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Cuando se habla de transporte en la logística se trata del movimiento de carga en todas sus formas
conocidas: aérea, marítima, y terrestre mediante las cuales se trasladan insumos, materias primas
y productos terminados de un punto a otro según la planificación de la demanda.
Si se analizan las tres formas del traslado de mercancías o productos se puede determinar que el
transporte aéreo se realiza mediante aviones cargueros o comerciales, el transporte marítimo
mediante barcos cargueros o buques, tanto para carga suelta (break bult) o contenedores y por
último el transporte terrestre mediante trenes de carga y camiones de todo tipo y tamaño, todo
esto constituye los movimientos de la cadena de abastecimiento logística.
Cualquiera de estos tipos de transporte cobrara una mayor o menor relevancia dependiendo del
nivel de servicio que se le quiera dar a los clientes.
En muchos países se toma a los transportistas como “un mal necesario” y no como “socio
estratégico”, el transporte se vuelve cada vez más importante y en todas sus formas sobre todo
en el despacho de productos terminados a clientes finales.
La mejor solución en cuanto a costos y beneficios es que las empresas generen alianzas y hagan a
los transportistas “socios estratégicos”. Hoy en día el único elemento diferenciador en los
mercados actuales es el servicio, y el transporte una parte vital en ese logro porque si no la
pérdida del cliente sería un hecho seguro.
Muchas empresas pueden creer que lo verdaderamente importante es que el transporte sea
rápido o veloz, pero lo que importa es que este en línea con la promesa al cliente que este reciba
lo que se le ha prometido.
Luego es necesario evaluar el costo del transporte lo cual es relativo, porque cuando las empresas
buscan la menor tarifa de transporte siempre habrá alguien más barato que el resto, sin embargo
no sirva de nada si este transporte llega tarde o no cumple cuando el cliente lo necesita.