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Sujeto de la política y política de sujeción

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Ricardo Etchegaray

Sujeto de la política y
política de sujeción

El resurgimiento de la política en el
pensamiento de los comienzos del siglo XXI

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Índice general

Presentación................................................................................................9
Introducción.............................................................................................11
Capítulo 1 - El dominio de la razón unidimensional....................................19
1. Introducción ...........................................................................................19
2. La teoría crítica de la sociedad.................................................................26
3. La racionalidad tecnológica y la lógica de la dominación..........................34
4. La sociedad industrial avanzada como una sociedad sin oposición: las nuevas
formas de control de los individuos.....................................................................43
5. Los límites de las categorías dialécticas....................................................47
6. Los límites de la crítica: la superación de la categoría de fundamento......55
7. Críticas a la razón dialéctica.....................................................................58
8. Conclusión..............................................................................................61
Capítulo 2 - Una concepción microfísica del poder: las sociedades disciplinarias
y las sociedades de control...................................................................63
1. Introducción............................................................................................63
2. La constitución de las sociedades disciplinarias........................................68
3. El panóptico............................................................................................71
4. Los instrumentos del poder disciplinario.................................................75
5. Genealogía de las sociedades disciplinarias..............................................78
6. Cómo funciona y para qué sirve el panoptismo al nivel de la existencia
individual....................................................................................................81
© Universidad Nacional de La Matanza, 2012 7. Conclusiones provisionales de la investigación.........................................83
Florencio Varela 1903 (B1754JEC) 8. Una nueva teoría del poder......................................................................86
San Justo / Buenos Aires / Argentina 9. Los avances de Foucault...........................................................................89
Telefax: (54-11) 4480-8900 10. Poder y dominación...............................................................................95
editorial@unlam.edu.ar 11. Las sociedades de control.....................................................................100
www.unlam.edu.ar 12. Conclusión..........................................................................................102
Capítulo 3 - La política como desacuerdo frente a la dominación del poder.107
Diseño: Editorial UNLaM 1. Introducción..........................................................................................107
Diseño de tapa: Santiago Etchegaray 2. El objeto de la política...........................................................................109
3. El desacuerdo y el nacimiento de la política...........................................115
4. El ‘fundamento’ de la política: contingencia y universalidad...................122
ISBN: 5. El acto que instaura la política y su lógica . ...........................................125
6. Subjetivación de la política ...................................................................130
Hecho el depósito que marca la ley 11.723 7. La filosofía política como negación de la Política....................................133
8. Conclusión............................................................................................143
Prohibida su reproducción total o parcial
Derechos reservados

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Capítulo 4 - El pueblo como sujeto de la política......................................149
1. Introducción..........................................................................................149
2. Los sentidos de la historia......................................................................153
3. “La brisa de la historia”..........................................................................164
4. La anomalía histórica.............................................................................167
5. La conjugación dialéctica de las dimensiones de la historia....................169
6. La política..............................................................................................172
7. La política de despolitización y la política revolucionaria.......................180
8. La ideología burguesa de la libertad y la democracia formales ...............187
9. La economía como culminación de la política de despolitización...........189 Presentación
10. La política revolucionaria y la política burocrática................................190
11. Conclusión..........................................................................................195
Capítulo 5 - La ontología política postfundacional y la democracia radical.199
1. Introducción..........................................................................................199
2. El discurso como horizonte ontológico .................................................201
3. Capitalismo y dislocación......................................................................211 Es difícil predecir el lugar que tendrán los libros impresos en el futuro
4. Discurso y antagonismo ........................................................................215 cercano, cuando las comunicaciones digitalizadas están transformando
5. Dominación y democracia radical .........................................................220 radicalmente no solamente las relaciones de enseñanza y aprendizaje
6. La dominación y la revolución democrática ..........................................230 sino también la imaginación, el conocimiento, las ciencias, las artes y las
7. La génesis de la cultura democrática, los momentos de su constitución y sus técnicas. Por lo pronto, los libros impresos ya no pueden desligarse de los
dos lógicas.................................................................................................238
8. Conclusión: dominación y emancipación...............................................243 textos digitales, de los blogs, de las páginas web y de los medios electró-
nicos de comunicación. Este libro, en particular, surgió del intercambio
Capítulo 6 - El pragmatismo liberal contra el fundamentalismo.................253
1. La contingencia del lenguaje..................................................................254
en clases universitarias, grupos de discusión e investigación y blogs de
2. La contingencia de una comunidad liberal.............................................262 difusión y grupos de debate. Aunque lo escrito e impreso se mantiene
3. Libertad y solidaridad............................................................................279 invariable, incluso cuando se hacen nuevas ediciones corregidas o mo-
4. Cuestiones críticas.................................................................................288 dificadas, la escritura actual tiene mayores posibilidades de movimiento
5. Conclusión............................................................................................291 y modulación, de combinación y ensamblaje, que en cualquier época
Capítulo 7 - Las políticas como agenciamientos de deseo..........................293 anterior. Hace algunas décadas los libros referían al mundo, a la reali-
1. Ontología, ética y política......................................................................293 dad. En algunos casos, al mundo circundante; en otros casos, al mundo
2. El modelo arbóreo y el modelo rizomático.............................................296 simbólico, es decir, a otros libros. Hoy, los libros se refieren también al
3. Los problemas de la filosofía política......................................................302
4. Deleuze como lector de Foucault: el abandono de los postulados tradiciona- cine, a la televisión, a Internet, a los medios de comunicación, es decir,
les relativos al poder..................................................................................306 al mundo virtual. Este libro tiene que ser entendido como una interco-
5. Políticas de afectos y agenciamientos del deseo.....................................317 nexión que hace posible todo tipo de referencias y también diferentes
6. La teoría de los agenciamientos/ensablajes . ..........................................320 tipos de intervenciones en la realidad.
7. Micropolítica y cartografía......................................................................332 En él se plantean algunos problemas nuevos y algunos de los ensayos
8. Los momentos del pensamiento político deleuzeano . ...........................335
9. Nomadología ........................................................................................337 de respuesta a estos problemas, sin pretender agotar ni lo primero ni lo
10. ¿Jerarquía o anarquía? .........................................................................342 segundo. Sin embargo, se presentan en los distintos capítulos corrientes
11. Conclusión..........................................................................................344 de pensamiento diversas y muchas veces contrapuestas, aun cuando
existan algunas temáticas, como la del sujeto o la de la dominación, que
atraviesan los diversos marcos teóricos presentados en los capítulos.

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Este libro fue concebido como un material de trabajo, como una Introducción
herramienta de estudio y comunicación y como una máquina produc-
tora de conceptos. Como material de trabajo sirve de fuente y guía en
el desarrollo de asignaturas universitarias de grado y postgrado. Como
herramienta de estudio facilita el aprendizaje de las complejas teorías
sociales contemporáneas. Como máquina cumple con una función pro-
ductiva y reproductiva, inherente a todo pensamiento teórico explicativo En esta obra se realiza una presentación de las orientaciones más rele-
e interviniente en la realidad social y política. Sus contenidos se fueron vantes de la filosofía social y política de las últimas décadas. Sin ninguna
desarrollando para dar respuestas a las necesidades y los requerimientos pretensión de agotar las posiciones teóricas ni de abarcar el conjunto de
de los alumnos, los ayudantes y los docentes de las cátedras de Filosofía los problemas, se procura delinear algunos núcleos problemáticos sig-
Social y Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad nificativos de lo que se ha dado en llamar el pensamiento post-moderno
del Salvador y de Problemática de la Comunicación y Sociocultural I o post-fundacional.
de la Maestría en Comunicación, Cultura y Discursos Mediáticos del La filosofía política antigua se caracteriza por su intento de com-
Instituto de Postgrado de la Universidad Nacional de La Matanza, en el prender los diferentes órdenes políticos en relación con el modelo de la
curso de los últimos años. Durante ese tiempo, los autores, los textos y plenitud o perfección en su aspiración a lo mejor y más perfecto. El pen-
las orientaciones han ido variando y creemos que la edición impresa no samiento cristiano, por su parte, hace depender la filosofía de la teología
va a detener ese movimiento vital, pero hará posible hacer referencia a y la finalidad política de la salvación. Desde esta perspectiva, el orden
algunos puntos fijos o relativamente estables en flujo permanente de la político terreno e histórico se encuentra subordinado al orden salvífico
realidad y del pensamiento. celeste y supra-histórico. Los tiempos modernos rompen con la tradición
anterior en tanto los filósofos ya no se interesan por los regímenes mejores
y más perfectos ni hacen depender el orden humano del plan divino.
Las filosofías y las ciencias modernas se proponen explicar el origen
de la sociedad y del Estado a partir del conocimiento de las leyes de la
naturaleza accesibles a la razón humana. Este proyecto se realiza efecti-
vamente a través de las revoluciones de los siglos XVII (británica), XVIII
(norteamericana, francesa, revolución industrial) y XIX (independencia
sudamericana), anuncia su crisis a fines del siglo XIX y comienzos del XX
(Primera Guerra Mundial) y comienza su transformación a mediados del
siglo XX, con la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Si bien ya se
habían realizado críticas al proyecto de la Ilustración desde comienzos
del siglo XIX con el surgimiento del movimiento romántico, es solo a
partir de este preciso momento histórico inmediatamente posterior a
las Guerras Mundiales que surgen corrientes críticas que advierten las
consecuencias últimas del proyecto ilustrado y dejan de afirmarse en sus
supuestos. Autores como Gramsci, Lukács o los miembros de la Escuela
de Frankfurt llevan los estos supuestos hasta sus consecuencias extremas
en las que se evidencian los límites de las concepciones ilustradas. Para
estos autores la dominación se ha extendido a todas las relaciones sociales
como cosificación y explotación, por lo cual denuncian una forma de
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acción y de racionalidad que ha llegado a ser hegemónica y totalizadora, ni de sus aparatos. Tampoco se interesa por la alienación o la ideología
ahogando la reflexión crítica y la praxis de liberación. que son, desde su perspectiva, falsos problemas. Incluso el problema del
El primer capítulo de este libro estudia la obra principal de Herbert sujeto, que lo ocupó durante los últimos años de su vida, se plantea en
Marcuse como un ejemplo concreto de la crisis de la teoría o de la filosofía otros términos y desde otros supuestos: sostiene que no son los sujetos
social y política moderna ilustrada. Este autor radicaliza el pensamiento los que ‘tienen’ poder, sino que es el poder el que ‘produce’ a los sujetos
crítico denunciando el sistema de dominación que resulta de la expan- que necesita para su funcionamiento y reproducción, como también
sión totalitaria de la razón unidimensional, la cual disuelve toda crítica y genera sus propias resistencias. En lugar del concepto de sujeto-soberano
toda oposición. En su obra, la ‘Teoría Crítica’ de la Escuela de Frankfurt (Hobbes, Ilustración) o sujeto libre y autónomo (liberalismo) o sujeto
deviene autocrítica o crítica de sí misma, evidenciando el límite de las revolucionario (marxismo), Foucault crea la noción de ‘sujeto-sujetado’
categorías básicas con las que la tradición marxista e ilustrada trató de para dar cuenta del sistema de poder disciplinario o panoptismo, en el
explicar la realidad social y política en el modo de producción capitalista. que el poder constituye a los sujetos. Frente a la interpretación marxis-
La ciencia y la técnica modernas, su racionalidad y su misma estructura, ta en las ciencias sociales, en la que la base económica de la sociedad
se han desplegado a partir de una forma de dominio, que se reproduce y determina la superestructura política e ideológica, para Foucault, la
extiende en todos los planos y ámbitos de la realidad social y política. dominación es esencialmente una trama de micro-relaciones de fuerza,
En su libro, Marcuse muestra hasta qué punto la alienación ha llegado es decir, es política.
a ser total al mismo tiempo que advierte que las categorías dialécticas Sin embargo, no hay que entender el poder como esencialmente
marxistas (herederas de la Ilustración) resultan insuficientes para ‘superar’ negativo o represivo sino como creativo y productivo. Para pensar la
el sistema. Un sistema totalitario no solamente reproduce la alienación en política es necesario abandonar algunos supuestos que se han manteni-
todos los planos de la realidad sino que absorbe e integra a las protestas, do invariables en todo el pensamiento anterior, tanto en la antigüedad
las críticas y a los sujetos revolucionarios. Se plantean aquí, entonces, como en la modernidad. A partir de Foucault se abren así nuevas pre-
dos preguntas que atraviesan todo el pensamiento político posterior: las guntas y problemas. Las filosofías y teorías políticas posteriores tendrán
referidas a la/s lógica/s que gobierna/n el sistema y al sujeto de cambio que responder a cuestiones tales como: ¿Cuáles son las alternativas a la
o sujeto revolucionario. dominación global del capitalismo? ¿En qué condiciones pueden surgir
Marcuse representa un momento de crisis de la teoría social y a pesar nuevos sujetos y actores emancipados del dominio? ¿Cuál es la lógica o
de sus avances significativos, sigue preso de los supuestos de la razón el orden de la liberación o emancipación?
dialéctica ilustrada, sin poder superarlos. A partir de allí, ha sido nece- A estas nuevas preguntas responde el capítulo 3, donde se desarrolla el
sario ‘pensar de otro modo’, deshaciéndose de aquellos presupuestos de pensamiento de Jacques Rancière, para quien la lógica política se opone a
la Ilustración y de los fundamentos de la modernidad. la lógica de la dominación a la que denomina orden ‘policial’. Si el orden
El segundo capítulo de este libro presenta los avances producidos por de la dominación policial se extiende asegurando el mantenimiento de las
las investigaciones de Michel Foucault, quien sigue el modelo genealó- diferencias y las desigualdades bajo un régimen oligárquico, la política
gico nietzscheano, lo que le permite desentenderse de los supuestos de es la actividad que tiene por objeto la igualdad. Hay política cuando se
la Ilustración. Si Nietzsche utilizó el modelo genealógico para responder produce una ruptura en el orden instituido de la sociedad, a través de la
la pregunta por el origen de los valores morales, Foucault se vale del cual se manifiesta una ‘parte de los que no tienen parte’. La política es así
mismo para estudiar el origen de la prisión como forma de castigo. Esta una actividad desnaturalizadora y desclasificadota, que no deja de poner
investigación lo conduce a una genealogía de lo que llama las “socieda- en cuestión las diferencias establecidas y aceptadas, mostrando que las
des disciplinarias”, concibiendo el poder como una relación de fuerzas bases de todo orden social son contingentes y sus fundamentos inesta-
históricas y contingentes. Como consecuencia, deja de interesarse por bles. El sistema policial se edifica sobre un fundamento, a diferencia de
la naturaleza o esencia del poder para comprenderlo como una técnica, la institución de la política que se basa en la postulación de una igualdad
como un instrumento y como una relación, que ya no depende del Estado ‘vacía’, sin fundamento natural o trascendente. El pensamiento de Ran-
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cière se desprende de los conceptos de fundamento, ideología, alienación, En el capítulo 5 se realiza una presentación del pensamiento de Ernes-
revolución y sujeto revolucionario. Con ello da un paso significativo en to Laclau, un autor argentino radicado en Europa desde la segunda parte
el intento de ‘pensar de otra manera’ las lógicas de la dominación y de de la década del ’60, coincidiendo con la época de mayor producción
la política. Sin embargo, la deuda que Foucault y Rancière tienen con el teórica de Cooke. Laclau militó desde su juventud en el Partido Socialista,
estructuralismo puso límites difíciles de superar a sus conceptos teóricos pero se desligó progresivamente de la posición que este partido sostuvo en
y olvidó las importantes enseñanzas de la historia para la comprensión relación con el peronismo y los movimientos populares, formando parte
de la liberación política. Esta dificultad es afrontada en el capítulo 4, en del nuevo Partido de la Izquierda Nacional. El principal problema que se
el que se presenta el pensamiento político del dirigente argentino John les presentará a los intelectuales de esta tradición es cómo compatibilizar
William Cooke. el socialismo con la democracia, es decir, cómo evitar los peligros del
Como Maquiavelo, Lenin o Perón, Cooke cree que la política es el estalinismo, del fascismo y del totalitarismo, sin por ello alinearse en la
resultado de las luchas históricas. Las luchas populares, aun las derrota- tradición liberal o capitalista. Este problema y estos peligros lo impul-
das u olvidadas, siguen presentes en las acciones colectivas de las masas. san a tomar distancia de la noción de ‘libertad’ y redefinir el concepto
Las rebeliones de los pueblos originarios contra la conquista, las guerras de ‘emancipación’, desligándolo de cualquier perspectiva iluminista o
de la independencia, las sublevaciones montoneras de los pueblos del fundamentalista. La respuesta a estos problemas busca comprender la
interior, las movilizaciones masivas del radicalismo yrigoyenista o del emancipación como un movimiento de ruptura con todo sistema de
peronismo perviven en los combates y en las luchas del presente contra dominación, sin confundirla con el concepto de ‘revolución’ definido en
la dominación del ‘régimen’. En ellas se expresa el sentido de la historia, la tradición marxista. La emancipación democrática es radical y plural.
donde la acción política está situada y condicionada pero no determinada. Lo primero, porque no comparte los mismos supuestos o fundamentos
La lucha es un factor ineludible pero insuficiente de la política, pues ésta del régimen capitalista de dominación global. Lo segundo, porque no
requiere también de la organización y de la teoría revolucionaria. Para supone que haya un lugar o un sujeto de transformación privilegiados.
