El motivo de la presente es poner en conocimiento a las autoridades
nacionales, departamentales y a la ciudadanía en general de que el país entra al momento más álgido de la pandemia por el rápido aumento de casos de COVID 19, produciendo el colapso de las ya saturadas salas de Emergencia llegando a superar el máximo de su capacidad ocupacional. El protocolo propone medidas específicas y de equipamiento para el personal médico en contacto con pacientes con COVID-19, que incluye cuatro pasos: identificar, aislar, tratar y trasladar Esta tarea se hace cada día más difícil, el traslado de los pacientes a las áreas correspondientes para su atención se torna imposible por la falta de espacio físico en áreas de internación, uci o uti. Esta situación genera que el paciente deba permanecer en salas de Emergencia, muchas veces pacientes críticos deben permanecer en áreas de Emergencia bajo asistencia ventilatoria mecánica, tratados por médicos no siempre especialistas, y no siempre Emergenciólogos, por la carencia de especialistas que es de conocimiento de la población. El paciente crítico deja de ser transitorio, permaneciendo hasta 3 días en Emergencia requiriendo para su tratamiento óptimo equipos de ventilación mecánica de alta complejidad, cabe aclarar que los respiradores que llegaron a Bolivia anunciados como "Ventiladores de Emergencia" , no cumplen con el criterio para manejo de paciente con COVID 19 ya que puede llegar a empeorar la lesión pulmonar y llevar a un desenlace fatal en el paciente. Todo lo anterior ha generado que la labor de los médicos emergenciolgos cada vez sea más difícil, debiendo tomar decisiones arriesgadas bajo altos niveles de estrés y durante largas jornadas de trabajo, la situación es realmente dramática ante la falta de ventiladores mecánicos, mascarillas e indumentaria como equipos de protección personal( EPP), para poder combatir el COVID 19 , trabajando los médicos turnos de 12 horas o más para cubrir bajas de los colegas enfermos y ausentes, adquiriendo de manera personal sus equipos de protección personal, sumado a ello, por la pérdida inesperada de colegas, parientes, amigos y pacientes, vamos a escenarios q son propios de medicina de desastre, porque los recursos no son suficientes.