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UNIVERSIDAD POPULAR AUTÓNOMA DE VERACRUZ

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

TEMA

TITULARES, CONTENIDO, DURACIÓN TRANSMISIÓN DE LOS DERECHOS


DE AUTOR

INVESTIGACIÓN

MATERIA DE

DERECHOS DE AUTOR, PROPIEDAD INTELECTUAL E INDUSTRIAL

PRESENTA

LUCERO CANSECO PÉREZ

CARRERA

LICENCIATURA EN DERECHO

ASESOR

LIC. MARIBEL MALDONADO GARCÍA

JÁLTIPAN, VERACRUZ

17-MARZO-2021

JÁLTIPAN DE MORELOS VERACRUZ-MARZO-2021

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UNIDAD V DURACIÓN DE LA PROTECCIÓN
5.1 LOS PLAZOS DE PROTECCIÓN

Los derechos patrimoniales tienen una duración determinada que varía de una
legislación nacional a otra. En los Estados parte en el Convenio de Berna, el plazo
es, como mínimo, de 50 años contados a partir de la muerte del creador de la obra.
En algunas legislaciones nacionales se prevén plazos de protección más largos. Para
más información, póngase en contacto con la oficina de P.I. de su país o consulte la
legislación nacional en WIPO Lex.

Parece muy sencillo calcular el plazo de duración de la protección del derecho de


autor, simplemente hace falta conocer la fecha de su muerte o declaración de
fallecimiento y, empezar a contar a partir del primero de enero del año siguiente,
añadiendo los años que estipula la normativa vigente.

No obstante, esta simple ecuación se complica cuando intervienen variables, como,


por ejemplo, en caso de que se reclame la protección en un país distinto al de
nacimiento del autor y también, cuando los plazos de protección son diferentes.
Esta circunstancia es debida a que la norma de referencia, el Convenio de Berna,
establece el marco jurídico de la protección del derecho de autor fijando un plazo
mínimo de duración de la protección y, a su vez, faculta a los Estados parte del

Convenio para que puedan conceder un plazo mayor de protección.


De esta manera, encontramos que los plazos de duración de la protección del
derecho de autor oscilan y la variación puede ser importante, ya que el mínimo fijado
en el Convenio de Berna es de 50 años después de la muerte del autor (Art. 7), pero
otros países conceden un plazo mayor. Pongamos como ejemplo a México, cuyo
plazo de protección es de 100 post mortem (Ley Federal del Derecho de Autor, Art.
29).

A esta situación se añaden otras diferencias derivadas del propio Convenio, tales
como la aplicación del principio de trato nacional, las derivadas de la protección
territorial y de la ausencia de formalidades para obtener la protección. Cuando
intervienen todas estas variables, resulta que el cómputo y la determinación de la
duración del plazo de protección, se convierte en un rompecabezas de difícil
solución.

Paradigma de esta situación es el asunto resuelto por el Tribunal Supremo, en su


Sentencia nº 177/2015 de fecha trece de abril de 2015. En este caso, habían sido
publicadas en España, sin obtener autorización, las obras de un autor extranjero
fallecido en junio de 1936, es decir, durante la vigencia de Ley de Propiedad
Intelectual de 1879, que establecía una duración del plazo de protección de 80 años
post mortem.

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En primera instancia, el juez de lo mercantil reconoció la titularidad de los derechos
de la entidad demandante, así como la aplicación del plazo de protección de 80 años
después de la muerte del autor. Asimismo, desestimó las objeciones de la
demandada, considerando que la exigencia de inscripción en el Registro de la
Propiedad Intelectual, preceptiva en la LPI de 1879, no resulta aplicable porque la
protección no deriva de la inscripción, tal y como dispone el Art. 5 del Convenio de
Berna.

Posteriormente, la Audiencia provincial ratificó el criterio del juzgado, analizando la


sucesión de la normativa y de los plazos de protección: la Ley de Propiedad
Intelectual de 1987, que redujo el plazo de protección a 60 años desde la muerte
del autor; la Ley 27/1995, de 11 de octubre que traspuso la Directiva 93/98 CEE,
que amplió el plazo a 70 años; y finalmente el Texto Refundido de la Ley de
Propiedad Intelectual de 1996, cuya Disposición Transitoria Cuarta, mantiene la
duración de 80 años desde la muerte del autor, para los autores fallecidos antes del
7 de diciembre de 1987.

