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Medellín, 16 de octubre de 2013.

SEÑORES
HONORABLE TRIBUNAL SUPERIOR DE MEDELLÍN.
E. S. D.

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA.


SOLICITANTE: LUIS HERNAN RODRIGUEZ ORTIZ.
ACCIONADA: JUZGADO OCTAVO CIVIL DEL CIRCUITO DE
MEDELLIN.

LUIS HERNAN RODRIGUEZ ORTIZ, mayor de edad e identificado con la cédula


de ciudadanía Nro. 3.513.824 de Jericó (Ant) por medio del presente escrito y
haciendo uso del derecho consagrado por el Art. 86 de la Constitución Nacional,
respetuosamente comparezco ante Usted con el fin de Manifestarle que instauro
ACCIÓN DE TUTELA en contra del JUZGADO OCTAVO CIVIL DEL CIRCUITO
DE MEDELLIN, representado legalmente por el señor Juez, CARLOS ARTURO
GUERRA HIGUITA o por quien haga sus veces al momento de la notificación, con
fundamento en los siguientes presupuestos fácticos:

HECHOS:

PRIMERO: Presenté incidente de oposición al secuestro de los bienes inmuebles


materia de la litis identificados con matrícula inmobiliaria No. 012-57183 y 012-
57184 del Municipio de Girardota (Ant) dentro del proceso Ejecutivo Mixto iniciado
por el señor JHON JAIRO BETANCUR contra ALEXANDRA SANCHEZ,
radicado Nro. 2012-00243-00 y que cursa en el Juzgado Octavo Civil del Circuito
de esta ciudad.

SEGUNDO: El incidente a que me hago referencia fue propuesto en razón a que


he ejercido la posesión de los mismos desde el momento en que los adquirí por
compra que efectué a la aquí demandada, razón por la cual considero que pasé a
ser una de las partes.

TERCERO: Dicho trámite fue admitido por el Juez de conocimiento y mediante


auto del 6 de febrero de la anualidad que avanza se me fijó caución para continuar
con el trámite pertinente al incidente propuesto, suma que me pareció demasiado
elevada, pues fue señalada en $228.171.913,oo, razón por la cual interpuse los
recursos de reposición y en subsidio el de apelación contra el auto proferido,
recursos éstos que fueron presentados el 14 de febrero de este año y de aquellos
se dio traslado a las partes por el término de tres (3) días.

CUARTO: El día 16 de abril pasado se resolvió por parte del despacho del
conocimiento los recursos propuestos, negando un amparo de pobreza que había
solicitado, se disminuyó la caución ordenada a $45.000.000,oo y se me
concedieron cinco (5) días hábiles para el pago de la aludida caución. Por último
se me concedió el recurso de apelación interpuesto como subsidiario de
conformidad con lo previsto en el art. 351 del C.P. Civil Nral. 5º, pues se trataba de
un auto que me negaba el amparo de pobreza solicitado.
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QUINTO: Pero resulta H. Magistrado que con tan mala suerte fui incapacitado
para laborar desde el 19 de abril al 3 de mayo de 2013, es decir por 15 días,
debido a una enfermedad coronaria que padezco y que me imposibilita para mis
labores cotidianas y ello fue óbice para que no me presentara ante el citado
juzgado dentro del término a suministrar las expensas necesarias para surtir el
recurso de alzada que había interpuesto, pero que de todas maneras fueron
cancelados. Prueba de mi enfermedad es la Historia Clínica que allego y con la
que demuestro lo delicado de mi estado de salud y las intervenciones quirúrgicas
a las cuales he sido sometido.

SEXTO: Ante esta situación solicité al Juez de conocimiento que declarara la


suspensión del proceso durante los días 20 de abril al 3 de mayo del año en curso
y le aporté el documento idóneo para demostrar mi incapacidad y la historia clínica
correspondiente.

SEPTIMO: El pasado 14 de agosto se dictó un auto en el cual se resolvía sobre la


petición que el suscrito había elevado respecto a la suspensión del trámite del
proceso durante el lapso en que me encontraba incapacitado, pero me fue
negada.

