Acuerdo de Bretton Woods Los acuerdos de Bretton Woods hacen referencia a las decisiones tomadas en la convención que en julio de 1944 reunió a 44 países con el fin de establecer un nuevo modelo económico mundial de posguerra donde se fijarían las reglas de las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados.
Tuvo lugar en el Hotel Mount de Bretton Woods, en el estado de New
Hampshire (EE.UU) entre los días 1 y 22 de julio de 1944. En plena Segunda Guerra Mundial, por tanto, no es de extrañar que se celebrara en suelo americano, viendo el panorama que asolaba Europa.
Los principales objetivos que se plantearon en Bretton Woods fueron:
1) Promover la cooperación monetaria internacional;
2) Facilitar el crecimiento del comercio; 3) Promover la estabilidad de los tipos de cambio; 4) Establecer un sistema multilateral de pagos 5) Crear una base de reserva
En este punto, es necesario considerar además la necesidad de establecer un
nuevo orden financiero mundial, abierto al comercio e inversiones (principalmente de Estados Unidos y Gran Bretaña) y respaldado por la estabilidad monetaria, surgía también como reacción a ciertos incipientes rasgos de independización que se habían manifestado desde el Tercer Mundo.
Encima de la mesa había dos propuestas, la estadounidense de Harry Dexter
White y la británica de John Maynard Keynes.
Las teorías de John Maynard Keynes, representante de Gran Bretaña, que
planteaban la necesidad de lograr el crecimiento económico en un marco global, para lo cual formulaba la creación de un Banco Central Mundial, que cumpliera el rol de estabilizador de la economía mundial y la creación de una moneda con las mismas características. Ahora bien, considerando que en Europa las potencias aliadas aún se encontraban desarrollando múltiples acciones bélicas, además del hecho que la Unión Soviética participa sólo como observadora, y que Estados Unidos se presentaba como la gran potencia de occidente, resulta natural que la propuesta de Keynes fuera desechada, y se buscara así un modelo que respondiera a la nueva situación internacional de correlación de fuerzas. Estados Unidos logró de esta forma, imponer un modelo a su medida y que respondiera a sus particulares intereses.
Como resultado de la Conferencia de Bretton Woods fueron creados el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial. El sistema monetario creado definía un tipo de cambio fijo con el dólar y un precio invariable del oro en dólares, 35 dólares la onza. Los países mantenían sus reservas principalmente en forma de oro o dólares, y tenían el derecho a vender sus dólares a la Reserva Federal a cambio de oro al precio oficial. El sistema era, pues, un patrón de cambios oro, en el que se establecía el dólar como la principal moneda de reserva.
Patrón de oro y Dinero fiduciario
El patrón oro es un sistema monetario que, básicamente, consiste en establecer el valor de la moneda de un país con relación a la cantidad de oro que este posea.
Al nivel más elemental, el poseedor de un billete de cierto valor contaría con
el derecho a intercambiar ese billete por una cantidad de oro proporcional según el tipo de cambio que su nación estableciera.
A nivel nacional, cada país basaba su cantidad de dinero en circulación
directamente con la cantidad de oro que poseía custodiado en sus reservas. El modo de funcionar, por lo tanto, consistía en la libre importación y exportación de oro para equilibrar su balanza de pagos, haciendo del oro la base monetaria por naturaleza.
Funciones del patrón oro
A través del movimiento internacional del oro, este sistema económico
buscaba el establecimiento de unos tipos de cambio fijos entre países. De esta manera, podría controlarse más fácilmente el crecimiento de estos y estabilizar los precios internacionales.
El dinero fiduciario o dinero inorgánico es aquel que está respaldado en la
confianza de una sociedad.
Dicho de otro modo, el dinero fiduciario, no se basa en el valor de metales
preciosos sino en la creencia general de que ese dinero tiene valor. También se conoce como papel moneda o dinero inconvertible.
En la actualidad, utilizamos un sistema fiduciario, es decir, un sistema basado
en la confianza o fe en la valoración de las monedas y billetes. Por ejemplo, ningún billete de 20, 100 o 500 euros vale realmente eso, ni ninguna moneda vale la cantidad que lo compone, pero toda la comunidad da por hecho y por válido esos valores para poder comercializar. Confían en el valor que representan.
Control y emisión del dinero fiduciario
Todo el dinero fiduciario está controlado y emitido por organismos,
generalmente los bancos centrales de cada país y centrales supranacionales (como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, el Banco Europeo de Inversiones y otras organizaciones internacionales similares), para llevar una gestión y control de este. Estos organismos se encargan de velar por la autenticidad y dan confianza a los usuarios-consumidores, respaldando el sistema.