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IDEA DE LA COMPETENCIA

Jurisdicción y competencia no son conceptos sinónimos. No obstante, suelen a veces,


ser confundidos. Esta confusión, como puede verse por la lectura de este capítulo y la
del anterior, es realmente incomprensible, sobre todo en aquellas personas que hayan
prestado alguna atención a los temas del Derecho Procesal.

Para distinguir ambos conceptos basta y sobra una consideración sumaria de la materia.

Considerada la jurisdicción como el poder del Juez, la competencia ha sido definida por
Boncenne como la medida de este poder. Ha sido también definida como la aptitud del
Juez para ejercer su jurisdicción en un caso determinado, y como la facultad y el deber
de un Juez o Tribunal para conocer de determinado asunto.

La competencia es, en realidad, la medida del poder o facultad otorgada a un órgano


jurisdiccional para entender de un determinado asunto.

Toda demanda (Artículo 143 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito y
Territorios Federales) debe formularse ante Juez competente. La exacta determinación
de que Juez es competente en el caso concreto interesa de un modo esencial, para evitar
pérdidas de tiempo y de actividad en el proceso.

Para que un Juez o Tribunal tenga competencia para conocer de un determinado asunto
se precisa que, hallándose éste dentro de la órbita de su jurisdicción, la Ley la resuelve
su conocimiento, con preferencia a los demás Jueces y Tribunales de su mismo grado.
Un Juez o Tribunal pueden tener jurisdicci6n y carecer de competencia. La
competencia, por el contrario, no puede existir sin la jurisdicción.

La determinación de la competencia puede fundarse en un criterio objetivo, territorial o


funcional.

La competencia (Art. 144 del Código de Procedimientos Civiles, para el Distrito y


Territorio Federales) de los tribunales se determina por la materia, la cuantía, el grado y
el territorio.

El criterio objetivo toma como base el valor de lo litigado o la materia.

La competencia por razón del territorio es una consecuencia de la distribución de los


Juzgados y Tribunales por el territorio nacional y del principio generalmente aceptado
que exige la proximidad de los órganos de la jurisdicción a los justiciables (que,
ciertamente, no depende de la distancia material como de los medios de comunicación).
En virtud de este principio se señalan las demarcaciones judiciales y, dentro de ellas, la
competencia correspondiente a los Juzgados y Tribunales que comprenden.

La competencia por razón de la función a que, si bien el Juez o Tribunal objetiva y


territorialmente competente resuelve por lo general todo el proceso, a veces está
limitado a una determinada función. La competencia funcional se relaciona también con
la diversidad de instancias y recursos judiciales, basada, actualmente, en una
organización jerarquizada de los Tribunales.

La conexión se estima por unos tratadistas como un criterio más para determinar la
competencia, y por otros como un mero accidente que puede modificar los criterios ya
expuestos. No sólo tiene por objeto impedir la desarticulación de ciertos procesos,
evitando la posibilidad de sentencias contradictorias, sino que tiene un fin de mayor
trascendencia todavía, que es el de limitar el fenómeno de la litigiosidad, reduciendo el
número de procesos.

Los Códigos procesales, en materia de competencia, conceden a las partes la facultad de


prorrogarla, siempre dentro de ciertos límites, lo que permite, mediante una
manifestación de voluntad (expresa o tácita), someter a un Juez o Tribunal un negocio
que, sin la concurrencia de dicha circunstancia, no le correspondería resolver.

Tradicionalmente, la competencia territorial ha sido siempre prorrogable.

El Código de Procedimientos Civiles para el Distrito y Territorios Federales (Art. 149)


declara que la “jurisdicción" por raz6n del territorio es “la única que se puede
prorrogar”; pero, seguidamente, añade: "Se exceptúa el caso en que, conociendo el
Tribunal superior de apelación contra interlocutoria, resuelta que sea, las partes estén de
acuerdo en que conozca de la cuestión principal", prosiguiéndose el juicio de acuerdo
con las reglas de su clase.

Esta posibilidad de prorrogar la competencia de grado supone una rectificación del


criterio predominante en la legislación procesal.

El Código de Procedimientos Civiles para el Distrito y Territorios Federales (Art. 156)


dispone, reconociendo la facultad de prorrogación de las partes en el proceso que es
“Juez competente aquél al que los litigantes se hubieren sometido expresa o tácitamente,
cuando se trate de fuero renunciable".
La prórroga de la competencia se produce mediante la llamada sumisión de las partes.
Esta es expresa "cuando los interesados renuncian clara y terminante al fuero que la Ley
les concede y designan con toda precisión el Juez a quien se someten (Art. 152 del
Código citado); y tacita, a del demandante por el hecho de ocurrir al Juez entablando su
demanda; la del demandado, cuando contesta la demanda o reconviene; la del que
habiendo promovido una competencia desiste de ella; la del tercer opositor y la del que,
por cualquier motivo viniera al juicio (Art. 153 del citado Código Procesal) (1).

DE LA COMPETENCIA. - CONCEPTO (2)

La realidad nos ofrece, en cualquier país y particularmente en el nuestro que en el


territorio del Estado existen Jueces y Tribunales jerárquicamente preordenados. Si fuera
factible pensar, aunque sea imaginativamente, acerca de la posibilidad de que existiera
un solo Juez o Tribunal no se nos daría el problema a exponer ahora, puesto que
jurisdicción y competencia se identificarían. Se hace necesario el ejercicio de la
potestad jurisdiccional del Estado (nacional o de las provincias) en todos los lugares
hasta donde alcanza su soberanía atendiendo a criterios distintos, como se verá más
adelante. Por lo tanto, la competencia es un límite puesto a la jurisdicción, es decir, que
el ejercicio de ésta Ultima se distribuye entre muchos Jueces a quiénes la Ley les
confiere el ejercicio de aquella potestad. Es, entonces, la aptitud o capacidad de un Juez
u órgano determinado para ejercer la jurisdicción.

En este sentido, la competencia es la medida de la jurisdicción. Como muy bien lo anota


Lascano, “técnicamente, la jurisdicción es una función y la competencia la aptitud para
ejercerla; aquélla supone una actividad, ésta una facultad, o si se quiere un poder para
desarrollarla". Este autor, insiste particularmente en las notas distintivas entre la función
y la medida para ejercitarla, no admitiendo que la jurisdicción pueda desmembrarse en
porciones que constituirán la competencia. La señalada diferencia entre el sujeto que
ejerce la actividad (competencia) y la actividad misma, como poder de actuación del
derecho objetivo (jurisdicción) si bien es verdad esclarece ambos conceptos, no es
menor cierto que puede, sin menoscabo de ello, diferenciarse el todo respecto de la
parte. Así lo hace Couture, el que después de remarcar que “la competencia es el
fragmento de jurisdicción atribuido a un Juez, expresa sobre el particular: "La relación
entre la jurisdicción y competencia es la relación que existe entre el todo y la parte. La
jurisdicción es el todo, la competencia es la potestad de jurisdicción para una parte del
sector jurídico, aquél específicamente asignado al conocimiento de determinado órgano
jurisdiccional. En todo aquello que no le ha sido atribuido, un Juez, aunque sigue
teniendo jurisdicción, es incompetente".

La precedente distinción contribuye a delimitar las expresiones jurisdicción y


competencia a las que, como se indicé al comienzo de este capítulo, suelen asignárseles
un sentido equivalente, equivoco al que no han escapado muchas leyes de
procedimiento al indicar entre las excepciones dilatorias, la de "incompetencia de
jurisdicción" (Cod. Proc. Civil: Capital Fed., Art. 84, inc. 1; Sta. Fe, Art. 581, inc. 1;
Salta, Art. 4, ine. 1: Uruguay, Art. 246, inc. 1, etc.).

CLASES DE COMPETENCIA

a) COMPETENCIA ABSOLUTA Y RELATIVA

Competencia Absoluta: Es la que determina que jerarquía de Tribunal es el llamado por


la Ley a conocer de un asunto determinado; qué clase de Juez es el que debe avocarse
conocimiento de un litigio. Ejemplo: Art. 26, 40,55 y 81 de la Ley de Organización y
Atribución de los Tribunales.