Cooke, en los tiempos de la globalización del capitalismo, toda política Radicalidad y pluralidad se derivan de la falta de fundamento último y
auténtica tiene que ser antiburguesa y antiimperialista. Con ello, este transparente del orden social. Laclau intenta pensar una ontología política
autor abandona un supuesto común a Marcuse, Foucault y Rancière: la post-fundacional y post-marxista, yendo más allá de la fuente común
perspectiva eurocéntrica. La singular historia argentina y su particular de estas tradiciones, es decir, más allá del Iluminismo. Solo una política
ubicación geopolítica hacen posible ir más allá de la dependencia cultural, democrática puede dar respuesta a las aporías y paradojas derivadas del
ideológica e intelectual de las metrópolis del Atlántico norte. Mientras pensamiento fundamentalista de la Ilustración, donde múltiples sujetos
que la mayoría de los teóricos argentinos y la totalidad de los europeos se van constituyendo en sus luchas contra las opresiones derivadas del
y norteamericanos no ve en el peronismo más que un ejemplo particu- capitalismo global. La política democrática hace posible la articulación
lar de fascismo, nazismo, totalitarismo o bonapartismo, pretendiendo o ‘hegemonía’ de las luchas diversas ligadas a reivindicaciones sectoria-
explicar lo particular (el peronismo) a partir de las categorías europeas les o particulares, que no responden a una causa única ni a un mismo
‘universales’, Cooke inventa nuevas categorías universales a partir de la fundamento.
historia particular de las luchas argentinas y sudamericanas, expresadas El problema del pragmatismo liberal norteamericano de Richard
en acontecimientos singulares como el 17 de octubre de 1945. Esta sin- Rorty, desarrollado en el capítulo 6, es muy diferente del que plantean
gularidad y novedad expresada en la obra de Cooke explica la actualidad las filosofías europeas o sudamericanas. Sintiéndose heredero de las
de su pensamiento y la ubicación no cronológica que se le ha dado en revoluciones modernas (pero no del pensamiento iluminista), este
este libro, después de haber presentado las tesis de Marcuse, Foucault y autor se desvincula de los temas marxistas de la revolución y el sujeto
Rancière. Es así que, podría decirse, Cooke supera concepciones teóricas revolucionario y de los problemas sudamericanos como el colonialismo
que se desarrollarían posteriormente en Europa. y la dependencia. Su problema principal es cómo incrementar las liber-
tades y los derechos, eliminando las trabas y los obstáculos, incluso los
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generados por el mismo proceso que dio base y fundamento a la forma deseo. El problema de la política es el investimiento de los deseos, cuyo
de vida contemporánea. No concibe su tarea como una justificación o efecto o resultado es la constitución de las subjetividades. Sin embargo,
fundamentación del liberalismo norteamericano sino como su radicali- considerando que los sistemas son contingentes y abiertos, nada puede
zación. Se propone liberarse de los supuestos ilustrados como el esen- garantizar su estabilidad o permanencia, ya que toda composición está
cialismo, el fundamentalismo o su concepción tradicional de la verdad, siempre abierta a nuevos ensamblajes, que crean o producen nuevas
para situarse ante la contingencia del lenguaje, de la historia, del sujeto, realidades. Deleuze construye una teoría de los ensamblajes para dar
de la sociedad e, incluso, de la libertad, sin abandonarse a una postura cuenta de la lógica política/artística de las multiplicidades. El objeto de
escéptica o cínica, sino comprometiéndose con las potencias humanas la micropolítica (filosofía política) no es el Estado ni sus aparatos ni sus
de la solidaridad y la creación de sí. instituciones, sino los movimientos, los devenires. La filosofía política
También Gilles Deleuze, como puede verse en el capítulo 7, se desliga estudia los movimientos desde la perspectiva de las diferentes líneas que
de la tradición ilustrada y fundamentalista denunciando toda hegemo- se relacionan en las sociedades. La filosofía política se ocupa de aquellos
nía como una forma de dominación al entender que las totalidades se sujetos individuales o colectivos que desarrollan su potencia para des-
identifican con los sistemas cerrados y todo cierre o límite es un impe- prenderse o desligarse de los sistemas de poder y sujeción y utilizan su
dimento de la potencia de las fuerzas que resulta de las relaciones, de los capacidad para crear o inventar nuevas formas de vida y pensamiento.
ensambles, de las composiciones, de las redes múltiples y contingentes.
Desde su perspectiva la política no está vinculada con el problema del
Estado, del Poder o del fundamento de la sociedad ni con el problema
del derecho de los individuos o de las libertades sino que se sitúa dentro
del problema de la potencia, de la composición o de los agenciamien-
tos de deseo. Deleuze insiste, a partir de los resultados obtenidos por
Foucault, en que las políticas (siempre se trata de una multiplicidad) no
deben confundirse con el derecho o con la ley, ni con la fuerza, ni con
el engaño o la ideología, ni con un atributo de ciertos sujetos, ni está
subordinado a la economía, ni está localizado o restringido a un ámbito
específico, ni es la propiedad de un sujeto individual o colectivo. Las
políticas son siempre relaciones de fuerza o de potencia, que atraviesan
horizontalmente todo el campo social y se articulan para componer
dispositivos tendientes a la territorialización y a la desterritorialización,
a la estabilidad y a la desestabilización. En contra de toda la tradición
occidental, Deleuze prioriza el desequilibrio, la desterritorialización,
las líneas de fuga, los movimientos caóticos y contingentes, y sostiene
que las sociedades se constituyen a partir de ellos. Todo dispositivo o
estructuración social tiene origen en una multiplicidad, sin que haya un
último fundamento, ya que los dispositivos de poder son máquinas o
ensamblajes en los que se articulan fuerzas heterogéneas y externas unas
a otras para dar lugar a algo nuevo. Toda sociedad resulta así un conjunto
inestable de relaciones de potencia. Ya no se piensa en las libertades y en
los derechos, que son siempre los del Poder (Estado o Iglesias), sino en
las lógicas para la creación de nuevos agenciamientos o ensamblajes de
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Capítulo 1
El dominio de la razón unidimensional

1. Introducción
El pensamiento de Herbert Marcuse se desarrolló dentro de un con-
texto internacional que, en líneas generales, se caracterizó por el desplie-
gue del Estado de Bienestar en varios países de Europa y en los Estados
Unidos, por el enfrentamiento entre el bloque ‘capitalista’ occidental
y el bloque ‘socialista’ oriental conocido como la Guerra Fría, y por el
stalinismo dominante en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas1.
Marcuse siempre situó su posición en el marco de la ‘Teoría Crítica de
1
Herbert Marcuse nació el 19 de julio de 1898 en Berlín, Alemania, en el seno de una
familia burguesa de origen judío. Se afilió al Partido Social Demócrata y fue miembro del
consejo de soldados de la ciudad de Berlín, pero renunció a él después de los asesinatos
de Rosa Luxemburgo y de Karl Liebknecht. Estudió en la universidad de Berlín y luego
se trasladó a Friburgo para hacer el doctorado bajo la dirección de Martin Heidegger.
Obtuvo el doctorado con una tesis sobre “La ontología de Hegel y el fundamento de una
teoría de la historicidad”, que se publicó en 1932. Participó del proyecto del Instituto de
Investigación Social de Frankfurt junto con otros intelectuales judíos marxistas como Th.
Adorno, M. Horkheimer, W. Benjamin, E. Fromm, F. Pollock, O. Kirchheimer, L. Löwen-
thal. En 1933, con el advenimiento de Partido Nacional Socialista al poder, el Instituto
fue clausurado y sus miembros se exiliaron en distintos países europeos hasta arribar a
Estados Unidos. Marcuse trabajó, a partir de 1934, en el Instituto para la Investigación
Social de la Universidad de Columbia. Obtuvo la ciudadanía norteamericana en 1940 y
colaboró con la Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos (antecesora de la
CIA) cumpliendo funciones de inteligencia contra los nazis. Finalizada la Segunda Guerra
Mundial, algunos de los miembros de la Escuela de Frankfurt regresaron a Alemania,
mientras que otros, como Marcuse y Fromm, se radicaron en los Estados Unidos. Fue
profesor en las universidades de Columbia, Harvard, Brandeis y California. En la década
del 60 formó parte de la llamada Nueva Izquierda convirtiéndose en referente de las
rebeliones juveniles (y de sus líderes y teóricos como Daniel Cohn-Bendit, Rudi Dutschke
o Nicos Poulantzas) y de los movimientos de reivindicación de los negros (Angela Davis).
Sus escritos más importantes para la filosofía social y política son: Razón y revolución
(1941), donde estudia la filosofía de Hegel y el surgimiento de la teoría social, Eros y
civilización (1955), donde se apropia los conceptos de la metapsicología freudiana para
la comprensión de la sociedad, El marxismo soviético (1958), donde realiza una crítica
del stalinismo, y El hombre unidimensional (1964), donde ensaya una explicación de la
ideología de las sociedades industriales avanzadas. Marcuse murió el 26 de julio del año
1979, en Stamberg, Alemania, después de haber sufrido una apoplejía.
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la Sociedad’ creada por la Escuela de Frankfurt, cuyo impulso inicial tal como había sido predicha por la ciencia construida por Marx en
buscaba construir una ciencia social transdisciplinaria sobre una funda- El Capital. Las respuestas que la tradición marxista había dado a estos
mentación filosófica marxista2. El propio Marcuse definió su orientación problemas explicaban la permanencia del sistema y la ausencia de la
como marxista3, socialista y hegeliana, lo que provocó el cuestionamiento ruptura revolucionaria como los efectos distorsionantes de la ideología
e, incluso, el desprecio del llamado ‘marxismo ortodoxo’. La pertenencia (falsa conciencia y ocultamiento de la explotación del trabajo) y de la
de los ‘frankfurtianos’ a la tradición marxista4 implica la aceptación de represión de los alzamientos proletarios. Sus hipótesis sostenían que el
ciertos conceptos (como los de plusvalía, explotación, razón dialéctica, populismo, el fascismo y el nazismo no eran otra cosa que momentos
clase social, lucha de clases, clase revolucionaria, alienación, ideología, extremos del desarrollo del sistema capitalista, las reacciones desesperadas
etc.) y tesis comunes (como la que sostiene que las contradicciones a la crisis inevitable de este modo de producción. Desde estas respuestas
inmanentes de los sistemas sociales conducen necesariamente a la crisis tradicionales se sostenía, además, que la oposición entre las sociedades
y a la revolución o la que afirma que la contradicción fundamental en democráticas-liberales y las sociedades totalitarias nazi-fascistas era falsa
el capitalismo es la que se establece entre el desarrollo de las fuerzas porque ambas eran variables diferentes del mismo sistema regido por
productivas y las relaciones de producción correspondientes al período el capital.
anterior de desarrollo). Desde esta tradición, el problema decisivo era ¿Cómo puede explicarse que no se haya producido la revolución
porqué no se ha producido la revolución5 en los países occidentales, del sistema capitalista? ¿Qué es la ideología? Hegel había sostenido que
el sentido de la historia (razón) es el desarrollo de la conciencia de la
2
El objetivo metodológico característico de la Teoría Crítica, a diferencia de otros enfoques
semejantes, era la transdisciplinariedad: “la utilización sistemática de todas las disciplinas de libertad del Espíritu. Desde su perspectiva, el despliegue de la libertad
investigación de la ciencia social en el desarrollo de una teoría materia­lista de la sociedad”. humana en la historia estaba necesariamente mediado por la conciencia.
De acuerdo con esta perspectiva, “la razón lleva las determinaciones conceptuales finitas Los seres humanos no pueden hacerse libres sin sentir que se los está
del entendimiento hacia su auténtica verdad en una unidad superior, [...] es la reflexión
filosófica o racional la que ha de unificar los análisis particulares del entendimiento (de privando de algo que les pertenece de suyo, sin saber que su esencia es la
las diversas ciencias empíricas) en la comprensión del todo interrelacionado de una época” libertad. Todo proceso de liberación humana requiere de la conciencia de
(Gabás, R., J. Habermas: dominio técnico y comunidad lingüística, Barcelona, Editorial Ariel, la libertad, aunque no basta con la conciencia ni puede reducirse a ella.
1980, p. 25). Se trata de “un programa de ampliar interdisciplinariamente el marxismo”
(Honneth, A.: Teoría crítica, en Giddens, A. et alia, Teoría social, hoy, traducción de Jesús El desarrollo de la libertad humana en la historia supone la conciencia
Alborés, México, Alianza-CNPLCYLA, 1991, p. 447) y de presentar una alternativa a la y culmina en la conciencia de una forma de libertad superior. Es una
interpretación soviética. conciencia objetiva, porque se plasma en el derecho, en las instituciones,
3
Cuando Marcuse se define a sí mismo como marxista o socialista o hegeliano no hay en las costumbres, en el lenguaje y en el conjunto de las producciones
que entender que se refiere a que tiene una ‘ideología’ o una perspectiva parcial que no le
permite una comprensión objetiva de la realidad, sino que se sitúa dentro de un paradigma de cada etapa o momento de la historia universal.
o de un marco teórico o de una tradición de pensamiento que supone ciertos principios Marx comparte esta concepción general, aunque quiere liberarla de
o tesis básicas, como puede decirse de un físico que es galileano o newtoniano. sus componentes ‘idealistas’. Escribe en el prólogo a su Contribución
4
Todo científico supone en sus investigaciones la aceptación de un marco teórico o general a la crítica de la economía política:
paradigma (Kuhn), filosófico y científico, que hace posible tanto el planteamiento de
los problemas como las posibles (o imposibles) soluciones. No se puede hacer ciencia …en la producción social de su vida, los hombres contraen determina-
y, al mismo tiempo, poner en duda el paradigma desde el cual se hace ciencia. Pero, das relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones
cuando el marco no permite responder satisfactoriamente a los problemas o anomalías
que se presentan, la ciencia entra en un proceso de crisis. Tal es, según nuestra hipótesis, de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo
la situación que se presenta en las obras de Marcuse y la razón por la que debe llevar de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones
al extremo y cuestionar los conceptos fundamentales del paradigma marxista desde el de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base
que piensa la realidad.
real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a
5
Por otro lado, si la revolución soviética debía concebirse como una “vanguardia en el
movimiento de liberación” de los trabajadores, ¿por qué los procesos revolucionarios la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El
en los países socialistas no liberaron a los seres humanos como consecuencia de la eli- modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la
minación de la explotación?
