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La revolución empieza en el mundo de las ideas, del conocimiento y la ciencia: Una

aproximación reflexiva a convertir la sociología como fundamento de la acción


contestataria para la supresión de las desigualdades sociales, opresiones y/o dominaciones.

En el presente ensayo, se pretende aportar una reflexión teórico-practica desde lo que se


denominará aquí marcos de referencia para el análisis social disidentes. Seguidamente, se
traerá a colación una conceptualización del contexto actual desde lo que han aportado diferentes
pensadores contemporáneos, sobre cómo es el sistema capitalista, el Estado y el Patriarcado
fuente de opresión y dominación aún mas perfecta que el capitalismo salvaje del siglo XIX. Y
final mente, se presentará una propuesta teórica-practica que vaya al epicentro del problema
estructural de la dominación y opresión capitalista, para su eventual transformación.

Con el surgimiento del pensamiento contemporáneo, a contrapelo de los movimientos sociales,


se han re-configurado los marcos conceptuales y metodológicos para el abordaje científico y
académico de la cuestión social. Es en este punto que cobra vital importancia lo que se
denomina el giro epistemológico [ CITATION Mar101 \l 3082 ], donde cobra calidad el lugar
donde se desarrolla el actor, y no la tradicional objetividad Investigador-Objeto de estudio,
característico de las doctrinas positivistas que buscan conocimientos absolutos, determinando
así generalidades sobre tipos específicos de sociedades, vulnerando lo entendido como
“anomia” o “disidente”[ CITATION Har91 \l 3082 ]. Se entiende así, como marcos de referencia
para el análisis social aquellas propuestas tóricas y metodológicas que se han ubicado en una
posición inferior o “no valida” por la autoridad epistémica en la academia y la ciencia social,
para introducirla en las formas de analizar la cuestión social.

Múltiples pensadores han abordado la cuestión del capitalismo, pero aquí cobra importancia los
postulados críticos, que develan una serie de interconexiones de relaciones enmarcadas en la
dominación u opresión de las comunidades para triunfo de la producción capitalista[ CITATION
Val14 \l 3082 ]. Así mismo se entiende que la dominación del trio capitalismo-Estado-
Patriarcado no se desarrollan desde una única fuente de opresión, sino que son desde la
interseccionalidad de factores que se puede estudiar la fuente de las desigualdades sociales
[ CITATION Pla04 \l 3082 ]. Por tanto, se entiende aquí que se tendrá como factor decisivo de las
desigualdades, opresiones y dominaciones el sistema hetero-patriarcal, el sistema capitalista y el
Estado Nacional, ya que son estos marcos de referencia para la acción los que han invisibilizado
los yugos que sufren las comunidades o actores que no cumplen con las expectativas impuestas
por estos modelos de desarrollo social, llegando a la afirmación de que la “institucionalización
de una relación social concreta, en la cual unos deciden lo que implica a los otrxs y/o a todxs,
constituye una relación de dominación”[ CITATION Err03 \l 3082 ].

Ahora bien, para poder materializar lo expuesto en el presente ensayo, se apuesta por introducir
un marco teórico-practico que ha sido marginada, excluida y des-legitimada por los cánones
académicos, científicos, y por qué no, políticos. Es aquí donde la reflexión buscará reconciliar
las ciencias sociales y humanidades con el anarquismo, como sujeto de estudio, subcampo de
investigación, agrupación de sociólogxs que buscan ampliar las fronteras de la disciplina,
ideología, perspectiva teórica e incluso practica; que tiene por objeto ofrecer una explicación
diferente de por qué surgen problemas sociales particulares, basados en una visión diferente de
cómo es la sociedad (Sociología de las ausencias) y cómo debería ser (Sociología de las
emergencias) [ CITATION Mar101 \l 3082 ]. Para finalmente resaltar que la apuesta practica de
este marco disidente busca la supresión y/o eliminación de las fuentes de opresión y dominación
directamente sobre sus orígenes.
Con la teoría contemporánea, se llega a una verdad holística sobre la cuestión social, donde lo
social no puede ser considerado como un tipo de material o dominio y por tanto, se reconoce el
papel importante que se le otorga a los humanos, ya como actores y no simplemente los
infelices portadores de una proyección simbólica [ CITATION Lat08 \l 3082 ]. Es así como
aparece el giro epistemológico en el que se entiende que las anteriores teorías generaban unos
imaginarios tradicionales que se basaban en diversos niveles de reconocimiento [ CITATION
Mar101 \l 3082 ]. Para luego re-introducir una propuesta libertaria para el análisis de la cuestión
social.

