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El Comercio Internacional antes y después del COVID-19

Introducción
El coronavirus es una enfermedad infecciosa que empezó a tomar lugar alrededor del mundo
para principios del año 2020 (año en curso), es uno de los temas desde hace 6 meses atrás
que más ha preocupado a la sociedad, se ha contabilizado muchísimos más de 70mil pérdidas
humanas y mucho mas de 200mil personas infectadas.
A consecuencia de todo
esto pues los gobiernos
de los países han tenido
que tomar medidas
drásticas para controlar
la infección, han tenido
que suspender las
actividades en fábricas,
oficinas, la prohibición
del transporte,
básicamente se ha
tenido que cerrar la
economía de los países.
Evidentemente esto
atraído consigo un gran
impacto en la economía,
aun es incierto cuanto
será el porcentaje de
impacto de este virus ya
que no se sabe cuando
se implemente la
prevención total de este
virus.

COVID-19 ha afectar a la economía mundial de tres maneras principales: afectando


directamente a la producción, creando trastornos en la cadena de suministro y en el mercado, y
por su impacto financiero en las empresas y los mercados financieros. Sin embargo, mucho
depende de la reacción del público a la enfermedad.
Hasta febrero, el tren de la economía mundial marchaba por los rieles esperados. Nadie
imaginaba que la pandemia del COVID-19 cambiaría tan radicalmente no solo la dinámica
económica, sino también la vida social, política y cultural del país
Antes del Covid 19
Los servicios se han convertido en el sector más dinámico del comercio mundial, pero por vías
que no siempre se reconocen ni se comprenden. Así como han llegado a dominar muchas
economías nacionales, los servicios también desempeñan un papel más importante en la
economía mundial. Aunque esto se debe a muchos factores, como el consumo, la liberalización
y la inversión, el factor determinante es la tecnología. Servicios que antes eran difíciles de
comercializar, porque solo podían prestarse físicamente, son cada vez más fáciles de
comercializar, porque pueden prestarse digitalmente. En el Informe sobre el Comercio Mundial
2019 se examina esta globalización de los servicios: por qué se produce, de qué modo está
afectando a las economías y dónde es necesario introducir nuevos enfoques de política.
El día 9 de octubre en el Foro Público
de la Organización Mundial del
Comercio (OMC) se presentó el
Informe sobre el Comercio Mundial de
la OMC para el 2019, el informe fue
presentado por el Director General de
la OMC, Roberto Azevêdo.
En el informe se hace especial énfasis
en el crecimiento y la importancia que
ha venido adquiriendo el comercio de
servicios, ya que según el informe, es
el “componente más dinámico del
comercio internacional” y ha
aumentado en más de 10 puntos
porcentuales su participación en el comercio mundial desde 2005, con un crecimiento anual del
5,4%, cifra que está por encima del promedio de crecimiento anual del comercio de bienes, que
fue de 4,6%, a tal punto que actualmente, en promedio, los servicios representan
aproximadamente la mitad del PIB mundial. Dentro del comercio de servicios, destacan por su
rápido crecimiento los servicios informáticos y los servicios de investigación y desarrollo.
Esta importancia del sector y del comercio de servicios, especialmente en la logística, las
finanzas y la informática, para el desarrollo y crecimiento de la economía, se evidencia en su
impacto sobre la producción económica mundial (más de dos tercios) y en su capacidad de
generación de empleos, representando más de dos tercios en países en desarrollo y cuatro
quintos en países desarrollados. El comercio de servicios se concentra en cinco economías en
desarrollo: China, Hong Kong, India, Corea del Sur y Singapur, que para 2017 representaron
más del 50% del comercio de servicios de las economías en desarrollo.
Otro de los aspectos positivos del comercio de servicios es que, además de impulsar el
crecimiento económico y mejorar la competencia de las empresas, puede promover la
inclusión, mediante ayudas a las mujeres y a las micro, pequeñas y medianas empresas
(MIPYMES) para que logren incorporase al comercio mundial, especialmente en las economías
en desarrollo, ayudando a disminuir la desigualdad económica.
Después del coronavirus
Las actividades económicas sufrieron un fuerte freno. El turismo se paralizó en todas sus
vertientes. Continuaron las actividades productivas en toda su cadena que tienen que ver con
la producción de alimentos, medicinas y suministros de salud, así como toda su cadena de
valor. El resto de las empresas redujeron sus actividades o las paralizaron, algunas acudiendo
al teletrabajo en los casos en que eran posible. En pocas palabras: el ritmo de la actividad
económica se redujo tan drásticamente que el Gobierno se vio precisado a intervenir con
medidas de paliativo social y laboral.

