Está en la página 1de 5

ENSAYO: “EL

IMPACTO DE LA
EVALUACIÓN EN
LA EDUCACIÓN.
Alumna: Nallely Guadalupe
Camacho Rodríguez
MATRÍCULA: 00087204

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

EVALUACIÓN EDUCATIVA

FRESNILLO, ZACATECAS.

13/10/2011
INTRODUCCIÓN

Toda actividad educativa realizada y no evaluada es como un barco a la deriva.


Con la evaluación, se cierra el círculo del proceso enseñanza-aprendizaje, volviendo a su
punto de partida, que son los objetivos. Un barco a la deriva es aquel que, partiendo de un
puerto va navegando, sin destino fijo, ya sea por pérdida del timonel o rotura del timón, o
por otras circunstancias adversas a los fines propuestos por aquellos que lo zarparon.
¿Volverá a su puerto? ¡Quién sabe! ¿Logrará sus fines? ¡Dudoso! Y seguirá vagando,
teniendo por las noches las estrellas, mudas y lejanas; y de día, los rayos del sol
calcinantes en el sur, y los vientos helados en el norte.

La educación parte de un puerto seguro: los objetivos, y luego de transitar por


donde fuere, con un buen timón –la ética y la estética en la profesión– y un timonel seguro
y firme –el docente—. Pero no se tiene que perder de vista en todo momento el camino,
examinar las coordenadas, observar varias veces el mapa, la brújula, etc, para verificar y
comprender si además de llegar al destino deseado, se va por el camino seguro porque
debe volver a su puerto con el triunfo de los logros, medidos y regulados por la
evaluación.

Como dice Stenhouse (1984) citado por Gabriel Molnar, "para evaluar hay que
comprender. Cabe afirmar que las evaluaciones convencionales del tipo objetivo no van
destinadas a comprender el proceso educativo. Lo tratan en términos de éxito y de
fracaso". En su opinión, "el profesor debería ser un crítico, y no un simple calificador".

DESARROLLO

La evaluación es hoy quizá uno de los temas con mayor protagonismo del ámbito
educativo, y no porque se trate de un tema un nuevo en absoluto, sino porque
administradores, educadores, padres, alumnos y toda la sociedad en su conjunto, son
más conscientes que nunca de la importancia y las repercusiones del hecho de evaluar o
de ser evaluado. Existe quizá una mayor consciencia de la necesidad de alcanzar
determinados puntos de calidad educativa, de aprovechar adecuadamente los recursos, el
tiempo y los esfuerzos y, por otra parte, el nivel de competencia entre los individuos y las
instituciones también es mayor.
Desde sus comienzos, la evaluación aparece influida por su procedencia del
campo empresarial. Por eso, al igual que los empresarios miden cuantitativamente los
resultados de su producción, en el campo educativo se pretendió medir el proceso del
alumno cuantificando lo aprendido. Ello hace que se equipare a ―medida‖ y que durante
muchos años (demasiados, ya que en ocasiones llega hasta nuestros días) lo que se
intente al evaluar es medir la cantidad de conocimientos dominados por los alumnos. Este
concepto de ‖medición‖ ha ido cambiando, la razón de ser de la evaluación es servir a la
acción, a la acción educativa; así la evaluación debe entenderse desde el punto de vista
formativo y ocuparse en reflexionar y analizar antes de cualquier consideración o hacer

Quizá uno de los factores más importantes que explican que la evaluación ocupe
actualmente en educación un lugar tan destacado, es la comprensión por parte de los
profesionales de la educación de que lo que en realidad prescribe y decide de facto el
"qué, cómo, por qué y cuándo enseñar" es la evaluación. Es decir, las decisiones que se
hayan tomado sobre "qué, cómo, por qué y cuándo evaluar".

Pérez (2004) mencionan que ―el proceso de evaluación constituye un eslabón


importante en la relación que se establece entre los recursos humanos y el que planifica,
organiza, dirige y controla el proceso laboral y educacional‖. La evaluación es fundamental
en cualquier institución educativa, contribuye a la determinación de metodologías y
estrategias de enseñanza, al mejoramiento continuo, al establecimiento de planes de
capacitación y desarrollo, para investigación y en acciones con el personal, como
suspensiones o desarrollo de ciertas actividades. El proceso de evaluación como proceso
valorativo es en sí mismo social, y ocupa su centro, el hombre, que lo proyecta, lo ejecuta
y lo transforma. Es aquel elemento constituyente que permite en la práctica comprobar los
conocimientos y establecer los nuevos parámetros de transformación.

De esta manera la evaluación ayuda a establecer nuevos Objetivos, llegar a los


establecidos o replantear los deseados, contribuye a las buenas comunicaciones
optimizando la igualación de poder y la moral ya que esta dimensión implica la idea de
satisfacción y bienestar, potencializa la adecuada utilización de recursos, la innovación y
la autonomía; la autonomía e innovación tienen relación estrecha con la adecuación o
adaptación con el entorno. Por último potencializa el equilibrio en las técnicas de
resolución de problemas, cualquier organismo, incluido el "sano", tiene problemas,
tensiones y dificultades, lo importante no es la no existencia de problemas sino la forma
en que la organización se enfrente con ellos. En un sistema eficaz los problemas se
resuelven con un mínimo de energía, de forma que los mecanismos usados para
solucionarlos, no sólo no se debilitan, sino que se mantienen y refuerzan. Una buena
organización se caracteriza por poseer estructuras y procedimientos para detectar e
identificar la existencia de problemas, descubrir las posibles soluciones, aplicarlas y medir
su eficacia. En síntesis, un organismo sano es aquel que tiene capacidad, y, de hecho, se
evalúa permanentemente.

CONCLUSIÓN

La evaluación nos supone un impacto en el control y validez de los conocimientos,


de la calidad de un producto, de las exigencias de cierta actividad, de la ejecución de un
programa, de la puesta en marcha de una política, del cumplimiento de una tarea,
constituye una función crítica simple, necesaria, que pretende verificar la conformidad en
relación con una norma, un modelo o programa, o por lo menos la medida en que se aleja
de ése, pero sin perder de vista todo el proceso del viaje hacia el aprendizaje para que
nuestras embarcaciones (procesos educativos) tengan rumbo fijo y a la vez se pueda
disfrutar tan lindos paseos y que las madres de familia no digan angustiadas ―¡Ay mi niño
no te vayas tan pequeñito hasta el mar!‖.

BIBLIOGRAFÍA

CASANOVA, María Antonieta; ―Evaluación: concepto, tipología y objetivos‖ En: La


evaluación educativa. España. Biblioteca Normalista. p 67

PÉREZ SÁNCHEZ, América M. ―La evaluación como actividad orientada a la


transformación de los procesos formativos‖. Escuela Nacional de Salud Pública. La
Habana, Cuba. s/p

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa 1997 - Volumen 3 -


Número 1 - ISSN 1134-4032 - D.L. SE-1138-94
http://www.chasque.net/gamolnar/evaluacion%20educativa/homeevaluacion.html

RUEDA, Beltrán Mario, Díaz Barriga Arceo Frida, ―Consideraciones teóricas sobre
la evaluación en la educación‖ En: Evaluación de la docencia. México Ed. Paidós p. 23

También podría gustarte