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vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del síntoma de un cambio necesario, puede permanecer largo tiempo sin
hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es resolverse. Así, después de Marx, las ciencias sociales adoptaron la teoría
lo que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de de la ideología como una explicación de los estados de crisis del sistema
desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en que no se resuelven revolucionariamente, es decir, transformando las
contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no formas de relación social y las formas de propiedad para que se adecuen
es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propie- a las nuevas fuerzas productivas.
dad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de Las investigaciones de los teóricos del marxismo mostraron cómo la
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en ideología8 se fue haciendo cada vez más comprensiva, abarcando ámbitos
trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar que antes no estaban incluidos dentro del concepto definido por Marx y
la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la Engels (la ‘falsa conciencia’ de la realidad). En un primer momento, en
inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas las obras ‘juveniles’ de Marx, la esfera ideológica incluía solamente los
revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales fenómenos míticos, religiosos o supersticiosos y la crítica de la ideología
ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden afincaba en la autoconciencia, en filosofía y en la ciencia. En un segundo
apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas momento, coincidente con la redacción de La Ideología Alemana, el ámbito
jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, ideológico incluyó también la filosofía crítica de los jóvenes hegelianos,
las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de la teoría antropológica de Feuerbach y la teoría política de los socialistas
este conflicto y luchan por resolverlo6. utópicos. Todas ellas fueron consideradas ideológicas por su incapacidad
Los seres humanos satisfacen sus necesidades vitales socialmente7, para comprender las causas materiales del modo de vida, de la conciencia
dentro de un sistema de trabajo o modo de producción. Las relaciones y el pensamiento. En este segundo momento solo la ciencia de la econo-
productivas son la base o el fundamento de las demás relaciones huma- mía política y la ciencia como comprensión dialéctica de la totalidad y
nas, a las que Marx llama ‘ideológicas’, porque suponen la mediación de su desarrollo histórico escapan a la ideología y ponen las bases para
de las ideas o de la conciencia. Por esta misma razón, las formas jurí- su crítica. En un tercer momento, coincidente con la redacción de los
dicas, políticas, religiosas, míticas, artísticas o filosóficas tienen que ser Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse)
consideradas secundarias o derivadas de las formas de producción. En y El Capital, la ideología comprendió también la ciencia de la economía
consecuencia, las transformaciones humanas solo pueden originarse en política e, incluso, una parte de la realidad misma (realidad ‘invertida’,
los cambios de las formas de producción, que es lo originario, y no en realidad ‘anacrónica’, realidad ‘inmadura’, realidad ‘distorsionada’). En
las formas ideológicas, que derivan de las primeras. Los cambios en las este último momento, solo la ciencia crítica de Marx (El Capital) queda
ideas, en el arte, en las ciencias o en las leyes son efectos de las transfor-
maciones en las formas de trabajo y no pueden ser considerados como 8
El concepto de ideología hace referencia a las representaciones, conocimientos y a la
causas. Cuando se tratan de comprender las relaciones sociales a partir conciencia de la realidad en tanto todas estas formas ocultan una falsedad o un engaño.
Lo que se oculta en la ideología es la realidad de la explotación del trabajo social. Este
de las formas ideológicas, se produce un encubrimiento u ocultamiento ocultamiento no se da solamente en la conciencia mítica o religiosa, sino también en las
de la verdadera realidad. Además, las formas ideológicas instituidas y ciencias y en las formas de saber objetivado como las leyes, el lenguaje o las formas del
aceptadas pueden convertirse en obstáculos o trabas para el cambio social. Estado. Sobre el concepto de ideología, ver: Eagleton, Terry, Ideología (una introducción),
Barcelona, Paidós, 1997; Habermas, Jürgen, ‘Ciencia y técnica como ideología’, en Ciencia
Estos conceptos permiten explicar porqué una contradicción, que es el y técnica como ideología (comp.), versión castellana de Manuel Jiménez Redondo, Madrid,
Tecnos, 1994; Ricoeur, P., Ideología y utopía, traducción de A. Bixio, Editorial Gedisa, Méxi-
6
Marx, Karl, Contribución general a la crítica de la economía políti­ca/1857, Córdoba, Cuadernos co, 1991; Zeitlin, I., Ideología y teoría sociológica, traducción de Néstor Míguez, Amorrortu
de Pasado y presen­te/20, 4° edición, 1971. editores, Buenos Aires, tercera edición, 1976; Žižek, S. (comp..), Ideología. Un mapa de
7
Para Marx, como para Hegel, los seres humanos son sociales. El sujeto humano es la cuestión, Buenos Aires, F. C. E., 2003; Etchegaray, R. et alia, ¿Cómo no sentirme así? ¡Si
siempre colectivo (un pueblo, una cultura, una sociedad). El individuo es una abstracción ese perro sigue allí! Sobre la permanencia de la ideología, Buenos Aires, Prometeo-UNLaM,
que aparece tardíamente en la historia. 2009.
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‘fuera’ de la ideología9 10. La Teoría Crítica ampliará aún más la compren- libro es Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada. Se llama
sión del concepto de ideología, incluyendo también a la razón tecnológica, sociedades industriales avanzadas a las sociedades nordatlánticas (tanto
a la ciencia positiva y a la realidad dada o el orden establecido11. las capitalistas occidentales como las que pertenecían a la órbita de la
Para la Escuela de Frankfurt, las formas de conciencia han ido per- Unión Soviética). La temática de la obra se sitúa desde el comienzo en el
diendo su capacidad de tomar distancia de la realidad dada (conciencia ámbito de la crítica de la ideología. Su tesis básica es semejante a la soste-
inmediata) y terminaron por identificarse con el propio proceso de pro- nida por Max Horkheimer en su Crítica de la razón instrumental15 (1947):
ducción (es decir, no a nivel superestructural sino a nivel estructural). la racionalidad de occidente se ha ido empobreciendo con el transcurso
Como consecuencia, la ideología se ha vuelto inmune a la crítica. del tiempo y su resultado último, la razón moderna científico-tecnológica,
Los productos adoctrinan y manipulan; promueven una falsa cons- es el más alto grado de pérdida de autonomía de la razón16.
ciencia inmune a su falsedad. Y a medida que estos productos útiles Han transcurrido cinco décadas desde la publicación de la obra, pero
son asequibles a más individuos en más clases sociales, el adoctri- las lecturas hechas a la luz de la actualidad revelan una extraña vigencia.
namiento que llevan a cabo deja de ser publicidad; se convierten en ¿A qué se debe esa vigencia?17 ¿Cuál es el problema al que trata de res-
modo de vida. Es un buen modo de vida -mucho mejor que antes-, y ponder Marcuse? ¿Cuál es el tema de El hombre unidimensional? ¿Cuáles
en cuanto tal se opone al cambio cualitativo. Así surge el modelo de son sus principales tesis?
pensamiento y conducta unidimensional en el que ideas, aspiraciones De manera introductoria, podrían resumirse sus tesis principales como
y objetivos, que trascienden por su contenido el universo establecido sigue: En primer lugar, el sistema capitalista se legitima o justifica por la
del discurso y de la acción, son rechazados o reducidos a los términos eficiencia y el incremento de la producción. Dicha productividad permite
de este discurso12. integrar progresivamente a las fuerzas de oposición al orden establecido
y, al mismo tiempo, deja sin fundamentos a la crítica teórica y práctica,
En este capítulo se planteará el problema de la dominación en Marcuse
ya que la racionalidad tecnológica elimina las bases éticas y políticas de
tomando como fuente principal El hombre unidimensional13, publicada
la teoría, convirtiendo a la crítica en una posición subjetiva, ilusoria y
en Boston (Estados Unidos) durante el año 1964. El concepto de unidi-
especulativa18 y la rebelión se vuelve irracional y utópica. La asimilación
mensionalidad hace referencia a una forma de pensamiento y de acción
de las clases sociales que en la etapa anterior del capitalismo encarnaban
que reduce la realidad a lo presente y a lo dado, eliminando tanto las
las contradicciones del sistema y las esperanzas de transformación revo-
dimensiones temporales del futuro y del pasado como las posibilidades
lucionaria deja a la teoría sin la fuerza material para efectuar los cambios
lógicas y las potencialidades reales de las acciones. La unidimensionalidad
y, al mismo tiempo, deja a la praxis revolucionaria sin sujeto.
señala también la pérdida de la dimensión dialéctica o negativa en las
sociedades más desarrolladas, lo cual implica la merma consecuente de
toda posibilidad y capacidad de crítica y de oposición14. El subtítulo del
a esta realidad falsa a la que llaman instrumentalcidad o unidimensionalidad, por la cual
los hombres generan un orden que los esclaviza” (Etchegaray, R. et alia, 2009: 74-75).
9
Cf. Etchegaray, R. et alia, 2009: 67-68. 15
Horkheimer, M., Crítica de la razón instrumental, Editorial Sur, Buenos Aires, 1973.
10
En realidad, la imagen topológica (dentro-fuera) es inadecuada aquí, porque la ciencia
crítica está “adentro” de la realidad, es un momento de la misma praxis real. La conciencia
16
También Heidegger había hablado del “pensar por una sola vía” en los cursos que dictó
crítica se ejerce desde la posición histórica más desarrollada o avanzada, desde los límites en la Universidad de Friburgo en 1951-2, publicados bajo el título ¿Qué significa pensar? a
mismos de lo ideológico. lo cual está ligado el concepto de unidimensionalidad del pensamiento.
11
Cf. Etchegaray, R. et alia, 2009: 72-73.
17
Paul Ricoeur sugiere que la vigencia de Marcuse se explica por su descripción de los
“males” del Estado burocrático, sobre los que Weber no había reflexionado. Cf. Ricoeur,
12
Marcuse, H., 1985: 42. P., 1991, pp. 232-3.
13
Marcuse, H.: El hombre unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial 18
“Una sociedad que parece cada día más capaz de satisfacer las necesidades de los
avanzada, traducción de Antonio Elorza, Barcelona, Editorial Planeta-Agostini, 1985. individuos por medio de la forma en que está organizada, priva a la independencia de
14
“El concepto de ideología retoma, desde la perspectiva marcuseana, uno de los signifi- pensamiento, a la autonomía y al derecho de oposición política de su función crítica
cados explicitados por el propio Marx: la realidad falsa, el “orden falso de los hechos”. Es básica.” (Marcuse, H., 1985: 31-32).
24 25

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En segundo lugar, “algunas tendencias del capitalismo norteamericano solo pueden ser comprendidos en su ligazón con procesos sociales reales. Aunque
conducen a una ‘sociedad cerrada’”19. Es cerrada en dos sentidos diferentes para el método científico aceptado solo son determinantes los motivos
pero complementarios: por un lado, porque “disciplina e integra todas inmanentes al mismo discurso de la ciencia, la Teoría Crítica advierte
las dimensiones de la existencia, tanto privada como pública”20; por otro que si de hecho se imponen nuevas tesis se debe a que son el producto
lado, porque ya no hay un exterior o más allá del sistema capitalista que de relaciones históricas de poder concretas. La Teoría Crítica sostiene
se ha vuelto planetario. Las sociedades industriales avanzadas se han que los cambios en la ciencia se derivan de las condiciones sociales y no
convertido así en un sistema de alienación total21 que ha logrado integrar meramente del genio individual o de factores casuales23. Además, la teoría
a las clases revolucionarias o a los sujetos de cambio de las etapas ante- no puede limitarse a conocer la realidad social y política sino que tiene la
riores (burguesía, proletariado). función de transformarla24. Mientras que la teoría social tradicional parte
En tercer lugar, la ausencia de oposición, de crítica y de alternativas de una abstracción de la praxis social concreta, la teoría crítica insiste en
convierte a las sociedades industriales avanzadas en sistemas totalitarios, que la ciencia está siempre en relación con la praxis social. La teoría tra-
en los que la alienación está en la misma base productiva. El totalita- dicional se interesa por las relaciones del trabajo teórico con el proceso de
rismo22 se define por la anulación de las dimensiones trascendentes al la vida de la socie­dad solo en tanto que la tarea de la ciencia es predecir
orden establecido, reduciendo todas las alternativas a opciones dentro del los hechos y alcanzar resultados útiles; pero permanece “sujeta al aparato
mismo sistema. Como consecuencia, los grandes ideales de la alta cultura social; sus logros son un momento de la autoconservación, de la cons­tante
artística o los objetivos de las protestas políticas, sociales y culturales se reproducción de lo estable­cido”25 puesto que parte de la separación “entre
asimilan a las propuestas y logros del sistema, los conceptos universales pensar y ser, entre entendi­miento y percepción”, a las que considera como
de la filosofía y de las ciencias se convierten en meras funciones operativas algo obvio y natural26. Sin embargo, la ciencia no puede ser comprendida
y los fines humanísticos de las acciones sociales terminan reduciéndose con independencia del proceso social de producción, en razón del “carácter
a ofertas de consumo. social­mente condicionado del pensamiento humano”27.28 En realidad, “la
vida de la sociedad resulta del trabajo conjunto de las distintas ramas de la
producción”29 (una de las cuales es la ciencia), que no son sino “aspectos
2. La teoría crítica de la sociedad
23
Cf. Horkheimer, M., Teoría Crítica, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1974, pp.
¿Cuáles son las características de las ciencias sociales a mediados del 227-8.
siglo XX? ¿Qué aportes ha hecho el marxismo a la teoría social y política?
24
“El nombre mismo de ‘teoría crítica’ [...] apunta a la idea de que la teoría auténtica no
es una mera descripción de hechos, sino que aspira a una transformación de la realidad
¿Qué relación hay entre la teoría y la praxis, entre la comprensión y la […] El concepto hegeliano-marxista de praxis hay que entenderlo en el sentido de que el
transformación, entre lo objetivo y lo subjetivo? conocimiento no es una simple reproducción conceptual de los datos objetivos, sino una
Para la Teoría Crítica, las transformaciones y los cambios en las teorías auténtica transformación y constitución de la realidad” (Gabás, Raúl, J. Habermas, dominio
técnico y comunidad lingüística, Barcelona, Ariel, 1980, pp. 20 y 21).
no pueden comprenderse solamente a partir de su contradicción con de- 25
Horkheimer, M.: 1974, p. 230. Énfasis nuestro.
terminadas proposiciones de la teoría anteriormente aceptada, sino que 26
“Cuanto más racional, productiva, técnica y total deviene la administración represiva
de la sociedad, más inimaginables resultan los medios y modos mediante los que los
19
Marcuse, H., 1985: 7. Prefacio a la edición francesa. individuos administrados pueden romper su servidumbre y alcanzar su propia liberación”
20
Marcuse, H., 1985: 7. (Marcuse, H., 1985: 37).
21
También G. Lukács muestra cómo la forma de valor, que está a la base del sistema
27
, D.-McCarthy, Th., Critical Theory, Cambridge (USA) – Oxford (UK), Blackwell, 1994,
capitalista, se ha extendido a todas las esferas de la vida humana y social. Cf. Lukács, G., p. 10.
