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Para que haya donación es necesario que haya disminución del patrimonio del
donante y aumento en el patrimonio del donatario; si este requisito no se presenta
estaríamos posiblemente ante una posible simulación de contrato. Cuando se trate
de la donación de un bien inmueble es necesaria que sea otorgada por escritura
pública y registrada en el registro de instrumentos públicos.
Por último debemos tener claro que la donación es revocable mientras no haya
sido aceptada y notificada dicha aceptación al donante.
Aceptación de la donación.
La donación debe ser aceptada por parte del donatario, y es tan importante la
aceptación en la donación que mientras dicha manifestación no se haya efectuado
y por consiguiente sea notificada al donante este podrá revocar la donación. La
aceptación de la donación la debe hacer el mismo donatario por sí mismo o por
intermedio de apoderado, sin embargo podrá aceptar sin poder por el donatario
cualquier ascendiente o descendiente, pero debe cumplir el requisito de tener
capacidad para contratar y obligarse.
Respecto a la aceptación de la donación la Corte Suprema de Justicia sala de
casación civil en sentencia de 20 de mayo de 2003 en expediente 6585, estableció
lo siguiente:
«Es contrato, por que exige el concurso de las voluntades del donante y del
donatario pues sin la aceptación de este la sola voluntad liberal del primero
constituye únicamente una oferta y no convenio de gratuidad.
Además, como en el sistema colombiano los contratos no son modo de adquirir el
dominio de las cosas, sino simple titulo para el mismo efecto, es claro que por el
mero contrato de donación no transfiere el donante la propiedad de lo que regala,
por lo cual para que el donatario adquiera el dominio del bien es menester que se
cumpla con el modo respectivo, que, en tratándose de donación irrevocable, es la
tradición.»
Donación remuneratoria.
Señalamos anteriormente que una de las características del contrato de donación
es su gratuidad, y no obstante a ello existe la figura de la donación remuneratoria.
En las donaciones entre vivos existe una modalidad de donación denominada
donación remuneratoria, la cual se caracteriza por ser hecha en razón de
gratificar los servicios prestados por una persona; para que haya donación
remuneratoria es necesario que en la escritura pública de donación se manifieste
que se hace la donación en razón de la remuneración de unos servicios.
Si no se expresa en la escritura de la donación la calidad de remuneratoria, dicha
donación se entenderá gratuita, de conformidad con lo señalado por el artículo
1490 del código civil el cual señala lo siguiente:
«Se entenderán por donaciones remuneratorias las que expresamente se hicieren
en remuneración de servicios específicos, siempre que estos sean de los que
suelen pagarse.
Si no constare por escritura privada o pública, según los casos, que la donación ha
sido remuneratoria, o si en la escritura no se especificaren los servicios, la
donación se entenderá gratuita.»
4. Debe haber equivalencia entre lo que se dona y el valor de los servicios que
se remuneran con la donación.
Ahora bien, hay casos en los cuales al donatario no les es menester solo el hecho
de aceptar lo que el donante ha decido darle, ya que puede que la donación se
encuentre sujeta a un plazo o a una condición; es totalmente posible que la
donación tenga cierto plazo para que el donatario comience a gozar de ella, o que
él tenga que cumplir una condición para disponer de la misma.
El donante puede colocar como plazo el hecho de que el donatario cumpla la
mayoría de edad o como condición que este se case, ejemplos claros de donación
bajo plazo o condición como la denomina el código civil; al igual que la donación
simple este tipo de donación debe reunir los siguientes requisitos para su validez:
Debe constar ya sea en escritura pública o privada de manera expresa el
plazo que se impone o la condición que el donatario debe cumplir.
Se debe elevar el acto a escritura pública.
Se debe efectuar la insinuación de conformidad con lo establecido en el
artículo 1458 del código civil.
Si se trata de bienes inmuebles se requerirá la competente inscripción en el
registro de instrumentos públicos.
Donaciones fideicomisarias.
Se pueden efectuar donaciones en las cuales existe la obligación de restituir el
bien a un tercero; a estas donaciones se les denomina fideicomisarias.
