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DICIEMBRE 1 966 Núm.

3020

ONTRIBUCION PARA LA CLA5IF.ICACION


E LOS MOVIMIENTOS DEL TERRENO
Por ANGEL GARCIA YAGÜE
Dr. Ingeniero do Caminos, Canalos y Puertos
del Servicio Goológico do O, P

La ucccsukul (/"C' plunic« d 1/ 11101'. c/(' 'l'!" se: I/c/o/j/ ('// /I/S IIClil'iolll/lc',\' '! (,O/,I'('C'/I/\'
palabra» castcllaua» /)(//'(/ c/l'sig/ll/l' !I dl/si/i('(//, los ch\'1 i/l/o,\' 1I/0l'iIlIit'II/(I,\' (id //".,.('//0.
lo cua! también podru¡ hacerse ('xl('/I.\'iro (/ otro« /('IIII/S. /',\' //1/ (/.\'1111/0 ele ;11//'/'/:,".
¡J0l' /0 (I//{' IIOS prnnitinu»: rcctnurntlur (/ lu« !t'l'/O/'(,.\' C/I1(' 1/'1//1 ('011 (/1/'/II';(íll r! /)/'(',\'('/1/('
atticulo !J S(' tlcculuu (/ 1('1/('1' ('// cucut a l(/ ..cO/lsic!/'I'al'Í(í/l [uutl",

I. Introducción.

En la actualidad se hala realizado lIlIIC!lOS iuuutns para dasifical' los 1I10\'iIlli<'II-


tos del terreno. SlI complejidad es grande, PUl'S pllede abordal'sl' esta claxilicucióu
desde muchos plintos de vista, COIl el resultado de <¡lll' Sl'gÚl1 scu la lormucióu dcl
que la ha realizado el resultado ha sido dilcrcnu-.
El ingeniero dedicado a estos prohlc mus se l'lICIIl'IILra, pucs, cun tal sl'ril' de
clasificaciones y suhclusificacioncs contradictorias uuuhnx veces. qtll' opta por prl's-
eludir de todas ellus. Si a esto 111linlOS los dilcrcntcs idiomas l'11 los qllc se hall p"-
blicado estas clusificacioucs y la dilicullud dl' truducir expresiones o t{'nnillos, qllc
a veces sólo se diferencian en matices, llOS encont nuuos qlll' existe uuu uuarquíu l'll
el empleo de los términos, con los (lile se clasifican los distintos tipos de movimicn-
to del terreno.
La conveniencia ele utilizar un mismo lellgllajl' gcot{'CllÍl'O todos los qllc por
nacimiento tenemos el mismo medio de o xpn-sión ex evidente ~ . su ucccsidud clara.
Ello nos permitiría entendernos sin nccc .ídud de utilizar t'l consuhido grúfico, en
expresión de nuestro eminente y llorado profesor D. Eduurdo Torro]u, muletas de
nuestro lenguaje cuando no tiene la fluidez y soltura necesaria.
Pero, además, nos permitiría orientar seriamente las soluciones ~. su urgencia.
aún antes de conocerlos en concreto. Cuú ntus veces en el Servicio Gcológico he-
mas iniciado un viaje presuroso hujo el signo de la preocupación Y' al llegar ul sitio
del calificado, por ejemplo deslizamiento, hemos encontrado una caída de rocas ya
pasada y sin urgencia de solución.
En la actualidad, los problemas que presenta el terreno a las obras de ingenie-
ría se aborda en centros de enseñanza independientes, sin gran conexión entre sí,