Historia y conciencia de clase, Madrid, Editorial Sarpe, 1984, 2 tomos. 28
“El autoconocimiento del hombre en el presente –dice Horkheimer- no consiste en la
22
“No solo una forma específica de gobierno o gobierno de partido hace posible el ciencia matemática de la naturaleza, que aparece como logos eterno, sino en la Teoría Crítica
totalitarismo, sino también un sistema específico de producción y distribución que de la sociedad establecida, presidida por el interés de instaurar un estado de cosas [más]
puede muy bien ser compatible con un ‘pluralismo’ de partidos, periódicos, ‘poderes racional” (Horkheimer, M.: 1974, p. 232).
compensatorios’, etc.” (Marcuse, H., 1985: 33). 29
Horkheimer, M.: 1974, p. 231.
26 27

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particulares del modo como la sociedad se enfrenta con la naturaleza y se turales, porque “la naturalidad de estos está determinada por el contraste
mantiene en su forma dada”30. Cuando los procesos intelectuales parciales, con el mundo social y, en esa medida, es dependiente de él”34.
como la ciencia, son aislados del conjunto de la praxis social se llega ine- En la teoría tradicional de la ciencia se parte de la separación entre
vitablemente a la unila­teralidad que es justamente lo que la Teoría Crítica el sujeto que conoce y el objeto conocido (lo que se considera obvio), y
quiere suprimir y superar. de este modo ya no se puede superar la escisión, pues se supone que el
La teoría tradicional de la ciencia abstrae al individuo del conjunto acontecer objetivo es independiente y está siempre más allá del poder de la
de las relaciones sociales y al hacerlo, el mundo aparece como algo dado, teoría. En cambio, la Teoría Crítica, en tanto que considera al conocimiento
como algo natural que debe ser aceptado tal como es. De esta manera, se como una praxis (que modifica la realidad que conoce al conocerla y que
pierde de vista que este mismo mundo es un producto de la praxis social, trans­forma la conciencia que conoce la realidad) se considera inherente al
de lo que la sociedad hace, y que tanto el objeto como el sujeto del conoci- desarrollo de la sociedad. “Pensar el objeto de la teoría como separado de ella
miento son el resultado del proceso histórico. “Con el concepto de praxis corre falsea la imagen y conduce un quietismo o conformismo”35. La apariencia de
parejo el de antropogénesis, por cuanto, para Marx y los representantes de parcialidad, subjetividad y especulación de la Teoría Crítica se debe a que
la teoría crítica, el hombre se crea a sí mismo por la transformación de la pone en cuestión la parcialidad e injusticia de la forma de vida dada.36
naturaleza”31. 32 El compromi­so de la ciencia con el sistema capitalista de producción no
Por otro lado, los hechos están condicionados por la praxis social aún se debe fundamentalmente a la aplicabilidad, eficiencia o productividad de
antes de ser elaborados teóricamente y, además, los instrumentos de medi- los desarrollos científicos, sino que la misma ciencia pura pertenece “a este
ción con que los hechos son procesados experimentalmente son también sistema y contribuye a posibili­tarlo”37. La praxis de la Teoría Crítica no está
resultado del proceso de producción material de la sociedad. La producción dirigida a “subsanar inconve­nientes” particulares dentro del sistema, ni a
(social) está presente en nuestro mundo a tal punto, que ya no es posible que “una cosa cualquiera funcione mejor en esa estructu­ra. Las categorías
“la separación entre lo que pertenece a la naturaleza inconsciente y lo es de mejor, útil, adecuado, productivo, valioso, tal como se las entiende en
propio de la praxis social”33. Ello ni siquiera es posible con los objetos na- este sistema, son, [para la Teoría Crítica], sospechosas en sí mismas y de
ningún modo constituyen supuestos extracientíficos con los cuales [la
34
Horkheimer, M.: 1974, p. 235.
35
Horkheimer, M.: 1974, p. 259. “Una de las primeras tareas de la Teoría Crítica fue desafiar
30
Horkheimer, M.: 1974, p. 231. la privilegiada ‘no-posición’ [neutralidad] del conocimiento científico-social analizando
31
Gabás, R.: 1980, pp. 21-2. los modos de su producción, los roles que juega en la sociedad, los intereses a los que
32
“Los hechos que nos entregan nuestros sentidos están preformados socialmente de dos sirve, y los procesos históricos a través de los cuales accede al poder” (Hoy, D.-McCarthy,
modos: por el carácter histórico del objeto percibido y por el carácter histórico del órgano T.: 1994, p. 15).
percipiente. Ambos no están constituidos solo naturalmente, sino que lo están también 36
“La Teoría Crítica de la sociedad rompe con un tipo de aproximación, entre otras cosas,
por la activi­dad humana; no obstante, en la percepción el individuo se experimenta a sí mediante una toma en cuenta de la reflexividad de la investigación social de forma explí-
mismo como receptor y pasivo. La oposición entre pasividad y actividad, que en la teoría cita. Esto implica un desafío de las dicotomías tradicio­nales entre génesis y justificación,
del conocimiento se presenta como el dualismo entre sensibilidad y entendimiento, no justificación y aplicación, hecho y valor, etcétera, que fueron usadas para tejer un campo
representa para la sociedad lo mismo que para el individuo. Donde éste se siente pasivo ‘neutral’ para la investigación social. La Teoría Crítica está vinculada precisamente con la
y dependiente, aquélla, por más que se componga precisamente de individuos, es un génesis histórica y social de los hechos que examina y con el contexto social en el que sus
sujeto activo, si bien incons­ciente y por lo tanto impropiamente tal. Esta diferencia entre resultados producirán sus efectos. Ella sostiene que la investigación social es ella misma
la existencia del hombre indivi­dual y la de la sociedad expresa la escisión propia, hasta una forma de interacción social en la que los objetos de conocimien­to son potencialmente
ahora, de las formas históricas de la vida social. La existencia de la sociedad ha reposado en sujetos del mismo conocimiento, y así ella es, quiera o no quiera, un factor potencial de
una represión directa, o bien es la ciega resultante de fuerzas antagónicas, pero en ningún cambio de las relaciones sociales. Tomando de manera consciente esta relación reflexiva
caso ha sido el fruto de la espontaneidad conscien­te de los indivi­duos libres. De ahí que el de la práctica social, la Teoría Crítica de la sociedad intenta expresamente transformarse
significado de los conceptos de actividad y pasivi­dad cambie según se aplique al individuo en un factor de cambio social convirtiéndose en parte de la autoconciencia de los grupos
o a la sociedad. En el tipo de econo­mía burguesa, la actividad de la sociedad es ciega y sociales oprimidos. Ella no considera que los propósitos a los que sirve sean externos al
concreta, la del individuo abstracta y consciente” (Horkheimer, M.: 1974, pp. 233-4). contexto de investigación” (Hoy, D.-McCarthy, T.: 1994, p. 16).
33
Horkheimer, M.: 1974, p. 235. 37
Horkheimer, M.: 1974, p. 239.
28 29

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teoría o ciencia] nada tenga que hacer”; puesto que tiene por objeto a la último se transforman tanto el objeto como el sujeto. Como Hegel y Marx,
sociedad misma. La Teoría Crítica no admite la separación entre individuo Horkheimer piensa que la naturaleza humana es esencialmente histórica. La
y sociedad como algo dado, por la cual el primero deba aceptar “como verdad se decide en la actividad histórica concreta, pues “no hay teoría de
naturales los límites prefijados a su actividad”, o la división del trabajo la sociedad (...) que no incluya intereses políticos acerca de cuya verdad
dada, o las diferencias de clases, puesto que surgen del obrar humano, que haya que decidir”40.
puede seguir un curso más racional si se lo planifica conscientemente. De acuerdo con Marx, la posición del proletariado en la sociedad hace
La oposición de la Teoría Crítica a la teoría tradicional no se da como que experimente y perciba
consecuencia de que se ocupen de objetos diferentes ni a que la primera …la relación entre un trabajo que pone en manos de los hombres, en
sea más afín a una inves­tigación de las ideologías o de la sociología del la lucha de estos con la naturaleza, medios cada vez más poderosos,
conocimiento que a las ciencias naturales, sino a que “la teoría esbozada y la continua renovación de una organización social caduca. [...] El
por el pensar crítico no obra al servicio de una realidad ya existente: solo despliegue de todos los medios, físicos y espirituales, para el dominio
expresa su secreto”38. La oposi­ción se plantea en tanto que la Teoría Crítica de la naturaleza, es coartado por el hecho de que ellos están en manos
no acepta que las circunstancias que se ofrecen a la percepción tengan el de intereses particulares opuestos los unos a los otros41.
carácter de lo fáctico o dado, sino que están o pueden estar bajo el control
Se retoma así la tesis de Marx enunciada más arriba: las relaciones de
social; no acepta la exterioridad de la realidad social respecto de la ciencia,
produc­ción existentes se han transformado en trabas para el desarrollo
sino que intenta suprimir y superar la escisión entre la racionalidad del
de las fuerzas productivas.
científico en cuanto tal y la irracionalidad de las relaciones en el proceso de
trabajo. “Aquello que, en esta organización del proceso de vida, resultaba La Teoría Crítica de la sociedad parte de una idea del intercambio
originariamente fecundo, se transforma en infructuo­sidad y en estorbo. mercantil simple determinada por conceptos relativamente generales;
Los hombres, con su mismo trabajo, renuevan una realidad que, de un modo bajo el supuesto de la totalidad del saber disponible, de la admisión
creciente, los esclaviza”39. de material tomado de investigaciones propias y extrañas, se muestra
No hay, en consecuencia, oposición en los objetos de la ciencia tanto entonces cómo la economía mercantil, dentro de la cambiante condi-
como de los sujetos: mientras que la teoría tradicional concibe al científico ción de hombres y cosas ya dada -y cambiante por la influencia de esa
en tanto que individuo racional y autónomo (o, a lo sumo, en tanto que misma economía-, debe conducir necesaria­mente a la agudización de
una generalidad de individuos) como sujeto de la ciencia, la Teoría Crítica los antagonismos sociales -agudización que en el momento histórico
concibe a la sociedad como sujeto. Mejor dicho: el sujeto es el individuo actual lleva a guerras y revoluciones- sin que sus propios principios,
determinado en sus relacio­nes con otros individuos, con los grupos, con expuestos por la economía política como disciplina especializada, sufran
las clases, con la sociedad y con la naturaleza. Mientras que la teoría tra- transgresión alguna. [...] La Teoría Crítica de la sociedad es un único
dicional parte del individuo aislado, la Teoría Crítica parte del individuo juicio de existencia desarrollado. Este juicio afirma, dicho en términos
en sus relaciones sociales. generales, que la forma básica de la economía de mercancías históri-
El método de la Teoría Crítica no solo implica una clarificación del camente dada, sobre la cual reposa la historia moderna, encierra en sí
concepto de ser humano (orden lógico) sino que incluye la conciencia de la misma los antagonismos internos y externos de la época, los renueva
situa­ción del ser humano en el proceso histórico concreto, pues en este constantemente de una manera agudizada, y que, tras un período de
ascenso, de desarrollo de las fuerzas humanas, de emancipación del
individuo, tras una fabulosa expansión del poder del hombre sobre la
38
Horkheimer, M.: 1974, p. 248. Énfasis nuestro.
39
Horkheimer, M.: 1974, p. 245. Cursivas nuestras. “A diferencia de la teoría ‘tradicional’,
la Teoría Crítica de la sociedad toma como temas de investiga­ción la reflexividad de la
indagación social, la división del trabajo -inclu­yendo el trabajo científico y escolar- en la
que funciona, y sus funciones sociales; esto es, estudia ‘lo que la teoría significa para la
40
Horkheimer, M.: 1974, p. 253.
vida humana’” (Hoy, D.-McCarthy, T.: 1994, p. 15). 41
Horkheimer, M.: 1974, p. 245. Énfasis nuestro.
30 31

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naturaleza, termina impidiendo la continuación de ese desarrollo y lleva Marcuse muestra, en primer lugar, que la teoría social objetiva y la
a la humanidad hacia una nueva barbarie42. afirmación de juicios de valor a priori no se excluyen sino que se requie-
La función de la Teoría Crítica consiste en “un proceso de acción recí­ ren. Una teoría supone siempre juicios de valor46, pero la objetividad se
proca en el cual la conciencia desarrolla, al mismo tiempo que sus fuerzas garantiza cuando tales juicios son universales. Desde esta perspectiva,
liberadoras, sus fuerzas propulsoras, disciplinantes y agresivas”. La crítica la teoría social crítica se sostiene sobre dos juicios de valor ineludibles.
teórica “es agresiva, no solo frente a los apologistas conscientes del orden Por un lado, supone que la vida humana tiene valor en sí misma y por
establecido, sino en la misma medida frente a tendencias discrepantes, sí misma y que no puede ser nunca reducida a un mero objeto, medio o
confor­mistas o utopistas dentro de sus propias filas”43. instrumento. Por otro lado, que la vida social humana puede mejorarse
El proyecto permanente de la Teoría Crítica es la construcción de una co- y que pueden hallarse los medios para hacerlo.47 La teoría es crítica no
munidad de hombres libres, posible con los medios técnicos con que se cuenta en porque rechace los juicios de valor (éticos o políticos) sino porque toma
el presente (en esto se diferencia de los utopistas, que no tienen en cuenta distancia de las perspectivas particulares o de los intereses parciales. La
si disponen o no de los medios necesarios para realizar su proyecto). “Se teoría es objetiva porque es crítica, es decir, porque pone en cuestión los
puede, y Horkheimer lo hace a veces, formular el interés práctico que puntos de vista parciales y subjetivos48.
guía y modela a la Teoría Crítica en los términos ‘pragmáticos’ de hacer lo En segundo lugar, a diferencia de la teoría tradicional que hace
posible para reducir el sufrimiento y promover la felicidad”44. abstracción de las condiciones históricas y de sus alternativas, la teoría
Marcuse comparte estos presupuestos de la Teoría Crítica, propo- crítica estudia las causas históricas y analiza las condiciones y las po-
niéndose investigar las causas del orden establecido de la sociedad y sibilidades de cada realización social particular. Precisamente por ello,
examinar sus alternativas históricas45. Para ello es necesario responder es la posición teórica que está en mejores condiciones para mostrar los
a las objeciones previas que se realizan a estos propósitos. En primer límites y las falencias de cualquier situación dada. Lejos de caer en el
lugar, ¿cuáles son las garantías de objetividad de la empresa crítica? ¿En
qué medida ese proyecto no supone juicios de valor subjetivos y, por lo
tanto, extracientíficos? En segundo lugar, ¿cómo la crítica arraigada en
condiciones históricas puede eludir las posiciones relativistas? En tercer
lugar, ¿en qué medida proponer alternativas históricas no es caer en la
especulación, en la metafísica o en una ficción utópica? Por último, una
46
Por eso, Marcuse dice que la teoría social crítica depende de sus fines inmanentes, es
decir, de estos juicios de valor que están implícitos en ella. “…Tal análisis ‘trascendente’
transformación de la realidad social requiere un actor o sujeto que la de los hechos a la luz de sus posibilidades detenidas y negadas, pertenece a la estructura
realice, pero ¿quién es el sujeto que está en condiciones de revolucionar misma de la teoría social” (Marcuse, H., 1985: 21).
el sistema? 47
Cf. Marcuse, H., 1985: 19-20.