La donación fideicomisarias se reviste de irrevocable cuando ha sido aceptada
por el fiduciario, es decir, que una vez este ha dado su consentimiento respecto a
la donación esta no puede ser revocada por el constituyente de la misma.
La aceptación de la donación fideicomisaria puede efectuarse de conformidad con
lo establecido en el artículo 1468 del código civil el cual establece lo siguiente:
«Nadie puede aceptar sino por sí mismo, o por medio de una persona que tuviere
poder especial suyo al intento, o poder general para la administración de sus
bienes, o por medio de su representante legal.
Pero bien podrá aceptar por el donatario, sin poder especial ni general, cualquier
ascendiente o descendiente legítimo suyo, con tal que sea capaz de contratar y de
obligarse.
Las reglas dadas sobre la validez de las aceptaciones y repudiaciones de
herencias o legados, se extienden a las donaciones.»
Clases de testamento.
El testamento puede ser de dos clases; abierto o cerrado, según lo señala el
artículo 1064 del código civil. El código civil contempla una tercera clase, el
nuncupativo de poco uso pero aún vigente y ocasionalmente útil.
Testamento abierto.
El testamento abierto es aquel cuyo contenido es conocido por las personas que
participan en su elaboración, que son el notario y los testigos que lo firman.
El artículo 1070 del código civil dispone que el testamento abierto debe hacerse
ante notario público y tres testigos.
El testador debe dar a conocer el contenido del testamento ante el notario y ante
los testigos, y de allí que se conoce como abierto.
El testamento debe ser conocido en todas sus partes por todos los testigos y el
notario, es decir que no se puede dar a conocer parte del testamento a unos
testigos y a otros no.
Testamento cerrado.
El testamento cerrado es aquel que sólo el testador conoce, y su contenido será
conocido luego del fallecimiento del testador.
El testamento cerrado, según el artículo 1078 del código civil, debe otorgarse ante
notario público y 5 testigos.
El testamento cerrado exige que el testador sepa leer y escribir; sino sabe debe
otorgarse un testamento abierto.
Testamento nuncupativo.
Es el testamento que se hace cuando no hay notario, y se hace frente a 5 testigos
en los términos del artículo 1070 del código civil.
El testamento nuncupativo necesariamente es abierto.
En el caso de testamento nuncupativo se requiere su publicación en los términos
del artículo 1077 del código civil, que implica la intervención de un juez.
Testamentos privilegiados.
Los testamentos privilegiados son aquellos que se pueden otorgar solo en ciertas
circunstancias, en esta clase de testamento el testador debe manifestar la
intención de testar.
Los testamentos privilegiados son:
1. Testamento verbal.
2. Testamento militar.
3. Testamento marítimo.
Esta última es una causa de validez específica para esta clase de testamento al
igual que la establecida para los testamentos solemnes cerrados o abiertos
respecto a la formalidades que deben ser atendidas, cuando se refiere a causas
de nulidad del testamento son para cualquier tipo de testamento.
Nulidades internas y externas del testamento.
En un testamento las nulidades pueden ser internas y externas, diferencia que
aclara la sala de casación civil de la corte suprema de justicia en sentencia 76001
del 14 de diciembre de 2018:
«En materia de nulidad testamentaria se habla de nulidades internas y externas,
haciendo referencia las primeras a las deficiencias en los requisitos de fondo,
relacionados con la capacidad del testador, o vicios del consentimiento, objeto y
causa ilícitos y las segundas a la omisión de las solemnidades, generando en
ambos casos nulidades absolutas.»
Señala el artículo 1242 luego de la modificación que sufrió por parte de la ley
1934:
«CUARTA DE MEJORAS Y DE LIBRE DISPOSICIÓN. Habiendo legitimarios, la
mitad de los bienes, previas las deducciones de que habla el artículo 1016 y las
agregaciones indicadas en los artículos 1243 a 1245, se dividen por cabezas o
estirpes entre los respectivos legitimarios, según las reglas de la sucesión
intestada; lo que cupiere a cada uno de esta división es su legitima rigurosa.
La mitad de la masa de bienes restantes constituyen la porción de bienes de que
el testador ha podido disponer a su arbitrio.
PARÁGRAFO 1. Los abogados no podrán hacerse parte de la sucesión en función
de cobrarle sus honorarios.»