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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – 14-054

14-054

Artroscopia (con excepción de la muñeca)

H. Dorfmann La artroscopia como técnica diagnóstica se ha convertido sobre todo en un importan-


te método terapéutico utilizado en numerosas patologías articulares.
En este fascículo se examinarán estas distintas patologías, remitiendo al lector a aque-
llos capítulos de la colección que se refieran a ellas; insistiendo, no obstante, en los
estudios centrados en la artroscopia.
Para cada una de las articulaciones se recuerdan o se describen el aspecto y el interés
de la artroscopia. Se han desarrollado aquellos capítulos particularmente relacionados
con la misma: el menisco degenerativo o la patología de las plicas, las lesiones del car-
tílago (rodilla), la lesión SLAP (superior labral anterior posterior) (hombro) y su interés
diagnóstico para determinadas patologías de la cadera. Se examinan también las indi-
caciones de la artroscopia del codo y del tobillo. Finalmente, se describen asimismo
accidentes e incidentes.

Introducción En 1955, Hürter [62] publicó en Francia en la revista


Chirurgie Orthopédique un artículo que fue completamente
desconocido y olvidado.
Durante estos últimos años, se ha desarrollado mucho la
práctica de la artroscopia en la patología osteoarticular, ya En el primer atlas [125], las imágenes están pintadas a mano.
sea de origen traumático o no. Mc Ginty [85] ha calculado Fue preciso esperar la aparición del artroscopio nº 21 de
que en 1990 se realizaron 1,4 millones de artroscopias en Watanabe para que este aparato pudiera ser utilizado ruti-
los Estados Unidos. Por extrapolación, Bez [16] ha estimado nariamente con fines diagnósticos en un cierto número de
en la Conferencia de consenso que se practican 220 000 afecciones de la rodilla y para que aparecieran los primeros
artroscopias al año en Francia. documentos fotográficos. Por lo tanto, a este alumno de
La importancia de la artroscopia como técnica diagnóstica Tagaki se debe el desarrollo de la artroscopia moderna.
ha disminuido y resulta difícil valorarla pues varía en fun- Todo esto está reseñado en la segunda edición del atlas de
ción de la articulación afectada y de las condiciones de los Watanabe et al [126], siendo a partir de los años setenta cuan-
ejercicios, pero parece que en la práctica habitual se puede do el desarrollo de la artroscopia se va a extender por el
estimar en torno al 10 %. Hoy en día, por el contrario, la mundo.
indicación fundamental de la artroscopia es la terapéutica. En 1971 y 1972, aparecieron las dos primeras grandes series
mundiales: la de Casscells [31] y la de Jackson [66].
En Francia, a partir de 1969, los reumatólogos fueron los
Reseña histórica primeros en interesarse en esta técnica y en recomendar su
interés diagnóstico [40, 120].
A pesar de que Watanabe y sobre todo su alumno Ikeuchi ya
Se considera que la primera artroscopia realizada en el
habían practicado intervenciones terapéuticas que incluían
hombre con la ayuda de un cistoscopio fue realizada por
la meniscectomía parcial, el aspecto terapéutico de la ar-
Tagaki en 1918 [in 125]. Tanto en Europa como en los Estados
troscopia se desarrolló con el artroscopio concebido por
Unidos se realizaron algunas tentativas aisladas hasta que
O’Connor en 1976 [97], si bien este material quedó rápida-
en 1957 apareció publicado el primer atlas de artroscopia
mente obsoleto. Se puede considerar que, tras la modifica-
de Watanabe et al. [125]
ción de la técnica y del material a finales de los años seten-
Hay que mencionar en particular el nombre de Burman [25]
ta, la artroscopia diagnóstica es plenamente aceptada y la
que en 1931 publicó un estudio realizado en cadáveres en el
meniscectomía con artroscopia se realiza de forma rutina-
que se indicaba la posibilidad de explorar todas las articula-
ria en la mayor parte de los países desarrollados. Al comien-
ciones.
zo de los años ochenta, aparecieron progresivamente publi-
caciones que describían técnicas, aspectos normales y pato-
lógicos, así como posibilidades diagnósticas y terapéuticas
extendidas a todas las articulaciones. La artroscopia llega
© Elsevier, París

incluso a constituir un elemento de referencia para validar


Henri DORFMANN: Chef de service, service de rhumatologie, CHG Robert imágenes procedentes de nuevas técnicas como la resonan-
Ballanger, boulevard Robert-Ballanger, 93602 Aulnay-sous-Bois cedex. cia magnética nuclear (RMN) [10, 107].