Cuando se habla de una verdad holística, entendida esta como una posición metodológica y
epistemológica que postula cómo los sistemas y sus propiedades deben ser analizados en su
conjunto y no solo a través de las partes que los componen, y su relación con la cuestión social
contemporánea, se entiende que para abordar el análisis social se debe partir de la concepción
plural del mundo social, que permita un vínculo entre lo micro y macro, emanada de la crítica
social en la cual no se limita solamente a lo “social” sino que reemplaza el objeto a estudiar por
otra materia hecha de relaciones sociales[ CITATION Lat08 \l 3082 ].

Ahora bien, como propuesta teórica y metodológica surgen en el marco de los giros
epistemológicos diferentes planteamientos, los cuales actúan como entendimiento de ciertos
procesos de cambios disciplinares -y epistemológicos- de diversos niveles de la realidad local,
regional, nacional, continental y mundial. En el marco de la globalización, estas concepciones
se ejecutan en lugares de conversaciones transnacionales que operan por medios simbólicos
sofisticados de traducción de ideas y experiencias que son históricamente diferenciados en sus
orígenes [ CITATION Mar101 \l 3082 ]. Cabe resaltar la importancia de estos giros con el aporte
de la sociología de las ausencias, la cual es relacionada con la expansión de experiencias
sociales disponibles y la sociología de las emergencias que es relacionada con las experiencias
sociales posibles.

En este punto nos conviene preguntar, qué es la teoría sociológica. El concepto de


Teorías[ CITATION Rib05 \l 3082 ] puede entenderse como una perspectiva general desde la cual
uno ve e interpreta el mundo (enfoque teórico, orientación); Así mismo, puede corresponder a
un componente normativo fundamental que intenta transcender las fronteras estrictamente
académicas de la disciplina (generalmente rechaza la neutralidad valorativa) [ CITATION
Abe08 \l 3082 ] y Teoría correspondiente a aquellos estudios de ciertos problemas de la
disciplina (no empíricos sino filosóficos) [ CITATION Rib05 \l 3082 ]. Es aquí donde se expone la
vigencia de la Sociología anarquista, donde uno de los mayores problemas no es su existencia,
sino el reconocimiento, la aceptación y legitimación por académicos y profesionales de la
disciplina, que no deja de estar relacionado al campo científico, donde se desarrolla una lucha
competitiva por el desafío del monopolio de la autoridad legítima como lo diría Bourdieu
[ CITATION Bou00 \l 3082 ].

Para comprender cómo se ha analizado el contexto social contemporáneo y específicamente al


capitalismo, es de vital importancia el concepto de capitalismo gore el cual hace referencia a la
re-interpretación dada a la economía hegemónica y global en los espacios (geográficamente)
fronterizos [ CITATION Val14 \l 3082 ]. Pero no es desde una perspectiva del reduccionismo
económico que se quiere evidenciar que es éste modelo el producto de las opresiones,
desigualdades y/o dominaciones que operan en el mundo actualmente, sino desde una
perspectiva interseccional que cuestiona la neutralidad y la objetividad de la ciencia, y al
contrario es un proceso que contribuye a generar conciencia sobre cómo diferentes fuentes
estructurales de desigualdad (u “organizadores sociales”) mantienen relaciones reciprocas para
su mantenimiento [ CITATION Pla04 \l 3082 ].Por tanto, se entiende que “la aceptación no
cuestionada de esta relación por sus actores constituye su legitimación; y estatuye su límite”
[ CITATION Err03 \l 3082 ].

Se entiende que el capitalismo opera bajo las lógicas de un necroempoderamiento a los procesos
que buscan transformar contextos y/o situaciones de vulnerabilidad y/o subalternidad en
posibilidad de acción y auto poder, pero que los reconfigura desde practicas distópicas y
autoafirmación perversa lograda a través de practicas violentas (tanto simbólicas, como físicas),
[ CITATION Val14 \l 3082 ]. Por tanto, la radicalidad de la violencia (en su mayoría de las veces
invisibilizada) sitúa en el filo, en la transmutación de una época que exige que revisemos
nuestros conceptos clásicos, que sacudamos las teorías y las actualicemos [ CITATION Val14 \l
3082 ].