:l I J: .'1 13 N. t: / Y Ó Ó 995
motivando nuevos buutismos de Icnómcn os conocidos, palahras que se viert
puhlicaciones o traducciones cuya lectura suscita los más diversos comellt:trio
xime si pensamos en el mundo del castell ano, que no se reduce al recinto el
cscuc la, facultad o nación, sino que se e xtiendo al amplio mundo hispano.
cano.
Pudiera pensarse quc con este artículo pretendo imponer nuevos nomhres
creo (pie tras su lectura se concluirá que mi labor es poca y las pretensiones
sus. Es mús, (luisil'ramos que fuera sólo una llamada a la colahoración de todos
tcresados en estos temas y (llIC, iniciado el dül1ogo, sea, por ejemplo, la :\soe
Espailola cIt, Mecánica del Suelo la (Iue sa ncione v (lUC, en su caso, dé difusiór
{¡!le se crean más razonables.
El articulo arranca de unas sesiones d e la Asociación de Mecánien del
donde se distrihuyó truba]o entre los asistentes y, en concreto, se me asignó
presento.
Pasado el tiempo, encontró que don Hieardo Marsa], Profesor adjunto el
cúnicn del Suelo en la Escuela T écnica Supcrior de Ingenieros de Caminos, el
v Puertos, hahía realizado el mismo traba jo. 1)01' ello, decidimos reunirnos v
frontur resultados. En las rcun iones <¡ue sostuvimos asistieron nuestros q;1
compañeros D. Alcihiades Serrano y D. Luis Antonio Blanco. Por el traba
equipo realizado no podemos decir qué ideas pertenecen a cada uno, pues
es hacerlo cuando el trahajo es realmente de un equipo. Posteriormente se en
todos los vocales ele la Asesoría Geológica de Ohras Públicas una copia del e
qlIe acompai'íamos, con el ruego de que remitiesen sus ohservaciones, y espc
('1 tiempo necesario para rccíbírlas.
Por último, diré que los vocablos elegidos para cada tipo de movímíen¡
sido discutidos uno a uno, teniendo en cuenta el matiz que en castellano tic
las características del movimiento. Podía haberse intentado dar, como se ha
geología, a cada tipo de movimiento el 11 ombre geográfico de la localidad d
primero se estudió, pero esta lahor es propia de un grupo internacional, y ad
supera nuestras posihilidades de tiempo y conocimientos. Ohscrvncíón importa
que sólo nos referimos a movimientos producidos en un escarpe o ladera, ah,
nando un amplio campo, que incluiría los hundimientos, desmoronamientos, de
hamientos y otros muchos, quc (ll1izi.Í. en su día ahordaremos.

11. Cuadro clasificatorio.

En el cuadro (llIe adjuntamos hemos seguido las directrices de la publica


de Highway Hesearch Board, Special Heport "Landslides und Engineering Pract
En vertical existen dos grandes divisiones: la superior, referente a terrenos ro
o compactados naturalmente; la inferior, a terrenos poco consolidados. En la
mera, el terreno predominantemente cae o se desplaza, mientras que en elsegu
el terreno fluye. Aquí el terreno está tan to más saturado cuanto más inferiorm
se encuentre. Por último, en la parte inferior hemos puesto un apartado de m
mientes complejos, es decir, aquellos que engloban características de fenómenos
los tres apartados indicados.
Horizontalmente, la ordenación es roca a la izquierda y materiales finos a
derecha para los terrenos compactados y elementos tanto más finos a la derecha
los poco consolidados.

9q6
1\/;'I·/S1'.·1 /)F. 013N.·1S pOBU

; . ~ -.
NATURALEZA DEL TERRENO
CLASES DE MOVIMIENTO TERRI!NOS SUl!lTOS
ROCA (MATERIALES CLASTICOS, INCLUYENDO TROlOS O! "OCAS I ROCAS MILONITtZ AD•. 3 MATERIA OfltOANICA ETC, )
,
I

I-----------------+-----------------:::~:::--------------------------~.-:..:.::.:..:.=:.:....:.:..:=::....:::...::.::=:.!..::=:::.~.:.:..:.:.----
1 CAIOA
TIlR"fl,~,~ eOHl!"!!NTU (A"l!NAS 6"AVAS AflUIOSA,
Porlo d.l t.n'1Ino movtdo .0 do.ptala a trovo. d.t
o.ro Incluyo oalda lIbro,reboto y rodadura do rocal V ~I~O~ ea.... ARCillAS) •
o "oll",onloo quo lO intor"oren muy poco entro II O. ...,....OIMI...TO
(EXTREMAOAMENTE ""p'PO)

