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sensoriomotor
Educación Temprana
Alumnas:
- Guzman Lucia
- Farcy Florencia
- Villalba Loana
El período sensoriomotor
El cuarto estadio de este período es coordinación de esquemas, y va desde los 8 hasta los
12 meses de vida. En este estadio se comienzan a observar actos más completos de
inteligencia, que tienen una finalidad previa, iniciando la intencionalidad. Se comienzan a
afianzar esquemas conocidos.
Este último estadio señala el término del período sensoriomotor y la transición con el
período siguiente.
Un niño recién nacido comienza ejercitando sus reflejos, esas primeras respuestas son las
que le van a permitir actuar, responder y relacionarse con el mundo exterior.
Reflejo de succión: hace posible que se alimente y también que explore con la boca
la realidad que lo rodea.
Reflejo de prensión: hace que el niño explore su entorno, descubriendo sus
propiedades con el cuerpo.
Todas las repeticiones, sobre la realización de una misma acción, que a veces notamos en
los niños, tienen un papel muy importante en el desarrollo porque sirven para consolidar las
conductas todavía incipientes. Cuando dominan esas acciones, la repetición cesa, y si lo
hace, lo hace de otro modo explorando nuevas posibilidades.
El bebe al ejercitar sus reflejos y los objetos que va explorando en él, (ya se golpeándolos
acariciándolos etc.) va construyendo las propiedades de las cosas y creando un modelo del
mundo, todavía primitivo y practico pero que le permite actuar. Así también se da su
exploración con las personas y la interacción con ellos va a ser una necesidad para que el
desarrollo se produzca de forma armoniosa.
PROGRESOS DE LA PRENSION
Las relaciones objétales se daban durante los estadios V y VI, se asiente a lo que FREUD,
llamaba una “elección del objeto” afectivo y consideraba como una transferencia de la
libido, a partir del YO narcisista, sobre la persona de los padres. Varios psicoanalistas
insistieron sobre la autonomía del yo con respecto a la libido, conciben la aparición de esas
relaciones “objetales” como señal de la doble constitución de un yo diferenciado de otro, y
de otro que se convierte en objeto de afectividad. En el papel de la imitación en la
elaboración del YO, lo que atestigua la solidaridad y la complementariedad de las
formaciones del ego y del alter. De ahí la constitución de las relaciones objetales, en
estrecha unión con el esquema de los objetos permanentes, han demostrado la existencia de
una correlación significativa entre ella y que las etapas de la afectividad corresponden, en
líneas generales, para cada grupo de sujetos, a las de la construcción del objeto.
Según Piaget, manifiesta que para el niño los primeros estadios del período sensorio-motor
los objetos no existen independientemente de las acciones del sujeto y cuando estos
desaparecen de su ámbito se comportan como si hubieran dejado de existir.
En la construcción de la permanencia de los objetos, el niño pasa por una serie de estadios
que son semejantes a los de la construcción de su inteligencia.
En el estadio III, si un niño está jugando con un objeto y este se oculta parcialmente,
será capaz de buscarlo y encontrarlo, ahora bien, si tapamos el objeto
completamente, el niño manifestará su sorpresa pero no hará intentos para
encontrarlo.
En el estadio IV, el niño es ya capaz de encontrar un objeto que ha sido ocultado,
cuando esa ocultación se realiza delante de su vista, pero continúa teniendo
dificultades en muchas situaciones. En este caso buscará el objeto en el lado en el
que se ocultó, sin tener en cuenta el desplazamiento del pañuelo, que sin embargo
ha percibido perfectamente.
Por último, en el estadio V, el niño puede localizar un objeto teniendo en cuenta sus
desplazamientos invisibles y buscando en los lugares por donde el objeto ha podido
quedar oculto. Si no lo encuentra, lo buscará en otros lugares donde estuvo o en los
que pueda estar, aunque no haya vista los desplazamientos. Sus limitaciones para
encontrarlo dependen de su habilidad y de su capacidad motora, pero la
permanencia de los objetos cuando dejan de ser visibles está establecida.
El niño posee disposiciones que le van a permitir en el intercambio con el mundo extraer
propiedades invariables. Sus progresos consisten entonces en organizar esa realidad y
construir una imagen de ella como algo estable. Así es como empieza a reconocer de nuevo
las situaciones y los objetos cuando puede aplicar de nuevo esquemas que ya aplico con
anterioridad y obtiene los mismos resultados.
Es entonces los mismo esquemas, lo que permite identificar los objetos y también formar
categorías con ellos, por ejemplo el niño al sonajero cuando lo agarra lo va a agitar, a la
muñeca la va a frotar o cuando ve una cuna sabe que lo van a costar etc.
Por eso es que son muy importantes los objetos porque en la construcción de la
permanencia de los mimos, el niño pasa por una serie de estadios que son semejantes a los
de la construcción de su inteligencia.
Bibliografía