48
“…Los primeros frankfurtianos sostuvieron que la ciencia y la técnica pretenden
42
Horkheimer, M.: 1974, pp. 256-7. “Una de las metas más comprensi­vas de una genuina explicar todo pero no hacen sino universalizar un punto de vista particular, lo que las
práctica de investigación multidisciplinaria sería una ‘teoría crítica del presente’, esto es, define como ideológicas en sentido estricto. De esta manera, la ideología se define como
una visión general de la sociedad contemporánea, sus problemas, y sus prospectos. Esto un proceso de homogeneización, de reducción del mundo de la vida a la racionalidad
es lo que Horkheimer llama un ‘juicio existencial desarrollado’, que expresa en términos instrumental. La ideología es, en síntesis, unilateralidad que, en el caso de la sociedad
marxistas clási­cos [...] A no dudarlo, Horkheimer estaba él mismo convencido de que este capitalista, es en última instancia consecuencia de aislar la ciencia y universalizar su
objeto permanecería esencialmente el mismo en tanto que el capitalismo fuese la forma- racionalidad. La racionalidad científica se universaliza -esto es, se instala también en el
ción social dominante, y así que el ‘contenido esencial’ de la economía política marxista orden de las valoraciones sociales o en el orden de lo político- mediante un proceso de
seguiría siendo válido a través de las adaptaciones y ajustes necesarios” (Hoy, D.-McCarthy, racionalización que Marcuse considera ligado al dominio. De ahí que considere que el
T.: 1994, pp. 18-9). término “racionalización” ha llegado a tener un doble significado: por un lado, se refiere
43
Horkheimer, M.: 1974, p. 247. a la lógica de la productividad, de la eficiencia, del éxito, que tiene por resultado un
más alto nivel de vida; por otro lado, quiere decir manipulación, dominación, control
44
Hoy, D.-McCarthy, T.: 1994, p. 17. y represión. Por ello, la racionalización científica tiene como contraparte una mayor
45
Cf. Marcuse, H., 1985: 20. irracionalidad social” (Etchegaray, R. et alia, 2009: 74).
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relativismo completo49 o particular50, Marcuse sostiene que es posible dencia personal [la relación señor-siervo] a una forma de dependencia
analizar real y concretamente51 las potencialidades de toda situación impersonal [las clases sociales y los individuos dependen del sistema u
histórica particular. “orden objetivo de las cosas”54], pero no se suprimió la dominación. Más
En tercer lugar, si bien la teoría crítica, como toda teoría, por defi- aún, el orden mismo de la sociedad moderna es el resultado de la dominación.
nición hace abstracción del orden dado o de los hechos observados, no A su vez, el orden de la sociedad moderna es el producto de una raciona-
puede confundirse con una especulación o con una posición metafísica, lidad más alta [cambio de forma] que ya no depende de la arbitrariedad
ya que debe partir de los hechos y debe estar referida a los hechos, es de las relaciones personales sino que se deriva del “orden objetivo de
decir, debe explicarlos. las cosas”. Si bien la organización del trabajo que la sociedad se dio a sí
Por último, en cuarto lugar, la teoría crítica está vinculada a una misma en el sistema capitalista constituye el orden más alto de la razón en
praxis social histórica concreta, está comprometida con la transforma- su historia, ella envuelve al mismo tiempo una irracionalidad:
ción52 del orden establecido. Su función es iluminar esa transformación …si el actuar conforme a la razón es propio del hombre, la praxis social
con el conocimiento de las causas, las alternativas y la proyección de las dada, que forma la existencia hasta en sus mismos detalles, es inhumana,
consecuencias. No obstante, la teoría no puede ignorar su condición de y este carácter de inhumanidad repercute en todo lo que se realiza en la
tal, y debe tener en cuenta que no puede transformar la realidad por sí sociedad. La actividad intelectual y material del hombre siempre seguirá
sola y que necesita de una fuerza material (sujeto revolucionario) que la teniendo algo exterior: esto es, la naturaleza como suma de los factores
realice. Aunque la ausencia de tal sujeto no refuta la teoría, sin embargo, no dominados aún en cada época, y con los cuales la sociedad está en
para legitimarla se requiere probar la necesidad del cambio53. relación. Pero si a ello se suman, como una parte más de la naturaleza,
las circunstan­cias que dependen únicamente del hombre mismo, su
3. La racionalidad tecnológica y la lógica de la relación en lo que respecta al trabajo, la marcha de su propia historia,
entonces esta exterioridad no solo no es una categoría suprahistórica,
dominación
eterna -tampoco es pura naturaleza en el sentido señalado-, sino el
Marcuse observa que entre el mundo premoderno y el moderno ha signo de una lamentable impotencia cuya aceptación es antihumana
habido solo un cambio de forma, pero el contenido se mantuvo invariable: y antirracional.55
la dominación del hombre por el hombre. Se pasó de una forma de depen- También Marcuse señala que esta racionalidad es en verdad irracional
porque sostiene una progresiva esclavitud de los seres humanos por el
49
Tal postura consiste en sostener que el conocimiento y las ciencias no pueden conocer
todas las causas que determinan las condiciones relativas de una época y, por lo tanto,
aparato productivo, que perpetúa la lucha por la existencia y la extiende a
cualquier situación es igual o equivalente (igual valor) que cualquier otra. Contra esta la lucha internacional. Los medios aparecen como racionales (porque son
posición la teoría crítica sostiene que se pueden evaluar las situaciones y sus alternativas eficaces), mientras que los fines son irracionales (porque mantienen un
reales y concretas, analizando las capacidades y potencialidades presentes y pasadas.
esfuerzo y un dolor innecesarios). Esta irracionalidad de los fines muestra
50
El relativismo particular o parcial afirmaría que las condiciones de la situación dada o
existente son mejores que cualquier otra meramente posible (no dada todavía). Son las
que algo está mal en la racionalidad misma, y lo que está mal es la forma
posturas reflejadas sintéticamente en la expresión: “Es lo que hay”. en que los hombres han organizado su trabajo social56.
51
Por supuesto, un sistema dado no puede ser criticado desde una mera posibilidad abs- El resultado de la organización social de la producción desde co-
tracta o ficticia (como hacían los socialistas utópicos a los que Marx criticaba), sino solo mienzos de la modernidad es “una nueva estructura social”57 que se
desde las alternativas reales y concretas, aunque no se hayan efectivizado todavía.
caracteriza por ser totalitaria, por integrar de las fuerzas sociales negativas
52
“Los conceptos teóricos culminan en el cambio social, si hay un sujeto revolucionario”
(Marcuse, H., 1985: 22). 54
Marcuse, H., 1985: 171.
53
¿Quién necesita el cambio? Marcuse responde: “La sociedad como totali­dad, cada uno de 55
Horkheimer, M.: 1974, pp. 242-3.
sus miembros” (Marcuse, H.: 1985: 23). Por eso debe probar que aún bajo el dominio de la
razón unidimensional, que reduce el poder de lo negativo a lo dado, persisten tendencias
56
Marcuse, H., 1985: 171.
a la transformación. 57
Marcuse, H., 1985: 172.
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y trascendentes, por rechazar las alternativas y por ser ideológica, pues de instrumentación62. Esta concepción obra como un a priori (es decir,
al orden falso de los hechos (es falso porque perpetúa el sufrimiento y como un presupuesto independiente de la experiencia y de la historia):
el esfuerzo) se corresponde una ‘falsa consciencia’58, que contribuye a determina la experiencia, proyecta la dirección de la transformación de
preservar el primero. Esta falsa consciencia ha sido incorporada al apa- la naturaleza y organiza la totalidad.
rato que la reproduce59. Como consecuencia, “la sociedad se reproduce a La ciencia de la naturaleza se desarrolló bajo el a priori tecnológico,
sí misma en un creciente ordenamiento técnico de las cosas y relaciones que que proyecta a la naturaleza como un instrumento potencial, un
incluyen la utilización técnica del hombre; en otras palabras, la lucha por equipo de control y organización. La aprensión de la naturaleza como
la existencia y la explotación del hombre y de la naturaleza llegan a ser instrumento hipotético precede el desarrollo de toda organización
incluso más científicas y racionales”60. técnica particular63.
El término ‘racionalización’ tiene un doble significado: por un lado,
La ciencia moderna fue edificada desde el comienzo para controlar
se refiere a la lógica de la productividad, de la eficiencia, del éxito, de
y explotar los recursos naturales con el fin de satisfacer las necesidades
la cual resulta un más alto nivel de vida; por otro lado, quiere decir
humanas. Para ese fin no solamente utilizó la totalidad de los recursos
manipulación, dominación, control y represión. Así, pareciera que todo
naturales sino que también se valió de la instrumentalización de los hom-
proceso de racionalización es inherentemente represivo.
bres y de su trabajo. La técnica no es un agregado externo y posterior al
Marcuse piensa que la dirección general que se le dio a esta racio-
conocimiento puro y neutro, sino que la ciencia moderna fue concebida
nalidad represiva tecnológica era inherente a la ciencia pura y puede
desde el comienzo como un saber en función de la instrumentación de
identificarse el momento en que la razón teórica se convirtió en prác-
la naturaleza y del hombre. Por eso, Marcuse afirma que “la ciencia ha
tica social en los orígenes metodológicos de la racionalidad moderna61.
llegado a ser en sí misma tecnológica”64 y que hay una unidad profunda
Siguiendo a Martin Heidegger, sostiene que la naturaleza en manos de
a la base de la ciencia pura y de la técnica: ambas se despliegan bajo la
la ciencia y de la técnica queda transformada en un sistema hipotético
misma lógica y racionalidad de la dominación. Sin embargo, no es suficiente
advertir que la ciencia pura es en sí misma tecnológica, hay que compren-
der también que esa ciencia supone una praxis social y política concreta,
58
Marcuse, H., 1985: 42. no del ser humano en general, sino de una parte de la sociedad.65 Dicho
59
“Esta absorción de la ideología por la realidad no significa, sin embargo, el ‘fin de la
ideología’. Por el contrario, la cultura industrial avanzada es, en un sentido específico, más
62
Citando a Heidegger, Marcuse sostiene que “el hombre moderno toma la totalidad de
ideológica que su predecesora, en tanto que la ideología se encuentra hoy en el propio lo que es como materia prima para la producción y somete la totalidad del mundo-objeto
proceso de producción. Bajo una forma provocativa, esta proposición revela los aspectos a la marcha y el orden de la producción...” La originalidad de Heidegger en el planteo
políticos de la racionalidad tecnológica predominante. El aparato productivo, y los bienes del problema de la técnica ha consistido en establecer una relación entre la metafísica y la
y servicios que produce, ‘venden’ o imponen el sistema social como un todo. Los medios técnica: la técnica como un modo de desocultarse del ser, como la forma de consumación
de transporte y comunicación de masas, los bienes de vivienda, alimentación y vestuario, de la metafísica; a diferencia de los autores de la escuela de Frankfurt que, desde una pers-
el irresistible rendimiento de la industria de las diversiones y de la información, llevan pectiva menos encubridora, hacen una crítica “política” de la técnica, es decir, el mundo
consigo hábitos y actitudes prescritas, ciertas reacciones emocionales e intelectuales que reducido por la técnica, que es el mundo donde se juegan los intereses capitalistas, podrá
vinculan de forma más o menos agradable los consumidores a los productores y, a través ser superado en nuevas relaciones políticas entre los hombres. No es necesario entender
de éstos, a la totalidad. Los productos adoctrinan y manipulan; promueven una falsa las relaciones políticas como aquellas en las que unos son “malos” y los otros son “buenos”.
consciencia inmune a su falsedad. Y a medida que estos productos útiles son asequibles Tal vez sea mejor pensar las relaciones políticas de manera más estructural como en la
a más individuos en más clases sociales, el adoctrinamiento que llevan a cabo deja de ser dialéctica hegeliana: siempre que hay relaciones intersubjetivas hay una posición de amo
publicidad; se convierte en modo de vida. Es un buen modo de vida -mucho mejor que y una posición de esclavo (y en la historia se irá tramitando la igualdad de esa relación).
antes-, y en cuanto tal se opone al cambio cualitativo. Así surge el modelo de pensamiento Pero en el origen la relación dialéctica entre un sí mismo y un otro es siempre asimétrica
y conducta unidimensional en el que ideas, aspiraciones y objetivos, que trascienden por y el desarrollo lleva las huellas de esa asimetría.
su contenido el universo establecido de discurso y acción, son rechazados o reducidos a 63
Marcuse, H., 1985: 179-80.
los términos de este universo” (Marcuse, H., 1985: 41-42. Subrayado nuestro). 64
Marcuse, H., 1985: 183.
60
Marcuse, H., 1985: 173. Énfasis nuestro. 65
“El a priori tecnológico es un a priori político, en la medida en que la transformación de
61
Marcuse, H., 1985: 171-3. la naturaleza supone la transformación del hombre y que las creaciones del hombre salen
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en otros términos: “La racionalidad científica requiere una organización Como de hecho hay represión y la represión restringe la expe­rien­cia; y
social específica”66. Esa organización social y política específica es la del puesto que el positivismo reduce toda experiencia a lo dado, el resultado
mercado, cuyo sujeto social concreto es la clase burguesa. La neutralidad es que la ciencia y el saber resultan restringidos. La ciencia y la técnica están
y objetivad aparentes de la ciencia y de la técnica requieren un sujeto contenidas dentro de un horizonte o modo de ser que es histórico, y res-
histórico específico: el que prevalece en la sociedad para la que y en la que ponde a intereses particulares. Una falsa consciencia mutilada69 es colocada
esta neutralidad es establecida, es decir, la clase burguesa. La efectividad como la verdadera consciencia que decide sobre el sentido y la expresión
y productividad ‘universal’ del aparato al que están sometidos el hombre de aquello que es. El análisis científico, técnico o lingüístico enmarcado en
y la naturaleza, vela por los intereses particulares67 de la burguesía que esta racionalidad unidimensional no puede alcanzar otra exactitud empírica
organizan el aparato. Hay un paralelo entre la transformación de la racio- que la que extrae la gente del estado de cosas dado ni otra claridad que la
nalidad científica y la del orden social: se ha producido una cuantificación que se le permite dentro de ese mismo estado; esto es, permanece dentro
en lo social a través de la medición del tiempo de trabajo. de los límites de un saber y un discurso mistificados y engañosos.
