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Los Verdaderos

Pentecostales sus creencia y


práctica             (El Ministerio)
1.  El Ministerio
2.  El Llamamiento
3.  Requisitos para el Ministerio
4.  Cosas que debe de mantener
en mente un Ministro
5.  El Pastor
6.  Visita Pastoral  

7.  Cambios Pastorales
8.  Consejos Adicionales para
Pastores
9.  El Culto Pentecostal
10.  Ayudando alrededor del Altar
11.  La Imposición de Manos

INTRODUCION
 

Estamos viviendo en tiempos portentosos donde la iglesia se avecina a un periodo de


avivamiento y servicio espectacular a Dios. ¡Esta es la generación que precede la segunda
venida de Jesús!  Hay algo en el aire que nos dice que estamos al borde de un tiempo donde
veremos miles de personas siendo alcanzadas por Dios; de milagros, sanidades, prodigios,
señales; de ver a miles recibiendo el Espíritu Santo en un solo culto; de ver puertas abiertas
como nunca antes en la historia; mientras que también veremos oposición y luchas espirituales
como nunca antes.
Pero para esa intervención última y final de Dios mientras todavía estamos en el tiempo, se
necesita un equipo de hombres y mujeres que sean instrumentos poderosos en las manos de
Dios.  Dios esta formando su equipo redentor, con el recogerá esa última y grande cosecha de
almas antes de bajar el telón del tiempo.
Ya hay muchos que sienten un palpitar diferente en su pecho; una añorar por algo superior; una
emoción, un aceleramiento interno; que los tiene con la sensación de que Dios los esta llamando
y los quiere usar.   Algunos están convencidos de que Dios tiene algo especial para sus vidas,
pero no saben como se pueden preparar, que es lo que deben hacer.
Para ellos se ofrece la presente obra con la esperanza y la oración, de que a alguien le sirva y
pueda desarrollar mejor el "don" que Dios ha colocado en su interior.  Lógicamente no se puede
dar todo en un tomo, por que sería mucho mayor que el presente, pero, después de algunos años
de experiencia, siento que aquí hay ciertos "mínimos" que se necesitan.
¡Aprópiate de las promesas de Dios!  ¡Se atrevido para Dios!  ¡Lánzate en el Nombre de Jesús y
obtén triunfos para su honra y su gloria!.                                                            

                                                                                                                
                                            Thomas W.Drost

Capítulo 1

El MINISTERIO
 

El trabajo u oficio más solemne es el de "Ministro del Evangelio".  Somos "embajadores de


Cristo" -2 Corintios 5:20.   El impacto de esto debe conmovernos. No hay profesión o carrera
que sea más grande.  Es la empresa más importante y duradera.  Nunca se sientan inferiores.  La
responsabilidad es tremenda, aún más que la de reyes y presidentes, porque abre la entrada al
Reino de Dios.  El ministerio no es algo meramente ideado por uno mismo, sino que debe ser
llamado -Hebreos 5:4.  La razón misma sugiere que Dios como soberano escogerá a sus
oficiales y enviará sus propios embajadores.  Uno debe estar seguro. En el Antiguo Testamento
a ninguno se le permitía presentarse a sí mismo como profeta, sin haber consecuencias graves
-Deuteronomio 18:20. Y en el Nuevo Testamento siempre se habla de los ministros como
designados por Dios -Hechos. 20:28;  Colosenses 4:17;  Hechos. 13:2.
 
Es la profesión más noble, pero el honor no es tanto para el hombre, sino paro quien lo llamó -1
Corintios 3:7; 1:30, 31.  Antes de poder considerarse candidato al ministerio hay ciertos
requisitos.
 
"Llamados a ser Santos" -1 Corintios 1:2.   Antes de ser ministro y mientras lo sea, lo principal
es ser santo.  Santos se hacen, no nacen. Tu relación personal con Díos es de importancia
primordial, aún antes de un llamado al ministerio.  Tener una verdadera conversión es vital.
Una falta en este sentido es fatal al ministro mismo y para las personas que ponen sus almas
bajo la dirección de un pastor espiritualmente ciego e infiel.
 
Por esto, ni debe ser considerado si no ha cumplido con Hechos 2:38.   Si para diácono se
exigía, ¡Cuánto más para el ministerio! Su relación personal con Dios es de vital importancia,
aún siendo ya un ministro -1 Corintios 9:27;  Romanos 2:21.
 
O sea, ante todo debe ser un "cristiano" - pequeño Cristo. Una vida cristiana es el testimonio
más grande del nuevo nacimiento que cualquiera puede dar.  Por esto debemos considerar
nuestra disciplina personal  2 Corintios 13:5.  Es algo serio -Filipenses 2:12,13;  1 Corintios
10:12,13.  Lo mejor que puedes contar es tu propio testimonio, Pablo así hacía.  El ministerio es
la manifestación de una vida, es el derramamiento de experiencia.  Para poder ayudar a otros
tenemos que estar bien nosotros -1 Corintios 1:7-9.
 
Lo que si es importante saber es que: Dios no quiere "profesionales", sino consagrados.  El no
quiere "asalariados". -Juan. 10:12. Debemos ser ministros por vocación y no como una carrera
profesional.

 Capítulo 2

El LLAMAMIENTO
 

Un Llamado Definitivo
Para poder realmente ejercer el ministerio cristiano, es necesario un llamamiento especial de
Dios. El ministerio constituye un don especial de Dios a la Iglesia -Efesios 4:11,12.
 
Cada miembro tiene su función propia pero, obviamente solo unos cuantos miembros de la
Iglesia son llamados a predicar el Evangelio en público o ministrar a los santos.  Todos los
hermanos deben dar a conocer el Evangelio por su testimonio, pero solamente algunos pueden
llegar a ser predicadores. ¡Pobre cuerpo si todo él fuera boca! Notemos como Jesús llamó a los
apóstoles -Marcos 3:13-16. No los llamó en forma casual o a como diera lugar, sino que
cuidadosamente los seleccionó de entre muchos discípulos.  Hoy él sigue haciendo lo mismo.  

 
Ahora, en cuanto a este llamado, deben evitarse dos errores.
 
1. Que el llamamiento consiste en una mera preferencia por el trabajo del ministerio.  No basta
que sienta deseos de hablar en público, sino que sea dotado por el Señor y luego llamado a este
servicio especial. Otros solo quieren ser el centro de atención.  Recuerde que no se quieren de
meros profesionales.
 
2.  Por otra parte algunos esperan alguna manifestación especial (sobrenatural), una voz del
cielo, una visión, un milagro, etc. El resultado es que algunos por falta de tales manifestaciones
no entran al ministerio y por ende no obedecen.  Hay algunos que han sido llamados
especialmente: Samuel, Pablo y otros contemporáneos.  Pero esto es algo muy especial -Hechos
22:14. Este deber de predicar se ha de determinar en la misma forma que otros deberes
cristianos: como la regeneración (no tiene que haber necesariamente una intervención especial
de Dios). Ya Dios ha dado la orden en su Palabra: Marcos 16:15.  El llamado de Isaías. 6:1-4
 
¡El llamamiento es imprescindible! La Biblia advierte contra el que entra al ministerio sin tener
un llamamiento -Deuteronomio 18:20; Jeremías 23:21,30.  Ezequiel 13:3. Los problemas y
desánimos con que se encontrará el ministro hacen que ese llamamiento sea imperativo.  Tal vez
sea lo único que algún día le quede.  Notemos la seguridad de Pablo.
 
