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¡Para los mejores fans del mundo!

Gracias por tomar estos viajes conmigo en


tantos mundos y reinos.
Para mi familia y amigos, por sus horas de diversión y por aguantarme durante esas
horas cuando estoy hecha una zombi sin mente, mientras me pierdo en la fecha
límite.
Y como siempre, a Robert ¡el mejor agente! y para Monique y todo mi equipo
SMP y todas las horas incansables que ponen en cada libro. ¡Muchísimas
gracias! ¡Los amo y aprecio a todos!
Nota de la editora:
Una vez más, el grupo se enorgullece de entregarles una nueva aventura de la diosa SK.
Como siempre, hemos dado lo mejor para que uds puedan disfrutarla.

Ahora, durante el lanzamiento oficial de Born of Defiance, hubo un poco de revuelo con
respecto a cuando sucede. Para dejar este tema en claro y darles un poco de ubicación temporal, la
historia de Talyn, el héroe en esta oportunidad, ocurre durante y en paralelo al primer libro de la
saga La Liga, Nacido de la Noche. Y como lo dijo alguna vez SK, no podía lanzar Nacido de la
Traición antes que la historia de Talyn por que de lo contrario habría un hueco que solo nos haría
confundir. Asi que una vez que lo lean, mucho entenderán y la intriga solo crecerá.

Sin otro asunto por mencionar, les deseao una feliz lectura. Hasta la próxima.
Prologo
-No puedes ganar contra un Investido*1, perro mestizo. Daría lo mismo que vayas a casa con
tu madre y llores como la pequeña perra que eres.

Talyn Batur apenas pudo refrenar una réplica desagradable que quemó en su lengua. Entonces
se preguntó por qué molestarse, ya que tanto él como Duel Odelus estaban luchando para matarse el
uno al otro de todos modos.

Sí, está bien. Soy un idiota.

Simplemente no un grosero.

Duel golpeaba y pateaba como un rayo.

Moviéndose como si careciera de huesos y columna vertebral, Talyn esquivó y se agachó, y


luego le propinó un asombroso golpe a las costillas de Duel. Duel se tambaleó hacia atrás. Talyn le
dio una patada tijera, se volvió y martilló su famoso doble golpe a la cara de Duel y un cabezazo en
la frente.

Aturdido, Duel trató de alcanzarlo.

Por la forma metódica y lenta en que su oponente reaccionó ahora, Talyn sabía que era hora
de terminar.

-Bésame el culo mestizo, Investido. -Talyn gruñó, luego barrió los pies de Duel y lo
inmovilizó en la alfombra ensangrentada.

Unos pocos instantes después, sonó la alarma de la victoria, y fue rápidamente ahogada por
los atronadores sonidos de los vítores de su victoria, así como aquellos que lo condenaban al
infierno por ello.

El árbitro levantó a Talyn por el brazo para presentarlo a la multitud.

-¡El indiscutible! ¡El invicto! ¡Increíble! ¡El nuevo Campeón Investido Zoftiq de 8560! ¡El
Iron Hammer*2! ¡Talyn Batur!

Borracho en adrenalina y victoria, Talyn se golpeó el pecho y miró desafiante alrededor del
ring que estaba repleto de fans gritando mientras trataba de calmar la sed de sangre cruda que latía a
través de su completo ser. Una sed de sangre que aún no estaba apaciguada. Más de sesenta mil
andarions estaban aquí esta noche para verlo sangrar, y eso sin siquiera contar las decenas de
millones que estaban viendo desde casa. Algunos apostando que él ganaría.

Muchos más con la esperanza de que su oponente lo destripara en la forma más sangrienta
imaginable.

Pero a medida que su respiración se calmó y el dolor de su combate se asentó, una realidad lo
golpeó aún más fuerte que los golpes de su oponente derribado.

*1 Del verbo investir: Conferir una dignidad o cargo importante.


*2 Martillo de Hierro
De todas esas decenas de miles de personas que lo rodeaban, ni uno solo estaba aquí por él
personalmente. Mientras que los que se regocijaban de su victoria volverían a casa para celebrar
esta noche, él tomaría una ducha, se cambiaría de ropa, y regresaría a su cuartel militar espartano*3.
Solo.

Mañana, él se levantaría e iría al trabajo, como cualquier otro día.

El bastardo Investido inconsciente a sus pies estaba en lo cierto. En todo el universo, Talyn
sólo tenía una persona a quien contarle sobre su victoria.

Su propia madre.

¿Cuán patética y despreciable era esa realidad?

Realmente necesito una vida.

Desde que su madre estaba fuera en una reunión cumbre con la tadara*4 andarion y bajo
estricto silencio en comunicaciones, tendría que esperar hasta mañana por la noche para hacer eso.
Y él sabía que ella no estaba viendo o escuchando el evento. Ella nunca lo hacía. No era que no le
importaba. Ella no quería saber acerca de sus peleas hasta que estuviera segura de que él aún estaba
vivo y no muerto en el piso del ring.

Al final del día, Talyn Batur, el celebrado atleta de toda su generación, no tenía a nadie en
este ring masivo lleno a capacidad con andarions y extranjeros que no daban una sola mierda por él,
excepto su manager y su entrenador.

Era algo que había vivido y lo había aceptado en la totalidad de su vida, pero nunca le había
molestado tanto como ahora mientras miraba al tropel de andarions que estaban aquí con amigos y
hembras. Dos cosas que, debido a sus leyes estrictas de linaje, nunca había conocido, y que nunca
tendría.

El árbitro finalmente soltó su brazo cuando ellos tiraron las paredes de la jaula con barricadas
y se llevaron a su oponente en una camilla aérea. Los dos estaban sangrando profusamente de las
heridas que se habían dado entre sí en las últimas tres horas y media. Mientras Duel Odelus había
hecho todo lo posible para matarlo, Talyn sólo había luchado para ganar.

Esa siempre había sido su prioridad. Al diablo con la carnicería. Él quería la victoria.

Respeto.

Por encima de todo, él sólo quería echar un polvo.

Bueno, no en este momento, ya que apenas podía moverse. Pero una vez que su movilidad
estuviera restaurada, quería que una hembra le besara sus nanas.

Limpiándose la sangre y el sudor de la frente con el antebrazo, regresó a su lado del ring
donde su manager y entrenador esperaban para felicitarlo. Sus palabras no tenían sentido. Él no
luchaba por los elogios.

*3 Austero, sobrio, firme, severo.


*4 Término equivalente a Reina
Sólo para avanzar en su rango militar lo más rápido posible, y para mantener su culo fuera de
problemas.

Luchaba porque era todo lo que conocía. Todo en lo que era bueno.

Lo único que le daba algún tipo de placer. Porque aquí, en este ring, él podía dar rienda suelta
a la furia reprimida que se veía obligado a reprimir cada vez que estaba al otro lado de esas barreras
de la jaula.

Talyn tomó la toalla de la mano de su entrenador y esquivó a los periodistas mientras se abría
camino a través de ellos hacia su camerino. Dejaría que Erix hable con ellos. Su entrenador vivía
para esa mierda. Talyn preferiría que le abran la cabeza que hábilmente eludir las preguntas que no
quería contestar de andarions no podía soportar. Andarions que creían que no era digno de respirar
su aire.

Su gerente, Erix, estaba en su gloria mientras iba de entrevista en entrevista, presumiendo


acerca de sus habilidades a la hora de entrenar a Talyn a lo largo de los años.

Sí, claro...

Más bien, eran los puños y la voluntad de Talyn de abrir estúpidamente una vena, ya sea suya
o de otra persona, siempre que estaba bajo ataque.

Quitándose la máscara sangrienta de la cara y el protector de colmillos de la boca, Talyn pasó


a los agentes de seguridad y se dirigió a su vestuario. A diferencia de las galas de Duel, la suya era
una mierda. Su habitación trasera apenas amueblada que le fue proporcionada al perro mestizo para
ducharse y vestirse. Sin lujos. Absolutamente horrible.

Justo como él.

Ferrick, un andarion gruñón y barrigón de mediana edad que apenas alcanzaba los hombros de
Talyn, se le unió en el vestuario. Él estaba sonriendo tan ampliamente que sus colmillos estaban
expuestos y sus ojos blancos brillaban con deleite. -La próxima vez chico, necesito que mates a tu
oponente. Estamos hablando de una importante bonificación. Seríamos ricos.

Talyn resopló. -Usted sería rico.

-Sí, está bien, yo sería rico. Pero tengo cuatro hijas en la universidad con próximas
ceremonias de unificación. Tienes que ayudarme. En la siguiente pelea, arráncale la tráquea y
golpea a tu oponente con ella. Puedo conseguir un poco de kilometraje con eso. Y mucho dinero.

Alcanzando su toalla, Talyn lo miró con diversión. -¿Qué tal si hago a su esposa un rica viuda
en su lugar?

Ferrick rió. -Esa amenaza podría tener más impacto si no supiera lo mucho que odias tratar
con los demás, y no hay manera en el espinoso infierno de Coreła de que organices tus propias
peleas. O que trates con los medios de comunicación.

-No estoy seguro de si apostaría mi vida en ello... si yo fuera tú. -Talyn se dirigió a las duchas.

-¡Piensa en ello, chico! Sólo una muerte. ¡Una! Lenta y dolorosa es mejor, pero en este punto,
me conformaría con una rápida y sin dolor.
Sacudiendo la cabeza, Talyn volvió a la ducha, y lavó la máscara primero. Después de que
Ferrick se fuera a lidiar con los periodistas, se desnudó, metió los zapatos y los pantalones cortos
sucios en su bolso y se duchó. No había servicio de limpieza o asistente en el lado inferior del ring.
Todo era autoservicio. Lo que estaba bien por él. Como Ferrick había dicho, él prefería la soledad a
la compañía de mierda.

O peor aún, aduladores en su rostro, pendejos en su espalda.

El agua le hacía doler sus heridas y contusiones. Pero él estaba acostumbrado a eso, también.

Él acababa de terminar de ducharse cuando la alarma de su brazalete militar sonó, haciéndole


saber que era hora de volver para registrar su entrada. Recogiendo su chaqueta, se detuvo para pasar
un dedo sobre las estrellas de Mayor en la charretera, y las medallas y los honores que había ganado
en los últimos cuatro años. Mañana, él solicitaría su siguiente rango. Con una victoria así, y dado su
historial de servicio, debería estar garantizada.

Si fuera un andarion totalmente Investido, no habría ninguna duda.

Hace cuatro semanas, habría sido una muy buena probabilidad también. Pero eso fue antes de
que el Coronel Chrisen Anatole fuera transferido como su OC*5.

Ahora...

Su enlace comunicador sonó con el especial tono de la armada.

Talyn lo puso en su oreja y respondió mientras él terminaba de vestirse. - Mayor Batur.

-¿Mayor? ¿Dónde está? -El teniente gruñó en el más insolente de los tonos.

Una vez más, su furia se elevó mientras Talyn reprimía una desagradable respuesta. Un oficial
Investido podría verbalmente abofetear al teniente de menor rango. Si él intentara eso, iría derecho
a un informe. No era su lugar interrogar o corregir a sus supuestos superiores. -En mi camino de
vuelta al puesto.

-Se te pasó la hora de registro de entrada.

Talyn se atragantó. -Imposible. Mi brazalete acaba de sonar. Tengo permiso hasta la


medianoche.

-No señor. No lo tiene. Compruebe sus órdenes.

Talyn las abrió en su enlace, y luego maldijo. -Las revisé antes de irme. Mi toque de queda
era a la medianoche. -Él apretó los dientes al ver que Anatole había restablecido su tiempo después
de que su pelea comenzara, sabiendo que no había manera de que Talyn pudiera verlas hasta que él
las hubiera violado.

-Independientemente de eso, ahora está ausente sin permiso. Reportese en Provost a su


regreso.

*5 OC Oficial Comandante.
-Lo haré. -Talyn colgó y reunió sus pertenencias. Ahí se fue su celebración. Violar el horario
de registro de entrada no era algo que los militares andarions se tomaran a la ligera. Era una de sus
políticas más estrictas y tenían algunos de los peores castigos para cualquiera lo suficientemente
tonto como para hacerlo.

Con su rabia en aumento, rengueó hasta un transporte público y entró. Él pasó su


identificación militar por el lector y se sentó mientras este lo llevaba de vuelta a la base.

Tratando de mantener sus pensamientos fuera de lo que le esperaba y de la ira hirviendo sobre
la injusticia de todo esto, él observó el pequeño monitor, y escuchó al comentarista de medios
repasando los resultados de las peleas de esa noche.

-Talyn Batur no sólo es el más joven en ganar el título, pero es el primer andarion en la
historia del ring en llevarse el título Zoftiq tanto en la Ligas Abiertas como en la Liga de Investidos.
Sabemos que el Iron Hammer está celebrando su histórica y sin precedentes victoria esta noche. Las
fuentes dicen que él fue visto en su vestidor con una serie de hermosas hembras, todas compitiendo
por la atención de Hammer. Y yo estoy seguro de que se las está dando, incluso mientras informo
esto.

Él resopló burlonamente hacia el locutor quien continuó comentando los aspectos más
destacados de la lucha.

Ojalá viviera la vida que ellos piensan que tengo...

Honestamente, Talyn se sentía exactamente como la primera vez que había luchado.
Enfermos del estómago. Dolorido. Cansado. Completamente exhausto. Él había ganado esa noche
también. Sólo que no hubo periodistas para cubrir la pelea. Más bien, él se fue caminando a casa
después, bajo la lluvia, a un vacío y deteriorado apartamento, y se preparó una lata de sopa. Hizo
sus deberes y se metió en la cama antes de que su madre llegara a casa y viera los moretones en su
rostro, lo que lo habría obligado a mentirle acerca de lo que los había causado.

Ella lo habría reprendido seriamente por atreverse a luchar a esa edad. Si vamos al caso, ella
ahora lo reprendía después de cada lucha por ser tan estúpido como para entrar en el Splatterdome.
Ella no podía soportar verlo herido.

Si él tan sólo tuviera una opción al respecto.

-Nada cambia -él respiró. Sin embargo, al mirar hacia los andarions en la calle, quería que
algo cambiara.

Desesperadamente.

Durante toda su vida, él había seguido las reglas. Hecho lo que se suponía que tenía que
hacer, y consiguió ser goleado por todo el mundo a su alrededor. Literalmente y figurativamente.

Él había terminado con todo eso.

Yo sólo quiero ser normal. Tener lo que otros andarions toman por sentado. Anonimato.
Familia.

Una hembra expectante en su cama.


Una oportunidad de empleo equitativa.

Pero esas eran todas unas perras esquivas que lo aturdían hasta el borde de la locura.

Suspirando, Talyn miró hacia abajo a sus órdenes alteradas y quiso darle a Ferrick la lucha
mortal que anhelaba.

Desde el momento en que el sangre real Anatole había puesto los ojos en él, el coronel había
odiado a Talyn por su falta de casta Sin Investidura. Al igual que casi todos los demás que Talyn
había conocido, el hijo de puta ni siquiera trató de ocultarlo. Fue por la yugular de Talyn con
regocijo psicótico, como si fuera su derecho divino de castigar a Talyn por sólo tener una línea de
sangre de la familia materna.

Déjalo ir.

Pero verdaderamente, él estaba cansado de hacer eso también. En este punto, él estaba
deseando sangre a un peligroso nivel.

Sacando su enlace y necesitando una distracción de pensamientos que harían que lo arresten,
comenzó a recopilar información sobre su próximo oponente.

Canaliza la furia, idiota. Eso era lo que mejor hacía. Mientras que su madre podría odiar lo
que había elegido para hacer con su vida, luchar lo mantenía semi aplacado y cuerdo.

La mayoría de los días, de todos modos.

Entrecerrando los ojos, se obligó a prestar atención a las palabras en su enlace. Él estaba en la
página de estadísticas de luchadores cuando un anuncio molesto apareció. Como de costumbre, se
movio para cerrarlo. Hasta que su mirada se posó en la cara amable de un ángel que parecía sonreír
solo para él. Mientras que ella no era la más hermosa mujer que había visto, había algo en ella que
lo atrajo. Un suave, buen corazón. Algo que le faltaba a la mayoría.

Maldita sea, ella era...

Dulce. El tipo de hembra que hacía que valiera la pena luchar por un hogar. El tipo que podía
levantar el espíritu de un varón... junto con un número de otras cosas.

Es tiempo de un cambio, Talyn. Es hora de tomar algo para ti mismo.

Él sólo había ganado la pelea más importante de su carrera. Había reclamado un título que
muy pocos poseían. Había hecho lo que nunca había hecho ningún otro andarion... había ganado en
ambas ligas.

Investido y Abierta.

Apenas por debajo de su vigésimo cumpleaños.

Ahora era el momento de luchar por la única cosa que más importaba.

Su vida.

Yo no soy un perro mestizo. Y él ya no iba a ser tratado como tal.


Capítulo 1
Felicia Orfanos dudó cuando vio al gran macho que la esperaba en la pequeña habitación, de
poca luz. Con un total de dos metros quince de altura, estaba marcado como un fisicoculturista, con
una gran cantidad de músculos bien definidos. Nunca había estado tan cerca de alguien con un
físico como el suyo.

Santos dioses...

Qué raro, él parecía algo robusto en la foto que había presentado junto con su solicitud. Pero
no había nada de sobrepeso en él.

Tampoco parecía tímido o reservado. Mucho menos socialmente torpe. Las cosas que había
asumido por las respuestas que había proporcionado en su cuestionario requerido.

"Feroz" y "terrible" fueron los únicos dos adjetivos que venían a su mente mientras ella barría
con la mirada su postura de macho confiado. Tenía todo su peso sobre su pierna izquierda, y sus
brazos musculosos cruzados sobre su pecho mientras miraba a la pared con una expresión severa
que era absolutamente escalofriante.

Letal.

A pesar de que estaba vestido con ropa de calle negra, su pose era la de un guerrero. Su pelo
negro era una masa de pequeñas trenzas que usaba retiradas de su cara, haciéndole saber que a su
edad, con ese peinado, todavía estaba en el ejército. Otra cosa que no había dado a conocer en el
archivo que su agencia le había dado.

No es lo que realmente importaba. El servicio militar obligatorio se requería para todos los
machos y hembras totalmente Investidos andarions después de la graduación de la escuela primaria
o la universidad. Teniendo en cuenta que él estaba aquí para comprar sus servicios a su edad, debía
de provenir de algunos padres de casta seriamente alta. Y tenía que haber ido directamente a la
milicia en lugar de la universidad en su graduación.

Él se volvió un poco como si sintiera su presencia. En el momento en que sus ojos blancos se
centraron en su encapuchada forma, sintió una pequeña ráfaga de carga eléctrica sobre ella.

Misericordia. ¡Él era glorioso! Por supuesto, todos los andarions lo eran, pero él era
especialmente guapo y bien formado. Cada centímetro de esa piel clara caramelo pedía una
mordida.

Y toda su actitud cambió inmediatamente en cuanto se dio cuenta de que ella era la que había
venido a encontrar. Ahora, parecía el tímido e inseguro macho que su evaluación de personalidad
había proclamado que era.

Algo que la hizo sonreír. ¿Cómo podía ponerse nervioso por ella cuando él era el único
intimidante en esta habitación? Incluso había empequeñecido al guardia de seguridad, quien lo miró
con temor obvio y respeto por su tamaño descomunal. Sin embargo, este macho le recordaba a un
colegial asustadizo en su primer baile mixto.
-Felicia. -Dijo el agente mientras él se adelantó a saludarla-. Conozca a su prospecto patrón.
Con una respiración profunda para tomar valor, bajó la capucha y le sonrió.

Talyn sintió que se le secaba la garganta al instante en que su cascada de rizos castaños
oscuros saltó de la tela para enmarcar un rostro ovalado adorable. Ella era aún más hermosa de lo
que había sido en las fotos que había visto. Y mucho más pequeña de lo que esperaba. Apenas
llegaba a la mitad del pecho. Mientras ella era atlética en estructura, sus miembros eran tan finos en
comparación con los suyos, que parecían frágiles. Tanto que temía tocarla para no romper
accidentalmente algo. Y al igual que en sus fotos, sus ojos blancos plateados brillaban con
amabilidad y calidez.

Mordiendo su labio, miró al guardia y al agente, deseando que los dejaran solos. Pero porque
ella era una virgen soltera, no había ninguna posibilidad de ello.

-¿Te gustaría sentarte? -Talyn le preguntó respetuosamente.

-Claro. Gracias.

Él sacó una silla para ella. Se movía con la gracia fluida de una bailarina. Cada gesto era una
belleza absoluta. Sentado frente a ella, trató de pensar en algo ingenioso que decir.

Nada vino a la mente.

Solo trata de no babear en ti mismo. Eso era todo lo que necesitaría para hacerla correr
gritando por la puerta.

Ella miró a su alrededor con nerviosismo antes de hablar. -Entonces, ¿Cuáles son tus
condiciones? Se que escribieron que mis funciones serían ligeras, pero ¿podrías ser más especifico?

Sintió la ola de calor en su rostro mientras ella fue directo al grano y él se encogió de tener
que explicarlo en presencia de testigos que ya sabían que estaba desesperado. De lo contrario,
ningún varón de su edad estaría aquí, lidiando con ellos. O dispuesto a pagar los precios
exorbitantes que exigían.

Debido a su estatus de bastardo Sin Investidura, le estaban pidiendo que pagara prácticamente
con ambos ojos, y él no tenía más opción que aguantársela. No había nada que pudiera hacer.

No si quería a Felicia.

Y definitivamente la quería. Ella era mucho más de lo que nunca había esperado encontrar.
Honestamente, estaba aturdido todavía, y abrumado de que ella hubiese accedido a reunirse con él,
dado su linaje cuestionable.

Aclarando su garganta, él mantuvo su mirada en su dulce rostro, y se obligó a pasar por alto la
condescendencia y la censura de su agente. -Sólo tengo dos noches a la semana libres. Y sólo por
tres a cuatro horas, sin contar la hora que tardo en llegar de mis cuarteles a los condominios. Por lo
que sólo tiene que estar conmigo tres horas a lo mucho esas dos noches. -Lo que probablemente le
deleitaría sin fin. La mayoría de los clientes requieren mucho más de sus compañeras.

Incómodo, Talyn se frotó el cuello. -Yo... umm... tengo un toque de queda que cumplir con lo
que no lo haría ninguna visita nocturna, a menos que me den permiso. Lo cual es sólo una vez al
año, y sólo por una semana. Ya he tenido mi periodo de libertad este año, así que usted no tiene que
preocuparse de eso durante otros doce meses. Incluso entonces, es negociable. Sé que todavía estás
en la universidad y necesitas días libres para asistir a clases, y la mayoría de las noches para
estudiar. No tengo problema con todo eso.

Felicia frunció el ceño ante lo que le estaba diciendo. ¿Hablaba en serio? Esto era más de lo
que nunca se atrevería soñar. -¿Eso es realmente todo?

Él asintió con la cabeza.

Ella no podía creer su buena fortuna. Algo malo tenía que tener él.

Un posible defecto definitivamente vino a la mente.

-¿Y cómo... -Ella se encogió ante la idea de lo que tenía que preguntar. Pero ella sabía por su
madre, y otros compañeras e instructores que era algo que tenia preguntar antes de aceptarlo a él.
Era la principal preocupación que todas las mujeres en su profesión tenían. Una que mutilaba y
mataba a un buen diez por ciento de ellas al año, y que explicaría por qué un varón elegible como él
estaba aquí, en busca de una de su calaña y no negociando por una mujer noble.

Con una respiración profunda, ella se obligó a que la embarazosa pregunta saliera. -¿Qué tan
perverso y violento es usted durante el sexo?

Él de verdad se puso de color rojo brillante. -Yo nunca haría daño a una mujer fuera de un
campo de batalla, e incluso entonces, no lo haría a menos que ella estuviera armada y tras de mí.
Tampoco voy a pedirte que hagas algo que te hace sentir incómoda, de ninguna manera. Podemos
dejar que todos los detalles de eso dependan de ti.

-¿En serio?

Visiblemente encogiéndose, asintió.

Ella se inclinó hacia adelante y trató de averiguar si estaba mintiendo. Esto era realmente
demasiado bueno para ser verdad. Y no era raro que les mintieran para conseguir lo que querían.
Ella conocía a un número de hembras que se habían metido a sí mismas en situaciones de miedo
con machos que habían parecido sinceros y decentes, sólo para enterarse, demasiado tarde, que no
lo eran. -Sinceramente, tengo que decir que estoy un poco confundida. Si eso es todo lo que quieres,
sería significativamente más barato para ti visitar una casa de citas que contraer un contrato
conmigo.

Él pareció herido. -Tengo más que suficiente dinero para pagar los honorarios de su contrato,
la matrícula, y el mantenimiento. Créame. Su agente ha rastreado mi trasero y cuentas con un
alcance subatómico.

-No era mi intención insultarlo, -dijo ella rápidamente-. Solo no entiendo por qué pides tan
poco, dado el alto costo-. Y teniendo en cuenta lo guapo y joven que era. Al diablo con sus estrictas
leyes de sangre. ¿Qué mujer no lo haría con él de forma gratuita?

Contrato o sin contrato.

Este era un hombre digno de una sentencia de cárcel.

Él le echó un vistazo a su corredor antes de hablar. -Quiero una compañera, no una prostituta.
Ella todavía estaba desconcertada por esto. Si eso era lo que quería, ¿por qué no un contrato
para matrimonio?

Pero eso era asunto de ella. Él era absolutamente esplendido y cortés. Dulce, incluso. Ella no
podría haber pedido un mejor patrón. Y él era definitivamente mejor que el último macho que había
intentado pactar un contrato con ella.

No se puede hacer nada mejor que esto, chica. Tú sabes. Este era el tipo de macho por el que
la mayoría de las hembras rezaban para casarse. Pero tener uno como patrón...

Inaudito.

-Muy bien, entonces. -Felicia tragó saliva en temor por lo que venía. -¿Quieres
inspeccionarme?

Ella tuvo que contener la risa ante lo brillante que sus mejillas se tornaron en ese momento.
Nunca había visto a nadie ruborizarse tan profusamente. Su piel de caramelo prácticamente brillaba.

Y pensar que ella era la virgen en la habitación.

Una vez más, miró hacia el guardia y al agente, y luego negó con la cabeza. -Yo no te haría
eso frente a ellos. Ya he visto las fotos, y eso no es lo más importante para mí, de todos modos.

-¿Puedo preguntar qué es?

-Que fueras tan amable y gentil en persona como parecías ser en tus respuestas del perfil y las
fotos.

Su corazón se hinchó en su respuesta tímida.

Ella se inclinó sobre la mesa y le tocó la mano antes de ofrecerle una sonrisa. -¿Deberíamos
intentar el periodo de seis meses estándar?

Por fin le devolvió la sonrisa. -Me gustaría eso. ¿Cuánto tiempo necesitas para mudarte?

-¿Cuándo te gustaría que lo hiciera?

-Depende totalmente de ti. Tengo un apartamento totalmente amueblado a poca distancia de


tu escuela, como tu contrato estipula. Todo lo que necesito hacer es tener que añadirte a la
seguridad y el papeleo. Todo lo relacionado con el condominio se factura directamente a mí. Tú no
tendrás que preocuparte de nada.

Fue tan inesperado. Tan preciosamente dulce.

Sólo esperaba que él permaneciera de esa manera.

Por favor, no seas una mentira. Ella había tenido suficiente de bastardos mentirosos en su
vida.

-¿El día después de mañana, entonces?


Él asintió con la cabeza.

Su agente dio un paso adelante con su tableta electrónica. -Excelente. Ya tengo los papeles
preparados. Léanlos una vez más y fírmenlos. Los publicare de inmediato, y ustedes dos pueden
encargarse de lo suyo.

Todavía un poco nerviosa, Felicia se sorprendió de que su patron no hubiera tratado de


negociar nada. Más bien, él había aceptado todos los términos que ella había querido. Derecho a
darle todas las horas del día para que pudiera continuar con la escuela... y un servicio de limpieza
semanal.

Ni siquiera se había negado a proporcionarle un lugar para vivir cerca de su escuela, que eran
algunos de los inmuebles más caros de Eris. Un pequeño apartamento era más de cuatro mil
créditos al mes. Para el caso, ni siquiera podía permitirse el lujo de vivir en los dormitorios de la
universidad. Eran casi igual de caros. Todos los otros clientes que había considerado habían negado
plenamente esa petición.

Ella firmó el contrato y esperó a que él terminara de leerlo nuevamente.

Una vez que él lo firmó, le entregó una pequeña tarjeta. -Esa es la dirección del condominio, y
el número de mi enlace. Si me avisas con dos horas de anticipación, te puedo encontrar allí, y
asegurarme de que puedas entrar sin ningún problema. La seguridad es muy estricta en el edificio
por lo que será muy seguro para ti estando sola. El inconveniente es que, incluso si les aviso que vas
a ir, puede ser que no te dejen entrar sin mí allí para verificar tu identidad y firmar el papeleo para
agregarte a mi arrendamiento como una cohabitante autorizada.

Esa era una buena ventaja. En verdad, había tenido un poco de miedo de vivir sola. Eris era
una ciudad importante, con más de diez millones de andarions que vivían en ella. Por mucho que a
las autoridades les gustaba negarlo, no era raro que las mujeres solas fueran presas de los
depredadores feroces. Fue la razón principal que había querido un lugar con corta distancia a la
escuela. -Entonces, te veré en dos días.

-Dos días -repitió antes de levantarse-. Estaré esperándolo.

Mientras se dirigió a la puerta, ella se levantó. -Um, ¿puedo preguntar una cosa antes de que
te vayas?

-Claro.

-¿Cuál es tu nombre?

Él le dio una sonrisa tímida. -Talyn.

Qué hermoso nombre, muy apropiado. Le quedaba. –Gracias, Talyn.

Inclinando la cabeza, se despidió.

Aturdida por todo, Felicia no podía creer que ella había tenido la suerte de encontrar un patrón
tan joven y guapo. Uno que no parecía querer tratarla como su propiedad, y que no demandara que
le sirviera para cada pervertido antojo.
A diferencia de la última bestia repugnante que casi la agredió delante de su agente y guardia.
Si no fuera por ellos, habría sido violada en esta misma sala.
Sabes que no puedes confiar en él. Los hombres mienten. Su madre le había metido eso en la
cabeza desde el nacimiento.

Y, sin embargo, Talyn parecía honesto.

Todos parecen así, hija. Hasta que arrancan tu corazón y se dan un festín con él.

Ella se negó a permitir que el veneno de su madre pudiera infectarla. Mirando hacia abajo a la
tarjeta que tenía en la mano, ella frunció el ceño cuando ella finalmente vio la dirección de su nuevo
hogar. Boquiabierta, miró a su agente. -¿Es esto correcto?

-¿Brooksyn?

Ella asintió con la cabeza.

-Entonces si. Esa es la dirección de verificamos. Él es dueño de toda la planta superior del
edificio. Es un complejo de veinte habitaciones, con una piscina cubierta y un gimnasio totalmente
funcional.

Felicia estaba en shock por eso. -¿Veinte habitaciones? -¿En serio?

-Sí. Es positivamente palaciega.

Especialmente en Eris. Nadie tenía grandes casas, por regla general. Excepto la realeza. O un
poderoso War Hauk.

-¿Y él no vive allí a tiempo completo?

-No. Él es un oficial de la armada. Ellos requieren que viva en los cuarteles. Él tiene un
estricto toque de queda y si se pierde demasiados, van a removerlo de su rango.

-¿Y qué rango tiene que mantener? -¿Comandante adjunto?

-Mayor.

Eso sólo la confundió aún más. Mientras que los Mayores tenían bastante buena paga, no era
lo suficiente para permitirse un condominio de veinte habitaciones cerca de su escuela.

Él debe ser de sangre real. Esa era la única explicación lógica.

-¿Tiene esposa?

Herun negó con la cabeza. -Tampoco se ha comprometido con ninguna mujer. Lo


examinamos a fondo.

Su cabeza le daba vueltas por la noticia. -¿Qué pasa con él, entonces?

-Él no tiene linaje paterno, en lo absoluto. Él es el hijo bastardo de un paria. Nadie en su lado
paterno consideraría adoptarlo.
Ouch. No es de extrañar que Talyn estuviera dispuesto a pagar tanto por una compañera. No
había otra forma legal para que él tener una hembra andarion como parte de su vida. Y emparejarse
a sí mismo con una mujer alienígena bajaría su casta aún más.

Lo cual, teniendo en cuenta lo baja que era, sería toda una hazaña.

No importaría qué tan alto fuera su rango o la pureza de su línea de sangre materna. Ninguna
familia haría contrato para su hija con un hombre sin algún linaje paterno. Especialmente uno cuyo
padre era un paria de tal manera que nadie más en toda su familia adoptaría a su hijo para
protegerlo.

¿Qué crimen había cometido su padre para que su vergüenza manchara a su hijo tan a fondo?

Bastarda ella misma, ella sabía exactamente cuan duramente los andarions trataban a los niños
como ellos. Pero al menos ella sabía el linaje de su padre y que él le permitía contar con él, a pesar
de que sus padres nunca estuvieron casados. Si bien ser Media Investida limitaba las opciones y
carreras que tenía abiertas para ella, no era para nada tan malo como estar sólidamente Sin
Investidura.

Por no hablar, que era una mujer y eso la ponía automáticamente a ella en una mejor casta que
la de él, ya que los linajes maternos eran de mayor valor en la sociedad andarion.

Con su corazón dolorido por él, se levantó la capucha y regresó a su pequeña celda que había
sido su casa desde que había comenzado su entrenamiento de compañera.

Ella miró a su alrededor en el pequeño, espartano cuarto.

Mientras que su madre no se había emocionado con su elección de hacer esto, ella había
entendido que era la única manera en que Felicia podría ir a su universidad cara sin ir arrastrándose
a su padre por el dinero. O casarse y formar una familia con una matriarca que las trataría a ella y a
su madre como criaturas inferiores porque Felicia era bastarda de nacimiento.

Su madre se había ofrecido amablemente a tomar préstamos para ella. Pero Felicia se había
negado. La salud de su madre había sido mala estos últimos años, y no quería estresar a su madre
más. Ni obligar a su madre en la indignidad de ser examinada por un prestamista o agente para
matrimonios. Su madre había sufrido suficientes humillaciones en su vida.

Indignidades que Felicia no había comprendido plenamente hasta que su propio


entrenamiento le había dado todo un nuevo respeto por lo que su madre había sido sometida a causa
de su padre.

Su madre debió haber estado loca cuando fue una joven andarion.

Felicia aún se encogía cada vez que recordaba el humillante proceso de inspección y
certificación que su agencia había insistido en hacer antes de que incluso pudieran listar su perfil en
su sitio. Había sido un año completo antes de que fuera ofrecida para "adopción".

Con lo malo que su entrenamiento había sido, no era nada en comparación con los machos
rudos e insufribles con los que se había entrevistado, que solo querían una joven compañera que
pudieran desfilar como un perro de exhibición con una correa.
Peor aún, su tiempo para elegir un patron se había acabado. Si Talyn hubiera esperado un día
más para solicitar una reunión, se habría visto obligada a aceptar la oferta de Lord Arux. Ella se
encogió ante la sola idea.

Se había negado al ochenta por ciento de sus solicitudes y había sido completamente
irrazonable y ofensivamente grosero.

Agradecida de no haber llegado a eso, ella barrió con su mirada alrededor de sus escasas
pertenencias. ¿Dos días? Ella no necesitaría ni dos horas para empacar sus cosas.

Pero en dos días, todo lo relacionado con su vida iba a cambiar.

Todo.

Se estremeció cuando esa realidad pasó por ella. La única cosa de valor que poseía era su
virginidad. Una vez que se fuera, así también se iría el poder de negociación que actualmente tenía.

Cerró los ojos y rezó porque ella hubiera tomado la decisión correcta. Si Talyn estaba
mintiéndole, no estaría mejor que su madre.

Sí, tenía un período de prueba de seis meses con él. Pero una vez que durmieran juntos,
estaría degradada a una puta utilizada.

Y puesto que no tenía linaje paterno o posición social, ella no seria capaz de utilizar eso como
una forma para subir su valor.

Ella se arruinaría a los ojos de su sociedad.

Dios, ¿qué he hecho?

-Así que... ¿lo rechazaste o estuviste de acuerdo con la adopción?

Felicia se volvió al oír la voz de Glycie en su puerta. Alta, bien proporcionada y hermosa,
Glycie siempre la hacía sentir como una babosa fea en comparación. Habían ido a varias clases
juntas, y ambas habían sido catalogadas para su adopción el mismo día. Mientras que Felicia había
tenido unas pocas entrevistas desde que fue enumerada, Glycie tenía una asombrosa cantidad de
machos para elegir. Tantos que la agencia le había dado tiempo extra para escoger al más rico, con
la mejor oferta.

-Firmé.

Glycie jadeó, luego abrazó a Felicia mientras reía con excitación. -¡Oh, felicitaciones cariño!
¿Cómo era?

-Respetuoso y joven.

Con los ojos muy abiertos, Glycie gritó las buenas noticias por el pasillo para que los demás
escucharan. Era algo que siempre hacían cada vez que una acompañante era adoptada por un patrón.

Fresca chistó cuando ella entró en la habitación con un lento paso tranquilo. Mientras que ella
era tan hermosa como Glycie, ella era una perra condescendiente absoluta.
Con todos.

Los rumores decían eso que era lo que le impedía estar entre las mas requeridas de los
prospectos a acompañante... lo que sólo la hacia aún más amargada y mordaz. -Por favor, dime que
no contrajiste contrato con el animal que se acaba de ir de aquí.

Felicia frunció el ceño ante su hostilidad. -¿Por qué dices eso de él?

Rodando los ojos, se la quedó mirando como si Felicia fuera deficiente mental. -Aún incluso
tú no puedes ser tan estúpida como para no saber quién es.

Insultada por su tono sarcástico, Felicia se puso rígida. -Él es un Mayor en la armada.

-Y ha sido el campeón de la liga Zoftiq abierta desde hace años. Ha matado no sé cuántos
machos en el ring. Brutalmente. -Sus ojos blancos se volvieron aún más oscuros y más furiosos-.
Cuando permitieron que un bastardo despiadado luchara en la liga de Investidos, cosa que nunca
deberían haber hecho, dejó a mi primo con una cojera permanente, el uso de su brazo limitado, y
casi lo mató. Mi primo dijo que era como un perro rabioso, desatado. En todos los años que ha
luchado, nunca había visto un animal peor. No hay combatiente más temido en el ring que Talyn
Batur. ¿Y tú firmaste con él? ¿Estás loca?

-Ella tiene razón, -Rynara acordó cuando se unió a ellas-. Yo era su primera opción para
acompañante, pero yo ni siquiera quise reunirme con él. Lo rechace plenamente tan pronto como vi
su nombre. Lo último que quiero es estar en una habitación con alguien tan violento y sangre fría.
Ni pensar a su merced total y absoluta. Sólo la idea me da escalofríos-. Ella se estremeció para
ilustrar su punto.

Fresca asintió con la cabeza. -He oído que es tan grande en tamaño que desgarró a algunas de
sus amantes en el pasado. Dejo a varias sin posibilidad de tener hijos.

-He oído que ha sido expulsado de la mayoría de las casas de putas por actos de violencia
perversa. -Rynara palmeó a Felicia en el brazo-. Pobrecita. Deberías haber hecho más investigación
sobre él antes de aceptar.

Con miedo empático en sus ojos, Glycie se mordió el labio. -¿Tal vez puedas deshacer el
acuerdo?

-Ya he firmado. -La respiración de Felicia se volvió entrecortada mientras seguían enlistando
los defectos de Talyn.

¿Qué he hecho?

Si una cuarta parte de lo que decían era cierto, ella estaría mutilada en una semana.

O muerta.

Mal del estómago, trató de pensar en alguna manera de terminar esto.

Disculpándose, salió y fue con su agente. Él estaba en su oficina, en su ordenador, con una
alegre sonrisa en su rostro. -¿Herun?

Miró hacia arriba con una ceja arqueada. -¿Ya perdiste la dirección?
-No... um... -Felicia vaciló-. ¿Ya envió los formularios?

-Claro. Te dije que lo haría.

-¿Podemos rescindirlos?

Su otra ceja se alzó. -¿Por qué quieres hacer eso?

-Acabo de aprender algunas cosas sobre el Mayor que no sabía antes.

Suspirando, él negó con la cabeza. -Esta hecho. Sinceramente, no sé cómo se puede quejar.
Ninguno más podría pagar tanto por usted o ser tan complaciente con sus demandas indignantes. No
es como si usted fuera la acompañante más bonita aquí. Apenas alcanzó el segundo nivel de
nuestras ofertas. Para el caso, yo estaba preocupado que no pudiéramos recuperar el dinero que
gastamos en su entrenamiento. En lugar de quejarse, usted debería estar malditamente agradecida
que él es delusivo acerca de tu estatus cuestionable, y dispuesto a pasarlo por alto.

El calor picó sus mejillas con sus innecesarios y crueles recordatorios.

Herun se apartó de ella. -Ahora, si no te importa, tengo otros contratos que redactar.

Avergonzada y humillada, ella quería replicar algo inteligente. Pero la verdad que dijo la
cortaba hasta los huesos. No podía pensar en otra cosa que el hecho de que Herun estaba en lo
cierto.

Nadie más la había deseado.

Eres demasiado baja. Demasiado musculosa. Y mira esa fregona de cabello rizado... no sé
cómo vamos a hacer para hacerte presentable a cualquiera. -Ella todavía podía ver la mueca en el
rostro de la asesora de imagen cuando ella estaba revisado los "atributos" de Felicia. La única razón
por la que no le habían cortado el pelo era el temor de que sería incluso más desordenado con un
estilo más corto.

Con el corazón completamente roto, se dirigió de nuevo a su habitación y se maldijo a cada


paso. ¿Qué he hecho?

Se consigno a sí misma al infierno.

Ella era la hija de su madre, después de todo. Atrapada por un guapo mentiroso. Había visto
lo que ella quería en él, y no había investigado lo suficiente.

Ahora, ella pagaría por ello. Y si les creía a los demás, ella pagaría con su vida.
Capítulo 2
Nerviosa y asustada, Felicia se encogió ante la burla en la cara del portero mientras
permanecía de pie en la elegante y ornamentada puerta, bloqueando la entrada al edificio de lujo.
Tal vez debería haber usado algo más que sus pantalones cortos viejos y una camisa fina y ligera…

Como ella se estaba mudando, no había pensado nada al respecto, pero ahora deseaba haberlo
hecho.

Como si no estuviera lo bastante nerviosa por estar aquí. Después de que sus amigas le
habían dejado sus terribles predicciones sobre cuánto tiempo viviría antes de que su patrón la
matara en la cama con su enormidad, o fuera de ella con su crueldad, había pasado horas
investigando a Talyn Batur.

Había mucho escrito sobre él. Nada particularmente bueno o personal. Y nada sobre su
historial militar. De hecho, no podía encontrar ninguna confirmación de su servicio militar en lo
absoluto. Más bien, los artículos que había leído solo hacían referencia a sus habilidades de lucha
sedientas de sangre en el Ring Abierto. Había visto innumerables fotos de él con sangre y emoción
después de una pelea. Era como si tuviera un sentimiento de alegría ante la brutalidad de todo.

Qué no ayudo en nada para aliviar su terror.

Cada artículo y transmisión que había encontrado había confirmaron la ferocidad y sangre fría
de la que Fresca y Rynara lo acusaban. Él no tenía piedad de nadie. Él era salvaje y despiadado.
Feroz y aterrador. Imparable. Invencible. Cuando entraba al Ring Abierto, dominaba.

Y ningún oponente salía caminando en dos piernas.

Mientras que ella no podía encontrar nada que dijera que en realidad había matado a alguien
durante una pelea, todos los expertos acordaban que el Iron Hammer era el andarion más temido y
feroz que alguna vez pusiera un pie en el Splatterdome*6.

Y él fue el primero en dominar verdaderamente este deporte sangriento y brutal.

Dado que todo lo que ella había encontrado sólo había aumentado su miedo, y su agencia se
negó a permitir que ella cancelara el contrato, había finalmente dejado de leer antes de que ella se
asustara e hiciera algo estúpido.

Como dejar el planeta para siempre.

Tragando saliva, buscó la mirada del portero.

-¿Puedo ayudarle? -¿Podría haber más desdén en su voz?

-Yo... um... se supone que debo estar mudándome aquí hoy.

La mirada que pasó por encima de su cuerpo la llamó mentirosa. -¿Estás con tus padres?
*6 Domo de las salpicaduras
Quería saltar en un agujero y desaparecer para siempre.

-¿Felicia?

Poniéndose de puntillas, ella miró por encima del hombro del portero para ver a Talyn, que
debía estar esperándola en el vestíbulo. Vestido con su traje formal de color rojo y negro de Mayor,
era impresionante. Un extraño calor la inundó al verlo, a pesar de que tenía más miedo de él del que
le tenía al portero grosero. -Hola.

Y esa palabra cambió totalmente el comportamiento del portero para con ella. -Aquí, mu tara.
Permítame que le ayude.

-Está bien, Starrin. Yo la ayudo. -Talyn tomó la caja de sus manos. Miró hacia la calle-.
¿Dónde está el resto de tus cosas?

Ahora era su turno de sonrojarse. -Esto es todo lo que tengo.

En lugar de juzgarla, sonrió amablemente. Algo completamente opuesto al horror de las


historias con las que Fresca y Rynara la habían llenado.

-Entonces déjame tomar tu mochila y te enseñaré el piso de arriba. -Él tiró suavemente la
mochila en su hombro y la llevó más allá de una larga y brillante mesa de guardias de seguridad de
aspecto duro. Cada uno de ellos la miró como si estuvieran comprometidos a grabar sus rasgos de
memoria.

Un enorme macho corpulento se acercó a ellos. -¿Es este nuestro nuevo inquilino? ¿Tara
Orfanos? -preguntó a Talyn.

-Ella es.

Ella sintió una oleada de alegría por el respeto en su tono. Algo que definitivamente no estaba
acostumbrada o habría esperado. La mayoría tendían a tratarla como el portero a su llegada. Porque
ella era muy pequeña y lamentablemente tímida para una hembra andarion, invitaba a otros a
empujarla sin miramientos y tratarla como una niña.

-Excelente. Me aseguraré de que todo el mundo este familiarizado con ella. -Él sonrió-.
Bienvenida al edificio, Tara Orfanos. Si necesita algo, mi nombre es Aaron. Yo vivo aquí en la
planta baja y soy el jefe de seguridad-. Él inclinó la cabeza hacia Talyn-. Yo ya le he asegurado al
Mayor Batur que veré personalmente por su seguridad, ya que fue bastante persistente en que
ningún daño le acontezca, a menos que quiera que nuestra movilidad futura sea casi imposible y
dolorosa. Aunque no soy tan feroz como el Mayor, estoy bien entrenado en mi trabajo, y me
asegurare de que nadie la moleste.

Felicia sonrió al macho a pesar de que sus palabras no hicieron nada para disminuir el terrible
nudo en su estómago. -Gracias, Aaron.

Abrió las puertas del ascensor para ellos. -Buenas tardes, mu tara. Bienvenida a su nuevo
hogar. Yo sé que va a ser feliz aquí, y si no lo es, háganoslo saber y nos aseguraremos de que lo sea.

Felicia se mordió el labio ante su bondad. -Gracias de nuevo.


Talyn sacó una tarjeta de color negro brillante de su bolsillo. -Vas a tener que pasar la tarjeta
para llegar a nuestro piso. -Le mostró cómo, luego se la dio-. Después de pasarla, se requiere un
escaneo de mano-. Apretó su mano en el panel. Se iluminó antes de que el ascensor se moviera.

-¿Así que no se tiene que presionar un botón para el piso?

-No. Sabe dónde vives por la huella de la mano. Tan pronto como estés acomodada, voy a
llamar al gerente y él te va a dar de alta en el sistema. Siempre que tengas visitantes, tendrás que
notificar a seguridad. Entonces puedes encontrarte con ellos ya sea en el vestíbulo, o seguridad va a
escoltarlos hacia arriba. Pero sólo si estás en casa. Si no estás, van a tener que esperar en el
vestíbulo. Como he dicho, la vigilancia aquí es muy en seria acerca de la seguridad de sus
inquilinos.

Ella levantó la mirada a la cámara en la esquina. Por no hablar de la madera de caoba tallada a
mano y techo dorado. -Esto es mucho mejor que cualquier cosa que yo esperaba. Gracias por
dejarme vivir aquí.

Él movió la caja en sus manos. -No hay problema. Ya que no podré visitarte muy a menudo,
yo quería asegurarme que estuvieras completamente segura. Yo, um, no sé si cocinas o no, pero los
hice abastecer de provisiones la cocina para ti, por si acaso. Hay una tienda de comestibles al otro
lado de la calle y he acordado con el gerente para que te envíen todo lo que necesites o quieras.
Todo lo que tienes que hacer es llamar con tu pedido y van a traerlo. O si quieres puedes ir a
escoger, ellos te lo envían y se cobra a mi cuenta. También hay una rotisería y un restaurante en el
primer piso del edificio, y una pequeña tienda de autoservicio de veinticuatro horas, incluso en los
días festivos. Se carga directamente al condominio y vendrá en mi factura mensual.

Ella se quedó boquiabierta ante su consideración que desmentía la crueldad que sabía él era
capaz. Sin duda, una bestia no pasaría por esta cantidad de problemas por una acompañante pagada,
¿verdad?

Por ser honestos, su propio padre y hermanos no harían ese esfuerzo por cualquiera de las
hembras en sus vidas. Sobre todo por ella. Apenas si reconocieron que era un miembro de su
familia, y eso, sólo cuando lo requería la ley.

-De igual manera, no sé si conduces o no, pero hay un transporte para ti en el garaje. El
número corresponde con la dirección del condominio. Es tuyo también. Si no puedes conducir o no
quieres, tengo el número de un servicio de chófer y ellos estarán más que felices de proporcionarte
un conductor para ti. También servicio de protección en caso de que tengas que estudiar a altas
horas de la noche en la escuela. Sólo necesitan que les avises con veinte minutos de anticipación
para conseguirte a alguien. Yo preferiría que utilices su servicio en lugar de que corras algún riesgo
con tu seguridad.

Aturdida, no podía pensar mientras la puerta se abrió en un elegante pasillo brillante.

No, no pasillo.

Vestíbulo.

Mierda... ¿Realmente este era su nuevo hogar? Con ojos bien abiertos, se quedó viendo con
temor la propiedad palaciega.
Talyn la condujo dentro del apartamento que era más fino que cualquier cosa que jamás había
visto en toda su vida.

En serio. Incluso hizo que la costosa casa de su padre se viera como un tugurio.

¡Y era enorme! Abierta y aireada, tenía una vista impresionante de la ciudad. El mobiliario era
elegante y de alta gama. Sofá de cuero, una pared llena de pantallas, mesas con ricos tallados a
mano y jarrones caros con flores. Suelo de mármol, paneles de caoba, y un techo de dos niveles
bañado en oro.

Casi esperaba que alguna hembra maleducada saliera a gritarle que limpiara sus pies.

O que saliera antes de que ella contaminara algo.

Talyn sonrió al ver su mirada bailando alrededor en apreciación. La alegría en su rostro valía
cada precioso crédito que el lugar le había costado. La última cosa que él quería era que ella se
arrepintiera de la elección de él como su patrón cuando podía haber elegido a cualquiera, incluso un
aristócrata.

Dejó la caja sobre la mesa del comedor y puso su mochila al lado de él. -Esta es tu casa,
Felicia. Puedes traer amigos en cualquier momento. Sólo te pido que mantengas nuestro tiempo
para nosotros. No soy muy fanático de las visitas. Nunca. Nadie debería molestarte buscándome. Si
los medios de comunicación me rastrean hasta aquí, informales que se comuniquen con mi
manager, y si no desaparecen, reportarlos a Aarón y él se ocupará de ellos.

Ella frunció el ceño. -¿Los medios de comunicación?

Sintió el calor fluir en su rostro. -Sí. A veces quieren entrevistas. Ferrick se encarga de todo
eso.

Antes de que pudiera pedir más detalles, cogió el intercomunicador y se contactó con el
gerente para que subiera y la añadiera al sistema.

La alarma de la pulsera de Talyn sonó.

Ella frunció el ceño ante el ruido pulsante. -¿Qué es eso?

Él levanto su brazo para mostrarle la pulsera negra en la muñeca izquierda. -Mi localizador
militar. Me avisa que mi hora de almuerzo casi ha terminado, y tengo que salir para volver a mi
puesto de registro. De lo contrario, estoy ausente sin permiso, y eso es muy desagradable.

-Oh. -La repentina tristeza en sus ojos lo tocó mucho más de lo que debería.

Tomó el enlace desde el mostrador y se lo entregó a ella. -Mi número personal ya está
programado en el número 3. Si necesitas algo, de día o de noche, llámame a mí o a Aaron. Él es el
número cuatro. O puedes utilizar el sistema de la casa. El servicio de conductor es el cinco. Si yo no
puedo responder, deja un mensaje y voy a llamar o mandar un mensaje de texto tan pronto como sea
capaz. -Se dirigió hacia el ascensor.

-¿Talyn?

Él se detuvo.
Ella acortó la distancia entre ellos. Mirándolo, ella le dio la sonrisa más dulce. -Gracias por
todo. -Se puso de pie de puntillas para colocar su mejilla contra la suya.

Talyn tragó duro cuando una ola de deseo lo atravesó y puso su sangre a hervir. No le ayudó
la repentina imagen en su mente de ella con los pequeños calzoncillos que había usado para sus
fotos de la agencia.

Felicia tenía el trasero más dulce que había visto nunca en alguna fémina, y vivía para el día
en que pudiera quitarle la ropa y hundirse profundamente en su interior.

El aroma de su perfume floral llenó su cabeza y puso sus sentidos a girar. Peor aún, su suave
derroche de rizos rozaron su piel, poniéndolo tan duro que estaba seguro de que sería obvio para
cualquiera quien mirara en su dirección. Él la anhelaba tanto que le tomó toda su fuerza apartarse.

Si él no se iba en ese momento, no sería capaz de volver a ella por semanas. -¿Te veré en
cinco días?

Ella le hizo un puchero adorable. -¿Es tu próxima libertad?

Él asintió con la cabeza.

-Eso parece como una larga semana de trabajo.

Ella no bromeaba sobre eso. Antes de la aparición de Anatole, su vida y horario habían sido
mucho más fáciles de manejar. Ahora era asqueroso en extremo.

-La belleza de la milicia. Son dueños de mi culo, lo siento. -Él le guiñó un ojo.

-Cinco días, entonces. -Ella le dio un beso ligero en los labios que no hizo nada para apagar el
calor en su sangre. Duro y dolorido, se obligó a apartarse de ella, a pesar de que lo único que quería
era estar con ella por un tiempo más largo. Ella definitivamente valdría la pena el reto y castigo.

Con su respiración entrecortada, le dio una última mirada antes de entrar en el ascensor para
volver al trabajo. Felicia no se movió hasta que Talyn había desaparecido de su vista. Un dolor
inexplicable la golpeó cuando sintió su ausencia como un golpe físico. Qué raro. Apenas lo conocía.
Tan sólo se habían reunido en dos ocasiones, y ni siquiera por un total de media hora.

Pero nadie había sido tan amable con ella. Así de atento o considerado. Él no la trataba como
una puta pagada.

Él la trataba como a una esposa atesorada. Como si ella le importaba. Algo que estaba en
completo desacuerdo con lo que sus amigas le habían dicho que esperara. Y definitivamente no era
lo que había aprendido en su investigación.

Por otra parte, ellos no lo conocían. En absoluto. Los periodistas estaban especulando, y
ninguna de sus amigas nunca habían conocido a Talyn. Ellas también comentaban rumores.

Sabes mejor que escuchar eso.

El monstruo sin corazón del que le habían advertido no habría ido a estos extremos por
hacerla sentir cómoda y segura.
Las lágrimas llenaron sus ojos mientras miraba alrededor del masivo condominio que le había
proporcionado. La vivienda en Eris era tan cara, y eso incluyendo las secciones más modestas. Ni
siquiera en sus sueños más salvajes, se permitió jamás imaginar un lugar así como su residencia.
Había esperado algo pequeño, esperanzadamente limpio, y sin bichos.

Esto...

Riendo, ella corrió a través de las enormes habitaciones abiertas, sorprendida por lo bonitas
que eran. Cuán elegantes.

Hasta que llegó a la habitación principal.

Su mandíbula se aflojó al ver la cama descomunal que daba hacia la más increíble vista de la
ciudad que ella jamás había contemplado. Incluso podía ver la silueta de su escuela desde aquí.

El techo de dos pisos recortado cubierto en oro y pintado para parecer un cielo celestial. Un
ventilador de techo de ébano estaba suspendido sobre una adornada cama de plataforma, tallada a
mano. Un sofá a juego estaba a la derecha de un tocador elaborado. Pero más interesante que eso,
era un enorme ramo de flores y un regalo adornado en la cama que tenía su nombre en él.

Casi temerosa de ver lo que contenía, se acercó a las flores primero y tomó la tarjeta del
pequeño sobre.

Felicia,
Hay una billetera en la mesa del vestidor con cuentas de crédito para tu uso. Si no te gusta la
decoración de las habitaciones, por favor, informa al gerente y ellos rediseñaran el condominio
para ti. No dudes en hacerlo tuyo. Tu felicidad, seguridad y confort son mi prioridad.
~T

El corazón le latía con fuerza ante la hermosa y masculina nota. No, no era la bestia que le
llamaban.

Mordiendo su labio, puso la tarjeta a un lado y abrió la caja para encontrar una hermosa bata
gruesa y zapatillas. Junto con una lorina de peluche.

Una lorina con un brazalete de diamantes unido a su cuello. Jadeando, ella podía decir por la
mano de obra que era real. Y muy costoso.

Se quedó sin aliento en la garganta. Antes de que pudiera detenerse, cogió el enlace y llamo a
Talyn.

-Mayor Batur.

Saboreó la rica y profunda voz de barítono de su tono. -¿Talyn?

Hubo una breve pausa. -¿Pasa algo malo?

Ella sorbió las lágrimas en su honesta preocupación por ella. -No. Encontré los regalos que
me dejaste... Gracias.

-De nada. Espero que te gusten.


-Son maravillosos. Sólo desearía que estuvieras aquí para poder agradecerte en persona.

-No tienes que hacer eso. Yo sólo quiero que puedas disfrutar de ellos. No te sientas obligada
a causa de ellos. Fueron dados libremente... Hermosas hembras merecen cosas bellas.

Felicia cerró los ojos mientras saboreaba esas preciosas palabras. -Eres muy dulce.

Él resopló. -No digas eso en voz alta. Vas a arruinar mi reputación feroz.

Riendo, ella negó con la cabeza. -Feroz, ¿eh?

-Absolutamente. ¿Cómo crees que me dieron mi rango a esta edad?

-¿Tu sexy dulzura?

Su cálida risa llenó su oído. -Sí, claro -dijo secamente-. Eso siempre funciona con la junta de
ascensos. Le hablas de manera dulce al enemigo. Sí, ellos caen, riéndose de ti.

-Ves. Lo sabía. -Ella encendió la señal de video y esperó a que él aceptara o negara su
petición. Para su deleite, él lo encendió. Por el aspecto del mismo, viajaba en una motocicleta aérea
a través del tráfico. Todo lo que podía ver era la cabeza con casco y el cielo sobre sus hombros,
hasta que levanto el escudo en su casco para que su hermoso rostro se mostrara a través de él-.
¿Realmente no hay manera de que te pueda ver antes de cinco días?

-Entre el entrenamiento y el trabajo, no. Mantienen una correa muy apretada en mí.

Es curioso cómo eso era lo que había querido en un patrón, en especial después de que sus
amigas le habían dicho lo bestia que era. Ahora... -¿Puedo ir a visitarte al trabajo?

-Este es mi tiempo regular de almuerzo. Tengo una hora y media para ello.

-¿Qué hay de la cena?

-Sólo tengo quince a treinta minutos para eso.

Ella hizo un mohín. -Eso no es mucho tiempo. -Apenas suficiente tiempo para comer algo.

-Viene con el cambio de turno cuando estoy de guardia, y los soldados casados tienen
prioridad sobre los solteros. El resto del tiempo, tengo que coger algo rápido en el gimnasio antes
de la práctica.

-Oh. -Ella trató de imaginar lo que era su vida. Para proteger su privacidad, no había habido
mucho en su hoja de perfil. Mientras que la agencia vio el reporte familiar, psicológico y
formularios financieros que había presentado, sólo le presentaban a las acompañantes parte de la
porción de la personalidad para evaluarlos.

Ella ni siquiera sabía su apellido hasta que firmaron el contrato. -¿Tienes hermanos o
hermanas?

-No. ¿Tú?
Se mordió el labio. -Tengo tres medios hermanos y dos medias hermanas, pero no somos
cercanos. Es más que nada mi madre y yo.

-Lo mismo digo.

Tenía sentido entonces por qué él estaba tan preocupado por su seguridad. Él debía cuidar de
su madre como lo hizo con ella. -Entonces, ¿qué hace tu madre? -preguntó.

-Ella es comandante adjunto de la armada.

Wow, eso era impresionante. -¿Tu OC?

-No. Soy un piloto de combate. Ella trabaja en el palacio. Protección. He estado tratando de
entrar en un misión o asignación en el palacio los dos últimos años, pero me siguen rechazando.

-¿Por qué?

-Soy un bastardo, Felicia -dijo simplemente-. En más de un sentido. No piensan que valgo
mucho, excepto como forraje para el Tavali.

-Estarían muy equivocados.

Talyn tragó saliva cuando esas palabras lo tocaron en un lugar que no sabía que tenía. Se
sentía como una patada en el estómago. Sólo que dolió peor.

Extraño.

Él le ofreció una sonrisa. -Agradezco el voto de confianza. -Él trazó la línea de su mandíbula
sobre la pantalla en su bicicleta, con el deseo de haberse quedado más tiempo con ella-. Entonces,
¿qué hace tu madre?

-Ella es una entrenadora de acompañantes.

-Hey -le reprendió-. No hagas eso.

-¿Hacer qué?

-Mirarte avergonzada. Nunca. Eres una hembra hermosa, Felicia. La más hermosa que he
visto en mi vida. Más que eso, tienes un alma. No quiero volver a ver que agachas tu cabeza de
nuevo. No tienes que pedir disculpas a nadie por quién y lo que eres.

Felicia sonrió mientras sus palabras la tocaron más profundo de lo que debían. Lo único que a
ella le habían inculcado durante el entrenamiento fue no a enamorarse de su patrón. Para mantener
todo profesional y en un nivel de negocios. Pero era difícil hacerlo con un macho que la hacía sentir
como una princesa andarion. -No eres tan tímido como pareces ser, ¿verdad?

-Solo junto a ti.

-¿Por qué?
Se encogió de hombros. -No estoy acostumbrado a conversar con los demás. Sobre todo con
hembras jóvenes, a menos que estén en uniforme. Entonces, sólo hablamos de cuando se hará la
reinstalación o emisión de órdenes. No estoy seguro de qué hablar contigo, realmente.

Ella miró hacia otro lado cuando el timbre sonó.

-Ese es el gerente, estoy seguro.

-Oh. -Ella odiaba dejarlo tan pronto. -¿Puedo almorzar contigo mañana?

-Claro. Me gustaría eso. Te enviare un e-mail con la dirección.

-Bueno. Nos vemos entonces. -Desconectó el enlace y lo besó, deseando que fuera él.

¡Basta, Felicia! Mantén esto profesional.

Él no era su novio. Talyn era su patrón. Él era y nunca sería nada más el macho quien pagaba
por sus servicios. Eso era todo.

Su mirada cayó en la tarjeta.

Tu felicidad, seguridad y confort son mi prioridad.

Profesional. Siempre. Su felicidad y comodidad eran su prioridad. Eso era por lo que le estaba
pagando a ella. Y ella mantendría su corazón fuera de esto. Sin importar que.

出生反抗的

Felicia no estaba segura de lo que había estado pensando cuando le había pedido a Talyn
reunirse con él para el almuerzo. La fortificada base militar Anatole era extremadamente
desagradable y un poco atemorizante. Los guardias de la puerta habían hecho todo menos
desvestirla para revisión antes de que ella fuese admitida.

Y la habían interrogado como a un prisionero de guerra.

Peor era el número de miradas curiosas que acumuló mientras ella fue rodeada por tres
gigantes guardias en el descomunal hangar de combatientes y transportes militares. Ella no podía
soportar ser el centro de atención.

Había pilotos y personal de piso a reventar por todas partes. No fue hasta que un combatiente
en rojo y negro desembarcó y vio el nombre de Talyn en él, por encima de su nombre código, Pit
Viper*7, que se dio cuenta de que había estado fuera en maniobras.

El corazón le latía con fuerza mientras lo veía subir desde la cabina de su caza. Su traje de
vuelo negro con rojo y la chaqueta se aferraban a su cuerpo musculoso. Se detuvo a firmar un libro
electrónico de alguien del personal de piso antes de sacarse su casco y se acercó a ella con una
media sonrisa tímida adorable que parecía completamente fuera de carácter con su aura letal.

Una media sonrisa que se convirtió en un rostro severo cuando se detuvo delante de los
soldados junto ella. -Yo sigo con ella desde aquí-. Ellos lo saludaron, luego se fueron.
*7 Serpiente de Cascabel
-¿Te saludo también?

Él se inclinó para presionar su mejilla con la de ella. -Sólo si quieres. -Apartándose de ella,
llamó a uno de los tripulantes para que viniera hacia él y le entregó su casco al macho. -¿Podrías
poner eso en mi casillero?

-Sí, señor. -El tripulante lo saludó.

Talyn devolvió el saludo antes de que él pusiera la mano de ella en el hueco de su codo y la
condujera hacia la entrada de la base. -Hay una pequeña rotisería y restaurantes andarion, ritadarion
y kirovarian cerca. ¿Qué te gustaría?

Ella intentó no concentrarse en lo duro y grande que era el músculo de su brazo. Demonios,
simplemente se veía comestible en ese traje de vuelo.

Su rostro se sonrojó al darse cuenta de que él estaba esperando que respondiera a su pregunta.
Pero lo que ella realmente tenía ganas de comer no era una de esas opciones.

Ella echó un vistazo a su trasero. Sí, un gran trozo de carne sin duda sería más atractivo para
ella que cualquier cosa que él había nombrado.

¡Felicia! ¡Deténte!

-Um, nunca he probado ritadarion antes. ¿Es bueno?

-Sí, pero picante.

-Me encanta lo picante.

-Entonces rit será. Sin embargo, está lejos para ir caminando. -Él la condujo a una taquilla de
transporte.

Ella estuvo bien con eso hasta que él se detuvo junto a una motocicleta aérea cara y elegante.
Eso debe haber sido en lo que viajaba cuando ella habló por última vez con él. -Estás bromeando,
¿verdad?

Miró a su alrededor con una expresión desconcertada adorable. -Yo no lo creo. -Luego su
mirada se tornó juguetona-. No me digas que tienes miedo.

Felicia tragó saliva. -Nunca he montado una de esas antes, y he sido muy feliz y saludable de
esa manera. ¿Tal vez deberíamos ir a algún lugar al que podamos ir andando?

Ahora, esa era la sonrisa más encantadora que cualquier macho jamás había dado a una
hembra en toda la historia de Andaria. No hay duda de que lo había salvado de muchos castigos con
su madre. -Vamos. Pruébalo. Sabes que quieres. No dejaré que te hagas daño, te lo prometo. Si voy
demasiado rápido o te da aunque sea un poco de miedo, presiona mi estómago y me detengo al
instante.

Mordiendo su labio, ella debatió la cordura de esto.

-Soy un piloto de caza, Felicia. Casi tres años. Miles de horas registradas. Incontable peleas
con el Tavali y Gourans.
-¿Cuántas veces te has estrellado?

-Nunca.

Eso hizo que se sintiera mejor. -Está bien, pero recuerda, tienes que pagar por todos los
tratamientos médicos que resulten de cualquier lesión que me ocasionara como resultado directo de
tus acciones.

Riendo, él se quitó la chaqueta de vuelo y la envolvió alrededor de ella.

Ella se tambaleó por el peso de la armadura "ligera". Por no hablar, que la envolvía por
completo, y le dio una nueva apreciación de lo fuerte que tenía que ser para moverse sin esforzarse
en ella. Sonriendo como un niño que había ganado un juego, sacó dos cascos del asiento y le
entregó uno antes de que él se colocara el suyo.

Aun no sabiendo cómo se debía hacer eso, ella observó mientras él pasaba una increíblemente
larga pierna por encima de la moto y presionó su mano por el biosensor para arrancar el motor.

Con un profundo suspiro de coraje, ella se sentó a horcajadas en la moto y tomó asiento. La
forma en la estaba diseñada, la obligaba a apretar íntimamente su cuerpo contra el suyo, y sus
piernas estaban escondidas debajo de sus nalgas. Endiabladas y cálidas fantasías la atormentaban
con su proximidad y la pared del músculo duro que tenía su voluptuoso cuerpo.

Sí, bien, esto era agradable. Sonriendo placenteramente, deslizó sus brazos alrededor de la
cintura delgada de Talyn y tomó aire bruscamente ante lo sólido que era. Lo bien que se sentía
abrazarlo.

Él la miró por encima del hombro. -Estoy a punto de elevarnos. Recuerda, si te sientes
asustada, sólo apriétame con los brazos o dime y bajare la velocidad a paso de tortuga.

-De acuerdo. Estoy lista.

Ella frotó suavemente sus manos con las de él antes de inclinarse hacia delante y presionar los
elevadores.

El estómago de ella se tornó pesado ante la sensación, pero las habilidades de Talyn eran
magníficas, mientras él los conducía desde la casilla al tráfico.

-¿Estás bien ahí atrás?

-Lo estoy. Es divertido, ¿no?

Él giró a la derecha. -Absolutamente. Ya lo verás, te convertiré en piloto.

Ella no estaba tan segura de eso. A diferencia de él, ella no se manejaba en el peligro.

Aburrida... ese era su punto fuerte. Y a ella le gustaba de esa manera.

Unos minutos más tarde, aterrizó en un espacio de estacionamiento fuera de una pequeña
cafetería y la ayudó a desmontar.
Mientras que sus facciones tenían la expresión severa de costumbre, había un brillo infantil en
sus ojos que lo hizo aún más adorable.

-Te gusta vivir al límite, ¿no?

Él aseguró sus cascos y la motocicleta aérea. -Los deportes extremos me atraen.

Y eso la ponía nerviosa de nuevo. ¿Eso incluye actividades en el dormitorio también? Él era
tan fuerte y enorme, podría romper fácilmente sus huesos sin ningún esfuerzo. Un golpe de él, y ella
estaría muerta...

Violento y despiadado, el Iron Hammer domina el ring como ningún otro peleador en la
historia. Él es por unanimidad el combatiente que otros temen enfrentar. Sabemos de buena fuente
que varios luchadores incluso tuvieron ataques de convulsiones después de que sus directivos les
dijeran que habían sido contratados para luchar contra él.

Talyn hizo una pausa mientras la miraba. -¿Estás bien?

-Sí.

Talyn vaciló. A pesar de su respuesta, ella estaba obviamente perturbada. -¿Dije algo malo?

-No. Todo está bien.

Pero no era así. Y eso le dolía profundamente en su interior. ¿Era su estatus de nacimiento?

Eso tenía sentido. Era la cosa más común que el mundo tenía contra él. Y era por eso que se
negaba a dar entrevistas. La primera pregunta sería invariablemente sobre su linaje, la próxima
cómo se sentían sus padres acerca de su historial de lucha. Cuando él respondiera que no tenía
padre, ellos se quedarían boquiabiertos y darían un paso atrás como si fuera un portador de alguna
enfermedad. La segunda evocaba lástima, y eso era lo que más odiaba.

Así que él había aprendido a mantenerse aislado y evitar o desviar preguntas incómodas como
a una enfermedad en la entrepierna. Había esperado que una acompañante no le hiciera tener que
andar de puntillas a través de un campo de minas y cuidarse de cada palabra que decía.

Obviamente, se había equivocado. Sabes mejor que hablar con otros, idiota. ¿Qué tan
estúpido eres que no se puede enseñarte jamás?

¿Por qué había pensado que algo podría cambiar? ¿Que a ella, una dama de compañía, no le
molestaría algo como la posición social? Si había aprendido algo en la vida era que su fuerza de
voluntad no importaba una mierda para asuntos andarions. A los ojos de su raza, era basura y eso
era todo lo que podría ser alguna vez.

Al sentirse intimidado, se encerró en sí mismo y puso más espacio entre ellos. Mierda. Él no
podría cambiar su cultura.

O su forma de pensar o moralidad.

Lección aprendida. Se sentaría y pasaría través de esta comida en tanto silencio como pudiera
y volvería a la base. Dejaría que viviera los próximos seis meses en su apartamento, y entonces
podría volver a lo que él conocía.
A lo que estaba acostumbrado.

Ella tomó su chaqueta y se la entregó. Sin duda, ella no quería que tocara su piel y la
contaminara. Con el corazón dolido, se encogió de hombros, e hizo un gesto hacia la puerta de la
cafetería.

Felicia vaciló, preguntándose acerca de su estado de ánimo repentinamente introvertido. Él


estaba muy reservado y adusto ahora. Silencioso. Incluso más que cuando había estado esperando
por ella en la agencia. ¿Tendría un desequilibrio químico?

Un poco asustado por su estado de ánimo injustificadamente sombrío, entró en el pequeño


café primero y de inmediato se dio cuenta de cómo muchos andarions se mantenían lejos de él. Él
no les prestó atención mientras se sentaba con ella en la parte posterior.

-Mayor -el camarero dijo mientras traía los menús para ellos-. Tara.

-Gracias. -Felicia abrió el menú mientras Talyn ponía el suyo sobre la mesa. Ella lo miró por
encima del de ella para encontrarlo mirando al suelo. -¿Pasa algo malo?

Él se encogió de hombros con indiferencia. -No estoy acostumbrado a comer con alguien.

-¿No comes normalmente con tus amigos?

-No tengo ninguno.

Ella frunció el ceño ante su tono sin emoción. -¿Ninguno?

-Soy un bastardo -dijo simplemente.

-¿Y? yo también lo soy. -Sin embargo, ella tenía un montón de amigos. Bueno... dependiendo
de la época del mes.

-Tu padre no es un paria, Felicia. No tengo ningún linaje paterno. En absoluto. Mi clase de
castas es X-12-6.

-Oh. -Sí, eso era un problema en una sociedad que le daba una gran importancia y todo valor
personal a los linajes familiares duales. La única cosa menor que su posición era un macho paria.

Algo que ningún andarion quería ser.

Mientras que los padres de Felicia nunca se habían casado, tanto su madre como su padre
venían de familias nobles de élite con posiciones muy prestigiosas. La casta de ella estaba a millas
por encima de la suya, que era aún más raras en Andaria. Las hembras siempre se encargaban de
comprometerse a sí mismas con machos que eran iguales o por encima del linaje de ellas. La única
excepción era la de la realeza eton Anatoles, que, como la familia gobernante, era la casta más alta
en su imperio.

Con sus ojos llenos de remordimiento, Talyn se movió en su asiento. Cuando habló, no había
en absoluto emoción en su tono. -Si tú quieres terminar tu contrato conmigo antes de que te
contamine, lo entenderé. No tendrás que preocuparte. Voy a pagar los gastos de terminación y
puedes volver a tu agencia.
-Talyn -dijo ella, tocando su mano. -No me importa lo de tu padre o tu posición. Estoy más
que feliz de estar aquí contigo.

Antes de que pudiera responder, el camarero volvió con agua. -¿Desean ordenar?

Talyn inclinó la cabeza hacia ella. -¿Qué te gustaría, mu tara?

A ti en una bandeja.

Desafortunadamente, Talyn a la tártara no era una de sus opciones. -No estoy segura. ¿Qué
recomiendas?

-Estoy en entrenamiento, así que todo lo que estoy comiendo es carne blanca magra sin nada
en ella y todo grano simple que tengan. No recomiendo eso.

Ella arrugó la cara. -¿En serio?

Él asintió con la cabeza.

Ella miró al camarero. -¿Qué recomienda usted?

-La carne Puesta de Sol es excepcional. Como la ensalada de verano.

-Creo que pediré la carne, bien cocida.

-¿Y para beber?

-Vino.

Se llevó los menús sin preguntar a Talyn por su orden.

Cuando abrió la boca para hablar, un varón humano vacilante se acercó a su mesa.

-Hammer -dijo a Talyn, cuyo rostro se volvió aún más rígido-. ¿Está listo para mañana en la
noche?

-Lo estoy.

-Bien. Tengo un mes de créditos apostados en usted. Estoy deseando que llegue el pago. -Él
saco un pequeño enlace y lápiz se lo dio a Talyn. -¿Te importaría firmar esto para mi nieto? Él es un
gran fan tuyo.

Sólo entonces Talyn se relajó un poco. -Claro. ¿Cómo se llama?

-Gelun. G-e-l-u-n.

Talyn lo firmó y se lo devolvió al macho, quien sonrió feliz.

Este apretó fuertemente el autógrafo contra su pecho. -No lo apartare más de su hembra.
Buena suerte mañana por la noche

-Gracias.
Felicia arqueó una ceja ante la extraña ocurrencia.

-Soy un luchador de ring. -Talyn tomó un trago de agua.

-Una de mis amigas me lo dijo después de haber firmado nuestro contrato. No tenía ni idea
antes de ese día. ¿Que te hizo querer ser uno?

Él suspiró profundamente. -Ellos no me dejarían entrar en el EPO de otra manera.

-¿EPO?

-Entrenamiento para Oficiales.

Felicia se sintió mal ante lo que le estaba diciendo. La lucha en el ring era un deporte brutal y
sangriento donde los oponentes trataban de matarse unos a otros por entretenimiento. Muchas
veces, lo lograban. Honestamente, la totalidad del deporte y los que participaban en él, la repelían. -
¿Cuánto tiempo has estado luchando?

-Nueve años.

Eso la sorprendió aún más. ¿Quién en su sano juicio permitiría que su hijo participe en algo
tan horrible siendo un bebé? -Eras un niño cuando comenzaste.

-Casi once. La edad normal para la mayoría de los niños que van en serio en ella. Yo era
grande para mi edad en ese entonces. Ellos pensaban que yo tenía quince años y no me molesté en
corregirlos. -Él dejó escapar una risa amarga-. Además, en el Abierto no piden identificación, que
es la razón por la cual se lo llama Abierto. Siempre y cuando tengas la cuota de inscripción, te
dejarán luchar.

Felicia apenas se detuvo antes de contradecirlo acerca de la edad de inicio de los


combatientes. Para luchadores Investidos con linaje, diecisiete años era la edad normal para
empezar, después de años de entrenamiento privado, con instructores cuidadosamente seleccionados
y reglas muy específicas y limitaciones para aquellos que no fueron clasificados como
profesionales. Como un bastardo sin linaje, Talyn habría estado en la Liga Abierta, que era aún más
brutal, ya que eran tratados como, y vistos como, animales peleadores. No tenían reglas en absoluto,
o entrenadores personales, y no tenía idea de qué edad tenian los chicos cuando comenzaban.
Obviamente, comenzaban en la infancia.

-¿Con qué frecuencia peleas?

-Dos o tres veces al mes, durante la temporada alta.

Estaba horrorizada ante la cantidad.

-¡Iron Hammer! ¡Santa Mierda! -Esta vez fue un macho andarion con ropa de negocios quien
se acercó a ellos-. ¡No sabía que comías aquí! ¿Le importaría tomarse una foto conmigo?

-Claro.

El macho entregó su enlace a su amigo cuando Talyn se levantó para estar a su lado. Después
de que su amigo tomara la foto, él le tendió la mano a Talyn. -Soy un gran fan. Es tan impresionante
conocerte.
-A ti también. -Talyn retomó su asiento cuando se fueron.

Con el ceño fruncido, estaba confundida por toda la atención que obtenía. -¿Eres famoso? -
Como eran considerados perros mestizos del ring en el mundo deportivo, era raro para cualquier
peleador de la Liga Abierta ser conocido por el público en general.

Sus mejillas se motearon con color antes de responder. -Acabo de ganar el título Zoftiq para
Investido unos pocos meses atrás. Y yo soy el ex campeón de la Liga Abierta Zof. Tuve que
renunciar a ese título cuando gané el Investido.

Ella lo miró boquiabierta por algo que era tan impresionante como raro. Fresca
definitivamente no le había dicho eso. Tampoco lo había encontrado ella en su búsqueda superficial.

Extraño.

-¿En serio? -Se quedó sin aliento.

Tímidamente, él apartó la mirada. -También estoy invicto en ambas ligas.

Su cabeza le daba vueltas a lo que estaba diciendo. -Talyn... ¡eso es increíble! ¿Por qué no me
lo dijiste?

-Dijiste en tu perfil que odiabas la lucha en el ring y que no querías ser parte de ello.

-Bueno, sí, pero…

-Creí que no hablarías conmigo si lo sabías.

Estaba en lo cierto. Ella probablemente no lo habría hecho. Siempre había pensado en los
luchadores como idiotas con cerebro podrido que se azotaban entre sí porque eran demasiado tontos
para saber algo mejor. Pero eso no era cierto con Talyn. Definitivamente él no era quien le venía a
la mente al pensar en los locos que obtenían gloria de la violencia y las entrañas de otros.

-¿Por cuánto tiempo piensas luchar?

-Sólo hasta que consiga el rango de comandante. Si no lucho, no tengo otra manera de obtener
un ascenso.

Eso no tenía sentido para ella. -Eres el campeón Zoftiq de ambas ligas. ¿Por qué no eres
comandante aún?

-Soy el hijo bastardo de un varón repudiado, Felicia –repitió-. X-12-6. Un esclavo o criminal
tiene más rango que yo. Incluso en el ejército.

En ese momento, su corazón se rompió por él. Él tenía razón, y no era justo. Cualquier
andarion Investido sería ayudante del primer comandante en su ejército si hubieran logrado tanto,
sobre todo a su edad. Tendría derecho de selección en puestos y rangos.

Sin embargo, él no era más que un Mayor. Ni siquiera uno con una posición de mando.

En ese momento, ella, una pacifista acérrima, quería golpear a alguien.


-¿Por qué nadie en la familia de tu padre te ha adoptado? -Eso era normal que hiciera la
familia para proteger a los hijos de los hijos que, por cualquier delito, había sido expulsados de sus
linajes. Casi siempre, la abuela, bisabuela, o una hermana intervenían y reclamaban a los niños
inocentes-. ¿Es que no sabían acerca de ti?

No hubo error en la angustia que su pregunta le causó. -Ah, ellos lo saben. A ellos
simplemente no les importa.

El camarero volvió con su comida. Felicia tuvo que esforzarse para no fruncir el labio a lo que
Talyn se veía obligado a comer. Agua, y una porción gigante de carne blanca magra, arroz integral,
fruta cruda picada y tres huevos duros. Ni siquiera estaban salados.

-¿Es eso realmente lo que vas a comer?

Él asintió con la cabeza. -Tengo una dieta muy restringida cada vez que estoy en
entrenamiento.

-Por curiosidad, campeón, ¿cuándo no estás entrenando?

Él resopló antes de hablar de nuevo. -Tengo una dieta muy restringida todo el tiempo.

Ella negó con la cabeza. -¿Cuándo fue la última vez que comiste un pastel?

-Mi décimo cumpleaños.

-¿Es una broma?

-No lo creo.

Sintiéndose culpable, ella probó su comida de aspecto delicioso. La cual era muy sabrosa.
-Entonces, ¿Cuál es exactamente tu itinerario diario?

Él se tragó su bocado de huevo. -Me levanto a las cinco, corro diez millas. Ducha. Tengo que
hacer el registro en la base a las siete. La armada posee mi trasero sin valor hasta las mil
novecientas. A veces más tarde. Como algo rápido. Entonces me paso tres o cuatro horas en el
gimnasio por la noche entrenando. Por lo general tengo dos noches libres de las guardias dobles y
práctica, pero los fines de semana son los días de entrenamiento completos o peleas o maniobras.

Ay, ella no podía imaginar un horario tan extenuante, implacable. ¿Cómo hacía para
permanecer cuerdo? -¿Qué haces para divertirte?

-Escalar.

-¿Y cuándo puedes escalar?

Se comió un bocado de arroz. -En maniobras en tierra, rescate y entrenamiento de


supervivencia, cada par de meses. Luego, una vez al año, durante mi semana de libertad.

-¿Y? -ella pregunto.

-¿Y qué?
-¿Qué más te gusta?

-Dormir.

-Talyn, hablo en serio.

-Yo también ¿Por qué crees que quiero una posición de mando tan tercamente? Reducirían
mis horas a sólo diez al día, cuatro días a la semana. Y me gustaría obtener dos semanas de libertad
al año. Lo mejor de todo, tendría un toque de queda más amplio. Y me gustaría conseguir una noche
a la semana sin uno.

Ella nunca había estado más feliz de que su propio estatus de Media Investidura la hubiera
mantenido fuera de la milicia.

-¿Alguna vez has pensado en una carrera fuera de la armada?

Se tragó la fruta y agarró un poco más. -Yo quería ser cirujano.

-¿Por qué no fuiste a la escuela de medicina?

-No se puede entrar con mi clasificación. Sin un linaje paterno, ninguna escuela andarion
siquiera aceptaría mi solicitud.

-¿Nadie?

Él negó con la cabeza. -Créeme, lo he intentado. Incluso presenté solicitud en el cuerpo


médico de La Liga. Me rechazaron también. Debido a que tienen tan pocos andarions en su servicio
y a los seres humanos no les gusta que nosotros los tratemos, me dijeron que no tenían ninguna
posición abierta para nuestra especie. He solicitado tres veces, y con la tercera, enviaron aviso de
que no iba a entrar, por lo que no debería perder el tiempo o el dinero solicitando de nuevo.

Eso tuvo que ser duro para él. -Lo siento, Talyn.

Él se encogió de hombros con una indiferencia que estaba segura de que en realidad no sentía.
¿Cómo podría? Cualquiera que había seguido tratando después de haber sido rechazado muchas
veces tenía que ser porque realmente lo quería. -Lo superé.

Su tono dijo que estaba siendo honesto, pero vio el pesar en sus ojos. La tranquila y
atormentada resignación.

Con su corazón rompiéndose por él, vio como terminaba su almuerzo insípido que se veía
obligado por sus opciones de carrera limitadas. Opciones de las que no se quejaba, aunque tenía
todo el derecho a hacerlo.

-Entonces, ¿qué hay de ti? -preguntó, echándose hacia atrás en su silla.

Se limpió los labios. -¿Qué hay de mí?

-¿Qué estás estudiando?

-Irónicamente, estoy en la escuela de medicina. Entrando en mi segundo año. Acabo de pasar


mis exámenes de licencia PT hace un mes.
-Felicitaciones.

Ella se sorprendió por su sinceridad. Especialmente desde que era algo que había querido
hacer y se le había negado la oportunidad. -Gracias. Y, por cierto, realmente aprecio tu comprensión
acerca de mi horario de clases. -Podría haber sido un verdadero dolor de cabeza para ella. Todos los
demás lo habían sido. Algunos fueron incluso descaradamente groseros, queriendo saber por qué
una puta tenía que ir a la escuela con andarions decentes.

En cambio, Talyn había sido más que complaciente, que fue una de las principales razones
por la que lo había considerado como patrón.

-Yo respeto a cualquier persona que va a la universidad. Mi mamá tuvo un tiempo difícil
conmigo cuando yo era un chico. Le tomó el doble de tiempo para graduarse como debería ser. Si
necesitas algo más para las clases, déjamelo saber. Yo no quiero que tengas que luchar como mi
madre lo hizo. -Él pagó por su comida mientras ella terminaba de comer.

La alarma de su brazalete sonó.

Silenciándolo, él se puso en pie. -Tengo que volver para el registro.

-¿Pensé que tenías una hora y media para el almuerzo?

-Mi Comandante lo acorta a veces. -Ahora ella escuchó la ira desafiante que subyacía en sus
palabras.

Sí, no había falta un tic furioso en su mandíbula o sed de sangre parpadeando en sus ojos
blancos. Quería la garganta de su Comandante. Pero él no dijo ni una palabra al respecto mientras la
conducía de regreso a su motocicleta aérea.

Ella regresó a la base con él. -¿Te importaría si fuera a tu pelea de mañana?

Su expresión era una máscara de incredulidad conmocionada. -¿En serio?

Ella asintió con la cabeza. -A tu madre no le importará, ¿verdad?

Él frunció el ceño como si su pregunta lo desconcertara. -¿Mi madre?

-¿Que tengas a tu acompañante en una pelea junto a ella?

-Oh... No, mi madre nunca asiste a mis peleas.

Una vez más, ella se sorprendió por su respuesta. ¿Cómo no podría asistir la madre de un
campeón luchador a sus eventos? -¿Nunca?

Él negó con la cabeza como si fuera totalmente normal. -A ella no le gusta verme sangrar. -Su
estado de ánimo se aligeró un poco mientras le guiñaba un ojo. ¿Qué clase de madre egoísta era,
verdad?

Ella se rió de su humor retorcido. -Entonces, ¿quién va por ti?

-Mi entrenador y manager.


-¿Y? -preguntó.

-Mi entrenador y manager. -Él dijo sin emoción hasta que ella supo que él no esperaba a nadie
más. La soledad de su vida hizo que le doliera. Él realmente no tenía a nadie. No le extrañaba que
no la tratara como otros clientes trataban a sus acompañantes. No tenía ninguna comprensión real de
las relaciones andarion.

O incluso de la familia, al parecer.

Felicia tiró de su cabeza hacia abajo hasta que su frente tocó la de ella. -Estaré allí para ti,
Talyn.

Él inclinó la cabeza con respeto hacia ella. -Voy a dejar un pase familiar para ti en la taquilla
postal. Te dejara entrar a la parte trasera, antes y después de la pelea. -Él tomó la cara de ella entre
sus manos. -¿Podría besarte?

-Por supuesto.

Pasó su mano por sus rizos antes de poco a poco bajar sus labios a los de ella.

Felicia tembló ante la dulzura de su beso. Ella se estremeció cuando su lengua barrió contra la
de ella. Cuando él se retiró, ella le sonrió. -Me alegro que seas mi primer beso.

-Y me alegro de que seas el mío.

No fue sino hasta que él se fue que se dio cuenta de lo que quería decir que ella era su primer
beso también. No que ella era su amante. El calor se extendió a través de ella, a pesar de que una
parte de ella todavía estaba un poco asustada de él. Él era mucho más de lo que había esperado
encontrar.

Al igual que él, a causa de las acciones de sus padres, tenía pocas opciones para un esposo y
carrera. La única razón por la que había sido admitida en la escuela de medicina fue porque su
madre era una prima lejana de la ex tadar, y su padre era un asesor de alto rango de la actual tadara,
y mientras que sus padres no estaban casados, su padre la hizo reconocer como suya.

Por lo menos en alguna ocasión.

Eso le permitió muchas más opciones para carreras, pero la puso en una desventaja extrema
en cuanto a negociación de matrimonio. Era por lo que había seguido los pasos de su madre siendo
una acompañante. Al menos como una, tenía cierto control sobre su futuro.

Normalmente, las acompañantes eran buscadas por los varones de más edad cuyas esposas
habían muerto o estaban heridos, y que no querían dañar o complicar los linajes de sus hijos
existentes con un nuevo matrimonio.

O querían acompañantes para cosas, por lo general perversas, que sus hembras se negaron a
hacer por ellos.

Lamentablemente, esos machos trataban a sus acompañantes como putas pagadas. Ellos
esperaban que estuvieran a su entera disposición y llamado, completamente subordinadas y sumisas.
El abuso físico y verbal había sido su peor temor. Había crecido con historias de horror de su
madre y las amigas de su madre.

Pero a medida que el costo para la escuela se había elevado, y la realidad se impuso en que
ningún macho decente de su edad jamás haría lo correcto por ella, es que había finalmente aceptado
lo inevitable.

Y casi había cometido el peor error imaginable. Ella todavía se estremecía al recordar el
macho con el que se había entrevistado un poco antes que Talyn. En papel, Arux había parecido el
patrón más perfecto imaginable. Ella lo había pensado como un sueño hecho realidad.

Pero había estado tan exigente y grosero con ella cuando se encontraron que casi había pasado
de la propuesta de Talyn sin siquiera revisarla. Si un varón anciano era tan condescendiente y
repulsivo, ella había imaginado que un macho más joven, que tenía opciones para tomar esposa,
sería el doble de malo.

No podía estar más equivocada.

Y por primera vez en su vida, ella estaba realmente ansiosa de perder su virginidad.

出生反抗的

-¡Batur! ¡Punto doce! ¡Ahora!

Talyn contuvo un insulto ante el ladrido de su Comandante mientras corría para formarse en
la línea. Realmente odiaba al bastardo. Como Anatole, el Comandante era el sobrino nieto de la
tadara, y él se creía dueño de toda la armada.

-Señor, sí, señor. -Saludó a Anatole y tomó posición frente a él.

El coronel miró hacia donde Felicia había estado. -Entonces, ¿quién es el bombón sexy?

Talyn apretó los dientes ante el término despectivo que reducía a Felicia a nada más que una
muñeca trofeo. -Mi hembra, señor.

Este se movió para estar justo en la cara de Talyn. -Pura mierda. Ninguna hembra que se
precie se dejaría ver públicamente con un perro mestizo como tú. ¿Trajiste a una puta a la base,
Batur?

-No, señor.

El coronel se burló de él. -Lo hiciste, ¿o no? ¿Qué? ¿Hiciste que te la chupara en el almuerzo?

Con la respiración entrecortada, Talyn tuvo que esforzarse para no golpear al bastardo. No
sería un caso simple de Corte Marcial. Anatole era un miembro directo de la casa real... el quinto
lugar en la línea al trono.

Sería una sentencia de muerte.

Pero era tan tentador en estos momentos. En realidad podía saborear la sangre de Anatole en
su rostro mientras le arrancaba la carótida al bastardo. Le dolía físicamente la urgencia de hacerlo.
Ferrick estaría tan feliz de saber que él realmente tenía estas fantasías.

-¿Por qué no llamas de vuelta a la hembra para mí y me dejas mostrarle lo que es acostarse
con un verdadero macho? Uno con linaje.

Talyn apretó los puños a su lado. Ningún otro funcionario tendría que tolerar esto del coronel.
Pero él no tenía a nadie a quien apelar. Si trataba de reportar a Anatole, sólo sería ponerlo peor para
él.

O, en el peor de los casos, podría salirle el tiro por la culata, dañar a su madre y su rango.

-¿Qué? ¿Eso te hace enojar, mestizo? ¿Te atreves a mirarme con rabia en tus ojos?

Talyn desvió rápidamente la mirada.

-Vamos, perro. Llama a tu puta. Incluso te dejare ver cómo me la chupa.

Al ver que no sacaba su enlace, el coronel arqueó una ceja. -¿Estás rechazando una orden
directa?

-No puedo ordenarle a un civil, señor. Si usted quiere que su miembro sea chupado, supongo
que tendré que hacerlo yo.

El coronel le dio un golpe de revés.

Talyn no se movió. ¿Honestamente? Su madre golpeaba con más fuerza.

Lo que hizo, sin embargo, fue anhelar el día en que los testículos de Anatole descendieran y el
bastardo encontrara suficiente columna vertebral como para hacerle frente a él como un verdadero
andarion.

En el ring.

Guerrero contra guerrero.

-¿Crees que eres algo especial? Iron Hammer -se burló-. -Tengo un año de sueldo apostado en
tu rival mañana en la noche. ¿Qué dices si empiezas tu entrenamiento antes de tiempo? ¿Eh? Vamos
a llevarte sazonado para tu oponente. Repórtate al ring. Inmediatamente.

-Sí, señor. Ansio el día cuando sea lo suficientemente andarion para unirse a mí allí.

Eso tuvo el efecto deseado. Los ojos de Anatole brillaron con odio. -¿Insubordinación,
Mayor?

¿Lo crees? Pero Talyn no era lo suficientemente estúpido como para decir eso en voz alta.
-No, señor. Sólo pensaba que podría ser bueno para la moral ver uno de nuestros líderes en el ring. -
Talyn lo saludó y se dirigió al gimnasio de la base. Y con cada paso que daba, él sabía lo que le
esperaba.

Lo que siempre le esperaba allí.


Debido a que las probabilidades estaban a favor de Talyn, Anatole siempre apostaba contra él,
con la esperanza de una paga más grande. Pero Talyn no perdería una pelea. Literalmente
significaría sacrificar su vida si lo hacía.

Así que el coronel lo incapacitaba. O al menos eso pensaba.

Lo que el idiota no podía entender era que estas pequeñas peleas magras no lastimaban a
Talyn.

En absoluto.

Los soldados andarions, aunque feroces, no eran del mismo calibre que un luchador
profesional del ring. Mocosos Investidos, ellos nunca habían tenido que entrar en el Ring Abierto y
luchar realmente por sus vidas. Nunca tuvieron que mantenerse fuertes en un mundo determinado a
matarlos.

Hace mucho tiempo, Talyn había aprendido a encontrar placer en el dolor. Y al más puro
estilo andarion War Hauk, las peleas lo vigorizaban. Lo hacían más fuerte. Más determinado. Nada
encendía un fuego en su trasero más rápido que alguien que tratando de detenerlo o derribarlo.

Ven con todo lo que tienes, perra.

Nada ni nadie alguna vez podría obtener lo mejor de él.

A medida que se desvestía, sus pensamientos se dirigieron a Felicia y a su bondad durante el


almuerzo.

Ella quería volver a verlo. Ese pensamiento lo calentó a pesar de su mal humor.

Mientras que él tenía un corazón guerrero, ella traía una paz insondable a su alma. Si tenían
que patear su culo, no podía pensar en una mejor razón que para protegerla de hijos de puta como su
Comandante.

Lo mejor de todo, ella no parecía mirarle como otros andarions lo hacían. A veces, incluso
parecía disfrutar de su compañía. Eso era todo lo que quería en esta vida. Alguien que podía estar
con él y que no le tuviera resentimiento o lo odiara por un nacimiento por el que no podía hacer
nada para cambiar.

Pero primero tenía que lidiar con Anatole y cualquier imbécil Investido que pensaba que
podía derribar al Iron Hammer.

Irritado por la mierda, Talyn apretó los dientes. Sí, había cambiado algo en su vida trayendo a
Felicia en ella. Pero hasta ahora, todo lo demás que había intentado había fracasado.

Tiene que haber otra manera de salir de esto.

Alguna manera de sacar a Anatole y al resto de ellos fuera de su espalda. Sí, matar al
bastardo.

Simple.
El truco era conseguir que Anatole entrara en el ring y dar rienda suelta a todo el odio que
mantenía encerrado dentro sí mismo. Sin embargo, hasta el momento, Anatole se había negado
sabiamente.

Un día, sin embargo…

Él iba a encontrar la debilidad de Anatole, y cuando lo hiciera, tenía previsto entregar


personalmente el alma de Anatole a sus dioses.
Capítulo 3
-Los periodistas no tienen permitido estar aquí atrás. Tendrás que…

-Está bien, Erix. Ella está conmigo.

Felicia miró más allá de la feroz, enorme calva masculina frente a ella para ver a Talyn
sentado en un ruinoso banco en un vestuario deteriorado. Esto no era lo que ella había imaginado
para un campeón en el área previo a la pelea.

Su sonrisa se desvaneció cuando se dio cuenta de que el otro varón con él estaba en el proceso
de cubrir horribles contusiones en el cuerpo de Talyn. -¿Me he perdido la pelea? Pensé que no
comenzaba hasta dentro de media hora.

Un tic empezó en la mandíbula de Erix cuando él regresó al lado de Talyn para envolver sus
manos de manera que Talyn no pudiera utilizar sus garras en la lucha y dejar cicatrices en su
oponente. -No es así. Esto es de su OC.

Felicia frunció el ceño. -No lo entiendo.

Talyn rió con ironía. -Anatole apuesta contra mí.

-Y tiene matones bastardos que lo golpean vez que tiene una lucha que se avecina y así
perjudicarlo.

Se sintió enferma por la noticia.

Talyn pasó la mano envuelta ligeramente contra su mejilla y le ofreció una sonrisa tímida. -
Está bien. El dolor es mi mejor amigo. Sólo hace que este mucho más decidido a verlo llorar como
una perra cuando pierde su paga. -Dejando caer su mano, él aspiró bruscamente cuando su manager
le tocó un feo moretón en su espalda.