Competencia Relativa: Una vez precisada por la competencia absoluta que clase de Juez
de qué jerarquía debe conocer de un asunto nos queda por resolver dentro de esa clase.
jerarquía, qué Tribunal en particular debe conocer del asunto. Para esto sirven las reglas
de competencia señaladas en los Artículos: 143 a 183 de la Ley de Organización y
Atribución de los Tribunales.

Las reglas sobre competencia absoluta son irrenunciables, las de competencia relativa,
son renunciables; Ejemplo: la prórroga de la competencia.

b) Competencia Natural: Es la que la Ley confiere a un Tribunal. Al crear el Tribunal la


Ley fija su competencia.

Competencia Prorrogada: Es aquella que no tiene un Tribunal naturalmente (por Ley),


pero que llega a tenerla por una prórroga expresa o tácita de las partes.

c) Competencia Propia: Es aquella que la encomienda la Ley al Tribunal y


conceptualmente es idéntica a la natural.
Competencia Delegada: Es la que tiene un Tribunal por encargo o delegación de otro
que tiene competencia propia. Art. 5 Ley de Organización y Atribuciones de los
Tribunales.

d) Competencia Privativa: Es aquella que corresponde con exclusividad a un Tribunal


Ejemplo: El conocimiento del recurso de casación es privativo de la Corte Suprema de
Justicia.

Competencia Acumulativa o Preventiva: Es aquélla que corresponde a varios jueces a la


vez, pero que se radica definitivamente en aquél que previene en el conocimiento del
asunto cesando la competencia de los demás a partir de ese momento. Art. 141 de la Ley
de Organizaci6n y Atribuciones de los Tribunales.

e) Formas de prorrogar competencia por sumisión: Expresa y tacita. Art. 143 a 145 de la
Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales.

Competencia Improrrogable: Es aquella que no puede prorrogarse ni afín por el


concurso de los particulares; es sinónimo de competencia absoluta. Art. 142 de la Ley
de Organización Atribuciones de los Tribunales.

f) Competencia Objetiva: Es la que se refiere a la aptitud del Tribunal.

Competencia Subjetiva: Es la que se refiere a la aptitud y capacidad personal del Juez.

…………………………………………………………………………………………….

Artículo 61. Competencia de las autoridades judiciales. Los órganos jurisdiccionales


serán competentes para conocer de los delitos y faltas que se cometan en el territorio en
que ejercen jurisdicción.

Artículo 62. Lugar de la comisión de un delito o falta. Para los efectos de lo dispuesto
en el artículo anterior, el delito se considerará cometido en los lugares determinados por
el Código Penal.

Artículo 63. Autoridad competente para conocer de delitos cometidos en lugar ignorado.
Cuando se ignore el lugar en que se ha cometido un delito, será el órgano jurisdiccional
competente para conocer de las causas, según corresponda:

1) El del lugar en que se hayan descubierto pruebas materiales del delito; 2) El del lugar
de aprehensión del inculpado; 3) El del lugar de residencia o domicilio del inculpado; y,
4) El que sea requerido por el representante del Ministerio Público para realizar actos
urgentes.

Las cuestiones de competencia entre dos (2) órganos jurisdiccionales se decidirán


reconociendo competencia a aquel que le corresponda según el orden establecido en los
numerales anteriores.

Tan luego como conste el lugar en que se cometió el delito, se remitirán las actuaciones
al órgano jurisdiccional competente y se pondrán a su disposición los detenidos y sus
efectos decomisados.

Artículo 64. Cobertura de la competencia en materia penal. Los órganos jurisdiccionales


competentes para el conocimiento de una causa, lo serán también de todas las
incidencias que se produzcan durante el curso de aquélla.

Artículo 65. Conocimiento a prevención. Cuando según las leyes sean competentes para
conocer de un mismo asunto dos (2) o más órganos jurisdiccionales, ninguno de ellos
podrá excusarse de intervenir aduciendo que otros pueden hacerlo; pero el que esté
conociendo a prevención, excluirá a los demás.

Artículo 66. Competencia para conocer de los delitos cometidos en el extranjero. Será
juez competente para instruir las causas por los delitos cometidos fuera del territorio
nacional, cuando el proceso pueda o deba seguirse en la República, el del lugar del
último domicilio o residencia del imputado. Si éste no ha residido en el país, lo será el
juez del lugar al que arribe o en que se encuentre el imputado.

Artículo 67. Competencia por Conexión. El órgano jurisdiccional competente para


conocer de un delito, conocerá de los demás que sean conexos con aquél. Las faltas,
aunque sean conexas serán enjuiciadas separadamente con arreglo a un procedimiento
especial.

Artículo 68. Los delitos conexos. Son delitos conexos: 1) Los cometidos
simultáneamente por dos (2) o más personas en forma conjunta; 2) Los cometidos por
dos o más personas en distintos lugares o momentos, si ha precedido concierto para
cometerlos; 3) Los cometidos como medio de perpetrar o facilitar la ejecución de otros
delitos; 4) Los cometidos para procurar la impunidad en otros delitos; y, 5) Los diversos
delitos que se imputen a un procesado al incoársele causa por cualquiera de ellos, si no
han sido hasta entonces, objeto de proceso.
Artículo 69. Competencia para conocer de los delitos conexos. En los procedimientos
por delitos de acción pública conexos, conocerá un sólo órgano jurisdiccional. Será
competente, por su orden: 1) El del territorio en que se haya cometido el delito al que
deba aplicársele la mayor pena; 2) El que primero haya iniciado la causa si a todos los
delitos se les debe aplicar una pena igual;

3) El que designe la correspondiente Corte de Apelaciones, con el único fin de atender a


la mejor o más pronta administración de justicia, si las causas se iniciaron al mismo
tiempo o no consta cuál se inició primero; y, 4) El que, en el caso del numeral anterior,
designe la Corte Suprema de Justicia, si las causas se iniciaron en órganos
jurisdiccionales sujetos a la jurisdicción de diferentes cortes de apelaciones.

Artículo 70. Improcedencia de la acumulación. La acumulación de procesos, cuando se


trate de delitos conexos, será improcedente si ha de producir un grave retraso en el
trámite de alguno de ellos. Lo dispuesto en los artículos precedentes de esta sección,
será aplicable a los procesos por delitos de acción privada, pero éstos no podrán
acumularse con procesos por delitos de acción pública.

Artículo 71. Forma de promover las cuestiones de competencia. Las cuestiones de


competencia pueden promoverse por inhibitoria o por declinatoria. El litigante que haya
optado por uno de estos medios no podrá después abandonarlo para recurrir al otro.
Tampoco podrá emplear los dos (2) simultánea ni sucesivamente. Las cuestiones de
competencia también podrán ser promovidas de oficio por el respectivo órgano
jurisdiccional.

Artículo 72. La Inhibitoria. La inhibitoria se intentará ante el órgano jurisdiccional al


que se crea competente, pidiéndole que se dirija al que esté conociendo del asunto para
que se inhiba y le remita los autos. Si el interesado pretende acreditar con documentos
su derecho, deberá acompañarlos a la solicitud de inhibitoria o pedir en ella los
testimonios correspondientes.

Artículo 73. La inhibitoria y las autoridades judiciales. Con el mérito de lo que la parte
exponga y de los documentos que presente o de los que el órgano jurisdiccional mande
agregar de oficio, se accederá a la solicitud o se declarará sin lugar. El auto que declare
sin lugar la solicitud de inhibitoria será apelable.
Artículo 74. Aceptación de la solicitud de inhibitoria. Si el órgano jurisdiccional accede,
dirigirá al que estuviere conociendo del asunto la correspondiente comunicación, con
inserción de la solicitud de la parte y de los demás documentos que estime necesarios
para fundar su competencia.

Artículo 75. Trámite de la solicitud de inhibitoria. Recibida la comunicación, el órgano


jurisdiccional requerido oirá dentro del (3er) día a la parte que ante él litigue, y con el
mérito que arrojen los documentos que presente o que el órgano jurisdiccional mande
agregar de oficio, accederá a la inhibición o la declarará sin lugar en un término no
mayor de tres (3) días. El auto en que el órgano jurisdiccional requerido acceda a la
inhibición será apelable. Si el órgano jurisdiccional requerido accede a la inhibición y
ésta es consentida, remitirá los autos al requirente. Si la deniega, lo comunicará al
mismo órgano jurisdiccional, acompañándole testimonio de la resolución adoptada, de
lo que haya expuesto la parte y de lo demás que estime necesario en apoyo de su
competencia.