¿Qué es un llamamiento?
Es una impresión fuerte, atestiguada interiormente por el Espíritu Santo que debe predicar.  Hay
diversas opiniones de lo que constituye ser llamado por causa de las diferentes experiencias y
caracteres, pero también hay ciertas características:

1. Habrá un deseo ardiente de comunión más íntima con Dios. Los que verdaderamente han sido
llamados darán prueba en privado de ese fuego.
 
2. Habrá un deseo enérgico de hacer la obra -1 Timoteo 3:1. Debe haber deseo porque no tendrá
éxito sin ello.  No debe ser solo un amor por declamar.
 
3. Habrá una convicción permanente del deber de predicar 1 Corintias 9:16.  Hay que tener los
diferentes ministerios en mente.
 
4. Habrá una nueva evaluación y percepción del mundo.   Las metas materiales palidecen, lo
espiritual cobra valor.
 
5. Habrá una pasión prevaleciente por las almas.  Sin esto es inconcebible, porque trata con
almas.  Se dará cuenta de lo perdido de la gente.  Su llamado es en relación a otros.
 
6. Promoverá la obra de Dios en general.  Sigue Eclesiastés 9:10.  Querrá ayudar en todo.  Muy
a menudo han sido activos en la Iglesia local.  Ya lo llama Dios a bendecir a más.
 
7. Se mostrará fiel en lo poco -Lucas 16:10; Mateo 25:21. ¿Lo has sentido así?
  

Capítulo 3

REQUISITOS PARA El MINISTERIO


 

Hay una gran diferencia entre el ministerio y otras profesiones.  El ministro tiene que ser algo
antes que pueda hacer algo.  Su trabajo depende de su carácter personal.  No es así con otras
profesiones.  No es importante el carácter de un hombre para que sea un buen: doctor,
mecánico, carpintero. etc.  Pero el ministro como persona, sobresale por encima de su trabajo.
Lo que hace, cómo vive, revela más que lo que hace o dice.
 
Como el ministro viva en la semana se notará el domingo.  Es imposible separar el ministerio de
la persona.  La honra o deshonra del hombre le dan color a su trabajo.  Los hombres buscan
mejores métodos.  Dios busca mejores hombres.  El no unge planes, sino hombres.  Sus
sermones solo duran una hora pero su vida predica toda la semana.  La gloria y eficiencia del
evangelio depende de los hombres que lo proclaman.
 
Analicemos los requisitos que hallamos en la Biblia. Notaremos como enfatiza más lo que la
persona es, que lo que puede hacer.
 
En diferentes lugares de la Biblia podemos hallar cosas que son señaladas como importantes en
las vidas de aquellos que se dedican al ministerio.  Los siguientes lugares nos dan una lista
bastante completa de lo requerido: 1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9; 1 Corintios 4:2; 1 Pedro 5:1-3. 
De estos pasajes podemos sacar la siguiente lista de requisitos:
 

1. Anhelarlo - Primero debe desear servirle al Señor como su ministro.  Hay que recordar que
esto en el tiempo de Pablo podía significar tener que dar su vida.
 

2. Irreprensible - sin tacha, sin que se le pueda acusar.


 

3. Marido de una sola mujer - Hay que recordar que en ese tiempo era común la poligamia.
Sin embargo, esto se puede tomar como una recomendación que sea casado, aunque no
necesariamente algo que se debe o puede exigir.
 

4. Sobrio – serio, formal


 

5. Prudente – juicioso, sabio.


 

6. Decoroso - respetable, decente.


 

7. Hospedador - esto se hacía muy necesario en ese tiempo cuando a los cristianos los
perseguían, o sencillamente porque no habían mesones, hoteles u hospedajes como los hay hoy.
 

8. Apto para enseñar - esto se puede referir en cuanto a su: a) conocimiento, b) experiencia, c)
presentación -vocabulario, voz, apariencia. y  d) su reputación en relación a otros.
 

9. No dado al vino - es mejor sencillamente ser abstemio.  El vino en esos días era usado
comúnmente en los comidas, especialmente porque el vino no se contamina fácilmente como
agua u otra bebida.  Hoy el vino o las bebidos alcohólicas tienen otro uso y sentido.
 

10. No pendenciero - no ser amigo de peleas, discusiones, argumentos, riñas, contiendas,


disputas.  Que no sea rencoroso o pleitista.
 

11. No codicioso de ganancias deshonestas - desinteresado en cuanto al dinero.


 

12. Amable - bondadoso, llevadero.


 

13. Apacible - pacífico, agradable, sosegado, tranquilo.


 

14. No Avaro - ambicioso, mezquino, usurero, tacaño.


 

15. Que gobierne bien su casa - la casa es como una mini-iglesia donde debe demostrar
capacidad.  Además, como la congregación tiene su ojo puesto en la familia, hay que ser aún
más estricto y tener el hogar más en orden que lo normal.
 

16. No un neófito - novato, principiante.


 
17. Que tenga buen testimonio de los de afuera - no solo los de adentro, sino "los de afuera",
eso es más difícil.   Esto es necesario no solo para el respeto que tengan hacia el ministro, sino
hacia la Iglesia en general.  Esto incluye ser fiscalmente responsable también, no estar fiando o
prestando sin devolver.
 

18. No soberbio - terco, orgulloso, altivo, arrogante.


 

19. No iracundo - mal genio, enojado. Efesios 4:30-32


 

20. Amante de lo bueno - no solo hacerlo porque es bueno sino amarlo. "Debemos amar lo que
Dios ama y odiar lo que Dios odia"
 

21. Justo – exacto, cabal.


 

22. Santo - en vida Consagrado a Dios.


 

23. Dueño de si mismo - disciplinado, auto-control.


 

24. Retenedor de la Palabra - apegarse al verdadero y mismo mensaje que se le enseñó.


 

25. Fiel - alguien en quien se puede depender, constante, perseverante, que llena sus
compromisos.
 

26. Siendo ejemplo - debe establecer la pauta, el reglón.  La lista es larga, sin embargo, hay
otras cosas que se podrían añadir.  Lo importante es que hay que reconocer que para el
ministerio Dios busca y quiere lo mejor.
 
Carencia de uno solo de estos requisitos, o lo que parezca una pequeña falta puede ser de gran
estorbo -Eclesiastés 10:1.