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Artroscopia de la rodilla

Condiciones prácticas Monoartropatía


Monoartritis [41, 76]
La artroscopia se realiza en el quirófano con todas las con- • Diagnóstico
diciones de asepsia de la cirugía ortopédica. La duración
A veces sólo gracias a la clínica se puede sospechar el diag-
media de hospitalización es claramente más corta que la de
nóstico, pero el elemento esencial es el carácter inflamato-
la misma intervención a cielo abierto. Su práctica ambula-
rio del líquido. Ante esta monoartritis es posible la inter-
toria está en pleno desarrollo. La duración de la interrup-
vención diagnóstica. La biopsia sinovial bajo control visual
ción de la vida activa depende naturalmente de la interven-
puede resultar más conveniente que la biopsia con el trocar
ción que se haya practicado pero globalmente la artrosco-
«a ciegas», después de evaluar las ventajas y los inconve-
pia ha permitido reducirla. La anestesia depende del caso
nientes de ambas técnicas en función del caso clínico [80].
tratado: local para algunos, general para la mayoría y regio-
Cuando se practica la artroscopia, sólo el aspecto macros-
nal (troncular o epidural) en ciertos casos. En este estudio
cópico de la sinovial proporciona ya datos muy interesantes.
no se describirán los materiales utilizados: mecánicos, con
motor o en los que interviene el láser. En su estado normal, la sinovial presenta un número reduci-
do de vellosidades que predominan en la parte alta del
suelo (fig. 1). Estas vellosidades son finas, transparentes,
presentan un vaso central y en ocasiones aparecen como
Indicaciones más grasas, sin otro carácter patológico.
En los reumatismos inflamatorios, Watanabe [126] ha descrito
En urgencias
cuatro aspectos de las sinoviales.
Bloqueo agudo Dos aspectos prolíferos, entre ellos el aspecto edematoprolí-
En urgencias, es raro que la artroscopia sea necesaria ante fero (fig. 2) con vellosidades voluminosas en «maza» (fig. 3).
un bloqueo agudo irreducible, ya que casi siempre se trata Las vellosidades han perdido completamente su forma de
de una urgencia diferida. El bloqueo ha sido reducido pero algas finas, son muy hipertróficas, han perdido su transpa-
el accidente permite diagnosticar un asa de cubo del menis- rencia, están muy vascularizadas en superficie lo que les da
co (ante un bloqueo en flexión con circunstancias evoca- un aspecto rosado. El segundo aspecto también es prolífero
doras) o, excepcionalmente, un cuerpo extraño detectado pero se acompaña de depósitos de fibrina.
mediante radiografía simple. Los dos aspectos restantes, más engañosos, no presentan
una proliferación de vellosidades sino una modificación
Hemartrosis global de la sinovial. Estas sinoviales lisas pueden ser ede-
A pesar de que en los años ochenta se aconsejaba una artros- matohiperémicas (fig. 4) con un aspecto suculento y mos-
copia diagnóstica para cualquier hemartrosis [54], hoy en día trar un engrosamiento que se aprecia mejor tras la biopsia,
se considera unánimemente que la hemartrosis no justifica o aún más equívoco: liso, escleroso, que se puede ver de
una artroscopia de urgencia, sobre todo porque la mayoría forma espontánea o después de la sinovectomía o sinovior-
de las hemartrosis están relacionadas con una rotura del liga- tesis. Se han comunicado tentativas para cuantificar las sino-
mento cruzado anterior, cuyo diagnóstico es clínico y cuyo vitis de acuerdo con su intensidad y extensión [8, 75]. Algunas
tratamiento quirúrgico es diferido (si éste está indicado). Sin imágenes pueden sugerir un reumatismo determinado (AR
embargo, se puede considerar necesaria una intervención [artritis reumatoide] (fig. 5), PSR (pelviespondilitis reumá-
artroscópica en caso de luxación de la rótula. El objetivo no tica)o infecciones (gérmenes banales, bacilo de Koch, etc.),
sólo consiste en evacuar la hemartrosis sino sobre todo en pero el diagnóstico definitivo se hará después de la toma de
extirpar un posible fragmento osteocartilaginoso libre o que muestras con la bacteriología y/o la anatomía patológica.
se mueve, casi siempre sobre la rótula (en este contexto se Por el contrario, la sinovitis mecánica refleja únicamente una
deberán evitar los actos con fines patogénicos como por patología mecánica de la rodilla. Las vellosidades están con-
ejemplo la sección del alerón rotuliano externo). servadas, suelen ser más numerosas, de tamaño ligeramen-
te aumentado, han perdido su transparencia y el vaso cen-
Artroscopia programada tral ya no es visible (figs. 6, 7). Se ha dicho que presentan
un aspecto de «hierba corta». No obstante, esta esquemati-
La mayoría de las artroscopias se prescriben después de un zación entre mecánica e inflamatoria es limitada y a veces es
examen orientado por los datos clínicos y completado al difícil concluir si se trata de un reumatismo inflamatorio
menos con radiografías simples. La clínica sugiere el resto quiescente o de una sinovitis mecánica muy activa.
de los exámenes: análisis bioquímico habitual en los proce- Por último, es posible reconocer macroscópicamente, antes
sos inflamatorios, estudio del líquido en caso de derrame y de la toma de muestras, una condrocalcinosis con sus incrus-
otros exámenes de diagnóstico por imágenes adaptados al taciones cálcicas (fig. 8) u otras patologías, que se describi-
caso como la artrografía, la RMN o excepcionalmente el rán más adelante, como las plicas, la enfermedad de Hoffa o
escáner. Sólo cuando existe una certeza diagnóstica, se excepcionalmente, una filaria adulta intraarticular [46] .
puede realizar una artroscopia después de hacer un simple
examen clínico y radiográfico. • Tratamiento
En estas alteraciones sinoviales la artroscopia tiene un papel
Poliartritis terapéutico.
Es raro que se realice una artroscopia de rodilla en un pro- La sinovectomía se ha visto favorecida por la artroscopia,
ceso poliarticular. La localización en la rodilla, asociada a sobre todo en los reumatismos inflamatorios pero también
otras afecciones articulares, no suele plantear un problema en las SVN o en las artropatías hemofílicas. Estas sinovecto-
diagnóstico. Es excepcional que se decida practicar una mías presentan resultados mucho mejores (el 93 % de las
artroscopia, concretamente para una biopsia. Las indicacio- 28 rodillas de la serie de Ayral et al [6]) que las sinovecto-
nes más frecuentes en estos casos son una sinovectomía, por mías quirúrgicas. La inmovilización se reduce al mínimo.
una afección dominante, o el temor o la certeza de un exce- Tanto para Combe et al [33] como para Ayral et al [6] la vuel-
so de infección que justifique esta intervención local. ta a la marcha es inmediata. El drenaje no es sistemático,

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Aparato locomotor ARTROSCOPIA (CON EXCEPCIÓN DE LA MUÑECA) 14-054

1 Vellosidades sinoviales claramente normales. 4 Sinovial inflamatoria de tipo edematohiperémica.

2 Sinovitis inflamatoria edematoprolífera. 5 Panus en una enfermedad reumatoidea.

3 Primer plano de vellosidades edematoprolíferas. 6 Sinovitis mecánica del suelo.

aunque la mayoría de los autores colocan un drenaje de tados sintomáticos se mantienen de 2 a 4 años. Siguen toda-
Redon durante 24 a 48 horas. Los resultados de las distintas vía sin respuesta determinadas preguntas planteadas por el
series son alentadores, particularmente en lo referente al principio mismo de la sinovectomía en la AR. ¿Desempeña
dolor y a la hinchazón [6, 33] pero son más discutibles en rela- la sinovectomía un papel en la evolución de la enfermedad?
ción con la movilidad. Según Fiocco et al [in 6], estos resul- ¿Protege la sinovectomía de la destrucción articular? Las

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7 Primer plano de las vellosidades mecánicas.

9 Artritis séptica.

8 Sinovial con depósito de condrocalcinosis después de sinoviorte-


sis con ácido ósmico.

opiniones siguen siendo divergentes aunque se sabe que el


10 «Asa de cubo» del menisco interno.
estado de destrucción articular en el momento de la inter-
vención constituye un elemento de pronóstico fundamental
en todas las series. observa un derrame moderadamente tabicado con presen-
O’Connor [96] ha propuesto el lavado articular en la con- cia de restos fundamentalmente fibrinosos, fácilmente
drocalcinosis y en determinadas hemartrosis, con cuya etio- extirpables con la pinza o con el shaver, dejando después de
logía la sinovial está raramente relacionada. un lavado prolongado una cavidad libre y bien vasculariza-
Artritis sépticas (fig. 9): la artroscopia ha logrado un lugar pri- da. Algunos autores han aconsejado mantener un lavado
vilegiado en el tratamiento de las artritis sépticas. Interviene permanente al salir del quirófano. Sin embargo, la mayoría
raramente en el diagnóstico de ciertas formas tórpidas o cree que es suficiente con la intervención artroscópica, aun-
enmascaradas por los antibióticos. En estos casos, la calidad que sea necesario repetir la operación poco después (24-48
de la muestra permite a veces descubrir el germen. La horas). Si la artroscopia es más tardía, se recomienda una
artroscopia interviene fundamentalmente en el tratamiento sinovectomía amplia, de resultados algo menos simples y
[104, 121]. No se ha publicado ningún estudio prospectivo ran- más aleatorios, por lo que la decisión debe ser tomada rápi-
domizado, pero un estudio experimental [92] confirma la damente.
necesidad del tratamiento médico, lo más precozmente posi- — En un entorno quirúrgico, una sepsis postoperatoria
ble, con terapia a base de antibióticos adecuada. requiere aún más celeridad en el momento de decidir una
— En la fase inicial y en un entorno médico, sigue siendo artroscopia y esto asociando siempre una terapia a base de
aconsejable realizar, junto con la terapia a base de antibió- antibióticos adecuados.
ticos, la aspiración-lavado de la articulación. Sin embargo, si En caso de una monoartritis filárica, se ha descrito [46] excep-
después de 48-72 horas de una terapia con antibióticos bien cionalmente la ablación de la filaria adulta bajo artroscopia.
aplicada, el resultado no es realmente satisfactorio (dismi- Disfunción interna de la rodilla
nución de los dolores, de la fiebre, del derrame) se debe La lesión de menisco sigue siendo una de las causas princi-
practicar sin duda alguna una artroscopia. En esta fase, se pales de este trastorno interno de la rodilla. No se desarro-

