, llevaba consigo el
bate de béisbol?

PREGUNTAS QUE CONTIENEN VALORACIONES, OPINIONES O


CONCLUSIONES: La información que ingresa en juicio como consecuencia de la
declaración del testigo se circunscribe a los hechos que ha percibido con sus
sentidos o que conoce, por lo que toda información por la que el testigo realice
valoraciones, conclusiones u opiniones sobre los mismos son irrelevantes para la
decisión del caso. Por lo tanto, si al testigo se le pregunta sobre una valoración
o conclusión, lo que está haciendo es especulando sobre los hechos objeto
de la prueba.

¿Entonces cree usted que Luis se encontraba fuera de sí y que no sabía lo


que hacía?

¿Piensa Vd. que María fue al bar con el propósito de provocar celos en Luis?

Esta regla, centrada en la declaración de testigos legos, tiene sus excepciones,


dado que a mayor experiencia del testigo en determinada materia, mayores
opciones habrá de relajación de esta regla.

PREGUNTAS REPETITIVAS: Son aquellas preguntas que, realizadas más de


una vez durante el interrogatorio, versan sobre una materia que ya ha sido
respondida por el testigo. Las preguntas repetitivas pueden tener un origen
voluntario, es decir, que el interrogador es plenamente consciente de la repetición
o involuntario, en cuyo caso, es un error a la hora de interrogar.

Centrándonos en el primero de los supuestos, la pregunta repetitiva estaría


prohibida cuando el interrogador, a través de la repetición, pretende lograr alguna
inconsistencia en la declaración del testigo respecto a lo ya declarado. En este
caso la pregunta sería potencialmente capciosa, dado que lo que se pretende es
inducir a error respecto a lo ya declarado anteriormente.

P.-¿Dónde se encontraba usted sobre las 22,30 horas?

R.-Sentado en el interior del bar junto a la ventana.

P.-¿Estaba sentado para ver si se aproximaba María?

R.-No.

P.-¿Pero usted sabía que María podía venir?

R.-Claro. 

P.-Entonces, ¿no estaba pendiente de la llegada de María junto a la


ventana?

R.-Ya le he dicho que no.


PREGUNTA QUE TERGIVERSA LA PRUEBA: Son preguntas a través de las
que el interrogador asume que son ciertos determinados hechos sobre las
que no ha habido prueba en juicio, o que, existiendo la prueba, esta no se
ajusta a la información de la pregunta. Esta pregunta es inadmisible por
capciosa, ya que tergiversan el contenido de la prueba ya ingresada o la inventan
con el fin de inducir a error al testigo. Por otro lado, no hemos de olvidar que las
preguntas que formulan los abogados no pueden considerarse pruebas.

P.-¿Entonces, usted estaba en la ventana esperando la llegada de


María?

P.-¿Podría explicarnos por qué esperaba a María en la ventana?

R.-No, ya le he dicho que estaba sentado allí solamente tomando una copa.

En conclusión, es fundamental que a la hora de preparar los interrogatorios, nos


cercioremos de que no estamos empleando preguntas susceptibles de ser
prohibidas o impugnadas, lo que nos ahorrará muchas incomodidades y,
simultáneamente, nos permitirá realizar un interrogatorio fluido y centrado en
lo que realmente interesa: obtener un testimonio acorde con nuestros
objetivos.

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