Cabe repetir que, en el ministerio es de mayor importancia lo que es el ministro, que lo que
puede hacer.  Si la vida de un ministro tiene manchas o él no anda rectamente delante del
mundo, no tendrá influencia y su predicación, aunque sea elocuente, no tendrá valor para
conmover las almas
 
Si su conciencia no es pura, su predicación no será ungida de Dios y sus palabras serán como
metal que resuena y címbalo que retiñe. Un predicador no puede predicar un mensaje más fuerte
que lo que él vive.  Su vida ante el rebaño predica más fuerte que todo lo que diga.
 
Un hombre no puede guiar al rebaño a cosas más profundas que las que él mismo ha
experimentado, ni alzarlo a alturas más altas que las que él haya subido.  Jesús ya dijo: Mateo
10:24.  La Iglesia es el reflejo del pastor.

Capítulo 4

COSAS QUE DEBE MANTENER EN  MENTE UN


MINISTRO
 

1. Debe mantener la nobleza de su llamado como cosa primordial.  Nunca debe ver al ministerio
como algo indigno o sin valor. No puede ser comparado con otras profesiones porque es
espiritual.
 
2. Debe mantener la estima de los demás, que siempre le tengan el respeto que merece un
ministro -1 Timoteo 4:12.  Hay una estima popular que es el resultado de muchas generaciones,
cuídala.  Debe dejar una buena impresión. Su regla debe ser: 1 Corintios 6:12. La gente exige
más del ministro que de otros.
 
3. No debe olvidar que está para servir -Juan 10:11. Nuestro ejemplo es Jesús -Mateo 20:26-28.
Que su posición no se le vaya a la cabeza - Romanos 12:3; Proverbios 20:12.
 
4. Debe usar su tiempo bien. Efesios 5:15,16.  El ministro debe sentir que su profesión demanda
su todo.
 
5. Nunca debe medir su trabajo por lo que gana.  La mayor recompensa será en la gloria.  Sin
embargo, Jesús dijo: Mateo 19:27-29.  Ahora Pablo dice: 1 Timoteo 5:18. En cuanto a lo
económico, normalmente recibe lo que merece (diezmos). Con solo diez que diezmen tendrá el
100% de lo que ellos ganan, es el mejor sistema.
 
6. Debe estudiar mucho la Palabra 1 Timoteo 4:13-15. Nunca ha habido gran predicador sin
antes ser un gran estudiante. Debe amar la Palabra de Dios y llegar a conocerla bien.  Debe
estudiar la Biblia hasta que ella llegue a ser una parte integral de él. 2 Timoteo 2:15.
 
7. No debe involucrarse, inmiscuirse (meterse) en los negocios de la vida.  2 Timoteo 2:4.  Es
una deshonra al ministro y a la Iglesia. No sea avaro. No hay mejor patrón o amo que el Señor.
1 Timoteo 6:8; Hebreos 13:5,6; Lucas 9:62.  Da mucho que pensar cuando uno ve un ministro
que no está satisfecho con lo que recibe como fruto de su ministerio.
 
8. El ministro debe ser hombre de oración. Jesús ya dijo: "Sin mi nada podéis hacer" Nuestra
lucha es espiritual y de nada sirven armas carnales -Efesios 6:12; 2 Corintios 10:4,5.  Uno se
edifica a sí mismo por la oración -Judas 20. Hay muchos ejemplos en la Biblia y también
contemporáneos de hombres que han estado horas diarias en oración y han llegado a ser
grandemente usados por Dios.
 
9. Debe tener interés en la humanidad.  Una cosa es que sienta carga por su sermón, y otra, que
sienta carga por las almas. Su interés no debe ser tanto que sea un buen Predicador, sino que
alcance a las almas.  El predicador que puede conmover a la humanidad es el que ama a la
humanidad. Debe estar en contacto con la gente y no encerrado.

Capítulo 5

El PASTOR
 

El Señor Jesús usó como figura del pastorado a los hombres que son pastores de ovejas.  El
mismo empieza llamándose "el buen pastor".

¿Qué es un pastor?
Un pastor es un alimentador.  La palabra pastor quiere decir "alimentador" o uno que da de
comer.  Es responsabilidad del pastor darles el alimento y agua.  Las ovejas no toman aguas
turbulentas, sino que necesitan aguas calmadas, tranquilas.  Por lo tanto hay que crear un
ambiente calmado para los creyentes.
 
La gran obra del pastor es enseñar, instruir y ser como un padre a la grey.  Su responsabilidad es
asegurar que la iglesia sea sana y espiritual.  Con esto ellos van creciendo y desarrollándose en
las cosas de Dios sin enfermarse,  sin esto puede hasta morir espiritualmente.  En Efesios 4:11-
16 el trabajo del pastor está claramente definido.  Si logra hacer esto la Iglesia crecerá.
 
El trabajo del pastor es principalmente dentro de la iglesia. "las ovejas son las que se
reproducen, no el pastor".  Su primera obligación es apacentar (alimentar) las ovejas, sino hace
esto, el no es un pastor.  Tal vez predico buenos mensajes evangelísticos, pero si no alimenta las
ovejas no es pastor.   Predicadores hay muchos pero pastores pocos.
 
Muchos problemas, peleas, divisiones, carnalidad, frialdad, indiferencia, esterilidad, fanatismos
e intereses en falsas doctrinas son causados por una dieta insuficiente.  En lo natural los niños
con hambre son de mal genio y pelean mucho.  Además, quedan susceptibles a muchas
enfermedades. "Ovejas enfermas lo siguen a cualquiera" ¡Cuidado con estar dándole leche
"artificial" a los niños, se mueren con el estómago lleno, pero de inanición (hambre)!
 
Es lógico que para poder alimentar a otros, el mismo tiene que estar y ser alimentado. Un pastor
debe ser un estudiante constante. Nunca ha habido un gran predicador sin antes haber un gran
estudiante.  No puede dar a otros lo que no tiene.  Necesita estudiar la Palabra de Dios
asiduamente: Juan 5:39.  ¡Por lo tanto, lea, lea, lea y lea!
 
Si el pastor logra traer a la iglesia a una condición espiritual en Cristo apropiada, almas nacerán
naturalmente dentro de la familia, y el Señor añadirá a la Iglesia.
 
El pastor también es un velador.  Hebreos 13:17 Antiguamente la entrada al corral no tenía
puerta, sino que el pastor de las ovejas se ponía de puerta.  El pastor es un vigilante espiritual.
Debe saber reconocer cuando hay peligros, cuando hay enfermedades, cuando quedan  dañadas
u ofendidas las ovejas, y saber cómo curarlas y protegerlas.  La única defensa de las ovejas es el
pastor.  Solo el Pastor tiene derecho a disciplinar.
 
El pastor debe amar la grey, y 1 Tesalonicenses 2:11. Como padre no solo amar, sino también
sacrificarse por ella. "El buen pastor su vida da por las ovejas" Juan 12:24.  El gran pastor murió
por la grey, y este espíritu de sacrificio debe apoderarse del corazón de cada pastor.  Es el amor
a la grey que nos estimula a sacrificarnos por ella.  La gente es más fácilmente alcanzada por los
afectos que por el intelecto.  Debe haber amor, simpatía, entendimiento y paciencia.
 