-Aquí -dijo ella, empujando al macho a un lado-. Déjame.

Ferrick arqueó una ceja.

Ella buscó la mirada de desprecio del manager sin pestañear. -Soy un fisioterapeuta con
licencia y estudiante de medicina. Lo puedo ayudar.

Talyn le tomó la mano y la puso contra su mejilla. Un gesto andarion de afecto extremo.

-Ferrick y Erix, conozcan a mi Felicia.

Ferrick se apartó para ella pudiera tomar su lugar. -Él tiene movilidad restringida en su brazo
derecho. Si pudieras aflojar los músculos allí, todos estaríamos agradecidos.

-¿Hay una mesa en la que pueda acostarse?

Erix hizo un gesto más allá de los armarios. -Atrás.


Ella tiró suavemente de Talyn para que la siguiera. -¿No puedes retrasar la pelea?

Él negó con la cabeza. -Sólo en caso de muerte o de órdenes militares. Cualquier otra cosa es
una multa. -Él vaciló en la mesa-. ¿Boca abajo?

-Sí. -Ella esperó a que se acostara antes de tocar suavemente su espalda para evaluar todo lo
que le habían. Era aún peor de lo que parecía-. Oh, Talyn-. Quería llorar por lo mal que había sido
golpeado ya. Y ni siquiera había entrado en el Ring todavía.

-Realmente, no pasa nada Felicia. Créeme, esto no es la peor patada en el culo que me han
dado. Y algunas de esas fueron sólo de mi madre por no bajar el asiento del inodoro por la noche.

Ella rodo los ojos ante su humor poco convencional. Dado su inmenso tamaño y tono
muscular, en serio dudaba que su madre hubiera puesto un dedo en él. -Nadie debe ser usado para
esto.

Él levantó la cabeza para mirarla. -¿Creerías que soy un enfermo bastardo si yo te dijera que
con mucho gusto dejaría que me saquen la mierda a golpes con tal de sentir tus manos sobre mi
piel?

Ella apoyó la palma de la mano contra su mejilla mientras esas palabras trajeron lágrimas a
sus ojos. -Sí.

Él le sonrió. -Bien. No quiero ninguna pretensión entre nosotros.

Ella lo besó en la mejilla antes de que ella trabajara en el hombro y la espalda, donde parecía
estar el peor daño.

-¡Talyn! Es la hora. -Ferrick se unió a ellos.

Felicia dio un paso atrás cuando Talyn se sentó y tomó la máscara de cuero adornada de la
mano de Ferrick. Él la deslizó por encima de su cabeza para que todo lo que se viera de sus rasgos
fueran sus ojos blancos que contenían una pequeña banda de rojo alrededor del borde externo del
iris.
-Te ves como si un alien estuviera comiendo tu cara.

Alcanzando las envolturas de la mano, él se rió de su comentario. -Erix tiene un asiento en la


parte delantera, reservado para ti.

Ella arrugó la cara al pensar en ello. Bueno, ella totalmente entendía ahora por qué su madre
no venía a estas cosas después de todo. -Si no te importa, prefiero esperar a que vuelvas aquí.
Realmente no quiero ver cómo te golpean. Pero estoy aquí para ti, si me necesitas.

Su declinación no parecía perturbarlo en absoluto cuando él shadowboxed*8 para aflojar sus


músculos. -Bueno. Vuelvo en un rato.

Ella caminó lentamente hacia sus brazos y lo abrazó. -Buena suerte.

Talyn saboreó la sensación de ser abrazado. Nadie lo había abrazado así desde que había sido
un chico.
*8 Shadowbox: en boxeo, significa entrenar con tu propia sombra.
-¡Hammer! ¡Vamos!

De mala gana, soltó a Felicia y se dirigió hacia el Ring. Cuando llegó a la puerta, miró de
nuevo para verla mirándolo. Maldita sea, ella era hermosa. Como una visión etérea. Todavía no
podía creer que hubiera acordado aceptarlo, dada su falta de linaje.

Que ella aún no saliera corriendo por la puerta más cercana para escapar de su presencia.

Todo lo que él tenía que hacer esta noche era no ser asesinado. Eso seriamente arruinaría sus
planes de futuro en lo que a ella respectaba.

Colocándose su protector de colmillos, él sonrió bajo su máscara y le guiñó un ojo. Él no


había estado bromeando. Por tenerla con él, con gusto dejaría que le den una paliza.

Los dioses lo sabían, él había sido golpeado por mucho menos.

出生反抗的

Insegura y aterrorizada por Talyn, Felicia se mordía las uñas mientras se paseaba por la
habitación de atrás y escuchaba el sonido de la multitud. Ella escuchó silbidos y abucheos y
aplausos tan fuertes, que sacudieron las paredes manchadas alrededor de ella. Nada de eso le dijo
cómo le iba a Talyn.

Si él estaba ganando o perdiendo.

Una parte de ella se moría por saber, pero ella había querido decir lo que dijo. No podía
soportar la idea de observarlo ser golpeado por otro luchador. Especialmente no con el salvajismo
que se prolongó en el nombre del entretenimiento. Combates en el Ring era el deporte más popular
en Andaria.

Y era el más brutal.

Cada año, decenas de combatientes morían en el Ring. Decenas más después de que el partido
terminara por lesiones que habían sufrido durante la lucha. Mientras que ellos llevaban máscaras y
vendaban sus manos con garras para evitar las cicatrices, no había reglas reales. Luchaban hasta que
sólo uno quedaba en pie. Sin importar el tiempo que tomara.

Un fuerte rugido atronador sonó. Fue seguido por una alarma de algún tipo.

¿Había terminado?

Mordiendo su labio, ella fue a la puerta. Ella contuvo la respiración hasta que vio a Talyn
bajando por el pasillo con una luz furiosa en sus ojos. La sangre goteaba de la máscara en su rostro.
Más contusiones y cortes lo cubrían. Pero sus heridas no parecían molestarle en absoluto.

Tan pronto como la vio, sacó la máscara, escupió su protector de colmillos, y le dio una
sonrisa sombría. -Todavía invicto.

Orgullosa, y honestamente, un poco aterrorizada por este lado de él que no parecía importarle
sangrar, ella tragó saliva. Había un aura de muerte que se aferraba a él ahora. -¿Estás bien?
-Sí. Voy a sentir los dolores después. En este momento... -Él la levantó con una facilidad
aterradora y la abrazó contra él.

Ella comenzó a envolver sus brazos alrededor de él, hasta que vio todas las ronchas
sangrantes en la espalda. Estas tenían que estar matándolo. -Tenemos que conseguir algo para el
dolor.

Él negó con la cabeza mientras él la colocaba de nuevo sobre sus pies y se la llevó a su
camerino. -No puedo tomar nada.

-Talyn…

Él puso su máscara abajo y desenvolvió sus manos. -Van a hacerme pruebas de sangre tan
pronto como llegue a los cuarteles. Si tengo alguna droga en mi sistema, me llevaran ante una corte
marcial y me encarcelaran por ello.

-¿Una aspirina?

-Me llevaran ante una corte marcial y me encarcelaran -repitió-. No puedo tener nada en mi
sistema mientras yo pueda ser llamado a volar. Es una orden anter la cual mi OC es muy serio.

Horrorizada, ella lo miró y a las marcas horribles en su cuerpo. Parecía como si su oponente
no sólo había conseguido quitarse las vendas y clavarle las garras, pero también lo había mordido.
Definitivamente había marcas de colmillos en su brazo izquierdo. -¿Cómo puedes soportarlo?

Se encogió de hombros con indiferencia. -No tengo otra opción, Felicia. Sin un linaje paterno,
no puedo siquiera trabajar como conserje. El ejército es todo lo que tengo abierto para mí. Y tengo
mucha suerte de ser lo suficientemente capaz de luchar como para que me permitan entrar en la
Escuela de Entrenamineto para Oficiales, dada mi casta.

Y la armada era el único ingreso sólido que podía depositar en el banco. La lucha en el Ring
no pagaba por luchadores.

Mientras que los promotores se enriquecían, los combatientes no. Se les daba un pequeño
salario por cada pelea, y prestigio, pero nadie podía permitirse el lujo de vivir con el pago de un
luchador.

Ni siquiera el de un campeón.

Los andarions luchaban por la gloria y rangos militares, no por riquezas.

Mientras que los humanos pagaban a sus combatientes cantidades exorbitantes, los andarions
no lo hacían. Era de esperarse de sus machos pudieran recibir una paliza y no inmutarse. Y debido a
su ferocidad y tamaño, los andarions eran excluidos de los deportes humanos. Lo que mantuvo a
Talyn atrapado en Andaria, en esta infernal existencia.

Talyn maldijo ante la injusticia de todo eso mientras que ella lo ayudaba a desnudarse y entrar
en la ducha grande de manera que pudiera lavarse la sangre y el sudor.

Talyn hizo una mueca cuando su adrenalina huyó y lo dejó en dolor. Se inclinó con un brazo
contra la pared mientras que el agua caía sobre los diversos cortes en su cuerpo. A pesar de la rancia
agonía física, se endureció ante la sensación de las manos de Felicia deslizándose sobre su piel
desnuda mientras ella enjabona su piel por él. Las mejillas de ella eran de color rosa brillante, pero
ella no dijo una palabra mientras ella suavemente y con cuidado lo bañaba. A pesar de los golpes,
sus sentidos giraban con gozo por haber sido tocado por primera vez con la mano suave de una
hembra.

Extendiendo la mano, él rozó sus dedos a lo largo de la línea de la mandíbula de ella y


observó que sus pupilas se dilataban en respuesta a su toque. Todavía no podía creer que ella
aceptara sus caricias sin pestañear o insultarlo.

Sus pezones se endurecieron a través de la tela de su camisa fina. Con su respiración


entrecortada, él se estaba muriendo por saber cómo se vería desnuda. Ya que ella era virgen, sus
fotos de la agencia habían sido en bragas diminutas y un sujetador de ejercicio.

En la noche en que se conocieron, él podría haberla forzado a desnudarse para que pudiera
inspeccionar su cuerpo, pero se había negado a avergonzarla delante de los demás.

Ahora...

Estaban solos y lo único que quería era estar dentro de ella.

Ella vaciló mientras se acercaba a la parte de él que más desesperada estaba por su toque. Él
estaba tan duro, que probablemente podría clavar clavos con su miembro.

Fiero con añoranza, encontró su mirada con la de ella y contuvo la respiración, rogando que
no se detuviera o retrocediera.

Con su mano temblorosa cubrió la de ella con la suya y lentamente la deslizó contra su
dureza. La habitación giró aún más cuando el placer se acumuló en todo su cuerpo y he hizo que el
dolor se fuera.

Felicia no podía respirar mientras lo miraba y lo tocaba por primera vez. Dejando caer el
paño, ella pasó sus dedos por encima de su pene. Luego a lo largo hasta que ella lo tomó en su
mano. Él dejó escapar un gruñido salvaje. Mordiéndose el labio, deslizó suavemente su mano por
debajo de la línea del dobladillo de su camisa hasta que pudo ligeramente tocar y apretar su pecho a
través de su sujetador.

Una sonrisa curvó sus labios mientras se mecía lentamente y suavemente a sí mismo contra su
mano. Bajó la cabeza hacia abajo para besarla con tierna pasión que la dejó sin aliento.

De repente, su estúpida alarma de pulsera sonó.

Maldiciendo, se salió fuera de su alcance y cerró el agua. Agarró una toalla. -Yo tengo que
irme.

-¿En serio?

Él asintió con la cabeza. -Es mi OC. Él siempre me llama tan pronto como consigue los
resultados de una pelea. Si no me voy ya mismo de vuelta, va a ser peor para mí. -Con sus ojos
blancos llenos de pesar, él ahuecó su mejilla en su mano-. Probablemente no será capaz de verte
esta semana después de todo.

-¿Por qué?
Talyn hizo una mueca cuando la furia feroz volvió a su mirada. -Él va a estar enojado porque
le costé su apuesta. Así que se la va a agarrar con mi trasero. Voy a llamar cuando pueda, pero si no
tienes noticias de mí en unos días, no te preocupes. Es normal. -Con su mandíbula haciendo tick
otra vez, él dio un paso por delante de ella para que pudiera llegar a su uniforme.

Ella le ayudó a vestirse cuando Erix se unió a ellos.

Él rodó sus ojos. -¿El bastardo ya te llamó?

Talyn asintió. -¿Puedes ver que Felicia llegue a casa por mí?

-Claro. ¿Necesitas algo más?

Talyn negó con la cabeza. -Voy a llamar tan pronto como pueda volver a entrenar de nuevo.

Erix le dio una palmada en la espalda. -Ten cuidado, chico.

Talyn le dio a Felicia un rápido beso antes de irse.

Con su corazón pesado, Felicia lo vio alejarse. -¿Va a estar bien?

-Sí. Es un pequeño bastardo duro.

Esa descripción realmente no la hacía sentir mejor.

Ella tocó la máscara sangrienta que Talyn había dejado atrás antes de que ella se la entregara a
Erix para que pudiera límpiarla. -¿Cuánto hace que lo conoces?

-Casi seis años.

Esa era impresionante por lo que ella tenía entendido acerca de los luchadores y sus
entrenadores. -¿Lo has entrenado tanto tiempo?

Erix asintió mientras lavaba la máscara en un pequeño lavabo. -Irónicamente, yo nunca había
oído hablar de él antes de ese momento. Soy un entrenador de Investidos, así que nunca presté
atención a los luchadores de Ligas Abiertas. Los consideraba rabiosos mestizos, que no valían la
pena mi tiempo.

Debido a que sólo aquellos con linajes de prestigio se les permitía luchar en la liga Investidos,
ellos, solamente, podían permitirse los honorarios de un entrenador. La Liga Abierta estaba
reservada para los huérfanos, esclavos y bastardos. A diferencia de los luchadores Investidos, no
tenían equipo, protección, o representantes. Era una pelea sin cuartel a puño descubierto sobre la
carne.

-Entonces, ¿qué te hizo aceptar a Talyn?

Él esterilizó la máscara. -Un buen amigo mío lo había visto pelear y pensó que debería verlo.
Talyn iba en contra de un oponente mucho más viejo, más grande y más duro por el título de Peso
Medio. Yo pensé que era una completa pérdida de tiempo ya que sabía que un luchador de Liga
Abierta no podía pagarme, pero era cerveza gratis y una cena con un amigo así que acepté. El chico
sólo tenía trece años en ese momento. Él vino solo y parecía un juguete en comparación con su
oponente. Pensé que no iba a durar cinco minutos... Tres horas más tarde, sin interrupciones de
ningún tipo, él era campeón. En treinta y cinco años de entrenador de luchadores, nunca había visto
nada igual. Fue valiente y decidido. Con habilidades más allá de sus años. Ese bastardo gigante lo
golpeó casi hasta la muerte y todavía se encontraba fuerte y feroz, como si retara a los dioses
mismos para intentar derribarlo. Hacia el final, Talyn ni siquiera podía abrir los ojos y sin embargo
resistió. El más joven campeón del título Peso Medio en la historia andarion. Me tomó dos días para
que mi cabeza internalizara lo que había visto y convencerme a mí mismo que había sido real. Y
luego diez días para hablarle y convencerlo de dejarme entrenarlo. -Él secó la máscara.

-¿En serio?

Él asintió con la cabeza mientras recogía las toallas y las colocaba en una bolsa de lona. –El
chico no quería gastar el dinero en un entrenador cuando no nos usan en la Liga Abierta. Además, él
estaba tratando de ahorrar para ayudar su mamá a comprar le rango de comisión.

Su mandíbula cayó. -¿Él pagó por la comisión a su madre?

-Sí. Él siempre se ha sentido responsable de ella. Te lo dije, él es un buen chico.

-Y sin embargo, ella nunca viene a sus peleas…

Se encogió de hombros y puso la máscara y vendajes de Talyn en un bolso pequeño. -Ella no


puede soportarlo. Él ya era un aspirante al título antes de que ella se enterara de que era incluso un
luchador.

Felicia se quedó aún más boquiabierta ante lo que le estaba diciendo. -¿Cómo no iba a
saberlo?

-Usted ha visto cómo el ejército trata a sus soldados. Ella no estaba en casa mucho, y cada vez
que veía los moretones, asumía que eran de peleas escolares. Talyn no le dijo nada y ella no
preguntaba.

Felicia negó con la cabeza mientras tenía una imagen de Talyn como un niño pequeño
magullado, tendiendo sus lesiones sin ayuda. Nunca había odiado más las costumbres andarion.

Pero al menos había encontrado a Erix para velar por él. -Entonces, ¿qué le dijo para que lo
aceptara como su entrenador?

-Le dije que si me daba cinco años, yo podría meterlo en la Liga de Investidos. Lo hice en
tres.

-Impresionante. -Ella le ayudó a reunir el resto de las toallas húmedas y pantalones cortos de
Talyn.

-No es de mi parte. Aunque nunca se lo admito a los medios, yo sé la verdad. No lo podría


haber hecho por nadie más. Es un testimonio de sus habilidades y corazón lo que logró que el
entrara. En serio. Créeme, la Liga de Investidos luchó conmigo en cada paso del camino. Sólo
aceptaron originalmente como una broma. Pensaron que sería divertido sacar a relucir al monstruo
mestizo, y mostrar a un luchador de Liga de Investidos derrotándolo. Para esa primer pelea, el chico
fue ridículamente emparejado con un luchador que lo superaba en más de un centenar de kilos.

-¿El Carnicero Andarion? -preguntó Felicia, recordando lo que Fresca había dicho sobre su
primo.
Él asintió con la cabeza. –Él trató de romper a Talyn por la mitad. No funcionó tan bien para
él. Nadie puede negar que Talyn tiene un fuego dentro de él que ningún otro andarion puede tocar.
Ellos tienen una oportunidad o dos, pero nadie lo puede vencer. Él destrozó al Carnicero en menos
de dos horas.

Y eso era lo que la asustaba. ¿Qué pasa si dirigía ese nivel de ferocidad hacia ella algún día?

Él cerró los bolsos. -Vamos. Déjame llevarte a casa como prometí. Lo último que quiero es
que el niño me pateé el culo porque dejé que salieras lastimada.

Ella sonrió ante la nota tierna en su voz mientras hablaba de Talyn. -Lo amas.

-Como a un hijo.

Al salir, los medios de comunicación descendieron sobre ellos. Erix se abrió paso a través de
ellos, teniendo cuidado de mantenerla a salvo a través de la multitud.

-¿Quién es la hembra?

-¿Es ella la chica de Hammer?

-Ella es mi hija -le gruñó a los periodistas-. ¡Ahora salgan de nuestro camino! ¡Daré
entrevistas más tarde! -Él abrió la puerta de un transporte con chofer y la ayudó a entrar en su
interior. Luego se unió a ella.

Ella sacudió la cabeza con incredulidad ante el espectáculo. -¿Es siempre así?

-Sí. Talyn es un campeón de una vez en la vida. Nadie ha visto jamás a un luchador como él
antes. Yo dudo de si alguna vez veremos otro.

Y Talyn había solicitado un contrato con ella.

Todavía no podía creer que estaba atada a un famoso atleta. -Debería estar celebrando su
victoria. No ser llamado al servicio sin antes siquiera terminar su ducha.

La mirada en el rostro de Erix le hizo encoger el estómago.

-¿Qué?

Él apartó la mirada.

-¿Erix? ¿Qué es? -¿Qué era lo que él no le decía?

-Nada. Sólo estoy de acuerdo contigo.

Pero había algo más que eso. Ella lo sabía. -Dime por qué te ves así.

-Sólo estoy pensando en lo que su OC le hará por atreverse a ganar esta noche. Odio a ese
irrazonable hijo de puta con mucha pasión.

-¿Quién es su OC?
-Coronel Idiota Anatole. Sobrino nieto de la tadara. Un nadie que nunca hizo nada y que
compró su rango y odia a todos los varones que lo vergüenzan. Lo cual es casi todo el mundo. Y, en
particular, Talyn.

Ella conocía bien esa clase. -No es Chrisen Anatole, ¿verdad?

Él frunció el ceño. -¿Lo conoces?

-Sólo por su reputación. -Él fue expulsado de la agencia de Felicia por casi matar a una de las
compañeras quien había sido tan tonta como para contratar con él hace dos años. La agencia lo
utilizaba como ejemplo de que aunque un cliente sea de casta alta, podría no ser la mejor opción.

-Sí, realmente me agrieta el trasero que mi hijo de sangre muriera en batalla para protegernos
y que ese perro cobarde se siente con la comisión de un coronel y lo utilice para intimidar y abusar
de aquellos por debajo de él. Simplemente no hay la justicia en este universo.

-¿No hay manera de sacar a Talyn de debajo de su mando?

-Sí. Matar al hijo de puta... y no crea que no se me ha ocurrido la idea de llevar ese contrato
con La Liga.

Ella frunció el ceño. -¿No puede Talyn simplemente comprar otra comisión?

-No es sólo una cuestión de dinero. Los oficiales tienen que pagar por el entrenamiento y el
tiempo de servicio para una promoción. Y desafortunadamente, Talyn donó el suyo para que su
madre consiguiera su última comisión. E incluso si lo hubiera utilizado a sí mismo, no lo habría
sacado de debajo de su CO. Él tiene que subir dos rangos para superar a ese idiota.

Ella se encogió ante el pensamiento de él con tal bestia. -Entonces, ¿qué crees que pasará
cuando Talyn regrese a la base?

-Si la experiencia sirve, va a ser enviado a patrullar tan pronto como regrese y comprueben su
sangre para asegurarse de que está limpio. Su permiso para el próximo mes será revocado, y se le
asignará toda mierda de tarea que llegue al escritorio de Anatole.

-¿Y no hay nada que podamos hacer?

Erix sacudió la cabeza con tristeza. -Sólo estar ahí para él cuando resurja, y esperar que su OC
no lo mate.
Capítulo 4
-Hola Felicia.

Felicia sonrió al oír la voz profunda y sexy de Talyn otra vez. Habían pasado dos semanas
desde que lo había visto en la lucha. Mientras que ella le había enviado varios textos y había dejado
mensajes, lo más que había recibido de vuelta era una o dos palabras como respuesta en un texto.

-¡Hola cariño! ¿Cómo te va?

Talyn vaciló antes de contestar. -Estoy bien. Yo... um... ¿Dónde estás?

-En casa. Estudiando.

-¿Estás sola?

Ella frunció el ceño ante la nota extraña en su voz y la rara pregunta. -Sí. ¿Por qué?

Hubo una breve pausa antes de volver a hablar en el tono bajo y tímido más lindo. -Estoy en
mi momento rec*9, y me preguntaba si me podrías hablar sucio…

Su mandíbula cayó en estado de shock. -¿Discúlpame? ¿Momento rec?

-Es un rato privado que nos dan dos veces a la semana durante media hora para umm... cuidar
de nuestros niveles hormonas.

El tono de vergüenza de Talyn hizo que las mejillas de Felicia se sonrojaran cuando
finalmente entendió de lo que estaba hablando y por qué él estaba haciéndole una petición tan
extraña. Los machos adultos andarion tenían que tener un horario de eyaculación bastante regular o
llegaban a ser extremadamente agresivos y físicamente enfermos. Era la principal razón por la cual
las compañeras y prostitutas eran papeles aceptables para las mujeres en su sociedad.

Y su macho necesitaba ayuda de ella.

Sonriendo ante el hecho de que por fin la había llamado por algo que él estaba pagando, ella
dejó sus estudios a un lado. -Bueno. ¿Qué es lo que necesitas que haga?

Él dudó de nuevo antes de hablar. -¿Qué llevas puesto?

-Pantalones cortos y una camisa.

Talyn rió. -No es lo que tenía pensado Felicia.

-Oh, lo siento. Estoy desnuda. -Ella frunció el ceño mientras miraba el sofá marrón muy caro.
-Aunque probablemente debería poner una manta en el sofá primero. No me gustaría echar a perder
este buen cuero. Por no mencionar que no es exactamente higiénico. Sería un poco asqueroso cada
vez que alguien viniera de visita. Los dioses nos ayuden si tienen una luz ultra violeta.

Una vez más, él se rió de sus comentarios. -Nunca has hecho esto antes, ¿verdad?
*9 Recreación.
-No. Lo siento. No tomé el curso de charla de sexo... Um, estoy besando tus labios y
suspirando en tu oído.

-¿Cómo puedes estar besando mis labios y suspirando en mi oído?

Ella se mordió los labios para no reírse. -¿Soy muy ágil?

-¿Lo eres?

-Sí. ¿Eso ayuda?

-En realidad no. -Su tono le decía que él estaba sonriendo.

-Bueno, si vas a ser literal, Mayor Exigente... te estoy frotando la espalda.

-No es la parte de mí que quiero que frotes. Estoy pensando en algo inferior.

La cara de Felicia se enrojeció aún más. -Lo siento. Estoy frotando tu... -¿Qué palabra debería
usar?- dureza de macho?

-Ew -dijo con una sonrisa.

-¿Pene turgente?

Él hizo sonidos de extrema angustia dolorosa. -Dioses, chica, me estás matando. Demasiado
clínica. ¡Deja tus libros de texto!

-Lo siento. Voy a llamar a mi mamá mañana y…

-Uh, ¡gah! ¡No! ¡No! ¡No metas a tu madre en esto! Y por el amor de los dioses ¡no discutas
nuestra vida sexual con ella!

Era su turno de reír. -Suenas como si estuvieras adolorido.

-Lo estoy. Completa agonía. No puedo creer que hayas invocado la imagen de la madre en mi
cabeza. No creo que alguna vez me la pueda sacar. Me has marcado de por vida. -Sonaba tan
miserable que ella se sentía terrible por haberlo causado.

Ella se tomó una foto haciendo pucheros y se la envió a él. -¿Eso ayudó?

-Un poco.

Ella se sacó otra foto de sí misma viéndose algo coqueta y la envió. -¿Mejor?

Talyn sonrió mientras su cuerpo se endurecía aún más debido a la imagen. Ella estaba
acostada, con su cara sumergida en el lío de rizos que caían en todas las direcciones. Todo lo que
quería en la vida era enterrar su cara en esa masa rizada suave y aspirar hasta que él estuviera
borracho de su aroma. -Mucho.

-¿Quieres que intente de nuevo complacerte? -preguntó.


Él se mordió el labio inferior mientras se imaginaba las manos de ella sobre su cuerpo.
Cerrando los ojos, se aferró a la visión con todo lo que tenía, y la manipuló para verla a ella
hundiéndose de rodillas delante de él. Su respiración se volvió entrecortada mientras él rápidamente
se recordó a sí mismo que estaba a la espera de una respuesta. -Ya me estas ayudando. Sólo el
sonido de tu voz diciendo mi nombre es la cosa más dulce que he conocido.

Cuando ella respondió, él escuchó las lágrimas en su dulce voz. Eso significaba más para él
que cualquier otra cosa. -Te extraño, Talyn. Realmente me gustaría poder verte.

No era ni la mitad de lo que a él le gustaría poder ver a alguien que no lo mirara con desdén y
desprecio. Alguien que no lo tratara como el gusano indeseado que había sido encontrado de alguna
manera de camino a su comida favorita.

Sólo Felicia alguna vez le había dado la bienvenida. Incluso si ella estaba fingiendo, estaba
tan desesperado como para ser agradecido.

Felicia esperó tanto tiempo por una respuesta que estaba empezando a pensar que habían sido
desconectados. Por último, él envió una imagen de sí mismo sonriendo tímidamente. El rojo oscuro
y negro de su uniforme causaba que sus ojos brillaran de color blanco brillante bajo la tenue luz de
la habitación espartana donde parecía estar acostado en un pequeño catre plegable industrial. -
También te extraño.

Ella trazó las líneas de su cara en la pantalla. -Estoy tan contenta de que finalmente tuvieras la
oportunidad de llamar. ¿Te he dicho lo guapo que eres?

-¿Lo soy?

-Sí, lo eres. Extremadamente guapo. Como para lamerte. Sexy. Más caliente que cualquier
macho que haya visto, en persona o en pantalla. Me encantaría estar allí para comerte, desde la
punta de los dedos de los pies, todo el camino hasta tus labios deliciosos. -Ella suspiró felizmente-.
No puedo quitar tu sabor fuera de mi mente. O la sensación de ti abrazándome o tocándome. Cada
noche, me voy a dormir imaginando que te estoy bañando nuevo. Solo que esta vez llegamos a
terminar lo que empezamos, y te mordisqueo todo mientras estás acostado en mi cama.

-Mmm.

Ella arqueó la ceja ante el profundo gruñido en su garganta. -¿Estás bien, cariño?

-Mmm hmmm. -Él aspiró bruscamente, luego dejó escapar un gemido alargado.

El calor quemó su rostro al darse cuenta de lo que estaba pasando. -¿Acabas de...

-Sí -dijo sin aliento. -Lo siento.

-¿Por qué te disculpas?

-Por qué suenas avergonzada y no pretendía hacerte eso. Pero yo agradezco tu ayuda.
Realmente necesitaba eso. -Él le envió otra foto.

-Te ves muy relajado ahora.

-Lo estoy. Pero yo preferiría haber hecho eso contigo realmente participando.
-Yo también. -Ella se tomó otra imagen de sí misma haciendo un puchero para él.

Él envió una solicitud de vídeo.

Aceptando, sonrió al ver su rostro en vivo. -Hola guapo.

-Dioses, eres hermosa. ¿Está todo bien con el condominio?

-Sólo una cosa podría hacerlo mejor.

-¿Qué?

-Que estés aquí.

Su sonrisa tímida hizo que su corazón se acelere. -¿La escuela recibió su pago?

-sí. Gracias.

-De nada. -Él hizo una mueca cuando ese zumbido familiarizado comenzó. -Mi tiempo en el
armario se terminó. Me tengo que ir. Te veré cuando pueda.

-¡Te extraño, Talyn!

-Te echo de menos, también, cariño. -Colgó.

Los labios de ella temblaban mientras miraba a la pantalla en blanco, odiándola. ¿Cómo podía
ella sentir tanto por alguien que apenas conocía? Sin embargo, no se podía negar lo que sentía. O
que tan profundo.

Sosteniendo el enlace en su corazón, ella dió una respiración entrecortada mientras miraba el
lujo que Talyn le había proporcionado. Él no reparó en gastos cuando se trata de sus necesidades y
comodidad. No era justo que a ella se le permitiera vivir aquí en su dinero, mientras que él se veía
obligado a soportar el infierno que pagaba por todo.

Ella nunca había sufrido injusticias, y esto realmente la hacía enojar. Todos los pendejos en el
universo y un macho tan decente era castigado por no ser egoísta. Eso estaba tan mal.

Felicia pasó la mano por encima de su lista de contactos y vaciló al ver el nombre de su medio
hermano. Ella nunca realmente habló con ese lado de su familia, eran demasiado burlones para eso,
y ella nunca había pedido un favor antes.

¿Le molestaría a Talyn si lo hiciera?

No había forma de saberlo. Para todo lo que sentía por él, ella realmente no lo conocía lo
suficientemente bien como para adivinar cómo reaccionaría si ella interfería en su vida.

Dado su tamaño y fuerza, lo último que quería hacer era hacerlo enojar.

Sin estar dispuesta a correr el riesgo, ella apagó el enlace. Por ahora, ella lo dejaría como
estaba. Pero si el OC de Talyn no se enmendaba y lo trataba bien, pronto, ella llamaría a Lorens y
vería qué podía hacer para ayudar Talyn.
出生反抗的
Talyn se detuvo al pasar junto al mostrador de la joyería en el BX. Después de su llamada con
Felicia, él había llegado en su camino a los cuarteles para reemplazar las botas de vuelo que estaban
empezando a frotar sus talones, y para recoger un nuevo kit de latón y cargas por sus blasters.

Mientras que él sabía que la sección de joyería estaba ahí, nunca le había prestado atención a
ella antes.

Pero en la pequeña vitrina frente a él había una colección de anillos del corazón abrazados
que eran un regalo popular que los pilotos compraban para sus compañeras. Un corazón de plata
grande se enrollaba alrededor de uno de oro más pequeño, como abrazándolo o protegiéndolo. Uno
en particular estaba hecho de oro rosa pálido y con incrustaciones de diamantes. Por alguna razón,
pensó que a Felicia le podría gustar. Simplemente parecía suave y cálido. Petite.

Como ella.

-Mayor -la empleada lo saludó mientras se acercaba desde el otro lado del mostrador. -¿Puedo
serle de servicio?

Talyn comenzó a caminar, pero él no pudo hacerlo. -Yo estaba mirando los anillos.

Ella sonrió brillantemente. -Ah, sí. El Anillo Recuérdame. Usted sabe, se dice que trae buena
suerte. Es por eso que son nuestro mejor producto vendido.

-¿Cómo es eso?

Metió la mano en la vitrina para sacar el muestrario. -Le da uno a su señora especial para que
tenga y siempre y cuando ella lo lleve, lo traerá seguro a casa a sus brazos.

Talyn sonrió ante la idea mientras alcanzaba el que le había llamado la atención. De cerca,
parecía bastante grande. Felicia tenía diminutas manos gráciles. -No sé cuál es su tamaño.

-Le puedo dar un vale y ella puede llevarlo a cualquier joyero para el que se lo arreglen.

Se lo devolvió a ella. -Quisiera éste, entonces.

-Muy bien. Sólo necesito ver su identificación.

Sacando de su billetera, la abrió y sostuvo su placa hacia ella.

Ella se quedó sin aliento al momento en que su mirada se posó en la tarjeta negra que estaba
atravesada en diagonal con una raya color borgoña. Ella retrocedió ante su placa como si fuera
venenosa. -Lo siento, Mayor Batur. No puedo venderle esto. -Ella inmediatamente puso el anillo en
el muestrario y cerró la vitrina.

Confundido, él frunció el ceño. -No lo entiendo.

Hizo un gesto hacia su tarjeta. -Eres un bastardo Sin Investidura. Su clase no puede comprar
un anillo, para nadie. Si le vendiera eso, ambos seríamos detenidos.

Herido y aturdido, él la miró con incredulidad. -Tengo un contrato legal con mi señora.
La boca de la empleada se abrió como si ella no pudiera creerlo. Pero rápidamente la cerró. -
No importa. Es contra la ley permitir que un Sin Investidura compre un anillo. Para cualquiera -
repitió con dureza.

Sintiéndose abofeteado y humillado, Talyn observó mientras ella rápidamente se acercaba a


otro mostrador para ayudar a un varón vertiginoso y hembra que estaban allí para escoger anillos de
compromiso. Algo que nunca sería capaz de hacer legalmente. Esa realidad lo golpeó como una
patada en la entrepierna.

Mientras se alejaba, la ira quemaba cada molécula de su ser. Él siempre odiaba mostrar su
identificación. Como era un código de colores, lo único que cualquiera tenía que hacer era ver que
el suyo era negro y al instante sabía su casta. Ahora esa misma tarjeta maldita le impidió comprar a
Felicia un simple regalo.

¡Esto es una mierda!

-¿Mayor?

Talyn vaciló ante el sonido de la llamada de un macho más viejo mientras se movía para
detener el camino de Talyn hacia la registradora. Él sólo miró al hombre mayor.

-Lo escuché con Vyra, y lo siento mucho acerca de la ley.

Realmente no quiero volver a vivir esta mierda. Él estaba lo suficientemente humillado.

-Disculpe -Talyn comenzó a caminar alrededor del varón.

El macho volvió a ponerse en su camino y le dio una sonrisa paternal. -Soy un gran admirador
suyo, mayor. Y ya que no podemos permitir que usted compre un anillo, yo quería mostrarle esto a
usted. Si usted lo quiere, voy a descontar el precio a la mitad.

Todavía molesto, Talyn miró hacia abajo para ver un bonito collar corazón que hacía juego
con el anillo que había querido comprar.

-Incluso puedo renunciar a la tarifa de mensajería para su entrega. Si su dama vive aquí en
Eris, puedo hacer que ella lo tenga esta noche.

Presionando los labios, Talyn recogió el collar para verlo mejor.

-Tiene la misma leyenda de traer buena suerte. Una gran cantidad de pilotos envían estos a sus
madres y esposas, en lugar de los anillos.

Talyn quería tirarlo al suelo y pisotearlo. Pero las leyes no eran culpa de este macho. Y no
había necesidad de privar a Felicia de algo que le gustaría porque sus propios sentimientos habían
sido heridos.

Si la hacía sonreír, valdría la pena.

Le regresó la caja al recepcionista. -Gracias. Me lo llevo. Su condominio está en Brooksyn, al


norte de Eris.

-Muy bien. Ella lo tendrá en menos de dos horas.


Talyn asintió antes de ir a pagar. Pero aun así, el fuego estaba en su sangre. Un calor latente
que sólo aumentó una vez que regresó a sus cuarteles y vio que alguien había colocado un collar y
una correa en su casillero con una tarjeta negra adjuntada. Ja, ja. Realmente una mierda divertida.
Uno pensaría que a estas alturas la broma sería tan vieja para ellos como lo era para él. Aun así, él
sabía que no debía alimentar sus mierdas juveniles.

Apretando los dientes, recogió todo sin comentarios y almacenó sus compras.

Tomó una toalla y se dirigió a las duchas.

-No es la hora de los mestizos, Batur. Hay un Investido en la letrina.

Reprimiendo un comentario desagradable, Talyn volvió a su litera a esperar mientras


escuchaba a los demás hablando de sus planes futuros.

Sin nada más que hacer, sacó su enlace y empezó a ver las estadísticas de su próximo
oponente en el Ring.

-¿Estás bien, Pinara? -uno de los capitanes preguntó.

Talyn echó un vistazo al mayor que era un año mayor que él. El macho era un primo de la
piloto hembra, Syndrome, que volaba en la escuadra de Talyn.

Inquieto, Pinara continuó sacando brillo a sus insignias, y mirando a su alrededor como si
esperara que algo malo sucediera. -Estoy bien.

Sí, tenía escrito mentira por todos lados. Pero como todo el mundo aquí, Talyn sabía lo que
significaba esa palabra. Algo había sucedido con los de alto linaje y él no estaba en libertad de
hablar de ello.

Pinara miró y captó la mirada de Talyn. -¿Qué es lo que está mirando, mestizo?

Sin decir una palabra, Talyn volvió su atención a su enlace. Mientras iniciaba la sesión, cinco
prebostes*10 entraron y rodearon a Pinara.

-Mayor, usted debe permanecer en custodia.

Pinara se puso pálido. -¿Por qué?

No dijeron nada mientras lo esposaban y se lo llevaron.

El silencio hizo eco en las barracas cuando todo el mundo trató de ocultar lo mucho que esto
los había perturbado. Podría haber sido cualquiera de ellos, y ellos lo sabían.

Normalmente, era Talyn el elegido para las falsas acusaciones, infracciones de mierda y
castigos. Le hizo preguntarse lo que el alta casta Pinara había hecho para enojar a Anatole.

-WAR*11 tiene razón…

*10 Capitán que estaba encargado de velar sobre la observancia de las normas, de entender en los casos criminales producidos, de
castigar a los malhechores en el ejército, etc..
*11 Warrios Against Royals: Guerreros Contra la Realeza
-¡Silencio!

Talyn frunció el ceño ante el intercambio susurrado entre dos de sus compañeros de litera.
WAR era una organización antigubernamental que había surgido en contra de la tadara y su familia.
Desde hace años habían estado tratando de derrocarla.

Cualquier persona a la que se le encontrara parafernalia o cualquier vínculo con su grupo era
detenido y ejecutado. Sin juicio.

-¡Batur!

Talyn hizo una mueca ante el fuerte ladrido. Poniéndose de pie, saludó al OOD*12. -¿Señor?

-Cubre la patrulla de Pinara. Él debía que volar en quince minutos.

Talyn empezó a recordarle que él ya tenía diecisiete horas de más de patrulla en la semana,
pero claro el OOD lo sabría incluso mejor que Talyn.

-Sí señor.

Mientras se movía para alcanzar su traje de vuelo, oyó al copiloto de Pinara, Mannan Xu,
maldecir.

-¿Por qué estoy siendo castigado? Yo no quiero volar con un Sin Investidura. ¿Ud. sabe
quiénes son mis padres?

El OOD miró al mayor. -¿Insubordinación?

-No señor.

-Entonces salga. Con Batur.

Xu, al mirar a Talyn, le hizo saber lo mucho que odiaba estar con él.

Yo tampoco estoy feliz idiota.

Tan pronto como se cambió, Talyn fue a hacer prevuelo en su hangar. Cuando se acercaba a
su nave, Xu lo acorraló.

-Será mejor que recuerdes tu lugar, perro. Detrás de mí, limpiando para tus superiores.

Un tic empezó en la mandíbula de Talyn. Quería golpear al bastardo pero eso era lo único que
podía hacer para abstenerse. Pero sabía por experiencia que si hablaba una palabra, perdería el poco
tiempo libre que tenía, y este tarado no valía la pena.

Piensa en Felicia. Ahora él tenía una razón ahora para mantenerse fuera del bergantín*13 y
de los informes. Ninguno de ellos valía la pena el tiempo de patrulla adicional.

Tus ojos en el objetivo, Batur.

*12 Officer On Duty: Oficial de Servicio


*13 Buque de dos palos y vela cuadra o redonda.
Y eso era una hermosa hembra que finalmente lo hacía sentir como algo más que la suciedad
debajo de los pies de los demás.
出生反抗的

Había pasado más de un mes desde que Felicia había visto por última a Talyn en su pelea.
Como castigo por haber ganado, a él aún no se le había permitido recibir visitas en la base o dejarlo
salir durante las comidas. Su OC lo había mantenido en bloqueo total. Ni siquiera había sido capaz
de llamar otra vez durante su tiempo rec.

Mientras que ella había dejado mensajes de voz para él todos los días, todo lo que había
recibido como respuestas fueron muy breve mensajes de texto.

Y regalos al azar que habían llegado al condominio.

Uno de ellos era el hermoso collar de doble corazón que había enviado, el cual se encontraba
alrededor de su cuello. Había llegado a las pocas horas de colgar la última vez que habían hablado,
y ella no se lo había quitado desde entonces.

Algo estúpido, pero de alguna manera la hacía sentir más cerca de él. Y ella había guardado
la pequeña tarjeta que le envió con el collar.

Gracias por hoy, Gre Couranatara.


~T

La gran dama de mi corazón. Cada vez que leía eso, lágrimas brotaban de sus ojos.

Su enlace zumbó. Con el ceño fruncido, ella lo recogió y lo miró, esperando un mensaje de su
madre.

Era Talyn.

Hey. ¿Qué estás haciendo?

Ella le escribió de nuevo. Estudiando.

¿Estás en el condominio?

Guauu. Esta era la conversación más larga que habían tenido desde su intento fallido de
sexting*14. Sí. ¿Dónde estás?

El ascensor sonó detrás de ella. Girandose en el sofá, ella estaba a punto de llamar a
seguridad cuando Talyn salió. La alegría estalló a través de ella mientras dejaba escapar un grito
feliz y salió disparada del sofá hacia el vestíbulo.

-¡Talyn! -Ella se lanzó a sus brazos.

Riendo, él la sostuvo contra él. Hundió la mano en su pelo y presionó su mejilla con la de ella.
-Hola.

-¡No puedo creer que finalmente estas aquí! ¿Por qué no me dijiste que ibas a venir?
*14 Es un anglicismo para referirse al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles.
-Yo no estaba seguro de que fuera posible hasta hace una hora. Incluso entonces, me quedé
esperando a que mi salida fuera cancelada.

Ella lo apretó con más fuerza. -Casi salí esta noche. Estoy tan contenta de no haberlo hecho.

Talyn saboreó esas palabras y la sensación de su cuerpo envuelto alrededor del suyo. Había
estado soñando con esto todas las noches desde que vio por primera vez su foto. -¿Cómo has
estado?

-Bien. Todo el mundo aquí es muy agradable. ¡Pero te he echado de menos con locura! -Para
su decepción, ella desenredó las piernas de su cintura para quedar de pie frente a él. Tomando su
mano, lo hizo entrar en el condominio. -¿Tienes hambre?

Sí, pero no de comida. -Comí temprano.

Ella entrecerró sus ojos hacia él. -¿Cuánto antes?

-El almuerzo.

Rodando los ojos, ella lo llevó a la cocina. -Así no es como yo quería darte la bienvenida en
nuestra primera noche juntos.

-Por mi está bien. No me puedo imaginar una mejor recepción. -Excepto tal vez que ella
hubiera estado desnuda cuando él llegó.

Sí, habría sido la única mejora.

Como si ella le leyera el pensamiento, ella lo miró por encima del hombro. -Yo iba a tener
puesto el negligé rojo, el que viste en la foto que te envié.

-Sí, está bien, eso podría haber sido mejor. Sin embargo, los pantalones cortos y la camiseta
son agradables también. Mucho mejor en la realidad de lo que había imaginado la última vez que
hablamos.

Mordiendo su labio, ella sacudió su cabeza hacia él. -Ni siquiera tengo puesto maquillaje.

-Sigues siendo la mujer más hermosa que he visto en mi vida.

Ella dio un paso hacia él para besar sus labios. –Si me sigues hablando de esa manera tan
dulce, seguro tienes suerte esta noche.

Talyn sonrió tímidamente ante sus bromas. -Es tan bueno verte, Felicia. -Incluso mejor era
estar cerca de alguien que en realidad hablaba con él como un ser sensible y no que le diera ordenes
como a un perro.

Ella lo besó de nuevo. -¿Por qué no te tomas un minuto para ponerte cómodo y te calentaré
algo de comer muy rápido? Compré un poco de ropa de calle para ti y la puse en el armario y la
cómoda. Incluso hay pantalones deportivos para ti.

-Gracias.

-De nada.
Él le robó un beso más antes de ir a cambiarse.

Felicia sonrió al ver su andar seductor. No podía esperar para tomar un bocado de ese cuerpo
exuberante y bien trabajado. Y esta noche era por fin la noche. Sus manos temblaban ante la
expectativa.

Honestamente, ella hubiera deseado una pequeña advertencia. Esto no era como ella quería
seducirlo la primera vez. Pero al menos no tendría que esperar más.

Tan pronto como ella tuvo el plato caliente, fue a buscarlo. No tenía idea de por qué no había
regresado.

Hasta que entró en el dormitorio.

Vistiendo sólo los pantalones de su uniforme, estaba profundamente dormido en la cama. Ella
estaba un poco ofendida hasta que llegó lo suficientemente cerca para ver los verdugones profundos
y contusiones en los brazos y la espalda. Las marcas en su pecho. Las lágrimas la cegaron al darse
cuenta de lo mal que había sido maltratado.

Ella dejó el plato en la mesita de noche antes de tomar su mejilla. -¿Talyn?

Él suspiró en su sueño, pero no se movió. En todo caso, parecía ir más profundo en sus
sueños.

El pobre estaba agotado. Deseando poder hacer lo mejor para él, sacó otra manta y la utilizó
para cubrir su cuerpo.

Sintiendo pena por él, ella se acurrucó en su espalda y lo abrazó mientras dormía. Qué injusto
que él estuviera gastando todo este dinero para ella y todavía tenía que llegar precisamente a lo que
él había pagado. No era de extrañar que les dijera a todos que ella era su novia. Eso era mucho más
cierto sobre su relación que compañera y patrón.

Pasando su mano a través de sus trenzas, ella deseó poder darle la vida que se merecía.

Así mismo, él nunca se quejaba de nada.

Ni una sola vez había incluso dado a entender lo mal que lo trataban en el trabajo. Más bien,
él le había enviado pequeñas notas preguntándole cómo estaba. Si necesitaba algo. Decirle que él
estaba pensando en ella. Cuando ella le había preguntado cómo estaba, él había respondido con un
genérico o extrañandote.

Nada más.

Pero entonces, él era un luchador de Ring y lo había sido la mitad de su vida. Tener a alguien
rutinariamente golpeándolo era normal. A pesar de todo eso, no era la bestia que otros lo acusaban
de ser. Había una gran bondad en él que era incomprensible para ella.

Y cuanto más veía del verdadero corazón del Hammer, más quería estar con él.

-Creo que estoy enamorada de ti, Talyn -susurró ella, sabiendo que nunca se atrevería a
decirle eso si él si pudiera oírla. Honestamente, ella se había encaprichado de él desde el instante en
que había pasado de mostrar confianza a mostrarse tímido la noche que se conocieron. Y se había
convertido en amor en el momento en que se había negado a avergonzarla con una inspección
delante de su corredor y su guardia. Esa cantidad de compasión y respeto por sus sentimientos... ella
había sabido entonces la rara criatura que era. Cuan decente.

Y mientras ella lo abrazaba en la penumbra, ella quería más que ser su compañera.

Ella quería ser su dama. En todos los sentidos. Un sueño imposible. Sin un linaje paterno, él
no podía casarse legalmente. Nunca.

Si ella se quedaba con él, nunca sería capaz de tener hijos. Él sería arrestado por ello, y sería
un error traerlos a un mundo que nunca los tendría en cuenta. La vida de Talyn le mostraba
exactamente lo miserable que sería para ellos.

Y aun así ella quería el sueño de una familia con una ferocidad que la asustaba.

-¡Deja de soñar con lo inútil, Felicia! El mundo es duro y feo. Cuanto antes lo aceptes, mejor
te irá. Las amargas palabras de su madre estaban grabadas en su mente.

Pero ella no era su madre. Y ella no quería ser ella. Lo que ella quería era ser Ger Tarra Batur.
Querida y venerada esposa de Talyn.

Más que nada, quería que Talyn tuviera lo que se merecía. Una casa a donde ir a cada noche y
ser abrazado por ella.

出生反抗的

Talyn se despertó con el zumbido de la alarma en su muñeca. Pensando que estaba en el


cuartel, maldijo. Hasta que se dio cuenta de que había un cuerpo caliente presionado contra su
espalda desnuda y una pequeña mano enredada en sus trenzas.

Por un segundo, él estuvo en el cielo.

Dandose vuelta, sonrió cuando vió la mirada más dulce que jamás había imaginado. Entonces
se acordó que su alarma seguía sonando.

-¡Mierda! ¿Dormí todo el tiempo? -¡Ah! Quería suicidarse por desperdiciar sus preciosas
horas con ella.

-Traté de despertarte, pero estabas durmiendo muy profundamente. Lo siento, cariño. Me


quedé dormida también.

Saboreando el cariño en sus palabras, apagó la alarma.

Felicia mordisqueó su mandíbula mientras dejaba caer su mano para acariciarlo a través de
sus pantalones. -¿Tienes cinco minutos?

Respirando con dificultad, él la presionó contra él. -Me encantaría, pero no quiero que nuestra
primera vez sea así de apurada. -Ya que era tan virgen como ella, quería tener tiempo para
asegurarse de hacerlo bien, para saborear la experiencia y a ella.

Ella le mordisqueó la barbilla antes de bajarle la cremallera de sus pantalones.


-Felicia…

-Shh -ella susurró bajo mientras besaba un camino por su pecho desnudo.

Realmente me tengo que ir. Si se le hacía tarde volviendo, Anatole traería la ira de…

¡Hooooola!

Talyn gritó mientras ella lentamente tomó su miembro en su boca con una habilidad
asombrosa. Oh al diablo con su OC. El bastardo podía podrirse por todo lo que le importaba. No
había manera de que pudiera salir de aquí mientras que ella estaba haciéndole esto a él. Con sus
sentidos tambaleándose, enterró su mano en sus rizos suaves mientras ella lo lamía suavemente y se
burlaba de él dejándolo en un éxtasis cegador.

No era de extrañar que los machos mataran por sus mujeres. Él totalmente lo entendía ahora.
Mordiéndose el labio, él nunca había sentido algo mejor que su boca sobre su cuerpo. Incapaz de
soportarlo, él alcanzó el éxtasis en una ola cegadora de placer que fue tan rápida que lo avergonzó y
se alegró de no estar dentro de ella.

Eso habría sido inútil para ella.

Felicia sonrió mientras él se relajaba por completo. Limpiándose la boca, ella lo miró a los
ojos. -¿Mejor?

Él tomó su mejilla en la mano y le acarició los labios con el pulgar. -Nadie ha hecho eso para
mí antes.

-¿En serio?

Él asintió con la cabeza. -Tú eres la única mujer que alguna vez me ha tocado, Felicia.

Felicia se sentó. Su mandíbula se aflojó ante su divulgación y lo recordó diciéndole eso


cuando se habían besado por primera vez. Los machos andarions tenían necesidades físicas muy
específicas una vez que llegan a la pubertad. Durante el primer año de la misma, casi todos perdían
su virginidad. Ninguno duraba más de dos. Encontrar un virgen tan guapo y viejo como Talyn era
algo inaudito.

-¿Nunca has estado en una casa de citas? -Era lo que los machos no comprometidos hacían
hasta que eran tomados.

Ese rubor adorable invadió sus mejillas. -Fui una vez.

-¿Y no hiciste nada?

Él apartó la mirada y se sonrojó aún más profusamente. -Fue tan... incómodo. Tenían este
sistema de las cuatro P.

-¿Cuatro P?
Él asintió con la cabeza. -Eliges un precio, una... prostituta. Un lugar*15 y luego una
posición. Era como ordenar comida rápida. Y había cosas en sus listas que ni siquiera estaba seguro
de lo que eran. Por las descripciones, algunas sonaban francamente peligras. Incluso tenían algunas
por las que había que firmar un descargo de responsabilidad*16 para poder participar.

Divertida, pero no queriendo que él pensara que ella se estaba riendo de él, ella escondió su
rostro.

-Puedes reírte de mí. No me voy a enoja. Fue una situación muy rara y estoy bastante seguro
de que dejé un rastro de vapor cuando salí corriendo. Creo que incluso grité en mi camino. -Él se
frotó la cara-. Y luego me prohibieron la entrada a causa de ello.

Riéndose, ella trepó su cuerpo. -Lo siento mucho.

-Está todo bien. No tenía ninguna intención de regresar, de todos modos. Lo último que
quiero es algo tan impersonal para algo tan personal. Me imaginé que, al menos con mi mano,
tenemos un compromiso. Sé exactamente dónde ha estado y a quién ha tocado. -Él la besó
suavemente.

-Me gustaría que te pudieras quedar más tiempo.

-Yo también. Pero me tengo que ir. -Él la abrazó con fuerza antes de salir de la cama y
vestirse al lado de esta.

Ella se puso de rodillas sobre el colchón para sujetar la chaqueta del uniforme y enderezarla
por él. -La próxima vez, no te dejaré dormir.

-Trato. -Apretó la mano de ella en su mejilla-. Voy a estar en contacto cuando pueda.

Felicia quería llorar cuando él la dejó sola otra vez. Su ausencia era como si una parte de ella
estuviera siendo arrancada.

¿Qué tan estúpido era eso?

Enojada por todo, ella cayó de espaldas en la cama y odió a sus padres por lo que habían
hecho con ella. Pero entonces no habría importado. Si hubieran estado casados, ella no habría sido
capaz de reclamar a Talyn.

El padre de él lo había jodido aún peor que el de ella. Al menos de esta manera, él le
pertenecía a ella. Tal vez no formalmente, pero ella tenía una parte de él que nadie más tenía.

Una parte vital de él. Esto era casi tan bueno como tener un marido stralen. Talyn no sería
capaz para romper su contrato, y él nunca la dejaría para casarse con otra hembra. Él sería suyo por
cuanto ella quisiera.

A menos que su agencia cancelara el contrato. Aunque era raro, podía ocurrir si otro macho
más prestigioso quería un contrato con ella. Era lo que le había sucedido a su madre.

*15 La palabra lugar, en Ingles, es place.


*16 Formulario en el cual la persona participante acepta cualquier tipo de situación que pueda sucederle y libra de responsabilidad a
las personas que manejan el lugar.
Su padre había dejado ir a su madre sin una sola protesta, sobre todo porque sus hijos habían
estado enojados por su relación con su madre. Era lo que había hecho a su madre tan amarga hacia
el mundo en general y con él en particular.

Incluso si Felicia dijera que no a ser cambiada a un nuevo patrón, si el macho tenía suficiente
poder detrás su linaje, su agencia podría romper su contrato y forzarla. Y Talyn no tenía ninguna
capacidad social para luchar contra ella.

Repentinamente aterrorizada, ella buscó la página web de su agencia para asegurarse de que
su perfil no estuviera.

No estaba.

Dando un pequeño suspiro de alivio, rápidamente le envió un correo electrónico a su agente y


le dijo que ella ya no era una virgen. Una ligera mentira, pero ayudaría a asegurarse de que no la
ofrecerían a otra persona.

Una vez que el período de prueba terminara, sería más difícil de romper su contrato. Sólo eran
cuatro meses más.

Cuatro meses.

Felicia se negó a pensar en lo que podría suceder durante ese tiempo. Talyn era un luchador y
por él, ella sería una también. Nadie la alejaría de su macho. No sin derramamiento de sangre. Su
pasividad tenía sus límites, y mientras que a ella no le gustaba pelear, eso no significaba que no
sabía cómo.

Ella se congeló cuando tomó una bocanada de su perfume en la almohada. Sonriendo, hundió
la cara contra ella y he inhaló. Cerró los ojos y trató de imaginar el futuro que quería. Uno en el que
estaba con un dulce y considerado macho que la atesoraba.

Con su dedo, ella cambió la pantalla en su enlace y le envió un mensaje. ¿Cuándo voy a verte
de nuevo?

Pasaron varios minutos antes de que él respondiera. Tan pronto como me sea posible. Lo
prometo.

Una respuesta muy insatisfactoria. Bien. Pero nosotros ya te extrañamos.

¿Nosotros?

Mordiéndose el labio, ella se quitó la camisa y se sacó una foto rápida de sí misma en su
sujetador de encaje antes enviársela a él. Nosotros tres.

Él envió una foto de sí mismo sonriendo tan ampliamente, que vio sus colmillos. Tengo
entrenamiento mañana, después de mi turno. Realmente no voy a tener tiempo libre, pero si pasas
por el gimnasio, me puedo comer un bocado rápido contigo.

Mientras que eso no era lo que quería, por lo menos le daría unos minutos con él. Te llevaré
algo para comer. Sólo envíame la hora y el lugar, y te veré entonces.
Él respondió. Recuerda, necesito carne blanca magra y no debe tener nada encima. 175
gramos de proteína.

Wow, pero entonces eso tenía sentido ya que él era un luchador y un soldado con una
constitución grande y musculosa. Lo haré. No puedo esperar a verte. Oh, ¿puedo pedirte un favor?

Cualquier cosa.

Tráeme tu camiseta. No lo laves.

¿Por qué?

Ella sintió el calor trepando por su rostro y esperaba que él no la creyera rara por la solicitud.
Quiero dormir en ella.

La garganta de Talyn se tensó al leer la respuesta de Felicia, y su cuerpo se endureció aún


más. ¿En serio?

No crees que sea ordinaria por preguntar, ¿verdad?

Él sonrió ante su pregunta. No. Creo que eres hermosa. Tan pronto como presionó Enviar, su
enlace zumbó. Lo dio vuelta para contestar. -Batur Mayor.

-¿Dónde está?

Él comprobó la hora al escuchar la agitada voz del capitán de turno. -En camino a la base
desde mi condominio. Puede revisar mi rastreador. Estoy atascado en el tráfico, pero todavía
debería llegar a tiempo para el registro.

-El registro fue hace cinco minutos.

Talyn tuvo que contener su temperamento. -Mi toque de queda es a las diez. Mi alarma sonó
hace quince minutos.

-De acuerdo con el cronograma, tu toque de queda era a las nueve. Su alarma debe estar
funcionando mal.

Hijo de puta. Una vez más, Anatole debe haber cambiado el horario después de Talyn dejara
la base y después, a propósito, no actualió la alarma en su pulsera. -Voy a hacer que revisen mi
pulsera en cuanto llegue.

-Voy a tener que informar que llega tarde.

Por supuesto que sí. Si hubiera sido otro, lo habrían dejado pasar. -Me reportaré a Provost a
mi regreso. -Lo que sería un punto en su contra que causaría que su pedido actual para un puesto de
mando y una transferencia sean rechazados de nuevo.

Hermoso.

-Les notificaré que deben esperar por usted de inmediato. -El capitán colgó.
Talyn apretó los dientes mientras un odio furioso lo recorría. Estaba tan cansado de esta
mierda. Solo una vez, él quería ser tratado como un andarion normal. Su padre era uno de los
famosos y adorados War Hauks. El suyo era un linaje que rivalizaba con el de la tadara en prestigio.
Y en el ejército, se clasificaba por encima incluso del linaje real. Demonios, incluso había un día de
fiesta nacional en honor a la familia de su padre.

Por ley andarion, Anatole debería ser su perra.

Pero debido a que su padre le había dado la espalda a su familia andarion y se casó con una
humana, era un linaje que Talyn nunca podría reclamar legalmente.

Gracias, Fain. Apreció tu amabilidad en humillar a mi madre y abandonarla. Sus acciones


habían sido tan atroces a los ojos de la sociedad andarion que ningún miembro del Clan de Sangre
Guerrera de Hauk reconocería a Talyn como uno de ellos.

En absoluto.

Ninguna de sus abuelas podían mirarlo sin desprecio. Y ninguno de ellos se había dignado
alguna vez a hablar con él. Sólo su Gre Yaya Hauk había hecho algún tipo de esfuerzo para
reconocerlo. Pero incluso ella lo había dejado una vez que su marido se enteró de lo que estaba
haciendo a sus espaldas.

Desde entonces, Talyn había estado completamente muerto para todos sus parientes Hauk.

Lo que estaba bien por él. Él no necesita nada de esos idiotas egoístas.

Su enlace zumbó. Talyn miró hacia abajo para ver otro mensaje de Felicia. A pesar de su
miseria, él sonrió. Sólo la visión de su avatar juguetón de gatito le hizo sentir mejor. ¿Qué tan
estúpido era eso?

Sé que probablemente estas de vuelta en la base, pero quería darte las buenas noches. Te
extraño. Ella había enviado el mensaje con una foto de sus labios presionados contra la pantalla.

Él sostuvo el enlace contra su pecho, deseando haberse quedado más tiempo en sus brazos. En
una vida de infierno, ella era lo único bueno que tenía. Y lo asustó el pensar en lo cerca que había
estado de no tenerla.

En lo fácil que sería para él perderla para siempre.

No pienses en ello.

Él la tenía ahora y eso era todo lo que importaba. Por primera vez en su vida, él tenía una
amiga. Al menos así era como le gustaba pensar en ella.

Era tan bueno finalmente tener algo que esperar. Mejor aún, alguien que lo hacía reír cuando
él se sentía como una mierda absoluta. Ella incluso le envió pequeñas cosas al cuartel. Fruta y un
oso de peluche con su perfume en él, lo que había hecho que se burlaran de él.

Pero había valido la pena. Por supuesto, tenía que mantenerlo en su casillero. Aun así...

Alguien, además de su madre, se preocupaba por él. Él siempre se había preguntado cómo se
sentiría eso. Esto era mucho mejor que cualquier fantasía que jamás hubiera tenido.
No seas estúpido, Talyn. Ella no te quiere. Tú le pagas por su amabilidad.

Un brazo y una jodido pierna, cada mes.

Pero no se sentía de esa manera. Cuando él la miraba a los ojos, él veía...

¿Qué? ¿Amor?

Eres un idiota.

Él miró por la ventana mientras la dolorosa realidad lo sacudía. ¿Estaba realmente tan
desesperado por tener una hembra que se preocupara por él que se mentiría a sí mismo tan
completamente?

Sí.

Cerró los ojos y se obligó a enfrentarse a la cruda verdad. A ella no le importaba más allá de
lo que su contrato estipulaba. ¿Cómo podría? Ellos no se conocían. En realidad no. Y a diferencia
de él, ella podría tener a cualquiera que ella quisiera.

Ella incluso podía casarse algún día. Tener una familia. Pero si alguna vez ella quedaba
embarazada de su semilla, significaría que por lo menos diez años de su vida se gastarían en prisión.
Esa era la razón por la que la mayoría de las agencias no aceptaban la solicitud de un bastardo para
una compañera, en absoluto. La agencia de Felicia era una de las pocas sin un enorme cartel
advirtiéndole por adelantado a su clase que no perdieran el tiempo en solicitar. Para el caso, la
mayoría de los prostíbulos ni siquiera le permitirían la entrada a un Sin Investidura, y les cobraban
el doble por los servicios, y sólo se les permitía acostarse con las prostitutas de más edad que habían
sido esterilizadas.

¿Qué le puedes ofrecer a ella?

Absolutamente nada. Tendría suerte si ella renovaba su contrato al final de su tiempo de


prueba. ¿Por qué lo haría? Él apenas la veía. Casi nunca hablaba directamente con ella, excepto a
través de escasos y esporádicos textos. Su contrato ya tenía más de seis semanas, y todavía no
habían dormido juntos. ¿Qué compañera querría tan poco contacto con su patrón?

Su garganta se tensó cuando se enfrentó a una amarga realidad. Él era una mierda y eso es
todo lo que siempre sería. ¿Esposa, la familia, compañerismo? Esos sólo eran sueños para un perro
mestizo que carecía de linaje.

Él pasó la pantalla a la última foto que ella había enviado. Su pelo largo y rizado se
desplegaba alrededor de su cara mientras yacía en la cama, mirando a su enlace. Sus cejas estaban
perfectamente arqueadas sobre sus ojos de color blanco plateado. Y sus labios estaban ligeramente
separados para que pudiera ver apenas un poquito de sus colmillos.

Mientras que sus pechos eran pequeños, su sostén los levantaba y le hacía agua la boca por
una probada. Algo que no ayudaba tampoco era la visión de sus pezones tensos que se asomaban
escondidas a través del encaje.

Tal vez algún día él realmente sería capaz de verlos.


Apretando los dientes, él cerró los ojos y apagó el enlace. No había necesidad de pensar en lo
que podría ser. Pensar en cosas que nunca podría tener. Tenía que pensar en el aquí y ahora.

Y en el miserable infierno que le esperaba una vez que regresara a la base.


Capítulo 5
Felicia miró alrededor del gimnasio que estaba lleno de luchadores que estaban entrenando y
hablando. Tan pronto como vio a Erix en un área abierta, se dirigió hacia él.

-Hola.

Su feroz ceño fruncido se fundió en una sonrisa mientras miraba desde la pantalla de su
enlace al verla a ella. -Tara Felicia. ¿Qué te trae por aquí?

Ella se dio la vuelta para mostrarle su mochila blanca con flores. -Tengo la cena de Talyn e
iba a verlo entrenar. ¿Tengo mal el horario?

Él negó con la cabeza. -Su patrulla lo debe haber retrasado. Sucede a veces. Así que ¿cómo
estás hoy?

-Estoy bien. ¿Usted?

Él miró más allá del hombro de ella y frunció el ceño de nuevo.

Ella se dió vuelta y vio a Talyn, que se movía muy rígidamente. Tenía esa expresión severa de
voy a matarte y esconder el cuerpo si no te quitas de mi camino que hizo que todos se escabulleran
mientras se acercaba. Preocupada, se acercó a él.

Él le ofreció una sonrisa tímida en cuanto la vio. Ella adoraba la forma en que toda su cara se
iluminaba cada vez que ella estaba cerca. Cada vez que él hacía eso, la hacía sentir tan
increíblemente especial y bienvenida.

-Hola.

Preocupada por la forma en que se movía, ella frunció el ceño. -¿Estás bien?

Talyn asintió antes de darle un casto beso en la mejilla. Moviendose hacia atrás, su mirada se
encontró con la de Erix. -¿Con quién voy a entrenar esta noche?

-Con un chico nuevo que estoy entrenando. Trata de no matarlo.

Se echó a reír, y luego hizo una mueca.

-¿Estás bien? -Erix preguntó antes de que ella tuviera la oportunidad.

Talyn asintió de nuevo. -¿Puedes volver a comprobar mi toque de queda esta noche?

Erix maldijo entre dientes. -¿Te lo cambió otra vez?

-Sí. Ayer, después de haber dejado la base.

-¿Qué tan tarde llegaste?


Talyn suspiró antes de responder con irritación. -No llegue tarde, pero se agregaron treinta y
siete minutos a mi expediente. Tengo la suerte de que me dejaran salir a entrenar esta noche.

Felicia imitó el ceño de Erix. -Eso no es tan malo, ¿verdad?

Talyn no respondió mientras acariciaba su mejilla con la mano. -Voy a cambiarme y vuelvo.

-No lo es ¿verdad? –le preguntó a Erix después de que Talyn los dejara.

-Sí, lo es. -Él sacó su enlace e hizo un llamado para cancelar el entrenamiento de esa noche.

Ella bajó su mochila y esperó hasta que Erix había terminado con su llamada antes de hablar
de nuevo. -No entiendo lo que está pasando. ¿Por qué es un problema? Son sólo treinta minutos.

Un tic empezó en la mandíbula de Erix. -Por cada minuto que llega tarde a registrarse a su
puesto, le propinan dos golpes con una caña. Treinta y siete minutos es igual a setenta y cuatro
golpes.

El verdadero horror de eso no fue evidente para ella hasta que Talyn volvió y vio las crudas y
frescas contusiones estropeando su espalda mientras se ponía una camiseta para cubrirlas.

Las lágrimas la ahogaron. Se sentía mal del estómago. -¿Yo causé eso?

-No -Talyn le dijo, tirando de ella hacia sus brazos. -No tuvo nada que ver contigo. Te lo
prometo-. Él besó su mejilla de nuevo antes de que él la soltara.

-Su comandante manipula sus horarios de entrada a veces, -Erix gruñó.

-¿Por qué?

Talyn resopló. -¿Qué puedo decir? Soy un idiota abrasivo. -Se acercó a Erix y recogió sus
guantes de práctica-. ¿Dónde está mi oponente?

Erix hizo una mueca ante la vista de la espalda magullada de Talyn. -Yo cancelé. Tú no
necesitas a nadie más golpeándote hasta que esas magulladuras se curen. Podemos hacer cardio y
pesas esta noche. Por no mencionar... -Le pasó su enlace a Talyn-. Cambió tu horario de nuevo. No
tienes mucho tiempo para entrenar.

Talyn gruñó. -Gracias por revisar.

-No hay problema.

Felicia abrió su mochila y sacó los envases de plástico. -He traído la cena.

Talyn se sentó en la alfombra al lado de donde ella estaba. -¿De dónde los has sacado?

Ella le entregó un plato con cierre hermético y cubiertos. –Yo lo preparé.

-¿Cocinas? -preguntó con incredulidad.

Ella le dirigió una mirada juguetona pero amenazadora. -No tienes que sonar tan sorprendido.
Me encanta cocinar, y tus comidas desagradables y sosas son muy fáciles de preparar.
Con una dulce sonrisa causada por sus bromas, él abrió su plato.

Erix le palmeó suavemente el brazo. -Come tu cena en paz, muchacho. Lo necesitas.

-Gracias.

Sentándose a su lado, Felicia le entregó un poco del agua que había empacado. -Me siento tan
mal por lo que pasó anoche.

-No lo hagas. -Él tocó su cabello y le sonrió-. No me arrepiento. Por lo que hiciste... Ellos me
pueden desollar vivo.

Miró a su espalda y frunció el ceño. -Me resulta difícil creer que te sientas así.

Él se encogió de hombros con indiferencia. -Puedo soportar las palizas. Confía en mí. Mi
madre me ha dado besos y abrazos más duros. -Él probó la comida, y luego le dirigió una expresión
adorable de incredulidad-. Es delicioso.

-Gracias -dijo con sarcasmo-. Agradezco tu confianza en mis habilidades-. Ella abrió el plato
que trajo para ella misma. Regresándole la sonrisa, ella le dio de comer un poco de su fruta cortada
en trozos.

Él mordisqueó juguetonamente sus dedos antes de comer. -¿Cómo estuvo la escuela hoy?

-Aburrido. ¿Cómo estuvo la patrulla?

-No aburrida. Me encontré con un grupo de Tavali.

Sus ojos se abrieron ante la mención casual de los piratas sanguinarios que hacían presa de
sus barcos y aviones de carga. -¿Qué pasó?

Él tragó y tomó un trago antes de responder. -Peleamos. Di en el blanco unas veces en una de
las naves, pero eludió la captura.

-¿Te golpeó una explosión?

-Trataron. Por suerte, lo esquivé. Los hice volar de vuelta a su nave base, el Storm Dancer.

-Me alegro. Por favor, no dejes que te hagan daño.

-Ese es por lo general mi plan. -Él le guiñó un ojo-. Especialmente ahora que tengo una muy
buena razón para permanecer fuera de la tracción-. Limpiándose la mano, él sacó el libro de
fisiología de su mochila para poder darle una mirada-. Tienes finales pronto ¿no?

Ella asintió.

-Si necesitas ayuda, la familia inmediata de mi madre eran todos médicos y cirujanos. De
hecho, estoy bastante seguro de que esto fue escrito por uno de sus hermanos mayores. Y yo pasé
los certificados de prueba para entrar. Me manejo bien con el tema.

-Estaría feliz de tener un precioso compañero de estudio. No estoy segura de cuánto estudiaré
hablando contigo, pero estoy dispuesta a probar.
Talyn la atrajo hacia él y le acarició el cabello.

Cerrando los ojos, ella saboreó la sensación de él sosteniéndola tan dulcemente. Él respiró
hondo en su pelo antes de levantarse y dirigirse a la bolsa de peso. Mientras que ella guardaba su
plato vacío, él shadowboxed hasta que empezó a sudar. Luego comenzó a golpear la bolsa de peso.
Ferozmente.

Ella se encogió ante la fuerza de sus golpes que golpeaban tan fuerte que sonaba como si se
estuvieran por romper las cadenas que la mantenían en su lugar.

-Impresionante, ¿no?

Ella asintió con la cabeza ante la pregunta de Erix. -No me gustaría estar en el extremo
receptor de eso.

-Sí. Así es. -Él frunció la nariz juguetonamente hacia ella-. Por suerte, él nunca golpearía a
una hembra. Y por suerte para mí, él nunca golpearía a un viejo macho-. Él la miró-. Gracias, por
cierto.

-¿Por qué?

-Por cuidar de él.

-Realmente no he hecho nada.

-No estoy de acuerdo. Hay un cambio innato en él. Una calma pacifica que no tenía antes. Y
nunca lo había visto sonreír y reír como él lo hace a tu alrededor, ni hablar de coquetear y jugar.

Ella no estaba tan segura de eso. Talyn seguía siendo muy serio cada vez que estaban juntos. –
Encuentro eso difícil de creer.

-No deberías. Lo juro. Yo ni siquiera sabía que podía sonreír. En absoluto. Es muy diferente
cuando no estás cerca. Mortalmente serio y severo. Silencioso, como que te está tomando las
medidas para meterte en una bolsa para cadáveres. Nadie puede conseguir mucho más que gruñidos
evasivos o respuestas sabihondas de él.

Ella recordó vislumbrar esa parte de su personalidad cuando había estado en la habitación la
primera vez que se reunieron. Y de nuevo en el restaurante ritadarion.

-Tú lo haces juguetón y feliz, Felicia. Casi puedo ver al niño en él cada vez que estas
alrededor.

Ella no lo creía hasta que Talyn corrió hacia ella y la levantó. Riendo, le dio la vuelta y colocó
un rápido beso sus los labios antes de esquivar la bolsa de doble extremo y comenzar a entrenar
con ella.

Él era tan impresionante que a los pocos minutos todo el mundo en el gimnasio había dejado
lo que estaban haciendo para verlo entrenar mientras Erix les gritaba que se ejercitaran.

-Maldita sea -uno de los machos al lado de ella le dijo a un amigo-. Yo nunca quiero estar en
el ring con eso.
-Él es Iron Hammer. Nadie quiere estar en el ring con eso.

-¿Lo viste cuando estaban midiendo su PSI*17? –un tercer macho les preguntó a los otros
dos.

-No.

Felicia arqueó la ceja ante la conversación. -¿Cuál fue? -preguntó a los machos.

-Casi una tonelada de presión. Poco más de mil novecientos.

La mandíbula de Felicia cayó.

-¡Mentira! -El macho al lado de él dijo.

El hombre que había hablado levantó la mano en señal de sinceridad. -No, te lo juro. Es por
eso que ellos lo llaman Iron Hammer. Puedes comprobarlo en línea si no me crees. El Splatterdome
lo hizo como parte de una serie donde median el PSI de todos los luchadores de renombre. Y eso
fue con las manos desnudas. Él midió más de doscientas PSI por encima de su rival más cercano,
Death Warrant.

¡Guauu! La cabeza le daba vueltas a lo que le decían. Pero mientras lo miraba, ella no dudo.
Él golpeaba como un mazo.

El macho más cercano a ella le dio una mirada interesada sobre su cuerpo. -¿Con quien estas
aquí amor?

Su amigo le hizo girar el rostro lejos de ella. -Ni siquiera lo pienses. La vi comiendo con
Hammer más temprano. Más al punto, ella lo estaba alimentando de su mano.

-Oh, Dios mío. -pasó una mirada de disculpa a ella-. Lo siento. Fue agradable hablar contigo.
Dale mis saludos a tu macho-. Rápidamente puso espacio entre ellos.

Riendo, Felicia volvió a ver la práctica Talyn. Había belleza feroz y gracia en lo que hacía. Y
al igual que Erix había dicho, una seriedad mortal. Pero ella todavía odiaba verlo en el ring ser
golpeado por otro luchador. Por lo demás, despreciaba los moretones que cubrían su piel morena.

Una vez que él terminó con la bolsa, tomó la toalla de Erix y se limpió la cara. Ella fue hacia
él y lo tiró contra ella.

Él hizo una mueca. -Apesto y estoy sudando.

Ella le mordisqueó la barbilla. -Me gusta tu olor. ¿Te he dado asco todavía?

-¿Estás tratando? -Él le dio un apretón feroz.

Su pulsera comenzó a zumbar. Fue una alarma diferente de la normal.

-¿Qué es eso?

*17 Pounds per square inch: Libra por pulgada cuadrada. La libra-fuerza por pulgada cuadrada es una unidad de presión en el sistema
anglosajón de unidades.
-Llamada de simulacro. Tengo que salir de inmediato. ¿Puedes agarrar mis cosas y llevarlas
de vuelta al apartamento por mí?

-Por supuesto.

Quitándose los guantes, la besó y se los entregó a ella antes de que él se pusiera una remera
suelta y limpia. Luego se fue.

Asustada por lo que significaba, ella le dio los guantes a Erix. -¿Debería preocuparme?

-No lo sé. Es una alerta de escuadrón. Podría ser un encuentro inesperado o que los necesitan
para volar.

Ella se encogió al recordar a Talyn hablándole de los Tavali. Esperaba que no se tratara de
ellos volviendo con un grupo más grande. -No creo que me guste esta vida peligrosa que vive.

-Sí, siento tu dolor. Y odio ese sonido cada vez que lo oigo. Yo estaba cenando con mi hijo
cuando recibió una llamada de ese estilo. Fue la última vez que lo vi.

-Lo siento, Erix.

Con tristes ojos blancos, inclinó la cabeza hacia ella. -¿Manejaste hasta aquí o tomaste el
transporte público?

-Público.

-Entonces yo te llevaré a casa.

-No es necesario.

-Sí, lo es. ¿No has visto las noticias? Cinco mujeres de tu edad han desaparecido esta semana.
Es demasiado tarde para que una joven ande sola.

Su bondad le entibió el corazón. -Gracias. Voy a agarrar las cosas de Talyn y ya vuelvo. -Ella
se fue a los vestuarios y encontró la pequeña bolsa que Talyn había llevado. Al abrirla, se detuvo.
Doblada perfectamente en la parte superior estaba la remera que le había pedido, junto con una
pequeña rosa roja. Las lágrimas inundaron sus ojos. Él siempre estaba sorprendiéndola con tales
regalos dulces y considerados.

-Por favor, mantente a salvo -susurró. No quería pensar en que algo le sucediera.

出生反抗的

Tan pronto como Talyn llegó a la base y se dio cuenta de que tenía que despegar con urgencia
debido a otro ataque Tavali, corrió hacia los armarios para cambiarse de ropa. Despliegues de
emergencia como éste eran la única vez que le era permitido estar aquí y cambiarse con los
Investidos.

Los nervios de todos estaban tensos mientras amigos bromeaban y se vestían tan rápido como
podían, para luego correr a las naves.
Talyn accidentalmente rozó su manga vacía contra el hombro de una hembra mientras se
ponía su traje de vuelo.

-¡No me toques! –Ella le gruñó con injustificada hostilidad.

Asumiendo que era a causa de la condición de su nacimiento, Talyn murmuró una disculpa y
se alejó para terminar de vestirse. Pero mientras sacaba sus botas, él la miró y se dio cuenta de la
forma en que sus manos temblaban mientras luchaba con las hebillas de su traje. El hecho de que
sus ojos estaban hinchados y rojos como si hubiera estado llorando durante un tiempo.

Más que eso, había una huella débil de una mano alrededor de la piel de su garganta que se
asomaba por encima de su cuello alto. Una ligera formación de costras de sangre alrededor de su
nariz.

Alguien la había atacado, y por la forma en que ella estaba actuando, consideró que no había
sido una pelea legítima.

Talyn sabía que no debía hablar con un oficial Investido, especialmente con uno de rango más
alto, pero obviamente ella estaba molesto y no debería estar luchando en este estado. Aunque su
nombre era Farina Pinara, él no tenía permitido utilizarlo, por lo que usó su nombre codigo. -¿Estás
bien, Syndrome?

Como era de esperar, ella lo miró con gran odio, luego se echó a llorar.

Aturdido, Talyn no estaba seguro de qué hacer. Antes de que pudiera detenerse, la atrajo
contra su pecho para consolarla. -Shh, está bien.

Ella tembló en sus brazos. Pero como era de esperarse, y al más puro estilo andarion, ella se
compuso con rapidez y dio un paso atrás. -Lo siento, Batur.

-No hay problema.

Cuando Anatole y sus dos hombres de flanco pasaron, Talyn vió la manera en que Anatole le
sonrió satisfactoriamente a Farina. Anatole le murmuró algo al idiota a su derecha que provocó que
el macho se riera antes de dar una mirada salaz sobre el cuerpo de Farina. Una que trajo una nueva
ola de lágrimas a sus ojos.

Y la hizo temblar aún más ferozmente.

Un mal presentimiento pasó por Talyn. Con su mirada, barrió alrededor de la habitación, y
notó la forma en que un número de hembras reaccionó ante Anatole y sus hombres de flanco de
casta alta. Lo rápido que desocuparon sus casilleros.

Incluyendo Farina.

Se fue tan rápido, que dejó parte de su uniforme detrás.

No te involucres. Esto no era asunto suyo y no había un soldado aquí que jamás estaría a su
espalda apoyándolo. Su récord actual de guerra era prueba de ello. Pero no podía evitarlo. Su madre
le había enseñado no debía apartarse de un andarion necesitado.

A luchar por lo correcto, no por el poder.


Tomando el equipo que dejó, se fue tras ella.

-¿Syndrome? -La llamó mientras la siguió hacia el pasillo-. Se te olvidó tu casco y guantes.

Las lágrimas nadaban en sus ojos cuando ella se detuvo y se volvió hacia él. -Gracias.

Sí, ella estaba destrozada. Normalmente, ella sería mordaz y enojona con él. Cuando ella
alcanzó el casco, él lo tomó con más fuerza para mantenerla allí por un minuto más.

-¿Anatole te hizo eso? -Él bajó la mirada hacia su cuello.

Ella tembló aún más. -No pasó nada.

Patrañas, y él lo sabía con todos los instintos que poseía. Maldiciendo, él comenzó a ir hacia
los armarios donde Anatole se estaba vistiendo.

Farina lo agarró del brazo. -Talyn, por favor. No.

No estaba seguro de que lo sorprendió más. El hecho de que ella se dignara a tocarlo o que
ella había usado su nombre. A partir de estas acciones por sí solas, una cosa estaba clara. Anatole
había destrozado su espíritu. En el pasado, ella nunca lo hubiera tocado. Si vamos al caso, él se
sorprendió de que ella supiera su nombre, además de “mestizo”. Era así como todos ellos lo
llamaban. -Nuestras hembras no son su harén privado.

Su agarre se apretó en su brazo mientras sus ojos se abrian. Ella bajó la mirada rápidamente y
dejó caer la mano de su brazo.

Talyn se dió vuelta para encontrar a Anatole y sus dos amigos acercandose.

-¡Esto no es un simulacro! ¿Tengo hacer un informe sobre uds dos?

Desafiante hasta el nivel de estúpido, Talyn frunció los labios a su OC. -¡Te reto a una pelea
en el ring hijo de puta! -gruñó.

Los amigos del coronel y Farina contuvieron el aliento audiblemente.

Anatole se rió en su cara. -Tú no me puedes golpear, estúpido pedazo de mierda. Significaría
tu vida si lo hicieras.

Talyn lo fulminó con la mirada. El bastardo cobarde no tenía derecho a mancillar el uniforme
andarion. Era una desgracia que alguien como él lo vistiera. -¿No es usted lo suficientemente
andarion para enfrentarme?

Anatole agarró la parte delantera de uniforme de batalla de Talyn y trató de empujarlo hacia
atrás. Sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta de cuán fuerte era Talyn y el hecho de que su toque
poco convincente no tuvo efecto sobre él. En absoluto. -Ten cuidado, mestizo. Sería una pena que
un héroe deportivo ardiera en llamas. -Chasqueando sus dedos, les hizo un gesto a sus perros
falderos que lo siguieran.

Cuando Talyn empezó a avanzar para terminar su discusión, Farina se puso en su camino.

-No vale la pena, Batur. Pero gracias por ser el macho que ninguno del resto ha sido.
Nightdice*18 asintió mientras ella se detuvo a su lado. -Sí. Todo el mundo ha hecho la vista
gorda.

Un tic empezó en la mandíbula de Talyn cuando se dio cuenta de que varios otros pilotos
hembra también lo miraban con gratitud. Algunas de ellos estaban prometidas, incluso casadas. Eso
lo enfureció aún más. No era sólo por ellas que luchaba. También era por su madre y Felicia. -No
me importa lo que me haga a mí. Esto tiene que terminar. Sangre real o no, no tiene derecho a tocar
a cualquiera de ustedes. ¡Nunca!

Farina le ofreció una sonrisa de agradecimiento mientras ella le entregaba su casco. -Voy a ser
tu flanco, Viper.

Él inclinó la cabeza hacia ella.

Por primera vez en su carrera, Talyn entró en la bahía con otros andarions. Y eso sólo lo
entristeció más porque se había ganado la amistad de Farina y de las demás hembras simplemente
haciendo lo correcto. Algo que todo varón en todo su escuadrón debería estar haciendo por ellas.

¿Qué había sucedido con la raza andarion que aguantarían esta mierda? ¿Permitir que sus
hembras sean amenazadas y maltratadas por un imbécil sangre real y sus amigos?

Cuando empezó a correr hacia su nave, una hembra se puso delante de él y golpeó su pecho
dos veces con su palma abierta, una señal amistosa de buena suerte.

Aturdido, apenas lo devolvió antes de ir a su caza. Incluso su personal de tierra hembra le hizo
un gesto con la mirada.

Queriendo hacer más por ellas, Talyn puso el micrófono en su lugar. Tenía Tavalis con los
que luchar en este momento.

Pero una vez que esto terminara, él tenía una guerra mucho más apremiante que tenía toda la
intención de batallar. -Viper-Ichi listo para despegar.

-Viper-Ichi puede despegar -respondió el controlador.

Talyn introdujo el código de despeje en su comunicador y fue arrojado hacia atrás contra su
asiento mientras la nave era expulsada a través de su tubo de lanzamiento.

Lo disparó directamente al infierno. Había combatientes en todas partes.

-Maldita sea, Viper -dijo Farina en su oído-. En serio que hiciste enojar a los Tavali más
temprano. ¿Qué hiciste?

-Al parecer, no les gusta que les disparen. ¿Quién lo hubiera sabido? -Él viró a la derecha y
evitó una explosión ion en su parabrisas.

Escuchó a su informante mientras mantenía sus ojos en el enemigo. Era otro grupo de Tavalis
del Porturnum. Si estaban relacionados con el grupo anterior con el que había luchado no estaba
claro. Si bien se decía que las cuatro ramas de Tavali funcionaban como gobiernos militares, nadie
fuera de su mundo pirata realmente sabía lo que pasaba en el interior de sus organizaciones. Eran
tan secretos como monjas ermitañas.
*18 Dado nocturno.
Lo único que Talyn sabía con certeza era que el grupo occidental de los forajidos piratas vivía
para cazar cargueros andarions. Por encima de todo, les encantaba tomar andarions como esclavos.

Por alguna razón, el líder Porturnum odiaba al Imperio Andarion y hacía todo lo posible por
atacarlos tan a menudo como le fuera posible.

Talyn se zambulló por debajo de los restos en llamas de un caza Tavali y salió por delante del
Storm Dancer. Maldijo en voz baja al reconocer esa nave. -Pit Viper al Comando. Este es el mismo
grupo Tavali con el que luché antes. Al menos parte de él.

No era de extrañar que lucharan como lo hacian. Esto era un ataque de venganza. Algo que
fue comprobado cuando su caza fue identificado y uno de los Tavali se separó del resto de los
andarions para perseguirlo.

Riendo, Talyn hizo lo que mejor hacía.

Hacer llorar a sus madres. Afortunadamente para Galene, él volaba tan bien como luchaba en
el ring. Al menos ese fue su pensamiento hasta que se topó con un caza Tavali negro con un piloto
que era increíble. El resbaladizo bastardo bloqueaba todo lo que Talyn le disparaba.

Peor aún, Talyn estaba teniendo un momento difícil esquivando las descargas que le
regresaba. El que le había enseñado a éste a pelear había sabido lo que estaba haciendo.

Mientras daba una vuelta para evitar otra ronda de explosiones, vio el nombre del piloto que
estaba escrito en Universal en el ala de la nave.

Blister*19.

¿Qué tipo estúpido nombre clave era ese? Ni siquiera quería saber lo que el Tavali había
hecho para ganarse ese apodo. No es que importara. Este era un talentoso y feroz guerrero, a pesar
de su nombre.

Talyn estaba realmente preocupado.

-¡Viper! ¡Punto diez!

Talyn disparó sus retro motores, se detuvo y dio una vuelta. Breves ráfagas de colores
iluminaban la oscuridad silenciosa alrededor de él. Por desgracia, ese movimiento lo puso en la
mira de Blister. El pirata abrió fuego con algún tipo de arma que Talyn nunca había visto antes.
Destrozó sus escudos y quemó a través la capa exterior de su caza.

-Viper-Ichi golpeado. -Talyn maldijo cuando sus controles fallaron-. Mis direccionales están
fallando. Motor trasero oscureciéndose.

Farina voló directamente hacia él para atacar a los piratas que la tenían contra él. -Syndrome
cubriendo a Viper. Necesito un timón andarions. ¡Dense prisa!

-Nightdice refugiando a Syndrome y Viper. Necesitamos ayuda. Viper está recibiendo fuego
masivo y están yendo por su garganta.

*19 Ampolla
Talyn se echó hacia atrás cuando otro choque corrió a través de su brazo debido a los paneles
en cortocircuito. Él vió un caza andarion que asumió que era Nightdice moviéndose para protegerlo.

O al menos eso pensó.

En un momento, él estaba abriendo el canal para advertir a Syndrome sobre dos Tavali que se
dirigían hacia ella. En el siguiente, el andarion disparó contra él y toda su nave explotó.
Capítulo 6
Felicia pasó las noticias, en busca de un informe sobre Talyn y cualquier posible batalla en la
que podría haber estado involucrado. No había nada. Sólo historias sobre los civiles que habían
desaparecido, y mujeres que habían sido atacadas.

Ella se obligó a no recoger su enlace. Había enviado tantos mensajes a Talyn que tenía miedo
de mandar otro de nuevo. En este punto, él podría hacerla arrestar por acoso.

El enlace zumbó.

-¿Talyn? -Preguntó sin siquiera verificar el número.

-Es Erix. ¿Eres Felicia?

-Lo soy. ¿Está todo bien?

Cuando él no respondió de inmediato, su corazón se salteó un latido. -Estoy en el hospital.

Se quedó sin aliento mientras las lágrimas llenaban sus ojos. -¿Talyn?

-Está en cirugía. Me llamaron cuando no pudieron contactar a su madre. Sabía que tú querrías
saber. He enviado un transporte para ti. Debe estar allí en cualquier momento.

-Estoy en mi camino. -Colgando, comenzó a ir hacia el ascensor, luego recordó que estaba en
su camisón. Frustrada, corrió a la habitación y se vistió lo más rápido que pudo.

No sabía cuánto tiempo le tomó llegar al hospital. Le pareció entre un latido del corazón y
para siempre.

Tan pronto como entró en la sala de espera, vio a Erix sentado, y parecía enfermo del
estómago. Aterrorizada y temblando, ella corrió hacia él. -¿Has oído algo?

Él negó con la cabeza.

-¿Sabes lo que pasó?

Erix suspiró cansadamente mientras tomaba su mano en la suya. -Ataque Tavali.

Felicia frunció el ceño ante la expresión de su cara. -¿Qué es lo que no me estás diciendo?

-Por accidente, escuché a los médicos hablar. Ellos piensan que podría haber sido fuego
amigo lo que lo derribó.

-¿Qué quieres decir?

La ira se abrió paso con dureza en sus ojos blancos. -Ellos dijeron que era uno de los nuestros
el que disparó a la nave de Talyn.
-¿Anatole?
-No lo sé. No dijeron.

La furia oscureció su vista mientras ella anhelaba sangre. -¿Hay alguna manera de
demostrarlo?

-Si hay imágenes de la batalla... a lo mejor.

Pero si era Anatole, se aseguraría de que se haya eliminado. ¡Bastardo!

Nunca en su vida había querido la garganta de alguien tan mal.

Erix le dio un abrazo. -¿Por qué no te sientas? Iré por un poco de café para nosotros.

-Gracias.

Cuando Felicia tomó su asiento, una alta, preciosa hembra que no parecía mucho mayor que
ella entró, llevaba un uniforme de gala de comandante. La comandante barrió su mirada en torno a
los ocupantes antes de que ella se dirigiera directamente a la estación vacía de enfermeras.
Impaciente, presionó y sostuvo el timbre.

La enfermera la miró mientras se acercaba hacia adelante desde un cuarto trasero. -¿Puedo
ayudarle?

-Soy la Comandante Adjunta Batur. Mi hijo, el Mayor Talyn Batur, fue traído y necesito saber
dónde está y su condición. Inmediatamente.

Felicia contuvo la respiración mientras esperaba por la actualización.

La enfermera buscó en su monitor. -Todavía en cirugía, Comandante. Eso es todo lo que


tengo. Lo siento.

La expresión de angustia en el rostro de la madre de Talyn trajo lágrimas a los propios ojos de
Felicia. -¿Cuál fue su condición cuando fue traído? Mis padres son los médicos Garaint y Nila
Batur. -Los ojos de la enfermera se abrieron ante los prestigiosos nombres que, literalmente, todo el
mundo en la profesión médica conocía-. Por favor, dime lo que tienes sobre mi hijo. Tengo que
saber.

La enfermera leyó de su pantalla. -Crítico Uno. Él recibió varios golpes directos que
explotaron su nave, y fue expulsado hacia el espacio. Parece que se estrelló contra la metralla o
escombros y estaba en paro cardiaco cuando lo transportaban en la capsula médica.

-¡No! -Su madre cayó de rodillas y sollozó.

Felicia estaba agradecida de estar sentada porque tuvo la misma reacción. Se sentía como si
todo el aire hubiera sido violentamente succionado fuera de sus pulmones.

Pero al ver el dolor agonizante en su madre, se acercó a ella y la tomó en sus brazos.

La comandante lloró en su hombro y se sacudió tan fuerte que Felicia temía que se
desmayara. Sus propias lágrimas la cegaron mientras rezaba con todo lo que tenía.
Una sombra cayó sobre ellas. Ella levantó la vista para ver la cara pálida de Erix.
-¿Qué pasó? -preguntó.

Acariciando la espalda de Galene, Felicia se obligó a dejar de llorar el tiempo suficiente para
responder. -Todavía esta en cirugía, pero estaba en paro cuando lo trajeron.

Sólo entonces su madre se movió hacia atrás para fruncirle el ceño a ella. -¿Quién eres?

-Felicia.

Con su ceño fruncido por la confusión, ella miró a Erix. -¿Quién es ella?

-La hembra de Talyn.

Ella parpadeó mientras fruncía el ceño aún más. -¿Desde cuándo?

Erix arqueó una ceja. -Durante semanas ahora, que yo sepa. ¿No te dijo?

Sacudiendo la cabeza, la comandante pasó una mirada menos que halagadora sobre Felicia. Al
menos eso era lo que supuso hasta que Galene amorosamente le tomó la cara con la mano. -¿Tu
cuidas de mi bebé?

-Lo mejor que puedo.

Galene la atrajo en un abrazo de casi la trituró y la besó en la mejilla. -Gracias.

Totalmente confundida, Felicia no estaba segura de qué pensar. Con la respiración


entrecortada, Galene finalmente se puso de pie y dejó que Erix la ayudara a sentarse.

Esta no era la madre andarion insensible que Felicia había esperado. Por un lado, la
comandante era muy joven. Ella debía estar en sus treinta y tantos años, si acaso eso.

Ya que la comandante se negaba a asistir a sus peleas, Felicia había asumido que Galene sería
indiferente y fría, algo que no era raro en sus madres. Pero a medida que pasaban las horas, y su
madre entre lágrimas le mostró cientos de imágenes y le contó una historia tras otra de las
payasadas de la infancia de Talyn, ella aprendió exactamente cuánto su madre lo amaba y lo
adoraba.

Muchísimo.

Galene incluso tenía copias de sus transcripciones de pre-primaria y primaria y las notas en su
enlace, así como las estadísticas para cada pelea en la que había estado.

Por encima de todo, Felicia aprendió que Talyn mantenía todo de sí mismo guardado. No era
solo de Felicia con quien se mantenía reservado. Él realmente no hablaba de nada con nadie.

Ni siquiera con su propia madre.

De hecho, él le había contado a Felicia más sobre sí mismo que a cualquier otro. Y teniendo
en cuenta lo poco que era, era realmente aterrador.
Cuando Felicia mencionó brevemente la escuela de medicina a su madre, Galene no tenía ni
idea de que Talyn había solicitado entrar. Mucho menos ser rechazado. En repetidas ocasiones.
Felicia apenas se había detenido a sí misma antes de revelar algo que él debe haber ocultado de su
madre por una razón.

Galene se levantó para volver a caminar de nuevo. Al igual que su hijo, era una intensa bestia
feroz. Una fuerza a tener en cuenta. Ella miró la hora y maldijo.

-Él va a estar bien. -Felicia la tranquilizó.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-Porque si no es así, voy a ir por una matanza, y estoy segura que los dioses no quieren que yo
haga eso.

Su madre soltó un bufido. -Yo te ayudaré.

-Bien. Necesito a alguien que recargue el arma. -Felicia ahogó un bostezo. El amanecer estaba
cerca. Ya había pasado un cambio de cirujanos, lo que era bueno y malo. Bien porque significaba
que Talyn lo estaba haciendo lo suficientemente bien en la cirugía y que estaban dispuestos a seguir
adelante. Malo porque estaba tomando mucho tiempo.

Erix se había quedado dormido hacía una hora y estaba acurrucado en una silla, roncando.

-Voy a ir por más café para nosotras. -Felicia apenas se había puesto de pie y se había estirado
cuando el cirujano llegó a través de las puertas.

Él se acercó a ellos con estoicismo practicado. -¿Es una de ustedes Felicia?

-Soy yo.

Con un movimiento de cabeza severo, él la reconoció. –El Major Batur la estuvo llamando
cuando lo trajeron. El primer cirujano quería que le diga eso y que me asegure de que estés a mano
para cuando se despierte.

-¿Cómo está? -preguntó su madre.

-No lo sabremos al menos durante las próximas veinticuatro horas. Si él las sobrevive, será
una buena señal. Pero hay fue una gran cantidad de hinchazón en su cerebro y tenía un número de
huesos rotos que pusimos juntos de nuevo. Probablemente tendrá una cojera permanente de la
cirugía en su pierna izquierda. Varios órganos internos estaban dañados de cuando los dampners*20
cedieron, y es probablemente lo que lesionó su cabeza.

Felicia tomó la mano de Galene en la de ella mientras escuchaba atentamente.

-¿Podemos verlo? -preguntó Galene.

-Está en recuperación en estos momentos. Pero tan pronto como lo traslademos a una
habitación, voy a hacer que una enfermera venga por usted.