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Aparato locomotor ARTROSCOPIA (CON EXCEPCIÓN DE LA MUÑECA) 14-054

llará la patología del menisco traumático (fig. 10), por lo que mente en los antiinflamatorios, el reposo y sobre todo en las
se remite al lector al fascículo de esta colección (EMC infiltraciones intraarticulares de corticoides.
nº 14765). Sin embargo, es preciso recordar algunos princi- Por otro lado, existen lesiones meniscales degenerativas que
pios generales [12]: actualmente, todas las meniscectomías han podido ser clasificadas en cinco tipos (fig. 11) [21, 42]. Al-
deben ser realizadas bajo control artroscópico. La meniscec- gunos no precisan ningún tratamiento. Los que presentan
tomía debe ser lo más parcial posible, pero debe extirpar una sintomatología esencialmente mecánica, relacionada con
toda la lesión y únicamente la lesión («ni demasiado, ni la movilidad de un fragmento, deben ser tratados medical-
demasiado poco»). Los períodos postoperatorios de estas mente, pero en caso de fracaso, se debe realizar rápidamente
meniscectomías externas son globalmente más difíciles. A una artroscopia. Esto es sobre todo válido para el tipo IV
pesar del carácter parcial de la meniscectomía, los resultados (fig. 12). El cuadro clínico puede ser evocador cuando tras
a los 10 años muestran una tasa considerable de pinzamien- un esfuerzo repetido o inhabitual (marcha, partido de tenis,
to femorotibial en las placas de incidencia axial. En relación bricolaje…) aparece o se agrava bruscamente un dolor.
con las suturas meniscales realizadas con artroscopia [12], hay Independientemente de la edad, la exploración clínica mues-
que recordar que se trata de una técnica difícil con un riesgo tra signos meniscales frecuentemente disociados. Suele ser
fundamentalmente vascular y neurológico considerable, que necesaria la confirmación por imágenes: al menos una radio-
requiere por lo tanto una reflexión detenida. grafía simple para descartar una artrosis patente y, según las
• Menisco discoide circunstancias, una artrografía o una RMN para determinar la
En relación con el menisco discoide [5, 74], existen tres situa- lesión meniscal. En la actualidad se admite la existencia de
ciones diferentes: estas lesiones meniscales degenerativas, lo que probablemen-
te explique el retroceso de la edad media de las meniscecto-
— en caso de rotura completa del menisco discoide, se
mías constatadas, edad media que pasa de 34 a 44 años en dos
plantea el mismo problema que en las lesiones meniscales
series comparables de 1983 y de 1992 [52]. El resultado de
traumáticas;
dichas meniscectomías, independientemente de la edad, es
— el hallazgo fortuito de un menisco discoide silente no debe satisfactorio en su conjunto. El factor pronóstico fundamental
implicar automáticamente una intervención terapéutica; es el estado del cartílago en el momento de la artroscopia [42].
— no obstante, en determinadas circunstancias, incluso si En los pacientes sin condropatía, el pronóstico es bueno o
no existen lesiones patentes, pero ante una sospecha clíni- muy bueno en el 86 % de los casos, frente al 75 % si existe ya
ca coherente, se puede tallar el menisco discoide mediante una condropatía superior o igual al estadio III.
artroscopia para restituirle así su forma habitual.
• Cuerpos extraños
• Quiste meniscal En algunos casos, la artroscopia permite determinar la
Ante un quiste meniscal, es excepcional que el tratamiento naturaleza de cuerpos extraños radiotransparentes, pero
vaya dirigido prioritariamente sólo al quiste [106]. De hecho, sobre todo constituye la intervención por excelencia sea
se ha llegado incluso a recomendar la simple punción de cual sea la etiología. Permite realizar la ablación de los cuer-
dicho quiste [67]. En realidad, las imágenes suelen confir- pos extraños (fig. 13): si son pequeños y múltiples como en
mar una lesión del menisco y a veces incluso la comunica- ciertas condromatosis, el lavado simple puede ser suficiente
ción con el quiste. En presencia de una sintomatología de y la aspiración un complemento; si los fragmentos son más
quiste meniscal externo exteriorizado, se suele descubrir voluminosos y de distintos tamaños, ya sea como conse-
una lesión de menisco en la unión tercio medio-tercio ante- cuencia de osteocondritis, de fracturas condrales u osteo-
rior. El tratamiento endoscópico de esta lesión es suficiente condrales o de fragmentos de osteonecrosis, a veces es pre-
para tratar de manera exclusiva el quiste, sin intervenciones ciso agrandar la incisión para poder extraerlos. Por último,
complementarias [105, 111], con la condición de realizar una se debe recordar que en alrededor del 50 % de los casos no
meniscectomía total a nivel del quiste, con el fin de romper es posible descubrir el origen del cuerpo extraño [82].
su orificio intraarticular.
• Síndrome rotuliano
Los quistes meniscales internos son mucho más raros; el
Distintos estudios han confirmado la ausencia de paralelis-
quiste no suele exteriorizarse, mientras que suele ser el
mo anatomoclínico en estos síndromes rotulianos subjeti-
signo de alarma en el menisco externo: el quiste del menis-
vos [79, 112] (quedan descartadas las inestabilidades rotulianas
co interno es generalmente un hallazgo descubierto en las
objetivas o potenciales que plantean otro problema com-
imágenes (RMN).
pletamente diferente, ver EMC nº 14414) en los que la
• Lesiones meniscales degenerativas artroscopia no suele ser de utilidad. Excepcionalmente
Quedan excluidas de este capítulo las lesiones meniscales puede resultar necesaria a título diagnóstico, después de un
presentes en una gonartrosis importante, mal llamada «me- tratamiento bien controlado y ante la persistencia o apari-
niscartrosis» y cuyo tratamiento es el de la gonartrosis [37]. ción de una duda diagnóstica (por ejemplo, lesión meniscal
Si es necesario, el tratamiento médico se basa fundamental- desconocida) [43].

11 Esquema de los cinco tipos de lesión meniscal degenerativa del menisco interno.

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12 Lesión meniscal degenerativa de tipo IV.

14 Condromalacia de la rótula (condropatía estadio I).

13 Cuerpo extraño extraído de la articulación.

Técnicamente es posible realizar una sección del alerón


rotuliano externo. Aparte del beneficio estético, esta inter-
vención puede resultar más difícil que a cielo abierto. Su
justificación es incluso discutible, ya que no se ha demos-
trado el interés de tales técnicas. Recientemente se ha des-
crito como complemento de esta sección la realización de
una plicatura interna [32].
• Lesión degenerativa del cartílago y artrosis
La artroscopia permite la visualización y la palpación del
cartílago. En el estado actual del conocimiento carece de
interés diagnóstico. No obstante, la clasificación y la des-
cripción del cartílago tienen dos intereses principales:
— por un lado, durante una artroscopia realizada por otro
motivo: describir y valorar el estado del cartílago (con fre-
cuencia factor pronóstico); 15 Condropatía de estadio II, aspecto aterciopelado.