Debe verse como un padre de la grey. 1 Tesalonicenses 2:11.  Como padre no solo ama y
consuela, sino que también tiene que disciplinar 1 Timoteo 5:20;  2 Timoteo 3:16.  Que la
medicina no sea más fuerte que la enfermedad.
 
Es un verdadero reto llegar a ser un buen pastor, pero hay honra para el que lo logre. 1 Timoteo
5:17. Es galardonador pastorear.
 
 

Capítulo 6

VISITA PASTORAL
  
El pastor no es solo un predicador (con un ministerio solo del púlpito), sino que es precisamente
eso, un "pastor" que tiene un cuidado personal e individual de las ovejas.  Para esto se hacen
necesarias las visitas pastorales.  La Iglesia Primitiva lo practicaba: Hechos 5:42; 20:20;
Santiago 1:27 y Mateo 25:36.
 
Es en la visita al hogar donde el pastor llega a conocer a la grey y donde ellos sienten confianza
de abrirle el corazón y manifestarle sus inquietudes y necesidades.  Allí se engendra y estimula
una confianza mutua entre el pastor y los creyentes.
 
Ahora, hay dos extremos que hay que evitar en cuanto a esto:
 
1. No visitar y mantener contacto personal lo suficiente.
 
2. Visitar demasiado.  No hay que tomar el lugar del Espíritu Santo.  Cuidado con mimar o
consentir demasiado.
 
Cabe decir que no hay que creer que es solo en el hogar del creyente donde se puede tener un
contacto personal.  Muy a menudo unas palabras adecuadas, apropiadas al saludar o despedirse
en el culto pueden ir muy lejos.  También debemos usar los Dones del Espíritu.
 

En las visitas hay ciertas cosas o normas que hay que recordar:
1. Que las visitas sean sistemáticas.  Es bueno mantener un registro.  Puede organizar un
programa de visitación en la Iglesia.  A veces al visitar a miembros que no parecen tener
problemas, uno descubre que si los tienen.
 
2. Sea breve. Unos 20 a 30 minutos es suficiente a no ser que surja algo que requiera más
tiempo. Visitas demasiado prolongadas dan lugar a chismes y conversaciones que no edifican.
No son visitas sociales ni de diversión, sino "visitas de médico".
 
3. Debe mostrar interés personal en el individuo, tomando en cuento las características de cada
uno: trabajo, condición social, etc.

4. No debe mostrar parcialidad o favoritismo -1 Timoteo 5:21. Tampoco debe establecer


amistades demasiado personales, "Juntos pero no revueltos"
 
5. Hay algunos que necesitan mayor atención: nuevos, enfermos, con problemas, etc.  Sin
embargo debe cuidar que no lleguen a tener al pastor como muleta.
 
6. No debe criticar a un creyente delante de otro, ni repetir lo que se le ha dicho en confianza.
El pastor debe procurar armonía entre los hermanos, y apagar calumnias y escándalos. Divulgar
lo que se le ha dicho en confianza es una falta de honor y respeto, es una falta grave en un
ministro.
 
7. Nunca visite señoras o señoritas solo.  Llegue cuando esté el padre de familia, o ir
acompañado de otra persona.  Use discreción de cuándo hacer las visitas, cuidado con solo
llegar a la hora de la comida.
 
Las visitas pastorales son importantes aún para el Pastor.  Muy a menudo recoge cosas que
puede usar en enseñanzas o predicaciones, no solo negativas.   Al visitar, tal vez descubre cierta
deficiencia en la dieta que él le está dando a la Iglesia, etc.
 

Capítulo 7

CAMBIOS PASTORALES
 

Un momento delicado en la vida del ministro y en la vida de una congregación es cuando hay
cambios pastorales.  Como regla general se busca que estos cambios no sean demasiado
frecuentes.  Cuanto más tiempo está un pastor en un lugar, más lo conocen,  y mejor conoce él a
la grey.  Si es un buen pastor entonces la congregación crecerá en tamaño y madurez.
 
Sin embargo, hay veces que se hace necesario un cambio.  Hay muchas razones porque esto
pueda ocurrir, algunas positivas, algunas negativas.  Un cambio puede ser beneficioso porque
otro pastor puede dar otra clase de alimento.  A veces un cambio le da al mismo pastor ánimo
nuevo e inspiración.
 
Hay muchos problemas que se pueden evitar cuando hay cambios, si cada pastor siempre
mantiene en mente el bien de la congregación y no está intentando hacerse una reputación.  Hay
que usar mucha sabiduría y prudencia, respetando los sentimientos de los hermanos.
 
Como regla general la congregación siente cariño por el pastor saliente, y se requiere de un poco
de tiempo para que se sientan igual con el pastor entrante.  Si el pastor entrante ama a la grey de
Dios, respetará esto, Jesús ya dijo que: "al extraño no seguirán" Juan 10:5.
 

Cosas que se deben mantener en mente cuando hay cambios:

 
1. No debe rebelarse el pastor contra la decisión de sus superiores o de la Iglesia.  Esto nunca
trae un beneficio. Tarde o temprano lo lamentará.
 
2. El pastor entrante no debe empezar haciendo cambios demasiado pronto.  Esto puede causar
que la congregación se rebele. Debe empezar dejando que por un tiempo las cosas sigan más o
menos igual.   Luego, cuando ha ganado la confianza de los hermanos podrá hacer lo que
considere necesario.
 
3. El pastor saliente nunca debe poner a la congregación en contra del pastor entrante.  Ni
tampoco debe el pastor entrante hablar mal del saliente - es una falta de respeto.  Todos los
ministros se deben cubrir con honra unos a los otros.
 
4. El pastor saliente debe recordar que al salir sus responsabilidades y conexiones terminan.
Debe cortar toda relación con los miembros de esa congregación.  Enséñeles a mirar al nuevo
pastor, "Has a los otros como quisieras que ellos te hagan".
 
5. El pastor saliente debe entregarle el rebaño completo al nuevo pastor.  Ese último culto dirá
mucho de lo que hizo mientras estuvo en ese lugar.
 
Siempre debemos buscar que todo se haga para la gloria de Dios y no para nuestra propia gloria.
Entreguemos con valentía y honra la antorcha a otro para que la lleve más lejos y se logre un
mejor alcance.
 

Capítulo 8

CONSEJOS ADICIONALES PARA PASTORES


 
1. El ministro debe ser medido en todo lo que hace. El no va al exceso en comer, dormir,
charlar, ni en ninguna otra costumbre o cosa que pueda dar libertad a la carne.  1 Corintios 9:27.
 
2. Hay que aprovechar bien el tiempo.  Efesios 5:16. Al Levantase tarde por la mañana no
encuentra el mismo poder en oración como el que madruga.  El caso de David: 2 Samuel 11:2.
 
3. Conviene tener cuidado en el trato con las del sexo opuesto.  No se familiarice con ellas.
Guarde su distancia.  A veces se enamoran de un ministro pero como regla general es de su
unción.
 