-Gracias.
Él inclinó la cabeza hacia ellos antes de desaparecer por la puerta de Cirugía de nuevo.
*20 Es un dispositivo hidráulico usado para reducir las pulsaciones en un sistema hidráulico.
Bostezando, Erix se unió a ellas. -¿Él está bien?

-Está fuera de cirugía y en recuperación. -Galene le palmeó el brazo-. ¿Por qué no te vas a
casa?

Él asintió con la cabeza. -Llámame si necesitas algo.

-Lo haré. –Ella se volvió hacia Felicia-. Tú probablemente deberías ir también.

-No me iré -dijo rotundamente-. No mientras él esté aquí.

Galene la atrajo hacia ella y la abrazó. Ella le dio un beso en la cabeza de Felicia. -Gracias.

-No tienes que darme las gracias. No en lo que a Talyn respecta. Es para mí el honor más alto
cuidar él. -Felicia le sonrió-. Voy a buscar el café. ¿Lo quieres solo de nuevo?

Ella asintió con la cabeza.

-Vuelvo enseguida.

Cuando Felicia entró en la sala de descanso, oyó a dos de las enfermeras hablando.

-Te lo digo, él es Talyn Batur. El Iron Hammer. Si llamamos a los medios de comunicación,
podemos hacer una fortuna con esto.

Felicia vio en rojo a otro grupo de andarions Investidos tramando como hacer dinero con el
dolor de Talyn. Antes de que pudiera pensarlo dos veces, ella fue derecho a su mesa. -Si usted llama
a los medios de comunicación -Felicia miró en nombre en la etiqueta de la hembra-, Dorea, o si
alguien más en este hospital, para el caso, los llama, voy a arrastrarte personalmente por el pasillo
por tus extensiones de cabello barato, y golpearte a cada paso del camino.

Ella se burló de Felicia. -¿Quién eres?

Normalmente, Felicia habría retrocedido ante esa mirada mordaz y condescendiente.

Pero no esta vez. Estaba cansada de la forma en que todos trataban a Talyn cuando no lo
merecía. Cansada de la manera en que su cultura funcionaba. Si él fuera un Investido, no se
hubieran atrevido a respirar una palabra de su nombre en voz alta.

-La hembra sedienta de sangre de Talyn que mantiene su vida privada sagrada... ¿tu vida? No
tanto.

Su rostro se puso pálido.

-Sí, recuerda eso. Él está aquí para ser entendido y sanar, y no ser perturbado por animales
oportunistas en busca de dinero y beneficiarse de las lesiones que sufrió cuando protegía a su raza
de piratas. Él es un héroe, no un pago adicional para el gusto de ustedes.

Felicia regresó a la cafetera para tomar el café de la comandante. Ella echó una última mirada
amenazadora a las hembras. -Mejor se aseguran de que ningún medio de comunicación se presente,
o las reportaré a las dos. Y antes de que pregunten, sucede que mi padre es Satrapehs Saren ezul
Terronova. Voy a quedarme tanto con sus trabajos y sus pútridas vidas en el momento en que salgan
por la puerta. -Con eso, se llevó el café a la sala de espera y le entregó una taza a Galene.

Sus manos temblaban tanto por su ira que estaba sorprendida que no se hubiera quemado con
el café. Ella nunca antes se había puesto en tal posición en nombre de nadie. Y ahora sabía por qué.
Daba miedo. Ellos eran mucho más grandes que ella. Pero al diablo con ellos si alguien iba a ganar
dinero a costa de Talyn. Lo último que necesitaba era una bandada de buitres que intentaran
entrevistarlo mientras él estaba luchando por su vida.

Aunque a ella no le entusiasmaba la idea de hablar con su padre, ella haría esa llamada y
patearía el culo de todos los profesionales médicos en este edificio. Nadie haría daño a Talyn. No
después de todo lo que había hecho por ella, y pidiendole tan poco a cambio.

Felicia se forzó por calmar su respiración al darse cuenta de cuánto Talyn estaba empezando a
significar para ella.

-¿Estás bien? -preguntó Galene.

Felicia forzó una sonrisa. -Preocupada por Talyn. -No había necesidad de disgustar a su
madre aún más. Ella tenía suficiente a lo que hacer frente.

Una lágrima se deslizó por la mejilla de Galene. Sacándosela, ella tomó un sorbo de café. -Él
es todo para mí, Felicia. Es todo lo que tengo en este universo. Yo no podría vivir si algo le pasa a
mi bebé. –Trató de no sollozar-. ¿Por qué no fue a la escuela de medicina como yo quería? ¿Por
qué?- Ella rompió en sollozos silenciosos de nuevo.

Felicia se mordió el labio para no hablar. Quería responder a esa pregunta, pero no le
correspondía. Talyn conocía a su madre mucho mejor que ella. Si él le había ocultado la verdad,
debía tener una muy buena razón.

Felicia se sentó a su lado. -Él va a estar bien, Comandante. Lo sé. Él es un luchador


demasiado fuerte como para ser derrotado. Él no nos hará eso.

Con sus labios temblorosos, ella tomó el rostro de Felicia en su mano. -Eres preciosa. Puedo
ver por qué Talyn te eligió.

-Sólo dices eso porque no me has conocido en la mañana. Te lo prometo, no soy buena. Más
bien soy feroz.

Galene rió. -Como una pequeña mia.

Felicia sonrió ante la palabra para ratón. Ella le mostró sus colmillos. -Mia con una viciosa
mordida. -Al menos ella finalmente estaba descubriendo que tenía dientes.

Galene la saludó con la taza. -Tendrías que serlo para que mi Talyn te ame.

Incómoda, Felicia desvió la mirada. Su madre no sabía que era una compañera pagada.
Galene pensaba que eran novios, y ella no tenía el corazón para decirle la verdad. Lo último que
quería era que la madre de Talyn se burlara de ella como otros andarions habían hecho.

Especialmente teniendo en cuenta lo mucho que Felicia lo amaba.


Ella estaba terminando su café cuando una enfermera entró para buscarlas.

Su madre la tomó de la mano antes de que siguieran a la hembra a la sala privada donde Talyn
estaba conectado a monitores. Al principio, estuvo asustada, hasta que vio lo fuertes que eran sus
signos vitales.

Ella le apretó la mano a Galene. -¡Lo ve! Le dije que estaría bien. Mira ese ritmo cardíaco, y
sus niveles de oxígeno y su respiración.

-Sin embargo, su actividad cerebral es baja.

Felicia lo estudió. -Él todavía está en un estado de coma inducido químicamente. Eso es lo
que se espera.

Galene frunció el ceño. -¿Eres de una familia de médicos?

-Estoy en la escuela de medicina. Segundo año.

Una brillante sonrisa iluminó su rostro hermoso. -Mi madre es una especialista líder en cardio
y mi padre el médico real que estuvo en el parto de tizirani Jullien y Nykyrian. ¿Cuál es tu objetivo
principal?

-Era pediatría. Pero ahora me estoy inclinando hacia la medicina deportiva.

-¿Debido a Talyn?

Felicia asintió. -Yo ya aprobé mis certificados como entrenadora personal, y sé que él va a
tener problemas a largo plazo con lo que hace durante sus horas libres. Me gustaría ser capaz de
ayudarlo con el tiempo.

Eso pareció complacerla.

Galene inclinó la cabeza hacia un pequeño sillón reclinable en la esquina. -¿Por qué no
descansas mientras hago la primer vigilancia?

-¿Segura?

Ella asintió con la cabeza. -Soy militar y estoy acostumbrada a estar privada de sueño. Y te
ves como si estuvieras a punto de caerte.

¿Honestamente? Felicia lo estaba. Había sido un largo día, y con los exámenes finales
acercándose, no había estado durmiendo tampoco. Bostezando, se fue a la silla.

Galene sacó una manta de repuesto del armario de suministros médicos y la cubrió con ella.

-Gracias.

Ella palmeó el hombro de Felicia. -Buenas noches, cariño.


Cuando Felicia cerró los ojos, vio a la madre de Talyn ir a la cama para tomar la mano de
Talyn. La apretó contra sus labios para besar sus nudillos y luego la acercó a su mejilla mientras
susurraba oraciones desesperadas por su recuperación.
Yo estaba tan equivocada acerca de usted. Ahora entendía por qué Talyn se dedicaba a su
madre. Por qué nunca hablaba mal de ella, y por qué había cedido a sus horas para que ella recibiera
un ascenso.

Él era el mundo entero de su madre.

A diferencia de los padres de Felicia para con ella, Galene no lo veía como una carga o una
molestia. Él era su bendición y fortaleza.

Eso era algo que Felicia no sólo entendía, si no algo con lo que estaba familiarizada. Las
lágrimas se desbordaron por sus ojos mientras ella miraba de nuevo a su rostro magullado.

No nos dejes, Talyn.

Ambas lo necesitaban. Durante toda su vida, se había sentido no deseada y sola.


Menospreciada. Pero Talyn la necesitaba tanto como ella lo necesitaba. Por primera vez, se sentía
como si tuviera un lugar en este mundo. Alguien que realmente se preocupaba por ella. Y sin
embargo, en el fondo de su mente era una realidad de que en cualquier momento en que su vida las
cosas habían ido bien, habían descarrilado. Horriblemente.

Por favor, no te mueras.

Mientras miraba los monitores, lo sabía, a pesar de lo que ella le había dicho a Galene, las
probabilidades no estaban a favor del Hammer en esto. Sus posibilidades de supervivencia eran tan
pequeñas, que no podía soportar pensar en ello o ella gritaría.
Capítulo 7
Talyn parpadeó y lentamente abrió sus ojos abiertos mientras gemía debido a un dolor de
cabeza terrible. Dioses, dolía. Respirando áspera y trabajosamente, sintió una presión sobre ambas
manos. Frunciendo el ceño, miró hacia arriba para ver la mirada brillante de Felicia.

Luego la de su madre.

Confundido, él empezó a hablar, sólo para sentir el tubo en la garganta que le impedía
hacerlo.

Su madre llamó al médico mientras Felicia apretaba su mano.

-Hola nene. -Ella levantó la mano de él hacia los labios de ella y la besó.

Él apretó con más fuerza sus dedos.

-Nos tenías aterrorizadas -su madre lo reprendió con cariño-. Nunca te lastimes de nuevo. ¡Lo
digo en serio!

En realidad no había tenido intención de hacerse daño esta vez. Para ser sincero, no podía
recordar lo que había sucedido. En un momento, él había estado luchando ferozmente. A
continuación...

Todo lo demás era un borrón en su memoria. Incluso la mayor parte del día había
desaparecido. Realmente no podía recordar nada.

Su madre y Felicia dieron un paso atrás cuando el médico y la enfermera entraron a evaluarlo.

-Es increíble -dijo el médico finalmente-. Él todavía se está recuperando, pero sus signos
vitales son fuertes y él debería volver a la normalidad en pocas semanas. Él definitivamente se está
curando mejor de lo que esperábamos.

Dioses, Doc, gracias por ese feliz pronóstico. Es bueno saber que todavía estaba desafiando
las probabilidades que decían que caería muerto en cualquier momento.

-Si ustedes dos salen de la habitación, le quitaré el tubo.

Su madre se fue primero. Felicia dudó.

Con una pequeña y dulce arruga de nariz, ella le sonrió. -No muerdas al médico.

Taly se rió, y luego se atragantó.

El médico, sin embargo, no apreciaba el humor de Felicia.

Al principio Talyn estuvo muy bien cuando le quitaron el tubo. Hasta que se atoró. Luego
empezó a vomitar inmediatamente.
La enfermera se apuró y apenas lo atrapó.
Sacudiéndose todo, Talyn se recostó mientras su estómago se asentaba de nuevo.

-Respira tranquilo. -El doctor volvió a tomar sus signos vitales-. Lo estás haciendo bien.

Sí, claro. Talyn miró al médico como si el varón estuviera loco. No se sentía bien. Se sentía
como mierda total.

Después de unos minutos, el médico dejó entrar a las hembras de nuevo. -Dale de comer
trozos de hielo. Él no está listo para beber por el momento, pero necesita mantenerse hidratado.

Felicia fue a buscar una taza mientras su madre regresaba al pie junto a su cama.

-Deberías haberme hablado de Felicia. Ella fue todo un shock para mi sistema.

Él tragó saliva antes de tratar de hablar. -No la he conocido tanto tiempo. Sólo un par de
semanas.

Ella entrecerró los ojos hacia él. -Ella es una compañera, ¿no?

Él apartó la mirada.

-No tienes que contestar. Ella tiene que serlo. Pero deberías saber que ella no se ha ido de aquí
desde que fuiste traído hace cuatro días. Ella ha hecho mandados para mí y nos ha cuidado como lo
haría una hija, y ha estado genuinamente asustada por ti. No sé cuál de las dos rezó con más fuerza
por tu recuperación. -Ella pasó su mano a través de sus trenzas-. Pagada o no, esa chica te adora.
Nadie puede fingir el corazón que he visto en ella, y definitivamente no por casi una semana sin
dormir.

Él tragó saliva con fuerza mientras esas palabras le ahogaron con emociones que ni siquiera
podía empezar a comprender. Pero había uno que podía identificar fácilmente. -Yo la amo, Matarra.

Su madre se puso tensa. -Talyn... eres demasiado joven para saber qué es el amor.

Enfáticamente no estuvo de acuerdo con eso. Mientras él podría ser joven, él sabía lo que
sentía. Y él era mucho mayor de lo que sus padres habían sido cuando su madre “se enamoró” de su
padre.

Si lo que su madre sintió por el imbécil que lo engendró a él no era amor, maldita sea si él
sabía lo que esa palabra significaba.

-Nunca has tenido una mujer antes, hijo. No cometa el error de pensar que tus niveles
hormonales pueden mantener una relación difícil. Tú sabes por qué tú nunca puedes tener una
hembra o una familia propia. ¿Qué pasaría si alguna vez viera tu verdadero yo? Los riesgos... no
puedes permitir que nadie se acerque tanto a ti, y tú lo sabes.

Talyn apartó la mirada mientras reprimía una sonrisa burlona ante la manera en que ella
descartó sus sentimientos. Desafortunadamente, él sabía exactamente lo que quería decir. El amor
era difícil para dos andarions Investidos normales.

Para alguien como él...


No tenía nada que ofrecerle a Felicia, excepto un profundo riesgo y angustia.
-Por favor, dime que no le has dicho nada de esto a ella.

Él negó con la cabeza. -Todavía estamos en nuestro período de prueba.

-Entonces yo no le diría. Nada bueno puede salir de esto. Tú lo sabes.

Por mucho que odiara admitirlo, ella tenía razón.

Lamiendo sus labios, hizo una mueca y cambió de tema. -¿Hay algo que pueda utilizar para
cepillar mis dientes?

Su madre sonrió. -Mi soldadito correcto. Siempre tan meticulosamente limpio y bien cuidado.
Ella fue al lavabo para abrir su kit de afeitado.

-Sí, bueno, me cansé de las nalgadas y los discursos cada vez que no lo estaba.

Riendo, ella regresó para ayudarlo a cepillarse los dientes. -No sé sobre eso. Creo que debes
haber disfrutado de las nalgadas. Pasaste de dejarme hacerlo, a que lo haga cada andarion que entra
en el ring contigo.

Él escupió la pasta en el recipiente de plástico que ella sostenía para él. -¿Qué puedo decir?
Tan grandes y peludos como puedan serlo en su peor día, están lejos de ser tan temibles como tú en
tu mejor momento.

Su madre dejó escapar un je cansado a eso.

Mientras terminaba de cepillarse los dientes, Felicia regresó con los trozos de hielo. -¿Ya está
hablando?

-Sí, ya lo hago.

Ella sonrió cálidamente. -He echado tanto de menos el sonido de esa voz retumbante y
profunda. -Metió la cuchara en la taza y la sostuvo para que coma.

Él obedientemente abrió sus labios y le permitió alimentarlo con hielo.

Su madre levantó una ceja mientras ella los observaba. -Me siento como una intrusa.

Felicia se sonrojó. -Lo siento, Comandante. -Sostuvo la copa hacia ella-. ¿Le gustaría hacer
esto?

Ella negó con la cabeza. -Tengo la sensación de que a él le gustaría mucho más comer de tu
mano que de la mía.

Talyn comió otro bocado de hielo. -¿No deberías estar en clase?

-Hablé con mis profesores. Ellos entienden, y he estado haciendo mis tareas mientras nos
turnábamos para cuidarte.

Él miró a su madre. -¿Y que hay contigo?


-Yo no tengo clase.
Él rodó los ojos. -¿Qué pasa con tu puesto?

-Hablé con mis superiores y entienden. Lo siento, campeón. Está atrapado con ambas.

-Yo no lo querría de ninguna otra manera. Bueno... tal vez con un poco menos de dolor. -Él
hizo una mueca mientras se acomodaba en la cama.

Felicia comió un poco de sus pedacitos de hielo.

-¡Oye! –dijo él en broma.

-¿Qué? -Ella parpadeó inocentemente sin el menor atisbo de culpa en sus ojos-. Te traeré más,
bebé grande-. Ella le dio de comer otro bocado.

A pesar del dolor, su cuerpo se endureció ante la intimidad de la alimentación con la misma
cuchara que acababa de tocar sus labios y lengua. Pero no era la cuchara o el hielo lo que quería
probar. Eran aquellos descarados y brillantes labios que lo hacían sentir hambre.

Maldita la manta de hospital por ser tan delgada. Dobló su rodilla para disimular el repentino
bulto, temiendo que fuera demasiado obvio.

El rubor, tanto en la cara de su madre como en la de Felicia, corroboró el hecho de que su


erección era tan evidente como él temía.

-¿Quieres una almohada, bebé? -preguntó Felicia.

-Sí -casi gruñó, humillado hasta el centro de su alma.

Riendo, ella sacó una de un pequeño sillón reclinable y la colocó sobre su ingle.

-Gracias.

Su madre se aclaró la garganta. -Creo que voy a ir a... llamar a alguien. Vuelvo en un
momento.

Tan pronto como ella se fue, Felicia se inclinó para darle el beso que se estaba muriendo por
darle. Cuando ella comenzó a alejarse, él la mantuvo allí durante un momento más.

-¿Mejor? -ella preguntó con una sonrisa maliciosa.

-En realidad no. -Él tiró de la almohada de nuevo a mostrarle.

Ella le chistó. -Pobre bebé. ¿Quieres que la bese y la haga sentir mejor?

-No te burles de mí así cuando sabes sabe la respuesta.

Mordiéndose el labio, ella miró hacia la puerta. -Es realmente público.

-Lo sé. Maldición.

Ella le mordisqueó los labios mientras se acurrucaba contra él.


Cerrando los ojos, él saboreó el calor de su cuerpo y el aroma de sus rizos que lo excitaban
aun más. Era tan difícil no decirle lo que sentía. Lo contento que estaba de que ella parecía
preocuparse por él.

Incluso si ella estuviera fingiendo, él lo tomaría. Los únicos que alguna vez habían sido
amables con él eran su madre, la tía Jayne, su marido, y Erix. Era agradable tener a alguien más
para cuidarle su espalda.

Felicia le dio un ligero apretón antes de que ella se sentara en la cama y continuara dándole de
comer hielo. Ella miró por encima de sus monitores. -Tu ritmo cardíaco y tu presión arterial estan
elevándose. ¿Estás adolorido?

-Sí, pero estoy bastante seguro de que eres el motivo de esa elevación. -Miró a la almohada en
su regazo-. Además de otras.

El rubor volvió a las mejillas de Felicia. -Creo que te gusta avergonzarme.

Él pasó la mano por sus rizos gruesos en los cuales él literalmente quería bañarse. -Eres
adorablemente hermosa cuando te sonrojas. ¿Realmente he dormido durante cuatro días?

-Sin contar el día que estuviste en cirugía. Sí.

-Maldita sea, ellos tienen razón. Yo soy un bastardo desconsiderado por ser compañía tan
grosera para ti.

Resoplando, ella rodó sus ojos. -¿Te acuerdas del accidente en absoluto?

Talyn negó con la cabeza. -Recuerdo vagamente algo sobre ese día. La última clara memoria
que tengo es de ti alimentándome en el gimnasio. -Luego se echó a reír al recordar un inocuo
detalle-. Oh, espera... había un Tavali llamado Blister en la batalla. ¿Qué tan estúpido es eso?

Ella arrugó la nariz. -¿Blister?

-Sí, todos tenemos nombres codigo embarazosos al principio, pero normalmente se


desvanecen después de una pelea o dos. Rara vez llegan a nuestras naves.

-¿Así que el suyo no fue siempre Pit Viper?

-No. Era Trasero Mestizo hasta que me cansé del bastardo gigante y arrogante que me lo dio.
Él estaba burlandose de mí como de costumbre y luego cometió el error de hablar mal de mi madre.
Me quedé inmóvil a medio paso y, sin previo aviso, lo derribé con un solo golpe. De ahí el nombre.
Cuando me quedo inmóvil, necesitas correr. Significa que estoy apuntando y a punto de golpear...
con consecuencias fatales.

Ella le dio de comer más hielo. -Así que ¿Blister es lo único que recuerdas de toda la pelea?
Creo que necesito hacer una evaluación psicológica en ti sobre eso.

Sonriendo ante sus burlas juguetonas, él apartó la mirada. Hasta que si recordó algo. -Ahora
que lo mencionas, creo que yo estaba hablando con Syndrome cuando mi nave cayó.

Felicia se quedó helada al oír el nombre. -¿Syndrome?


-Una hembra en mi equipo... ¿por qué estás tan enojada?

Ella trató de reprimir su ira, pero era imposible. Una parte de ella quería golpearlo.

Pero, más que nada, ella quería encontrar a esta hembra y asegurarse de que entendiera en
términos inequívocos que Talyn tenía a alguien en su vida.

Con un movimiento de la barbilla, ella indicó los ramos de flores y globos que se alineaban en
el estante en frente a su ventana. -Syndrome envió esos para ti... uno nuevo cada día que has estado
aquí. A ella realmente le debes caer bien.

Talyn se frotó la cabeza mientras trataba de recordar. -En realidad no. Por lo general, ella
gruñe un insulto si acaso miro en su dirección general. -Había una sombra de algo sobre Syndrome
en los bordes de su mente, pero no podía ver que era-. Debo haber recibido una explosión por ella.
O algo se estrelló contra mí. Tal vez.

-Te dispararon -dijo su madre mientras ella se reunía con ellos-. ¿Realmente no oiste las
alarmas advirtiéndote de que te habían avistado?

Él negó con la cabeza. -Habría tomado acciones evasivas si hubieran sonado.

-¿Qué significa eso? -Felicia le preguntó a Galene.

Talyn explicó por ella. -Cada vez que los sistemas de focalización del enemigo se enfocan
sobre nosotros, nuestras alarmas suenan para advertirnos que están a punto de dispararnos, para que
podamos salir de en medio.

-¿Funcionaron mal?

-Posiblemente.

Su madre cruzó los brazos sobre su pecho. -Hablé con el personal de tierra que revisó los
restos de tu nave ayer. Están bastante seguros que fuiste golpeado por fuego amigo.

Aun así, él no podía creerlo. -¿Cómo? Nuestros sistemas no pueden enfocarnos el uno al otro,
o disparar. Estan bloqueados para ello.

Su madre no estaba dispuesta a dejarlo pasar. -Se sabe que sucede, de vez en cuando.

-¿Podría ser que el Tavali esté utilizando nuestro sistema en la armada? -preguntó Felicia-.
Tal vez realmente eran ellos.

Él negó con la cabeza de nuevo. -Hay un programa de lucha especial que utilizamos. Incluso
si tuvieran uno de nuestros sistemas, no proporcionaría el código correcto para silenciar las alarmas
en mi nave. Cada batalla tiene un nuevo y único código que no se genera hasta que despegamos
para esa pelea específica.

Furia oscureció la mirada de la madre de Talyn. -Cuando me entere de quien te disparó,


sangre será derramada.
Talyn se quedó mirando a la pared sin responder. Sólo había un andarion quién se habría
atrevido. Sólo una persona la que hubiera tenido acceso a los códigos de anulación.
Anatole.

Él no tenía ni idea de por qué ese bastardo lo odiaba tanto. Pero así era. Y no había nada que
su madre pudiera hacer. Ni siquiera podía conseguir que Talyn fuera reasignado a otro puesto. Así
que no dijo nada. Lo único que la verdad lograría sería alterarla. Ella nunca había podido manejar
bien algo cada vez que estaba fuera de su control. Sobre todo cuando él y su bienestar estaban
involucrados. Entonces su culpabilidad entraba en escena, y Talyn odiaba ver eso en sus ojos.

No era culpa de ella que su padre la abandonara mientras ella había estado embarazada. Eso
recaía sobre los hombros de Fain Hauk. Él era el hijo de puta irresponsable que la había embarazado
y se alejó sin mirar atrás.

Lo único que ella había hecho mal fue renunciar a su vida y prestigio para quedarse con
Talyn. Aunque había veces en que él deseaba nunca haber nacido, él nunca había lamentado que su
madre se quedara con él. Su vida habría sido infinitamente peor que ella hubiera renunciado a él.
Mientras que los huérfanos sin linajes paterno o materno estaban técnicamente por encima de su
casta en su sociedad rígida, estaban totalmente excluidos de la milicia. Su papel habría consistido en
la de un sirviente sin voz ni voto, forzado a los más humildes puestos de trabajo.

Tomando la mano de su madre, él se la acercó a su corazón.

-Te amo, Talyn -susurró, besando su cien.

Talyn aumentó la presión sobre la mano de su madre, pero no habló. Su gratitud hacia ella era
demasiado grande ser trivializada por palabras que no podían transmitir la profundidad de lo que
realmente sentía.

Buscó a Felicia y le tomó la mano también. -Mis dos munataras. No podría pedir mejor
compañía.

-Bueno, mira esto... y yo que sentía lástima por tu trasero. Maldición, teniendo a estas dos
hermosas hembras adorándome, yo también me pondría en la línea de fuego.

Resoplando, Talyn miró hacia la puerta para ver a Erix uniéndose a ellos. -Claro que lo harías.
Tú lloras cuando te lastimas un dedo.

Con los brazos cruzados sobre su pecho, Erix se movió para estar a los pies de la cama de
manera que pudiera fruncirle el ceño a Talyn. -¿Cómo te sientes, chico?

-Como si me hubiera pasado de copas contigo.

Erix le chistó. -Adulación sólo hará que te dé una hora extra de vueltas.

-Siempre amenazas, pero nunca lo haces.

-Porque eres tan lindo que me recuerdas a mi hija. -Erix miró a la madre de Talyn-. ¿Sabe
cuándo lo piensan dejar ir?

-Una vez que él procese alimentos sólidos durante un día completo sin complicaciones, van a
dejarlo ir a casa.
Él asintió. -Voy a hacer que Ferrick reprograme algunas peleas.
-Ferrick me va a matar.

Erix se burló. -No te preocupes por ese viejo buitre. Yo me ocuparé de él. Tú concéntrate en
recuperarte.

Talyn asintió. -Voy a salir de aquí lo antes posible. –Él no tenía intención de permanecer en
esta cama un minuto más de lo que fuera absolutamente necesario. Pero mientras escuchaba a su
madre y a Erix hablar, su memoria comenzó a llenarse lentamente con detalles de su misión.

Más que eso, se acordó de por qué Syndrome le había enviado flores.

Anatole estaba abusando seriamente de su poder y Talyn lo había desafiado. Al parecer, así
era cómo el real idiota respondía a una invitación legítima.

Con traición.

De acuerdo, perro. Si Anatole no quería enfrentarlo en el ring como un verdadero andarion,


Talyn lo reportaría.

De una forma u otra, él terminaría con esto.

出生反抗的

A solas en su habitación, Talyn se burló de la noticia que cubría la batalla contra los Tavali.

-El Coronel Anatole emergió como el héroe del día. Con siete muertes, él solo salvó a su
unidad y la vida de cada andarion que luchó junto a él. Andaria tiene una deuda tremenda con el
miembro de la familia real. Somos afortunados de tener a alguien como él de nuestro lado.

Talyn apagó las noticias antes de que vomitara, sólo por principios. Ridículo.

Su enlace zumbó. Pensando que era su madre o Felicia reportándose con él, respondió sin
revisar el identificador de llamadas.

Era el comando. -Major Batur, hemos recibido su informe y el Comandante Principal lo ha


revisado cuidadosamente. Queríamos asegurarnos de que usted está dispuesto a respaldar lo que ha
escrito, ya que seriamente contradice lo que los Coroneles Anatole y Pinara han informado.

Talyn frunció el ceño. -¿Qué quiere decir?

Un archivo apareció en su enlace. -Ellos dicen que usted es el que ha estado haciendo
proposiciones a las hembras en su equipo, y el Coronel Anatole tiene los testimonios de seis
hembras diferentes que dicen que usted se ha comportado de manera inapropiada con ellas. El
Comandante está revisando el resto de su archivo para ver si un descenso de categoría está en orden.
Así que, de nuevo le pregunto ¿desea presentar su informe y que pase a ser parte de su expediente?

Talyn no podía respirar cuando entendió esas palabras y se dio cuenta de que Syndrome lo
había arrojado a los lobos por atreverse a ayudarla. -¿Qué es exactamente lo dijo la Coronel Pinara?
-Ella dice que usted la ha acosado en dos ocasiones distintas, y que ella ha visto como usted se
expone a si mismo ante otras hembras en su equipo.

Talyn apretó los labios. Así que él puso su trasero en la línea por Syndrome y que ella lo
había vendido. Minsid infierno.

¿Por qué estaba incluso sorprendido?

-¿Quiere continuar con su informe, mayor?

La parte suicida de Talyn estaba listo para continuar, pero la parte más cuerda de su cerebro
sabía mejor. Él era un bastardo Sin Investidura. Sin corroboración, nadie le creería. No contra un
miembro de la familia real.

El clavo que sobresale recibe un martillazo. El viejo proverbio andarion cruzó su cabeza. Y el
estaba cansado de recibir esos golpes.

Al diablo con esta mierda.

-No. Por favor, destruya el informe.

-Muy bien. Usted debería saber que cuando regrese al deber, el comandante quiere que se
presentes en su oficina para una acción disciplinaria.

Por supuesto que sí. -Debidamente señalado. -Talyn colgó y luchó contra el impulso de
destruir su enlace.

A la mierda con esto.

Acababa de alejar su enlace cuando este sonó con el tono de la armada. ¿Qué infiernos? No
había manera en que esto fuera bueno.

Con sus tripas retorciéndose, respondió para escuchar a Anatole en el otro extremo.

-¿Crees que eres inteligente, mestizo? Tienes suerte de que frené esto. Y te prometo que tan
malo como crees que lo has tenido, no es nada comparado a lo que te vas a enfrentar cuando
vuelvas a tu deber de nuevo. Te juro que te arrepentirás del día en que decidiste ponerte un
uniforme andarion. Al final del día, soy dueño de tu lamentable trasero. Y tengo la intención de
hacer que te inclines ane tus superiores y lamas mis botas. De una u otra manera, aprenderás tu
lugar. -Anatole colgó.

Talyn gruñó bajo en su garganta cuando la realidad lo pateó con fuerza. ¿Por qué se había
tomado la molestia de enfrentarlo por otra persona? Cualquier otra persona si acaso.

Ahora...

Él caería y nadie estaría allí para ayudarlo. Nadie.

Talyn Sin Familia


Nacido en pecado.
No importa qué, nunca vas a ganar...
En ese momento, él quería la garganta de cada andarion nacido. Pero ninguna otra más que la
de su propio padre.

Y la de todos los miembros de la línea de sangre Anatole.

出生反抗的

-Gracias a los dioses que estás aquí.

Felicia frunció el ceño ante la enfermera mientras ella salía del ascensor y se acercaba a su
puesto en el pasillo. Su corazón latía con miedo. Sólo había dejado a Talyn el tiempo suficiente para
ir a su examen final. ¿Habría empeorado en su ausencia?

Nunca debería haberlo dejado.

-¿Qué ha pasado?

Con su rostro como una máscara de horror, la enfermera hizo un gesto hacia la habitación de
Talyn. -¡Ese... macho es la más exasperante, hosca bestia desagradable que alguna vez haya
respirado! Estamos haciendo ta te ti para ver quién va a revisar sus signos vitales.

Felicia la miró boquiabierta. -¿Qué?

-¿Usted sabe que firmó las órdenes ayer para que no le diéramos calmantes sin su expresa
aprobación?

-Sí.

-Bueno, ahora está en dolor extremo y se niega a comer. Él no puede dormir. Y quiere la
cabeza de cualquier persona que se acerca a él. Y si no conseguimos alimentarlo, vamos a tener que
volver a insertarle una sonda de alimentación. Y ninguno de nosotros quiere hacer eso, por miedo a
lo que pueda hacer para tomar represalias contra nosotros... El médico está en una reunión ahora
mismo, tratando de anular las órdenes de Batur en las que rechaza los tratamientos, o hacer que lo
echen.

Felicia estaba horrorizada. -¿Dónde está su madre?

-Ella se tuvo que ir poco después de usted. Ha estado imposible desde entonces.

Felicia negó con la cabeza. -Está bien. Yo me encargo de él. ¿Dónde está la comida?

La enfermera fue a su estación y regresó con una bandeja. Ella se la entregó a Felicia. -Que
los dioses estén contigo.

Sin estar segura de lo que él podría hacerle, se dirigió a su cuarto y empujó suavemente la
puerta abierta para encontrar a Talyn con su brazo doblado sobre sus ojos.

-Les dije que no quería ser molestado –gruñó-. ¡Lárguense!

-Bueno. Si eso es realmente lo que quieres. Me iré.


De inmediato se descubrió los ojos. -¿Licia? -Él pronunció su nombre como si fuera una
plegaria.

Ella estaba en la puerta con la bandeja. -¿Quieres que me quede o me vaya?


-Por favor quédate.

Acercándose a su cama, miró sus monitores y se encogió ante lo que vio allí. Ella dejó la
bandeja un lado. -Oh, cariño, tienes que tomar algo para el dolor.

-No puedo. Una vez que me dejen ir, no puedo tomar nada. Lo sabes. Necesito que todo salga
de mi sistema tan pronto como sea posible.

-Tay...

-Lis, sabes que no puedo. Por favor, no me regañes. Estoy bastante dolorido.

Ella puso su mano en la mejilla. -Bueno. ¿Puedo utilizar puntos de presión contigo?

Él asintió con la cabeza.

Tragando saliva ante el dolor de simpatía que sentía por él, se sentó en la cama y empezó a
frotar sus sienes. Una lágrima se deslizó por el rabillo de su ojo. Ella la besó antes de mover sus
manos hacia su cuello para que poder masajearlo. Él no habló una sola palabra mientras ella
trabajaba.

En unos minutos, ella le había bajado su presión arterial a un rango casi normal.

-Respira conmigo -susurró-. Inhala profundo. Sostenlo. Uno. Dos. Tres. Ahora exhala-. Ella
siguió haciendo eso hasta que su respiración y frecuencia cardíaca también se calmaron-. Buen
Hammer.

Él en realidad sonrió a medias ante eso.

Ella se movió para frotar su brazo y hombro mientras ella continuaba obligandolo a respirar
profundamente.

-¿Mejor?

-No. -Él hizo una mueca con irritación-. ¿Cuánto puede doler un cuerpo y no matarte?

-Mucho. Pero entonces tú lo sabes mejor que yo.

Él apretó los labios.

-Respira a través del dolor, bebé. -Ella utilizó el punto de presión en la mano para distraer a su
cerebro de lo que sea que le estaba doliendo.

Él la siguió.

-Ahora, ¿puedes comer por mí? Si no lo haces, tendrás que volver y luchar en la División de
Peso Liviano. Piensa en todos los machos insignificantes con lo que tendrás que pelear para llegar
de nuevo a Zoftiq.
-No eres graciosa.

-Pero tengo un aspecto gracioso. Tengo grandes orejas. Es por eso que mantengo mi pelo
largo y nunca me hago peinados recogidos.

Él levantó la mano para tocar su lóbulo. -Tus oídos son perfectos.

-Estas delirando debido al dolor.

Él se rió de nuevo.

Felicia sacó la bandeja de soporte, la llevó a la cama y le quitó la tapa a su comida. -Vamos a
ver lo que tenemos aquí. Hmm... esto tiene que ser mejor que la mierda que comes normalmente.

-Nunca he oído decirte palabrotas antes.

-No lo hago a menudo. -Tomó el pequeño pudín y le dio un bocado-. -¿Cómo está eso?

-Sabe a mierda.

Ella entrecerró los ojos ante su tono hosco antes de tomar un bocado.

-¡Hey!

-Estoy viendo por mí misma. Y es bastante bueno. Creo que la mierda que llamas comida ha
destruido tus papilas gustativas.

Talyn le acarició la mejilla con el dorso de los dedos. Desde el llamado de Anatole, se había
sentido en el infierno. Pero de alguna manera, sólo su presencia gentil le hacía sentir mejor.

Él daría cualquier cosa si pudiera quedarse con ella y olvidarse de todo lo demás en su vida.

Pero los dioses nunca habían sido tan misericordiosos con él.

-¿Cómo estuvo el examen?

-Estoy bastante segura de que aprobé. Tu mamá es una gran compañera de estudio. Ella
realmente sabe mucho.

-Sí, ella creció en un hospital con sus padres.

Ella le dio de comer un bocado del sandwich suave antes de pasar el dedo a lo largo de la
barba en su mentón. -¿No te afeitaron?

-Yo no los dejé. Fui tan idiota que temí que pudieran cortarme el cuello si los dejaba acercarse
a mí con una navaja de afeitar.

Ella resopló. -No debería ser así.

-Lo sé. Yo estaba tratando de ser bueno. Pero me duele tanto... y ellos no me gustan tanto
como me gustas tú.
-Sí, pero debes ser amable con los andarions que te dan inyecciones.

-Si tú lo dices.

-¡Queridos dioses! ¿Qué hiciste? ¿Realizaste un exorcismo?

Riendo, Felicia miró hacia la puerta para ver a su médico boquiabierto. -No. Yo sólo lo
golpeé. Puedo ser más pequeña, pero soy más mala.

El médico resopló mientras se acercaba para revisar los signos vitales de Talyn mientras ella
continuó dándole de comer. -Es bueno que tu novia haya venido cuando lo hizo. Acabo de ir por
encima de su cabeza para obtener el permiso para dejarte inconsciente si te vuelves inmanejable de
nuevo.

-Lo siento.

El médico se quedó boquiabierto de nuevo. -Incluso se disculpa. Santa Andaria. -Él miró con
incredulidad a Felicia-. Eso es todo. Voy a llamar a tu escuela y decirles que envien un procurador
con tus exámenes. No tienes permiso para irte hasta que lo soltemos. Lo digo en serio. ¿A qué
escuela asistes?

-North Eris.

-No es de extrañar que su matrícula sea tan cara. -El doctor frunció el ceño ante los signos
vitales de Talyn-. Esto es lo mejor que se ha comportado desde que lo admitimos. Increíble. ¿Qué
hiciste?

-Puntos de presión básicos. Un pequeño masaje.

-Sigue así. ¿Puedo conseguirte cualquier otra cosa?

Echó un vistazo a la bandeja. -Él necesita más proteínas que esto y le gustan los cítricos.
¿Podría usted ponerlos en la orden?

-Absolutamente. Si necesitas algo más, házmelo saber.

-Gracias.

Talyn llevó la mano de Felicia hacia sus labios para poder mordisquearle los dedos. -Un poco
de privacidad sería mejor.

-Tú no estás lo suficientemente bien como para eso.

Él bajó la mano de ella hasta su erección. -Mi cuerpo no está totalmente de acuerdo contigo.-
Él dejó escapar un gruñido profundo, lleno de dolor-. Estoy en la miseria absoluta, Felicia.

Ella le entrecerró los ojos. -¿Te han bañado hoy?

Él negó con la cabeza.

-Espera. -Felicia fue a la estación de las enfermeras por un kit de baño.


La enfermera le entregó uno. -Ingresé la orden pidiendo más comida. ¿Quieres que te la
alcancemos cuando llegue?
-Vuelvo por ella después de que termine con su baño.

Ella asintió antes de que ella tomara la mano de Felicia. -Gracias, por cierto.

-¿Por qué?

-Tratar con él. ¡Usted es una santa!

-En realidad no. A decir verdad, él es muy dulce.

La enfermera resopló en negación. -Está loca si piensa eso.

Entonces ella debía estar loca, porque él era el macho más amable que había conocido.

Felicia se llevó el kit a la habitación. Cerró la puerta y colocó el soporte de bandeja de manera
de darles un poco de advertencia antes de que ella fuera al fregadero y pusiera agua caliente en un
pequeño cubo. Una vez que estuvo medio lleno, se lo llevó junto con los implementos de lavado a
su cama y se las puso a su lado.

Talyn la vio levantar la manta y la sabana de su cuerpo. -¿Qué estás haciendo?

Ella le dio una sonrisa traviesa. -Bañándote.

Su corazón se aceleró mientras ella le levantaba la bata de hospital y dejaba desnudo su


cuerpo a su cálida mirada. Con una sonrisa insidiosa, mojó la esponja y luego la deslizó con
cuidado sobre su piel, provocándole escalofríos por donde pasaba.

Él luchaba por respirar mientras el placer despejaba cada pedacito de su dolor. Lo único que
sentía era sus delicadas manos torturándolo. Y cuando ella rozó su pene, tuvo que reprimir un grito
de éxtasis.

Enterrando su mano en el cabello de ella, él observabó cuando ella lentamente se agachó y lo


tomó en su dulce boca. Él arqueó su espalda y gruñó ante lo bien que se sentía. Nada había más
dulce que su lengua y la suave presión de sus labios.

Y cuando llegó al éxtasis unos minutos más tarde, vio estrellas.

Con una sonrisa de satisfacción, ella terminó de bañarlo y le cambió la bata.

-Gracias -él susurró antes de tirar de sus labios contra los suyos.

-De nada. Y por cada día que seas agradable con tus enfermeras y médicos, me aseguraré de
que poner esa misma sonrisa en tu cara.

-Voy a ser un ángel.

-Buen chico. -Ella acomodó las mantas a su alrededor, luego puso la bandeja de pie de nuevo
en la cama, abrió un poco la puerta, y comenzó a afeitarlo.
Justo cuando estaba terminando, su madre se unió a ellos, llevando la otra bandeja de comida.

Colocandola en el soporte, ella le dirigió una mirada de reproche. -He oído que has estado
siendo un dolor en el trasero del personal hoy.

-Lo siento.

-Umm-hmmm. Seguro que lo lamentas.

Felicia secó lo último de jabón de su labio superior. -Ellos no van a tener más problemas con
él en el futuro. ¿O sí, keitling?

Él negó con la cabeza. -Tengo la intención de ser un paciente modelo.

Su madre arqueó una ceja ante ellos cuando Felicia se movió más cerca de la cama para que
Talyn pudiera alcanzar su comida.

-Tienes que comer más. -Felicia levantó la tapa del plato y le entregó las rodajas de naranja
pelada.

-El doctor me dijo que estás rechazando medicamentos para el dolor…

Talyn tragó su bocado antes de contestar la pregunta. -No sé cuándo van a a a dejar
reportarme a deber de nuevo, y no puedo darme el lujo de tener un solo rastro de nada en mi sistema
cuando lo haga.

Su madre frunció el ceño. -No lo entiendo.

Felicia arqueó la ceja. -¿No es eso una cosa militar estándar?

-¿Qué? -preguntó.

-Talyn me dijo que ni siquiera puede tomar una aspirina o lo someterán a corte marcial.

Galene quedó boquiabierta. -¿Qué? -repitió hacia Talyn.

Talyn tomó otra rodaja de naranja. -Política de la compañía.

Ella sacó su enlace para buscar esa orden. -Cada oficial puede establecer los límites de lo que
va a permitir de los están bajo su protección, pero eso es ridículo. -Ella se lo pasó a Talyn-. Tu
manual de reglas dice que leves analgésicos son…

-Mamá, yo no puedo tener nada en mi sistema.

Ella frunció el ceño, y luego volvió a mirar a su enlace. -Explícame eso.

-Mis OC lo prohíbe, ¿de acuerdo? No hay nada que explicar. No me importa lo que dice el
manual. Estoy bajo órdenes. Si tengo algo en mi sistema para el registro de entrada, me arrestarán
por ello.

Ella puso su enlace de vuelta en su bolsillo. -¿Por qué?


-Son órdenes y yo soy un soldado. No se me permite preguntar por qué.

-Tu OC es un imbécil.

-Lis, no.

Furiosa por esa situación, Felicia desvió la mirada.

Su madre lo miró. -Tú, Mayor -le dijo a Talyn-, silencio. Felicia, explica.

Ella encontró la mirada suplicante de Talyn. -No me corresponde.

-Bien -Galene espetó. Ella se volvió hacia su hijo-. Voy a buscar sus informes y archivos, y
empezaré a preguntar hasta que averigüe lo que está pasando.

Talyn dejó escapar un gruñido de frustración. -Tengo un conflicto de personalidad con mi


OC, mamá. ¿De acuerdo?

-¿Qué tipo de conflicto? ¿Qué ha estado haciendo?

-Cada vez que se le antoja, cancela mi licencia o restablece mis tiempos de registro. Hago un
montón de turnos dobles y cada tarea divertida que tiene. Él me mantiene en restricción en mis
cuarteles. Si estornudo mal, eso va al Provost.

-¿Lo has denunciado?

Él le dirigió una mirada hosca. -¿Para que haya represalias? No, gracias.

-¿Has solicitado que te transfieran?

-No, Ma, nunca se me ha ocurrido.

-¡No te hagas el listo conmigo, muchacho!

Talyn la fulminó con la mirada. -Por supuesto que lo he solicitado, lo que sea. Todo vuelve ya
sea archivado o denegado.

Los ojos de Felicia estaban vidriosos debido al frustrante dolor que escuchó en la voz de
Talyn. En la obvia angustia en sus ojos. En ese momento, ella realmente quería el corazón de
Anatole en su puño.

-No lo entiendo -Galene dijo-. Perte siempre habla tan bien de ti.

Talyn dejó la naranja a un lado. -Perte fue reasignado hace ocho meses.

-Entonces, ¿quién es tu OC?

-El Coronel Anatole.

-¿Chrisen o Merrell?

-Chrisen.
Su rostro palideció al oír el nombre. -Oh.
-Oh, ¿qué? -preguntó Talyn-. ¿Qué quiere decir esa mirada?

Ahora era su turno de ser evasiva. -¿Por qué no me dijiste acerca de esto?

Talyn suspiró. -¿Qué podrías haber hecho?

-Soy comandante.

-Sí. En una división separada que no me va a tocar. Si dices algo, Anatole vendrá por mí, sin
tabúes. Sin ánimo de ofender, mamá, pero si quiero ese tipo de castigo, prefiero entrar en el ring y
que se la agarren conmigo en donde puedo devolver los golpes. Lo último que quiero es ser
conocido como el llorón del cuartel.

Felicia sintió lastima por ella al ver la misma desesperación sin esperanza en el rostro que ella
misma tenía.

-Voy a conseguirte un trasladado, Talyn. Lo juro.

-Mamá, por favor, no interfieras. Puedo manejar esto. ¿De acuerdo?

El tono de su voz hizo que Felicia se sintiera mal. Para que él sonara así, tenía que ser una
pesadilla más grande de lo que podía imaginar.

Galene asintió. -Lo siento mucho, Talyn.

-Está bien. En serio. Los conflictos ocurren. No es gran cosa. Le caigo mal a la mayoría
andarions. Es una elección personal.

Las lágrimas brillaban en los ojos de Galene mientras ella pasaba la mano por sus trenzas. –
Siempre mi valiente soldado.

Ella lo besó en la mejilla.

Cuando ella empezó a irse, Talyn le tomó la mano.

-No te culpes por esto. No es tu culpa. Yo soy el que tiene una severa alergia a los estupidos
que me hace decir tonterías cuando debería permanecer en silencio. Soy lo suficientemente mayor
para saberlo mejor.

Sonriendo tristemente, ella le acarició la mano. -Te amo.

-Igualmente.

Cuando Galene salió de la habitación, Felicia se sentó en la cama y frunció el ceño. -¿Qué
pasó?

-¿De qué estás hablando?

Ella entrecerró los ojos. -Le estás ocultando algo a tu madre.


-Eso no lo sabes.

-Sí, lo sé. Estoy aprendiendo como eres, amigo. Y por esa mirada en tus ojos, supongo que
cometiste el error de formular un informe en contra de tu OC?

-Traté de apelar la primera vez que mi pulsera no funcionó…

-¿Quieres decir que él manipula tu hora de notificación?

Él asintió con la cabeza. -Los altos mandos no dan una mierda por un Sin Investidura llorón
bastardo sin respaldo. Me dijeron que no pierda tiempo con otra apelación. Que debo soportarlo y
asegurarme de volver para registrarme al menos una hora antes de mi registro. Que eso resolvería
mi problema. Así que eso hice, y él comenzó a re establecer mis horarios dos o tres horas antes de
registrarme, lo que significaba que a veces estaba ausente sin permiso, incluso antes de que yo
dejara los cuarteles.

Ella sólo podía imaginar cuántos latigazos era eso. -Dios, Talyn. Eso es horrible. ¿Y no hay
manera de conseguir que te transfieran?

-Dejame repetirte que soy un bastardo sin linaje que ahora cuenta con una larga lista de
violaciones al horario de registro, y un largo historial de acciones disciplinarias en su contra por la
insubordinación y el fracaso a seguir órdenes.

En ese momento, ella quería golpear personalmente a su OC. -¿Crees que él es el que te
disparó?

-Yo no estoy en libertad de especular.

-Pero digamos que, solo argumentando...

-No importaría. Es un héroe de guerra condecorado, y el sobrino nieto de la tadara, y yo soy


un perro mestizo al que ni siquiera se le permite entrar a los clubes de los oficiales o enlistados para
limpiarlos. Ni siquiera puedo usar los baños del personal o armarios con el resto de mi unidad o
escuadrón.

Felicia se estremeció ante tal crueldad.

Talyn apretó su mano. -No estés tan triste, Felicia. Me alegro de que el bastardo me disparara.

Ella miró las vendas en él. -¿Por qué?

-Me da tiempo contigo que no habría tenido de otra manera. -Él apretó la mano de ella en su
mejilla. -Confía en mí, vale la pena.

-Eres un andarion enfermo, Talyn Batur.

-Y tú una tara sexy.

Felicia lo besó. En ese momento, ella supo que iba a realizar la última llamada que había
pensado hacer alguna vez. Sí, sería doloroso y degradante, pero no podía mantenerse al margen y
dejar que Talyn siga siendo herido. No si podía evitarlo.
Su orgullo era un pequeño precio a pagar por la seguridad de él.

出生反抗的

Felicia frunció el ceño cuando vio a la madre de Talyn sentada sola en la sala de espera. Sólo
había dejado a Talyn para llevar la bandeja de nuevo a la sala de enfermeras, mientras que el
médico lo evaluaba.

-¿Comandante?

Ella se secó los ojos antes de mirar hacia arriba. -¿Él está bien?

Felicia asintió. -El doctor esta con él. ¿Ud. está bien?

Galene respiró entrecortadamente. -Yo estaba tratando de componerme antes de entrar de


nuevo.

Felicia se sentó a su lado. -¿Qué sucede?

-¿Puedo decirte un secreto?

-Claro.

Galene se mordió el labio. -Yo soy la razón de que su OC lo esté atacando.

Felicia se quedó helada. -No lo entiendo.

-Hace años, cuando estaba en la escuela, el hermano mayor de Chrisen quería comprometerse
conmigo. Pero yo estaba comprometida en ese momento con el padre de Talyn.

Oh... eso explicaba por qué su madre era tan increíblemente joven.

-Después de que su padre me dejara y fuera desheredado por ello, Merrell todavía quería
comprometerse conmigo... pero sólo si acordaba abortar a mi bebé.

-Usted eligió quedárselo.

Galene asintió. -Quería aferrarme a ese poco de su padre que sólo yo tenía. Estúpida y egoísta,
lo sé, pero yo amé a su padre, Felicia. Más de lo que imaginas. Lamentablemente, todavía lo amo.
No me mal entiendas... Daría cualquier cosa por destripar al hijo de puta por lo que nos hizo. Pero
en el fondo...

-Lo sé. Los sentimientos son tan frustrantes. Odio a mi padre por las cosas que ha hecho, y sin
embargo, yo todavía lo amo muchísimo.

Galene suspiró y dobló su pañuelo. -Me duele que Chrisen haya sido transferido a la base de
Talyn. Él siempre era vengativo y frío. Al igual que su hermano, que realmente odia a toda la
familia paterna de Talyn. Yo no me habría comprometido con Merrell incluso si yo no hubiera
estado embarazada. Él siempre me puso la piel de gallina.

-¿Hay alguna manera de alejar a Talyn de él?


Ella le entregó su enlace a Felicia. -Es por eso que estaba llorando. Chrisen ha retrasado la
carrera de Talyn una década con lo que le ha hecho. En papel, Talyn no es más que una pesadilla
disciplinaria. Ningún comandante lo tocará con ese archivo. Tiene suerte de que no le hayan quitado
su rango con todo eso. -Más lágrimas cayeron-. ¿Qué voy a hacer?- Ella señaló a la pantalla-. Mira
cómo tratan a mi bebé. Y no hay nada que pueda hacer para detenerlo. No tenía idea de todo lo que
estaba pasando. Él nunca me dijo nada al respecto. Siempre que le pregunto por su bienestar, todo
lo que me dice es que está bien. Que no me preocupe tanto.

Felicia se ahogó con sus propias lágrimas mientras leía todas las veces que había sido
castigado por Anatole. Se sentía enferma con solo verlo. Especialmente todo lo que le habían hecho
desde que se conocieron.

Al igual que su madre le había dicho, ni una sola vez había dicho una palabra de eso. A nadie.

Ella sostuvo a Galene contra ella. –Todo va a estar bien.

-¿Cómo?

-Mi medio hermano es un comandante y mi padre es uno de los asesores de la tadara.

Galene se hizo hacia atrás con un jadeo. -¿Qué?

Felicia asintió. -No somos muy cercanos y los dos son un poco desagradables, pero les voy a
pedir el favor.

Con su mandíbula floja, Galene la miraba fijamente. -¿Estás segura?

-No sé si ellos harán algo, o si pueden hacer algo, pero voy a hacer mi mejor esfuerzo. Voy a
empezar con mi hermano y si eso no me lleva a ninguna parte, voy a llamar a mi padre. Sin duda,
entre ellos dos, podemos obtener un trasladado para Talyn lejos de Anatole.

-¿Harías eso por él?

Felicia tocó el collar de corazón que Talyn le había enviado. -Por supuesto.

Galene la abrazó fuertemente. -Yo estaría en deuda contigo por siempre.

-No lo piense así. Sólo prométame que nunca le dirá a Talyn lo que he hecho. No quiero que
él se enoje conmigo o se sienta obligado de ninguna manera.

-Pero…

-Lo digo en serio, Comandante. Usted me dio su secreto. Le estoy dando el mío. Gane, pierda
o sea empate, él nunca debe saberlo.

-Bueno. Me lo llevaré a la tumba. -Galene la soltó cuando el médico dejó la habitación de


Talyn y vino hacia ellas.

Él inclinó la cabeza ante ellos. -Buenas noticias. Salvo infección o fiebre, voy a dejarlo ir
pasado mañana.

-¿Ir a casa o cumplir con su deber? -le preguntó antes de Felicia tuviera la oportunidad.
-Casa. Él todavía tiene que recuperarse antes de que esté listo para volver al servicio activo.
Confío en que no se lo dejara solo…

Felicia sonrió. -Me quedaré con él.

-En una semana, necesitará comenzar terapia. Tengo el número de un terapeuta…

-Soy una terapeuta con licencia. ¿Puedo hacerlo?

Miró de nuevo hacia la habitación de Talyn. -Teniendo en cuenta lo que he visto aquí, creo
que eres una excelente elección. Lo mejor que podríamos tener. Voy a escribir todo y te enviaré un
e-mail con las instrucciones de lo que quiero que él haga.

Mientras se alejaba, Galene rió. -Talyn siempre fue una bestia muy terca. Cabeza dura como
su padre... ¡ah! ¡Las historias que podría contar sobre ese macho molesto! Cuanto más se intenta
decirle qué hacer, más se hunde solo.

Eso era sin duda la verdad.

-¿Quién es su padre?

Un dolor profundo y agonizante descendió sobre el rostro de Galene. -No importa. Pero si
alguna vez ves a su padre, lo sabrás. Talyn se ve y actúa tal como él. -Y con eso, se dirigió de nuevo
hacia la habitación de Talyn. Felicia frunció el ceño ante lo que Galene acababa de decir. Si su
padre era como Talyn en acciones, así como miradas, entonces había mucho en la historia de por
qué su padre los había dejado. Tan protector y amoroso como Talyn era, nunca abandonaría a su
familia.

No sin una buena razón. Y no sin una tremenda batalla.


Capítulo 8
En su departamento, Felicia ayudó a Talyn a meterse en la cama. Era su primer día fuera del
hospital y el viaje a casa lo había agotado. Con sus rasgos pálidos, luchaba por respirar contra el
dolor cuando ella le quitaba su uniforme mientras él yacía en el colchón.

Ella lo cubrió con la manta.

-¿Qué es esa mirada? -Talyn preguntó mientras ella lo arropaba.

-¿Qué mirada?

-Esa carita enfurruñada que acabas de hacer. Sé que este tipo de atención no es parte de
nuestro contrato. Si tú quieres, puedo volver a los cuarteles para recuperarme, en vez de aquí.

-¡Oh, keramon, no te atrevas! Dudo que llegues al vestíbulo antes de que te derrumbes. Y no
es por eso que hice un puchero de todos modos. -Ella le sonrió-. Estaba pensando que mi plan había
sido rasgar tu uniforme la próxima vez que te tuviera solo en mi cama, y abusar de ti hasta que
estuvieras sin sentido. Por desgracia, yo no quiero hacerte más daño.

Relajandose, se echó a reír. -Abusa de mi, entonces. Por lo menos moriré feliz y saciado.

-Ummm-hmmm. Dices eso ahora, pero estoy bastante segura de que estarías llorando como
un bebé si lo intentara.

Él le guiñó un ojo. -Estoy dispuesto si tú lo estas.

Ella besó la punta de su nariz. -Hace poco que te tengo en casa. Lo último que quiero hacer
en este momento es lastimarte otra vez.

-Eres una cruel hembra, Felicia. ¡No tienes corazón!

Ella se acurrucó contra su espalda y lo abrazó. -¿Lo soy?

Talyn cerró los ojos mientras saboreaba el calor de su cuerpo presionado contra el suyo. -¿Tal
vez?

Besando su hombro, ella enterró su mano en las trenzas de Taltn. -Estoy tan contenta de que
estés aquí, por fin.

Ella envolvió su brazo sobre su cintura y lo abrazó, teniendo cuidado de no poner ninguna
presión sobre cualquiera de sus heridas en proceso de sanar. -Por la noche, me voy a dormir
tratando de averiguar cuál de las habitaciones es tu favorita.

-¿Qué quieres decir?

Ella acarició suavemente su brazo musculoso. -Antes de que me mudara. ¿Dónde pasabas la
mayor parte del tiempo?
-Oh... no lo hice. Sólo vi el apartamento una vez antes de que llegaras. Y entonces, sólo el
tiempo suficiente para cerciorarme de que era seguro y estuviera amueblado antes de comprarlo
para ti.

Felicia se congeló ante lo que él estaba diciendo. Ahora que lo pensaba, ella recordaba
vagamente que alguien lo había mencionado, pero una vez que estuvo aquí, ella había asumido que
su agencia tenía que estar equivocada. Que Talyn no habría hecho tal cosa. -¿Esta realmente no era
tu casa antes de contratar conmigo?

Él se dio la vuelta para mirarla por encima del hombro. -No. Tus términos estipulaban que
querías un lugar a poca distancia de tu escuela.

-Pensé que era cuestión de suerte que tu lugar estaba tan cerca de ella.

Resoplando, él negó con la cabeza. -Desde que estoy obligado a vivir en los cuarteles, no
necesitaba otro lugar. Esta es la primera propiedad que he tenido.

-Bueno, eso explica por qué no hay ningún artículo personal tuyo aquí. Me preguntaba sobre
eso... ¿Realmente compraste esto sólo por mí?

Él asintió con la cabeza.

-¿Por qué gastar tanto en una compañera?

Rodando para quedar frente a ella, le acarició la mejilla con su mano. La sinceridad en su
mirada la quemó. -Yo sabía que tenías tu elección de machos, Felicia. Yo no quería que te
arrepientas de elegirme.

Sí, claro. Los machos no hacían fila exactamente por ella. Ella solo había tenido otras dos
entrevistas. Para no mencionar... -Talyn, keramon, ¿por qué pensarías eso? Yo ni siquiera fui tu
primera opción.

Él frunció el ceño. -Eso no es cierto. Tú eras la única razón por la que fui a tu agencia.
Cualquier agencia, si vamos al caso. Vi tu perfil en línea y cuando me puse en contacto por el
formulario para adoptarte, dijeron que era demasiado tarde. Que tú estabas en negociaciones con
alguien más. Me devastó haberte perdido.

Felicia quería creer eso, pero ella sabía mejor. -Mi amiga Rynara me dijo que habías intentado
contratar con ella antes que conmigo.

-No, no lo hice. Como no estabas disponible, le presentaron mi solicitud a ella sin mi


consentimiento o conocimiento y eso me molestó muchísimo.

-¿En serio?

-¿De qué otra manera iba yo a saber que estabas en negociaciones con otro macho?

Ella entrecerró los ojos hacia él. -¿Realmente no pediste a Nara?

-Dios, no. Consulta con la agencia. Tuve una tremenda pataleta por lo que hicieron sin
consultarme. Infiernos, te mostraré los e-mails. Incluso si ella hubiera dicho que sí, la habría
rechazado. No me gustó la manera en que las demás se veían, y yo estaba muy ofendido que me
lanzaran a ella sin preguntar primero. Tú eras la única hembra que me interesaba.

-¡Oh, cariño! -Las lágrimas llenaron sus ojos mientras ella lo abrazaba y se echaba a reír-.
Estoy tan contenta de haber sido una perra con Rynara.

Él arqueó las cejas. -¿Qué hiciste?

-Ella no dejaba de presumir. Me decía que la única razón por la que te tuve fue porque ella te
encontró completamente inaceptable. Para vengarme de ella, le mostré fotos del condominio y se las
restregué en la cara por haber dicho que no. Le dije que yo estaba eternamente agradecida que fuera
una idiota.

Talyn rió. -Entonces, ¿qué pasó con tu otro contrato, de todos modos?

-No eras tú.

Rodando los ojos, él le dio una mirada divertida. -Tú no me conocías entonces.

Cierto. Pero él fue una bestia cuando nos conocimos. No gustó en absoluto. Tú, en cambio,
me miraste y me derretí en el acto. Lo mejor de todo, tu parecías a respetarme a pesar de ser una…

-No te atrevas a insultarte a ti misma.

Ella le sonrió. -Eso ahí es por lo que te elegí. Y un día, espero que realmente podamos tener
sexo.

Él se rió de nuevo. -Eso sería bueno... -Él miró hacia abajo, luego movió sus cejas hacia ella. -
Estoy interesado si tú lo estas.

Ella le chistó. -Hoy no. Puedo decir por la forma irregular en que estás respirando en cuánto
dolor estás. Yo no estaba bromeando. Yo no te quiero de vuelta en el hospital. Pero si eres un buen
chico...

Él obedientemente cerró los ojos y fingió un suave ronquido. Ella lo besó en la frente.

Hubo un suave golpe sobre la puerta del dormitorio. Atenuando las luces, Felicia fue a abrir.

Galene se asomó a su alrededor para mirar a la cama. -¿Cómo está?

Ella abrió la puerta para dejarla entrar. -Está en la cama, pero se resiste a dormir.

-Siempre ha sido así. Solía frustrarme tanto cuando él era un niño. Había veces en que pensé
que tendría para aturdirlo para que él se calmara.

-Y ella amenazaría con quitarme mi postre si no obedecía -dijo malhumorado.

-Eso es porque los azotes no te importaban. Debería haber sabido entonces que cuando
crecieras te convertirías en un luchador.

-Eso es sólo porque adormeciste mi trasero por todos los golpes que recibí cuando era niño. -
Él sonrió.
Galene se burló de él. Ella vió la mirada curiosa de Felicia. -Las mentiras que mi hijo dice.
Rara vez me fui sobre él. Honestamente, él era un ángel y una alegría... cuando no estaba,
literalmente, trepando por las paredes, los muebles, y encimeras. Él cuidó mucho mejor de mí de lo
que nunca lo hice con él.

-Ahora, ¿quién está mintiendo?

Su madre le alborotó el cabello. -¿Puedo traerte algo?

-Estoy bien. Tengo mi almohada. Mi cama. Y lo mejor de todo, mis dos taras. La vida no
podría ser mejor.

Su madre lo besó en la mejilla. -Buenas noches, bebé. Te quiero.

-Igualmente.

Galene se detuvo frente a Felicia. –Me iré y los dejaré solos.

Felicia la detuvo. -Si quiere, por favor siéntase libre de quedarse. No es como si no hubiera
suficiente espacio aquí para ud.

Ella miró a Talyn.

-Realmente no me importa -dijo Felicia sinceramente-. Tú eres su madre. Lo entiendo.

-¿Talyn? ¿Qué quieres que haga?

Talyn apretó los labios. -El símbolo andarion para la guerra es el de dos hembras bajo un
mismo techo. Mi madre no crió ningún tonto. Honestamente, no hay ninguna diferencia para mí,
pero no quiero que ninguna de las dos se sienta rara o incómoda.

-A mi realmente, de verdad no me importa -Felicia reiteró. -Si quiere estar cerca en caso de
que algo suceda, yo preferiría que este al final del pasillo y no al otro lado de la ciudad. Incluso ud
puede dormir aquí y usaré uno de los otros dormitorios, si quiere.

Galene sonrió. -Ahora a eso estoy segura de que él se opondría. -Ella palmeó el brazo de
Felicia-. Voy a usar la habitación al final del pasillo. Y voy a hacer la cena esta noche para los dos.

-Gracias.

-Gracias, mamá.

Inclinando la cabeza, ella los dejó.

Talyn dobló el brazo bajo la cabeza. -Me alegro de que te lleves bien con mi madre.

-La adoro. Ella es muy dulce.

-No sé si dulce es la palabra que usaría. Ella puede dar miedo cuando se agita. Pero mientras
que a veces dudo de su cordura, nunca he dudado de su amor por mí.

Felicia se rió. -Sabes que probablemente ella te puede oír.


-Sí, pero ella me crió. No es que ella no sepa que soy un idiota irritable. Contrariamente a lo
que ella clama, no lo he ocultado precisamente.

-No creo que seas irritable.

-¿Qué puedo decir? Tú sacas lo mejor de mí.

Felicia sintió ganas de llorar ante eso. -Necesitas descansar.

-Bien. -Él le sacó la lengua a ella antes de darse la vuelta.

Riendo de nuevo, cerró la puerta y fue a ayudar a su madre en la cocina.

Galene estaba lavando las verduras cuando Felicia entró en la habitación. -¿Qué puedo hacer
para ayudar?

La comandante sacudió la cabeza. -¿Picar una cebolla?

-Claro. -Ella agarró una tabla de picar y un cuchillo. Cuando empezó, el pelo en la parte de
atrás de su cuello se levantó. Miró hacia arriba para ver a Galene mirándola. -¿Hay algo mal?

-Si yo te preguntara algo muy personal, ¿te ofendería?

-Depende. ¿Es ofensivo?

-Puede ser. Pero no lo digo de esa manera. Es más por curiosa que cualquier otra cosa.

-Entonces pregunte.

-¿Por qué eres una compañera?

El rostro de Felicia se ruborizó ante la pregunta personal. Por no mencionar el hecho de que
provenía de la madre de su patrón, lo que sólo lo hizo peor. -Necesitaba el dinero para la escuela.

-¿Tu madre intentó convencerte de no hacerlo?

-Un poco, pero ella rápidamente lo entendió una vez le señalé mis razones y los beneficios de
la idea. En última instancia, ella es la que me ha entrenado.

-¿Por qué iba a estar de acuerdo en una cosa así?

-Bueno... dadas mis opciones para un marido y los términos en los que me hubiera visto
obligada a aceptar en un matrimonio, parecía la mejor opción. Y yo no quiero ponerla a ella o a mí
misma en vergüenza ante otra hembra que actuara como si estuviera haciendo un favor magnánimo
al permitir a su hijo mezclar su sangre con nosotras. Mis dos padres son de un linaje muy alto. Mi
madre sólo se convirtió en una compañera porque ella conoció y se enamoró de mi padre después
de que él ya estaba casado. Por supuesto, ella era joven y estúpida, pero era la única manera de que
pudiera estar legalmente con él. De otra manera, ella nunca lo habría hecho.

-¿En serio?
Felicia asintió. -Además, yo no planeaba hacerlo para siempre. Sólo hasta que termine la
escuela y obtenga mi licencia de médico.

-¿Y si quedas embarazada?

-Entonces tendré un bebé hermoso al que amar. -Ella volvió a picar-. Ud. lo ha hecho bien por
sí misma.

Galene resopló mientras regresaba a preparar la carne. -No le desearía mi vida a nadie. Talyn
se merecía algo mejor de lo que yo fui capaz de darle, y me odio por lo que le he hecho a él por ser
tan egoísta.

-No deberías. Él parece mucho más feliz y mejor ajustado que mis hermanos que vienen de
una pareja casada. Un matrimonio de muy alto rango, no menos. Nunca he conocido a un macho
más amable o más decente en mi vida. Has hecho un trabajo increíble con él.

-Gracias. Ahora que lo mencionas, él es una persona mucho mejor que cualquiera de mis
hermanos. Aun así, no me gusta la cantidad de tiempo que pasó solo cuando él era joven... y lo
aislado que esta como adulto.

-Los amigos están sobrevalorados.

Galene arqueó una ceja ante el comentario de Felicia. -¿Qué te hace decir eso?

-Sólo que unos cuantos me han traicionado a lo largo de los años. Estoy un poco desconfiada
ahora.

-Eres demasiado joven para estar tan hastiada.

Felicia sostuvo el cuchillo. -No has visto cómo muchos de estos se han incrustado en mi
columna vertebral y en mi corazón.

-Galene asintió con simpatía. -Lo siento. He tenido más que mi parte de ellos, también.

Felicia le dio una sonrisa sombría de determinación. -Por días mejores para todos nosotros.

-Amén.

Cuando terminó de cortar la cebolla, el enlace de Talyn sonó. Felicia lo tomó del mostrador
para ver el identificador. -Es su base. ¿Debería llevarle el enlace?

-Contesta. Debe ser nada.

Encendiendo el altavoz, aceptó la llamada. -Mayor Batur.

-Es curioso, usted no suena como el Mayor. ¿Le cortaron el pene mientras estaba en el
hospital?

Felicia arrugó la cara ante el tono condescendiente del macho. -El Major Batur está
descansando. ¿Puedo tomar su mensaje?
-Sí. Este es su OC, el Coronel Anatole. Le puede decir a ese bastardo mestizo que él no se
registró luego de que le dieron el alta, y lo reportaré por ello. Es decir, ¿a menos que usted desee
discutir el asunto conmigo? Ud. y yo podríamos llegar a un acuerdo en su nombre.

Con los ojos lanzando fuego, Galene le arrebató el enlace. -Coronel, esta es la Comandante
Adjunta Batur. Y voy a estar esperando que usted me remita el manual de la compañía que dicta su
politica, ya que al parecer no estoy familiarizadada con ella. Especialmente la que permite a un civil
discutir un procedimiento militar y disciplinario con un oficial de alto rango.

Él tartamudeó en respuesta.

-¿Hay algo que desees decirme, Chrisen?

-El Major Batur es consciente de que, dado su historial, él debe informar su ubicación, en
cualquier momento en que él este fuera de la base o puesto.

-Creo que esa es la función principal de su brazalete localizador y el dispositivo de


seguimiento que esta incrustado en su cuerpo. ¿O usted desea poner en el expediente un alegato de
que ambos funcionan mal, al mismo tiempo?

-Con el debido respeto, Comandante, usted no es a quien él se debe reportar. Tampoco trabaja
usted en esta división. Los pilotos de combate tienen sus propios procedimientos. Protocolos con los
cuales el Mayor está más que familiarizado y descaradamente ha optado ignorar. Otra Vez. No
tengo más remedio que reportarlo. -Y con eso, él colgó.

Galene estrelló el enlace mientras lágrimas de frustración se junaban en sus ojos. -No es justo
que yo proteja a la tizirahie y al heredero, mientras que nadie protege a mi hijo.

-¡Esto tiene que parar! -Felicia sacó su enlace y marcó el número de su hermano antes de que
pudiera repensarlo.

O acobardarse de nuevo.

-Teniente Comandante ezul Terronova.

Galene jadeó ante el nombre.

Felicia se encogió sobre el hecho de que se había olvidado que el altavoz estaba encendido.
Cambiandoo a video, ella esperó a que él aceptara. -¿Lorens? Es Felicia.

El hermoso rostro de Lorens apareció al instante. Era la viva imagen de su padre, con
excepción de su cabello. Mientras que su padre llevaba el estilo corto de su puesto político, Lorens,
como Talyn, tenía trenzas de guerrero que se apartaba de la cara con una banda roja. -¿Felicia? ¿En
serio? ¿Quien murió?

Rodando los ojos ante su tono gracioso, ella se secó las lágrimas. -¿Aun eres fanático del
Ring?

-Siempre. ¿Por qué?

-¿Sabes quién es el Iron Hammer es?


-Oh diablos, sí. Por supuesto. -Ahora que sonaba un poco más normal y no como el
presumido que siempre era cuando estaba cerca de ella-. ¿Estoy respirando? Todo el mundo sabe
quién es él. El hecho de que tú sepas su nombre lo dice todo. ¿Por qué preguntas?

-¿Te gustaría a cenar con él?

Su hermano se quedó boquiabierto. Luego se puso mortalmente serio. -¿A quién quieres que
mate?

Ella se echó a reír, a pesar de que en realidad lo consideró. -Coronel Chrisen Anatole.

-Hecho. Derrame de sangre. Muerte rápida. ¿De qué estamos hablando? ¿Quieres su cabeza
como un trofeo? ¿Su pene? Simplemente dime qué parte del cuerpo quieres que te entregue, en
cuantas partes lo corto, y está hecho.

Resoplando, ella se secó los ojos. -Talyn es un piloto de combate estacionado en la base
Anatole con un rango de Mayor y Anatole es su OC. ¿Puedes conseguir un trasladado para Talyn a
otro puesto, lejos de la bestia?

Lorens arqueó una ceja. -¿Realmente no tengo que matar a Anatole?

-No, a menos que no puedas conseguir que Talyn sea transferido. Entonces quiero su cabeza
en una bandeja o en una estaca... No soy tan quisquillosa.

Lorens asintió pensativo. -Una transferencia es fácil. Yo no tengo que correr el riesgo de ir a
la cárcel o una corte marcial. ¿Dónde quieres que asigne a Batur?

Felicia vaciló. Esto era demasiado fácil y no era normal en su medio hermano mayor. -¿Por
qué estás siendo tan cooperativo? Me estás asustando.

-Me estás ofreciendo cena con el Hammer, Felicia. Realmente no hay nada que no haría por
eso. ¿Estás bromeando? Ese macho es mi único y verdadero héroe. Sacrificaría a mis hijos por
conocerlo. Incluso un testículo. Tal vez ambos.

Sin embargo, parecía tan extraño para ella. -Él es un soldado andarion. Simplemente podrías
ordenarle que coma contigo.

-No es lo mismo. Además, yo no sabía eso que hasta que me dijiste. No tenía ni idea que era
un piloto de combate. Pero fácilmente puedo conseguir un traslado a la Guardia de la Tadara o a
cualquier otro lugar. Infiernos, en la Guardia es en donde él debería estar dadas sus habilidades. No
entiendo por qué no lo está. Y ¿por qué lloras, de todos modos?

Wow, se acaba de dar cuenta de eso. Típico.

Ella sorbió. -Anatole me hizo una proposición. Está amenazando con lastimar a Talyn a
menos que me reúna con él.

El rostro de Lorens se deformó, como si él no pudiera entender lo que le estaba diciendo. -


¿Puedo preguntar por qué te está amenazando a ti acerca de Hammer? -Ahí estaba el tono
condescendiente al que estaba acostumbrada.

Ella miró hacia Galene antes de aclarse la garganta. -Soy la hembra de Talyn.
-Ah, demonios, no, tú no estás... -Él se quedó boquiabierto-. ¿Lo eres? ¿Realmente?

La duda en esas palabras la ofendía. -Sí lo soy.

-¿Y tú recién me llamas ahora? Tú. Apestas. En. Grande.

-Bueno, nunca has sido tan bueno conmigo antes. ¿Por qué te lo iba a decir?

-Sí, bueno, no estabas durmiendo con el mejor luchador que alguna vez estuviera en el Ring.
Esto cambia las cosas.

Ofendida, ella le gruñó. -Gracias, Lorens.

-¿Qué? ¿Quieres que mienta?

Ella le entrecerró los ojos. Su honestidad era la única cosa buena que podía decir de él,
tristemente. -Yo te llamaría un idiota odioso, pero yo no quiero insultar a los idiotas odiosos o que
reconsideres la transferencia Talyn.

Lorens rió con buen humor. -No va a pasar. Yo lo pondré donde me digas. -Él firmó algo
antes de mirar su monitor. -¿Puedo traer a mi hijo mayor a la cena, también?

-Tú consigue el traslado lejos del control de Anatole y puedes traer a tus dos niños.

Él esbozó una sonrisa tal que se le vieron los colmillos. -¿Te he dicho lo mucho que te amo
Felicia?

-Nunca.

-Un grave error mi parte. Voy a solicitar una transferencia inmediata. Y voy a hacer algo por
ti. Si Hammer gana su próxima pelea, personalmente lo ascenderé en rango.

Y por eso, ella besaría la mejilla del odioso de su hermano, y las de su engendro malvado
también. -Hay una condición en todo esto.

-¿Todavía tengo que matar a Anatole?

Ella se echó a reír, a pesar de que ella quería decir que sí. -No. No le digas a Talyn que yo te
pedí esto. Nunca.

-Entonces, ¿cómo conseguiras que cene conmigo?

-Yo me preocuparé por eso. Tú consigue la transferencia y yo te conseguiré tu cena con


Talyn.

-Trato. Lo haré hoy.

-Gracias, Lo. No olvidaré de esto.

-Hey, me alegro de que me llamaras a mí y no a Paka. Él no habría me invitado. Él es así de


egoísta. -Lorens inclinó la cabeza hacia ella-. Nos vemos pronto.
-Adiós. -Ella colgó y vió la expresión atónita de Galene.

-¿Tu paka es Satrapehs Saren ezul Terronova? El macho asesor principal de Tadara Eriadne?
¿Y tu hermano es el Teniente Comandante ezul Terronova, el segundo al mando de la totalidad de
la armada andarion?

-Sí -dijo ella tímidamente-. Te dije que mi padre era de alto linaje.

-Lo hiciste, pero dejaste esos detalles vitales en el hospital cuando hablamos sobre esto.

Nerviosa por lo que no había divulgado, Felicia se retorció un mechón de su cabello alrededor
de su dedo índice. -Yo no sabía si Lorens lo haría. Realmente es un gran idiota. Normalmente.

-Sí, lo sé. He tratado con él en varias desagradables ocasiones. Y él nunca ha sonado tan
agradable antes.

-Lo sé ¿verdad? Pero él ha sido un gran fan del ring toda su vida. Es lo único que nuestro paka
hizo con él creciendo. Lorens luchó un poco, pero él era malo en ello así que renunció en su primer
año de escuela primaria.

Galene sacudió la cabeza. -¿De verdad crees que lo hará?

-Por lo general hace las cosas. Especialmente cuando se trata de algo que quiere. Y
definitivamente parece que quiere esto.

Un brillo maligno apareció en los ojos de Galene. -Me encantaría ver la cara de Chrisen
cuando esas órdenes lleguen. Él va a estar furioso.

-¿Crees que va a luchar contra ellas?

Eso robó la alegría de la cara de la comandante. -Lamentablemente, creo que sí. Es un


bastardo rencoroso.

Felicia soltó su cabello cuando un nuevo temor pasó por ella. -¿Cuáles son las probabilidades
de que él tenga éxito?

-No lo sé. Tu padre es el macho asesor principal de la tadara. La madre de Chrisen es la


asesora femenina principal de la tadara y su sobrina. Si llega a esto, la tadara se pondrá del lado de
su sangre. Eso lo sé a ciencia cierta. Y que Dios ayude a Talyn si eso sucede.

El estómago de Felicia se retorció. Por favor, no dejes que sea peor para él al tratar de
ayudarlo. Ella nunca sería capaz de vivir consigo misma si lo lastimaban a causa de ella.
Capítulo 9
-¿Qué estás haciendo?

Talyn se congeló al instante ante el tono molesto de Felicia, preguntándose qué la había hecho
a enojar. -La respuesta más obvia parece estar en problemas con mi chica. Pero en contra de mi
mejor juicio y sentido común, me voy con la respuesta masculina típica de la ira femenina, y
contestar con... nada.

Se levantó del sofá y se puso las manos en las caderas. -¿Nada? ¿En serio? Entonces ¿por qué
estás levantado?

Él frunció el ceño, aún más confundido que antes. -Tenía sed.

Ella maldijo en voz baja. -¿Qué te dijeron los doctores Talyn? ¡No se supone que estes fuera
de la cama! ¿En qué estabas pensando?

-En que tenía sed, y a menos que quisiera beber de la taza del baño, tenía que venir a la cocina
por agua.

Él podía decir por su expresión que estaba luchando por no reírse de él. -¿No se te ocurrió
pedirle a alguien que te la traiga?

Talyn resopló ante su sarcasmo. -Te reto a hacer eso en los cuarteles. Cuando me patean el
trasero, me pagan y me aplauden por ello.

-Eres un macho enfermo... en más de un sentido. Ahora vuelve a la cama donde perteneces, y
voy a ir por agua para ti.

-Sí, señora. -Él comenzó a caminar de nuevo hacia el dormitorio y se detuvo. -¿Sería
demasiado pedir un bocadillo, también?

-Sí, y sí, te voy a traer algo de comer. ¡Ahora ve!

-Gah, cosita mandona. Deberías trabajar para el Comando.

-¡Escuché eso!

-Eso espero, ya que no lo susurré -se quejó cuando regresaba a la cama.

Felicia se unió a él unos minutos más tarde, con una pequeña bandeja que ella puso en la
cama junto a él.

Con el ceño fruncido, ella probó su temperatura con el dorso de la mano. -¿Cómo te sientes?

-Bien.

-¿Sólo bien?
-Me sentí mejor hasta que me gritaron por intentar no molestar mientras estabas estudiando
para tus exámenes.

-Lo siento, mi keramon. Estoy preocupada por ti. Has dormido durante casi treinta horas
seguidas.

La mandíbula de Talyn se aflojó. -¿Qué?

Ella asintió con la cabeza. -Tu madre estaba a punto de llamar a una ambulancia.

-¿Cómo hiciste para que no lo hiciera?

-Tus signos vitales eran buenos. Le dije que tu cuerpo debía necesitarlo, y que estabas mejor
aquí que en el hospital donde, si te molestan, les ladras a ellos constantemente. -Ella le dio de comer
un bocado de pollo.

Pasando la mano por su pelo, él frunció el ceño mientras masticaba y consideraba eso. -Tengo
que llamar mi OC. Estoy seguro de que ya le han notificado de que estoy en casa, y…

-Nosotras ya nos encargamos de eso por ti. Todo lo que necesitas hacer es concentrarte en tu
recuperación.

El miedo lo laceró. ¿Qué se había perdido? -Se encargaron de ello, ¿cómo?

-Tu madre y yo hablamos con Anatole.

El miedo se convirtió en una sensación de malestar de terror. -Mierda. Estoy jodido, ¿no?

-No. -Ella le entregó el agua-. Ten un poco de fe.

Sí, claro. La fe era una perra sin corazón que lo odiaba peor que Anatole.

-No sé nada de esta fe de la que hablas. -Tomó un trago y suspiró ante lo inevitable. No había
manera de arreglarlo hasta que se enfrentara al bastardo miserable.

Lo que está hecho, hecho está.

En lugar de centrarse en él y estar enojado, cambió de tema a algo mucho más agradable.

Felicia.

-Entonces, ¿cómo van tus exámenes?

-Tengo uno más mañana. Tu madre se ha ofrecido amablemente a cuidar de ti mientras lo


hago.

Él le rodó los ojos mientras alcanzaba el pan. -¿Me va a cambiar mis pañales también?

-Si lo necesitas. -Ella le dio de comer un bocado de fruta.

El ascensor sonó.
Talyn frunció el ceño al oír el sonido.

-Es tu mamá regresando.

-Oh.

Felicia se dirigió a la puerta para decirle a su madre que él finalmente estaba despierto.

Haciendo una mueca, Talyn se echó hacia atrás y puso la bandeja más cerca para alcanzar la
comida más fácilmente.

Su madre entró en la habitación con una enorme sonrisa en su rostro. -¿Adivina lo que tengo?

-No me puedo imaginar, y esa mirada en tu cara como que me asusta.

Burlándose de su tono irritable, se puso a su lado e imitó el gesto de Felicia al comprobar si él


tenía fiebre.

-¿Contenta de que viviré?

-Mucho. -Ella sonrió ante su sarcasmo, luego le entregó los archivos que sostenía-. Tengo un
regalo para ti.

Él echó un vistazo a la insignia de identificación militar andarion en la carpeta y se tragó un


gruñido. Sólo el mero atisbo de la idea de volver a la atención “tierna” de Anatole lo puso de un
humor de mierda. -¡Trabajo! -dijo en un tono exagerado y sarcásticamente feliz-. ¡Justo lo que
quería! Gracias, mamá. ¡Qué considerada!

Ella le sacudió las trenzas. -Al abrir eso, te vas a sentir como el idiota que estás siendo.

Él dudaba eso. Con una mueca, lamió la grasa de los dedos y luego abrió el archivo para ver
qué orden había violado que estaría en su historial para siempre.

En el momento en que su mirada se posó en las palabras, se quedó sin aliento. -¿Es esto real?

-Lo es.

Talyn empezó a levantarse, entonces recordó por qué estaba en la cama cuando el dolor lo
atravesó. Maldijo e hizo una mueca.

-¡Talyn! -Tanto su madre como Felicia comenzaron a ir hacia él.

-Estoy bien. Sólo quería abrazarte. ¿Cómo conseguiste que me transfirieran?

Galene le echó un vistazo a Felicia. -Conozco gente.

Más que agradecido, él tomó la mano de su madre, la llevó a su mejilla, y la mantuvo allí. –
Tenías razón. Me siento como un idiota total. Oh mamá, no puedo agradecerte lo suficiente por
esto.

Felicia sonrió ante su sincera felicidad y gratitud. Ese tono de voz le dijo lo mal que Anatole
lo había tratado. Con sus ojos lagrimeando, se encontró con la mirada agradecida de Galene.
Hasta que la culpa por tomar el crédito por la transferencia oscureció los ojos de Galene. Por
su expresión, supo su madre estaba a punto de decirle la verdad.

Felicia sacudió la cabeza para hacerle saber que estaba bien guardar este secreto. Habían
decidido que esto sería lo mejor. Mientras que ella todavía estaba aprendiendo de él, Felicia sabía
una cosa a ciencia cierta, y era que a Talyn no le gustaba sentirse en deuda con nadie. Odiaba estar
en deuda, incluso en favores.

-¿Qué es? –ella le preguntó Talyn, fingiendo ignorancia.

Al abrir los ojos, él le sonrió. -Estoy siendo transferido al Real Cuerpo de la Guardia en
cuanto me den permiso para volver al servicio activo de nuevo.

Ahora, eso era algo que ella no había sabido con seguridad. Lorens había sido frustrantemente
breve en los detalles exactos de lo que estaba haciendo para Talyn. -¿Vas a estar en el palacio?

Él asintió con la cabeza. -Sin embargo, no conozco a mi OC. ¿Comandante ezul Nykyrian?

-Él es un primo de la sýzygos*21 anterior -explicó Galene-. Severo, pero justo. Creo que te va
a gustar. Sé que él te adorará... estarás custodiando a las tahrs y su corte.

Talyn contuvo una maldición y se armó de valor para no mostrar su repulsión ante esa idea.
Parte de la corte de tahrs incluía el coronel idiota. Si un enemigo atacaba a Anatole mientras Talyn
estaba de servicio, tendría dificultades para proteger al estúpido.

Pero él no quería arruinar la felicidad de su madre, por lo se lo guardó y a esperar que un


asesino atacara al bastardo. Pronto.

-¿Uds dos se estarán viendo? -preguntó Felicia esperanzada.

Galene se apartó de la cama. -No demasiado. Mis deberes están con Tizirah Cairistiona. Ella
esta sobre todo... postrada en cama. Ella realmente no sale de sus aposentos en el palacio. Tahrs
Jullien, por otra parte, viaja bastante. Así que me entristece decir que probablemente no veremos
mucho a Talyn, ya que va a ser necesario viajar con Tahrs Jullien y su séquito.

Esa era otra gran preocupación para él. -¿Qué pasa con mi lucha y programa de
entrenamiento?

-Hay alojamiento especial para eso. Todo está ahí para que tú le des una mirada. Creo que
estarás más que satisfecho.

La felicidad regresó mientras atraía a su madre contra sí para otro fuerte abrazo. -¡Eres la
mejor, Matar! No sé cómo lo hiciste, pero estoy siempre en deuda.

Los ojos de Felicia se llenaron de lágrimas ante su exuberante gratitud.

Acariciando su cabeza, su madre se mordió el labio mientras encontraba la mirada de Felicia


por encima del hombro de Talyn. El sentimiento de culpa era tan dulce, pero no había nada de que
sentirse culpable. Esto era lo mejor.

*21 Palabra griega que significa pareja de esposos.


No, Felicia articuló hacia ella. -Tu madre es maravillosa, Talyn. Los dos estamos en deuda
con ella. –Ella corrió sobre la cama para recoger la carpeta. -¿Puedo leer?

-Claro.

Felicia sonrió cuando vio lo que su hermano había hecho por ellos. Se sentía muy mal por
cada pensamiento desagradable que había tenido sobre Lorens. -¡Estoy tan celosa! Tus nuevos
cuarteles están en el palacio. Cerca del cuerpo de guardia. ¿Son tan bonitos como suenan?

Galene resopló. -No son esto. -Ella hizo un gesto hacia el dormitorio-. Pero no son tan
miserables como gen-barr, que es lo que él tenía. Él finalmente tendrá una habitación privada y su
propio cuarto de baño.

-¿En serio? -Talyn jadeó con los ojos muy abiertos.

Ella asintió con la cabeza. -Es muy pequeña. Sólo una cama, cómoda, monitor y una pequeña
ducha. Y un armario que no tienes que compartir.

La mirada de sincera alegría hizo que Felicia se sintiera muy mal. Lo que había aprendido era
que Talyn había sido relegado al uso de baños públicos en su vieja unidad de servicio. Y a él solo le
habían permitido usar sus duchas durante ciertas horas, y nunca cuando había un Investido en ellos.

-Suena muy bien -dijo con una sonrisa.

No para ella. Sonaba miserable. Pero ella no quería frenar su felicidad, por lo que le regresó la
sonrisa. Galene se dirigió a la puerta. -Me voy a reunir con mi OC esta noche por un informe de
estado, así que los voy a dejar a los dos solos por un rato.

-Ten cuidado. -Felicia se comió un pedazo de fruta de la bandeja.

-¡Oye, mamá!

Ella se detuvo en el umbral. -¿Sí?

-Te amo.

Sonriendo, ella le lanzó un beso. -A ti también, bebé.

Tan pronto como ella se fue, Talyn tomó la carpeta y la hojeó. -Este es el mejor regalo del
mundo. Tengo que hacer algo realmente bueno para mi mamá. Pero no hay regalo que sea
equivalente a esto.

-Creo que la expresión de tu cara fue suficiente regalo.

Él hizo una mueca. -Yo no.

-Confía en mí. Para mí lo fue. -Ella lo besó-. ¿Comiste lo suficiente?

-Mmm. -Él le mordisqueó la barbilla-. No me llenó por completo.

Ella se estremeció cuando sus colmillos rasparon suavemente su piel. -¿Estás listo para esto?
Él dejó escapar una risa malvada cuando él pasó la mano de ella contra su dura erección. -Oh,
estoy definitivamente listo para ello.

Conteniendo su aliento bruscamente, ella se apartó. –Mantén ese pensamiento. Déjame


llevarme la bandeja de aquí primero. No quiero rodar sobre tu comida.

Talyn hizo un puchero cuando la vio salir. Ella tenía razón, pero él no quería detenerse. No
cuando él estaba tan feliz y listo. Desde el momento en que la había visto por primera vez en la foto,
todo lo que había soñado era hacer el amor con ella.

Ahora...

Tratando de distraerse en este corto interin, sacó el archivo él y hojeó sus órdenes mientras
esperaba a que regresara.

Todavía no podía creer que su madre había conseguido esto. Anatole tendría un derrame
cerebral y podría protestar por ello. Pero no había nada que el bastardo pudiera hacer para detenerlo.

Al menos, él esperaba que no.

Por otra parte, Anatole era el hijo de la sobrina de la tadara. Era imposible saber qué tipo de
alcance tenía.

No pienses en ello. Tenía otras cosas que estaban en su mente esta noche. Un hermoso ángel
para abrazar durante un rato.

Más que ansioso por Felicia, se quitó el pantalón del pijama y apagó las luces.

-¿Felicia? -la llamó, preguntándose qué le estaba tomando tanto tiempo. ¿Habría corrido hacia
la salida?

-Sólo un segundo.

Talyn estaba a punto de ir por ella cuando la puerta se abrió y su estómago cayó al suelo.
Probablemente su lengua también.

Vestida con un negligee transparente rojo, caminó hacia él de tan seductora manera que estaba
bastante seguro de que estaba babeando.

Con la sonrisa más lasciva que él hubiera visto en su vida, ella levantó las mantas y se sentó a
horcajadas en él. -Hola, precioso.

Con su respiración entrecortada, no podía responder. Toda la sangre había dejado su cerebro.
Honestamente, tenía miedo de tocarla. De moverse. Si lo hacía, podría arruinar esto haciendo o
diciendo algo realmente estúpido.

Chistándole a él, ella llevó la mano de Talyn hacia el moño en su cadera. -Cuando estés listo,
mi ropa interior están atada. Sólo tienes que tirar del listón.

-Es como abrir un regalo.

Ella asintió con la sonrisa más dulce que jamás había conocido.
Con sus sentidos tambaleándose, se frotó contra el encaje rasposo. -¿Estás preparada para
esto?

Ella se inclinó hacia delante, rozando su largo y rizado pelo contra su pecho mientras se
movía. -He estado lista desde la primera vez que te conocí.

Esperaba que ella no pudiera ver cómo le temblaban las manos mientras tiraba de la cinta
entre sus pechos y la descubría. Muriéndose por probar su cuerpo, lentamente deslizó las manos
sobre sus pechos, deleitándose con la suavidad de ellos. Rozó sus pulgares sobre los pezones,
sorprendido por la forma en que se endurecieron al instante. Mientras que había visto fotos y
películas de mujeres desnudas, nunca había visto a una realmente.

Su cuerpo era increíble para él. Tan increíblemente suave y hermosa.

Felicia se mordió el labio al ver la expresión tierna en su rostro mientras él suavemente y muy
lentamente la exploraba.

Era tan obvio que él nunca había estado con una mujer desnuda. Se tomaba su tiempo y
saboreaba cada centímetro de su carne, inspeccionando con mucho cuidado y curiosidad, lo que la
hacía arder aún más.

Él era una bestia grande, feroz, y tan increíblemente gentil. A ella le costaba conciliar este
lado de su personalidad con el Iron Hammer que luchaba tan ferozmente en el ring. Allí, él era
aterrador.

Aquí, él era todo suyo y gentil. Algo que era tanto más precioso para ella porque no era
natural para él. Tenía que hacer un esfuerzo para ser amable y dulce.

Con una media sonrisa adorable, desató sus bragas y deslizó su mano sobre su cadera y por
los pequeños rizos hasta que él la tocó donde ella más lo quería. Ella siseó mientras él la tocaba
ligeramente con el pulgar.

Talyn tragó saliva mientras la miraba fijamente a los ojos. La humedad de su cuerpo le
sorprendía. La piel aterciopelada, más aún. No tenía ni idea de lo increíble que la piel de una mujer
se sentiría. Lo diferente que era su cuerpo al de ella. A diferencia de él, ella era tan suave. Tersa.
Lamiendo sus labios, ella le sostuvo la mirada mientras lentamente cabalgaba los dedos de Talyn.

Con la garganta seca, él terminó de deslizar el encaje rojo de ella, hasta que estuvo totalmente
expuesta a su mirada hambrienta. -Eres tan hermosa -susurró mientras regresaba a acariciar su
pezón tenso.

Ella cubrió su mano con la de ella y la apretó contra su pecho plano. -Estoy tan contenta de
que vieras mi perfil. No me puedo imaginar haciendo esto con nadie más.

Antes de que pudiera decir otra palabra, ella se levantó a sí misma y se sentó en su pene,
descendiendo sobre este por completo. Él gruñó ante el éxtasis inesperado de estar dentro de ella.

Felicia no pudo respirar por un segundo mientras él la llenaba por completo. Era enorme y su
cuerpo no estaba acostumbrado a esto. Tardó un minuto en recuperar el aliento mientras su
virginidad se deshacía para acomodarlo. Pero una vez que el dolor se desvaneció, ella se quedó con
una increíble sensación de plenitud al sentirlo profundamente en su interior, en el más íntimo de los
abrazos.
La preocupación brotó en la frente de Talyn. -¿Estás bien?

Sonriendo, ella se inclinó para darle un beso. -Todo bien.

Cuando ella empezó a moverse contra él en la forma en que había sido entrenada, él puso sus
manos en las caderas de Felicia y la mantuvo en su lugar.

Ella se congeló al instante. -¿Te estoy haciendo daño?

Mordiéndose el labio hasta que sangró, él negó con la cabeza. -Estoy tratando de no venirme
todavía. Dame una cachetada.

Ella se quedó boquiabierta ante su petición sincera. ¿Abofetearlo? ¿Estaba loco? -Yo no te
voy a golpear, Talyn.

Talyn luchó contra su cuerpo con todo lo que tenía, pero se estaba perdiendo rápidamente a sí
mismo ante el placer que sentía. -No te muevas. Ni siquiera respires.

Ella no escuchó.

Antes de que pudiera hablar de nuevo, ella extendió la mano y le pellizcó el pezón.

-¡Ay! Hey! ¡Eso duele!

Ella le pellizcó el otro.

Con el ceño fruncido, él se frotó la zona ofendido.

-¿Mejor? -ella preguntó con picardía.

Él se rió al darse cuenta de que había funcionado. Y era mejor que ella dándole una bofetada.
Más o menos. Mientras que él todavía estaba duro dentro de ella, él ya no estaba al borde. -Gracias.

Con una expresión adorable, ella lentamente comenzó a menear sus caderas contra las suyas. -
No hay problema. Pero si me devuelves el favor, voy a levantarme e irme.

Riendo, él pasó sus manos sobre sus pechos mientras ella lo montaba lento y fácil. -Yo nunca
te haría eso.

-Bien.

Felicia se llevó la mano de él hacia sus labios para poder mordisquearle los nudillos mientras
saboreaba la sensación de él en lo más profundo de ella. En todos sus sueños, ella nunca había
imaginado lo bien que se sentiría allí. Incluso con el dolor de su virginidad, ella le dio la bienvenida
a la sensación de su gruesa plenitud. Él era tan precioso y dulce.

Tan adorablemente inocente y tan atractivo.

Los moretones y cortes en su cuerpo todavía le daban ganas de cazar a su comandante y


despellejar al bastardo. Pero la sonrisa en su rostro mientras la observaba la mantuvo enfocada en
éste precioso momento con él.
Ella se estremeció cuando él se levantó para capturar sus labios. Él hundió su mano en su
cabello mientras levantaba sus caderas debajo de ella.

-No te lastimes -ella susurró. -Voy a hacer todo el trabajo.

Con adoración en su mirada, él bajó la cabeza para poder lamer su pecho. -Sabes a cielo.

Ella acunó su cabeza contra su pecho cuando una oleada de amor por él la atravesó. -Yo… -
apenas se refrenó a sí misma antes de confesarle sus sentimientos hacia él-, amo cómo te sientes.