OCTAVO: Como se desprende


de lo afirmado en la presente acción, me encontraba seriamente enfermo y
presenté ante el despacho que conoce del proceso, la incapacidad de que hemos
estado refiriéndonos a lo largo de los hechos.

DECIMO: De igual manera considero que esta acción de tutela como mecanismo
transitorio, es viable, pues el perjuicio que podría recibir al no dársele el trámite
debido al incidente propuesto es irremediable y como puede verse se me violó el
derecho fundamental a la igualdad (Art. 13) el acceso a la Justicia (Art. 229) y al
debido proceso (Art. 29) de la Constitución Nacional, impidiendo que el Superior
conozca de la providencia recurrida.

DECIMO PRIMERO: Con todo esto, el despacho debió restablecer el término con
el fin de que el suscrito procediera a cancelar la expensas necesarias para la
expedición de las piezas procesales respectivas y llevar a efecto todo lo
concerniente al incidente propuesto, como sería el de conceder el recurso
impetrado dentro de los tres (3) días siguientes a aquel en que terminó mi
incapacidad, como lo dispone el Art. 142 del C.P. Civil. Son estas las razones por
la cuales solicito que se me respete el derecho al debido proceso y los demás
que me están siendo conculcados.

DECIMO SEGUNDO: En nuestra normatividad legal la interrupción del proceso se


“producirá a partir del hecho que la origine, pero si éste sucede estando el
expediente al despacho, surtirá efectos a partir de la notificación de la providencia
que se pronuncie seguidamente. Durante la interrupción no correrán los
términos y no podrá ejecutarse ningún acto procesal, con excepción de las
medidas urgentes y de aseguramiento”.

DECIMO TERCERO: Con respecto a la enfermedad que he padecido, se sabe


que ésta “se produce cuando no llega suficiente sangre rica en oxígeno
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al corazón. La angina o angina de pecho es un dolor transitorio o una sensación


de presión que se produce cuando el corazón no recibe suficiente sangre rica en
oxígeno. Esta demanda de oxígeno es provocada en situaciones que implican un
esfuerzo (ejercicio físico, en temperaturas extremas, después de comidas pesadas
o emociones).
El dolor se presenta en el centro del tórax e irradia con frecuencia al cuello y al
brazo izquierdo. Suele durar unos minutos y el corazón no sufre un daño
permanente como en el caso del infarto. La angina, también llamada angina
pectoris, afecta a 6 millones de personas en Estados Unidos, y es un síntoma de
la enfermedad coronaria(EC)”.
“La angina se produce porque las necesidades de oxígeno del músculo cardíaco
son mayores que el aporte, especialmente cuando las arterias se hacen más
estrechas debido a la arteriosclerosis, o existe una obstrucción que impide que el
corazón reciba la sangre rica en oxígeno que necesita en una situación en la que
requiere más. Esto conduce a una acumulación de metabolitos locales que origina
el dolor”.
“Tipos de angina de pecho: Existen varios tipos de angina de pecho:

Angina estable (angina clásica): provocada por el estrechamiento gradual de las


arterias debido a la formación progresiva de una placa de ateroma
(aterosclerosis). Se desencadena después del ejercicio, excitación o emoción hay
un aporte de oxígeno insuficiente para cubrir el aumento de la demanda.
Normalmente, el dolor desaparece con el reposo o con la administración de
medicamentos.
Angina inestable: causada por una fisura súbita de la placa, que provoca
una trombosis. Es la angina más peligrosa y requiere atención médica inmediata.
Se puede presentar sin hacer ningún esfuerzo físico y de forma repentina. No
desaparece con medicinas o reposo. Puede interpretarse como una señal de que
puede producirse un infarto en poco tiempo. También puede causar arritmia o
muerte súbita.
Angina variante o angina de Prinzmetal: se produce por un espasmo transitorio de
laarteria coronaria (vasoespasmo) que obstruye el flujo sanguíneo, impidiendo que
el corazón reciba suficiente sangre. Estos ataques pueden ser muy dolorosos y
suelen ocurrir durante el reposo (entre la medianoche y las 8 de la mañana).
Angina microvascular: causa dolor en el pecho en personas sin obstrucción en las
arterias del corazón, pero cuyos vasos sanguíneos que irrigan corazón, brazos y
piernas no funcionan correctamente.
Causas de la angina de pecho
Aunque la angina de pecho suele ser el resultado de una enfermedad de las
arterias coronarias, también puede ser causada por:
Una anomalía de la válvula aórtica, como la estenosis aórtica (estrechamiento de
la válvula aórtica).
Insuficiencia cardíaca (regurgitación de la válvula aórtica).
Cardiopatía hipertrófica (enlace en inglés).
Espasmo arterial (estrechamiento súbito y transitorio de la arteria).
Anemia grave, puede provocar dolor al reducirse el suministro de oxígeno al
corazón.
Hipertiroidismo (glándula tiroides hiperactiva).
Síntomas de la angina de pecho:
No todas las personas que sufren una enfermedad isquémica (reducción del flujo
de sangre y oxígeno al corazón) tienen angina de pecho. La isquemia sin angina
de pecho se llama isquemia silenciosa o silente.
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Los síntomas más comunes son:


Presión o dolor debajo del esternón.
El dolor irradia al hombro izquierdo o por debajo de la parte interna del brazo
izquierdo.
También puede presentarse dolor en el cuello, la mandíbula o la espalda.
Sensación de quemadura o ardor o indigestión.
Falta de aire.
Pero hay que tener en cuenta que no todos los dolores o molestias en el pecho
están provocados por una angina.
Tratamiento de la angina de pecho
Para tratar la angina se aumenta el suministro de oxígeno a la zona afectada
(isquémica) dilatando las arterias o reduciendo la frecuencia cardíaca. Debido a
que las arterias coronariassólo aportan oxígeno durante la fase diastólica, al
provocar una frecuencia cardíaca más lenta, se consigue prolongar la diástole y
disminuir así la demanda de oxígeno por el miocardio.
Para reducir el ritmo cardíaco se utilizan betabloqueantes -enlace en inglés- o
antagonista del calcio. También se puede conseguir reduciendo la presión arterial
y el tamaño del corazón, haciendo más leve la carga con medicamentos
vasodilatadores y venodilatadores como lanitroglicerina. Estos fármacos relajan
los vasos sanguíneos, de manera que el corazón no necesita esforzarse tanto y
así no requiere tanto oxígeno. En algunos casos en los que la obstrucción de las
arterias es grave es posible que deba recurrirse a su reparación con cirugía.
En el caso del tratamiento de la angina variante se recetan antagonistas del calcio
que dilatan las arterias coronarias. En la angina estable este tipo de medicamento
tiene poco efecto, ya que las arterias ya están plenamente dilatadas”.

Con fundamento en los hechos así narrados se servirá despachar las siguientes:

PETICIÓNES:

1. Declarar sin efecto la providencia adoptada el día catorce (14) de agosto de


2013 por el Juzgado Octavo Civil del Circuito de Medellín en la cual se negó la
suspensión del proceso.

2. En consecuencia, disponga que ese despacho, le dé trámite al recurso de


apelación impetrado, pues existe constancia de que las expensas
correspondientes fueron canceladas para surtirse el recurso de apelación
presentado con sujeción al orden Constitucional y que esto se cumpla dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes a la notificación de la sentencia que se
profiera en esta acción.

INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL.

