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HISTORIA DE LA

TEORIA DE tA
LITERATURA
(Desde los inicios hasta el siglo XIX)
Volumen I

Mmuunr Ass,Nsr PÉnsz


Profesor Titular de Teoría de la Literatura en la
Facultad de Filología de la Universidad de Valencia

ooovlSo

tlront lc blllonch
Valencia, 1998
¡ 1li ll' ittil'
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26
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CoPYright @ 1998

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O MANUEL ASENSI PEREZ

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I.:'r.,INGüf srlcc.LmpRARIA§
288 Marutel A.

- Formación de la teoría literaria modern.a ( 2 ). Teoría poética del sigkt dt r

Murcia, Universidad de Murcia, 1980.


- «La teorla literaria en la edad renacentista,,, en Studia Philolt
SalntanLicensia,1981, n" 5, pp. 101-120.
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University Press, 1962 Nueva; B) Una concepción historicista: C) Las tres épocas de la humanidad
JAUREGUI, Juan de (1624), Discurso poético, Madrid, Editora I'tack y el pensamíento poético; D) Filosofíia y literatura en Vicol E) Retórica y
1978. epistemología.- 1'l 6. Gotthold Ephraim Lessing: A) El Laocoonte; B) La
KINNEY, Arthur F., Continental Humanist Poetics, Universilv reivindicación de Shakespeare; C) Elgusto frente a las reglas. Los géneros;
D) La relación entre la poesía y la pintura; D El géne¡o dramático. Su fin
Massachussetts Press, 1989.
moral.- 117. El "Sturm und Drang":A) lntroducción; B) Las principales
- Humanist Paetics, thougfut, rhetoric and fiction in sixteenth-ca ideas teórico-literarias del "Sturm und Drang": i) Unos modelos literarios
England, Amherst, University of Massachussetts Press, 1986. diferentes; ii) La poesía como experiencia radical; iii) Poesía y expresión; iv)
KOHUT, Karl, las teorías literarias en Espaíiay Portugal durante los si¡4kt't El genio, fuente de la inspiración.- I 18. Johann Gottfried Herder: A) Auto-
y XVI,Madrid, CSIC, 1973. conciencia y espíritu; B) Una crítica comprensiva; C) Valoración suprema de
LÓPEZ PINCIANO, A. (1596), Plúlosophla Antigua Poética (Alfredo car{ la lírica; D) El método histórico. Los géneros; E) El lenguaje y la conciencia.-
1 f 9. Johann Wolfgang Goethe: A) lntroducción. Entre clasicismo y roman.
ed.), Madrid, CSIC, 1973, 3 vols.
LUZAN, Ignacio de (1737), Poética, Madrid, Cátedra, 1974. tic¡smo: B) Teoría de los géneros; C) El fin del arte como fin en sí mismo: D)
Símbolo y alegoría: E) La literatura universal; D Crítica destructiva y crítica
PÉREZ DE MOYA, J. (1585) , Philosophía secreta (Eclu¿rdo Gómez cle }3ut¡t
constructiva.- §26. La revolución estática de finales del siglo
ed.), Madrid, Los Clásicos Olvidados, 1928. XVI¡1.- 1 20. Los antecedentes: Descartes y Rousseau: A) lntroducción; B)
POZUELO, J. M¿rÍa, "La recepción de Vir:gilio en la teorla literaria es¡utñt Descartes; C) Rousseau.- 12t. Emmanuel Kant: A) La filosofía crÍtica; B)
del siglo XVI", Simposio Virgiliano, Murcia, Universidad de Mt La estética trascendental y la disolución de la mímesis; C) La mente; D)
1984, pp. 467-479. Diferencias entre la poesía y la c¡encia; E) La función del arte en el sistema
- Poética de la ficción, Madrid, Síntesis, 1993. kantiano. "Las ideas estéticas"; D Lo bello y la autonomía del arte; G) Lo
RILEY, Edward C., Teorla de la nc¡vela en Cewttntes, Madrid, Taurtts, I sublime: i) lntroducción: ii) Lo sublime matemático y lo sublime dinámico; H)
El genioyla poesía.-122. Friedrich Schiller: A) La educación estética; B) El
SCALIGERO, Julio César, Poetices libri septem, Amherst, [], 15ó1.
impulso de juego; C) Lo sublime teórico y lo sublime práctico; D) La poesía
SPINGARN, J. E., A History <tf'Literary Criticistt fu the Renaissanc(,
ingenua y la poesía sentimental; E) Los géneros: la sátira, la elegía y el idilio.
York, Colombia University Press, 1899.
WEINBERG, Bemard, A I1ís tory of Literary Criticism in the I talian Ret rui
Chicago, The University of Chicago Press, 19ó1, 2 vols.

|Lafonnación de nuet¡a mentalidad poética


Los síntomas de un resquebrajamiento
tratados de poética correspondientes al periodo clasicista
traron con una serie de contradicciones que no pudie-
ver y que acabaron por resquebr:ajar poco a poco su
291
290 A,Ianuel Asatt,rl de la teorla de la literatura

na en filosofía y teoria de la literatsra a finales del siglo


rígido sistema de I eyes y reglas. El con cepto básico de « mímes i s »,
y principios del XD( es demasiado conocida como para
a poco que se indagara en é1, conducía al callejón sin salid¿r cle
a ponderarla aquí. Algunas de las cuestiones que se van a
toda representación "fielr: la desaparición del medlo ollar dentro de esos moümientos son, además de las
representador en el objeto representado, la disolución de lt¡g
bradas en el párrafo anterior referjdas a la crisis de Ia mímesis
zapatos de un cuadro piciórico en los zapatos de la realiclatl,
los géneros, un cambio en la concepción de la retórica,la
Por otra parte, dicho concepto había sido puesto a prueba pol'
un género,7alírica, que propiamente no mimetizaba nada, y ición delateoríaáelgenio, el surgimiento delas nociones de
itico y de lo sublime, la teoría segútn la que el lenguaje poético
por ciertos textos, como la Divin.a Commedia, cuyo objeto cle
primerlenguaje de la humanidad,la aparición dela noción
imitación no existía en la realidad sensible. Y, entonces ¿quó se
ica, en el sentido en el que la empleamos hoy, los primeros
de bÍa hacer? expulsarlos del dominio poético? Evidenteme n I e
de la historiografía moderna, etc.
¿-

no, hubiera sido absurdo (aunqueno faltó quienlopropusiera),


Pero, además, el otro gran problema que se le habÍa presentatltt
al sistema poético clasicista era la aparición en fechas mtty Giambattista Vico
tempranas de un tipo de poemas que no sólo n<¡ tenían nombl'e
en las poéticas de Horacio y Aristóteles, sino que ni siquictu Ciencia nueva
eran susceptibles de ser descritos a partir de las categorías cltte pesar de la poca influencia que ejerció en su época, Vico
dichos autores habían puesto en circulación y que los intérprc'
t-L744) es uno de los primeros escritores del siglo XVII
tes clasicistas habían convertido desde el Renacimiento crll puede considerarse como un claro antecedente de lo que va
inmutables y ahistóricos.
ceder a finales de ese siglo, y no tanto porque lleve a cabo
Hay una serie de autores a lo largo del siglo XVIU que' ell crítica frontal de las poéticas clásicas (no era un tratadista
diferentes países, preparan un cambio en la teoría poéticu poesÍa en el sentido restringido de esta expresión), como
alejándose poco a poco del sistema clasicista: Voltaire, Diderul re entrega a la posteridad una concepción histórica y una
y Rousseau en Francia, Samuel Johnson en Inglaterra, Lessittg de temás de gran influencia en Ia teoría literaria del
en Alemania, y Vico en Italia. Diderot ( I 7 I 3 - 1,7 8 4),por ej emp k r, ro. Su obra más importante, en cuanto a lo que aquí nos
en su obra Les Bijoux indiscretes (17 48) hace ya una crítica clel , es la Ciencia nueva (scienza nuova), cuya primera
teatro francés neoclásico. Argumenta que la rigidez de las trtrl ión es de 1725 y que fue totalmente reescrita y vuelta a
unidades draméiicas conduce a situaciones teatrales inverosf" icar en 1730 (una segunda revisión vendría en 17 44 y sería
miles y absurdas. Considera, además, que el pensamiento y el licada baja el título de Segunda ciencia nueva (Scienza
lenguaje poéticos son anteriores a cualquier otro tipo de lcn' va seconda). La cantidad de temas que se trata en esta obra
guaje, que la espontaneidad es más valiosa que la reflexi<itl, uy ampliayvariada. De entre ellos, hayuno especialmente
Como veremos, se trata de dos de los tópicos fundamentales cle te para sus arglrmentos acerca de la poesía.
la poética que surge a finales del siglo XVI[.
Pero donde la revolución se hará verdaderamente efectiva cs IJ na c onc ep cíón his t oricist a
en lo que se conoce a finales del siglo en Alemania como Stunn
rDe acuerdo con Vico, la historia es ante todo un producto del
und Drang (literalmente «tormenta e impetuosidadr), el clasi=
cismo de Weimar y el círculo alemán de lena. La prominencirt
bre. La humanidad, al construir el mundo social e
de la te<tría de la litertttura 293
292 Man.uel Astttú

ivo significa que nos encontramos ante un modelo histó-


institucional que la identifica como tal hur¡anidad, hace posl.
muy distinto de la concepción lineal del progreso peculiar
ble la verdad histórica. En esta idea, inviable dentro del penstt'
r llustración. A lo largo de las tres fases, lo divino trata de
miento clásico,llama la atención el hecho de que la verdad nrl
ifestarse a través de las actividades humanas, y en ello la
es algo dado de antemano, sino algo creado por el hombre,
juega un papel muy imPortante.
Además, en dicha creación, la vida histórica de las nacioner¡
sigue un rnodelo común. Y Vico propone una nueva ciencitt que Ia oépoca de los dioses, es prioritaria en relación
(que da título a su obra) cuyo objetivo es descubrir y expres¿lr las otras dos, y puesto que 1o específico de dicha época es
Ios principios que hacen posible dicha creatividad humanr¡, de pensamiento poético, la poesía y todo lo que la rodea
Con ello, introduce una concepción historicista en la compren' iuiere una imporlancia en la escala de los valores humanos
sión del pasado,lo cual, cie forma tácita,está en contra de toclu no la había tenido antes. Ante las rígidas clasificaciones
inmutabilidad subyacente a cualquier ley, regla o preceplo, 'los géneros, todavía imperantes en su siglo, Vico trata de
Prosigue este autor asegurando que para comprender el modc' rrse las mutaciones históricas de los géneros poéticos a
lo de evol.ución de todas las naciones es necesario estudiar, en ir de su concepción cíclica de las tres épocas de la humani-
primer Lugat,la mitología. ¿Por qué razón? Porque el pensa' , de modo que introdltce en este aspecto cle la teoría de la
miento humano primigenio, la primera manifestación del tura un dinamismo que no tenía precedentes.
intento ds comprender Ia realidad, se caracterizaba por tenct' 'En efecto, la primera época es la del género lírico y dentro de
una forma poética, lo que él califica como universales fantásti'
le género también se distinguen fases, empezando por los
cos (trniv ers ali fant a s t i ci) .
nos religiosos, la poesía mélica de Píndaro y la lír:ica
rada y culta de Horacio. Pero también es la época de la
ía épica, en la que la épica heroica precede a la épica más
C) Ins tres épocas d.elalrumanidady elpensamiento poétic:tt ,rud. (ta de los poetas cultos y filósofos). Y la de la tragedia
En toda evolución histórica hay tres épocas. En principi«r comedia toscas enraizadas en el ditirambo, que más tarde
está la ,répoca de los diosesr, en Ia que se emplea el poder cle la volvería más refinada a partir de la comedia nueva de
imaginación o fantasíapara hacer inteligible el mundo segútt nandro. Lo más importante de este planteamiento, en cuan-
el punto de vista de esos dioses. Esta época da lugar a la a una teoría de los géneros, es que proporciona una base
segunda, llamada ude los héroesr. En ella, la fantasía se utiliza paz deexplicar los géneros de una época y su transformación
paralacreación de instituciones sociales y personajes caractc- otros. Ello eliminaría Ia perplejidad del teórico clasicista
rizadospor sus virtudes heroicas. Estas dos épocas dan paso a te los nuevos géneros de su tiemPo.
una tercera y última, la "de la racionalidad o de los hombresr,
en la que el mundo es explicado en términos conceptuales v
lógicos, y cuya actividad mental está dominada por 1o que Victr ) Filosofia y literatura en Vico
denomina barbarie de la reflexión (bat'barie della riflessione), Y otro aspecto, también muy importante, de dicho plantea-
Tal ciclo formado por la época de los dioses, Ia de los héroes y iento es que lleva aparejada una respuesta a la jerarquía
la de los hombres es un modelo que se repite, antes o después, ¡tónica y aristotélica imperante hasta el mismo siglo XVIII:
en todas las naciones, y forma lo que el mismo Vico llama l¿r que había entre la filosofía y la literatura. De una forma o de
historia ideal eterna. Lógicamente, el hecho de que sea un cicl«r
294 295
Marutel la teoría de la literatura

otra, el platonismo y el aristotelismo habían dado prioricra ideas acerca del lenguaje poético como pritnerlengua-
la fiIosofía por encima de la poesía (y asÍ también la traclie sistema de pensamiento de la humanidad alcanzatá
medieval yclasicista). En cambio, vico invieftelos términosr importancia durante el romanticismo, por ejemplo-en
primer lugar, tanto delde un punto de vista epistemológ 'erá tambi én alcanzan el siglo
XX, por ejemplo en los
como cualitativo, se halla la mentalidad y el lenguaje poét sobre mitología de Claude Lévi-Strauss y Mircea
que son los medios más potentes de explicación de la reall
y, después, en un proceso menguante en el que los dioseg
retiran, apareceráel pensamientc¡ racional, calificado por V
de barbarie. Por tant o,lafierzaepistemológica radicai se hr :hold Ephraim Lessing
en la poesía, y la filosofía y la ciencia (ciertas formas de fi
y ciencia) son versiones deficientes d.e la capacid te
epistemológica poética. sí tuvo una decidida influencia en el gran ambiente
No es extraño que vico hablara de la existencia de ,n& de la Alemania de su época fue Lessine Q729-1781),
sobre todo por su obra Lacoonte: ensayo sobre los
"sabiduría poética" (título del segundo y más extenso libro eli
su ciencia nueva) que se relaciona con una ciencia capaz rlÉ entre la pinturay la poesía (1766). Tampoco se trata de
analizar la narrativa mitológica como un discurso que tiene ru ico que afronte el sistema total de los problemas de la
propia lógica, y cuyo origen es el poder de la imaginación. Le más bien, como indica el título de su principal obra,
principal característica de la literatura, en esta misma dir.ee. sólo determinados aspectos. En relación con esto, es
ción, es el intento de recuperar el mito en las épocas en que óste subrayar que este periodo de la teoría de la literatura se
ha desaparecido. i'iza porque sus autores más importantes no son técni-
txpertos en las dimensiones formales de la obra poética,
,en su mayor parte filósofos y escritores, lo cual se va a
E) Retórica y episternología :ir en la producción de una teoría más metafísica y
ndental (en el sentido platónico y ar:istotélico) que dará
consecuentemente, ello supone algcl revolucionario en et a la orientación de los estudios sobre arte en general.
campo de ia retórica (vico era profesor de retórica en ln n 1759, en lln trabajo llamado Briefe, die neueste Literatur
Universidad de Nápoles), pues si el lenguaje poético es un bnd,Lessing se aparta claramente de la tradición clasicista
lenguaje esencialmónte trópológico o m-itoiógico, entonces, do de relieve dos ideas.
dalo que el lenguaje poético es el lenguaje primigenio y origi.
nal, dado que la fantasÍa está antes que la razón,los tropts y üs
mitos no sirven sólo para adornar el discurso (recuérdese qu§ La reivindicación de ShakesPeare
para el sistema retórico clásico, la retórica entra en el apartaclo
del ornato qlle, a su vez, se encuadra dentro de la elocutio), sino for rrru parte, afirma que los críticos alemanes no deben
que son el medio por excelencia del conocimiento. Dicho de Doner el modelo de teatro francés al drama alemán (es decir,
otro modo: el tropo y el mito son epistemología pura. El modelo de teatro sujeto a las tres unidades), sino el modelo
rechazo platónico de la retórica encuentra aquí irmbié, .rra glés representado por Shakespeare, consejo éste que revolu-
fuerte contestación. el estado del teatro alemán. La elección de Shakespeare
Manuel Asensi Historia de la teoúa de la literatura 297
296

xvII, el modelo de teatro que es capaz de formar y educar los juicios en relación con
no es gratuita. Durante el siglo
cualquier tipo de objeto estético. Y lo más importante: que el
imperante era el representado en España por Lope de Vega' Se
gusto no es un elemento del que el crítico deba extraer unas
trata de un teatro en el que los principios horacianos y reglas, pues es algo que, a pesar de su universalidad, no tiene
aristotélicos, adaptados a una realidad socio-cultural muy
como objetivo pautarla reacción del crítico o lectorante laobra
concreta, priman la acción sobre la palabra y, ante todo, la
poética, sino únicay exclusivamente auto-educarse con respec-
verosimiliiud (la cual afecta, como sabemos, incluso a la
distribución externa de la obra). El modelo de Shakespeare, fo a la apreciación de los diferentes géneros aftÍsticos.
junto con el cervantino, representaban una alternativa a ese i Esta introducción de Ia reacción del lector o espectador ante
planteamiento. bl poema, aunque no nueva, representa uno de los motivos más
erísticos de parte de la teorÍa artÍstica romántica. EI
Enel caso del dramaturgo inglés, ni laacción, nilaverosimi-
sto adquirirá una gran importancia, como veremos en este
litud, ni las unidades de acción, tiernpo y lugar,"hi siquiera la ismo capÍtulo, en la concepción kantiana del arte, y es
fábula, son respetadas de forma estricta. La dimensión psico-
lidario de la invención, ocurrida en Alemania (concretamen-
lógica de los pérsonajes, sus palabras y discursos, s, naturale-
en Ia obra de Alexander Gottlieb Baumgarten, Meditationes
zl, está*.ry por encima de todos esos requerimientos y reglas. ilo s op hic ae ad p o em a p ertinent ib u s (1 7 3 5)),cle una ciencia de
Rey Lear representa, por encima de todo, un conflicto fa'miliar
percepción, del conocimiento sensorial, a la que se denomi-
y perronrl que transgrede y pone a su servicio el lugar de la
Estética. Tanto el gusto como todo lo que afecta a la
ácciOn (desáe la corte cle Lear hasta el campo de batalla), el
ica dependen mayormente de la consideración de un
tiempo (pues vemos cómo los personajes evolucionan a lo largo
ber no intelectual sino más bien
de un tiempo dilatado, y entre una decisión y otra, entre una "perceptivo»; de cualquier
anera, no destinado a la configuración de un sistema de leyes
acción y otr. han pasado años ) y hasta la acción misma (n<r ,éticas. Lo cual afectarátambién al planteamiento de Lessing
cabe dúda de que hay una fábula que todo 1o engloba y cuyo
principal caráiter es Lear, pero esa fábula está llena de digre- bre los géneros poéticos, pues si no aprueb a la mezclá
tuita de éstos, reconoce abiertamente que si un genio es
iio.res en las que el personaje nuclear desaparece y toman el ,az de crear una obra híbrida que agrade y edifique, entonces
mando otros). Por lo demás, tampoco resulta tarea fácil saber'
a poco la corrección y el respeto al canon genérico.
a qué propósito moral obedece esa misma fábula' Y así, no es
ing comenta con ironía que la mula no es ni un caballo ni
difíciliemostrar el conflicto del teatro de Shakespeare con las asno y que, no por ello, deja de ser una de las bestias de carga
reglas clasicistas.
:s úrtiles que existen.

C) El gusto frente a las regkts. ¿os géneros


) La relación entre la poesía y la pintura
Por otra parte, Lessing pone por encima de las reglas y que Horacio propusiera en la Espistola ad pisones la
, Desde
prescripcionls el gusto (Geschruack), y con ello da entrada en
la Ut pictura poiesis, uno de los temas más frecuentados
ia teorá de 1u litáratura a un componente no racional y no r la teoría poética en cuanto a las relaciones de la poesÍa con
sujeto al concepto. En el prólogo de otra de sus obras, ras artes fue precisamente el de Ia analogía existente eritre
Hámburgische Dramaturgie (1767), dice que e1 gttsto es algtr
y pintura. El Laocoonte viene a mediar en este asunto
universJ que se encuentra más allá de las obras particulares, y
298 Manuel Asensi Historia de la teoría de la literatura 299

con el argumento de que la poesía y la pintura, así como otras juntos son lo que Aristóteles denominaba acciones. En
artes, son en cuanto tipos de signcls sustancialmente diferentes. men: la pintura y la escultura son artes en el espacio, la
El punto de partida del libro lo constituye el gmpo escultórico tura es arte en el tiempo. De ello se deduce, además, que el
llamado Laocoonte, rea)izado por Hagesandro, Folidoro y 3 que no represente lo que es propio del tipo de signo que
Atenodoro de Rodas, en el' que se representa al sacerdote plea estará abocado al fracaso.
troyano Laocoonte cuando dos voraces y enormes serpientes le Y no es que la pintura o Ia poesía no puedan imitar ambas
atacan a él y a sus hijos en castigo por haber advertido a los o ct-lerpos. Lo pueden hacer, pero siempre teniendo en
troyanos que no acogieran el caballo de madera. La estatua en ta que la pintura extrae las acciones de los cuerpos,
cuestión había levantado a 1o largo de la historia una polémica ientras que la poesía extrae los cuerpos de las acciones. Está
en torno a lo que trataba de representar, si la expresión de un que el momento representado por el Laocoonte está
grito de dolor horrible o Ia expresión estoica de un suspiro ido y sucedido por otros momentos, y está claro que se
angustioso. , además, de un cuerpo que nos da la sensación de acción,
Partiendo de esta problemática de la representación, que no ro siempre a partir del cuerpo que es su foco. Está claro que
es ni más ni menos sino el problema de la mímesis, el de la Goethe describe un paisaje en las Penas del joven
'erther nos puede dar una sensación de espacio en el que hay
transcripción fiel de la realidad, Lessing llega al problema de la
diferencia entre las distintas artes. Ya Aristóteles había señala- úmenes y cuerpos, pero siempre a partir de una acción que
do que, aunque lo característico de éstas era la mÍmesis, se ina su representación. Con todo esto, Lessing se está
diferenciaban en cuanto al medio de la imitación. Lessing va iendo a una distinción entre signos naturales (los yuxta-
más lejos en su análisis poniendo de relieve cómo el objeto de ) y signos artificiales (los consecutivos). Distinción en la

la imitación depende enteramente del lenguaje que se emplea se concede un valor especial a Io natural (todo lo primitivo
para imitar. Dicho de otro modo: no es sólo que las artes se espontáneo será especialmente val<¡rado, ya lo vimos en Vico,
diferencien desde el punto de vista del medio empleado, sino nte esta época). ¿Quiere ello decir que la poesía tiene un
que, a lavez, esa diferencia de medio implica que los objetos de lor secundario en relación con las artes naturales? Así sería
imitación tienen que sertambién distintos. No se trata, pues, de ii no fuera porque la poesía cuenta entre sus dominios con el
imitar el mismo objeto con diferentes instrumentos. dramático.