Él contuvo el aliento bruscamente un instante antes de acabar. Gimiendo, se echó hacia atrás
para mirarla. -Lo siento.

Ella se inclinó sobre él para besar sus labios. -Está bien, cariño. Estoy sorprendida de que
hayas durado tanto.

-Sí, pero no he terminado contigo. -Él se giró con ella.

-¡Talyn! ¡No te hagas daño!

Levantándose y apoyándose en sus codos, él sonrió. -No te preocupes. -Luego, lentamente, él


comenzó a mordisquear un ardiente rastro desde su garganta a sus pechos.

-¿Qué estás haciendo?

-Te estoy devorando. Es lo que me he estado muriendo por hacer desde la primera vez que vi
tu foto. Voy a saborear cada centímetro de tu cuerpo esta noche... hasta que me ruegues que me
detenga.

Fue una promesa más que cumplida. Y cuando llegó a la parte de ella que sufría por su toque,
ella pensó que iba a morir en el acto.

Levantando sus caderas, ella enterró su mano en sus trenzas mientras la lengua y los dedos de
Talyn bromeaban y la encantaban.

Él gruñó, usando su barbilla y colmillos para aumentar su placer. En cuestión de minutos,


tenía el cuerpo de ella tarareando con calor.

Ella echó la cabeza hacia atrás y lanzó un grito mientras un placer inimaginable la desgarraba.
-¡Oh Dios mío! ¡Talyn!

Aun así, él continuó hasta que exprimió el último temblor de placer de ella. Y todavía él
continuó acariciándola con sus dedos mientras besaba su camino sobre su estómago hacia sus
pechos.

Con todo su cuerpo temblando, ella seguía esperando que él se detuviera, pero no lo hizo. No
hasta que llegó una y otra vez.

En el momento en que ella gritó, él se deslizó de nuevo dentro de ella. Ella se mordió el labio
ante la sensación de él duro una vez más.
Él la abrazó mientras se mecía a sí mismo contra sus caderas. -No te estoy haciendo daño,
¿verdad?

-No. Ni siquiera un poco.

La besó en la mejilla y luego presionó su mejilla contra la de ella cuando él aceleró sus
embestidas. -Di mi nombre, Felicia.

-Talyn.

Levantándose a sí mismo para mirarla, él sonrió. Entonces él la besó y alcanzó el éxtasis con
un suave gruñido.

Ella sintió como el corazón de Talyn latía con fuerza mientras él descendía lentamente sobre
ella. -¿Soy demasiado pesado?

-No. Te sientes maravilloso. -Envolviendo su cintura con sus piernas, ella pasó sus manos por
encima de su musculosa espalda.

Él dejó escapar un suspiro de felicidad. -No puedo creer que por fin pude hacer esto. Estaba
empezando a pensar que moriría virgen.

Ella se rió ante su tono angustiado. –Sí, parecía como los mismos dioses estaban en contra de
nosotros.

Rodando sobre su espalda, él la atrajo para que ella descansara encima de él. -No quiero dejar
esta cama nunca.

Ella pasó una uña sobre su pezón. -Estoy dispuesta si lo estas. Pero vas a tener que renunciar a
tu Título en el ring.

-Hecho, a pesar de que Erix me va a matar. Probablemente Ferrick, también.

-Pero morirías feliz.

-Eso sí. -Él tomó la mano de Felicia y la llevó hacia sus labios para poder darle un beso en la
palma. -Gracias Felicia.

-¿Por qué?

-Para aceptar ser parte de mi vida. La mejor parte de ella.

Las lágrimas la ahogaron por la sinceridad que escuchó. -No lo sé. Eres es una carga tan
pesada. Muy difícil de manejar.

Él rió. -Ahora suenas como mis enfermeras. -Dejando escapar un suspiro irritado, él la besó
en la mejilla antes de salir de la cama-. Ya vuelvo.

-¿La naturaleza te llama?

-Como una bestia. -Talyn recogió sus bragas del suelo y las colocó sobre la cama, y luego se
dirigió al cuarto de baño.
Con una paz inexplicable, atendió rápidamente sus necesidades y se lavó a sí mismo. Pero
cuando fue a cerrar el agua, miró en el espejo y se congeló.

Oh, mierda.

En lugar de los ojos blancos que había tenido desde su nacimiento, ahora estaban brillando de
color rojo fuerte y profundo.

Minsid infierno.

Estaba stralen
Capítulo 10
Talyn regresó al dormitorio con dos paños fríos. Asegurándose de mantener sus ojos ocultos,
se deslizó dentro de la cama y le pasó uno a Felicia.

-¿Te encuentras bien?

-Dolor de cabeza. -Se cubrió los ojos con el otro.

-Pobre bebé. ¿Puedo hacer algo para ayudar? -Ella se recostó encima de él.

-Deja las luces apagadas… por favor.

-Seguro. -Ella se acurrucó más cerca.

Talyn odiaba mentirle, pero nada bueno podía salir cuando se enterara que estaba stralen. Era
un muy, muy raro defecto genético que corría a lo largo de los machos de ciertas estirpes. Por la
leyenda de los trece War Hauks que una vez defendieron su planeta de los invasores, él sabía de
hacía tiempo que el rasgo corría por el ADN de su padre, lo cual era casi una maldición tan grande
como la que corría por el lado de su madre. Pero dado el abandono de su padre, Talyn asumió que el
rasgo los había esquivado a ambos.

¿Podría haber estado más equivocado?

No. Él era el bastardo afortunado que llegó a llevar no uno, sino dos de los rasgos más
recesivos en toda Andaria.

¡Yuupi!

Al menos explicaba sus feroces sentimientos hacia Felicia y la extraña serenidad dentro de él
cada vez que ella estaba cerca. Porque él era tan protector con ella. La sobreproducción de oxitocina
y vasopresina en el cerebro que causaba el stralen hacía a los machos que lo poseían
extremadamente protectores y posesivos con la hembra que lo causaba. Por alguna razón, la primera
expresión de la condición siempre ocurría durante, o en la hora después del sexo. Usualmente,
retrocedía dentro de las pocas horas después del clímax, una vez que los niveles de oxitocina y
vasopresina regresaban a los valores normales. En los casos aún más raros y extremos, era
permanente y causaba que los ojos permanecieran rojos por siempre. Suerte para él, eso, también,
corría por la familia de su padre.

De cualquier forma, estaba jodido. En un macho casado, ser stralen era el más deseado rasgo
en su cultura.

Para un macho que no estaba casado…

Ridículo. Humillación. Haría que todos sus abusos previos lucierar suaves. Y él no conocía a
Felicia lo suficiente para siquiera comenzar a adivinar como reaccionaría. Podría aceptarlo, temerlo,
o usarlo en su contra.
El primero era el mejor escenario. Los otros dos eran horripilantes para contemplar. Si la
asustaba, ella se iría, y el estaría regiamente jodido ya que ella es la única que necesita en su vida.
Peor escenario, ella lo manipularía con eso, sabiendo que él haría cualquier cosa por ella.

Incluso morir.

¿Por qué dioses?

Su vida apestaba lo suficiente. Realmente no necesitaba nada más agregado a su miseria. En


especial el stralen.

Puedes arreglar esto.

Con suerte, retrocedería para la mañana y podría comprar contactos coloreados para cubrirlos.
Nunca nadie sabría.

Esperaba.

Por favor, estén normales para la mañana. Seguramente los dioses le concederían esa
pequeña fortuna.

Si, seguro…

出生反抗的

Talyn se levantó lentamente. Apenas abrió los ojos para asegurarse que estaba solo en la
habitación.

Por suerte, lo estaba. Soltando un profundo suspiro de alivio, se deslizó fuera de la cama y fue
al baño para verificar sus ojos.

Eran blancos de vuelta.

¡Gracias dioses! Agradecido más allá de lo posible, rápidamente se bañó y vistió. No se


atrevía a tocar a Felicia de nuevo hasta que tuviera una forma de ocultarlo. En este punto, incluso un
pequeño beso podía hacer regresar el stralen.

Ahora solo necesitaba llagar a un optometrista sin que su madre o Felicia lo interrogaran.
Vamos. Puedes hacerlo. Mordiéndose el labio, dejó la habitación para encontrar a su madre en la
cocina.

Mierda.

-¿Dónde está Felicia? -preguntó.

-Fue a dar su examen.

-Ah, okay.

-¿Tienes hambre?
-Seguro. -Se sentó en el taburete de la barra mientras su madre le prepara un tazón de cereales
caliente.

-¿Por qué no regresas a la cama? Te lo llevaré.

Si solo pudiera. -Realmente necesito hacer un encargo antes de que Felicia regrese.

-Cariño…

-Estoy… -Intentó buscar una mentira razonable. Pero la verdad salió antes de que pudiera
pararla-. Estoy stralen.

Ella soltó el tazón en su mano. Fue directo al piso y se destrozó, enviando el cereal y la
porcelana en todas direcciones.

Maldiciendo, ella limpió el desorden y le preparó más cereales. -¿Estás pensando en lentes de
contacto?

-Sí. ¿Funcionarán?

-No lo sé. Pero vale la pena intentarlo. Te conseguiré un par de inmediato.

-Gracias.

Ella dejó el tazón en el mostrador, entonces acunó con su mano la mejilla de él. -Mi pobre
bebé. -Haciendo una mueca, enterró la mano en su cabello-. Solo desearía que estuvieras casado.

-Yo también. Haría las cosas mucho más fáciles.

Su madre asintió. -¿Cómo se lo ocultaste a ella?

-Le mentí ayer a la noche, y me siento como la mierda. Odio hacer eso.

-No tienes alternativa.

-No lo hace más fácil.

Ella le palmeó el hombro. -Y eso es lo que te hace un buen macho. Lo que me hace orgullosa
de ser tu madre. -Ella besó su mejilla-. Ahora come tu cereal y regresa a la cama. Yo conseguiré los
contactos y regresaré tan pronto como pueda.

-Gracias.

Ella presionó su mejilla contra la de él. -Mantente alejado de Felicia hasta que regrese.

-No te preocupes. Estoy muy por delante de ti en eso.

Su madre agarró el bolso y lo dejó.

Talyn terminó de comer. Limpió el tazón y se dirigió al dormitorio a revisar sus nuevas
órdenes.
Acababa de terminar de leer todo el paquete cuando su madre entró al cuarto.

Le entregó una pequeña bolsa. -Compré dos pares para que los pruebes. Si funcionan,
fácilmente podemos conseguir más.

-Gracias. -Levantándose, fue a probárselos.

Su mamá lo siguió al baño para hablar mientras él intentaba comprender como ponerse los
contactos. -¿Qué piensas acerca de tus nuevas órdenes y ubicación?

-Parece bastante buenas. Extremadamente cómodo. Tal vez me vuelva gordo y perezoso por
eso.

Ella se rió. –Te sería útil un poco más de peso.

Cuidadosamente él lavó el lente de contacto y se lo colocó despacio sobre el ojo. -Sí, claro.
Peso tanto como un transporte. -Hizo una mueca ante la extraña sensación del lente. Parpadeando,
se giró hacia su madre-. ¿Cómo está?

-Genial. Ni siquiera puedo decir que sean contactos.

-Sí, pero mis ojos no son rojos debajo de ellos… aún. -Se puso el otro-. Entonces, ¿hay algo
que necesite saber acerca de trabajar en el palacio?

-Solo recuerda que no debes encontrarte con la mirada de ningún miembro de la familia real.
Y no puedes golpearlos. Es una sentencia de muerte automática.

Él se forzó a si mismo a no restregarse los ojos. -¿Por qué piensas que golpearía a uno?

-¿Honestamente? Jullien puede ser un cretino arrogante. Yo he estado tentada de golpearlo


unas pocas veces. Es muy condescendiente con su personal. Escuché de fuentes altamente
confiables que su valet escupe en su comida antes de llevársela al tahrs. Y tú no quieres saber lo
alguno de los otros hacen. Así que nunca toques nada traído para él.

Talyn estaba espantado ante tal audacia. -¿Hablas en serio?

- Si, pero me han dicho que Jullien sabiamente deja a sus guardias tranquilos. Ya que ellos lo
protegen, tienden a ser inmunes a su encantadora personalidad. Más que nada se quejan de cuanto
ruido hace cuando tiene sexo. Pero todo el resto está libre para su abuso.

-Genial.

Ella asintió. -También tendrás que firmar contratos de confidencialidad y tomar un juramento
de lealtad.

-Ya los he hecho.

-Estos son diferentes a los que tomaste cuando iniciaste el servicio. No son tanto acerca de
seguridad nacional como lo son acerca de los secretos reales.

-¿Tales cómo?
-Los dos más grandes que descubrirás en tu primer día allí es que Tizirah Tylie es lesbiana y
Tizirah Cairistiona está loca como una cabra.

Él jadeó mientras volvía a la cama. -¿Qué?

Asintiendo, suspiro con fuerza. -Dicho esto, adoro a Cairistiona. A diferencia de su madre y
Jullien, ella tiene un buen corazón. Ella solo no puede aceptar el hecho de que su hijo está muerto.
La verás vagabundear por los corredores, de vez en cuando, buscando a Nykyrian. Sin falta, hace su
camino hasta el ala de Jullien que los chicos compartieron cuando eran pequeños. Y ella
probablemente te pregunte unas pocas cientos de veces si has visto a Nykyrian, o si sabes donde
está. Solo dile que todo estará bien y ayúdala a volver a sus cuartos. Hagas lo que hagas, no entres a
su cuarto de niño o su dormitorio por nada. Nadie está autorizado a tocar los objetos personales de
él. Te hará ejecutar si lo haces.

Wow, eso era extremo.

-¿Qué pasó con él?

-Murió en un incendio en el colegio cuando era niño. Ella era el comandante principal de la
armada cuando ocurrió. En un latido de corazón, ella perdió la mente y nunca se recuperó.

-Eso apesta.

Su madre ajustó las frazadas alrededor de él. -Ciertamente. Pero entiendo su dolor. Yo estaría
igual si algo te ocurre alguna vez. De hecho, creo que en comparación la haría lucir sana.

Él escuchó que Felicia regresaba.

Felicia retrocedió un poco cuando entró al cuarto y los vio juntos. -¿Interrumpo?

-Nop. -Él bostezó.

-¿Tu cabeza está mejor? -preguntó Felicia mientras se acercaba para ver si tenía fiebre.

-¿Su cabeza?

-Tenía dolor de cabeza cuando fue a la cama anoche.

-Es lo que te estaba diciendo, mamá. Aunque ahora estoy mejor.

Su madre asintió. -Bien.

Él llevó su atención hacia Felicia mientras ella dejaba su mochila en el piso. -¿Cómo estuvo
tu examen?

-Creo que lo hice bien.

Su madre recogió la bolsa de compras antes de que Felicia la viera y la puso fuera de la vista.
-Bueno, voy a sacar mis cosas del medio. Los veo a ambos en un segundo.

Luciendo molesta y preocupada, Felicia se giró hacia él. -¿Puedo pedirte un enorme, gigante
favor? Juro que nunca más te pediré nada.
Sin estar seguro de porque ella estaba tan nerviosa y asustada, asintió. -Seguro. ¿Qué?

-Sé cuanto odias la compañía y estar con extraños, pero…. -Ella cerró los ojos como si
realmente temiera su reacción.

-¿Pero?

Ella retorció las manos en la más linda, más adorable forma. Poco sabía ella, cuando lo
miraba así, no había nada que él no haría para hacerla feliz. -¿Hay alguna forma en que pudiera
convencerte de tener una cena con mi hermano y sus dos hijos?

Talyn se encogió ante el solo pensamiento de eso. Decir que él odiaba la compañía era
equivalente a decir que la temperatura del núcleo de una estrella era ligeramente cálida. -¿Puedo
preguntar por qué?

Ella se sentó a su lado en la cama. -Es el cumpleaños de mi sobrino y son grandes fanáticos
tuyos. La jodí y le dije a mi hermano que te conocía. Juro que nunca te pediré otro favor. Jamás.
Jamás. Jamás… jamás.

Él le apartó el pelo de la cara. -Solo si haces algo por mí.

-¿Qué?

-Bésame.

-¿Eso es todo?

-Eso es todo… bueno, y sonríe. No luzcas tan asustada, Licia. Jamás te lastimaría.

Riendo, ella lo besó. -¡Gracias!

Talyn la sostuvo contra su pecho. -No hay problema. -Por ella, no había nada que el no haría.
Él solo no podía soportar dejarle a ella saber eso. Él ya había visto lo que ocurría cuando un
compañero amaba al otro y el otro se iba.

Era devastador. Incluso décadas después.

La última cosa que él quería era tener el mismo dolor en el corazón con el que su madre
lidiaba todos los días. Él no tenía idea como ella aún podía amar a su padre, pero ella lo hacía.

Talyn tragó mientras intentaba no pensar en la foto que su madre mantenía escondida en su
mesita de luz. La foto que él encontró hacía años mientras buscaba por pistas sobre que regalarle
por su cumpleaños. Era de sus padres en la escuela. Su madre estaba mirando hacia arriba a su
padre con una mirada de adoración que él nunca había visto en su cara. Una de completa felicidad,
sin sombras. A este día, incluso cuando ella estaba extática, siempre había una pizca de tristeza en
sus ojos que nada podía borrar.

Solo por eso, él odiaba a su padre. Y él odiaba cuan parecido a él lucía. Tenía que ser
enloquecedor para su madre verlo crecer en una copia exacta del macho que la había jodido y
arruinado su vida. Y aún así, para su crédito, ella nunca dijo nada acerca de eso. Al menos no
negativamente. Ni le permitía a él decir nada contra su padre. Eso, también, le decía cuanto había
amado a Fain Hauk.
Bastardo. Que mal que él no hubiese estado stralen.

-¿Estás bien?

Él parpadeo ante el ceño preocupado de Felicia. Sonriendo, enterró sus puños en los hermosos
rizos de ella. -Bien.

-¿Seguro que no estás enojado conmigo?

-¿Por esto? No, bebé. Ni siquiera un poco.

Sus ojos se ampliaron. -¿Estás enojado conmigo por algo más?

-¡Dioses, no!

Soltando un suspiro de alivio, ella le dio un ligero apretón antes de empujarse fuera. -Bien.
Voy a llamar a mi hermano y mejorar su día.

Talyn reprimió un gruñido ante el recordatorio. Él realmente no era una criatura social.
Demasiados años siendo rechazado en el mejor de los casos, ridiculizado en el peor, lo volvieron
extremadamente nervioso alrededor de cualquiera. Aunque, para ser honesto, una vez tuvo un
amigo.

Por cinco minutos.

Era el primer día del entrenamiento militar. Cuando se mudó a las barracas, su compañero de
litera había sido amable y lo recibió bien. Hasta que su OC entró y anunció el estado de Sin
Investidura de Talyn para todos los que estaban allí.

Así que ahí terminó toda similitud con la normalidad.

Sin embargo, una vez que ingresó a la liga de Investidos y comenzó a ganar títulos, los
andarions comenzaron a acercarse y a hablar con él. Pero solo por su fama. Él era muy conciente
del hecho de que ellos no lo conocían ni se preocupan por ser su amigo. Era como un animal del
zoológico en una jaula. Querían acariciar su piel y tomarse una foto, entonces emprender una rápida
retirada de su presencia.

Al menos Felicia estaría con él para el calvario. Solo eso lo hacía tolerable.

Ella asomó su cabeza por la puerta. -¿Crees que te sentirás bien para cenar la próxima
semana?

-Seguro.

Con una sonrisa deslumbrante, ella regresó a su llamada. -Él dice que está bien. No, Lorens,
no voy a decirle eso. -Ella se detuvo un segundo para poner los ojos en blanco-. Bien, le voy a decir.
Mi hermano dice que tu última pelea pagó su transporte. Te ama por eso. Esta esperando que con tu
próxima pelea pueda completar la matrícula universitaria de su hijo.

-Dile que gracias. Voy a dar lo mejor por él.


Ella se rió a lo que su hermano dijo. -Sí, okay. Te veré entonces. Adiós. -Ella colgó-. Le
alegraste su día. Nunca lo oí tan feliz.

-Preferiría mucho más hacer feliz a su hermana.

Apretando los labios, ella acortó la distancia entre ellos. -Y yo hacerte feliz a ti.

-Hiciste eso en el momento en que viniste a casa.

Felicia odiaba el sentimiento llorón que tenía cada vez que él le decía algo dulce. Ella siempre
se había enorgullecido de ser pragmática. Siempre manteniendo todo a un nivel cerebral, sin
importar que, pero todo se iba por la ventana siempre que él estaba cerca. Él la hacía querer creer en
los cuentos de hadas y las mentiras. En machos que eran decentes y amorosos.

Cosas que ella sabía que en realidad no existían. Ella era la prueba viviente de lo que ocurría
después de unos pocos años de matrimonio, una vez que lo nuevo desaparecía. Su padre hizo un
contrato con su madre, diciendo que la amaba y que nunca amaría a otra, y abandonó la cama de su
esposa.

Y desde el nacimiento de Felicia, su madre ha paseado por diferentes patrones rutinariamente.


Todos estaban casados. Todos clamaban amar a su madre por un año o dos, algunas veces tanto
como cinco, que parecía ser el número mágico. Y entonces eran tomados por alguien que era
brillante*22 y nueva.

El amor, a diferencia de las facturas, nunca duraba. Los corazones estaban hechos para vagar.
A menos que un macho estuviera stralen, no había esperanza en una relación duradera con nadie.
Un macho stralen era uno en millón.

Tal vez incluso más raro.

Ella besó las manos de Talyn, deseando cosas imposibles. Ella era su amante y eso era todo lo
que sería. Hembras como ella no se casaban ni se quedaban en relaciones comprometidas con
ningún macho.

Sin mencionar que las leyes andarions nunca le permitirían a Talyn casarse en absoluto. O
tener niños. Ella no tenía idea de quién sería su padre, pero debió ser extremadamente importante y
de alto rango para estar comprometido a alguien del Clan de Sangre Alada de Batur.

Por curiosidad, ella investigó el linaje de Galene y vio el prestigio de su parte que se
remontaba por generaciones. No solo eran doctores, guerreros, políticos, y abogados. Ellos eran de
la nobleza. El bisabuelo materno de Talyn fue el andarion al que su padre reemplazó como
consejero de la reina.

Seguramente el padre de él había estado incluso mejor conectado y tenía una mejor estirpe
que Galene. Era como las unificaciones usualmente funcionaban. A menos que la hembra fuera de
sangre real, el macho en la mayoría de los matrimonios poseía un linaje mejor. El padre de Talyn
quizás incluso fue de la realeza. Tendría sentido considerando cuan sellados estaban sus labios en lo
que refería a la identidad del macho.

También explicaría el odio de Chrisen por Talyn. Y si eso era cierto, entonces lo que le
hicieron a Talyn era el más gran absurdo de todos. ¿Cómo podía él soportar la injusticia de eso?
*22 Del verbo brillar.
Eso, también, decía mucho acerca de él, que él nunca despotricó hacia lo que le tocaba. Siguió
con coraje, y con un honor y dignidad que la asombraban.

Talyn pasó el pulgar sobre su ceja. -¿Estás bien?

-Solo preocupada por ti.

-No lo estés. Soy una cucaracha. Incluso después de una devastación de nivel nuclear,
sobreviviré.

Ella resopló. -Pese a que creo que eso podría ser verdad, no quiero descubrirlo. -Se acurrucó
contra él y lo sostuvo cerca mientras un mal presentimiento la atravesaba-. No vas a quedar
atrapado en políticas reales en el palacio, ¿cierto?

Talyn frunció el ceño ante su extraña pregunta. -No intencionalmente. ¿Por qué?

-Miro las noticias. Veo cuan sangrienta puede ser la familia real. En especial ahora con este
grupo entero que esta trabajando en contra de ellos.

-¿Te refieres a WAR?

Ella asintió.

Talyn podía entender su miedo. Wariors Against Royalty era el último grupo que intentaba
derrocar una monarquía que estaba borracha de su propio poder. Y dado lo que su madre le contó
acerca de los eton Anatoles y lo que él experimentó con Chrisen, podía entender porque. Los dioses
sabían que él no era un fanático del actual orden reinante que lo aplastaba con un asfixiante pie
contra su garganta. Seguro que no lloraría por ver a la casa real derrocada y a un nuevo sistema de
gobernación en su lugar.

Pero dicho esto…

-No soy un terrorista, Felicia. No tengo intención de cometer traición, en especial no después
de que hice juramentos para defender la monarquía y las leyes de Andaria. Mi mente no funciona de
esa forma. Además, no sería el único que pagaría por eso. Dado el rango de mi madre, cualquier
acción militar que pueda tomar contra la corona podría explotar sobre ella, y no voy a arriesgar eso.
Como puedes ver, soy un macho de necesidades simples. Todo lo que quiero es mantenerte a ti y a
mi madre seguras y felices. Eso es todo.

-Okay. Solo recuerda eso cuando te encuentres en el palacio y todas esas magníficas,
escasamente vestidas hembras se estén arrojando sobre ti.

Él rió amargamente. -Confía en mí. No lo harán, e incluso si lo hicieran, no tengo interés en


ellas. Para nada. La única hembra que quiero en mi cama actualmente está en mi cama.

El aliento de Felicia quedó atrapado cuando lo sintió endurecer contra su cadera. Mientras
veía la encapuchada expresión en su cara, y su aliento cambiar. Su macho juguetón se había ido y
en su lugar estaba el feroz depredador que realmente la asustaba un poco. Era demasiado fácil
olvidar cuan grande y peligroso era su macho mientras él era travieso y dulce con ella. Pero al final
del día, Talyn era un asesino entrenado. En el ring y fuera de él. Cada parte de él estaba afilada por
la batalla y endurecida por la vida.
Con su mirada sosteniendo la suya, él empujó su pollera hacia arriba y tiró de su bombacha
hacia abajo por sus piernas. Con una delicadeza asombrosa, él la tocó hasta que estuvo resbaladiza y
jadeante. Solo entonces él se deslizó a si mismo dentro de ella y empujó contra sus caderas. Esta
vez, él estaba casi salvaje mientras le hacía el amor. Incluso así, él tenía cuidado de no lastimarla y
de asegurarse de que llegara al climax primero.

Talyn gruñó mientras sentía que ella se liberaba y veía el éxtasis en su cara. Amaba la manera
en que ella decía su nombre siempre que él estaba en su interior. Amaba como se aferraba a él y
gentilmente rasguñaba su espalda con las uñas.

Más que nada, adoraba la esencia de su piel y cabello. Era como si ella hubiese sido hecha
solamente para él. Podía perdonar a los dioses todo lo que le habían hecho si le permitían a ella
permanecer en su vida.

Y aún así, mientras alcanzaba el climax entre sus brazos, él no se podía sacudir la sensación
de que algo iba a pasar. Algo que iba a arrancarla de su mundo y dejarlo fríamente solo de nuevo.

Él enterró la cara en su cabello e intentó convencerse a si mismo de que era un miedo sin
fundamento. Pero el pasado no lo iba a dejar solo. Lo atormentaba con recuerdos que él no quería.

Talyn Sin Familia


Nacido en pecado.
No importa qué, nunca vas a ganar...*23

Apretando los dientes, intentó bloquear el recuerdo de la rima que los otros niños usaban para
atormentarlo cuando era un niño en la escuela. Había odiado a su madre por ponerle un nombre que
era tan fácil de pronunciar mal para los hyshians y rimarlo con su estatus de bastardo.

Aunque a Felicia no parecía importarle el hecho de que el no estuviera Investido ahora


mismo, tarde o temprano, eso cambiaría. Ella no estaría en la escuela de medicina a menos que
quisiera mejorar su casta para la unificación. Un día, ella querría niños, ella lo había dicho en su
cuestionario de la agencia. Algo que él jamás podría darle legalmente.

Ni siquiera podían adoptar.

Y aquí estaba él, stralen con una hembra que sabía no podría conservar. Jamás.

Malditos todos. Sus compañeros habían estado en lo cierto, después de todo. Él no podía
ganar. A pesar de que trece miembros de la familia de su padre una vez detuvieron un ejercito
invasor alienígena y salvaron al planeta de los Oksanans, no lo habían hecho sin ayuda.

Se habían tenido los unos a los otros para confiar entre si.

Alguien a sus espaldas.

Un solo andarion no podía cambiar nada. Él se mantendría firme toda su vida tormenta tras
tormenta. Jurando en cada una que no se rompería.

Se suponía que eso jamás cambiaría.

*23 Claramente, la rima se pierde con la traducción


Pero mientras miraba hacia abajo a la hembra en sus brazos, él sabía que lo había hecho. Y
Felicia era la única cosa que finalmente lo rompería. Estaba seguro de eso. En una vida que él
cuidadosamente, meticulosamente esculpió en sangre y piedra, ella era su único punto vulnerable.

Los dioses nunca le habían mostrado piedad. Ni una vez. No había manera en que ellos la
enviarán hacía él y lo volvieran stralen por ella al menos que planearan usarla contra él de alguna
forma.

Eso tenía sentido.

Como un peón sin sentido, la admitió dentro de su corazón. Ahora era demasiado tarde.

Él estaba maldito.

Y no tenía duda de que ella sería el ángel de la muerte que soltaría el golpe final contra su
corazón sin valor.
Capítulo 11
Felicia acomodó el cuello de la camisa negra de Talyn. Su madre había regresado a su puesto
ayer, y desde entonces habían estado los dos solos. Algo que ella disfrutó más de lo que debería
haber hecho.

-Recuerda, estoy cenando aquí, así que tan pronto como estés harto de mi hermano, todo lo
que tienes que hacer es decir que no te sientes bien y voy a echarlos del condominio.

Talyn se rió de ella. -Por la forma en que lo dices pareciera que quieres que me harte de él
incluso antes de que la cena esté servida.

Ella arrugó la nariz ante su percepción. -Él siempre fue un poco imbécil conmigo. Espero que
se comporte. Si no lo hace, tal vez sea yo la que comienza a hartarse.

Él le beso la ceja. -Un puchero de tu parte y los arrojaré yo mismo.

El intercomunicador del edificio zumbó. Felicia se apartó para decirle a seguridad que estaba
bien que su hermano y sobrinos subieran.

Talyn se tomó un minuto para terminar de cambiarse. Con toda honestidad, temía esto.
Raramente tenía encuentros decentes con otros andarions. Y él decía en serio lo que le dijo a
Felicia, si su hermano le decía una sola cosa desconsiderada o malvada a ella, los arrojaría sobre sus
traseros más rápido de lo que podían parpadear.

Tomando un aliento profundo para darse coraje, se puso la chaqueta y fue a unírseles.

El hermano de ella y sus dos hijos adolescentes estaban parados fuera del piso.

Felicia jadeó ante la visión de los niños. Uno tenía la altura promedio andarion… que llegaba
al hombro de Talyn. Su hermano menor era tres o cinco centímetros más pequeño. Hermosos y en
forma, ambos tenían el pelo negro trenzado que le decía a Talyn que los adolescentes eran
considerados adultos en su mundo, y elegibles para el matrimonio.

El hecho de que Felicia no los abrazara ni los tocara fue una pista de cómo la trataban
normalmente, como si ella no fuera familia ni amiga. Y eso le molestó seriamente. Como se
atrevían a despreciarla así. Ella valía más que el resto de la raza andarion combinada.

Con una aprensión que no ayudaba a su humor, ella se paró delante de ellos con las manos
remilgadamente ubicadas delante de ella. -¡Wow! Ustedes dos realmente han crecido. Mírate,
Brach. Creo que creciste treinta centímetros desde la última vez que te vi. Y tú, Gavarian. Luces
como si ya estuvieras listo para unirte a la armada con tu paka.

Con las manos detrás de su espalda, Gavarian se sonrojó. -Empiezo mi servicio el próximo
otoño.

Talyn se congeló al percatarse porque su hermano le resultaba tan familiar. Y porque tenía la
postura de un acérrimo oficial militar.
Minsid infierno…
Si, su usual mala suerte estaba participando rápido. No era de extrañar que Felicia no se
hubiese molestado en decirle el nombre completo de su hermano. Talyn se hubiese resistido a este
desastre.

-Comandante ezul Terronova. -Talyn le dio un saludo firme-. Es un placer conocerlo señor.
Bienvenido a mi hogar.

Con una brillante sonrisa, desestimó con un movimiento de su mano el saludo de Talyn. -
Nada de eso. Aquí no estamos con el uniforme, Mayor. Solo teniendo una agradable cena con la
familia. -Desplegó su mano hacia él-. Llámame Lorens.

Talyn dudó antes de tomarla y sacudirla. -Encantado de conocerlo, señor.

Riendo mientras daba un paso atrás, Lorens le dio una divertida mirada a Felicia. -No puede
evitarlo, ¿cierto?

Con la cara iluminada por una hermosa sonrisa, ella sacudió la cabeza. -Él siempre es muy
correcto.

Talyn se acomodó en una posición militar relajada similar a la de Gavarian. -Perdón. Mi


madre me golpeó cuando era joven por mis modales. -Se giró hacia los sobrinos de ella, que lo
estaban observando con una mezcla de temor y admiración-. ¿Cuál de ustedes es el chico del
cumpleaños?

El mayor, Gavarian, dio un paso adelante. -Ese sería yo. Estoy cumpliendo dieciocho.

-Feliz cumpleaños.

-Gracias.

Brach sonrió tan ampliamente, que sus colmillos se mostraron. -El mío fue el mes pasado. Mi
paka me llevó a mi Resistencia. ¿Tu paka te llevó a la tuya?

Talyn se encogió ante la suposición más natural. -Yo fui con mi matarra.

Brach puso mala cara ante el mero pensamiento. -¿De veras? ¿Qué hiciste con tú mamá?

-Ser castigado por un año por mis acciones durante la escalada, comer más vegetales que los
dioses jamás quisieron que un andarion comiera, y tenía que lavar todos los platos. Definitivamente
una lección en Resistencia… en más formas que una.

Todos rieron.

Felicia hizo un gesto hacia el comedor. -Y hablando de vegetales, todo está listo. Estoy segura
de que ustedes chicos están hambrientos.

-Siempre estamos hambrientos, Felicia. -Dijo Brach mientras se escabullía a la mesa.

Lorens resopló. -Vamos a quebrar por la cuenta de la comida. ¿Alguno de ustedes conoce a
alguien dispuesto a pagar un precio justo por un saludable adolescente andarion?
Riendo, Felicia los guió al comedor formal, que tenía vistas de la ciudad, donde la empresa de
catering ya había dispuesto todo.

Talyn estaba agradecido de que ella ubicara a su hermano en el lado opuesto de la mesa y que
se sentara a su derecha. En tiempos como estos, él estaba extremadamente consciente de cuan
solitario y torpe era socialmente. Realmente odiaba interactuar con otros.

Lo único que hacía esto soportable era el sexy vestido rojo que usaba Felicia. Uno que le
hacía maldecir la compañía y rogar por cinco minutos a solas para hacerse cargo de la pesada
necesidad en su ingle.

-Aún no puedo creer que este sentado aquí con el Iron Hammer. Esto es simplemente… -
Lorens desvió la mirada hacia sus hijos antes de elegir lo que debía ser una palabra más apropiada-.
Increíble. Así que Hammer, ¿cómo se ven las cosas para el próximo encuentro? ¿Leí que era contra
Death Warrant?

Una camarera trajo el primer plato. Talyn le agradeció a la moza antes de responder. -Así es.
Aunque respeto las habilidades de Dalun, en especial su gancho derecho, espero trapear el piso con
él en tres o cuatro rondas.

-¿No estás asustado de que quizás él te maté? -preguntó Gavarian.

Talyn sacudió la cabeza. -No puedo hacer lo que hago si lo estuviera.

Los ojos de Brach se ampliaron. -¿Cómo es que nunca has sido derrotado?

Talyn intercambió una mirada divertida con Felicia. -¿Quieres saber el secreto?

Asintió ansiosamente.

Talyn se enderezó con toda seriedad. -Todas las mañanas antes de una pelea, sacrifico dos
cabras a los dioses.

-¿De veras?

Él se rió. -No. Solo entreno duro, estudio a mis oponentes y como bien.

-Quiero pelear en el ring. -Gavarian clavó la mirada en su padre-. Pero no tengo permiso.

-Sigo diciéndole cuan peligroso es. Él lo equipara con las peleas en el campus escolar y los
encuentros de lucha.

Talyn se ahogó con eso. -Escucha a tu paka, Gavarian. Es como ninguna pelea que hayas
tenido antes. Lo prometo.

Gavarian resopló. -¿Cómo puede ser diferente?

Talyn reprimió un bufido burlón. Como deseaba él haber podido ser así de arrogante y necio a
esa edad. Pero los dioses jamás le permitieron tal ingenuidad. -Cuando nos paramos en el ring, no es
por una chica o sentimientos heridos, o con referís de la escuela que quieren protegernos del
peligro, y asegurarse que seguimos las reglas del juego. Es por honor y gloria. Con solo una ley.
Dos guerreros caminan dentro. Solo uno camina fuera. No estás enfrentando a un matón o a un
antiguo amigo fastidioso. Es crueldad a sangre fría. Una guerra absoluta. Cada puñetazo o patada es
de alguien entrenado para poner cada gramo de su fuerza y peso detrás del golpe. Nunca has sido
golpeado realmente hasta que tomas un golpe con una tonelada de peso detrás. La primera vez que
recibes el golpe de un profesional, tienes este momento donde piensas, ¿acabo de perder un riñón?
¿O el control de mi vejiga? No, espera, es mi mente. Definitivamente cada neurona que poseo…
debo estar loco por estar aquí. ¿Qué diablos estaba pensando? ¿Dónde está la salida? ¡Médico!
¡Ayuda!

Ellos rieron.

-No creo eso ni por un instante. No por la manera en que peleas. -Gavarian se estiró por su
bebida.

-Es la verdad. Lo juro. No es tan glamoroso como piensas. Hay una gran diferencia entre
sentarse en las gradas, mirando la pelea, y ser el idiota en el ring mirando a la multitud con la sangre
cubriendo tus ojos. Toma mi palabra en esto, preferirías mucho más estar comiendo snacks y
tomando gaseosas que tu propia sangre, sudor y bilis.

-Seh, pero las aclamaciones del público…

-No las registras a través del rugido en tus oídos por el latido de tu corazón y el sonido de la
sangre corriendo por tu cuerpo.

-¿En serio?

-En serio. La única cosa que escuchó en el ring es el sonido de mi entrenador nombrando
movimientos de la práctica. Eso y la voz en mi cabeza diciendo que soy un absoluto imbécil por
estar ahí, y diciendo que corra mientras aún tengo todas las partes de mi cuerpo unidas.

Sus sobrinos lo miraban con sospecha.

-¿No me creen? -preguntó Talyn-. Después de la cena, vamos a ir al gimnasio en la parte de


atrás, y les mostraré.

Los ojos de Brach se ampliaron con alegría. -¿Hablas en serio?

-Muy en serio.

-¡Eso será impresionante! -Gavarian excavó en su comida-. ¿Entones cómo te preparas para
una pelea, Hammer?

Talyn encogió los hombros. -No es diferente de lo que tu paka hace. Ejercitas cada día.
Estudias a tu enemigo. Tienes que saber en qué te estás metiendo antes de aceptar el desafío. Y
reconocer que algunas peleas no merecen la pena. La verdadera habilidad recae en decidir cuales
peleas tomar, y de cuales alejarse.

Lorens alcanzó su vino. -¿A qué te refieres?

Talyn rechazó suavemente el vino cuando el mozo intentó servirle un poco. -Hay un montón
de peleadores que salen en busca de sangre. Como Death Warrant. Yo sé que al pelear con él, me
matará si puede. Normalmente, hubiese pasado de la pelea.
-¿Entonces por qué la aceptaste? -preguntó Brach ansioso.

-Al final del día, pelear es un negocio. Aunque sé que él está tras mi garganta, la paga de la
pelea es sustancial comparada con la mayoría. Además, él solo perdió dos peleas. Lo derroto, y
pasará un tiempo antes de que tenga que defender mi título de nuevo. Un encuentro como este
mantiene a los problemáticos en raya. Y les hace pensar dos veces acerca de llamarme con apodos
en público.

Gavarian se limpió los labios. -¿Tienes muchos de esos?

Talyn asintió. -Siempre hay un niño nuevo que quiere probarse a sí mismo. Viene presuntuoso
y mal entrenado. En realidad son más peligrosos en una pelea que alguien como Death Warrant.

Lorens inclinó su cabeza mientras intentaba comprender. -¿Cómo?

Felicia le pasó el pan a Brach, sabiendo que Talyn no iba a comerlo.

Talyn tomó un trago de agua. -Death Warrant es un calculador asesino a sangre fría. Puedes
estudiar sus movimientos y saber dónde y cómo reaccionara a cada golpe. Como va a responder. Él
está prácticamente coreografiado. Habrá uno o dos movimientos nuevos que jamás usó antes, pero
está confiado de sus peleas anteriores de donde las elige. Así que de nuevo, estudias sus últimas
peleas y aún puedes predecir qué es lo que va a hacer con buena precisión. Pero los peleadores
nuevos son una tarjeta salvaje, usualmente emocionales y altamente volátiles… Se enojan y no
pueden manejar la presión y la adrenalina, y solo comienzan a golpear a su oponente. Ellos son los
que van a romper tu espalda y dejarte lisiado, si no eres cuidadoso. Así que antes de poner un pie en
ese ring con uno de ellos, debes saber más allá de toda duda de que están dispuestos a matarte si
tienen que hacerlo.

Los chicos contuvieron el aliento.

-¿Alguna vez has matado a alguien en el ring? -le preguntó Lorens.

-No que yo sepa… Así no es como peleo.

Gavarian frunció el ceño. -¿Pero eso no es el punto de las peleas serias del ring? ¿Matar al
enemigo?

Talyn sacudió la cabeza. -Ese es el punto de la guerra. No de un deporte. Y no es fácil matar a


alguien, en especial cuando están tan cerca de ti que puedes sentir su aliento en tu piel. Los
andarions respetan la fuerza y naturalmente somos peleadores. Pero somos criaturas sensibles, y
tenemos una conciencia. En batalla, sabes que estás protegiendo tu familia y tu planeta natal. En ese
ring, solo estás peleando por gloria personal. En mi opinión, eso no vale la vida de mi oponente. No
importa cuánto quiera cerrar su boca para siempre.

-Aquí, aquí. -Dijo Lorens, levantando su copa-. Verdaderamente, hay algunas peleas que no
valen la pena lucharlas. Y no todos los insultos son una mandíbula rota. No somos phrixians. Como
a menudo le digo a mis muchachos, algunas veces solo necesitamos encogernos de hombros y
dejarlo pasar.

Talyn levantó su vaso de agua regresando el saludo. -Muy cierto.

-¿Incluso si ellos insultan a tu madre? -preguntó Brach.


Talyn destelló una sonrisa de lado. -Eso es diferente. La reputación de una madre es una cosa
sagrada. Date cuenta, ese es un insulto público que ningún peleador jamás lanza contra otro.
Sabemos mejor. -Tomó la mano de Felicia entre las suyas y la sostuvo con fuerza-. Ni a ninguna de
sus hembras. Por algo somos andarions. El honor familiar y el linaje, el honor de nuestras hembras
y niños… por eso todos tomaríamos una vida. Nunca amenazas o ultrajas, ni siquiera verbalmente,
a aquellos que permanecen en nuestros corazones.

Sonriendo, ella presionó la mano de él contra su mejilla. -Aún preferiría que te alejarás de
todas esas peleas a que alguna vez salgas lastimado. -Ella miró a sus sobrinos mientras besaba la
mano de Talyn y la soltaba-. Y su madre estaría de acuerdo respecto a ustedes dos.

-Así como su paka. -Lorens tomó un trago largo-. -Entonces Talyn, ¿qué te hizo entrar en las
peleas?

-¿Honestamente? Me cansé de me patearan el trasero en la escuela. Me imaginé que si se iba a


poner así de sangriento tan seguido, deberían pagarme por ello. Como mi madre decía, nunca
solicites una pelea, solo asegúrate de terminarla.

El hermano de Felicia frunció el ceño ante la comida que le estaban sirviendo a Talyn. -¿En
serio esa es tu cena?

Talyn se encogió de hombros con indiferencia ante su comida simple. -Te lo dije, la vida de
un peleador no es glamorosa. Mi dieta es muy específica. En especial cuando se acerca una pelea
grande.

Gavarian se quedó con la boca abierta. -De acuerdo, Paka. Tú ganas. ¡Nunca pelearé! No si
tengo que vivir a base de eso. Gracias por prohibirlo.

Brach asintió en acuerdo. -¿Cuan seguido tienes que comer esa… -lanzó una mirada de
costado a su padre-, porquería?

Talyn miró a Felicia y se rió. -Siempre. Tengo que mantenerme en forma, y no puedo
permitirme hacer trampa.

Con los ojos abiertos, ella duplicó el asentimiento de Brach. -No está bromeado. La primera
vez que lo vi comer, quise llorar. En especial por la cantidad. Ustedes nunca quieren saber cuánta
comida pasa por él en un día. Es una locura.

Lorens se rió. -Juzgando por lo que hay en el plato, para una comida… sí. Estoy feliz de que
no tengo tu factura de supermercado.

-Hay una razón por la cual nos toman el tiempo en el comedor, y porque comemos realmente
rápido. -Talyn tomó un bocado de su pechuga vorna.

-Eso explica la loca carrera en el horario de la cena que hace que me ponga contento por
conseguir una posición de comando tan temprano en mi carrera.

Talyn resopló. -¿Qué? ¿No extrañas ser empujado hacia los costados por enormes cañoneros?

Gavarian rió por sus palabras. -Seh, me gustaría ver a alguien intentando empujarte a ti hacia
un costado.
-Créeme, lo han intentado. -Talyn destelló una diabólica mirada hacia los chicos-. La comida
es otra cosa por la cual está permitido derramar sangre. En especial cuando acabas de regresar de
hacer maniobras y te encuentras muerto de hambre. Siempre hay un idiota que quiere hacerse el
listo. Pero recuerda, cuanto más tiempo pierdas golpeándolo, menos tiempo tienes para comer. Así
que desmáyalo con un solo golpe, agarra tu comida, y vete.

Felicia les guiño un ojo. -Y ahora saben porque su nombre codigo es Pit Viper.

Lorens se rió por lo bajo. -Sí, todos hemos hecho eso. Nada como una manada de andarions
hambrientos.

-La verdadera razón por la cual los humanos nos temen. -Talyn le agradeció a la moza por los
llanos vegetales hervidos que puso frente a él.

Felicia no se perdió la mirada caliente que la hembra pasó sobre él antes de regresar a la
cocina. Por suerte para la moza, Talyn si se perdió esa mirada.

Ella miró a Gavarian.

-¿Planeando su funeral? -preguntó él con un malvado brillo en los ojos.

-No. Solo un nuevo corte de pelo.

-¿Corte de pelo? -preguntó Lorens frunciendo el ceño. -¿Qué?

Felicia indicó con el mentón hacia la cocina. -Si ella le da otra mirada atrayente a Talyn que
diga que lo quiere en su plato, voy a dejarla pelada.

Talyn se atragantó. Estirándose por el agua, tragó antes de hablar. -¿Qué?

Ella palmeó su mano. -Está bien, Mayor Inconciente. Estoy extremadamente feliz y orgullosa
de que no te percataras de ella comiéndote con los ojos.

-Seh, -intervino Gavarian. -Ella ha sido bastante obvia cada vez que viene por aquí.

Lorens resopló. -¿Por cuánto tiempo he estado casado que ni siquiera me percate que nuestra
moza era hembra?

-Dado que Felicia maneja mi comida fuera de mi vista, estoy feliz de que yo tampoco lo
notara. Salsa escupida es algo que definitivamente no disfrutaría. -Talyn besó su mano.

Lorens los miró fijamente por varios minutos antes de volver a hablar. -Talyn, ¿realmente
estudias a cada peleador con el que te vas a enfrentar?

-Sí, señor. Cuando vas a una batalla, debes conocer a tu enemigo. Tengo expedientes extensos
de cada uno con los que he peleado antes.

-¿Entonces cuál es la mayor desventaja de Death Warrant?


Talyn se limpió la boca. -Recibió un mal golpe en hace dos años que le clavó la máscara en el
ojo derecho. Lo dejó con la visión periférica limitada de ese lado. También tiene una mala tendencia
a patear en lugar de pegar. Cuando hace eso, deja su balance fuera y es fácil de asestar. Habiendo
dicho eso, su aguijón es ese atroz derechazo. Golpea con aproximadamente quinientas PSIs,
siempre que esté bien plantado, y con el peso distribuido equitativamente. Nadie puede sobrevivir a
ese tipo de paliza por mucho tiempo. Pero si lo mantienes fuera de ambas piernas, y pateando, el
PSI de su golpe se reduce a la mitad. Aun así no es divertido. Sin embargo, puedes sobrevivir y
ganar contra eso. Solo no lo dejes golpear tu mentón o riñón.

-Wow… realmente conoces a tu oponente.

Talyn se encogió de hombros. -No quiero perder. Y definitivamente no quiero morir o acabar
mutilado. No lo llaman Death Warrant porque cante en una banda.

Riendo entre dientes, Lorens se sentó más al borde de su silla. -Solo por curiosidad, Mayor,
¿por qué diablos eres un piloto? ¿Por qué nunca llegaste a comando?

Talyn ladeó la mandíbula y soltó un suspiro cansado mientras jugaba con su vaso de agua. -
Nunca fue por falta de esfuerzo de mi parte, señor. Me postulé por una posición de Comando cada
año, tan pronto soy elegible, pero siempre es pateada de regreso con una denegación.

La cara de su hermano era una máscara de incredulidad. -¿Por qué? ¿Alguna vez lo dijeron?

Talyn desvió la vista tímidamente. -No fui a los colegios adecuados.

-¿De dónde te graduaste?

-Academia Brunelle.

-¿Eso está en Eris?

-No, señor. Es un colegio hyshian.

Lorens le dio una mirada conmocionada a Felicia antes de regresar su atención a Talyn. -
¿Hyshian? ¿Por qué en el nombre de los dioses estuviste en una academia hyshian?

Talyn se encogió internamente mientras veía venir el desastre sin poder evitarlo. Odiaba
responder esta pregunta más que nada. -Era la única que me aceptaba.

-No lo entiendo. ¿Cuál es tu linaje?

El calor impregnaba sus mejillas mientras se encogía ante la pregunta inevitable. -Mi madre
es la tercera hija del Clan de Sangre Alada Batur.

-Impresionante. ¿Y tu padre?

Aquí viene…

-Es un Paria, señor.

-Oh. -Sí, ahí estaba. Ese sonido de horror y condescendencia.


Talyn dio una mirada hacia los hijos de Lorens. -Puedo entender si necesitan irse ahora.

Lorens dudó. -Si alguno de ustedes dos murmura una palabra de esto a su madre o abuelas,
voy a golpearlos hasta que sangren.

Ellos levantaron las manos en una rápida rendición.

-Hasta la tumba, Paka. -jadeó Brach.

Gavarian se estiró por más pan. -No sé de lo que estás hablando. Estamos todos bien aquí. No
escuché nada.

Lorens sonrió. -Así es. Solo teniendo una cena con mi hermanita menor. No sé qué daño hay
en ello.

Pero un silencio incómodo se esparció por la habitación mientras acababan de comer.

-¿Es tu padre la razón por la cual no das entrevistas? -preguntó finalmente Lorens.

Talyn asintió. -No es algo que los demás necesiten saber sobre mí.

-¿Dónde está tu padre ahora?

-No lo sé, señor. Nunca lo conocí.

El hermano de Felicia se detuvo para considerar eso. -¿Fue desheredado antes de que
nacieras?

-Sí, señor.

-Lorens, ¿está bien si cambiamos de tema? -preguntó Felicia con gracia-. Talyn es un
andarion de alto honor y un extremadamente capaz piloto de combate. Podría competir contra
cualquiera en Andaria.

Estirándose, Talyn le apretó la mano en señal de gratitud.

-Disculpa si fui entrometido. Estás en lo correcto. No es asunto mío. Y espero no haberte


ofendido, Talyn.

-No hubo ofensa alguna, señor. Estoy acostumbrado a ser juzgado por las fallas de mi padre.

Lorens lucía enfermo cuando se percató cuan inconsiderado había sido con su anfitrión. -
¿Talyn? ¿Estarías en contra de que yo viera que puedo hacer para ascenderte a una posición de
comando?

Los ojos de Talyn se iluminaron con una alegría que hizo que la garganta de Felicia se
apretara por él. -Nada me encantaría más, señor. Honestamente. Solo no pida tener una pelea por
eso.

Él rió. -No. No haría eso. Y no espero nada tampoco. Podríamos usar a un andarion como tú.
Los dioses saben que estoy cansado de las criaturas insustanciales que siguen enviándome. No
creerías lo que aprueba en la academia en estos días. Tuve este oficial, nada menos que un coronel,
preguntándome efectivamente donde estaba localizada Arundel.

La mandíbula de Talyn se aflojó. -¿Nuestro puesto más al Norte?

-¡Ves! Tú sabes exactamente dónde queda. Oh, y hay un comandante que conocí que aún
creía que Huwin Quiakides era el comandante principal de La Liga.

Talyn parpadeó ante esa estupidez. Huwin había sido asesinado por su propio hijo una década
atrás. -Ouch.

-Seh. ¿Ves con lo qué tengo que lidiar? Y aquí está mi acertijo para ti. ¿Quién es Némesis?

-Un asesino sin escrúpulos buscado muerto por La Liga, quién, junto con otros cuatro, lidera a
Los Centinelas.

Él miró hacia sus hijos. -Y eso, mis niños, es porque deben no solo prestar atención en el
colegio, sino que también mirar las noticias. -Sostuvo su copa por más vino-. En serio, tengo que
meterte en el comando. No puedo soportar más a los idiotas de allí. Ya estoy cansado.

Felicia se rió. -Suenas tanto como paka que es escalofriante.

-Lo sé, ¿cierto? La misma cosa que juré nunca me convertiría es en lo que metamorfoseo al
minuto que tengo niños y asumo una posición de comando. ¿En qué estaba pensando?

Felicia sacudió la cabeza con alegría ante su angustia fingida.

Tan pronto como acabaron de comer, Talyn dirigió a los niños al gimnasio. Se quedaron en
pantalones mientras que él les mostraba como atarse los guantes y colocarse la protección de la
cabeza. Cuando él se quedó solo en pantalones, sus mandíbulas se cayeron.

Gavarian se rió nerviosamente mientras escaneaba el cuerpo de Talyn con una mirada
envidiosa. -Pensé que ellos alteraban esas fotografías tuyas en las revistas. Mierda, estás marcado.

-¡Gavarian! -le gritó Lorens-. ¡Cuida tu lenguaje!

-Pero Paka… mira su cuerpo. ¿Cómo consigues ese tipo de definición?

Talyn resopló mientras terminaba de ajustarse sus guantes con los colmillos. -Entreno un
montón, y ustedes vieron lo que como. ¿Estás dispuesto?

Él miró abajo hacia su mucho más pequeño cuerpo. Frunciendo la cara, hecho un vistazo
hacia su hermano. -Tenemos títulos de nobleza para atraer a las hembras. No necesitamos músculos.
Pectorales de malvavisco y una estirpe alta son los nuevos pectorales marcados.

Talyn rodó los ojos antes de encaminarlos a los maniquíes de entrenamiento. -De acuerdo.
Consejos. No empiezas balanceándote. No es sobre el poder. Todo es sobre el control. El poder sin
control es completamente inútil. Simplemente no arrojas un puñetazo o una patada. Debes saber
cuándo lanzarlas, también. -Lo demostró deteniendo sus poderosos golpes solo un poco antes de
golpear al muñeco.

-¿Cómo haces eso? -jadeó Brach.


-Como dije. Control. Debes estar consciente de cada músculo en tu cuerpo, cada segundo que
te encuentras en una pelea. -Talyn golpeó al muñeco tan duro que se levantó y sacudió la cadena-.
Ahora, inténtenlo-. Dio un paso atrás para que Gavarian lo golpeara.

Con una sonrisa de suficiencia, lo hizo, y luego maldijo de nuevo. Con un feroz ceño
fruncido, acunó su mano contra el pecho. -¡Mami! Creo que me rompí la mano. ¿Qué tan pesada es
esa cosa?

-Ciento cincuenta kilos. Es lo que pesa un peleador Zoftiq promedio.

Ellos jadearon de nuevo.

-¿En serio? ¿Cómo lo moviste?

Talyn lo pateó y de nuevo se levantó. -Yo peso 145 kilos. Y por su último pesaje, Death
Warrant está en 185 kilos. Y practico un montón. Como dije, no has sido golpeado hasta que estás
cara a cara con un profesional.

Ambos intentaron patear la bolsa y ninguno pudo moverla para nada. Solo colgaba allí,
burlándose con su grosera inercia.

Felicia se movió para ubicarse con Lorens mientras Talyn entrenaba a los chicos sobre como
golpear y patear así podrían efectivamente mover la bolsa.

-¿Te encuentras bien?

Su hermano la miró hacia abajo. -Estoy teniendo un momento extraño mientras reevalúo mi
manera de pensar sobre cosas que una vez creí sagradas y verdaderas.

-¿A qué te refieres?

-Talyn no es lo que esperaba. Para nada.

-Él es asombroso, ¿no es así?

Lorens asintió. -Muchas gracias por esto. Significa la vida para Gavarian.

-Gracias a ti por salvar a Talyn con la transferencia al palacio.

-Sí, -exhaló-. Ahora que pasé la tarde con él, se cuan alterado está su expediente. Anatole
realmente debe odiarlo. Solo no puedo imaginarme porque.

-Su madre fue al colegio con Anatole. Ella piensa que es un rencor personal de esa época.

-Eso en realidad tiene mucho sentido. Los dioses saben que Talyn no es el idiota irrespetuoso
y retrógrado que claman sus evaluaciones. Créeme, estoy rodeado de esos idiotas a diario.
Demonios, odio haberlo mandado al palacio después de leer su archivo. Realmente quise decir lo
que dije antes. Podríamos usar a alguien como él en mi división.

-¿Puedes transferirlo de nuevo?


-No es tan fácil. Si estuviera por encima del O-4 en rango o  -12-6 en linaje, si*24. No
habría problema. Pero solo es lo suficientemente alto en rango para mantenerse en labores de
protección y no para subir al nivel de comando.

-¿No puede comprar una promoción?

-De nuevo, no es tan fácil, Felicia. La mierda de Anatole realmente hizo mella en el potencial
de avance del chico. Y aunque puedo mover unos hilos por Talyn, Anatole puede mover la misma
cantidad, sino más, en su contra.

-Eso es lo que su madre dijo. Esperaba que estuviera equivocada.

-No lo estaba. No creerías los favores que tuve que pedir para que lo transfirieran al palacio.
Nadie quería tocarlo por sus reportes negativos y ataques disciplinarios.

-¡Hey, Paka! ¿Oíste eso?

Lorens arqueó una ceja ante el grito de Gavarian. -¿Oír qué?

-Talyn dice que podemos ir a sus peleas siempre que queramos. ¡Al lado del ring!

Lorens sonrió. -Talyn es realmente amable por ofrecerlo, pero sé que esos asientos son
limitados y no quiero desplazar a su familia.

-No es problema, -dijo Talyn mientras le entregaba unas botellas de agua a los chicos-.
Siempre tenemos asientos de sobra. Mi madre y Felicia se niegan a verme ser golpeado, no tengo
idea de qué pasa con eso. Pensarías que después de lo que me aguantan, ellas estarían pagándole a
mis adversarios para patearme en lugar de ellas. Y mi entrenador rara vez trae a sus amigos, teme
que uno de ellos me robé de él. Y en cuanto a su hija, ella odia las peleas del ring. Así que solo
déjenme saber con dos horas de antelación, y puedo agregarlos a la lista para los asientos siempre
que quieran.

Lorens miró a Felicia boquiabierto. -¿En serio nunca vas?

-Estoy allí. Es solo que me quedo en los vestuarios. Como dijo Talyn, no quiero verlo ser
lastimado. Me duele ver que lo golpean. Incluso en los videos viejos. -Ella tembló ante el recuerdo
de cuando equivocadamente pensó que podía ver un encuentro oficial de hacía años. Incapaz de
lidiar con lo que él tomaba sin inmutarse, lo apagó a los cuarenta segundos.

Lorens sonrió. -Entonces debo decir que estaría encantado de ir a ver tu pelea con Death
Warrant.

Talyn miró hacia los chicos. -¿Cuántos asientos? Tenemos seis designados en total.

-¿No tienes amigos que los quieran? -preguntó incrédulo Lorens.

-Seh, -dijo Talyn riendo-. Están peleando entre sí por ellos. Ninguno de ellos… ¿Quieres los
seis?

*24 O-4 es un rango militar y el linaje  -12-6 denota a un Andarion Sin Investidura, cuyo padre es un Paria, es decir la
nominación de Talyn (que en el sistema de castas Andarion solo se encuentra por arriba de los parias en sí)
Lorens sonrió tan ampliamente que sus colmillos se mostraron. -Infiernos, sí. Me convertirás
en el andarion más popular de mi turno. Gracias.

-No hay problema. Solo no olvides tu identificación. La necesitarás para recoger las entradas.
-Regresó a entrenar a los chicos.

Felicia se congeló cuando Lorens la abrazó. Era la primera vez en su vida que él hacía eso.

-Gracias, Felicia.

-No me agradezcas. Obviamente le agradas tú y los chicos o no lo hubiese ofrecido. Créeme.


Él no es sociable o insincero. Y no espera nada a cambio.

Él apretó sus brazos alrededor de ella. -Sé que he sido un cretino gigante toda tu vida.
Realmente estoy apenado por eso. Debería haber tenido una cena contigo hace mucho tiempo. Sin
ninguna razón.

Ella palmeó su espalda. -Está bien. Soy la niña bastarda que no se suponía que naciese. Tú y
tu familia no son los únicos que están enojados acerca de eso.

Él le frunció el ceño. -¿A qué te refieres?

-Mi madre no estaba precisamente emocionada por el hecho de tenerme como un extra de tu
padre. -Pero a diferencia de Talyn, su padre no era un bastardo, por lo que él fue inmune de
enjuiciamiento. Felicia únicamente fue un inconveniente para él. No tiempo de prisión.

-Bueno, estoy feliz de que finalmente tuviera una oportunidad de conocerte hoy. Espero que
podamos tener más charlas y cenas, y no siempre con Talyn presente.

Sus palabras la alegraron. ¿Él realmente las sentía? Ella no estaba segura, pero era un lindo
gesto el que él hacía. -¿En serio?

Él le guiñó un ojo juguetonamente. -No me malinterpretes. El novio es un extra genial, pero


no estoy haciendo esto para acceder a él. Quise decir lo que dije. Últimamente estuve
inspeccionando mi alma, y aquí aprendí una valiosa lección acerca de juzgar a la gente, y asignarlos
a categorías basado en sus nacimientos y sus padres. -Él le besó la cabeza-. He pasado muchas,
muchas noches en cenas con los de mejor rango y privilegiados, y nunca me divertí tanto o vi a mis
hijos reír más que hoy-. Sus ojos brillaron cuando vio a sus hijos combatiendo con Talyn, quién
tenía toda la paciencia del universo con ellos-. Él es realmente bueno con los niños, ¿no?

-En realidad es la primera vez que lo he visto con ellos. Pero si, lo es. -Sus ojos se abrieron
cuando Gavarian golpeó la bolsa y finalmente la levantó.

-¡Ja! -gritó en triunfo-. ¡Lo hice! ¡Toma eso, bolsa!

Talyn golpeó sus guantes contra los de él. -Un golpe impresionante. Eres un aprendiz rápido.
¡Buen trabajo!

Felicia se rió mientras su sobrino hacia una disparatada caminata de orgullo.

-Nah, nah, -lo molestó Talyn-. Haces esto.


Ella se rió aún más fuerte con su ridículo pavoneo que le recordaba a una gallina herida. -¡Por
favor no le enseñes eso! Estoy segura de que sus padres quieren nietos algún día, y ninguna hembra
jamás encontraría eso atractivo.

Talyn hizo un puchero. -¿Ni siquiera cuando yo lo hago? Vamos, Licia, sabes que hago que
esto se vea sexy.

-Um… no. No lo haces. -Ella gesticuló hacia el comedor-. ¿Pero harías eso en frente de la
moza? Nunca tendría que preocuparme por ella viéndote de nuevo.

Riendo, Talyn sonrió. -Si eso te hace feliz, estaré encantado de avergonzarme públicamente.
Los dioses saben que lo he hecho por mucho menos que tu gloriosa sonrisa. -Él regresó a entrenar a
los chicos.

Lorens sacudió su cabeza. -Ustedes dos tienen un montón de química cuando están juntos.
¿Cuánto tiempo has estado con él?

-No mucho en realidad.

-Sin embargo tú lo amas.

Ella se congeló ante algo que pensó que estaba ocultando bastante bien. -¿Cómo lo sabes?

-De la misma forma que sé que él te ama. Exuda de ambos siempre que se miran el uno al
otro. Nunca vi a una pareja poseer más respeto por el otro. Es realmente muy dulce. Espero que los
dos tengan una larga vida juntos.

Su corazón se rompió antes esas palabras. -Talyn jamás podrá casarse legalmente.

Lorens se giró así podía susurrarle a ella y sus hijos no lo escucharían. -El matrimonio no
siempre es lo que se supone que sea, Felicia. Solo mira a mis padres.

Y por su tono, ellos no eran los únicos infelices con su unión.

-Sí, pero me gustaría tener hijos algún día.

Lorens asintió con tristeza. -Eso te lo concedo. No hay nada que no haría por mis chicos o mis
hijas. Y no hay nada como sostener a tu bebé en los brazos y verlo crecer y aprender.

Ella podía imaginarlo. Pero ella no era lo suficientemente egoísta para traer a un niño a este
mundo cuando Talyn no tenía línea paterna para ofrecerle. Eso estaría más allá de la crueldad. Su
hijo crecería con las mismas limitaciones y estigmas que Talyn conoció durante toda su vida. Por no
mencionar, que Talyn sería inmediatamente arrestado por embarazarla y dañar el linaje de ella.

Lorens suspiró. -Sabes que es por eso que odiaba a tu madre, ¿no?

Ella le frunció el ceño. -¿Qué quieres decir?

-Mi padre nunca fue más feliz que cuando estaba con ella, y la odiaba por eso. La culpaba por
las peleas sin fin de mis padres. Ahora a veces permanezco despierto, enojado conmigo mismo por
la forma en que los trate a ambos cuando estaban juntos. Solo era tan joven y estúpido. Pensé que si
él se rendía con tu madre, se sentiría de la misma manera con la mía. Como un niño, no entendía
como los sentimientos realmente funcionaban. Cuán incómodo y duro puede ser una unión
arreglada.

Ella palmeó su hombro. -Todos somos estúpidos cuando somos jóvenes.

Él se giró de nuevo para ver a sus hijos. -Sí, lo somos… excepto Talyn que luce notablemente
astuto.

-La adversidad te hace crecer más rápido y endurecido. Nunca se le permitió ser un niño.

Lorens tomó la mano de ella entre las suyas, y la llevó hacia su mejilla. -Y a ti tampoco.
Lamento que nunca estuve allí para ti, Felicia. Pero te prometo que eso va a cambiar.

Felicia quería creer eso. Realmente. Sin embargo, tenía la sospecha de que mucho de lo que él
estaba sintiendo hoy tenía que ver con su hermano menor, que había muerto hace un par de meses.
A pesar de eso, ella estaba dispuesta a darle una oportunidad. Todos se merecían una.

Cuanto más observaba a Talyn instruir con paciencia a sus sobrinos, más se rompía su
corazón. Un macho como él merecía tener sus propios niños con los que pudiera reír y jugar.

La vida jodió a Talyn regiamente, y aun así él se levantaba cada día e implacablemente
enfrentaba el desdén y el odio que no podía detener. Desdén y odio que no podía evitar.

Ella nunca conoció a nadie con más coraje u honor. Aunque ella sabía que a él le molestaba,
ella podía verlo en sus ojos, él nunca hablaba acerca de ello. Nunca culpaba a su madre, su padre, o
a nadie más por las circunstancias de su nacimiento.

Solo por eso, ella lo amaba. Pero había en él mucho más que eso. Honor. Respeto.

Ternura.

Ella aún no podía creer cuánta suerte tuvo en encontrarlo. Cuán cerca estuvo de elegir a
alguien más.

Ahora ella no se podía imaginar no teniéndolo en su vida.

Vas a tener que dejarlo ir. Las acompañantes nunca se quedaban con sus patrones.
Simplemente no era así como funcionaba. Y ellas definitivamente no se quedaban con patrones Sin
Investidura. Era un milagro que la agencia siquiera permitiera que Talyn llegara hasta la puerta. La
mayoría no lo hubiese hecho.

Aun así ella soñaba con cosas que sabía nunca podrían ser. Una larga vida feliz con un macho
tan maravilloso.

Era inútil. Los sueños no se hacían realidad. Y la vida se divertía arruinando los planes de
todos.
Capítulo 12
Mirando a escondidas por la pequeña ventana de la puerta del estudio de danza donde Felicia
estaba enseñando una clase de veinte niñas, Talyn se congeló. Antes de su contrato, había trabajado
como instructora de baile en esta escuela, pero el pequeño salario no había sido suficiente para
cubrir sus gastos de matrícula y de vida. Después de su arreglo, había sido designada como sustituto
flotante, que era el por qué estaba aquí por un par de horas.

Su aliento estaba atrapado en su garganta mientras la veía riendo y girando y balanceándose


con las niñas. A partir de estas últimas semanas, había sabido que ella poseía un corazón y un alma
bella, pero nunca fue más evidente que aquí y ahora. Ella gentilmente las corregía y animaba,
mientras mantenía una sonrisa deslumbrante y más paciencia de la que podía imaginar. No era de
extrañar que ella fuera capaz de tolerar su idiotez tan bien.

Y la gracia con que se sostenía...

Maldita sea, estaba duro como roca al instante y sufriendo. Todo lo que quería era irrumpir,
tomarla en sus brazos, y hacer el amor con ella en el armario más cercano que pudiera encontrar.

Una niña se cayó durante un giro y se peló la rodilla. Felicia corrió hacia ella y dijo palabras
que tenían a la niña riendo entre lágrimas. Y retorció su corazón. No era de extrañar que Felicia
hubiera dicho en su cuestionario que ella quería hijos. Al igual que su madre, era cariñosa y
generosa. Inspiradora.

¿Cómo iba a privarla de eso?

Ella nació para ser la madre de alguien.

Sintiéndose como la mierda, empezó a irse, pero en el momento en que lo hizo, Felicia
levantó la vista y lo vio en la ventana. Una hermosa y acogedora sonrisa le iluminó toda la cara.

Ella le hizo un gesto para que entrara.

Incapaz de resistirse a su gesto, Talyn entró, y se habría ido en silencio a la esquina, pero en el
momento en que abrió la puerta, las chicas dejaron escapar un grito aterrado y corrieron a
esconderse.

Felicia se rió juguetonamente -No es una mala bestia, niñas. Él es mi macho. -Ella se acercó
para colocar un casto beso en la mejilla para mostrarles cuan "inofensivo" era. Al menos en lo que
les concernía.

De repente, le rodearon como zumbantes, risueñas abejas. Por primera vez en su vida, entró
en pánico.

Felicia se echó a reír a carcajadas al ver la expresión de su cara. -¡Oh Dios mío, Talyn! No
estás seriamente asustado de un montón de niñas, ¿verdad?

-Nunca he visto tantas. Y son tan rompiblemente frágiles. No las recuerdo siendo tan
pequeñas cuando yo estaba en la escuela.
Ella se rió aún más fuerte antes de apartarlas. -Muy bien clase, nuestro tiempo se acabó y sus
madres estarán esperando. ¡Buen trabajo a todas!

Se escabulleron para recoger sus cosas.

Felicia caminó hacia él. -Entonces, ¿qué te trae por aquí, Mayor?

-Yo pensé en recogerte y llevarte a cenar para que no tuvieras que cocinar cuando llegaras a
casa. Quiero decir, hubiera cocinado para ti, pero no soy especialmente bueno en eso. Una vez
tratando de hervir el agua, incendie el piso de mi madre.

Ella apretó la mejilla con la suya. -Gracias. Eres tan considerado.

Mientras Felicia se alejaba, una de las niñas llegó corriendo hasta Talyn con un pedazo de
papel en sus manos.

Ella se lo entregó. -Nos tenían dibujando esto en la escuela para nuestros pakas, pero yo no
tengo un paka ahora. Mamá dice que los tahrs malignos lo mataron y no podemos hablar de ello.
Pero como yo no tengo un paka más, pensé que debería dárselo al macho de Tara Felicia porque a
mi realmente me gusta Tara Felicia. Ella solía ser mi profesora todo el tiempo, pero tuvo que
dejarlo y la extraño mucho, pero ella dice que va a volver a enseñar cuando ella no esté en la
escuela más. ¡Toma!

Talyn miró el dulce regalo de una chica de palillos que se aferraba a la mano de lo que debe
haber sido su padre. Su nombre estaba en la esquina. -Xarah, no puedo tomar esto.

Ella asintió con entusiasmo -Sí puede. Yo no tengo a nadie más para dárselo, y pondrá a mi
mamá triste recordar a mi paka. Yo iba a tirarlo a la basura, pero quiero dárselo a usted en lugar de
a la basura.

Se arrodilló frente a ella y le apartó el pelo de la cara antes de inclinar la cabeza hacia ella. -
Voy a atesorarlo, siempre.

Ella esbozó una sonrisa feliz y se arrojó a sus brazos -Eres muy, muy grande. ¿Sabes eso?

Él rió. -Lo sé, dulzura.

Ella le palmeó el hombro antes de retirarse y se fue corriendo.

Shockeado por el inocente regalo, Talyn la miró -¿Sabes lo que le pasó a su padre?

-En realidad no. Él solía recogerla mientras su madre trabajaba hasta tarde. Entonces un día,
no lo hizo. Su madre nunca me ha dicho una palabra sobre esto.

Poniéndose de pie, Talyn dobló cuidadosamente la imagen y la guardó en el bolsillo. -Veo por
qué te gusta la enseñanza.

Felicia sonrió. -Ellos son preciosos. Si me das un minuto, voy a ver que lleguen a sus padres y
después por mis cosas.

La observó regresar para ayudarlas a vestirse y acordarse de sus pertenencias. Y en ese


momento, supo que cuando terminara su contrato, tenía que dejarla ir.
Privarla de los hijos que quería... Sería ser egoísta en muchos niveles.

Y mientras observaba a Xarah, quería la sangre de cualquiera que fuera el imbécil que se
había llevado al padre de ella. Habiendo sido criado sin uno, sabía lo mucho que apestaba. Cuánto
temía tareas escolares como la que ella le había dado. Y cuántas veces él los había tirado en su
camino a casa para evitar que su propia madre de sintiera mal por el hecho de que su padre había
sido un idiota total. Los maestros nunca pensaron en ello cuando los asignaban. Ellos creían que
estaban siendo reflexivos, pero quemaba de una manera inimaginable.

Cerrando los ojos, luchó contra la amargura que quería tragárselo entero. Sobre todo porque él
sabía que las acciones de su padre y su sociedad le impedían lo que más deseaba.

Una familia propia.

Lágrimas picaban en su garganta al recordarse tratando de comprar un simple anillo para la


mujer que amaba. La humillación que le había causado.

Tienes que dejarla ir.

Pero le dolía tan profundo en su interior que no podía imaginar volver a su vida vacía. A no
oír su voz o sentir su mano en su piel. Ella era lo que lo ayudaba a atravesar este infierno llamado
vida.

Sin embargo, mientras la veía con su manada de niñas esperando a sus padres, sabía que un
día ella lo miraría con resentimiento por el hecho de que quedarse con él reduciría todo lo que ella
había querido hacer con su futuro. Se limitarían sus oportunidades y mancharía la manera en que
otros la mirarían. No era más que una carga para ella, y él lo sabía. Y ver el odio por él en sus ojos...

Eso lo destruiría.

No, él nunca mancharía su sonrisa en la forma en que su padre había manchado la de su


madre. Lo último que él sería era el pesar de Felicia.

出生反抗的

Dos días más tarde, Felicia quería llorar al ver a Talyn en su uniforme. Ella lo había tenido en
casa durante tanto tiempo que se había acostumbrado a su presencia aquí. Peor aún, había disfrutado
cada segundo del tiempo que habían estado juntos.

No habían peleado ni una vez. No en realidad.

-Oh, Licia, no lo hagas. -Mordiendo su labio, él tomó su mejilla en su mano-. Si lloras, yo voy
a llorar también.

Eso tuvo éxito en hacerla reír. Claro. -No creo que nada pueda hacerte llorar.

-Eso no es cierto. Yo lloro por dentro.

Ella tiró de él a sus brazos y lo sostuvo contra ella. -Yo no quiero que te vayas.

-Me gustaría poder quedarme. Pero tengo que reportarme.


Ella apretó su agarre en su manga, donde estaba cosido el parche de rango. Ella luchó contra
el impulso de arrancarla y escupir en ella -Lo sé.

Hundiendo su mano en el pelo de ella, le dio un beso chisporroteante. -Voy a llamar tan
pronto como pueda.

Ella apretó los puños en sus trenzas -No voy a respirar hasta que oiga de ti.

Él sonrió con tristeza ante el viejo dicho andarion -Yo podría solo tirarte sobre mi hombro y
llevarte conmigo. ¿Piensas que lo notarían?

-Estoy dispuesta, si lo estas.

Talyn sonrió a la seria luz en sus ojos. Ella era tan increíblemente preciosa para él. Nunca
siquiera pensó que alguien podría significar tanto para su bienestar. Sobre todo en un corto período
de tiempo. Pero cada día que estaba con ella le hacía anhelarla más. En realidad, le dolía verla
sufrir. El sintió su tristeza aún más profundamente de lo que sentía la propia.

Hundiendo la cabeza, la besó por última vez. -Mira el lado bueno... ya no voy a acaparar las
cubiertas.

-Yo te las daría todas para tu capullo si te quedaras.

-Ahora dices eso. No te sentías de esa manera anoche, mientras me estabas maldiciendo por
ello. -Él la besó en la frente, mientras su pulsera sonaba-. Me tengo que ir, bebé.

-Lo sé. Ten cuidado. Mantente a salvo.

-Tú también. -Él le besó la mano antes de ir al elevador. Se dio la vuelta para mirarla hasta
que las puertas se cerraron.

Lágrimas silenciosas se deslizaron por las hermosas mejillas de Felicia mientras saludaba con
la mano.

Con peso en el corazón y la garganta apretada, Talyn dejó su edificio y se dirigió al palacio a
través de la ciudad. Al menos sería capaz de ver a su madre con más frecuencia. Ella había estado
asignada a la guardia del palacio la mitad de su vida. A pesar de que no sabía sus deberes exactos,
no eran particularmente peligrosos o graves. Ella en realidad tenía mucha libertad para ir y venir.
Algo que él buscaba después de la fuerte restricción de la patrulla de vuelo.

La patrulla de vuelo...

Talyn apretó los dientes ante el recuerdo de lo que Anatole y sus amigos habían hecho a las
mujeres en su equipo.

En contra de su sentido común, él reportó a Anatole con Lorens para una acción disciplinaria.
Se suponía que iban a reunirse para almorzar, así Talyn podría revisar y firmar su declaración para
continuar la investigación que permitiría a Lorens tomar medidas para remover a Anatole de su
posición y rango.

Si alguien alguna vez le hiciera eso a Felicia...


Al diablo con el ring. Los asesinaría en la calle.

De un golpe.

La amargura picaba en su garganta. Todavía no podía creer que Anatole tenía a todos los
varones tan acobardados. Iba en contra de todo lo que la madre de Talyn y la tía Jayne habían
martillado en él. Tú te ponías de pie por los demás, especialmente para aquellos que no podían
defenderse.

Y de una manera u otra, Talyn iba a detenerlo.

Sacando su enlace, se desplazó a través de su lista de contactos de pilotos hasta que encontró
la información de Farina. Trató de llamarla de nuevo para decirle lo que estaba haciendo, sólo para
ser enviado a su correo de voz.

Talyn le había dejado media docena de mensajes, pero por alguna razón, probablemente temor
sobre las mentiras que había dicho en su contra, ella nunca regresó sus llamadas. No es que
importara. Él no descansaría hasta que se hiciera cargo de esto y se asegurara de que las hembras
bajo el mando de Anatole estaban a salvo.

Decidido, entró por la puerta del principal cuerpo de guardia. Sacando sus órdenes, él se los
entregó al ayudante del oficial de guardia matutino.

Aburrido por todo esto, la hembra lo fichó y convocó a un teniente para que lo acompañara
hasta la oficina de su nuevo OC. Al igual que la oficina de su madre en las alas de la tizirah, era
enorme e impresionante. Elegante.

El hombre mayor tenía el pelo canoso y el porte real de un emperador. Tan pronto como el
Comandante ezul Nykyrian vio a Talyn, una extraña sonrisa jugueteó en los bordes de sus labios.
Poniéndose de pie, regresó el saludo de Talyn. -Así que tú eres el hijo de Galene. -Entonces él
frunció el ceño y ladeó la cabeza para estudiarlo-. Me recuerdas a alguien.

Su padre, muy probablemente. Antes de que Fain Hauk fuera desheredado, había respondido
al Comandante ezul Nykyrian en una de sus embajadas. Pero Talyn retuvo esa información.

-Podríamos habernos conocido cuando vine a trabajar con mi madre. Hace años.

El comandante asintió lentamente. -Tizirah Tylie dijo que solías calmar a su hermana cuando
eras un niño. También dejó en claro que vas a ser tratado con respecto, a pesar de tu casta y lo que
tú expediente dice de ti.

Talynse se congeló. -¿Señor?

El comandante se sentó y levantó el archivo de Talyn. -Quiero que sepas que mientras yo
respeto a mi querida prima, Tizirah Tylie, yo no soy uno de los que aguantan la insubordinación. A
diferencia de mi sobrino y con independencia de lo que quiera mi primo, te tendré azotado por
cualquier infracción. Va a guardar su actitud y seguir la línea. ¿Entendido?

¿Sobrino? ¿Primo?

Jodido minsid. Debería haber sabido que estaría bajo el mando de uno de los parientes de
Chrisen.
-Sí, señor.

-Tampoco voy a tolerar la negligencia en el deber o atrasos. No tengo ni idea que favores tu
madre se vio obligada a pedir o llevar a cabo en tu nombre, pero tu comportamiento pasado se
detiene ahora. Dirijo un equipo estricto. La seguridad de mi familia depende de las habilidades de
nuestro cuerpo de guardia. Un paso fuera de la línea, Batur, sólo una vez, y aprenderás por qué se
refieren a mí como el Bloody Axe*25. ¿Entendido?

-Sí, señor.

El comandante llamó a su ayudante. Tan pronto como se abrió la puerta para admitirlo, Talyn
sintió su mundo inclinarse aún más.

Merrell Anatole. El hermano mayor de Chrisen.

Mierda.

Talyn lo saludó.

Con los ojos iluminados por la malicia, Anatole le devolvió el saludo. -Yo me encargo desde
aquí, tío.

-¿Estás seguro de que puedes manejar esto?

Una sonrisa insidiosa curvó sus labios. -Absolutamente. Será mi placer mostrarle los
alrededores y terminar su orientación.

-Puede retirarse.

Con su estómago en un nudo apretado, Talyn siguió a Anatole fuera de la habitación.

Merrell no habló hasta que estuvieron en el pasillo. Luego se volvió a Talyn con una sonrisa
burlona. -Mi hermano me conto la soplona pequeña perra que eres, Batur. Tú debes saber que si lo
intentas aquí, no va a ser sólo tu rango lo que tomaremos. -Se movió para invadir el espacio
personal de Talyn-. Mi familia de sangre gobierna este planeta, no olvides eso. Este es nuestro
imperio. Tú vives en el sólo porque nosotros te lo permitimos. ¿Lo entiendes?

-Entendido. -Ninguno de los Anatole podía valerse por sí mismo. Ellos acosaban e
intimidaban, y esperaban que todos se inclinaran ante ellos.

Si solo eso estuviera en la naturaleza de los Baturs y Hauks.

Merrell arqueó una ceja -¿Escucho traición en tu voz?

Talyn negó con la cabeza lentamente, recordándose a sí mismo cuán estúpido sería apuñetear
esa expresión fuera de la cara de Merrell -No, señor. Entiendo sus términos.

*25 Hacha Sangrienta


Y al igual que en su puesto anterior, no había nadie para apelar. No quedaba justicia en este
imperio. WAR tenía razón. Los Anatole estaban podridos, de cabo a rabo. Se habían convertido en
una enfermedad que necesitaba ser sacada de su material genético.

Lo que más enfermaba a Talyn era que todos menos uno de los miembros de la familia de su
padre habían sido asesinados en la guerra para poner a estos bastardos y sus antecesores en el trono
andarion. El linaje de su madre había sido perseguido al borde de la extinción por los Anatole, de
ahí la verdadera razón por la que el comandante era llamado Bloody Axe. Los familiares directos de
su madre eran los últimos de los que alguna vez fueron los grandes Baturs, que habían rivalizado a
los Hauks por su fuerza militar y experticia.

Hasta que la actual tadara misma había ido tras los Baturs y los había enviado al exilio o a las
tumbas.

Sólo el abuelo de su madre había sobrevivido a la "Purga" para permanecer en territorio


andarion.

-¿Eso es desafío lo que veo en su mirada, mayor?

Sí, lo era. Pero él no era completamente lo suficientemente estúpido como para confirmarlo. -
No puedo comentar sobre sus delirios, comandante. -Talyn se encogió ante el hecho de que no había
conseguido quitar el sarcasmo de su tono.

Merrell trató de intimidarlo, pero ya que el idiota sólo llegaba hasta la axila de Talyn, era una
táctica menos que impresionante.

-Limpie la sonrisa de su cara, Batur. Es hora de que conozca a su cargo real. -Merrell lo
rastrilló con una sonrisa burlona-. Sígame.

Un mal presentimiento pasó por él. Pero no tenía más remedio que obedecer sus órdenes. Sin
embargo, todos los instintos que poseía le decían que cortara la garganta de Merrell mientras
pudiera.

Y cuando entró en la oficina de Jullien, supo por qué. El príncipe estaba sentado, con Chrisen
de pie a su lado con aire de suficiencia.

Con su estómago encogiéndose con enojada trepidación, Talyn los saludó.

Ellos no lo saludaron.

Corpulento y pomposo, Jullien se reclinó en su silla. A diferencia de un andarion de sangre


pura, sus ojos no eran blancos. Eran de un extraño color marrón verdoso, bordeado en rojo. Su largo
pelo negro estaba recogido en una cola de caballo que realmente no mejoraba su aspecto. Incluso
con el título andarion de tahrs, Jullien tendría dificultades para echar un polvo.

-Maldita sea, Chris, -gruñó Jullien-. No estabas bromeando. Él se ve como el bastardo baboso.
¿Cómo soportas verlo todos los días?

-Ahora sabes por qué le disparé. Era un imperativo moral.

Merrell frunció los labios -¿Recuerdan esa vez cuando estábamos jugando con esa perra servil
y Fain nos reportó?
-Yo no estaba allí para eso. -Dijo Jullien, sus misteriosos ojos humanos brillaban con furia-.
Lo que recuerdo es ese pedazo de mierda híbrido con el que fuimos a la escuela. Acabábamos de
encontrar la manera de deshacernos de él. Permanentemente. Y luego, esa pequeña ramera, Dancer
Hauk, apareció con mi anillo de la clase. -Mira lo que encontré, -se burló-. Su Alteza debe haberlo
extraviado. El híbrido no robó, después de todo-. Él se burló de Talyn-. No tienes ni idea de lo
mucho que odiamos a los Hauks aquí.

Probablemente tanto como los Hauks odiaban a los Anatole, sería su conjetura.

-Sí, mierda. -Chrisen estuvo de acuerdo-. Todavía tengo la cicatriz de cuando Dancer estrelló
nuestra capsula por su piadoso corazón. Ni siquiera la cirugía plástica pudo quitarla.

Jullien resopló. –Aún no conozco a un Hauk que no fuera una perra.

Talyn mantuvo su mandíbula cerrada. Golpear a Jullien sería una sentencia de muerte.
Golpear a un OC era una corte marcial. Él lo repetía una y otra vez en su cabeza mientras sostenía
su saludo.

-Los Hauks y Baturs siempre han pensado que son tan superiores a los Anatole, -continuó
Jullien-. Demasiado buenos para mezclar su sangre con la nuestra.

Chrisen y Merrell se acercaron demasiado alrededor de Talyn.

Merrell tuvo que ponerse de puntillas para encontrarse con la mirada de Talyn -Tu inutil padre
y maricón tío eran inteligentes. Se fueron del planeta para salvar sus pequeños culos de perra. Tú
deberías haber seguido su cobarde ejemplo.

-En lugar de amenazarme, -Chrisen gruñó en su oído-. ¿Reportarme con el Comandante ezul
Terronova? ¡Tú pequeña perra!

Jullien se movió para colocarse en su cara -¿Eres un maricón, también, Iron Hammer? -Miró a
sus primos como si buscara el coraje de ellos-. Debes serlo.

-Sí. -Dijo Chrisen con una risa-. Es un maricón. Pequeño bastardo soplón. Solo piensa,
muchacho. Si la puta de tu madre me hubiera chupado el miembro en lugar de la de tu padre, serías
un comandante ahora.

La mirada de Talyn se oscureció.

-Aw ahora. -Jullien se burló-. ¿Eso hirió tus pequeños sentimientos?

Chrisen golpeó a su hermano en el brazo. -Espera a ver la puta que tiene chupándosela. La
pieza más bonita de culo que he visto en una hembra. Vamos a divertirnos con ella.

Talyn sonrió maliciosamente a ellos mientras su temperamento explotaba. Nunca había sido
tan inteligente. Y esto era más de lo que iba a tomar. Nadie insultaba a su madre o amenazaba a
Felicia.

Ya era hora de que conocieran a sus dos mejores amigos.

Puño derecho e izquierdo.


Antes de que pudiera detenerse, le dio un puñetazo a Chrisen en la garganta. Merrell llegó a
él. Talyn le cogió el brazo y le volcó en el suelo antes de dar un puñetazo en el pecho a Merrell.

Gritando, Jullien corrió para cubrirse mientras sus guardias atacaban y pedían refuerzos.
Talyn perdió la cuenta de cuantos tuvo que pasar, tratando de llegar a la única verdadera perra en la
habitación.

Jullien eton Anatole.

Pero muy pronto, comenzaron a aturdirlo y a dispararle. No que importara al principio.


Demasiado acostumbrado al dolor físico para preocuparse por las explosiones, él arremetió hasta
que su sistema nervioso dejó de funcionar.

Incluso entonces, él cayó de rodillas durante varios latidos del corazón antes de que
finalmente se derrumbara y la oscuridad lo llevara.

Jullien frunció el ceño hacia Chrisen, que estaba inconsciente en el suelo. Se encontró con la
mirada atónita de Merrell mientras permanecía de pie con las piernas temblorosas -¿Qué diablos es
él?

Sacudiendo la cabeza, Merrell puso más distancia entre Batur y ellos. -Es un jodido War Hauk
y el último de los Alados Baturs. Linajes locos.

-¿Alguna vez has visto a alguien aguantar tanto con una ráfaga de aturdimiento?

Los guardias vacilantes golpearon el cuerpo de Batur con sus botas. -Descargué tres cargas
completas en él.

Con miedo en sus ojos, Merrell tragó saliva. -¡No te quedes ahí! Sácalo de aquí antes de que
él se despierte.

-Sí, señor. ¿Dónde quiere que lo llevemos?

Merrell intercambió miradas con Jullien -Tú eres el tahrs. ¿Cuál es tu orden?

-Él ha agredido a dos miembros de la familia real y me habría golpeado a mí si él hubiera sido
capaz de hacerlo. Suena a traición. Tírenlo con los vividores y asegúrense de decirles que tienen una
celebridad en medio de ellos.

Riendo, Merrell limpió la sangre de sus labios. -No puedo esperar para ver cuál de ellos hace
al Iron Hammer su perra primero.

出生反抗的

Talyn se despertó con el peor sentimiento de su vida. Y teniendo en cuenta cuantas veces le
habían sacado la mierda a golpes dentro del ring, eso decía mucho. Con su cabeza palpitando, abrió
los ojos para encontrarse a sí mismo dentro de un pozo, rodeado de hombres que no parecían ser
amigables.

Eran, sin embargo, grandes bastardos.

Genial
De pronto se sintió como un niño otra vez, asistiendo al templo en los días obligatorios. Un
espécimen no deseado de los bichos que habían encontrado su camino en la parte superior de sus
nuevos zapatos brillantes. A pesar de su dolor y náuseas, Talyn se puso en pie para hacer frente a
ellos. Mientras había estado inconsciente, alguien le había quitado la chaqueta y las botas del
uniforme, y lo dejó con sus pantalones y camiseta solamente.

Un masivamente musculoso macho se acercó a él con esa sonrisa familiar que decía que ellos
dos estaban a punto de bailar.

Nombra la melodía...

Sin inmutarse, Talyn lo miró a los ojos.

-¿Tú de verdad eres Iron Hammer?

-Lo soy.

Otro macho se acercó a su espalda y escupió en el suelo. –Investido pedazo de mierda. -Se
trasladó a empujar el hombro de Talyn.

Talyn lo atrapó y lo dejó inconsciente de un golpe. Contuvo al próximo atacante, luego dos
más, y rápidamente los despacho.

Sin ni siquiera respirar pesado, se enfrentó al primero que se le había acercado. -Yo puedo
pelear en la liga de Investidos ahora, pero sostuve el título en las tres divisiones de la liga Abierta
primero, y por más que nadie antes o después de mí. ¿Alguien más quiere saber por qué?

El macho delante de él se echó a reír -¿Rata de canal?

Talyn asintió -Mi padre es un paria.

Un fuerte grito corrió a través de ellos ante eso.

-¡Batur es uno de nosotros!

Talyn dio un paso atrás, aún más inquieto ahora que cuando lo habían atacado. ¿Qué estaba
pasando?

El macho frente a él inclinó la cabeza -Soy Maren. Cuando te tiraron dentro, asumimos que
eras uno de ellos. -Maren le quitó la chaqueta de Talyn a un macho mucho más pequeño que debía
haberla robado. Él se la devolvió-. Cualquiera de ustedes, pendejos, que tomó los zapatos del
Hammer, devuélvalos. ¡Ahora!

Llegaron volando a traves de la multitud para aterrizar cerca de Talyn.

-Gracias. -Dijo alcanzándolos.

Los hombres se echaron a reír mientras se hacían amigos.

-¿Entonces por qué fuiste arrestado? -Maren preguntó mientras Talyn se ponía sus botas de
nuevo.
-Yo estaba inconsciente en el momento de mi detención, por lo que no sé los cargos exactos.

Maren frunció el ceño -¿Estabas borracho?

-No. Yo estaba, sin embargo, golpeando a dos tizirani y sus guardias cuando fui aturdido. -Un
rugido de risa aprobatoria pasó por los otros prisioneros.

-¿Y tú? -Talyn se levantó y se puso la chaqueta.

-Yo encontré accidentalmente la mirada de Merrell Anatole mientras estaba arreglando el


lavabo de su baño.

Antes de que Talyn pudiera decir algo más, el monitor sobre sus cabezas mostró la cara de un
guardia del palacio. Su mirada se dirigió directamente a Talyn.

-Acabo de recibir la palabra del propio Comandante ezul Nykyrian. Cualquier preso o presos
que derroten o maten a Talyn Batur serán liberados al instante.

El estómago de Talyn golpeó el suelo al oír esas palabras. Palabras que aspiraban cada
pedacito de camaradería de sus compañeros de prisión. Miró a Maren, quien le dio una sonrisa
triste.

-Lo siento, campeón. Mataríamos a nuestras propias madres para salir de aquí.

Talyn maldijo cuando calculó mentalmente el número de machos que lo rodeaban.

Era malo. Pero no tan malo como el número de machos que sabía estaban atrás de los que no
podía ver.

Así que así es como muero.

Justo como había vivido cada día desde que había sido forzado a salir del vientre de su madre.
Luchando con todo lo que tenía.
Capítulo 13
-¿Lena? ¿Pasa algo?

Galene parpadeó ante la pregunta inesperada de la tizirah. Pensaba que Cairistiona seguía
durmiendo. Pero ella estaba despierta en la cama y frunciéndole el ceño.

-Perdóneme, Alteza. No escuché lo que me pidió.

-Te ves molesta y preocupada. ¿Pasa algo?

Ella sonrió a la tizirah y negó con la cabeza mientras deslizaba su enlace de vuelta al bolsillo
de su uniforme. -Estoy bien.

-No me mientas. Estamos solas, y tú eres la única amiga que tengo. La única que cree que mi
bebé todavía está vivo. -Cairistiona tendió la mano hacia Galene.

Tomándola, Galene permitió a Cairie tirar de ella a su lado. La tizirah entrelazó sus dedos con
los de ella y suspiró antes de cerrar los ojos.

Insegura de si la tizirah estaba lúcida o no, Galene se mordió el labio al ver su futuro.
Cairistiona había sido una de las comandantes militares más capaces en la historia andarion. Fiera.
Confiada.

Contra la tradición, Cairistiona había tomado valiente y desafiantemente un tiziran humano


como su amante. Debido a que Aros era el heredero de un imperio casi tan poderoso y vasto como
el suyo, Cairie había sabido desde el principio que nunca podrían casarse. Aun así, ella había dado a
luz gemelos para el hombre que amaba.

Dos niños.

Irónicamente, el gemelo que fue nombrado por su padre humano, Jullien, lucía más Andarion,
y su hijo que parecía más humano había sido nombrado por el linaje paterno del padre de Cairie,
Nykyrian. Fotos de los dos chicos colgaban en las paredes de su dormitorio. Pero era la foto de
Nykyrian con la que la princesa dormía. Su juguete de peluche era el que ella mantenía en su cama
en todo momento.

Contra toda razón, Cairie juraba que todavía estaba vivo. A pesar de que su cuerpo había sido
identificado y enterrado. Ella se negaba a creerlo.

Tal vez era más fácil de esa manera.

-Aros llamó anoche -susurró Cairie-. ¿Te dije eso?

-No, Alteza.

Aros Jullien Triosan era el padre humano de los hijos de Cairie. Había tratado de casarse con
ella muchas veces a lo largo de los años, pero ni la madre de Cairie ni su gobierno aprobarían la
alianza. Su gobierno, por temor a una demente hembra andarion sentada en uno de sus tronos, y la
tadara andarion por temor a que Cairie despertaría de su letargo y tomaría el trono que era su
derecho de nacimiento.
La tizirah apretó más la mano de Galene. -Él está siendo presionado por su Senado para
nombrar otro heredero. Los seres humanos no confían en mi Jullien. -Ella abrió los ojos para mirar
a Galene-. ¿Confías en él?

-Él es un buen muchacho, Alteza.

Ella rió. -Estás mintiendo. No estoy pidiéndole al comandante militar su opinión. Quiero
escuchar la de mi amiga que jugó con él cuando era un niño.

Galene miró alrededor de la habitación. En realidad, ella odiaba a Jullien y siempre lo había
hecho. Desagradable y cruel, la había molestado sin descanso cuando ella había sido una niña. Era
por eso que había pasado su tiempo en el palacio con Tahrs Nykyrian. Él había sido un chico dulce,
tranquilo, que le recordaba un montón a Talyn.

Pero eso era algo que nunca podría decirle a la tizirah que los había dado a luz. -Tu amiga
tiene miedo de que no estemos solas aquí y no quiere verte drogada más.

Cairie asintió y parpadeó lentamente. -Tienen miedo de mí.

-¿Quién?

-Mi madre. Ella tiene miedo de que vaya a deponerla. Es por eso que me droga. Pero yo no
quiero el trono que hace a mi familia tan viciosa. Eso mató a todos mis hermanos y hermanas. A
excepción de Tylie, quien no lo quiere tampoco. -Cairie tiró el juguete de Nykyrian contra su
pecho-. ¿Por qué estás tan triste, Lena?

-No he sabido de mi hijo.

Cairie jadeó. -¿Dónde está?

-Con el tuyo.

Se relajó al instante. -Entonces está bien. Jullien sabe cuidar de lo que amo, y yo te amo.
Siempre lo he hecho. Por eso amo a tu hijo, también.

-Y yo te amo, Alteza.

Sonriendo, Cairie acurrucó más cerca el juguete. -Voy a llamar a Jullien esta noche y decirle
que Talyn se contacte contigo.

