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Buen día la experiencia muestra la necesidad de prepararse para lograr el

éxito, fácil, ¿no es cierto? Contamos contigo este sábado 3 de octubre para
dar inicio a esta experiencia de preparación, conocimiento y práctica. El hecho
de que te gusten los niños significa que te preocupa brindar un mejor servicio y
ser un excelente profesional.

Frases mágicas dentro de la hipnosis conversacional (HC)

Define la hipnosis conversacional (HV) como “el uso del lenguaje para influir en
los procesos mentales de las personas”. Es decir, la forma de convertir una
venta que a priori sería un no en un sí. Sin embargo, antes de acometer la
venta David Baró advierte de la conveniencia de tener en cuenta los siguientes
puntos:

En su opinión, lo primero que debes observar es el estado de ánimo en que se


halla el cliente al recibir tu visita. Puede que le sorprendas en un momento de
buena predisposición pero también puede ser que el encuentres en un estado
de agobio y ni siquiera te preste atención. Según Baró, un vendedor puede
cambiar ese estado a través de la palabra y el uso de patrones hipnóticos. En
este punto remite el autor a los patrones sugeridos por Milton Erickson, a quien
presenta como el “hipnoterapeuta más importante del siglo XX”. Se basa en la
manera en que un vendedor debe estructurar las frases para conducir el cliente
a un estado de ánimo acorde a tus intereses. Entre esas expresiones o
fórmulas que resultan „mágicas‟ se encuentran:

-Es como cuando tú: Con esta fórmula consigues que el cliente pase de
espectador a protagonista. Ejemplo: una vendedora en una tienda de moda:
“con esta blusa te sentirás de maravilla, es como cuando te pones tu mejor
vestido de cóctel y esa noche te sientes genial”. Retrotraes así al cliente a un
escenario agradable.

-Una de las cosas que te gustará de…es: “Este patrón juega con la
presuposición”, señala Baró.

-Tu sabes que la gente…: También dentro de la presuposición dado que


asumimos que el cliente sabe algo, aunque no sea así, pero engrandece su
ego. Ejemplo: “tú sabes que la gente prefiere gastar un poco más en un
producto mejor”.

-El hecho de que…significa que: Este sirve para “modelar la realidad.


Partiendo de una evidencia añades una conclusión. Ejemplo: “el mero hecho de
que te gusten los perros significa que te preocupes por su alimentación”.

-Quizá aún no eres consciente: Esta fórmula se apoya en la psicología


inversa consistente en sugerir lo contrario de lo que quieres obtener. Ejemplo:
“Quizá aún no eres consciente de lo bien que podría sentarte este corte de
camisa”. Según Baró esto activa un estado de rebeldía en el cliente quien,
involuntariamente, acaba pensando ¿cómo que no soy consciente. Claro que lo
soy. Me la llevo”.
-Fácil, ¿no es cierto?: Es importante ¿no te parece?: Con estas “muletillas
interrogativas” buscas la afirmación inconsciente del cliente. Ejemplo: “Este es
un modelo que tiene un diseño muy actual, ¿no es cierto?

-…Dice/Dijo…: Aquí se trata de usar citas de autoridad para reforzar el


argumento. Ejemplo: “En moda, menos es más, como decía Cocó Chanel”

-¿Este o aquel?, ¿antes o después?…: Con esta patrón lo que se persigue


es generar en el cliente la sensación de que él es quien decide. Recuerda Baró
que esta fórmula es muy recurrente en las técnicas del cierre de la venta.
Ejemplo: ¿qué modelo prefieres, el rojo o el azul? dado por sentado ya que va
a adquirir el artículo.

-Puedes notar como…: “Este patrón es una sugestión directa” porque le dices
al cliente lo que debe notar. “Se debe usar con mucha intención,
convencimiento y mirando fijamente”, advierte. Ejemplo: “Puedes notar como
con cada punto que lees va incrementado tu curiosidad con la hipnosis
conversacional”.

-Como dices tú…:Se trata de devolver al cliente algo que ha dicho llevándolo
a tu terreno. Ejemplo: “Tal como tu dices el precio no es importante si el
producto es bueno”.