En efecto, la pintur:a o la escultura emplean signos dispues-


tos de forma yuxtapuesta (color, textura, material), lo cual ') El género dramático. Su fin moral
quiere decir que el espectador: los puede abarcar con una
mirada (mi ojo abarca, aunque c<¡n diferente intensidad, tanto Según Lessing, el lenguaje empleado en los dramas es
la boca de Laocoonte como sus piernas y sus br:azos). Ello ural porque es recitado en la escena por un cuerpo, el del
significa que tal tipo de signo sólo puede reproducir conjuntos naje, compuesto de gestos y acciones. En este sentido,
cuyas partes existen yuxtapuestas. Tales conjuntos, dice Lessing, rece darprioridad, dentro de la poesía, a este género, el cual
son los cuerpos. En cambio, la poesía utiliza signos consecuti- practicado por él mismo y sobre el que escribió y polemizó
vos (el lenguaje), lineales, de forma que el lector sólo capta un bundantemente. De cualquier manera, Lessing sigue todavía
conjunto en tiempos distintos. Por tanto, el signo consecutiv<¡ tradición aristotélica en su interpretación de la tragedia,
sólo puede imitar conjuntos o e]ementos consecutivos. Dichos pues el fin de ésta, según dice, es estrictamente moral. En
300 lúan.uel Asensi de la teoúa de la literatura 301

17. EI
efecto, la purgación de la piedad y el temor la ve Lessing "Sturm und Drang»
destinada a producir una especie de ataraxia o término medio
pasional. Para ello interpr:eta tales términos aristotélicos del Introducción
siguiente modo: el temor que experimentamos cuando asisti- I as fechas comprendidas entre 1760 y principios d.e 1770
mos a una tragedia se debe a que nos identificamos con lo que ialan la emergencia de un movimiento literaiio y teórico-
le sucede al personaje. Un padre puede sentirse atemorizado rario conocido con el nombre de «Sturm und Dr:ang". En él
cuando ve lo que le sucede a Lear porque cree que le puede inició la experiencia de nllevos tipos de discurso tanto
suceder lo mismo con sus hiios. Lo que esa identificación como teóricos y filosóficos que desembocaría en el
significa, en realidad, es que nosotros sentimos compasión, lismo filosófico alemán. Si Lessing había representado un
piedad, por Lear. ido intento de liberarse del lastre clasicista sin conseguirlo
Y esa compasión y ese temor ¿a qué fin estánflestinados en todo, ahora, los componentes de este movimiento révolu-
la tragedia? A purgar, asegura Lessing, los excesos y los defec- nan el panorama al romper, al menos en parte, con los
tos. Los excesos y los defectos pasionales, se entiende, La ulados aristotélico-horacianos. El grupo de intelectuales
tragedia al'uda a que alcancemos la moderación en las pasio- formaba ese movimiento era el siguiente: Johann Georg
r1es, pues no es conveniente ni sentir mucho ni sentirpoco. Por mann ( 1 73 0- 1 7 8 8), Heinrich Wilhelm von Gestenbe rg (17 37 -
tanto, el fin último de la tragedia es moral. Puede observarse !3), Jakob Michael Reinhold Lenz(1751-1792),y sobre todo
aquí cómo Lessing se muestra fiel a la más ortodoxa tradición nn Gottfired von Herder (1744-1503), a los que le siguen
clasicista: la poesía aspira a perfeccionarnos, a hacernos mejo- poco más adelante Johann Wolfgang von Goethe (1749-
res. Se consigue ello, además, porque la tragedia, a pesar de los ) y Friedrich Schiller (1759-1805). Estos dos últimos
horrores que muestra, da a entender que existe un orden lógico serán tratados apar:te.
y racional gobernado por Dios.
En conclusión, Lessing supone en el proceso de descompo- La.s príncipales ideas teórico-literarias del
"S¡7¿yy4 un¿
sición del sistema clasicista la apertura de Ia posibilidad dr.r Drango
dicha descomposición. No es tan radical como Vico en algunos
puntos, acepta la premisa de la concepción mimética de Ia Buena parte del lenguaje empleado por estos autores es
poesía y el arte, la del fin moral de la tragedia y la de que éstir vía el de la tradición precedente. AsÍ, por: ejemplo, a la hora
revela un orden divino, pero reivindica un modelo distinto de ivindicarunos modelos literarios distintos, algunos de los
teatro, establece el criterio del gusto por encima de las reglas, ponentes del grupo, como Gerstenberd,lo hacen en nom-
aboga por Lrn determinado hibridismo en cuanto a los génenrs de la metáfora del organismo, de una estructuración de los
y deshace la confusión de siglos entre la poesía y la pinturu con un principio, un medio y un final, o de la propor-
mediante un análisis en términos semióticos bastante model', No obstante, el discurso teórico poético recibe la inyec-
no. de un lenguaje nuevo que marca verdaderamente la
sición hacia el romanticismo fragmentarista e idealista de
Schlegel, Jean Paul, Novalis, Schelling, Hegel, etc. y es en
lenguaje en el que nos vamos a centrar ahára.
302 Marutel Asensi Historia de la teoría de la literatura 303

pspÍritu que la guía. El


i) Unos modelos literarios diferentes "genio», ese concepto tan importante en
la tradición romántica que llega hasta nuestros días, hace su
El primer hecho determinante del cambio lo constituye la i¡mpción en la escena de la teoría del arte y de la filosofía en este
.orr*r.ión de una tendencia que ya había comenzado en Erupo de artistas. Naturalmente, al hablar del genio personal o
Lessing, es decir, la elección de unos modelos literarios diferen- nacional se está introduciendo una perspectirra histórica y una
tes. SJconsolida la reivindicación de Shakespeare y empieza concepción de la historia qlle, como veremos, es clave para la
asimismo la de Cer-vantes, ]a de la poesía primitiva nórdica (los fnodernidad. Hasta el punto de que se puede afirmar que es en
Eddas),la de Spenser, la de la poesía oriental, la de Ia poesía os momentos históricos cuando nace la historiografía como
popular. La presencia de Cervantes y Shakespeare es un indicio sciplina académica.
de algo muy importante, ya que se trata de dos autores cuyos De esta manera, las diferentes versiones del horaciano
textos literarios son la consecuencia directa de aqgellos nuevos aut delectare» d¿¡1paso a consideraciones que to-
«géneros» que la poética clasicista había tenido dificultades an en cuenta la experiencia radical, a veces religiosa (como en
para explicar y que, de alguna manera, ocupaban una posición caso de Hamann) y angustiosa que supone el encuentro con
marginal o derivada en relación con los géneros canónicos. La obra poética. Como dirá Herder, lo importante es vivir según
,urinde ello era básicamente que no cuadraban con la clase de espíritu del autor. En definitiva, para bastantes de los
preceptos y esquemas aristotélico-horacianos. Lo cual se re- iembros del
suelve ahora en la necesidad de encontrar un nuevo le¡guaje v "Sturm und Drang, los efectos potenciales de la
están vinculados al complejo proceso dialéctico de
unos nuevos criterios para dar cuenta de esos textos. bio cultural que engloba la historia, el lenguaje y la con-
La mención en este contexto de Cervantes reviste Llna espe- ia, y no a una moralización pragmática o al deleite.
cial importancia porque supone la rehabilitación, que a partit'
de ahoia será definitiva, de la novela, Ia cual, como ha sid«r
señalado por los estudiosos del tema, mantiene una relación ) Poesía y expresión
conflictivá con el resto de los géneros. En definitiva, a partir dc
rI.a idea de que la literatura expresa el espíritu del hombre, de
ahora la novela pasaráa tener una posición privilegiada. .nación o de la época, afecta directamente a la concepción
de la naturaleza de la poesía. Se sigue hablando de
ímesisr,, pero hay una tendencia progresiva a sustituirla por
ii) La poesía como experiencia radical cepto de «expresión". Hayocasiones, sin embargo, en que
En segundo lugar, se observa la tendencia a prescindir de lu forma clara y rotunda (como sucede en Herder) se reprueba
dimensién moral en las reflexiones acerca de la función de la noción clásica. iQué imita la poesía? Se pregunta Herder,
literatura y a sustituirla por criterios más espiritualistas. P<ll' de: la poesía no imita la naturaleza sino la creatividad
ejemplo, la oposición a Aristóteles es manifiesta en el rechazt¡ ina. Pero ¿a qué se debe ese desplazamiento desde la mímesis
de Ia idea de catarsis como fin último de la poesía. Al juzgar u expresión a la hora de concebir la naturaleza de la poesía?
Shakespeare o la poesía de corte popular, se percibe que se eslñ el momento en que se pone el énfasis en la idea del
concibi,endo la función de la poesía como una expresión derl íritu como algo superior a todo, la poesía ya no puede seguir
genio personal, nacional, o de la época. Si el lector desrt¿t iendo vasallaje a la naturaleza, o por lo menos ya no puede
áxperimentar esa grandeza genial debe identificarse con cJ o del mismo modo. Lapoesíayano puede dependerdeun
304 Manuel Asensi de la teoría de la literatura 305
"llktoria

mundo exterior al que todo se subordina, sino de un mundo iv) El genio, fuente de la inspiración
interior dominante. Si la poesía consiste en reproducir la La introducción de la idea del ogenio» supone una crisis
naturaleza ¿dónde queda el espíritu del hombre, de la nación,
de la época? Como mucho,la poesía representará la forma en {:especto al pensamiento clasicista sobre las fuentes cle la
ireación. En efecto, ya no se trata de inspiración divina o de
que un hombre, un a n ación o una época contemplan e interpre-
gonocimiento de las reglas, se trata de que hay deter:minados
tan el mundo y la naturaleza.
tindividuos (pueblos o épocas) que poseen, de forma intuitiva y
F.n algunos casos, el espiritualismo conduce a una recupera-
ipatural, el don de la creación, el cual les permite escribii
ción de planteamientos característicos de la Edad Media (el Erandes obras. Y este don no se origina ni en la musa que
Romanticismo, como se sabe, reivindica en algunas de sus inspira, ni en el precepto que enseña cómo se debe escribir, sino
fases el medievo). Hamann, por eiemplo, entiende que el ien una determinada configuración del espíritu del hombre
mundo es el lenguaje a través del que habla Dios y'Que la poesía inismo, quien gracias a ello puecle crearuna obra de arte. para
es la omímesis, de ese lenguaje. Pero aunque está empleando ',la concepción clásica , la razón de que Sófocles escriba unas
el concepto de nmímesis,r, 1o hace para referirse no a una tfagedias de tan alta calidad se encuentra fuera de él mismo: o
imitación de la naturalezasino del lenguaje divino, o dicho de bien en los dioses, o bien en las reglas. para la concepcién que
otra manera: tanto el mundo como la poesía son alegorÍas del §e inaugura ahora, la causa de que Sófocles escriba unas obras
lenguaje divino. Lo cual, en la versión de Hamann, excluye todo impactantes se halla en el mismo Sófocles, en su capacidad
lo que tiene que ver con la verosimilitud y el decoro. De ial deproducirunostipospsicoJógicos como el de Eáipo, un
cualquier manera, en las obras del nsturm und Drang» se hace undo como el de la relación entre divinos y mortales, etc.
vacilar la idea de que la naturaleza de la poesía estriba en su Por supuesto, el « gen i o » está más próximo de la idea platón ica
carácher mimético y se sustituye por la de que consiste en la
la inspiración divina que del eclecticismo horaciano, pero de
expresión del espíritu. quien sí se encuentra verdaderamente próximo es de Longino
Ello va a tener una consecuencia fundamental: puesto que se 5r de su idea de lo sublime, por lo menos de una determinada
subraya el papel dominante del espÍritu, lo más importante lnterpretación que los románticos hicieron de ese concepto. En
dejará de ser el escribir según los modelos clásicos, según reglas [il contexto de la teorÍa del genio se discutirá, por ejempio, si el
de estilo codificadas. Lo más importante será, en estos momen- nio está dotado derazóno si únicamente es intuitivo, pero lo
tos, la afirmación de la individualidad (personal, colectiva o es que tal teoría se instalará dentro de la moderna
histórica), del estilo como algo diferenciador, de la obra poética ión del arte y de la literatura para prácticamente no
como novedad y originalidad. Si a un clásico le importaba ir ya de ella en lo sucesivo.
escribir como Virgilio o Petrarca, a un autor familiarizado o
próximo a las ideas clel osturm und Drang» le importa diferen-
ciarse de ellos y, como mucho, parecerse en su capacidad 't18. Johann Gottfried Herder
creadora. No cabe duda, pues, de que la reivindicación de la
diferencia y de la innovación pone necesariamente en crisis el A) Auto-conciencia y espíritu
concepto de imitación en su sentido clásico. Teniendo en cuenta que Goethe y Schiller forman un grupo
áparte, el autor más sóbresalientá de los componentes del
de la teorfa de la literaturet 307
306 Manuel Ase'úfll

«Sturm und Drang» es posiblemente Herder (1744-1803),.y 116 tica moderna que será decisiva en una línea que
sólo por sí mismo sino por la gran influencia que ejerciCr en de Friedrich Schleiermacher (17ó8-1834) y llega en el
figuras tan importantes como el mismo Goethe o los hermittto¡ XX hasta MartÍn Heidegger y Hans-Georg Gadamer.
Schlegel. La mayor parle de las ideas expuestas en el antet'it¡f considerarse igualmente decisiva para el nacimiento de
apar:tado se hallan sólidamente expresadas en su obra, de en lt€ teoría de la literatura moderna y contemporánea cuyo
la que sobresalen los Fragmente tiber die neuere deuf.sclté de referencia es su carácter descriptivo.
Litteratur de 1767 (Fragmentos sobre literatura alemana motl(t* que la crítica comprensiva persigue es entrar en un
na),los KritischeW(ilder de 1769 (Bosques críticos),y Über den de empatía e identificación con el autor de una obra
[Jrsprung der Spractrte de 1772 (Sobre el origen del lenguaie). lt,l iante mecanismos intuitivos que no son racionales. Al
punto de parlida de los planteamientos de Herder pucllg ficarse con el autor, lo que el crítico está haciendo es
resumirse del siguiente modo: existe una auto-conciencia y tttl trarse con, y poseer, el espíritu de aquél, espíritu que,
espíritu histórico que es el valor más alto de la humanidad y c«rtt hemos dicho hace un momento, es el valor más alto de la
el que es necesario entrar en contacto de una forma u otra. ll'ul idad. Ello implica que el crítico debe dar los mismos
espiritualidad, tal conciencia de lo que somos (auto-concictt- que dio el autor pero en sentido inverso, que debe remitirse
cia), es revelada de manera poderosa por determinados hont- orígenes mismos de Ia obra, y hacerlo a través de un acto de
bres, naciones o época geniales en el arte y en el lenguaje, y inación de su alma. Ahora bien, si esta,concepción de la labor
especialmente en la poesía. Vemos aquí fundada una nuevt es una revolución de la críticapoéticamisma, también lo
concepción de la subjetividad humana que se irá desarrollanckl al papel del crítico, pues si éste debe vivir en el espíritu
a Io largo del siglo XIX. del autor, entonces el crítico no puede ser sino el gemelo
doble de ese autor. De forma que como el autor es genial, el
también 1o es. Para comprender lo que Shakespeare
B) Una crítíccl comprensiva en Lear o en Macbeth, hace falta ser el ,doble de
. Para comprender lo que el espíritu de Cervantes
En consecuencia, Herder afirma que la labor de la crítica no
itó en el Quijote, es necesario ser el gemelo de Cervantes.
es juzgar: si una obra poética es buena o mala según unos
determinados preceptos, ni tampoco formar el gusto en cl Y en esta historia de la teoría de Ia literatura no podemos
sentido de Lessing, sino comprender y explicar la obra poética r de señalar, ypedimos disculpas porello, la absurda crítica
o afiística en general como medio que encarna Ia auto-concien- ya hace mucho tiempo un crítico de tanta valía y talla
cia espiritual de un individuo o de una colectividad. El análisis lectual como René Wellek (con el consentimiento de mu-
de un texto lírico, por ejemplo, se hará viendo de qué modo l<¡s críticos de aquellos momentos y otros posteriores) vertió
elementos formales como la métrica,los giros lingüísticos, lers re este planteamiento acusándolo de ser el germen nde
imágenes, el ritmo y el sonido expresan dicha auto-concienci¿t. de lo malo que ha habido en la crítica después de
Esta manera de entender la crítica es extraordinariamentc er, (en Historia de la crítica modema (175A-1950). La
moderna y su influencia y alcance es sólo comparable a la dc mitad del siglo XvIil, Madrid, Gredos, 1969, p. 214) y
Platón y Aristóteles. En efecto, lo crucial de este argumento es muestra un ceguera y un consevadurismo policial verdade-
que rompe conuna determinada concepción de la crítica como preocupante en un estudio serio y riguroso de la teoría
actividad juzgadora y marca el tránsito a una concepción la literatura.
308 Mttnuel Asettsl de la teoría de la literaturct 309

C) Valoracíón suprema de la lírica Herder. Éste tematiza la problemática de la historja literaria


ncia lo que a su entender debe realizar dicha historia de
Demos otro paso más respecto a las deducciones que Hercle t' liter:atura: el crítico debe conocer el ambiente global de los
extrae de su planteamiento inicial. Dado que el espíritu sc' itores si quiere comprenderlos profundamente. El propio
encarna de forma privilegiada en el arte, eso quiere decir: que llevó a cabo cantidad de estudios históricos tanto
éste es lo que se halla más cerca dei alma del autor. Pero ac¡ttl ísticos como literarios.
es necesario establecer una diferencia entre los distintos tipos
La principal consecuencia de ese método histórico es que
de arte, pues, dice Herder, mientras la pintura se corresponclc
za cualquier abstracción o clasificación de los géneros,
con el sentido de la vista, la música con el del oído y la escultut'tt
es precisamente la historicidad lo que convierte a toda
con el del tacto, la poesía no corresponde sino a la imaginaci(ttt
poética en una obra única y diferente de todas las demás.
que está lejos de ser un sentido y, en cambio,",es una de l¿ts
ello, no se puede hablar de "1¡¿gg¿ia" y englobar bajo ese
dimensiones del espíritu.
breElrey Leary Edipo rey,pves Shakespeare y Sófocles son
Esta idea, que será desarrollada más tarde por Hegel, prestt- de dos climas espiritual y materialmente diferentes. Es
pone que la poesÍa, y en especial la lírica, es un arte privilegiardo mismo 1o que explica que Herder utilice el término olÍrica»
por sLr cercanía con la intimidad anímica. Y significa, ademíts, referirse tanto a Sófoclés como a la lírica de raigambre
que la poesía no es un objeto acabado (ergon), sino putrr lar. Lo lírico no designa un género poético sino Io más
proceso (energeia), pues el espíritu es constante movimiento ial del lenguaje, el lenguaje mismo, el espíritu mismo en
(idea de la que Friedrich Schlegei sabrá sacar muy buen manifestación directa.
partido). Esta valoración suprema de la lírica va acompañaclu
de la creencia según la cual la poesía que mejor encarn¿r el
espíritu de un hombre, de una nación o de una época, es lu El lenguaje y la conciencia
poesíapopular, ya que en lo espontáneo se revela el alma de unu
forma más potente. Claro está que lo que Herder entiende pot' Ese lenguaje que es manifestación directa del espíritu tiene,
lírica es bastante amplio, pues consideraba como lirismo puro, , en Herder, una gr:an importancia, la cual se explica por
como canto puro, las tragedias de Sóf<¡cles. razones. La primera es que la crítica comprensiva de la que
os hablado en el punto B de este apartado no sería posible
el lenguaje. Comprender, interpretar a un autor sólo puede
D) El método histórico. Los gúrcros a condición de disponer de un medio a través del que
de comprensión y explicación se desarrolle. Y ese medio
La crítica comprensiva, la identificación con el autor de un¡t el lenguaje. Ahora bien, cuando Herder habla de la identifi-
obra poética, exige que el crÍtico se coloque en el lugar de dichtl ión con un autor no se refiere sólo al autor que ha escrito en
autor, y para ello es necesario que tenga un extraordinaritl estra propia lengua, en alemán, valenciano, chino o inglés,
conocimiento de las condiciones materiales y espirituales ett al que lo ha hecho en una lengua diferente. En ese caso, la
las que vivió. Es decir, la crítica comprensiva es una crític¿t bor interpretativa es todavía más ardua si cabe, aunque
histórica. Antes decíamos que el movimiento del "Sturm untl r da a entender que tanto en el interior de una misma
Drang, fundó la historiografía como disciplina. Pues bictt, como entre lenguas se trata del mismo modelo de
'lengua
dentro del "Sturm und Drang" el fundador de lahistoriogral'fn comprensión.
310 de h teoría de la literatura 311
Man.uel Asensl

Dicho planteamientóconduce a pensar que el escritor en ¡.r.ri , pues, que en esta manera deverlas cosas, lapoesíatieneun-
propia lengua o en una lengua diferente es, siempre y en extraordinario: el conocimiento. El silogismo es patente: el
cualquier caso, un «otro» para mí, algo o alguien distinto dá nr l, je es el medio de interpretación por excelencia (primera
y es esa distancia entre él y yo lo que hace necesaria l¿r isa), lo más genuino del lenguaie está representado por la
interpretación. claro que al háblar del notro, como argo , , el mito y la metáfora (segunda pr:emisa). Conclusión: los
alguien que se expresa en una lengua distinta de ra mía, estoy geniales como Homero, Sófocles, Dante, Cervantes y
hablando al mismo tiempo de otra cultura distinta de la mía. y han aportado más conocimiento que todos los
es en este punto donde Herder introduce un relativismo cultu- y Leibniziuntos. El anti-platonismo de Herder, el anti-
ral, pues cada cultura tiene sus propias virludes y valores y ncr elismo, salta a la üsta. EI genio, por tanto, no puede ser algo
debe ser juzgadapor los modelos de otras culturás. En conclu- intuitivo y salvaje, el genio es la totalidad de imagina-
sión: la única posibilidad verdadera de que se dé un contacto , intuición y raz6n, y por eso es que el mito y el conocimiento
entre hombres o culturas depende de nuestra capacidad para a la par. Nos hallamos ante una concepción del genio que no
identificarnos con el otro en sus propios términos, en su propi<r incide completamente con las diferentes teorías del genio que
lenguaje, dejando el nuestro de lado por el momento. y tod, desarrollarán a lo largo del Romanticismo.
ello quiere decir que la interpretación es una activiclad cultural
Esta manera de entender la poesía y el papel que juega el
esencial en la que el lenguaje tiene un papel primordial.
guaje en Ia interpretación cultural no obstapara gue Herder
Lo que se acaba de explicar viene a poner de relieve que sin un fer'viente patriotismo alemán. Su punto de partida es
lenguaje no hay conocimiento, pues lo que permite éste es el que: la comprensión no debe dirigirse sólo hacia ot¡:os autores
algo se encame en una forma lingüística deierminada. No puede otras lenguas, sino también hacia el pasado de un hombre o
conocerse aquello que no tiene forma, aquello que no es ienguaje. na nación. Volverse hacia el pasado es acudira lo más propio,
Porconsiguiente, el desarrollo del lenguaje está unido al desarro- nllestras características y especificidades, a lo que convierte
llo de la conciencia en el sentido de que el lenguaje es el mediador Io español en español y a lo alemán en alemán. Herder
entre el mundo de los sentidos y el mundo de la imaginación. 'lamenta que el pueblo alemán, a diferencia del inglés, no haya
La segunda razón por la que el lenguaje tiene una gran ,potenciado, por diferentes causas, esa especificidad alemana,
importancia en Herderestá íntimamente vinculada a ra prime- le incita a los alemanes a hacerlo, máxime cuando de t<¡das las
ra. Para el escritor alenrán, en los albores de ra humanidad la il.rg,rur el alemán, que no proviene ni del latín ni delamezcla
identificación de lenguaje y poesía es absoluta. El grito fue ,del latín y el germánico, es la lengua más genuinamente
convertido por la razón en signo, es decir, en fábula, en mito, original. De ahí a argumentar que la poesÍa a]emana es superior
en metáfora. Como Vico, Herder pafte dei hecho de que el a todas las otras poesías hay un sólo paso.
primer:lenguaje es el poético y de que el lenguaje, no-poético no
es más que una derivación de aquéI. También como Vico, 119. Johann Wolfgang Goethe
Herder saca como conclusión que Ios tropos y las figuras (la
retórica) no son simples adornos del lenguaje sino medios A) Introducción. Entre clasicismo y romanticismo
fundamentales del conocimiento. La analogía, dice Herder, es Goethe forma parte de lo que históricamente se denomina
el único modo de llegar hasta las cosas, yrecuérdese que la Clasicismo de Weimar. Al igual que sucede con la mayor parte
analogía es precisamente lo que define a tocla metáfora. Está de los escritores de este periodo de la teoría poética, no es Ltn
de la teoría de la literatura 313
3t2 Manuel Ax,ttrl

tratadista sistemático con una o varias obras dedicacla§ representa rrerdaderamente es la expresión del espír:itu del
específicamente a la poesía. En su caso, sin embargo, ese heclte )y rechazala actividad teórica por interferir en Ia esencia
se agudiza. Para rastrear sus argumentos teóricos hay que acr"rclll' experiencia poética, es decir, en el goce. Sin embargo, lo
a sus novelas (por ejemplo, a la discusión sobre Hamlet en el notable de sus planteamientos comienza en la segunda
Wilhelm Mebter), a ensayos'sueltos (corno el escrito junto c«l¡ con la formulación de la teoría de ios géneros. Su punto
Schiller en 1 797 u Sobre la poesía épica y dramática" o las oNt¡l ¿rÉ partida es que existe una afinidad entre la naturaleza y el
y ensayos sobre el diván Este-Oeste" de 1819), a recopilacioner , no porque el arte imite la naturaleza especularmente, sino

fragmentarias (como es el caso de las Máximas y reflexiones tle ambos están sujetos a principios orgánico-biológicos.
1822), a su correspondencia con Schiller (publicada por Enrll arte imita algo de la naturaleza, esprecisamente sus leyes
Staiger en 19ó6 con el tÍtul<¡ de Der Briefwechsel zwischen Schilbr rales. Así, cuando Goethe habla de los géneros poéticos
und Goethe), a escdtos publicados en su revista Propylaea enlrc ta a éstos no como entidades abstractas o históricas, sino
1798 y 1800, o a su autobiografía Dichtun.g undWarlrcit. especies biológicas a las que denomina oformas natura-
de poesÍa" (Naturformen der Dichtung).
Sus ideas, como veremos bastante cambiantes, se organizan u
en torno a tres etapas: una primera anterior a 1,798 en la quc lrt Según esta concepción, sólo existen tres géneros genuinos
influencia de Herder es muy grande, una segunda iniciada cn rales) del mismo modo que en lateoría del color de Goethe
1 798 con su viaje a ltalia y que representa la «\,uelta» de Goet lrt
isten tres colores genuinos (el púrpura, el amarillo y el azul).
a planteamientos neoclásicos y naturalistas, y una terceru, géneros son: la épica, que es básicamente narrativa; la
iica, que expresa la emoción entusiástica, y el drama en el que
enmarcada por el retorno en 1799 a su ciudad natal, Frankfu r'l ,
y consider:ada por los historiadores de la crítica (especialmen te actúa personalmente. La comparación de la teoría goethiana
por René Wellek, en la obra citada en este capítulo, pp.233-2611 los géneros con su teoría del color es algo más que una
como la de mayor madurez en la expresión de sus ideas teóric¿rs, paración. Goethe ilustra esta última mediante un círculo
A nuestros efectos, lo más importante es señalar dos hechos. lil en su interior contiene un triángulo equilátero cuyos
primero es que Goethe es un buen representante de 1o que es lu están ocupados por los tres colores enumerados:
etapa de transición entre el clasicismo y el romanticismo con
ideas que oscilan entre una y otra tendencia sin identificarse ni púrpura
con una ni con la otra; y el segundo es que Goethe proporciona ir
lateoríade la literatura unas orientaciones que serán asimiladas
y desarrolladas por los teóricos del futuro.