-Gracias, Alteza. Yo estaría eternamente agradecida.

Cairie levantó la cabeza y escuchó -¿Nykyrian? -Gritó-. ¿Eres tú, keramon?-. Ella comenzó a
salir de la cama, pero Galene la detuvo.

-Alteza, está demasiado enferma como para caminar. -En realidad, estaba demasiado drogada
para ello. La enfermera sólo se había ido hacía poco. Cada cuatro horas, Cairie era inyectada “por
su salud”.
Era repugnante lo que la tadara hacía a su propia hija para mantenerla complaciente. Pero no
había nada que Galene pudiera hacer para detenerlo.

Había intentado una vez y había perdido su rango como resultado. Ella habría perdido su
puesto y la vida también, pero Tylie había intervenido y lo había evitado. Debido a que Galene
había sido compañera de juegos de Nykyrian, ella era la única que podía manejar a Cairistiona. La
tizirah pensaba en ella como una mezcla extraña entre adorada hija y querida amiga.

Galene tarareaba mientras metía las cubiertas alrededor de todo el cuerpo de Cairie. Todavía
recordaba la primera vez que había visto a la tizirah. Era uno de sus primeros recuerdos. Cairie
había estado embarazada. Vestida con su elegante uniforme militar, la tizirah había sido una belleza
impresionante.

Debido a que su familia inmediata eran sobre todo médicos, Galene nunca había visto a una
oficial hembra antes. Ella había estado completamente asombrada.

-¿Puedo tocar tu blaster?

El padre de Galene, el médico real que había estado supervisando el embarazo de Cairie, se
había horrorizado. -Perdone a mi hija, Alteza. Ella nunca ha visto a un miembro de la familia real
fuera de un traje imperial antes. No se da cuenta de quién eres.

Colocando su mano contra su estómago que estaba comenzando a redondearse, Cairie había
sonreído y se arrodilló al lado de Galene -¿Te gustaría tocarlo?

Galene había mirado con nerviosismo a su padre, y luego asintió.

Cairie desenfundó su blaster y expulsó el cartucho de explosivos antes de entregárselo a


Galene. -Ten cuidado, pequeña. Las partes móviles todavía pueden pinchar tu piel. Y tan pequeño
como tus dedos son, podrían comer uno.

-¿En serio?

La tizirah había asentido.

Y aún Galene había examinado cuidadosamente el blaster.

-¿No tienes miedo de él?

Galene había sacudido la cabeza. -Es muy bonito, Alteza. Al igual que usted.

-¿Cuántos años tienes, Galene?

-Tres y casi un poco más.

Ella le había sonreído cálidamente. -Después de que nazcan mis bebés, tendrás que volver con
tu padre y ayudarme a cuidarlos.

Era una promesa que Cairistiona había mantenido. Esos días habían sido algunos de los más
felices de la vida de Galene.
Incluso después de que sus hijos habían nacido, Cairistiona había malcriado a Galene. Hasta
el día que Nykyrian había muerto. El descenso de la tizirah a la locura había llegado rápido y
furioso. Se había negado a escuchar a nadie.

Para evitar que Cairie buscara a su hijo muerto, la tadara había ordenado sedarla
inmediatamente. Ella había estado sedada desde entonces.

Debido a que Galene había sido cercana a Nykyrian, su padre había temido lo que la tizirah
podría hacerle en su dolor, y así le había sido prohibido visitar el palacio. Años habían pasado antes
de que ella hubiera tenido permitido volver. Y en un extraño giro, ella había sido la del uniforme y
Cairistiona había sido la que dependía de la bondad de Galene.

En la visita de Galene al palacio para una asamblea, Cairie la había visto entre la Guardia
Real. Incluso drogada, Cairie la había reconocido de inmediato y la agarró por un abrazo.

Cogidas del brazo, ella llevó a Galene aparte y le preguntó cómo estaba Nykyrian. Cuando
trataron de separarlas, Cairie se había vuelto tan incontrolable que le habían disparado con un
aturdidor y Galene había sido enviada de vuelta a su base.

Aterrorizada de ser reasignada y despojada de su rango, Galene había estado sorprendida


cuando, horas más tarde, Tylie había aparecido y le dijo que ella sería la guardia personal de Cairie.
Que su hermana lo había exigido y se negaba a dejar a otro guardia cerca de ella.

Habían sido amigas inseparables desde entonces.

Cairie metió la mano en su mesita de noche y sacó un dibujo que le entregó a Galene. -
¿Recuerdas cuando tu Talyn me dio esto?

Lágrimas aparecieron en sus ojos mientras veía el dibujo de ella y Talyn juntos, saludando a
la tizirah y sus chicos. Él apenas había tenido siete cuando lo trajeron a Cairie, la primera vez que él
la conoció.

-Lo recuerdo. Estoy sorprendida de que lo guardara.

Cairie tomó su mano y la sostuvo en las dos suyas. -Tú tienes un buen chico, Lena. Me
aseguraré de que mantengas a tu bebé contigo. Las madres nunca deberían estar lejos de sus hijos.

出生反抗的

Aturdido y enfurecido, Merrell mostró a Jullien y a Chrisen el fondo del pozo donde habían
tirado a Batur. Cuerpos esparcidos como si fuera el campo de muertos dejados atrás después de una
viciosa batalla.

Respirando entrecortadamente, Talyn se puso de pie, solo.

Apenas.

A pesar de que se tambaleaba, él estaba sobre sus pies mientras que el resto de ellos estaba
muerto, inconsciente o rogando por ayuda mientras trataban de arrastrarse lejos del alcance de
Talyn. En todos sus años de servicio militar, Merrell nunca había visto algo como esto. Le aterraba
cuan fácilmente Batur había arado a través de docenas de despiadados asesinos y depredadores. Los
más viciosos criminales que Andaria tenía.
Batur limpió la sangre de su cara mientras se movía para pararse frente a la cámara para
mirarlos. Cuando habló, fue un bruto, gruñido salvaje que era incluso más terrorífico que su postura
temeraria que les desafiaba a venir por él. Eran también las palabras que habían sido pronunciadas
por el macho que había fundado el linaje paterno de Batur hace casi cuatro mil años en el comienzo
de la civilización andarion. -Un Hauk no es un político. No hay lugar en nuestro corazón para
sentarse en paz con los que harían daño a cualquier andarion. Somos, y siempre seremos,
protectores de nuestros hermanos, familia, y planeta natal. Mientras un solo guerrero Hauk viva,
ninguna nación nos derrotará. Ninguna raza se atreverá a invadir nuestro aire, tierras, o mar. Vamos
a estar de pie y vamos a defender. Porque nosotros no somos criados en la misericordia y no nos
crían para la paz.

-Hemos nacido de la furia.

-Siempre teman al Clan de Sangre Guerrera Hauk. -Talyn escupió sangre en el suelo-. Pero
más que nada, es mejor que me temas, ¡tú marica tembloroso! Por cada gota de sangre War Hauk
que fluye por mis venas, yo soy del Clan de Sangre Alada de Batur y nacemos del desafío. Cuando
salga de aquí, y voy a hacerlo, voy a ir por ti. Y nadie va a ser capaz de salvar ninguna de sus vidas
pútridas de mi venganza.

Chrisen jadeó. -Estamos en profunda mierda andarion.

Jullien rodó los ojos. -¿Tú crees? San Zaran, ¿por qué no nos dijiste lo que él era capaz de
hacer?

Chrisen se atragantó mientras observaba a Talyn sentarse para atender sus heridas. -No tenía
ni idea de que podía hacer esto. Él siempre ha sido servil.

-No -dijo Merrell con los dientes apretados-. Era un soldado consciente, recibiendo órdenes de
su comandante. Y un vicioso campeón del ring. Nuestro error fue olvidar todo eso en nuestra
arrogancia-. Él miró de su hermano a Jullien-. No podemos controlarlo. Él es el único jodido War
Hauk de su generación, con toda la habilidad y fuerza desquiciada que va con ese linaje no
contaminado.

Jullien levantó la barbilla. -Todavía somos tizirani. Y yo soy tahrs.

Merrell hizo gestos a los cuerpos esparcidos alrededor de Talyn, que estaba sentado con una
calma aterradora. -Sí, eso lo detuvo. Tienes suerte de que no te lo hizo a ti antes de que tus guardias
lo dejaran inconsciente.

Chrisen dejó escapar un profundo suspiro. -Por mucho que me duela decir esto, ¿deberíamos
ofrecerle un trato?

Sacudiendo la cabeza, Merrell contempló los cuerpos caídos alrededor de Talyn. -Es
demasiado tarde para eso. Él va a estar apuntando contra nosotros de ahora en adelante... como Fain
y Keris, en sus días. Hay que deshacerse de él de la misma manera en que nos hemos librado de
ellos.

-No es tan fácil. -Jullien frunció los labios-. Galene Batur me odia, ella siempre lo ha hecho, y
mi madre ama y adora a esa minsid perra por alguna razón. Mientras que mi mamá puede estar loca
como una cabra, ella es la hija favorita de nuestra tadara y la mascota de Tylie como un niño
psicótico. Incluso demente, ella todavía tiene un montón de influencia-. Jullien pateó la silla en la
que había estado sentado al otro lado de la habitación-. Por no mencionar, que si mi madre alguna
vez vuelve a sus sentidos, ella va a hacer preguntas que ninguno de nosotros quiere contestar.

-Podríamos matarla también.


Jullien le dio un revés a Chrisen. -¡Ella es mi madre! Mataría a la tuya primero.

-¡Basta! -Merrell gruñó-. Tenemos un problema aquí. ¿Cómo lo arreglamos?

-Puedo comprarnos tiempo con Galene. -Chrisen estrechó su mirada en Jullien-. Si estás fuera
del planeta, va a asumir que su hijo está contigo. ¿No puedes quedarte con tu paka por un tiempo?

-Sí. ¿Por qué? ¿En qué piensas?

Merrell se lamió los labios cuando él reconoció la línea de razonamiento de su hermano. -Lo
tiramos donde nadie pueda encontrarlo.

Jullien no estaba seguro sobre eso. -¿Dónde?

-Onoria.

Eso sí sería bueno. Los campos magnéticos allí volvían a todos los dispositivos de
seguimiento y comunicación inservibles. Una lenta sonrisa apareció en la cara de Jullien. -Tienes
razón. Nadie va a encontrarlo allí.

Chrisen negó con la cabeza -Sigo pensando que deberíamos matarlo.

Merrell sacó el blaster de Chrisen de su cadera y se lo entregó. -Buena suerte con eso.

Chrisen lo fulminó con la mirada.

-Tu hermano tiene razón. -Jullien gruñó-. Batur es demasiado conocido. Si ordenamos que lo
maten, alguien va a delatarnos. Si le ponemos cargos en público, su madre va a defenderlo y mi
madre lo perdonará y liberará. Pero, si lo acusamos de traición y lo tiramos antes de que nadie sepa
lo que hemos hecho, no vamos a ser castigados. Sin pruebas no hay crimen. Galene puede gritar
todo lo que quiera. Pero él nos atacó. Eso no es una mentira y podemos demostrarlo con los
guardias que lo aturdieron y el video de vigilancia. Tenemos todo el derecho legal para llevarlo a
Onoria, basados en eso.

-¿Y que si vuelve? -preguntó Chrisen.

Merrell resopló. -Vamos a romperle las piernas antes de tirarlo. Nadie, ni siquiera un bastardo
Hauk, puede sobrevivir a un ambiente hostil sin sus piernas funcionando. Estará muerto en menos
de una semana.

出生反抗的

Talyn se despertó con un gruñido feroz.

-Shh... Respira profundamente.

Él tenía tanto dolor que le castañeteaban los dientes. Alguien le levantó la cabeza y sostuvo el
agua en sus labios.
-Bebe lentamente.

Obedeció mientras la cueva con poca luz y los ocho andarions alrededor de él entraban en
foco. Confundido y con todo viéndose borroso, trató de darle sentido a esto. -¿Dónde estoy?

-El infierno -la hembra que sostenía el agua murmuró mientras le bajaba la cabeza hacia atrás
en el sucio catre donde yacía.

Un macho se acercó para comprobar las vendas de Talyn. -Lo encontramos en las Llanuras
Dying después de que fuera tirado. -Él tocó el tatuaje en su cuello que se le daba a todos los
prisioneros, marcándolos permanentemente con sus crímenes. Como Talyn, estaba designado como
traidor-. Todos en la colonia hemos sido falsamente acusados de traición y tirados en este agujero
de mierda por los miembros de la realeza. Suponemos, especialmente dado lo que se te hizo, que
eres uno de nosotros.

-¿Hecho a mí?

-Ellos te rompieron las piernas -susurró la hembra-. Ellos solo hacen eso a los presos que
temen que podrían volver a casa con pruebas de corrupción real.

-Viper siempre estaba metiéndose en mierda con la familia real.

Talyn frunció el ceño ante la voz familiar mientras otra hembra se acercaba desde las
sombras.

-¿Nightdice?

Ella se adelantó con un gesto sombrío. -Después de que Anatole te derribó, Syndrome y yo
tratamos de reportarlo por lo que te hizo y a nosotras.

Por supuesto que lo hicieron. -Me dijeron que se retractaron de sus declaraciones.

Una insolente rabia oscureció sus ojos. -Tú te habrías retractado, también, si te torturaran de
la manera en que nos lo hicieron. Te lo prometo.

Talyn bajó la mirada a las viciosas cicatrices en su cuello que corroboraban su historia. En ese
momento, se sintió como un idiota por acusarla -Lo siento.

Consciente de ellas, Nightdice se frotó las cicatrices -Sí. Yo también. Al menos trataste de
ayudarnos. Eso es más de lo que la mayoría hizo.

Para lo que había servido. Tratando de no pensar en eso, él estrechó su mirada en su pequeño
grupo. -¿Dónde está Farina?

Nightdice hizo una mueca antes de contestar. -Después de que firmamos los papeles para
detener nuestra tortura, Anatole le disparó en la cabeza y luego me tiró aquí antes de que pudiera
decirle a nadie sobre esto. Por tu presencia, ¿estoy asumiendo que tú presentaste un informe
también?

Talyn asintió mientras la ira lo atravesaba. Lorens habría sido el único que lo había visto, lo
que significaba que había ido directamente a Anatole con él. Esto en cuanto a pensar que tenía una
sesión con los comandos. Debería haber sabido mejor que confiar en alguien. Incluido el hermano
de Felicia. -Nunca tuve la intención de meter a ninguna de las dos en problemas. O dañarlas. Yo ni
siquiera puse sus nombres en mi informe final. Sólo el mío.
-Relájate. Tú no causaste esto. Tú eres el único que alguna vez trató de ayudarnos, y
conseguiste que te jodieran por tus molestias. -Ella miró a su alrededor-. Y desterrado aquí, para
recomenzar-. Nightdice, cuyo verdadero nombre era Berra Altaan, se arrodilló a su lado y sostuvo
su mano en señal de amistad-. Siento que nosotras te arrastraramos en esto.

Talyn rió amargamente mientras se la estrechaba. -Mi boca es la que me arrastró a esto.

Ella resopló. -Estoy bastante segura de que nuestras bocas son las que nos arrastraron a todos
a esto.

Talyn lentamente se sentó y miró a su alrededor. Contándose a sí mismo, había siete machos y
tres hembras. -¿Estamos todos acusados del mismo delito?

Nightdice asintió. -Tú y yo somos los únicos que estaban en servicio activo cuando nos
tiraron. Por lo general matan a los que están en servicio activo, pero mi padre es un satrapehs de la
tadara. Ellos no podían darse el lujo de que mi cuerpo fuera encontrado. Se habrían hecho
demasiadas preguntas desafortunadas. Supongo que contigo siendo el Iron Hammer, tenían miedo
de una investigación.

En realidad no. -Mi madre es una amiga personal de la tizirahie.

-Ah. Eso lo haría, también.

La otra hembra le entregó un pequeño tazón de avena. -Soy Terisa. Llamamos a este lugar la
colonia. Es un agujero, pero está relativamente a salvo de los aviones no tripulados y otros.

-¿Otros?

Nightdice apretó los dientes. -Los verdaderos criminales. Vagan en pandillas fuertemente
armadas. Hay muy pocos de nosotros para luchar contra ellos o tomar una posición defensiva.

-Es por eso que hay muy pocos de nosotros -el macho la interrumpió-. Hemos tratado. Ellos
nos eliminan o nos tiran en sus pozos para pelea de gallos. A las hembras las toman, pero nunca
duran mucho tiempo.

Talyn se estremeció ante lo que eso significaba. Y todo lo que hizo fue encender su
determinación. -Tiene que haber una forma de salir de aquí.

El mayor de los machos rió. -Todos estuvimos como tú una vez, muchacho. Lleno de orina y
vinagre*26. Pero con el tiempo, te ajustaras y lo aceptaras. Al igual que todos lo hemos hecho.

Nightdice suspiró. -Él tiene razón. Es más fácil solo dejarse llevar y saber que esta es nuestra
suerte. -Esa actitud era lo que había llevado a darle su nombre clave. Ella iba con todo,
especialmente invitaciones a dormir con los machos Investidos-. Nunca veremos casa de nuevo.

Talyn se negó a aceptar alegremente eso. -Mentira. Tenemos que volver a casa y dejar que los
demás sepan lo que están haciendo los Anatole. Le debemos a nuestra raza el detener esto.

Ella apuntó con la barbilla hacia el nacho mayor -¿Sabes quién es Rhys?
*26 Frase usada para expresarse sobre la actitud de alguien que está lleno de energía, vigor, tal vez escandaloso o excitado.
-No.

-Soy el fundador de WAR –gruñó-. Y ves lo que decirle a otros sobre la corrupción real me
consiguió. Ellos mataron a mi hijo delante de mis ojos. Todo lo que quería era hacer a Andaria
mejor para él y sus hijos. En cambio, mis nietos fueron raptados por bandas la primera semana que
estuvimos aquí y murieron en el foso. Mi nieta...- Se interrumpió llorando-. Siento haber empezado
esta mierda. No vale la pena. Nadie quiere escuchar o preocuparse. Siempre que se mantenga su
status quo, no dan una mierda por nadie más. Y nada ha cambiado. Nunca cambia.

Talyn se negó a creer eso. -Trece War Hauks hicieron retroceder a todo un ejército invasor.

-Y fueron asesinados en el proceso. -Rhys gruñó-. Sólo uno de ellos sobrevivió a esa batalla
¿y que consiguieron? Nada. Ni una maldita cosa. No queda ni un solo joven War Hauk en Andaria
hoy. Y definitivamente no hay uno aquí, con nosotros. Sin ofender, pero he enterrado suficiente.
Sólo quiero vivir lo que me quede de tiempo en paz. Estoy harto de luchar por una raza que no se
preocupa por mí.

Talyn se burló. -Prefiero ser un recuerdo que un cobarde.

Rhys se levantó para mirar hacia abajo a Talyn. -Esto no es el ring, Iron Hammer. No hay
reglas aquí. No hay árbitros para llamar a sus enemigos cuando usted está derrotado.

Y eso justo allí le dijo que Rhys era un Investido de mierda. Había comenzado una rebelión,
pero no tuvo la temeridad para llevarla a cabo.

A pesar del dolor y los huesos rotos, Talyn se levanto para pararse frente a él. Él lo miró con
cada pedacito de furia desafiante que poseía. -Y yo no me gané mi nombre en el ring de los
Investidos, viejo. -Utilizó el peor insulto que podía para un andarion. Se les equiparaba al más débil
de la raza humana-. Yo lo gané en la Liga Abierta. Luchando con todo lo que tenía... Yo no empecé
esta minsid lucha. Pero por cada dios de Andaria, voy a terminarla.
Capítulo 14
Cojeando y adolorido, Talyn arrojó el cadáver del vorna hacia abajo para que Nightdice y
Terisa lo limpiaran y lo cocinaran. Después de su último intento de preparar una comida, a él se le
había prohibido hacerlo por la seguridad de todos. Su trabajo era matar. Los demás cocinarían.

Mientras ellas empezaban la preparación, él fue a revisar sus piernas. El dolor era
insoportable, pero iba mejorando lentamente. Entre los remedios caseros y el puñado de drogas
ilegales que Nightdice le había dado que aceleraban la sanación de sus heridas, estaba haciendo un
buen progreso.

Satisfecho, se dirigió fuera de la cueva donde un viejo caza se había estrellado años atrás. Por
las últimas tres semanas, él había estado trabajando en los motores, intentando repararlos. Rhys
pensaba que era una completa pérdida de tiempo, pero Talyn estaba determinado a mostrar que
Rhys se equivoca.

En todas las cosas. Además, no era como si tuviera algo mejor que hacer. Y solamente no
estaba en él darse por vencido.

Mientras Talyn estaba raspando el óxido y engrasando las piezas lo mejor que podía, sus
pensamientos regresaron a Felicia. Ella era por lo que él luchaba tanto. Todo lo que veía en estos
días infernales de mierda.

Ahora mismo, ella estaba sola. Sin nadie que la proteja. Sin importar qué, él tenía que regresar
a casa y asegurarse que nada le pase. Especialmente no debido a él.

Cerrando los ojos, convocó una imagen de su brillante y dulce sonrisa. Por un momento, él
sintió que se entibiaba.

Hasta que el miedo se llevó la paz dejándolo aterrorizado por lo que Anatole y los otros
podrían estar haciéndole en represalia por sus acciones. Lo que podrían estar haciéndole a su madre.

Las historias de Rhys lo impulsaban a la venganza. Él tenía que volver y asegurarse de que
estaban bien. Sin él, ellas no tenían quien las defienda.

Por favor, por favor estén bien.

-¿Talyn?

Echó un vistazo por encima para ver a Terisa con una pequeña taza astillada en su mano. Ella
la extendió hacia él.

Él la rechazó. -No puedo tomar sus raciones.

Ella subió para pararse a su lado en el ala de la nave. -Las necesitas. Nosotros no podemos
permitirnos que decaigas.

-Estoy bien -él se volvió hacia el oxidado motor.


Terisa se estiró su mano y le tomó la mejilla. Ella volvió el rostro de Talyn hacia ella. -Yo
creo en ti, Talyn. Sé que tú nos sacarás fuera de este lugar. -Ella se movió para besarlo.

Talyn retrocedió inmediatamente.

-¿Hay algún problema?

-Tengo una hembra.

Terisa se burló.-Ella no está aquí.

-No, pero ella está aquí. -Él tocó su corazón-. Y nunca podría deshonrarla.

-¿Y si tú no sobrevives para retornar a sus brazos?

-Moriré en el intento.

Lamiendo sus labios, Terisa acortó la distancia entre ellos y posó su mano a lo largo de su
mandíbula antes de estirarse para llegar a sus pantalones.- Tienes que mantener tus niveles
hormonales. Ella nunca sabría que tuviste ayuda.

Atrapando su mano, Talyn dio un paso hacia atrás. -Yo lo sabría. -Y él no era su padre. Él
había visto de primera mano el dolor que causó la infidelidad de su padre a su madre. Él nunca
podría dañar a Felicia de ese modo.

-Eres un bastardo por nacimiento, Talyn. Ni siquiera puedes casarte con ella. ¿En verdad crees
que ella te será leal en tu ausencia?

En vez de debilitarlo, esas palabras solamente consolidaron su determinación. Si ellos


estuvieran en casa, Terisa no lo tendría en cuenta. Para nada. Ella ni siquiera lo miraría en Eris.

Pero su casta nunca le había importado a Felicia. Ella le había dado la bienvenida a pesar de
eso. Y él no pagaría su amor con crueldad. No darlo por sentado cuando él sabía que ella podría
haberselo dado a alguien más en el universo, y elegió dar su amor y corazón a su lastimoso trasero.

-Yo soy, por siempre, el macho de Felicia.

-Tú hablas como si estuvieras stralen.

-Stralen o no, yo nunca podría herir a mi Felicia. Ella solo se merece lo mejor de mí, y eso es
lo que intento darle.

-Entonces espero que regreses a ella y que ella aprecie el increíblemente raro macho que eres.

-¡Algo se aproxima!

Talyn aspiró su aliento ante el grito de Rhys mientras tomaba un arma. Era otro carroñero u
otro drone. No que eso no importara. Ambos grupos vendrían por ellos. Y los matarían si pudieran.

出生反抗的
Felicia se mordió su labio mientras llamaba a su hermano. Había estado debatiendo por días si
hacerlo o no, pero con cada uno que pasaba y no tenía noticias de Talyn, ella se preocupó aun más.

-Comandante ezul Terranova.

-Lorens, es Felicia

-Hey. ¿Cuál es el problema? Suenas realmente tensa.

-Yo… um. Siento molestarte. No he oído de Talyn desde que él se reportó para servicio en el
palacio hace tres semanas, y no quiero asustar a su madre innecesariamente. Él no llamó o envió un
mensaje de texto. Y eso no es propio de él. Él no haría eso. No he visto ni un cabello de él, y su
correo de voz está lleno. Él aún no ha llamado a su entrenador sobre sus prácticas perdidas. Cuando
fui al palacio, ellos no me dejaron pasar de la puerta. Ellos dijeron que él no estaba en el planeta y
que me vaya a casa. Nadie sabe nada, y Erix y yo estamos extremadamente preocupados. Pero
cuando llamo a su Oficial de Turno me dice que esto es normal. Que él esta en una misión y no
puede ser contactado por razones de seguridad. Ellos prometieron decirle que yo llamé y vine, y aun
así nunca llamó. Quería comprobar contigo y ver si esto es realmente normal.

-Tal vez. Sé que las tahrs han estado fuera del planeta, y esto es procedimiento de operación
estándar para mantener los detalles exactos del paradero, clasificado, todo el tiempo. Pero espera y
déjame verificar los reportes y misiones de Talyn. Como sabes, él tiene verificaciones que tiene que
hacer, independientemente de su puesto o deber activo.

Mordiéndose el labio, Felicia esperaba impacientemente mientras él lo verificaba. -¿Cómo


están los niños?

-Están muy bien. Gavarian y Brach no han parado de hablar sobre lo mucho que se divirtieron
contigo. Estamos emocionados por Talyn y su… ¡hijo de puta!

-¿Qué?

-Necesitas llamar a su madre. Rápido.

Su corazón se detuvo. -¿Qué está pasando?

-Ellos arrestaron a Talyn por traición. El no está en una misión. Él ha sido exiliado y
deportado.

出生反抗的

Felicia paseaba en la pequeña oficina del palacio con el corazón en su garganta mientras
esperaba que Galen llegara.

El soldado se mantenía mirando a Lorens, quien la había llevado. Con algo tan traumático, la
última cosa que quería hacer era llamar a la madre de Talyn y volcarlo así anda más.

Ella aún no podía creer lo que Lorens había le había dicho. No había manera de que Talyn
cometiera traición. No era posible. Él estaba en demasiado control de sí mismo todo el tiempo.

Galene se levantó un poco mientras ella veía a Lorens.


-Comandante ezul Terranova. -Galene lo saludó severamente.

Él le regresó el saludo. -Comandante Batur.

Mirando de él a Felicia, Galene frunció el ceño - ¿Qué está pasando?

-¿Has oído de Talyn? -preguntó Felicia.

-No. Me dijeron que estaba fuera del planeta y bajo protocolos de misión estrictos. ¿Por qué?

Insegura de cómo darle las noticias, Felicia miró a Lorens.

Él suspiró fuertemente. -Necesitas comprobar su registro de servicio con mi código de acceso.

Galene frunció profundamente ante el tono serio de Lorens. -De acuerdo. -Ella fue al
escritorio del soldado y lo corrió antes de permitirle a Lorens registrarse.

Felicia supo el momento en que Gelane vio el reporte. Toda la sangre se le fue del rostro. Con
amplios ojos, buscó sus miradas.

-¿Esto es real?

Lorens cruzó sus brazos sobre su pecho. -Es lo que parece. Traté de obtener más información,
pero se me dijo, por mi propio OC en términos no desconocidos, que eso no era un problema
militar. Esto es civil y criminal, y no debería meter mi nariz en esto si quiero mantener mi rango.

-¿Cuándo pasó esto? -Galene respiró con fuerza-. ¿Por qué no fui notificada?

-No tengo idea.

Las lágrimas se acumularon en los ojos de Felicia. -Como no soy familia no me dicen nada.
Esperaba que tú pudieras averiguar algo más.

Galene parpadeó sus lágrimas mientras miraba con horror el informe. -¿A quién llamaste? -
preguntó a Felicia.

-Al OC de Talyn. No sabía con quien más intentar, excepto tú y mi hermano. El Comandante
ezul Nykyrian se negó a discutirlo conmigo.

Con su mano temblando, Galene tomó el intercomunicador. -Llamaré a la tahrs. -Ella marcó
y esperó hasta que su secretaria contestó-. Es la Comandante Batur. Me gustaría hablar con Tahrs
Jullien acerca del Mayor Batur. Inmediatamente.

Esperando con la respiración contenida, Felicia jugaba con el collar que Talyn le había dado.

El rostro de Galene se tornó rojo brillante. -Ya veo. ¿Es su última palabra en este asunto? -Su
agarre apretó el enlace-. -Gracias-. Puso el enlace en la mesa y, sin una palabra a ellos, salió.

Echando un vistazo a Lorens, Felicia fue detrás de ella. -¿Qué dijo?

-Que eso no me concierne. -Ella caminó apresurada con un propósito.


Lágrimas de desesperación comenzaron a caer a través de su desgarrado corazón.- ¿Qué
podemos hacer, Comandante?

-Vamos con alguien que el infeliz real no puede hacer a un lado tan fácilmente.

Felicia aspiró fuertemente ante las descaradas palabras de Galene. Eso, también, podría ser
considerado como traición, si los oídos equivocados la escuchaban.

Galene paró fuera de una puerta y llamó. Un momento después, una joven sirvienta abrió. -
Necesito hablar con Tizirah Tylie inmediatamente.

-Por favor entre, Comandante. -Ella abrió la puerta y les mostró una elegante sala-. Voy a
notificar a Su Alteza-. Ella desapareció a través de otra puerta.

Felicia limpió sus lágrimas. -¿Crees que la Tizirah ayude?

-No lo se. Solo puedo preguntar.

Una eternidad parecía haber pasado antes de que Tylie atravesara la puerta con ese porte real.
Su largo cabello oscuro estaba trenzado y enroscado elaboradamente alrededor de su cabeza. Vestía
un hermoso vestido rojo que mostraba su exquisito cuerpo a la perfección.

Ella frunció su ceño ante la vista de los tres en su recibidor. -¿Galene? ¿Hay algún problema?

Esta vez, fue la Comandante quien lloró. -Ellos han arrestado a mi niño, Su Alteza.

Boquiabierta, Tylie le tomó la mano a Galene. -¿Qué? ¿Quién?

-Tahrs Jullien. -Ella sorbió sus lágrimas-. No me quieren decir nada. Dicen que cometió
traición. Pero yo conozco a mi niño y usted también. Usted sabe que Talyn nunca haría una cosa
así. Él siempre ha sido leal a la corona.

Tylie agarró la mejilla de Galene en su mano. -Respira, cariño. Solo respira. Nos
encargaremos de esto inmediatamente. Te lo prometo. -La Tizirah frotó la espalda de Galene-.
¡Kelsei!- llamó-. Necesito que localices al Mayor Batur. ¡Ahora!

Una secretaria apareció instantáneamente de la misma habitación de la que Tylie había


llegado. -Sí, Su Alteza. -Ella rápidamente escribió en el pad que estaba portando-. No hay nada en
cualquier lugar sobre un Mayor Batur.

-Él fue arrestado.

La secretaria sacudió su cabeza. -No hay nada que lo indique Su Alteza. Estoy buscando
todo… incluso con sus códigos. Nosotros no tenemos registros de él.

Tylie frunció el ceño. -¿Estas segura de eso, Lena?

Ella asintió. -Incluso he hablado con el secretario de Su Alteza y se me dijo que debía
permanecer fuera de esto.
-Su Alteza -dijo Lorens, dando un paso al frente-. Yo hablé con el personal del Tahrs y el
Comandante ezul Nykyrian en persona. Sé que ellos pusieron al Mayor Batur en custodia. Pero
ellos no pudieron decirme nada más.

Tylie lanzó un montón de palabras mal sonadas bajo su aliento. -Ven conmigo. -Ella caminó
con el mismo paso determinado que Galene usó mientras atravesaba el palacio y entraba en otra ala.

Sin más preámbulos, ella abrió una serie de puertas.

Indignado por su entrada, Tahrs Jullien, quien supuestamente no estaba en el planeta, se


levantó. En el momento en que vio al comandante, la ira oscureció su mirada. -¿Qué significa esto?

-Dímelo tú -demandó Tylie-. ¿Dónde está el Mayor Batur?

-Él no te concierne.

-Y ahí podrías estas equivocado, Julie. ¿Dónde está?

-Él es parte de mi personal.

-¿En serio? -la voz de Tylie goteó con sarcasmo. -¿Tú empleas delincuentes ahora? ¿Acaso ya
no compruebas sus historiales?

Jullien curvó sus labios. –Batur es mi…

-¡Suficiente! -gruñó Tylie-. Tú lo traerás para mí, ahora, o iré con mi madre, y a ti no te
gustará eso, te lo prometo. Mientras tú crees que te ama, yo soy su hija alimentada por su pecho. Y
si eso no te asusta tanto como debería, le pondré un rastreador en el culo a tu madre. Cairie lo
conseguirá o se desquitará contigo.

Jullien levantó su barbilla desafiantemente. -Él me atacó.

-Muéstrame la evidencia.

-¿Defenderás a un delincuente?

-Tienes una historia de mentiras, Jules. No vayas por ahí. Ahora, estoy segura de que si el Iron
Hammer te hubiera golpeado, tendrías un tremendo hematoma. De hecho, conociéndote, tendrías un
historial médico por ello. Entonces, muéstrame el hematoma o el informe de tu doctor. ¡Ahora!

-¿Por qué me odias tanto?

Tylie centró su mirada en él. -No estoy jugando esto contigo. Tienes tres segundos para
liberar al Mayor, o haré que llueva un infierno de ira tan fiero que los mismos dioses se apiadarán
por tus restos.

Con expresión abatida, cruzó sus brazos sobre su pecho. -No puedo hacer eso. Fue desterrado
por el Comandante Anatole por agredirle a él y a Chrisen, Y para tu información, él estaba
dirigiendo una revuelta contra nuestra familia. Tengo un video de él amenazándonos a todos.

Felicia jadeó.
Tylie maldijo otra vez bajo su aliento. -¿Qué es lo que hiciste, Jullien?

-Simplemente permitir a mi primo castigar a un traidor. Ese es mi derecho como tahrs.

Tylie ignoró su exabrupto. -¿Dónde está Talyn?

-Él está en Onoria.

Felicia nunca había oído de ese lugar, pero la mirada en los rostros de su hermano, de Galene
y de la princesa, decían que era deplorable.

Tylie hizo una mueca mientras se tornaba hacia Galene. -En verdad lo siento, Lena.

Parecía ser que Galene estaba a una palabra equivocada de agredir a Jullien ella misma. Ella
enfrentó a Tylie. -¿Su Alteza? ¿Si yo lo traigo de regreso, podría perdonarlo?

-Lena…

-Por favor. Conozco a alguien que puede rastrearlo, incluso ahí.

-Ellos morirán tratando de encontrarlo. Sabes eso. Es imposible recuperar a alguien de ese
hoyo del infierno. Si aún sigue con vida.

Galene sacudió su cabeza. -Él está vivo… Lo sé. ¿Me permitiría enviarlos?

Finalmente, Tylie asintió. -Tráelo de vuelta, y me aseguraré que tenga un perdón completo
esperándole.

-¡No puedes hacer eso!

Galene giró hacia Jullien. -Usted realmente necesita visitar a su padre por un tiempo, Su
Alteza.

Jullien empezó a hablar hasta que Tylie lo detuvo. -Ella tiene razón, Jules. Corre. Corre con
Aros.

出生反抗的

Aterrorizada y frenética, Felicia se presentó en la elegante oficina de Galene en el palacio


mientras la Comandante hablaba con sus amigos en Los Centinelas. Felicia había querido ir por
Talyn ella misma, pero el planeta a donde lo enviaron era muy peligroso, y ella no tenía el
entrenamiento necesario para pilotear. A diferencia de Talyn, escalar no era su pasatiempo. Y la
última cosa que Felicia quería era que su inexperiencia se interpusiera en el camino del rescate de
Talyn o retrasar la misión de cualquier manera.

Ellos tenían que traerlo a casa tan rápido como fuera posible.

Lorens había sido llamado para presentarse en su puesto justo después de que ellos llegaran
aquí, pero había prometido regresar tan pronto como pudiera.

Galene finalmente se reunió con ella en la elegante área de estar. -Ellos ya están en camino a
su ubicación. Nosotras probablemente sabremos algo mañana para el mediodía.
-¿Crees que ellos lo encontrarán?

Galene se inclinó para susurrar en el oído de Felicia, asegurándose de mantener sus labios
cubiertos para que nadie pueda ser capaz de leerlos a través de un monitor. -Una de mis mejores
amigas es un miembro del Alto Comando de Los Centinelas. Ella es como una madre para Talyn.
Créeme, ella lo encontrará.

No era sorprendente que Galene fuera tan precavida con esta confesión. Mientras que Los
Centinelas eran técnicamente una organización militar legal, ellos estaban en contra de las leyes de
La Liga y tenían muchos enemigos en altos lugares.

Incluyendo a la tadara de Andaria.

Eriadne había emitido una sentencia de muerte para cualquiera de los Altos Comandos. Decía
mucho de Talyn el hecho de que nunca los había traicionado. Con una sola palabra acerca de Los
Centinelas a su OC o a Lorens, él podría haber tenido cualquier posición de comando que quisiera.

Galene palmeó su brazo. -Tengo mucha fe que si alguien puede encontrarlo, Hadrian puede.

-¿Hadrian? -susurró entre dientes.

Ella bajó su tono otra vez casi a los más imperceptibles susurros y habló detrás de su mano. -
Él ve a Talyn como a un hijo. Él no descansará hasta encontrarlo y regresarlo a nosotras.

Felicia asintió. Ella rezaba por que Galene estuviera en lo correcto. Pero entonces Galene
amaba a su hijo lo suficiente como para que si Hadrian y los otros no fueran lo suficientemente
competentes, ella nunca confiaría en ellos la seguridad de Talyn.

-¿Qué podemos hacer, Comandante?

Galene envolvió sus brazos alrededor de su pecho. -Esperar que ellos hagan su trabajo. -Las
lágrimas brillaron en sus ojos-. Si Talyn continúa vivo, ellos lo encontraran por nosotras-. Una
solitaria lágrima se deslizó por su mejilla-. De cualquier manera, ellos le traerán a casa.

Mientras ella susurraba una plegaria por todos ellos, el mayor miedo de Felicia era el estado
en el que él estaría cuando lo hicieran.
Capítulo 15
Jayne Erixour pausó cuando se acercaron a uno de los lugares más inhóspitos que ella nunca
había visto, y habida cuenta de algunos hoyos de mierda en los que ella había estado forzada a vivir
cuando crecía mientras su padre se escondía de varias autoridades, criminales y gobiernos, eso decía
mucho. Y mientras más analizaba las lecturas de su dispositivo, más quería los testículos de Jullien
eton Anatole en su puño. Esto era ridículo.

¿Qué tipo de criatura consciente podría poner a un chico en un planeta como este, solo? Sí,
Talyn era un soldado y era un luchador fiero, pero apenas tenía edad suficiente para afeitarse.

Nadie debería ser relegado a esto.

Una y otra vez, ella veía a Talyn como el chico extremadamente tímido que había sido cuando
ella se reunió con él por primera vez. Y eso no hizo nada para resolver la sed de sangre en su
corazón. La venganza por Anatole estaba en camino, y ella planeaba ser el brutal presagio quien la
impartiera.

-¿Cariño?

Ella miró a su marido. Con dos metros diez, Hadrian era uno de los pocos hombres a quienes
miraba hacia arriba, y era el único con quien podría llevar tacones a una cita. Un guerrero con
habilidades feroces, él mantenía su corte de pelo marrón alrededor de su preciosa cara. Y esos ojos
azul plateado traicionaban su raza de nacimiento que había sido cazada hasta el borde de la
extinción. Era por eso que él estaba más que feliz de estar en casa y vorazmente proteger a sus
bebes de los idiotas del universo, mientras ella arriesgaba su vida peleando contra los tiranos que
habían sacrificado a la mayoría de la familia de Hadrian y dejándolo huérfano en la clandestinidad.
-¿Qué pasa?

-Nero quiere que nos abrochemos los cinturones. Estamos a punto de entrar en la atmosfera.

Asintiendo, ella tiró de las correas y se aseguró a sí misma. Sus pensamientos vagaron cuando
ella miró entre su esposo y su hermano mayor, Nero. A primera vista, ellos no se parecían, algo que
les había ayudado mientras que Hadrian, a diferencia de Nero, había crecido solo y con relativa
seguridad.

Con cabello rubio, Nero supuestamente era el vivo retrato de su padre. Hadrian con su oscuro
color de cabello, se parecía a su madre. Como eran dos de los últimos de su especie y los únicos
sobrevivientes de su casa real, ellos eran raramente vistos juntos. El riesgo para cada uno de ellos
era demasiado grande.

Nadie fuera de esta nave sabía que Hadriasn había sobrevivido a la masacre de su familia. Él
apenas había cumplido dieciocho meses de edad cuando ellos fueron ejecutados. Escapando por
poco de la llamada limpieza, Nero había escondido a Hadrian entre los leales y se entregó a sus
enemigos para asegurarse de que su hermano menor viviera hasta la madures con total seguridad.

Solo por eso, Jayne amaba y adoraba a Nero, pero él era un hombre decente, con un corazón
leal y gracioso, ingenioso. Cuando Hadrian llamó a su hermano sobre Talyn, Nero instantáneamente
apareció para ayudarlos a encontrarlo. Sin hacer preguntas.
Pero así es como era Nero.

Y como un rastreador profesional, Nero era el mejor en los Nueve Mundos. Sin mencionar,
que él y su esposo eran de sangre pura Trisiani, algunos de los últimos que quedaban. Una raza
psíquica con habilidades insondablemente paranormales. Era por eso que su raza se había
extinguido. Miedo y codicia. Las personas querían o controlar a los Trisiani y usar sus poderes para
sus propios fines mezquinos, o estaban demasiado aterrorizados de ellos como para dejarlos vivir en
paz.

Hadrian tomó su mano en la suya. -Lo encontraremos, Jayne. No temas.

-Lo se, cariño. Solo espero que todavía esté con vida.

Hadrian y Nero intercambiaron una rápida mirada. -Él está vivo -aseguró Hadrian-. Puedo
sentir su fuerza vital. Pero él esta… enojado.

Ella sonrió ante la única verdad sobre el carácter de Talyn. -Siempre lleno de fuego.

Hadrian asintió antes de ajustarse el cinturón en el asiento junto a ella.

Con su corazón dolorido, Jayne encendió su enlace y buscó la vieja foto que tenía de Talyn de
cuando él había estado en su clase y ella conoció por primera vez a Galene y a Talyn. Había sido su
primer año como maestra practicante en la Academia Brunelle. Nerviosa e insegura, ella se
mantuvo esperando que alguien la reconociese como la hija de su malvado padre, y que la hecharan.

O que la arrestaran.

Pero nada pasó. Y como la clase se había llenado con estudiantes en ese primer día, había
comenzado a relajarse.

Hasta que Talyn había entrado en su clase. En el momento en que lo hizo, una fisura de
fricción impregnó el aire tan denso que ella podría haberlo cortado con una gastada cuchara.

Con solo ocho años de edad, mantenía su barbilla en alto y entro solo, a diferencia de los otros
cuyos padres los habían traído y les ayudaban a encontrar sus asientos. Sin una palabra, y actuando
como un adulto autosuficiente, Talyn ignoraba las burlas de los estudiantes hyshian y de padres que
no querían un macho andarion en la mezcla, y se había ido a su escritorio. Había sido tan adorable
con su piel acaramelada y sus brillantes ojos blancos. Como su cabello negro era más largo, en
verdadera moda andarion, que el resto de los machos en su clase, Talyn lo había usado bajo una
gorra religiosa Azukarian de color oscuro, la cual continuamente tiraba para asegurarse de no
exponer su cabello.

-Gah, ¿Por qué estoy atascado con eso en mi salón?

Jayne había arqueado su ceja ante la mofa de su profesora titular. -¿Hay algún problema?

Ella hizo un gesto con su mentón en dirección de Talyn. -No puedo creer que la
administración le permitiera venir aquí. Él no debería estar en esta clase con nuestra especie.
Imagina un universo donde ellos se mezclen libremente con nosotros.
Por la repentina tensión de la mandíbula de Talyn y la mirada dolida en sus jóvenes ojos, ella
supo que había escuchado a la vieja maestra. Pero en lugar de contestarle, él desempaquetó su bolsa
y mantuvo su mirada en el suelo frente a su escritorio.

Poco había sabido la estúpida perra que la propia abuela de Jayne era una sangre pura
andarion. Era por eso que su cabello era negro y era muy alta. Y había sido ese prejuicio el que
forzó a su abuela a irse de su planeta e hizo al padre de Jayne el criminal enojado que fue.

Sintiéndo pena por Talyn y sabiendo que tenía que estar aún más nervioso en su primer día
que los otros, Jayne fue hacia él.

-Hola.

Él la miró hacia arriba con el ceño fruncido que decía que no estaba seguro de porque ella
estaba hablando con él.

-Necesito tu nombre para que pueda marcarte como presente.

En vez de hablar y exponer sus colmillos, él había jalado de la etiqueta de su camiseta hacia
ella.

-¿Talon Batter? -lo pronunció intencionalmente mal para forzarlo a hablar.

Con sus ojos llenos de paciencia, él agitó su cabeza. -Tah-lean BAH-tour. -Su poco aguda voz
apenas había sido un ronroneo susurrado como retumbando su l y r, como solamente un nativo
hablante de andarion podría.

Jayne había estirado su mano hacia él. -Yo soy la señorita Erixour. Es un placer conocerte,
Talyn.

Ladeando su cabeza de una manera adorable, él miró su mano como si no estuviera seguro
que hacer con ello. Lo que tenía sentido, ya que los andarions no se saludaban de esa forma.

Jayne había dejado caer su mano cuando fue llamada para ayudar con otros estudiantes. Pero
en las siguientes semanas, su corazón se había roto más y más por el chico que era ignorado en el
mejor de los casos y burlado en el peor.

Talyn nunca habló. A nadie. Él solamente miraba al mundo con una mirada precoz y toleraba
todas las maldades que le hacían para que nadie en su escuela llamara a Galene por su
comportamiento y no meterla en problemas en el trabajo.

Meses habían pasado con Jayne preguntándose sobre sus padres, y porqué ellos habían sido
tan crueles de ponerlo en una escuela hyshian, hasta el día en que les habían avisado que la madre
de Talyn había sido gravemente herida en un ataque a la tizirah andarion. Cuando Jayne le había
ayudado a empacar su mochila para volver a casa, ella finalmente vio la verdadera vulnerabilidad en
él. Él se sentía muy asustado, sus pequeñas manos estaban temblando.

-Ella estará bien, Talyn.

Sin embargo, un desolador terror y dolor brilló profundo en sus ojos blancos. La había
asombrado cuan bien él se las había arreglado para mantener las emociones que debían estar
descontroladas dentro de él.
Cuando la oficina había llamado para decirle que su abuela estaba ahí para llevarlo a casa con
ella, Jayne no había pensado nada cuando lo envió.

Horas después, ella había estado de camino a su transporte cuando pasó la vista por los lados
de las puertas, más que nada por precaución para revisar la entrada del salón. Talyn estaba ahí,
acurrucado detrás de una serie de arbustos, con sus libros esparcidos a su alrededor como si hubiera
hecho su tarea.

Con el ceño fruncido, ella fue hasta él. -¿Talyn? ¿Qué estas haciendo aquí? Creía que tu
abuela te recogió hace horas.

Cuando él encontró su mirada, su joven mirada traicionaba la amarga agonía en su corazón. -


Mi gre paran vino mientras estaba entrando en el transporte, y dijo que él no quería a un perro
mestizo manchando su casa y haciéndola oler. Él me empujó fuera e hizo que mi gre yaya me dejara
aquí.

Jayne estaba horrorizada por la crueldad. -¿Ella solo te dejo en la zona de aparcamiento?

Él asintió sin emoción.

-¿Por qué no regresaste a clases?

Suspiró pesadamente. -Lo intenté, pero no había nadie que me registre otra vez. Eso dijo la
secretaria de la oficina, que no puedo hacerlo sin un adulto y que no se suponía que debía estar en el
campus sin control. Ella me dijo que si no me iba llamaría a seguridad. Y no quería meterme en
problemas, así que me escondí aquí.

Lágrimas habían escalado su garganta al imaginar como el pobre chico debió sentirse después
de ser cruelmente abandonado. Y ahí estaban los hyshians siendo una raza compasiva. Bastardos. -
¿A quién más puedo llamar para que venga por ti?

Tragando duro, él miró con lágrimas en sus ojos. -Voy a esperar a mi mamá. Ella vendrá por
mí cuando pueda.

Jayne se arrodilló junto a él. -Cariño, tu madre está en cirugía. Ella no puede venir.

-Ella vendrá. Lo hará. Esperaré aquí por ella para que pueda encontrarme y no se preocupe.

Tocando su mejilla, ella hizo lo mejor por entender su situación. Tan loca como su familia
había sido, ella siempre había tenido a alguien en quien podía confiar. Alguien que viniera por ella.
Incluso en la cárcel. -Talyn, no puedo dejarte solo aquí a pasar la noche. No es seguro. Te
congelarás. ¿No tienes a nadie más a quien llamar?

Él sacudió la cabeza. -Solo somos yo y mi mamá. No necesitamos a nadie más.

En ese momento, ella decidió llevarlo a casa con ella. Ella sabía que era mejor que llamar a
las autoridades. No había ninguna manera de decir que podrían hacer los hyshian a un solitario
macho andarion. Incluso a un niño. Mientras ellos podían estar actualmente en paz, ellos habían
luchado lo suficiente en el pasado como para que algunos hyshian albergaran un profundo odio a su
especie. A pesar de su herencia andarion, Talyn era un alma gentil, y la última cosa que ella quería
era que alguien lo lastimara.
Y a lo largo de las siguientes tres semanas, mientras ella lo había cuidado, ella y Hadrian se
habían enamorado del calmado y reservado chico quien rápidamente se volvió un miembro de su
familia.

Varias veces, lo habían llevado al hospital para visitar a Galene, quien finalmente había
explicado que el padre de Talyn nunca había estado y no sabía nada del nacimiento de Talyn. Una y
otra vez, Galene había llorado y agradecido a Jayne por una amabilidad que realmente no debería
ser tan inusual.

Habían sido mejores amigas desde entonces.

-¿Jaynie?

Ella miró hacia arriba a la voz de Hadrian que la arrastró lejos del pasado, y se dio cuenta de
que habían aterrizado y tanto él como Nero estaban vestidos con trajes protectores. -¿Si?

Él tomó el rostro de ella en su mano. -Estamos saliendo de la nave. ¿Vienes con nosotros o
quieres quedarte con la nave?

-Voy a ir.

Hadrian le extendió una máscara y le ayudó a asegurarla en su traje mientras Nero abría la
puerta a un paisaje inhóspito.

Tan pronto como estuvo en la rampa, Jayne maldijo a Jullien por su crueldad. Este planeta,
como muchos otros, había sido bombardeado al olvido por La Liga. Lo que quedaba de las formas
de vida nativas eran aberraciones mutantes que apresaban cualquier cosa que pudieran encontrar.
Pero lo que más la enfermó fue cuanto tiempo Talyn había estado aquí.

Incluso si lo encontraban, él nunca volvería a ser el mismo otra vez.

出生反抗的

Jayne maldijo en absoluta frustración. Después de horas de no encontrar rastro alguno a través
de la pesada atmósfera que hacía a su equipo de rastreo inútil, estaba a punto de estar tan oscuro y
ya no podrían seguir adelante.

Hadrian tomó su brazo. -Regresa y nosotros continuaremos buscando.

-No voy a descansar mientras arriesgas tu vida. ¿Estás loco? Tú te quedas. Yo me quedo.

Hadrian tomó su mejilla. -Piensa en los niños. Ellos necesitan a su madre. Tú eres mucho más
feroz que yo. Regresa y nosotros seguiremos buscando.

Ella odiaba cada vez que él usaba a los niños. Era la única cosa que él sabía ella no podría
argumentar en contra. -¡Eres un maldito bastardo, Hadrian Scalera!

En lugar de enojarse, él exhibió esa encantadora sonrisa que siempre fundía su corazón. -
Hadrian Erixour. -Él presionó su casco con el de ella y pasó a su alrededor dejándola atrás sin él.

Justo cundo estaba dando un paso hacia la nave, miró a la mano de Nero levantada en un
gesto que le indicaba mantener la posición.
Sacó su blaster y lo sostuvo apretado, buscando la amenaza.

Hadrian agarró el suyo mientras algo pasaba corriendo. Ella apenas vio la imagen del
retorcido animal que parecía tener tres cabezas mal formadas. Aullando, dejó un rastro brillante de
sangre en su camino. Ella torció la cara con disgusto. Mientras se enderezaba, notó una peculiar luz
en los ojos de Hadrian que decía que estaba usando sus poderes trisiani. -¿Qué?

Él la ignoró. -¿Nero?

La manera en que Nero actuaba decía que estaba hablando con su hermano telepáticamente.

-Odio cuando ustedes dos hacen eso. Es tan desagradable. Ahora, ¿qué es? -susurró a su
esposo. -¿Talyn?

-No estoy seguro. -Hadrian dio un paso atrás para cubrir a su hermano mientras ellos se
movían hacia adelante a un agujero en la pared de la caverna de donde la bestia había venido.

Había incluso más sangre ahí.

Mucha más sangre.

Más se adentraron, más escucharon el eco de las voces.

-¿Viste lo que hizo con sus manos desnudas?

-¡Dispara al maldito bastardo!

-¿Estas loco? La última vez hicimos eso solo lo enfureció más.

-Él va a salir de ahí y nos matará. Tírale algo.

-¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!

Jayne se congeló cuando finalmente vio lo que estaba ocurriendo. Por lo menos tres docenas
de hombres y mujeres estaban situados en la parte superior de un gran pozo empinado donde
alguien había arrojado a Talyn. Estaban en proceso de arrastrar a otro hombre grande encadenado
hacia la jaula, como si intentaran arrojarlo sobre Talyn para que pudieran luchar.

-¡Suficiente! -gritó Nero.

Se congelaron hasta que se dieron cuenta de que superaban al pequeño grupo de Jayne.

-¡A ellos!

Esas palabras apenas habían dejado los labios del hombre antes de que Hadrian alzara su
brazo hacia ellos y enviara una ola de impacto a través del lugar que los hizo volar contra la pared
tan duro que quedaron instantáneamente inconscientes.

Nero se giró hacia su hermano con una mirada arqueada. -En serio me duele que puedas hacer
eso y que no te dé una migraña.
Hadrian rió. -Tengo una migraña. Es un gran desgraciado, también. Mide cerca de dos
metros…

Nero lo empujó. -No me lo recuerdes. El odio fue lo que entorpeció mi crecimiento.

Ignorándolos, Jayne corrió a la fosa. La bilis subió a su garganta al internalizar la brutal vista
de donde Talyn fue aprisionado. Lanzas de acero revestían la fosa, apuntando hacia abajo de
manera que no podía salir sin ser atravesado o cortado. Había varios cuerpos en la fosa con él, y el
suelo estaba empapado con cosas en las que era mejor no pensar. -¿Talyn?

Respirando irregularmente, él miró arriba hacia ella y descubrió sus colmillos como si la
incitara a venir por él.

Ella se quitó su casco para mostrarle su rostro. -¿Sexy bebe T?

Parpadeó dos veces, y luego se frotó sus ojos como si no creyera lo que veía. Inclinando su
cabeza, frunció el ceño como si no pudiera reconocer su rostro.

Las lágrimas la ahogaron. -Soy yo, precioso. Estoy aquí para llevarte a casa.

En lugar de avanzar hacia ella, él retrocedió y se desplomó en la inmundicia, cerca de uno de


los cuerpos más pequeños.

Usando sus poderes, Hadrian saltó directamente a la fosa para que pudiera llegar primero a
Talyn. -¡Nero! Mantén a Jayne fuera de aquí. Arrójame una cuerda y lo sacaremos fuera.

Talyn giró hacia él con un fiero gruñido, como si fuese a atacar.

Hadrian se quitó su casco y estiró sus manos. -Hey, pequeño amigo. ¿Me recuerdas?

Talyn parpadeó lentamente antes de finalmente calmarse. -Tío Rian.

-Correcto. Solo aguanta. Nosotros… -Arrastró su voz mientras miraba a las paredes a su
alrededor y vió que Talyn había arañado en la piedra con sus manos desnudas-. ¡Nero! Date prisa
con la cuerda-. Él usó sus poderes para desgastar las lanzas para que no pudieran lastimar a Talyn
accidentalmente en su camino hacia fuera.

Jyne maldijo a cada ser que había tomado parte en esto y había hecho daño a su pequeño T.
Antes de que Nero obedeciera a Hadrian, Jayne hizo algo que nunca debería haber hecho. Ella
desplegó sus alas y voló a la fosa para recuperarlos a ambos.

Maldita sea si ella fuera a dejarlos en ese desastre por un latido de corazón más de lo que
fuera necesario. Al diablo la cuerda. Su bebe y esposo eran todo lo que le importaba.

Cuando fue por Talyn, él al empujó y sacudió su cabeza. -Ve por Berra primero.

-¿Berra?

Los sentidos de Talyn se adormecieron tan rápido que él tuvo miedo de desmayarse. Todo era
tan borroso a su alrededor. Como caminando en un espeso sueño. Pero la única cosa que había
prometido fue que él mantendría a Nightdice segura y la llevaría a casa de nuevo.
Se lamió los labios secos mientras se arrodillaba en la inmundicia al lado de ella. -¿Berra?

Ella no se movió.

-¿Nightdice?

Sus ojos ondearon lentamente abiertos mientras sangre fluía desde el borde de sus labios. Ella
alcanzó a tocar su rostro antes de quedar inerte en sus brazos.

-¡No! -gruñó él, tratando de agitarla para que despierte-. ¡Berra!

-Ella está muerta, T.

Rugiendo de dolor, Talyn miró a Jayne. -¡Voy a matarlos! ¡Ayúdenme dioses! -Él se levantó,
intentando escalar hacia fuera con sus manos desnudas. Pero en el momento en que se paró, todo se
tornó oscuro.

出生反抗的

Hadrian atrapó a Talyn antes de que golpeara el suelo. Con su corazón rompiéndose por el
dolor y las lesiones de Talyn, Jayne rápidamente voló fuera con Talyn, entregándolo a Nero, luego
regresó por su esposo.

Ella hizo un viaje más por el cuerpo de la hembra.

-¿Quién es ella? -preguntó Hadrian mientras Jayne volaba y le entregaba a la hembra.

-No lo se. Pero no creo que podamos dejarla atrás. Ella es obviamente importante para Talyn.

Hadrian tomó el cuerpo de la hembra de ella.

Acomodando sus alas, Jayne barrió con su mirada a los hombres inconscientes, tirados en el
suelo, quienes habían abusado de su Talyn. Él estaba tan herido, y sangrando. Sucio. Era todo lo
que podía hacer para no vomitar ante la vista y olor de él. Antes de que pudiera reconsiderar sus
acciones, se dirigió a sus captores.

Hadrian tomó su brazo en un suave agarre. -Olvídalos. Necesitamos llevar a Talyn fuera de
aquí tan rápido como podamos antes de que muera también.

-¡Quiero acabar con ellos!

-Yo también, pero Talyn es más importante. Concéntrate, Jayne. Él apenas está vivo en este
momento. Tenemos que conseguirle ayuda médica.

Asintiendo, ella tomó a Talyn en sus brazos y voló con él a la nave mientras Hadrian y Nero
teletransportaban el cuerpo de la hembra, algo que no podría hacer con Talyn debido a su especial
anatomía. La raza andarion no jugaba bien con la teletransportación de los poderes Trisiani.

Las lágrimas la cegaron. Talyn estaba tan golpeado, desnutrido, y deshidratado que ella no
estaba segura si él realmente entendía quienes eran ellos. Que él estaba finalmente yendo a casa.
Tan delicadamente como pudo, lo acostó en el piso de la nave mientras Nero iba a hacer
comprobaciones previas de vuelo. Hadrian colocó a la hembra a pocos centímetros de distancia y
respetuosamente la cubrió con su chaqueta.

Jayne sacó su kit de primeros auxilios y empezó con cuidados rudimentarios. Al menos lo
mucho que se atrevió.

Ya que los andarios eran muy diferentes de los humanos y los hyshians, ella no podía hacer
mucho por miedo a dañarlo más.

-¿Quién es Felicia? ¿Es la hembra que recuperamos?

Ella pausó ante la pregunta de Hadrian. -¿Qué quieres decir?

Él levantó la mano de Talyn hasta que ella pudo ver sus garras desgastadas. -Talyn arañó su
nombre en las paredes, una y otra vez.

-No lo sé. -Lágrimas ahogaron a Jayne mientras notaba el número de las frescas cicatrices y
heridas en el cuerpo de Talyn. La marca de los traidores estaba tatuada en su cuello, debajo de su
oreja izquierda. Los andarion eran fieras criaturas vanidosas, y cualquier cicatriz o marca física era
vista como horrible e indeseable.

Era obvio que Jullien y sus amigos habían “deformado” alegremente el hermoso cuerpo de
Talyn. Peor aún, ellos afeitaron su cabeza. Mientras que los antiguos machos andarion podían hacer
eso más adelante en su vida, para un macho de la edad de Talyn era una marca de deshonor o
cobardía militar. Abandono del puesto.

Con una terrible furia ardiendo dentro de ella, ella vio el ceño fruncido de Hadrian. -¿Por qué
ellos hicieron esto con él?

-Castigo.

Ella imitó el gesto de él. -No lo entiendo.

-Sabes que mis poderes están limitados en lo que se refiere a este tipo de cosas, pero… esto
fue hecho sin otro motivo que el de paralizar a Galene. Hay desacuerdo en la casa real. Si ellos
pueden hacer que Galene dimita, no habría nadie protegiendo a Cairistiona.

-¿Y eso que importa? Ella no ha estado en línea para el trono en más de una década.

-Tanto tiempo como viva, ellos la ven como una amenaza. Todos ellos. Ella y Tylie son los
dos únicos seres que quedan de la familia inmediata de la reina. Todos los otros fueron asesinados,
incluido el esposo de la reina. Mientras Cairie viva, ella es una amenaza para aquellos quienes
podrían querer asumir el trono.

Jayne gruñó a Hadrian.

Él levantó sus manos en rendición. -No estoy diciendo que eso no sea una locura. Tú estás
hablando con alguien cuya familia fue masacrada. Brutalmente. Por un minsid trono. Esa es una
razón por la que ni Nero ni yo hemos intentado recuperar nuestros títulos o tierras. Hemos
terminado con la sangrienta política.
-Sí -Nero dijo mientras comenzó a encender los motores. -Estoy harto de enterrar a los
miembros de mi familia por causa de la codicia sin sentido. Es un universo duro en el que vivimos,
y si ellos quieren el jodido trono, déjenlos tenerlo-. Miró sobre su hombro-. Cada criatura pensante
debería tener el derecho de dormir en paz, y no temer que sus cabezas sean cortadas mientras
sueñan con días mejores.

Jayne odió admitir que Nero estaba en lo cierto. Era por eso que ella y sus amigos habían
fundado a Los Centinelas, para luchar contra La Liga y cualquier gobierno corrupto que abusara de
su poder.

Nero giró de cara a los controles. -Sujétense. Llevemos a Talyn a casa.

Ellos lo aseguraron al suelo con un arnes flojo antes de tomar sus sitios para el lanzamiento.
Aun así, Jayne mantuvo su atención en el inconsciente cuerpo de Talyn. Ella no había visto a nadie
golpeado así de grave desde que Darling había ido por su tío en represalia por poner al hermano
menor de Darling en cuidados intensivos.

Con su corazón roto, puso su mirada en un pensativo Hadrian. -¿Él sanará?

-¿Quieres la verdad o lo que quieres oír?

-La verdad.

Hadrian miró a Nero. La triste luz en sus ojos era inquietante. -Él podría llegar a superar esto,
pero no volverá a ser el mismo.

Y eso era lo que ella más temía.


Capítulo 16
Felicia caminaba por el pasillo de la sala de emergencias mientras esperaba que Talyn llegara.
Galen la llamó y le dijo que ellos lo habían localizado y lo estaban trayendo. Ella había llegado tan
rápido como pudo.

Gelene y Lorens todavía estaban en camino.

Cada vez que las puertas se abrían, ella corría hacia adelante sólo para decepcionarse porque
Talyn no llegaba. Era un juego muy cruel.

Las puertas se abrieron otra vez.

Felicia comenzó a ir hacia ellos, pero entonces se detuvo. Dos hombres humanos venían con
un andarion calvo entre ellos. Mientras ella se giraba más enojada, el reconocimiento la golpeó.

No…

Jadeando, ella saltó alrededor para ver a Talyn, calvo, sangrando, e inconsciente. Horrorizada
por él, se apresuró hacia la camilla en la que ellos estaban poniéndolo mientras que el humano más
bajo y viejo llamó por ayuda.

-¿Talyn? -ella lo llamó, tomando su mano en las suyas. Sus garras habían sido prácticamente
destrozadas. Mi podre bebé.

El humano alto se tensó como si él fuera a ser castigado por ella, pero entonces él parpadeó. -
¿Tú eres su Felicia?

-Lo soy. -Ella sorbió sus lágrimas mientras pasaba su mano sobre la herida más desagradable
en la mejilla de Talyn-. ¿Qué le hicieron?

Antes de que él pudiera responder, el doctor se acercó a ellos con el humano más bajo. Pero
tan pronto como la mirada del doctor cayó en Talyn, siseo y dio un paso atrás.

-Nosotros no atendemos a los de su tipo aquí. Ustedes necesitan llevarlo a otro lugar de
atención.

Felicia miraba al doctor y a su injustificado prejuicio. -¡Su madre está completamente


Investida!

El doctor frunció sus labios. -Y ella lo ha repudiado. Él es un traidor y un paria. ¡Usted


conoce la ley! Todos nosotros podemos ser arrestados por ayudarlo.

Fue sólo entonces que Felicia vio las marcas en el pecho y los brazos de Talyn. Cicatrices de
arañazos que decían que su propia madre lo había sacado de su familia. -Su madre no hizo esto -ella
insistió.

El doctor no la escuchó. Él estaba ocupado llamando para que Talyn sea arrestado otra vez.
En ese momento, Felicia perdió toda su apariencia de cordura. Todo lo que sentía era el odio y
la ira dentro de ella ante la injusticia por lo que se le había hecho al único ser que amaba por sobre
todos los demás.

Reaccionando por puro instinto y recordando la clase de defensa que había sido parte
obligatoria de su educación primaria, ella agarró el blaster del humano más cercano a ella y lo
apuntó a la cabeza del doctor. -Usted lo tratará. ¡Ahora! Y usted lo salvará, o yo pintaré las paredes
con la materia de su cerebro, lo juro por los dioses.

Uno de los guardias de seguridad corrió hacia ella.

Ella le disparó sin titubear, luego volvió su mira a la cabeza del doctor. -Esa es la única
advertencia que estoy dando. -Con su pulgar, ella movió el interruptor en el blaster de modo aturdir
a matar-. Ayudelo o será usted el que necesite un doctor y un funerario.

-¿Felicia?

Ella miró de lado para ver a Galene viniendo a través de las puertas. -Ellos no lo atenderán,
Comandante. Ellos están tratando de arrojarlo fuera y hacerlo arrestar. ¡Voy a quemar este lugar
antes de permitir que eso pase!

El rostro de Galene se tornó blanco antes de que su propia ira estallara. -¿Qué?

-¡Legalmente no puedo atender a un paria!

Galene gruñó hacia el doctor. -¡Él no es un paria! Yo no le hice eso.

-¡Él está marcado como uno, y como traidor convicto!

-Y él es un héroe andarion. -Una ola tensa inundó la habitación ante el sonido de la regia voz
de Tylie. Todos excepto Felicia, el doctor al que ella apuntaba con el blaster, y los humanos
inclinaron la cabeza ante la tizirah.

Tylie fue a situarse al lado de Felicia. -Baja el blaster, niña. Te prometo que nadie va a sacar a
tu Talyn.

Solo entonces Felicia le regresó el arma al humano del que la había tomado. -Lo siento.

Riendo, la enfundó. -Lo entiendo. Mi esposa haría lo mismo… solo dudo que ella les
adviertiera antes de disparar. Soy Hadrian, de todos modos. -Él sacudió su quijada hacia el hombre
más bajo-. Él es Nero.

Tylie miró al doctor. -¿Qué está esperando? Una grave injusticia ha sido cometida contra uno
de nuestros soldados. Un héroe. Encárguese, o tendrá que hacer frente a una sentencia mucho peor
de la que fue esta injusticia.

Finalmente, el doctor y el personal empezaron a tratar a Talyn.

Aún conmocionada y horrorizada, Felicia fue hacia Galene. -¿Cómo pudieron ellos hacerle
esto?
Lágrimas llenaron sus ojos mientras ahogaba sus sollozos. -Se suponía que estaba seguro en el
palacio. Yo estaba ahí cuando lo sacaron bajo mi nariz. ¿Cómo pude dejar que le pase esto a mi
bebé?

Felicia tiró a Galene entre sus brazos. -Soy la que consiguió la orden de que lo pusieran ahí.
Lo siento mucho, Comandante. Solamente quería protegerlo. Yo nunca pensé que él fuera a ser
herido así. -La culpa y el remordimiento la destrozaron. Si Talyn llegara a saber la verdad, él la
odiaría por la parte que ella jugó en su arresto. Y ella no podría culparlo por eso.

Ella se odiaba a sí misma.

No había tal cosa como seguridad en el mundo de ellos, y honestamente, Felicia estaba harta
de eso. De alguna manera, ella se iba a vengar del príncipe. Incluso si eso significaba su vida.

Nadie le haría esto a Talyn y quedaba impune. ¡Nadie!

出生反抗的

Talyn se despertó sobresaltado. Por un minuto completo, él estaba todavía en el pozo, hundido
en vísceras y sangre.

Solo que esto olía muy diferente.

Olía a limpio.

Lo mejor de todo, olía como a una delicada hembra cuyo rostro lo perseguía día y noche.

Parpadeando en incredulidad, él centró su mirada en la cosa más bella imaginable. Una


cabeza de cabello rizado que estaba solo a unos pocos centímetros de su rostro. Sin poder creer que
era real, él se estiró para enterrar su mano en las sedosas hebras.

En el momento que las tocó, Felicia miró hacia arriba con una jadeo. -¿Talyn?

Aún, él no pudo hablar. Todo lo que pudo hacer fue maravillarse ante la sensación de algo que
no lo lastimaba. En todo el tiempo que no había estado, esto era lo que lo ayudó a sobrevivir. La
esperanza de volver aquí.

Con ella.

Con su mano temblando, él levantó su cabello de manera que pudiera rozar un mechón contra
sus labios e inhalar su preciosa fragancia.

Felicia no podía respirar mientras veía la agonía en los ojos de Talyn al mismo tiempo que él
saboreaba su cabello como si este fuera la más sagrada reliquia que existiera. Las lágrimas la
ahogaron mientras tomaba su cortada y callosa mano entre las suyas y la mantenía apretada.

Él la tiró hacia él y enterró su rostro en la curva de su cuello.

Un instante después, ella sintió sus silenciosas lágrimas en su piel. Apretando su agarre, ella
lo mantuvo contra sí.

-Está bien. Te tengo.


Pero en realidad, él la tenía atrapada en un agarre de hierro que era absolutamente aterrador en
su intensidad. Respirando irregularmente, él cerró ambos brazos alrededor de ella como si ella fuera
su línea de vida, y sin ella, él se ahogaría.

-¿Talyn?

En lugar de soltarse ante la voz de su madre, él se aferró aún más a Felicia.

Insegura de qué hacer, ella encontró la mirada de su madre sobre la cama. El dolor en los ojos
de Galene la hacía doler en simpatía. -Tu mamá ha estado aterrada por ti, Talyn. Si no fuera por
ella, nosotros nunca te habríamos encontrado.

Eso no pareció aplacarlo en lo más mínimo. En cambio, él levantó a Felicia con una
terrorífica facilidad y la puso en la cama con él. Sin decir una palabra, él se acomodó en cucharita
contra su espalda y mantuvo su rostro hundido en su cabello.

Con grandes ojos, ella miró a Galene. ¿Qué hago? Ella vocalizó hacia su madre.

-¿Talyn? -Galene intentó de nuevo. Ella pasó su brazo sobre Felicia para poder tocarlo.

-Por favor, déjame solo -él susurró en un tono irregular.

Si Felicia viviera por miles de años, nunca olvidaría la angustia en el rostro de su madre.
Ella quiso regañarlo, pero ¿cómo podría? Él había vivido una pesadilla.

Además, Nero les había advertido sobre cuanto daño psicológico Talyn podría tener cuando
despertara.

-¿Puedo hacer algo para ayudar? -Felicia dijo en voz baja.

Talyn apretó su agarre. -Quédate conmigo.

-No tengo intención de dejarte, keramon. -No es que pudiera, dada la forma en que él estaba
envuelto completamente alrededor de ella.

Talyn cerró sus ojos y dejó que el calor de su cuerpo apaciguara la furia dentro de su corazón.
Esperaba despertar y descubrir que esto era un sueño. Estar de vuelta en el pozo, cubierto en sangre,
peleando por su vida, y con la poca cordura que le quedaba. Pero mientras los minutos pasaban y
Felicia se mantuvo cálida y suave contra él, comenzó a darse cuenta de que el horror había pasado.

De alguna manera, él había regresado.

Y con ese conocimiento se produjo un nuevo terror. Los Anatoles lo habían arrancado de su
vida sin ningún esfuerzo en absoluto. Él, el andarion más fuerte de su generación, había sido
borrado en cuestión de minutos. Si no fuera por Jayne y su esposo trisiani, nadie habría sido capaz
de encontrarlo.

Nadie.

Su cabeza le dio vueltas ante la nueva realidad. Nada era lo que parecía. En cualquier
momento, el tahrs podría hacer cualquier cosa que él quisiera.
A cualquiera.

-¿Talyn? ¿Dónde estás?

Él permitió que la voz de Felicia lo trajera lejos de la oscuridad que rápidamente estaba
tragándolo entero. -Estoy contigo.

-Quédate conmigo. No regreses a donde sea que estabas.

Asintiendo, él se forzó a relajarse y calmar su respiración. Él no quería estar ahí, tampoco. -Te
amo, Felicia.

-Yo también te amo. -Ella empezó a volverse.

Talyn la sostuvo en su lugar. -No me mires. Estoy horrible.

Ella tiró de sus brazos hasta que él fue forzado a aflojar su agarre o lastimarla. Entonces ella
hizo la última cosa que él quería… ella se volvió en la cama de cara a él. -Tú eres precioso.

Pero él sabía la verdad. Ellos maliciosamente lo habían cicatrizado. Marcado como un paria.
Le afeitaron la cabeza y lo abandonaron como basura. Lo habían despojado del poco honor y
prestigio que tenía junto con su carne y trenzas.

Él no era nada ahora.

Solo un paria de mierda.

Ella tomó su rostro en sus manos. -Tu cabello volverá a crecer. Y tu madre ya se puso en
contacto con un cirujano plástico para remover las cicatrices.

-Ellas siempre estarán ahí. -Ellos lo habían cortado lo suficientemente profundo como para
asegurarse de ello.

-Y no me importa. ¿Dejarías de amarme si yo fuera herida?

-Nunca.

-Entonces ¿cómo puedes dudar de mí?

Lágrimas lo ahogaron mientras miró en sus ojos blancos plateados y vio sinceridad. Pero
entonces un nuevo y profundo miedo lo empujó a la locura.

Jullien, Chrisen, y Merrell lo habían reprimido casi sin esfuerzo. Él era un guerrero entrenado.
Un campeón de ring. Y ellos lo habían roto. No había tenido manera de protegerse.

El pensamiento de ellos haciéndole eso a Felicia para vengarse de él…

-¿Talyn?

Él no podía respirar. No podía concentrarse. La rabia surgió tan violenta en sus venas que
hizo una burla de lo que sintió en el ring. Temiendo lastimar a Felicia, se levantó de la cama, solo
para darse cuenta que estaba sujeto al equipamiento de los dispositivos de control y las mangueras.
Él arrebató frenéticamente las líneas.

Felicia se disparó de la cama para tomar la mano de Talyn. -Cariño, vas ha hacerte daño tú
mismo.

Honestamente, a él no le importaba. Él solo necesitaba estar libre de esas restricciones. Él no


podía estar atado. No otra vez. El pánico cundió aún más.

Las enfermeras corrieron para sedarlo.

Eso solamente lo molestó más.

Felicia las hizo retroceder. -¡Talyn! ¡Mírame! -Ella tomó su rostro en sus manos. Cuando eso
no funcionó, ella se levantó de puntillas para besarlo.

Talyn se calmó en el momento en que sus labios tocaron los suyos. Ella era la única cosa en
esta vida que él nunca podría herir. Sosteniéndola contra él, se regocijó en la fragancia y el sabor
que era su Felicia.

Hasta que una enfermera se acercó hasta ellos. Separándose de Felicia con un gruñido, él
estaba listo para matarla.

-¡Alto! -Felicia corrió a la enfermera de lugar. -Él esta bien. ¿Podemos quitarle los monitores?

-Él necesita la línea.

-Yo le mantendré hidratado. Lo prometo. -Felicia, despacio y cuidadosamente, removió los


dispositivos de monitoreo y la línea, y se los entregó a las enfermeras, hasta que él estuvo libre.

Ella le sonrió. -¿Mejor?

El asintió.

Con una mano tierna, ella lo llevó de vuelta a la cama y lo colocó ahí mientras las enfermeras
dejaban la habitación. Felicia metió el cobertor en torno a él. -Estás seguro, Talyn. ¿Recuerdas a
Nero?

-Sí.

-Está justo fuera de la puerta, junto a seis guardias reales y tu madre. Tizirah Tylie tiene una
orden firmada por Tadara Eriadne que tú debes ser protegido todo el tiempo. Nadie va a moverte de
esta habitación sin una lucha brutal de todos nosotros. -Ella besó su mejilla-. ¿Quieres que traiga a
tu madre por ti?

Las lágrimas inundaron sus ojos. -No puedo.

Ella se sentó junto a él. -¿Por qué? ¿Qué pasa?

Él dudó antes de responder en un susurro. -No quiero oír sus lágrimas. Y no quiero ver la
culpa en sus ojos. Eso me haría sentir como un imbécil por haber provocado esto. Solo una vez en
mi minsid vida, quiero ser egoísta. Estoy cansado de ocultar mi dolor y esconderlo por proteger sus
sentimientos. Lo siento si ella se siente culpable por mi vida. Pero sólo una vez, quiero sentir
lástima por mí mismo, y a la mierda todo el mundo.

Ella acarició su mejilla. -Está bien. Lo tienes permitido. Los dioses saben que te lo has ganado
después de lo que has pasado.

Respirando irregularmente, él miró lejos de ella. -Me escapé una vez, Felicia. Justo después
de graduarme. Tuve esta estúpida idea de que podría encontrar paz en algún otro lugar.

La mandíbula de Felicia se aflojó ante el secreto que ella estaba segura él nunca compartió
con nadie más. -¿Qué sucedió?

-He aprendido que lo mucho que los andarions me odian por mi nacimiento, el resto del
universo nos odia aún más. Por un mes, intenté encontrar trabajo. Fui de sistema en sistema,
buscando. En todos lados era lo mismo. Los humanos nos odian. Los phrixians no creen en
nosotros. Ni siquiera podía encontrar vivienda. Nadie me dejaba alquilar. Ni siquiera por una noche.
Tuve que dormir en la calle, en callejones. Tuve que viajar en cargueros. -Tragó saliva-. Regresé a
casa y mi mamá nunca supo que me había ido. Ella estaba en una reunión cumbre con la tadara. Así
es como de irrelevante soy.

-No eres irrelevante, Talyn. ¿Tienes alguna idea de cuan importante eres para mí?

Él se burló. -Te arruinaría por tenerte en mi vida. Estarías marcada. Para siempre.

-No. Tú me diste una vida y un hogar los cuales nunca pensé pudiera tener. Hasta estar
contigo, me sentía inútil e irrelevante. No deseada. Pero cada vez que escucho tu voz, mi corazón
canta.

Talyn pasó la parte posterior de su dedo índice en su mejilla. -No quiero que te arrepientas de
mí, Felicia.

-¿Cómo podría?

Talyn comenzó a sonreír hasta que una sombra apareció en la puerta. Él esperaba que fuera su
madre.

No lo era.

Tadara Eriadne de la Más Soverana Sangre del Clan de Eton Anatole estaba ahí con una
contingencia de guardias reales. Con más de dos metros, ella era el epítome de una reina
sanguinaria, quien había asesinado a la mitad de su familia para tomar su trono. Y ella posó su
mirada en él como si fuera el próximo para reunirse con ellos en sus tumbas.

Felicia saltó con un pequeño chillido antes de reverenciar a su reina.

-Déjanos -Eriadne dijo sin siquiera mirarla.

Eso hizo enojar a Talyn. Y la forma apresurada en que Felicia salió de la habitación no ayudó
a su humor.

¿Cómo se atreve la perra a tratar a Felicia de esa manera? Incluso si ella era la reina. En su
mundo, tadara no significa nada.
Ella era nada.

Una vez que los guardias se habían retirado, la tadara se aproximó a su cama. -¿Tú no me
tienes miedo?

Él frunció sus labios. -¿Debería?

-Podría hacer que te maten.

Buena suerte con eso, perra.

A pesar de que era ilegal, él buscó su mirada sin inmutarse. -La muerte no me asusta. Y usted
tampoco.

-Eres descarado, ¿no? Lleno de ese gran espíritu War Hauk. Debe estar fuertemente
codificado en tu ADN.

Al igual que la crueldad debía estar codificado en la de ella.

-¿A qué debo este placer, Tadara?

El tic en su mandíbula decía que ella notó que cuando él pronunció su título era más insulto
que sumisión. -Usted debería vigilar su tono, chico. Usted ha agredido a miembros directos de mi
familia. Tiene suerte de aún estar vivo.

En realidad, ellos eran los suertudos de que él no estuviera muerto. Si él hubiera muerto, no le
cabía ninguna duda de que su madre podría haber ido a por una matanza real.

Comenzando con Eriadne.

Pero él se rehusaba a ser intimidado por ella. -¿Por qué está aquí, Majestad?

Ella le dio una mirada marchita. -Cuando me vaya, mi secretaria entrara con formularios para
que Ud. complete. El perdón que tu madre y mi hija consiguieron presionandome viene con ciertas
condiciones.

Él arqueó una ceja.

-Ud. nunca debe hablar con nadie sobre lo que le pasó. Si alguien pregunta, tú estabas en una
misión oficial.

Claro…

-¿Y mi cabello?

-Fuiste disciplinado por tu conducta.

Por su comportamiento. Esto no tiene precio.

-Fracasar en seguir órdenes, Capitán, tendrá terribles consecuencias para usted.

-Soy un mayor, Majestad.


Una siniestra sonrisa curvó sus labios. -Era. Una vez más, permítame reiterar la suerte que
tiene que lo deje ir tan fácilmente. -Ella deslizó su mirada hacia la puerta-. La próxima vez que
usted agreda a un miembro de mi familia, no será a Ud. a quien arrojaremos a un pozo en Onoria.

Y con eso, ella se fue.

Talyn se sentó en su cama, apenas controlando la rabia dentro de él. Y cuando la secretaria le
entregó la carta confidencial y la leyó, las mentiras y la injusticia escalaron en su garganta y
marcaron su alma aún peor que el abuso al que había sobrevivido.

-¿Hay algún problema, Capitán?

Talyn agarró el bolígrafo y se recordó que no era culpa de la secretaria servir a una puta reina.
Pero, en realidad, él quería apuñalarla. -No hay problema.

Él firmó su nombre en el documento y lo guardó. Ellos pensaban que lo tenían.

Estaban equivocados.

Sí, él era un Batur, pero más que eso, él era un poderoso War Hauk. Llamados así por sus
disposiciones por sangrar en batalla y tomar la vida de aquellos que amenazaban a sus familias.

Esto no ha terminado. Él tendría que aguantar lo que ellos le hicieron y superarlo.

¿Su error? Amenazar a su madre y a Felicia. Él era un War Hauk stralen. Nadie, ni siquiera la
maldita tadara de Andaria, amenazaba a su familia y se salía con la suya.

Esa perra iba a ser derrotada, y por todos los dioses, él iba a ser el que la encadenaría.

O personalmente la enviaría a su tumba.


Capítulo 17
Lorens apretó los dientes mientras leía el informe médico de Talyn y vio lo que Jullien y los
otros le habían hecho al pobre chico. Le repugnaba.

Talyn era apenas mayor que Gavarian. A esa edad, Lorens acababa de entrar en el ejército
bajo la tutela directa de su padre y su feroz protección.

Él no había sido torturado por placer por un Tahrs demente y su corte. Lamentablemente, no
se dio cuenta de lo joven que Talyn era cuando habían cenado juntos. El guerrero había parecido
mucho más viejo y mucho más mundano de lo que debería ser. Eso, también, decía mucho acerca
de la crianza y el tratamiento previo que había sufrido Talyn.

-¿Me convocó, Comandante?

Lorens levantó la vista de sus archivos para ver al Coronel Anatole. En ese momento, quería
poner su puño en la presumida cara del bastardo. -Un informe preocupante ha llegado a mi
conocimiento. ¿Quiere explicarme que le pasó al Mayor Batur?

-¿Perdón?

-Mayor Talyn Batur. No se haga el estúpido conmigo, coronel.

Más tranquilo de lo que nadie tenía derecho a estar, Chrisen lo miró a los ojos sin miedo.
-Como usted sabe, el Teniente Batur fue trasladado de mi mando. No sé nada de él más allá de eso.

Pura mierda.

-Fascinante. Sus informes de registro muestran que usted ha pasado semanas en el palacio, y
no en su base correspondiente.

Se encogió de hombros con indiferencia despreocupada. ¿Y por qué no habría de hacerlo?


Chrisen se creía por encima de reproches y disciplina. -El palacio es un lugar muy grande y el tahrs,
mi primo, quería seguridad extra. Parece que temía un complot de asesinato de alguien cerca de él.

-¿Así que no sabe nada sobre el arresto de Batur?

-Ni siquiera sabía que fue detenido.

Mentiroso saco de mierda. Pero, técnicamente Talyn no había sido arrestado. Había sido
capturado y torturado.

-Apártate de mí vista.

Anatole hizo una pausa. -Tal vez Ud. desee reconsiderar su tono conmigo, Comandante.
Mientras que Ud. está por encima de mí en el ejército, haría bien en recordar que socialmente, yo
estoy por encima de usted. Es mi familia de sangre la que nos ha gobernado desde hace miles de
años. Sería una vergüenza que sus hijos crezcan huérfanos.
-¿Es una amenaza?

Anatole sonrió. -Sólo un recordatorio amistoso.

Lorens apretó los dientes mientras observaba al bastardo irse de su oficina. Honestamente,
estaba enfermo de los Anatoles. Enfermo del hecho de que ninguno de ellos respetaba la vida
andarion o los valores en lo que su civilización había sido fundada. Lo había sufrido durante años,
pero cuando sus hijos entraron en su vida, nuevos temores lo comenzaron a acechar.

No podía permitir que sus hijos tuvieran el destino de Talyn. Tampoco el de su hermano o
hermana. Sin mencionar lo que le habían hecho a las dos hembras que Talyn había tratado de
proteger y por las que había sido desterrado. No si podía detenerlo.

Recogiendo su enlace, llamó a su mejor amigo.

Tan pronto como Kerell respondió, Lorens habló sin preámbulos. -Tengo un nuevo miembro
para tener en cuenta para nuestro club. Talyn Batur.

-¿El peleador de ring?

-Sí. Nos vemos en el almuerzo. No vas a creer lo que voy a decirte. Yo no lo creo, y estoy
viéndolo.

Lorens colgó y se recostó en su silla mientras copiaba archivos de Talyn antes de que
misteriosamente se desvanecieran como todas las pruebas de las acciones atroces que los Anatoles
siempre le endilgaban. ¿Y por qué no? La tadara había hecho desaparecer a su propio nieto. ¿Qué
era el expediente médico de un hijo de puta insignificante en comparación con el heredero real
Andarion?

Y era hora de que los Anatoles empezaran a responder por sus actos. Tiempo para que
aprendieran que los andarions no eran hormigas de voluntad débil para ser pisadas.

Porque la verdadera realidad sobre los andarions es que eran criaturas feroces.

Incluso sus hormigas y ratones tenían colmillos y veneno.

出生反抗的

Haciendo una mueca, Talyn se irguió en la cama. Acababa de ser dado de alta por la mañana
y todavía estaba en suficiente dolor como para querer matar al tahrs por sí mismo.

Y sin mencionar lo que quería hacerles a Chrisen y Merrell. Vendería su alma para tenerlos a
solas durante cinco minutos. Mientras ellos no lo disfrutarían, el obtendría su satisfacción y algo
más.

El dolor lo hirió tremendamente mientras sus pensamientos se dirigieron a Berra y Farina.


Dos vidas inocentes más perdidas por su crueldad.

La venganza estaba cerca…

Y tenía toda la intención de metérselas por sus gargantas con ambos puños.
-¿Cómo estás?

Miró hacia la puerta para ver que Lorens parecía ansioso. La ira lo astilló al verlo. Todavía no
estaba seguro de que Lorens no lo había delatado por el informe que había hecho de Chrisen. Los
tiempos habían sido muy sospechosos.

-Estoy bien. Me dieron peores palizas en la escuela primaria... las niñas hyshian.

Por lo menos externamente eso era cierto.

Emocionalmente era otra historia. Talyn seguía teniendo dificultades para hacer frente a las
degradaciones a las que lo habían sometido. No estaba seguro de si alguna vez llegaría a un acuerdo
con ese aspecto de todo. Y el miedo que sentía por su madre y Felicia era tangible.

Lorens entró e hizo un gesto hacia la silla acolchada en la esquina. -¿Te importa si me uno a ti
un momento?

Él frunció el ceño ante el macho. -¿Dónde está Felicia?

-Le pedí que nos diera un poco de tiempo. Hay algo que quería hablar contigo en privado.

Cada instinto en su cuerpo se puso de punta. -¿Acerca de?

-Sobre lo que has pasado.

Talyn frunció los labios. No tenía intención de hablar de ello con nadie. Menos aun con su
comandante y hermano mayor de su hembra, alguien que sospecha podría haberle traicionado. -Ya
he firmado los acuerdos de confidencialidad, Comandante. Soy muy consciente de que si hablo de
lo que me hicieron voy a ser condenado a muerte por ello. -Y él no quería pensar en lo que le harían
a su madre y Felicia.

-Eso no es por lo que estoy aquí.

Talyn arqueó una ceja.

-Bueno, lo es, pero no lo es.

-No lo entiendo.

Lorens movió la silla hasta que estuvo tan cerca que podía susurrar. Pero primero, él exploró
la habitación en busca de un transmisor y puso un sonido estático de fondo.

Talyn arqueó una ceja ante sus acciones. -¿Qué estás haciendo?

-Yo no soy el que dijo a los Anatoles acerca de tu informe, Talyn. Confié estúpidamente la
información al Supremo Comandante y le pedí su ayuda en la mejor manera de proceder. Eso fue
mi estúpido, ingenuo error y no puedo disculparme lo suficiente por ello. Los dioses saben, nunca
quise que tomaran represalias contra ti.

Lorens apretó los dientes antes de continuar. -Él es el que fue a Merrell y Paers ezul
Nykyrian, sin mi conocimiento, y elimino el informe que había preparado en su contra. Si hubiera
sabido lo que tenían planeado, te habría protegido y advertido. Lo juro por la vida de mis hijos. Yo
nunca quise causarte daño, de ninguna manera.

O era un maldito buen mentiroso o estaba diciendo la verdad. A pesar de que la confianza no
venía de manera sencilla, Talyn asintió. -Estoy contento de saber que no eres una rata bastarda,
después de todo.

-Contrariamente a la creencia popular, y a lo que mi hermana menor normalmente diría, yo


realmente intento no serlo. -Con una mirada sombría, Lorens tragó saliva-. También debes saber
que estoy aquí en nombre de otra organización- susurró en un tono tan bajo que Talyn tuvo que
esforzarse para oírlo-. ¿Has oído hablar de WAR*27?

-Sí, es mi bolsa de valores y comercio.

Lorens le dio una mirada divertida. -Warriors Against Royalty.

La sangre de Talyn se heló mientras recordaba a Rhys, que había sido asesinado cuando su
colonia fue invadida por el último grupo de carroñeros, el viejo macho había muerto protegiendo a
Terisa mientras Talyn había protegido a Berra. -He escuchado de ellos.

Lorens bajó su tono aún más. -Ellos no son los traidores en este régimen. Son patriotas que
están enfermos de lo que se está haciendo con andarions inocentes por los caprichos de la familia
real. Andarions como tú, que están ocupándose de sus propios asuntos y son arrancados de sus
hogares y torturados sin ninguna razón en absoluto.

Talyn negó con la cabeza. -No deberíamos…

-Escúchame, Talyn. Mi hermano menor fue asesinado delante de su esposa e hijos para que
Merrell Anatole pudiera casarse en el linaje de su viuda. Mi hermana fue tomada y violada por
Nyran Anatole. Al igual que tú, se vio obligada a firmar un acuerdo de confidencialidad diciendo
que si alguna vez se lo mencionaba a alguna otra alma viviente, seria ejecutada. Todos los días,
andarions son asesinados, brutalizados, amenazados, y abducidos sin razón alguna. La familia real
está fuera de control y nunca ha sido tan pequeña como ahora. Ellos prácticamente se han asesinado
el uno al otro hacia la extinción, y ahora es el momento de parar finalmente su reinado sangriento.
Toda la historia del linaje Anatole está escrita en las sangrientas peleas de sus niños. Como
soldados, nosotros somos los que han jurado proteger a nuestros compañeros andarions de todo
enemigo. Los enemigos que incluyen una familia real borracha en su propio poder. Imagina una
Andaria donde machos y hembras, como tú, pueden vivir sus vidas sin temor.

Sí, claro.

Él todavía sería un bastardo y odiado por todos. Incluso si derribaran a toda la familia real,
nada en este imperio iba a cambiar para él.

-Es traición -Talyn repitió en voz baja, a pesar de que estaba de acuerdo en que se deberían
hacer cambios. Todavía no estaba seguro de que esto no era alguna trampa.

Mientras que él tenía toda la intención de sacrificar personalmente Eriadne y Chrisen, no era
lo suficientemente estúpido para dejar que nadie sepa sus planes.

*27 En ingles, la palabra war significa guerra. Razón por la cual Talyn contesta que es algo de todos los días para él. Por eso Lorens
le especifica que habla de W.A.R.
-¿Sabías que la tadara hizo que mataran a propio nieto… Por qué? Porque parecía humano.
Tahrs Nykyrian fue sacrificado a sangre fría. No era más que un niño cuando fue arrancado de los
brazos de su madre, y enviado a su tumba. Tú has visto a la tizirah. Tú sabes que no está bien de la
cabeza, porque ella sabe que su propia madre mató a su hijo y no puede manejar la verdad de ello.
Tengo grabado en video donde el propio Tahrs Jullien se jacta de ello, y del hecho de que su abuela
mantiene intencionalmente a su madre, su propia hija, en un estupor drogado para que ella no tenga
que responder por sus acciones.

Talyn vaciló. Si esto era una trampa, Lorens estaría en aún más problemas que Talyn por estar
hablando de ese tipo de acusaciones. -Entonces, ¿por qué no lo has llevado a los medios de
comunicación?

-Debido a que la estación a la que dimos una copia fue bombardeada antes de que pudieran
emitirlo. Todo el mundo en el edificio murió en el acto, y los phrixians fueron culpados por el
ataque. Al igual que lo sucedido contigo. Antes de que pudiera hacer el informe en contra de un
Anatole, fue y fuiste borrados. La casa real tiene espías por todas partes.

-Sí, los tienen. Y si se enteran de…

-No lo harán. Somos muy cuidadosos con quienes reclutamos.

Seguramente lo eran. -Entonces, ¿por qué me estás reclutando?

-Debido a tu registro e historia con ellos. Y lo que te hicieron. No tenías razón alguna para
proteger a las hembras en tu equipo que nunca habían hecho lo mismo por ti, y sin embargo hiciste
lo correcto, sabiendo que podría costarte tu carrera. -Sus ojos ardían en él-. Yo sé la verdad de tu
carácter, Talyn. Pero ¿has visto tu archivo militar últimamente?

Talyn negó con la cabeza. -Está por encima de mi nivel de seguridad.

-Sí, bueno... aquí. -Lorens le entregó una carpeta gruesa-. He hecho una copia para ti. Y por
cierto, no eres un capitán como te dijeron. Después de tu entrevista con la tadara... más acción
disciplinaria fue agregada en tu historial. Has sido degradado de nuevo a rango y sueldo a teniente.

Enfermo del estómago, Talyn lo miró con incredulidad. -¿Qué?

Lorens asintió. -Como más acción disciplinaría contra ti, no serás elegible para un ascenso de
nuevo durante tres años, siempre que mantengas la boca cerrada sobre lo que te hicieron.

Talyn sentía como si hubiera recibido un puñetazo de Death Warrant. -¡Yo no hice nada!

-Ese es nuestro punto. Mi hermano no hizo nada tampoco. Sucede que se había casado en el
linaje erróneo. Y me hagas empezar sobre el Tahrs Nykyrian Eton Anatole. Su mayor crimen fue
que su madre durmió con un ser humano y simplemente se parecía más a su padre que su madre. Ya
en el tema Jullien, Merrell y Chrisen corrieron por sí solos a todo el linaje masculino de los War
Hauk fuera de suelo andarion porque lo último que quieren es que alguno de nuestros queridos
héroes estén aquí para detenerlos.

Talyn se quedó en silencio cuando viejos recuerdos se agitaron.

Lorens se recostó. -Yo conocí a Keris Hauk, fue uno de mis mejores amigos de la infancia. Él
ascendió demasiado rápido a través de los rangos militares andarion para el gusto de ellos, y no
podían soportarlo. Merrell lo enganchó en drogas y supervisó su ejecución a través de las manos de
la mujer de Keris. Es un hecho que sé, pero nunca he sido capaz de demostrar. Del mismo modo, sé
que son los que hicieron que Fain dejara a su familia. Y ¿no te parece extraño que fue Jullien y
Chrisen quienes estaban en la capsula con Dancer Hauk cuando se estrelló? ¿Crees que fue una
coincidencia? Ellos escaparon ilesos, pero Dance estuvo malditamente cerca de morir... y por eso, a
Dancer se le prohibió el servicio militar andarion. Para siempre. Ellos lo privaron de su derecho de
nacimiento. Es por eso que está trabajando para Los Centinelas ahora.

La cabeza de Talyn deba vueltas mientras trataba de digerir todo eso. Podría llamar a Lorens
mentiroso, pero extrañamente todo tenía sentido. Especialmente dado el odio demencial que Jullien,
Chrisen y Merrell le tenían cuando él no les había hecho nada, aparte de tratar de mantenerse fuera
de su camino. Y corroboraba mucho de lo que le habían dicho acerca de la familia de su padre. -
¿Cómo sabes todo eso?

-Hemos estado reuniendo pruebas sobre la familia real durante mucho tiempo. Pero cada vez
que tratamos de avanzar, hemos sido detenidos como lorinas rabiosas.

Al igual que Rhys, Farina y Berra.

-Entonces, ¿cuál es su agenda?

-Remover a la familia real del poder y establecer un órgano de gobierno que las personas
controlen. Una república de funcionarios razonables, responsables y honorables. Un consejo de
gobierno que no se atreva a secuestrar a nuestra raza, golpearla, exiliarla o violarlas a su placer.

Talyn no podía estar más de acuerdo. Él quería sangre. Sangre real. Lorens debe haberlo olido
en él.

Pero si se unía a sus filas, estaría cometiendo traición. Con testigos. No estaba seguro de si
confiaba tanto en alguien.