Artículo 76. Insistencia del órgano jurisdiccional requirente. Si el órgano jurisdiccional


requirente insiste en la inhibición, lo comunicará al requerido y lo excitará para que
remita las diligencias que haya practicado al tribunal superior común inmediato,
competente para dirimir la discordia. Igual remisión hará de las diligencias que hayan
tenido lugar en el mismo. La remisión de las diligencias se hará dentro de los tres (3)
días hábiles siguientes del recibimiento de la comunicación, con citación de las partes.

Artículo 77. Resolución del diferendo en caso de insistencia. Recibidas las actuaciones
por la correspondiente Corte de Apelaciones o por la Corte Suprema de Justicia, según
el caso, resolverán el diferendo dentro de los tres (3) días siguientes a la fecha de
recepción de los antecedentes. Si hubieren hechos que probar, se abrirá la causa a
pruebas por tres (3) días.

Artículo 78. Recurso contra auto que admita la inhibitoria. El auto en que el órgano
jurisdiccional requirente, se conforme con lo resuelto por el órgano jurisdiccional
requerido, será apelable.

Artículo 79. Conformidad del requirente con lo resuelto por el requerido. Si el órgano
jurisdiccional requirente se conforma con lo resuelto por el requerido y esta resolución
fuere consentida, lo comunicará a éste órgano jurisdiccional para que continúe en el
conocimiento del asunto.
Artículo 80. La declinatoria. La declinatoria se propondrá ante el órgano jurisdiccional
al que se cree incompetente y que esté conociendo del asunto, indicándole el órgano
jurisdiccional al que se cree competente y pidiéndole se abstenga de seguir conociendo
del asunto. En todo lo demás, la declinatoria se substanciará y resolverá conforme a lo
dispuesto en los artículos precedentes de esta sección, en lo que corresponda.

Artículo 81. Efectos de las cuestiones de competencia. Las cuestiones de competencia


no suspenderán la etapa preparatoria del proceso, ni afectarán la validez de los actos que
en ella se realicen. Mientras la cuestión planteada no haya sido resuelta, no podrán
dictarse resoluciones definitivas.

Artículo 82. Devolución de las actuaciones. Resuelta la cuestión de competencia, se


remitirán las actuaciones, sin tardanza, al órgano jurisdiccional declarado competente.

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PRESUPUESTOS QUE AFECTAN AL ÓRGANO JURISDICCIONAL.

El conocimiento de un litigio fundado en derecho privado, se atribuirá al juzgado o


tribunal que posea jurisdicción, competencia civil genérica, competencia objetiva,
funcional y territorial y, en su caso, sea designado conforme a las normas de reparto de
casos.

CAPÍTULO I EXTENSIÓN Y LÍMITES DE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES


CIVILES.

EXTENSIÓN Y LÍMITES DEL ORDEN JURISDICCIONAL CIVIL.

1. La jurisdicción en el ámbito civil solo podrá ser ejercida por los órganos del Poder
Judicial. La extensión y límites de la jurisdicción de los tribunales civiles, se
determinarán por lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial y en los tratados y
convenios internacionales en los que Honduras sea parte. 2. Los órganos
jurisdiccionales civiles se abstendrán de conocer de los asuntos que se les sometan
cuando concurra en ellos alguna de las circunstancias siguientes: Poder Judicial de
Honduras Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial 16 a) Se haya
interpuesto demanda o solicitada ejecución respecto de sujetos o bienes que gocen de
inmunidad de jurisdicción o de ejecución conforme a las normas del Derecho
Internacional Público. b) En virtud de un tratado o convenio internacional en el que
Honduras sea parte, el asunto se encuentre atribuido con carácter exclusivo a la
jurisdicción de otro Estado. c) No comparezca el demandado emplazado en debida
forma, en los casos en que la competencia internacional de los órganos jurisdiccionales
hondureños únicamente pudiera fundarse en la sumisión tácita de las partes. d) Exista
convenio o cláusula válida de sometimiento del conflicto a arbitraje.

ABSTENCIÓN DE LOS TRIBUNALES CIVILES. APRECIACIÓN DE OFICIO. 1.


Cuando un órgano jurisdiccional civil estime que el asunto que se le somete
corresponde a otra jurisdicción ordinaria, se abstendrá de conocer del mismo. 2. La
abstención a que se refiere este artículo se acordará de oficio, con audiencia de las
partes y del Ministerio Público, tan pronto como sea advertida la falta de jurisdicción.

DENUNCIA POR DECLINATORIA. El demandado podrá denunciar mediante


declinatoria la falta de jurisdicción por pertenecer el asunto a otro orden jurisdiccional
internacional o nacional, o por haberse sometido a arbitraje la controversia.

CAPÍTULO II NORMAS SOBRE FIJACIÓN DE LA COMPETENCIA.

JUEZ NATURAL. Para que los órganos jurisdiccionales civiles tengan competencia en
cada caso, se requiere que el conocimiento del pleito les esté atribuido por normas con
rango de ley vigentes con anterioridad a la incoación de las actuaciones de que se trate.

COMPETENCIA GENÉRICA. Corresponde a los órganos jurisdiccionales civiles el


conocimiento de todos aquellos litigios fundados en el derecho privado que no estén
atribuidos por la ley a otros órganos jurisdiccionales, así como de aquellos otros que las
leyes les atribuyan expresamente.

SECCIÓN 1ª COMPETENCIA OBJETIVA.

COMPETENCIA BÁSICA. 1. Corresponde a los Juzgados de Letras el conocimiento,


en primera instancia, de todos los asuntos civiles que por disposición legal expresa no se
hallen atribuidos a otros tribunales. Conocerán, asimismo, dichos Juzgados de los
asuntos, actos, cuestiones y recursos que les atribuye la Ley Orgánica del Poder
Judicial. 2. Corresponde a los Juzgados de Paz el conocimiento, en primera instancia, de
los asuntos civiles cuya cuantía no exceda de Cincuenta Mil Lempiras (L.50, 000.00) y
que no vengan atribuidos por esta ley a los Juzgados de Letras.

ESPECIALIZACIÓN. A algunos Juzgados de Letras podrá atribuírseles en exclusiva


por la ley el conocimiento específico de determinados asuntos, como de familia o
mercantiles. La Corte Suprema de Justicia dictará los reglamentos correspondientes, que
respetarán el principio constitucional del juez natural.

FALTA DE COMPETENCIA OBJETIVA. 1. La falta de competencia objetiva se


apreciará de oficio, tan pronto como se advierta, por el órgano jurisdiccional que esté
conociendo del asunto. 2. Cuando el órgano jurisdiccional que conozca del asunto en
segunda instancia o en trámite de recurso extraordinario de casación, llegue a la
conclusión que el juzgado ante el que se siguió la primera instancia carecía de
competencia objetiva, decretará la nulidad de todo lo actuado, dejando a salvo el
derecho de las partes a ejercitar sus pretensiones ante el juzgado que corresponda. 3. En
los casos a que se refieren los numerales anteriores, el órgano jurisdiccional, antes de
resolver, oirá a las partes y al Ministerio Público en una audiencia que se celebrará en
un plazo de cinco (5) días. 4. El auto que declare la falta de competencia objetiva
indicará el órgano jurisdiccional al que corresponde el conocimiento del asunto. Poder
Judicial de Honduras Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial 18
5. El demandado podrá plantear la falta de competencia objetiva mediante la
declinatoria.

SECCIÓN 2ª COMPETENCIA FUNCIONAL.

EXTENSIÓN. El tribunal que tenga competencia para conocer de un pleito, la tiene


también para resolver sobre sus incidencias, para llevar a efecto las providencias y autos
que dictare, y para la ejecución de la sentencia o convenios y transacciones que
aprobare, salvo disposición legal en otro sentido.