B) Teoría de los gémeros


Como hemos dicho, la influencia de Herder en Goethe es
decisiva, sobre todo en la primera etapa de sus ideas. En dich¿r
fase coloca por encima de todo el modelo poético-dramático
representado por Hornero, Sófocles y Shakespeare; consicleru verde
el estilo como algo que está por encima de la imitación (pues l«r
315
314 Manuel A,
de la te<¡ría de la literutura

Pues bien, Goethe sugiere que ese mismo círculo ado por é1y por Schiller ("Sobre la poesía épicay dramá-
y Ia
ilustrar también los tres géneros poéticos: ) establece una diferencia rígida entre la poesía épica
tica. El tiempo de la épica es el pasado, el del drama el
épica .te; la épica.rp."tu actividad, el drama sufrimiento; Ia
presenta unos personajes que par:ticipan en acciones
is, el drama presenta unos personajes cuya vivencia es el
licto psicológico interrro; la épica se desarrolla mediante
reprásentación rapsódica (recitada por un rapsoda), el
a mediante una mimética. El clasicismo de esta exposi-
se observa, además, en que es claramente heredera de la
.ción platónica y aristotélica, si bien Ia analogía biológico-
ral iniroduce Lln matizdinámico, ajeno a esas dos tradicio-
que es lo más original de Goethe en cuanto a la apor:tación
teoría de los géneros.

Y si, como vemos en el gráfico, el círculo del colorprevé ott'rt ,El fin del arte cotvlo fin en sí mismo
triángulo equilatero inverlido y superpuesto sobre el primetrt
para dar cuenta de lo que serían los resultados de combinar clt' De hecho, la actitud de Goethe no es totalmente clasicista,
dos en dos los colores básicos, también el círculo de los génel'os al afrontar el problema de la función del arte, concreta-
poéticos contempla esa posibilidad con el fin de dar cuenta cle rte de latragedia, se muestra absolutamente anti-aristotélico.
lo que serían las formas resultantes de las combinaciones de las ntras estai tradiciones veÍan en la moralidad el objetivo
distintas formas genéricas. Lógicamente, llegar:ía un momento mordial de la poesía, mientras ello exigía que el artista
.iera en cuenta los deseos y las características del público a
histórico en que los tres géneros, como los tres colores, coinci-
dirían revelando la poesía más genuina y original de la quer hora de escribir, G<¡ethe rechaza completamente esa d<¡ble
surgió el resto. Pero la analogía natural de los géneros no es sól<r uposición. Ni tiene la poes ía por qu é mor alizar, n i ti ene por
respecto al color sino también respecto a las plantas, pues, tener en cuenta al público. Para eso ya está el púlpito y el
que
según Goethe, las formas poéticas crecen, se desarr<¡llan y se , concluye Goethe. En consecuencia, rechazatodo lo
estructuran como un organismo vegetal, nutriéndose de ele- aalacaiarsis aristotélica. Elfin del arte está contenido en
mentos externos y creciendo segúrn una lógica vital propia, mismo y su propósito último es la representación, la expre-
alcanzando un clímax y llegando a un estaclo de decadencia. in de loi grandes ideales espirituales. Otra cosa distinta es
ique las y la moralidad se desprendan de la obra de
Ello viene a poner de relieve el carácter orgánico-natural de su "rrr"áur,,rus
teoría poética, 1o cual será otro tópico de la teoría romántica. a],1", lo cual es elogiable, pero no en calidad de objetivo
principal. Pero ello de ninguna manera debe significar que el
De cualquier manera, 1o que descubre este planteamiento es ártista haya cedido a los gustos y deseos del público. Con esto,
que Goethe está oficiando desde una óptica clasicista, sobre Goethe es1á poniendo de manifiesto una actitud que dominará
todo debido a que esa división natural tripartita tiene preten- en buena parte de la revolución poética del siglo XIX'
sión de validez universal y transhistórica. En otro trabajo,
317
de la teoría de la literatura
31ó Manuel Asett

stenemos una alegoría (esto sucede, por ejernplo, en las


D) Símbolo y alegoría
de animales en las que los diálogos de éstos sólo tienen
La diferencia que Goethe estableció entre osímbolo, y ntt ia en tanto remiten a 1o que al lector, como humano,
goría, ha llegado hasta nuestros días a través de F. Schlc ).
Friedrich Schelling, y Samuel Taylor Coleridge, y ello habla
su importancia. Con anterioridad, y procedente de la lrclad
Media, dichos térl¡inos se empleaban prácticamente de for'n& literatura universal
indistinta. Goethe los distingue afirmando que en el símbokt rg tinuando el interés del osturm und Drang» por las
produce una coincidelrcia de sujeto y objeto, de la represenlRr
distintas de la alemana y' en especial, por el Oriente,
ción y 1o representado, de lo particular y universal, mientt'tl¡ formula su teoría delaweltliteratur (literatura univer-
que en la alegoría todos esos elementos están disociados: en ttllB
La literatura de un país y de una lengua, dice esta teoría'
la representación es sólo un ejemplo de lo representado y enlt'€
r:otaríasi no entrara en contacto con otras literaturas de
esos dos planos no hay coincidencia; lo particular se refiel'e B
ylenguas diferentes. Eso es algo que sepuede comprobar
lo universal pero no coincide con é1. Esta separación corrc el
ilumJ.rt., pero a lavez debe ser Llna propuesta para el
riesgo de que el lector o espectador no sepa comprenclt'l' . La literaiura universal es un proceso evolutivo a través
:

exactamente de qué está hablando la alegoría. Sin embarg<.r, cll


ue distintas literaturas nacionales se unirán gradualmente
el símbolo se aprecia con transparencia aquello que este pre. r gran síntesis mediante encuentros entre ellas y acciones
tende transmitir. nés. Ello servirá para que los escritores vean más allá de
Para entender bien esta diferencia hay que partir de utta tienen a su alrededor, para que eviten la arrogancia
premisa que es la base de todo sistema artístico y significativol y para que se den soporte y se corrijan mutuamente' EI
en cualquier tipo de representación se encuentra el olrjclo á" C""tlr" por esta idea se vio reflejado en la gran
representado (por ejemplo, un escritor quiere representar ltt dad que desarrolló como traductor.
virtud siendo seducida por el vicio) y el medio de la represctt"
tación (debe hacerlo a través de un poema lírico, una pintut'tt,
un drama, etc.). Goethe piensa, siguiendo una tradición que se rítica destructiva y crítica cotxstructiva
remonta a los griegos, que el medio de la representación (lt¡
Si esta noción de literatura universal está próxima a la lÍnea
particular) debe estar al servicio de la idea representada (ltl i:pensamiento del «Sturm und Drang», también lo está su
universal) y dejar que ésta aparezcaen todo su esplendor. Asf,
nceoción de la crítica en la que se observa de nuevo su actitud
cuando un escritor compone un drama en el que personajcs,
iclasicista. Goethe ve con claridad que el tipo de crítica de
lenguaje, ambiente, etc., contienen y (<sol't» la virtud de formit qrre
que la representación dramática adquiere interés precisamen' ,poéticas prescriptiv¿5 es «destructiva» por cuanto más
te por transportar en sÍ misma esa idea de virtud asecliada p«rt'
po.tu.t" Ia obra poética de un autor le interesan las reglas
ativas. En el cáso de que una obra poética sea considerada
el vicio, entonces tenemos un símbolo (sería el cas<¡ de El gratt
omala, por el crítico normativo, porque no se ajusta a las
teatro del mundo de Calderón, o el de las Penas deliopenWet"ther
as, es ev-idente que éste le está faltando aI respeto y no
del propio Goethe). Mientras que si un escritor decide poncl'
iendo a lo que esá obra aporta,a 1o que tiene de particular
sólo un ejemplo de situación virtuosa cuyo valor en sí misrno c¡s
nulo porque se limitaa hablar de lavirtud asediadapor el vicio,
de la teor{a de la kterutura 319
318 Manttel Asensi

En cambio, hay una «crítica constructiva» que mira sobre Ljeto aunaposición en la queya no podía serconsiderado algo
todo cuál era la intención del autor a la hora de escribir su obra, ndario y contingente, casi irrelevante, pues, para el conte-
y que se pregunta hasta qué punto ha logrado sus objetivos. Si ido de la filosofía y de la teoría poética. Dicho de forma
la crítica constructiva decide que no 1o ha conseguido, sus illa: Descartes desplaza el centro de gravedad de la ciencia
indicaciones le servirán en el ftituro al autor criticado. Alavez, la filosofía desde el objeto de conocimiento al sujeto. A través
la crítica constructiva puede llevarse a cabo mediante dos vías: una estrategia narrativa propia de la ficción, como es el
o bien mediante Ia «crítica productiva» Qüe utilizando la rso de la autobiografía y del yo histór:ico y empírico,
empatía y la adivinación busca encontrar al autor en su obra, rtes, sobre todo en el Discursc¡ del ntétodo (1637), presen-
o bien mediante una ncrítica genética» que pretende interpre- el cogito (el hecho y la conciencia de que yo pienso) como
tar las obras poéticas alaluz de sus contextos históricos. nplo de pensamiento metódico, como origen y fundamento
la posibilidad del conocimiento y como principio auto-
ivo por excelencia. Ello supone un cambio cualitativo en
anto a Ia concepción del papel de la mente que, de ser pasivo,
ser activo. En el plano de la teorÍa poética ello debe
§ 26. Loret¡olución estética de finales del siglo mryil ucirse necesariamente en que eI centro de interés ya no
tará tanto en el mundo como en el sujeto. Y entonces, el
120. Los antecedentes: Descartes y Rousseau
ncipio mimético pasa a resentirse tal y como hemos visto en
A) Introduccíón apartados dedicados al «Sturm und Drangr.

Cuando se afirma que la obra poética se caracteriza por ser


una mímesis de la r:ealidad, se está presuponiendo y afirmando ) Rousseau
al mismo tiempo que lo verdaderamente importante se halla en
el mundo objetivo y que la mente del autor sólo debe registrar El segundo porque al considerar, en una obra como El
las cosas que a través de los sentidos llegan hasta ella. Es decir, social de 1762, que el ser humano no está sujeto a la
al autor, al hombre, al sujeto se le relega a un segundo plano las sociales en virtud del poder o del decreto divino, sino
dado el papel pasivo que su mente, su memoria y su fantasía ias a su liberlad para establecer con otros un contrato legal
juegan en el proceso creativo. Para que esta concepción cam- acuerdo con el que obedecerá como ciudadano las leyes que
biase era necesario que filósofos, teóricos de la literatura y limitan y que él mismo ha pactado, da a la política (se le
escritores rehabilitaran el papel del sujeto en el proceso cognitivo rsideró como inspirador de la revolución francesa por su
y creativo. Y es ahí donde René Descartes (1596-1ó50) y Jean- tica de la propiedad), a la filosofÍa y a la literatura una
Jacques Rousseau (1712-1778), entre otros, jugaron un papel ad,la del hombre, que como Descartes wtelve a situar a
determinante. e en el centro de gravedad del conocimiento, de la acción y
la teoría. Y fue precisamente en textos auto-biográficos
Las confesiones (1760), o entextos oliterarios, comoJulie
B) Descartes la nueva Heloisa (1761), donde Rousseau descubrió las
ibilidades de la primera persona imaginativa del sujeto.
El primero porque tratando de romper con el aristotelismcl, uí, el yo quedó definitivamente situado en el centro de
con sus axiomas, categorías y formas cle procedimiento, llevó ¿rl
-1
:

320 321,
Manttel de la teoría de la literatuta

interés de un discurso, el poético y el teórico-poético parrr €l de ilusión, incluyendo el escepticismo (Hume) y el


que, hasta ese momento, había permanecido al margen. L¡ atismo (Leibniz) propios de la época de Kant. Claro está
repercusión de estos planteamientos y de este tipo de estrzrteglE por una parte, larazón puede reconocer sus propios
discursiva tendrá una influencia decisiva en el Romanticisnro¡ por otro debe tener presente que esas ilusiones o
son producto de ella misma, lo cual significa ni más
También hallamos en Róusseau una rehabilitación d. rc
que la razóntrata de transgredir e ir más allá de sus
retórica en la línea de vico y Herder, pues tampoco él piens6
que la retórica sea simple adorno, sino la condición primera rle legÍtimos. En definitiva, la naturaleza de la filosofía
todo lenguaje y de todo referente. De hecho, entlende, ¡r,r, kantiana consiste en delimitar las fronteras delarazón
ejemplo, que no haypropiamente un concepto de oárbol, y, p(1, allá de las cuales comienza la ilusión. El uso que se hace de
tanto, tampoco un significado propio o referencial sin qrre bra ncrítica» en el nombre de ofilosofía crítica" (es decir,
exista una metáfora o analogía primera que compare un árbrl ir en relación a esa problemática de las fronteras raciona-
A aun árbol B completamente diferente. Rousseau tiene, pLrcs, es el que ha pasado a la modernidad y está en la base de
una concepción epistemológica de los tropos. inas como nuestra «crítica literaria,

121. Emmanuel Kant L,a estética trascendental y la disolución de la mímesis

A) ta filosofía crítica lrsegún el primer capítulo de la Crítica de la razón pura'


n¡laáo «estética trascendenf¿|», uno de esas ilusiones de la
Kant (1724-1804) habló en sus escritos muy poco de reposa en el supuesto de que existe un mundo objetivo
kr
poesía y, en general, parece que no sentía un aprecio excesivr¡ ¡r á nosotros al que podemos acudir para comprobar si
por el arle, pero probablemente es la figura mái importante en es verdadero o falso, o del que dependemos para recibir las
la revolución estética de finales del siglo xvl[. psciibio tres dc saciones que conformarán nuestra experiencia (lo contra-
las nrás importantes obras de la filosofía modern a,la crítica de es también una ilusión, es decir, pensar, como Leibniz, que
la razón pu.ra (1781),la Crítica de la raz.ón práctica (17gg), y lar existe un mundo y que todo está dentro de nuestro entendi-
conocida como tercera crltica o crítica del juicio (1790). En iento). Como el mundo objetivo es lo mismo que decir
t<¡das estas obras, hay elementos decisivos para Lrna teoría spacio y tiempo objetivos, lo primero que negará Kant es que
general del afte y para una teoría de la poesí., p".o es especial- ichos áos fenómenos existan fuera de nosotros' Con ello
mente la tercer"a, cuya lectuÍaparael teórico de ra literai.r.. , asimismo, que el mundo esté ahí en el exterior como
ineludible, la que constituye el principal punto de interés ", 'algo dado de antemano.
tocante a nuestros propósitos. Con todo, las premisas que ,:, En efecto, la fil<¡sofía crtticapone de relieve que los objetos
constituyen el punto de partida de los planteamientos de Kant en sí nos son desconocidos y que lo que llamamos objetos
se encuentran en las dos primeras. exteriores no son otra cosa que simples representaciones de
¿Cuáles son esas premisas? Kant mantiene Ia tesis de que la nuestra sensibilidad cuyas formas son el espacio y el tiempo. De
razón puede probar y reconocer sus propios límites y de que hecho, si desapareciéramos nosotros, toda la realidad desapa-
una filosofÍa crÍtica puede someter a análisis crítico .rr"rt.u, recería con nosotros. Así, pues, Kant no niega que exista algo
más profundas creencias y salvarnos, por tanto, de diferentes fuera del sujeto, 1o que niega es qge podamos acceder a ello' La

I
322 Historia de la teoría de la literatura 323
Manuel Asensi

realidad, desde este punto de vista, es el resultado de los si alguien asegura que la poesía imita la realidad (y esta
procesos iniciados por las formas de sensibilidad a priori que afirmación es durante el clasicismo mucho más literal y senci-
son el espacio y el tiempo, de modo que el mundo y el universo, lla que en el caso de Platón y Aristóteles), está presuponiendo
aquello que mis sentidos perciben en un supuesto exterior, no que el mundo es algo que precede al escritor, algo hasta donde
exíste tal y como 1o conocemo§. Lo que hay en el exterior es una se puede llegar para comprobar si lo que la obra cuenta es
"fiel,
materia amorfa que sólo adquirirá una forma determinada (es o no, algo en fin que ese escritor debe re-producir de la forma
decir, realidad) cuando nosotros le apliquemos las categorías a más r¡erosímil posible. Desde estaperspectiva, el mundo es algo
priori (significando oa priori" aquello que está en el sujeto dado.
antes que en el mundo objetivo, ajeno a ese sujeto). Sin embargo, si se dice, como en el caso de Kant, que lo que
Al contrario que muchos filósofos, sobre todo de corte llamamos mundo es el resultado de nuestra propia construc-
clásico, que asumen que el conocimiento se alcánza cuando ción a partir de las f<¡rmas de la sensibilidad (tiempo y espacio)
comprobamos que nuestros conceptos mentales coinciden con y de las categorías del entendimiento, entonces fuera del sujeto
el mundo independiente, Kant argumenta que la única manera no hay en rigor nada que re-producir y por todas partes
de legitimar nuestro conocimiento de la realidad es haciendo tenemos apariencias y sólo apariencias. Desde una óptica
que el mundo exterior coincida con las categorías de nuestro trascendental, la mímesis pierde su sentido, como también Ia
entendimiento. Y dedica la mayor parte de la Crítica de la razón ,pierde la diferencia entre la ficción y la realidad. Lo que
pura, es decir, el capítulo tituiado nAnalítica trascendental,, o cuentan Sófocles, Shakespeare o Cervantes es una apariencia
la discusión de las categorÍas a través de las que sintetizamos o sustancialmente no diferente de lo que vemos suceder en una
construimos el mundo. Por otro lado, lo que el proceso de ,plazamientras nos tomamos un zumo de naranja enlaterraza
,de un bar (dos novios que se besan, una pareja que se encuentra
constitución de la realidad muestra es que una cosa es el
espacio de 1o sensible (los fenómenos en tanto aplicación de las tras horas después de buscarse, o un policía que pone una
formas de la sensibilidad ua priori, a una materia caótica) y ,pulta a un coche mal apar:cado). Ahora bien, esto debe ser
otra el espacio del entendimiento y de la razón donde se rnatizado de forma inmediata, porque las cosas no son exacta-
generan conceptos «puros» e «ideas» respectivamente que te asÍ. ¿Por qué?
sobrepasan la posibilidad de la experiencia. Tales «ideas» nos En principio, porque lo que llamamos apariencia sólo tiene
dan la sensación de realidad pero se hallan verdaderamente ntido si partimos de que existe una verdad comprobable, Ia
más allá de ella (Dios y el alma, por ejemplo, pueden dar la nos autoriza a decir si algo es verdadero o aparente. Como
sensación de realidad, pero sin embargo son ,.ideas» no es el caso de la filosofía kantiana, como tal verdad
indemostrables). objetiva no existe, debemos tomar muchas precauciones al
Este giro kantiano subraya que existen ..dos mundosr: e] de ilizar los términos «apariencia» o oficción". Para Kant tan
los fenómenos o apariencias y el de los nóumenos o co§as-en- io resulta eliminar la concepción de un conocimiento
sí-mismas. El primero corresponde a lo que normalmente se doporelobjeto (mundo) comolade que dicho conocimien-
hace pasar por realidad o mundo exterior, el segundo es tiene lugar en la pura ausencia del objeto. Entre la categoría
inaccesible y está privado de forma. La conclusión es clara: l<¡ el fenómeno tiene que haberuna tercera cosa que haceposible
único que podemos conocer es nuestro modo de percibir'. aplicación de la primera al segundo, es decir, que hace
posible referir las leyes y descubrimientos cientÍficos al mundo
¿Cómo se aplica esto a la problemática de ]a mímesis? Veamos:

I
325
324 Marutel Ascil,¡l de la tectrla de la literalura

sensible. A eso Kant lo denomina «esquema trascendental». ¿.Y mente


qué es el «esquema trascendentalr? El tiempo, responde. A,rf,
iro aspecto íntimamente relacionado con lo que se acaba
por ejemplo, que algo per:manezca en el tiempo (que alguir,tl
oorr"r referido a la noción cle «mente» Qlle sur$e desde
nos esté esperando durante dos horas, o que una pirámide esle "r "l
teamiento kantiano. La «mente" del poeta, como la de
ahí erguida durante siglos y siglos) es lo que da lugar zr lrr
quier otro ser humano, no se limita a reflejar pasivamente
categoría de sustancia; que una sucesión se repita a lo largo clsl
tiempo hace posible el esquema de la causalidad, etc. [uliau¿ que le viene impuesta desde el exterior con el fin
uciila de Ia mejor manera posible. La omente" del
De cualquier manera, la relación básica dibuiada por Karrl haproducido .,apriori, la realidad, ysobre esaprimera
entre el sujeto que conoce y el mundo conocido, elimina clc ,ión en la que úa tenido casi todo el poder:, puede
golpe la posibilidad de entender que una obra de ffsica, unu ucir más cambios, más transformaciones' Su mente es'
tragedia histórica o un espejo oreflejan, simplernénte el munckr fundamentalmente «activa>>' La imaginación no puede
que tienen a su alrededor. Y es en este sentido en el que se puecle desde esta óptica, un proceso mental por el que se hace
asegurar que Kant hace desaparecer la opos ición ingenua en t l'r. rnar las cosas en un o.á", espacial y temporal distinto del
la ficción y la realidad. Por lo demás, puesto que la mayot' iá,""ti¿u¿ objetiva, sino el lugár donde ese orden espacial y
responsabilidad en cuanto a la «creación" de Ia realidad rec¿lc nporul p.r"de moldearse a tenor de la subjetjvidad del artista.
en el sujeto, es lógico que históricamente ello posibilitara unir
interpretación, más o menos errónea, en la que el sujeto, cl Adrié*u"" que tal manera de ver las cosas, abre la posibili- i
t[ de legitimár,rr.o, temas y unas proporciones difícilmente 1

escritor o el pintor pueden en última instancia manipular cl


isiblJs desde el sistema dL representación clásico. Laburla
I

mundo, transformarlo según su manera de ver las cosas y hast¿r


Horacio hace de ese cuerpo compuesto por partes de
crearlo ex nihilo. Se comprende que, desde este punto de vista,
intos animales (cabeza humana, cuello equino, etc') carece
el arte en general y la poesÍa en particular dejen de plantearse en 1a natura-
en términos de umímesis, (donde la responsabilidad recae en i"f ¿" sentido, pues la medida no se encuentra«mecánica' o
el objeto) y se plantee en términos de expresión de aquello quer
ia sino en el hombre mismo. A una mente
miva, es lógico que se le exija que se amolde a unas pautas
el sujeto lleva "dentro». Así debe interpretarse el gran interés
proporciórl, pues la belleza es igual a la proporción,q"",*
que Kant despertó en escritores tan poco filosóficos y tan
oiluminados» como Thomas de Quincey, euien lo leía bajo el
i;á;.;, i"i".rri.rados cuerpoi h.'*u'os o en 1a naturale-
influjo del opio viendo como la realidad cambiaba y cambiaba
. Sin embaÍgo, a una mente nproductiva' o oactiva» ¿de
,nd" le ur, a rien ir las i mposiciones ? Las visio nes de Rimbaud
a su alrededor. En su obra Confesiones de un inglés comedor de
opioleemos: «Ahora volvía a ser feliz: tomaba sólo 1.000 gotas
las de Lautreamont, sus mundos infernales y
proporcionados, son ejemplos de esa liberación de la mente'
de láudano por día y ¿qué era eso? Una primavera tardía poníar
)e tenerse en cuenta que kant no dice nada acerca de las
término a la estación de mi juventud; mi cerebro cumplía sus
ibilidades de la *"rri" «activa)) en el sentido que aquí
funciones con la salud de antes: otravezleÍ a Kant y otra vezlo
lbuntamos. Se trata, más bien, de que los escritores encontra-
entendí o creí entenderlo, (según la traducción de Aiianza de
Editorial, p.77).
;;; las teorías del filósofo de Kónisberg, aveces a travéspor
iá mediación de otros filósofos y teóricos (Fichte o Schiller,
ejemplo), las premisas necesarlas para unaliberación artística
ñ;Aá qri tt"gu en el. siglo XX por 1o menos hasta el
326 Mctru.tel Asensi Historia de la teoría de la Literat:ura. 327

surrealismo. Donde qt:jzá Kant se encuentre más próximo a con el entendimiento ylos conceptos, de modo, dice Kant, que
todo esto sea en su formulación de lo osublime" (como veremos puede desarrollar una materia no desarrollada. cuando de un
pronto), pero por el momento se limita a señalar que hay una poeta se dice que tiene mucha imaginación porque ha sido
diferencia entre el poeta y el científico. bapazde crearun mundo (como García Márquez) ó rrru nueva
manera de percibir la realidad (como Juan Ramón Jiménez), a
nadie se le ocurriría decir que esa imaginación está al servicio
D) Diferencias entre la poesía y la ciencia de otra facultad delarazÍn por eso, dñe Kant de ra poesía que
es un libre juego de la imaginación. pues bien, la diferencia
Al llegar hasta el problema de la diferencia entre la poesía (o entre poesía y ciencia reside en que ésta aporta conocimientos,
el arte) y la ciencia, entramos ya de lleno en los contenidos de mientras que aquélla proporciona más bien sensaciones.
la tercera Crítica o Crítica del juicio. Nosotros hablaremos de
«poesía» por razones obvias, pero es necesario"tecordar qtre
Kant habla más bien de arte y estética, y sólo en ocasiones se E) La función del arte en el sistema lcantiano. Las oideas
refiere a la poesía, especialmente en los parágrafos 51, 52, 53 y estéticas»
54.
ParaKantelfin del arte no es moral, no es algo que sirvapara
El parágrafo 49 propone una diferencia entre el conocimien-
éd.r.u. al ciudaclano en los buenos valores o pá.u for* ar en él
to (ámbito propio del filósofo y del científico) y la fantasÍa (cuya
úna resistencia a las tragedias de la vida. Estt lo veremos más
máxima actividad la desarrolla el artista). Kant asegura que
detalladamente en el siguiente apartado cuando tratemos el
tanto en el conocimient<¡ como en la fantasía participan las
r'tarácter desinteresado del juicio estético y de lo bello. Desde la
facultades de la imaginación y del entendimiento. Lo cual :jios-tura clásica, la poesía siempr:e
aparece como algo subor:di-
significa, de entrada, que la poesía no es sólo una cuestión de
a la metaffsica (a través de la verosimilitud) oá h ética (a
fántasía loca, porque el entendimiento, lugar donde se com- 'trl_"
prueba el ajuste de la nrealidad, a las categorías, también ;la filosofía moral). Esta situación se invierte radicalmente con
Kant. cuando éste escribió la tercera cñtica era consciente,
participa en ella. También la poesía, pues, es o puede ser
según nos revela él mismo, de que a su sistema filosófico Ie
orealista". Y, por otra par1e, la ciencia necesita igualmente de
Ia fantasía.
'faltaba un puente que uniera .i á-bito suprasensible de Ia
,yazón (las ideas delarazínestán Iibres de cualquier contacto
Ahora bien, en el caso del conocimiento, la imaginación se ,eon la realidad, y en este sentido están más allá de
ella, son
encuentra sometida al entendimiento y a la limitación de §upra-sensibles) y el ámbito de la percepción cle los fenómenos
acomodarse a los conceptos, lo cual quiere decir que no es libre "(recordemos ,que es en la sensibilidad donde se origina el
y que va precedida por las reglas de dichos conceptos. De un primer paso de la construcción de la realidad). Kant dáscribe
científico se puede decir que tiene mucha imaginación a la hora ,esa separación en términos de un ogolfor. Además, con la
de dar determinadas soluciones a ios problemas que la física, crítica de la razón prdctica, había mantenido la idea de que
por ejemplo, le plantea, pero tal imaginación la pone al servicio :¡nientras el hombre está determinado por la naturaleza y las
de los conceptos, fórmulas e imperativos de la ciencia. Si no Eategorías, es libre en el ter¡:eno de la acción éticay del déber,
fuera asÍ, su actividad cientÍfica resultaría estéril. En cambio, donde la premisa fundamental es la libertad del sujeto para
en el caso de la fantasía, la imaginación está libre en relación decidir libremente respetar la ley.

,d
328 Ma.n.u.el Asensi oria de la teorla de la literatura 329

El arte repr:esenta, según nos clice Kant en la introducción dc n de Char:lus, su pretensión es la de elevar a totalidad su
la tercera Crítica, el puente entre Io suprasensible de larazón y ión del amor, del tiempo, etc.
lo fenomenal de la sensibilidad, incita a una colaboración entrcr Nótese que al decirquelas ideas estéticas edificanun mundo
la sensibilidad y el entendimiento. Ello significa, nada más y álogo al de Ia realidad, se podría pensar fácilmente que Kant
nada menos, que todo el sistema kantiano depende de lcr vuelto a utilizar el concepto de
estétic<¡ para poder consolidarse definitivamente. Cosas que "mÍmesiso, pues mímesis y
ía son dos términos solidarios. Y es cierto, además, que
pertenecen enteramente a la razón, cosas cuya existencia en l¿r mplea dicha noción en muchas ocasiones. Pero hay que tener
realidad es indemostrable (el infierno, el paraíso,la eternidad, cuenta que, más allá de las lecturas subjetivas de sus escritos
]a creación), o cosas de las que sí tenemos experiencia pero que de las malas interpretaciones a las que históricamente ha
no nos las podemos representar en su totalidad (det amor, la ado lugar, Io que las ideas estéticas están imitando es algo que,
muerfe, la envidia, sólo tenemos experiencias concretas), son ;su vez, es aparente, fenoménico, lo cual nos llevaría como
sensibilizadas por el ar1e, y especialmente por la poesía, dcr ucho a hablar de una apariencia (la poesía) análoga a otra
forma que podemos relacionarnos con ellas como si estuvieran iencia (la sensible), sin que, como ocurría en Platón, todo
ahí existiendo en el mundo junto a nuestros objetos y proble- tas experiencias deriven de un mundo verdadero.
mas más cotidianos. A esas cosas Kant las denomina
"Ideas
estéticas». A ello se suma el que el arte es un punto de conexión
entre la facultad pura del conocer y la esfera del concepto de ') Lo bello y la autonomía del arte
libenad.
El mayor grado de mptura con la tradición clasicista lo
Si tuviéramos que definir tales ideas estéticas diríamos que nza Kant cuando define lo bello y el juicio de gusto.
son la representación de unos mundos análogos a los de la bemos que para esta tradición, la poesía sirve a un fin moral
realidad a través de la imaginación, mundos o imágenes que inado. Veamos cómo la teorÍa kantiana se opone a ello:
dan mucho que pensar al lector o espectador. Así, pues, el arte nt plantea que si un objeto artístico es bello lo es por sí
rellena el vacío existente entre lo suprasensible y lo sensible, ismo y en sí mismo, y no porque preste algún tipo de seruicio
entre lo universal y lo particular, entre determinación y libeftad otra causa que no sea éi mismo. Lo bello es algo totalmente
mediante la facultad de la exposición de las ideas estéticas. interesado. Si quier:o emitir un juicio de gusto respecto aun
Dante ha sensibilizado, ha hecho palpables a través de la ificio que acaba de constmirFrank Gehry, tendré que hacer-
palabra, el infierno, el purgatorio y el paraíso, Shakespeare nos independientemente del interés que pueda despertar en mí.
ha mostrado materialmente las contradicciones del alma hu- ño diré que es bello porque me resulte agradable o porque crea
mana, Cervantes ha representado a través de una obra concreta ,¿iüe sirva a un buen fin (por ejemplo, estar destinado a ser un
el enfrentamiento entre Ia ley y la realidad. La muerte, los celos,
imuseo de arte moderno), sino porque la mera y simple contem-
las envidias, etc. que leemos en la literatura y vemos en el cine plación de dicho edificio me satisface de manera no empírica.
y el teatro nos hacen pensar sobre esos acontecimientos en Y repito, tal satisfacción es tal por relación al objeto mismo en
relación con los que no se puede decidir conceptualmente nada rsí y no porque me cause algún tipo de placer o dolor. El placer
concret<¡. Proust nos hace pensar y sentir el paso del tiempo y que me proporciona el encuentro con el arte es ,.estético)>, es
el fracaso de las relaciones amorosas, y aunque 1o encarna en decir, nacido exclusivamente de la contemplación desinteresa-
los personajes de su abuela, deAlbertina, de Carlos Swan o del da del obieto.
330 Manuel Asensi Historia de la teoría de la literatura 331

De ahÍ la definición kantiana de lo bell.o en el parágrafo 5: ver) incita a una colaboración entre la sensibilidad y el enten-
..Gusto es la facultad de juzgar un objeto o una representación dimiento, si lo bello sigue siendo en Kant algo que tiene que ver
mediante una satisfacción o un descontento, sin interés alguno. con lo limitado y proporcionado, hay en dicho espectáculo
El objeto de semejante satisfacción llámase bello". El arte, yen estético algo distinto de lo bello, aunque nuestro filósofo no lo
especial el arte bello, tiene én Kant una función metafísica consiáere tan importante como en este último caso. Se trata de
consistente en unir las dos grandes esferas de la determinación lo sublime. En efecto, hay espectáculos naturales que despren-
y la libeftad, en propiciar una colaboración entre sensibilidad den una sensación de tranquilidad debida a su carácter limita-
y entendimiento. Por lo demás, Kant no niega sino que aplaude
rdo. Así sucede, por ejemplo, con la visión de los rosales que
el que el arte pueda prestar un fin moral a la sociedad, pero todo tultivamos en el jardín o de la Pietd de Miguel Ángel. He ahí lo
ello es posible si y sólo si se acepta que ante todo lo bello está bello. Pero hay espectáculos naturales y artificiales que propor-
más allá de la metafísica y de la ética. En este sentido, puede ,cionan una sensación de intranquilidad nacida de su
asegurarse que Kant libera estructuralmente el arte del lastre nsurabilidad, ilimitación, desmesula y desproporción.
ético y metafisico que io venía determinando desde Platón y jemplos de ello lo tenemos en las olas que alcanzan treinta
Aristóteles. N<¡ es ésta una doctrina del arte por el arte, pues s de altura, en el abismo qLle provoca vértigo, en el
repetimos que dentro del sistema kantiano el arte tiene altas iuniverso infinito, etc. Lo que tales espectáculos hacen surgir en
misiones, sino una doctrina que asegura que para que algo sea irní es pavor, terror, dolor.
bello tiene que ser completamente desinteresado. Bello es lo
que nos representamos sin pensar en el fin que pueda tener.
ii) Lo sublime matemático y lo sublime dinámico
En la medida en que el juicio
de gusto lo emito y o como persona
subjetiva, habráque reconocer que se trata de un juicio subjetivo Ahora bien, según Kant lo sublime puede ser analizado de
que puede variar de una persona a otra. Así es y, sin embargo, Kan t maneras: como osublime matemático, (si tenemos en
asegura que a pesar del carácter subjetivo de mi juicio de gusto, nta cómo los espectáculos colosales afectan a nuestra facul-
de conocer) y como
éste debe tener pretensiones de validez como si la beileza fuera "sublime dinámico, (si atendemos a
una cualidad del obieto üsible compartida por todo el mundo. esos mismos espectáculos afectan a nuestra facultad de
Kant no clre en la existencia de unas reglas y unos preceptos ). Desde la óptica de lo «sublime matemáticorr,la visión
universales válidos par a cualquier momento y circunstancia, sino una tormenta sin precedentes en el cabo sur africano la
en juicios subjetivos que, aún dependiendo de un sujeto determi- imentamos de forma que aquéllo nos parece algo sin
nado, aspiran a ser compartidos por todos. Por e1lo, lo bello sigue ida, absolutamente grande, algo que no se puede comparar
siendo definido como algo que place universalmente. Lejos que- nada. Y precisamente porque no se puede encontrar un
dan, pues,los principios de las poéticas clasicistas. ino de comparación, la imaginación no puede represen-
rse tal objeto, fracasa al intentarlo. ¿Cómo voy a representar-
e algo sin medida? Lo sin medida se caracteriza justamente
G) Lo sublime
no es descriptible a partir de los modelos de extensión
i) Descripción de lo sublime frente a lo bello sentido matemático) que mi entendimiento posee. En este
tido, lo sublime crea conflictos entre la imaginación y la
Pero si en el espectáculo estético lo bello es aquello quc n.
procurando una satisfacción no empír:ica (según acabamos dc

¡
330 Alanuel Asttnl de la teorla de la literatura 331

De ahí la definición kantiana de lo bello en el parágr:afo 5l incita a una colaboración entre la sensibilidad y el enten-
<<Gusto es la facultad de juzgar un objeto o una representación iento, si lo bello sigue siendo en Kant algo que tiene que ver
mediante una satisfacción o un descontento, sininterés algtuttt, lo limitado y proporcionado, hay en dicho espectáculo
El objeto de semejante satisfacción llámase bellor. El ar1e, y e tt ico algo distinto de lo bello, aunque nuestro filósofo no lo
especial el arte bello, tiene én Kant una función metafísic¿t áere tan importante como en este último caso. Se trata de
consistente en unir las dos grandes esferas de la determinacititt blime. En efecto, hay espectáculos naturales que despren-
y la liber:tad, en propiciar una colaboración entre sensibilidacl una sensación de tranquilidad debida a su carácter limita-
y entendimiento. Por lo demás, Kant no niega sino que aplaucle i Así sucede, por ejemplo, con la visión de los rosales que
el que el ar:te pueda prestar un fin moral a la sociedad, pero todtl ivamos en el jardín o de la Pietd de Miguel Ángel. He ahí lo
. Pero hay espectáculos naturales y artificiales que propor-
ello es posible si y sólo si se acepta que ante todo lo bello estd
más allá de la metafÍsica y de la ética. En este sentido, puecle nan una sensación de intranquilidad nacida de su
asegurarse que Kant libera estructuralmente el arte del lastl'e nsurabilidad, ilimitación, desmesura y desproporción.
ético y metafÍsico que lo venía determinando desde Platón .y mplos de ello lo tenemos en las olas que alcanzan treinta
Aristóteles. No es ésta una doctrina del arle por el arte, pucs de altura, en el abismo que provoca vértigo, en el
repetimos que dentro del sistema kantiano el arle tiene altas iverso infinito, etc. Lo que tales espectáculos hacen surgir en
misiones, sino una doctrina que asegura que para que algo seit es pavor, terror, dolor.
bello tiene que ser completamente desinteresado. Bello es lrl
que nos representamos sin pensar en el fin que pr-reda tener.
Lo sublime matemático y 1o sublime dinámico
Enla medidaen que eljuicio de gusto lo emitoyo comoperson¿t
subjetiva, habrá que reconocer que se trata de un juicio subjetivrr Ahora bien, según Kant lo sublime puede ser analizad<l de
que puede variar de una persona a otra. Así es y, sin embargo, Ka n I maneras: como osublime matemático" (si tenemos en
asegura que a pesar del carácter subjetivo de mi juicio de gust<t, nta cómo los espectáculos colosales afectan a nuestra facul-
éste debe tener pretensiones de validez como si la belleza fuetit de conocer) y como nsublime dinámico, (si atendemos a
una cualidad del objeto visible compartida por todo el mundo, esos mismos espectáculos afectan a nuestra facultad de
Kant no cree en la existencia de unas r:eglas y unos preceptcls ). Desde la óptica de lo osublime matemáticorr,la visión
universales válidos para cualquier momento y circunstancia, sintr urna t<¡rmenta sin precedentes en el cabo sur africano la
en juicios subjetivos que, aún dependiendo deun sujeto determi- perimentamos de forma que aquéllo nos parece algo sin
nado, aspiran a ser compartidos por todos. Por ello, lo bello siguc ida, absolutamente grande, algo que no se puede comparar
siendo definido como algo que place universalmente. Lejos quc- nada. Y precisamente porque no se puede encontrar un
dan, pues, los principios de las poéticas clasicistas. rmino de comparación, la imaginación no puede represen-
rse tal objeto, fracasa al intentarlo. ¿Cómo voy a representar-
e algo sin medida? Lo sin medida se caracteriza justamente
G) Lo sublime
rque no es descriptible a partir de los modelos de extensión
i

i) Descripción de 1o sublime frente a 1o bello en sentido matemático) que mi entendimiento posee. En este
sentido, lo sublime crea conflictos entre la imaginación y la
Pero si en el espectáculo estético lo bello es aquello quc' razón.
procurando una satisfacción no empÍrica (según acabatnos dc i

Ll
i
332 Manael Asensi Historia de ln teoría de la literatura 333

Desde la perspectiva de lo osublime dinámico", la visión de §er una cualidad del objeto es una cualidad del sujeto que lo
Ia misma tormenta la experimentamos de forma que aquéllo experimenta.
nos da la sensación de inferioridad fÍsica, de temor, pues no ' El placer que en ese proceso se obtiene no es ,.positivor,
podríamos oponerle ninguna resistencia si nos agrediera. La 0omo en el caso de la experiencia de lo bello, sino .,negativor.
sensibilidad queda reducida'a nada precisamente porque se De todos modos, y a pesar del conflicto inicial entre imagina-
siente extremadamente débil ante tal poder de la naturaleza. , ción y razón, todo acaba cediendo ante esta última, y así el
Kant añade que para que esa sensación de pequeñez pueda resultado final es, como en lo bello, pero por otra vÍa, una
producirse, es necesario que nos encontremos en un lugar tranquilidad en Ia que la imaginación se.u.rifi.u alarazón.
seguro, a resguardo de la violencia del agua, y que desde ese
lugar imaginemos lo que nos sucedería en el caso de estar al l';r Esta noción de lo sublime conecta con a-quella otra noción de
alcance del t¡:emendo poder natural. Se trata, pues, de una §ublime desan:ollada por Longino, sólo que en este último caso se
experiencia indirecta que sólo porque es así nos resulta atrac- tifataba de una exaltación experimentada por el lector o especta-
tiva. En caso contrario, no tendríamos tiempo posiblemente ni i{or, mientras que en el de Kant el proceso y lo que se pone en j uego
para sentirnos pequeños. Y aunque Kant no lo diga, es claro que es más complejo. Sea como fuere, lo importante para una teoría
de la literatura, teniendo en cuenta que Kant se limita a hablar de
un lugar privilegiado para tal experiencia es el arte.
ló sublime en la naturaleza, es que dicha noción de lo bublime
iermite la entrada en el campo de la poesía de algo que siempre
iii) El proceso de la experiencia sublime había estado pero que no había sido tenido en cuenta en las
poéticas. Nos referimos tanto a los temas sublimes, por ejemplo
f,n principio, el hombre, ante un espectáculo colosal, reac- lbs producidos durante el Romanticismo (recordemos la figurade
ciona con un sentimiento de suspensión momentánea de las Frankestein de Mary Shelley, las noches en los cementeiios, lo
facultades vitales y racionales, siente dolor. Pero tras ese grotesco, ylos mundos de Rimbaud, Lautreamont, etc.), como a
primer instante, se produce un desbordamiento de tales facul- las ,,formas» que excedían las medidas de la normativa horaciana
tades: y así, en cuanto a la dimensión matemática de lo sublime y aristotélica, por ejemplo la novela.
de un espectáculo desbordador, el hombre, mediante la imagi-
nación,lo remite al entendimiento y éste 1o aiusta a sus propias H) El genio y la poesía
medidas. Podemos, por ejemplo, imaginar el espacio infinito
como algo finito, podemos imaginar la tormenta como algo , En los apartados dedicados al «§¿Ll¡m und Drang» se üo que
explicable desde una perspectiva que se acomode a nuestraS üna de sus teorías más novedosas era la referida al genio. Kant
magnítudes. El hombre, en fin, se siente capaz de racionalizar se halla en la misma línea de pensamiento a este respecto, más
ese espectáculo violento. En cuanto a la dimensión dinámica de aún si se tiene en cuenta las implicaciones que su estética
lo sublime, el hombre experimenta una sensación de ser supe- trascendental tiene en relación con el papel de la omente». En
rior a la naturaleza desde el punto de vista de otras virtudes el parágrafo 47 dela tercera Crítica, hace toda una declaración
morales como la templanzaylavalentía, que no se hallan en la de principios cuando afirma con rotundidad que hay que
naturalezay son específicamente humanas. Kant asegura que oponer totalmente el genio al espíritu de imitación. Este espí-
lo sublime nos resulta atractivo porque despierta en nosotros pitu corresponde al hombre estudioso y br:illante que aprende
esa sensación de superioridad, por 1o que lo sublime más que §onstantemente, al científico, pero no al poeta y al artista. El

/{
334 Manuel As,,ttlll de la teoría de la literatura 335

genio es un don de la naturaleza,hay quien nace genial y hly uaje de este último, especialmente en el de la tercera
quien no. Como tal don es inconsciente, es decir, quien lo posee . Ahora bien, mientras Kant está preocupado ante todo
no sabe explicar ni lo que es ni como es, y por supuesto no lo cuestiones trascendentales surgidas a raízdesu fiIosofia
puede enseñar a nadie. Dich<¡ de otro modo: el genio no es ttn§ lo que guía el interés de Schiller está constituido más
habilidad que se pueda apr:bnder, no existen reglas que condue' por cuestiones prácticas, relacionadas con la sociedad y el
imismo. No es difícil explicar la causa: Schiller no es un
can a alguien a ser un genio.
iófo, K.rt sí. Se puede decir que el primero traduce al
Y precisamente porque no se puede dar reglas para converti rse o, probablemente no de una forma demasiado fiel, a la
en un genio, tampoco es posible dar reglas al arte genial. Puedctt iión concreta de lo estético y de la poesía. Si en el filósofo
haber pautas para perfeccionar y pulir un genio, pero éste ha cle (ónisberg se había dado una valoración del arte por su
poseerse de antemano, de lo contrario las pautas no sirven patu ión mediadora entre lo sensible y lo suprasensible, en
nada. Por consiguiente, el artista genial ni sigúé modelos de la ler esa valoración del arte alcanzauna altura máxima. Las
realidad o literarios, ni él mismo puede dar obras que se imiten; más importantes donde desarrolló sus ideas son;Sobrela
es alguien absolutamente original. He aquí otro de los valores qut! estética del hombre de 1795,y Sobrela poesla ingenua
nacen a finales del siglo XVI[. Hasta ese momento se valoraba la tirnental de 1795-96.
capacidad de imitación, ahora todo lo contrario, cuanto más
distinta y original sea una poesÍa mejor. El único modelo que el la primera de ellas, Schiller realiza un análisis político de
genio puede ofrecer es el que su obra sirva como medida para razones por las que la Revolución francesa fracasó en su
de proporcionar más libertad a los hombres. A su juicio,
contrastar otras obras con pretensiones de genialidad. Kant
observa que puede haber obras de arte a las que no cabe repro'
plicación es que los hombres no pueden liberarse de las
charles nada, pero que sinembargo no tienenespíritu, delmismo
s de su tiempo sin que ello vaya precedido por la
ión, y eso es, según Schiller, lo que no se tuvo en cuenta
modo que una muchacha puede ser bonita pero sin tener espíritut '
Lo que el genio pone en la obra es justo el espÍritu, facultad, dico
nte la revuelta francesa. Ahora bien ¿a qué tipo de educa-
se está refiriendo? No puede haber educación sin arte, la
Kant, de exponerlas ideas estéticas de las que hemos hablado más
ión, asegura, siempretiene que serantetodo una educa-
arriba, es decir, los mundos análogos al de los fenómenos. A esos
mundos análogos o ideas estéticas, Kant les da el nombre de
artística. Lo cual quiere decir que la belleza (la esencia del
«arquetiposr. Por encima de todos los genios parciales de las ) debe preceder necesariamente a la libertad. Dicho de otra
anera: el arte es para Schiller un vehículo para la liberación
diferentes arJes, pone el genio poético, pues es aquí donde lar
la humanidad, para elevarla por encima de las constricciones
abundancia de pensamientos incita más a reflexionar y donde las
de su naturaleza y de su mente.
ideas estéticas adquieren mayor consisteucia.