Ir DESPLAZAMIEN TO
A - El lor","o en mo.'mlonto con.ta d. J)OCCS bloqu•••In AUIALANIlIt'O
Q,on do'ormaclón. Lo' movimiento. pue<lon lor r-ogulaCSo. eoc "'UY AA~IDO A EX-
[::n:~~~~':i~,~,~O:~::t; ore:i:~r:;~~~,.talol oomo fallas, rRfMA0Af4rNTr AA~IOO ESTRATI,.ICAC'ONI!S
o OIACLASAI
Iplo~i~~T.~~~~rn~:'~:~:~~rm~:'::et,~v:~O
~~~D: :,e.~~.-
,<reulorll.cabocoando. '
2) PLANO Movlmlonlo o lo largo d • • upm/al.1 do menor
, .. III_elo mo, o monol plana. 1gen..,.almonto un plano AOCA
Jo .1'ra tllleGclón) . El btoquo puodo alojarlO mucho do su
.,luoclat1 Inicial
B •. El lorrono on movlmlonto oon.la d. muoho. bloquo. OUP\.AlAMIIJlTO CONCOROAN'E
semo.lndopondl.nto. o muy dolormado•. Cat1 Irocuenora ROCA e t.t!'NTO)
101 movomlonto. OItan regulada. por lup.rllolo. do Tonor
,0.lllonelo 1010. como folla. 1plano. de OIlratllloaolon,
doaelalo,¡ ó por Cat1lacto entre roca Ilrm. y dotrlto. ,
Port. do 1'0 mala on movlmlonlo puodo llegar o cabalgar ARCILLA
IObNI lo lupor"olo primitivo del terreno.
DlaLIZAMI •• TO

COA"UUINfO DI DeTRITOS
1 DE NUV LENTO A RAPIOO)
CO'''t1MIl!NTO
(DE MUY LENTO A IUPIDD)
( De MODeAADO A MUY RA~IOO)

TERRENOS MUY POCO CONSOLIDADOS


r--------------------------
NO PlASTlCO MUY PlASTlCO
DOMINAN GRANDeS TROZOS O! ROCA l ARENAS O LIMOS SENSIBLeS 1 MEZCLA DE ROCAS, TIERRAS, ARCILLAS, ETC.

"LUJO O' ARCILLA


( DE LENTO A RAPIOO I

$OLIII DE LIMO o LOIlS.


GOLPI DI A"INA EXTREMADAMENTE RAPIDO
.RRUPCION
(DE RAPIDO A MUY RAPIDOl
(¡nRrMADAMrNTIl IIA~IOO)
ESTE TIPO DI! MOVIM'I!NTO sucrDE UNICA- ROCA ALTERAOA
111 F'LUENCIA MENTI! CUANDO e''''Non Dr'~RI!NOIMII!N­ SUELO. ETC. _ _-<':'r'n''nI

~
La 'ormo '1 dlltribuolón aparonte de vetooldado. TO' O CORRIMieNTO. ALCANZAN GftAN VI!'
LOCIDAO

\ ...~.~ ~w".,
ARCILLA,MARGA ALTERADA
del material movldo,.e a.omoJa a lal d. un Huido
vl.colo. - . .. . ' LIMO
ROCA < r; .• ' -.' AOCA
..... "

COAAIPTI 01 Tt'''AA
ALUD (MUY """100)
(Ol! MUy A EXTR!!MA'
RA~IDO
OAMENTI! RAPIDO )

ROCA

PLUJO IN VALLI
e DE MUY LeNTO A MooeRADO)

AReNA L'M~IA

o
Q
e
1: JO""I"'I 01 AAIHA o LIMO
...e
;:)
( DE RAPIDO A MUY RA~IOO 1 TORAINTE 01 TII"AA
( MUY RAPIDO)
'ORA'.'I O' PAMeo
(DI! "'ODE"Aoo A MUY RA~IOO)
ID

IV. MOVIMIENTOS COMPLEJOS


El movlml.nto .. una combinación do uno o más do I'CALA 01 VI&.OCIDAO.I
lo. tr •• prlnClpalo. tipo. do movImiento d••crlto•• ARCILLA .LANOA HUNOIMIINTO COMPLIJO
Mucho. movlmionto ••on oomploJo',aunque un tipo CON CAPAI DE ARE- - MUY RA~IOO
IIMerolm.nto domina .obre lo. otrol en clorta. lonOI NA, LIMOSY FANGOS -" M'SEe.
o on un momonto particular on la evotuclón del ml.mo. 'U~"I"1CII MIMITIVA I!NTER"ADOS EXTREMAOAMENTE
Of:L rr....l!NO G"AVA AAOLLOSA
10
"AP'DO ~M/.!t
ZONA 01 e"IITAI I
LONeITUOIHALI!'
IRIITA' TRAHIVI...A....
lO"
., MUY RA~'DO

LOMO' TRA....VI"."LU
1!.cA,.,.1 ""'NC'PAL
10
10
., l.' N/NIN
MllfAl "AOIAL • ftA~IOO
Il00UI! ""INCI~AL 10'·

EICA"~I 'I!CUNDAR'O
1O'·
10
.. MODEfltAOO
1M' OlA

IM/MII
UH'UA BLOQUI! seCUNDARIO CLASIFICACION DE LOS MOVIMIENTOS DEL TERRENO 1O" LINTO
1M 'AÑO
10·'
MUY I.ENTO o., MIAÑO
1O"
UT"I!MADAMeNn
.o- LINTO
Los dibujos corresponden u tipos csq ucmatizudos ele movimientos, \' se han si-
tuado, aproximadamente, en el lugar que le correspondon, aunque lo misl~lo (Iue exis-
ten movimientos complejos entre las dos graneles divisiones según la vertical, tam-
bién lo existen en horizontal, y, por tanto, de hecho existen todas las graduaciones
y tránsitos imaginables, fácilmente expresables al poderse utilizar simultáneamente
las palabras que definen los tipos C:l1~'a mezcla hemos ohservudo en el caso concreto
ele estudio.
Creo que con los esquemas que presentamos se podrán clasificar los movimicu-
tos del terreno con pequeños reconocimientos superficiales, pues precisamente el cri-
terio u tilizado para esta clasificación se hasu en las características topogrúficas oh-
servables en el terreno v en la naturaleza del material movido.
Hemos incluido una clasificación ele l.r rapidez del Ienómeuo junto C011 tina es-
cala grúnca. Esta clasificación es forzosamente imprecisa por la dificultad de faci-
litar cifras, pero que será útil a quien no haya seguido de cerca cada uno de estos
fenómenos.