Para entender el impacto previsto a causa de la pandemia en la economía y sociedad


dominicana se puede tomar como punto de partida que el escenario del comercio internacional
se ha modificado. Un ejemplo de esto es que el nivel de caída del consumo del petróleo no
tiene precedente. Es un choque de la demanda por parte de la economía, luego de haber sido
sacudido por un choque que provino de la oferta.
Por otro lado, el Índice Mensual de Actividad
Manufacturera (IMAM) reporta el nivel más
bajo de su historia, cuando descendió
bruscamente de 55.9 en febrero 2020 a 38.2
en marzo 2020. Además, a nivel del empleo
los efectos han sido dramáticos. Los datos
de la Tesorería de la Seguridad Social
revelan 464,000 trabajadores menos en el
sector privado (cotizando), lo que equivale a
una contracción del 29% del total. Algunos
estiman que el desempleo será cercano al
30% cuando a fines de 2019 se estimaba en
un 10%, conduciendo a una reducción drástica de los ingresos de la persona y disminuyendo la
capacidad de compra de los hogares, causando un retroceso en los niveles de pobreza
monetaria y originando posibles tensiones sociales.
Uno de los efectos más preocupantes es la parálisis en cuanto a las fuentes de divisas. El
turismo y las exportaciones de zonas francas han sido seriamente afectas. Las remesas han
caído y probablemente se haya profundizado esta caída en abril. Las exportaciones nacionales
parecen las más resilientes de todas y la cadena de exportaciones de productos nacionales es
la menos vulnerable. Es bueno precisar que el 57% de todas las divisas provienen de Estados
Unidos.
La caída proyectada del PIB de Estados Unidos es de 5.9% y la de Haití, de 4.0%, ambos
mercados son clave para las exportaciones dominicanas.

Otros datos son arrojados por el Fondo Monetario Internacional que indican que antes del
COVID-19 el país proyectaba crecer 5.1%, ahora sería -1.0% (lo que significa una caída de

6.1% en las proyecciones). La inflación bajará de 4.0% proyectado a 3.0%, mientras que el
déficit fiscal pasará de -3.7 a -6.0, y el crecimiento del crédito descenderá de 9.7 (proyección) a
2.5%, quedando rezagado.Al disminuir el flujo de divisas, el deterioro en la cuenta corriente del
país, según el FMI, pasará de 1.4% del PIB a negativo 4.4%, equivalente a unos US$6,900
millones, de los cuales las exportaciones y el descenso en los precios del petróleo pueden
compensar unos US$2,300 millones. En ese escenario parece imprescindible que el país tenga
que recurrir a un endeudamiento superior a los US$2,500 millones.
Es decir, hay daño de corto, mediano y largo plazo en el aparato productivo dominicano. Por
ello, el escenario indica, según la AIRD, que habrá que buscar el equilibrio entre reactivación
económica y seguridad y salud de las personas.

De acuerdo con dicha institución, la respuesta pública inicial ha ido en la dirección correcta. El
aumento en la liquidez puede ayudar en la fase de recuperación, y las acciones del gobierno
para reducir el impacto en ingresos, empleos y alimentación han sido acertadas, pero
insuficiente, especialmente en lo relativo al sector informal de la economía.

En lo inmediato, el crédito externo y el interno, es clave. Hay que aumentar la capacidad de


gasto del gobierno, el cual ha de recurrir al crédito externo y aprovechar el interno, refiere. Es
clave también, asegura, retomar el fortalecimiento de las exportaciones nacionales,
fortaleciendo la capacidad de ese sector, a la vez que haya un enfoque para la reducción de las
importaciones.

Conclusión

Lo anterior con relación del comercio internacional antes del coronavirus reafirma la visión de la
OMC en cuanto a la necesidad de impulsar el sector de los servicios y su comercio
internacional, con el fin de contribuir a mejorar la economía nacional y brindar oportunidades en
este sector a las MIPYMES.
La pandemia de COVID-19 ha tenido un profundo impacto económico en el mundo durante el 2020
y, previsiblemente, en el año 2021. El efecto sobre la economía proviene tanto del exterior, así
como de las medidas de contención adoptadas internamente para el manejo de la expansión del
virus.

El impacto que está teniendo la pandemia ha afectado el empleo y el ingreso de los ciudadanos
de las principales economías del mundo. Muchos de estos países son emisores de turistas a
República Dominicana, por lo que hay que agregar un efecto adicional relacionado con la
pérdida de poder adquisitivo. Además, esta pérdida de ingresos se está traduciendo en
menores remesas para los dominicanos/as que tienen parientes en Estados Unidos; así como
en España, Italia y otras economías de Europa afectadas por la crisis sanitaria. En
consecuencia, las dos principales fuentes de ingreso de divisas del país se verán afectadas
sensiblemente.
Bibliografía

file:///C:/Users/Adriana%20Holguin/Downloads/Comercio%20mundial%20antes%20del%20coronavirus
%20(1).pdf

file:///C:/Users/Adriana%20Holguin/Downloads/2.%20Los%20efectos%20del%20COVID-19%20en%20el
%20comercio%20mundial%20y%20la%20log%C3%ADstica..pdf

https://www.gbsrecursoshumanos.com/blog/tendencias-en-el-comercio-internacional-en-2019/

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