122. Fnedrich Schiller ") El irupulso de iuego


, Schiller parte de la presuposición, en parte extraída de Kant,
A) Int educación estética que el hombre está escindido en su propio interior entre una
La mayor parte de la teoría estética y teórico-poética de parte intelectual y una parte sensible, entre la razón por un lado
Schiller (1759-1805) está influenciada por Kant, expresada en y la naturaleza por otro, entr€ 1o animal y lo espiritual, entre un
337
Manuel Asensi {list<tria de la teoría de la literul-ura
336

,§) Lo sublime teórico y lo sublime práctico


impulso hacia el conocimiento, hacia la representación, hacia
el tambio (al que denomina Stofftrieb, impulso o pulsión ' Sin embargo, el conocimiento y Ia experiencia bajo forma
mater:ial), y un impulso hacia la preservación y auto-preserva- ártística ,-,o ,L" ilega únicamente gracias al arte bello, sino
ción, haciá un mantener y dejar las cosas como están (al que bién en virtud del arte sublime. Se trata de un juego
denomina Formtrieb, impulso b pulsión formal)' üirtirrto, pues a través de Io sublime llegamos a saber' por
La función del arte y de la experiencia estética es sintetizar éjemplo, que la naturaleza es un poder que n9s sobrepasa'
y reconciliar todos esos contrarios que dividen al s_el humano. idántemente Schillertoma la noción de lo sublime de Kant,
Através del arte,lo inteligible se encarna en lo sensible,la razón :o a diferencia de éste no acepta la división entre un sublime
en la natur aleza.Schillerve, además, e1el arte y en ]a experien- atemático y uno dinámico, pues considera que Kant no ha
cia estética la posibilidad de superar esos dos impulsos contra- tido oporrárlos de forma nÍtida. Opta por distinguir entre lo
rios, el uno hacia el cambio y el otro hacia la prbs-g1vación' úrUn*" teórico (que afecta al conocimiento) y 1o sublime
en el caso del
¿Cómo es ello posible? En el impulso material
el hombre Ú;á;;. (que atane a la acción) y argumenta que
óamina hacia su propia rnuerte (hecho implícito en toda idea de sublime lo de menos es el conocimiento, pues ¿a quién le
cambio y conocimiento); mediante el impulso formal, en cam- porta «conocer» en las situaciones críticas y diffciles' por
bio, el hámbre tiende a auto-protegerse, a seguir siendo siem- mplo cuando de una tormenta en alta mar se trata? Lo que
pre lo que es. Ambas pulsiones son necesarias, pues nadie rta es saber cómo escapar y ponerse a salvo, y por ello es
podría ser o puro cambio (schiller dice: sólo vida corriendo a is importante 1o sublime práctico que lo teórico' Como se
Laballo del tiempo) o pura inmovilidad (o figura inmóvil), de brá a-clvertido, Schiller está convirliendo la noción kantiana
ahí que r"."rá.io que un tercer impulso venga a reunirlos y lo sublime en algo psicológico y práctico, lo cual no ocur¡ía
"r
a hacer que trabajen conjuntamente. Tal principio conciliador Kant.
es lo quá Schilleidenomina Spieltrieb (impulso de
juego)'
Esta snperación de las dualidades humanas la emplea schiller
Este impulso es tan constitutivo del hombre como los otros sóto dásde una perspectiva sincrónica sino también desde
.a óptica diacrónica ohistórica. Es decir, el arte
no sólo sir:ve
dos. y el lugu, po. **.elencia donde el hombre juega es en el arte,
en la experl"riiu estética. Lo que se logra con ese- juego, con la ra con¡ugar dos tendencias, dos planos opuestos en un aquí
en un ahora, sino que históricamente el arte ha hecho
que la
síntesis áe materia y forma, es una figura viva, una forma viviente
(lebende Gestalt). Pero ¿qué significa «juego» en este_contexto y umanidad haya piogresado
-pasundo desde lo estrictamente físico
sta lo mor:al por lo estético. Es decir, la historia
por qué se supone que como impuls6 fusiona en un todo los otros
,rrla historia de progreso en la que el arte tiene un
doriNo se trata dá;uego intrascendente, vulgary empírico (de mana
",
los naipes, de la rayr-rela o del scrabble), sino de la tendencia a I determinante.
reunirén un mismo espacio el movimiento, el pasar de la vida,
el conocimiento, po.,.t.r, par1e, y la retención,lainmovilidad
que propicia una figura (una forma poética, dramática, pictó- ) La poesía ingenua y la poesía sentímental
ri.u, -rrti.al, etc.), por otra. El arte bello, en la medida en que En prim er lugar, la di stinción entre poesía o ingenu a"
(naiv e)
expresa formalmente lo supra-sensible, verifica }a conjunció¡ or"rii*"rrtall $entimentalisch) es la inteligente y novedosa
de esos dos impulsos que, de entrada, son contradictorios. Y lo Éontribución de Schiller al debate entre los antiguos y los
hace manteniéndonos dentro de lo sensible' I
338 Manuel Asensi Historia de la tet¡úa de la hteratura 339

modernos que venía produciéndose prácticamente desde el tiven el desgarramiento entre razón y naturaleza, el abismo
Renacimiento italiano. Los poetas antignos (Homero) tenían entre lo real y lo ideal, pueden adoptar distintas actitudes
un modo naíf de percibir la realidacl, vivían en íntima armonía respecto a ese desgarramiento:
y unidad con la naturaleza, y por tanto su poesía era producida
espontáneamente en ausencia de una auto-conciencia poética,
i a) o bien pueden acentuar la distancia entre lo real y lo ideal
(y asÍ eligen un modo de sentir o género osatírico,);
estaba escrita mirando directamente el objeto del que trataba,
es decir, de forma realista, plástica.
I, b) o bien pueden lamentarse
de la pérdida del estado ideal (y
Entonces se expresan mediante un modo de sentir o género
En cambio, los poetas modernos han tenido que vivir la
separación del hombre y la naturaleza, de lo real y lo ideal y, en
consecuencia, su poesía es reflexiva, tiene conciencia de lo que c) o bien pueden imaginarse y ,.vivir» lo ideal como si fuera
es, y no mira directarnente a su objeto. Hay en élla una clara plgo que todavÍa existe o existirá (y, d" ese modo, adoptan un
conciencia de la disociación abisr¡al entre su propia época y la lnodo de sentir o género "idílicor).
de la antigüedad. No se trata de si una es mejor que la otra, sino ':, Estas distinciones ya no se refieren a épocas históricas, sino
de que cada una obedece a criterios y a reglas distintas, por lo a actitudes que un poeta puede adoptar en cualquier época. Así,
que es absurdo seguir juzgando lo moderno a partir de lo por ejemplo, Schiller ve en Shakespeare y en Goethe ejemplos
antiguo y viceversa. De hecho, Schiller no cree que sea posible poetas ingenuos modernos; ve en sí mismo el ejemplo de
la restauración del estado natural e ingenuo característico de la poeta sentimental (su tragediaLos bandidos representa, según
antigüedad, sino que es necesario lograr 1o que denomina un é1, la sátira, la novela Guillenno Tell el idilio). De cualquier
«estado elíseo, en el que se fundan los caracteres ingenuos ylos i,nanera, Schiller considera que debe producirse una fusión y
sentimentales y que dé lugar al ideal de la belleza humana. §uperación de esas dos maneras de escribir mediante lo que él
Hasta aquí, la diferencia entre poesía ingenua y sentimental es ina poesía n ideal" en la que trabajarán conjuntamente lo
una diferencia histórica. &:spontáneo y lo reflexivo, la mímesis y la expresión de lo ideal.
Fal debe ser el objetivo de los poetas mocleinos.

E) Los géneros: la sátira, la elegía y el idilio No obstante, Schiller también escribió acerca de los tres
,§éneros clásicos, sobre el dráma (en especial, la tragedia, su
Pero esta distinción histórica la convierte también Schiller modo poético favorito), sobre la épica y, alrnque muy poco,
en una distinción sincrónica, pues la refiere tarnbién a las sobre la lírica, a la que considera como un género menor. Así,
maneras de escribir'(estilo) y a los géneros. La importancia de al hilo de la propuesta de una poesía oideal, superadora de los
esta diferencia sincrónica reside en que se sustituye la clasifi- modos ingenuo y sentimental, Schiller reivindica para la trage-
cación tradicional de los géneros basada en criterios formales ilia la recuperación del coro griego (precedente de la reivindi-
(aristotélico-horacianos) o basaclos en la posición del narrador cación nietzscheana), pues éste es la parte cualitativa de la
(Platón) por Lrna clasificación ftindadaenelpathos o modo de tragedia en la que lo rácional y lo sensible, lo múltiple y lo
sentir del poeta. Hay, en efecto, una poesía ingenua entendida individual puede sintetizarse mediante el poder: sensible del
como género o estilo espontáneo que imita la naturalezay es iitmo y de la música. En la tragedia ve Schilier el género sujeto
objetiva; y hay una poesía sentinrental y reflexiva que aspira a a la categoría de la causalidad cuyo fin es la acción, de ahí que
presentar lo ideal y es subjetiva. Los poetas sentimentales que la defina en términos prácticamente aristotélicos: imitación

I
Manuel Asensi de la teoría de la Literatura 341
340

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lo9
MENTARISMO Y GULMINACION
IDEALISMO
na¡es del siglo Xvlll y pr¡nc¡pios del XIX)

§27. Friedrich Schlegel y el círculo de lena.- 123. lntroducción.-


124. El concepto de "literatura".- 125. La obra de F. Schlegel. Las
influencias: A) El fragmento; B) Las tres influencias fundamentales: C)
August Wilhelm Schlegel.- 126. La influencia de Johann Gottlieb Fichte.-
127. Historiaycítica literaria. Elcírculode la comprensión.- 128. l-¿ "poesía
trascendental" y el problema del género.- 129. El absoluto literario:
simpoesía ysimfilosofía: A) Globalidad e ilimitación; B) Poesía, críticayteoría
reflexiva.- 1 30. La novela, el witzy la parábasis: A) La novela; B) El w¡tz; C)
El fragmento y la parábasis.- 131. La ironía.- 132. Variantes menos
radicales de la ironía schlegeliana: Jean Paul Richter.- §28 Georg
Wilhelm Friedrich Hegel.- 133. La filosofía del espíritu. La reflexividad
absoluta: A) Signíficado de Hegel para la teoría literaria; B) El espíritu
universal; C) La reflexividad absoluta; D) La trilogía de los espíritus. Defini-
ción de lo bello.- 1 34. Consecuencias y significado de la concepción del arte
como manifestación sensible de la idea: A) Crítica de la poética clásica y de
la modema: i) Crítica de las reglas; ii) Crítica del genio; iii) Crítica de la
mímesis; iv) Crítica del placer estético; v) Crítica de la finalidad práctica; vi)
Crítica de la catarsis; B) Motivos de la necesidad humana del ade; C) Crítlca
de la ironía schlegeliana" El símbolo y la alegoría.- 135. La historia del arte:
A) Historicidad del objeto artístico; B) Las tres épocas y las tres formas del
arte: i) La forma simbólica; ii) La forma clásica; iii) La forma romántica.- 1 36.
La poesía como forma artística propia del romanticismo.- 'l 37. Los géneros
de la poesía: A) Poesía y prosa; B) La división de los géneros poéticos: i) La
épica; ii) La lírica; iii) El drama; C) La épica y la novela; D) La tragedía.

§27. Friedrich Schlegel y el círculo de lena


123. Introducción
La obra de Friedrich Schlegel (1772-1829) es una de las más
importantes de finales del siglo XVIII, no porque haya produ-
cido una teoría de la literatura equivalente a la de Platón o
344 de la teoría de la literatura 345
Manuel Asensi

Aristóteles, aunque sin duda su influencia en el siglo XIX y en ulo dedicado a Platón, los estudiosos del arle verbal no
el XX ha sido muy importante (no todo lo que debiera, sin lean el concepto de "literatura» para referirse a la palabra
embargo), sino por el giro que impr:ime al discurso sobre I¿t valor artístico, tal y como hacemos hoy en día, hasta finales
literatura. Sus propuestas trascienden incluso las poéticas siglo XVIII. Hasta ese momento se habla de opoesía, (la
románticas, desarrollan unos i¡odelos de análisis histórico que I engloba los distintos géneros poéticos) y todavía Luzán
conformarán la base de la moderna historiografía a través de plea ese término en su acepción clásica. La palabra "litera-
Hegel, e introducen un conjunto de temas teórico-literarios de ra», traducción latina (litter) del griego grammé, significa
extraordinaria importancia. Esa es larazónpor la que en esta nalmente ninscripciónr, nhuella», ) s€ utilizaba para de-
historia se le ha concedido un capítulo exclusivo junto al nar el conjunto global de la escritura (forma todavía hoy en
mencionado Hegel. como cuando se dice: "la literatura existente sobre el tema
los antibióticos es muy abundante»).
Ahora bien, no se puede hablar de Friedrich"Schlegel sin
poner de relieve que su obra es la manifestación más aguda y Ya se indicó en los últimos apartados dedicados al clasicis-
elaborada del círculo de escritores al que per:teneció y de la que durante el siglo XVIII la palabra ,.poesía, pasa a
revista que fue su órgano de expresión: Das Athenaeuru. En ignar el género particular de la nlÍrica» y no el conjunto de
efecto, es necesario citar los nombres de August Wilhelm géneros literarios. Pues bien, el hueco dejado por el término
Schlegel, hermano de Friedrich, Schelling, Novalis, Jean Paul, " al cambiar de referente es ocupado ahora, especial-
Tieck, Schleiermacher, Hülsen, y el de Dorothéa Veit y Caroli- te durante el desarrollo de la poética del círculo de Iena,
na, integrantes todos del denominado Círculo de lena cuya el de "literatura». Tal cambio no es meramente formal,
actividad se desarrolló fundamentalmente a 1o largo de tres como tendremos ocasión de comprobarel hecho de quela
años, L797 y 1800, los mismos que duró la publicación de la bra oliteratura» designara la totalidad del campo de lo
revista Athenaeum. Cuatro factores hablan de la absoluta mo- rito (la inscripción) repercute en el referente que a finales
dernidad y carácter innovador de este grupo: la mencionad¿r I siglo XVIII cubre dicha palabra. De todos modos, imporla
revista, el ser un cÍrculo entre cuyas actividades principales se
jar constancia del tránsito desde la "poesía" a la "literatllra»,
contaba la composición de textos colectivos, la participación con ese fin hemos ido introduciendo paulatinamente el
activa de mujeres en dicho círculo que dio lugar a conatos de un ino a lo largo de este capítulo sobre la teoría literaria a
discurso feminista, y quízáel más importante en cuanto a una les del siglo XVI[.
historia de la terminología teórico-literaria se refiere: el empleo
del término oliteratura» para hacer referencia a los textos
escritos con valor ficticio y artístico.
25.La obra de F. Schlegel. Las influencias
Elfragmento
124. El concepto de "literatura» Una de las pr:imer:as características de la obra de Friedrich
hlegel es el carácter fragmentario y poco sistemático de ésta.
Este empleo pasará a ser definitivo cuando Madanre de
decir of-ragment¿¡16» nos referimos a que sus escritos utili-
StaéI, en la que el influjo de F. Schlegel fue definitivo, publique
uan una forma de expresión breve, conocida como fragmento,
en 1 800 su libro De lalittérature considérée dans les rapports avec y no a que sus conceptos estén poco desarrollados. No hay un
les institutions sociales.Tal y como apuntamos en el primer

I
345
344 Aletnuel Aseusl de la teoría de la literal.ura

Aristóteles, aunque sin duda su influencia en el siglo XIX y err lo dedicado a Platón, los estudiosos del arte verbal no
el XX ha sido muy importante (no todo lo que áebiera, sin u, .t.orr."pto de ,.literatura» para referirse a la palabra
embargo), sino por el giro que imprime al discurso sobre l¿r uuiá. tal y como hacemós hoy en día, hasta finul9t
^.tittico, (la
literatura. sus propuestas trascienden incluso las poéticas siglo XVIII. Hasta ese momento se habla de opoesía"
románticas, desarrollan unos modelos de análisis histórico quc Jngloba los distintos géneros poéticos) y todavía Luzán
conformarán la base de la moderna historiograffa a través dc .ea ese término en su acepción La palabra olitera-
;; ;;;¿n
"Iátit''
latina (litter) del griego grammé' significa
Hegel, e introducen un conjunto de temas teórico-literarios clei
de-
extraordinaria importancia. Esa es larazónpor la que en esta inalmente ..inscripciónr, uhuella', y se utilizabapara
historia se le ha concedido un capítulo exclusivá junto zrr gloLal de la escritura (forma todavÍa hoy en
mencionado Hegel. "..i."":"nto
como cuando ," di"", ..la literatura existente sobre el
tema

Ahora bien, no se puede hablar de Friedrich Schlegel sin los antibióticos es muy abundante")'
plqer de relieve que su obra es la manifestación más aguda y ,Ya se indicó en los últimos apartados dedicados al clasicis-
elaborada del círculo de escritores al que perfe,eció v a" to que durante el siglo XVIII la -palabra «poesía». pasa a
revista que fue su órgano de expresión: Das Athenaeutn. En i.gnar el género patic.rlar de la olirica» y no el conjunto.de I

efecto, es necesario citar los nombres de August Wilhelm gZ.reros l"iterariás. Pues bien, el hueco dej ado por "t tÍTii: i

Schlegel, hermano de Friedrich, Schelling, Novalis, Jean paul, ,sía» al cambiar de r:eferente es ocupaáo ahora' especial-
Tieck, Schleiermacher, Hülsen, y el de Dorothéa Veit y CaroU- te durante el desarrollo de la poética del círculo d-e Iena'
na, integrantes todos del denominado Círculo de Iena cuya sl ds «literatura». Tal cambio tto "t meramente formal'
actividad se desarrolló fundamentalmente a lo largo de tres ; como tendremos ocasión de comprobarel
hecho de quela
años, 1797 y 1800, los mismos que duró la publicación de ia rra oliteratura, designara la totaliclad del campo de-lo
revista Athenaeum. cuatro factores hablan de la absoluta mo- ," Ot i"..ripción) relercute en el referente que a finales
dernidad y carácter innovador de este grupo: la mencionada t siglo XVIII dicha palabra. De todos modos' impofta
".rbt"
revista, el ser un círculo entre cuyas actividades principales se ¡rr".orrtuncia del tránsito descle la "poesía' ala "literattlt"'l;
contaba la composición de textos colectivos, la participación con ese fin hemos ido introduciendo paulatinamente el
activa de mujeres en dicho círculo que dio lugara conatoi de un ,Ái"" a lo largo de este capítulo sobre lateoría literaria a
discurso feminista, y quizáel más i*po.tu.rte en cuanto a una del siglo XVI[.
historia de la terminología teór:ico-literaria se refiere: el empleo
del término «literatu¡¿» par? hacer referencia a los textos
escritos con valor ficticio y artÍstico. 25.Laobra de F. Schlegel. Las influencias
A,) El fragmento
,;.
124. El concepto de Una de las primeras características de la obra de Friedrich
"literatura>> ,, de ésta'
Este enrpleo pasará a ser definitivo cuando Madame de bchlegel es el carácter fragmentario y poco sistemático
Al dec-ir «fragmentario, ños referimoi a que sus escritos utili-
StaéI, en la que el influjo de F. Schlegel fue definitivo, publique
zan una forria de expresión breve, conocida como fragmento'
en 1 800 su libro De lalittérature considérée dans les ra.pports cwec un
les institutions soci.ales.Tal y como apuntamor y no a que sus .o.,.*ptos estén poco desarrollados' No hay
primer
"rit
)
J
346 Manuel Asettsl de ltt teorla de la literatura 347

texto principal al que referirse, no hay un lugar compacto tt vindicación ya definitiva del género de la novela, que hasta
donde acudir, y ello sin duda forma parte, como veremos, de los momento no había tenido una consideración plena.
planteamientos de F. Schlegel sobr:e la poesía. Sus principalos
escritos son los siguientes: Estudio de la poesía griega (1975),
Fragmentos críticos (1797), Fragntentos del Athenaeum ( 1798), Au gu s t W ilhelm Sc hl e gel
la novela Z ucinda (17 99), I deas y Diálo go s obre la poesía (las dos
A la difusión de las ideas de F. Schlegel contribuyó mucho la
de I 800) y Esemcia de la crítica ( 1804). La influencia cle Herclet',
r de su hermano August Wilhelm Schlegel, quien por su
Goethe y del osturm und Drang,r, así como la de Winckelmann
rte se interesó en las cuestiones técnicas de la poesía como el
y Kant, en su obra es manifiesta. F. Schlegel vive plenamente l<r
etro y la versificación, y cuya principal aportación fue la
que ha constituido la r-uptura de las ideas poéticas y filosóficas
stinción entre metáfora, símbolo y mito. Entender Io que
desde Lessing y representa una de las consecuencias de es¿t
términos significan en August W. Schlegel nos exige tener
ruptura iniciáI. Lo que sucede es que él lleva hhsta grandes nte que, al igual que Vico y Herder, defiende que el
extremos dicho giro teórico-literario, hasta el punto de que se e poético es el lenguaje original, el de la infancia de l.a
puede decir que después de Schlegel, la teoría da unos pasos anidad. A ello añade que la principal característica de ese
atrás, probablemente porque sus ideas eran quizá demasiadcl rje era el ritmo (el ritmo es igual a vida, sin ritmo no hay
incisivas para su momento histórico. los latidos del corazón son ritmo, decía) y su carácter
uida,
. Esta figur:ación es la que lleva a August W. Schlegel a
proponer las nociones de metáfora, símbolo y mito. La metáfo-
B) Las tres infTuencias fundamentales
f,a e$ el medio esencial poético por el que se aprecian las
Hay, sin embargo, tres influencias que el propio Schlegel correspondencias, ocultas para una visión superficial, entre los
reconoce como fundamentales para su obra. En el fragmento elementos de la naturaleza; el sÍmbolo es la forma como
216 delAthenaeum afirma que las tres grandes tendencias de la determinadas imágenes recurrentes se encarnan en los signos;
época son: la revolución francesa, la doctrina de Ia ciencia de y el mito representa Ia labor más genuina y propia del poeta,
Fichte y la novela Wilhelm Meister de Goethe (por este orden). que es la creación de mitos como visiones universales de la
De la revolución francesa, toma Schlegel la idea de libertad y naturaleza.
trata de aplicarla a todos los ámbitos de Ia vida: a la poesía por
supuesto, pero también a la política y a las relaciones persona-
les y sexuales (son notables sus posiciones feministas y l26,La influencia de Johann Gottlieb Fichte
libertarias). Respecto alateoríapoética, ello se refleiaráen un , Para comprender bien las ideas sobre la literatura de F.
rechazo absoluto y radical de la normativa clasicista e incluso Schlegel, es necesario detenerse, siquiera brevemente, en la
de la distinción entre teoría y práctica. La obra de Fichte, los lectura que Fichte (1762-181,4) hace de Kant en su c¡braFunda-
Fundamentos de teoría de la ciencia (1794), es una de las más mentos de teoría de la ciencia. Al exponer la epistemología
claras inspiraciones de los planteamientos de F. Schlegel, kantianavimos que uno de sus aspectos más revolucionarios se
teniendo en cuenta que en ella se conjugan Kant y una lectura tefería a la primacía que se le otorga al sujeto en el proceso de
radical de este último por parte de Fichte. Por último, la constitución del mundo, lo cual servía como base para edificar
apreciación del Meister de Goethe representa ei símbolo de la una nueva teoría de la mente productiva y una nueva concep-
349
348 Manuel Asensi de la ter>rla de la literttt-ura