4. El ministro debe cuidar su apariencia física y siempre estar lo más presentable posible. No
necesita ropa costosa, pero si debe cuidar de la que tiene y tenerla en la mejor condición posible.
No olvidemos que el mundo ve lo exterior y juzga mucho por la apariencia física.   Por lo tanto
debe estar aseado, afeitado, peinado, etc.  Hay que recordar que la ropa de trabajo del ministro
es diferente y más costosa (trajes, camisas blancas, corbatas, etc.).
 
 

Capítulo 9

El CULTO PENTECOSTAL
 

El culto Pentecostal es ese momento cuando se reúne la Iglesia para rendirle homenaje a Dios,
glorificándole, y para recibir enseñanzas para sí mismos.  En el Antiguo Testamento Dios había
dado instrucciones para todo un sistema religioso de como debían acercarse a Dios en adoración
y culto.  Sin embargo en el Nuevo Testamento casi no hay indicaciones en este sentido.
 
Dios más bien quiere que:
 
1. Notemos la tipología de esto en el Antiguo Testamento,
 
2. Seamos guiados por Su Espíritu,
 
3. Que sea una expresión genuina de nuestro corazón.
 
Algunos pasajes nos dan ciertos indicios de lo que debemos hacer cuando nos reunimos como
Iglesia: 1 Corintios 14:26; Colosenses 3:16;  Hebreos 10:25;  Efesios 5:19;  Colosenses 2:9:
Mateo 19:20.
 
Los cultos Pentecostales son diferentes de los demás porque no son formales, no tienen una
forma u orden prescrito.  O sea que son semi-formales.  No hay dos cultos exactamente iguales
cuando son dirigidos por, o llenos de la presencia de Dios. Todos deben poder sentir la
presencia de Dios en el culto.  Cada ministro debe hacer lo posible para ese fin.  Para esto, debe
ser sensible al Espíritu Santo. No debe caer en una rutina o un rito.
 
No hay un orden bíblico de cómo tener el culto, pero si hay ciertas cosas que debemos mantener
en mente.
 
 

Orden de un culto:
1. Lo más importante de todo culto debe ser la predicación de la Palabra de Dios. Todo lo que
antecede debe preparar los corazones para el mensaje y todo lo que sigue debe ser para segar o
cosechar los resultados del mensaje.
 
2. Todo culto debe tener un objetivo y se debe intentar lograrlo.
 
3. Debe haber "fluidez".  No es un "tiempo"  para cada cosa, sino que haya continuidad.  Que las
diferentes partes deben ir intercalando armoniosamente.
 
4. Todos los cultos de la semana deben ser planeados para proveer por las necesidades de la
Iglesia: enseñanza, evangelismo, oración, orar por los enfermos, y para recibir el Espíritu Santo,
testimonios, himnos especiales, jóvenes, señores, señoras, Escuela Dominical, etc.
 
5. Conviene que un culto a la semana sea el "grande" (sábado o domingo) donde se hace un
esfuerzo especial, y se procura que estén todos los miembros de la Iglesia.
 
6. Si hay poca gente no sea demasiado formal, se ve ridículo.  Actúe con naturalidad, ni
demasiados, ni pocos gestos.
 
7. Mire a la gente y no al techo o al piso.
 
8. Hable claro.  Pronunciando bien cada palabra.  "La educación se conoce al hablar".
 
9. Evite usar demasiado ciertas palabras repetitivas como "yo", aleluya, gloria a Dios.
 
10. Empiece el culto con puntualidad, y despida mientras hay bendición.
 
11. Debe tomar cuidado a quiénes escoge para dirigir o presidir en el culto.  Es bueno una
variedad. Deben ser hermanos positivos y entusiastas.   Además, hermanos que tienen un buen
testimonio.
 
El culto Pentecostal básicamente se puede dividir en tres partes: (1) la apertura, (2) la
predicación, y (3) la terminación.
 
1. LA APERTURA. La apertura es el tiempo que es dedicado a la adoración. Las alabanzas
atraen la presencia de Dios -Salmos 22:3. No debemos equivocarnos pensando que haciendo
que la gente grite mecánicamente que eso es adorar.  La adoración es muy esencial. Debe
procurar que participen todos, que no sean meros espectadores.  Ahora, esto se logra más por el
ejemplo que ven en el púlpito que por estar exigiéndoles o diciéndoles.  Cuando los creyentes
realmente adoran hay bendición.
 
Tal vez podríamos decir que en cuanto al tiempo, lo ideal es que el culto sea mas o menos mitad
apertura y mitad predicación. Es bueno que la apertura sea corta y viva, preparando el terreno
para el mensaje.  Es importantísimo que el que preside tenga la mente del Señor y obedezca lo
que el Espíritu quiere hacer y no trate de forzar el culto según sus ideas o sentimientos
puramente humanos.
 
Hay veces que la congregación no entra en un espíritu de adoración.  En situaciones como esas,
de nada sirve querer despertar la congregación con exhortaciones o aún regaños.  Eso desanima
más.  El ejemplo que se ve en la plataforma vale más que muchas palabras de exhortación.  Por
lo tanto, el que preside debe empezar a alabar hasta sentir bendición.
 
Es bueno que el que dirige o preside sepa cuándo es tiempo oportuno para entregar el culto al
predicador. No se debe entregar el culto demasiado pronto, antes que haya un espíritu de
verdadera adoración no habrá libertad para la predicación.
 
Si alarga demasiado la apertura le roba tiempo al predicador y la gente se cansa.
 
Veamos algunos otros consejos prácticos acerca de la apertura:
 
a) La apertura puede abarcar las siguientes cosas: himnos congregacionales, coritos,
testimonios, himnos especiales, anuncios, lo ofrenda, etc.
 
b) Evite que esta parte del culto llegue a ritualizarse, o entrar en una rutina.  Cánticos, oraciones,
testimonios, coritos, etc., no deben ser hechos mecánicamente.
 
c) Hay que saber la diferencia entre himnos y coritos. Himnos son los cánticos con estrofas,
mientras que coros o coritos no tienen estrofas.
 
d) Los Himnos son buenos, aunque los coritos son más versátiles.  Siendo más cortos y
habiendo tanta variedad, se pueden adaptar más fácilmente al espíritu del culto.
 
e) Los anuncios que hayan deben ser dados antes de la predicación para que no sirva de
distracción después de la predicación.  Es mejor que el culto termine con la predicación en las
mentes de los asistentes.
 
f) La ofrenda también se debe recoger antes de la predicación.  Conviene organizar la recogida
de la ofrenda, especialmente en congregaciones grandes.  La ofrenda tiene su lugar en el culto y
en nuestro servicio a Dios, pero no se debe sobre-enfatizar.
 
g) El que dirige la apertura no debe estar predicando entre himno e himno, o coro y coro.
 
h) Debe anunciar repetidamente y con voz clara el número del himno que se va a cantar o la cita
bíblica que se va a leer, etc.
 
i) En cuanto a himnos o alabanzas especiales debe evitar tener demasiados. Que no se convierta
en un espectáculo, entreteniendo. Uno o dos cánticos especiales. Deben estar listos y no estar
afinando instrumentos o buscando el himno delante de la congregación.
 
j) Los testimonios deben ser cortos - no son predicaciones.  Muchas palabras y relatos largos
matan el espíritu del culto.  Se trata mas bien de contar cosas que Dios ha hecho en el día o en la
semana.
 
k) Hay que exigir respeto, silencio y orden en los cultos.  A veces una pausa de 5 segundos
apagará el murmullo o hablar en la congregación.
 
l) Es mejor en la apertura, intercalar coritos, testimonios, especiales, etc. para así mantener la
atención de la congregación y no entrar en una rutina.
 