— por otro lado, puede estar justificado, a título prospecti-


vo y de investigación, estudiar el cartílago mediante artros-
lizó un estudio prospectivo y cooperativo que ha permitido
copia.
establecer un índice llamado «índice cartilaginoso de la
Se distinguen [14] cuatro estadios de acuerdo con la pro- SFA», con una escala de 0 a 100 que proporciona una infor-
fundidad de las lesiones: mación cifrada útil sobre todo para los estudios [7, 47]. En
— estadio 0: cartílago normal, blanco, brillante, liso, duro, 1995, un comité del ACR (American College of Radiologists)
elástico; propuso un sistema parecido [75].
— estadio I: reblandecimiento cerrado del cartílago (con- Además de esta clasificación, se debe mencionar la posibili-
dromalacia verdadera) (fig. 14); dad de condroesclerosis, ya descrita por Ficat [47 bis] y la
— estadio II: aspecto aterciopelado, fibrilar o de erosión artrosis destructora de la condrocalcinosis articular (CCA)
superficial (fig. 15); (fig. 18).
— estadio III: fisuraciones profundas, palpando con el gan- En la fase de artrosis probada, radiológicamente demostra-
cho el hueso; el aspecto más característico es el de «carne da, la artroscopia puede estar indicada no a título diagnósti-
de cangrejo» (fig. 16) o de «boca de tiburón»; co sino terapéutico. Entre las intervenciones posibles sobre
— estadio IV: el hueso subcondral está al desnudo (fig. 17). las que hay acuerdo están el lavado articular o, eventual-
Con el fin de facilitar los estudios y las comparaciones, se ha mente, el desbridamiento (desbroce); otras más discutidas
juzgado conveniente no sólo tener en cuenta la profundi- son el shaving, la condrectomía y la condroplastia abrasiva.
dad sino también la superficie y la localización. Noyes y La literatura es bastante confusa sobre este tema: términos
Stabler [95] fueron los primeros en proponer el primer ensa- impropios, confusión de intervenciones y de estadios carti-
yo de cuantificación, en un estudio no validado. La socie- laginosos. Concretamente, el término de shaving debería
dad francesa de artroscopia (SFA), en colaboración con el reservarse para el simple afeitado superficial de los ele-
servicio de reumatología del hospital Cochin en París, rea- mentos cartilaginosos deteriorados (aspecto aterciopelado

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18 Artropatía hemorrágica en una condrocalcinosis (obsérvense


los surcos en la rótula).
16 Condropatía de estadio III, aspecto de «carne de cangrejo».

19 Pieza seca que muestra las tres plicas: inferior, interna y superior.

vado que la rotura de esta plica ha podido ser, en una oca-


sión, la causa de una hemartrosis.
La plica superior puede sin duda ser la causa de ciertas
hidrartrosis mantenidas por la persistencia del estado
17 Ulceración cartilaginosa: hueso subcondral al desnudo sobre la embrionario (ausencia de comunicación entre la bolsa sub-
meseta tibial (estadio IV) con condropatía condílea.
cuadricipital y la cavidad propiamente dicha, por persisten-
cia del tabique). El resto de las patologías relacionadas con
esta plica deben ser aceptadas con la mayor reserva.
o fibrilar). La condrectomía es una intervención más agre- La plica interna, cuya frecuencia es evaluada de forma diver-
siva que conlleva una resección de una zona cartilaginosa sa, puede causar, en el 1 al 3 % de los casos, según las esta-
que presenta úlceras. La condroplastia abrasiva, preconiza- dísticas, una disfunción interna de la rodilla. Hay que distin-
da por LL Johnson con fines fisiopatogénicos de regenera- guir el chasquido doloroso de la cara interna de una lesión
ción del cartílago, no ha demostrado en ningún caso su meniscal. La lesión se produce fácilmente en el deportista
éxito real. Las perforaciones de Pridie ya no se utilizan. Por joven. En la exploración, el dolor suele localizarse por enci-
el momento, en las artrosis probadas, la Conferencia de ma de la interlínea y aumenta con la flexión entre 30 y 60°;
consenso sólo aprueba dos intervenciones: el lavado y el en la palpación, a veces se percibe un cordón fibroso que se
«desbridamiento» (desbroce); su efecto antiálgico es de desliza bajo los dedos. En la artroscopia, la plica está muy
duración muy variable a escala individual, pudiendo ser hipertrofiada, fibrosa y se engancha en la flexión (fig. 20).
muy prolongado sobre todo cuando no existe una defor- Puede ser la causa de una condropatía secundaria, rotuliana
mación frontal importante. y/o troclear. Con la resección completa de esta plica [51, 69] se
• Plica logran resultados muy buenos en todas las series.
Estructuras anatómicas inconstantes (fig. 19) de la rodilla • Enfermedad de Hoffa [45]
[44, 73] que raramente son causa de un cuadro patológico. Esta hipertrofia del paquete adiposo, sea cual sea su origen,
La plica inferior o ligamentum mucosum, o paquete adiposo, no puede comprimir la sinovial que lo cubre entre tróclea y
suele causar problemas. Se han descrito en la literatura [72] rótula. La resección con artroscopia ha sido necesaria ex-
dos casos de patologías excepcionales; los autores han obser- cepcionalmente.

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20 Plica interna patológica hipertrófica, frente a ella una condro- 21 Arrancamiento traumático de la base del ligamento cruzado
patía. anterior.

• Rotura del ligamento cruzado


El lector puede remitirse al artículo «inestabilidades de la
rodilla» EMC nº 14753 y «Lesiones recientes de los liga-
mentos de la rodilla» nº 14750.
La artroscopia no presenta un interés diagnóstico (figs. 21,
22). En la actualidad, forma parte a título terapéutico de
una de las modalidades de la reconstrucción ligamentaria.
Gracias al desarrollo de las técnicas de reconstrucción liga-
mentaria bajo control artroscópico durante la fase intraar-
ticular, se han logrado resultados inmediatos más simples
(reducción de la duración de la estancia hospitalaria, de la
baja laboral, de la frecuencia de los hematomas y de la dura-
ción de la rehabilitación [11]), a pesar de que los resultados
a medio y largo plazo parecen iguales ya se realice la recons-
trucción del ligamento cruzado anterior (LCA) con artros-
copia o a cielo abierto [64]. Además, se debe mencionar el
interés de la artroscopia en el tratamiento de las complica-
ciones: cyclops syndrome [65] o la posibilidad de sinovectomía
en las sinovitis reactivas sobre reconstrucción ligamentaria
protésica.
Tumor y distrofia sinovial
• Condromatosis 22 Rotura parcial del ligamento cruzado anterior «alimentado» por
el plano posterior.
Actualmente, la artroscopia tiene poco interés diagnóstico
salvo en las formas condrales puras, raras, en las que las
imágenes pueden ser dudosas (sobre todo en la cadera). En
general, el diagnóstico se realiza mediante imágenes: radio- — en el estadio III, la sinovial vuelve a ser normal y todos
grafía simple en caso de osteocondromatosis, artrografía o los cuerpos extraños libres están en la articulación.
artroescáner en las formas cartilaginosas puras. La artros- Desde un punto de vista terapéutico y según el estado de la
copia permite determinar la localización y la extensión de sinovial, la intervención puede limitarse simplemente a la
esta condromatosis y sobre todo su estadio. Puede tratarse ablación de los cuerpos extraños (fig. 25). La sinovectomía,
de cuerpos extraños en número variable (unos cuantos preconizada sistemáticamente por Murphy et al [90], ya no se
cuerpos extraños voluminosos osteocondromatosos) o de considera conveniente, a pesar de que sigue siendo reco-
condromas cartilaginosos puros más o menos numerosos, a mendada por Ogilvie-Harris et al [100]. Desde 1967, Jeffrey [68]
veces varias centenas de tamaño pequeño, lenticulares. Es aconseja la ablación simple de los cuerpos extraños, que
posible apreciar el estado de la membrana sinovial y valorar suele ser suficiente, aunque a veces sea necesario volver a
los estadios de maduración tal y como han sido descritos practicar una artroscopia [36]. Ante una condromatosis en
por Milgram [86]: estadio II y, gracias al desarrollo de la sinovectomía con
— en el estadio I, la sinovial muestra condromas en vía de artroscopia, se puede discutir caso por caso el interés y la jus-
formación, sésiles (fig. 23) o pediculados (fig. 24), no hay tificación de una sinovectomía parcial, además de la extrac-
cuerpos extraños libres; ción de los cuerpos extraños.
— en el estadio II, ya han sido liberados en la articulación • Sinovitis vellonodular [19]
algunos cuerpos extraños, pero la sinovial está todavía en La artroscopia puede conservar un papel diagnóstico, sobre
fase prolífera, como en el estadio I; todo de confirmación, como complemento de la clínica y

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Aparato locomotor ARTROSCOPIA (CON EXCEPCIÓN DE LA MUÑECA) 14-054

25 Cuerpos extraños libres después


de su extracción en una condro-
matosis.