APRECIACIÓN DE OFICIO. 1. No serán admitidos a trámite los recursos o incidentes


dirigidos a un tribunal que carezca de competencia funcional para conocer de los
mismos. 2. El error del órgano jurisdiccional en el contenido de la información sobre los
recursos, o la admisión incorrecta de un recurso por órgano funcionalmente
incompetente, observable de oficio o a instancia de parte, no perjudicarán al recurrente.

SECCIÓN 3ª COMPETENCIA TERRITORIAL.

FUERO GENERAL DE LAS PERSONAS NATURALES. 1. Salvo que la ley disponga


otra cosa, la competencia territorial corresponde al juzgado del domicilio del
demandado y, si no lo tuviere en el territorio nacional, será el juez competente el de su
residencia en Honduras. 2. Quienes no tuvieren domicilio ni residencia en Honduras
pueden ser demandados en el lugar en que se encuentren dentro del territorio nacional o
en el de su última residencia en éste y, si tampoco pudiera determinarse así la
competencia, en el lugar del domicilio del actor. 3. Los empresarios y profesionales, en
los litigios derivados de su actividad empresarial o profesional, también pueden ser
demandados en el lugar donde se desarrolle dicha actividad y, si tuvieren
establecimientos a su cargo en diferentes lugares, en cualquiera de ellos a elección del
actor.

FUERO GENERAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS Y DE LOS ENTES SIN


PERSONALIDAD. Salvo sumisión expresa o que la ley disponga otra cosa: 1. Las
personas jurídicas serán demandadas en el lugar de su domicilio. También podrán ser
demandadas en el lugar donde la situación o relación jurídica a que se refiera el litigio
haya nacido o deba surtir efectos, siempre que en dicho lugar tengan establecimiento
abierto al público o representante autorizado para actuar en nombre de la entidad. 2. Los
entes sin personalidad podrán ser demandados en el domicilio de sus gestores o en
cualquier lugar en que desarrollen su actividad.

FUEROS LEGALES ESPECIALES. No se aplicarán los fueros establecidos en los


artículos anteriores y se determinará la competencia imperativamente de acuerdo con lo
dispuesto en el presente artículo en los casos siguientes: 1) En los procesos en que se
ejerciten pretensiones reales sobre bienes inmuebles será el órgano jurisdiccional
competente el del lugar en que esté situada la cosa litigiosa. Cuando la pretensión real se
ejercite sobre varias cosas inmuebles o sobre una sola que esté situada en diferentes
circunscripciones, será competente el juzgado de cualquiera de éstas, a elección del
demandante. 2) En las demandas sobre rendición de cuentas que deban dar los
administradores de bienes ajenos, será juzgado competente el del lugar donde deban
presentarse dichas cuentas, y no estando determinado, el del domicilio del mandante,
poderdante o dueño de los bienes, o el del lugar donde se desempeñe la administración,
a elección del actor. 3) En las demandas sobre obligaciones de garantía o complemento
de otras anteriores, será juzgado competente el que lo sea para conocer, o esté
conociendo, de la obligación principal sobre la que recayeren. 4) En los procesos sobre
cuestiones hereditarias, será competente el juzgado del lugar en que el causante tuvo su
último domicilio y si lo hubiere tenido en país extranjero, el del lugar de su último
domicilio en Honduras, o, en ambos casos, donde estuviere la mayor parte de sus
bienes, a elección del demandante. 5) En los procesos en que se ejerciten pretensiones
relativas a la asistencia o representación de incapaces, incapacitados o declarados
pródigos, será competente el juzgado del lugar en que éstos residan. Poder Judicial de
Honduras Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial 20 6) En
materia de derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen y,
en general, en materia de protección civil de derechos fundamentales, será competente
el juzgado del domicilio del demandante, y cuando no lo tuviere en territorio
hondureño, el órgano jurisdiccional del lugar donde se hubiera producido el hecho que
vulnere el derecho fundamental de que se trate. 7) En los procesos sobre arrendamientos
de inmuebles y en los de desahucio, será competente el juzgado del lugar en que esté
situado el bien. 8) En los procesos en materia de propiedad horizontal, será competente
el juzgado del lugar en que radique el inmueble. 9) En materia de impugnación de
acuerdos sociales será juzgado competente el del lugar del domicilio de la sociedad. 10)
En los procesos en que se ejerciten demandas sobre infracciones de la propiedad
intelectual, será competente el juzgado del lugar en que la infracción se haya cometido o
existan indicios de su comisión o en que se encuentren ejemplares ilícitos, a elección del
demandante. 11) En los procesos en materia de competencia desleal, será competente el
juzgado del lugar en que el demandado tenga su establecimiento y, a falta de éste, su
domicilio o lugar de residencia, y cuando no lo tuviere en territorio hondureño, el
órgano jurisdiccional del lugar donde se haya realizado el acto de competencia desleal o
donde se produzcan sus efectos, a elección del demandante. 12) En materia de
propiedad industrial, será competente el juzgado del lugar donde se haya producido la
violación al derecho sobre el bien, o en su defecto las consecuencias dañinas para el
actor con motivo del hecho infractor. 13) En los procesos en que se ejerciten
pretensiones para que se declare la no incorporación al contrato o la nulidad de las
cláusulas de condiciones generales de la contratación, será competente el juzgado del
domicilio del demandante. Y, sobre esa misma materia, cuando se ejerciten las
pretensiones declarativas de cesación o de retractación, será competente el juzgado del
lugar donde el demandado tenga su establecimiento y, a falta de éste, el de su domicilio;
y si el demandado careciere de domicilio en el territorio hondureño, el del lugar en que
se hubiera realizado la adhesión. 14) En caso de que las normas anteriores no fueren de
aplicación a los litigios en materia de seguros, ventas a plazos de bienes muebles y
contratos destinados a su financiación, así como en materia de contratos de prestación
de servicios o relativos Poder Judicial de Honduras Centro Electrónico de
Documentación e Información Judicial 21 a bienes muebles cuya celebración hubiera
sido precedida de oferta pública, será competente el juzgado del domicilio del
asegurado, comprador o prestatario o el del domicilio de quien hubiere aceptado la
oferta, respectivamente.

ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES Y LITISCONSORCIO PASIVO. 1. Cuando


se ejerciten conjuntamente varias pretensiones frente a una o varias personas será
órgano jurisdiccional competente el del lugar correspondiente a la pretensión que sea
fundamento de las demás; en su defecto, aquél que deba conocer del mayor número de
las pretensiones acumuladas y, en último caso, el del lugar que corresponda a la
pretensión más importante cuantitativamente. 2. Cuando hubiere varios demandados y,
conforme a las reglas establecidas en este artículo y en los anteriores, pudiera
corresponder la competencia territorial a los jueces de más de un lugar, la demanda
podrá presentarse ante cualquiera de ellos, a elección del demandante.

CARÁCTER DISPOSITIVO DE LAS NORMAS SOBRE COMPETENCIA


TERRITORIAL. 1. Las reglas legales atributivas de la competencia territorial sólo se
aplicarán en defecto de sumisión expresa o tácita de las partes a los juzgados de una
determinada circunscripción. Se exceptúan las reglas establecidas en este Código que
atribuyan la competencia territorial con carácter imperativo. 2. La sumisión de las partes
sólo será válida y eficaz cuando se haga a juzgados con competencia objetiva para
conocer del asunto de que se trate. 3. no será válida la sumisión expresa contenida en
contratos de adhesión, o que contengan condiciones generales impuestas por una de las
partes, o que se hayan celebrado con consumidores o usuarios.

SUMISIÓN EXPRESA. 1. Se entenderá por sumisión expresa la pactada por los


interesados designando con precisión el territorio a cuyos tribunales se sometieren. 2.
Cuando en dicho territorio existan varios tribunales de la misma clase, el reparto de los
casos determinará a cuál de ellos corresponde conocer del litigio, sin que las partes
puedan someterse a un determinado tribunal con exclusión de los otros.

SUMISIÓN TÁCITA. Se entiende hecha la sumisión tácita: Poder Judicial de Honduras


Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial 22 1. Por el demandante,
por el mero hecho de acudir a los juzgados de un determinado territorio interponiendo la
demanda, o formulando petición o solicitud que tenga carácter previo o preliminar ante
el órgano jurisdiccional competente para conocer de la demanda. 2. Por el demandado,
por el hecho de realizar, después de personado en el juicio tras la interposición de la
demanda, cualquier actuación procesal que no sea la de proponer en forma la
declinatoria.