Busquemos ante todo que Dios sea glorificado en el culto y que las almas salgan siempre con la
impresión que tuvieron un gran encuentro con Dios.
 
2. LA PREDICACION.  Aunque el tema de la predicación o el sermón es bastante amplio,
vamos a señalar unas pocas cosas aquí.
 
a) El sermón debe ser presentado en una manera sencilla.  No debe tratar de ser elocuente,
teológico, ni literario.  No habrá oportunidad para el Espíritu Santo si todas las jotas y tildes
están previstas de antemano - dependa del Señor. Lo que es crecido en el cerebro no puede
consolar al corazón.
 
b) El objeto de la predicación no es predicar un buen sermón, sino alcanzar las almas.
 
c) Para que un sermón sea inmortal no hay que hacerlo eterno.
 
d) Al predicar mantenga lo siguiente en mente: 1) sea ilustrativo, 2) sea breve, 3) sea personal, y
4) sea sencillo.
 
e) Hay que saber cuándo tirar la red, hacer la redada.
 
f) Debemos incluir en nuestro ministerio: doctrina, precepto, historia, tipo, salmo, proverbio,
experiencia, amonestación, promesa, invitación, reprensión, evangelismo, advertencia, etc.
 
g) Al preparar un mensaje, piense primero en un buen comienzo.  Luego en un buen final, y por
último manténgalos lo más cerca el uno del otro.
 
3. LA TERMINACION.  Esto es la invitación. Es aquí donde se notará el éxito o el fracaso del
mensaje y del culto.  Es en la terminación donde se ven o se recogen los resultados del culto.
 
a) El que termina el culto debe sentir la carga del mensaje y terminar en una manera apropiado.
Es mejor que lo termine el mismo que predicó.
 
b) No debemos tener muchas palabras después del sermón, sino hacer la invitación y dejar que
la gente ore.
 
c) Hay que guardar la mayor reverencia y tener un ambiente de ternura y amor durante la
invitación.  Notará que el enemigo intentará estorbar en la invitación más que en cualquier otra
parte del culto.
 
d) No deben haber anuncios, recogida de ofrenda, testimonios, etc. después de la predicación e
invitación.  Se deben regresar a sus hogares con la predicación como último en sus corazones,
con el mensaje dando vuelta en sus mentes.
 
 

Capítulo 10
AYUDANDO ALREDEDOR DEL ALTAR
 

                                                                                                     
A) PASÁNDOLOS AL FRENTE. Siempre conviene invitar a las personas que pasen al frente
cuando tienen alguna necesidad y quieren oración.  Esta es una práctica bíblica.  Jesús invitó al
hombre de la mano seca que "se pusiera en medio" -Marcos 3:3. Y si ese hombre no lo hubiera
hecho, no habría recibido la bendición que Dios tenía para él.
 
Hoy en día es igual.  Hay algo que afecta a la persona psicológicamente cuando deja su lugar y
pasa adelante.  Además, es un acto de obediencia y sumisión a Dios y la predicación de Su
Palabra.
 
Hay tres razones por las que uno invita a las personas para que pasen adelante, o al frente: (1)
Por necesidades como puede ser sanidad, milagros, necesidades personales, etc.; (2) Cuando
necesitan arrepentirse; (3) Cuando necesitan recibir el Espíritu Santo.  En los tres casos, es
bueno que al orar por ellos, que esto sea acompañado de la imposición de manos.
 
Al orar por alguien que se está arrepintiendo conviene motivar a la persona a que se exprese a
Dios en sus propias palabras. Que le exprese a Dios libremente su sentimiento y su deseo.  La
Biblia dice que "con la boca se hace confesión para salvación."  Uno puede orar por ellos,
incluyendo en su oración lo que ellos deberían decir.  Es bueno animarlos a que levanten las
manos al Señor.
 
Esto es bíblico, 1 Timoteo 29, aparte de que es señal de rendimiento y de querer recibir algo "de
arriba." Es importante procurar que las personas verdaderamente se arrepientan, que no solo
"hagan el mate."  Si es necesario, es importante que ellos expresen su sentimiento a Dios en
palabras y también en lloro y congoja.
 
B) COMO ORAR Y AYUDARLE A LAS PERSONAS PARA QUE RECIBAN EL
ESPIRITU SANTO
Hechos 1:46 "Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.  Y
habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en
lenguas, y profetizaban".  Vemos como a esta gente se le testificó, se le habló, se le instruyó y
luego siguieron un proceso donde fueron bautizados y recibieron el Espíritu Santo.
 
Los Pentecostales enfatizamos tanto la fe y lo espiritual, que a veces llegamos al extremo de
creer que la gente debe aprender sola y saber las cosas solas.  Esto no es cierto.  Debemos
ayudarles, debemos enseñarles, debemos instruirles.               
 
La Biblia dice que "la fe viene por el oír y el oír de la Palabra de Dios".  Frecuentemente se
espera que la gente sepa qué o cómo hacer para que reciban el Espíritu Santo.  Pero la Biblia
dice: "¿Como sabrán si no hay quien les predique?" ¡O lo comunique!  Romanos 10:14.
 
Para mayores resultados en que más personas reciban el bautismo del Espíritu Santo, y que lo
reciban con mayor facilidad, estimulando así su fe, damos las siguientes sugerencias:
 
1) No necesariamente tenemos que "crear" un ambiente "encendido" o psicológicamente
elevado. Cuando hay verdadera fe sus resultados se verán, sea en un ambiente agitado o
calmado.  No olvidemos que cuando recibieron el Espíritu Santo los discípulos en el Día de
Pentecostés, dice que "estaban sentados."  Obviamente estaban algo calmados.  Aunque, al
recibir el Espíritu Santo esto cambió, porque parecía como que estaban ebrios.
 
2) Es bueno invitar a los que necesitan recibir el Espíritu Santo a que pasen adelante y que
formen una fila mirando hacia el predicador.  En cuánto a la postura física, es mejor que estén
de pie, especialmente si hay varios.  Esto facilita poder orar con ellos.  Además, es bueno que la
persona esté mirando hacia arriba, con las manos en alto, la Biblia dice que: "toda dádiva y don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces".
 