23 Condromas sésiles.

26 Sinovitis vellonodular de tipo seudotumoral (entre rótula arriba y


cóndilo abajo).

que la intervención resulte difícil e incluso peligrosa. Antes de


la intervención, y gracias a la RMN con inyección de gadolinio,
es necesario estudiar bien los límites y el aspecto de la prolife-
ración posterior. En este caso, las recaídas son frecuentes, aun-
que se realice una sinovectomía lo más completa posible.
Algunos autores han recomendado la sinovectomía artroscó-
24 Condromas pediculados. pica por vía anterior y, quirúrgica, por vía posterior [78].
• Metástasis sinoviales
de las imágenes (valor de la RMN), con el fin de realizar al Son excepcionales. Algunos casos han sido mencionados en
menos una biopsia para el estudio anatomopatológico. la literatura y por lo general se trata de hallazgos histológi-
Desde el punto de vista terapéutico se pueden distinguir dos cos de la biopsia sinovial que justifican el origen de la
monoartritis [60] .
situaciones distintas.
— La forma nodular, única, seudotumoral (fig. 26), que puede • Hemangioma
ser evocada clínicamente, por derrames, por una sintomato- Estos casos también son poco frecuentes, tratándose de ha-
logía mecánica o, excepcionalmente, por un cuadro agudo de llazgos diagnósticos de artroscopia (cinco casos en una
monoartritis a veces incluso febril, que puede simular una investigación conjunta de la SFA [19]). Algunos casos han
artritis séptica. En la exploración clínica es posible palpar la podido ser tratados por resección con artroscopia.
tumefacción cuando ésta se localiza, frecuentemente, en una
• Rigidez articular
de las rampas. En otras localizaciones, es visible en las imáge-
nes, sobre todo en la RMN. Con la artroscopia se realiza la exé- La artroscopia parece ser un buen método de artrólisis,
resis completa mediante resección del pedículo por su base. siempre que se trate de una rigidez de origen estrictamen-
te intraarticular. La ganancia en movilidad es considerable,
La curación es la norma, siendo excepcionales las recidivas.
mayor cuanto más precoz sea la artrólisis [13, 117].
— Las formas difusas de predominio velloso (fig. 27), nodular
(fig. 28) o, más frecuentemente, mixtas, en las que la sinovec- • Fracturas
tomía con artroscopia [99] es posible como en cualquier sino- La artroscopia ha podido ser utilizada para el tratamiento
vitis de rodilla. Sin embargo, la invasión posterior puede hacer de ciertas fracturas de la rótula o del macizo tibial [1, 15, 30].

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tadas por los fabricantes. Se debe recordar el riesgo de sín-
drome compartimental en caso de fuga capsular.

Postoperatorio inmediato
Se trata fundamentalmente de la hemartrosis [114]. General-
mente se tolera bien y no justifica la colocación de un dre-
naje de Redon, pero puede requerir una punción evacuado-
ra en las 12 horas consecutivas a la intervención. No suele
tener consecuencias. Se han descrito en la literatura [15] algu-
nos casos de síndrome compartimental, aunque son excep-
cionales. Otros riesgos más o menos diferidos son las compli-
caciones sépticas, con una incidencia de tres por 10 000. Sin
embargo, constituye uno de los riesgos que se deben sopesar
a la hora de decidir la intervención [4, 114]. También, como en
toda cirugía de la rodilla, se debe tener en cuenta la posibili-
dad de flebitis [127] e incluso de embolia pulmonar [109], aun-
que sea excepcional en las estadísticas. La algodistrofia cons-
tituye también un riesgo, cuya frecuencia sin duda se subesti-
ma; algunos recomiendan incluso el tratamiento sistemático,
cuando existe una duda diagnóstica en una rodilla que «no
va bien» poco después de la intervención. La presencia de un
27 Sinovitis vellonodular de tipo velloso.
derrame residual en las semanas consecutivas a la interven-
ción puede provocar una pequeña molestia mecánica en la
flexión, sin otra consecuencia. Aunque no hay ninguna de-
mostración científica, parece sin embargo conveniente eva-
cuar e infiltrar dicho derrame para secar la rodilla, alrededor
de un mes después de la intervención en caso de persisten-
cia. Asimismo, se debe subrayar que estos derrames son más
frecuentes tras la meniscectomía externa que tras la interna.

A más largo plazo


La persistencia de una hidrartrosis a pesar de la punción
plantea un problema sobre el futuro de dicha rodilla. Es
cierto, concretamente en las meniscectomías externas, que
la hidrartrosis puede persistir o repetirse sin comprometer
el resultado final. No obstante, se debe siempre sospechar
cuando aparece una condrólisis rápida de origen descono-
cido. Hay que tener en cuenta esta hipótesis y tratarla fun-
damentalmente mediante descarga. La aparición de una
necrosis del cóndilo interno puede plantear otro problema.
Antes de la era de la resonancia magnética, el problema de
una necrosis probada planteaba los siguientes interrogan-
tes: ¿se trata de una necrosis no conocida en el preoperato-
rio? ¿papel de la lesión meniscal? ¿papel de la meniscecto-
28 Sinovitis vellonodular en la forma nodular. mía? [39]. Con la llegada de la RMN, se han publicado
numerosos casos bajo el título «necrosis postmeniscecto-
mía» [91] con RMN preoperatorias incluso normales. Sin
embargo, de existir este riesgo, determinados casos perfec-
Accidente, incidente tamente reversibles plantean el problema mismo de la defi-
nición de esta necrosis [84].
Peroperatorio El hecho de tener que realizar una segunda artroscopia [55]
El riesgo peroperatorio más importante es la herida del eje puede ser considerado como una complicación. No obstan-
vascular posterior [108, 114], varios casos han sido descritos en te, entre las causas de la misma hay que distinguir las rela-
la literatura. La incisión puede causar una lesión de la rama cionadas con una primera intervención insuficiente de
infrapatelar del nervio safeno, que produce un trastorno aquellas en las que la segunda intervención descubre una
sensitivo localizado que no suele ser molesto [87]. lesión nueva, meniscal o cartilaginosa. La clínica debe
Ciertos riesgos son propios de determinadas técnicas, como poder distinguir las dos situaciones. En caso de una lesión
la lesión del nervio ciático poplíteo externo en las suturas nueva, suele haber un periodo silente con recuperación
meniscales [29]. Afortunadamente, con los instrumentos dis- total antes de la recaída, cosa que no ocurre en los trata-
ponibles de gran precisión, son raros hoy en día los inciden- mientos insuficientes. De cualquier forma, el tratamiento
tes durante la artroscopia, tales como la rotura del material. de una nueva lesión meniscal contralateral, desarrollada
Las lesiones cartilaginosas siguen siendo posibles, pero habi- sobre restos o, tratada de forma insuficiente, proporciona
tualmente son menores y benignas. Deben evitarse teniendo buenos resultados. En cambio, sea cual sea la fecha de la
precaución en el acto quirúrgico pues siguen produciéndose primera artroscopia, en caso de una lesión cartilaginosa, la
sobre todo en ciertas rodillas estrechas. Los accidentes de segunda intervención cumplirá con lo descrito en cuanto a
exceso de presión por infusión con bomba son solamente la posible acción de la artroscopia sobre las lesiones dege-
teóricos, gracias al control y a las medidas de seguridad adop- nerativas del cartílago.

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Otras articulaciones

Artroscopia del hombro (fig. 29)

Con los datos proporcionados por la clínica y por los méto-


dos de exploración por imágenes, la artroscopia se utiliza
en contextos muy diferentes.