ción delproceso creativo enla que el elemento fundamental er¿r ico se afirma a sí mismo (tesis), se niega a sí mismo
la idea de genio. De todos modos, en Kant el protagonismo dc ftesis: el no-yo sin el que no habría un yo, del mismo modo
la razón estaba, hasta cierto punto, limitado por la materi¿r nohaymaná d"re"haii., *.t o izquierda), Yreúneaambos
amorfa que era el origen de los estímulos recibidos por lar ,, prol"ro de síntesis que Fichte denomina "Yo-absoluto''
sensibilidad. Y este es el punto con el que Fichte no está de ,"orr".rr"rcia más impor:tante de la teoríade Fichte para la
acuerdo, pues asegura que la participación de la materia en el ía de la literatura, qr" el sujeto se convierte en un dios
proceso cognitivo impide hacer de las categorÍas formas de
"t
puede hacer y deshacér a su antojo cualquier "material''
inteligencia pura (es decir, sin ningúrn contacto con alguna cosa
que no sea el]a misma), o lo que es lo mjsmo: impide al yo ser
algo completamente espontáneo y libre. Para Fichte, el sujeto Historia y crítica literaria. El círculo de la com'
no pone sólo la forma (de la sensibilidad) sino también Ia prensron
materia, de modo que el espíritu lo es todo. Que todo lo que
En F. Schlegel culmina el interés de los teóricos e historia-
existe es producto del yo del sujeto es.la base del denominado
res de la literatura por el mundo griego. Empezó su carrera
uidealismo absolut<¡r.
mo filólogo clásico escribiendo sobre la poesía griega, yya en
¿Y cómo es posible el conocimiento a partir de este plantea- ¡s estudiJs se revela un aspecto importante de su contribu-
miento? Puesto que todo es producto del yo, la conciencia debe n a la moderna teoría literaria: la estrecha vinculación entre
contemplarse a sí misma y darse cuenta de los presupuestos toria de la literaturay críticaliteraria. F. Schlegel considera
básicos de su propia posibilidad. Dice Fichte: oTodo pensar, I periodo helénico como una base a partir de la que se
puede
como actividad ideal, apunta a un objeto general. ¿Cuál es, o*ptob.t esa relación, pues es ahí donde se hallan los mode-
entonces, el objeto del pensar sintético (...)? Claramente sólo poéticos más perfectos y espontáneos, los ejemplos más
Yo mismo, ¡, €r verdad yo mismo en el persár» (según la üudo. de géneros literariós, ylos ciclos evolutivos quevalen
traducción española de la Doctrina de la ciencia, VaIencia, ára toda literatura y que él concibe de manera orgánico-
Natán, 1987 , p. 176). Ese
"contemplarse a sÍ rnisma, es lo que iológica, es decir, como unproceso de nacimiento,.desarrollo'
se denomina nreflexividad, o «auto-concienciar, y es el proceso fl oreJi mi en to, m adu r ez, ri gidezy desaparici ón fin a1' En
conse-
fundamental de la epistemología fichteana, el cual será hereda- üuencia, todo crítico está obligado a tenerun buen conocimien-
do por Schlegel, quien lo aplicará a su concepción de la poesía. to de la historia de la literatura (y, especialmente, de la historia
La idea básica de esa concepción es que hay una identidad entre griega).
lo que conoce y lo conocido.
Ahora bien, F. schlegel no cree que el estudio histórico deba
No obstante, el oyo, del que habla Fichte no es un yo Iimitarse a describir lai condiciones espaciales, temporales y
psicológico o empírico. El «yo», de forma semejante a la raciul"r en las que surgió una obra literaria. En esto disiente de
napercepción trascendental" de Kant, es una función de sÍnte- Herder. El hisioriadoi y crítico no puede realizar una labor
sis, 11¡ valor lingüístico cuya principal actividad es la de meramente descr:iptiva, debe además valorar, discernir entre 1o
posicionar el yo. Es claro que cuando decimos que sólo existe ,rlioro y lo no vaháso. Todo ello a partir de un trabajo filológico
el sujeto histórico, detremos alavez explicar dónde se origina que Schlegel define como interpretación de un texto mediante
esa identidad llamada sujeto. Fichte dice: en el yo entendido rina minuciosa y cuidadosa atención a las palabras que lo
como lugar desde donde se pone el yo concreto. Ese uyo, componen. Lo que sí hereda, en cambio, de Herder es la idea de
350 de la teoría de la literatura 351
Manuel Asensi

que es necesario identificarse con el autor, comprenderlo norama artístico, pues los diferentes escritores ayudan a
mejor de lo que él se comprende a sí mismo. Basándose en rse entr€ sí (para F. Schlegel el conjunto de los escrito-
dicha idea formula el antecedente más c]aro de lo que la de una época y de todas las épocas forman una especie de
tradición hermenéutica (Schleiermacher) denominará «círcu- o orgánico); debe también disponer de un conocimiento
lo vicioso, de la comprensión. ¿En qué consiste dicho círculo iritual y estético de la obra, es decir, de su sentido, de su
de la comprensión? Para interpretar un texto hace falta leer uraleza, de su tono; y, por fin, necesita conocer la génesis
atentamente sus partes y, ala vez, comprenderlo en su totali- icológica que la engendró, los motivos que la hacen partícipe
dad, porque si no se comprende el todo ¿cómo se van a la condición humana. Todo este planteamiento histórico-
interpretar las partes? Y si no se leen las partes ¿cómo se va a ico de la obra literaria puede resumirse diciendo que Ia
entender el todo? F. Schlegel afirma que es necesario leer ica en la que piensa Schlegel es una crítica «reconstructiva»
despacio y atentamente los detalles (las partes) del texto y, al de lo que Goethe denominaba crítica «genética»:
mismo tiempo, hacer una lectura rápida del todo textual para acer el camino que ha hecho el autor en sentido contrario,
tener una visión de conjunto. La interpretación es un círculo hasta su fuente primera, reconstruir el sentido originario de
que va constantemente de la parte al todo y del todo a la parte. obra.
Si queremos entender lo que Juan Ramón Jiménez quiere decir
tr.
en estos versos:
;I28. La «poesía trascendental» y el problema del
nCon lilas llenas de agua, ii, género
le golpeé las espaldas. i,
Y toda su carne blanca L,' Sin embargo, lo explicado en el punto anterior, con ser
se enjoyó de gotas claras..., irnportante, representa los primeros pasos de F. Schlegel como
brítico, el momento en el que todavía no ha estallado plenamen-
necesitamos, de acuerclo con la idea del círculo de la compren- te su propuesta más innovadora. Esta se desarrolla, sobre todo,
sión, leer atentamente el significado que tienen en el texto «lilas», n su etapa fragmentaria, en la de los escritos publicados en la
<(agua », u golpeé", « enjoyó », o lilas llenas de agua r, « carne blanca», ievistaDas Athenaeum. Y es el proyecto de una «poesía trascen-
etc. Pero, alavez, necesitamos tener en cuenta la totalidad de los dentalr, también denominada "simfilosofía, o nsimpoesía", lo
cuatro versos (o del poema en conjunto si lo tuviéramos a la üsta) que constituye el núcleo original de su propuesta teórico-
para guiar nuestra interpretación de las palabras y expresiones. literaria. iQué es exactamente la poesía trascendental? Lo
Debemos comprender que se trata de una escena erótica y primero que hay que decir: acerca de esa noción es que no es
sensorial en la que se describe una persecución de la amad alo por hada, que aútn no existe, que hay ejemplos que se acercarl aella,
parte deUde la amante y, entonces, advertiremos, porejemplo, que pero nada más. La poesía trascendental no es una noción ni
"golpeé, no tiene un sentido negativo. Claro está que sin leer las descriptiva ni prescriptiva, sino proyectiva, lo cual quiere decir
palabras y las expresiones particulares jamás podríá hacerrne una que existe sólo como proyecto de ftituro. Resulta claro que con
idea del sentido global. De esa manera vamos de las partes al todo este planteamiento, la crítica ha dejado de ser lo que era hasta
y del todo a las partes. ahora, es decir, o un manual que expone unas reglas para la
Para llegar a una adecuada comprensión histórica y actual composición de poemas tomando en consideración las obras
de un autor, el crítico requiere disponer de un conocimiento del modélicas del pasado, o un tratado descriptivo en el que se da

j
353
352 Marutel Asett.¡l de la teoría de la literal.ura

cuenta, se interpreta, se analiza, una obra literaria ya hecha.y ico. Esto lo veremos mucho mejor en el siguiente apartado'
c<¡nsumada. La crítica es, para F. Schlegel, una actividarl que ahora interesa dejar bien claro es que la poesía-trascen-
heurística, descubridora, anunciadora de lo que ha de venir. rial nace como oposición a la tnanera rígida y pura de pensar
género (lo cual F. Schlegel aplicará no sólo a la literatura sino
En segundo lugar, convlene aclarar los motivos que condu- donde reivindicará como
jeron a F. Schlegel a plantear una cr:ítica anunciadora de l¿r -biér, por ejemplo, a la sexualidad
política para la que reclama ia
ideai la ..rdtógitti^, o a la
venida de la poesía trascendental. ¿A qué obedece esta poesía/ uía y la práctica del ocio).
A lo siguiente: la concepción de los géneros poéticos heredad¿r
del "Sturm und Drang», en especial de Herder, y la idea dcr Fero en este punto, F. Schlegel se muestra coherente, puesto
libertad absoluta debida tanto ála revolución frantesa como ¿l e si la poesía trascendental se fijara alguna vez en una forma

la filosofía de Fichte en la que el yo, recordémoslo, no est/r initiva, entonces a pesar de su carácter impuro, pasaría a ser
limitado por nada excepto por su propia negatividad, le hacen objeto con unos límites concretos susceptible de ser defini-
, es"decir, un objeto sustancial. Este
proceso lo hemos vivido
a F. Schlegel rechazar la idea de un género o puro (como en el
neoclasicistno) o más o menos puro (Lessing, Goethe, etc.). la experiencia de las vanguardias del siglo XX que en su
Hay momentos en los que ayanza una caracterización de los rentá fueron innovadoras y rupturistas, pero que con el
tres géner:os clásicos, diciendo, por ejemplo, que la forma lírica mpo sus productos han sido reducidos al museo o a los
es subjetiva, la forma dramática obietiva y la épica subjetiva- :hivos críticos. Tal hecho supondrÍa una contradicción en la
pues, otra
objetiva alavez (fragmento 322 del Athenaeutn). Hay otros en [ropuesta de una poesía trascendental futura. Así
los que dichos atributos cambian: la épica es poesía obietiva, l¿r iarácterística básica de dicha poesía es la siguiente: no es sólo
lírica, subjetiva, y el drama objetivo y subjetivo alavez (fr.g- [ue todavía no existe, sino que en propiedad nunca llegará a
mento 243 del Liceo). Sin embargo, tales definiciones que áxistir. La poesía trascendental será siempre un puro proceso
'[prr..
toman en consideración el grado de participación del punto de enerleia, como en Herder), algo en continuo trance de
üumpli rse pero si n liegar a r ealizar se- j amás. Di ce Schl egel, por
'

vista personal del autor, no son más que descripciones de lo que


tales géneros han sido o han querido ser, lo cual no quiere decir ejemplo, que la poesía trascendental es un eterno hacerse' La
que tal estado de cosas, fundamentalmente perteneciente al escriiura literaria que se acerque a ella será eso mismo, un
pasado, convenza a Friedrich Schlegel. acercamiento, pero nunca llegará a alcanzatla.

Así es:afirma categóricamente que todos los géneros poéti-


cos clásicos practicados en su rígida pureza, resultan hoy día I 29. El absoluto literario: simpoesía y simfilosofía
(en su época) irrisorios. Tuvieron sentido alguna vez, pero sólo
valen para la poesía clásica; obedecen a una concepción políti- A) Globalidad e ilimitación
ca y metafísica desfasada que la poesía moderna no puede
aceptar. Una concepción republicana y democrática del género Aclarados l<¡s motivos que llevaron a F. schlegel a proyectar
significa que es necesario pensarlo como algo básicamente una poesía trascendental, cleberemos exponer ahora cuáles son
impuro. Si, por otra parte, el conocimiento es sinónimo de Ias peculiaridades que ha de tener dicha poesía y las de los
auto-reflexividad, según había planteado Fichte en su filosofía, objetos literarios que se le acercan. Lo más importante es su
entonces esa impureza debe incluir, entre otras muchas cosas,
.uiárt , absoluto y omnicomprensivo, en el sentido de que no
queda fuera de ella ningún tipo de cliscurso. La poesía trascen-
tanto el objeto poético como la reflexión sobre tal objeto
de la teorta de la literatura 355
354 Man.uel Asensi

dental se caracterizapor reunir, mezclar y acaparar todos los un mismo espacio discursivo todas esas formas de escritura
géneros y modalidades que hasta ahora han vivido separados o pensamiento, lo cual de nuevo tiene sus orígenes en la
unidos sólo relativarnente: drama, lÍrica, épica, novela y el resto ón fichteana del yo como englobador de toda la reali-
de los subgéneros poéticos; lo ideal, es decir una visión elevada y en el proyecto libertario de la revolución francesa.
del mundo, y Io real, lo contrário de lo anterior; la filosofía, la
retórica y la poesía; el verso y la prosa; lo ingenuo y lo
sentimental; el discur:so teórico literario y el literario. Concluye B) Poesía, crítica y teoría reflexiva
Friedrich Schlegel diciendo que la poesía trascendental abarca Otro de los aspectos verdaderamente importantes de F.
desde los más grandes sistemas del arte que, a su vez, contienen §chlegel en su contribución a la historia de Ia teoría poética, es
otros sistemas, hasta el suspiro y el beso que el niño poeta iiue hace surgir una nueva concepción de la relación crítica
exhala en un canto carente de artifisio. De ahí, los,nombres de '[iterar:ia-literatura.
En efecto, una poesía que engloba todos los
«simpoesÍa, (toda la poesía y todos los discursos) o hiscur.or poéticos y no-poéticos, debe necesariamente incluir
osimfiloso[ía, (toda la filosofía y todos los discur:sos). én ella su propia crítica y descripción. La teoría literaria,la
'énticaliteraria, desde esta óptica, no pueden ser discursos que
El carácter absoluto y omnicomprensivo de la poesía tras-
cendental (a veces llamada por F. Schlegel también «poesía desde un exterior reflexionen sobre la poesía trascendental, no
románticar') es, en primer lugar, un atentado flagrante contra pueden ser, en definitiva, géneros distintos de esa poesía' Al
los planteamientos teórico-poéticos tanto clasicistas como mo- contrario, forman parte de ella. De acuerdo con F. Schlegel, lo
dernos. Si el clasicismo no veía con buenos ojos la existencia de que en verdad convierte en trascendental a la poesía en la que
la tragicomedia (de unaCelestina, pongamos por caso) ¿qué iba él piensa es su capacidad par:a producir una teoría poética
a decir de la poesía trascendental? Goethe, por poner un sobre sí misma y sobre la facultad poética en general. Dicho de
ejemplo de autor moderno, no quería ni oír hablar de F. otro modo: la poesía trascendental es poesÍa Y, alavez, poesía
Schlegel y del círculo de lena. Pero no es sólo un rechazo que $e la poesía
(hoy en día diríamos: metapoesía). En términos del
proviene de épocas pasadas. Hegel, quien publicará su obra un propio Friedrich, que son también los de Fichte, se trata de una
poco más tarde, califica el proyecto de Schlegel de impresenta- poesía reflexiva, una poesía que se contempla a sí misma y que
ble, y Kier:kegaard, en pleno siglo XIX, lo condenará sin palia- lo hace, además, de forma infinita, pues da cuenta no sólo de sí
tivos. Y el siglo XX prácticamente lo ha ignorado. Evidente- misma (poesía de la poesía, como hemos dicho), sino también
mente, la poesía t.rascendental era un ataque al orden existente. del hecho de dar cuenta de sí misma (poesía de la poesÍa de la
Si indagamos un poco más en el significado y en las caracterís- poesía), y así hasta el infinito.
ticas de esa escritura absoluta, veremos que las consecuencias De esta manera, surge 1o que podr:íamos denominar una
prácticas son también muy interesantes. teoúa «reflexiva» de la poesía que se opone por igual a la teoría
Desde Platón y Aristóteles, la exigencia de una delimitación mimética (propia del clasicismo) y a Ia expresiva (propia del
entre filosofía, historia y poesía había sido una constante, lo romanticismo). Es una clase de poesía que no está interesada
cual servía entre otras cosas para establecerunajerarquía en la en privilegiar ni la representación de la realidad ni la expr:esión
que la filosofía ocüpaba el lugar dominante y, por debajo, se de lo que el hombre lleva en su interior (el próximo capítulo de
disputaban las posiciones la poesía, la historia y la retórica. La este libro trata específicamente este aspecto de la teoría poéti-
poesía trascendental trata de romper esa jerarquía englobando ca), sino fundamentalmente el auto-conocimiento, la auto-

I
356 Marutel Asensi Historia de la teoría de la literatura 357

reflexión del objeto poético. Por consiguiente, el proyecto que diálogos platónicos, los cuales contienen una variedad de
surge araíz del trabajo de F. Schlegel y el círculo de lena, más modos narrativos (se habla en primera persona, pero también
que ser una teoría de laliteratura es una teoría en lalitera1:lra. hgbla un personaje, hay drama y hay narración) y de temas
Yla importancia de estateoría-en-laliteraturay delareflexiüdad (filosóficos, éticos, científicos, poéticor, *itológicos,
es tal que, según Fi:iedrich, una obra poética no está completa geométricos, etc.).
si carece de un auto-análisis, de una dimensión auto-crítica. ' Durante el siglo XVI, el género que her:eda esa pluralidad y
Tan así es que, incluso en los casos (la mayoría de ellos, por versatilidad formal y temática es el «romartzo>>, cuyo máximo
cierlo) en los que el discurso crítico es formalmente exterior al representante, según Friedrich, es Ariosto. El ejemplo culmi-
objeto li.terario, en realidad ambos se pertenecen entre sí, pues nante de la poesía trascendental está representadt porla novela
uno sin el otro no pueden existir independientemente. De ello cervantina (cervantes es un continuo punto de referencia en los
,

se clesprende una idea muy novedosa para los intereses de una éscritos de F. Schlegel) y la novela moderna de su época
leoríapoética: que Ia crítica literaria no es algo que se añade al (Goethe, Jean Paul, etc.). Por la novela, en fin. Evidentemente,
texto ]iterario, algo de lo que se habría podido prescindir, sino lo qne hace de ésta Ia práctica textual más próxim a alapoesía
algo que completa dicho texto al que, sin el discurso crítico, le trascendental es su radicalismo en cuanto a la mezcla y la
falta¡:ía un elemento clave para su propia constitución, es decir, hetero€eneidad, porque en la novela la combinación y entreve-
la reflexividad. Así, pues, la clase de crÍtica en la que F. Schlegel rado de géneros literarios y no literarios, de temas, procedi-
piensa no es sólo proyectiva, sino también complementaria. rrrientos incluso visuales (piénsese, por ejemplo, en los tipos y
cuerpos de letra, en los dibujos y digramas, y en las páginas en
130. La novela, elwitzy la parábasis §lanco o en negro con los que juega Lawrence St"..r",
".,
Tristam Shandy , (1,7 59),otra de las novelas f¿voritas de Friedrich
A) La novela
,§chlegel), materiales provenientes de distintos lugares o collage
Pero si la poesía trascendental es un puro proceso que nunca
p. Qu-i¡ot" 9l un compuesto de textos de dist]nta Jengua y
encia) llega a seruno de sus principios organizadores. Si
llegaráa existir como identidad determinada, hay, en cambio, pensamos, por un momento, en D. Quiiote recordaremos que
manifestaciones literarias que se aproximan en mayor medida pu textualidades una amalgama de poesía lírica, cuento breve,
a esa noción. Se trata de la novela, y también de sus anteceden-
tes, es decir, de los «romanzi», de la épica. En un trabajo §énero pastoril, género cabal]eresco, conceptismo, enunciados
irarrativos, de costumbres, históricos, fil<¡iOficos, fantásticos,
titulado Diálogo sobre la poesía, texto dialogado en el que los traducciones, y un Iargo etcétera.
personajes participantes son trasuntos de los miembros mas-
culinos y femeninos del círculo, F. Schlegel lleva a cabo un 'r, Pues bien, el hecho
de que la novela baraje tal cantidad de
recorrido histórico por las diferentes épocas de la literatura, y materiales heterogéneos implica dos cosas:
encuentra uno de los primeros vestigios de la poesía trascen-
dental en la poesía épica. Recuerda cómo, según la clasi[ica-
ción platónica de los géneros, mientras el drama y el ditirambo ) El witz
son géneros puros, la épica se caracteriza por ser una mezcla clei
los dos anteriores. Es decir, que la épicaen sus orígenes es ytt Por una parle, requiere que el poeta tenga una facultad o
un género impuro. Esa mezcla e impureza aumentará en los genio mediante la que pueda conseguir nuevos hallazgos en
358 ria de la teoña de la líteratura 359
Manuel Asensi

la confusión de un caos heterogéneo, en relaciones nuevas, radas de otras (es decir, lo que se entiende por fragmento
inéditas (la capacidad metafórica queda englobada dentro de lo ima en Ia tradición de Shaftesbury, La Rochefoucauld,
que estamos describiendo) que no llegan nunca a un estado de mfort, Pascal o Montaigne, recurso empleado por el pr:opio
fusión, y cuya diferencia permanece siempre explícita. Es rich y alguno de sus compañeros como, por ejemplo,
decir, plantear la idealidad'de una poesía trascendental basad¿r is), y otra cosa, relacionada con esta última pero diferen-
en la combinación de elementos dispares, no significa hacer es Lrn texto cuya totalidad es un conjunto de fragmentos en
una macedonia o batiburrillo sin más ni más, sino ser capazde sentido que ya hemos apuntado varias veces: un collage, una
crear algo coherente (o coherentemente incoherente, si se binación de distintos materiales formales ytemáticos cuyo
quiere) y novedoso que tenga un sentido y una dirección. A nsito de uno a otro provoca una interrupción en el cur:so del
dicha facultad de encontrar relaciones inéditas y correspon- to. F. Schlegel designa esa interrupción mediante un térmi-
dencias, F. Schlegel la denominawitz. Así, lo que se necesit¿r retórico tradicional: la parábasis.
para crear obras literarias próxirnas a la poesía trascendental es Veamos un ejemplo de ello extraíd o deDon Quijote (Friedrich
witz,elcual es definido de muy distintas maneras porFiedrich: ía que en Cervantes la parábasis es divina), concretamente
nsocialidad lógicar, «espíritu quÍmicor, ogenialidad fragmen- su primera parte, el tránsito entre el capítulo octavo y el
taria», ufacultad pofética", etc. veno. La historia cuenta el encuentro de D. Quiiote con un
que lleva a una señora vizcaína acompañada por unos
uderos y con dos frailes que coinciden por allí en ese
C) El fragrnento y kt parábasis mento, el ataque de D. Quijote contra estos últimos porque
Por otra parte, eleva la discontinuidad a procedimient<r nte llevan presa a la dama, y la intención posterior
compositivo esencial de la simpoesía. Si un texto literario pasa dc hidalgo de obligar:les a dar la vuelta hacia el Toboso para
emplear una forma lÍrica a emplear una forma dramática, si paser unicarle a Dulcinea la acción que él ha hecho por ella. Uno
de hablar de erotismo a hablar de los pecados capitales, si además los escuderos vizcaínos de la dama, reta a D. Quijote, y uno
lo hace de manera brusca, entonces la intermpción es un mec¿r- o en una mula (el vizcaíno) y el otro en Rocinante se
nismo textual que siempre estará presente en dicha forma dcr n a entrar en batalla. Los vemos en acción: .,venía, pues,
poesía. O dicho en otras palabras: hace del fragmentarismo un¿l se ha dicho, don Quijote contra el cauto vizcaíno con la
necesidad. La novela, máximo ejemplo de lapoesía trascendental, en alto..., Vemos, asimismo, el nerviosismo de la damay
sería un compuesto de fragmentos heterogéneos. Esta concep- sus criadas, esperamos el resultado final de tan cómica pelea,
ción fragmentaria fue utilizada por el propio F. Schlegel, quien lar
justo en ese momento se intermmpe la narración y leemos:
convirtió en su modo de expresión favorito. De hecho, se habr á está el daño de todo esto que en este punto y término deja
obseruado que a lo largo de este apartado nos hemos referido en iente el autor de esta historia esta batalla, disculpándose que
varias ocasiones a que tal o cual cosa la dice en el fragment«r halló más de estas hazañas de D. Quijote, de las que de.ja
». La historia no se reinicíaráhasta el siguiente capítulo
número x de tal o cual obr:a. Eso es porque la mayorparte de sus
textos (aI menos los de la época que estamos estudiando aquí) el segundo autor encuentre en un cartapacio la continua-
utiliza como medio de expresión el fragmento. de D. Quijote escrita en caracteres arábigos.