-¿Qué es importante para ti? de un determinado producto: Saber el uso


que el cliente va a dar a nuestro producto es, según Baró, “una pregunta
persuasiva muy útil” dado que te ayuda a centrar el argumento en esas
cualidades. Ejemplo: alguien que usa mucho el móvil para hacer fotos. El
vendedor puede ensalzar valores como la capacidad de almacenaje, la
resolución de la cámara…

-La experiencia muestra que…: “Este patrón tiene una fuerza mágica”, afirma
el autor. “Cualquier cosa que venga detrás de él será percibida por el
inconsciente del cliente como cierta. Ejemplo: “La experiencia muestra que
nuestros productos son los que más durabilidad tienen”.

-Pregunta (pregunta encubierta) pero: Se trata de una pregunta encubierta


que se dirige al inconsciente aunque, recuerda Baró, puede provocar tanto una
respuesta verbal como no verbal. La forma de aplicarlo es la que sigue:
“Cogiendo una pregunta cerrada, es decir, de respuesta si o no, y la
encubrimos dentro de una frase larga”. El vendedor sigue hablando pero sin
perder de vista la reacción del cliente porque se supone que va respondiendo a
la pregunta encubierta internamente. En el momento en que se le escape un sí
verbal “ya tienes la venta hecha”. Ejemplo “igual te parecería bien que
firmásemos el contrato ahora…pero también me gustaría subrayar…”

-Palabras hipnóticas: A las fórmulas señaladas, David Baró añade una serie
de palabras que siempre agradan a los oídos de un cliente. Entre estas
destacan: el nombre propio; el pero, usándolo en positivo, como “borrador
universal”. Ejemplo: en lugar de decir: la camisa es preciosa, pero el color no te
favorece, hacerlo a la inversa: el color no te favorece, pero la camisa es
preciosa dándole pie a probarse el mismo modelo en otro color. Evitar usar la
palabra No porque según el autor “nuestra mente inconsciente no entiende las
negaciones, se las salta”. Como consecuencia conviene hablar siempre en
positivo . Ejemplo: en lugar de decir que un producto no es caro, decir que tiene
un buen precio.

-Frases de entrada: Relacionado con el punto anterior recomienda el autor a


los vendedores no iniciar una conversión con el cliente con frases del tipo:
“disculpe que le moleste” o “no le robaré mucho tiempo”. Es preferible eliminar
estas típicas frases de entrada y sustituirlas por un mensaje directo. Ejemplo:
“Buenos días, estamos ofreciendo a los clientes de la zona…”.

Cómo conectar con tus clientes

Uno de los capítulos del libro de David Baró lo dedica a cómo conectar con la
mente del cliente partiendo de la premisa de que todos son diferentes y que,
mientras que unos te caen bien, con otros el sentimiento es el contrario.
Obviamente, el reto es mayor en el segundo supuesto y hay que afrontarlo de
manera consciente.Para ello, el autor señala algunos patrones por los que nos
guiamos los comunes de los consumidores como son: que no gustan los
vendedores demasiado extravertidos ni introvertidos, que preferimos comprar a
quien nos cae bien aunque tengamos que andar un poco más y que nos gustan
más las personas a las que nos parecemos.

Aun teniendo en cuenta estas premisas, cualquiera puede trabajar la empatía


para ganarse a un cliente y crear un sentimiento de identificación. En este
sentido aporta tres técnicas para desarrollar la empatía que son:

1.-La escucha activa: No solo con los oídos sino con todo el cuerpo y con
interés real. Para practicarla hay que ejercitar: la mirada de los negocios, que el
autor explica como imaginar un triángulo invertido en la cara del interlocutor e ir
dirigiendo la mirada de un ojo al otro y luego a la boca, la cabeza, asintiendo
pero con sentido común y la expresión facial, de manera que si el cliente
cuenta algo triste lo normal es que entristezcas tu también el rostro. Como
detalles a evitar señala interrumpir la conversación del otro, cambiar de tema
de manera radical o intentar llevar todo el tiempo la conversación a tu terreno.