Seguido a lo anterior, la investigación sobre la producción del conocimiento se ha estado


interrogando sobre como hacer posible un cuestionamiento del sujeto plural en los diferentes
ejes de dominación, donde aparece la interseccionalidad como una apuesta metodológica para el
análisis social, ya que es un enfoque que subraya que el género, la etnia, la clase o la orientación
sexual, como otras categorías sociales, lejos de ser naturales o biológicas, son construidas y
están interrelacionadas. Así mismo se puede entender la interseccionalidad como un estudio
sobre las relaciones de poder, que incluyen también vivencias que pueden ser señaladas como
“abyectas”, “pertenecientes a los márgenes” o “disidentes” [ CITATION Pla04 \l 3082 ].

En este punto, se puede diferir de la concepción socialdemócrata de la reforma social por


evolución “progresista” del capitalismo no iba a durar demasiado. En realidad, se halla que la
reimplantación del “capitalismo salvaje” del siglo XIX, ahora en versión edulcorada por el
acceso mayor al confort generalizado que la nueva tecnología hace posible y por la asunción de
ciertas políticas asistenciales focalizadas hacia las más agudas formas de miseria del “mundo
civilizado”; mientras la producción de pobreza y demás desigualdades, producto del sistema
capitalista en la población del planeta siguieron creciendo exponencialmente sin obstáculo
alguno.

Con base a lo anterior, y anticipando la conclusión del análisis, la sociología y el anarquismo no


nacen únicamente juntas debido a su contexto histórico, sino que también en su formulación
teórica. Por tanto, de acuerdo al actuar depredador de la triada Capitalismo-Estado-Patriarcal en
el mundo social, la sociología anarquista provee de marcos para la acción en el seno de la
configuración neoliberal, ya que, en el contexto de un capitalismo extremo, los distintos
gobiernos operan perpetuando un sistema que no solo depreda esperanzas humanas, sino que
también excluye y dilapida las distintas formas de vida, produciendo crisis económicas, éticas o
medioambientales. Consecuentemente, el pensamiento libertario se ha reposicionado en el seno
de las revueltas sociales como subsuelo teórico y practico desde donde se han erigido distintas
propuestas de contracultura, contraviolencia y/o marginalidades organizadas.

Entrando en el campo de la sociología de las ausencias, es importante entender que la


solidaridad social fue un tema clave para la sociología del siglo XIX. Su discusión apuntaba al
problema del orden: como los individuos se unen como miembros de sociedades, en una forma
mas o menos ordenada y regular, participando en relaciones sociales de apoyo mutuo
[ CITATION Cro10 \l 3082 ].En contraposición a la expropiación y control del “proceso de
producción sociabilidad” oponen un lazo integrativo de los diferentes fenómenos sociales de
carácter libertario. Precisamente el concepto de solidaridad libertaria puede recoger y agrupar
las ideas expresadas por este primer periodo de la sociología en sus consideraciones analíticas y
normativas respecto a la sociedad.

Ahora bien, al entender la sociología de las emergencias, la sociología anarquista provee de


valiosos componentes para la transformación social en pro de la supresión de las desigualdades
sociales. No obstante, es de vital importancia comprender que, la institucionalización de una
relación social concreta, en la cual unos deciden lo que implica a los otros y/o a todos,
constituye una relación de dominación. Sea cual sea el mecanismo a través del cual se lo hace,
el procedimiento utilizado, la ubicación de los que lo llevan a cabo y el contenido de ellas, en
una palabra, la configuración sistemática de la adopción de decisiones constituye un sistema de
dominación. Por otra parte, “la dominación es bilateral, constituye siempre una relación de
dominación, involucra necesariamente al dominante (o dominantes) y dominado (o dominados),
y es normativa; consiste en una “probabilidad” compuesta por expectativas mutuas
internalizadas -que se hacen comunes- las cuales configuran contenidos posibles de mandatos.
La aceptación no cuestionada de esta relación por sus actores, constituye su legitimación; y
estatuye su límite [ CITATION Err03 \l 3082 ].

Los anarquistas pues, debemos revindicar la participación para reducir la dominación. Por los
medios y presiones que sean; en la mayor medida que se pueda. La lucha es por la participación
efectiva, siendo el campo académico y científico el objeto de este esnsayo.

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