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DOCUMENTO 14 

El texto propuesto para su análisis es un extracto del documento de la


Declaración de Derechos de la Mujer y de la Ciudadana escrito por Olympia de
Gouges en 1791, después de la revolución francesa y presentado en la
Asamblea Legislativa francesa para su aprobación. En cuanto a la naturaleza
del texto, estamos hablando de un documento político-reivindicativo que tiene
fuente primaria ya que es coetánea a los hechos. Finalmente, el destinatario es
público ya que es un fragmento redactado para ser leído y conocido por todos
los hombres y mujeres.

En estos 9 artículos, se legisla sobre los derechos y libertades de las mujeres.


Reconociendo que estas son iguales que los hombres. Tienen derecho a la
libertad, a la propiedad, a la seguridad y sobre todo, a la resistencia a la
opresión social. Nadie puede ejercer autoridad que no emane del hombre y la
mujer. Que la ley prohíbe las acciones que son perjudiciales para la sociedad.
La ley debe ser la expresión de la voluntad del pueblo. Las mujeres deben
obedecer la ley al  igual que los hombres. Todas tienen derechos a ser
escuchadas en un tribunal. Tienen derecho a la libre comunicación, etc.
El escrito, como ya he mencionado, es de Olympia de Gouges, que fue hija de
burgueses y viuda temprana. Escribió numerosos panfletos enviándolos a las
cámaras legislativas y en 1791, hizo público este texto en el que parafrasea la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. En un principio tomó
partido por Montesquieu y la Constitución, aunque no estuvo de acuerdo con la
condena a muerte de Luis XVI, por lo que fue guillotinada. 

Para hablar de este texto nos tenemos que remontar a la Revolución Francesa
de 1789. Muchas clases sociales estaban descontentas con la situación
económica. Los no privilegiados, rechazaban todas las cargas económicas que
soportaban. Los campesinos no eran propietarios de las tierras, además, la
burguesía se sentía marginada social y políticamente y la monarquía estaba en
bancarrota. La única solución era hacer tributar a los privilegiados, pero éstos
querían aumentar sus privilegios e ingresos. Por ello, en 1789, se constituyó la
Asamblea Nacional por la negativa del rey y los privilegiados a establecer el
voto por cabeza y no por estamento. Al final el rey, Luis XVI, aceptó los
cambios y la Asamblea Nacional se convirtió en Constituyente. Así empezó el
desmantelamiento del Antiguo Régimen. En agosto del mismo año, fueron
abolidos todos los privilegios y derechos feudales de la nobleza y el clero. Y a
finales de este mismo mes, se aprobó la Declaración de Derechos del Hombre
y del Ciudadano, que establecía una serie de libertades y derechos y la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Esta Asamblea, también elaboró
una Constitución en 1791, que estableció el sufragio censitario, es decir,
limitado a los más ricos. Esta constitución, que garantiza la igualdad legal,
permitió que los ciudadanos pudieran expresarse, reunirse, informarse, votar
libremente y defenderse ante los tribunales. Pero a pesar de todos estos
adelantos legislativos, se mantuvo la restricción del voto, la desigualdad
económica y la marginación de las mujeres del sistema político. Aun así, fue la
primera vez que la política se convirtió en un asunto que competía a los
ciudadanos en Europa. 
La novedad de este texto, estriba en la variación que hace Olympia de Gouges
en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, cambiando el
sustantivo “hombre”, por el sustantivo “mujer”. Con ello, la escritora pretendía
subrayar el hecho de que aunque los derechos de los ciudadanos, en general,
habían aumentado, lo de las mujeres, no se habían ni comentado. Seguían sin
existir. El fragmento es una crítica y una llamada de atención sobre la
desigualdad entre hombres y mujeres. Por ello podemos considerar a Olympia
de Gouges, una de las primeras activistas feministas capaz de enfrentarse a
una sociedad machista. 

En conclusión, este documento reconoce los derechos y libertades de la mujer


en la Revolución Francesa redactados por Olympia de Gouges. Sin embargo,
no tuvo nunca validez jurídica ya que no fue aprobada por la Asamblea
Nacional Constituyente. Estuvo oculto durante muchos años, hasta que en
1986, la escritora Benoite Groult, lo dió a conocer.

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