Mientras la ciencia liberaba los fines naturales de los fines inherentes La sociedad industrial avanzada extiende el dominio del hombre sobre
y despojaba la materia de todas las cualidades que no sean cuantifi- la naturaleza al mismo tiempo que acrecienta el dominio del hombre
cables –observa Marcuse-, la sociedad liberaba a los hombres de la sobre el hombre y de la sociedad sobre el individuo. La totalidad del
jerarquía ‘natural’ de la dependencia personal y los relacionaba entre sistema tiene la apariencia70 de la racionalidad misma porque conquista las
sí de acuerdo con cualidades cuantificables; o sea, como unidades fuerzas sociales críticas por medio de la tecnología, antes que por el terror,
de tiempo. ‘Gracias a la racionalización de las formas de trabajo, la sobre la doble base “de una abrumadora eficacia y un nivel de vida cada
eliminación de las cualidades es transferida del universo de la ciencia vez más alto”71. Pero Marcuse advierte que el orden social como totalidad
al de la experiencia diaria’68. es irracional72, porque mientras que el desarrollo científico-técnico per-
mitiría una reducción del esfuerzo global necesario para la satisfacción
La cuantificación de la naturaleza física y humana es el resultado de
de las necesidades naturales básicas73, la organización del trabajo, y por
la generalización de intereses sociales particulares y, en consecuencia, el
tanto, la distribución de la riqueza social, sigue siendo la misma que en
paradigma científico moderno en su conjunto responde a estos intereses
particulares de la burguesía. 69
La conciencia es falsa porque se le oculta la verdadera realidad de la explotación. Está
En resumen: para Marcuse, la ciencia y la técnica modernas se han mutilada porque toma la parte por el todo, la perspectiva particular de la burguesía como
desarrollado a partir de una organización dada (a partir de una forma de el conocimiento universal humano, los rasgos particulares de la época moderna como
las características esenciales del ser.
dominio) del trabajo social, y por eso, sus estructuras y métodos repro- 70
‘Racionalidad’ significa en este contexto ‘lógica’, ‘orden coherente’. Se trata, por un lado,
ducen y extienden ese dominio. Desde el momento (siglo XVII) en que de la racionalidad tecnológica o unidimensional que se identifica con una racionalidad
se concibe a la naturaleza como res extensa (con Descartes) ya se la ha de los medios, sin que los fines se puedan evaluar por la razón. Por otro lado, se hace
sometido a una estructura de dominación. referencia a la razón crítica, dialéctica o bidimensional que supone ciertos fines a los
que se considera en sí mismos racionales (por ejemplo, la dignidad de la vida humana
o procurar una forma de vida social libre de las necesidades).
de y vuelven a entrar en un conjunto social” (Marcuse, H., 1985: 181). En este punto, el 71
Marcuse, H., 1985: 20. A diferencia del fascismo, del nazismo o del stalinismo, las so-
ensayo de Marcuse anticipa los resultados de la investigación que M. Foucault hará una ciedades unidimensionales no necesitan valerse de la violencia, del terror o de la fuerza
década después en Vigilar y castigar y en La verdad y las formas jurídicas policial para controlar a los disidentes u opositores.
66
Marcuse, H., 1985: 184. Énfasis nuestro. 72
“Esta sociedad es irracional como totalidad” (Marcuse, H., 1985: 19-20), en tanto es
67
“Para vender los intereses particulares como si fueran los de todos los hombres sensi- estática, absorbe las críticas y los elementos destructivos y encubre las fuerzas que perpetúan
bles. Las necesidades políticas de la sociedad se convierten en necesidades y aspiraciones la amenaza de destrucción (por la imposibilidad de diferenciar los contenidos destructivos
individuales, su satisfacción promueve los negocios y el bienestar general, y la totalidad y opresivos de los elementos constructivos y libera­dores).
parece tener el aspecto mismo de la Razón” (Marcuse, H., 1985: 19). 73
La insistencia de Marcuse en distinguir las necesidades verdaderas de las falsas (distinción
68
Marcuse, H., 1985: 184. La cita es de Horkheimer, M.-Adorno, T., Dialectik der Aufklärung, que en sí misma es difícil de sostener) está planteando la necesidad de establecer un criterio
Amsterdam, 1947, p. 50. de valor (no necesariamente moral) que privilegie unas sobre otras.
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las etapas anteriores (porque sigue exigiendo un esfuerzo innecesario y el verdadero, esto es, si ‘aprehende’ la realidad, si es el concepto (Begriff)
sacrificio de grandes masas de la población), mientras que podría permitir de su objeto, es el proceso en el que el objeto se constituye a sí mismo,
una vida más digna y humana para toda la sociedad. Lo que es irracional se convierte en lo que es, se desarrolla a sí mismo. (…) El [verdadero]
para Marcuse es la dirección o finalidad a la que se dirige la totalidad proceso del pensamiento es un proceso ‘objetivo’ en sentido estricto.
de la sociedad, es decir, la perpetuación de la explotación, del sacrificio (…) Lo que ocurre en el proceso del pensamiento no es que una idea
innecesario y de la apropiación privada de la producción social. sea sustituida por otra más adecuada a la realidad, sino que la misma
Para la lógica científico-tecnológica unidimensional, en cambio, solo idea despliega su contenido original -una dinámica que es la de la
hay racionalidad en los medios (no en los fines), de modo que la irracio- realidad comprendida en la idea-. La realidad tiene (o, mejor, es) su
nalidad del conjunto no es (para ella) perceptible, tanto más cuando el propio logos, y, así, su propia lógica. Y esto no es solo una manera de
sistema absorbe las críticas y los elementos destructivos y encubre las hablar. Desde que los griegos definieron por primera vez la esencia
fuerzas que perpetúan la amenaza de destrucción (por la imposibilidad del Ser como logos, la idea de la esencia lógica de la realidad (y de
de diferenciar los contenidos destructivos y opresivos de los elementos la realidad de la lógica) ha dominado el pensamiento occidental; la
constructivos y liberadores). El aparato productivo tiende a hacerse a dialéctica hegeliana es solamente su último gran desarrollo77.
tal grado totalitario74 que determina las necesidades y aspiraciones de los La lógica dialéctica expresa la estructura antagónica de la realidad y del
individuos75. “La pérdida de esta dimensión, en la que reside el poder del concepto que trata de comprender la realidad78. El mundo de la experiencia
pensamiento negativo —el poder crítico de la Razón—, es la contrapar- inmediata debe ser transformado para poder llegar a ser aquello que real-
tida ideológica del propio proceso material mediante el cual la sociedad mente es. La razón es el poder de lo negativo. Hay una contradicción más
industrial avanzada acalla y reconcilia a la oposición”.76 que una correspondencia entre el pensamiento dialéctico y la realidad
A la racionalidad tecnológica unidimensional, Marcuse y la Teoría dada. El pensamiento contradice aquello que es dado, opone su verdad
Crítica oponen la concepción de la razón dialéctica bidimensional. Para a la de la realidad dada, así como la Idea se opone a la apariencia. Pero
resumir sus características, se seguirá la conceptualización realizada el pensamiento no puede transformar el orden dado a menos que pase
por Marcuse en La dialéctica y la lógica después de la Segunda Guerra a la praxis. La lógica formal neutraliza el contenido material y convierte
Mundial, donde dice: a los conceptos en instrumentos de predicción y control. La lógica dia-
Según Hegel, la distinción tradicional entre idea y realidad es ‘abs- léctica no puede ser reducida a lo formal porque está determinada por
tracta’; falsea y prejuzga la relación real. El pensamiento y su objeto lo real, que es concreto. El objeto de la lógica dialéctica son los hechos
tienen un común denominador, que es a su vez ‘real’, que constituye establecidos en tanto son obra de la práctica histórica del hombre79. Parte
la sustancia tanto del pensamiento como de su objeto. Este común de un universo histórico. La razón se convierte así, en razón histórica.
denominador, esta estructura común al pensamiento y al objeto es Contradice el orden establecido de los hombres y de las cosas, en nombre
la estructura del Ser como proceso que comprende al hombre y a la de las fuerzas sociales existentes que revelan el carácter irracional de este
naturaleza, a la idea y a la realidad. El proceso del pensamiento, si es
77
Marcuse, H., La dialéctica y la lógica después de la Segunda Guerra Mundial, en Ensayos
74
El totalitarismo se define por la anulación de las libertades individuales o su sub- sobre política y cultura, Editorial Planeta-Agostini, Barcelona, 1986, pp. 128-32.
ordinación al Estado o a la sociedad. En su ensayo Sobre la libertad, J. S. Mill explicita 78
“Marx elaboró su dialéctica como un instrumento conceptual para comprender una
las libertades sobre las que la sociedad o el Estado no tienen injerencia: libertad de sociedad intrínsecamente antagónica. La disolución de las nociones fijas y estables de filo-
pensamiento y de conciencia, libertad de expresión, libertad de formas de vida, libertad sofía, de economía política y de sociología en sus contradictorios componentes equivalía a
de asociación. Los socialistas y comunistas agregaron ciertas libertades ‘sociales’ a las ‘reflejar’ la estructura real y el movimiento de esa sociedad: la dialéctica era la reproducción
libertades individuales como son, por ejemplo, el derecho a la salud y a la educación o la teórica de lo que ocurría en la realidad. (...) Pero la relación dialéctica entre la estructura del
libertad económica (no como libertad de empresa y asociación) como el derecho social a pensamiento y la estructura de la realidad no es simplemente la relación de correspondencia
decidir en conjunto qué se produce y cómo se distribuyen los recursos existentes. y reflejo” (Marcuse, H., 1986: 127).
75
Marcuse, H., 1985: 26. 79
“Todo hecho puede ser sometido al análisis dialéctico solo en la medida en que cada hecho
76
Marcuse, H., 1985: 41. esté influenciado por los antagonismos del proceso social” (Marcuse, H., 1972: 307).
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orden80. Lo racional es reducir la ignorancia, la destrucción, la brutali­ ceso). Una racionalidad histórica es aquella que pone sus fundamentos
dad y la opresión. “retroactivamente”81.
A la racionalidad científico-tecnológica ‘unidimensional’, Marcuse
contrapone el concepto de la razón dialéctica ‘bidimensional’, que reto-
4. La sociedad industrial avanzada como una sociedad sin
ma la crítica de Hegel a la división kantiana de la razón en ‘facultades’
y los avances producidos por Max Horkheimer en su Crítica de la razón oposición: las nuevas formas de control de los individuos
instrumental, sobre el concepto de ‘razón objetiva’. La razón dialéctica
La democracia consolida la dominación más firmemente
es una razón objetiva, porque es una razón inmanente a lo real, es el
que el absolutismo82.
orden objetivo de las cosas. No es la mera capacidad o facultad individual
de discernir los mejores medios para alcanzar fines dados. No es una
Para la Teoría Crítica, los conceptos teóricos no se agotan en la expli-
mera razón positiva, pretendidamente libre de todo prejuicio valorativo
cación sino que deben culminar en la transformación social, pero para
[bueno-malo (moral), bello-feo, buen gusto-mal gusto (estético), los pro-
cumplir esta tarea se requiere de un sujeto revolucionario83 que lleve
pios deseos, el punto de vista (subjetivo)]. Los valores morales, estéticos
adelante la transformación y tal sujeto solo puede surgir del sentimiento
y subjetivos están incluidos dentro de la concepción marcusiana de la
y de la conciencia de la necesidad del cambio. Marcuse y los demás inte-
razón dialéctica como uno de sus momentos.
grantes de la Escuela de Frankfurt son concientes de la falta de un sujeto
La concepción marcusiana de la razón dialéctica supone que lo real
revolucionario y, al mismo tiempo, comienzan a percibir que, cada vez
contiene más que lo que está meramente dado, que la realidad no puede ser
más, se van cerrando las posibilidades que harían posible el surgimiento
reducida al status quo, que lo dado tiene una dimensión aún no mani-
de un nuevo sujeto. La tarea de la teoría es poner las condiciones para esa
fiesta pero real (incluso, más real), un en sí, una potencialidad que solo
transformación, porque “a no ser que el reconocimiento de lo que se está
se muestra completamente en el curso de la historia. Tal completitud o
haciendo y lo que se está evitando subvierta la consciencia y la conducta
consumación de lo dado solo puede ser vislumbrada partiendo de las
del hombre, ni siquiera una catástrofe provocará el cambio”84. ¿Podría
condiciones implícitas en los desarrollos presentes. Por eso, la Teoría
alcanzarse este reconocimiento en las condiciones de las sociedades in-
Crítica se diferencia de la mera imaginación utópica o de la deseabilidad
dustriales avanzadas actuales? ¿Cómo? ¿Qué es lo que ha evitado que se
moral, en tanto construye la verdadera realidad a partir de las condicio-
pueda reconocer la necesidad de la transformación? ¿Por qué no se ha
nes dadas. Una razón histórica es aquella en la cual los fundamentos de
producido la revolución en occidente y por qué la revolución soviética
los desarrollos históricos se hacen visibles solo al final de ese proceso
no ha liberado al hombre?
(aun cuando en sí estén presentes de modo inmanente en todo el pro-
81
Cf. Žižek, S.: La identidad y sus vicisitudes: la ‘Lógica de la esencia’ de Hegel como una
teoría de la ideología, en Cuadernos de Investigación de la Sociedad Filosófica Buenos Aires, II,
Ediciones Al Margen, La Plata, 1996: 181-242.
82
Marcuse, H., 1985: 7.
80
“El carácter histórico de la dialéctica marxista abarca tanto la negatividad imperante como
su negación. La situación dada es negativa y solo la liberación de las posibilidades inma-
83
La cuestión de la índole del concepto de (re)apropiación de la propia esencia mediante
nentes en ella puede transformarla en positiva. Esto último, la negación de la negación, se la (re)apropiación de los productos del trabajo social como instrumento crítico “será
efectúa estableciendo un nuevo orden de cosas. La negatividad y su negación son dos fases planteada principalmente por la Escuela de Frankfurt. Los pensadores de esta escuela se
diferentes del mismo proceso histórico, conducido por la actividad histórica del hombre. preguntan si podemos tener ciencias sociales críticas sin un proyecto de emancipación.
El ‘nuevo’ Estado es la verdad del viejo, pero esta verdad no brota automáticamente y con Podemos tomar esta cuestión por lo menos como el contenido de un proyecto. Sin ese
firmeza del estado anterior; solo puede ser liberado mediante un acto autónomo por parte proyecto los seres humanos son como las hormigas o las abejas; simplemente observan,
del hombre, que cancele la totalidad del estado negativo existente. La verdad, en suma, no describen, analizan, etc. Sin cierto movimiento histórico hacia la reapropiación los seres
es un reino separado de la realidad histórica, ni una región de ideas eternamente válidas. humanos no son nada más que eso. En definitiva, es el concepto de apropiación lo que
Naturalmente, trasciende la realidad histórica dada, pero solo en la medida en que pasa confiere sentido al concepto de creación. Redescubrimos que somos creativos en la medida
de una etapa histórica a otra. Tanto el estado negativo como su negación constituyen un en que tenemos un proyecto de apropiación” (Ricoeur, P.:, 1991: 105).
acontecimiento concreto dentro de la misma totalidad” (Marcuse, H., 1972: 307-8). 84
Marcuse, H., 1985: 25.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

La progresiva expansión de la razón unidimensional se hace manifiesta interioridad mediata. En lo individual se disuelve la interioridad, en lo
en todas las esferas de la realidad humana: en lo que los hombres hacen social desaparece la oposición.
y producen (política, sociedad, cultura, deseos individuales y colecti- Desde la tradición liberal se ha sostenido que las sociedades ‘occi-
vos, etc.) y en lo que piensan y dicen (lenguaje, arte, ciencias, filosofía, dentales’ se caracterizan por su defensa de la libertad y la democracia a
etc.)85. Dos consecuencias de la expansión de la unidimensionalidad diferencia de las sociedades ‘totalitarias’ (como las fascistas o comunistas)
son particularmente importantes para comprender la situación actual: la en las que estas libertades se han cercenado o suprimido. Como el sistema
asimilación de las fuerzas y de los intereses que en las etapas anteriores establecido parece haber garantizado el estado de derecho (que protege
del desarrollo histórico ejercían la crítica y la oposición al sistema86, y la la independencia y la autonomía individuales), y la productividad y
administración y la movilización metódicas de los deseos inconscientes eficiencia (que liberan a los seres humanos de las necesidades naturales
lo que permite un mejor control y una utilización productiva de las pul- inmediatas), deja de tener sentido la preocupación por los derechos y
siones destructivas. El sistema controla a los individuos al determinar sus las libertades, ya que parecen haberse obtenido los fines perseguidos por
necesidades, sin tener que recurrir a la violencia. Así, logra diferenciarse medio de estos derechos y libertades. Sin embargo, Marcuse advierte
de un régimen como el fascista en el que se anulan las libertades de los que, si bien en la etapa anterior las sociedades industriales lucharon
individuos y se los sujeta por la fuerza y el terror. La represión violenta por la extensión de las libertades y los derechos, eso ya no ocurre en
directa es innecesaria desde que “el control social se ha incrustado en las las sociedades industriales avanzadas actuales, las que se caracterizan
necesidades que ha producido”87. De esta manera, se controla a los indi- por una ausencia de libertad90. ¿A qué libertades se refiere? Menciona el
viduos indirectamente, sin la amenaza o la fuerza directas. Cuando la conjunto de las libertades individuales91 defendidas por el liberalismo
gente se identifica con esas necesidades, se somete voluntariamente a los político y económico: la libertad de pensamiento, de palabra, de con-
controles. Cuando “la gente se reconoce en sus mercancías”88 ya no existe ciencia, de expresión, de asociación, de modos de vida, libre iniciativa
la posibilidad de transformar la realidad en la que se vive. El control y individual y libre empresa. Dentro de la tradición liberal, la libertad se
la represión llegaron a ser ‘lógicos’, racionales, aceptables. Para Marcuse define como independencia (de los poderes y de la voluntad de otros),
no se trata de luchar contra las innovaciones tecnológicas sino contra la como autonomía (libre elección de los gobernantes y de las leyes) y como
reducción que la lógica tecnológica hace de toda relación racional a lo autodeterminación (independencia de las tendencias instintivas y de las
meramente instrumental. Al disolverse la autonomía individual, ya no necesidades naturales).
hay espacio ‘privado’ (libertad de conciencia, de asociación o de formas Marcuse argumenta que la libertad como autonomía se ha di-
de vida), quitándose las bases de la opinión y la conducta públicas que suelto completamente bajo el control sistemático del pensamiento y
pudieran generar el cambio89. La identificación inmediata reemplaza toda la conducta, e incluso se extiende a los instintos que se han vuelto
85
Cada uno de los capítulos de El hombre unidimensional analiza el funcionamiento de la objeto de manipulación. El control92 y la manipulación suprimen la
unidimensionalidad en una de estas esferas específicas. Estas dos dimensiones se corres-
ponden con lo que Marx llama ‘estructura’ y ‘superestructura’ de la sociedad y también pensamiento, a la autonomía y al derecho de oposición política de su función crítica
con lo que Foucault llama ‘formaciones discursivas’ y ‘formaciones no-discursivas’. básica” (Marcuse, H., 1985: 31-32).