FALTA DE COMPETENCIA TERRITORIAL. 1. Cuando la competencia territorial


venga fijada por reglas imperativas, el juzgado o tribunal examinará de oficio su propia
competencia territorial inmediatamente después de presentada la demanda. 2. En los
demás casos, la falta de competencia territorial solamente podrá ser apreciada cuando el
demandado o quienes puedan ser parte legítima en el juicio propusieren en tiempo y
forma la declinatoria.

CONTENIDO DE LA DECLARACIÓN NEGATIVA. 1. Si el juez de oficio considera


que carece de competencia territorial para conocer del litigio, lo declarará así mediante
auto, previa audiencia del Ministerio Público y de las partes personadas, y remitirá las
actuaciones al órgano jurisdiccional que considere territorialmente competente. 2. El
contenido de la decisión atenderá a las siguientes reglas: a) Si fuesen de aplicación
fueros imperativos electivos, el órgano jurisdiccional estará a lo que manifieste el
demandante, tras la pregunta que le dirigirá a tales efectos. b) El órgano jurisdiccional a
quien se remitieran las actuaciones podrá declarar de oficio, a su vez, su falta de
competencia territorial cuando ésta deba determinarse en virtud de reglas imperativas.
La resolución que declare la falta de competencia mandará remitir todos los
antecedentes al inmediato superior común, que decidirá la cuestión por medio de auto,
sin ulterior recurso, ordenando la remisión de las actuaciones y el emplazamiento de las
partes ante el que haya sido declarado competente, dentro de los diez días siguientes.

REPARTO DE CASOS. La Corte Suprema de Justicia, establecerá por la vía


reglamentaria las normas de reparto de casos civiles entre órganos jurisdiccionales del
mismo grado y de la Poder Judicial de Honduras Centro Electrónico de Documentación
e Información Judicial 23 misma ciudad o población, determinando los criterios con
respeto escrupuloso del principio del juez natural.

SECCIÓN 4ª DECLINATORIA

CONTENIDO DE LA DECLINATORIA. 1. Mediante la declinatoria, el demandado y


los que puedan ser parte legítima en el juicio promovido podrán denunciar la falta de
jurisdicción o de competencia genérica del juzgado ante el que se ha interpuesto la
demanda, por corresponder el conocimiento de ésta a tribunales extranjeros, a órganos
de otro orden jurisdiccional o a árbitros. 2. También se propondrá declinatoria para
denunciar la falta de competencia de todo tipo. Si la declinatoria se fundare en la falta
de competencia territorial, habrá de indicar el juzgado al que, por considerarse
territorialmente competente, habrían de remitirse las actuaciones. 3. La declinatoria se
propondrá ante el mismo juzgado que esté conociendo del pleito, por considerar que
carece de jurisdicción, de competencia genérica, o de competencia objetiva, funcional o
territorial. 4. La declinatoria podrá presentarse también ante el juzgado del domicilio del
demandado, que la hará llegar por el medio de comunicación más rápido posible al
juzgado ante el que se hubiera presentado la demanda.

PROPOSICIÓN Y EFECTOS. 1. La declinatoria se habrá de proponer dentro de los


cinco (5) primeros días del plazo para contestar a la demanda en el proceso ordinario, o
en los cinco (5) primeros días posteriores a la citación para la audiencia en el proceso
abreviado. 2. Su interposición en tiempo y forma suspenderá, hasta que sea resuelta, el
plazo para contestar la demanda en el proceso ordinario, o el cómputo para el día de la
audiencia del proceso abreviado, así como el curso del procedimiento principal. 3.
Durante el tiempo de suspensión el órgano jurisdiccional ante el que penda el asunto
puede practicar, a instancia de parte legítima, cualquier actuación de aseguramiento de
prueba, así como ordenar las medidas cautelares necesarias para evitar perjuicios
irreparables para el actor por la dilación, salvo que el demandado Poder Judicial de
Honduras Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial 24 prestase
caución bastante para responder de los daños y perjuicios que derivaran de la
tramitación de una declinatoria desprovista de fundamento.

SUSTANCIACIÓN Y DECISIÓN. 1. Al escrito de declinatoria se acompañarán, si no


constaran ya en el expediente por haber sido aportados por el demandante, los
documentos o principios de prueba en que se funde, con copias simples en número igual
al de los restantes litigantes, quienes dispondrán de un plazo de cinco (5) días, contados
desde la notificación de la declinatoria, para alegar y aportar lo que consideren
conveniente para sostener la jurisdicción o la competencia del juzgado. 2. Si la
declinatoria fuese relativa a la falta de competencia territorial, el actor, al impugnarla,
podrá también alegar la falta de competencia territorial del juzgado a favor del cual se
pretendiese declinar el conocimiento del asunto. 3. El órgano jurisdiccional decidirá la
declinatoria mediante auto dentro de los cinco (5) días siguientes de la última
notificación y en la forma siguiente: a) Si el órgano jurisdiccional llegase a la
conclusión que carece de jurisdicción por corresponder el conocimiento del asunto a los
tribunales de otro Estado, lo declarará así mediante auto, absteniéndose de conocer y
sobreseyendo el proceso. b) Del mismo modo procederá el juzgado si declara con lugar
la declinatoria por estar fundada en haberse sometido el asunto a arbitraje. c) Si el
órgano jurisdiccional considera que carece de jurisdicción por corresponder el asunto de
que se trate a los tribunales de otro orden jurisdiccional, en el auto en el que se abstenga
de conocer señalará a las partes ante qué órganos han de usar de su derecho. Igual
resolución se dictará cuando el tribunal entienda que carece de competencia objetiva. d)
Si se hubiere interpuesto declinatoria relativa a la competencia territorial y ésta no
viniere determinada por reglas imperativas, el órgano jurisdiccional, para estimarla,
habrá de considerar competente al órgano señalado por el promotor de la declinatoria. 4.
El órgano jurisdiccional, al estimar la declinatoria relativa a la competencia territorial,
dejara de conocer el asunto y remitirá el expediente al órgano al que corresponda la
competencia con emplazamiento de las partes para que comparezcan ante él en el plazo
de diez (10) días.

RECURSOS CONTRA LA RESOLUCIÓN DE LA DECLINATORIA. 1. Contra los


autos recaídos en la declinatoria podrán interponerse los recursos siguientes: a) De
apelación contra el que la declare con lugar por falta de competencia internacional, por
pertenecer el asunto a tribunal de otro orden jurisdiccional, por haberse sometido el
asunto a arbitraje o por falta de competencia objetiva. b) De reposición contra el que la
declare sin lugar por falta de competencia internacional, de jurisdicción o de
competencia objetiva o, en su caso, funcional, sin perjuicio de alegar, de ser procedente,
la falta de esos presupuestos procesales en la apelación contra la sentencia definitiva. c)
Lo dispuesto en el inciso anterior es también de aplicación cuando el auto rechace la
sumisión del asunto a arbitraje. 2. Contra los autos que resuelvan sobre la competencia
territorial no cabrá recurso alguno. En los recursos de apelación y de casación contra la
sentencia definitiva, sólo se admiten alegaciones de falta de competencia territorial
cuando, en el caso que se esté sustanciando, fueren de aplicación normas imperativas.

…………………………………………………………………………………………….

La competencia es la facultad que tiene cada Juez o Tribunal para conocer de los
negocios que las leyes han colocado dentro de la esfera de sus atribuciones.

Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante el Juez o Tribunal


competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente.
Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un Juez o Tribunal inferior para
conocer en primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la del
Juez o Tribunal superior que debe conocer del mismo asunto en segunda instancia.

Los Jueces y Tribunales que tengan competencia para conocer de un pleito o de causa
determinada, la tendrán también para las excepciones que en ellos se propongan, para la
reconvención en los casos en que proceda, para todas sus incidencias, para llevar a
efecto las providencias de tramitación, y para la ejecución de las sentencias. Cuando
según las leyes fueren competentes para conocer de un mismo asunto dos o más Jueces
o Tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento, bajo el pretexto de
haber otros Jueces o Tribunales que puedan conocer del mismo asunto; pero el que haya
prevenido en el conocimiento, excluye a los demás, los cuales dejan desde entonces de
ser competentes.