Per:ohay que hacer una clistinción: una cosa es emplear la r Esta intermpción de la acción narrativa, fenómeno ya des-
frase o conjunto de frases cortas, acabadas en sÍ mismas, crito por los tratadistas del Renacimiento italiano como carac-
36A 'Historia de la teorla de la literatura 361
A[tmuel Asensi

terística propia. d: 1..: «rotrlaDzi¡>, hace que el texto deje de fijar , Sin embargo, Schlegel emplea la palabra «ironía, en un
su atención en La historia narrada (el enfrentamientó entre D. 'sentido distinto. Se podría decir, de acuerdo con Friedrich, que
Quijote y el vizcaíno) y pase a contempl arse a sí mism a (se habl a |ray ironía justo cuando no sabemos si en un texto hay ironía o
del proceso m§fno de la narración), de forma que la parábasis no la hay, cuando no estamos seguros de si ese texto significa
producida irnpllca en el ejerlplo analizado qr"iu norela aban- luna cosa o su contraria. Queda claro ahí que la ir:onía es un
done el proceso mimético'narrativo y refiexione sobre sus problema ligado a la posibilidad de comprender un texto y que,
propios procedimientos. HeahÍ, pues, reunidos en un mismo por eso mismo, es algo de no poca importancia. El mismo F.
texto, la parábasis y la reflexividad como causa de la ruptura de Schlegel lo reconoció así en un ensayo titulado precisamente
proceso mímético Y exPresivs .,Sobre la incomprensibilida d" (Über die [Jnvers tandlichkeit ).
La mezcla de materiales varios y heterogéneos, propia de la
poesía trascendental, debe afectar a todos los niveles del texto.
131. La itonia- Hasta ahora nos hemos referido a la forma, pero hemos dejado
de lado 1o que tiene que ver con el nivel semántico de la novela.
Se trata de la otf gran aportación de F. Schlegel (junto con
tQué podrÍa significar la combinación de materiales distintos
Solger, Tieck,.Müller, Kleist, su hermano Augusly ei resto de y opuestos en el plano del sentido de la poesía trascendental?
los que f,vmabaft pafte clel cÍrculo de Iena) rol,o a la teoría trneütablemente una combinación de sentidos opuestos. Haga-
de lá literatura silo-también a la tilosofíay"-oa la linguistica. mos una pregunta ingenua: ¿cuál es el sentido de D. Quijote?
Kierkegaard,HegeT, Nietzsche, dedicaron parte de su trabajo a Mucho se ha escrito sobre ello, y ¿pretende Cervantes criticar,
defendárla 6 ¿ af,acarla, ] en.gl siglo XX, escritores tan impor- como él mismo confiesa, los libros de caballería o pretende, en
tantes corno Walte,l Benjami¡, páter Szondi y paul de Man se cambio, defender el idealismo que encarna el personaje de D'
han inspirado en ella.-Tal aportación consiste en haber. dado a Quijote?
la ironá Lln contenido distinto del que tenía en la retórica
clásica y ul ¿lgance. mucho mayor. Por otra parte, es un Hay elementos que apoyan una tesis y otros que apoyan la
«concepto» el su.yo :"lror?9 contraria, pero no hay ninguno que se incline definitivamente
I.ómplice delwitzy delaparábasis. hacia una o hacia la otra, y la historia de Ia crítica de la novela
Para el sistema vg'tór'ico clásica,lá ironía es un"tropo y consiste
en sustituir un siánmcado propio por uno figuraclo a partir de de Cervantes lo demuestra. Esa es una situación irónica, ese es
una oposic¡6¡ s¡istente entre loi dos. En el film áe Kevjn un mecanismo irónico, es decir, hallarse ante dos puntos de
costnárRo bín de lo,s bosque.s, cuando Robín r,uelve a Inglaterra vista incompatibles y excluyentes entre sí, de forma que no se
yseencuen t:?.."-flla queél cree que eJahi;a del rey, Máianne, comprende el texto en el que se dan esos puntos de vista, o bien
y que enrealidad es su dama de compañía, mujer gordita llena Io único que se comprende es que no se puede comprender. En
de granos y no rfluY. agraciad¿, le dice: oveo que el paso del el proceso irónico, tal y como lo describe Friedrich Schlegel, no
tiempo os ha t ?r?do.,.yuy bien,. Esa frase seria un tropo hay ninguna marca, ninguna señal lingüística o pragmática
irónico porque sl significado usual de la expreriO., áiqr" yo que me indique cuál de los sentidos es el que prevalece. Si un
sabem<¡i, es decir, queel tiempo hatratadoüienala ", aáÁu, p".o tropo pone en juego un cambio semántico, el de la ironía es tal
sin embargo en el contexto en que se pronuncia el significado que no se puede controlar su efecto. Así, al igual que ocuffe con
es justo el opuesto:,el tiempo ha tratado muy mal ala dama. la poesía trascendental,la ironía de la que habla Friedrich no
Esio es una ironía desde un punto de vista clásico. es definible, no es ocriticable» en el sentido kantiano, no es
362 Manuel Asensi I{istoria de la teoría de la literatura 363

decidible, pues su definición lafiiaúa en una posición cuand<¡ ideas y los ideales, en oponer cosas contradictorias con ei fin de
eila es precisamente la ausencia absoluta de posición. Por gscapar de ellas. Puesto que la realidad resulta en ocasiones
tanto, mientras laironíaclásica es un tropo definible, la ironí¿t insoportable y dura de aceptar, el humor es algo que al proyec-
schlegeliana está más allá de la comprensión misma. Por eso, tar sobre esa realidad su contrario (no las cosai sán, sino
dice F. Schlegel de ella: ula ironía es la clara conciencia de l¿t lgmo deberían ser) nos permite distanciarnos "o*o
de ella y superar
eterna agilidad, de la plenitud infinita del caos,. El problema la contradicción. Cuando D. Qui.iote es armado cabalieroen la
que el escritor alemán deja en el aire es éste: ¿no será la ironía ¡¡enta, el texto de cervantes está yuxtaponiendo dos dimensio-
el procedimiento que mina la comprensibilidad de cualquier' hes, la de la realidad o mundo finito (el ventero y las que con él
clase de texto? oe hallan soll gente vulgar y maliciosa), y la de la idéalidad o
¡nundo de las ldeas (D. Quijote cree que se halla en un castillo
rilonde el señor que allí manda lo va a armar caballero). Tal
132. Variantes menos radicales de la ironía ;f;uxtaposición crea un efecto de humor, hecho qlre nos permite
schlegeliana: Jean Paul Richter distanciarnos y reirnos de una realidad que,no es precisamente
oómica. La diferencia del ,,humor, de Jean paul con la ironía
Jean Paul (1763-1,525) fue un novelista y crítico bastante de Schlegel es que aquél es un instmmento de superación y
mordaz con sus coetáneos, los hermanos Schlegel, Schiller, distanciamiento, mientras que ésta es un proceso de1 que no se
Schelling, Solger, etc. pero su obra teórica, especialmente l¿t puede escapar y dentro del que el sujeto permanece sin poder
Introducción a la estética (1804), se mueve dentro de unos elejarse de é1.
parámetros bastante semejantes a los de éstos. Comparte la
visión de lapoesíacomo dividida históricay estilísticamente en
clásica y romántica, la negación de que la poesía consista en
imitar la realidad o expresar los sentimientos del poeta, la idea Georg Wilhelm Friedrich Hegel
de que la literatura representa la unión de lo sensible y lo l
inteligible, la reivindicación del género novelístico, etc' Su 133. La filosofía del espíritu. La reflexividad absoluta
aportación más original está relacionada con la noción de
ironía tal y como se ha visto en el apartado anterior, si bien él $) Significado de Hegel para la teoríq literaria
no habla de ironía sino de ohumorr. De nuevo necesitamos
volver a Fichte para entender la base de ese término. Según la " Hegel (1770-1831) es la figura que, en cuanto a la nueva
orientación de los estudios literarios que emerge de la crítica al
interpretación que los componentes del Círculo de Iena hicie- ólasicismo, resume los pr:incipios de esa nueva poética, asumién-
ron de su filosofía, el «yo» es el principio dominante y único en dolos, explicándolos y tratándolos de superar en algunos casos
lo que llamamos realidad, de forma que ese «yo» puede hacer (sobre todo, en lo que se refiere a los planteamientos áe Friedrich
y deshacer a su antojo todo lo que él mismo produce, sean Schlegel y el círculo de Iena). Su obra máxima en lo que a teorÍa
elementos concomitantes u opuestos. poética y artística se refiere, Las Lecciones de estétiia, pubrica-
¿Qué es exactamente el ohumor" del que habla Jean Paul? El das de forma póstuma en 1835, representa la gran sistámatiza-
humor es el medio, nos dice, a través del que la idea eterna (es ción en la que se sigue apoyando todavía hoy una porción muy
decir, lo suprasensible) aniquila lo finito (lo sensible). El humor extensa de la teoría literaria y estética del siglo XX.
consiste en yuxtaponer la realidad y el mundo abstracto de las

I
365
364 Manucl A de la teoría de la literatura

Actuales siguen siendo, por ejemplo, su idea acerca der principio de síntesis y superación lo encuentra Hegel en
en la obra poética coinciden lo sensible y lo inteligiblc, io siguiente: si bien larazónes autosuficiente e indepen-
(no ástá limitada por ningún objeto exterior a ella), no es
división en periodos de la historia del arte y de la literatura,
qr" razónseá exclusivamente nuestra (es decir' del
concepción organicista del objeto poético, etc. Pero es cl¿t "rt
que todas esas ideas ya habÍán sido formuladas, de una [«r¡'nt* áel hombr e).Larazón no es ni más ni menos que uno de
u otra, cuando él llega a Jena en 1801, entre otros por Kant¡ :rumentos privilegiados del Espíritu, pero éste se halla
Schiller, Fichte y Schelling. De Kant y Schiller ya hemos visto te también, *uyot o menor medida, en el objeto (en
"n
raleza, en las instituciones sociales, etc')' El sujeto y el
cómo el arte, y la poesía en especial, tiene la función clg
establecerun puente entrela sensibilidady larazón, el dominltl no son sino determinaciones de ese Espíritu, el cual
ta Ia totalidad en la que aquéllos se originan y desem-
del conocimiento y el del deseo; Fichte posibilita una conccp.
ción del arte en la que éste maneja unas oposiciones volátilcs; , de manera que fijar la atención en uno o en otro es
Schelling ( 17 7 5 - 1 85 4) eleva el arte a una fu nción epistemológ i cn
ir en una parcialidad negativa.
vital porque mediante la imaginación revela la unidad dialócr.
tica de los procesos subjetivos (inteligibles) y objetivos (sensi' reflexividad absoluta
bles). Y entonces aparece Hegel.
ú*u*o, esa cuestión desde otro punto de vista: el de la
vidad. Ya sabemos ia importancia que reviste este con-
B) Et espíritu uníversal
F; ., la poética fragmentaria del círculo de lena' Por
en
El punto de parlida de éste es el siguiente: la filosofía crítica implo, la piopuesta de una poesía trascendental depende
de Kant, aún suponiendo una revolución en todos los órdenes ,rrl purt" ¿á et. Pues bien, tanto la reflexividad kantiana
del conocimiento, no logra liberarse de la oposición existentc ár"táu .,trascendental,) como la que expone Fichte
entre el mundo de la raz6n (lo suprasensible) y el de los exividad de la conciencia con respecto a sí misma) incu-
, si bien de forma más sutil
que las anteriores reflexividades
fenómenos (lo sensible). En consecuencia, tiene que recurrir a
úescartes, Locke Leibniz, en la dicotomía entre quien
y
lo estético como medio de establecer una conexión entre
eia y lo reflejado. be ahÍ que cuando Schlegel habla de las
ambos. Sin embargo, á juicio de Hegel, el problema de la
oposición entre razón y sensibilidad debería resolverse en el ,ralterísticu, á. la osimpoesía» recurra siempre a las,oposi-
plano filosófico antes de pasar al estético. Por otra parte, si se ones, contradicciones e intermpciones' Hegel, sin embargo'
ensa que si queremos salvar la ver:dad es necesario suprimir:
toma la opción de Fichte, entonces sólo nos queda la posibili-
dad del nihilismo propio de la ironía schelegeliana, dado que no ',Eru
oporii.ión, y para ello invoca un tercer elemento, el Espíritu'
hay forma de encontrar ninguna verdad y todo val.e en el juego
el cual acaba óon dicha oposición haciendo que el objeto I
l

r.flejudo (mundo o concieniia) aparezca como aquéllo en lo


I

leve y relativo del yo. En cambio, si pensamos en términos I

clásicos, como sucedía antes del advenimiento del idealismo, es


qr" él espejo se muestra como imagen del espejo mismo' siendo l

decir, de manera objetiva y empírica, el resultado es que el iluu"rig;ul y distinto de esa imagen. De acuerdo con el filósofo
sujeto pierde su libertad al hallarse totalmente determinado alemán, elloconduce ala superación de los dos momentos
claves ie toda reflexién: el del reflejo del objeto y el de la auto-
por el mundo objetivo. Lo que Hegel está dando a entender con
reflexión de la conciencia. Hegel denomina a este tipo de
ello es que es necesario un movimiento de síntesis que solucio-
reflexión "reflexión absoluta"'
ne y supere esa dicotomía.

,J
366 de la ter>ría de la lif.erat.ura 367
Manttel

Larazón de este intrincado proceso se debe sencillamenlc la fam ilia, la sociedad civil y el estado). Por último, el espíritu
que el Espíritu (espíritu del mundo, identificado con el espf rltÉ representa la síntesis y superación de los dos anteriores,
de Dios) se halla presente en el hombre y en la naturalez,u, ¡l es donde coinciden el espíritu libre y la objetividad de la
quienes ha creado en su desenvolvimiento histórico. Es, ¿¡clc. , donde el equilibrio y la expresión espiritual alcanzan su
más, lo quepermite preserr¿af laverdad, eliminadapor Sch legel¡ perfección. Las tres formas del espíritu absoluto son, en
la cual se pierde en el juego infinito de las oposiciones, y haccl'k, jerárquico, la filosofía, la religión y el arle' Y, de esta
sin recurrir a un mundo material que sirva para verific¿u.el ya hemos llegado hasta el lugar: que el arte y, por tanto,
carácter verdadero o falso de lo que dice o hace el hombre , ocupa en la arquitectura del sistema hegeliano.
(según el pensam iento clási co). La tarea de I a fi losofía hege I i n na
il igual que ocurre en Kant, Schillery Schelling, el arle es un
es una tarea histórica: hacerse eco y mostrar el desarrollo clel
dio de la verdad, nada tiene que ver con la ficcionalidad que
Espír:itu a lo largo de la historia en su camino hacia la liber¡r. buían durante la tradición clásica, pero Ia diferencia es
ción. Y una buena forma de entender esto es seguir con la ) mientras en aquéllos el afte y la poesía sin¿en como
puente
interpretación cristiana: el Espíritu, al igual que Jesucristo, lrrr ión de lo que en sÍ mismo está separado (razón-natutaleza,
tenido que revelarse al hombre volviéndose carne, es decir,, isible-inteligible, entendimiento-sensibi lidad, subjetivo-ob-
sensible, única manera de darse a conocer, pero su destino fi nn I ivo), en Hegel el arte encarna una unidad que ya antes de
no es el de quedaratrapado en Ia materia, sino liberarse de ella. sarnarse en la materialidad artística era una unidad: la
La conclusión es clara: la materialidad que más valor histórico izada por el Espíritu, la de la reflexión absoluta. Es así como
y actual tendrá será aquélla en la que se revele de la forma nrhs que interpretar la definición que Hegel da del arte: la
nítida posible el Espíritu. Tendrá más valor el hombre que lir nifestación sensible de la idea. Lo cual es insistir en la
piedra del camino, pues el Espíritu, aún habitando en los dos, pción kantiana y shilleriana pero llevándola a su culmi-
se presenta con mayor fuerza en el primero. :ión, perfección y superación mediante la afirmación de Ia
idad previa de materia y espíritu que se escenifica y revela,
tre otros sitios, en el arte (los otros son, en el plano del
D) ta trilogía de los espíritus. Definición de lo bello itu absoluto y en un rango superior, la religión donde la
El Espíritu se manifiesta histórica y actualmente de tres se manifiesta a la conciencia humana no por la represen-
maneras ideales, como espíritu subjetivo, como espíritu obje- ión externa, sino por Ia interna a través de la meditación, y
tivo y como espíritu absoluto. El espíritu subjetivo es el modo filosofÍa en la que la subjetividad religiosa y la objetividad
como el Espíritu se revela en el fenómeno humano, en el stica se confunden).
hombre, visto como ser que ocupa un lugar en la natura\eza
(objeto de estudio de la antropología), como conciencia (objeto
de la fenomenología del espíritu) o como psicología (objeto de
134. Consecuencias y significado de la concepción del
análisis de la disciplina que lleva ese misrno nombre). El r art€ como manifestación sensible de la idea
espíritu objetivo designa el modo en que el Espíritu se ofrece en
A) Crítica de la poétíca clási.ca y de la moderna
la naturale za, efllo objetivo que rodea al hombre y lo configura:
sus formas son el derecho, la moralidad y la eticidad (que La concepción del arte como manifestación sensible cle la
implica, como síntesis y superación del derecho y de la morali- idea lleva a Hegel a compendiar 1o que hasta ese momento y
3ó8 de la lettrla de la literatura
Manuel Asensi

desde mediados del siglo XVIII habían sido los principales Crítica de la mímesis
tópicos de la crítica a la naturalezadel arte y de la poesía según jÑi"gu
también Hegel que la naturaleza {e] lte consista en
la poética clásica, siempre por supuesto tratando de superarlos cle la superi ori dad
y encuadrarlos dentro de su sistema, hecho que le condujo a
;?;;t;;pÁ á" J, ru real idac{ en virtud ello presupone
ésta sobre lia actividad ar-tística' En efecto'
r - -- ñ:^^\
realizar una crítica de los pl'anteamientos de algunos de sus i. náit"a. verdad en la naturaleza(creada por Dios) que en
contemporáneos. #;i;;J"; J" l, *uro del hombre)' cuando en realidad ol
en
;;tf* á"-oio, opera tanto en la naturaleza --,--^l^..^ como
^^*^ -* el
en el
i) Crítica de las reglas
;il (como ya hemos visto, tanto en el sujeto como que en la
ral , ¿" uá for*u más perfecta en el hombre
En primer lugar, niega Hegel que el arte sea una cuestión de ;;"1;r".Por ello, la dimeniión espiritual de la obra de arte'
técnica y que pueda aprenderse por medio de reglas. Argumen- ,áo ,"r"ftado de la alta espiritualidad del hombre, es más alta
da a sus
ta que laproducción artística no es una simple actividad formal l" i. ¿" la naturaleza, siendo además que el espíritu los
que se realiza siguiendo unos preceptos, sino que es una iones artísticas una perpetuidad de la que cargcen
que
actividad espiritual que va a la conquista de contenidos de f.t"""a"tos de la naturaleza' F'n todo caso' habría
riquezas desconocidas con elfin de exhibirlo a la contempla- r qr" la naturaleza debe imitar al arte'
ción. No es que las reglas no sirvan para nada, sino que el
elavarlas a principio fundamental del arte convierte a éste en
una simple actividad mecánica y repetitiva. ) Crítica del Placer estético
, Tu*oo.o aclmite Hegel desde sus presupuestos queelhombr-e'
arte se
placer al
ii) Crítica del genio dtrij;;í;.á"tifr", e, lecir, a proporcionar
llevaría a considerar
u^'*r.itur en él un juicio de gusio. Ello
l

Sin embargo, no se puede caer en la actitud contraria, es del arte-es su aq
:'d"1;;;;;p";4";g lugar lienct: :"1"?1?': :9
el contenido racional que' como
decir, considerar que el arte es el producto de un espíritu á;i".r;;; t"gu"do
;;ü;"r, *, ñrrrd.-enial en el planteamiento hegeliano. Lo
singularmente dotado, es decir, del talento y del genio incons-
' mismo cabe objet ar ala concepción del arte como expreslon
ciente. Hegel bromea a este respecto comentando que el mejor
estado de entusiasmo es el que sigue a la consumición de una 'il;;;;;;;-r*.r,bie, en, este caso el contenido lu:]:""l t"
botella de champaña. Esta crítica la dirige Hegel contra las iorlr.tti.iu en algo indiferente, hueco e intrascendente'
distintas teorÍas del genio propuestas en Alemania durante Ia
segunda mitad del siglo XVI[, fundamentalmente en el movi-
miento del uSturm und Drang». Objeta que aunque el talento es v) CrÍtica de la finalidad Práctica
un factor esencial de la creación, ésta posee una dimensión Sucecle, no c¡bstante, qtte el contenido racional
del arte no
puramente técnica que obliga al poeta a un trabajo externo y cuyo fin es
debe ser iáentificado.orio, contenidos racionales
auto-consciente. La apariencia externa es algo esencial sin lo prá"ti." (et de los saberes técnicos que destruyen dich^o conte-
que el arte (o cualquier otra cosa sensible) no podría existir. nido para su propio beneficio), pues el arte es un fin en sí
mismo. Tampoco debemos ideniificarlo con los contenidos

j
371,
Manuel Asensi de la teoría de la literatura
370

, es una conciencia pensante, por lo cual decimos que el


racionales de las ciencias, pues en este último caso dicho
es para sí mismo un objeto de su pensamiento. Que el
contenido se transforma en concepto general (sabemos quc
bre es una conciencia pensante significa que tiene la
ciencia y generalidad es una equivalencia casi tautológica). En
de duplicarse, de verse a sí mismo, de representarse
cambio, en el arte el contenido racional cultiva el interés por el
sí mismo. Dicha duplicación la logra de dos maneras:
objeto en su existencia singulár. El objetivo de Madame Bovary
no es extraer un concepto general a partir del comportamiento :a) teóricatnente, en tanto hace consciente lo que tiene en su
de Emma con su marido Rodolphe, ni tampoco el de hacer qucr rlor, o
eso mismo sirva para un fin práctico e inmediato, sino l¿t b) prticticamente, en tanto transforma lo que hay fuera de él
presentación de esos personajes concretos en unas circunstan- reconocerse en ese nafuerar.
cias particulares. I.

F.l arle responde a esta necesidad del hombre de transformar


éxterior con el fin de auto-reconocerse. El escultor modifica
vi) Crítica de la catarsis p-iedra, el barro o el bronce para proyectarse y reconocerse en

Por último, niega Hegel que el arte tenga un fin purificadol"


ifigr.rt de esos materiales; lo mismo hace el pintor con los
y las texturas; o el poeta c<¡n el lenguaje, si bien, como
(Aristóteles), moralizador (Platón y la Edad Media), docente y/
s en unos momentos, el lenguaje no puede considerarse
o deleitante (Horacio, Edad Media y Clasicismo). Ello supon- exterior al hombre como el bronce o el color.
dría, 1o cual es inadmisible para el concepto hegeliano del arte,
que la forma sensible de la obra poética es una especie de
ácompañamiento superfluo (una mera cáscara, dice Hegel), de
) Crítica de la ironía schlegeliana. El sítn.bolo y la alegoría
apariencia que es única y exclusivamente apariencia. No es qlle
Hegel rechace que el resultado moral, catártico, placentero y La incompatibilidad entre esta concepción hegeliana del
docente, sea el que la tradición estética ha mencionado, pero no y la visión schelegeliana se r,'uelve inmediatamente mani-
debe confundirse el resultado con el objeto artístico mismo. a. La manifestación sensible de la idea significa ante todo
Éste, digámoslo una vez más, tiene como fin el poner un itud, unidad y orientación del contenido racional. Desde
contenido racional ante la intuición mediante una forma sen- punto de vista, un poema de Petrarca expresa un senti-
si blemente individual izadav si ngularizada. to de amor ideal hacia Laura, y la Divina Comntedia
en sus cantos la búsqueda de Dios a través de las
mpas del pecado. Del mismo modo, Don Quiioterevelaríael
B) Motivos de la necesidad humana del arte >q;e entr¿ el ideal caballeresco y una realidad prosaica al
ntar la lucha y la victoria final del ideal sobre lo munda-
En resumen, las interpretaciones en torno a los distintos . En este punto, Hegel recurre a la diferencia que Goethe
aspectos del arte cometen el yerro de no distinguir lo esencial: ableció entre osímbolo, y oalegoríar. La obra de arte ha de
que el arte encarna la unión de lo sensible y lo racional' De r simbólica en el sentido de que en el símbolo se da la unidad
acuerdo con Hegel, la manifestación sensible de la idea no es
inmediata entre lo absoluto (la idea) y la existencia del mismo
ninguna prestación servil, sino lo más propio del arte, el cual en el mundo de las apariciones (lo sensible). Todala apariencia
responde a una necesidad universal y absoluta del hombre' formal de un poema (pongamos por caso), es decir, su sintaxis,
¿cufl es esa necesidad? El hombre no es sólo una cosa entre las
373
372 Marurcl Asensi de la tet¡ría de la literttlura

su metro, su ritmo, sus palabras, etc. deben serlo suficientemente . La historia del arte
transparentes comopara dejar que el contenido que acompaña al
poema se revele con toda la claridad posible. Cuando se da es¿r Historícidad del obieto artístico
coincidencia, entonces nos hallamos ante el símbolo. Ya se ha subrayado en este parágrafo que la filosofía de
Por otra parte, hay formas poéticas, como la alegoría, cuya eel es una filoiofía que da cuenta del desenvolvimiento
es la
lorma es demasiado independiente, demasiado opaca e lSíOri"o del Espíritu. Recuérdese que la historicidad
i'üma esencial áe ser del Espíritu (aquí debería tenerse en
intrascedentey que, porello, provocan una disociación entre la
cara sensible y la cara ideal del arte. En este último caso, el nta la dialéctica histórica hegeliana tal y como Hegel la
eda de Fichte). Como quiera que el arle es uno de los
medios
objeto arJístico fracasa en su intento de encarnar lo ideal. pero
peoraún que la alegoríaysus formas es la ironía de la que habla árpi.it" absoiuto en los que éste se revela, es lógico concluir
Schlegel. En este caso, las oposiciones, i nterr-upciénes y contra- .1ü qrr" la idea se ha encarnado en-el arte l tlaves {e p
dicciones no resueltas de la poesía trascendental disuelven la ii;;..'ir*Ui¿n lógico cleducir de ello que a lo largo de la
es
-contenido
verdad ideal en un juego nihilista cuyo único fin parece ser la il;;i;, la idea como artístico ha sido captada a
oposición misma. Desde el momento en que la oposición (por ;¿r-á; formas diferentes. Es decir, aunque se ha definido el
ejemplo, entre poesía y reflexión de la poesía) se eleva a ...orrro lu-anifestación sensible del espíritu, parece eviden-
cualidad del objeto poético, asistimos a un proceso en el que la qú" utotu.go deltiempo las relaciones entrela ideaylaforma
verdad se fractura y se disemina en contradicciones de las que nsible ,ro ñ^., sido siempre las mismas' Hegel formula la
no se puede salir. gri"t,t."estión: lo que tlámam-os formas del arte (modalida-
is artísticas, preeminencia de determinadas maneras de ex-
La conclusión a la que nos lleva esta visión del mundo y del .,- ^ ^^.- diferencia
l:f,^-^-^i^ Ao nAno¡ c lifprarioq
de géneros en
literarios en
qrte Ia resume Hegel diciendo que «cuando el yo adopta sión en distintas épocas,
[esta diferentes fases dá la historia, etc.) no son sino los diversos
Fosición irónica] todo le parece mezquino y vano, a excepción y la forma artísti-
de su propia subjetividad que, por ello, se convierte en vacía y
iffi.; de relación entre el contenido artístico
l¿á. r,rr" diferencias dan cuenta tanto de la evolución histórica
vana» (en Introducción a la estética, Barcelona, Península,
del arte como de la situación actual del mismo'
1985, p. I 18). Esta sensación negativa provoca en el sujeto un
deseo de lo opuesto a dicha sensación, es decir, de lo fijo y
sustancial, de intereses determinados y objetivos. De la colisión
B) Las tres épocas y las tres forruas del arte
entre esas dos tendencias, prosigue Hegel, el sujeto extrae
únicamente una especie de tristeza lánguida y nihilista. Esta i) La forma simbólica
era la razón por la que Hegel no quería ni óír hablar de Friedrich
Schlegel y de sus compañeros del círculo de Iena. Esta es Ia Hegel denomina oforma simbólica del arte" a esa fase
que Ia
razón por la que Hegel consideró como impresentable una histórIca o a esa disposición estructural de la obra en la
novela como la Lucinda en la que Schlegel tratabade aplicar su idea o espíritu está indeterminada y falta de claridad y cuya
Principio delaironía. Dicho de forma bieve: laironíaacabacon i;;;" es muy deficiente para revelar el contenido (nótese la
término
la posibilidad de que el arte sea Ia manifestación sensible de Ia diferencia designificado que existe entre este uso del
idea. Hegel no puede ser más explícito: los que se complacen en .ri-UOti""» y elque tiene ese mismo término cuando Hegel lo
esas destrucciones son sujetos fatuos e ineptos. opo"" u b át goría). Ntás que hablar de una determinada