86
Por ejemplo, las libertades y derechos eran en su origen ideas críticas tendientes a 90
“Una ausencia de libertad cómoda, suave, razonable y democrática, señal del progreso
superar un régimen caduco y a generar uno más productivo y racional, se han institucio- técnico, prevalece en la civilización industrial avanzada” (Marcuse, H., 1985: 31).
nalizado y aceptado como algo natural, y terminaron perdiendo su fuerza crítica, pues
ésta requiere siempre distanciarse y diferenciarse de lo natural o dado. La oposición y el
91
Cf. Mill, J. S., Sobre la libertad, traducción de Josefa Sainz Pulido, Ediciones Orbis,
debate en la sociedad industrial avanzada se redujeron a las alternativas dentro del statu Madrid, 1980.
quo, lo cual se opone al cambio del sistema (Marcuse, H., 1985: 31-32). 92
“La tecnología sirve para instituir formas de control social y de cohesión social más
87
Marcuse, H., 1985: 39. efectivas y más agradables. […] Estas necesidades tienen un contenido y una función
sociales, determinadas por poderes externos sobre los que el individuo no tiene ningún
88
Marcuse, H., 1985: 39. control; el desarrollo y la satisfacción de estas necesidades es heterónomo. […] En la
89
“Una sociedad que parece cada día más capaz de satisfacer las necesidades de los época contemporánea, los controles tecnológicos parecen ser la misma encarnación de
individuos por medio de la forma en que está organizada, priva a la independencia de la razón en beneficio de todos los grupos e intereses sociales, hasta tal punto que toda
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autonomía93. A su vez la independencia y la autodeterminación se ven solidaridad, la pacificación de la existencia o la supresión del esfuerzo
reducidas cuando la esfera de la interioridad individual y privada es innecesario y del temor. Las únicas necesidades que pueden reclamar
invadida por la publicidad y los medios de comunicación masivos, satisfacción fuera de toda duda son las vitales, puesto que “designan
hasta alcanzar incluso el nivel de los deseos y los instintos. De esta condiciones objetivas en la medida en que la satisfacción universal
manera la posibilidad de acciones libres (en cualquiera de los tres de las necesidades vitales y, más allá de ella, la progresiva mitigación
sentidos antes definidos) se ve completamente reducida cuando no del trabajo y la miseria, son normas universalmente válidas”97
es directamente suprimida. A todo esto se agrega un factor impor-
tante: si se lucha por la libertad para estar en mejores condiciones de
5. Los límites de las categorías dialécticas
satisfacer las necesidades, esta demanda pierde su sentido cuando el
mismo sistema permite la satisfacción94, cuando pone al alcance de Después de haber desarrollado las tesis centrales de Marcuse sobre
los consumidores mucho más de lo que pueden consumir. La objeción las sociedades industriales avanzadas o sociedades unidimensionales, se
que Marcuse plantea consiste en señalar que las necesidades satisfe- presentarán a continuación dos hipótesis explicativas del modo de pensa-
chas son las mismas que el sistema produce. Estas necesidades son miento de este autor. La primera hipótesis sostiene que Marcuse parte de
falsas porque, por un lado, son generadas de acuerdo con intereses los presupuestos fundamentales del marxismo para explicar los hechos y
particulares95 para que el sistema siga funcionando (incremento de los los procesos producidos en las sociedades industriales avanzadas, lleva
negocios y de las ‘utilidades’96); por otro lado, porque contribuyen a los conceptos hasta el extremo de su tensión, en el que se evidencia la
la represión y a la supresión de verdaderas necesidades, como son la incapacidad de dichos conceptos para comprender la realidad presente,
contradicción parece irracional y toda oposición imposible” (Marcuse, H., 1985: 25, y se ve obligado a ir desechándolos uno por uno. Solo las categorías de
35, 39). la razón dialéctica serán mantenidas hasta el final ya que el precio de su
93
Por otro lado, la autonomía no debe confundirse con la abstracta libertad de elección. eliminación hubiera sido, desde su perspectiva, la imposibilidad de la
“La amplitud de la selección [elección] abierta a un individuo no es factor decisivo para
determinar el grado de libertad humana [capacidad subjetiva de elección], pero sí lo es lo
crítica o su total injustificación.
que se puede escoger [oferta objetiva] y lo que es escogido [apropiación y uso efectivos] por La segunda hipótesis afirma que si Marcuse no logró desprenderse
el individuo. El criterio para la selección no puede nunca ser absoluto, pero tampoco es de las categorías de ‘totalidad’ y de ‘razón’ entendidas como fundamento,
del todo relativo. La libre elección de amos no suprime ni a los amos ni a los esclavos. Escoger fue por haberse enrolado en el proyecto de autofundamentación de la
libremente entre una amplia variedad de bienes y servicios no significa libertad si estos
bienes y servicios sostienen controles sociales sobre una vida de esfuerzo y de temor, tradición ilustrada legado a través de los iluministas, de Hegel y de Marx.
esto es, si sostienen la alienación. Y la reproducción espontánea, por los individuos, de Se sostendrá que Marcuse no alcanzó a distinguir entre el proyecto epis-
necesidades superimpuestas no establece la autonomía; solo prueba la eficacia de los temológico y el proyecto político de la ilustración, lo cual le imposibilitó
controles. […] Los esclavos de la sociedad industrial desarrollada son esclavos sublimados,
pero son esclavos, porque la esclavitud está determinada no por la obediencia, ni por la pensar una crítica de la unidimensionalidad que pudiera desprenderse
rudeza del trabajo, sino por el status de instrumento y por la reducción del hombre al estado del concepto de razón como fundamento.
de cosa” (Marcuse, H.: 1985: 37-38 y 63). ¿Cuáles son los conceptos principales de la tradición del marxismo
94
“Bajo las condiciones de un creciente nivel de vida, la disconformidad con el sistema occidental que sirven de base al pensamiento de Marcuse? ¿Cuáles son
aparece como socialmente inútil” (Marcuse, H., 1985: 32).
las limitaciones de estos conceptos a la luz de las realidades sociales
95
“’Falsas’ son aquellas que intereses sociales particulares imponen al individuo para
su represión: las necesidades que perpetúan el esfuerzo, la agresividad, la miseria y la contemporáneas?
injusticia” (Marcuse, H., 1985: 35).
96
“...los controles sociales exigen la abrumadora necesidad de producir y consumir a. El concepto de sujeto revolucionario: Indudablemente, el proleta-
el despilfarro; la necesidad de un trabajo embrutecedor cuando ha dejado de ser una riado es, para Marx, la clave del sostenimiento y de la superación del
verdadera necesidad; la necesidad de modos de descanso que alivian y prolongan ese
embrutecimiento; la necesidad de mantener libertades engañosas tales como la libre 97
Marcuse, H., 1985: 36. “En última instancia, la pregunta sobre cuáles son las necesidades
competencia a precios políticos, una prensa libre que se autocensura, una elección libre verdaderas o falsas solo puede ser resuelta por los mismos individuos, pero solo en última
entre marcas y gadgets” (Marcuse, H., 1985: 37). instancia; esto es, siempre y cuando tengan la libertad para dar su propia respuesta”.
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sistema capitalista. Por un lado, el proletariado expresa la pérdida total que han sido objeto de una dominación efectiva y productiva crear por
de la esencia de lo humano como resultado necesario del desarrollo del sí mismos las condiciones de la libertad?”102. La respuesta de Marcuse es la
proceso productivo y punto de inflexión hacia su superación. Por otro siguiente: “La lógica dialéctica insiste en que los esclavos deben ser libres
lado, el proletariado es un sujeto histórico concreto, y por lo tanto, activo. para su liberación antes de que puedan ser [efectivamente] libres, y que
Sin la praxis proletaria “las armas de la crítica” quedarían sin “la crítica el fin debe ser operativo en los medios para alcanzarlo”103. La liberación
de las armas” y la revolución permanecería limitada al ámbito del puro de la clase trabajadora debe ser producto de la praxis de la propia clase
pensamiento98. Marcuse percibe que el proletariado ya no es más que trabajadora. La respuesta a esta pregunta había sido dada por Marx en sus
una ilusión: “La realidad de las clases trabajadoras en la sociedad indus- Tesis sobre Feuerbach, cuando sostenía: “La consciencia del cambio de las
trial avanzada –escribe- hace del ‘proletariado’ marxiano un concepto circunstancias con el de la actividad humana o cambio de los hombres
mitológico; la realidad del socia­lismo actual hace de la idea marxiana un mismos, solo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica
sueño”99. Esto es así porque han desaparecido las fuerzas históricas que revolucionaria”104. Así lo interpreta Marcuse: “La búsqueda de específicos
en la etapa precedente de la sociedad industrial parecían representar la agentes históricos del cambio revolucionario en los países capitalistas
posibilidad de nuevas formas de existencia100. avanzados carece en verdad de sentido. Las fuerzas revolucionarias
En virtud de su puesto fundamental en el proceso de producción, en emergen en el proceso mismo de cambio; el paso de lo potencial a lo actual
virtud de su fuerza numérica y del peso de la explotación, la clase es obra de la práctica política”105. En consecuencia, las contradicciones
trabajadora es todavía el agente histórico de la revolución; en virtud estructurales del sistema capitalista no determinan al sujeto revolucionario,
de que comparte las necesidades estabilizadoras del sistema, se ha sino que éste es el resultado de su propia praxis.
convertido en un factor conservador, incluso contrarrevolucionario. Por otro lado, la sociedad industrial avanzada está haciendo posible
Objetivamente, ‘en sí’, la clase trabajadora es todavía, potencialmente, lo que para Aristóteles era inimaginable: las lanzaderas trabajan por sí
la clase revolucionaria; subjetivamente, ‘para sí’, no lo es101. solas y ya no requieren de los trabajadores. La automatización del trabajo
deviene productor independiente, sujeto por sí mismo106. La estructura
Si el proletariado ha perdido su potencialidad revolucionaria, ¿quién,
automatizada de la sociedad ya no requiere de sujetos, la máquina in-
en la sociedad industrial avanzada, puede desempeñar el papel del sujeto
ventada por el hombre amenaza con arrojar al piloto y seguir su marcha
revolucionario? “En última instancia –sostiene-, la pregunta sobre cuá-
sola. En otras palabras, el modo de producción o el sistema de poder
les son las necesidades verdaderas o falsas solo puede ser resuelta por
funciona de acuerdo a sus propias leyes, generando una forma de vida,
los mismos individuos, siempre y cuando tengan libertad”, porque “toda
de pensamiento y de conducta, que no deja de reproducir y reforzar al
liberación depende de la toma de consciencia de la servidumbre”. Pero
mismo sistema. Pero desde los supuestos de Marcuse, la transformación social
esta respuesta conduce a un nuevo problema: “¿cómo pueden hombres
no es posible sin un sujeto revolucionario: se podrá admitir que ese sujeto
98
Cf. Marx, K., Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, Buenos Aires, no existe todavía, pero no se puede suprimir su concepto necesario. Con
Ediciones Nuevas, 1968. Marcuse, la teoría marxista avanza hasta un límite en el cual el concepto
99
Marcuse, H., 1985: 216. Énfasis nuestro. central de sujeto revolucionario resulta cuestionable107.
100
Cf. Marcuse, H., 1985: 40. En otro lugar escribe: “El fondo histórico de la transformación
del marxismo lo ha dado la transición del capitalismo libre del siglo XIX (el período del 102
Marcuse, H., 1985: 36.
liberalismo) al ‘capitalismo organizado’ del siglo XX. El tremendo aumento de la producti- 103
Marcuse, H., 1985: 71. Énfasis y corchetes nuestros.
vidad ha conducido a una elevación considerable del nivel de vida en los países industriales 104
Marx, K.: Tesis sobre Feuerbach, en Marx, K.-Engels, F., La ideología alemana, Ediciones
avanzados, elevación de la que ha participado el movimiento obrero organizado. Consi- Pueblos Unidos, Buenos Aires, 1975, p. 665.
guientemente, la posición de clase del proletariado marxista ha cambiado: una gran parte de
las clases trabajadoras tiene ahora un interés creado en la sociedad cuya ‘negación absoluta’
105
Marcuse, H., 1969: 82. Énfasis nuestro.
se suponía que representaban” (Marcuse, H., 1986: 124. Énfasis nuestro). Cf. Marcuse, H., 106
Ver Marcuse, H., 1985: 67-9.