111. Descripción de los movimientos del terreno.

1II. 1. El terreno caco


Se considera en este apartado todos aquellos movimientos donde la masa movi-
da se desplaza en parte de su camino a través del aire, aunque luego reboten, rue-
den o deslicen las unidades movidas () fragmentadas.

IlI. 1. a) Desprendimientos.'
La zona movida cae en vertical, al menos inicialmente. Se produce por agota-
miento de la capacidad resistente del material al esfuerzo cortante, al amparo casi
siempre de fisuras o diaclasas, y por haber quedado en voladizo. Este se produce
bien por la acción de una erosión fluvial con zapeado, como, por ejemplo, en los
bordes externos de los meandros encajados, bien por erosión cólica en acantilados,
(jue se celia )' progresa en los paquetes 111 ÚS blandos y alterahles y a otras veces
por trabajos humanos, La causa inmediatu del movimiento puede ser variada, pero
la real es una de las enunciadas. Su corrección sólo puede hacerse por apeos, recal-
ces o cosido, aunque, en principio, parece más lógico precipitar la caidu de las zo-
nas que amenacen, o evitar el ataque y progreso del voladizo. Estos movimientos
son bruscos, aunque suelen anunciarse por la caída previa de pequeños fragmentos
y aumento o desarrollo ele grietas en superficie.

IlI. 1. h) Desplomes.
La parte movida cae con un movimiento de giro, al menos inicial, apoyado en
su base externa. Se asemeja a la caída de un libro puesto de canto. Si una vez inicia-
do el movimiento, al apoyar la hoja o zona movida en una arista inferior, ésta se
deshace, se combina con un movimiento vertical, del tipo de derrumhamiento (que
no he1110s incluido en este cuadro por las razones ya indicadas y que consiste en
el fallo por la base de una estructura del terreno, al igual que se derrumbaría una
edificación si fallasen los muros portantes o soportes de su primera planta). Estos
movimientos se producen en los bordes de acantilados rocosos por la acción del hie-
lo en fracturas o estratificación abierta vertical o en dopiome, o por la acción del

InMBRE 1966 997


empuje hidrostático del agua que pueda infiltrarse. También se produce en Cal1tilL,~
de materiales areno-arcillosos compactados cuando son atacados en su pie por la ac-
ción de un curso fluvial.
.Puede evitarse en los materiales rocosos por drenaje de las juntas, por cosidl'¡.
por protección contra el hielo y la infiltración del agua y en los materiales stlelt()~
por protección de su pie contra el agente que lo ataca.

III. 2. El terreno se despui:a.


Está producido por fallo a la resistencia a esfuerzo cortante a lo largo de s\llwr-
ficies planas o curvas cuya existencia y situación puede deducirse:
Puede distinguirse: 1.", Movimientos que constan de uno o pocos bloques, COIl
dimensiones a veces superiores al máximo desplazamiento producido, con dos mo-
dalidades: movimientos con superficie plana y movimientos con superficie curva. \
por supuesto la mezcla de ambos. 2.", Movimientos que costan de muchos bloqlll:~
que pueden ser de dimensiones muy peq ueñas, independizados durante el proceso
del movimiento.

lll. 2. a) Beshaunniento.
Sus características son: superficie plana, formada por planos dc estrntificnción
fracturas o litoclasas, sobre la quc resbalan los bloques, que alcanzan el pie de la
ladera sin apenas trocearse. Son movimientos bruscos, que se producen en materiule,
rocosos. Su previsión puede hacerse observando la pendiente de la ladera, las in ter-
estratificaciones del material y el relleno de las litoclasas o fracturas, según la la·
dora, así como su situación. La causa puede ser un descalce progresivo de los pa,
quetes por agentes naturales o la acción del hombre, por ejemplo, al hacer una trin-
chera o excavación a Inedia ladera, combinado o no con la infiltración de agua en-
tre las juntas rocosas y desarrollo de presiones hidrostúticas o intersticiales. Su co
rrección puede hacerse por cosido, sosten imiento con contrafuertes en su base y dre-
najes, ya (.luc, en general, es difícil impedir la entrada ele agua superficial, eligil'll'
do uno u otro procedimiento, según sus características y coste.

tu. 2. h) Corrimientos.