Un soplón en el grupo, y todo lo que amaba sería brutalizado y lo perdería.

Si no lo hacía...

Irían a por él, y no era paranoia. Era un hecho. Su nuevo rango lo mostraba.

De cualquier manera, su madre y Felicia serían los blancos. Y él no tenía idea de cómo
protegerlas de daños por su cuenta. No con su condición de bastardo y casta baja.

Fuerte solo. Juntos más fuertes. Ese era el lema de Los Centinelas que su tía Jayne ayudó a
fundar.

Un andarion, solo, no podía hacer mucha diferencia. Pero trece War Hauks habían salvado a
toda su raza de la esclavitud y la extinción.

Lorens se puso en pie. -Mira, sé que te he dado mucho en que pensar y te he cegado con ello.
Simplemente considera lo que te he dicho. Si decides unirte a nosotros, llámame e invítame a una
fiesta en su casa. Lo sabré por esa frase que estas dentro. Si decides no hacerlo, simplemente deja
un mensaje diciendo que la fiesta fue cancelada. Puesto que vives con mi hermana, nadie va a
pensar nada acerca de ninguno de los comentarios. Y yo sé lo que te estoy pidiendo. Créeme, lo sé.
No fue una decisión fácil para mí tampoco. Va en contra de todo lo que me educaron para creer.
Todo lo que yo pensaba que era. Pero cuando me puse de pie sobre el ataúd cerrado mi hermano, a
causa de lo que le habían hecho a él, y vi a mis hijos allí… sus hijos, yo supe que no podía
mantenerme al margen y dejarlos que fueran los siguientes. No cuando tenía la posibilidad de
detenerlo. Los Andarions no vivimos en miedo. Luchamos. -Lorens coloco el archivo en la cama y
se fue.

Enfermo del estómago, Talyn abrió el archivo y primero leyó su carta de descenso de
categoría. La rabia quemó a través de él. Había trabajado y se había partido el culo para conseguir el
grado de mayor. Honestamente, después de cuatro años, y dada su entrenamiento, linaje, ficha, y
educación, debería haber sido un coronel o comandante por ahora.

Pero no…

Un minsid teniente. Un rango de principiante los próximos tres malditos años.

Por razones disciplinarias.

Bramando de rabia, tiró el archivo a través de la cama mientras la injusticia lo desgarraba. De


ellos torturándolo y riéndose de ello.

-¿Talyn?

Él no le respondió a Felicia. Él no podía. No mientras le dolía de esa manera. Quería su


sangre de manera malsana, podía saborearlo.

Ella se agachó para recoger las páginas que fueron esparcidas sobre la cama y el piso. Sin
leerlos, los regreso a la carpeta y la puso sobre la mesa de noche. -¿Mi hermano te ha molestado?
Voy a negarle la entrada al apartamento si lo hizo.

-No -respiró con fuerza-. El comandante no ha hecho nada más que decirme que he perdido
mi rango.

-¿Qué? -preguntó Felicia en un tono sorprendido.

Respiró de manera desigual. -Ahora soy el teniente Batur.

-Oh, cariño, lo siento mucho. -Sentándose a su lado, Felicia le frotó la espalda-. ¿Dijo por
qué?

-Debido a mi historia de reportes y problemas de disciplina. El hecho de que he faltado el


respeto a mis superiores y mi flagrante desprecio por el registro de entrada y el protocolo militar.

-¿No puedes apelar?

-¿A quiénes, Felicia? Eriadne misma me ha relevado de mi rango. ¿Quién va a creer en la


palabra de un bastardo inútil contra la tadara? Ni siquiera puedo solicitar para recuperar el rango de
capitán durante tres años más.

-Lo siento mucho, Talyn.

-Debí dejar que me mataran.


-¡No digas eso!

-¿Por qué no? Es cierto. ¿Para qué estoy luchando? ¿En serio? No importa lo que hago, todo
se reduce al hecho de que no tengo linaje paterno. Incluso cuando soy diez veces mejor que
cualquier otra persona, me ven como sólo la mitad de bueno. -Él se tocó su cabeza calva y maldijo
ante el recordatorio de lo que habían hecho con él-. Un teniente, un puto teniente. ¿Sabes la clase de
mierda de asignaciones que van a darme? Ni siquiera puedo volar con un rango tan bajo. Me relega
de nuevo a la cubierta de vuelo de preparación. Limpiar escusados-. Él podía oír la burla ya. Gah,
estaba tan harto de los abusos.

-Tizirah Tylie dijo que su madre sería tu Comandante. Ella no…

-Soy un teniente, Felicia. Yo ya no estoy calificado para el servicio del palacio. Tengo que
volver al personal regular. -Disgustado, miraba a la pared mientras el amargo resentimiento y el
odio lo llenaban.

Felicia tragó contra la ola de lágrimas que sentía por él. Había tanta agonía cruda en sus ojos
que le dolía. -¿Acaso Anatole dijo por qué te hicieron esto?

Él dejó escapar un resoplido mordaz. -Porque odian a mis padres.

-¿Qué?

Él asintió con la cabeza. -Mi padre los molestó en la escuela y me parezco lo bastante a él
como para irritar el trasero del tahrs. -Él la miró a los ojos-. Pero la mayor parte es porque mi madre
se negó a comprometerse con Anatole cuando era más joven. Ellos no pueden atacarla. Ella es una
hembra de alto linaje, y como tal, ella tiene derechos a través de los tribunales.

Derechos que le habían sido negados a él.

-¿No hay nada que pueda hacer tu madre?

-No. Y no se te puede escapar una palabra de esto a ella. La mataría saber que me atacaron
debido a su pasado con ellos.

No es extraño que se hubiera negado a ver a su madre en el hospital. Tenía sentido total ahora.

-¿Por qué no te ha utilizado para chantajearla?

-Anatole no puede. Su familia está en igualdad de estatus que tu padre. Por esa amenaza, ella
podría hacer que lo arrestaran. Tiene la esperanza de que si abusa lo suficiente de mí, voy a decirle
algo a mi madre y su culpabilidad la obligue a negociar con él.

-Él no te conoce muy bien, ¿verdad?

Talyn negó con la cabeza. -Ellos me dieron una nalgada en el culo en el momento en que me
trajeron a este mundo. ¿Por qué demonios algo cambiaría después de eso? Yo no soy su mimado y
amanerado idiota. A las palizas las puedo soportar. Incluso siendo un teniente. Sobreviví una vez.
Puedo sobrevivir de nuevo.

Pero había algo más que eso. Lo estaba endulzando por ella y lo sabía. Había oído a sus
medios hermanos riendo sobre la novatada que le hacían a los oficiales de bajo rango. Novatadas
que eran mitigadas en función de las familias al que el oficial estaba relacionado. Sólo podía
imaginar lo horrible que sería para alguien como Talyn, que no tenía protección de linaje en
absoluto.

-¿Quién es tu padre, Talyn?

-¿Qué diferencia haría?

Él estaba en lo correcto. Pero…

-¿No puedes ir a su familia? Su madre te podría adoptar como suyo.

-Ella no lo hará. Mi madre intentó eso cuando yo era un bebé, y ella la expulsó fuera de su
casa, insultándola todo el tiempo. La única que estaba dispuesta a hacerlo era la abuela de él, pero
su abuelo se negó a permitirme su nombre. Me dijo que no era digno de llevar su linaje. Si mi padre
era un hijo tan decepcionante, sólo podía imaginar cuánto peor sería yo.

-¿Tu madre te dijo eso?

Él negó con la cabeza. -Ella nunca me haría daño de esa manera. Yo estaba en la escuela
cuando mi madre fue herida y no pudo venir a buscarme. Mi gre yaya apareció, y justo cuando me
metió en su transporte, mi gre paran llegó, me arrancó de mi asiento y me tiró al suelo con mis
cosas. Él la hizo dejarme en la calle donde pertenecía. El resto, él se burló en mi dirección mientras
se gritaban el uno al otro en el estacionamiento.

Ella estaba horrorizada ante el horror que describía sin emoción. -¿Lo hizo en tu escuela?
¿Qué edad tenías?

-Ocho.

Horrorizada, ella lo miró fijamente. -¿Tu bisabuelo le dijo a tu bisabuela que te dejara en la
escuela, por ti mismo, sin nadie para cuidar de ti, mientras que tu madre estaba en el hospital?

Él asintió con la cabeza.

-Por favor, dime tu bisabuela no hizo eso.

-No tenía otra opción.

Oh queridos dioses …-¿Qué te pasó?

-Mi maestra me llevó a casa con ella y me cuidó hasta que mi madre fue dada de alta.

Felicia apretó los dientes mientras la furia hervía profunda en su interior. ¿Cómo puede
alguien hacer eso a un niño? ¿Cómo? La hacía sentirse egoísta y malintencionada por todo lo que
había dicho alguna vez a su padre por sus acciones que no eran ni de lejos a la par de esto.

-Así que no, Felicia. La familia de mi padre lo desprecia por avergonzarlos, y a mí ya que
provengo de él. En lo que a ellos respecta, lo que me pasa no es asunto suyo. Todo lo que tengo en
todo en este universo eres tú y mi madre.
Y Galene no tenía idea de lo mal que estaba la situación de su hijo. Por amor a su madre, él no
decía nada para no herir los sentimientos de Galene.

Nunca había amado a Talyn más que en este momento. Levantándolo desde su posición de
rodillas, Felicia lo jalo contra ella y lo abrazó fuertemente. -Creo que eres maravilloso, Talyn. Eres
más andarion que cualquiera que he conocido o conoceré. O incluso escuchado hablar. Tú tienes el
corazón de un poderoso War Hauk.

Talyn se estremeció ante su elección de palabras. En su mente, ella pensó que lo estaba
felicitando. Después de todo, el linaje de su padre databa directamente a la leyenda más heroica de
su pueblo. Lo que en verdad fue una bofetada en la cara para él y le recordaba la herencia que
debería haber sido suya.

Pero en este momento, nada de eso importaba mientras Felicia lo sostenía. Ella no veía a un
hijo de puta sin valor. No veía a una víctima o a un mestizo. Al que todos desechaban.

En sus hermosos ojos, él todavía era honorable.

Tomando su mano, se la llevó a la mejilla y cerró los ojos para que pudiera disfrutar de la
suavidad de su piel en la suya. -Tú eres y siempre serás munatara a la frah.

Felicia se ahogó en un sollozo cuando él la llamo la más preciosa dama de su vida. En


andarion, esa era la mayor confesión de amor. Algo que ningún macho diría a la ligera.

Las lágrimas llenaron sus ojos cuando el miedo la atravesó. Por mucho que lo amaba, ella no
podía decirle la noticia de que le habían dado ese mismo día de su agencia, que se negaban a
permitir que ella volviera a hacer contrato con Talyn cuando terminara su período de prueba. A
pesar de que ella ya no era virgen, tenían un nuevo patrón para ella.

Uno con más dinero y un linaje mucho más fuerte que el de Talyn, y con el cual no sería
capaz de luchar.

A causa de su contrato con la agencia, iba a tener que dejar a Talyn para siempre.

Pero ¿cómo iba a decirle eso después de este golpe? Lo devastaría. No tenía forma de luchar
contra la decisión. No había manera de mantenerla en contrato con él.

-Podrías comprar tu contrato y vivir con Talyn sin uno.

Si ella fuera humana, sería fácil. En Andaria, eso haría de ella una puta. Más bajo incluso que
una prostituta. Ningún macho la consideraría alguna vez para citas o un compromiso, y el
matrimonio estaría fuera de la cuestión. Para siempre.

Todas las relaciones en Andaria se realizaban a través de negociaciones de contratos legales,


con un tercero supervisándolo. Con todas las partes, y sus familias, firmando por ello.

Aunque la vida de un compañero no era la forma más perfecta de existir, era legalmente
aceptable. Socialmente aceptable. Pero con ello, se veía obligada a plegarse a las reglas de la
agencia.

¿Qué debo hacer?


Ella no podía decidir en este momento. No había manera. Y cualquier decisión que ella
tomara, no la podía discutir con él. Sobre todo mientras él estaba así de lastimado.

Talyn le besó la mano. -Está bien si no me amas, Felicia. Me alegro de que te tengo conmigo.
Y ahora que he perdido mi rango, estoy totalmente en espera de que te vayas cuando expire nuestro
contrato. Eres demasiado decente como hembra para que te quedes con alguien que tú sabes no
tiene futuro alguno. Debes estar con un macho que te pueda dar un linaje y niños de los cuales
puedas estar orgullosa. Alguien que puede protegerte.

-Tay…

-Shh -dijo, interrumpiéndola-. No hay nada más que decir. Solo porque me golpeo mucho en
la cabeza no significa que soy estúpido o delirante. Tú estás planeando ser un gran médico un día, y
al mismo tiempo, aunque tus padres no están casados, ambos tienen linajes. Una vez que tengas tu
título, tendrás tu elección de esposos. Así es como debería ser.

-Y tú deberías tener tu elección de hembras.

Talyn suspiró. No tenía idea de cuánta razón tenía. Su abuelo paterno había pretendido a la
Tizirah Cairistiona una vez. Los Baturs habían prácticamente golpeado la puerta de sus abuelos para
prometer a su hija con su padre. Si sus padres se hubieran casado, él habría sido Talyn del Clan de
Sangre Guerrera Hauk, el único varón de toda su generación que podría utilizar legalmente el
prestigioso nombre. Para la raza andarion, eso era aún más impresionante que Jullien del Clan de la
Mas Soberana Sangre de eton Anatole.

Pero ese sería un título que jamás sería suyo.

No mientras la familia real estuviera en el poder, y no tanto como las viejas tradiciones
estuviesen de pie.

Tú podrías cambiar eso.

Todo lo que tenía que hacer era llamar a su hermano y ayudar a WAR a derrocar su gobierno.

Cerrando los ojos, Talyn quería seguir las reglas. Quería creer que el trabajo duro era
recompensado. Sin embargo, la única cosa que había aprendido en el ring era que a veces había que
tomar el camino sucio. Incluso cuando era repugnante. Incluso cuando no querías. A veces, sólo a
veces, no tenías otra opción. Nadie podía ganar una pelea justa cuando tu oponente no respetaba las
reglas.

Combatir el fuego con fuego.

Se había pasado toda su vida haciendo lo que se suponía. Y en sentido figurado lo habían
castrado por ello. Era el momento de dejar los guantes en el vestuario. Era el momento de
enfrentarlos en los términos que ellos habían establecido cuando ataron sus manos a la espalda.

La degradación era una perra y era hora de que él la presentara a Jullien y a toda la familia
Anatole.
Capítulo 18
Felicia se sentó frente a la oficina de su corredor con un nudo en el estómago. Durante tres
días había luchado con qué hacer con respecto a dejar a Talyn.

Ella todavía no tenía respuesta.

La última cosa que quería hacer era que resultara herido. Eso por sí solo le decía lo que
necesitaba hacer. Pero era mucho más fácil decirlo que hacerlo. Sobre todo porque parecía querer
sacarla de su vida.

-¿Felicia? El director la verá ahora.

Tragando saliva, ella se levantó y se fue a la oficina elegante donde su agente, el director de
su agencia, se sentó detrás de su escritorio de madera de ébano. Él sonrió cuando la vio.

-Entra, Felicia. -Hizo un gesto hacia la silla acolchada frente a su escritorio-. Toma asiento.

Con sus extremidades temblando, ella obedeció.

-¿Estoy asumiendo que usted quiere hablar sobre el nuevo contrato?

-Sí. Mucho, de hecho. No entiendo cómo acabé siendo ofrecida a alguien más.

-En realidad, no lo estabas. Llamaron y preguntaron por tu nombre. Al parecer, la secretaria


que contacto con nosotros había estado llamando a todas las agencias, en busca de ti, pero lo único
que tenían era tu nombre de pila y el nombre de su patrón. La hembra con quien hablé estaba
eufórica por finalmente haber localizado la agencia adecuada que tenía tu contrato.

-¿Hembra?

-Mmmm, sí. -Abrió un archivo en su computadora-. Los términos son increíbles. Mientras que
tu condominio no será tan grandioso, o tan cerca de tu escuela, tu nuevo patrón está dispuesto a
comprar el contrato actual, además de pagar una cuota de escalonamiento a la agencia para que te
adaptes antes de que finalice tu período de prueba.

Felicia se quedó boquiabierta. Uno de los términos en los que había estado firme era la
ubicación de su apartamento. Mientras Talyn había amablemente provisto de un transporte, la
mayoría de los clientes no lo hacían, y Eris estaba demasiado congestionada como para confiar
estrictamente en el transporte público para sus clases.

-¡Lo sé! -dijo su agente, confundiendo su expresión facial de aturdida con aprobación-. Es
increíble que sea tan generoso. Sin embargo, dijo que requiere de tus servicios de inmediato...
dentro de una semana estándar andarion.

-¿Puedo preguntar quién es este patrón?

Empujó una carpeta hacia ella. -Comandante Merrell Anatole.


La bilis se levantó en su garganta mientras la ira estallaba en ella. Ella empujó suavemente la
carpeta de nuevo hacia su agente. -La respuesta es no.

Él arqueó una ceja. -Usted no tiene palabra en esto. Especialmente teniendo en cuenta la
cantidad que está ofreciendo a pagar.

Horrorizada, ella lo miró fijamente. -Yo creo que sí.

Ahora la ira oscureció los ojos del director mientras la miraba. -Si rechazas esto, no vamos a
ofrecerte un contrato de nuevo con tu patrón actual. Punto. Vas a tener que iniciar el proceso de
nuevo. Sólo que esta vez, ya no eres virgen y no tendrás el mismo poder de negociación que tenías
antes.

Poniéndose de pie, golpeó la carpeta con la punta del dedo. -No se trata de mí. Este es el
comandante tratando de herir a Talyn, y me niego a ser una parte de eso. La única razón por la que
él está haciendo esto porque su hermano tiene prohibido contratar con esta agencia después de
matar a una acompañante. Sin ofender, yo caminaría las calles como prostituta. Si me obligas a
hacer esto, voy a salirme de esta agencia.

Él se burló de sus palabras rudas. -No puedes. Nos debes diez años de honorarios a tu actual
tarifa de contrato. Eso es lo que usted acordó cuando te aceptamos y entrenamos.

-Bien. Voy a comprar mi contrato.

-¿Y tienes medio millón de créditos? Esos son los términos y las tarifas de adquisiciones.

Su visión se nubló por la cantidad. Queridos dioses, si tuviera esa cantidad de dinero, ella
nunca habría tenido que vender su virginidad. -Eso no fue lo que yo firmé.

-Esas son las tarifas que actualmente está pagando tu patrón y los honorarios que Anatole ha
acordado continuar pagando durante los próximos diez años.

¿Talyn pagaba cincuenta mil créditos al año a su agencia para tenerla? ¡Dioses santos! ¡Eso
era más de cinco veces la tasa normal de la agencia! ¿Estaba loco? Y eso era, además de pagar por
sus gastos de vida, las tasas universitarias, y estipendio mensual de gastos y sueldo.

Tú eres la única que yo quería, Felicia. Él en serio no había estado bromeando cuando dijo
eso. Prácticamente todos los créditos que ganaba como oficial iban para ella. Probablemente más,
dada su casta. ¿Con qué demonios estaba viviendo él?

Y ni una sola vez le había dicho que fuera cuidadosa con su dinero. Tu comodidad y
seguridad son mi prioridad.

Si ella no lo había amado antes, lo haría ahora.

Las lágrimas la ahogaron. -No voy a romper el contrato con Talyn. Conseguiré su cuota de
salida.

-¿Con que? Usted no es tan atractiva.


Felicia se moría por abofetear la expresión insultante de arrogancia en su rostro. Pero ella no
podía permitirse la demanda. Necesitaba cada crédito que tenía para luchar contra esto. -Usted
obtendrá sus créditos.

-Entonces te enviaremos un e-mail con la factura. Usted tiene quince días para pagar o
aceptaremos el contrato de Anatole en su nombre. -Él apretó el botón Enviar en la pantalla de su
ordenador.

El enlace de Felicia sonó inmediatamente, haciéndole saber que la factura ya estaba en su


bandeja de entrada.

-Ahora, si no te importa, tengo trabajo que hacer.

Mareada y conmocionada, ella se apartó del escritorio y se dirigió a la calle. Tan pronto como
llegó al ascensor, ella sacó su enlace y quería morir al ver la cantidad total que le debía a la agencia.

524,050.

Su mente daba vueltas. Ni siquiera su hermano tenía esa cantidad de dinero. Nadie que
conociera lo tenía. Excepto tal vez su padre. Pero se reiría de ella si se atreviera a pedirle esa
cantidad.

¿Qué voy a hacer?

Ella se mataría a sí misma antes de dejar que un monstruo como Anatole la tocara.

Subiéndose a un transporte, ella indicó la dirección de su hogar, luego usó su enlace para
acceder a su cuenta de banco. Ella ni siquiera tenía tres mil créditos a su nombre, y eso era con los
ahorros de su cuenta que había tenido desde los catorce años.

Con su corazón roto, ella borró la dirección del condominio y tecleó la de su madre. El
transporte se volvió y se condujo en la dirección opuesta. Ahogando un sollozo, ella llamó a Talyn,
que estaba solo en el condominio.

-May… -su voz se apagó cuando se contuvo-. Teniente Batur.

A pesar de que no se estaba ejecutando el video de la llamada, se quitó las lágrimas de su


mejilla. -Hey, cariño. ¿Está bien si veo a mi mamá mientras estoy fuera? ¿Te importaría?

-Para nada. ¿Todo está bien?

-Está bien. ¿Por qué lo preguntas?

-Suenas rara. Como si estuvieras disgustada. ¿Pasó algo en la agencia?

Más lágrimas cayeron mientras ella ansiaba decirle. Pero él no necesitaba oírlo ahora. -Sólo
las mierdas regulares. -Ella se encogió cuando él solicito una video-llamada. Secándose las mejillas
de nuevo y tomando una respiración profunda para calmarse, ella aceptó-. Hola guapo.

Él frunció el ceño. -¿Necesitas que vaya a recogerte?


Su consideración le atragantó. Sin importar qué, él siempre la ponía primero. -Necesito que
descanses. No se supone que debas salir de la cama. Lo sabes.

Su ceño se profundizó. -Iré por ti si me necesitas. Sólo dilo.

Trazó las líneas de su cara en su pequeña pantalla. -Gracias. Pero no he visto a mi madre por
algunas semanas. ¿Quieres que busque algo para ti mientras estoy fuera?

-Nah. Estoy bien. Solo cuídate.

-Lo haré. Ahora acuestate y descansa.

-Sí, señora. -Él besó sus dedos y luego los tendió hacia ella.

Sonriendo, ella duplico el gesto antes de colgar y se sentó en silencio mientras ella pensaba en
todas las opciones legales posibles para conseguir esa cantidad de dinero.

Siempre podría robar un banco. Prisión parecía una alternativa aceptable a ser la
acompañante de Anatole.

El transporte se detuvo frente al edificio de condominios de su madre. Felicia pagó el boleto,


y se dirigió a la puerta. Ella subió las escaleras y esperó a que su madre le dejara entrar al complejo.

Tan pronto como llegó al pasillo, su madre estaba en la puerta, esperándola.

-¿Qué pasa?

Felicia empezó a llorar de nuevo mientras se arrojaba en los brazos de su madre y le contó
todo. Siempre alta, elegante y graciosa, su madre la llevó a la cocina y le hizo un té. Ella no hablo
mientras Felicia descargó todo su predicamento.

-¿Qué hago, mami?

Su madre le entregó una caja de galletas. -¿Qué te dije acerca de ser una acompañante?

-No hay que enamorarse.

-¿Y lo que es lo primero que haces?

-No pude evitarlo. -Felicia sostuvo el enlace para mostrar a su madre la foto de Talyn en su
uniforme en la pantalla de bloqueo-. ¿Podrías decir que no a esta cara?

-Él es guapo. Pero…

-No lo conoces, mamá. Él no es como otros hombres. Él me cuida como si fuera su amada
esposa. Talyn es precioso y amable. Divertido. Cálido.

-Y tu padre también me cuido, una vez. Hasta que su mujer le obligó a dejarme. Aunque había
renunciado a todo para estar con él, incluyendo el apoyo de mi familia y de un fondo fiduciario muy
bueno, él nunca miro hacia atrás.

Eso era cierto. Pero Talyn no era su padre. -Talyn no puede casarse legalmente.
-¿Crees que hace esto mejor, Felicia? Si te quedas con él, nunca podrás tener hijos propios.

Ella negó con la cabeza. -No puedo ser la amante de Anatole. Ni por cinco minutos, ni
digamos diez años. Él es una bestia como su hermano... que probablemente me compartirá con él.
Antes me mataría.

-No seas melodramática.

-Lo digo en serio. La idea hace que se me ponga la piel de gallina.

Su madre suspiró con cansancio. -Tengo cincuenta mil que puedo prestarte, pero tiene que ser
un préstamo. No tengo esa clase de dinero y es todo lo que tengo en ahorros. ¿Tal vez podamos
llegar a un plan de pago con tu agencia?

Ella le dio a su madre una mirada divertida.

-Dije tal vez. -Con un profundo suspiro, su madre tomó un sorbo de su té-. Desde el día en
que naciste de nalgas*28, has sido imposible, hija. Nunca, nunca has hecho nada de manera fácil.

-Lo sé. Estoy trabajando en quitarte más años de vida.

Su madre soltó un bufido. -Sí. Lo haces. -Ella tomó la mano de Felicia en las de ella-. Pero tú
siempre serás mi hermosa niña. Y voy a hacer todo lo posible para ayudarte. Lo sabes. Dame un par
de días para hablar con tu padre, y ver si puedo resolver algo con esa vieja cabra.

Felicia se atragantó con otro sollozo cuando la inutilidad de esa idea la entristeció más. -Él no
pagó por mi escuela. ¿Por qué haría esto?

-Tú no le pediste pagar. No quisiste.

-Bien. Atácame con la verdad. Pero él no me ama. No en la manera en que ama a sus hijos
legales. Lo sabes.

-Aun así... tú eres su carne y sangre. Le pediré un préstamo personal. Si no lo tiene, tal vez él
sirva de fiador para un préstamo con un banco o uno de sus amigos de los inversores.

-¿Harías eso?

Su madre la miró boquiabierta de asombro. -No soy una perra total sin corazón, Felicia. Tú
eres mi hija y yo no quiero verte convertida en un peón de un macho como Anatole. Obviamente, él
tiene la intención de utilizarte para devolverle el golpe a Talyn. Sólo los dioses saben lo que va a
hacer contigo en el proceso. Lo mataría por mí misma antes de permitirle que te hiera como me
temo que lo hará.

-Gracias, mami.

Su madre la abrazó con fuerza y la besó en la cabeza. -Sonríe para mí, hija. Confía en los
dioses como te he enseñado. Vamos a encontrar una manera de sacarte de esto. Lo prometo.
*28 Cuando los bebés vienen de nalgas por vía vaginal tienen más probabilidad de lesionarse durante o después del parto que los
bebés que nacen de cabeza. Los bebés que nacen por vía vaginal en posición de nalgas también tienen probabilidad de desarrollar un
defecto de nacimiento en el cual el orificio articular de la cadera y el hueso del muslo se separan. Es una posición difícil de parir, y
por lo general cuando vienen en esa posición se hace una cirugía de cesárea para evitar daños al bebe y madre.
Pasaron el resto de la tarde poniéndose al día. Para la hora de cenar, Felicia se sentia mucho
mejor. Ella todavía no tenía ninguna solución real, pero le ayudó saber que su madre estaba de su
lado.

En el camino a casa, Felicia se detuvo en su restaurante favorito y recogió la cena para ella y
Talyn. Ella le mando un mensaje a Talyn para hacérselo saber, y se dirigió de nuevo al apartamento.

Mientras se acercaba a la puerta de entrada, una sombra cayó sobre ella.

-Disculpe -dijo, dando un paso alrededor del macho sin levantar la vista de su enlace.

Una mano de hierro se posó en sus bíceps.

Jadeando, miró hacia arriba a la cara de Chrisen Anatole. -¡Déjame ir!

Él la empujó contra la pared de su edificio. -Ninguna minsid puta rechaza mi contrato. ¿Quién
te crees que eres?

Felicia empujó su cena contra él y trató de correr.

Él la tomó de la muñeca y la abofeteó con tanta fuerza, que ella temió quedar inconsciente por
ello. La agarró del vestido, rasgándolo, y la arrastró hacia su transporte. -Te voy a mostrar lo que
ocurre con putas que no conocen su lugar.
Capítulo 19
-¡Mayor Batur!

Talyn salió disparado de la cama al oír el grito de Aaron. Un grito que fue interrumpido por
los angustiantes sollozos de Felicia. Con su corazón golpeteando, corrió a la sala de estar para
encontrar a Aaron cargándola. La dejó en el sofá y dio un paso atrás. Su cara estaba roja como si
alguien la hubiera golpeado, y su vestido estaba rasgado.

En ese momento, una rabia horrible que nunca había conocido se apoderó de él. Peor aún,
reavivó esa sensación ardiente que había olvidado en su espalda.

Tenía que controlarse. Rápido.

-¿Felicia? -Talyn la abrazó suavemente contra él.

Temblando y sollozando, ella se aferró a él y lo abrazó como si estuviera aterrorizada.

Aarón tragó saliva. -Vi a un hombre tratando de tirar de ella hacia un transporte en la calle.
Sólo tengo parte de las marcas del transporte. Lo siento.

Con su espalda aun ardiendo, Talyn luchó contra su furia antes de soltar algo en su espalda
que no podría devolver. -La salvaste. Eso es lo más importante.

Aaron asintió. -Sólo desearía haberla visto antes. Un segundo más… -Él encontró la mirada
de Talyn-. Lo siento mucho. Lo juro por los dioses, no volverá a suceder.

-¿Podrías llamar a un médico por nosotros?

-Por supuesto.

-No -dijo Felicia-. Está bien. No estoy realmente herida. Sólo asustada.

Talyn bajó la cabeza para asegurarse de que no estaba siendo valiente mientras él lentamente
ponía su cuerpo bajo control. -¿Segura?

Asintiendo, ella sorbió las lágrimas. -Perdí la cena sin embargo. Lo golpeé con ella.

Talyn le rodo los ojos. -No me importa la cena.

-Me aseguraré de que les entreguen comida desde el restaurante de la planta baja. Gratis.

Él inclinó la cabeza en señal de gratitud. -Gracias, Aaron. Por todo.

Felicia se estiró para tocar su mano. -Sí, ¡gracias!

Aaron se inclinó ligeramente. -En cualquier momento, mu tara. Voy a ver lo de su comida.

A medida que los dejó solos, Talyn tomó su mejilla en su mano. -¿Que pasó bebé?
Felicia se mordió el labio, sin saber qué decirle. Pero la única cosa que sabía, sobre todo, era
que si él se enteraba que era Anatole, lo mataría. Sin hacer preguntas. Por mucho que odiaba mentir,
nunca podía dejar que Talyn supiera la verdad. No si quería evitar que lo ejecutaran. -No lo sé.
Sucedió demasiado rápido como para ver algo.

-Lish…

-Lo digo en serio, Talyn.

-¡Si era Anatole, lo asesinare! -gruñó.

Cuando él comenzó a levantarse, ella se aferró a su brazo para mantenerlo a su lado. -¡No!
¡No sabes si era él! No puedes ir tras él. Te van a matar si lo haces.

Su mirada ardía con una furia tan cruda que sentía que la chamuscaba.

-Talyn... ¡Por favor! ¡No puedo vivir si te llevan de nuevo! No sabemos, ¿de acuerdo?

Las lágrimas llenaron sus ojos mientras él presionaba su frente con la de ella y la abrazaba de
una manera que le decía exactamente lo mucho que la amaba. Sus manos temblaban mientras la
angustia ensombrecía su mirada-. ¿Es por eso que estas rompiendo el contrato conmigo?

-¿Qué? -ella exhaló.

Él asintió con gravedad. -Tu agencia llamó ayer para decirme. Ellos querían que yo escogiera
otra acompañante. -Si ella viviera mil años, nunca olvidaría el dolor profundo en su hermoso rostro.

Nunca en su vida había querido sangre como en ese momento. Después de lo que Anatole le
había dicho acerca de Talyn y esto... -No voy a romper el contrato, Talyn. Fui a ellos para preguntar
acerca de comprarlo de vuelta.

Él se estremeció y asintió. -Es lo mejor. Entiendo.

Cuando él empezó a retirarse, ella tomó su cara entre las manos y lo obligó a mirarla. -Yo
quiero comprarlo de vuelta para poder quedarme contigo. Para siempre. Te quiero, Talyn. Solo a ti.
Ellos me dijeron hace pocos días que habían aceptado otro contrato para mí, y que ellos fueron los
que rompieron este. Les dije que me negaba a hacerlo. Y sólo fui allí hoy para averiguar la cantidad
que necesitaba para comprar mi contrato. -Ella sacó su enlace de su bolsillo y se lo entregó-. Puedes
ver los mensajes de correo electrónico por ti mismo, y las marcas de tiempo en ellos.

Él frunció el ceño. -¿Qué estás diciendo?

-Con lo que empecé. Yo. Te. Amo. Talyn. No quiero otro macho. Nunca.

Él hizo una mueca. -Felicia, no puedo darte nada.

Mordiendo su labio, ella buscó las palabras para hacerle entender que en este universo que lo
odiaba por cosas que no podía evitar, ella lo amaba por lo que era. -Yo no necesito cosas, Talyn. A
pesar de quién es mi padre, yo crecí con muy poco. En su mayor parte, me crié en lugares de una
sola habitación. Es por eso que sé cocinar y cuidar de mí misma. Los objetos materiales no me
importan. Nunca me han importado. Pero tu sí. Eres todo lo que me importa.
Sin embargo, él negó con la cabeza como si no pudiera entender sus palabras. O su lealtad. Él
pasó la mano sobre su mejilla amoratada. -No puedo ponerte en este tipo de riesgo. No puedo.

-Talyn…

-Estoy stralen, Felicia.

Se quedó sin aliento en la garganta. -¿Qué?

Él alzó la mano y sacó un lente de contacto de su ojo izquierdo y luego del derecho. Por
debajo, el iris entero era de color rojo sangre. -Fue temporal al principio. Sólo lo tenía durante unas
horas cada vez que teníamos sexo. Pero después de que regresé de Onoria y me tocaste otra vez, se
convirtió en permanente. Es por eso que dije que me dolía la cabeza la primera vez que dormimos
juntos. Yo no quiero que te sientas obligada a mí por ello. Ahora entiendes... tengo que mantenerte
a salvo.

Terror y felicidad se mezclaban en su interior. Era lo que cada hembra andarion soñaba con
tener en su vida. Un macho stralen que era solo de ella. Uno que nunca vagabundearía.

Eso era un cuento de hadas.

Pero la realidad era que iba a morir por ella. Sin dudarlo. El estaría condicionado a protegerla,
sin importar el costo para sí mismo. Nunca tendría un sentido de auto-preservación cuando ella
fuese amenazada.

-Talyn…

Sonó el intercomunicador. Ella comenzó a ignorarlo hasta que oyó la voz de Aaron.

-Tengo un oficial aquí para tomar la declaración de Tara Felicia.

Talyn maldijo. -Déjalo entrar. -Él se puso de pie-. Tengo que ponerme los contactos de nuevo.
Volveré en un segundo.

Ni bien se fue se cubrió la boca con la mano mientras recordaba haber encontrado una
solución de contactos en su cuarto de baño después de que él se reportara al palacio. Ella
estúpidamente había asumido que era de su madre, y se había incluso preguntado por qué estaba en
su cuarto de baño en vez en de la habitación de invitados.

Ahora sabía.

Stralen.

Todo se acababa de volver más complicado y al mismo tiempo más claro.

Como el agua fangosa.

El ascensor sonó. Aaron dirigió al oficial fuera de este. Levantándose, se dio cuenta de que
ella estaba todavía en su desgarrado vestido. Justo cuando ella comenzó a excusarse, Talyn regresó
con su albornoz. Él lo colocó a su alrededor y la miró a los ojos.
Era extraño. Con los contactos en su lugar, no había ninguna señal de su condición en
absoluto. Era impactante. Realmente lo ocultaban por completo. Si él no le hubiera dicho, ella
nunca lo habría sabido.

-Tara Orfanos -el oficial dijo con una leve reverencia-. Lamento tener que molestarla, pero
seguro prefiere presentar su informe aquí en vez de venir a la estación y hacerlo allá.

Ella asintió con la cabeza.

Aaron se aclaró la garganta. -Voy a poner la comida en la cocina hasta que Uds. estén listos.

-Gracias. -Ella hizo un gesto hacia el sillón-. ¿Le gustaría tomar asiento, oficial?

El macho asintió y se sentó antes de que sacar su tableta electrónica y navegar a través de ella.
Pero él no dejaba de mirar hacia Talyn de una manera extraña que le dijo que sabía exactamente
quién era Talyn.

-¿Es usted un fan del ring? -le preguntó.

El oficial se sonrojó. -Sí, mu tara. Uno enorme.

Tomó la mano de Talyn entre las suyas y la llevó a su mejilla. -Entonces, para responder a su
pregunta no formulada, Sí. Él es el Iron Hammer. No está loco.

Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro cuando se puso de nuevo de pie. -¡Ah, lo sabía! -
Mordiéndose el labio, él deslizó su lápiz en el bolsillo-. Esto es tan inapropiado de mí, pero ¿podría
estrechar su mano?

Talyn extendió el brazo hacia él. -Claro, Oficial… -Miró el nombre de la etiqueta del macho-.
Hawas.

El macho le estrechó la mano con rapidez, y luego regresó a trabajar. -Lo siento mucho por lo
que pasó usted, mu tara. Le prometo, daremos prioridad a encontrar al hombre que hizo esto.
¡Nadie ataca a la hembra del Hammer!

Talyn no habló mientras se sentaba junto a Felicia.

-Tengo la mayor parte de los detalles y una descripción de su guardia de seguridad. Lo que
necesito son los detalles de usted. ¿Lo conoce? ¿Lo ha visto antes? ¿Dijo algo durante el ataque?

-Honestamente, todo sucedió tan rápido que estoy muy difusa en los detalles en este
momento. Todo lo que recuerdo es él agarrándome y empujando y gritando. Y el pensamiento de
que sólo necesitaba escapar de él. -Las lágrimas brotaron de sus ojos, pero ella rápidamente
parpadeó-. ¿Hay alguna manera en que pueda llamarlo si recuerdo algo más?

El oficial terminó escribir con su stylus. -Por supuesto. -Sacó una tarjeta de su bolsillo y
escribió un número en la parte posterior-. Mi enlace de la oficina está en el frente. El de la parte
posterior es mi enlace personal. Usted puede llamar de día o de noche. Si se siente amenazada en lo
absoluto, le enviaremos con mucho gusto a alguien. Y si algo se acerca a usted, no importa lo
insignificante que usted piense que es, llámeme-. Le entregó la tarjeta-. Y odio tener que preguntar,
¿pero asumo que los moretones en la cara y el brazo son del ataque?
Ella asintió con la cabeza.

-¿Le importaría si tomo una foto de ellos para el registro de pruebas? ¿Y de su vestido?

-Claro.

Él levanto la tableta electrónica y la hizo recoger su cabello de la cara y exponer el cuello para
que pudiera documentarlo. Del mismo modo, se quitó la bata.

Talyn apretó los dientes al ver las lágrimas comenzando a fluir por sus mejillas. Él la atrajo
hacia su pecho y la abrazó. -Shh, munatara. Va a estar bien.

Sus piernas se doblaron.

Talyn la cogió en sus brazos. Se encontró con la mirada preocupada del oficial. -Si espera
aquí un momento, voy a estar de vuelta de inmediato. Sólo quiero ponerla en la cama.

-Sí señor.

Él la llevó al dormitorio y la cubrió con las mantas.

-Lo siento, Talyn.

-No te atrevas a pedir disculpas. Sé lo difícil que es. Vuelvo enseguida. -Él la besó en la
mejilla y agarró una revista de la mesita de noche antes de regresar a la sala, donde el Oficial Hawas
estaba charlando con Aaron.

-Gracias -dijo Talyn al oficial-. Realmente aprecio su compasión con ella.

-No hay problema. Tengo una esposa e hija, y yo sé lo furioso que estaría si algo como esto
les sucediera.

-Sí. Mejor que se alegre que Aaron estaba allí y no yo. De lo contrario, esto sería un informe
de homicidio.

El oficial asintió. -Gracias por su tiempo, Mayor Batur. Voy a tener una patrulla en la zona
por los próximos días. Por si acaso.

-Gracias. -Talyn levantó la revista Splatterdome en la mano-. ¿Quiere que firme esto para
Ud.?

-¿En serio? Gah, estaría muy honrado. ¿Podría hacerlo para Theris?

-Absolutamente. -Talyn lo firmó y se lo entregó-. Una vez más, gracias a los dos-. Los
encaminó hacia el elevador, y a continuación, fue a buscar la cena para Felicia.

出生反抗的

Felicia salió del cuarto de baño para encontrar a Talyn en el dormitorio con una gran bandeja
de comida y vino. El amor que sentía por él se extendió a través de ella. Nadie la había hecho sentir
en la forma en que él lo hacía.
Hermosa. Apreciada.

-No estaba seguro de que te gustaría o lo que va con la comida ya que no puedo beber, así que
traje tanto rojo como blanco.

-Gracias, Keramon. -Vestida con su camisón, se deslizó de nuevo en la cama-. Pero se supone
que yo debería cuidar de ti.

-Está todo bien. Estoy enojado ahora. No siento dolor más allá de la furia que me da ganas de
ir a cazar al animal que te hizo esto y despellejarlo vivo mientras grita. -Él le dio un vaso de vino-.
Te juro que voy a encontrar al bastardo y…

-Tenemos que ser productivos al respecto, Talyn.

-Estoy siendo productivo. Su mutilación sería un servicio a todos en Androkyn.

-Pero te conseguiría una sentencia de muerte.

Tomó un bocado de su ensalada. -Yo podría morir feliz con eso.

Rodando los ojos, ella tomó un sorbo de vino.

Tragando, él ahuecó su mejilla amoratada en su cálida palma. -Lamento que te lastimaran y


siento lo de tu agencia. Yo debería haber sabido mejor que hacer un contrato contigo y arrastrarte a
mi jodida vida. -Un tic empezó en su mandíbula-. Estaba tan solo esa noche en que vi por primera
vez tu foto. Estaba mirando las estadísticas de lucha sobre Steel Jaw*29 cuando el anuncio de tu
agencia apareció. Nunca hago clic en ellos, pero estabas tan hermosa y te veías tan amable y dulce.
Inocente.

Él le acarició su mejilla con el pulgar. -Era la foto donde tenías la mano izquierda levantada,
retirando el cabello de tu cara. Tus ojos me cautivaron y perdí mi corazón por ti en ese instante.

Ella resopló ante él. -Sí, claro... eso fue lo que notaste. No que estuviera en un pequeño
sujetador y bragas en esa foto.

Él se rió de su tono hosco. -Tu sujetador y bragas eran más circunspectos en esa foto que los
bikinis que las otras llevaban en las suyas.

-Pensé que no mirabas a nadie más.

Él rió. -Yo no era Stralen en ese entonces, o muerto. Yo solo veía. -El humor murió en su
rostro mientras mantenía la mirada con ella-. Pero yo no estaba interesado en ellas.

Ella arrugó la nariz. -Sí, está bien. Era un sujetador y calzoncillos deportivos, no una tanga. El
camarógrafo de la agencia tuvo un derrame cerebral cuando vio lo que había traído para ser
fotografiada. Estaban horrorizados por mi elección... y el hecho de que tuviera más masa muscular
que los dos machos combinados.

Él pasó los dedos por el brazo de ella, dejando escalofríos en su estela. -Me encantó que no
eras flaca, pero si musculosa. En la foto en la que estabas flexionando los brazos... esa fue la que
realmente me conquistó.
*29 Mandíbula de Acero
-¿Músculos? Por Favor. En comparación contigo, soy una fofa y vieja hembra. Estoy bastante
segura de que tu bíceps izquierdo es más grande que mi cintura.

Riendo, él hundió su mano en su cabello. -Y estos rizos... me perseguían. Todo lo que quería
era enterrar mi mano en ellos y sentir tu pelo sobre mi pecho.

-Así que fueron los rizos y los músculos los que te atraparon, ¿eh?

-No. Lo que me atrapó fue el hecho de que cuando me conecté, no había fotos de desnudos
tuyos. A diferencia de las demás, eras una verdadera tara. -Trazó sus labios con la punta de su
dedo-. En toda mi vida, nunca he deseado nada tanto como yo deseaba hablar contigo. Para ver si
eras tan dulce y suave como aparentabas.

-Una gran decepción, ¿eh?

Él negó con la cabeza. -Fuiste mucho más de lo que nunca había esperado encontrar. Todavía
no puedo creer que estés aquí conmigo.

Ella quería llorar por la sinceridad en sus ojos. -¿Es por eso que accediste a pagar la totalidad
de tu salario de oficial?

Él se retiró con un jadeo sorprendido. -¿Qué?

Ella entrecerró los ojos en él. -Tengo que comprar el valor de mi contrato contigo con la
agencia. Me enviaron una factura para ello. ¿Cincuenta mil al año, solo a la agencia? ¿Estás loco?

Él apartó la mirada con timidez.

Felicia quería estrangularlo por tirar su dinero de esa manera. -Eso es lo que estás pagando, ¿o
no?

Él se encogió aún más antes de responder. -En realidad, estoy pagando setenta y cinco mil.
Los cincuenta mil de comisión de cancelación se negociaron antes de que se redactara el contrato.

Durante un minuto, ella no pudo respirar cuando esas palabras entraron en sus oídos, y estos
no querían creer lo que escuchaban. -¿Qué?

Él asintió con la cabeza. -Tuve que pagar treinta y cinco mil por adelantado. Y acordar setenta
y cinco mil por el periodo de prueba y los primeros cinco años. Y cincuenta para los próximos diez
años, después de que, siempre y cuando, estuvieras de acuerdo en ampliar tu contrato conmigo.

Ella le dio lo golpeo con una almohada. -¿Estás loco? ¡Eso es más de un millón de dólares por
mí! ¡Oh Dios mío! ¡Talyn, eres un idiota!

Él la miró boquiabierto.

-¡Bueno, lo eres! ¿Quién hace eso? ¡Oh, Dios mío! -repitió. Pero en su corazón, ella sabía la
respuesta real. Era un hombre que no tenía otra opción. Uno que estaba siendo abusado por aquellos
que podían exigir lo que querían y su única opción era pagar o estar solo-. No puedo creer que
hayas estado de acuerdo con eso.

-Volvería a pagar eso y más por ti, Felicia.


Ella resopló ante sus dulces palabras. -Ese es el stralen en ti hablando.

-Yo no era stralen cuando firmé el acuerdo. -Él metió la almohada detrás de ella-. Entonces,
¿cuánto necesitas para comprar tu contrato?

-Un poco más de medio millón.

Él aspiró bruscamente. -¿Qué tan pronto lo necesitas?

-Quince dias.

Maldiciendo, él hizo una mueca. -Me quedan trescientos cincuenta mil en una cuenta de
ahorros.

Ella lo miró boquiabierto ante esa cantidad. -¿Cómo? Los oficiales no ganan ese tipo de
dinero.

-Tuve que demostrar a la agencia que podía permitirme a ti y tus honorarios. Así que firme
por las peleas que normalmente he rechazado, y para poner los pagos anticipados por adelantado en
ahorros, inversiones y este condominio.

Se sentía enferma al darse cuenta de lo que había estado dispuesto a hacer por ella. -Esa es la
verdadera razón por la que vas a pelear en contra de Death Warrant?

Él asintió con la cabeza. -Y Iceman*30. Steel Jaw. The Mountain*31. Slayer*32.

-¿Cinco peleas?

-Seis, contando con la que ya luché.

-¡Talyn!

-¿Qué? Es lo que tenía que hacer para conseguir ese tipo de créditos. Para encuentros a
muerte, me dan ochenta y cinco mil en una pelea, más otros veinte si gano. Normalmente solo me
dan quince mil con un bono de cinco mil si gano.

Ella se quedó en silencio mientras ella hizo los cálculos en su cabeza. -¿Así que lo que me
estás diciendo es que en un combate a muerte, de cada billete de doscientos créditos que venden,
que apenas ganas cuatro créditos?

-Tres y dos partes, después de honorarios de vestuarios y limpieza. Luego, después de


pagarles a Erix y Ferrick, puedo contar simplemente con un único crédito. Después de impuestos,
realmente es medio crédito.

Para poner su vida y salud en la línea.

Ella no lo podía creer. Empleados que llenan estanterías ganaban más. -Sin embargo, tú eres
la razón de que se agoten todos en las peleas…

*30 Hombre de Hielo


*31 La Montaña
*32 El Asesino
Él mordisqueó su ensalada con una indiferencia que le daba ganas de golpearlo. -Yo ganaba
sólo tres por ciento de eso en la liga abierta. Y ganaba cincuenta mil menos por pelea antes de que
ganara el Campeonato Investido. Estoy muy contento con lo que me pagan ahora. Confía en mí.
Soy el peleador mejor pagado en la historia del ring.

Grandioso. No era eso lo que ella quería oír.

-Todavía no es justo.

Talyn no comentó mientras tragaba un bocado de comida. -Si estoy de acuerdo en aceptar
cuatro peleas más por el título en los próximos seis meses, tendríamos lo que necesitas para
comprar el contrato.

Ella lo miró boquiabierta ante lo que él estaba dispuesto a hacer.

Por ella. Pero no estaba tan segura de querer que él hiciera ese sacrificio. -Talyn, no puedo
hacerte esto. Me siento enferma de lo que ya has aceptado. Yo no quiero ser la razón por la que
estás siendo golpeado como una pulpa hasta perder el sentido.

-Me siento sin sentido sin las palizas -dijo en broma-. Además, yo soy la razón de que están
haciéndote esto. Puedo conseguir un préstamo por adelantado con Ferrick hasta que contratemos las
otras peleas. Tú podrías pagar el contrato como primera acción de la semana. Entonces serás
totalmente una civil y tu agencia no te podrá tocar.

Sonaba todo muy bien, excepto por una cosa. -Vas a quedar en quiebra.

-Yo no necesito nada, Felicia. Mis uniformes, cuarto y comidas en la milicia salen
directamente de mi sueldo. Compré mi motocicleta aérea sin préstamos. Como soy un campeón, el
gimnasio me suministra con equipo de entrenamiento y el tiempo de forma gratuita. La única cosa
en que siempre gasto créditos es en el almuerzo, y puedo comer en el comedor. No tengo que salir.
Y puesto que mi rango bajó, no tengo que tener seguro de vuelo para cubrir el costo de mi nave en
caso de que la estrelle. Esos son trescientos créditos extra al mes que ahora puedo ahorrar.

Él hacía que todo sonara tan factible y fácil. Sin embargo, ella sabía que no lo era. -No puedo
pedirte que hagas esto por mí.

-Felicia, lo habría tenido que pagar de todos modos, si hubieras contraído contrato conmigo
después de nuestro período de prueba.

-Pero yo no sabía eso antes de esto.

Él le tomó la mano y la llevó a su corazón. -Munatara a la frah. Si tuviera un deseo, sería


tener un nombre y linaje para darte. Pero los dioses no me lo concedieron. Todo lo que tengo para
ofrecer es mi corazón y lealtad. Además, si nos casamos, todo lo que tengo sería tuyo de todos
modos. Así que toma todo. Yo no quiero nada de esto sin ti.

Ella tiró de los labios de él hacia los de ella para poder besarlo. -¡Te odio, bastardo!

Horrorizado, él tiró de su cabeza hacia atrás como si ella lo hubiera abofeteado. -¿Disculpa?
-Me has arrancado el corazón y me has hecho llorar más que nadie. Lo eres todo en esta vida
para mí. No me importan las leyes o los nombres o cualquier otra cosa. Sólo quiero que estés
seguro, Talyn.

-Y eso es lo que siento por ti.

Sin embargo, eran la mayor amenaza uno para el otro. Felicia levantó su comida.
Honestamente, no tenía apetito.

Él puso su mejilla en la de ella. -Termina tu cena. Voy a llamar a Ferrick y hacer que empiece
con la transferencia de fondos.

Ella lo sostuvo contra sí. -No necesito un contrato para ser tuya, Talyn. Que se jodan las
costumbres y leyes andarion.

-Te amo, también. -Él la besó, luego se fue.

Sola, se tocó la mejilla punzante e hizo una mueca de lo mucho que le quemaba y dolía.
Como si estuviera en llamas. Su ojo seguía lagrimeando por el golpe. Anatole apenas la había
golpeado. No podía imaginar lo que se sentían los golpes que Talyn recibía en una sola pelea.

Peor fueron las pistas de las historias de horror con las que Anatole se había burlado de ella
sobre Talyn mientras él había tratado de arrastrarla a su transporte. Tapándose los oídos, cerró los
ojos e hizo todo lo posible para borrarlo todo.

Todavía no podía creer lo que Talyn estaba dispuesto a hacer para sacarla del apuro. Era más
de lo que cualquier macho haría por una hembra que no era de su sangre o esposa.

-Yo te lo pagaré -susurró-. Hasta el último crédito.

Y de alguna manera, iba a encontrar su propia manera de eliminar permanentemente a


Anatole de su vida. Incluso si tenía que matarlo ella misma.
Capítulo 20
-¿Dónde está ella? -dijo Galene tan pronto como apareció en el vestíbulo mientras veía a
Talyn dejar la cocina para dirigirse hacia su dormitorio.

Ella hizo un tiempo notable cruzando la ciudad. Él solo la había llamado hacía poco para
preguntarle qué era lo que debía hacer para ayudar a Felicia. Apenas terminó de decir que Felicia
fue atacada antes de que su madre se dirigiera en línea recta hacia ellos.

Ella lo abrazó. -¿Tú estás bien?

Él sacudió la cabeza mientras otra ola de furia subía por su garganta. -Quiero matar al
bastardo responsable, Matarra. Es todo en lo que puedo pensar.

Ella acunó la cara de él entre sus manos. -Lo sé, bebé. Lo sé.

Culpa, miedo, y una furia imprudente impregnaban cada molécula de su cuerpo. -Si Aaron no
hubiese estado prestando atención, ella estaría en sus manos. Justo ahora. -Apretó los dientes-.
Estuve tan cerca de perderla…

Asintiendo, ella parpadeó para alejar las lágrimas. -No te preocupes, precioso. Me quedaré
esta noche y me aseguraré que ella no se sienta sola para nada. Y ya llamé a Jayne. Ella va a
encargarse de la seguridad para Felicia. Nadie va a acercarse a ella de nuevo. Te lo prometo.

-Dile que lo cargue a mi cuenta.

Su madre le dio una mirada irritada. -Eres más listo que eso. -Ella besó su mejilla y fue al
dormitorio. Tan pronto como vio a Felicia, soltó una maldición.

Los ojos de Felicia se ampliaron cuando se encontró con la mirada de Galene. -¿Comandante?
¿Qué hace aquí?

-Vine tan pronto me enteré. ¿Cómo estás?

-Preguntándome como Talyn puede mantenerse de pie después de una pelea. Nunca me
percaté cuanto duele ser golpeada.

Asintiendo, Galene se sentó en la cama a su lado para inspeccionar su mejilla y labio. -Lo sé.
Fui golpeada una vez durante el entrenamiento y mi ojo lagrimeo por días. -Ella acunó la barbilla de
Felicia en sus manos e inclinó su cabeza hacia atrás con suavidad-. Lamento tanto esto.

-No fue su culpa.

-De alguna forma se siente como si lo fuera.

-No, Comandante. Estaré mucho más atenta en el futuro. No más mensajes de texto mientras
camino.

Galene palmeó su mano. -¿Le has dicho a tu hermano?


-Aún no. -Ella dirigió su mirada hacia Talyn-. Me imagino que un macho altamente aireado
lleno de sed de sangre era todo lo que podía manejar por una noche. Como tú, Lorens vendría de
inmediato, y tengo la mala impresión de que los dos harían equipo e irían por una cabeza para
cortar.

Galene se rió.

Talyn, no tanto. -Él necesita ser encontrado y eliminado de la reserva genética.

Felicia gesticuló hacia él. -Ves.

Completamente firme, cruzó los brazos sobre su pecho. -Mi trabajo es proteger a las hembras
que son importantes para mí. No soy mi padre. No me alejo de mis responsabilidades.

-No deberías culpar a tu padre por eso, Talyn. Él no sabía que estaba embarazada cuando me
dejó. Eso recae solamente en mí por mal juicio. Si él hubiese sabido, no se hubiera ido.

Talyn soltó un resoplido burlón.

-¿Por qué no le dijiste? -le preguntó Felicia a Galene.

-No quería que se quedara por obligación. Eso habría estado mal. Tan estúpido como suena,
lo quería conmigo porque él me amaba. Ahí es donde yo fui egoísta. Si pudiera volver atrás, si solo
supiera entonces cuan dura haría la vida de Talyn esa decisión, simplemente se lo habría dicho y
lidiaría con ello. Pero era una niña estúpida que pensaba que las cosas resultarían diferentes. Que
algunas hadas mágicas vendrían y harían todo maravilloso y divertido. No tenía idea de cuán
mezquinos y crueles podían llegar a ser los andarions. Ni hablar de mi propia familia.

Talyn tocó el hombro de su madre. -Hiciste lo que creíste era lo mejor.

-Para mí. -Cerrando los ojos, Galene movió la mano de él hasta su mejilla-. Lamento tanto lo
que te he hecho. Desearía poder cambiar ese día y mi reacción.

-Matarra, no. Ha sido mi honor ser tu hijo. A pesar de los cretinos.

Felicia no estaba segura quién estaba llorando más. Si ella o su madre. Galene tiró a Talyn
entre sus brazos. -Ninguna madre ha dado a luz a un mejor hijo. -Ella besó su mejilla.

Mientras Talyn se incorporaba, el intercomunicador sonó. Excusándose, él fue a responderlo.

Tan pronto como él dejó la habitación el enlace de Galene también sonó.

Asustada de repente, Felicia tragó. -¿Ocurre algo? ¿Estamos bajo ataque?

Galene frunció aún más el ceño cuando se encontró con su mirada. -¿Talyn firmó por cuatro
combates de sangre por el título? ¿Perdió la cabeza?

Felicia farfulló, insegura de que decir.

-¡Voy a matarlo! -Furiosa, Galene se fue tras él.


Aterrorizada de pronto por Talyn si su madre le ponía las manos encima, Felicia la siguió y
apareció justo cuando una pareja mayor ingresaba al vestíbulo para encontrarse con Talyn, que los
estaba esperando.

Ella intercambió una mirada confundida con Galene mientras anudaba su bata por encima del
camisón.

Solemne y respetuoso, Talyn inclinó su cabeza a la pareja.

El macho mayor parecía tan desconcertado como lo estaban ellas. Su mirada incrédula vagaba
sobre Talyn. -¿Mayor Batur?

-Era. Ahora soy el Teniente Batur.

La furia en los ojos del macho mayor era tangible. -¿Por lo que hiciste por nuestra hija?

-Por muchas razones.

La hembra miró por encima de él. -¿Tu madre y tu hembra?

Talyn dio un paso atrás. -Sí. Comandante Adjunta Galene del Clan de Sangre Alada de Batur
y Ger Tarra Felicia… estos son Pyra y Selahan del Clan de Sangre Luchadora de Altaan.

Felicia se ahogó cuando él le dio el más alto honor al reclamarla como su verdadera dama.

Pyra sonrió mientras las lágrimas llenaban sus ojos. Cubriendo su corazón, inclinó la cabeza
ante ellos. -Es mi más grande honor conocerlas a ambas, en especial a usted, Comandante. La alabo
por su noble y honorable hijo. Es una luz para nuestra raza.

-En efecto, -acordó Selahan-. El crédito es para ambas.

Con la mano temblando, Pyra sacó un juego de rosarios que tenían un pequeño emblema
Asukarian al final de ellos. -No sé si eres o no un Ortodoxo Yllam…

-Lo soy, -susurró Talyn.

Ella sonrió mientras una lágrima corría por su mejilla. -Estos eran de mi Berra. Pertenecían a
su abuela que se los dio como regalo de Confirmación. Sería nuestro honor eterno entregárselos
para sus niños, algún día.

-Ger Tarra, no puedo tomar una pieza de su historia familiar.

Ella los presionó en la mano de él. -Por favor. Sé lo que hizo por mi preciosa hija. Cuán duro
peleó para mantenerla a salvo. De no ser por usted y sus amigos, nunca hubiésemos sabido que le
ocurrió. Nunca hubiésemos tenido su cuerpo para enviarla a su camino a la eternidad. Ella querría
que usted tuviera estos así ella siempre podrá vigilar y proteger a los que usted ama.

De verdadera manera andarion, Talyn acunó las manos de ella entre las suyas e inclinó su
cabeza hacia ella, un gesto de extremo respeto y aprecio. -Las atesoraré por siempre.

Ella se levantó y colocó su mejilla contra la de él. -Gracias.


Cuando Talyn fue a saludar al padre, él tiró de Talyn para darle un apretado abrazo. -Que los
dioses te vigilen y protejan, hijo. Siempre. -Entonces también presionó su mejilla contra la de
Talyn-. Gracias por hacer lo que pudo-. Haciéndose hacia atrás, saludó a Galene, quien regresó el
saludo con lágrimas en sus ojos.

-Estoy muy apenada por su perdida, -susurró Felicia. - Sé que los dioses y los santos la están
recibiendo en su hogar.

-Gracias. -Ellos se inclinaron respetuosamente antes de marcharse.

Felicia se movió para acariciar la espalda de Talyn mientras él pasaba las cuencas por sus
dedos. -¿Berra?

-Nigthdice. Intenté evitar que Anatole las atacara a ella y a Syndrome. Ambas fueron
castigadas por eso, y ella murió en Onoria justo cuando yo era rescatado.

-Lo lamento tanto.

Él se giró y la envolvió en un abrazo tan fuerte, que ella apenas podía respirar. -No dejaré que
eso te ocurra a ti, Felicia. Cueste lo que cueste, te mantendré segura. Hasta mi último aliento.

-¿Y que hay acerca de ti? -preguntó Galene con furia-. Tú eres mi bebé, Talyn. Pero ahora
mismo… me está tomando todo lo que tengo no dispararte justo donde estás parado.

Soltando a Felicia, Talyn se puso pálido. -¿Qué? ¿Qué hice ahora?

Ella sostuvo el enlace hacia él. -Estoy en el servicio de noticias del Ring. Ferrick acaba de
revelar a los medios de comunicación de que aceptaste encuentros de sangre con Mortician,
Widowmaker, Soulless y Slaughter House*33. ¿Qué diablos es esto? ¿Por qué harías algo tan
estúpido? ¿Has perdido la cabeza?

Él apretó los dientes antes de responder. -Tuve una reducción en mi salario y rango.

Sacudiendo la cabeza, ella se movió para enfrentarlo. -¡Prohíbo esto! ¿Me oyes? Ellos son
cuatro de los más despiadados asesinos en el negocio. Hacen ver a Death Warrant como un
petulante niño de colegio. Todos ellos se enorgullecen de asesinar a cualquiera lo suficientemente
tonto de poner un pie en el ring para pelear con ellos. Tú siempre has rechazado sus invitaciones.
¿Por qué aceptarías ahora? ¡Y nada menos que para un encuentro de sangre! -Ella se giró hacia
Felicia-. ¡Háblale! ¡Dile que no!

Felicia tragó fuerte cuando se encontró con la hosca mirada de Talyn. -¿Qué es un encuentro
de sangre? ¿De alguna forma es diferente de uno normal?

-Oh si, -dijo Galene sin aliento-. Los encuentros de sangre son peleados con Warswords*34.

Por un momento, Felicia no pudo respirar. Talyn había dejado un detalle extremadamente
importante fuera de su discusión. En ningún momento le dijo que estaría peleando a muerte… ¡con
espadas! Era una buena cosa que él la sobrepasara diez veces en peso. De otra forma ella empezaría
un encuentro de sangre con el Hammer más temprano de lo previsto.

*33 Funerario, Hacedor de Viudas, Sin Alma, y Matadero, respectivamente.


*2 Espada de Guerra
Como aquí y ahora.

Mareada del miedo, lo miró boquiabierta. -¿Por qué ellos? ¿Con eso?

Él dio un vistazo hacia su madre antes de responder. -Cuanto más sangriento el encuentro,
más alta es la recaudación. Necesitamos la casa llena. Es lo que le dije a Ferrick que hiciera. Los
escogí cuidadosamente a ellos como mis oponentes.

Felicia se sentía enferma del estómago. -Estoy con tu madre. No te quiero enfrente de nadie
con esos nombres. Definitivamente no con espadas. ¿Estás loco?

-No tenía elección. -Miró de ella a su madre-. Ni siquiera puedo postularme para una
promoción por tres años completos. Entrar al ring con ellos no parece tan peligroso como lo que
hago cada vez que me reporto en mi puesto. En especial ahora. -Dio un golpecito con sus garras a
las cicatrices en su hombro que lo marcaban como un Paria-. Mientras lleve estas marcas, cualquier
Andarion que las vea está atado por honor a atacarme. Al menos en el ring me pagan. Y allí puedo
legalmente combatirlos.

Galene sacudió su cabeza en negación. -Tylie prometió que harían que te transfirieran al
palacio de nuevo. Y no fue a mí. Le hizo esa promesa a su hermana, quien te quiere bajo mi
comando.

-Y Tylie no es la tadara, -gruñó él-. Ella no está a cargo de los militares. Nunca usó un
uniforme. Soy un luchador, Ma. Es todo lo que conozco. La propia tadara redujo mi rango. ¿Piensas
por un minuto que esa perra me va a permitir entrar a su guardia personal tan cerca de los miembros
de su familia a los que quiero cortarles la garganta? Desafortunadamente, ella no es así de estúpida.

Gruñendo, Galene lo golpeó con sus garras. -Te arrojaría lodo si tuviera un poco. -Furiosa,
ella los dejó, maldiciéndolo a él y a su padre por lo bajo mientras se dirigía a la habitación de
invitados en el fondo.

Talyn se encontró con la ceja arqueada de Felicia. -Ella necesita calmarse. No puedo hablar
con ella cuando está así. Es completamente irrazonable. Con mi suerte, ella me dispararía, solo para
mantenerme fuera del ring.

-Tal vez ella debería. Los dioses saben que yo estoy tentada.

-Hablamos sobre esto, Licia.

-No. Tú hablaste acerca de pelear. No… -ella gesticuló hacia su madre-, -de caminar hacia un
encuentro asesino con andarions tras tu garganta y empuñando Warswords.

-Es por eso que llaman al ring el Splatterdome*35 y no la Tierra de los Conejitos Esponjosos
Rosas. -Él se mordió el labio antes de seguir-. ¿Qué quieres que haga, Felicia? ¿Hacer guardia en el
dormitorio de Anatole mientras él te viola? Porque te lo prometo, eso es lo que él está planeando
hacer.

Ella se estiró para tocarlo, entonces rápidamente se alejó. -No puedo hacer esto, Talyn. No
puedo arriesgar tu vida por mi libertad. Mi Dios, ¿qué pasa si algo te ocurre en una de esas peleas?

*35 Cúpula de la Salpicadura, como se sigue nombrando, se optó por dejarlo como en el original.
Él se dirigió hacia ella con los ojos en llamas. -Preferiría morir a que ese animal ponga sus
manos sobre ti. Tarde o temprano, la muerte viene por todos. Ninguno de nosotros puede detenerla.
Pero no voy a ir tranquilamente hasta mi tumba. Ya sea mañana o en cien años, voy a irme con
sangre en mis puños. Peleando a cada paso hasta la eternidad.

Queriendo asesinarlo ella misma, ella tiró la cabeza de él hacia abajo para así poder juntar sus
frentes. -Quiero golpearte tanto que puedo saborearlo. ¡Eres tan exasperante!

-Y me amas por eso.

Ella mordió su barbilla.

Siseando, él se alejó. -¡Ow!

-Tienes suerte que eso es lo único que puedo obligarme a hacerte. Porque lo que realmente
quiero es paletear tu trasero como un cura enfadado atrapando tu mano en la caja de colecta del
templo.

-Ahora solo estás intentando ponerme caliente.

Como había hecho su madre, ella lo golpeó con sus uñas. -Ni siquiera intentes hacer esto una
cosa sexual. Vas a dormir en otra habitación.

-Felicia…

-Lo digo en serio, Talyn. Estoy tan enojada contigo que no confío en mi misma para estar en
la misma cama contigo mientras te encuentras indefenso.

Un tic comenzó en su mandíbula. Él estaba lejos de ser indefenso. Al menos contra cualquier
otro que no fuera Felicia.

-Bien, -soltó él, dirigiéndose hacia el dormitorio. Agarró su almohada de la cama-. Duerme
sola. Yo soy un chico grande. Puedo soportarlo. Los dioses saben que lo he pasado peor-. Se dirigió
a un cuarto más lejano por el pasillo.

Felicia comenzó a ir tras él.

¡No te atrevas!

¡Deja que piense en ello hasta que vuelva a sus sentidos!

Ella se obligó a si misma a regresar al dormitorio y trabar la puerta. Esto no era acerca de
herir sus sentimientos. Era sobre salvar su vida. Honestamente, quería vomitar ante el simple
pensamiento de él yendo contra esos monstruos para comprarla de la agencia. Ella deseaba nunca
haber descubierto lo que él hizo para conseguirle este condominio y comprar su contrato en primer
lugar.

Los patrones se suponían que eran machos viejos cuyas esposas estaban cansadas de servirles.
O viudos que querían acompañantes para que cuidaran de ellos hasta que encontraran una familia
respetable con la cual comprometerse. Setenta y cinco… esa era la edad promedio para un patrón.
Setenta y cinco. ¡No veinte! Su propio padre estaba en bien entrados los cincuentas cuando contrató
a su madre. Ella nunca antes escuchó de un patrón tan joven como Talyn. Lo que fue parte de la
razón por la que ella aceptó en conocerlo.

Absoluta curiosidad.

A menos que estuvieran comprometidos o casados, los machos de la edad de Talyn iban a las
prostitutas. Así era como funcionaba la sociedad.

La madre de Talyn estaba en lo cierto, él nunca hizo nada en su vida como los otros
andarions. ¡Ugh!. Ella podría patear…

El enlace de Talyn empezó a sonar.

Ella se inclinó para contestarlo y se congeló al ver el nombre de Jayne y la foto de una hembra
increíblemente hermosa soplándole un beso.

¿Qué diablos era eso?

Antes de que pudiera recuperarse del shock, cambió al buzón en altavoz que él usaba siempre
que estaba en casa.

-Hey, sexy bebé. Es Jaynie llamando acerca de tu problema con tu chica. Como siempre,
estoy más que feliz de encargarme de tus necesidades, y estaré allí tan pronto como pueda. Solo
resiste y mantente precioso, mi hermoso dulce trasero*36. No quiero ver ningún bebé fruncido
cuando llegue ahí. Lo prometo, voy a poner una enorme sonrisa en esa magnífica cara que tienes.
¡Te amo, sexy T! Te veo pronto.

Con su mandíbula por el suelo, Felicia no estaba segura que la enojaba más. La apariencia de
la mujer. Sus palabras. O esa voz exageradamente aguda, dulce y sensual. Tal vez eran las tres que
se unían para encender una furia en su alma tan insoportable, que podía sentir la sangre de Talyn
que ella tenía intención de hacer correr.

Oh, olvida el ring. El Splatterdome estaba aquí. Hoy. En este condominio. Y ella iba a obtener
su parte de carne del Iron Hammer.

出生反抗的

Gruñendo con irritación, Talyn golpeó su puño contra la almohada mientras intentaba
acomodarse en la cama. Aún no podía creer que Felicia lo echara de su cuarto, teniendo en cuenta
todo lo que él había hecho para hacerla feliz.

¿Ella creía que él quería pelear con esos animales? ¿Lo hacía su madre? ¿Quiénes pensaban
que eran sus hembras para enojarse con él?

Todo lo que hacía, lo hacía por su madre y Felicia.

¡Enfréntalo, no puedes complacer a nadie! ¡Los andarions apestan! Las hembras en especial.

La puerta se abrió. Por un segundo, su corazón se iluminó por la aparición de Felicia.

*36 Sweet cheeks en el original, hace referencia a alguien que tiene un trasero para comerlo.
Hasta que ella furiosamente le arrojó el enlace tan fuerte que, de haber hecho contacto con su
cuerpo, le hubiese dolido.

-¡Tú, maloliente bastardo tramposo! -Felicia se apoderó de su almohada, la sacó de debajo de


su cabeza, y comenzó a golpearlo con ella-. ¡Stralen, mi trasero!

Talyn levantó el brazo para protegerse. Maldición, para una almohada, dolía más de lo que
debería. -¿Qué ocurre contigo?

-¿Aparte de ti? ¡Nada! Ni una maldita cosa. ¡Te odio!

Talyn le quitó la almohada de sus manos. Ella se movió para morderlo de verdad.

Con colmillos.

Talyn la atrapó y giró con ella para así poder sujetarla contra la cama. Gentilmente, sostuvo
sus manos contra su cabeza.

Chillando, ella intentó de apartarlo.

Si no estuviera asustado de ser castrado, él se hubiera reído por sus inútiles esfuerzos. Su
fémur pesaba más que ella.

-Felicia, ¿qué te ocurre?

-¿Quién mierda es Jayne, Talyn? ¿Uh? Deberías haberte llevado el enlace contigo, ¡bastardo
desleal!

En lugar de aclarar las cosas, eso solo lo confundió más. -¿Qué?

-¿“Dulce trasero”? ¿“Mantente sexy”? ¡Bastardo! ¡Te odio!

Era una cosa estúpida para hacer, pero él no pudo evitarlo. Se rió.

Lo que la hizo gritar como si la estuviera asesinando.

Su madre llegó corriendo a la habitación y se detuvo tan pronto como los vio enredados y a
medio vestir en la cama. Si, esto era incómodo. Él estaba usando sus calzoncillos cortos militares y
el vestido de Felicia estaba rasgado de tal forma que parecía una especie de juego sexual. La cara de
ella se volvió de un rojo brillante.

-¡Ma! -gritó cuando ella emprendió una rápida retirada-. Regresa. No es lo que piensas.

Ella habló en torno al marco de la puerta. -Entonces, ¿debería preguntar qué es?

-Dile a Felicia quién es Jayne.

-¿Jayne Erixour?

-Seh. Porque no creo que ella me crea si le digo yo. -Se bajó de Felicia.

Bajándose el vestido, ella lo miraba fijo mientras su madre entraba a la habitación.


Galene se mordió el labio. -Oh queridos dioses, ¿qué hizo Jaynie ahora?

-¿Quién es ella, Comandante? -preguntó Felicia.

-Mi mejor amiga. La otra madre de Talyn.

Felicia frunció el ceño. -¿Qué?

Talyn recogió su almohada y la regresó a la cama. -¿Recuerdas cuando te conté que tuve una
maestra que me llevó a casa y me cuidó hasta que mi madre fue dada de alta del hospital?

-Sí.

-Jaynie.

-No, -dijo Felicia, sacudiendo la cabeza-. Vuelve a pasar su mensaje y dime que eso suena
como una maestra y figura materna.

Encogiéndose interiormente, él se pasó una mano por la cara. -Agh, puedo imaginarlo. La Tía
Jayne es un individuo único. Diferente a cualquiera que hayas conocido. El hecho de que alguna vez
la hayan dejado entrar a un aula dice mucho acerca del sistema educacional hyshian. -Se acercó el
enlace y escuchó. Y con cada palabra, retorcía más la cara. Si, de acuerdo, él también se hubiera
golpeado.

Le alcanzó el enlace a su madre para que escuchara. Suspiro con fuerza. -Sí, esa es Jayne. -
Ella se lo regresó a él-. ¿Para que la llamaste?

-Por la seguridad para Felicia que mencionaste. -Él le dirigió una mirada seca a ella-. Ese es
“mi problema femenino” al que se refiere.

-¿Por qué una figura materna te llamaría sexy?

-Es Jayne, -dijeron al unísono él y su madre.

Galene asintió. -Ella lo ha estado llamando sexy desde que estaba en la primaria.

-¿En serio?

Talyn se rascó la oreja avergonzado. -Fui al colegio con hyshians, Licia. Me sentía como un
monstruo horrible, todo el tiempo. Jayne comenzó a llamarme así para que me sintiera mejor
conmigo mismo. Realmente no funcionó ya que todos los demás me miraban como una pulga
enferma a punto de darles una incurable enfermedad alíen, pero era su manera de intentarlo.

Aún sentada en la cama, ella acercó las piernas al pecho y las envolvió con los brazos.
Mirándolo por encima de las rodillas, ella le dio el más tierno puchero. -Perdón. Pero tienes que
admitirlo, esa llamada fue bastante condenatoria.

-Sí. Clásico de Jayne.

Su madre rió. -Ya que no hay ningún asesinato en transcurso, voy a dejarlos para que arreglen
esto. -Hizo una salida rápida.
Talyn dudó. -¿Es seguro o necesito prepararme para la batalla?

-Tal vez quieras prepararte un poco. Aún estoy enojada por lo otro… ¿En serio llamaste a
Jayne por seguridad para mí?

-Por supuesto que lo hice. Y Jayne es la que me rescató de Onoria. Hadrian, a quién conociste,
es su esposo. Ellos tienen niños. También la hubieras conocido, pero tuvo que salir volando por
otras obligaciones con Los Centinelas cuando me traían a casa.

Ahora ella se sentía completamente estúpida. Aunque ella sabía que la esposa de Hadrian
estuvo con ellos, nadie mencionó a Jayne por su nombre.

Ella dobló el dedo para que él se acercara más.

Talyn dudó. No estaba realmente seguro de su humor. Como él no había pasado mucho
tiempo alrededor de nadie excepto su madre, Jayne, y su esposo, no era realmente bueno en leer las
emociones de los demás.

Y, bueno… Jayne y su madre lo hacían fácil. Cuando estaban enojadas, se lanzaban a asaltos
verbales altamente hostiles que terminaban con un trasero pateado y restricción. Y en cuanto al
esposo de Jayne, Hadrian era extremadamente equilibrado y mostraba tantas emociones como una
estatua, la mayoría de los días.

Avanzó hacia ella. -¿Debería eliminar los proyectiles?

-No, -dijo ella hoscamente-. Ven aquí, Talyn.

Preparándose para lo peor, él obedeció. -¿Si?

Ella jugueteó con la oreja de él. -Lo lamento. Por todo. Es solo que no estoy acostumbrada a
preocuparme tanto por alguien más. Más ahora, que me tuve que sentar en un hospital porque
estabas seriamente herido. Y he visto como luces luego de una pelea. No es lindo. -Ella señaló el
moretón que tenía en la cara-. Y ahora que fui golpeada, tengo una completa nueva apreciación por
lo que pasas. ¿Cómo lo soportas?

Él se encogió de hombros con indiferencia. -Era un andarion en un colegio hyshian. No podía


meterme en problemas porque si mi madre era llamada por el consejero, sería castigada por los
militares por eso. Los otros estudiantes sabían que no podía luchar en contra de ellos, así que era
temporada abierta para mí. Lo mismo con los maestros. Estaban asustados de mí y eso los hizo
crueles. Cuando volvía a casa, no podía dejar que mi madre se enterara o sino lloraría y se sentiría
culpable. Así que aprendía a aceptar los golpes y esconder los moretones. Es todo lo que he
conocido. -Él corrió el pelo de la cara de ella-. Solo duele cuando eres tú la que me ataca. Un leve
insulto tuyo es como una daga a mi corazón.

Ella apretó la mejilla contra la de él. -Te amo tanto.

-También te amo. No hay nada que no haría por ti.

-Sí, me di cuenta. Solo un tipo especial de idiota entraría al ring con esos tipos.

-Sí, pero siempre seré tu idiota especial.


Ella por fin se rió. -¿Cuándo llegará Jayne aquí?

Él se encogió de hombros. -Ella vendrá interestelarmente, incluso intergalácticamente.


Podrían ser un par de días. La llamaría de vuelta, pero temo que me lastimes.

Ella rodó los ojos. -Puedes hablar con tu tía Jayne. No diré una palabra.

-¿Segura? No tengo que hacerlo realmente.

Ella le alcanzó su enlace. -Llámala, imbécil.

-No puedo hacer eso. Si le dijera imbécil, ella patearía mi trasero, y no es una mujer pequeña.
Por no mencionar que es una asesina entrenada.

Ella arqueó una ceja ante ese hecho. -¿Cómo es una maestra una asesina entrenada?

Él se rió ante su confusión. -Ella es la hija de Egarious Toole. Él es una infame mente maestra
de los bajos fondos y ladrón en Hyshia. Jayne estuvo dentro y fuera de la cárcel mientras era niña.
Así que, como adulto joven, justo después de casarse, intentó ir por el camino recto por un tiempo.
Terminó siendo arrastrada de nuevo al lado oscuro, y ahora trabaja para Los Centinelas.

-Ahh, -dijo ella cuando finalmente puso todo junto-. Ella es la amiga que tu madre no nombró,
pero que llamó. Entiendo.

Él asintió. -Es por eso que se tanto acerca de Los Centinelas. Me imaginé que si alguien podía
ayudarnos, serían ellos. Anatole no será capaz de tocarlos. No son soldados ni ciudadanos
andarions. No tiene ninguna autoridad sobre su grupo.

-Ellos aún podrían ser arrestados por atacar a un miembro real. Por no mencionar que la
tadara no es muy amiga de ellos.

-Sí, pero Anatole no es el tahrs y él no vale un incidente interplanetario. Y aunque espero que
él intente algo, Jayne es una diosa de las soluciones creativas. Confió en ella implícitamente.

-¿Entonces no puedes unirte a Los Centinelas?

En teoría. Pero ya que él sabía que su tío paterno era uno de los miembros principales, lo
hacía bastante incómodo. Aunque Jayne a menudo comentó cuanto se parecían, ambos, él y su
madre, se reían y lo desmerecían diciendo que todos los andarions lucían igual para los hyshians.
Pero Dancer sabría al minuto de poner los ojos sobre él que estaban relacionados. Compartía
demasiados rasgos con su padre y tíos para que no fuera sino obvio.

-Tendría que dejar el circuito del ring para hacer eso. Y no sería capaz de cuidar de mi madre
si fuera uno de ellos.

-No puedes evitarlo, ¿no es así?

-¿Evitar qué?

-Pensar en tu madre primero.


-Ella no tiene a nadie más por mi culpa. Estaría mal darle la espalda ahora después de que ella
lo dio todo para mantenerme a su lado. Seré muchas cosas, pero nunca seré desagradecido.

No, él no lo era. Felicia pasó el dedo por el rastro de barba en su mentón, asombrándose de
cuan apuesto era incluso sin cabello. Ella ni siquiera veía las cicatrices en su cuerpo. No hasta que
él las señalaba.

-Quítate los contactos, Talyn.

-¿Por qué?

-Quiero hacerte el amor, como realmente eres. Sin pretensiones. Sin paredes. Solo tú y yo.

Se los sacó tan rápido que la hizo reír.

-¿Ansioso?

Se sacó los calzoncillos. -Tengo una hermosa hembra en mi cama, queriéndome desnudo.
¿Qué crees?

-Creo que eres preciosamente molesto.

-Mientras que me consideres molesto pero quieras hacerlo conmigo, estoy bien con eso.

Poniéndose de rodillas en la cama, ella envolvió el cuerpo de él con el suyo. -Siempre


consideraré hacerlo contigo. -Acostándose contra la cama, lo tiró con ella. Felicia pasó el dedo
sobre su ceja, asombrada por el hecho de que él se encontrara stralen-. Luces tan diferente así.

-¿Te asusta?

Sacudió la cabeza. -Lo único que me asusta es cuanto te amo. Y lo segura de que estoy de que
los dioses harán algo para alejarte de mí por eso.

Talyn quería tranquilizarla, pero no podía. No con la conciencia tranquila. Él tenía el mismo
miedo en su corazón que ella. Los dioses nunca fueron amables con él. Más bien fue su bolsa de
golpes desde el momento en que nació prematuramente y casi muere segundos después de tomar su
primer aliento hasta este momento. -Jamás te dejaré por mi voluntad.

Sonriendo, ella beso sus labios y envolvió su cuerpo alrededor de él. -Lo sé, keramon. Lo
mismo que yo. Pelearé por ti. Siempre.

Él se rió de eso. -¿Realmente apuntaste con un blaster a un doctor?

Ella hizo una mueca. -¿Quién te lo contó?

-El esposo de Jayne.

Felicia mordisqueó su barbilla. -Soy tu hembra, Talyn. Como tú, protejo lo que amo con todo
lo que tengo.

Con el aliento acelerado, Talyn saboreó esas palabras que significaban el universo para él.
Incapaz de soportar la intensidad de lo que sentía por ella, se deslizó dentro de su cuerpo.
Ella jadeó, entonces gimió contra su oído. Cerrando los ojos, él apretó los dientes por lo bien
que ella se sentía entre sus brazos.

Por favor no dejes que la pierda.

Pero no importaba cuan duro tratara, él temía lo que él futuro les depararía. Que mierda nueva
le lanzaría Anatole.

Más que nada, él temía que hubiese firmado su propia sentencia de muerte en el ring con esos
encuentros de sangre. Ni su madre ni Felicia conocían toda la verdad acerca de esos luchadores.

Aunque no había sido un encuentro de sangre en ese momento, Talyn le había quitado el título
Zoftiq a Slaughter House.

No te acostumbres a él, granuja. La próxima vez que nos encontremos en el ring, vas a volver
a casa en pedazos.

Esta vez, Duel Odelus no iría a la pelea como el arrogante poseedor del título, entraría al
Splatterdome motivado por la venganza, y rogando por un encuentro a muerte con cada parte de su
ser.

Si tengo que perder, deja que me mate. Lo último que Talyn quería era estar inválido por el
resto de su vida.

Pero él no quería pensar ahora sobre el mañana. No mientras estuviera con Felicia. Con su
sangre acelerandose, enterró su cara en sus abundantes rizos y apretó los brazos alrededor de ella.

Felicia gritó por la intensidad de la pasión de Talyn. Normalmente, él se tomaba su tiempo y


la exploraba meticulosamente. Hoy, él era feroz, casi desesperado.

Ella mordisqueó su barbilla, deleitada con la sensación del bigote de él. Una sonrisa curvó sus
labios cuando se encontró con su mirada, observando fijamente esos ojos rojo sangre que tenían el
más fino contorno de blanco alrededor de los bordes. Totalmente lo opuesto de cómo eran la
primera vez que lo conoció.

Por costumbre, ella empezó a acunar su cabeza, entonces se contuvo rápidamente. Desde que
le cortaron el cabello, él era extremadamente consciente sobre eso. En lugar de ser reconfortante, él
se alejaría de ella por tocar su cabeza. Lo último que ella quería era lastimarlo de alguna manera.

Gruñendo en su oído, él aceleró sus empujones. Felicia contuvo el aliento mientras su cuerpo
explotaba con placer.

Con la más dulce sonrisa, Talyn besó su frente un instante antes de alcanzar el climax entre
sus brazos. Con la respiración irregular, él la miró fijamente con la mayor adoración imaginable.

Hasta que se fijó en el moretón de su mejilla. La culpa reemplazó la felicidad mientras él se


retiraba de ella.

-¿Talyn?
Suavemente, él pasó los dedos sobre su mejilla. -Estoy cansado de vivir en un imperio donde
una hembra ni siquiera puede caminar a casa con la cena sin ser atacada. Donde nadie se siente
seguro. Esto no es lo que quiero defender. No es lo que juré apoyar cuando me uní a la armada.

-¿Qué estás diciendo?

Él suavizó la expresión antes de presionar su mejilla contra la de ella. -Solo estoy


despotricando. Ya vuelvo. -Él la besó antes de ir hacia el baño.

Talyn se detuvo en la puerta para mirar hacia Felicia. Ella estaba tan hermosa en su cama. Tan
frágil y pequeña. En toda su vida, ella era la única que siempre anhelaría. La única a la que siempre
amaría.

Él podía soportar cualquier cosa siempre que ella estuviera allí al final del día para posar su
gentil mano sobre su piel. Nunca nadie la lastimaría o asustaría de nuevo. Él reduciría este imperio
a cenizas antes de permitir que eso ocurriera.

Asegurándose de mantenerlo fuera de la vista de ella, ubicó su enlace en el mostrador y cerró


la puerta. Antes de poder detenerse, le envió un mensaje de texto al hermano de ella.

La fiesta en mi casa está lista. Solo déjame saber los detalles.

Aunque él nunca pensó en sí mismo como un traidor o un revolucionario, estaba dispuesto a


ver a la tadara y su familia entera en el piso, si eso es lo que se necesita para mantener a su familia a
salvo. Los Anatoles debieron pensarlo mejor antes de empezar una guerra con un Hauk y un Batur.

Llegó el día de cambiar a los miembros en el poder. Y él era el andarion para asegurarse que
ocurriese.

Él no había comenzado esta pelea. Pero por todos los dioses, él iba a terminarla.
Capítulo 21
-¿Qué en el nombre de toda Andaria estás haciendo?

Talyn se congeló a mitad del movimiento ante el tono enojado de Felicia, inseguro acerca de
la confusión que tenía respecto de su actividad actual. Seguramente era obvio, considerando sus
shorts de entrenamiento y guantes. -Entrenando.

Con la cara convertida en una máscara de furia, ella acortó la distancia entre ambos. -Se
supones que deberías estar en la cama. Solo pasaron unos días desde que te dieron el alta en el
hospital.

Secándose el sudor sobre su ceja, él regresó a golpear la pera de entrenamiento. -No importa.
Tengo que ponerme en forma tan rápido como pueda. Una vez que me reporte al deber, dudo que
tenga mucho tiempo para entrenarme.

Y el primero de sus encuentros de sangre se cernía sobre él.

Ella se movió para bloquearlo, y relajó su expresión. -Dulzura, soy terapeuta física. Tú
terapeuta física. Tu cuerpo no está listo para esta clase de abusos. Necesitas descansar.

-Fel…

-Talyn. -Se estiró para tocarle los labios, derritiendo su voluntad en el proceso-. No discutas.
Regresa tu pesado trasero a la cama. ¡Ahora!

Una risa femenina sonó en la puerta de entrada. -Wow. Es como ver a un pequeño gatito
gritarle a un rinoceronte. Puedo ver porque te gusta, bebé sexy. Ella es audaz.

Felicia frunció el ceño ante la extraña voz femenina hasta que vio a Jayne. El calor inundó sus
mejillas por ser atrapada regañando a Talyn.

Sonriendo, Talyn se quitó los guantes y fue hacia ella. -¡Jaynie! ¿Cómo está mi tía favorita? -
Él besó su mejilla.

-Genial. Perdón que tomara tanto tiempo llegar hasta aquí. Tuve otra situación calamitosa con
un amigo que no podía esperar.

Por la expresión de Talyn, Felicia podía decir que él sabía exactamente a quien se refería
Jayne. -¿Él está bien?

Jayne asintió. -Lo estará. Lo sacamos y lo dejé con Hadrian, entonces vine directo aquí.

Mientras ellos hablaban, Felicia se sintió verdaderamente inadecuada. Aunque en la foto


Jayne era atractiva, no se comparaba con la versión real de la hembra. Con el largo cabello negro
enrollado en un rodete desaliñado y usando un traje de batalla negro que se abrazaba a un cuerpo
marcado por incontables horas de gimnasio, Jayne era el tipo de hembra que la mayoría de las
revistas tenían que usar Photoshop en sus fotos para que existieran.
Y se aferraba a Talyn como una madre que no vio a su hijo en demasiado tiempo. Ella lo
abrazó hasta que protestó.

-Costillas magulladas. Costillas magulladas.

Chisteándole, Jayne lo dejó ir y tiró su barbilla. -Entonces, ¿cómo está mi bebé sexy? Tu
madre dijo que te metí en todo tipo de problemas con tu chica.

- Si, lo hiciste. -Él dio un paso atrás-. Jayne, conoce a mi Felicia.

Jayne se acercó a ella con una penetrante mirada que decía que la hembra estaba considerando
mucho más que solo su apariencia física. -Luces tan pequeña e inofensiva. Pero hay un fuego en tus
ojos que dice que lo harías y podrías patear mi trasero si fuera necesario. Finalmente creo la historia
de Hadrian del hospital.

Felicia sonrió ante la verdad. -Si vas a agitar mi jaula, mejor que te asegures de que esté
encerrada con candado.

Jayne la abrazó. -Amo eso y lo estoy robando. Es un placer conocerte, Tara Felicia. -
Tomándola de la mano, ella empujó a Felicia hasta la puerta, donde Talyn estaba parado-. Ahora
permíteme presentarte a tus dos nuevos mejores amigos. Qorach y Morra.

Felicia se detuvo ante el más grande macho que jamás vio parado en una habitación. ¡Santos
dioses! Su mandíbula se aflojó.

Al igual que la de Talyn.

El macho era al menos quince centímetros más alto que él. Es más, era incluso más ancho,
con músculos que eran tan definidos como los de Talyn. Solo que eran más grandes. Mucho más
grandes. Su cabeza estaba rapada y solo tenía una pequeña porción de cabello negro intentando
crecer en la parte de atrás. Feroz y letal, inclinó su cabeza ante ellos y dio un paso al costado para
revelar a la pequeña mujer detrás de él.

Ya que ella estaba usando un traje de batalla negro idéntico al de Jayne y Qorach, la única
parte visible de su piel eran su cara y cuello verdes neón. El vívido color era interrumpido por
marcas negras que al principio parecían pintadas. Pero de cerca, era obvio que el intrincado diseño
era en realidad su piel también. Su largo cabello lacio negro estaba sujeto en una cola de caballo
que caía sobre su hombro derecho.

Y ella era tan pequeña como Qorach era enorme. Apenas llegaba a la mitad del torso de
Felicia, que estaba descalza. Comparada con los machos, Morra apenas les llegaba a la cintura.

-Lo sé -dijo Morra con un suspiro. -Básicamente estoy aquí para atar los cordones de Qorach.
Simplemente están muy malditamente abajo para que él los alcance por sí mismo.

Qorach le dio una seca mirada cuando Felicia se rió por su comentario inesperado.

-Y para responder las preguntas que todos se hacen cuando me conocen por primera vez, pero
aquellos con modales son demasiado buenos para preguntar… No. No brillo en la oscuridad. Así
que ni siquiera piensen en usarme como una vara de luz. Si, es verde por todos lados. Incluso mis
labios son verde neón, al igual que mis uñas. El labial y esmalte rojo son por elección personal. Y
no, no tengo intención de probarlo. Simplemente tendrán que aceptar mi palabra en esto, ya que
solo dejo caer mis pantalones por hombres verdes súper calientes y sexys. Soy una schvardan de
Phrixius*37. Somos caminantes de tierra, que es lo que schvarda significa en phrixian*38. Y
mientras que tal vez piensen que soy pequeña, también lo son los más mortales dispositivos
explosivos. Piensen en mi como esa pequeña bomba que puede arrancarles todos los miembros y
destruir media ciudad cuando explota, y nos llevaremos bien… Y si, los chistes de ranas son
altamente ofensivos para mí y voy a lastimarte por hacerlos. Ahora, dejen que vaya a atrapar una
mosca. Estoy un poco baja en proteínas.

Qorach le hizo varias señales con las manos.

-No, no voy a decir eso. Y nunca nadie pregunta sobre ti, de cualquier manera. Están
demasiado asustados.

Él sonrió con orgullo ante eso.

Morra regresó su atención a Felicia y Talyn. -Él solo puede hablar con lenguaje de señas
Qillaq, y algo de La Liga. Así que soy su traductora para la mayoría de las cosas.

Felicia ladeó la cabeza ante eso. -¿Qué tan similares son las señas Qillaq a las de La Liga o las
andarion?

-Más similar a los gestos de La Liga que las andarion. ¿Hablas lenguaje de La Liga?

Felicia le hizo señas a Qorach. Su cara entera se iluminó mientras respondía.

Morra palmeó el brazo de Jayne. -Buenos infiernos, acabo de volverme inútil. ¡Míralos!

Jayne asintió. -Estoy impresionada.

-Yo estoy preocupado -agregó rápidamente Talyn-. No estoy seguro que me guste esto.

-No. -Felicia hizo más gestos-. Talyn no hace señas.

Talyn resopló. -No es verdad. Sé gestos obscenos en más de catorce idiomas.

Todos rompieron a reír.

Qorach comenzó a hacer señas de nuevo.

Felicia frunció el ceño. -Pero no sé todas esas señas.

Morra sonrió. -Él dice que es un honor ser asignado a tareas de protección de una dama tan
generosa e inteligente. Y que Talyn no se preocupe. Aunque él está bastante seguro de que puede
patear el trasero de Talyn, él sabe de hecho que Jayne podría cortar sus testículos para proteger a su
bebé sexy.

Talyn soltó un suspiro cansado. -Voy a tener noventa y tú aún me llamaras de esa forma, ¿no
es así?
*37 Phrixius: planeta del cual es originario Maris
*38 phrixian: nombre del idioma
Jayne palmeó su cachete amorosamente. Cuando habló, fue con el tono agudo reservado para
las madres que hablan con niños pequeños o con mascotas. -Sí, lo haré, mi sexy bebé. -Ella dio un
vistazo alrededor del gimnasio-. Tengo que decirlo, este lugar es agradable. Cuando llamaste por
primera vez, estaba preocupada por tener lugar para mi equipo. Pero puedo ver que hay lugar más
que suficiente, incluso para Qory-. Ella se giró hacia Felicia-. Sé que él es enorme, pero quería a
alguien que pudiera intimidar a los machos andarions y hacerles re pensar cualquier idea estúpida
que pudieran tener respecto a ti.

-Diría que lo lograste admirablemente.

Jayne parpadeó ante el comentario de Talyn. -Era un pedido grande, y si, él era perfecto para
ella. Como Hadrian dice, mi lema familiar es “cualquier cosa que valga la pena hacerse, vale la
pena exagerarla”. Y la orden de Morra es quedarse con Felicia incluso cuando vaya al baño. Es por
eso que tengo una hembra en la mezcla. Hasta que esto se resuelva, ellos son tu sombra, día y
noche. Te darán privacidad dentro del condominio cuando Talyn esté en la residencia. Solamente.
Cuando él no esté, Morra será tu nueva compañera de cama. No vamos a correr ningún riesgo.

-No te preocupes -dijo Morra con una brillante sonrisa-. No ocupo mucho lugar y no me
muevo mientras duermo. Mi gente anida en árboles o alejados en las montañas. Una vez que te caes
de tu litera o fuera de tu estante, aprendes a no ser un dormidor inquieto.

-¿Estante?

-Toldos a los lados de la montaña. Phrixius es un lugar muy peligroso con un montón de
criaturas mortales. Es por eso que nuestras razas son letales. Tenemos que serlo, para sobrevivir. Y
es por eso que los naglfari*39 cobardemente se alejaron hacia los mares para vivir. No podían
hacerlo en tierra phrixian.

Felicia frunció el ceño ante el término poco familiar. -¿Naglfari?

-Son las semisensibles criaturas pálidas repugnantes que la mayoría conoce como phrixians.
Son más humanos en apariencia que los schvardans. Y mi raza es incluso más xenófoba que la de
ellos.

Decidiendo alejar el tópico de lo que sin duda era un gatillo emocional para Morra, Felicia
inclinó la cabeza hacia todos ellos. -No puedo agradecerles lo suficiente por aceptar hacer esto.
Aunque no disfruto el pensamiento de ser seguida, no quiero que Talyn sea distraído por
preocupaciones innecesarias acerca de mi seguridad. Y honestamente, he estado bastante asustadiza
desde el ataque.

-Ella estuvo completamente atada a la casa -agregó Talyn-, lo que no está en su naturaleza.

- Bueno, parte de eso es que no quería dejarte mientras estuvieras recuperándote. -Felicia hizo
señas hacia los guantes-. Y como hemos visto, no puedo precisamente darte la espalda no sea que te
encuentre haciendo algo que no deberías-. Ella miró a Jayne-. Mientras le muestro donde
acomodarse a Morra y Qorach, ¿podrías por favor asegurarte de que Talyn descanse del
entrenamiento? Quiero sus guantes guardados y a su magnifico trasero atado a algún tipo de asiento.

Jayne le hizo un firme saludo militar. -Sí, señora.

*39 Naglfari: según la descripción, debe ser el verdadero nombre de la raza de Maris.
-Gracias. -Felicia guió a los otros dos a los cuartos de invitados que les había preparado. Le
mostró a Qorach el suyo primero, y luego a Morra.

