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La 

salud ocupacional, como entidad multidisciplinaria que es, se enfoca en la consecución


del más completo estado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en el
desempeño del trabajo. En España esta actividad se asocia, habitual y erróneamente, a la
Prevención de Riesgos Laborales, aunque en esencia no sean lo mismo, ya que la PRL
engloba menos disciplinas. 

La salud ocupacional abarca diversas áreas, enfocándose sobre todo en prevenir y


controlar los riesgos laborales, disminuir las enfermedades y los accidentes asociados a
cualquier tipo de trabajo, aspectos que cada vez más personas son conscientes de su
importancia. Valga como ejemplo el interés cada vez más creciente de los líderes de las
empresas en fortalecer una cultura empresarial centrada en mejorar la salud laboral a través
de la creación de espacios de trabajo saludables.

Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada año fallecen
aproximadamente más de 2 millones de personas a causa de enfermedades y accidentes
laborales. Además, se registran más de 200 millones de casos por dolencias profesionales al
año. Asimismo, las enfermedades no transmisibles en la oficina también causan de forma
directa o indirecta que cada país pierda hasta un 6% de su PIB. Es por ello que la salud
ocupacional debería ser algo prioritario y un aspecto que todas las empresas y el Estado
deben garantizar.

Pero… ¿qué es realmente la salud ocupacional? ¿Qué ventajas tangibles aporta a las


empresas u organizaciones? En el artículo de hoy aclararemos muchos de estos conceptos
y mostraremos cómo es posible mejorar la salud de las personas en el trabajo a través de
esta disciplina.

¿Qué es la salud ocupacional?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la definición de salud ocupacional es


la siguiente: “actividad que promueve la protección de la salud de las personas activas,
intentando controlar los accidentes y enfermedades causados por el desempeño laboral y
reduciendo las condiciones de riesgo”. 

Aunque esta definición es correcta, en Simbiotia abogamos por un concepto más completo


que tenga en cuenta una visión holística de la realidad de las actuales empresas. Por tanto,
podríamos decir que la salud ocupacional es el “conjunto de actividades cuyo objetivo es
el fomento y mantenimiento del más alto grado posible de bienestar físico, mental y social
de los trabajadores, promoviendo la adaptación del trabajo a la persona y de la persona a su
trabajo”.
 

La salud ocupacional es realmente importante por el efecto significativo que tiene en la


calidad de vida en el trabajo y en la calidad de vida de cualquier trabajador. Y es que,
aunque en sus orígenes, esta disciplina nació con el objetivo de ayudar y proteger a aquellos
trabajadores más expuestos al riesgo físico, en la actualidad, incluye a los trabajadores de
cualquier profesión. Es por ello, que la salud ocupacional no sólo se ocupa de vigilar la
seguridad en el trabajo y las condiciones físicas del trabajador, sino también las
condiciones psicológicas. Tiene como objetivo ser un apoyo al trabajador y mantener su
capacidad de trabajo en la empresa.

La salud ocupacional en los entornos de trabajo


del siglo XXI
No cabe duda de que en los últimos años ha habido un cambio de tendencia en la
prevención de riesgos laborales, pasando del mero objetivo de evitar accidentes, a la
promoción de la salud ocupacional para conseguir tener empleados sanos y felices. No
obstante, esto ya no es algo exclusivo de las grandes compañías, con estrategias
de empresa saludable, que disponen de muchos recursos, sino que es una práctica que
adoptan cada vez más las diferentes compañías alrededor del mundo.

Muchos estudios a nivel mundial demuestran que una baja productividad debido al estrés
puede provocar, no solo una carga laboral perjudicial, sino un espacio colaborativo poco
saludable para el conjunto de los trabajadores. En este sentido, datos de la OMS indican
que los trastornos por depresión, ansiedad y estrés, cuestan a la economía mundial más de 1
billón de dólares anual en pérdida de productividad.

Ante este panorama, el diseño biofílico, inspirado en la atracción y conexión que siente el
ser humano de forma innata por la naturaleza, atesora un inmenso potencial para revertir las
citadas problemáticas. Con el objetivo de reconectar al usuario con el medio natural y
mejorar de ese modo su salud, bienestar, productividad y creatividad, desde
Simbiotia recomendamos a las empresas invertir en la calidad de los espacios de
trabajo a través de la integración de elementos naturales. De este modo, las compañías
percibirán una mejora visible de sus resultados gracias al aumento del bienestar y
felicidad de sus trabajadores.
En Simbiotia, como especialistas en la creación de entornos de bienestar y en la
transformación de entornos de trabajo adaptados a las nuevas necesidades, creemos que hay
muchos retos por superar, pero también muchas oportunidades para mejorar el lugar de
trabajo. Te invitamos a echar un vistazo a nuestro vídeo sobre las oficinas del futuro y
seguir leyendo para conocer todo lo que podemos aportar a las empresas de hoy en día.

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