La jurisdicción civil podrá prorrogarse a Juez o Tribunal que, por razón de la materia,
de la cantidad objeto del litigio y de la jerarquía que tenga en el orden judicial, pueda
conocer del negocio que ante él se proponga.

La jurisdicción criminal es improrrogable.

El Juzgado o Tribunal a que los litigantes se sometieren, expresa o tácitamente, será el


competente para conocer de los pleitos y a que dé origen el ejercicio de las acciones
civiles, siempre que la sumisión se haga en quien tenga jurisdicción para conocer de la
misma. clase de negocios y en el mismo grado.

Se entenderá por sumisión expresa la hecha por los interesados, renunciando clara y
terminantemente a su domicilio propio y designando con toda precisión aquél a que se
sometieren.

Se entenderá hecha la sumisión tácita:

1- Por el demandante, en el hecho de acudir al Juez interponiendo la demanda.

2- Por el demandado, en el hecho de hacer, después de personado en juicio, cualquier


gestión que no sea la de proponer la declinatoria.

Fuera de los casos de sumisión expresa o tácita de que tratan los anteriores, se seguirán
las reglas siguientes de competencia en los negocios civiles:
1a.- En los juicios en que se ejerciten acciones personales será Juez competente el del
lugar en que deba cumplirse la obligación, y a falta de éste, a elección del demandante,
el del domicilio del demandado o el del lugar del contrato, sí hallándose en él, aunque
accidentalmente, pudiere hacerse el emplazamiento.

Cuando la demanda se dirija simultáneamente contra dos o más personas que residan en
pueblos diferentes, y estén obligadas mancomunada o solidariamente, no habiendo lugar
designado para el cumplimiento de la obligación, será Juez competente el del domicilio
de cualquiera de los demandados, a elección del demandante.

2a.- En los juicios en que se ejerciten acciones reales sobre bienes muebles o
semovientes, será Juez competente el del lugar en que se hallen o el del domicilio del
demandado, a elección del demandante.

3a- En juicios en que se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles, será Juez
competente el del lugar en que esté sita la cosa litigiosa.

Cuando la acción real se ejercite sobre varias cosas inmuebles situadas en diferentes
jurisdicciones, pero que se funden en un solo título singular de adquisición, o formen
una sola heredad o coto, será Juez competente el de cualquiera de los lugares en cuya
jurisdicción estén sitos los bienes, a elección del demandante.

4a.- En los juicios en que se ejerciten acciones mixtas, será Juez competente el del lugar
en que se hallen las cosas o el del domicilio del demandado, a elección del demandante.

El domicilio de las mujeres que no estén separadas legalmente de maridos, será el que
éstos tengan.

El domicilio de los hijos constituidos sujetos a guardar, el de sus padres.

El de los menores o incapacitados sujetos a guardar, el de guardadores.

Lo dispuesto en los párrafos anteriores se entenderá sin perjuicio de las excepciones


establecidas por la ley, o de lo pactado en las capitulaciones matrimoniales.

El domicilio legal de los comerciantes en todo lo que concierne a actos o contratos


mercantiles y a consecuencias, será el pueblo donde tuvieren el centro de sus
operaciones comerciales.
Los que tuvieren establecimientos mercantiles a su cargo en diferentes demarcaciones
judiciales, podrán ser demandados por acciones personales en aquella en que tuvieren el
principal establecimiento, o en la que se hubieren obligado, a elección del demandante,

Respecto a los concursos de acreedores y a las quiebras, se estará a lo prevenido en las


reglas 17 y 18 del artículo 158.

En todo lo que se refiera a operaciones mercantiles, estarán los comerciantes sujetos a lo


dispuesto en el artículo 146.

El domicilio de las compañías civiles y mercantiles será el pueblo que como tal esté
señalado en la escritura de sociedad o en los estatutos que se rijan.

No constando esta circunstancia, se estará a lo establecido respecto a los comerciantes,


en el párrafo segundo del artículo anterior.

Exceptuándose de lo establecido en los párrafos anteriores, las compañías en


participación, en lo que se refiera a los litigios que puedan promoverse entre los
asociados, respecto a los cuales se estará a lo que prescriben las disposiciones generales
de esta ley.

El domicilio legal de los empleados será el pueblo en que sirvieren su destino. Cuando
razón de él ambularen continuamente, se considerarán domiciliados en el pueblo en que
vivieren más frecuentemente,

El domicilio legal de los militares en servicio activo será el del pueblo en que se hallare
el cuerpo a que pertenezcan al hacerse el emplazamiento.

En los casos en que esté señalado el domicilio para determinar la competencia, si el que
ha de ser demandado no lo estuviese en algún pueblo de la República, será Juez
competente el de su residencia, Los que no tuvieren domicilio ni residencia fija, podrán
ser demandados en el lugar en que se hallen, o en el de su última residencia, a elección
del demandante.

El valor de las demandas para determinar por él la competencia de jurisdicción, se


calculará las reglas siguientes:

1a.- En los juicios petitorios sobre el derecho de exigir prestaciones anuales y


perpetuas, se calculará el valor por el de una anualidad multiplicada por 25.
2a.- Si la prestación fuere vitalicia, se multiplicará por 10 la anualidad.

3a. -En las obligaciones pagaderas a plazos diversos, se calculará el valor por el de toda
la obligación, cuando el juicio verse sobre la validez del principio mismo de que
proceda la obligación en su totalidad.

4a.- Cuando varios créditos pertenecieren a diversos interesados y procedieren de un


mismo título de obligación contra un deudor común, demanda cada acreedor, o dos
o más acreedores entablaren por separado, para que se les lo que les corresponda se
calculará como valor de la demanda la cantidad a que ascienda la reclamación.

5a.- En las demandas sobre servidumbres, se calculará su cuantía por el precio de


adquisición de las mismas servidumbres, si constare.

6a.- En las acciones reales o mixtas; se calculará el valor de la cosa inmueble o litigiosa,
por el que conste en la escritura más moderna de su enajenación.

Cuando por medio de la acción real o mixta se demanden con los bienes las rentas que
hayan producido, se acumularán éstas al valor de la demanda.

7a.- En las demandas que comprendieren muchos créditos contra el mismo deudor, se
calculará su cuantía por el de todos los créditos reunidos.

8a.- En pleitos sobre pago de créditos con intereses o frutos, si en la demanda se


pidieren con el principal los vencidos y no pagados, se hará la computación sumando
entre sí el uno y los otros.

Se tendrá por cierta y líquida la cuantía de los frutos cuando el actor expresare en la
demanda su importe anual y el tiempo que haya transcurrido sin pagarse.

Sí el importe de o los intereses o frutos no fuere Cierto y líquido, se prescindirá de él,


no tomando en cuenta más que el principal.

9a.- La disposición de la regla precedente es aplicable al caso en que se pidan en la


demanda, con el principal los prejuicios,

10a. - Para la fijación del valor de la demanda no se tomarán en cuenta los frutos o
intereses por correr sino los corridos.

11a. Cuando por los datos expresados en las reglas anteriores no pudiere determinarse
el valor de la demanda, se estimará por el que le dieren las partes de conformidad, y
estando discordes, por el que estime un perito nombrado de común acuerdo por las
mismas.

Si no se pusieren de acuerdo sobre la elección de un solo perito, nombrará uno cada


parte, y el Juez un tercero, para que juntos aquéllos hagan la valoración, dirimiendo el
tercero la discordia, si la hubiere.

Cuando no pueda determinarse según las reglas del artículo anterior la cuantía de la
demanda, no caerá bajo la competencia de la jurisdicción de Jueces y Tribunales que la
tengan limitada por razón de cantidad.

Lo establecido en el artículo 153 no se aplicará a las demandas relativas a derechos


políticos u honoríficos, exenciones personales, filiación, paternidad, maternidad, tutela,
curaduría, interdicción y cualquier otra que verse sobre el estado civil y condición de
las personas,

Lo establecido en este Capítulo comprenderá a los extranjeros que acudieren a los


Juzgados y Tribunales hondureños, promoviendo actos de jurisdicción voluntaria,
interviniendo en ellos o compareciendo en juicio como demandantes o como
demandados, contra hondureños o contra otros extranjeros, cuando proceda que
conozca la jurisdicción hondureña con arreglo a las leyes de la República o a los
Tratados con otras Potencias.