La textura abierta de los textos constitucionales que consagran principios y


valores, determina un margen amplio de apreciación judicial. Esta libertad en la
interpretación es considerada una de las condiciones para el logro de la
efectividad de los derechos fundamentales. Se parte aquí del postulado - ya
previsto por Aristóteles en su Ética a Nicómaco - según el cual, los meros
conceptos legales, en ocasiones, resultan insuficientes para el logro de la
justicia real y efectiva.
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El Juez de Tutela, en su papel de Juez Constitucional, tiene la obligación de


redefinirse de manera constante, porque su función no puede limitarse a la sola
aplicación de una Ley, sino a la realización de una verdadera justicia material. Por
ello le está vedado confeccionar un examen meramente formal de los hechos,
sino que está obligado a impregnarse de los que constituyen materia de la acción,
a confirmar si en relación a estos el medio judicial que le parece aplicable sirve
efectivamente para la inmediata, eficaz y plena protección de los derechos
fundamentales amenazados, efectivamente perturbados, vulnerados o
desconocidos y si, aun existiendo la vía común y ordinaria, el peticionario afronta
la realidad y/o posibilidad de un perjuicio irremediable que haga imperativo el
amparo transitorio.

Por lo expuesto, mediante esta ACCIÓN CONSTITUCIONAL, se hace necesario


entonces probar, siempre y por siempre, de parte de quien están las normas
legales y Constitucionales para de este modo, conocer si existe o no la violación
y/o la amenaza de esos derechos fundamentales, como consecuencia del
comportamiento ilegítimo o no de quien está llamado a administrar Justicia.

DISPOSICIONES VIOLADAS:

Preámbulo, Arts. 1, 2, 13, 29, 229 de la Constitución Nacional. Art. 75 del C. de P.


C.
CONCEPTO DE LA VIOLACIÓN:

El preámbulo de la Carta indica como propósito fundamental del Estado el de


asegurar a sus integrantes “un marco jurídico democrático y participativo que
garantice un orden político, económico
y social justo y comprometido a impulsar la integración de la comunidad
latinoamericana”.
Al tenor del artículo 1º de la Constitución, que define a Colombia como un Estado
social de Derecho, la prevalencia del interés general es valor fundamental de la
organización estatal.

Para el Art. 2º de la Carta son fines esenciales del Estado el servicio a la


comunidad, la promoción de la prosperidad general, la participación de todos en
las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación. El mismo artículo ordena a las autoridades asegurar el
cumplimiento de los deberes sociales del estado y de los particulares.

Todas las personas nacen libres e iguales ante la Ley, dice el Art. 13 de la Carta
Política, recibirán el mismo trato de las autoridades y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación, por razones de
sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y
adoptará medidas a favor de grupos discriminados o marginados. El estado
protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición
económica, física o mental, se encuentren en circunstancias de debilidad
manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.
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Juzga la Corte Constitucional, que el Preámbulo goza de poder vinculante en


cuanto sustento del orden de la Carta instaura y, por tanto, toda norma, sea de
índole legislativa o de otro nivel, que desconozco o quebrante cualquiera de los
fines en él señalados, lesiona la Constitución porque traiciona sus principios, que
todo lo contrario a la Justicia, tiene que ser contrario al derechoLa Honorable
Corte Constitucional, en reiteradas sentencias de Tutela, ha manifestado que la
acción de tutela no es el mecanismo idóneo para revivir sentencias emanadas de
los Despachos Judiciales, PERO SI ESTÁ CONSTITUIDA, PARA PROTEGER A
LOS CIUDADANOS DE LOS ATROPELLOS QUE COMETEN LOS JUECES CON
SUS AUTOS O INTERLOCUTORIOS QUE DEJAN EN TOTAL DESAMPARO A
LAS PERSONAS DE BIEN, QUE HACEN USO DE LOS DERECHOS
CONSTITUCIONALES Y QUE LE SON VIOLADOS CONSTANTEMENTE POR
QUIENES TIENEN EL SAGRADO DEBER DE IMPARTIR JUSTICIA, Y QUE DAN
INTERPRETACIONES ERRÓNEAS A LAS NORMAS LEGALMENTE
INSTITUIDAS, precisamente para PROTEGER a todos los
Ciudadanos del Territorio Colombiano, y que, precisamente los Jueces de la
República han sido creados para proteger y amparar los derechos
CONSTITUCIONALES y no para VIOLARLOS, y que en este caso ha ocurrido
desgraciadamente por un funcionario encargado de impartir Justicia y no de
negarla.