Hemos adoptado esta palabra fijándonos en la diferencia que en el cuerpo hu
mano existe cuando corremos o resbalamos. La diferencia sustancial con el anterior
es (PlC el conjunto movido se trocea tanto más cuanto mayor es la distancia des
pinzada, resultando una acumulación caótica de bloques al pie de la ladera. Se pro·
duce por causas parecidas al anterior, en materiales que pueden ser menos rcsis-
tentes y estar más diaclasados. Si la longitud total recorrida es pequeña se pucd.
confundir con el anterior. En su prevención ha de tenerse en cuenta que es prefr-
rible sujetar la zona inestable por el pie y que las labores de drenaje pueden ser inr
ficaces. Por último, el movimiento suele anunciarse más claramente y es algo mene
rápido. La masa troceada, que no ha alcanzado el pie de la ladera, suele seguíl
moviéndose, buscando su equilibrio, que en el primero suele alcanzarse rápidamente

Il l, 2. e) Corrimiento de detritus.
Se produce en los detritus que recubren las laderas, estén o no drenados. Lo
elementos aislados que lo forman tienen desplazamientos diferenciales análogos a lo

998 REVISTA DE OBRAS POBL/(.I


del movimiento anterior. Su velocidad es de muy lenta a rápida, y con frecuencia
se inician de abajo hacia arriba, en progresión <luC puede seguirse Fácilmente. Se
originan por aumento de su contenido de humedad, descalce en su pie, aumento
de espesor y peso por nuevas acumulaciones de detritus, caídos de las zonas de ali-
mentación ..de la montaña o por un proceso natural de alteración de sus componen-
tes. Es difícil evitarlo, aunque siempre el drenaje favorece su estabilidad v habrá
que cuidar las obras que en ellos se realicen. Convendrá no olvidar que la' natura-
leza siempre ofrece señales de movimiento donde ya se han producido o pueden
presentarse, y que la adecuada observación del terreno puede prevenir tanto éstas
como todos los movimientos <lue describimos.

lIl. 2. d) Desplazumienio discordante,

Bloques, a veces de dimensiones extraordinarias, se desprenden de un cantil,


que puede haber desaparecido, ~' se desplazan sohre una topografía labrada en terre-
nos, en general, más blandos ~r erosiouah les y pendientes más suaves. Es discordan-
te porque la superficie límite inferior del bloque movido va poniéndose en contac-
to con terrenos de distinta situación estru tigrúfica. Estos movimientos son de tipo
geológico y pueden localizarse con un adecuado estudio geológico de detalle, pero
poco podemos hacer para detenerlos. Una vez mús la mejor defensa es no aceptar
el combate, sino evitarlo. Sus causas son anúlogas a los resbalamientos.

l ll, 2. e) Despuizamtento concordante.

Se diferencia ele los anteriores por su diferente velocidad y porql1e suelen pro-
ducirse en materiales hlundos compactos, tales como arcilla, arenas )' sus mezclas.
En la masa se desgajan grandes bloques, q uc se desplazan lentamente sobre un pla-
no de estratificación o superficie de discontinuidad, aprovechando la propiedad lu-
bricante ele la arcilla humedecida en la hase del bloque. Es un movimiento con ca-
racterísticas plásticas difícil de evitar. Su corrección - obligaría a eliminar el agua
que existe en el contacto y que actúa intcrsticialmente, pero (lue en el caso de pro-
ducirse entre arcilla y arcilla exigiría una proximidad de drenes, de coste muy' ele-
vado v realización llena de dificultades.

IlI. 2. f) Replac;ón.

Es un proceso que sólo ulcctu a la zona superficial y alterada de las laderas de


terrenos arcillosos por fenómenos de desecación y retracción de la arcilla. Es lllU)'
lento, puesto que en cada ciclo estacional los bloques individualizados avanzan la-
deras ahajo del orden de la dimensión de las grietas de retracción formadas. No
es fácil evitarlo; puede adivinarse por la inclinación de los troncos de plantas y ar-
bustos de la zona. Reviste importancia el plano de discontinuidad formado, que,
descalzado por otro proceso, puede originar un movimiento análogo al corrimiento
de detritus ya comentado.

III. 2. g) Deslizanüento.

Hemos reservado esta palabra al movimiento del terreno más conocido y estu-
diado, aunque pudiéramos haberle llamado deslizamiento curvo y aplicar la pala-

