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TRABAJO FINAL SEMANA 2

Gustavo de la Cruz Marrupe Pereyra

Javier Ferreira Sanhueza


Considerando las prácticas de nuestro establecimiento, a la luz del Proyecto Curricular
Local y El PEPSI como documento que da identidad propiamente salesiana, bajo el lema
“Buenos cristianos y honestos ciudadanos”, hemos identificado un aspecto que, si bien
ocupa un lugar importante en nuestra prioridad como educadores pastores, creemos que
puede ser optimizado. El aspecto aludido es el propiamente pastoral, el cual creemos que,
en paralelo a algunas propuestas del PEPSI, el ánimo colaborativo del Programa Curricular
para la asignatura de Religión y el esfuerzo combinado de la Comunidad Educativa, puede
adquirir fuerza y coherencia.

De acuerdo con los objetivos estratégicos del PEPSI, en especial el punto b y d, que dicen
relación respectivamente con “fortalecer la presencia animadora, evangelizadora y
vocacional de los agentes pastorales” (Colegio Salesiano Domingo Savio, 2020. p. 13) y
“Desarrollar programas de formación conjunta entre salesianos religiosos y laicos, que les
permita realizar una función evangelizadora y educativa” (ibid.), se sigue que el rol pastoral
se ejerce también en comunidad, involucrando todos los actores en dicho proceso.

La misión pastoral se resguarda también de manera transversal en el Proyecto Educativo


Local, manifestándose especialmente en el Área de Evangelización, cuyas tareas se
orientan a la “elaboración, desarrollo y evaluación del Proyecto Evangelización del
Colegio, a partir de los lineamientos entregados por la Congregación Salesiana y la Iglesia
en general” (Colegio Salesiano Santo Domingo Savio, 2020, p. 25). Nuestra comunidad
escolar desarrolla su vida pastoral teniendo como eje el trabajo del equipo pastoral, quien
de forma dedicada organiza instancias para el desarrollo espiritual y social de los y las
estudiantes.

Por otro lado el rol de los docentes de Religión, se corresponde también con un papel
evangelizador, cuya clase se considera como un espacio privilegiado para su desarrollo
espiritual y religioso. Aun cuando la espiritualidad pueda desarrollarse a través de otras
asignaturas (Zúñiga, 2020, p.6), la clase de religión es un espacio preferencial. En virtud de
ello, el programa curricular de la asignatura dispone de contenidos, habilidades y actitudes,
organizados de manera coherente y ordenada. Esto además permite que en circunstancias
excepcionales, como la que vivimos, sea posible adaptar y priorizar los contenidos mínimos
a través de núcleos de aprendizaje, que puedan ser trabajados a distancia (Ibid. p.5).
Tanto el área de Evangelización, como el rol de los propios docentes de religión, comparten
la tarea de la formación religiosa y espiritual de los jóvenes y pese al esfuerzo que ponemos
en la tarea, consideramos que tal vez podríamos orientar mejor dicho esfuerzo, a través de
una propuesta a ser contenida en el PCL y que logre dar forma a un trabajo colaborativo
entre el área de Evangelización y los de religión. Si bien existe una cooperación constante,
que se manifiesta a través del apoyo de los docentes de la asignatura al área, por medio de
actividades sugeridas e hitos salesianos que acompañan el año escolar, ambos esfuerzos
parecen ir por líneas distintas, cada vez que las actividades propuestas no dicen relación
alguna con la progresión de Objetivos de Aprendizaje de la asignatura. Al observar el
Proyecto Educativo Local, notamos que el área de Evangelización, cuyo liderazgo recae en
el Coordinador Pastoral, tiene entre sus responsabilidades la búsqueda de propuestas
viables para la iniciación cristiana y especifica la función de acompañar, junto al
coordinador pedagógico, a los profesores de religión, para asegurar una propuesta
sistemática de formación humano-cristiana (Colegio Salesiano Santo Domingo Savio,
2020). Sin embargo este acompañamiento, en la práctica, ha significado que el encargado
de pastoral sugiera a los docentes la realización de actividades con estudiantes que dan
cuenta de un proyecto pastoral que no está en línea con los Objetivos de Aprendizaje
Curriculares, lo que, en circunstancias de pandemia, se ha traducido en reducir el tiempo
dedicado a Objetivos Priorizados, impactando de ese modo en el cumplimiento del mismo.

El esfuerzo que hacen docentes de religión y el área de evangelización van en la misma


dirección, pero no están sumando. Proponemos entonces, que entre las funciones del Área
de Evangelización, se exprese la necesidad de que las actividades pastorales y propiamente
salesianas puedan ser orientadas a través del Programa Curricular de Religión, logrando de
este modo, un solo esfuerzo mancomunado por la evangelización de nuestros jóvenes.

Creemos que esta propuesta podría dar frutos en circunstancias de clases normales,
fortaleciendo la propuesta evangelizadora del nuestro establecimiento; pero más aún,
lograría optimizar el tiempo y el esfuerzo en circunstancias anormales, donde nuestro
tiempo de contacto con los estudiantes (y la calidad del mismo) se ve reducido.
Referencias Bibliográficas

Inspectoría San Gabriel Arcángel (2013). Proyecto Educativo Pastoral Salesiano


Inspectorial. Chile: Congregación Salesiana.

Colegio Salesiano Santo Domingo Savio (2020) Proyecto Educativo Pastoral Salesiano.
Alto Hospicio (2020-2023) Chile. Recuperado de
https://www.salesianosaltohospicio.cl/phocadownload/Documentos_institucionales/PEPS
%20CDS%202020-2023.pdf
Zúñiga, L. (2020) Priorización Curricular, Asignatura Religión Católica. Arzobispado de
Santiago de Chile: Vicaría para la Educación.
Jofré, G., Celis, G. y Rossel, A. (2017). ¿Qué y cuándo enseñar? En Hacia la
implementación del Proyecto Educativo Pastoral. El proyecto curricular de los colegios
salesianos de Chile: orientaciones para su concreción. Santiago de Chile: Departamento de
Educación Congregación Salesiana.

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