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¿ACUERDO O IMPUESTO?
importantes como lo es el beneficio y los costos, existen unos costos fijos y costos variables que
embargo, hay otros costos que se asocian a esta implícitamente, porque derivan de las
A lo largo de la historia del desarrollo económico los economistas han llevado un pensamiento
muy arraigado de como se deben corregir los efectos negativos y positivos que puede conllevar
una actividad económica; como punto central toman una visión pigou-viana donde, el causante
del daño debe asumir el costo por este mismo mediante un impuesto. En contraparte, existe un
enfoque planteado por Ronald Coase en el cual, el impuesto no siempre reduce el daño tanto
como afecta la producción y en ocasiones el daño final después del impuesto es mayor que el
daño inicial, porque dicho impuesto no solo afectará la producción si no que a su vez generará
desempleo o subempleos, disminuyendo así los ingresos percibidos por los empleados. No se
debe pensar netamente en quien afectase a quien, si no, en como minimizar o anular los costos de
ocasiona daño a B y lo que tiene que decidirse es: ¿Cómo se puede restringir a A? Pero
infligiría un perjuicio a A. La cuestión real que debe decidirse es: ¿Debe permitirse que A
Si se da origen a una externalidad negativa, los fallos judiciales no dan una alternativa
de estos derechos debe hacerse por medio de dicha transacción a modo de contrato o convenio
entre las dos partes, fallando a favor de quien los valora más y los que producen más beneficios
colectivamente, sin importar, lo que la corte considere correcto. En ocasiones, las compañías
pueden hacerse responsables del daño que causan (lo que los economistas tradicionales
consideran correcto) , pero, en caso de que esto no suceda, es irrelevante para el sistema de
precios, porque, el reordenamiento será el mismo si el causante del daño paga (por ejemplo 5
UM) al afectado, que si el afectado paga (por ejemplo 5 UM) al causante del daño, esto porque la
cantidad que pierde el causante del daño al hacerse responsable de este mismo para mantener la
Bajo una perspectiva objetiva al igual que el autor [ CITATION Ron60 \l 9226 ], se considera que es
de suma importancia estudiar todas las consecuencias a las que conllevarían las posibles
soluciones, es decir, analizar dicho problema de una manera más general, porque se podría
terminar generando un daño mayor donde la “cura resulta peor que la enfermedad”; cuando se
mide el daño general se puede colacionar la diferencia entre el daño inicial y posible daño final y
optar por la mejor solución, bien sea que a) el causante del daño reubique la operación de sus
actividades problemáticas (cuando el costo del daño causado es mayor que el bienestar social que
produce) , b) que se le obligue a pagar un impuesto (siempre y cuando el costo de este sea menor
que el valor obtenido de la producción) o finalmente c) que el afectado tenga que tolerar dicho
deterioro de su bienestar (si el bienestar social que produce la compañía causante es mayor que la
afectación causada a este agente). Sin embargo, de ser posible que ninguno resultase más
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afectado que el otro, indudablemente se optaría por esta solución, como en el caso de que exista
un convenio en el cual los dos terminasen pagando los daños proporcionalmente, mediante la
El Estado podría brindar soluciones optimas, siempre y cuando el costo de las transacciones de
mercado sean muy altos o alguna compañía monopolice el mercado, sin embargo no puede
dejarse de lado el hecho de que el gobierno cuenta con políticas bastante generales que no se
pueden aplicar a un sin número de casos particulares, por lo que su intervención no siempre
puede arrojar resultados eficientes, sin contar con el hecho de que quienes hacen parte de este
ente gubernamental pueden influir sobre estas medidas desde una perspectiva codiciosa donde no
se elige la solución que genere más beneficio a la sociedad sino el que genere el beneficio más
A pesar de que Coase, en los apartados 8-9 de su documento “El problema del costo social”
realiza una critica a utilitarista Arthur Pigou, pero, paradójicamente sus ideales pueden tender a
ser utilitaristas, teniendo en cuenta que el utilitarismo es que la mejor actividad es toda aquella
que produce mayor beneficio a un mayor número de personas, dejando de lado la ostentación que
se produce a un menor número de personas “llevar esta mejor actividad”, sin contar que en las
transacciones de mercado las dos partes siempre buscarán su propio bienestar, por lo que,
siempre existirá una brecha entre los beneficios de las dos partes. El hecho de que la afectación
que causa el ejercicio de una actividad económica no afecte a la mayoría, no quiere decir que no
genere incomodidad particular y por ende una disminución en la calidad de vida del sujeto.
positiva o negativamente en el bienestar de otra persona, por ello antes emprender una actividad
económica se debe hacer un análisis del contexto, de las posibles externalidades tanto positivas o
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momento que se evalúa una externalidad, es pausible considerar las consecuencias a las que lleva
la sanción y como esta podría afectar al sancionado y las posibles acciones que este mismo
menciona como se compensará al agente/entidad quien pago la pena, debido a que luego de que
se impone una sanción (que beneficiará a la mayor parte de la sociedad), si o si alguien se verá
afectado a menos de que el daño se divida proporcionalmente y/o las dos partes queden
Sin embargo, Coase menciona temas y situaciones de la vida cotidiana y acierta al indicar que
los impuestos no son la única solución para solventar o detener una externalidad negativa, en
dados casos la imposición de este corrompe el funcionamiento natural de las actividades, del
mismo modo que lo hace la legislación; por ejemplo, causando la disminución en la producción
que finalmente lleva a un aumento en los precios, afectando de esta manera el consumo de dicho
bien o servicio. En un sin numero de situaciones, se percibe como los impuestos recaudados por
el ente regulador (Estado) no son utilizados para el fin por el que se recolectaron, en especial en
distribución de impuestos; como se menciono anteriormente los individuos que componen el ente
regulador en su mayoría se ven seducidos por la riqueza y el poder. Por lo tanto, Coase acertaba
Así mismo, se concuerda con el hecho de que la redistribución realizada naturalmente por el
mercado será la más optima y la misma sin importar quien asume la responsabilidad, siempre y
cuando la legislación y el estado no intervengan y además los costos de esta transacción sea cero;
debido a que mediante un contrato o convenio los negociantes pueden llegar a un acuerdo, en
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donde ambas partes salgan conformes con los resultados y generando a su vez un aumento en el
bienestar social.
documento y los aspectos criticados sobre ese mismo se realizan con la intención de
Referencias
Coase, R. (1960). El problema del costo social. The Journal of Law and Economics.