Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La llegada del COVID-19 es una situación “nueva” y, hasta cierto punto, desconocida
para la población. Trae consigo incertidumbre, sensación de descontrol sobre la situación,
miedo y angustia.
Para gestionar lo que pensamos acerca del COVID-19 debemos estar bien informados.
Esta información siempre tiene que ser fiable y proveniente de organismos oficiales y
especializados https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/coronavirus-
conoce-las-webs-oficiales-con-informacion-fiable-y-contrastada-6971
Si hacemos una buena gestión de lo que pensamos en relación al COVID-19, ello tendrá
consecuencias positivas a nivel emocional y comportamental. Recordemos que en función de
lo que pensamos, nos sentimos y en función de cómo nos sentimos, actuamos.
SITUACIÓN PENSAMIENTO EMOCIÓN CONDUCTA CONSECUENCIA
COVID-19 “vamos a Miedo “acopio Disminuye:
“información morir” “nos Angustia masivo de -Miedo
confusa y vamos a Desesperación alimentos” -Angustia
sesgada” quedar sin Descontrol “lavado -Desesperación
comida” Indefensión compulsivo” -Descontrol
“búsqueda -Indefensión
de
información
compulsiva”
Morgado Bernal opina que las reacciones ante la epidemia evidencian cómo actúa el
cerebro humano: "La razón y la emoción son inseparables. La razón alimenta con
informaciones las emociones. Y las emociones, como el miedo, influyen en cómo se utiliza el
pensamiento racional". La compra compulsiva de mascarillas "es producto del miedo porque
no sirven mucho para protegerse, pero ofrecen una sensación de protección. De estar
haciendo algo".
Otra herramienta que nos puede ayudar a gestionar lo que pensamos es hacer uso de
la distracción y las actividades gratificantes. Las actividades distractoras sirven para combatir
la preocupación y rumiación debido a que “compiten” con estas, es decir, mientras intento
tocar una melodía a piano es muy probable que los pensamientos ansiógenos relacionados con
el COVID-19 no ocupen mi mente. El ejercicio es un “antidepresivo y ansiolítico” natural y que
se puede realizar también en casa. Es hora de ponerse creativos y hacer cosas que nos
distraigan y nos gusten, teniendo en cuenta las recomendaciones para la contención del virus.
En los momentos de estrés y ansiedad, tendemos a llevar a cabo conductas que, a corto
plazo, nos ayudan, pero resultan contraproducentes a medio y largo plazo.
Por ejemplo, podemos buscar en Google los síntomas para intentar calmarnos, tomarnos
la temperatura constantemente, preguntar a todo el mundo sobre el COVID-19, lavarnos las
manos de forma compulsiva, etc., siendo poco probable que nos haga sentir mejor.
Si crees que necesitas ayuda para afrontar esta situación, no dudes en ponerte en manos
de un profesional de la salud mental que te ayude. Este artículo explica conceptos y
estrategias básicas para el afrontamiento de la situación, pero si tus pensamientos, emociones
y conductas te generan un alto grado de sufrimiento, pide ayuda.