Precisamente, frente a esta clase de actuaciones Judiciales, ha dicho la


HONORABLE CORTE CONSTITUCIONAL, es procedente la acción de Tutela,
para amparar los derechos legales y constitucionales, violados por las personas
encargadas de impartir Justicia.

Y en sentencia Sentencia T-824/05 se refirió al mismo tema en los siguientes


términos:
 
“…De los artículos 228 y 229 de la Carta Política se desprende que el derecho de
acceso a la justicia no se refiere solamente a la libertad de que gozan todas las
personas de llevar ante los órganos judiciales competentes los objetos litigiosos,
sino que dicho acceso también comporta la facultad de hacer valer dentro de los
asuntos los derechos e intereses, en las oportunidades establecidas y previo
cumplimiento de las cargas y requisitos previstos, así la litis se hubiere decidido,
caso éste en que el acceso a la justicia se realiza por los derechos al recurso y a
velar por la inmutabilidad del fallo y su cumplimiento.
 
Indican los antecedentes que el 11 de marzo de 2003, dentro del proceso de
Nulidad y Restablecimiento del Derecho promovido por los actores, el apoderado
de los accionantes dio cuenta al juez del conocimiento de los padecimientos que
entre el 3 y el 6 de marzo de la misma anualidad le impidieron representar los
intereses que le habían sido confiados, anexó certificaciones que lo comprueban,
impetró la “suspensión” del proceso haciendo énfasis en el artículo 168 del Código
de Procedimiento Civil e hizo alusión a la nulidad de lo actuado con posterioridad
al fallo, aspectos sobre los que volvió el 20 de marzo siguiente.
 
 La Sala accionada, por su parte, sostuvo que la solicitud de nulidad no podía ser
atendida por extemporánea, habida cuenta que “los términos procesales son
normas de orden público no sujetas al arbitrio de las partes”; y a su juicio fue el 20
de marzo de 2003, y no el 11 del mismo mes, cuando el apoderado formuló la
nulidad de lo actuado, cumpliendo con “los supuestos del inciso segundo del
artículo 142 del Estatuto Procesal Civil”.
 
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Efectivamente, nadie discute que inicialmente el apoderado de los tutelantes a la


vez que solicitó la “suspensión” del proceso, durante el lapso que por razones de
salud se mantuvo alejado del proceso, y la nulidad de lo actuado por indebida
notificación del fallo proferido el 20 de febrero anterior, expuso que pretendía la
aplicación de los artículos 168 y 140 del Código de Procedimiento Civil y dio
alcance al primer escrito, centrando esta vez sus pretensiones en la interrupción
del proceso y en la nulidad de lo actuado, por la misma causa.
 
 De suerte que para considerar cumplido el requisito de oportunidad no interesaba
que en el escrito de 11 de marzo de 2003 el doctor Wiesner Morales se hubiese
referido a la suspensión y a la nulidad por indebida notificación, porque siempre se
supo que pedía el restablecimiento de términos a causa de que no pudo atender el
proceso por enfermedad, invocando para el efecto el artículo 168 del Código de
Procedimiento Civil.
 Así las cosas, el proceso tenía que haberse interrumpido y la nulidad declarado,
en consideración a que durante la incapacidad de quien ostenta la defensa de
alguna de las partes “no correrán términos y no podrá ejecutarse ningún acto
procesal, con excepción de las medidas urgentes y de aseguramiento”, y en razón
de que lo acontecido entre el 3 y el 6 de marzo de 2003 dentro del proceso de
Nulidad y Restablecimiento del Derecho varias veces referido no tiene validez, por
el estado de indefensión a que fue sometida la parte demandante –artículos 29
C.P., 168 y 140 C. de P.C.-.
 