En el Recurso de Casación, además de pronunciarse sobre la normativa aplicable, el


Tribunal Supremo debía decidir sobre la contradicción existente entre el principio de
trato nacional y la limitación del plazo de protección al del país de origen del autor.
Es decir, en virtud del principio de trato nacional los autores extranjeros gozan de la
protección que otorgan las normas del país en el que se reclama. Sin embargo, el
propio Convenio de Berna introduce una excepción en el artículo 7.8, según la cual,
la duración del plazo de protección no excederá del plazo fijado en el país de origen,
a menos que la legislación del país disponga otra cosa.

Entre las múltiples variables que este caso presenta, conviene destacar que, en el
territorio de la Unión europea, no resulta aplicable la disposición del Art. 7.8 del
Convenio de Berna a los autores europeos, en atención al principio de no
discriminación por razón de la nacionalidad (Art. 18 Tratado de Funcionamiento de
la Unión Europea). Esta doctrina desarrollada por múltiples sentencias del Tribunal
de Justicia de la Unión Europea, ha sido aplicada en relación con la duración del
plazo de protección del derecho de autor en el caso Phill Collins (C-92/92 y C-326/92)
y posteriormente en el caso La Bohème (C-360/00).

Este caso nos proporciona un buen ejemplo de lo complejo que puede resultar
determinar con certeza el momento en que las obras de un autor entran en dominio
público y ratifica nuestra premisa de partida.

5.2 LA TITULARIDAD DEL DERECHO DESPUÉS DE LA MUERTE DEL AUTOR

Duración de los derechos morales

En España, los derechos morales del autor y de los artistas intérpretes y ejecutantes
no pueden ser transmitidos en vida de éstos: son inherentes a la persona de su
titular. Los derechos de paternidad e integridad de los autores sobre sus obras duran

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para siempre, son imprescriptibles. La misma regla se aplica a los artistas intérpretes
sobre sus actuaciones desde la reforma introducida por Ley 23/2006, de 7 de julio

El derecho de divulgación dura toda la vida del autor y otros 70 años desde su
muerte (Art. 15 LPI).

Estos derechos no se transmiten inter vivos, pero sobreviven a su titular, por lo que
el ordenamiento señala a terceras personas que los pueden ejercitar después de la
muerte del autor. Así, el art. 15 LPI legitima a los señalados a tal fin en el testamento
del autor, en su defecto a sus herederos, y en defecto de ambos o ignorándose su
paradero a las administraciones públicas estatal, autonómica, local e institucional de
carácter cultural, para el ejercicio de los derechos de paternidad, integridad, y
divulgación. Los restantes derechos morales (modificación, retirada, acceso al
ejemplar único) se extinguen con la vida del autor.

El art. 113 LPI encomienda a los herederos de los artistas intérpretes o ejecutantes
el ejercicio de sus derechos de paternidad e integridad sobre sus actuaciones y las
fijaciones de éstas, sin ningún límite temporal: son perpetuos. El derecho al doblaje
en su propia lengua dura la vida del artista.

5.3 EL DOMINIO PÚBLICO

Al decir que una obra está en el dominio público (o que es un “bien común”) quiere
decir que la obra ya no tiene titular sobre los derechos de la misma (de los derechos
patrimoniales). Por lo general, ello se debe al hecho de que ha expirado el plazo de
protección de los derechos. Por ejemplo, los derechos patrimoniales sobre el famoso
poema “La Odisea”, de Homero, han prescrito y la obra puede ser utilizada o
explotada sin necesidad de obtener autorización o remunerar al titular de los
derechos. En algunos países, los autores a veces introducen voluntariamente sus
obras en el dominio público. A ese procedimiento se lo conoce como “renuncia
voluntaria”. Más información sobre las obras que están en el dominio público.

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