3) Si hay otros Ministros presentes, conviene pedirles que se pongan, algunos detrás y otros
adelante del grupo para que estén listos a imponer manos y orar por los "buscadores".  En ese
mismo momento conviene mencionarle a los "buscadores" que los Ministros les van a imponer
las manos para que luego no se asusten.
 
4) Sin ninguna música de fondo, sin que halla un ambiente artificialmente intensificado, se debe
proceder a instruir sobre qué es el Espíritu Santo, por qué lo necesitan, y cómo lo van a recibir
(que van a hablar en lenguas).  Porque mucha gente ni sabe lo que quieren o lo que deben
recibir, luego se asustan cuando sienten la presencia de Dios y el impulso de hablar en lenguas.
Por ignorancia, no van a ceder al Espíritu Santo y lo pueden perder.  Recuerde que, ¡Dios no
obliga Su Espíritu sobre nadie!
 
5) ¿Qué cosas se pueden decir?

a). Enfatizar la importancia de recibir el Espíritu Santo, ya que sin ello "no puede entrar en el
Reino de Dios".  De ésta manera se dan cuenta que ¡lo tienen que recibir!
  

b). Señalar que el Espíritu Santo es para ellos y para todos.


 

c). Que se trata de Dios entrando a morar en la vida del individuo.


 
d). Que la promesa de la Palabra de Dios es que con solo pedir, solo tiene que esperar recibirlo.
Que ejerza fe, que le crea a Dios, que confíe en El.
 
6) Sugiero que se haga una oración, orando el predicador primero, y él solo, para que las
personas se concentren en recibir. Esa oración no solo debe ser dirigida a Dios, sino seleccionar
lo que dice para que también estimule la fe del oyente y el "buscador".
 
7) Cuando empiecen a orar, observe el grupo para ver quiénes están manifestando o
demostrando más fe.  Al ver que alguno está cerca o próximo a recibir. Ore con esa persona
porque al recibirlo, estimulará la fe de otros y romperá ciertas barreras en el mundo espiritual.
Al recibirlo, búsquese otro que está próximo y ore con el, y así sucesivamente.
 
8) No debe empezar a orar simplemente con el primero que se encuentra o tiene más cerca, tal
vez hay otro que con poco estímulo, recibirá el Espíritu Santo.  Ni tampoco se debe dedicar a
orar solo con una persona, No.  Puede ser que esa persona es muy dura o le falta fe, mientras
que otro (tal vez al lado) con poca motivación recibirá el Espíritu Santo y que por no orar con
ellos se van sin recibirlo.
 
9) Recuerde que la imposición de manos no es para  "impartir" el Espíritu Santo, porque solo
Dios lo puede dar. La imposición de manos sirve para estimular la fe del que busca. Hechos
19:6.
 
10) Ahora, cómo impone las manos también es de importancia.  No debe hacerlo con tanta
fuerza que casi están "enterrando" a la persona o sembrándola" en el piso.  Incluso, puede
hacerle daño físico con eso u ofender al individuo y que deje de buscar o concentrarse.
Recuerde que ¡el poder es del Espíritu Santo y no el de su brazo o músculos!  Ni tampoco, debe
ponerle las manos encima en alguna forma tan rara que da en qué pensar.  Solo en la cabeza o
en los hombros.  Hágalo con firmeza y naturalidad. ¡Hágalo con autoridad, poder y fe!  ¡Esté
convencido que esa persona lo va a recibir en ese preciso momento!
 
11) No tengo temor.  Actúe con fe y autoridad. ¡Crea! Convénzase de ver resultados.
 
12) Ore con la persona. Hay una diferencia entre orar "por" y orar "con".  Al orar con la persona
le puede repetir en el oído promesas de la Palabra de Dios relacionadas a la recibida del Espíritu
Santo. ¡No hay cosa más poderosa que la misma Palabra!  Ore lo que esa persona debe orar.
 
13) ¡No le diga qué debe hablar o decir! O sea, ellos deben hablar en lenguas "según el Espíritu"
les dé que hablen y no según usted o yo le demos que hablen. ¡No falsifique la obra del Espíritu
Santo!
 
14) Cuando ve que está cerca, que ya está por hablar en lenguas, anímelo, motívelo a que hable
lo que siente en su corazón, lo que tiene en la punto de la lengua".  Y cuando empieza a hablar
en lenguas, anímelo a que siga, a que se "embeba en Dios", que ejercite lo que Dios le ha dado.
Es bueno (aunque no bíblicamente necesario) que la persona hable en lenguas algún "tiempito".
La Biblia no dice cuánto pero le ayudará al individuo cuando el Enemigo luego le quiera poner
duda en su mente.
 
15) Trabaje con el grupo.  No se concentre tanto con uno que se olvida de los demás. Todos
tienen la mismo necesidad.  Ayude al que está próximo a recibir y tiene más fe.
 
16) Luego, asegúrese que esa persona reconoce que ha recibido el Espíritu Santo.  Sea, en forma
en masa (levantando la mano) o preguntándole personal y directamente. Es una manera de dar
testimonio de lo que Dios ha hecho. El diablo intenta arrebatarles la victoria a los personas.
 
17) Si hablaron en lenguas, ¡recibieron el Espíritu Santo! Eso es lo que nos enseño la Biblia
-Hechos 10:45,46.  Sea firme en cuanto a esto.  Ayude a esos "bebés" espirituales para que se
paren firmemente sobre la promesa de la Palabra de Dios y sobre lo que Dios ha hecho.  Sea un
baluarte para esa gente.
 

Capítulo 11

LA IMPOSICIÓN DE MANOS
 
¿Será bíblica la imposición de manos?  Hay quienes están en contra de la imposición de manos,
consideran que solo en ciertas situaciones muy especiales y por porte de alguna persona muy
especial, es que se debe imponer las manos sobre alguien.  Sin embargo, antes de llegar a
conclusiones sobre algo es necesario examinar la Palabra de Dios.
 
En el Antiguo Testamento no era común la imposición de manos, fue el Señor Jesucristo el que
la popularizó y convirtió la imposición de manos en algo normal para los creyentes, la
imposición de manos es una práctica común en el Nuevo Testamento.
 
Para cerciorarnos mejor de esto, tenemos que preguntarnos si Jesús y sus discípulos practicaban
la imposición de manos. Veamos lo que nos enseña la Biblia:
 

1) Jesús imponía las manos. Es de notar que Jesucristo a través de su Ministerio,


frecuentemente imponía las manos. Notemos algunos casos:
 
Observe la petición que le hizo Jairo a Jesús: "Mi hijo acaba de morir; mas ven y pon tus manos
sobre ella, y vivirá" Mateo 9:18.  Es evidente que Jairo sabía que Jesús comúnmente imponía las
manos y por esto le pidió que viniera y lo hiciera con su hija enferma para que sanara.
 
Lo mismo ocurrió en el caso de un sordomudo que sanó el Señor Jesús. "le trajeron un sordo y
tartamudo y le rogaron que le pusiera la mano encima"  Marcos 7:32.
 
Jesús también sanó así a un ciego: "Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la
aldea, y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo... luego le
puso otro vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase, y fue restablecido" Marcos 8:23.
 