Se estará a lo que establezcan las leyes especiales que en determinados negocios fijen
otras reglas de competencia.

SECCION SEGUNDA

Reglas Especiales

No obstante, las reglas establecidas en el artículo 146, se observarán en los negocios y


causas civiles que a continuación se expresan, las siguientes:

1a.- En las demandas sobre estado civil, será Juez competente el del domicilio del
demandado.

2a.-En los depósitos de personas, será Juez competente el que conozca del pleito o causa
que los motive.
Cuando no hubiere autos anteriores, será Juez competente el del domicilio de la persona
que deba ser depositada.

Cuando circunstancias particulares lo exigieren, podrá decretar interina y


provisionalmente el depósito el Juez de Paz del lugar en que se encontrare la persona
que deba ser depositada, remitiendo las diligencias al Juez del domicilio, y poniendo a
su disposición la persona depositada.

3a.-En las cuestiones de alimentos, cuando éstos se pidan incidentalmente, en los casos
de depósitos de personas, o en juicio, será competente el Juez que conozca de los autos,

Cuando los alimentos sean el objeto principal de un juicio, será Juez competente el del
lugar en que tenga su domicilio aquel a quien se pidan.

4a.-En el nombramiento y discernimiento de los cargos de tutores y curadores para los


bienes, y excusas de estos cargos, será Juez competente el del domicilio del padre o de
la madre cuya muerte ocasionare el nombramiento, y, en su defecto, el Juez del
domicilio del menor o del incapacitado, o el de cualquier lugar en que tuviere bienes
inmuebles.

5a.-En el nombramiento y discernimiento de los cargos de curadores para pleitos, será


Juez competente el del lugar en que los menores o incapacitados necesitaren
comparecer en juicio.

6a.-En las demandas en que se ejercitaren acciones relativas a la gestión de la tutela o


curaduría, en las excusas de estos cargos después de haber empezado a ejercerlos, y en
las demandas de remoción de los guardadores, como sospechosos, será Juez competente
el del lugar en que se hubiere administrado la guarda en su parte principal, o el del
domicilio del menor.

7a.-En las autorizaciones para la venta de bienes de menores o incapacitados, será


Juez competente, el del lugar en que los bienes se administren, o el del domicilio de
aquellos a quienes pertenecieren.

8.-En las informaciones para dispensas de ley y en las habilitaciones para comparecer
en juicio, cuando por derecho se requieran, será Juez competente el del domicilio del
que las solicitare.
9a.-En las informaciones para perpetua memoria, será Juez competente el del lugar o
lugares en que hayan ocurrido los hechos, o aquel en que estén, aunque sea
accidentalmente, los testigos que hayan de declarar.

Cuando estas informaciones se refieran al estado actual de cosas inmuebles, será Juez
competente el del lugar en que estuvieren sitas.

10a.-En las demandas deducidas en juicio sobre obligaciones de garantía o


complemento de otras anteriores, será Juez competente el del lugar en que se conozca
de la obligación principal sobre que recayeren.

11a. -En las demandas de reconvención, será Juez competente el del lugar en que se
hubiere interpuesto la con que se hubiese promovido el litigio.

No es aplicable esta regla cuando el valor de lo pedido en la reconvención excediere de


la cuantía a que alcance las atribuciones del Juez que entendiere en la principal
demanda, en cuyo caso reservará éste al autor de la reconvención su derecho para que lo
ejercite donde corresponda.

12a.-En las demandas en que se ejercite la acción de desahucio, será Juez competente el
del lugar donde estuviere sita la cosa que dé ocasión al juicio, o el del domicilio del
demandado, a elección del demandante.

13a.-En el juicio de petición de herencia, será Juez competente el del lugar en que, con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 934 del Código Civil, se hubiere abierto la sucesión
del difunto.

14a.-En los interdictos de amparo, de restitución, de restablecimiento y especiales, en


las denuncias de obra nueva y obra ruinosa, y en los deslindes, será Juez competente el
del lugar en que esté sita la cosa objeto del interdicto o deslinde.

15a.-En las diligencias para elevar a escritura pública los testamentos menos solemnes,
y en las que hayan de practicarse para la apertura de los testamentos cerrados, será Juez
competente el del lugar en que se hubiesen otorgado, respectivamente, los testamentos o
las cubiertas, o el del domicilio del testador, a elección del interesado; sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 1025 del Código Civil.
16a.-El Juez del lugar donde se hubiere abierto la sucesión será competente para
conocer de todas las diligencias judiciales relativas a la formación de inventarios,
tasación y partición de los bienes que el difunto hubiere dejado.

Si el difunto hubiere tenido su último domicilio en país extranjero, será Juez competente
el del lugar en que hubiese tenido el finado su último domicilio en Honduras, o el del
lugar donde estuviere la mayor parte de sus bienes.

No obstará esto para que los Jueces y Tribunales de la demarcación en que tuviere
bienes el difunto, tomen las medidas necesarias para asegurarlos y poner en buena
guarda los libros y papeles, remitiendo las diligencias practicadas a los Jueces a quienes
corresponda conocer de la apertura de la sucesión, y dejándoles expedita su jurisdicción.

17a.-En los concursos de acreedores y en las quiebras, cuando fuere voluntaria la


presentación del deudor, será Juez competente el del domicilio del mismo.

18a.-En los concursos o quiebras promovidas los acreedores, el de cualquiera de los


lugares en que se esté conociendo en las ejecuciones.

Será entre ellos preferido el del domicilio del deudor, si éste o el mayor número de
acreedores lo reclamaren. En otro caso, lo será aquel en que antes se decretase el
concurso o la quiebra.

19a.-En la acumulación de autos correspondientes a diferentes Juzgados o Tribunales,


cuando proceda según las leyes, será competente el que conociere de los más antiguos.

Exceptúense los autos de sucesión hereditaria, concurso de acreedores y quiebras, en


los cuales la acumulación de todos los juicios especiales se hará siempre al universal.

Lo dispuesto en dos párrafos anteriores no es aplicable a los auto que estuvieren en


diferentes instancias y en los conclusos para sentencias, los cuales no serán
acumulables.

20ª. -En los litigios acerca de recusación de árbitros y de amigables componedores


cuando ellos no accediesen a la recusación, será competente el del lugar en que resida el
recusado, o el del en que se hubiere otorgado la escritura de compromiso, a elección del
recurrente.
21a.-En los recursos de apelación contra los Arbitros, en los casos en que corresponda
según derecho, será competente la Corte de Apelaciones a que corresponde el pueblo en
que se haya fallado el pleito.

22a.-En embargos preventivos será competente el Juez de la demarcación en estuvieren


los bienes que se hubieren de embargar, y a prevención en los de urgencia, el Juez de
Paz del pueblo en que se hallasen.

DE LA COMPETENCIA EN LO CRIMINAL

La jurisdicción ordinaria conocerá de todas las causas criminales, con la sola excepción
de las que con arreglo a las leyes correspondan a la jurisdicción militar.

El conocimiento de las causas por delitos militares, cualesquiera que sean personas
corresponderá exclusivamente a la jurisdicción militar.

La jurisdicción ordinaria será competente para prevenir las causas por delito militares.

Esta competencia se limitará a instruir las primeras diligencias, concluidas las cuales, la
jurisdicción ordinaria remitirá las actuaciones al Juez que debiere conocer de la causa
con arreglo a las leyes, y pondrá a su disposición a detenidos y los efectos ocupados.

La jurisdicción ordinaria cesará en las primeras diligencias, tan luego como conste que
la especial competente forma causa sobre el mismo delito.

Considerarse como primeras diligencias las que se determinan en el artículo 34.

Fuera de los casos reservados a la Corte Suprema y a las Cortes de Apelaciones, serán
competentes para la instrucción de las causas y castigo de los delitos y de las faltas, los
Jueces de Letras y los Jueces de Paz de la demarcación en que se hayan cometido,
según su respectiva competencia.

Cuando no conste el lugar en que se cometió una falta o un delito, serán Jueces y
Tribunales competentes para instruir y conocer de la causa;
1º.-El de la demarcación en que se hayan descubierto pruebas materiales del delito.