¡)ICJE.JlIJRJ~ 1966 999


Iira deslizamiento a lodos o parte de los estudiados. Este tipo, pese a que es 111 a,
frecuente en terrenos arcillosos, puede presentarse en cualquier clase de terreno
cohesivo, pero sus dimensiones, por ejemplo, en el caso de un terreno rocoso estra.
tificaclo son mucho ma;lores, aparte de exigir la existencia en el interior de una lib.
trihución más o menos homog('nea de planos de estratificación ~' litoclasas.
El movimiento consta de un giro COIl cabeceo e inclinación contra ladera <1\.
su cabeza () parte superior. L.. a superficie del movimiento es asimilahle a una Sil.
perficie curva del tipo de semiesfera, o cilíndrica si predomina la dimensión tramo
versal. Tamhién puede estar constituida por partes planas y curvas, en una trunsí.
ción hacia otros tipos de movimiento, ell cuyo caso se ohscrvu un giro y traslaciúll
l . a masa movida puede constituir un solo hloque con zonas desorganizadas en \1)1
extremos, principalmente en su pie, o suhrlividirsc en varios bloques con desnivel,
mientes y bnsculamicutos. que nos hacen inferir sobre la forma de la superficie
del movimiento. Los dcslizamicntos pueden producirse a media ladera, al pie. ()
afectar parte del terreno más o menos llano fuera de la ladera, seglll1 círculos (j¡.
pie o profundos. Es normal en los lihros de geotecnia la descripción de las carne
tcrísticas del terreno en estos casos, por lo que no entraremos en el tema.
El movimiento se produce:' por fallo a los esfuerzos cortantes a 10 largo de \lna
superficie ele mínima resistencia. Su causa puede ser el aumento de peso en el hur-
de () sohre la ladera movida, el descalce del pie por Fenómenos naturales o lalior«
humanas, un proceso de erosión ~' arrastre con aumento de la pendiente topogrúfi.
ca de la ladera, alteración progresiva de los materiales a causa del agua infiltrada
o por uu aumento de óstu a consecuencia de temporales anormales o labores en la ¡

superficie, como pudiera ser una reciente repoblación o puesta en riego con banca·
les, que favorecen la infiltración. Su previsión puede hacerse observando las ladeo
ras y estudiando la estabilidnd ele los taludes naturales o aquellos que con la 01H.l
vamos a imponer. Una vez producido en una zona, nos puede orientar las ohra\
qne hemos de realizar para evitar otros próximos. Si las cansas están ligadas al h0111··
hrc, es preciso estudiar y eliminar o compensar lo que desequilibra. Si son nutu
ra les, en las que Irecucntemcn te estú presente el agua, habremos ele combatirlas ~.
en este caso, disponer drenajes para sacar el agua que puede existir en el interior.
~. evitar, en lo posihlc, la infiltración de la superficial. Una vez producido el movi
miento, los bloques desplazados tienden u una posición final ele equllihrio, movién
dose lentamente. Como el cahccco ha impuesto contrapendiente y zonas sin clcsa
gües, se forman charcos, cu;'as aguas se infiltran en el terreno, favoreciendo el mo
vimiento, Por ello, debe regularizarse la ladera afectada, suavizándose los escarpes.
impedir se formen charcos y alejar en lo posible el agua de escorrentía.

II I. 3. ~J oounientos en terrenos ¡Joco consolulados.

Las zonas movidas presentan desplazamientos diferenciales v de conjunto, que


recuerdan la circulación de un fluido viscoso.

lIT. 3. a) Irrupción.

Es un movimiento poco frecuente y conocido. Se produce cuando grandes des·


prendimientos o corrimientos originan grandes 111aSaS de rocas troceadas, qu<' ~t'
trasladan valle ahajo a velocidad de varios metros por segundo, a 1110do de avenide
rocosas. Estc.ll1 ligados a valles angostos y de gran pendiente.

1000 JUiV/S1'A DB OBR.1S POBLlO~'


Il I, 3. h) Golpes de arena.

Se producen en terrenos arenosos secos. Su forma es de tina semigota de agua


invertida. Por su parte inferior, más estrecha, se proyecta parte del terreno afee-
tado por el movimiento a modo de chorro de arena. El movimiento se produce
bruscamente. La causa cstú ligada a unus pendientes exct'sivas y viluuciones.

lIl. 3. e) Golpe de limo o loes.

Es prácticamente el mismo mo\'imiento (lu<" el anterior, qlle puede afectar zo-


