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Visualización Creativa
por Maṅkha
"Tanto si crees que puedes como si crees que no, estás en lo cierto."
- Henry Ford
Visualiza como si tus deseos estuvieran cumplidos aquí y ahora, y siente, realmente siente
que así es. Mientras más positivas y estimulantes las emociones generadas, mejor. No
hay límites, tocar el éxtasis es signo de éxito. Permítetelo todo, siempre y cuando se sienta
bien.
- Es recomendable emplear todos los sentidos en el proceso: tacto, gusto, olfato, oído, visión.
- Puedes visualizar tu "vida ideal", incluyéndote en el paisaje tal y como imaginarías que serías
tú en tu "mejor versión".
- Durante la visualización, autoindúcete las afirmaciones positivas que deseas instalar en tu
inconsciente; así irás reprogramando tus creencias internas. Es similar a lo que hacen
DiCaprio y compañía en Inception, la película de Christopher Nolan.
- ¡Para reprogramar una creencia profunda la emoción es clave! Pues el sentimiento, la
emoción es el pegamento que diluye y forma creencias. Embriágate de dicha,
sobreestimúlate; reclama el divino, creativo poder de tu imaginación.
- Es aconsejable, también, reducir todos tus deseos a la sola sensación de éxtasis. ¿Cómo
se sentiría si estuvieras extasiado, sin saber por qué? Repite una y otra vez: “¿¡No es
maravilloso!?”. Neville Goddard lo hacía así 😊
3. Asunción
Al terminar, da por sentado lo deseado y agradece por lo recibido; asúmelo hecho. Distráete,
entonces, olvida dichos deseos (ya están realizados, ¿no?), y durante el curso de los días (o
semanas y hasta meses, quizá) mantente abierto a cualquier forma, a veces inusual, en
que se puedan manifestar; esto tiende a funcionar de maneras misteriosas, caóticas incluso,
pero funciona. Estate atento a las sincronías, coincidencias significativas, que te guiarán.
Sigue al Conejo Blanco, tu intuición.
Lo has dejado todo en manos del Universo, le has entregado tus deseos para que éste vea
la mejor manera de hacértelos llegar, y sabrás cuándo tomar las acciones necesarias porque
te sentirás inspirado a. La idea es soltar, y para ello el humor —vale decir: no tomártelo tan
en serio— ayuda mucho.
A pesar de que este ejercicio puede ser realizado en cualquier momento del día, se
recomienda establecer una rutina y ponerlo en práctica ojalá durante las noches antes de
dormir, o al despertar en las mañanas.
Escuchar música puede ser sumamente útil para la movilización de emociones intensas y
extáticas; sólo procura que las canciones sean instrumentales o con mínima letra, de forma
que no interfieran con tu meditación/visualización.
Si, además de esto, te das 10-15 min. diarios sólo para meditar en silencio; si a todo lo anterior
le sumas el intentar mantenerte en estados de apreciación, enfocando tu atención en las
cosas positivas que te rodean; si en determinados momentos te fuerzas cariñosamente a
sentirte igual que como te sientes durante estas visualizaciones, como si vivieras en una
especie de paraíso de ensueño diseñado por ti, ahí si que la cosa ya evoluciona a otros
niveles. Es innecesario para ver resultados, pero lo dejo mencionado por si te sientes
aventurero y no tienes problemas con ignorar de vez en cuando el estado actual de la
humanidad.
Detalles a considerar:
2
En caso que no, una alternativa es ir tomando nota de qué nos va pasando con el transcurso
de los días. ¿Qué situaciones nos desafían? ¿Qué contenido aparece en los sueños? ¿Qué
dudas o pensamientos "negativos" van emergiendo? Si los registramos, después podemos
trabajarlos individualmente o en terapia e ir, poco a poco, reprogramando las creencias
limitantes detrás, incluyéndolas en el proceso de visualización.
Un ejemplo clásico...
Yo, Juanito, hasta ahora he tenido dificultades económicas. Me pregunto, entonces: ¿qué
creo verdadero para que ello sea así? ¡Ah! Quizá mi creencia, lo que mi mente se dice a sí
misma es precisamente eso: "Soy pobre, y se me hace difícil establecerme económicamente".
P.D. En este documento he resumido todo lo que necesitas saber para subirte al cohete y
despegar en un viaje sin retorno hacia Júpiter. Si deseas profundizar, algunos libros
introductorios por donde puedes partir son “Sentir es el Secreto” de Neville Goddard o "Pide
y se te dará" de Abraham-Hicks, prácticos y accesibles. También están los de Bashar (Darryl
Anka) y Seth (Jane Roberts). Para un abordaje de corte científico, puedes estudiar la obra de
Joe Dispenza, quien trabaja estos temas desde las neurociencias, la epigenética y la física
cuántica.