Se arguye que las peticiones fueron extemporáneas; no obstante el término fijado
en el artículo 142 del Código de Procedimiento Civil, para que pueda hacerse valer
la nulidad por la causa prevista en el artículo 140, en armonía con el artículo 168
de la misma codificación, se cumplió efectivamente, como quiera que la
incapacidad del doctor Wiesner Morales cesó el 6 de marzo de 2003 y la petición
para que su estado de salud diera lugar al restablecimiento del término para
impugnar la sentencia proferida el 20 de febrero anterior, fue presentada el día 11
siguiente. Al punto que la Subsección B de la Sección Primera del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, en providencia del 15 de mayo de 2003,
consideró cumplido “el requisito de oportunidad previsto en el artículo 142, inciso
2° del C. de P. C, por cuanto el primero de los escritos fue presentado el día 13
(sic) de marzo de 2003, es decir dentro de los cinco días siguientes al en que cesó
la incapacidad del apoderado”; corroborando así lo sostenido por la misma el 24
de abril anterior, en providencia que desatendió la inconformidad del apoderado de
la Superintendencia Bancaria, contra el auto que corrió traslado de la nulidad.
 
 Es claro entonces que desde el 11 de marzo de 2003, el actor solicitó la
interrupción del término para impugnar y la nulidad de la ejecutoria de la
providencia; ello porque la libertad de acceso a la justicia demanda una
interpretación de las intervenciones de las partes favorable a los pronunciamientos
de fondo, sin violentar la ordenación adecuada del proceso y la igualdad del
contradictor.
 Lo anterior como quiera que los términos procesales afectan el orden público y
son por ende de obligatoria observancia, en función de la resolución de los
conflictos con sujeción a las garantías constitucionales de partes y terceros, de
modo que si el 11 de marzo de 2003 el doctor Wiesner Morales solicitó la
aplicación de las previsiones legales encaminadas al restablecimiento de los
términos, con el fin de que sus representados pudieren acceder al recurso de
apelación, se impone interpretar su escrito en este sentido.
 
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 Ahora bien, esta solución no vulnera la legalidad del proceso, como tampoco los
derechos de la parte contraria, porque sin perjuicio del cambio de palabras que en
el escrito del 11 de marzo se advierte, éste es a todas luces comprensible e
idóneo para lograr la interrupción del proceso y la nulidad de lo actuado. En efecto,
el apoderado de La Nación Superintendencia Bancaria pudo rebatir la pretensión y
el juez del conocimiento considerarla y negarla, habiendo dejado en claro,
mediante auto preliminar que alcanzó ejecutoria, la presentación oportuna de la
misma.
 
 Por lo anterior, en cuanto la Sala accionada hizo descansar en un cambio de
palabras el acceso de los actores a la interrupción del proceso, quebrantó el deber
de las autoridades judiciales de la resolución de los conflictos, la efectividad de los
derechos fundamentales, la garantía del acceso a la justicia y la prevalencia del
derecho sustancial –artículos 2°, 29, 86, 228, 229 y 230 C.P…”

“…Ahora bien, si la Sala accionada requería de mayores elementos de convicción


para resolver sobre la interrupción y la subsiguiente invalidez de lo actuado, o si
pretendía desvirtuar la competencia de la doctora Afanador Cabrera para dar
cuenta de los padecimientos del doctor Wiesner Morales, lo conducente tenía que
ver con el ejercicio de su facultad oficiosa en la materia, por supuesto, sin rebasar
el derecho a la intimidad del apoderado de los actores, su libertad de elegir el
médico tratante y el deber de éste, como de cualquier otro profesional de la
medicina obligado a dictaminar sobre el caso, de dar cuenta, para efectos de los
artículos 168 y 142 del Código de Procedimiento Civil, sobre la condición grave o
leve del estado de salud sometido a su consideración, únicamente.
No hay duda entonces de que con arreglo a la certificación médica ya referida, la
interrupción del proceso de Nulidad y Restablecimiento del Derecho promovido por
los actores ha debido decretarse, toda vez que con el rigor exigido en el
ordenamiento la doctora Amparo Afanador Cabrera dio cuenta de la enfermedad
grave que afectó al apoderado de la parte demandante, entre el 3 y el 6 de marzo
del mismo año.