Patologías de la cavidad glenohumeral


Patología reumatológica
No existen diferencias a título diagnóstico o terapéutico
con respecto a lo ya descrito para la rodilla. La artroscopia,
igual que en la rodilla pero excepcionalmente, descubre o
interviene en el tratamiento de los reumatismos inflamato-
rios, de la artritis séptica, de la condromatosis, de la sinovi-
tis vellonodular, etc. En caso de hemartrosis espontánea, de
condrocalcinosis o de artrosis senil hemorrágica, el lavado
con artroscopia puede constituir una modalidad terapéuti-
ca de resultados inciertos, pero que merece ser intentada.

Inestabilidad, lesiones del rodete


29 Cavidad glenohumeral normal: polo superior del rodete, arran-
Luxación del hombro que del tendón del bíceps, a la izquierda el manguito de los
rotadores, a la derecha la cabeza humeral.
Numerosos estudios, entre ellos el estudio prospectivo de la
SFA, han investigado el papel de la artroscopia en las luxacio-
nes recientes y han permitido una mejor clasificación de las
lesiones, que quizás proporcione consejos terapéuticos [3, 34].
En la actualidad, todavía no se ha establecido el papel de la
artroscopia en las luxaciones recientes a pesar de que ciertos
autores han preconizado su uso sistemático con un doble fin:
antiálgico y para volver a fijar el rodete [2] en urgencia.

Luxación recidivante
En este caso, la artroscopia sólo tiene un papel terapéutico
eventual. En un principio, distintas publicaciones destaca-
ron el interés del tratamiento de estas lesiones con artros-
copia con distintos métodos semejantes a los de la inter-
vención de Bankart. Posteriormente, los resultados han
sido decepcionantes debido a una tasa de recidivas dema-
siado elevada. De todas maneras, continúan realizándose
investigaciones, con estudios que logran avances en las téc-
nicas y en el material [9, 77, 88, 103, 110, 116, 124].

Subluxación y síndrome del rodete


30 Lesión SLAP (superior labral anterior posterior) tipo II.
En el caso de subluxaciones de las lesiones aisladas del
rodete, la artroscopia puede contribuir a contabilizar las
lesiones y, si se trata de una lesión aislada del rodete, se
puede realizar una resección de la lengüeta, un asa de cubo
— tipo III: se trata de un asa de cubo del polo superior, esta
completa o incluso una reinserción del rodete. Sin embar-
parte se luxa en el interior de la articulación, mientras que
go, antes de realizar esta intervención, habrá que asegurar- las inserciones anteriores y posteriores están conservadas,
se de que no existe inestabilidad alguna. igual que la inserción del bíceps;
Lesiones SLAP (superior labral anterior and posterior) — tipo IV: el asa de cubo es idéntica al tipo III, pero la rotu-
ra se continúa al interior de la porción larga del bíceps que
Fueron identificadas por Snyder et al [115] gracias a la artros- sólo mantiene una inserción parcial en la glena.
copia. Están clasificadas en cuatro tipos:
Actualmente, el diagnóstico se realiza primero con métodos
— tipo I: el polo superior del rodete está desflecado, pre- de exploración mediante imágenes y no con artroscopia [89].
senta un aspecto degenerativo, pero su inserción periférica Las lesiones pueden ser aisladas, como es el caso en deter-
en la glena permanece intacta; minados deportes de lanzamiento. También pueden aso-
— tipo II: el aspecto es idéntico, pero además existe un des- ciarse a ciertas luxaciones del hombro o a lesiones de la por-
pegamiento del polo superior del rodete con la inserción ción larga del bíceps, distintas de las del tipo IV [23]. Algunas
del bíceps (fig. 30); de estas lesiones pueden ser suturadas con artroscopia [24].

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Otras inestabilidades
El tratamiento con láser de determinadas laxitudes por dis-
tensión simple capsuloligamentaria con el fin de retraer la
cápsula está en fase de experimentación [93].

Patologías de la porción larga del bíceps


La tendinopatía aislada del bíceps responde habitualmente
al tratamiento médico. Puede sin embargo terminar en
rotura, por lo que a veces estaría justificado un tratamiento
con artroscopia. La tendinopatía puede ser aislada o estar
asociada a una rotura del manguito de los rotadores. De
cualquier forma, en el caso de rotura incompleta (fig. 31),
se debe realizar con artroscopia una resección simple de las
fibras residuales con lo que se suele conseguir un alivio
inmediato. La rotura completa con un fragmento en «bada-
jo de campana» se comporta como un cuerpo extraño intra-
articular, cuya resección requiere sedación [23].
31 Rotura casi completa de la porción larga del bíceps en intraar-
Patología del manguito de los rotadores ticular.
(ver fasc. nº 14351)
Tendinopatía por conflicto sin rotura
En las formas rebeldes, la artroscopia es una modalidad
terapéutica de gran eficacia. En efecto, después del fracaso
de un tratamiento médico bien aplicado, se puede propo-
ner una descompresión con artroscopia, que normalmente
consiste en una bursectomía asociada a una acromioplastia
con resección del ligamento acromiocoracoideo. Los resul-
tados son excelentes en las distintas series. La artroscopia
presenta resultados inmediatos más simples que el mismo
tratamiento a cielo abierto. Además, permite realizar una
exploración simultánea de la cavidad glenohumeral, con lo
que se puede rectificar un posible diagnóstico erróneo o
descubrir una asociación patológica. Tampoco se debe
ignorar en el espacio subacromial la afección de la acro-
mioclavicular que puede tratarse por resección del osteofi-
to inferior o del fragmento distal de la clavícula.
Rotura completa (transfixiante) del manguito
de los rotadores (fig. 32)
No existe un acuerdo formalmente establecido en cuanto a
la conducta a seguir. Habitualmente se tienen en cuenta la
edad del paciente, el tamaño de la rotura y evidentemente
la importancia de la molestia funcional que persiste a pesar 32 Perforación trófica del manguito de los rotadores.
de los tratamientos médicos. En caso de rotura amplia en
un paciente de edad avanzada, no se suelen realizar repara-
ciones, pero la descompresión artroscópica proporciona — las de la cara inferior, en las que el mecanismo de con-
resultados antiálgicos considerables. En cuanto a las roturas flicto parece difícil de proteger, aunque actualmente se
de pequeñas dimensiones, las opiniones también son diver- sigue proponiendo la descompresión asociada con frecuen-
gentes: para algunos autores, la reparación debe ser siste- cia a un «desbridamiento» de la propia lesión;
mática, ya que se trata fundamentalmente de proteger el — por lo que se refiere a las roturas intratendinosas, éstas no
hombro en caso de que la rotura progrese. Actualmente, son visibles en la artroscopia, sino únicamente con la RMN.
esta intervención puede ser realizada con artroscopia, con
distintos materiales de sutura o por una miniincisión aso- Calcificaciones [20]
ciada a la artroscopia. En cualquier caso, la descompresión El tratamiento de las calcificaciones sigue siendo médico. En
sigue siendo una intervención fundamental, así como el determinadas calcificaciones de sintomatología rebelde, el
elemento antiálgico más importante. descubrimiento y la incisión simple con artroscopia (fig. 33)
En las roturas de tamaño medio, es frecuente la degrada- proporcionan excelentes resultados, siempre que se trate
ción a medio plazo, por lo que en un paciente todavía acti- efectivamente de una calcificación masiva en el marco de la
vo se tiende a preconizar la reparación y la descompresión. enfermedad llamada «de las calcificaciones múltiples». Se
Cuando se decide realizar una reparación, el tamaño de la debe saber distinguir estas calcificaciones de las pequeñas,
rotura puede hacer necesaria una cirugía a cielo abierto. muy periféricas, auténticamente «seudoentesopáticas», que
habitualmente se relacionan con el cuadro de degeneración
Rotura parcial
del manguito de los rotadores. En ese caso, el tratamiento de
Se deben distinguir: la calcificación suele ser imposible debido a su tamaño. El tra-
— las que se localizan en la cara superior, que son las menos tamiento puede consistir en la descompresión, si clínicamen-
frecuentes. La hipótesis etiopatogénica del conflicto parece te parece necesaria. Ante una calcificación que ha emigrado
confirmada y la descompresión, un gesto lógico y eficaz; parcialmente de forma espontánea o, después de una tritura-