2º.-El de la demarcación en que el reo presunto haya sido aprehendido,

3º.- El de la residencia del reo presunto,

4º.-Cualquiera que hubiere tenido noticia del delito.

Si se suscitaren competencia entre estos Jueces y Tribunales, se decidirá dando la


preferencia por el orden en que están expresados en el párrafo precedente.

Tan luego como conste el lugar en que se hubiere cometido el delito, se remitirán las
actuaciones al Juzgado o Tribunales de aquella demarcación, poniendo a su disposición
a los detenidos y efectos ocupados.

El Juez o Tribunal competente para la instrucción o conocimiento de una causa, lo será


también para conocer de la complicidad en el delito que se persiga, de su encubrimiento
y de las incidencias de aquélla.

Un solo Juez o Tribunal de los que sean competentes, conocerá de los delitos que tengan
conexión entre sí.

El conocimiento de los delitos conexos corresponderá a la jurisdicción militar, cuando


alguno de estos delitos esté sujeto a dicha jurisdicción,

Lo establecido en el artículo anterior se entiende en el caso de que sea competente la


jurisdicción militar para juzgar de los delitos conexos.

Si alguno de fuere por su índole y naturaleza de la competencia exclusiva de la


jurisdicción ordinaria, ésta deberá conocer de la cau sa que se forme sobre él, sin
perjuicio de que la militar conozca de la que se sobre los demás.

Considérense delitos conexos:

1º -Los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas.

2º -Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos, si hubiese
precedido concierto para ello.

3º.- Los cometidos como medio para perpetrar otros o facilitar su ejecución.

4º.- Los cometidos para procurar la impunidad de otros delitos.


Son Jueces y Tribunales competentes, su orden, para conocer de las causas por delitos
conexos:

1º-EI del territorio en que se haya cometido el delito a que esté señalada pena mayor.

2º-El que primero comenzare la causa, en el caso de que a los delitos esté señalada igual
pena.

3º-El que la Corte de Apelaciones, atendiendo sólo a la mejor y más pronta


administración de justicia, designe en sus casos respectivos, cuando las causas hubieren
empezado al mismo tiempo, o no conste cuál comenzó primero, si los Juzgadas o
Tribunales correspondieren al territorio de la misma Corte.

4º-El que la Corte Suprema, teniendo también en cuenta sólo la mejor y más pronta
administración de justicia, designe en el caso del anterior, si las causas hubieren
empezado en Juzgados o Tribunales que correspondan a diferentes Cortes de
Apelaciones.

Los extranjeros que cometieren faltas o delinquieren en Honduras, serán juzgados por
los que tengan competencia para ello.

Exceptúense de lo ordenado en el artículo anterior, los Jefes de otros Estados y los


substitutos de éstos, los Ministros Plenipotenciarios, los Ministros Residentes, los
Encargados de Negocios, y los extranjeros empleados de planta en las Legaciones, los
cuales, cuando delinquieren, serán puestos a disposición de sus Gobiernos respectivos.

El conocimiento de los delitos comenzados a cometer en Honduras, y consumados o


frustrados en países extranjeros, corresponderá a los Tribunales y Jueces hondureños, en
el caso de que actos perpetrados en Honduras constituyan si delito, y sólo respecto a
éstos.

Serán juzgados por los Jueces y Tribunales de la República, según el orden prescrito en
el artículo 163, los hondureños o extranjeros que fuera del territorio de la Nación
hubiesen cometido alguno de los delitos siguientes:

Contra la seguridad exterior o interior del Estado.

Contra el Presidente de la República.


Rebelión.

Falsificación de la firma o de la estampilla del Presidente de la República,

Falsificación de las firmas de los Ministros.

Falsificación de sellos públicos.

Falsificación que perjudique directamente el crédito o intereses del Estado, y la


introducción o expedición de lo falsificado.

Falsificación de moneda o de billetes de banco, cuya emisión esté autorizado la ley, y la


introducción o expedición de los falsificados.

Los cometidos en el ejercicio de sus funciones por empleados públicos residentes en


territorio extranjero.

Si los reos de los delitos comprendidos en el artículo anterior hubiesen sido absueltos o
penados en el extranjero, siempre que en este último caso se hubiese cumplido la
condena, no se abrirá de nuevo la causa.

Lo mismo sucederá si hubiesen sido indultados, a excepción de los delitos contra la


seguridad exterior del Estado o contra el Presidente de la República.

Si hubieren cumplido parte de la pena, se tendrá en cuenta para rebajar


proporcionalmente la que en otro caso les correspondería.

Lo dispuesto en los dos artículos que anteceden es aplicable a los extranjeros que
hubiesen cometido alguno de los delitos comprendidos en ellos, cuando fueren
aprehendidos en el territorio hondureño o se obtuviese la extradición.

El hondureño que cometiere un delito en país extranjero contra otro hondureño, será
juzgado en Honduras por los Juzgados o Tribunales designados en el artículo 163, y por
el mismo orden con que se designan, Si concurrieren las circunstancias siguientes:

1ª.-Que se querelle el ofendido o cualquiera de las personas que puedan hacerlo con
arreglo a las leyes.

2ª.-Que el delincuente se halle en territorio hondureño.

3ª.-Que el delincuente no haya sido absuelto, indultado o penado en el extranjero, y en


este último caso haya cumplido su condena,
Si hubiere cumplido parte de la pena, se observará lo que para igual caso previene el
artículo 174.

El hondureño que cometiere en país extranjero un delito de los que el Código Penal
hondureño califica de graves, contra un extranjero, será juzgado en Honduras, si
concurren las tres circunstancias señaladas en el artículo que precede, y por los mismos
Jueces que en él se designan.

No podrá procederse criminalmente en el caso del artículo anterior, cuando el hecho de


que se trate no sea delito en el país en que se perpetró, aunque lo sea según las leyes de
Honduras.

Los hondureños que delincan en país extranjero y sean entregados a los Cónsules de
Honduras, serán juzgados con sujeción a esta ley, en cuanto lo permitan las
circunstancias locales.

Instruirá el proceso en primera instancia el Cónsul o el que le re emplace, si no fuere


letrado, con auxilio de un Asesor, y en su defecto, con el de dos adjuntos entre los
ciudadanos hondureños, los cuáles serán nombrados por él al principio de cada año y
actuarán en todas las causas pendientes o incoadas durante el mismo.

Terminada la instrucción de la causa, y ratificadas a presencia del reo o reos presuntos


las diligencias practicadas, se remitirán los autos al Juzgado o Tribunal hondureño que,
atendida la naturaleza del delito, tenga competencia para conocer de él, y sea el más
próximo al Consulado en que se haya seguido la causa.

La jurisdicción ordinaria es competente para conocer de las faltas, sin más excepciones
que las faltas militares y las de policía.

Los Jueces del lugar en que se cometa una falta son los únicos competentes para
juzgarla.

En las faltas cometidas en país extranjero, en que sean entregados los que las cometan a
los Cónsules hondureños, juzgará en primera instancia el Vicecónsules, si lo hubiere y
en apelación, el Cónsul con su Asesor, si no fuere letrado, y a falta de Asesor, con los
Adjuntos de que habla el artículo 179. Si no hubiere Vicecónsul, hará veces un
ciudadano hondureño, elegido del mismo modo que los Adjuntos, al principio de cada
año.

Estos juicios se seguirán en conformidad a las leyes de la República.

Lo prescrito en este Capítulo, respecto a delitos cometidos en el extranjero, se entenderá


sin perjuicio de los Tratados vigentes, o que en adelante se celebraren con Potencias
extranjeras.

De la competencia que se suscitare entre dos Jueces del Juez de Letras de quien aquéllos
dependan. Si la competencia se suscitare entre dos Jueces de Letras, o entre un Juez de
Letras y un Juez de Paz, conocerá la Corte de Apelaciones de quien dependan.

Las cuestiones de competencia que se suscitaren entre las autoridades judiciales, fuera
de los casos enunciados en el artículo anterior, serán resueltas el superior común, y las
que se suscitaren entre autoridades administrativas y judiciales, serán re sueltas por la
Corte Suprema.

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