 6.      Conclusiones. Las sentencias que se revisan serán revocadas. La


acción de tutela permite a los asociados reclamar sobre el restablecimiento de sus
derechos fundamentales, siempre que otro medio de defensa judicial no les
permita alcanzar los mismos propósitos.
De modo que la acción que se revisa es procedente, porque las pruebas anexas al
expediente demuestran que dentro del proceso de Nulidad y Restablecimiento del
Derecho promovida por los actores contra La Nación Superintendencia Bancaria y
Ministerio de Hacienda y Crédito Público, éstos  solicitaron la interrupción del
asunto y la invalidez de lo actuado, a causa de la enfermedad grave de su
apoderado y, como la Subsección B de la Sección Primera del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca no atendió su pretensión, a la vez que la
impugnaron formularon recurso de reposición, con el fin de que se revocara la
providencia.
 
 En este orden de ideas, el amparo invocado tenía que concederse, porque el
artículo 86 de la Carta Política indica que toda persona tendrá acción de tutela en
todo tiempo y lugar cualquiera fuere la autoridad pública que vulnere o amenace
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sus derechos, salvo que el ordenamiento tenga previsto otro medio de defensa
judicial, y -como quedó explicado- la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso
Administrativo del Consejo de Estado quebrantó los derechos fundamentales de
los actores, mediante providencia no susceptible de recurso alguno.
 
 Esto es así, porque al tenor de lo dispuesto en el artículo 168 del Código de
Procedimiento Civil la parte demandante solicitó en el ámbito de la Acción de
Nulidad en comento, el restablecimiento del término para impugnar la sentencia
proferida el 20 de febrero de 2003, “dentro de los cinco días siguientes al en que
[cesó] la incapacidad” de su apoderado, como lo dispone el artículo 142 de la
misma codificación, y acompañó a su escrito la certificación médica que da cuenta
de la enfermedad grave que aquel padeció, entre el 3 y el 6 de marzo del mismo
año.
 
 Ahora bien, es cierto i) que en el escrito presentado el día 11 de marzo de 2003,
es decir dentro del lapso que el citado artículo 142 señala, el apoderado de los
actores abogó por el restablecimiento de términos, aludió a la “suspensión” del
asunto -cuando debía solicitar su interrupción- y centró la invalidez de la actuación
en la indebida notificación de la sentencia –siendo que la nulidad tenía que ver con
la indefensión de la parte actora durante el lapso de su incapacidad-; y ii) que de la
certificación médica presentada no se deduce que el trastorno depresivo sufrido
por el letrado le haya ocasionado al mismo la pérdida de la conciencia o de sus
facultades volitivas, como tampoco que sus dolencias fueron atendidas por una
especialista.
 
 No obstante el apoderado i) dijo fundar su pretensión en las normas antes
señaladas, que regulan la “interrupción” de los procesos en curso “por muerte o
enfermedad grave del apoderado judicial de alguna de las partes”, y la invalidez de
lo actuado por la misma causa; ii) el 20 de marzo siguiente aclaró la solicitud inicial
y la explicó debidamente; y iii) quien certificó sus padecimientos, además de que
ostenta título de idoneidad suficiente, calificó como grave su afección.
  
Para esta Sala de Revisión es claro, entonces, que la Sección Cuarta de la Sala
de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado incurrió en vía de hecho,
dentro del proceso de Nulidad y Restablecimiento del Derecho promovido por los
actores, en cuanto confirmó la providencia que negó la interrupción del proceso y
la invalidez de lo actuado, pues desconoció la solicitud presentada el 11 de marzo
de 2003, y no dio al certificado médico el valor y alcance que conforme a la ley
debía dar.
 
 En efecto, el escrito en comento, entendido en el sentido de favorecer el derecho
de los demandantes a que se decida sobre la interrupción del proceso y la validez
de las actuaciones, adelantadas sin el concurso de quien entre el 3 y el 6 de
marzo de 2003 representaba su defensa, es a todas luces indicativo de la
pretensión, y la fuerza obligatoria de la certificación aportada no fue desvirtuada.
 
