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Los líderes determinan la estrategia; motivan; crean una misión; forjan una cultura,

y su único cometido es obtener resultados. Para obtener un liderazgo eficaz


aconsejan deducir, experimentar y seguir el instinto. Teniendo en cuenta que hay
diferentes formas de liderar, estudios deducen que los líderes que cosechan los
mejores resultados no recurren a un solo estilo de liderazgo. Los líderes que
causan un gran impacto estudia el desafío que se avecina, ingenia con rapidez la
herramienta correcta y la utiliza con elegancia.

Lo novedoso de este estudio, es ofrece una idea detallada de cómo afectan los
diferentes estilos de liderazgo al rendimiento y a los resultados. Además, da una
orientación clara sobre el momento en que el directivo debería utilizar uno u otro,
También asegura que cada estilo de liderazgo procede de distintos componentes
de la inteligencia emocional.

Algunas observaciones relacionaron por primera vez algunos aspectos de la


inteligencia emocional con los resultados en los negocios. En las cuales se dedujo
que los líderes con virtudes en seis o más competencias de la inteligencia
emocional eran muy eficaces. Analizando el ambiente se hace referencia a seis
factores clave que influyen en el entorno de trabajo de una organización: su
flexibilidad, la responsabilidad, los valores que se establecen, la exactitud de las
valoraciones sobre el rendimiento, la conveniencia de las recompensas, la claridad
con la que los trabajadores perciben su misión y valores. por último, el
compromiso con un objetivo común.

Se manifiesta que los seis estilos de liderazgo tienen un efecto mensurable en


cada aspecto del ambiente. Los líderes que se servían de estilos que afectaban de
manera positiva al ambiente obtenían resultados favorables. El análisis indica con
claridad que el ambiente representa casi un tercio de buenos resultados.

Entrando un poco en detalle de los tipos de liderazgo, el coercitivo no es el más


favorable, debido a que La toma de decisiones es extremadamente jerárquica, no
permite el surgimiento de nuevas ideas, oprime el sentido de la responsabilidad y
el orgullo de tener la satisfacción de ofrecer un buen trabajo y socava una de las
principales herramientas del líder, motivar a la gente para cumplir esa misión
común. Aunque suena poco favorable el estilo coercitivo debería utilizarse con
mucha cautela y en las pocas situaciones.

El liderazgo autoritario maximiza el compromiso con los objetivos y la estrategia de


la organización. Integrando las tareas individuales de ello suele conceder mucha
libertad a los trabajadores para que busquen sus propios medios. otorga
independencia para innovar, experimentar y correr riesgos calculados. Un líder
autoritario define los estándares mínimos que giran en torno a esta, cuando ofrece
valoraciones sobre el rendimiento su único criterio es mejora todos los aspectos
del ambiente.

El estilo afiliativo gira en torno a la gente. Sus partidarios valoran a los individuos y
sus emociones más que la tarea, aspira a que los empleados sean felices y se
cree armonía entre ellos, lo cual fomenta la innovación permanente y la toma de
riesgos. no impone restricciones innecesarias a cómo los empleados deben
desempeñar su labor. da libertad para que realicen el trabajo a su manera
haciéndolo eficaz. Este estilo debe emplearse cuando intenten crear armonía en el
grupo, subir la moral, mejorar la comunicación o restablecer la confianza rota.

El estilo democrático promueve la flexibilidad y la responsabilidad en el momento


de tomar decisiones, tiene en cuenta diferentes puntos de vista, esto genera que
un líder democrático sepa qué hacer para mantener la moral alta generando
confianza, respeto y compromiso. Aunque el líder tenga una visión firme, el estilo
democrático es bueno para generar ideas nuevas a fin de ejecutarla.

El estilo pionero el líder establece unos criterios de rendimiento extremadamente


altos y los ejemplifica, este estilo intoxica el ambiente, ya que el líder pretende
hacer las cosas mejor y más rápido, lleva a que los trabajos se sientas agotados
por su exigencia, el trabajo ya no consiste en dar lo máximo en una trayectoria
clara, sino en intuir qué quiere el líder, ya que espera que la gente sepa qué debe
hacer.

el estilo formativo genera que los líderes ayuden a los empleados a identificar sus
cualidades, debilidades y a vincularlas con sus aspiraciones personales y
profesionales; los animan a establecer objetivos de desarrollo a largo plazo y a
conceptualizar un plan para conseguirlos, llegan a acuerdos con sus empleados
sobre su papel y responsabilidad a la hora de ejecutar planes de desarrollo y
ofrecen abundantes instrucciones y valoraciones. Este comportamiento lleva a que
el líder esté dispuesto a soportar un fracaso a corto plazo si ello mejora el
aprendizaje a largo plazo.

Después de entrar un poco en las definiciones de los diferentes estilos de


liderazgo, se considera que cuantos más estilos exhiba un líder mejor, más que
todo si son enfocados en los estilos que se tocaron a fondo, ya que han generado
un mejor ambiente y rendimiento empresarial.

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