nas mayores)' tiene formas externas menos geoIl1l'tricas. Al igual (jlIe en el caso an-
terior, el movímíento es sumamente rápido. en lo tl ue nos hemos fijado para adop-
tar el nombre de golpe.

llI.. :3. d) Torrente de arena o limo.

Cuando la arena o limo cstú saturado, el movimiento es anúlogo, pero sus ca-
racterísticas se asemejan más a un líquido viscoso, dísmiuuvcndo algo su velocidad.
Existe, por supuesto, una continuidad entre los anteriores y éste, según su mayor o
menor contenido de agua. Cuando existe agua, su dn'najt' mejora la cstuhilidud,

lII. 3. e) Allld de detritus.

Es parecido al movimiento descrito CO!110 corrimiento de detritus. En este caso,


los materiales que recubren la ladera están sueltos y pueden tener o no agua en
los intersticios de sus elementos, mús finos <¡uc en t'l caso del corrimiento. Son mo-
vimientos muy rápidos, (lue afectan a zonas importantes de la ladera. Su corrección
ha de basarse en la contención de las zonas íncstuhlcs ~. la exclusión del agua (llh,'
siempre favorece el movimiento.

II I. 3. f) Torrente de del ritus.

No es propiamente un movimiento ~l('l terreno, sino un arrastre por los torren-


tes originados por lluvias in tensas ele los dctri tus ,\' terrenos sueltos. Las masas trans-
portadas pueden ser importantes, cortando vías de circulación y arrusundo campos
ele cultivo. Su previsión consiste en la adecuada corrección clt l torrentes.

II I. 3. g) e orricnte de tiCI'l'(I.

Corresponde a terrenos arcillosos o limosos, COn un contenido de agua impor-


tante, que se Huidifican y mueven con las características de un Hu ido. Sil corrección
tenderá a eliminar en lo posible el agua que rellena los poros. Cuando el terreno
está saturado, pasa a ser torrente de tierra, con características aún más parecidas
a la circulación de un fluido y resultado final parecido al torrente de detritus.
Son movimientos muy rúpklos,

I1I. :3. h) Flll;O en valle.

Es fenómeno muy corriente, qlle se produce en las vaguadas clonde se han acu-
mulado detritus de laderas con un contenido importante de agua. La masa está en
movimiento lento, que puede acelerarse o pararse temporalmente, apenas perceptí-

n¡ e 1E .1/ B R E 19 66
1001
ble, salvo por la observación de los árboles que acusan el arrastre superficial. :\\
atravesar una carretera una vaguada con este movimiento o construir en ella una
ohra de fábrica, se acusan con el tiempo agrietamientos y pérdidas de alineación.
En el pie de la vaguada puede observarse que existe un abombamiento de las ('l\('.
vas topográficas y pequeña desviación del arroyo en el que desemboca. Es difícil
pararlos o estahilizarlos, pues supone extender el saneamiento y drenaje vaguada\
uniha, Si se hace un desmonte se originan normalmente deslizamientos remontan.
tes, que en conjunto expresan el sentido ele avance general del relleno de la va-
guada.

IlI. :3. i) FllI;o en arcilla.


Se produce en arcillas con gran contenido de agua y se aSC111eja a los desliza·
mientes externos y poco profundos, pero la masa movida se desorganiza totalmm.
te y se acumula al pie. Es frecuente en las trincheras excavadas y afecta a una ZOlla
alterada poco profunda. Su corrección será, como en el caso de todos los movimien.
tos en terrenos no consolidados, mediante plantaciones de árboles y arbustos de rui-
ces profundas y, por su puesto, evitar la alteración y llegada de agua.
Si el contenido de humedad es ma~'or y en lugar de arcilla tuviésemos fango
tendríamos el flujo de fango.

111. :1. j) Flll;o en manto.


Sl' clifercncia del anterior en Sl1 mayor extensión ~. menor profundidad rclati
va. Se origina en terrenos CO\l gran contenido de agua. A veces, rehosa los mlll"o~1
de sostenimiento d{' picl de latlr-ru. SIl co rrccción sería anúloga a los casos a 11 k·
riores.

IV. Movimientos complejos.

En la naturaleza no existen compartimentos estancos claramente diferente,


donde puedan incluirse los diferentes movimientos, ni tampoco las causas o fellú,
menos que actúan lo hacen uisludumcnte. l.... as mezclas de unos y otros hacen lJllt'
sea difícil encontrar movimientos tipos y sí Fácil localizar las mezclas. El movimicn