2.- El poder de la sonrisa. El motivo es que “al sonreír, el gesto se muestra


más agradable, atractivo y seductor y predispone a nuestro interlocutor a un
clima grato, atrayente y cautivador”. Una sonrisa falsa o de compromiso
siempre se nota y puede ser contraproducente, así que mejor no provocarla.

3.- El efecto espejo: Se trata de conseguir conectar con el cliente de forma


deliberada. En este punto el autor habla del „rapport‟ que consiste en: copiar
el lenguaje corporal del interlocutor (la postura), copiar el patrón de la
voz (utilizar el mismo tono y volumen para luego ir rebajándolo), copiar el
patrón de larespiración (agitada, lenta…) usar el mismo canal de
comunicación VAK que aclaramos en qué consiste a continuación.

La Programación Neurolinguística: También conocida por las siglas PNL


dice Baró que además de ser una herramienta muy útil tiene una gran relación
con la hipnosis. “La PNL nos dice que los seres humanos no conocemos la
realidad, conocemos nuestra propia percepción de la realidad”. Estudios dentro
de la PNL afirman que, aunque todos o la inmensa mayoría disfrutamos de los
mismos sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) a la hora de percibir los
mensajes hay gente que es más visual, gente más auditiva y gente más
emocional, táctil, también conocidos como kinestéticos (aquí se engloban el
resto de los sentidos). De aquí proceden las siglas de VAK (visual, auditivo y
kinestético). Según el canal que prime en tu interlocutor, deberás hacer uso de
las palabras.

Ejemplo para vender un coche


-“Fíjese en el diseño que tiene el interior” para un visual
-“Escuche cómo suena el motor” para un autitivo
-“Compruebe la sensación al tocar el volante”, un kinestético.

Prepara el contexto a tu favor

Controlar el marco es otra de las técnicas que recoge Baró en su libro. Con el
marco hace referencia al contexto en el que se desarrolla la relación
vendedor/cliente. Conforme a esto distingue cuatro tipos fundamentales de
marco:

-El marco del poder: Hace referencia a cuando tratamos con alguien muy
superior en el escalafón. Valga el director general de una empresa, un general,
un millonario o cualquier otra persona acostumbrada a ejercer poder sobre
otros. El reto es conseguir que te vea como a un igual, como un colaborador.
Para conseguirlo remite a las tácticas del efecto espejo.

-El marco del tiempo: El típico cliente que te recibe con urgencia porque
apenas dispone de tiempo y acota el tuyo. La recomendación de Baró es que
reacciones en los mismos términos haciéndole notar que también tu tiempo es
oro. La respuesta del vendedor podría ser: “Genial, señor X, me explicaré en 10
minutos. Tengo otra visita dentro de poco”.

-El marco de situación. Se refiere al espacio físico. Si te reúnes en su oficina,


estás en su terreno, el que domina. Si consigues que se desplace a tu fábrica
tendrás ya puntos ganados, aunque no es lo habitual.

-El marco de premio: Este consiste en darle la vuelta a la tortilla y provocar en


el cliente la impresión de que, con la compra, adquiere también un premio.
Ejemplo cuando le avisas de que solo te quedan dos unidades de un modelo
de coche aplicando el principio de la escasez. Frases como “tengo la agenda
muy llena, pero intentaré hacerle un hueco” también funcionan.

Por otro lado, independientemente del marco en el que te encuentres, puede


producirse el caso de que la conversación se encasille y no avance. En
situaciones como estas Baró propone lo que denomina la interrupción del
patrón que consiste en un cambio repentino en la interacción. Este puede
conseguirse con estrategias como un golpe de humor -siempre que tengas
gracia-; soltando algo inesperado que sorprenda al cliente o cambiando
físicamente de lugar como, por ejemplo, invitando al cliente a ir a la máquina
del café dado que, “el hecho de cambiar de lugar físico puede cambiar el
estado de ánimo e incluso, en ocasiones, hacerle cambiar de opinión”, sostiene
el autor.
La comunicación no verbal o las señales que te indican que el cliente
intenta engañarte son otros temas interesantes que aborda el libro que
concluye con un plan de entrenamiento para que el lector aplique lo aprendido.
“Me lo explicaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí” es la frase
de Confucio con la que David Baró invita a sus lectores a pasar a la acción.

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