Jesucristo imponía las manos sobre muchos en la misma ocasión. "Al ponerse el sol, todos los
que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre
cada uno de ellos, los sonaba" Lucas 4:40.
 
Jesús sanó a una mujer que llevaba muchos años encorvada: "y puso las manos sobre ella; y ella
se enderezó luego, y glorificaba a Dios" Lucas 13:13.
 
Jesús también sanó al leproso tocándolo con su mano (Mateo 8:3). La suegra de Pedro fue
sanada cuando Jesús la tocó con su mano (Mateo 8:15).
 
Notemos lo que dice cuando Jesús visitó la ciudad de Nazareth "Y no pudo hacer allí ningún
milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos" Marcos
6:5. Obviamente el Señor Jesús sintió necesario imponer las manos para estimular la fe de los
necesitados, puesto que estaba muy bajo.

Jesús no solo imponía las manos en casos de sanidad, sino que también bendecía a los niños así:
"y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía" Marcos 10:16.
Mateo 19:13 nos dice que las personas le pidieron a Jesús que les impusiera las manos a sus
niños. ¿Por qué?  Ellos notaron que Jesús lo hacía frecuentemente y que había bendición cuando
El imponía las manos sobre alguien.  Este ejemplo es muy importante porque nos señala que
Jesús imponía las manos, no solo para sanidad, sino también para impartir alguna bendición.
 
Jesús sanaba tanto imponiendo las manos que la gente decía que "estos milagros que por sus
manos son hechos" Marcos 6:2. O sea, que llegaron a decir que eran sus manos las que hacían
los milagros, aunque sabemos que era el poder de Dios el que hacía los milagros.
 
Ahora, notamos que Jesús no solamente practicaba mucho la imposición de manos, sino que
antes de ascender le ordenó a la Iglesia que lo practicara: "tomarán en las manos serpientes, y si
bebieren cosa mortífera, no les hará daño... sobre los enfermos pondrán las manos y sanarán"
Marcos 16,18.  ¡Ese es un mandato de Jesucristo a su Iglesia!  Ese mandato no es solo para
Ministros sino para "todo aquel que cree"
 
2) La Iglesia Primitiva también practicaba la Imposición de manos.  Nos sorprendería si no
halláramos a los discípulos practicando lo que vieron hacer a Jesús.  Sin embargo, ellos no solo
imponían las manos para orar por los enfermos, sino que también lo hicieron: (1) para los que
necesitaban recibir el Espíritu Santo; y (2) para comisionar personas al Ministerio.
 

a) Sanidades imponiendo las manos.  Pedro tomó al paralítico de la mano cuando lo sanó
(Hechos 3:7).  Así como se dijo de Jesús, también de los Apóstoles dijeron que: "Por la mano de
los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo" Hechos 5:12; (también en
Hechos 14:3 y 19:11)  Saulo fue sanado por la imposición de manos de Ananías: "Fue entonces
Ananías y entró en la casa y poniendo sobre él las manos, dijo. Hermano Saulo" Hechos 9:17.
Pedro resucitó a Dorcas tomándola de la mano (Hechos 9:41). También en Hechos 28:8 dice "Y
aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería, y entró
Pablo a verle y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó".
 
Tal vez cabe señalar que cuando se trata de reprender o echar fuera un demonio o espíritu
inmundo, no tenemos ningún ejemplo bíblico de que Jesús o los Apóstoles lo hicieran
imponiendo las manos.  Ellos solo usaban la palabra de autoridad cuando echaban fuera un
demonio.  Incluso, puede ser peligroso imponerle las manos a un endemoniado, le está dando
permiso que lo golpee o le haga violencia. El poder para echarlo fuera está en el Nombre de
Jesús y no en la fuerza física humana.
 

b) Oración para que recibieran el Espíritu Santo imponiendo las manos: De Pedro y Juan
en Samaria dice: "Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo" Hechos 8:17.
Esto asombró tanto a Simón, el mago, que él también quiso esa capacidad (Hechos 8:19).  Los
discípulos en Efeso también recibieron el Espíritu Santo con la imposición de manos de Pablo
"Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en
lenguas, y profetizaban" Hechos 19:6.  Es evidente que esa era una práctica común.
 

c) Comisionaban para el ministerio por la imposición de manos:   Los diáconos eran


comisionados con la imposición de manos "A los cuales presentaban ante los apóstoles, quienes,
orando, les impusieron las manos" Hechos 6:6.  Saulo y Bernabé también fueron comisionados
al Ministerio por la imposición de las manos. (Hechos 13:3).   A Timoteo se le impartió un Don
(Ministerial) por la imposición de las manos  (1 Timoteo 4:14).  Esta era una doctrina conocida
en la Iglesia Primitiva (Hebreos 6:1,2).
 
Pero viendo todos estos pasajes, ¿a qué se refería Pablo en 1 Timoteo 5:22?  "No impongas con
ligereza los manos a ninguno".  No puede ser que Pablo estaba refiriéndose al tipo de
imposición de manos del que hemos visto tantos ejemplos, puesto que él mismo lo practicaba.
Tampoco creemos que Pablo hubiera dado una instrucción que estaría en directa oposición a lo
que Jesús había mandado en Marcos 17:18.
 
Creer que Pablo estaba diciendo que no impusieron las manos, basándose solo en un pasaje
después de ver todo la evidencia bíblica al contrario, es imprudente e improcedente.
 
Al leer el contexto, notamos que Pablo está refiriéndose o que no debe comisionar rápidamente
para el Ministerio a cualquier persona. Note que del versículo 17 en adelante esta hablando
acerca de los ancianos (no tanto en vejez, sino en capacidad y responsabilidad en la Obra del
Señor).  En versículo 17 menciona que hay que honrar a los ancianos (ministros); versículo 18
habla de que no se debe detener el sostén de los ancianos (ministros); versículo 19 que no hay
que permitir acusaciones así no más contra los ancianos (ministros); versículo 20 que si un
anciano (ministro) falla, entonces hay que reprenderlo públicamente; versículo 21 Pablo
juramenta a Timoteo a que haga todas las cosas que le está instruyendo; versículo 22 que no
comisione ancianos o Ministros demasiado rápidamente. La misma expresión "con ligereza"
debe señalar que no está hablando de la imposición de manos normal sobre enfermos y
necesitados. No cabe en ese contexto.
 
En el capítulo anterior (4:14) es dónde Pablo le recuerda a Timoteo que había recibido un Don
Ministerial con la imposición de manos del presbiterio (los ancianos).
 
Lo que aquí le está instruyendo Pablo a Timoteo es qué no debemos comisionar personas
livianamente o demasiado rápidamente al Ministerio.  Es algo que requiere seriedad y un
análisis adecuado de la persona.  Pero sí debemos cumplir con lo que mandó. Jesús impone las
manos para comunicar e impartir bendición, para estimular la fe del que necesita algo de Dios y
así poderlo recibir. ¡La imposición de manos es bíblica!

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