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Aparato locomotor ARTROSCOPIA (CON EXCEPCIÓN DE LA MUÑECA) 14-054

equipos. Como para cualquier artroscopia, es necesario el


estudio preoperatorio, clínico y por imágenes pero, para
ciertos autores, junto a esta orientación diagnóstica, puede
existir una interferencia sobre las modalidades técnicas ele-
gidas. Mientras que la mayoría de los autores [27, 48, 57, 61, 63]
practican la artroscopia de cadera sobre una mesa ortopédi-
ca, con tracción o en decúbito lateral [58] siempre con trac-
ción, otros prefieren adaptar la técnica en función del obje-
tivo [38]. En efecto, la cadera, desde un punto de vista artros-
cópico, puede dividirse esquemáticamente en dos zonas:
— una zona periférica, en la que mediante la artroscopia se
pueden estudiar bien la sinovial, los fondos de saco, el cue-
llo, una pequeña porción de la cabeza, así como toda la
parte anterior del rodete (fig. 34);
— la parte coxofemoral propiamente dicha, profunda, que
sólo es accesible después de una decoaptación por tracción
(fig. 35).
33 Calcificación en vía de evacuación en la bolsa subacromial. Otra particularidad de la artroscopia de cadera es que aun-
que como para las demás articulaciones su interés diagnós-
tico ha disminuido, sigue siendo en este caso más importan-
ción no homogénea, más o menos lineal y paralela, el pacien- te que para el resto. Con la artroscopia, se pueden buscar las
te debe conocer las dificultades que se pueden plantear en el causas directas o indirectas del sufrimiento de la cadera y
momento de evacuar el depósito cálcico con artroscopia y, en también, si es necesario, se pueden realizar fácilmente tomas
ese caso también, casi siempre la intervención se limita a una de muestras, concretamente, una biopsia sinovial.
descompresión. Si se tiene en cuenta el aspecto radiológico
de la calcificación: en caso de calcificación única y masiva, la Diagnóstico
escisión proporciona el mejor resultado, ya que la descom-
presión asociada no aporta ninguna mejoría y la descompre- Esquemáticamente, la indicación diagnóstica de la artros-
sión aislada suele ser insuficiente; en las demás formas, la des- copia se plantea ante dos cuadros clínicos.
compresión parece ser el tratamiento de elección.
Monoartropatía
Rigidez del hombro En caso de una monoartropatía «X» cuya etiología es desco-
Es raro que en este caso la artroscopia resulte necesaria. No nocida a pesar de los distintos exámenes clínicos, biológicos
obstante, en algunas formas puede ser útil a título de inven- o por imágenes, la persistencia de esta cadera dolorosa y mis-
tario o terapéutico, concretamente cuando se fracasa tras teriosa puede justificar en este caso una artroscopia diag-
un tratamiento médico bien realizado de una capsulitis (ver nóstica que permita descubrir una artropatía degenerativa
«Rigideces del hombro», EMC nº 14354). incipiente, ya sea por observación directa de las lesiones car-
tilaginosas (casi siempre bajo tracción)o por las imágenes
Varios indirectas de sinovitis mecánica, confirmadas por biopsia.
Como en el caso de la rodilla, la limpieza con artroscopia de Puede distinguir imágenes que la artrografía no siempre
una artritis séptica, como complemento del tratamiento anti- puede reconocer formalmente y a veces sólo se puede recti-
biótico, puede resultar conveniente. El lavado con artrosco- ficar el error entre una sinovitis reactiva o inflamatoria y una
pia de un hombro senil hemorrágico también puede ser con- condromatosis o una SNV por medio de la observación
veniente, pero no se conoce ninguna serie publicada. directa con artroscopia. Sin embargo, se debe señalar que la
SNV generalmente puede ser diagnosticada en preartrosco-
Accidente, incidente pia, mediante una RMN con inyección de gadolinio. En
cambio, la condromatosis pura y la sinovitis pueden requerir
A excepción de los accidentes generales inespecíficos del una artroscopia como último recurso. Otras veces, se trata
hombro tales como infección, herida vascular o accidente de distinguir una coxartrosis destructora rápida e incipiente
por anestesia, el riesgo poco habitual, pero más específico, de una monoartritis inflamatoria de cadera.
consiste en la posible rigidez postartroscópica con síndro-
me hombro/mano completo o la capsulitis aislada. Tam- Bloqueo y resalte
bién se ha señalado la posibilidad de una lesión neurológi- Ante episodios de bloqueo o de resalte atípico de la cadera
ca, concretamente de una sideración del plexo braquial, puede resultar difícil definir su etiología. El resalte ante-
después de tracción (demasiado importante o prolongada),
rointerno (ver fasc. nº 14393) es en principio de diagnósti-
totalmente excepcional [118]. Se han descrito también cua-
co clínico, pero pueden existir formas menos claras en las
tro casos de neumotórax espontáneos [35].
que el paciente no reconoce con facilidad la sensación de
dolor agudo o de bloqueo. Ante tales episodios, se debe tra-
tar de distinguir en un primer momento si se trata de un
fenómeno extra o intraarticular. En caso de duda y después
Artroscopia de la cadera de todas estas exploraciones, la artroscopia puede ser legí-
tima. Los diagnósticos diferenciales son:
Generalidades
— un conflicto con el tendón del psoas, que raramente se
A pesar de que ya en 1931 fue considerada por Burman [25], confirma por observación directa del fenómeno; se trata
su desarrollo es más reciente y está aún limitado a ciertos casi siempre de un diagnóstico por exclusión;

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34 Cara periférica del rodete de la cadera, vista sin tracción. 36 Cara endoarticular del cuerno posterior del rodete, cuerpo
extraño sobre el cótilo (bajo tracción).

Terapéutica
La artroscopia de cadera es también una técnica que per-
mite practicar actos terapéuticos. En la literatura anglosajo-
na, el desbridamiento [123] en las artrosis es una de las inter-
venciones más practicadas. Para otros, la indicación funda-
mental es actualmente la ablación de cuerpos extraños,
independientemente de su origen, de la condromatosis [102]
en particular. El tratamiento de las lesiones del rodete pare-
ce una vía interesante, pero no se ha publicado ninguna
serie importante.
Algunas series breves [17, 18] han examinado otras indicacio-
nes, como la artritis séptica; las demás indicaciones son de
tipo anecdótico: extracción de bala [59], ablación del cemen-
to acrílico sobre prótesis total de cadera [83, 113].

Artroscopia del codo


Se debe mencionar una característica técnica del método: la
35 Cadera bajo tracción, imagen del fondo posterior y de la super- presencia de numerosos trayectos nerviosos hace que sea nece-
ficie cartilaginosa del cótilo. saria una atención muy especial en el punto de penetración.