to resultante es en consecuencia complejo, con sus características de velocidad y P'"
ccdimicntos de corrección mezcla de las correspondientes a los movimientos que 1,
componen.
Por ejemplo, en el deslizamiento encontramos que en su pie la masa ha llui
do, asemejándose más a un golpe, torrente o Hujo. Es claro <pIe si tratamos de co
rregir esta zona habrá de tener en cuenta este tipo de movimiento y no el desliza
miento,
Un caso muy típico es el hundimiento complejo, que incluimos en el cuadro gl'
ncrul, donde fácilmente se ven las partes q 11<.' poscen cuructcristicus diferentes.

v. Métodos de previsión y corrección.


Ya hemos indicado (lllC la naturulezu siempre presenta indicios que permite
prevpr <'1 tipo de movimiento que puede producirse e incluso su probable Frecuenci

1002 1\.F.l·/STA VF. OBN..IS l'C'BLI,.


Desgraciadamente, no siempre se dedica el tiempo necesario ni es posible hacer-
lo. Ello requeriría que en cada zona del t crrrcno se realicen observaciones v recono-
cimientos superficiales cletenidos y concienzudos. Además, exige en el obsen;ador una
experiencia y conocimiento, que sólo se afianza con la práctica y sobre todo, una pues-
ta él punto para que se piense en esta técn ica y no se deje llevar por los diferentes
problemas que toda obra presenta. En caso de duda, habría de recunirse a reconoci-
mientos del terreno con sondeos mecánicos y geofísicos y a la colocación de puntos
fijos para un control geodésico de su posición, labor larga ~' no fácilmente aceptadu
por los responsables del proyecto () estudio,
Para efectuar la corrección ('S necesario conocer las causas del movimiento. Ahora
hien, las causas, repetimos, no son únicas, y por ('110 la corrección deberá basarse en
atacar aquella o aquéllas que sean más Iúcihncntc elimínables. El agua siempre COIl-
tribuye a la inestahiildud, por ésto a ella suelen dedicarse los esfuerzos ele corrección,
a lo que nada tenemos que objetar, 1)('1'0 1; in olvidar <llle su drenaje a veces es muy
costoso y difícil.
La estahilización mediante plantaciones arbóreas es técnica muy recomendada
por su doble efecto: cosido con sus raíces y fijación, por lo tanto, de capas superfi-
ciales inestables y su transpiración, que en definitiva es un proceso de drenaje. Aho-
ra hien, aparte de la necesidad ele seleccionar especies ele crecimiento rápido y raí-
ces bien desarrolladas, llamamos la atención a los perjuicios que pueden producir
unos uhuncalumientos, por mínimos que sean, y unos riegos necesarios en ciertas
zonas en la primera etapa del desarrollo de ciertas especies. En estas ocasiones au-
mentamos el agua infiltrada ~' podemos a tentar contra los fines que perseguimos,
Tampoco se puede olvidar que si el proceso de alteración del terreno es progresivo,
pueden quedar las raíces de los árboles en la zona alterada e inestable y entonces
no ser suficiente su labor de cosido. En cstr- caso, frecuente en zonas arcillosas com-
pactas en climas húmedos, se eliminan los pequeños deslizamientos, pero no los
grandes que se producen, a veces por la eliminación de aquéllos, que con su frecuen-
cia iban suavizando el perfil topográfico de la zona. .
La labor de cosido mediante raíces de úrholes en laderas inestables, ha sido sus-
tituida de forma, más eficaz y rápida por el cosido mediante hulonado o cables. Su
aplicación actual es muy grande y sus posibilidades enormes. Como toda técnica tie-
ne sus limitaciones de tipo económico y práctico. pero no cabe duda que sus resul-
tados son excelentes.

VI. Consideración final.

No pretendía qne este artículo fuese 11n tratado tan completo como se merecen
estos fenómenos. que frecuentemente exigen estudios complejos, pero sí creo que si
los técnicos que usan el castellano prestan su colaboración y facilitan sus obser-
vaciones, podría constituirse un lenguaje común, hase de arranque para una publi-
cación de un equipo, con mayor extensión y profundidad; cuya labor sería útil a
todos nuestros compañeros, Por ello, ruego encarecidamente. que mi amigo el lec-
tor inicie (,1 diúlogo y me envíe su critica.

'/c'IEJlBRE 1966 1003

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