Cuando estaba por irse, Morra la detuvo. -Okay, entonces está es mi pregunta que no quería
hacer en frente de Jayne, quién me hubiese arrancado la cabeza por eso. Pero… ¿por qué no has
encadenado a ese exquisito pedazo de macho a tu cama? ¡Santos dioses, Felicia! Si tuviera acceso
ilimitado a eso, nunca más caminaría derecha.

Felicia rió. -No es tan fácil. Tengo que admitirlo, si tengo frecuentemente la urgencia
espontánea de montarlo.

Aspirando el aliento bruscamente, Morra sacudió su mano en señal de extrema admiración. -


El hecho de que puedes controlarte algo me asombra. -Dejo salir un silbido bajo-. Normalmente no
me siento atraída por otras especies, pero rayos… tú eres una hembra con suerte por tener acceso
completo a ese cuerpo.

-¿Debería estar preocupada?

Morra se rió. -No. Si fuera a hacer un movimiento sobre él, no te estaría contando que estoy
lujuriosa por él. ¿Qué soy? ¿Loca? Además, Qory es el único macho al que le confiaría mi espalda.

- Oh. Ni siquiera considere eso. ¿Les gustaría estar en la misma habitación?

-Nah ah. No me refería a eso. Lo amo y lo adoro, pero somos familia. Él es mi mejor amigo,
hermano, y compañero de tragos. No mi novio ni mi amante. Te lo dije… me gustan mis hombres
verdes. Y no solo detrás de sus oídos. -Morra comenzó a desempacar una cantidad loca de armas de
fuego y armas que Felicia ni siquiera podía identificar, ni tenía idea que la hembra tuviera amarrada
esa cantidad bajo sus ropas.

-¿Debería preguntar?

-Centinela. Peleamos duro. -Ella miró hacia arriba con una sonrisa torcida-. Y yo peleo para
ganar.

-Suenas un montón como Talyn. Estoy empezando a pensar que debería estar preocupada.

Morra rió. -Relájate, cariño. Tengo un código de citas muy estricto. Nunca tomaría el corazón
de otra hembra. Además, por la forma en que te mira… él ni siquiera sabe que poseo partes
femeninas. Confía en mí. Podría caminar con el trasero desnudo, sacudirlo en su cara, y su única
pregunta sería, “¿Has visto a Felicia?”

Resoplando, Felicia sacudió la cabeza. -Sé que recién nos conocimos, pero realmente me
gustas.

-Es la cosa verde. Yo y el fungí. Crecemos rápido en las cosas.

-Sí, claro. Estoy contenta de que ustedes sean a quien trajo Jayne. Dudo que alguien más fuera
la mitad de entretenido… Dejaré que te acomodes. Cuando tú y Qorach estén listos, déjenmelo
saber y les mostraré el lugar.

-Gracias.
Felicia regresó al gimnasio para encontrarse con Talyn sentado de espaldas a ella y tomando
agua mientras que él y Jayne tenían una discusión más bien ruidosa.

-Guarda los créditos, chico. ¡Ni siquiera me insultes con eso! No estás tomando dinero mío o
de mi familia, e incluyo a Los Centinelas con eso. Y yo no voy a tomar dinero de ti. Tu madre me
contó que te redujeron la paga.

-No pedí por caridad, Jayne.

-Y no te estoy dando nada de eso. ¿Qué soy? ¿Una extraña?

-No, pero…

-Sin peros. Tú y tu madre son mi familia también. Lo que tú amas, yo amo. Lo que te
amenaza, me amenaza. Es así de simple, T. Así que no discutas o te pondré sobre mis rodillas y te
azotaré. No me importa cuán grande pienses que eres.

Él se rió. -Nunca me has azotado.

Sonriendo, Jayne acarició su brazo. -Es tan raro verte crecido ahora. Y con bello facial, nada
menos. Aún pienso en ti como un estudioso chiquillo que se sentaba tan callado en la esquina de mi
salón. Sin hacer nunca un sonido. Siempre haciendo su trabajo sin insistencia.

Ella pasó la mano sobre los moretones descoloridos en la cara de él. -Sé cuántos secretos
ocultas Talyn. Te he visto mantenerte firme contra un torbellino que destrozaría en pedazos a
cualquier otro. Pero también sé cuánto cuesta hacer eso. Aunque eres más fuerte que cualquiera que
conozca, e incluyo a Némesis en esa lista, no eres invencible. Yo también atravesé y sobreviví la
tortura. Sé cuanto toma superar las pesadillas. ¿Has dormido algo siquiera?

-No realmente.

-¿Problemas de ansiedad? ¿Ataques de pánico?

Dio un sutil asentimiento. -Arranques de ira también, que llevan a… ya sabes. Es por eso que
estaba ejercitándome. Estaba esperando quemarlo de mi sistema.

-¿Le has contado a Felicia?

-No.

-Ella necesita saber, Bebé T. Nada cura como el toque del amado.

-No quiero agobiarla.

-No eres una carga. -Felicia se adelantó para dejarles saber que estaba allí-. Perdón. No quería
escuchar a hurtadillas. Solo quería asegurarme de que Talyn estuviera siguiendo mis órdenes.

Talyn se estremeció. -¿Cuánto oíste?

-Que estás teniendo pesadillas y no me cuentas acerca de ellas. ¿Qué está pasando?

Él le dio una mirada irritada a Jayne. -No es nada.


-Talyn… no voy a juzgarte. No hay un átomo débil en tu cuerpo y lo sé. Pero eres andarion.
Eres sensible y tienes sentimientos. No hay vergüenza en admitir eso.

Él le hizo una mueca. -En serio no quiero hablar sobre eso. Solo quiero olvidar que ocurrió.
¿De acuerdo? Así es como lidio con las cosas. No lo puedo cambiar. Seguir adelante. No hay
necesidad de insistir en mierdas que no puedes arreglar.

Ella envolvió los brazos alrededor de la cintura de él. -Okay. Nunca lo mencionaré de nuevo.
Pero si me necesitas, estoy aquí y te escucharé sin perjuicio ni juzgándote.

Jayne le sonrió. -Encontraste una rara gema, T. Buen trabajo.

Él le frunció el ceño a Jayne. -Agh, aún suenas como una maestra que está evaluándome. O
incluso peor… -Él hizo el ruido de un animal de circo y aplaudió.

Jayne se rió. -No puedo evitarlo. Y mas vale que estés contento de que no tengo ningún
pescado crudo para darte de comer. O te atragantaría con él. -Ella lo golpeó en un costado de la
pierna, y luego besó su mejilla-. Deja que vaya a registrarme con tu mamá y hacerle saber que Los
Centinelas te cubren la espalda.

Tan pronto como Jayne se fue, su brazalete militar comenzó a sonar.

-¿Qué diablos? -Talyn sacó su enlace y llamó a la base.

Felicia podía decir por su cara que era otra demanda indignante.

El ceño de él se frunció aún más. -Aún me encuentro bajo permiso médico. -Paró para
escuchar-. Sí, señor. Estoy en camino.

-¿Qué es lo que pasa?

-Aparentemente, mi salud está bien para las tareas de un Teniente. Tengo una hora para
reportarme en mi puesto o seré considerado ASPO*40.

-¡Esto es ridículo!

Él dio un suspiro pesado. -Sí, bueno. Realmente no puedo discutir. Ellos siempre ganan.

Felicia apretó los dientes mientras veía su respiración laboriosa. Él aún estaba bajo mucho
dolor, aunque por suerte había rechazado los medicamentos. De otra forma, Anatole lo hubiese
hecho castigar por eso. No era de extrañar que Talyn fuera tan paranoico.

Furiosa por eso, ella fue a llamar a su hermano, quién estaba tan enojado acerca de eso como
ella.

- ¿El doctor lo habilitó para tareas activas?

-No. Justo ayer estuvimos allí y yo misma vi el archivo. El doctor dijo que al menos pasarían
otras tres semanas antes de que Talyn estuviera en forma para ser llamado de nuevo y pedir una
reactivación.
*40- ASPO: Ausente sin Permiso Oficial
-¿Dónde está Talyn ahora?

-Cambiándose.

-Que se reporte, y lo encontraré en la base. No quiero darles ninguna razón para que tomen
más acciones en contra de él.

-Gracias, Lorens.

-En cualquier momento, hermanita.

Colgando, ella fue para encontrar a Talyn poniéndose las botas. Aunque él lucía esplendido en
su uniforme rojo y negro, odiaba que tuviera que usarlo. Peor, ella tenía un mal presentimiento en
su estómago acerca de lo que le esperaba cuando regresara a sus obligaciones. -¿A dónde tienes que
reportarte ahora?

Él se levantó y fue en busca de su boina. -De vuelta a la Base de Anatole.

Bajo el comando directo de Anatole. Ella quería maldecir. -¿Restricción en las barracas de
nuevo?

-No estamos casados, así que no tengo opción. No sé cuál es mi nuevo horario. Te mandaré
un e-mail tan pronto lo sepa. -Tirándola contra él, la besó-. Desearía haber sabido que ayer a la
noche sería todo lo que tendríamos. No me hubiese ido a dormir.

Felicia parpadeó para alejar las lágrimas de sus ojos. Lágrimas que enturbiaban su voz por el
dolor que sentía por su partida. -Por favor se cuidadoso.

-Tú también. No vayas sin tu guardia.

-No lo haré. Desearía poder enviar a Qorach para protegerte a ti.

-Seh, eso no iría bien. Además, no lo necesito. Puedo cuidar de mí mismo. -Él apretó aún más
los brazos alrededor de ella-. Ya te extraño.

Tomando una profunda respiración contra su cabello, él la soltó. -Tu agente envió ayer los
formularios de indemnización. Iba a dártelos en la cena. -Con la frente marcada con la añoranza, él
envolvió su dedo con el cabello de ella-. Estás oficialmente liberada de la agencia. Te aviso, hay
una repugnante carta de presentación para recordarte que si continuas una relación no certificada
conmigo, serás considerada una ramera, y ellos se verán obligados a reportarte como una prostituta
sin licencia. Ellos indulgentemente, de acuerdo a sus palabras, te conceden treinta días para
reconsiderarlo y regresar con ellos antes de presentarse en los tribunales. Solo PTI*41, fui a la
oficina de administración ayer y transferí la posesión completa del condominio a tu nombre.

Ella jadeó ante su regalo inesperado. -¿Por qué?

-No tenemos papeles ni contrato ahora, Felicia. Si tú estás viviendo en mi condominio sin
ellos, ambos seríamos arrestados. Ya que no tengo ningún artículo personal aquí, y mi dirección
oficial está con la armada, era la solución más fácil. No tienes que preocuparte acerca de los pagos.
No debo ninguno. Lo compré de una sola vez. Es todo tuyo. Puedes hacer lo que quieras con él.

*41Para Tu Información
La agonía la rasgó ante el angustiado tono de su voz. -Esto suena como un adiós.

Él tragó con fuerza. -No sé lo que es. Honestamente. Pero si algo me ocurre, quiero
asegurarme de que eres cuidada.

Lágrimas cayeron por las mejillas de ella. -Talyn…

-Shh. -Él la silenció con otro beso mientras le limpiaba las lágrimas-. Sabes que estoy stralen
por ti, Felicia. Tu vida es mucho más importante para mí que la mía. Y entiendo que no tienes los
mismos sentimientos por mí que tengo por ti. Acepto eso. Ambos sabemos que no podemos
casarnos. Y estoy en la armada y soy la perra de Anatole. Nunca te culparé si me abandonas. Sería
lo más inteligente para hacer. Solo… quiero que seas feliz.

-Tú eres lo que me hace feliz. Voy a encontrar una manera sortear esto, Talyn. Lo juro.

-Te deseo suerte. Los dioses lo saben, no he sido capaz de pensar en nada. Pero si te amo.
Nunca, jamás dudes de eso. -Él la apretó gentilmente una vez más, y luego dio un paso atrás. -
Llamaré tan pronto como pueda y te dejare saber cuales son mis nuevas órdenes.

Incapaz de hablar por encima del dolor que la ahogaba, ella asintió y caminó junto a él hasta
el ascensor. Su corazón se rompía por él. Más que nada, se rompía por tener que dejarlo ir cuando
todo lo que ella quería hacer era abrazarlo con fuerza.

Y después de que él soltara su mano, caminara dentro del ascensor y las puertas se cerraron,
ella cayó de rodillas sollozando.

Un miedo abrumador de que ella nunca más lo volvería a ver la atravesó. No puedo vivir sin
ti, Talyn. Por favor, por favor no me dejes.
Capítulo 22
Talyn se obligó a deslizar su enlace dentro del bolsillo antes de ceder a la furiosa necesidad de
llamar a Felicia mientras se dirigía a su puesto. Tenía que acostumbrarse a no tenerla en su vida.

A pasar el día sin la sonrisa de ella en su corazón.

Sería lo mejor dejarla ir. Para todos.

Era extraño, cuando se había acercado a la agencia para hacer un contrato con ella hace un par
de meses, ni una vez consideró que en realidad se enamoraría de su acompañante. Él solo quería
alguien que fuese amable con él siempre que tuviera unas horas de libertad. Una hembra que lo
ayudara con una sencilla necesidad biológica.

Había asumido que ella lo trataría como todos los demás. Mediocre. Y que miraría el reloj
hasta que él se fuera y así podría regresar a sus amigos y familia.

Lo último que esperaba era una hembra que lo miraba y tratara como si estuviera
completamente Investido. Una a quién en verdad le gustaba y que deseaba pasar tiempo con él.

Ahora…

Felicia lo poseía. Corazón y alma. Cuerpo y mente. Él realmente no era la perra de la Armada.

Era la de Felicia. Felizmente. Ella era lo único sin lo cual no podría vivir. Peor, ella era la
única debilidad que podía destruirlo.

Maldición.

Dejarla era tan doloroso. Como si una extremidad fuera arrancada de su cuerpo. Eres un
idiota. Solo déjala ir y sigue hacia delante.

Era lo más sano y seguro para hacer.

El problema era como aprender a vivir sin ella de nuevo. Lo que no tenía sentido. Había
vivido la amplia mayoría de su vida sin ningún conocimiento de la existencia de ella. Ella estuvo en
su vida solo unos pocos meses.

A pesar de eso, él la necesitaba de formas que nunca pensó posibles. Por primera vez, estaba
comenzando a comprender a su madre y porque aún amaba al bastardo de su padre después de todo
lo que él les había hecho. Si ella sentía una décima parte de esto por Fain Hauk, él entendía
totalmente porque ella no le permitía hablar mal del macho que se lo merecía. Porque su madre
nunca había mirado a nadie más.

Si, algo de eso era por estar stralen. Pero incluso antes de que apareciera, Talyn fue arrastrado
viciosamente hacia Felicia contra toda cordura. Honestamente, se había enamorado de la foto de
ella incluso antes de conocerla. Simplemente había algo en sus ojos que llegaba hasta él y lo hacía
quemarse por ella. Hacerlo desear enterrarse en su calor y sostenerla hasta que el tiempo terminara.
Talyn comenzó a sacar el enlace y llamarla, hasta que se percató que era demasiado tarde.
Estaban llegando a la base.

¡Maldiciones! Debió estar hablando con ella todo el tiempo. No había forma de decir cuando
tendría la oportunidad de hablar con ella de nuevo.

Si incluso tenía la oportunidad.

La jodí completamente. Podría patear su propio trasero por ser tan estúpido.

El transporte se detuvo cuando el guardia se acercó a la ventana. Talyn se inclinó y le entregó


su distintivo de seguridad que aún debía ser actualizado con su nuevo rango. -Reportándome para el
deber.

Sin una palabra y con un labio enrollado de repugnancia por la cabeza calva de Talyn, el
guardia le regresó su identificación, lo saludó, y dio un paso atrás.

Fuera de hábito, Talyn regresó el saludo antes de que el transporte lo arrastrara a la oficina
donde debía reportarse. Con un fuerte nudo en el estómago, salió a ver que nuevo infierno le
esperaba.

Tan pronto como entró, la OD*42 contactó a Anatole para dejarle saber que Talyn se
encontraba allí. Entonces ella lo guió hasta la oficina del coronel, donde Anatole se sentó con una
sonrisa satisfecha en su cara.

Esta era la primera vez que Talyn veía al bastardo desde que estuvo a merced de ellos. Y tomó
cada gramo de voluntad que tenía para no atacarlo. O patear su escritorio directo hasta su pecho.

No lo hagas.

Él no vale una pena de muerte.

Eso es lo que decía el sentido común. Su sentido de justicia sin embargo le rogaba con fuerza
que lo hiciera, de cualquier forma, sin importar las consecuencias.

El repugnante estúpido dudó antes de devolver el saludo de Talyn. -Está en PC, PG*43 y
tareas de limpieza. Confió en que ninguna de esas interferirá con su recuperación, Teniente.

-No, señor.

-Entonces bienvenido de vuelta. Es tan bueno tenerlo aquí de nuevo. -Con la voz goteando de
sarcasmo burlón, le arrojó las órdenes a Talyn.

Talyn las recogió, saludo, y se fue inmediatamente antes de ceder a sus impulsos suicidas.
Pero cuando miró sus nuevas órdenes, quiso dar media vuelta y empujarlas dentro de la garganta de
Anatole.

Como sea. Había tenido peores, y esto era un salto en comparación con lo que le hicieron en
el palacio. Al menos el OMC*44 no lo torturaría.
*42 Oficial de División.
*43 Patrulla de Cocina y Propósitos Generales
*44 Oficial de Mando en la Cocina
Eso esperaba.

Dirigiéndose directo a su nueva asignación, Talyn se reportó para el deber en el sofocante y


caluroso comedor donde ya estaban preparando la cena para esa noche.

Al principio el mayor a cargo se mofó de él. Hasta que vio el nombre de Talyn en el archivo.
Esperaba que la luz de reconocimiento fuera por su fama peleando.

Asombrosamente, ese no era el caso.

- Batur… ¿está relacionado con Coronel Galene Batur?

- Si, señor. Pero ella es comandante adjunta ahora.

Él le dio un vistazo a Talyn con el ceño fruncido. -¿Eres su muchacho?

-Sí, señor. Orgullosamente.

Su ceño se derritió en una amigable sonrisa. -No me recuerdas, ¿no es así?

Había algo vagamente familiar, pero Talyn no podía ubicarlo realmente. -No, señor. Disculpe.

El macho no le dio importancia. -Eras solo un pequeño ratón en ese entonces. Fui el que le
llevó flores a tu madre mientras estaba en el hospital después de que le dispararan, protegiendo a
Cairistiona.

Talyn asintió cuando finalmente recordó al macho. -Me ayudó con mi tarea, mientras
esperaba a que ella regresara de los análisis.

-¡Aja! Realmente eres tú. Sí, lo hice. -Miró abajo a las órdenes y frunció el ceño de nuevo-.
Esto me pone en un infierno de dilema moral, Batur.

-¿Cómo así, señor?

-Me dijeron que esperara a un sabelotodo, irrespetuoso bastardo Sin Investidura. Un cobarde.
Y que debería asegurarme de que te arrepintieras de lo que sea que hiciste que causó que perdieras
tu rango y fueras enviado a este comedor. Pero le debo mi vida a tu madre. Ella recibió tres
descargas por mí y la tizarah mientras todos los demás se dispersaban para salvar sus propios
traseros. Y no parecías irrespetuoso antes, y malditamente seguro que no luces como uno ahora. ¿A
quién cabreaste?

-No estoy en libertad de decirlo, señor. Firmé un contrato de no divulgación sobre el asunto.

Maldijo por lo bajo. -Eso lo responde. ¿Si quiera puedes cocinar?

-Puedo hacer andar una UM domestica*45 y hervir agua. La mayor parte del tiempo sin que
nada se incendie.

*45 Unidad de Mantenimiento


El mayor rió. -Eso es inútil… Te diré que, cambia a UMA*46, y te pondré en tareas de re-
llenado y limpieza de mostrador por la noche.

-Gracias, señor. -Talyn dio un paso atrás y saludó.

Él regresó el saludo y lo despidió.

Agradecido que su nuevo COA*47 no lo odiara, Talyn se dirigió a sus barracas. Aunque él no
ansiaba rellenar las estaciones de comida, pudo ser mucho peor.

Cuando estaba llegando a sus barracas, el Capitán Raohul lo detuvo. -¿A dónde se dirige,
Batur?

-A mi litera y casillero… señor.

El capitán resopló burlándose. -No pertenece aquí. Ya no es un piloto. Fue arrojado de vuelta
a la cubierta general. Sus pertenencias se encuentran bajo llave allí, pendientes a reactivación. No
olvide cambiar su rango antes de ponerse el uniforme. Es una corte marcial por falsificar el rango.

Por supuesto que lo era. ¿Cómo si él fuera a olvidar eso?

Pero el capitán no estaba intentando ser amable. Los punzantes ojos brillaron con satisfacción
cruel. -Gracias, señor, por el recordatorio.

Cuando Talyn dio un paso atrás, el capitán lo agarró del brazo. -¿Acaso lo despedí, Teniente?

Talyn apretó los dientes. -No, señor.

-Entonces permanece firme.

-Sí, señor.

Mirándolo, el capitán entró en el espacio personal de Talyn. Algo que era mucho más
ofensivo para un andarion que para un humano. -¿Me está dando actitud, Teniente?

-No, señor.

-¿No? -Casi chocó su nariz con la de Talyn. Por supuesto, tuvo que pararse en puntas de pies
para hacerlo-. Pienso que veo rebeldía en tus ojos.

-No, señor.

-¡Capitán!

Lleno de despreció, se movió hacia atrás, entonces jadeó cuando vio al hermano de Felicia
dirigiéndose hacia ellos con zancadas largas y enojadas. Él inmediatamente hizo un tajante saludo.

Lorens estrechó la mirada sobre el capitán antes de regresarle el saludo. -¿Estás bien, Batur?

*46 Unidad Médica Ambulatoria


*47 Comandante Oficial Administrativo
-Bien, señor.

-Entonces, descanse. -Deslizó su mirada de nuevo al capitán-. Usted puede retirarse… Batur,
camina conmigo.

-Sí, señor. -Cruzando las manos por detrás de la espalda, Talyn siguió a Lorens.

Tan pronto como estuvieron solos, Lorens relajó su formalidad. -Felicia me dijo que fuiste
llamado a servicio. Vine tan rápido como pude. ¿Cómo te está yendo?

-Es lo que es, señor.

Lorens resopló. -Dioses, tú eres militar. Probablemente sangras rojo y negro. -Se detuvo para
enfrentar a Talyn. Su mirada fue hacia las charreteras de Talyn que indicaban su nuevo rango-. Voy
a regresarte a los servicios en el palacio. Necesitamos a alguien allí.

-Le deseo suerte con eso, señor. Realmente lo hago.

-¿Comandante?

Talyn se estremeció al oír la voz nasal de Anatole. Trabando la mandíbula para evitar decir
cualquier cosa, se dio vuelta y se obligó a si mismo a saludar al bastardo, aunque lo único que
deseaba era plantar su puño en la altiva cara de Anatole.

Anatole lo ignoró por completo para saludar a Lorens, quién obviamente resaltaba por su
apariencia. Su mirada se deslizó a Talyn antes de centrar su atención de nuevo en Lorens. -¿Puedo
preguntarle por qué se encuentra aquí, señor?

-Eso no es asunto suyo.

Anatole farfulló. -Soy su OC… señor.

-Y yo soy el segundo en comando de la armada entera. No creo que necesite su permiso para
hablar con Batur.

Él entró en pánico. -Cualquier cosa que le esté contando es una mentira. No sé si está
conciente de esto, pero esto es en venganza.

Lorens arqueó una ceja, intrigado. -¿Por?

-Mi tía, la tadara, descendió su rango por insubordinación. Así que los alegatos que está
haciendo en mi contra son todas mentiras.

-Todos los alegatos hechos por cualquier oficial, sin importar el rango, deben ser oídas e
investigadas plenamente. -Lorens intentó alejar a Talyn de Anatole.

-¡Yo no toqué a su puta!

Talyn se congeló donde se encontraba mientras esas palabras lo atravesaban como un afilado
cuchillo caliente.

No…
No, él no había…

Es la muerte golpear a un miembro de la familia real…

A la mierda.

Girando, Talyn se rindió al demonio dentro de él. Aporreó al bastardo con todo lo que tenía.
Y hubiera hecho más si Lorens no lo hubiera empujado hacia atrás bloqueándole el acceso a
Anatole mientras tres guardias se apuraban a llegar con armas apuntadas hacia él. Con la respiración
acelerada, Talyn intentó pasar a Lorens sin lastimar al macho.

-¡Talyn! -gritó Lorens mientras se ponía entre ellos-. ¡Tranquilízate! ¡Sus armas están
calibradas en matar, no en aturdir!

Eso finalmente logró calmarlo. Aún con ansias de sangre, Talyn sostuvo sus manos en alto y
peleo contra el impulso de patear al bastardo, quién se reía mientras se limpiaba la sangre de los
labios.

-Vas a pagar por eso, Teniente. Con tu vida. Entonces, voy a descubrir por mi mismo si tu
puta lo valía.

Talyn fue tras él de nuevo, pero los guardias bloquearon su camino.

-¡Llévenlo para encerrarlo! -ordenó Anatole.

-¡Alto! -Con la cara reflejando la rabia de Talyn, Lorens se giró hacia Anatole. Si el idiota
tenía un gramo de preservación, vería la furia en los ojos de Lorens que coincidía con la de Talyn, y
correría por refugio.

-¿Él está hablando de Felicia? -le preguntó fríamente Lorens a Talyn.

Haciendo todo lo posible para no saltar de nuevo tras la garganta de Anatole, Talyn hizo un
sutil asentimiento.

-¿Qué ocurrió?

Talyn apretó los dientes. Así no era como planeaba que Lorens se enterara del ataque. Por
supuesto, el plan había sido que él jamás se enterara. La orden explícita de Felicia era mantener a su
hermano fuera de eso ya que ellos no sabían quién lo había hecho.

Ahora…

-Te lo ordeno, Batur. ¡Dime de que está hablando!

-Alguien atacó a Felicia en su camino a casa, e intentó de empujarla dentro de un transporte.


Ella dijo que pasó muy rápido, que no sabía quién fue.

-¿El moretón en su cara que me dijo que se lo hizo con el marco de la puerta?

Sobrecogido por la rabia ante el recordatorio, Talyn fue tras Anatole de nuevo. Uno de los
guardias le disparó, fallando por poco a la cabeza.
-¡Deténganse! -Lorens les ordenó a todos.

-¡Él está mintiendo! -ladró Chrisen-. ¡No toqué a su puta!

Lorens arremetió.

Esta vez, Talyn lo paró a él. -Piensa en tus hijos. Ya que ya estoy yendo a la cárcel, deja que
mi ejecución sea por su asesinato.

-Oh, voy a vengar a mi hermana. -Lorens miró a Anatole-. ¡Hijo de puta! ¡Nadie toca a un
miembro de mi familia! ¡Cómo te atreves!

Anatole empalideció. -¿Qué?

-Felicia es mi hermana, ¡estúpido hijo de perra! Talyn ni siquiera lo había mencionado a ud.
Contrario a lo que piensas, ¡no eres en centro del universo de nadie excepto la lamentable perra puta
andarion que te cagó! -Lorens apuntó a Anatole-. ¡Arréstenlo!

Los guardias lo hicieron sin ninguna pregunta.

-¡No puedes hacer esto! -gruño Anatole-. ¡Soy el sobrino de la tadara!

-Y mi paran se sienta a su mano derecha. Cómo crees que él va a reaccionar cuando le diga
que atacaste a su hija más pequeña, ¡hijo de perra!

Anatole tragó audiblemente.

Lorens se mofó de él. -Si fuera tú, rezaría por la misericordia de enfrentar a Talyn en el Ring.
¡Que los dioses te ayuden si mi padre pone sus manos sobre ti! -dio un paso atrás-. Llévenlo al
calabozo antes de que permita al teniente que ponga sus manos en él con mis bendiciones.

Una vez que se marcharon, se giró hacia Talyn. - ¿Cómo pudiste ocultarme esto?

-Le prometía a Felicia que le dejaría a ella contarte. Con la excepción de un moretón y ser un
poco sacudida, ella salió ilesa. De saber que él fue él que le hizo esto, te lo prometo, hubiese
arrancado su garganta. Ella se guardó ese dato de ambos.

-¿Y la dejaste desprotegida?

Talyn le gruñó. -¡Infierno, no! ¿Qué clase de andarion piensas que soy que dejaría sola a mi
hembra para ser herida?

Solo entonces Lorens se calmó. -¿Quién está con ella?

-Ella tiene guardias Centinelas. Dos de ellos. Uno incluso más grande que yo.

-¿En serio?

-Por supuesto. Me iría ASP antes de ponerla en peligro.

Finalmente, calmándose un poco, Lorens se hizo para atrás. -¿Son los guardias la razón por la
cuál accediste a esas peleas adicionales de las que escuché en las noticias?
Talyn desvió la vista, inseguro de que decir.

-Quiero toda la verdad sobre lo que está pasando. Soy su hermano, Talyn. Seguro, no siempre
nos hemos llevado bien ni fuimos cercanos, pero soy la cabeza de nuestra generación. Ella cae bajo
de mi protección directa. Es mi honor y deber asegurar su protección.

-¿Entonces por qué permitiste que se volviera una acompañante?

La rabia oscureció los ojos de Lorens. -¡No te atreva a usar ese tono conmigo, soldado! No
sabía lo que ella estaba haciendo. Ella no vino a mí antes de firmar el contrato. No es que te deba a
ti una explicación. Pero esa es la verdad. Ahora responde mis preguntas.

-Acepté esas peleas para pagar el total de su contrato así la agencia no podría obligarla a
dormir con Anatole o alguien más que ella no quisiera.

Lorens boqueó. -¿Disculpa? ¿Estás diciendo que mi hermana está viviendo en tu casa sin un
contrato legal?

¿Cuán estúpido Lorens pensaba que era? -Relájate. Es su hogar ahora. Mi nombre esta fuera
del contrato de la casa. Completamente. No soy un idiota. Le di el condominio, gratis y limpio. Ella
no está en ningún tipo de peligro legal. Estoy haciendo todo lo que puedo para protegerla.

-Excepto llamarme.

-Ella es mi hembra -gruñó Talyn-. Es mi responsabilidad mantenerla a salvo.

-Pero ella no es tu hembra, Talyn. No por sangre ni contrato.

Talyn apretó los dientes y cerró los puños para evitar golpear a Lorens por decir una verdad
que destrozaba su corazón. Lorens estaba en lo correcto. Si Talyn se acercaba a ella ahora los
arriesgaban a una sentencia en prisión para ambos.

En ese momento, odiaba a Fain Hauk más que nunca por haberle negado su derecho de
nacimiento.

Un tic empezó en la mandíbula de Lorens. -¿Realmente le diste ese condominio?

-No lo necesito. En verdad no pensé que viviría lo suficiente para verlo de nuevo, ya que
estaba seguro de que golpearía a Anatole cuando llegara aquí. -Flexionó su mano sangrante-. Y
mira-, dijo secamente-. Lo hice.

Lorens resopló. -Tienes bolas, Batur. Te daré eso. Corto de cerebro, pero largo de bolas. -Con
las manos en la cadera, enfrentó a Talyn-. ¿Cuánto te costó comprar su contrato?

-Un poco más de medio millón.

Lorens soltó un silbido bajo. -¿Pagaste eso y no demandas nada a cambio?

-Amo a tu hermana.
-Buenos dioses, eso esperaría, considerando el hecho de que estás dando varios millones de
dólares y pagando quién sabe cuánto por su seguridad. -Lorens estrechó su mirada sobre Talyn-.
¿En serio tienes a Centinelas custodiándola?

Él asintió. -Dos de los mejores. Un quillaq y una phrixian.

Con el ceño fruncido, Lorens se rascó la barbilla. -Buena elección. Dos razas que Anatole no
será capaz de intimidar.

-Y ambos tienen inmunidad diplomática de la embajada caronese por cualquier cosa que
puedan hacerle a la realeza protegiendo a Felicia.

-¿Cómo barajaste eso?

-Conozco gente en lugares bajos que conoce gente en lugares altos.

Lorens resopló una breve carcajada. -Seguramente. No tenía idea de que tenías alguna
conexión con Los Centinelas o la casa real caronese.

Talyn se encogió de hombros. -No suelto secretos.

-No, no lo haces. Y de verdad esa es una cosa rara. -Lorens suspiró-. Voy a ponerte de nuevo
en permiso hasta que tenga un alta del médico en mis manos.

-Comandante…

-¿Quieres estar de servicio?

-No realmente. Pero…

-Ve, Batur. Toma el permiso hasta que tenga esto arreglado y tu rango reestablecido. Por
atacar a Felicia, Anatole finalmente cometió un error estratégico que puedo usar en su contra.
Nuestro trabajo es descifrar como explotarlo mejor así todos obtenemos satisfacción de su
estupidez.

-Puedo responder eso fácilmente.

Lorens levantó una ceja, curioso.

-Déjame tenerlo en el ring. Cinco minutos. Eso es todo lo que necesito para eliminarlo de la
miseria de todos legalmente. Para siempre.

Un brillo calculador oscureció la mirada de Lorens. -¿Estás dispuesto a una pelea así de
brutal?

Talyn resopló. -En serio me subestima, Comandante. Confíe en mí, con ambas piernas y un
brazo roto, aún podría alimentar a ese bastardo con sus entrañas.

-Entonces lo veré hecho. Ahora ve a casa, Talyn. No me gusta escuchar el sonido de mi


hermana lloriqueando en mi oído. Veremos que hacemos acerca del contrato. Si alguien te atrapa en
el condominio, solo di que te envíe bajo la orden de protegerla después del ataque.
Talyn retrocedió y le dio un saludo firme. -¡Si, señor!

Mientras caminaba hacia la puerta donde los transportes usualmente esperaban para recoger a
los soldados, deslizó la mirada hacia el calabozo donde Anatole fue llevado. Vamos, Lorens, no me
falles con esas órdenes. Si WAR quería derrocar a la casa real, Talyn estaba más que dispuesto a
escoltar a Anatole directo a sus dioses. Eso solo dejaba a otros tres de esa generación que podrían
heredar el trono.

Jullien, Merrell y Nyrian.

Ellos nunca debieron hacer esto algo personal. Jamás debieron amenazar a Felicia. Pero ahora
que lo habían hecho…

Habrá una fiesta en la casa Batur. Una que no acabara hasta que haya sangre en las paredes y
tres corazones en el puño de Talyn.

出生反抗的

Jullien se quedó tieso como un palo. -¿Qué quieres decir con que Chrisen fue arrestado?

Merrell puso cara de desprecio ante lo que Jullien dijo, que si alguien más lo hubiese
presenciado, habría provocado que Jullien fuera castigado. Primo o no. Pero ya que estaban solos,
dejó pasar el insulto. -¿Esa puta tras la que fue? Sucede que es la menor de las hijas de Saren ezul
Terronova.

Jullien maldijo ante esa infortunada suerte.

-Exacto. Y después del ataque contra su otra hija e hijo, Terronova le está demando a Eriadne
la sangre de Anatole. Y esta vez, él notificó a todo el mundo, y se aseguró de tener una audiencia al
momento de hacer sus demandas. El bastardo está aprendiendo. Estamos tan acorralados, que no
hay manera de hacer control de daños. -Merrell se detuvo, frunciendo el ceño-. De cualquier forma,
¿qué estás haciendo aquí? ¿No se supone que estarías en lo de tu padre?

Jullien gruñó con ira ante el recordatorio de lo que lo trajo de vuelta a Andaria. Lo último que
esperaba oír de su secretaria cuando llegó era que su primo favorito y cohorte estaba actualmente en
prisión, y que él no podía hacer nada para sacar a Chrisen.

Asegurándose de que los guardias se encontraban fueran del rango de audición, Jullien acortó
la distancia entre ellos para así poder susurrar y que solo Merrell lo escuchara. -Vi al bastardo. Aún
vive.

Merrell tuvo la misma reacción que él tuvo en el restaurante en Verta. Se puso pálido,
entonces sus mejillas se enrojecieron con furia. -¿Qué?

-Se pone mejor. Estaba con Kiara Zamir. Almorzando en un restaurante andarion, de todos los
lugares. A plena luz del día.

-¿La princesa gourish?

Jullien inclinó la cabeza hacia él. -No me atrevo a contactar a su padre personalmente. Él me
odia. Así que, regresé para que tú enciendas un fuego bajo el trasero de su padre y hagas que él
ejecute al híbrido antes de que alguien se percate quién y que es realmente, y lluevan bombas sobre
nuestro desfile.

Merrell se inclinó para susurrar en el tono más bajo posible. -¿Cuáles son las probabilidades
de que alguien lo reconozca como tu hermano?

Jullien apretó fuerte los dientes y habló furiosamente a través de ellos. -Luce igual a nuestro
padre. Cualquiera lo sabría en este punto. No puedes perderlo. Incluso con las cicatrices en su cara.
Es peor ahora que cuando estábamos en el colegio con él.

Merrell comenzó a retroceder, pero Jullien agarró su brazo para mantenerlo a su lado y
terminar su reporte. -Hay más.

-¿Qué? -gruñó Merrell.

-Estaba vestido con un traje de Centinela. Él es uno de ellos.

-Eso explica el enojo que tienen de hace tanto contra nosotros.

Jullien asintió. -¿No, en serio? Y es por eso que volví a casa. Tenemos que deshacernos de
Nykyrian, de una forma u otra. Lo último que necesitamos es que ese bastardo se acople con la
princesa gourish. Perderíamos todo.

Merrell gruñó bajo cuando digirió todo lo que Jullien le estaba contando. Malditos sean todos.
¿Por qué Nykyrian aún estaba con vida? Su abuela pagó bien por su desaparecimiento de niño.

Ahora…

-Los probekeins aún tienen un contrato sobre la vida de Kiara, y su padre ya está lidiando con
esa distracción. Podríamos usar a algunos de nuestra guardia especial para atacarla y que parezca
como si ellos fueran los que van detrás de Kiara.

Jullien asintió. -Puedo contactar a Bredeh, fui al colegio con él y con su hermano, Arast.
Quiere al bastardo muerto incluso más que yo.

Merrell enterró su dedo índice en el hombro de Jullien para enfatizar su punto. -Tú has eso.
Porque si tu madre o tu tía alguna vez descubren que ese híbrido aún esta vivo…

-Confía en mí, lo sé. -Ellas personalmente matarían a la madre de Merrell y demandarían la


cabeza de la tadara-. ¿Crees que debería decirle a mi yaya que lo vi?

Merrell se detuvo para considerarlo. Aunque la reina fue quién originalmente utilizó a la
madre de Merrell para posar como Cairistiona para deshacerse de Nykyrian, la tadara era una perra
caprichosa. No había forma de decir como reaccionaría ante la noticia de que su nieto aún seguía
vivo. Los dioses sabían, que ella estuvo furiosa cuando descubrió que Nykyrian fue al colegio con
ellos y ellos fallaron en matarlo. La reina tenía tanto que perder en esto como ellos si Nykyrian
alguna vez daba un paso al frente.

Pero Eriadne no era una gran fanática de Jullien estos días tampoco. Ella lo veía como el débil
híbrido cobarde que era. Aún así, ella aún prefería ver a su sangre directa en el trono que a la de su
hermana. Lo que significaba que ambos, él y Chrisen, estaban obligados a besar el repugnante
trasero de Jullien.
Durante todos estos años, Merrell esperó poder eliminar a Jullien de sus vidas antes de que el
trol mutante engendrara un heredero. Hasta ahora, al menos lograron mantener alejado a Jullien del
matrimonio y la procreación.

No fue fácil. Tanto él como Chrisen tenían las manos manchadas con sangre por eso. Y si
alguna vez Jullien los descubría, él mismo los mataría.

Odiando no tener otra opción más que inclinarse ante la criatura que más odiaba, Merrell
gruñó bajo en la garganta. -Deja que lo hable con ella en privado. -Y mientras lo hacía, planeaba
usar esto como una forma de obtener permiso para eliminar a Jullien de la sucesión también. Era
tiempo de que el trono cambiará de la rama Anatole de Eriadne hacia la de Merrell.

Tiempo para un serio cambio andarion.

Jullien asintió. -Iré a hacer unas cuantas llamadas y ver que puedo poner en su lugar.

-Y yo agitaré las aguas con Keifer Zamir. Si Nykyrian realmente está con su hija, debería ser
fácil hacer que ese bastardo paranoico quiera su vida. Le diré que sospechas que el híbrido la violó
y está abusando de ella.

Una sonrisa malvada curvó los labios de Jullien. -Bien.

Merrell observó como Jullien se marchaba mientras sus pensamientos giraban. Las cosas se
estaban desintegrando rápido. Lamentablemente, tal vez tuviera que sacrificar a su hermano
pequeño por la estupidez de Chrisen. Pero eso era culpa solo de Chrisen.

Esta vez, Terronova estaba en busca de sangre.

Si entregaba a Chrisen a los Terronova, eso debería aplacarlos por el momento. También
calmaría los disturbios con la nobleza que estaba empezando a pedir una restricción al poder real.
Algo en lo que todos ellos últimamente dieron una mano para provocar.

Y una vez que los nobles estuvieran distraídos, Merrell sería capaz de ir y limpiar la casa.

Empezando con la línea entera ezul Terronova y terminando con la vida de Eriadne y de las
dos hijas que quedan.
Chapter 23
Felicia dejó una bebida para Talyn mientras ella sonreía por su paciencia mientras enseñaba a
Qorach como jugar squerin, un viejo juego Andarion. Ella estaba muy sorprendida por lo rápido y
fácil que Talyn había aprendido el idioma y los signos de Qorach. Su macho era excepcionalmente
inteligente y rápido.

Cuando se encontró con la mirada de Morra, el ascensor sonó inesperadamente. Algo que
nunca sucedía.

Suponiendo que sería Galene, se volvió para darle la bienvenida. En cambio, Aaron bajó
primero y rápidamente fue seguido por un grupo de ocho guardias que tenían armas en sus manos y
los apuntaban.

Morra y Qorach levantaron sus manos inmediatamente y entrelazaron sus dedos detrás de sus
cabezas. La luz en sus ojos decía que ellos debatían si ellos podrían contra sus atacantes, y cuál
sería el costo de esa lucha. Felicia fue un poco más lenta para moverse. Por un lado, ella no podía
creer lo que estaba sucediendo.

Las casas no eran invadidas en Andaria. Así no.

Talyn no se movió en absoluto. Mantuvo sus manos sobre la mesa, a la vista. -¿Qué es esto,
Aarón?

-Les mostré el contrato de alquiler y les dije que eras amigo de Tara Orfanos y que tú y tus
otros amigos estaban aquí, visitando.

-¡Cállate! -Un oficial le gruñó mientras lo empujaba a un lado-. Talyn del Clan de Sangre
Alada de Batur. Está bajo arresto por una relación carnal no sancionada con Felicia Tara Orfanos.

Con rasgos endurecidos, Talyn se deslizó lentamente su silla. -¿Según quién?

Todos mantuvieron sus armas apuntándolo como si esperaran señal para atacar.

El oficial que había estado hablando avanzó cautelosamente. Extendió una orden hacia Talyn
pero mantuvo suficiente espacio entre ellos para que pudiera retirarse rápidamente si tenía que
hacerlo en caso de que Talyn arremetiera contra él. -Es un decreto real. Hecho por el mismo tahrs.

Felicia sintió que sus rodillas se aflojaban. -¡Esto es ridículo! ¡Esto es una venganza hacia mi
hermano debido a que hizo detener a Chrisen Anatole!

-No importa. -dijo Talyn secamente. Le entregó la orden-. Llama a mi madre y hazle saber.

-Talyn...

-Shh. -dijo suavemente-. No podemos luchar contra esa orden. No a menos que presentes los
papeles de contrato por nosotros.

Su corazón se rompió ante la desesperanza en sus ojos. -Te voy a sacar te esto. ¡Lo juro!
Talyn puso las manos detrás de la espalda y les permitió que lo esposaran y sacaran del
apartamento. Con una última mueca de disculpa, Aaron fue con ellos.

La furia atravesó a Felicia mientras leía la orden de arresto. Ella había sospechado que su
agencia era la que había presentado el informe y habían hecho que fuera firmado por el príncipe. En
lugar de ello, fue el propio Tahrs Jullien quién los había acusado.

Y cuando echó una ojeada a la denuncia y los detalles, se dio cuenta de por qué Talyn no
había luchado. A menos que se declarara culpable de chantajearla en la relación, o mostrar los
papeles del contrato legal para ellos, ella sería detenida para una muestra de ADN para ver si había
tenido contacto sexual con él. De ser confirmado, ella sería detenida, también.

Las lágrimas llenaron sus ojos. Le dio la orden a Morra y fue a buscar su enlace y llamó a la
madre de Talyn y a su padre para contarles lo que había pasado.

出生反抗的

Felicia sostuvo la mano temblorosa de Galene mientras su padre y hermano debatía el mejor
modo de sacar a Talyn de la cárcel antes de que Julien lo deportara otra vez.

Hasta el momento, el padre de Felicia había sido capaz de mantenerlo en la cárcel de la


ciudad, pero Eriadne o Jullien podían trasladar a Talyn. Y en cualquier momento.

Morra se aclaró su garganta para llamar la atención. -Admito que no entiendo la ley andarion.
En absoluto. Pero... de lo que estoy escuchando, todo lo que necesitas es un contrato que diga que a
Talyn se le permite tener visitas conyugales con Felicia, ¿verdad?

Su padre estaba menos que satisfecho con la forma en la que ella lo expresó. Sus ojos ardían
de furia ante la pequeña schvardan. -En resumen, sí.

-Entonces haz un contrato.

El macho rodó sus ojos. -No es así de simple. Esto tendría que preceder a las acusaciones y
ellos tendrían que haberlo presentado dentro de setenta y dos horas de haberlo firmarlo.-

-¿Presentado dónde?

-El depósito legal, en el palacio.

Morra frunció el ceño. -¿Esta automatizado?

-Por supuesto. -Él prácticamente se burló de la cuestión-. Nadie podría leer todo lo que es
presentado diariamente. Ellos eventualmente lo revisan, pero eso lleva un atraso de seis a ocho
meses.

Morra le guiñó un ojo a Felicia. .-Eso es, entonces. Tráeme una copia de lo que una de esas
cosas parece y te falsificaré uno. Tomará aproximadamente una hora. Lo tendremos en casa en dos.

Lorens se rió amargamente de su arrogancia. -No es así de sencillo.

-Para ti, tal vez. -Morra hizo sonar sus nudillos-. ¿Para mí? Necesito una muestra y una hora.
Te lo prometo, puedo hacer esto.
Felicia sacudió su cabeza en negación. -Mi hermano tiene razón. No es tan simple. No es
solamente el papeleo. Tienes que tener un agente de supervisión autorizado o agencia. Y por
desgracia, los oficiales exigirán entrevistar al agente designado antes de permitirle a Talyn su
libertad.

Cruzando los brazos sobre el pecho, Morra consideró eso. -¿Cómo se forma una de estas
agencias? ¿Podría ser una agente?

Felicia negó con la cabeza. -Ellos sólo pueden establecerse por un andarion con un mínimo de
veinte años en la industria.

Qorach hizo señas a Morra, quien sonrió en respuesta. Se volvió hacia Felicia. -¿No dijiste
que tu madre era una compañera?

-Sí.

-¿Podría ella ser una agente?

Felicia se tomó un minuto para imaginar la situación. –A ella se le puede haber concedido una
licencia para comenzar a serlo. Sí.

-¿Podrías ser su primer… -Morra deslizó una mirada incómoda hacia el padre de Felicia. -
¿Ofrecimiento?

-En teoría. ¿Por qué?-

-¿Puedes hacer que mienta para salvar a Talyn?

-Creo que sí.


Morra sacó su enlace y lo puso sobre la mesa. -Entonces dime lo que tengo que hacer y qué
sistemas tengo que intervenir. Créeme, no hay seguridad que me pueda bloquear. Es por eso que
Los Centinellas me contrataron. Sólo dos criaturas vivas son mejores en este tipo de falsificación
que yo, y resulta que ambos trabajamos para ellos. -Ella aprobó el jadeo feliz de Qorach-. ¡Oh,
mira! ¡Y uno de esos dos sucede que está justo sentado a mi lado! Dime si esto no es suerte.

Resoplando en su entusiasmo, Qorach sacó su propio enlace y comenzó febrilmente a


conectarse.

Galene miró preocupadamente a Felicia. –Habla con tu madre y dile que si ella hace esto, me
aseguraré de que no le pase nada. Nunca. Y recemos. -Ella tocó a Morra en el hombro. -Mientras tú
trabajas en esto, voy a ver si puedo llegar hasta Talyn antes de que confiese para salvar a Felicia y
se hunda tan profundo que no podamos sacarlo.

出生反抗的

Talyn sintió que el aire alrededor de él se movió mientras alguien se acercaba a su celda, pero
él no se molestó en mirar hacia arriba o moverse. Estaba demasiado adolorido para eso.

-¿Bebé?

Saboreó el inesperado sonido de la voz de su madre. Preparándose para el dolor, se incorporó


lentamente.
Ella se quedó sin aliento tan pronto como lo vio. -¿Qué hicieron?

Se limpió la sangre en la mejilla e hizo una mueca. -Me interrogaron. Como no tienen pruebas
reales, esperaban que les hiciera el trabajo más fácil y que confesara.

Las lágrimas brotaron de sus ojos. -¿Qué les dijiste?

Talyn resopló ante su pregunta. -Ni una maldita cosa. De haberlo hecho, se habrían detenido.
Tal vez. Pero me conoces, Ma. No me gusta contestar preguntas. De nadie. Y mi relación con
Felicia no es de su maldita incumbencia. Ella es mi mejor amiga y eso es todo lo que necesitan
saber sobre este asunto.

Su frente se frunció con una furiosa preocupación, entonces alcanzó a través de los barrotes
para rozar con su mano contra su palpitante mandíbula. -No te preocupes. Ella está haciendo todo
para liberarte. Tan pronto como ella pueda llegar a su madre y obtener el número de expediente, lo
llevarán al depósito y tendrá una copia hecha de tu contrato.

Talyn no tenía idea de lo que su madre estaba hablando. Ella tenía que estar drogada. Pero él
no era lo suficientemente tonto como para contradecirla cuando estaba seguro de que estaban siendo
observados. Probablemente grabados.

Tampoco era tan tonto como para acusarse a sí mismo de nada. De ahí la paliza que le habían
dado. Si su infancia, y el entrenamiento en el ring, no le habían enseñado a soportar el dolor, su
entrenamiento básico en armada lo había hecho. Nombre, casta, rango, OC. Eso es lo único a lo que
cualquiera tenía derecho. Y era todo lo que ellos obtendrían de él. Lo que los había enfadado hasta
un final incierto, y lo puso bastante contento el ser su percebe*48 personal.

Talyn fulminó con la mirada a la cámara en el techo fuera de su celda y le sonrió. -Yo sé por
qué estoy aquí y quién es responsable de ello. Un día, nos vamos a encontrarnos en el Ring,
cobarde, y voy bañarme en tu sangre. Probablemente en tu orina primero, ya que estoy seguro de
que te mearás los pantalones de miedo. Así que sigue escondiéndote como una perra humana
asustada. Esto sólo me vuelve mucho más decidido a tener una charla contigo, al estilo andarion.

-No deberías burlarte de ellos.

Él se encogió de hombros. -¿Qué van a hacer? ¿Golpearme? Oooh, tengo tanto miedo de eso.
- dijo con sarcasmo-. Además, todos son un montón de cobardes temblorosos, escondiéndose detrás
de sus mamás. Soy un Batur y un oficial andarion. No temo a seres inferiores, sin importar la sangre
que ellos creen fluye en sus venas. Personalmente, creo que se les debería realizar un examen para
asegurarse de que tienen el linaje que sus madres afirman. Seguramente esas familias
impresionantes no podrían producir tal pensamiento social inferior, y si lo hicieran, entonces es el
momento de limpiar su acervo genético*49. Una víctima mortal a la vez.

Ella se estremeció ante las palabras que gruñó. -¿Qué le pasó a mi bebé que nunca diría más
de tres palabras, y nunca algo tan duro en contra de nadie?

Talyn tocó sus labios hinchados. -Él se cansó de ser alimentado con mierda a la fuerza.

*48 Palabra que se utiliza para referirse a una persona o cosa que es difícil deshacerse de él.
*49 Gene pool: "acervo" genético. El pool genético es la suma de todos los genes en los entrecruzamientos de una población.
La puerta se abrió detrás de su madre. Una enorme montaña andarion entró y miró a Talyn.
Durante varios segundos, Talyn esperó que el hijo de puta lo lanzara de nuevo a la sala de
interrogatorios para otra ronda llena de diversión de no te diré ni mierda.

En su lugar, el guardia aplaudió. -Eres audaz, muchacho. Más estúpido que el infierno, pero
audaz. Y no tienes nada en comparación con como pelea tu hembra.

Talyn le frunció el ceño mientras una enfermiza sensación de temor lo atravesó. Si alguien le
hubiera hecho daño a Felicia, no descansaría hasta que los hubiera matado donde se encontrasen. Su
espalda se estremeció con una feroz advertencia de que el infierno estaba a punto de desatarse. -
¿Qué quieres decir?

El guardia se volvió al monitor en la pared y dio un paso atrás para dejar ver a Talyn la
pantalla.

-Todas las estaciones han estado reproduciendo esta repetición. Tu hembra ha comenzado una
grave tormenta de fuego.

El ceño de Talyn se profundizó mientras la escena mostraba dos periodistas y luego a Ferrick
y Erix en una rueda de prensa que él había olvidado que hoy se celebraba por sus próximas peleas.
Había andarions de todas las agencias importantes de noticias e incluso de especies de otros
planetas. Todos hambrientos de información y estadísticas sobre quién mataría quien en el Ring.

Vestida con la bata tradicional de pelea y llevando la Warsword que Talyn usaba para los
encuentros en el Ring, la cual parecía gigantesca en sus delicadas manos, Felicia se dirigió a la
tribuna para dirigirse a la perpleja multitud.

Aturdido y un poco asustado por sus acciones, se encontró con la mirada boquiabierta de su
madre que decía que ella no tenía ni idea que Felicia había planeado esto.

Después de apoyar la Warsword contra el podio, Felicia se bajó la capucha y miró fijamente
al enjambre de reporteros. -Obviamente, no soy Iron Hammer. Pero estoy aquí con noticias
importantes. -Ella levantó la mano que sostenía un enlace y lo apretó. Inmediatamente, comenzó a
reproducirse la llamada de Chrisen donde insultaba a Talyn y audazmente le hacía proposiciones
sexuales a Felicia.

Gruñendo, Talyn se fue contra las barras y fulminó con la mirada a su madre. -¡¿Por qué no
me dijiste lo que ese pútrido bastardo le dijo?!

Antes de que su madre pudiera responder, Felicia habló de nuevo. -Todos ustedes han venido
a preguntar acerca de Talyn, y estoy aquí para decirles que, ahora mismo, en este mismo instante, el
Mayor Talyn Batur, el Iron Hammer y un héroe nacional andarion que, como piloto de caza, que ha
sangrado en protección de su planeta natal y por todos nosotros, está en la cárcel. No por un crimen
que haya cometido, si no por una venganza personal iniciada por un cobarde real que ha rechazado
las invitaciones repetidas de Talyn para manejarlo como un verdadero andarion… en el Ring. -Ella
enunció cada palabra lentamente.

Un grupo de soldados se adelantó en la multitud, pero fueron detenidos por miembros


Centinelas que surgieron para formar una barricada y protegerla.

Felicia se ajustó el micrófono. -Antes de que me arresten y me arrastren fuera en exilio como
han hecho con otros tantos ciudadanos andarions inocentes cuyo único crimen fue respirar, quiero
que los andarions, y el resto de los Nueve Mundos, sepan la verdad acerca de nuestro linaje
gobernante. Yo no soy una rebelde. Yo soy una simple estudiante universitaria que estudia pediatría
y medicina física en North Eris. Nunca pedí ser una herramienta para ciertos miembros de la familia
real a utilizar para paralizar a un guerrero andarion tan noble y honorable como Talyn Batur. Yo no
creía lo que se pensaban eran mentiras tejidas por lo que odiaban a nuestro gobierno y tadara. Esto
no es la Scythian Age. Tampoco los tiempos de Justificale Cruel*51. ¿Quién en su sano juicio
creería que tales crímenes podrían suceder en estos tiempos? Yo no quería creer que Merrell
Anatole mató a mi hermano para casarse con su esposa. O que su hermano violó a mi hermana y
luego la obligó a firmar un acuerdo de confidencialidad o la matarían por ello. Ni quel Chrisen
Anatole trataría de secuestrarme en plena luz, fuera de mi propia casa, solamente por desquitarse de
Talyn por un rencor que él tiene contra sus padres. Estas cosas pasan en los mundos humanos. No
pasa aquí. No en nuestra raza.

Presionó su enlace de nuevo. Esta vez, eran Merrell y Chrisen discutiendo abiertamente sus
crímenes y riéndose sobre eso. La ira se elevó encima de los reporteros.

Felicia asintió. -Está en sus propias voces. Revisen sus bandejas de entradas. Cada uno de
ustedes tiene una copia de estas grabaciones, y más han sido desencriptadas y entregadas a sus
correos electrónicos, y para todas las agencias de noticias en el Universo Ichidian, así como al del
comandante principal de La Liga. ¡Este es el tiempo para que estos criminales sean imputados por
las atrocidades que ellos han cometido contra sus familias y nosotros! ¿Somos humanos
acobardados siendo aterrorizados de enfrentar tal tiranía? ¿O acaso no somos la misma raza
guerrera que dio a luz a una familia de trece valientes machos y hembras que, unidos por la sangre y
la determinación, contuvieron a un ejército invasor para proteger a nuestros hermanos?

Una ovación de apoyo atravesó la multitud.

Felicia golpeó su corazón con el puño y puso en alto la Warsword de Talyn, signo andarion de
honor, y un desafío a los enemigos. -¡Andaria por siempre! ¡Sé que Chrisen Anatole fue a la escuela
con los seres humanos, pero es hora de recordarle a nuestro miembro de la familia real que se
supone que es uno de nosotros! No uno de ellos. Sube al Ring, Anatole. ¡Sé el andarion que dices
ser! ¡Libera a Talyn! ¡Muerte a todas las tiranías!

La multitud comenzó a cantar las palabras con ella.

Talyn miró con total incredulidad. Orgulloso y asombrado, no podía creer que Felicia pudiera
hacer algo como esto por él. ¿Por qué arriesgaría su vida y su futuro? Si eso no fuera
suficientemente impactante, el guardia abrió la puerta de su celda y dio un paso atrás para darle
espacio.

Como no estaba seguro si esto era una trampa, Talyn vaciló y miró al guardia.

Un tic se inició en la mandíbula del guardia. -Esos bastardos cobardes han emitido un contrato
de La Liga sobre la vida de tu hembra. Tenemos dos de los nuestros y un Centinela con ella, pero
sabemos que quieres protegerla por ti mismo. Como el andarion decente que eres. Buena suerte,
Hammer. Que los dioses viajen contigo. Súbelo al Ring y dale de comer sus dientes. -Él saludó a
Talyn.

*50 Era Escita: nombre dado en la Antigüedad a los miembros de un grupo de pueblos de origen iranio, caracterizados por una
cultura basada en el pastoreo nómada y la cría de caballos de monta. En la Antigüedad tardía fueron sometidos por los sármata s, un
pueblo culturalmente afín que terminó sustituyéndolos como amos de las estepas.
*51 Una búsqueda exhaustiva en Internet no pudo arrojar una definición de esta palabra en particular, pero ambas palabras me hacen
pensar en la matanza de aristos llevada a cabo por uno de los gobernadores Cruel (familiar de Darling), probablemente el mismo que
mato a los padres de Zarya.
Su madre vió la mirada sorprendida de Taltn. -Tengo un transporte esperando

出生反抗的

Felicia se mordió las uñas mientras su padre y su hermano se paseaban por la sala de estar,
gritándole por lo que había hecho en los medios.

Su padre la fulminaba con los ojos blancos. -Deberías de haber consultado esto conmigo. ¿En
qué estabas pensando?

Ella levantó la barbilla con orgullo. -Me harté de que Talyn sea castigado por nada.-

Las verdes mejillas de Morra se oscurecieron. –Lo siento, mi lord. No me di cuenta cuando le
mostré a Felicia los documentos que habíamos desencriptado que ella iría de inmediato a los
medios. Ella parece tan relajada y dulce. Inocente, incluso. ¿Quién sabía que era una lorina
dormida?

-Yo podría haberte advertido. -Su padre se burló-. Ella es hija de su madre.

Felicia abrió la boca para recordarle a su padre que a él le gustaba eso de su madre cuando, de
repente, el ascensor sonó. Esperando que sea otro ataque, ella giró, dispuesta a luchar.

Era Talyn y su madre. Con un gritito feliz, Felicia saltó del sofá para embestirlo.

Talyn dejó escapar un leve gemido cuando Felicia literalmente se lanzó a sus brazos y
envolvió su cuerpo con ellos. Se tambaleó hacia atrás ante la reacción inesperada mientras ella
vertía besos en su rostro. Cerrando los ojos, saboreó la sensación de sostenerla. De sentir su cuerpo
pegado al ras del suyo.

Hasta que ella se echó hacia atrás y vio los moretones. Ella abrió la boca antes de tocarlo
suavemente. -¿Qué pasó?

-Nada, pero estoy muy enojado contigo.

-¿Por?

-Por ponerte en peligro. ¿En qué estabas pensando?

Rodando los ojos, se deslizó fuera de sus brazos y gimió en voz alta. -¡Oh, Dios mío, suenas
como mi paran! -Suspiró profundamente y empujó a Talyn para que entrara-. Talyn te presento a mi
paka. Paka, Talyn.

Talyn vaciló cuando finalmente vio al noble anciano. Por alguna razón se había olvidado lo
joven que la madre de Felicia era en comparación con su padre y el hecho de que Lorens era mayor
que la madre de Talyn. Él dio una ligera inclinación al político que tenía el porte de la realeza. –Mi
lord.

Saren resopló. -Por favor, no seas tan formal. -Él le dio unas palmaditas en la espalda a Talyn.
-Somos prácticamente familia. Especialmente teniendo en cuenta todo lo que has hecho por mi
Felicia, quien nunca debería haberte hecho pasar por nada de esto.

Ella bajó la cabeza.


El temperamento de Talyn explotó. -Ella no ha hecho nada, aparte de traer felicidad absoluta
a mi vida. -Le dio una mirada burlona a ella-. Tal vez no en este momento con las amenazas de
muerte sobre su cabeza… todo lo demás no fue su culpa.

Ella sonrió y lo apretó contra su cuerpo. -Te amo -le susurró al oído.

Talyn aspiró el aroma de su cabello y tembló ante el miedo y el amor que sentía por ella. El
enlace de su madre sonó. Se disculpó y fue a atender.

Saren subió el volumen de los monitores donde la noticia se estaba reproduciendo. -Tengo
que darle crédito… nunca pudimos poner nada en manos de los medios de comunicación. Al
apropiarse de tu conferencia de prensa, Felicia logró más en cinco minutos que todos nuestros
miembros combinados, en los últimos quince años.

Talyn frunció el ceño. -¿Discúlpeme?

-Mi padre es líder de WAR. -Felicia le susurró al oído-. Él se hizo cargo después de que Rhys
fuera arrestado.

Talyn quedó asombrado con esa inesperada revelación. Al parecer, Lorens era tan bueno
guardando secretos como él.

Su madre volvió a la sala. -Tylie acaba de enterarse del descontento social. Ella y Cairistiona
están fuera del planeta. Ellas estaban en camino para encontrarse con el emperador Aros en una
ubicación desconocida, cuando todo esto empezó a desatarse. Dado el clima político actual, y los
que exigen que las cabezas reales rueden, Tylie tiene la intención de permanecer en el imperio
Triosan hasta que todo se vuelva a calmar.

A Talyn no le gustó como sonó eso, o lo que significaría para su madre. Aunque, tal vez sea
lo mejor para sacarla del imperio hasta que esto se termine. -¿Estás siendo convocada?

Ella asintió. -Cairie está histérica por todo esto. Espero que Tylie pueda calmarla antes de que
la seden y la dejen en coma. Tengo que salir de inmediato.

Saren estrechó su mirada. -¿Qué es lo que está planeando hacer con su madre?

-Conociendo a Tylie, ella va a tratar de mantenerse al margen de esto y mantener a su


hermana a salvo. Hay que recordar que todos sus hermanos se asesinaron entre sí, y sus hijos. La
única que siempre protegió a Tylie y arriesgó su propia vida para hacerlo fue Cairie. Ahora, Tylie
terminó con la violencia sin sentido. Todo lo que quiere es una Andaria donde ella y Cairie puedan
vivir una vida cuerda y en paz.

Galene suspiró pesadamente mientras guardaba su enlace en el bolsillo. -Querías que la


monarquía sea destruida, y puedo entender tu disgusto. Pero déjame preguntarte esto, aseseran.
¿Quién va a ejercer este imperio cuando los Anatoles se hayan ido? ¿Tienes idea de la sangrienta
guerra civil que todos ustedes están a punto de encender entre las familias de alta Investidura? ¿De
verdad crees que los otros diez linajes nobles van a renunciar pacíficamente para que alguien sea
nombrado por un plenumus? ¿O qué hay con los doce altos títulos de los clanes guerreros? ¿Qué
pasa si uno de ellos se eleva hasta hacerse con el poder en el despertar de este malestar?

Saren sacudió la cabeza. -Eres un Batur. Sabes lo que los Anatoles le hicieron a toda tu
familia. Ellos los masacraron porque temían la fuerza de sus guerreros. Lo mismo con los Hauk y
los Xus. Me niego a esperar y dejar que ellos le hagan a mi familia lo que le han hecho a la tuya.

Morra silbó. -Tranquilos, chicos. Vamos. No estamos en guerra aquí. Y recuerden que
algunos de nosotros no somos andarion. ¿Podría alguien explicarme esta cosa de los clanes de
sangre?

Felicia se acercó al enlance de Morra para tirar encima de las crestas de la familia de los más
altos rangos nobles y linajes militares. -Hace siglos, Andaria estaba dividida en tribus no
organizadas que lucharon entre sí por el territorio y los recursos.

-Al igual que la mayoría de los mundos. Eso lo entiendo. -Morra hizo un gesto hacia las
crestas-. ¿Supongo que éstas eran las tribus principales?

-Lo que queda de ellas. En aquel entonces, los clanes guerreros eran nuestros líderes. Hasta
que los Oksanans atacaron y tuvimos nuestra primera invasión de una raza alienígena. Por desgracia
para ellos, marcharon a través de una granja de la familia de los War Hauks.

Morra arqueó sus cejas. -¿Hauk?

-Sí. -dijo Talyn-. La misma familia tribu de miembro Centinela que estás pensando. Dancer
Hauk es llamado el único sobreviviente andarion de esa batalla. Su familia salvó sin ayuda de nadie
nuestro mundo.

Morra asintió mientras lo digería. -Suena como el Hauk que conozco y amo.

-Mientras que padre e hijos luchaban -continuó Felicia, -la madre corrió a avisar a las otras
tribus del ejército invasor. Era la primera vez que Andaria estaba unida como una sola nación.

Saren asintió. -Sabiendo que podríamos ser invadidos de nuevo, en cualquier momento,
tuvimos nuestro primer plenum poco después.

-Lo que quiere decir es baño de sangre. -dijo Talyn con una nota amarga en su voz-. No las
reuniones de consejo que poseen hoy en día, cuando las primeras familias lanzaron las leyes que
nos gobiernan a todos por nuestra tadara.

Morra arrugo la cara mientras trataba de seguirlos. -Baño de sangre ¿cómo?

Talyn miró al padre de Felicia antes de explicar. -Fue un combate cuerpo a cuerpo, donde el
más fuerte de cada clan luchó para ver quienes merecían ser nuestros líderes. Hubo veinticuatro
supervivientes de ese encuentro, quienes después lo echaron a la suerte para ver quiénes serían
políticos y quiénes crearían a nuestros militares. Entonces el orden de las castas de los linajes y
familias se determinó por el lugar donde su antepasado había quedado en el encuentro.

Lorens asintió. -Hasta que llegaron a Dancer Hauk, que había ganado todos los encuentros. Él
sacó la suerte de ser político y la rechazó. Terminó negociando su parte con el primer Anatole,
quién sacó una vacante militar… Anatole había terminado segundo en la batalla.

Su padre suspiró pesadamente. -Y así empezó la pelea entre la primera familia de la


aristocracia y la primera familia de los militares que dura hasta nuestros días.

El ceño de Morra se profundizó. -¿Por qué?


Talyn apretó los dientes mientras una vieja amargura se le atragantaba. -Porque cada andarion
sabe que Dancer Hauk y sus descendientes son los que deberían haber sido nuestra familia
gobernante. Y los Anatoles han pasado los últimos cuatro mil años esperando que uno de los Hauks
se levanté, los venza, y tomen el trono al que técnicamente tienen derecho.

-Pero no lo han hecho.

-No, pero ellos, solos, podrían hacerlo, y los Anatoles lo saben. La mayoría de ellos les tienen
miedo.

Morra miró a Saren. -Entonces, ¿dónde cae tu familia en este lío?

-Mi linaje es el tercero de los clanes nobles. Anatole es el primero, Nykyrian, despues
Terronova.

Miró a Talyn. -¿El tuyo?

-Somos militares. Los Baturs se clasifican en segundo lugar solamente después de los Hauks.

- ¿Así que técnicamente los Terronovas son la mayor amenaza para la reina?

Lorens negó con la cabeza. -No. Ya que los andarions son guerreros, los descendientes
directos de los Hauks e incluso el mayor de los Batur socialmente excede en grado a los linajes
nobles, excepto la familia dirigente de Soberanos Anatoles.

Morra se llevó las manos a las sienes como si luchara contra un dolor de cabeza. -Es como
jugar a barajar cartas.

Felicia se rió. -Para ti, tal vez. Dado que este es nuestro patrimonio, lo conocemos
íntimamente. Y ahora que entiendes por qué la tadara y Chrisen estan que hirven mi trasero*4. Mi
paka es el hijo mayor de la tercera familia noble. Mi madre es la segunda del linaje ezul Nykyrian y
su primo se casó con la tadara y engendró a Cairistiona y Tylie. Así que soy una prima paterna de la
tizarahie, mientras que Chrisen y Merrel son sobrinos de la tadara. Conmigo relacionada con un
Batur… para ellos, es una pesadilla social esperando que suceda. Y porque soy de los linajes
Nykyrian y Terronova, si Talyn y yo tuviéramos una unión legalmente sancionada, nuestros hijos
estarían en la línea para el trono más aún que Chrisen y Merrell.

Talyn se encontró con la mirada de su madre y sonrió. Hasta ahora, no se había conocido el
linaje de la madre de Felicia. Dada su casta de nacimiento, si podía reclamar la línea de sangre de su
padre, sus hijos serían más altos que cualquiera, con excepción de los herederos reales. Ellos
incluso serían nombrados como honorables tizirans y tizirahs.

-Nykyrian, ¿eh? -Había una nota extraña en la voz de Morra.

-Sí, ¿por qué? -preguntó Lorens.

-Nada, sólo es extraño… tenemos un Nykyrian que trabaja para Los Centinelas. Él es el único
que he conocido que tenía ese nombre.

Felicia arqueó una ceja ante eso. Tenía sentido. Nykyrian no era un nombre común, incluso en
Andaria. -¿En serio?
-Sí, pero es su nombre de pila. Y él es parte humano.

Galene palideció. -¿Cómo?


-¿Qué? -Morra parpadeó inocentemente.

Con la mandíbula floja, Galene se encontró con la mirada perpleja de Saren. -¿Cuáles son las
probabilidades de que haya dos híbridos humano-andarion nombrados Nykyrian?

Saren se sentó lentamente a medida que internalizaba la noticia.

-¿Qué? -repitió Morra.

Saren sacudió la cabeza. -No es posible… ¿lo es?

Morra miró hacia atrás y hacia adelante entre ellos. -Andarions, de verdad. ¿Podrían poner al
corriente a los extranjeros?

Galene dejó escapar un suspiro nervioso. -Cairistiona tenía un hijo que supuestamente murió
en un incendio cuando era un niño. Ella jura que vivió, y que él va a volver un día para reclamar el
trono. Él era un híbrido, medio humano, medio andarion, llamado Nykyrian.

Morra intercambió una exagerada expresión de mandíbula abierta con Qorach, quien hizo un
gesto hacia ella. -Buena pregunta. ¿Quién fue el padre de Nykyrian?

-Emperador Aros del Imperio Triosan.

Morra tecleó en su enlace, y luego dejó escapar una risa nerviosa. Ella se lo entregó a Qorach.
-Es él…quiero decir, el emperador es más viejo, pero es nuestro Nykyrian. La misma estructura
facial. El mismo pelo rubio. Apostaría mi vida en ello.

Asintiendo, Qorach se la devolvió e hizo otro ademán.

-Lo que dijo Qory. Nyk es incluso de la misma altura y contextura del emperador. Por lo
menos si estas estadísticas del emperador son correctas. Como ha dicho, Comandante, ¿cuáles son
las probabilidades?

Talyn dejó escapar una risa nerviosa. -Cairie estaba en los cierto, entonces. Su hijo sigue
vivo… de alguna manera. -Él se encontró con la mirada de Morra-. ¿Dónde está tú Nykyrian?-

-No lo sé. Yo le respondo a él, no al revés. Pero él es un amigo cercado de Jayne. Ella debe
saber cómo llegar a él. Ellos han sido amigos cercanos desde hace años.

Galene quedó boquiabierta. -¿Bromeas?

Talyn ignoró la pregunta, ya que era algo típico que haría Jayne. Sin dudas Jayne había estado
protegiendo a su amigo. -¿Crees que ella sabe que él es el heredero perdido?

-¿Heredero? -Morra se atragantó.

Galene asintió. -Nykyrian fue el primogénito. Él es el heredero legal tanto a los imperios
Andarion como Triosan.
-¡Mierda! ¿De verdad?

-Si realmente es Nykyrian eton Anatole. Si.


Morra continuó boquiabierta.

Galene se acercó a Saren. -Tenemos que llegar a él. Si lo restauramos a la…

-¡Espera! -dijo Saren con severidad-. No sabemos nada acerca de su carácter. ¿Y si es peor
que la tadara y Jullien combinados?

Morra se enfureció ante su pregunta. -¡Por favor! Nykyrian Quiakides es uno de los hombres
más justos que he conocido. Leal. Decente.

Qorach le hizo gestos a ella.

-Sí, está bien, él es un hijo de puta letal. Y era un asesino de La Liga entrenado. Pero él se
apartó cuando le ordenaron asesinar a una madre y su hijo. No sé de nadie que tirara la excelente
carrera que tenía por su moral. Él no tiene muchos amigos, pero los que tiene, los conoce de años y
todos ellos dan sus vidas por él. ¿Qué te dice eso?

Galene asintió con la cabeza. -Si es el mismo, yo lo conocí de niño, y tenía un buen corazón y
era justo. Sin mencionar, que Jayne no sería su amiga si fuese algo como Jullien. Ella es muy
selectiva con las personas que deja cerca de sus hijos y de su esposo.

Saren respiró hondo. -Yo no estoy seguro de esto. Por un lado, sería más fácil poner a otro
Anatole en el trono. Especialmente si es el hijo primogénito. Pero no estoy seguro de querer correr
el riesgo. -Miró a Morra-. ¿Cuál fue su rango en La Liga?

- Asesino Comando de Primer Orden.

Talyn dejó escapar un silbido. Muy pocos asesinos vivían lo suficiente para llegar a cualquier
rango de comando asesino. Primer orden… menos del uno por ciento alcanzaba ese rango, y dado el
hecho de que Nykyrian tendría que ser más joven que Lorens… -Impresionante.

-Si lo es. Lo he visto arar a través de enemigos como el Iron Hammer en el ring con su
Warsword. -Ella hizo un guiño a Talyn.

Lorens cruzó los brazos sobre el pecho. -Un verdadero heredero de pura sangre Anatole
evitaría que los demás se rebelen. Pero Cairistiona tendría que estar sobria para identificarlo. Y
Tylie tendría que estar de acuerdo. Además de una prueba de ADN para confirmarlo.

-No habría ningún problema con eso. -Galene miró fijamente a Saren-. Si él realmente es el
tahrs, tendremos a Eriadne por la garganta. Si podemos demostrar que lo envió a morir mientras era
un niño… quedaría expuesta como una mentirosa que se volvió contra su propio nieto. Un niño que
no sólo es nuestro heredero, sino que de los triosans también. La reacción política sobre ella será
horrenda.

-Estaría obligada a abdicar. -Saren miró a Lorens.

Galene asintió. -Voy a llamar a Jayne y averiguar donde esta esté Nykyrian y qué es lo que
sabe sobre él mientras me encuentro con Tylie y Cairie.
Talyn se movió para bloquearla y evitar que se fuera. -Es demasiado peligroso.

Morra se puso de pie. -Voy a ir con ella, y una vez que este a salvo con ellos, voy a volver.
-¿Estás segura?
Ella hizo un gesto hacia Qorach. -Felicia se puede comunicar con Qory sin mí, y tú lo
necesitas para protegerla. No tardaré mucho. Volveré en dos sacudidas de cola de rana.

Talyn rió. -Gracias, Morra.

Cuando Galene empezó a salir, Talyn la detuvo de nuevo. No podía hablar más allá del miedo
que se le anudaba en la garganta.

Su mirada se suavizó cuando ella tomó su mejilla. -Tendré cuidado. Los tiempos duros nunca
duran. Pero los andarions duros si. Se necesita más que un Anatole para derribar a un Batur. Tú lo
sabes. No nos dieron nuestra casa estando parados. Nosotros nos la ganamos.

-No me hagas tener que matar a toda la familia real, Matarra. Sabes que si algo te sucede, lo
haré.

-Siempre mi soldado obediente. -Ella apretó su mejilla con la de él-. Te amo, Talyn. Desearía
que tu padre estuviera aquí para ver el magnífico hijo que me dio.

En lugar de calmarlo, esas palabras sólo lo agitaron más. Odiaba cada vez que felicitaba a su
padre. -Que los dioses te acompañen.

-Y a ti.

Talyn tragó mientras veía a su madre y a Morra irse.

Felicia se acercó para abrazarlo. -Ella va a estar bien, Talyn. Ella es la mujer más fuerte que
he conocido.

Su padre dejó escapar una grosería ofensiva antes de entregar su enlace a Lorens para que
leyera. Su expresión oscura y letal, se encontró con la mirada de Talyn. -Los Anatole han
respondido a su desafío.

Las groserías de Lorens igualaron a las de su padre.

El terror la asfixió. -¿Qué?

Sacudiendo la cabeza, Lorens parecía tan verde como Morra. -Tanto los Anatoles como
Jullien han desafiado a Talyn al Ring.

-Bien.

-No, Talyn. -dijo Lorens en un tono profundo, serio-. No lo es. Como miembros de la realeza,
están invocando su derecho de representante. No lucharás con ellos. Lucharás contra Mortician,
Widowmaker y Slaughterhouse. En una noche.
Capítulo 24
Felicia no pudo respirar mientras las palabras de su padre se estrellaron contra ella. -¿Qué?

Talyn se acercó a ellos para ver el enlace. Con facciones estoicas, él asintió solemne. -
Mientras estén de acuerdo con los términos históricos del Ring, no tengo problema con eso. Si
gano, los Anatoles se someten a la corte y pagan tributo.

Felicia estaba horrorizada por su alegre aceptación. -Talyn... no puedes. No hay manera de
que puedas luchar contra los tres en una sola noche. ¿Estás loco?

-Puedo hacerlo.

-Tu madre te va a matar. ¡Yo voy a matarte!

Qorach hizo gestos hacia él.

-Y Qory dice que va a sentarse en ti hasta que entres en razón.

Burlandose, Talyn la atrajo hacia él y apoyó la barbilla en su cabeza mientras la sostenía en el


refugio de sus brazos. -Yo puedo hacerlo -repitió.

Ella quería golpearlo.

El padre de ella suspiró con irritación. -Ese tipo de arrogancia hará que te maten.

Talyn sacudió la cabeza ante tal advertencia calamitosa. -No tienen idea de lo que soy capaz
de hacer cuando estoy motivado. Usted quiere que ellos sean removidos del poder, esto lo hará.
Confie en mí. Ellos son demasiado estúpidos y no se dan cuenta de que vengo de la Liga Abierta.
Los maratones de peleas eran rutina allí. Por no mencionar lo que Anatole me hizo mientras fue mi
OC... A diferencia de mis adversarios Investidos, estoy entrenado para esto y yo estoy motivado por
rencor personal.

Felicia se quedó mirando a su hermano. -¡Lorens! ¡Haz que entre en razón!

Lorens buscó la mirada de Talyn. -Yo no quisiera entrar en ese ring con esos tipos. Pero
habiéndote visto pelear... Aún sigo pensando que eres un idiota.

Talyn resopló. -Gracias.

-¿Qué quieres que te diga? Estoy de acuerdo con Felicia. Esto es suicidio. Puedo pensar en
formas mucho menos dolorosas de quitarse la vida que esto.

-Yo los desafié. Ellos aceptaron. No hay manera de que pueda retirarme.

-Tú desafiaste a uno de ellos -Lorens le recordó-. No a los tres. A la vez.

-No importa. No voy a dar marcha atrás.


Lorens dejó escapar un suspiro de frustración. -Si sobrevives a este noble acto de estupidez
flagrante, yo tontamente voy a recompensarte asegurándome de que obtengas el rango de
comandante.

Felicia estaba horrorizada. -Tú seriamente no vas a recompensar su idiotez, ¿verdad? ¿En
serio?

Frustrada, se alejó de Talyn para acercarse a Qorach. -¿Qué necesitas de mi para romper los
brazos y las piernas de Talyn?

Él rió.

Incapaz de soportarlo, se dirigió a la habitación y cerró la puerta.

Talyn vaciló. -No era mi intención hacerla enojar.

Su padre sonrió con tristeza. -Ella te ama, muchacho. Las hembras no son como nosotros.
Ellas no entienden que a veces el deber y el honor vienen por encima del amor.

-Esto no se trata del deber o el honor. -Talyn se quitó su lente de contacto izquierdo para
mostrar a su padre su color real de sus ojos. -Es sólo por amor, y mantenerla a salvo de todas las
amenazas.

El padre de Felicia dejó escapar un silbido. -Sólo hay tres familias andarions que llevan ese
gen, y ninguno de ellos es Baturs.

Lorens palideció. -¿Qué estás diciendo Paka?

-Su padre es Fain del Clan de Sangre Guerrera Hauk.

Talyn maldijo mentalmente la inteligencia del padre de Felicia. Ni siquiera había pensado en
el hecho de que cualquiera que conociera la historia de stralen sería capaz de ponerlos juntos tan
rápido. A decir verdad, ni siquiera Talyn había sabido que solo se encontraba en tres linajes. La
única razón por la que sabía que los Hauks lo llevaban era debido a las leyendas de su familia.

-¿Estás seguro? -Lorens preguntó a su padre.

-Absolutamente. Fain es el único de las tres familias portadores que ha sido repudiado. -Saren
mantuvo su mirada en la de Talyn-. Dime que estoy equivocado.

Qorach se quedó boquiabierto. Lo más probable es que él conocía a su tío Dancer, ya que
probablemente era uno de sus jefes en Los Centinelas. Probablemente conocía a Fain también.

Talyn pasó su mirada por todos ellos. -Confío en todos ustedes para mantenerlo en secreto.
Por el bien de Felicia. Y el de mi madre. Nada bueno le espera a alguien que sepa la identidad de mi
padre.

Saren maldijo entre dientes. -Los dioses ciertamente te jodieron muchacho. Tú, socialmente,
deberías superar a todos en el imperio, excepto por la tadara y sus hijos.

Lorens dejó escapar una risa amarga. -¿Cómo no lo vi? Ahora que sé, lo veo claramente. Te
ves justo como tu padre... y tíos.
Talyn no le dio importancia. -Hacemos nuestras propias realidades. Vemos lo que queremos
ver.

Lorens sacudió la cabeza. -Dada la sangre que fluye por tus venas... Me compadezco de los
imbéciles a punto entrar en el ring contigo sin saberlo. Nada en este universo es más mortal que un
War Hauk protegiendo a los suyos.

-Sí hay. Un Batur Alado en busca de sangre.

Saren le dio una palmada en el hombro. -Es un honor para mí tenerte como parte de nuestra
familia.

Pero Talyn nunca podría estar legalmente atado a su linaje, y todos lo sabían. Aun así, era
suficiente que él lo aceptara. Era mucho más de lo que Talyn jamás había esperado de cualquiera de
ellos.

Talyn se colocó el contacto de nuevo. -Gracias, mu aseseran. Ahora, si me disculpan... tengo


que ir a humillarme con su hija y hacer las paces.

Saren rió. -Tu madre te enseñó bien muchacho.

出生反抗的

Felicia se limpió las lágrimas mientras Talyn tímidamente entraba en el dormitorio. Se acercó
a la cama lentamente.

En el momento en que vio sus lágrimas, se sentó y la tomó en sus brazos. -Lo siento, Felicia.

-Entonces no luches. No vale la pena.

-Si yo no peleo ellos, pierdo todo. Incluso a ti.

Ella frunció el ceño. -¿De qué estás hablando?

-Tú no leíste el desafío, mia. Merrell ha puesto como premio tu contrato si me retiro o pierdo.
Mientras que yo podría ser capaz de salirme del desafío de Chrisen, legalmente no puedo esquivar
el de Merrell. No sin perderte en el proceso.

Sintiéndose mal, ella tomó su mejilla. -¿Cuál es el desafío de Jullien?

-Mi vida o libertad. Su elección.

Ella sollozó. -¡Yo hice esto! ¡Oh dioses! ¿Por qué los desafié? Yo estaba tratando de
protegerte y en lugar...

-Shh -dijo en tono bajo contra su pelo-. Tú me defendiste Felicia. Públicamente. Nunca te
disculpes por eso-. Él se quitó sus contactos antes quitarle sus lágrimas con besos.

-Deberías odiarme por esto.

Sus ojos se oscurecieron mientras deslizaba su mano bajo el dobladillo de su camisa. -Yo
nunca podría odiarte. Tu sonrisa y el sabor de tus labios son todo por lo que vivo.
Felicia se ahogó en un sollozo mientras su beso la dejó sin aliento. ¿Cómo podía él ser tan
comprensivo? Ella quería patearse su propio trasero por hacerle esto. -Te amo tanto, Talyn.

Sonriéndole, él le quitó sus bragas y luego le empujó la falda hacia arriba para que ella
estuviera desnuda a su mirada hambrienta. -Te amo couriana. Siempre lo haré.

Él le abrió sus muslos para poder saborearla. Jadeando, ella puso su mano contra su mejilla
mientras él la atormentaba con placer y hacía que todo su enojo se fuera. Mientras él la lamía y la
provocaba, ella se perdido a sí misma en la sensación de su lengua y labios. Y cuando ella llegó al
clímax, ella gritó de placer.

Respirando entrecortadamente, Talyn entró en ella y causó que su orgasmo fuera más intenso
y feroz mientras él embestía contra ella con golpes furiosos y duros. Tomándolo por su mejilla, ella
miró a sus ojos para verlo perdiéndose a sí mismo en su propio placer. En ese momento, ella tenía
tantas ganas de ser su esposa que se sentía quemar con un dolor amargo en su interior. Más que eso,
ella quería sus hijos. Poder gritar al universo que él era sólo de ella. No era justo que ella no pudiera
reclamarlo de la manera en que ella necesitaba hacerlo.

Pero en su corazón, ella sabía la verdad. Ella siempre sería suya. Nadie más volvería a hacerla
sentir de la manera que él lo hacía cuando la abrazaba.

A sus ojos, ella era hermosa.

Ella lo sujetó contra ella, luego frunció el ceño al darse cuenta de que estaba prácticamente
vestido. -¡Dios mío, Talyn! ¿Todavía estás usando tus botas y pantalones? ¿En serio?

Él se mordió el labio de esa manera adorable que era únicamente suya mientras sus mejillas
se oscurecían. -Tú pareciste no darte cuenta. Además, tú todavía estás con tu ropa.

Riendo, ella le mordisqueó la barbilla. Entonces, más terror la consumió al darse cuenta de
algo más. -¡Mi padre y mi hermano están justo afuera! ¿Cómo se supone que los enfrentaré después
de esto?

-No sé por qué estas enloqueciendo cuando soy yo al que probablemente disparen. O castren.

Ella se rió de nuevo hasta que un fuerte golpe sonó en la puerta. Un crudo, frío terror y
vergüenza llenó todo su cuerpo. ¿Habían ellos escuchado?

-¿Talyn?

Ambos se encogieron ante el sonido de la voz de Lorens. Talyn se deslizó de la cama y se


puso los pantalones, luego se los abrochó mientras Felicia enderezaba rápidamente su ropa y las
sábanas.

Con una mirada avergonzada hacia ella, Talyn entreabrió la puerta. -¿Sí?

-Tenemos un problema masivo. Alguien acaba de hacer un atentado contra la vida de la tadara
y te están culpando a ti de ello.

-¿Qué?
Lorens asintió. -Tenemos que sacarte de aquí. Tienen un contrato enorme contra ti y Felicia. -
Sostuvo el enlace de Qorach y le hizo escuchar un mensaje de Jayne.

-Hey, montaña sexy. Dile al Bebé T que me acabo de enterar de que La Liga está moviendo
fuerzas masivas para hacer frente al desastre en Andaria. La perra de la reina clama que alguien
llamado Talyn Batur ha cometido un atentado contra su vida porque él no quiere cumplir con el
desafío de su nieto y estaba degradado en rango después de agredir a miembros de la familia real.
Iría personalmente, pero tengo uno de nuestros principales jugadores desaparecido en acción. Y
estamos todos, incluyéndome a mí, siendo acusados del secuestro, violación, y el asesinato de Kiara
Zamir. Mi temor es que traería más problemas que soluciones en este momento. Llueve sobre
mojado. Centinelas irán como apoyo lo antes posible. Mientras tanto, tenemos que llevar a mi bebé
sexy y su hembra a una zona segura. Los amo a todos. No te lastimes.

Felicia se quedó sin aliento al oír el mensaje. Talyn vio todo rojo. Antes de que pudiera
pensarlo mejor, él agarró sus contactos y se dirigió hacia el vestíbulo.

Felicia frunció el ceño. Un mal presentimiento la recorrió mientras observaba la feroz y


determinada forma en que Talyn se movía. Ella lo siguió a través de la propiedad, y cuando él se
dirigió hacia el vestíbulo, ella supo que la situación estaba a punto de empeorar.

-¡Qory! ¡Detenlo!

Qorach lo intentó, pero Talyn lo esquivó y lo rodeó, y estuvo en el ascensor tan rápido que
ella apenas pudo seguir sus acciones.

Aterrorizada de sus intenciones, ella corrió a tomar el próximo ascensor. Para cuando salió de
este, Talyn estaba fuera del vestíbulo, en la acera, rodeado de medios de comunicación. En cuanto
comenzó a ir hacia él, Qorach la tomó del brazo e hizo un gesto para que se quedara atrás.

A través del cristal, ella podía ver y oír todo.

Talyn la miró por encima del hombro, antes de regresar a los periodistas. -Yo no tuve nada
que ver con el ataque a la tadara. Si hubiera querido matarla, ella estaría muerta. Por mis manos. A
diferencia de los Anatoles, yo no hago cosas en secreto ni me oculto como una perra. ¿En cuanto al
reto? Acepto. Dime la hora y en que ring. Y es mejor que traigan bolsas para cadáveres. Las van a
necesitar, porque después de que refregar el suelo con sus representantes, exijo enfrentarlos a los
tres en el ring. Con Warswords al descubierto.

Los reporteros estallaron cuando Talyn se movió para retirarse. Un instante después, un
disparo de blaster estalló el vidrio del vestíbulo. Gritos resonaron mientras todo el mundo se ponía a
cubierto.

Haciendo caso omiso del vidrio, Felicia corrió hacia Talyn.

Talyn la agarró y usó su cuerpo para protegerla mientras que Qorach sacó su arma y buscó al
agresor. Después de unos segundos, les indicó que vuelvan al edificio.

-¿Liga? -preguntó Talyn a Qory.

Él asintió con la cabeza e hizo un gesto.


Felicia se puso de pie con las piernas temblorosas mientras traducía los signos de Qory. -Él
dice que él no sabe cuántos eran. Él sólo vio a uno, pero es seguro que hay más. Y él piensa que
eres un idiota por desafiar así a la tadara.

Qory farfulló.

-Bueno, él realmente no dijo la última parte. Yo lo dije. ¿Estás loco?

-No voy a dejar que las mentiras continuen. Ella quiere una pelea, ella escogió al andarion
equivocado para ello. Los Baturs no damos marcha atrás.

-Tal vez -Lorens dijo mientras se unía a ellos-. Pero ahora debes retirarte antes de que uno de
esos asesinos derribe este edificio. Vamos. Tenemos un transporte esperando en la terraza de atrás.

-Llévate a Felicia.

Antes de poder protestar, Lorens lo hizo por ella. -Ella no va a estar más segura estando lejos
de ti que junto a ti en este punto. Ellos saben que es tu hembra. Eso la hace un blanco. Es mejor que
estén juntos así puedes vigilarla y no volvernos locos a todos con su preocupación.

Talyn quería discutir, pero sabía que Lorens tenía razón. Además, la última cosa que quería
era estar lejos de ella. -¿A dónde vamos?

-Decidiremos eso una vez que estemos en el transporte. Vamos.

Talyn se aseguró de mantener a Felicia cubierta mientras se movían por el edificio a donde su
padre los esperaba.

En el momento en que dejaron la puerta de atrás, el asesino abrió fuego. Talyn agarró un
blaster de Qorach y empujó al gigante hacia Felicia. -Sácala de aquí. No te preocupes por mí.

-¡Talyn! ¡No!

El sonido de su pánico atravesó a Talyn. Pero Qory no dudó. Él la lanzó sobre su hombro y
corrió al transporte. Lorens se dirigió hacia Talyn.

Él sacudió la cabeza. -Felicia primero. Estaré en contacto.

Lorens dudó hasta que el asesino abrió fuego una vez más. Corrió hacia los demás mientras
que Talyn retrocedía, alejando al asesino de ellos.

Cuando Talyn entró en el edificio nuevo, se topó con un grupo de oficiales andarions. Ellos
apuntaron sus blasters hacia él.

-¡Talyn Batur! Usted es puesto en custodia, en espera de su pelea real. Cualquier intento de
escape será visto como traición.

Talyn dejó caer su arma y se puso las manos en la cabeza. Mientras lo esposaban, el asesino
entró y se detuvo en seco. El oficial en jefe miró al soldado de La Liga. -Sus servicios no son
necesarios. Este es un asunto andarion. La Liga nada tiene que hacer aquí.
Por la mirada en el rostro del asesino, era obvio que quería discutir, pero había una multitud
demasiado grande.

Y estaban los medios de comunicación.

Él no se atrevió a hacer ningún movimiento sobre la vida de Talyn. Pero la fría expresión en
su rostro dijo que a él no le gustaba esto, en absoluto.

Y él no había terminado con esta persecución.

Talyn les permitió sacarlo y ponerlo en un transporte de prisioneros. Consideró luchar, hasta
que vio al Oficial Hawas.

Hawas le ofreció una sonrisa triste. -Perdón por esto. Pero es la única forma de poder
mantenerlo a salvo hasta que la pelea. Sabíamos que la tadara te mataría si tuviera la oportunidad.
Ella puso una recompensa de cinco millones de crédito por tu cabeza con La Liga. Tenemos la
intención de asegurarnos de que nadie la cobre.

Talyn miró por encima de los demás en el transporte con ellos. -Todavía estoy un poco
confuso sobre lo que está pasando aquí.

Hawas sonrió. -Desde hace una horas, Tizirah Tylie ha tomado el trono y ordenó el arresto de
su madre por crímenes atroces contra su familia y el imperio. Hasta que Tadara Eriadne no esté
libre de esos cargos, no estamos bajo su mando. Como tu hembra dijo, no somos seres humanos que
a ciegas siguen órdenes. Y no somos ovejas para ser llevadas al matadero. La familia gobernante ha
sido reducida a diez miembros. Hay muchos más de nosotros que de ellos. No vamos a ser abusados
otro día. Su tiranía termina. Salve Andaria.

Talyn inclinó la cabeza en señal de gratitud. Él estaba empezando a relajarse cuando algo se
estrelló contra su transporte y lo destrozó.

Con sus manos aún esposadas, Talyn no podía sostenerse a sí mismo mientras el transporte
rodaba. Las explosiones golpearon el vehículo hasta que se detuvo, al revés.

Nadie se movió. Los cuerpos estaban esparcidos por todas partes. Talyn olió combustible y
supo que el vehículo estaba a punto de explotar. El dolor quemaba su cuerpo mientras trataba de
liberarse.

La ventana lateral fue pateada por alguien en el exterior. Por un momento, pensó que estaba
siendo rescatado, hasta que fue sacado y empujado contra el suelo para ver las botas del asesino que
le había disparado en el condominio.

Talyn intentó luchar, pero con las manos esposadas a la espalda no había nada que pudiera
hacer. Antes de que pudiera parpadear, oyó como el blaster se preparaba para disparar.
Capítulo 25
Talyn maldijo mientras la sangre corría dentro de sus ojos desde la herida. No fue hasta que
escuchó su nombre, y manos suaves le dieron la vuelta, que se dio cuenta de que no era su sangre
después de todo, y que el dolor adicional que sentía provenía del asesino caído sobre él.

Aturdido, se quedó mirando a los ojos llenos de lágrimas de Felicia -¿Licia?

Ella se sacudió terriblemente mientras Lorens liberaba sus manos.

Con el rostro ceniciento, Lorens miró a su hermana con incredulidad total, mientras que
Qorach y Saren fueron a comprobar a los otros.

Talyn se dio cuenta que Felicia sostenía un blaster en la mano. Después de ponerse de pie,
tomó el blaster de su tembloroso agarre y la tomó en sus brazos mientras ella lloraba contra su
pecho. Sorprendido, se encontró con la mirada de Lorens, en un esfuerzo por confirmar sus
sospechas.

-Ella agarró mi blaster y le disparó antes de que él pudiera disparar contra ti.

Felicia se apartó para inspeccionar su cuerpo -¿Estás herido?

-Despellejado y magullado, pero nada serio.

Sus lágrimas cayeron aún más fuertes mientras sollozaba y sollozaba. –Yo yo pensé que iba a
matarte. No pensé que llegaríamos a tiempo.

-Él iba a matarme. Me salvaste la vida, Felicia.

Ella hizo una mueca al ver el cuerpo del asesino detrás de él. -No puedo creer que maté a
alguien -susurró.

-Está bien -Talyn la levantó en sus brazos para poder protegerla-. No pienses en ello-. Él se
aseguró de mantener su cuerpo entre su línea de visión y el asesino en el suelo.

Saren inclinó la cabeza hacia ellos. -Lorens, llévalos a un lugar seguro. Tenemos ayuda en
camino para estos hombres. Nos quedaremos y haremos lo que podamos para ayudar.

Todavía aturdido hasta el núcleo de su ser por lo que había hecho por él, Talyn llevó a Felicia
a su transporte y la puso en su interior mientras Lorens tomaba los controles. Mientras las sirenas se
acercaban, ellos se alejaban.

Lorens los miró en su espejo. -Ella no iba a dejarnos dejarte. Tuvimos que dar la vuelta en el
transporte para evitar que me arrancara los ojos.

Talyn sonrió a Felicia. -Siempre mi fiera mia.

Ella tomó su mano en la de ella. -Siempre mi corazón.


Esas palabras lo atragantaron.

Se dirigieron fuera de la ciudad, en dirección a la casa de verano de Saren, pero ya que la ruta
estaba atascada por los manifestantes y los que trataban de huir de la sobre poblada zona de guerra,
las horas pasaron. No importaba la forma que Lorens intentara, terminaban bloqueados.

El enlace de Talyn comenzó a zumbar. Lo sacó y contestó.

-¿Dónde estás? -Su madre exigió sin preámbulos.

-¿Matarra?

-Sí. Estoy viendo todo tipo de cosas horribles en Andaria sobre unos disturbios y detenciones,
y saqueos. ¡Acerca de ti siendo arrestado por traición!

-Estamos bien hasta el momento. ¿Dónde estás?