I
374 Manuel Asensi Historia de la tettúa de la literatura 375

configuración de la relación forma-contenido, debe decirse que iii) La forma romántica


en esa relación la forma es un proceso de búsqueda de una
Esa liberación acontece en el tercer momento histórico que
determinada configuración. En dicho proceso, la forma no se
corresponde a la ,.forma romántica del arter. La forma clásica
ajusta al contenido, es vasta, pesada, üolenta, desmesurada y se
había logrado una correspondencia entre materia e idea, pero
mantiene a distancia de la ide'a. Este momento histórico corres-
el espíritu no puede configurarse libremente mientras perma-
ponde al antiguo arte oriental. Oriente es el lugar donde empieza
nezca en el interior de una materia adecuada a é1. El arte
la humanidad, representa la infancia del hombre. La arquitectu-
romántico ha llevado a cabo el proceso mediante el que el
ra,las pirámides, los grandes monumentos, son ejemplos de esas
icontenid<¡ se hace superior a la forma. Ello coincide con la
formas simbólicas. En las pirámides se observa claramente la
época de la concepción cristiana de Dios como espíritu frente
pesadez de una materia qtre, precisamente por su desmesura, no
a los dioses antiguos y griegos; coincide, asimismo, con la
se ajusta al contenido espiritual que pretende transmitir.
ancianidad de la humanidad representada en los pueblos ger-
mánicos. La diferencia que existe entre la forma romántica del
arte y la clásica es la misma que hay entre el hombre y el animal,
ii) La forrna clásica pues lo que diferencia a uno del otrc¡ es la auto-conciencia del
En segundo lugar, y como fase histórica subsiguiente, en- pr:imero frente a la inconsciencia del segundo. La forma ro-
contramos la oforma clásica del arter. Aquí, a diferencia de lo .¡nántica del arte es un estadio superior en el que la pura
que ocurre en la anterior, la relación entre la forma y el interioridad consciente de sí misma está absolutamente por
contenido (o idea) es libre y equilibrada. Por una parte, la idea encima de cualquier tipo de exterioridad sensible material. Es
se determina y se aclara, adquiere singularidad y pierde la tésta una situación contraria a la de la etapa simbólica: allíla
excesiva abstracción que tenía durante la etapa simbólica. Dice materia y el contenido espiritual estaban separados por la
Hegel que lo más característico de esta forma clásica del arte es esura de la presencia de la materia; aquí también están
la personificación del espír:itu, el hecho de que éste se encarne ,§eparados pero por la superioridad del contenido espiritual
en la figura humana, y ello es fundamental en la evolución de sobre la materia. Las formas artÍsticas propias de la etapa
las determinaciones del Espíritu, ya que, sigue diciendo Hegel, iomántica del arte son la pintura, la música y, sobre todo la
éste sólo aparece de manera adecuadamente sensible en el
cuerpo humano. La fase clásica del arte corresponde al mundo
grecorromano, o lo que es 1o mismo: a la juventud (ciclc¡
cultural griego) y a la rnadurez (ciclo romano) de la humani- 136. La poesía como forma artística propia del roman-
dad. Tenemos un ejemplo del arte clásico en la escultura. En ticismo
efecto, el La.ocoonl¿, pongamos por caso, ya no contiene un¿l
significación abstracta como la pirámide sino concreta y, , ¿Pero por qué la poesía es, entre las artes, la forma en la que
además, humana: el dolor: del ser humano. Se trata,además, de §e representa la superioridad absoluta del espíritu sobre la
materia? ¿Por: qué es interioridad pura? ¿Qué hay en la poesía
una materia mucho menos pesada que deja que el espíritu se
que ello sea así? Establezcamos una comparación entre el
trasluzca a través de ella. Con todo, la presencia de la materi¿t
po escultórico del Laocoonte y el siguiente poema de Anto-
es todavía muy marcada y limitadora. El espíritu vive librc:
nio Machado perteneciente a su libro Campos de Castilla:
dentro de ella pero sin soltarse definitivamente.

1'¡
376 377
Afanuel Asensi Historia de la teoría de la literatura

9t rnu hermosa noche cle verano


Tienen las
no digamos ya con el de Ia piedr:a de las pirámides) es mínimo,
altas casas casi inexistente.
abiertos los balcones
Cuando Hegel argumenta que en la poesía, mucho más que
*, T..¡o pueblo a la anchurosa plaza. én la pintura y en la música, el Espíritu somete al material
ln.l urplio rectángulo desierto, sensible, lo que está diciendo es que en sí los sonidos del
Dancos de piedra,
evónimos y acacias lenguaje son signos que no tienen significación, que su función
sirnétricos dibujan
sus negras es simplemente Ia de representar la subjetividad pura de quien
sombras en la arena blanca. habla y, por ello, la del Espír:itu mismo. En consecuencia, la
bn elcenit, la luna, y
en la torre poesía nos hace estar en contacto directo con la intuición
Ia esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseanclo espiritual, con el contenido racional, y por eso puede decir
solo, como,ra, furtur-rr. Hegel que el arte poético es el arle general del Espíritu que ha
llegado a ser libre en sí, que ya no está ligado al material
en cuenta Sensible externo, que es puramente interior y como tal perma-
- ,I*l.,do la concepción hegeliana del arte, io nece para quien ha creado el poema y para quien lo oye o lo lee.
se pone de
flT:lTue Y.el poema relieve al comparar la escultura cle Para Hegel, la poesía es el medio artístico a través del que el arte
:T::,"-?l? de Machado es Ia fu".t. presencia de la
matenalldad en un caso y ]a clébil presencia de la misma en el asciende por encima de sí mismo y abandona el elemento de la
E" .fucto, mármot, sensibilidad. Esta es la razón por la que Hegel considera la
?-1t1;
el el. grupo escultórico;
b"ruá"r, t!*tr.o, tridimensionalidad, poesía como el arte supremo de Ia época cristiana y romántica,
sonido (Hegel entiende la poesía en
o¡ales y no escriros, por pues en ésta el espíritu revierte de nuevo sobre sí mismo y
i:1H": eso decimo, ororrldo» y no
comienza la vida de la interioridad.
:91:-li1r'IIgereza, rápicla desaparición de vocales y consonan-
l1",iT: :"-unicar su significaáo. Si el Laocoonte rlpresenta el
oolor mjusto de un hombre y el de sus hijos, ese dolor Io
captamos en la medidu .r, qr. 137. Los géneros de la poesía
.ro* d.Áo.r*"; .; .rá.por,
de sufrimiento cle los rostros,"r;;
en¡esas expre5i6¡"s
cle los mús- A) Poesía y prosa
culos y los mismbros defendiéndose
ante el ataque de las dos
El contenido o idea se corresponde de igual Pero desde el punto de vista de la materialidad del sonido, la
:"f]:il"^:*rnar.
a lgua-l con la forma poesía y la prosa, la prosa y el lenguaje corriente son idénticos.
material y es necesario detenerse en ésta
para llegar hasta aquel ¿Quiere eso decir que el contenido espiritual se manifiesta de
conteñdo.
En cambio,la soledad y paso igual modo en cualquier tipo de lengrraj e? Larespuesta, desde
el del tiempo que transmite el luego, es no. Tanto el lenguaje prosaico como el corriente
p.","*.' de Machado nos es transmitido
sin la práctica interven- tienen su mirada puesta sobre todo en los objetos externos del
d_. tl,r"ateria
:'^ul sonora. No necesitamos reparar en la forma munclo real, en las causas, en los efectos, en los fines, en los
,,vjejo, o en la de oreloj, o ., io de ,,sel6,
::jfif:]i su protundidad la tristéza y la melancolía que el
o..u medios, etc. El lenguaje cotidiano se refiere fundamentalmente
:iryI11tooa
poema transpor¡¿. La a lo que nos rodea y a nosotros mismos desde una óptica
materia sonora ju"go r,, papel, pero es un práctica, y cuando tratamos de expresar la subjetividad a través
papel que en cornparación
con el del mármol áe ia escultura (y de él se muestra rudo e incapaz.
Historia de la teoría de la Literatura 379
378 Manuel Asensi

Otro tanto sucede con el lenguaje prosaico de los géneros ii) La lírica
didácticos y descriptivos cuyo destino es, asimismo, los dife- En el polo opuesto, se encuentra la lírica, la cual representa
rentes objetos del mundo exterior. Sin embargo, el lenguaje de el mundo interior, los sentimientos, las contem-
lo subjetivo,
lapoesía, además de ser el primer lenguaje de la humanidad (tal placiones y las emociones del alma. Su objetivo no es el
y como desde Vico se venÍa creyendo), tiene como destino desarrollo de una acción sino la expresión, dice Hegel, de los
expresar el espíritu y la subjetividad humana, y ya sólo por eso
movimientos interiores del alma del individuo. Siendo como es
es superior ala prosa. A ello hay que sumar el que Ia poesÍa
lo expresado tan personal, ei poeta no se clesvanece, sino que
construye un mundo diferente del real, completo y que en sí
comparece plenamente, presenta el poema como si fuera su
mismo forma un todo orgánico, caracter'ística ésta que no propia inspiración.
cumple el lenguaje cotidiano qlre no es sino esclavo del mundo
real. En definitiva, Hegel proclama la absoluta superioridad de
la poesía sobre la prosa y sobre el lenguaje corriente. Lo cual
quiere decir, proclamar también Ia superioridad del verso iii) El drama
sobre la prosa. Y el hecho de que Ia poesía utilice una retórica Y, por último, como síntesis y superación de los dos anterio-
más acusada que otras formas de lenguaje no le impide a Hegel res, se halla el drama en sus diversas formas. En é1 se reunen,
mantener su teoría de que en el lenguaje poético el contenido por una parte, el car:ácter objetivo de una acción que se
racional tiene un carácfer inmediato, pues considera que los desarrolla ante nuestra vista, y, por otra, el carácter subjetivo de
tropos y las figuras deben estar al servicio de ese contacto casi los pensamientos de los personajes, así como el de su destino,
directo con lo espiritual. En caso contrario hay que rechazarlos. que no es otro que el resultado necesario de sus pasiones y de
sus actos. Adviértase que esta concepción de los géneros es
antiplatónica porque si en Platón el género de la mezcla era la
B) In dit¡isión de los géneros poéti.cos épica, causa de su condena parcial, en Hegel la mezcla cae del
En cuant<¡ a la poesía misma (término que Hegel utiliza en lado del drama, pero con la diferencia, además, de que dicha
su sentido clásico para referirse a 1o que a partir de finales del mezcla significa síntesis y superación (atlhebung) de los ele-
siglo XVIII se denomina literatura), sigue la división entre mentos mezclados
épica, llrica y drama, pero el estudio y la caracterización que Veamos ahoraalgunos aspectos particulares de su teoría de
hace de éstos requiere que le dediquemos un poco de atención. los géneros, en especial lo que dice sobre la novela y Ia tragedia.

i) La épica
C) La épica y la novela
Para Hegel, la épica representa lo objetivo en su objetividad
misma, es decir, la realidad exterior, una acción, unos sucesos
i) La épica
tal y como acontecen en dicha realidad. Los sucesos son tan De la épica o epopeya dice Hegel que tiene como objetivo una
independientes del poeta que éste puede o desaparecer o acción pasada, un acontecim iento que engloba todo un mundo,
asociar a ellos su personalidad. Por esa razón,la épica puede Ia vida de una nación y la historia de una época entera. Lo que
representar el mundo moral entero.

I
de la teoría de la literal.ura 381
380 Manuel Asensi

en esta definición subraya es el carácter nacional de la épiczt,


se nticos o romanticoides de Emma y Ia dureza de la realidad
el hecho de que en ella se expresa lo más propio y originario do e la rodea. El hecho de que la novela esté escrita en prosa
un pueblo, la profunda conciencia de una colectividad que ientras que la épica lo esté en verso no es más que un síntoma
despierta. La épica es, en este sentido, anterior a los otros dos esa visión prosaica de la realidad que acompaña a lo
grandes géneros, la lírica y'el drama. Junto a los poemas esco.
homéricos, Hegel reivindica el Poema de Mío Cid y d Roman-
cero.Ye la máxima expresión de la épica cristiana enLa Divina
Comntedia de Dante. Sigue la evolución de este género hasta el D) La tragedia
Renacimiento cuanclo, según su opinión, la epopeya caballe-
resca de la Edad Media da lugar, por una parte, a una vertiente u. El otro aspecto importante de la teoría hegeliana de los
cómica y ridiculizante del tipo Orlando furiosct (dice Hegel que iiéneros es su_concepción de la-tragedia. Como se recordará,
Aristóteles 1o trágico radica en la representación del
en esta obra todc¡, las situaciones locas, el héroe, el amor,
sufrimiento de un héroe, sufrimiento que origina los senti-
mueven a una sonrisa, si bien queda preservada Ia nobleza de
rnientos de compasión y piedad en el espectador. Sin embargo,
lo caballeresco) 5,, sobre todo, el Quiiote (donde se funda, dice
:para Hegel lo tr:ágico es la consecuencia de un conflicto entre
Hegel, lo novelesco) y, por: otra, a una veftiente ideal y elevada
las fuerzas rectoras de la conducta humana y lo que él denomi-
tal y como está representada por la Jerusalén Liberada de 'ha «sustancia éticar. ¿En qué consiste ese conflicto? En el
Torquato Tasso en la que se trata el gran tema del cristianismo
hombre puede darse Ltna contradicción entre las cosas que de
por excelencia: el del rescate del sepulcro.
hecho hace guiado por las circunstancias o por sus instintos y
su concien cia éticagracias a la que sabe lo que tiene que hacer.
ii) La novela En esta contradicción lo que hace y lo que sabe que tiene que
hacer van en direcciones opuestas. En la tragedia, dice Hegel,
Es especialmente importante lo que Hegel afirma de la los poderes enfoentados son divinos pero se han encarnado en
novela por la influencia que ello tendrá en las teorías del siglo voluntades humanas. Tomemos, de nuevo, el ejemplo deEdipo
XX sobre este género. La novela se relaciona con la primera Rey de Sófocles.
vertiente que acabamos de señalar, pero llevada hasta sus Como ya sabemos, el punto de partida de Ia fábula de esta
máximas consecuencias. Ya enD. Quiiofe se inicialo pr:opio de tragedia lo constituye el oráculo de Apolo: Edipo matarÍa a su
la novela, es decir, el contraste entre un personaje que trata de padre, se casaría con su madre y traeríaal mundo una descen-
mantener a toda costa los ideales y un mundo que los va dencia producto de esa unión horrible. Ese oráculo ha de
disolviendo y tornando ridículos. Para Hegel,la novela es una entenderse, dentro del contexto cultural helénico, como la
consecuencia de la épica debida a una sociedad bur:guesa exposición de una ley divina que, como tal ley, ha de ser
organizada material y prosaicamente en la que se manifiesta el cumplida para que impere el orden en el universo (para Hegel
conflicto entre los valor:es altos e ideales de un individuo y la el destino es el elemento de la reconciliación que restablece el
prosa de las relaciones sociales. Esto no es difícil de apreciar en orden universal). Lo ético, en este caso, consiste en la concien-
cualquier novela de corte decimonónico. Si se piensa, por cia por parte del hombre griego de que ha de seguir y cumplir
ejemplo, enMadame Bovary de Flaubert se observa cómo todo esa ley y todo 1o que ella implica, por ejemplo, castigos cuando
el conflicto surge por el choque que se produce entre los ideales
382 de la feoría de la literatura 383
Manuel Asensi

alguien comete una transgresión. Y, en efecto, Edipo da muerte n de ello la encuentra en que en el drama moderno ya no
a quien él ignora que es su padre y a sus acompañantes en un manifiesta de forma tan clara la justicia suprema de la
acto de defensa (es un acto de defensa ya que ha sido objeto de vinidad. Las razones de lo que sucede en Hamlet , o en La vida
una violencia que amenaza su vida). Esta circunstancia tiene sueño, son siempre más complejas v variadas, y casi siempre
lugar en función de una determinada fuerza rectora de toda nen en su base la presencia de una per:sonalidad muy rica y
conducta: la auto-preserwación de la persona humana, Ia auto- pleja. Así, por ejemplo, Creonte interesa en función de la
defensa de la vida como vida. Tiempo después, una peste asola erza que encarna (la ley divina de Apolo); en cambio, Hamlet
Tebas en pago de la situación innombrable en la que vive su rey. Lady Macbeth atraen por cómo son tales personajes en sÍ, por
Es Creonte quien asume el papel de transmisor de la voluntad alma atormentada, por sus indecisiones, por sus decisiones,
divina. A su llegada de la mansjón de Apolo en Delfos, donde ha la complejidad, en fin, de su psicología.
ido a consultar el oráculo, dice: uel dios ahora nos ordena
claramente castigar a quienes le mataron con su manoo (95-
loo).
ocRArÍA sÁsrcn
Ya tenemos el conflicto trágico encarnado en voluntades
IARE SILVA, V. M. de,Teoñadelaliteratura,Madrid, Gredos, 1972.
humanas: la de Creonte, que representa al dios, y la de Edipo EMAN, Beda, Ironie und Dichtung, Pfullingen, Neske, 1956-69.
que, aún estando de acuerdo en seguir la ley de dios, no puede ARNALDO, J. (ed.), Fragmentos pcLra una teoría romátttica del arte, Madrid,
sino defenderse. En Edipo se da esa misma dicotomía: por un ,' Tecnos, colección Metrópolis, 1987.
lado, él mismo asume la función de responsable de la búsqueda , M., La teoúa fragmentaria del clrculo alemán de Jena: Friedrich
Schlegel, Valencia, Am«5s Belinchón, 1991.
del asesino; por otro, él es el asesino. Hegel dirÍa: el hecho ,;' - «Lo lleno o la plenitud del espÍritu: Hegel", en Literatura y filosofía,
trágico no reside en la lucha entre el bien y el mal, pues ni Edipo Madrid, Slntesis, 1995, pp. 84-96.
representa el mal (él no ha actuado sino de acuerdo con la ley AYRAULT, R., La genése du rotnantisme allemand, París, Aubier-Montaigne,
humana que lleva a defender su vida, y más adelante de acuerdo ., l96L-76,4 vols.
con la ley divina que manda castigar al infractor) ni Apolo BEGUIN, A., El alma romántica y el sueño. Ensayo sobre el ronmnticismo
tampoco (éste es la ley). El hecho trágico se origina, más bien,
¡ alemán y la poesía fiancesa, México, FCE, 1978. ,:
BEHLER, E., "F. Schlegels Theorie der Universalpoesie,, en lahll:uch der
en el momento en que se dan diferentes direcciones del bien, en deutschen Schillergesellschaft , n" 1 , 1987 , pp. 21 1 -255 .
este caso la dirección del bien de Edipo que le permite defender- - Kassische lronie, Romantische lronie, Tragisclrc lronie: Zum Ursprung ,i
se cuando su vida corre peligro (ésta es una ley humana), y la dieser Begriflb, Darmstadt, Libelli, 1990.
dirección del bien del dios que pide un castigo para la transgre- BENJAMIN, W. (1920), El coricepto de crítica de atfe en el romanticismo
, aiemdn, Barcelona, Península, 1988.
sión de sus leyes. Más tarde, Creonte volverá a vivir esa contra- BLANCHOT, M., "L'Athenaeum», enL'Entretien infini, ParÍs, Gallimard, pp.
dicción entre el deseo de una fuerza humana y la iey divina 515-527.
cuando él mismo an:oje a Edipo de la ciudad sin que nadie, ni BOUCHER, M., «Ironie romantique» , en Cahiers du Sud, n" 41, pp. 29-32.
sus hijas, lo acompañe. No es eso io que desea hacer Creonte, BRION, M., L'Allemagne Romantique: Novalis, Hoffman, Jean Paul,
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pero es eso lo que él sabe que tiene que hacer. BROWN, M.,Tlhe Centrality of'Poetry: A Study of'German Romanticism,Yale
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de la teorla de la literatura
385
384 Manuel Asensi

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Lo que eI hombre ha dicho sobre ra ficción
y Ia poesía a
Io largo de los siglos es uno de ros ¿ámbitosrn:á"
y fascinantes de Ia historia der pensamiento. "rg.."rrt""
principal de este libro es abrir.I Er fin
estudiante universitario se oriente"._irro
p.., qr.
en Ia clmpreja red "t de
la historia de la teoríq riteraria, aunque
aporta también
detalles novedosos a los distintl. epñodiás
que
Platón y Longino hasta Arlan poe y Nietzschl van desde
por Averroes, castelvetro y Goethé. En pasando
presenta por primeravez una sistematización
este
".I,iao, ..
puntos de articulación entre Io que Ia de ros
rilosofía, Ia
Psicología, Ia Lógica, ra Retórica y Ia poética
sobre Ia "l¡1s¡rtura», contribuyendo de há p.rr".do
ese modo aI
debate actual acerca de Ia derímitación y
teoría de la litera_tura y de Ia literatura
r.o.,t.r.. de Ia
comparada. EI
conocimiento de los-principales momentos
de la reflexión
sobre eI he_cho poético ,."irlt. de prime.
p."T" a-quéllos que deseen estudir"
o.¿.r rro sóIo
h
siglo XX, sino también para Ios que están
teorÍa Iiterara del
interesados en
disciplinas como ra retólricr, Ia hi"toria
de Ias diferentes
Iiteraturas, Ia filosofía y.I p.r".*iento
general' No sería en abioluio arriesg"d" humanístico en
ellenguaje empleado por noland girthes,-ñ;; ";;;;;ntar que
rakglso1, Jacques »erida o paul de Man-á"ár"
en Aristóteles, san Agustín, Dante y O*sente
coreridg", áit . otros.
Historia de la
teoria de la
Iiteratura
fdesde los inicios
hasta eI siglo XIXI

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