Diagnóstico
Su función diagnóstica está muy limitada en la patología del
— un cuerpo extraño que se suele observar en las imágenes
codo. Puede tratarse de algunos casos raros de monoartro-
(fig. 36);
patías, cuya etiología no ha podido ser diagnosticada con
— una patología del rodete, aunque los bloqueos completos los demás métodos. Puede resultar interesante para realizar
son relativamente raros. En estos casos, se trata casi siempre una biopsia controlada o para confirmar una imagen dudo-
de bloqueos dolorosos. Las técnicas de diagnóstico por imá- sa en una patología incipiente, sinovial o cartilaginosa.
genes están en constante progreso para poder reconocer Ninguna de estas indicaciones es realmente específica del
estas lesiones. En la artrografía, sin embargo, se dan nume- codo (fig. 37).
rosos falsos positivos, mientras que la artroscopia permite un
mejor conocimiento de la patología del rodete [119]. Se
Terapéutica
puede señalar una cierta similitud con lo descrito para el
menisco: una patología estrictamente degenerativa (puede Su función es fundamentalmente terapéutica y se reserva
estar favorecida por una displasia), una patología traumáti- para determinadas indicaciones.
ca (conocida desde hace más tiempo)y, probablemente, una
patología microtraumática. Con la artroscopia se pueden ver Cuerpos extraños [28, 81, 101]
fisuraciones, lengüetas e incluso auténticas asas de cubo; En esta articulación, la ablación de cuerpos extraños es
— es excepcional que un tumor o una distrofia sinovial efectivamente la principal indicación cualquiera sea la etio-
localizada se manifieste por un episodio de bloqueo típico. logía: condromatosis, osteocondromatosis, fragmento de

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Aparato locomotor ARTROSCOPIA (CON EXCEPCIÓN DE LA MUÑECA) 14-054

Por lo tanto, hay pocas indicaciones salvo que se necesite


una biopsia.

Interés terapéutico
Como en el codo, la ablación de cuerpos extraños, sea cual
sea su origen, es una de las indicaciones privilegiadas.
Una de las indicaciones principales es el tratamiento artros-
cópico de las lesiones osteocondrales de la polea astragali-
na (LOPA) [53]. Esquemáticamente se pueden reconocer
fracturas osteocondrales, casi siempre anteroexternas y de
pequeño tamaño, que pueden ser incididas y extraídas. A
veces se trata de fragmentos más gruesos para los que se
recomienda la fijación con tornillo. Las osteonecrosis loca-
lizadas, conocidas más a menudo como osteocondritis, tie-
nen una etiopatogenia oscura y suelen ser de localización
posterointerna. Después de haber examinado los caracteres
y los límites de la lesión, se procede a la ablación del secues-
tro y al raspado hasta el hueso sano. En ciertos casos, hay
que saber abstenerse de toda intervención. En la literatura,
la distinción entre estos dos tipos de lesiones no es siempre
clara, lo cual altera el análisis de los resultados. La estadísti-
37 Vista global de la cámara anterior del codo: articulación de la ca de Frank [53] se refiere a ocho fracturas osteocondrales,
apófisis coronoides con la troclear. de las cuales siete son ablaciones de fragmentos y un ator-
nillado, 13 osteocondritis (11 posterointernas, 2 externas):
osteocondritis o de cartílago degenerativo. Estos cuerpos 12 de los 13 casos se beneficiaron de una escisión-raspado.
extraños pueden localizarse en la cámara anterior o en la Todos los pacientes revisados clínica y radiológicamente
fosa retroolecraniana, pueden ser únicos o múltiples, libres muestran para las fracturas cuatro excelentes resultados y
o adherentes. Sin embargo, la extracción con éxito de cuatro buenos resultados. En las osteonecrosis, no se obtie-
dichos cuerpos no garantiza la recuperación de una posible ne ningún resultado excelente, ocho buenos, tres medianos
rigidez asociada. y dos malos.
La sinovectomía se puede realizar perfectamente con
Rigidez artroscopia, así como el tratamiento de las artritis sépticas,
Constituye la segunda indicación posible, casi siempre aso- como se ha visto en las demás articulaciones.
ciada a la presencia de cuerpos extraños, pero a veces aisla- Más recientemente, algunas publicaciones han insistido en
da. Se pueden realizar artrólisis con artroscopia. el interés de la artrodesis tibiotarsiana realizada con artros-
Son pocas las series que pueden confirmar su eficacia [26, 70, copia [22]: Kelberine con 12 casos [71], Bresler et al [22] con
81, 94, 122
]. siete casos y Ogilvie-Harris et al [98] con 19 casos refieren
una consolidación constante en un plazo de 3 a 5 meses y
Artritis séptica raras complicaciones. La artroscopia subastragalina tam-
bién ha sido propuesta para practicar una artrodesis de esta
Como para las demás articulaciones, la artroscopia ha sido
articulación.
incluida en el esquema terapéutico.
La artroscopia ha sido preconizada en este síndrome deno-
Sinovectomía minado impingment (impactación) [49, 56], trastorno crónico
del tobillo, generalmente consecutivo a esguinces general-
La sinovectomía en la cámara anterior es de fácil realiza-
mente externos. Este concepto reconocido en varias publica-
ción. La sinovectomía de la cámara posterior debe ser prac-
ciones explica un cierto número de dolores postraumáticos
ticada con prudencia, sobre todo por dentro, debido a la
que suelen afectar al compartimiento externo del tobillo
presencia del nervio ulnar.
pero que pueden hacerlo asimismo a cualquier otro compar-
La artroscopia puede ser propuesta como complemento en timiento. Se considera que este trastorno está provocado por
el tratamiento de ciertas fracturas. la presencia de una masa cicatrizal hipertrófica. Será fácil-
mente reconocido por la artroscopia prescrita, ante la persis-
tencia de signos clínicos y de una alteración funcional des-
Artroscopia del tobillo pués del fracaso de tratamientos conservadores. En la serie
de Fritschy [56], de 32 pacientes controlados entre 14 meses y
La exploración de la cámara anterior es relativamente fácil: 8 años se consideraron curados 28, ocho mejoraron algo y
para ver el conjunto de la polea astragalina, la articulación dos fueron fracasos. En estos dos últimos casos, la etiología
puede resultar estrecha, siendo necesaria en determinadas de los dolores no fue comprobada. Fritschy [56] y Ferkel [79]
circunstancias una tracción más o menos agresiva (simple creen que estas lesiones están relacionadas con la curación
tracción mecánica, aguja transcalcaneana, o incluso un incompleta de lesiones ligamentarias que provoca una reac-
separador). ción inflamatoria y posteriormente una cicatrización hiper-
trófica. Esta fibrosis se reseca con artroscopia.
La artroscopia ha sido propuesta asimismo para el trata-
Diagnóstico
miento de ciertas fracturas recientes de la extremidad infe-
El interés diagnóstico es muy pobre y corresponde a las etio- rior de la tibia. Se ha propuesto el desbridamiento para las
logías habituales, sinoviales y cartilaginosas. artrosis, en particular en las osteofitosis anteriores tibiales,

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como las observadas en los futbolistas; la artrólisis propues- simplicidad de la intervención con artroscopia; éste es el caso por
ta por Kelberine [71] queda aún como una indicación muy el momento de ciertas artrosis y de la gran mayoría de la patolo-
limitada en ciertos tobillos traumáticos. gía de la rótula.

*
**
Se puede concluir con P. Beaufils [11] que el lugar que ocupa la Se agradece a los doctores P. Beaufils y A. Frank su amistosa colaboración en
artroscopia en el tratamiento de afecciones articulares puede ser la relectura y corrección de los manuscritos y al doctor T. Boyer por su apor-
considerado en tres grupos: tación iconográfica.
— indicaciones en las que el beneficio es real y está validado
incluso a medio plazo (lesión meniscal, etc.);
— el beneficio es real a corto plazo (ejemplo: reconstrucción liga-
mentaria por reducción de la duración de las secuelas, aunque no
se modifique el resultado a medio plazo), acromioplastia (simpli-
cidad de resultados). Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: DORF-
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Aparato locomotor ARTROSCOPIA (CON EXCEPCIÓN DE LA MUÑECA) 14-054

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