Cabe reiterar así mismo que para efecto de declarar la interrupción del proceso
por enfermedad grave de una de las partes los médicos deberán limitarse a dar
cuenta de la gravedad del estado y del lapso de la incapacidad, en atención a los
requerimientos de los artículos 168 y 142 del Código de Procedimiento Civil, en
armonía con la inviolabilidad del secreto profesional prevista en el artículo 74 de la
Carta Política.
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 III.    DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Constitucional, administrando justicia en


nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,
 RESUELVE: Primero. REVOCAR las sentencias proferidas por las Secciones
Quinta y Primera de la Sala de lo Contencioso
Administrativo del Consejo de Estado, el 19 de noviembre de 2004 y el 24 de
febrero de 2005, dentro de la acción de tutela instaurada por Inversiones
Agroindustriales Cachicamos S.A., María Carrizosa de López, Alfonso López
Michelsen y Juan Manuel López Caballero contra la Sección Cuarta de la Sala de
lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, y en su lugar conceder el
amparo invocado al derecho a acceder a la justicia, al debido proceso y a la
igualdad.
 
 Segundo. DECLARAR SIN EFECTO la providencia adoptada el 27 de mayo de
2004, por la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del
Consejo de Estado, para resolver el recurso de apelación interpuesto por los
actores, por intermedio de apoderado, contra el auto proferido el 15 de mayo de
2003, proferido por la Subsección B de la Sección Primera del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, dentro de la Acción de Nulidad y
Restablecimiento del Derecho promovida por los antes nombrados contra La
Nación Superintendencia Bancaria y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
 
En consecuencia disponer que la Sala accionada resuelva la apelación
nuevamente, esta vez con sujeción a los mandatos constitucionales que imponen
la prevalencia del derecho sustancial sobre la forma, reconocen el derecho de
toda persona a su intimidad y a la libre determinación y hacen inviolable el sigilo
profesional – artículos 228, 229, 230, 15, 16 y 74 C.P.-.
 
Tercero. Por Secretaría, líbrese la comunicación prevista en el artículo 36 del
Decreto 2591 de 1991.
 
Notifíquese, comuníquese, publíquese en la Gaceta de la Corte Constitucional y
cúmplase”.

PRUEBAS
Testimonial:
Ruego, a su Señoría, de ser necesario, se reciba testimonio al DR. DAVID ANGEL
SANHEZ C.C. Nro. 1.128.417.392 de Medellín. Dirección Circular 2ª. No. 73 – 49
de Medellín quien declarará sobre el pago dentro del término de las expensas
solicitadas para que se le diera trámite al recurso de apelación.

DOCUMENTALES:
Copia del auto que niega mis peticiones.
Historia Clínica
Las piezas procesales pertinentes y que hacen alusión a la acción incoada.

PROCESO

El preferente sumario de que trata el Art.86 de la Constitución Nacional. Decreto


2591 de 1991. Decreto 306 de 1992.
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COMPETENCIA:

Por la naturaleza del asunto, la entidad accionada, el domicilio de la parte


accionante y de la demandada, y demás factores, es Usted señor Juez,
Competente para conocer de esta acción.

A N E X O S:

Anexo los documentos relacionados como medios de prueba, y copia de la tutela


para el archivo del Despacho.

JURAMENTO:

Manifestamos bajo la gravedad del juramento que se entiende prestado con la


firma, que antes de ahora no hemos instaurado acción similar ante ningún
despacho judicial del País.

DIRECCIONES:

ACCIONANTE: Calle 51 Nro. 51 – 31 Edificio Coltabaco II Oficina 404 Medellín.


Tel: 512-43-17/ 512 -08-92 Fax 511-60-83.
Correo electrónico: abogadosespecialistas404@hotmail.com.

ACCIONADA: Juzgado Octavo Civil del Circuito de Medellín.


Carrera 52 Nro. 42 – 73 Edificio José Felix de Restrepo Piso 13.

Atentamente,

LUIS HERNAN RODRIGUEZ ORTIZ


C.C. 3.513.824 de Jericó (Ant).

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