-Estoy a bordo del Royal Tiakara, con Tylie y Cairistiona. ¿Has oído las noticias?

-Los oficiales me dijeron que Tylie se había apoderado del trono y exigido la detención de su
madre ¿Es verdad?

Ella no respondió a su pregunta -¿Quien está contigo?

-Lorens y Felicia.

-¿Saren?

-No. Fui atacado por un asesino de La Liga y los oficiales conmigo resultaron gravemente
heridos durante el altercado. Él y Qory se quedaron atrás para prestar ayuda. Dado que tengo
asesinos de La Liga detrás de mí, pensamos que lo mejor era desocupar la zona inmediatamente.

-Ponme en el altavoz.

Él lo hizo. -Está bien, mamá. Adelante. Estás en directo en el transporte.

-Estábamos en lo correcto antes. El Nykyrian Centinela es el heredero perdido.

-¿Qué? -preguntó Lorens mientras hacía un giro a la izquierda.

-Es cierto. Para el momento en que me reuní con los miembros de la realeza, Cairistiona y
Tylie ya lo habían encontrado y lo confirmaron. Independientemente de mi informe. Es por eso que
Tylie derrocó a su madre y ordenó su arresto. Están preparándose, en este momento, para cenar con
él y su esposa, Kiara Zamir. Cairie quiere reintegrarlo a la línea de sucesión.

-¿Qué? -Lorens repitió como si no pudiera envolver su cabeza alrededor de ello. No que
Talyn lo culpara. Él estaba teniendo un momento difícil por sí mismo-. ¿Ella realmente encontró a
su hijo?

-No tenemos los resultados de ADN de regreso aun, pero es definitivamente él. Vi las fotos. Y
él les dijo a ambas que recuerda todo lo que su abuela le hizo cuando era un niño. Sobre todo, está
furioso con la familia real. Tylie dijo que nadie podría fingir su rabia indignada. Es por eso que
nunca ha regresado en el pasado. No quiere el trono. O nada que ver con su familia, Andaria o
nuestra política.

Talyn definitivamente podía entender eso.

Lorens aspiró bruscamente. -Sí, bueno, si él es un macho decente, lo necesitamos.

-Eso es lo que Tylie está tratando de enfatizarle. Tal vez tengan éxito en la cena. Su padre
estará allí, también. Con suerte, lo harán entrar en razón. Ah, y escuchen esto, Nykyrian se casó con
la princesa Gourish y ella está embarazada de su hijo. Eso está definitivamente confirmado. Si
podemos conseguir que él acepte la reintegración, esto va a cambiar todo.

Sí, lo haría. Y eso sería deshacerse de Chrisen y Merrell, y su poder sobre el pueblo andarion,
permanentemente. Talyn encontró la mirada atónita de Felicia.

Lorens jadeo. -¿Realmente se casó con alguien de la realeza, y tiene un heredero en camino?

-Sí. Con el respaldo triosan, Tylie inmediatamente interpuso una medida cautelar removiendo
a su madre del poder y a Jullien de la sucesión. No hay que decir lo que esto está comenzando.
Eriadne no va a dejarlo en silencio.

Ni lo haría Jullien.

-¿Estás a salvo, Matarra?

-Lo estamos. Aros no está tomando ningún riesgo con la vida de Cairistiona, y tampoco lo
está Tylie. Además de la Guardia andarion, estamos rodeados por las tropas triosan. ¿Qué tal tú?

-Estamos bien.

-¿Lorens? ¿Felicia? ¿Mi hijo está mintiéndome?

Felicia frunció los labios. -No es mentira, per se. Tal vez pinta lo hechos en una luz optimista.

-Deberíamos estar bien -dijo Lorens-. Creo que los miembros de la realeza tienen cosas más
importantes de las que preocuparse en este momento que el desafío de Talyn. De hecho, debido a lo
que acabas de decirme, estoy llevando a Talyn y Felicia al Comando. Con Tylie a cargo, será el
lugar más seguro para ellos.

-Está bien. Mantenme al corriente. -Ella colgó.

Talyn no estaba seguro de qué pensar acerca de todo esto. Todo estaba pasando demasiado
rápido. -¿Estás seguro sobre el Comando? -preguntó mientras Lorens los dirigía de nuevo a la
ciudad.

Antes que Lorens pudiera responder, su enlace sonó -Teniente Comandante ezul Terronova.

-Comandante, esta es la Tadara Interina Tylie del Clan de la Más Soberana Sangre de Eton
Anatole. Estoy segura de que para este momento usted es muy consciente de la agitación política
que tiene lugar en el imperio, y el hecho de que mi madre ha sido depuesta.

-Sí, Majestad.
-Como resultado, he dado órdenes que han removido al Primer Comandante ezul Aysu de su
cargo, en espera de la investigación. Una copia de eso ya ha sido enviada a su bandeja de entrada.
Mis aliados de confianza han jurado que puedo poner mi fe en usted. ¿Tengo su juramento de
lealtad?

Talyn contuvo el aliento. Si Lorens lo daba y Eriadne pasaba a ser reintegrada por cualquier
razón, Lorens sería visto como un traidor por ponerse del lado de Tylie contra ella. Eso era algo que
la vieja perra nunca dejaría ir.

Él sería ejecutado inmediatamente.

Lorens los miró por el espejo retrovisor antes de responder. -Sí, Majestad. Yo soy siempre fiel
a usted y a su causa para remover a la antigua Tadara del poder.

Talyn lo respetaba por defender sus convicciones. Esa única declaración era una declaración
de guerra contra Eriadne.

-Entonces es un honor para mí hacerlo el primer comandante interino de nuestra armada hasta
que se establezca la nueva monarquía y un primer comandante permanente sea nombrado
formalmente. ¿Acepta la posición y las responsabilidades?

-Será un honor servirle a usted y a mi imperio, Majestad. Le voy a dar solamente lo mejor.

-Gracias, Comandante. Su lealtad y servicio no serán olvidados. Mientras tanto, estoy


remitiendo su nueva posición a todos nuestros militares. Voy a estar en contacto con una
actualización de la monarquía gobernante más tarde esta noche.

-Gracias, Majestad. -Colgó.

Aturdido, Talyn se inclinó hacia delante en su asiento para darle una palmada en el hombro. -
Felicidades, Primer Comandante.

Lorens resopló. -No me felicite, teniente comandante Batur. Te estoy nombrando mi segundo
al mando. Yo caigo. Tú caes.

Talyn se echó atrás, completamente boquiabierto mientras digería eso. Él no habría estado
más sorprendido si Lorens le hubiera disparado en la cabeza. -¿Perdón?

Lorens lo miró por encima del hombro. -Realmente no hay nadie más en quien yo pondría mi
espalda ahora. Nadie en quien confíe más. Si este derrocamiento tiene éxito, tu rango será
permanente.

Con su cara como una máscara de miedo, Felicia tragó saliva. -Y si perdemos, ambos van a
ser ejecutados por traición.

Talyn dio unos golpecitos a las marcas en su cuello. -Ya estoy marcado como traidor. Los he
insultado públicamente, y con su desafío, han dejado en claro que quieren verme muerto. De la
manera más sangrienta. ¿Crees que si Eriadne retoma su trono ella no va a venir a por mí de todos
modos?
Felicia quiso negarlo, pero ella sabía la verdad. -Eres todo lo que me importa, Talyn. -Ella
puso su mano sobre el hombro de Lorens-. Y tú eres mi familia. Mi sangre. No quiero enterrar a
ninguno de los dos.

Talyn le guiñó un ojo. -No te preocupes. Yo no pierdo. ¿No has visto mis records de lucha?

Rodando los ojos, ella no apreció su pobre intento de humor. -No eres gracioso.

-Pero soy divertido de mirar.

Ella se echó a reír a pesar del terror dentro de ella. -Me robaste eso.

-Espero que no sea lo único que te he robado.

Le acarició la mandíbula con la mano. -No lo es. Te robaste mi corazón el primer día que te
conocí.

Lorens se aclaró la garganta. -Está bien. Ya basta, ustedes dos, antes de que hagan esto peor
para mí. Yo soy el hermano mayor ¿sabes? Nada de gru-gru en el asiento trasero o podría destripar
a Talyn yo mismo. Castrarlo, por lo menos.

Talyn rió mientras ponía un poco más de espacio entre ellos. -Entonces, ¿Cuáles son nuestras
primeras órdenes, Comandante?

-Poner espacio de dos andarions entre tú y mi hermana en ese asiento. Entonces nos
establecemos en el centro de mando. Tenemos que asegurarnos de que nuestras tropas vean a sus
líderes y sepan quienes somos.

出生反抗的

Felicia vaciló al ver a Talyn en su uniforme formal. Con su corazón latiendo con fuerza con
orgullo y miedo, pasó la mano sobre las insignias de teniente comandante que Lorens le había
prestado. Dos estrellas y dos rayas para su nuevo rango, y un cráneo alado con una daga a través de
este que marcaba a todas las designaciones militares andarions. En ese instante, una de sus primeras
conversaciones pasó por su mente.

Todo lo que Talyn había querido era el rango de comandante.

-¿Esto significa que vas a retirarte del ring?

Una leve sonrisa se cernió en los bordes de sus magníficos labios cuando miró a través de las
pestañas bajas. -Sólo si te quedas conmigo.

-No tengo ninguna intención de irme.

-Entonces una vez que cumpla con mis contratos actuales, me retiraré, y nunca miraré atrás.

Esas palabras la ahogaron al recordar que ella era la única razón por la que tenía esas
próximas peleas. Si no fuera por ella, él habría acabado con eso ahora.

-No -dijo él mientras tocaba sus labios-. Tú eres la única razón por la que voy a ser capaz de
dejar de luchar este año. Sin tu hermano, todavía sería teniente Batur. No un teniente comandante.
-Te ganaste ese rango. Si Anatole no hubiera sido un bastardo, ya lo habrías logrado.

-Tal vez. Pero no mires por encima del hombro, y no pienses en lo que no podemos cambiar.
Mantén tus ojos en el horizonte y céntrate en lo que tenemos que hacer ahora. Hacia arriba y hacia
adelante. Siempre.

-Hablas como un verdadero piloto de combate.

Le guiñó un ojo burlonamente. -Y un luchador de ring.

Ella sonrió y lo besó. -Buena suerte.

Cerrando los ojos, él la sostuvo contra él por un momento más. Con una respiración profunda,
se obligó a dar un paso atrás y encontrar la mirada de Qorach. -Mantenla a salvo.

Qory inclinó la cabeza.

Talyn la dejó para dirigirse a la oficina de Lorens, por el pasillo desde el salón del primer
comandante donde Felicia estaba siendo resguardada por Centinelas.

Él simplemente "adoraba" la forma en que las miradas de los demás soldados iban desde su
sus insignias a su cabeza calva y viceversa. Era obvio que querían hacer comentarios, pero no se
atrevían desde que ahora sólo era superado por Lorens en rango... incluso actualmente superaba a su
madre.

Y tomó toda su fuerza de voluntad para no pasarse conscientemente la mano sobre la fina
capa de pelo que apenas estaba empezando a crecer de nuevo. Se negó a darles la satisfacción de
ver lo mucho que su juicio le molestaba. No lo valían.

Pasando su mano por el scanner, medio esperaba que la puerta no abriera. Para sorpresa de
todos, incluido él, lo hizo, y lo admitió en el despacho de Lorens, que todavía estaba en perfecto
orden del último andarion que había albergado. Nada había sido embalado o retirado de la sala.

Talyn frunció el ceño. -¿No te estás mudando?

Lorens negó con la cabeza. -Dudo que mi ascenso de rango sea permanente.

-¿Por qué?

-Sólo creo que si Cairie y su hijo son regresados a la sucesión, tu madre será la próxima
primera comandante.

Talyn frunció el ceño a su suposición. -¿Qué te hace pensar eso?

-Ella es en la que confían más, es por eso que la están manteniendo cerca de ellos en este
tiempo de crisis. No me conocen a mí o a mis lealtades. En realidad no. Yo elegiría a tu madre
sobre mí, si yo fuera ellos.

Tenía sentido. Pero a Talyn le resultaba difícil creer que Lorens era tan complaciente. -¿Y
estás de acuerdo con eso?
Lorens sonrió. -Soy el segundo miembro de más alto rango en la armada, por supuesto que
estoy de acuerdo con esto. Personalmente, no quiero la responsabilidad que viene con la oficina del
PC. Yo lo tomaría si fuera nombrado, pero me gusta el rango que tenía. Ayudante del primero ha
sido bueno para mí. -Lorens le entregó un pequeño enlace-. Tus autorizaciones de acceso están en
su lugar. Esto se ejecuta en una red segura a la que sólo tres de nosotros pueden acceder. Tú, yo y la
casa de gobierno. Que en este momento es Tylie.

Echó la mano hacia arriba y las paredes se iluminaron con fuentes de noticias para la vista de
Talyn. -La mayoría de los disturbios han sido sofocados. La Liga sigue yendo tras de ti, pero yo les
he notificado que han de cesar y desistir, o ser sostenidos en violación de nuestros tratados. Por
desgracia, eso no quiere decir que vayan a escuchar.

Cierto. Aún así, era mejor que nada. -¿Dónde está la antigua tadara?

-Ella huyó con su guardia personal. En este momento, su ubicación exacta es desconocida.
Los Centinelas está tras de ella también. Jullien está también fuera de la red, al igual que Merrell y
Chrisen. Lo último que supimos es que Jullien se dirigía hacia el imperio de su padre. El resto de
los Anatole y ezul Nykyrian están en la cárcel, esperando el regreso de Tylie y su corte. -Una
pantalla se iluminó.

Talyn frunció el ceño ante eso.

-Por fin... esa es la ubicación de Merrell y Chrisen. Parecen estar escondiéndose en la


propiedad trasera de su padre, en las afueras de Eris. ¿Quieres los honores de arrestarlos?

Él arqueó una ceja sarcástica. -¿Tienes que preguntar?

Lorens rió. -Asegúrate de llevar un equipo. Cualquier cosa que te pase y tengo que
enfrentarme a mi hermana pequeña. Sin ofender, me asusta más que tú.

Talyn resopló. -Ella me da miedo también.

Saboreando esta tarea, salió de inmediato para llevar a cabo sus órdenes. Se detuvo en el
pasillo mientras veía al hermano pequeño de Syndrome. -¿Capitán Pinara?

Él se cuadró y saludó a Talyn inmediatamente. -¡Señor!

Talyn le devolvió el saludo. -Descanse... ¿Usted es el hermano menor de Farina?

Tragando saliva, asintió. -Si señor.

-Entonces creo que usted disfrutará de nuestra misión. Estamos saliendo para arrestar a
Chrisen y Merrell Anatole.

La viciosa, hambrienta luz en sus ojos era una que Talyn entendía demasiado bien. -Gracias,
señor.

-Junta un equipo de asalto de tu confianza y reúnete conmigo en el hangar.

-¡Señor! ¡Sí, señor! -El capitán salió corriendo para cumplir.


Talyn se congeló cuando se vio a sí mismo en el reflejo de la ventana. Apenas se reconoció.
No importaba lo mucho que lo intentara, no podía acostumbrarse a no tener sus trenzas de guerrero.
Su madre las había trenzado en su decimocuarto cumpleaños en su camino a casa desde su
Resistencia. Como todos los andarions, las había llevado como fuente de orgullo.

Sigues siendo un guerrero. Todavía un Alado Batur.

Todavía un War Hauk.

Nadie podría quitarle su voluntad de luchar. Esa era una parte integral de su ser.

Y ya era hora de la revancha. Acelerando el paso, se fue a prepararse para una misión que
estaba, sin duda, deseando.

出生反抗的

Talyn ajustó el enlace en su oído mientras escuchaba a sus hombres rodeando el complejo
real. -Hay tres pequeñas lecturas de vida en la habitación del frente. Por su tamaño, estoy
asumiendo que son niños o mujeres. Los dos que buscamos están en el cuadrante posterior
izquierdo con lo que parecen ser tres grandes guardaespaldas.

-Entendido, Comandante. Ocho objetivos confirmados. Armas en aturdir.

Talyn vaciló. Miró a la hembra a su derecha -¿Teniente Veryl? Vamos a tratar de extraer
suavemente a los objetivos más pequeños antes de que nos lancemos sobre los machos. No quiero
sangre inocente en manos de nadie. ¿Está preparada para ello?

Ella se quitó el casco y le dio una mirada de aprobación. -Sí, señor.

Él habló por el micrófono. -Cubran a la teniente.

Ella se acercó a la puerta y llamó suavemente.

La hembra que abrió la puerta era la esposa de Merrell, la misma hembra que había estado
casada con el hermano de Lorens que Merrell había asesinado.

Veryl habló con ella por un momento antes de que la mujer palideciera y llamara a los dos
niños afuera. Por su edad, Talyn asumió que estaban más probablemente relacionados con Lorens y
Felicia que con Anatole. Con Veryl y dos machos cubriendo su retirada, se dirigieron a través del
patio hacia un transporte.

-La esposa de Merrell Anatole y sus dos hijos están asegurados.

-Buen trabajo, teniente. Protéjalos. -Y con eso, Talyn dio la orden de seguir adelante sobre
Chrisen y su hermano.

Talyn condujo a sus tropas a la casa. Cauteloso y alerta, hizo su camino por la escalera de
atrás, hasta que los oyó viendo las noticias, y comentando lo que pretendían hacer a Cairie, Tylie, y
la madre de Talyn una vez que este "disparate" cesara.

Con su visión volviéndose roja, Talyn se movió primero. Uno de los guardaespaldas empezó a
dirigirse a ellos, hasta que se dio cuenta de cuántos soldados estaban con Talyn.
El guardia cayó hacia atrás.

A medida que lo rodeaban, Talyn vio que eran cuatro guardaespaldas y Merrell. Uno de los
objetivos faltaba.

-¿Dónde está Chrisen? -Las palabras apenas habían salido de su boca antes de que él sintiera
algo caliente deslizarse a través de las placas de su armadura y perforar su lado.

-¡Justo aquí, hijo de puta! -Chrisen gruñó en el oído de Talyn. Aun así, no había ni rastro del
macho. Nada que lo registrara visualmente o por medio de sus equipos.

-¡Dispositivo de encubrimiento! -Talyn jadeó cuando se tambaleó hacia atrás. No dispuesto a


correr el riesgo de que uno de sus soldados sea lastimado, se aferró a Chrisen y lo mantuvo firme
para que no pudiera escapar o herir a otro.

Chrisen retorció la hoja, pero Talyn no le permitiría tirar de ella fuera de su cuerpo. Su vista
se atenuó.

Y mientras Chrisen intentaba golpear a Talyn, este le agarró la cabeza con una mano y le
arrancó el casco, exponiendo a Chrisen para que los otros lo encontraran en caso de perder el
conocimiento.

Sin embargo, eso fue todo lo que pudo manejar antes de que sus piernas se doblaran. Sus
soldados lo acorralaron y sometieron a Chrisen mientras llamaban a los médicos.

Talyn había sido herido lo suficiente en su vida para saber lo mal que estaba la herida. La
sangre se derramaba desde la lesión, como si una arteria hubiera sido cortada. Todo nadaba
mientras trataba de concentrarse y mantener la conciencia. Él se tendió en el suelo y rodó sobre su
espalda. La sala se inclinó aún más. La oscuridad se acercaba tan rápido, que no estaba seguro de
que lo lograra hasta la llegada de los médicos.

En su enlace marcó para hacer una llamada a la persona que más necesitaba.

-¿Talyn?

A pesar de su dolor, él sonrió. -Oye, nena. -Apretó el enlace más profundo en su oído para
que pudiera saborear cada sílaba de su contralto precioso.

Si tenía que morir, quería que el último sonido que escuchara en esta vida fuera la tierna voz
de Felicia.

Ella vaciló. -¿Qué está mal? No suenas bien.

Él gimió mientras los médicos llegaban para cortar la abertura en su armadura y presionaban
contra su herida. -Te amo, mia.

出生反抗的

-¡Talyn! -Felicia gritó al oír el caos por su enlace. Las lágrimas la cegaron-. Bebé, si puedes
oírme... Yo también te amo. ¡Por favor, que estés bien!

De repente, otra voz sonó a través del enlace. -¿Quién es?


-La hembra del comandante, Felicia. ¿Quién es usted?

-Ger Tarra, soy un médico. Está herido y lo llevaremos a emergencias en el North Eris.

-La veré allí. Gracias. -Con sus manos temblando, Felicia colgó y le dijo a Qory lo que había
sucedido.

Lorens la encontró en el pasillo del centro de mando. -¿Ya has oído?

Ella asintió con la cabeza. -Talyn me llamó. ¿Qué pasó?

-Chrisen estaba encubierto. El cobarde le tendió una emboscada. Él probablemente habría


acabado con más de nuestros hombres, pero Talyn, incluso herido, sometió al bastardo baboso.
Vamos, tengo un transporte en la entrada.

Ella corrió hacia la parte delantera del edificio lo más rápido que pudo.

Una vez que estuvo en el interior del transporte con Lorens y Qory, Felicia empezó a llamar a
su madre, pero no quería molestarla hasta saber más detalles acerca de la condición de Talyn.
Aterrorizada, ella agarró el enlace y rezó mientras corrían por las calles que aún estaban sucias con
restos del cambio político en el poder.

Gran parte de los disturbios se habían detenido una vez que las palabras de la ascensión
oficial de Tylie habían llegado a los medios de comunicación. Si bien nadie derramó una lágrima
por Eriadne o Jullien, muchos respetaban a ambas tizirahie. A Tylie debido a un feroz ataque que
su propia hermana, Irenie, había hecho contra Tylie cuando esta sólo tenía trece años, y a
Cairistiona por ser la que le había salvado la vida a Tylie matando brutalmente a Irenie por su
traición.

Ahora todo lo que parecía quedar de la destrucción era la limpieza.

Tan pronto como llegaron al hospital, Felicia corrió dentro. Alcanzó el puesto de enfermeras
al mismo tiempo en que se abrían las puertas para admitir a Talyn y los médicos que trataban de
salvar su vida.

Ella corrió a su lado.

Un soldado comenzó a empujarla.

Talyn le tendió la mano a ella. -¿Felicia?

Sólo entonces el soldado la dejó pasar. Lágrimas nublaron su visión mientras tomaba su
mano. -Tienes que encontrar una ocupación más segura y cuerda.

Él se atragantó con una carcajada.

-Te amo, Talyn.

Él le apretó la mano. -Te amo. -Y luego se lo llevaron al quirófano, dejándola allí para mirar
tras ellos y rezar.

Lorens la atrajo hacia él.


Quería llorar. Pero este no era tiempo para lágrimas. Felicia se esforzó por calmar sus
emociones mientras llamaba a una enfermera. -Tenemos el mismo tipo de sangre. Si necesita una
transfusión…

-No hay necesidad, Ger Tarra. -La enfermera sacudió la barbilla hacia la puerta-. Ya tenemos
una lista de voluntarios, con más llamadas incluso mientras hablamos.

Atónita, Felicia se quedó boquiabierta al ver a treinta y cinco soldados andarions en la sala de
espera que habían seguido a los médicos. Y mientras su mirada los barría, ellos ofrecieron un
saludo. Al principio asumió que era por su hermano, hasta que uno de los soldados se acerco y se
quitó el casco.

Este se inclinó ante ella. -Es un honor conocer a la hembra del comandante. Si necesita algo,
Ger Tarra, háganoslo saber.

Con el ceño fruncido, miró a Lorens. -No lo entiendo.

El soldado se enderezó. Miró a los demás antes de hablar. -Antes de que entráramos, el
comandante, quien tiene más razón que cualquiera para querer brutalizar a toda la familia real,
aseguró a los inocentes sin conflictos. Entonces después de que fue agredido por un cobarde, él
sostuvo el cuchillo en su costado para proteger al resto de nosotros de ser dañados. El Comandante
Batur es el andarion más honorable bajo el que he servido. Estamos aquí para protegerlos a los dos
con nuestras vidas.

Una lágrima se deslizó por su mejilla. -Gracias, coronel...

-Verrus.

-Verrus. Es para mí un honor conocerlo.

Le dio a ella y a Lorens un saludo antes de que él tomara un puesto en las puertas del
quirófano.

Esta vez, Felicia no tuvo que esperar mucho tiempo antes de que una agotada asistente viniera
corriendo a través de las puertas.

-¿Hay una Tara Felicia aquí?

Felicia suspiró al darse cuenta de lo que debía haber sucedido. Se levantó y se acercó a ella -
Soy Felicia.

-¿Eres aprensiva?

-No. Soy una estudiante de medicina.

-Gracias a los dioses. ¡Tienes que hacer algo con tu macho! Esta imposible.

Ella reprimió una sonrisa mientras seguía a la hembra a través de las puertas, por el pasillo, y
a la mesa donde el médico intentaba tratar a Talyn mientras él los maldecía por ello. Lo oyó mucho
antes de verlo.
-¿Keramon? -Felicia lo reprendió en tono paciente-. ¿Qué estás haciendo?- Ella se movió para
estar a su lado.

-¡Diles que cosan la maldita herida y me den Prinum!

Felicia entrecerró sus ojos en él antes de echar un vistazo a las imágenes en los monitores de
sus lesiones. Miró al médico. -¿Son esas de Talyn?

-Sí. Como puede ver, tiene una gran cantidad de daño en los tejidos…

-¡Cosan la maldita cosa! ¡Ahora!

Ella chistó ante el grito de Talyn. -¿Eres un doctor? -Le preguntó como una madre a un niño
enojado.

-No -dijo sombríamente.

Ella encontró la mirada del anestesiólogo. -¿Qué es lo que le han dado?

-Lo suficiente como para aturdir a un rinoceronte. No puedo creer que todavía esté consciente.

Cuando ella miró a Talyn, vio la pura determinación en su mirada. -Tengo que estar en mis
pies, Felicia... por favor.

Ella acarició su mejilla con poca barba. No había manera de no ver la determinación feroz en
su mirada.

Finalmente, ella cedió. -Dele Prinum y cosa la herida.

El médico se burló de ella. -Usted es una estudiante…

-Quién conoce a su paciente. Confíe en mí, doctor. Si usted no hace lo que quiere, cuando se
despierte, y lo hará, no estará feliz. El Iron Hammer es un andarion con una voluntad de acero y un
temperamento terrible. El Prinum lo curará.

Gruñendo de rabia, él obedeció.

Felicia tocó en broma la punta de la nariz de Talyn. -Ahora juega bonito y no muerdas al
médico. -Cuando empezó a salir, la voz del médico se lo impidió.

-No se atreva a poner un pie fuera de esta habitación hasta que haya terminado con él. Usted
es la única a la que escucha.

Ella resopló ante eso. -Él no me escucha a mí tampoco. Si lo hiciera, no habría sido herido.

Talyn extendió la mano hacia ella.

Ella le tomó la mano y le besó la palma abierta. -De verdad das más problemas de lo que
vales la pena.

Él ignoró su reto juguetón. -¿Llamaste a mi mamá?


-No. Pensé que sólo necesitabas una hembra gritándote a la vez.

-Gracias. -Él hizo una mueca cuando el médico comenzó coser la herida.

Felicia tomó su aliento bruscamente -Por favor, dime que aceptaste una anestesia local.

-Él se negó -el médico murmuró-. Al parecer, le gusta el dolor.

Ella suspiró profundamente. -¿Qué voy a hacer contigo?

-Seguir amándome… espero. -Tenía una mirada en sus ojos tan dulce y vulnerable, que ella
tuvo que sonreír.

-Eso siempre.

Su agarre se apretó en su mano.

-Desearía que tomaras algo.

Talyn negó con la cabeza. -Mientras Eriadne y Jullien estén huyendo, tú, mi madre, y tu
familia están en peligro. No voy a yacer en una cama y dormir hasta que yo sepa que estás a salvo
de cualquier daño.

El médico suavizó su toque. -¿Es por eso por lo que has estado tan difícil?

Talyn asintió.

El médico miró a su enfermera ayudante -Dele treinta RTs de Strisassin.

-¿Qué es eso? -Talyn gruñó.

Felicia le acarició la mano para calmarlo. -Es una anestesia local que no va a causar
somnolencia.

-Pero va a adormecer el dolor hasta que el Prinum funcione. -El doctor hizo una mueca ante la
profundidad de la herida de Talyn-. Tienes suerte de que los médicos repararan la arteria. Yo
todavía preferiría tenerte en la mesa. Sin embargo, yo entiendo por qué quieres volver a la batalla, y
te felicito por ello. Perdí a mi hermana por los Anatole-. Él encontró la mirada de Talyn
sinceramente-. Te tendré en tus pies en una hora… Y la próxima vez, hijo, no solo nos gruñas.
Déjanos saber por qué estás siendo un idiota.

出生反抗的

Talyn dejó escapar un gruñido bajo mientras levantaba su chaqueta para que Felicia pudiera
examinar su herida irregular. Tenía que encontrarse con su hermano y obtener una actualización de
estado. Mientras que él la adoraba, necesitaba irse.

Rápido.

Ella le lanzó una mirada desagradable antes de besarle la piel por encima de la herida y
golpearle el trasero. Duro. -Metete conmigo y te dispararé yo misma para mantenerte en casa.
Resoplando ante su amenaza vacía, enderezó su uniforme y selló su armadura sobre su lesión
en curación -¿Satisfecha?

-Ni siquiera un poco. -Ella le entregó su casco.

El triste miedo en sus ojos le hizo detenerse. Toamndo su mejilla, él le ofreció una sonrisa. -
Es Jullien a quien buscamos ahora. Él no va a atacar de la forma en que Chrisen lo hizo.

-¿Cómo lo sabes?

-No es tan inteligente o tan valiente. -Él le dio un beso profundo que transmitió su propio
miedo por su seguridad. Luego, froto suavemente su nariz contra la de ella-. Te quiero desnuda en
mi cama a mi regreso -susurró.

Ella asintió con la cabeza. -No destroces mi corazón, Talyn.

Él tragó con fuerza ante el repentino nudo en la garganta que fue causado por esas palabras.
Se decía que cuando dos andarions estaban realmente enamorados y divinamente unificados, si uno
de ellos moría, eso destrozaba el corazón del sobreviviente. Era por eso que los machos stralen
raramente vivían más de un día después de la muerte de sus esposas.

Temblando por lo que sentía por ella, la tomó de la mano y la llevó a su pecho para que
pudiera sentir el latido de su corazón a través de su placa de armadura roja. -Yo siempre seré tu
perra, couriana.

Ella rodo los ojos y empujó juguetonamente contra su pecho. -Y yo que pensaba que ibas a
decir algo dulce a cambio. Debería haberlo sabido mejor.

Talyn comenzó a dejarla con esa broma, pero se contuvo. Esta podría muy bien ser la última
vez que él la viera en esta vida.

Antes de que pudiera pensarlo mejor, sacó el guante de su mano y tomó la de ella. Él levantó
la mano para que pudiera besar su palma. La mirada de Felicia cayó a sus dedos.

Una mueca aguda se alineó en su frente mientras tiraba su mano más cerca para poder ver el
pequeño tatuaje intrincado que rodeaba el dedo de la unificación. -¿Qué es esto?

-Mi casta me prohíbe tatuarme tu linaje en mi brazo. -Era algo que sólo los machos andarions
casados hacían para honrar a sus esposas y jurar su fidelidad eterna. -Tampoco se me permite
comprar un anillo de compromiso-. Él apretó su agarre en su mano-. Esta era la única manera legal
en la que podía dejar que el universo sepa que tú eres, y siempre serás, mi único y verdadero
corazón.

Felicia se mordió el labio tembloroso mientras leía las palabras andarions que rodeaban su
dedo. Siempre de Felicia. Lágrimas nublaron su visión a su muy pública y extremadamente
desafiante declaración a todo el mundo de que la amaba -¿Cuando hiciste esto?

-Hace unos días mientras estabas visitando a tu madre.

-¿Cómo lo pasé por alto?

Él sonrió. -Yo tuve cuidado de mantenerlo oculto.


-¿Por qué?

-Quería sorprenderte con ello para tu cumpleaños.

Una lágrima corrió por su mejilla hasta que él la besó. Sólo Talyn recordaría algo tan trivial
en medio de este caos.

-Yo no te merezco -ella susurró.

Se rió de eso. -Lo sé. Debes haber hecho algo realmente terrible en una vida anterior para
tenerte atascada conmigo en esta.

Ella se echó a reír a pesar de sus lágrimas. -Cuídate.

Dando un paso atrás, él la saludó. -Sí, señora. -Él se colocó el casco sobre su cabeza,
protegiendo por completo su rostro de ella. Él era tan enorme y feroz en su traje. Tan invencible en
apariencia. Pero ella sabía la verdad.

Talyn no lo era. Él sangraba, y él podía morir haciendo esto.

Aún peor, se dirigía a una situación extremadamente peligrosa. Mientras Jullien podía ser un
cobarde, Eriadne no lo era. Ella era una perra salvaje que había asesinado a la mitad de su familia
para tomar su lugar en el trono.

Ahora estaba acorralada y perdiendo.

Eriadne no se iría en silencio de la historia. Ella tomaría tantos de ellos con ella como pudiera.
Algo que había probado hace una hora con un atentado contra el padre de Felicia. Fue por eso que
Felicia estaba tan fuertemente custodiada y lo que había motivado a Talyn aún más para volver al
servicio activo.

Si ellos no aseguraban a los restantes reales lo antes posible, esto se tornaría en una sangrienta
guerra civil que podría seguir por años. Ellos necesitaban un ataque relámpago para vencerlos.

Inmediatamente.

Otra lágrima bajo por su mejilla mientras ella temía por Talyn. Eriadne y La Liga tenían un
altísimo precio sobre su cabeza. Los únicos que más querían su garganta, eran los Tavali.

Todos ellos estarían detrás de la recompensa sobre la cabeza de Talyn.

No importaba cuanto ella quería creer otra cosa, no podía encontrar un final feliz en esto.
WAR había estado tratando por décadas de deponer a Eriadne, y como una bestia súper natural, ella
siempre volvía al poder.

Y esta vez si ella volvía al trono, la perra reclamaría las vidas de todos a los que Felicia
amaba.
Capítulo 26
Talyn vaciló a medida que pasaba soldados y estos seguían saludándolo, lo cual, dado su
nuevo rango, no eran completamente inesperado. Pero lo que lo ponía intranquilo era la manera en
la que lo miraban.

Con respeto.

Desde que los guió tras Chrisen y Merrell, todo era diferente.

Todo.

Los capitanes de guardia estacionados en las puertas de Lorens incluso las abrieron para él.

Seh, Andaria definitivamente estaba llegando a su fin. Este debía ser el signo de algún
Apocalipsis inminente.

-¿Ocurre algo?

Él se giró hacía Lorens antes de recordar que debía saludarlo.

Lorens regresó el saludo con el ceño fruncido. -¿Qué te tiene tan asustadizo?

Talyn removió su casco y se pasó la mano por el cuello, intranquilo. -Solo no estoy
acostumbrado a que Investidos me vean con algo más que burlas despectivas en sus caras. Me está
asustando.

Lorens se rió. -Tengo a nuestros principales asesores en el cuarto de guerra. ¿Listo?

Talyn asintió, luego lo siguió hacia el cuarto de conferencias adyacente donde la elite de la
armada Andarion, al menos aquellos a los que Tylie no relevó de sus cargos, los esperaban. Se
pusieron de pie y saludaron a Lorens, quién rápidamente los hizo volver a tomar sus lugares.

Lorens le hizo señas a Talyn para que ocupara el asiento a su derecha. -Para aquellos de
ustedes que aún no lo hayan conocido, mi nuevo asistente es el Teniente Comandante Batur.

Ahora, aquí estaban los resoplidos burlones a los que Talyn estaba acostumbrado. Y las caras
de desprecio que hacían que levante la barbilla mientras los desafiaba con una dura mirada.

-Bastardo Sin Investidura -murmuró alguien lo suficientemente alto para ser escuchado.

Lorens miró fijo a cada comandante por turno. -Si alguien en esta habitación tiene un
problema con mi segundo al mando elegido, entonces tiene un problema conmigo. Le darán el
respeto que se ha ganado mediante servicio militar y lealtad, o le permitiré el honor de enfrentarlo
en el ring. ¿Quién quiere ir?

Eso los sofocó efectivamente.


Satisfecho, Lorens encendió los monitores que mostraban varias estadísticas y actualizaciones
de lo que estaba ocurriendo en Andaria y sus territorios. -Ahora, vamos a los negocios. Jullien eton
Anatole fue arrestado hace una hora cuando asistió a unos mercenarios en el secuestro de Tizirah
Kiara eton Anatole.-

Ellos aspiraron el aliento.

Incluso Talyn soltó un silbido bajo ante esa particular muestra de estupidez. Aunque él no
conocía a Nykyrian personalmente, sabía por Jayne cuán letal podía ser el macho. Y él sabía
exactamente lo que haría en el lugar de Nykyrian.

Era un milagro que Jullien aún respirara.

- ¿Tizirah Kiara? -preguntó el Comandante Nazaru desde el otro extremo de la mesa-. ¿Quién
es ella?

Lorens lo miró a Talyn antes de responder. -La esposa embarazada de nuestro pronto a ser
Tahrs Nykyrian eton Anatole. La Tadara interina Tylie ha reinstaurado su lugar en el linaje real...

Eso desencadenó una ronda de furiosas palabras.

-¿Quién es él?

-¿Lo aprobó la asamblea plenaria?

Las preguntas indignadas se mezclaron entre sí hasta que Lorens levantó las manos. Se
calmaron instantáneamente.

Lorens mostró la foto del macho que lucía igual de feroz como su reputación indicaba. Era
una de Nykyrian en su uniforme de La Liga. Su largo cabello blanco estaba trenzado tras su
espalda, y en una típica moda de La Liga, un par de lentes de sol de obsidiana oscurecían sus ojos.
Numerosas cicatrices estropeaban sus facciones, incluidas dos desagradables alrededor de su boca
que parecían producto de algún tipo de mordaza.

-Tiziran Nykyrian fue el gemelo primogénito de Tizirah Cairistiona que Eriadne intentó
asesinar cuando él era un niño pequeño. Aunque es verdad que fue criado entre humanos, él era un
asesino de La Liga. Un Asesino Comandante de Primer Orden. Y actualmente es un miembro clave
de Los Centinelas. Una organización creada por la misma razón que La Liga. Para proteger a
aquellos que no pueden protegerse a si mismos de cualquier persona o gobierno corrupto de poder.
La Tadara interina Tylie le ha asegurado a mi padre y a la asamblea plenaria que Tiziran Nykyrian
ejemplifica a todos los andarions.

Intercambiaron miradas interesadas ante eso.

Nazaru se aclaró la garganta. -¿Usted cree que podamos confiar en él?

Lorens se rascó la barbilla. -No lo conozco, pero confío en lo opinión de aquellos que lo
hacen. Tan pronto como se enteró de que Jullien ayudó en el secuestro de la esposa de Nykyrian, él
reaccionó como un verdadero andarion y casi asesinó a su hermano. Él y una fuerza de infiltración
Centinela están actualmente en camino para salvarla, y no será detenido hasta que ella esté a
salvo… Si ella no lo está, Nykyrian prometió regresar y destruir a Tiziran Jullien con sus propias
manos.
Asintieron con aprobación ante la acción que cualquiera de ellos tomaría.

-Por las acciones de Jullien en contra de su hermano, la misma Tizirah Cairistiona ordenó que
fuera puesto en custodia. Y en este momento, tenemos a toda la familia real en custodia, excepto a
la antigua tadara. Tenemos varias pistas sobre su localización, pero hasta ahora ninguna con éxito.

El Comandante Pinara, que era un primo de Farina, suspiró pesadamente. -En tanto ella
permanezca en libertad, es una gran amenaza para nosotros. Ella aún tiene naciones aliadas que
podrían venir en su auxilio.

Lorens asintió. -Hemos contactado a todas, y ninguna oyó nada de ella.

-Aún -agregó Nazaru-. No significa que no vayan a hacerlo.

Pinara estuvo de acuerdo. -O que no están mintiendo y ganando tiempo hasta que ataquen
para recuperar el trono de vuelta para ella.

Mientras continuaban discutiendo, Talyn se inclinó para susurrar en el oído de Lorens. -Tengo
una idea, Comandante. Sé exactamente cómo encontrarla. Pero solo se lo contaré a usted.

出生反抗的

Lorens se recostó en la silla de su oficina mientras él y Talyn veían como el plan de Talyn se
desplegaba en su pequeñísimo monitor. Rió con amargura. -Chico, eres brillante. ¿Cómo lo sabías?

Talyn se encogió de hombros. -Una lorina herida siempre regresa a su guarida. Con su familia
arrestada, y nadie a quién Parisa le pueda confiar su seguridad, el único lugar para que ella vaya es
con su tía.

-Te respetaba antes de esto, Talyn. Ahora… estoy contento de que seas mi consejero
principal, y espero que nunca dirijas tus habilidades de batalla en mi contra. Eres formidable.

Talyn no hizo ningún comentario al respecto, mientras veía a la madre de Chrisen, Parisa,
“escapando”. Poco sabía ella que fue implantada con el mismo localizador que usaban todos los
soldados andarions. Podían rastrearla a través de cualquier cosa excepto campos electromagnéticos
extremos.

Bajo las órdenes de Talyn, ellos enviaron a un grupo de supuestos patriotas para liberarla. En
el consiguiente escape, Parisa recibió un disparo en el brazo con una descarga que enmascaró la
inyección del chip. Ella estaba sangrando, pero no lo suficiente como para evitar que se escapara.

Ni siquiera intentó salvar a sus hijos durante el escape. Toda su atención se encontraba en su
propia libertad.

Eso lo decía todo acerca de su familia.

Lorens frunció el ceño mientras trazaban su dirección. Él lo comprobó dos veces para
asegurarse que era correcta. -Eso es territorio Tavali en donde está entrando.

Si, lo era.
Talyn lanzó una maldición cuando se percató de lo que significaba. -Así que todo este tiempo,
¿Eriadne estaba trabajando con ellos en contra de nuestra gente? -No había ninguna otra razón para
que Eriadne estuviera escondida allí. Considerando las décadas en las que estuvieron en guerra uno
contra el otro, la reina andarion nunca habría ido con los Tavali por refugio.

A menos que fueran sus aliados secretos.

De otra forma, los Tavali la hubieran asesinado al tenerla en la mira.

Con una expresión atónita, Lorens se encontró con la mirada de Talyn. -Ella tiene que haber
estado. Mierda. ¿Qué hacemos ahora? No hay forma de extraerla de un puerto base Tavali. Nos
aniquilarían.

-Buen optimismo. -Talyn consideró sus opciones por unos minutos.

Las cuales, en su mayoría, terminaban en absoluta destrucción. Pero cuanto más pensaba en
ello, una idea más radical comenzaba a tomar forma.

Una lenta sonrisa se formó en la cara de Lorens. -Conozco esa mirada. Tienes un plan.

-Seh, lo tengo. Espera y déjame comprobar una cosa. -Talyn se dirigió hacia la sala del
comandante principal, que en realidad era un pequeño departamento puesto a un lado para el uso del
CP*52 siempre que ellos estuvieran bajo amenaza, tal como ahora.

Él abrió la puerta y se congeló al encontrarse a Felicia enseñándole a Qory como cocinar en la


pequeña área de la cocina. ¿Qué diablos? El gigante tenía harina esparcida por toda la cara mientras
ella le indicaba con paciencia. Si el momento hubiese sido menos calamitoso, se habría reído hasta
caer sobre su trasero ante esa vista.

Como estaban, Morra se rió de la expresión de Talyn. -Seguramente me vi de la misma


manera hace unos minutos cuando entré y los vi.

Qory le hizo un gesto rudo a Morra que Talyn no necesito que se lo tradujeran.

Lorens apareció atrás de él y rompió a reír.

Felicia fulminó con la mirada a su hermano. -Al menos él está intentando aprender. Tú
morirías de hambre si no tuvieras a alguien que cocinara para ti.

Lorens levantó las manos en rendición y sabiamente controló su lengua.

Talyn acortó la distancia entre ellos. -¿Qorach? ¿No me dijiste que tenías amigos en los
Tavali?

Él asintió.

-¿Amigos cercanos?

Él gesticuló una respuesta.

-Como un hermano, -tradujo Felicia-. ¿Por qué?


*52 Comandante Principal
-¿Él es un miembro del grupo Porturnum?

Qory dejó salir un sonido similar a una risa desdeñosa.

-Eso sería una negación importante. -Morra fue la que tradujo sus palabras esta vez-. Ni él ni
Chayden son bienvenidos a lo largo de la Nación Porturnum. Sus líderes odian su rama y, en
particular, a su padre Tavali.

Ahí se iba su plan. Pero Talyn no estaba completamente derrotado. -¿Tienen algún aliado en
el Porturnum? ¿O alguien que pueda lidiar con ellos? ¿Alguien que pueda meterme a mí y a un
equipo pequeño dentro de la base Estación Puerto Estelar?

Qory hizo una respuesta rápida de gestos.

-Tal vez. -Felicia estrechó una mirada irritada en Talyn-. No estás pensando en hacer algo
estúpido, ¿no es así?

Por ese tono, él sabía que un si lo dejaría sin acción con Felicia. -Um… no. Nunca haría algo
estúpido.

Felicia rodó los ojos. -Al menos no intentas mentirme de tal forma que no sepa que en
realidad estás mintiendo. -Suspiró con fuerza. Limpiándose las manos, ella caminó alrededor de la
isla de la cocina para fulminar con la mirada a Talyn-. Qory… ve con él y golpéalo como lo haría
yo si hace algo demasiado estúpido.

Qory sonrió ante el pensamiento y le hizo señas a Morra.

-Él dice que tus términos son aceptables.

Talyn sacudió la cabeza. -No voy a dejarte sin protección.

Felicia arqueó una ceja. -Estoy en el medio del centro de comando de la armada, con mi
hermano mayor sentado sobre mí como una lorina rabiosa con su único gatito sobreviviente. Te lo
aseguro, estaré bien.

Aun así, Talyn no estaba convencido. Tenía un mal presentimiento en sus entrañas. Y no era
sobre la misión de él. -No me gusta esto.

-Supongo que nadie está feliz entonces. ¿Piensas que me emociona que vayas al corazón de
seres que sé que ya te han disparado y que no dudarán en hacerlo de nuevo?

Talyn le ofreció la encantadora sonrisa que lo había librado de muchos problemas con su
madre mientras crecía. -Si adivino correctamente, ¿consigo una bonificación?

Gruñendo, ella sacudió la cabeza. -Eres tan imposible. No tengo idea de porque te amo.

-Porque soy lindo y mullido, y no me quejó cuando me arrancas las colchas a la noche.

Ella se rió de eso. -Vete, sal de aquí antes de que cumpla mi amenaza de dispararte en la
pierna.
Talyn se detuvo en la puerta para mirar a Felicia. La luz de tristeza en sus ojos hizo que su
estómago se agitara. -Volveré, couriana. Lo prometo.

-Mejor que así sea.

Con el corazón pesado por ponerla triste, Talyn dirigió a Morra y Qory hacia su oficina
mientras Lorens se quedaba atrás para consolar a Felicia.

Morra usó su link para llamar a su aliado. Cuando el hombre respondió, no era lo que Talyn
imaginó como un Tavali. Para nada. Con cabello castaño oscuro, lucía más como un político
aristocrático que un despiadado pirata. De hecho, el hombre destilaba refinamiento. Pero dicho eso,
su forma de vestir era informal y descuidada, algo reflejado por el hecho de que no se había afeitado
en un par de días.

La única pista de su verdadera naturaleza era la crueldad de sangre fría en sus agudos ojos
azules. -Lady Deathblade*53 -dijo como saludo a Morra-. Ha pasado un tiempo desde que tuve el
privilegio de ver tu hermosa cara.

Ella resopló. -Ryn, Ryn, Ryn… eres un coqueto tan escandaloso.

-No puedo evitarlo. Siempre he estado atraído por las damas, en especial cuando son letales. -
Él le guiñó un ojo-. Y ya que te conozco tan bien, sé que no estás llamando para pasar el rato. ¿Qué
puedo hacer por ti, mi preciosura?

-Necesito un enorme favor. ¿Dónde estás?

Ryn le chistó. -No tengo la libertad para revelarlo. Estoy en unos negocios oficiales para mi
madre. ¿Por qué?

Morra rechazó su pregunta con una propia. -¿Alguna posibilidad de que vayas a estar cerca de
la base Estación Puerto Estelar de Porturnum en algún momento próximo?

La entretenida sonrisa en la cara de Ryn decía que él sabía que ella estaba siendo evasiva a
propósito. -Y de nuevo, pregunto por qué.

Ella le presento a Talyn. -Dejare que Talyn siga.

Talyn inclinó su cabeza hacia Ryn. -Sabemos de buenas fuentes que Venik está acogiendo a
nuestra tadara depuesta, y a Parisa Anatole, una fugitiva buscada. Me gustaría ir encubierto como
un Tavali para verificarlo, y extraerlas si realmente se encuentran allí.

Ryn arqueó una ceja ante eso. -¿Tienes alguna idea de lo que le ocurre a alguien que usa un
traje Tavali cuando no están autorizados? Tenemos graves problemas con los imitadores.

-Y yo tengo graves problemas con la tadara andarion intentando asesinar a su propio nieto y
luego utilizando a los Tavali, que se supone son nuestros enemigos, para esconderse de nuestra
justicia.

Morra se aclaró la garganta. -Por cierto, el nieto del que él está hablando… es Nykyrian
Quiakides. Alguien cercano y querido en todos nuestros corazones, quién tiene un rencor en contra
de ambas, la reina y Parisa.
*53 Dama Hoja de la Muerte.
La otra ceja de Ryn se elevó. -¿En serio?

Morra asintió. -En tanto ellas permanezcan libres, la esposa de Nyk se encuentra en peligro.

-Acabas de arrojar el nombre mágico al juego, hermanita. Le debo a Nyk por proteger a mi
hermano. No hay nada que no haría por él. Incluso traer al clan de mi madre a la guerra. -Ryn se
giró por un segundo como si considerara su próximo curso de acción-. Bien. Ya estoy aquí en su
base andarion. Y esto explica un montón acerca de lo que estuve oyendo desde mi llegada. Todos
ustedes vienen como mis invitados y yo los patrocinaré. Déjenme saber si tienen algún problema
entrando.

-Gracias -dijo Talyn.

-Que la paz sea el camino. -Ryn cortó la transmisión.

Mientras Talyn se enderezaba, el nudo en sus entrañas se estrechaba. Algo malo estaba por
ocurrir. -¿Podemos confiar en él?

Morra asintió. -¿Ese hermano que él mencionó? Es Darling Cruel.

-¿El príncipe caronese?

Ella asintió. -Tienen el mismo padre.

Y Darling era el amigo Centinela que Jayne siempre intentaba proteger. Ella le confiaba el
mundo al hombre, y Jayne confiaba en casi nadie.

Entonces no era Ryn lo que Talyn sintía. Pero algo estaba mal. Podía sentirlo con la parte de
él que nunca le falló en estar en lo cierto.

Si solo supiera lo que sus entrañas querían decirle.

Qory le hizo señas a Morra mientras ellos se dirigían a la bahía de despegue.

- ¿Qué? -preguntó Talyn.

-Él me está recordando que necesitamos vestirte como un Tavali. Caminas ahí dentro en ese
uniforme… bueno, siempre estoy dispuesta a una buena pelea, pero si te lastiman, Felicia pateará
mi trasero y Jayne la ayudará. -Ella tiró a Talyn de su brazo mientras abordaban su nave Centinela,
y Qory se dirigía al mando de vuelo para hacer las verificaciones previas. Ella empujó a Talyn a un
cuarto privado a bordo-. Así que sígueme y arroja esos pantalones, lindura. Esto va a ser divertido.

Para ella, tal vez.

Mientras los minutos pasaban y Morra usaba a Talyn como a una muñeca viviente, él supo lo
que causó el nudo de miedo en su estómago. Ella lo puso en cosas que se arrastraban hasta áreas
que los dioses nunca pretendieron que fueran tocadas por ninguna tela, mientras que Qory se
encargaba de volarlos fuera de la estación y dirigirlos hacia el espacio.

Talyn no tenía idea en que estaba metido hasta que se miró en un espejo. Se encogió ante lo
que vio. -¿Hay criaturas sensibles que realmente se visten de esta forma?
Morra se rió. -En realidad, lo hacen. Y debo decirlo, usas el Tavali bien. Solo hay una cosa
que necesitamos y que seguramente amarás.

-¿Una bolsa sobre mi cabeza así nadie sabe que soy yo?

-Cerca… y deja de quejarte. Siendo andarion, deberías estar acostumbrado a tener pintada tu
cara.

Talyn reprimió el dolor que ella le provocó sin saber. Como bastardo, no tenía permitido
pintarse el linaje de su madre en su cara. Era algo que siempre fue como una pastilla amarga para él
cada vez que tenía que ir al templo en celebraciones importantes. Y la razón por la cual nunca iba a
ningún tipo de festival andarion. Simplemente era demasiado embarazoso ser el único a cara limpia
entre toda la multitud.

Se sentó para que Morra alcanzara su cabeza, y pintara sus rasgos de una forma
verdaderamente andarion… un diseño esquelético que resaltaba sus ojos blancos. Colocó una
bufanda sobre su boca que hacía juego con la capucha que llevaba puesta. Completaba el diseño de
esqueleto.

-Solo permanece cubierto y nunca sabrán que eres tú. -Ella tomó el espejo de sus manos y lo
regresó a su cajón antes de dirigirse a la cubierta de vuelo.

Talyn se quedó, ajusto sus blasters y su Warsword antes de ir a unírseles.

Qory lo miró dos veces, entonces sonrió con aprobación.

El enlace de Talyn vibró. Apretándolo, él no se molestó en verificar el identificador. -


Comandante Batur.

La dulce voz de Felicia envió un escalofrío a través de él. -Hey, bebé. Sé que solo tengo unos
minutos antes de que ingreses a territorio Tavali y que ellos podrían interferir esto. Solo quiero
desearte suerte y decirte de nuevo que te amo. Que estoy orgullosa de ser tu hembra, y que mejor
permanezcas a salvo.

Él saboreó cada sílaba. -Lo haré, mia. Todo está en su lugar. No te preocupes… también te
amo.

Ella hizo un ruido de besos contra su oído antes de cortar la transmisión.

Morra le sonrió.

Él comenzó a responder, pero su atención fue a las pantallas, donde una masiva fuerza de
ataque Tavali estaba ubicándose.

Morra se puso seria instantáneamente antes de encargarse de las comunicaciones. -Tavali


Crimson, este es Green Fire de la Black Flag Nation*54 ¿me copia?

-Copiado. Necesitamos confirmación. ¿Quién es su padre?

*54 Carmesí Tavali, Fuego Verde y Nación de la Bandera Negra


-Sin padre. Somos Pícaros que vuelan bajo la merced de Hermione Dane. Nombre código
Kirren… Que vivan los Wasternum por siempre. Venimos en una misión pacífica para reunirnos
con el hijo favorito. Él puede verificar mi identidad y causa.

Talyn retrocedió un paso cuando los Tavali cargaron sus armas.

Morra sostuvo su mano arriba para indicarle que mantuviera su posición. -¿Problemas?

-Sin problemas. Identifique todas las señales de calor a bordo.

-Morrtalah Cheho’vitastamiutstoh al habla. Vuelo con Qorach Rohrtag y Andor Enre.

Talyn arqueó una ceja por el alías que ella le puso. No lo habían discutido, pero se aseguró de
guardarlo en su memoria.

Las naves apagaron sus sistemas de armas. -Viva Tavali y bienvenida, hermana. Están
habilitados para aterrizar en la estación, bajo escolta.

Talyn apretó los dientes cuando se percató cuán estricta era la seguridad de la estación Tavali.
Ya que estaban lo suficientemente cerca para los escáneres de eco, él no habló. Cualquier cosa que
dijeran desde ese punto en adelante era vulnerable a ser captado por dispositivos Tavali. Aquí era
donde envidiaba la habilidad de Morra y Qory para comunicarse únicamente por lenguaje de señas.
Él no tenía ninguna idea acerca de lo que estaban diciéndose justo ahora.

Pero por la frenética manera en la que movían las manos, se imaginaba que tenían las mismas
preocupaciones que él.

Tan pronto como aterrizaron, Morra extendió la rampa y luego abrió la puerta.

Había un comité de “bienvenida” esperándolos mientras desembarcaban. Talyn hizo una


sonrisa torcida ante el miedo que inmediatamente oscureció sus miradas cuando vieron el tamaño de
él y de Qory.

Un pequeño humano de piel azul se les acercó. -¿Quién es el capitán?

-Yo lo soy. -Morra gesticuló hacia ellos-. Mis dos músculos son mudos. Sus cajas de voz
fueron dañadas en batalla.

-¿Usted es la del nombre que nadie puede pronunciar?

Ella le sonrió. -En Universal se traduce a Morra Deathblade.

Él tomó nota de eso en un pequeño e-registro. -El Capitán Dane está ocupado en este
momento, en una reunión. Vamos a guiarlos hasta sus cuarteles para que esperen por él.

Mientras su escolta Tavali los guiaba a través de la bahía, Talyn mantuvo sus sentidos alertas.
La estación era mucho más grande de lo que pensaba por los reportes que había leído. Y aquí había
muchos más Tavali de los que jamás había imaginado. No era de extrañar de que fueran capaces de
atacar a los cargueros y flotas andarions tan furiosamente, tan seguido.

¿Solo que en dónde habrían ubicado a la tadara andarion?


Por primera vez, él estaba comenzando a dudar del Sector de Inteligencia. Tal vez, después de
todo, Parisa no vino aquí. Por no mencionar, que ahora él estaba dudando de su propia cordura. Tal
vez debieron tener un Plan B, C, D, E, F, G, H o incluso I y J.

Si, definitivamente J, porque estaban empezando a verse jodidos.

Recorrieron un pasillo y se encontraron con un grupo de pilotos apurados. Talyn y Qory se


hicieron a un lado mientras ellos pasaban corriendo, dirigiéndose hacia la bahía.

-¿Qué fue eso? -preguntó Morra mientras comenzaba a ir tras ellos.

Su escolta verificó en su e-registro antes de hablar. -Los sensores detectaron un grupo de


andarions escondiéndose en la sombra de una luna. Estamos asumiendo que están allí para
atacarnos.

Talyn maldijo su suerte y deseo tener alguna manera de advertirle a sus tropas.

-Ahora que lo pienso… -El Tavali arrancó la máscara inferior de la cara de Talyn.

Cuando comenzó a echarse sobre él, Talyn le dio un rodillazo al hombre, agarró su blaster, y
lo golpeó contra la pared.

Morra rápidamente se puso entre ellos. -¿Qué diablos?

El Tavali curvó los labios. -¡Él es andarion!

Ella resopló. -Sí, lo es. Igual que tu jefe, Venik. ¿Cuál es tu punto?

-¿Cómo sé que él no es un espía de los otros?

Morra gentilmente empujó hacia atrás la cabeza de Talyn para exponer la marca de prisión
que Chrisen había puesto en su cuello. -¿Ellos dejan a traidores marcados entrar a su Armada?

Cuando el Tavali se movió para tocar la marca, Talyn soltó un sonido gutural que hizo que
saltará hacia atrás.

Morra cruzó los brazos sobre su pecho. -Sabio movimiento. No está tan domado.

Una gota de sudor rodó por la cara del Tavali. -Sí, okay. Solo mantenlo atado.

-Entonces no lo ataques. Tú te moviste contra él, y no soy responsable por sus acciones en tu
contra.

-Hey, ¿Tres*55?

El Tavali se congeló ante la llamada, entonces soltó un suspiro aliviado ante la visión de su
contacto. -Dane. ¡Gracias a Dios! Te entrego este grupo a ti, hermano. -Emprendió una retirada
precipitada mientras Ryn Dane acortaba la distancia entre ellos.

Justo por encima del metro ochenta en altura, y musculoso, Ryn tenía cabello rojo oscuro que
estaba cepillado hacía atrás de la hermosa cara humana.
*55 Nombre del soldado Tavali.
Él clavó su vista en Talyn antes de mirar hacia Morra y Qory. - ¿Alguien habla el dialecto
Trassel del Caronese?

Los tres levantaron la mano.

Ryn sonrió. -Excelente. Nadie más aquí lo hace. -Inclinó la cabeza hacía Talyn-. Tú debes ser
el sexy bebé de Jayne.

Talyn soltó un suspiro irritado antes de asentir.

Ryn se rió y lo palmeó en el brazo. -No te preocupes. Mi madre aún corta la carne para mí
también.

Morra sacudió el mentón hacia Ryn antes de explicarle su trabajo a Talyn. -Él es el
Embajador Tavali.

-Sí, -dijo Ryn con un suspiro-. Soy uno de los pocos que puede legalmente intervenir entre los
grupos Tavali e imperios soberanos.

Talyn frunció el ceño. -¿Por qué es eso?

-Mientras que mi madre es Hermione Dane, notoria líder Tavali, mi padre era el gobernador
caronese, Drux Cruel.

Talyn recordaba a Morra diciéndole eso. -Estoy sorprendido de que Jayne no enviara también
a tu hermano para esto.

-Ella probablemente lo hubiese hecho, pero él le está prestando ayuda a Jayne y al equipo
mientras ellos van tras Jullien eton Anatole.

Lo que llevó a Talyn a su preocupación anterior. -¿Nuestra Inteligencia esta en lo correcto?


¿Pensé que Jullien estaba bajo custodia?

Ryn dio un sutil asentimiento. -Solo muy recientemente… Ahora síganme.

Acababan de entrar a otro corredor cuando otro grupo de Tavali se acercó marchando hacia
ellos.

Ryn indicó hacia Talyn, Morra y Qory para que se detuvieran. -¿Hay algún problema?

-Venik desea conversar unas palabras con tus amigos. -La mirada del Tavali se clavó en
Talyn-. En especial con el andarion.

-Eso será difícil de hacer ya que él es mudo.

-Mira, Dane. Solo estamos siguiendo órdenes. Lo que sea que el Alto Almirante Venik desee,
el Alto Almirante Venik lo obtiene. Justo ahora, él quiere a tus amigos. Entrégalos.

Ryn soltó un suspiro disgustado. -Venik puede besar mi peludo trasero. -Más rápido que lo
que cualquiera pudiera hacerlo, él sacó su blaster de la funda y abrió fuego-. ¡Retrocedan!- le
ordenó a Talyn y Qory.
¿A dónde? Talyn miró los dos pasillos, inseguro de cuál tomar.

Justo cuando comenzaba a preguntar, Ryn agarró la manga de Talyn y lo arrastró hacia el que
se encontraba a su izquierda. -La reina y su sobrina se encuentran en el último cuarto de la derecha.

Morra y Qory corrieron hacia ese cuarto.

Talyn estableció fuego de cobertura para ellos. -Genial -le dijo a Ryn, quién estaba
ayudándolos a escapar-, pero me siento obligado a mencionar que estamos un poco sobrepasados en
números justo ahora.

Ryn no respondió. En su lugar, presionó al enlace en su oreja. -Este es el Embajador Dane


convocando a todos los Wasternum al alcance. Los hombres de Venik me han atacado y han roto la
tregua. ¡Notifiquen al clan! Me encuentro en el corredor al norte y requiero de asistencia inmediata.
De nuevo, todos los Wassies, a pleno, hermanos y hermanas. ¡El Hijo Favorito está bajo ataque!

Tres puertas se abrieron atrás de él.

Talyn se giró y apuntó. Hasta que los Tavali comenzaron a disparar a los que estaban tras
ellos y cubrieron su retaguardia. -¿Cómo distingo a los enemigos de tus hombres?

Ryn resopló. -Si te disparan, dispárales. Si es uno de los míos, no te preocupes por golpear a
uno por accidente. Jayne los mataría de cualquier forma por ponerte en peligro.

Con los otros disparando a la gente de Venik, Talyn y Ryn se apresuraron hacia donde estaba
la reina.

Él y Ryn cubrían a Morra y Qory mientras ellos re-cableaban la puerta cerrada. Se dirigían
hacia dentro del cuarto un latido antes de que él oyera el temido sonido de un cable trampa.

Mierda.

Qory se estrelló contra él un instante antes de que la bomba detonara.


Capítulo 27
Talyn gimió por el dolor en su cuerpo mientras los restos se asentaban alrededor de ellos.
Había un peso aplastante sobre él. El humo oscurecía su visión, lo que lo ahogaba y le hacía toser.

¿Había caído la mitad de la estación sobre él?

Porque eso era lo que se sentía.

Ryn dejó escapar palabrotas salvajes. Cubierto con cenizas y pedazos del techo, el Tavali
jadeó y se sintió ahogar.

Talyn se movió cuando escuchó a Morra toser a su lado. -¿Morra?

Ella lo ignoró mientras jadeaba. -¿Qory? -Su voz era grave debido a sus lágrimas-. ¡Dioses
Oh, no! ¡Qory, respóndeme!

Fue entonces cuando Talyn se dio cuenta de que el peso sobre él era de Qory. El gigante los
había agarrado a él y Morra y había usado su propio cuerpo para protegerlos de la explosión.

Tan gentilmente como pudo, puso a Qory sobre su espalda. Quemaduras y cortes cubrían al
hombre. -¿Qor? Aún estás con nosotros, ¿verdad?

La sangre goteaba por la comisura de su boca mientras parpadeaba.

-¡No te muevas! -Morra espetó mientras él trataba de hacerle señas a ella-. Sólo quédate
recostado y voy a buscar ayuda para ti.

Talyn se sentó en cuclillas cuando su vista se aclaró lo suficiente para ver una sombra
corriendo junto a él. Le tomó un segundo darse cuenta de que había sido la tadara, salvando su
propio trasero.

Típico.

La ira atenuó su visión. Con el único pensamiento de matarla, él se puso en pie, a pesar de su
dolor, y corrió tras ella.

Pero tan pronto como ella entró en el pasillo, varios culatazos de soldados Tavali rebotaron
alrededor de ella. Gritando, ella cayó al suelo y puso las manos en la cabeza en señal de rendición.

Talyn llegó a ella primero. Por suerte, no había sido herida durante todo esto. Ella estaba
entera para enfrentar un juicio por sus crímenes.

A pesar de que su blaster estaba vacío, se inclinó hacia ella. -Eriadne Eton Anatole, en
nombre del Imperio andarion y por órdenes de la Tadara Interina Tylie, la pongo en prisión
preventiva bajo custodia para enfrentar su cargos. Que los dioses tengan misericordia de ud.

Ella le escupió en la cara. -¡No voy a ser llevada por un hijo de puta Sin Investidura! -Ella
trató de levantarse, pero Talyn la mantuvo en su lugar.
Talyn limpió la saliva de la mejilla. -Perra, por favor. Usted no está solamente siendo llevada
por un bastardo Sin Investidura, fuiste derribada por uno. Lidia con ello. -Él sacó los precintos de su
bolsillo y los utilizó para retenerla.

Hasta que una pistola apareció en su sien.

Talyn se congeló cuando Eriadne rió.

-¡Mata al bastardo presuntuoso! -Ella exigió-. Quiero sentir su sangre en mi piel.

Talyn oyó el fuerte chasquido cuando el ajuste fue cambiado de aturdir para matar.

-No lo hagas, Venik -Ryn gruñó desde el otro lado del pasillo mientras lentamente acortaba la
distancia entre ellos-. Ese andarion no sólo está bajo mi protección, sino de los caroneses y Los
Centinelas. Lo matas y no va a ser mi disparo al que temas. El mismo Nemesis irá contra ti, con
Jayne liderandolo.

Aun así el blaster se mantuvo en la sien de Talyn. -¿Tiene usted alguna idea de lo que ha
hecho, Cruel?

Ryn resopló. -En la Comunidad Tavali, yo no soy un Cruel. Soy un Dane. Y a menos que
quieras que la ira de mi madre caiga en tu trasero, te sugiero que llames a tus ratas y te vayas con
tus amigos. ¿O prefieres la tormenta de mierda que va a seguir?

-¡Teníamos un trato! -Eriadne chilló-. ¡Mátalo, y te convertiré en tiziran!

Por un instante, Talyn estaba seguro de que Venik apretaría el gatillo.

En cambio, enfundó la pistola. -Por muy tentador que sea, he visto lo que le haces a los tuyos.
Así que creo que voy a pasar, antes de terminar como una mancha poco favorecedora en el suelo.

Talyn levantó la vista para ver la amarga mirada del andarion más viejo. De piel oscura y
buena musculatura, Brax Venik no era lo que había esperado Talyn del líder del Porturnum Tavali.

Y su condición mestiza era evidente. No es de extrañar que Venik odiara a los andarions. Si
habían sido tan amables con el líder Tavali creciendo como lo habían sido con Talyn, él más que
entendía la hostilidad que el Líder del Porturnum tenía por la raza andarion.

Venik miró a Ryn. -Aunque no me gusta perder mi alianza con la tadara andarion, tal vez no
vale la pena enfurecer a tu madre o dividir a los Tavalis en otra sangrienta guerra de clanes por
Eriadne. Que es una cosa segura si empiezo matando a aquellos de la Comunidad Dane,
especialmente a su único hijo... ve en paz, hermanito. Dale a tu madre mis saludos. -Él hizo salir a
sus hombres y dejó a Eriadne.

Talyn frunció el ceño mientras Venik se alejaba como si nada hubiera sucedido. Entregó a
Eriadne a Ryn antes de moverse para ver a Qory y Morra. -¿Cómo está él?

-Pude detener la hemorragia. ¡Sólo necesito que los malditos médicos lleguen hasta aquí!

Ellos llegaron unos segundos más tarde.


Talyn dio un paso atrás mientras se ocupaban de Qory. Había varios cuerpos en la sala de
seres que habían sido alcanzados por la explosión. Talyn dijo una plegaria por sus almas.

Pero esas palabras se apagaron al darse cuenta de que uno de los cuerpos era de Parisa.

Maldita sea. Venik tenía razón. Eriadne ni siquiera había derramado una lágrima sobre su
propia sobrina, o incluso pensado en ella. En absoluto.

Demonios, incluso Talyn sintió una punzada de culpa por el papel que había jugado en poner
a Parisa aquí. Él no podía comprender cómo la antigua tadara podía ser tan fría.

No es que importara.

Cuando empezó a decirles a los médicos que llevaran a Qory a Andaria, su enlace sonó. -
Comandante Batur.

-¿T- T-Talyn?

Su estómago se contrajo ante el terror en la voz de Felicia. -¿Nena? ¿Qué pasa?

-Awww, qué dulce y conmovedor.

Talyn extendió la mano para apoyarse contra la pared cuando todo su mundo se tambaleó. Era
Chrisen.

-¿Qué estás haciendo con ella?

-¿Qué piensas? Y si alguna vez quieres verla viva de nuevo, te sugiero que cortes la garganta
de la tadara, y regresaras a mi madre a Andaria. Vas a respaldar a mi madre en su ascenso al poder,
o voy a grabar los sonidos de tu hembra gritando tu nombre pidiendo ayuda mientras la despellejo
viva.

Talyn no podía respirar cuando esas palabras se hundieron en él y lo horrorizaron. No tenía


ninguna duda de que cumpliría con esa amenaza.

Pero Parisa estaba muerta...

Todo se volvió turbio. Una amargura metálica se instaló en su lengua mientras sus oídos se
volvieron cálidos y comenzaron a zumbar. Su espalda ardía como fuego. Era la misma sensación
aterradora que había tenido de pequeño siempre que sus emociones se salían de control.

La razón por la que había tenido que aprender a controlarlas muy temprano en su vida. Para
no ser manipulado por los demás. A mantener a cada parte de sí mismo con correa en todo
momento.

Ahora...

La bestia dentro de él ansiaba sangre.

-¡No la toques! ¿Me oyes, Anatole? Si ella tanto se lastima un dedo del pie en tu custodia, no
habrá ningún agujero en el infierno que puedas encontrar lo suficientemente pequeño porque voy a
ir por ti y te arrastrare a gritos de él.
-No me asustas, Sin Investidura. Tienes dos horas para mostrar a mi madre tomando el trono.
Después de eso... esta perra Terronova ezul no será tan agradable a la vista.

Morra se congeló cuando Talyn hizo el sonido de un animal rabioso. Preocupado por él, trató
de tocar su brazo. Pero Talyn echó la cabeza hacia atrás y soltó un rugido salvaje. Fue tan profundo
y crudo que ella lo sintió a través de todo su cuerpo.

Todo movimiento se detuvo al instante.

Con su respiración entrecortada, Talyn se volvió hacia ella. Sus ojos brillaban con un rojo
feroz que se hizo más siniestro por el gruñido en su hermoso rostro. Un instante después, masivas
alas negras se desplegaron desde su espalda.

Mierda…

Él las extendió ampliamente.

-¿Qué demonios? -dijo Morra.

Cayendo lejos de Talyn, Ryn se quedó boquiabierto y sorprendido miró a Morra. -¿Alguien
más sabía que los andarions tienen alas?

-¡Se supone que todos están muertos! -Eriadne gruñó. -Me aseguré de ello.

Talyn rió malévolamente ante la cara de la ex reina. -Te faltó uno, perra.

Durante la “purga” de las razas Aladas, Eriadne había realizado exámenes, por ley, en todos
los miembros de los linajes para ver quién tenía el gen recesivo. Si la prueba daba positivo, el
andarion alado había sido ejecutado. Cada miembro familiar. Pero debido a que la familia de su
madre eran médicos, los Baturs habían encontrado una manera de engañar la prueba y salvarse a sí
mismos.

Ahora, Talyn era uno de los muy raros portadores del gen Alados que quedaban en Andaria.
Fue por eso que su madre le había enseñado bien a controlar sus emociones y a mantener sus alas
ocultas.

Sin importar lo que sucediera.

Esta era la primera vez que las mostraba públicamente, y la primera vez que las alas se
extendían desde que él había cumplido ocho años y su madre lo había amenazado con retirarlas
quirúrgicamente si alguna vez las volvía a ver.

También era cómo había sabido que él y Jayne estaban relacionados por sangre. El día en que
vio por primera vez sus alas, mientras se estaba quedando con ella y Hadrian, él había aprendido
que ella no sólo era parte andarion, si no que la abuela andarion de Jayne había sido la hermana
menor de la abuela materna de Talyn, quien había huido de Andaria para escapar de la purga.

Ellos eran familia.

Talyn acortó la distancia entre él y Eriadne. -Para que lo sepas, ese era Chrisen. Él quiere que
te corte la garganta y regrese a su madre a Andaria para ser proclamada tadara en tu lugar. Si dejo
de hacerlo, él va a matar a mi hembra. -Sacó su cuchillo táctico, y pasó la yema del dedo a lo largo
de la hoja negra-. La primera mitad de sus términos son aceptables para mí.

Talyn dio un paso hacia ella.

-¡Espera! -Eriadne luchó contra el agarre de Ryn-. Dejame vivir, y te puedo decir cómo
recuperar a tu hembra.

-Tienes tres segundos antes que recorte tu linaje.

-De la misma manera que engañé a Nykyrian. -Eriadne bajó la mirada al cuerpo de Parisa-.
Ella y Cairistiona son casi idénticas en apariencia. Pon mi hija en el trono y no sabrá la diferencia.
Yo te lo prometo. Te dará tiempo para encontrar a tu hembra y salvarla.

-¿Por qué debo confiar en ti?

Eriadne levantó la barbilla. -Debido a que mi sangre se volvió contra mí. Si Chrisen me quiere
muerta, no descansaré hasta que esté por encima de su cadáver en descomposición.

Eso Talyn totalmente lo creyó. También sabía que Chrisen nunca liberaría a Felicia. Ese
baboso hijo de puta tenía un plan y no incluía permitir a Talyn vivir para buscar su propia venganza.
Tampoco dejaría ir a Felicia después de lo que su padre y su hermano les habían hecho a ellos.

A veces es mejor ir a la cama con el diablo que con la sierva del diablo. El viejo proverbio
andarion pasó por su mente.

Con su furia apenas contenida, fue a pie hasta el cuerpo de Parisa. Eriadne tenía razón. Ella
tenía un parecido aterrador con Cairistiona.

Talyn observó cómo se llevaban a Qory en una camilla aérea y Morra los seguía. La ira lo
atravesó. Tantos habían perecido en esta lucha.

Muchos más heridos.

Ya era hora de que se detenga.

Empujó a Eriadne de vuelta hacia Ryn. -¿Tienes una celda en tu nave?

-Sí.

-Mantenla en ella. Dejala inconsciente si es necesario.

Cuando Talyn se dispuso a salir, la voz de Ryn lo detuvo. -Yo también tengo un caza. Vas a
llegar a casa mucho más rápido que en una nave. Es tuyo si lo quieres.

Talyn nunca había estado más tentado de besar a un hombre. -Gracias.

Ryn inclinó la cabeza en respuesta antes de mostrarle el camino hacia la bahía donde estaba
atracada su nave.
A Talyn sólo le tomó unos pocos minutos entrar en el caza, aclimatarse a los controles y al
idioma desconocido. Básicamente, todos funcionaban igual. Mientras supieras dónde estaban los
controles clave, estabas relativamente seguro.

Por lo menos esperaba que eso fuera cierto.

Talyn despegó y se dirigió a casa. Después de que él pusiera sus coordenadas, llamó a su
madre para asegurarse que ella estaba bien en medio de este caos.

-¡Oh, gracias a los dioses! -su madre lloró-. Escuchamos que el centro de mando había sido
invadido y tomado por los leales. Me aterraba que estuvieras allí.

-¿Qué pasó, Matarra?

-Irónicamente, el mismo plan que tenía para Parisa. Una vez que se enteraron que ella había
sido puesta en libertad, un grupo de leales decidieron seguir el ejemplo y entrar para liberar a
Chrisen y Merrell de sus celdas.

Talyn se maldijo a sí mismo por su estúpido plan. Él nunca había soñado que otro grupo haría
lo mismo. -¿Qué pasó con Lorens?

-Él fue gravemente herido cuando... -Su voz se apagó para evitar decir algo que o debía-. Está
en cirugía.

-Sé que tienen Felicia. Chrisen ya me llamó.

-Lo siento mucho, cariño.

-¿Tenemos su ubicación?

-No. Se quitaron sus chips de rastreo. No tenemos forma de encontrarlos.

Talyn sintió un hormigueo en su espalda de nuevo. Obligándose a mantener la calma y el


control de sus alas, se centró en lo que había que hacer. -¿Esta Cairistiona sobria y alerta?

-Sí. ¿Por qué?

-Tengo que pedirle un favor.

-Es un mal momento, Talyn. Nykyrian fue fatalmente herido al rescatar a su esposa de sus
enemigos. Está en cirugía también. Y el pronóstico no es bueno. No esperan que él sobreviva a la
cirugía.

Mientras que él podía apreciar eso, Nykyrian no era lo más importante para él. -Es para salvar
a Felicia, mamá. Por favor, no me hagas enterrarla.

-¿Qué necesitas?

-Un milagro.

出生反抗的
Después de que los leales habían vuelto a tomar el centro de mando y Lorens había resultado
gravemente herido, los soldados restantes de WAR se habían retirado a la Base Anatole, donde la
mayoría de las armas y naves estaban guardadas. Talyn se dirigió directamente hacia allí. Su plan
era montar una misión de dos soldado, sólo él y Ryn, para rescatar a Felicia.

Lo último que esperaba era la masa de soldados que rodearon su caza en el momento en que
le paso los controles al operativo en tecnología al aterrizar. Ya que sus motores estaban bloqueados,
no había nada que pudiera hacer.

Él estaba completamente a su merced.

Disgustado por su suerte, abrió el dosel y descendió ante la multitud que lo esperaba porque
estaba seguro que lo pondrían bajo custodia.

Ellos no lo hicieron. Más bien se quedaron atrás para permitir que un coronel, que era unos
años mayor que él, se acercara a Talyn.

El coronel lo saludó.

Talyn le devolvió el saludo mientras lanzaba su mirada alrededor de los otros, en busca de
movimientos bruscos.

-¿Cuáles son sus órdenes, comandante?

Talyn parpadeó dos veces cuando comprendió esas palabras. Sintió la tentación de mirar hacia
atrás para ver si alguien más estaba allí. Pero, en realidad, tenía sentido. Con Lorens en cirugía, él
era su XO*56.

Sí, eso le jodió la cabeza también. Él era el comandante más joven en la historia andarion, y la
responsabilidad se posó en sus hombros como un planeta de gravedad densa.

Cuando finalmente se recuperó de la conmoción inicial de su respeto, Talyn se aclaró la


garganta. -Necesito informes de estadisticas.

-El centro de mando se encuentra todavía en manos de Anatole. Tenemos equipos de ataque
en posición y francotiradores en los tejados de los alrededores. Si pisan un pie fuera, terminaremos
linajes.

Talyn consideró eso mientras dirigía el coronel hacia su nueva oficina. -Disparen para aturdir
o herir. No matemos a nadie por ser un idiota. O por ser leal, incluso si se trata de una corona
fracturada. -Honestamente, si Chrisen no hubiera hecho esto personal, Talyn no estaba seguro de
qué lado habría estado luchando-. Pero si es Chrisen o Merrell, doy pleno perdón a cualquiera que
los coloque en una tumba.

El coronel transmitió las órdenes de Talyn antes de regresar a sus actualizaciones. -Todavía
no tenemos la localización de los tizirani que escaparon, excepto por Jullien, que se encuentra bajo
custodia triosan. Los otros dos se quitaron sus localizadores antes de huir.

-¿Sabemos quién los liberó?

*56Executive Officer. Segundo al Mando.


-Gracias a los vídeos de las cámaras de seguridad, sí. Tenemos los nombres de varios
traidores.

-¿Alguien ha comprobado si los rastreadores de esos traidores están funcionando?

Una luz de respeto brilló en los ojos del coronel. -No señor. Pero ahora lo haremos. -El
Coronel Tievel emitió esa orden también.

Cuando Talyn llegó a la antigua oficina de Chrisen, los Mayores de guardia abrieron la puerta
para él. Una extraña e incómoda sensación bailó por su columna vertebral al entrar, no para ser
disciplinado en esta ocasión, si no para tomar el mando.

Fue la primera vez en meses que él había entrado en esta oficina sin sentirse enfermo con un
bulto de temor en su estómago. Y el peso de su nuevo cargo y responsabilidad lo golpeó duro. En el
pasado, sólo su vida había estado en la línea.

Ahora...

Tenía la vida de cada soldado que creía en Tylie y Saren en sus manos. La vida de su madre y
Felicia. De Tylie y Cairistiona.

El futuro de todo el imperio andarion. Todo dependía de él.

No la jodas.

Dioses, cuando dije que quería que mi vida cambiara, no fue esto lo que quise decir. Pasó su
pulgar alrededor el dedo que tenía su homenaje a Felicia, y dejó que una imagen de ella en su mente
calmara sus trepidaciones.

¿Había causado él todo esto por atreverse a desafiar a los dioses y tomar algo por su propia
cuenta? ¿Era esto su castigo por tratar de ser feliz?

No, él se negó a creer eso. Del mismo modo en que se negó a creer que nunca volvería a ver
de nuevo Felicia.

Ya no estás solo. Miró a su alrededor a los soldados que estaban de pie a su lado.

Todo lo que siempre había querido estaba en juego ahora. Incluso su vida.

Ya no hay vuelta atrás.

Había luchado muy duro para llegar hasta aquí. Ningún hijo de puta baboso iba a tomar su
vida o a su hembra de él. No sin una lucha brutal.

Y Talyn Batur se especializada en peleas brutales. Inténtalo, perra. Con todo lo que tienes.

Lo único diferente es que esta vez no estaba luchando por el respeto o rango. Él no estaba
luchando por sí mismo.

Luchaba por lo único que le importaba actualmente en su jodida y retorcida vida.

Felicia.
Y él iba a terminar esto. De una vez por todas.

出生反抗的

Felicia quería encogerse y llorar mientras luchaba inútilmente contra las cadenas que la
sujetaban a la silla. Antes de Talyn, ella no habría dudado en desmoronarse y rogar a Chrisen por
clemencia. Pero una de las dos cosas que había aprendido de Talyn era cómo mantener la cabeza en
alto en la cara de aquellos que querían hacerle daño. Ella nunca les permitiría tomar su poder de ella
y debilitarla.

Ellos no valían la pena.

La otra era que no estaba sola en este universo. Había andarions por ahí que defendían a las
víctimas. Andarions que no permitirían que el mal triunfe.

Talyn era uno de ellos y vendría por ella. Él no la defraudaría.

Y cuando el llegara, mataría a cada uno de ellos por llevársela. Ella lo sabía con cada latido de
su corazón.

-Sólo quedan quince minutos -dijo Chrisen mientras Merrell pasaba por las diferentes
transmisiones, en busca de noticias sobre su madre y la reina. -¿Crees que lo hará?

-¿Matar a la tadara? Absolutamente. Liberar a nuestra madre... No sé. -Hizo una pausa en la
cobertura de noticias sobre lo que Nykyrian Quiakides le había hecho a Aksel Bredeh y a la base de
Aksel. Mostraban una imagen de su esposa embarazada llorando, sentada entre Tylie y Cairistiona
en una sala de espera del hospital-. Por lo menos no tenemos que preocuparnos por uno de nuestros
primos híbridos en el trono. Jullien no heredará ahora que sus padres saben lo que le hizo a su
propio hermano. Y parece que Nykyrian morirá debido a sus heridas.

-Bien. Entonces el orden correcto de la línea sucesoria está asegurado.

Merrell asintió. -Como debería haber sido. Un verdadero andarion en nuestro trono... yo. No
un híbrido pedazo de mierda. -Lanzó una sonrisa malvada hacia Felicia-. Parece que el hijo de puta
Sin Investidura no te ama después de todo-. Con un paseo repugnante, acortó la distancia entre ellos
y le sacó el pelo de su cara.

Felicia se sacudió tan lejos de él como pudo. Ya que la mordaza en la boca le impedía hablar,
ella le gruñó.

Merrell hundió la mano en su pelo y tiró la cabeza hacia atrás. -¿Crees que eres fuerte? No
puedo esperar a escuchar esa lucha y que se convierta en gritos de piedad.

-¡Mer, mira!

Ambos se volvieron hacia el monitor para ver a Parisa siendo llevada hacia el palacio por un
grupo de soldados. Ya que las noticias seguían mostrando a Cairistiona en el hospital donde habían
llevado a Nykarian, sabían que no era ella.

Su madre era finalmente libre.


-Increíble -dijo el comentarista. -En un movimiento sorprendente e inesperado, Tizirah Tylie
ha acordado abdicar su poder.

Cortaron para ir a una entrevista con la princesa en el mismo hospital, donde Cairistiona
estaba sentada en el fondo.

-Mi madre será extrañada. Y lo último que quiero es ver a otro miembro de mi familia
emprender un viaje a la eternidad. Tampoco quiero otra inocente vida andarion sufriendo. Aunque
somos una raza guerrera, ha llegado el momento de vivir en paz con nosotros mismos y sólo luchar
contra los invasores. Contra aquellos que nos harían daño. Es un honor para mí renunciar y permitir
que reine la paz y una nueva tadara ascienda a su legítimo lugar como nuestro líder. -Y con eso,
Tylie dejó a los periodistas que estaban gritando preguntas. Ella volvió a tomar la mano de su
hermana en el hospital, mientras los guardias empujaban a los periodistas hacia atrás y les cerraban
las puertas en las narices.

Merrell dejó escapar un sonido de incredulidad. -Que me aspen. Batur lo hizo.

Chrisen sacudió su cabeza. -Así que ¿la dejamos ir?

Merrell rió. -Por supuesto que no. Nuestra madre está a punto de ser tadara y vamos a ser los
nuevos herederos.

Él miró hacia ella. -La única pregunta es, ¿a cuál de ellos destripamos primero?

Antes de que Chrisen pudiera responder, el enlace de Merrell sonó. Comprobó el identificador
y sonrió. -¿Matarra?

Chrisen fue a su lado. -Ponla en el altavoz.

Merrell obedeció. -¿Puedes repetir eso para el Sr. Soso y Aburrido?

-Estamos planeando la coronación en una hora. Los necesito a ambos aquí para que todos
puedan verlos toma sus lugares legítimos en nuestro mundo.

Felicia saltó cuando alguien tocó sus manos atadas. Le tomó un segundo darse cuenta de que
estaban usando lenguaje de señas sobre su palma.

Estás a salvo. Talyn está conmigo. Estamos cubiertos*57.

Las lágrimas le llenaron los ojos mientras Talyn rozó una tierna caricia en su mejilla para
hacerle saber que estaba con ella. Sintió la agitación del aire mientras se movía para interponerse
entre ella y los Anatoles.

Morra aflojó las manos de Felicia para que pudiera liberarse. Ella acarició su brazo
alentadoramente.

Felicia aún no podía verlos, pero el hecho de saber que estaban aquí...

Nunca había amado más a Talyn.


*57 Utilizan una capa que refleja el ambiente que los rodea, simulando invisibilidad.
-¿Cómo te liberaste? -Merrell preguntó a su madre.

-Batur lo arregló. Dime dónde están y voy a enviar una comitiva que los acompañe a ambos
al palacio.

-Vamos a llegar por nuestra cuenta. Nos vemos pronto. -Merrell colgó.

Chrisen jadeó. -¿Qué estás haciendo?

-Algo de esto no se siente bien. No confío en ese hijo de puta Sin Investidura. ¿Tú sí?

Chrisen miró hacia Felicia. -No, pero él ama a su hembra. Por su seguridad, creo que él nos
obedecería.

-Entonces viene con nosotros. -Merrell se movió para ir a buscarla y chocó duro contra Talyn.

Talyn se quitó el dispositivo que lo cubría. Con su traje de batalla completo, alcanzó a
Merrell. -Te deberías haber ido. -Él lo echó contra la pared, y luego sacó su pistola y apuntó hacia
Chrisen-. Dame una excusa para apretar el gatillo. ¡Por Favor!

Chrisen levantó las manos.

La expresión en el rostro de Merrell dijo que quería ser estúpido. Hasta que se dio cuenta de
que Talyn no estaba solo. Uno por uno, seis soldados andarion más se quitaron sus dispositivos.

Tanto Merrell como Chrisen se arodillaron y se rindieron.

Talyn calibró la pistola de matar a aturdir antes de dispar a cada uno de ellos.

Dos veces.

Morra arqueó una ceja negra inquisitiva hacia él.

Él sacó su casco y se lo entregó al soldado a su izquierda. -Quiero que los mantengan


inconscientes hasta que Cairistiona ordene su muerte. De lo contrario, voy a ser ejecutado por
asesinato. -Talyn se volvió hacia Felicia y se arrodilló a su lado para abrazarla.

Felicia hundió la cara en su cuello. -Sabía que vendrías por mí.

-Siempre. -Temblando de alivio al encontrarla, la besó con todo lo que tenía.

Felicia jadeó cuando Talyn se levantó con ella en sus brazos. -Puedo caminar.

-Lo sé.

Ella frunció el ceño cuando él se negó a bajarla. -¿Talyn?

Él apretó sus brazos alrededor de ella. -Estuve demasiado cerca de perderte. En este momento,
no estoy seguro de que alguna vez te deje fuera de mi vista de nuevo. Definitivamente no hasta que
toda esta situación de mierda pase.
Sonriendo, ella apoyó la cabeza sobre su hombro. -Está bien, entonces. Pero esto podría
ponerse incómodo cuando tenga que ir al baño.

Se echó a reír mientras la llevaba por el pasillo. Hizo una pausa para mirar hacia atrás a sus
hombres. -Si quieren arrastrar a esos dos cabrones de aquí por los tobillos, en vez de que les salgan
hernias por llevarlos, yo estoy bien con eso. Y si les golpean la cabeza por el camino, voy a
considerar ascensos acelerados.

Los soldados se rieron tan fuerte, que en realidad los dejaron caer.

Morra palmeó al más cercano a ella en el brazo. -No estás acostumbrado a manejar las cosas
con perverso sentido del humor, ¿verdad?

-No estoy acostumbrado con cualquier tipo de humor. Punto.

Felicia se acurrucó contra Talyn.

Hasta que estuvieron afuera. Talyn buscó su mirada. Ella no tenía idea de lo que esa expresión
en su cara significaba.

-No más esconderse -dijo un instante antes de que un enorme conjunto de alas se expandieran
de su espalda.

Boquiabierta, alargó vacilantemente la mano para tocar la suave textura de ellas. -¿Eres
alado?

-Stralen no es el único gen recesivo que llevo.

Ella lo besó. -Y amo cada molécula de ti. Recesivo y de cualquier manera.

Talyn miró a los otros soldados con él. Uno por uno, abrieron sus propias alas. Él sonrió al ver
la expresión aturdida de Felicia. -Cairistiona y yo reintegramos las divisiones Aladas para la
armada. Ella ha extendido su protección a nosotros. Después de todo, somos una especie en peligro
ahora. Los últimos de nuestra clase.

Morra agarró al macho andarion más grande que no tenía un prisionero que llevar. -Tengo que
decir que estoy empezando a apreciar a estas especies no verdes.

Felicia se rió mientras los soldados tomaron el vuelo.

Talyn dudó en el suelo con ella. -¿Estás lista para esto?

-Confié en ti con una motocicleta aérea. Creo que puedo manejar esto.

Pero en lugar de unirse a los otros, él la miró. -Te amo.

Ella frotó su nariz con la de él. -Yo también te amo.

Él apretó sus brazos alrededor de ella antes de tomar vuelo. El estómago de Felicia revoloteó
cuando el suelo empezó a verse lejos. Ella no era tan valiente como ella había proclamado. Lo único
que mantenía a raya el miedo era el conocimiento de que Talyn nunca voluntariamente permitiría
que ella salga lastimada. Que aquí, finalmente, ella estaba completamente a salvo.
Es curioso cómo ella siempre había pensado en el amor en el más infantil de los términos.
Ella había supuesto que amar significaba que alguien la llenara de atención y regalos. Consentirla
completamente. Pero eso no era amor verdadero. El verdadero amor era poner a otra persona antes
de ti mismo. Dar sin la expectativa de conseguir nada a cambio, porque su felicidad significaba más
para ti que tu propia. Ella totalmente lo entendía ahora.

Y el amor solo era correcto cuando aquel con el que estabas sentía de la misma manera por ti.
Esa era la razón por la cual te consentían y el por qué lo consentías a cambio.

No, ella no sabía lo que el futuro les depararía. Pero cualquier desastre o desafío que la vida
les presentara, ellos lo enfrentarían de la misma manera en que habían atravesado esto.

Juntos.
Epilogo
Felicia se puso de pie cuando Duel Odelus noqueó a Talyn y este cayó en el suelo del ring
con un golpe brutal.

Lorens envolvió su brazo alrededor de ella. -Está bien, Felicia. Él lo puede soportar.

Sí, pero ella no quería que lo hiciera. Más al punto, era ella la que no podía soportar que el
resistiera.

Echando un vistazo a Morra y Qory, que estaban sentados a su lado, ella hizo una mueca
cuando Talyn se golpeó de nuevo una y otra vez. Esta era la razón por la que nunca había querido
ver cualquier encuentro de Talyn. El por qué ella siempre se había quedado en el vestuario durante
la pelea.

Su sangre y dolor eran más de lo que ella podía soportar. Pero este era su aniversario y le
había prometido que se sentaría cerca del ring con su hermano y sobrinos, y sus amigos.

Poco había sabido lo difícil que iba a ser.

Cuando Talyn se puso de pie, su mirada se dirigió directamente a ella. Por eso, ella sabía lo
mucho que apreciaba su presencia aquí.

Para él.

Era lo menos que podía hacer, ya que ella seguía siendo la razón por la lo estaban golpeando.
Esta era la última pelea a la que se había comprometido para liberarla de su contrato. Cómo deseaba
poder retroceder en el tiempo y cambiar las cosas.

Pero entonces, si ella no hubiera firmado con su agencia, nunca lo habría conocido.

De esa parte ella no se arrepentía.

-Va a estar bien, tía Felicia. -Gavarian le pasó su bebida.

Tomó un sorbo para asentar su estómago nervioso mientras ignoraba a la multitud que
aplaudía a Talyn durante la pelea. Incluso Qory lo alentó con varios signos mientras Morra hacia
gritos de aliento para que Talyn le arrancara la espina dorsal a Duel.

Por un momento, pensó que lo haría. Era lo que le había hecho a Chrisen en su pelea hace
unos meses. Algo que había hecho a Ferrick delirantemente feliz e increíblemente rico.

Sacudiendo la cabeza, trató de no pensar en nada de eso.

Tanto había cambiado a lo largo de este último año. Completamente sobria, Cairistiona ahora
era ahora la amada andarion tadara, con Nykyrian y su hijo, Adron, como los principes herederos
detrás de ella en la línea de sucesión al trono. Eriadne, Jullien, y los Anatoles restantes estaban en la
cárcel o en el exilio. Galene era el primer comandante de la armada. Lorens era ayudante de Galene
y Talyn era ahora el comandante en la Base Anatole. Como tal, él estaba a cargo de su cuerpo de
combate principal, y asesor principal de su madre y el hermano de Felicia.
Mientras ella y Talyn todavía no podía vivir legalmente juntos o casarse, tenían un contrato,
cortesía de su madre y Morra. No era tan bueno como una unificación, pero era lo mejor que podían
esperar en la legislación actual andarion.

Y como le permitía quedarse con Talyn, era más que suficiente para ella.

Felicia se estremeció de nuevo cuando Duel estrelló a Talyn contra el suelo una vez más y lo
pisoteó. -¿Cómo puede él soportar eso?

Lorens resopló. -Tu macho es un HDP fuerte.

Erix le gritó algo a Talyn. Con un rugido feroz, Talyn saltó del suelo y cargo contra Duel con
una furia increíble. En cuestión de minutos, tuvo a Duel atrapado.

La alarma de la victoria sonó.

Gracias a los dioses, todo había terminado. Ella por fin podía respirar de nuevo.

Cuando el locutor alcanzó a Talyn, este tomó su micrófono. Al tirar de la máscara de su


rostro, escupió su protector de colmillos. -Tengo un anuncio que hacer. -Respirando
entrecortadamente, encontró la mirada de Felicia a través de las barras que los separaban-. Esta
noche es un aniversario especial. Hace dos años, en este día, conocí a mu Ger Tarra Felicia. No
mucho después de eso, le prometí que una vez que llegara al rango de comandante, me retiraría del
ring. Y con esta, mi última pelea contratada, estoy cumpliendo mi palabra y entrego mi título.

Felicia no podía respirar mientras las lágrimas volvían su visión borrosa. Realmente lo había
hecho.

¡Increíble! Nadie se alejaba de una carrera como la suya.

Nadie. Excepto un macho cuya integridad significaba más para él que los títulos. Le había
dado su palabra que lo iba a dejar antes de que lo mataran.

Y él había cumplido.

Las lágrimas la ahogaron.

Tan pronto como las paredes de la jaula bajaron, Talyn dejó el ring y vino directamente al
asiento de ella.

Dudando, él tendió su mano hacia ella... como si ella alguna vez pudiera negarle algo.

Felicia se arrojó en sus brazos y lo besó.

-Estoy repugnante -dijo con una risa.

-No. Eres hermoso. Incluso con el asqueroso sudor. -Ella mordisqueó sus labios-. No tenías
que hacer esto.

Él le tomó la cara entre las manos envueltas. -Tengo segundas intenciones.

-¿Y esas son?


-No quiero otra noche donde estoy cuidandome de contusiones, en lugar de hacer el amor
contigo.

Ella le chistó juguetonamente. -Entonces, ¿qué voy a hacer sin nanas para besar?

Una sonrisa diabólica curvó sus labios. -Oh, creo que puedo inventar algo más que necesite de
tu atención.

Riendo, ella retiró la mano de su rostro. Cuando él abrió la boca para hablar, se quedó sin
aliento al ver el tatuaje en su dedo.

Talyn se atragantó con el avasallante amor que sintió cuando leyó las palabras que había
colocado en su piel. Siempre de Talyn.

Ella le sonrió. -Mi regalo de aniversario para ti.

Las lágrimas llenaron sus ojos. -¿Sabes lo que esto significa?

Ella asintió con la cabeza. -Que soy, y siempre seré, del Clan de Sangre Alada de Batur.

-No. Significa que tendré que quedarme contigo. No puedes deshacerte de mí ahora.

-No te cambiaría por nada. -Entonces ella lo besó, sabiendo que mientras que el resto del
universo podría no reconocer su unificación, no necesitaban que lo hicieran. No necesitaban de la
bendición de los tribunales andarions o de cualquier otra persona.

Ella era suya y que él era de ella.

Nadie ni nada los dividiría alguna vez.

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