Un ensayo sobre la liberación, México, Cuadernos de Joaquín Mortiz, 1969, p. 82. 107
La teoría posterior avanzará más sobre este problema: Foucault sostiene que el sujeto
101
Marcuse, H., 1969: 24. es un producto del poder y elaborará el concepto de sujeto-sujetado. Deleuze habla del
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b. Los conceptos de explotación, alienación, cosificación e ideología: A necesario un ‘sí mismo’ y cuando la dimensión de interioridad en la que
mediados del siglo XIX en las naciones europeas occidentales (como asienta la libertad y el sí mismo ha desaparecido, la noción de alienación
Francia o Inglaterra), la condición de explotación del proletariado era un se hace cuestionable:
fenómeno observable a simple vista, aunque no tan fácilmente explicable. La gente -advierte Marcuse- se reconoce en sus mercancías; encuentra
La situación de explotación de los trabajadores de Europa y los Estados su alma en su automóvil, en su aparato de alta fidelidad, su casa, su
Unidos a dos décadas de la finalización de la Segunda Guerra Mundial equipo de cocina. El mecanismo que une el individuo a su sociedad
es explicada por la teoría marxista, pero los síntomas de la explotación ha cambiado, y el control social se ha incrustado en las nuevas nece-
ya no son fácilmente observables. Marcuse insiste en que la condición de sidades que ha producido111.
explotación no ha variado, aunque no sea inmediatamente perceptible:
Marx criticaba las formas ilusorias de satisfacción que contrasta-
“Los esclavos de la sociedad industrial avanzada –dice- son esclavos
ban con una realidad de explotación, afirmando que la religión es “la
sublimados108, pero son esclavos, porque la esclavitud está determinada
realización fantástica de la esencia humana, porque la esencia humana
‘no por la obediencia, ni por la rudeza del trabajo, sino por el status de
carece de verdadera realidad”112. Pero en la sociedad industrial avanzada
instrumento y la reducción del hombre al estado de una cosa’”; es decir,
la identificación con una forma de vida impuesta, en la cual los indi-
por la cosificación o reificación109.
viduos “encuentran su propio desarrollo y satisfacción” hace imposible
Marx había explicado la alienación como el proceso por el cual las
la percepción y la consciencia de que “la esencia humana carece de
relaciones sociales se convierten en relaciones entre cosas y las relaciones
verdadera realidad”. En Marx todavía era posible vislumbrar y pensar
entre cosas se convierten en relaciones sociales, y había mostrado que
una verdadera realidad de la esencia humana más allá de la alienación;
el mundo alienado era posible sobre la base de la apropiación privada
en la sociedad industrial avanzada “la realidad constituye un estadio
de la producción social. Por eso, la pregunta decisiva en los Manuscritos
más avanzado de la aliena­ción”, que se ha vuelto enteramente objetiva,
económico-filosóficos es ¿a quién pertenecen los productos del trabajo? En
por absorción de la ideología por la realidad. Esto significa que ya no se
la forma en que está organizado el trabajo social, cuanto más producen
puede pensar la ideología como un fenómeno superestructural, pues
los trabajadores más se vacían de su propia naturaleza. Por eso, Marcuse
“la ideología se encuentra hoy en el propio proceso de producción”113.
muestra que no basta con que los salarios se hayan elevado hasta el punto
Aquí se puede ver claramente la deficiencia del concepto tradicional de
en que permiten una mayor elección de bienes y servicios, “si esos bienes
ideología, entendido como la consciencia general que una sociedad tie-
y servicios sostienen controles sociales sobre una vida de esfuerzo y de
ne de sí misma. En un sentido más específico, la ideología es una falsa
temor, esto es, si sostienen la alienación”110.
consciencia, una consciencia que oculta o deforma la verdadera realidad
Pero el concepto de ‘alienación’ supone el de ‘naturaleza humana’.
(la explotación). Esa consciencia falsa se opone a una consciencia ver-
Para que el hombre se convierta en “otro que sí mismo” (alienado) es
dadera (la consciencia crítica de la ciencia) que es, para Marx, la “crítica
de la economía política”. Si la ideología como falsa consciencia se hace
‘pueblo ausente’, del pueblo no como algo dado sino como el producto de una creación.
Rancière y Laclau prefieren no utilizar el concepto de sujeto y se valen de los conceptos
general, si como dice Marcuse “la ideología se encuentra hoy en el propio
de subjetivación y de posiciones de sujeto, respectivamente. proceso de producción”, entonces ya no hay un más acá o un más allá de
108
El concepto de sublimación es tomado de la teoría psicoanalítica. En ese contexto la ideología y en consecuencia ya no es posible la crítica, pues no podría
teórico, la sublimación hace referencia a la postergación (represión) de la satisfacción de señalarse la falsedad de la consciencia desde la misma consciencia falsa.
la pulsión que supone en los seres humanos la pertenencia a la cultura y a la sociedad
y el desplazamiento de los objetos de deseo hacia fines superiores. Cf. Marcuse, H., Eros
y civilización, Barcelona, Seix Barral, 1968, pp. 33, 72-73, 87, 98, 106, 159. Marcuse, H.,
1985: 86-113. 111
Marcuse, H., 1985: 39. Énfasis nuestro. Cf. p. 42.
109
“Reificación” (del latín: res: cosa) significa “cosificación”, es decir, la transformación 112
Marx, K., Contribución a la crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel, Ediciones Nuevas,
del ser humano en instrumento o cosa. Buenos Aires, 2da. edición, 1968, p. 9.
110
Marcuse, H., 1985: 38. Cf. pp. 41-2, 172 y 217. 113
Marcuse, H., 1985: 41.
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Como consecuencia, el concepto de ideología y, por lo tanto, también el en un alto nivel de desarrollo material e intelectual, una revolución
de crítica de la ideología, resultan cuestionables. que permitiría al hombre dominar la escasez y la pobreza. Si esta
Durante el siglo XX la tecnología se transformó en el vehículo de la idea de una transformación radical ha de ser algo más que ociosa
cosificación. especulación, debe tener un fundamento objetivo en el proceso de
El mundo –escribe Marcuse- tiende a convertirse en materia de admi- producción de la sociedad avanzada, en sus capacidades técnicas y
nistración total, que absorbe incluso a los administradores. La tela de el empleo de éstas.116
araña de la dominación ha llegado a ser la tela de araña de la razón misma, En el texto citado, Marcuse advierte que la dominación coarta no
y esta sociedad está fatalmente enredada en ella. Y las formas trascen- solamente el espacio de la libertad sino también la ‘aspiración’ y la ‘ne-
dentes del pensamiento parecen trascender la razón misma114. cesidad’ de ese ámbito. Con ello anticipa las investigaciones de Foucault
Esto no quiere decir que no haya dominadores ni que el dominio solo y Deleuze en las que se muestra cómo el poder actúa sobre el deseo mismo
sea un efecto de la lógica científico-tecnológica. Si se aceptase que la razón fijándolo e imponiéndole sus objetos. Recordando las ‘predicciones’ de
se identifica con la racionalidad tecnológica o instrumental, entonces, el Tocqueville sobre el ‘despotismo blando’, señala el círculo vicioso de la
dominio del sistema llegaría a ser necesario e insuperable. Por este mo- dominación que licua el deseo y la necesidad de la revolución mediante
tivo, Marcuse se esfuerza en mostrar que la lógica científico-tecnológica una “suave heteronomía”117, un “confort administrado” y una “destructiva
parece no poder ser trascendida, pero esta apariencia circular y cerrada es productividad”.
el resultado de la aceptación de aquella identidad entre ‘razón’ y ‘razón Marcuse, siguiendo a Lukács, lleva el concepto de reificación a su
instrumental’. “El círculo vicioso –afirma- parece en verdad la imagen más límite, al convertirlo en rasgo de todos los elementos del sistema. En
apropiada de una sociedad que se autoexpande y autoperpetúa en su este punto, lo único que permitiría avanzar a la teoría sería la ruptura
propia dirección preestablecida; guiada por las crecientes necesidades del sistema, la dislocación del capitalismo, ya sea desde el exterior o
que genera y, al mismo tiempo, contiene”115. En otra obra, aclara esta desde el interior. Pero lo primero es imposible, ya que la racionalidad
apariencia circular: unidimensional es planetaria y no tiene “exterior”118. Lo segundo también
es imposible desde la lógica unidimensional, que no admite lo negativo
El progreso capitalista, así, no solo coarta el medio ambiente de la
como motor de la historia. La estabilización que logra el sistema ¿es
libertad, el ‘espacio libre’ de la existencia humana, sino también la
temporal en el sentido de que no afecta a las raíces de los conflictos que
‘aspiración’, la necesidad de tal medio ambiente. Y, al hacer esto, el
Marx encontró en el modo capitalista de producción [contradicción
progreso cuantitativo milita contra el cambio cualitativo aun cuando
entre la propiedad privada de los medios de produc­ción y las fuerzas
se superen las barreras institucionales contra la educación y la acción
productivas], o es una transformación de la propia “estructura anta-
radicales. Aquí está el círculo vicioso: la ruptura con el conservador
continuum autopropulsor de las necesidades, debe preceder a la revo-
lución que ha de desembocar en una sociedad libre, pero tal ruptura
116
Marcuse, H., 1969: 26. Más adelante se abordará el problema del fundamento en relación
solo puede concebirse en una revolución: una revolución que habría
a la razón dialéctica y los supuestos iluministas de Marcuse. No obstante, hay que notar
de ser guiada por la vital necesidad de liberarse del confort adminis- aquí que toda transformación y superación del orden dado debe partir de las condiciones
trado y de la destructiva productividad de la sociedad de explotación, existentes, de las potencialidades contenidas en la realidad dada.
liberarse de la suave heteronomía; una revolución que, en virtud de 117
“Heterónomo” (recibir la ley de un extraño o de alguien ajeno) es el antónimo de
“autónomo”, que significa darse la ley a sí mismo.
este fundamento ‘biológico’, tuviera la oportunidad de convertir el 118
Ya Marx había advertido el carácter planetario del capitalismo y lo había mostrado
progreso técnico cuantitativo en formas de vida cualitativamente di- que el sistema no tiene afuera sino solo interior, pues los otros modos de producción
ferentes –precisamente porque sería una revolución que se realizaría son una parte (superada) del modo de producción capitalista. Marcuse, por su parte,
se encarga de advertir que el mundo socialista se estructura de acuerdo con la misma
114
Marcuse, H., 1985: 196. Énfasis nuestro. racionalidad unidimensional que opera en el mundo capitalista. Cf. Martínez Marzoa,
115
Marcuse, H., 1985: 63-4. Subrayado nuestro. F., La filosofía de “El Capital” de Marx, Madrid, Taurus, 1983.
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gónica”, que resuelve las contradicciones haciéndolas tolera­bles?119 Al cial (fuerzas productivas)], o es una transformación de la propia estructura
sostener los presupuestos del marxismo, Marcuse se ve conducido a una antagónica, que resuelve las contradicciones haciéndolas tolera­bles?124
“filosofía de la negación total”120. Si la reificación ha llegado a ser total, la Relacionando estas observaciones con el señalamiento de un círculo vicioso
negación también debe serlo, pero en tal caso se pierde toda conexión en el fundamento mismo del sistema, se arriba a la consecuencia de que
con la praxis transformadora y el desarrollo teórico llega a un callejón es necesario revisar los conceptos de crisis y revolución.
sin salida. Como en el caso anterior (aporías derivadas del concepto de
sujeto), el progreso teórico solo sería posible a condición de abandonar e. La noción de plusvalía: El cambio tecnológico tiende a invalidar la
el paradigma clásico del marxismo121. noción marxiana de la “composición orgánica del capital” y con ella, la
teoría de la creación de plusvalía, pues solo el trabajo humano individual
c. El concepto de lucha de clases: El antagonismo o la contradicción crea valor y plusvalor, y la máquina no es un instrumento individual. De
principal entre las clases sociales, entre los capitalistas y los trabajadores aquí se deriva la necesidad de reformular la teoría del valor que está a la
asalariados, tal como derivaba de la teoría de Marx, ha desaparecido, base de los análisis sociales que Marx hizo en El Capital.
pues unos y otros comparten el interés en la preservación del orden En resumen: las categorías centrales con las que el paradigma marxista
establecido122. Si no existen clases determinadas objetivamente a desem- explicaba la realidad social muestran sus limitaciones cuando se quiere
peñar una función en el sistema social, requiriéndose y excluyéndose al comprender el orden o la lógica de las sociedades industriales avanza-
mismo tiempo, el concepto de lucha de clases pierde el sentido que ha das. La exposición de Marcuse se vale de cada una de ellas al tiempo
tenido en la explicación de la transformación del modo de producción que hace evidente la necesidad de abandonarlas si se quiere dar cuenta
y debe ser revisado. de la complejidad de las sociedades contemporáneas. Estos resultados
muestran también la necesidad de comprender las características de las
d. La tendencia del sistema a la crisis y el concepto de revolución: De los sociedades industriales avanzadas y sus diferencias con las explicaciones
análisis realizados por Marx en El Capital se extrae la consecuencia de que dadas hasta ese momento por la teoría social anterior.
la expansión del sistema lleva necesariamente a crisis periódicas permanen-
tes y a intentos de reordenamiento constantes. Marcuse observa que
6. Los límites de la crítica: la superación de la categoría
Las áreas más avanzadas de la sociedad industrial muestran estas dos
de fundamento
características: una tendencia hacia la consumación de la racionalidad
tecnológica y esfuerzos intensos para contener esta tendencia dentro Volviendo al problema de la base para la crítica de la ideología, a la
de las instituciones establecidas. Aquí reside la contradicción interna cuestión del ‘desde dónde’ se podría criticar la dominación ejercida por la
de esta civilización: el elemento irracional en su racionalidad123. racionalidad tecnológica unidimensional: hay que advertir que Marcuse
La estabilización que logra el sistema ¿es temporal en el sentido de basa toda posibilidad crítica en la razón dialéctica, en una razón y una
que no afecta a las raíces de los conflictos que Marx encontró en el modo forma de vida que en cierto sentido han sido superadas pero que en otro
capitalista de producción [contradicción entre la propiedad privada de los sentido no han sido aún realizadas. Mientras que Heidegger critica a la
medios de producción (relaciones de producción) y la productividad so- razón dialéctica como una forma de la racionalidad moderna, Marcuse
119
Marcuse, H., 1985, p. 52. considera que lo propio de la modernidad ha sido el abandono progresivo
120
Lombardi, M., Herbert Marcuse o la filosofía de la negación total, Buenos Aires, Ediciones de la bidimensionalidad dialéctica para reducir a la razón a sus elementos
Sílaba, 1970. meramente formales y subjetivos.
121
Tal empresa será emprendida por Foucault, Deleuze y los post-estructuralistas como Ciertamente, Marcuse no concibe una crítica que no tenga un funda-
se verá en última parte de este capítulo.
mento (en el sentido de razón suficiente), aun cuando afirme un más
122
Marcuse, H., 1985: 38.
123
Marcuse, H., 1985: 47. 124
Cf. Marcuse, H., 1985: 52.
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allá de la teoría en y por la praxis. Sin embargo, otros pensadores han y la concepción de la propia época, lugar o cultura como el sentido, la
mostrado que es posible pensar dialécticamente sin necesidad de recurrir culminación y el fundamento de la historia universal. Tanto Nietzsche
a la noción de fundamento, que está ligada a la concepción del ser como como Heidegger creen que superar la razón fundamentalista implica
substancia. Un paso decisivo en el cuestionamiento de esta identidad abandonar la lógica dialéctica.
entre razón y fundamento fue dado por los idealistas alemanes desde Sin embargo, también puede ensayarse otra pregunta: una razón ne-
Kant hasta Hegel, para quienes el fundamento pasó de la substancia a la gativa o dialéctica ¿requiere necesariamente de un fundamento? Marcuse
acción. Al principio del siglo XX, Heidegger avanzó en esta misma línea, no aceptaría la posibilidad de un “pensamiento débil”127, sin fundamento,
seguido por el existencialismo, las filosofías analíticas del lenguaje y el al que vería conectado con la filosofía unidimensional, y rescataría la
estructuralismo. Desde una perspectiva heideggeriana es posible pensar convicción más profunda de Hegel: la afirmación de que hay una razón
la noción de horizonte como falta de fundamento, en el sentido de que en la historia. Ésta es superior a la racionalidad de la naturaleza porque
todo fundamento descansa sobre un abismo, toda mostración sobre una está fundada en la libertad. La libertad consiste en esta capacidad de
sustracción y toda presencia sobre una ausencia. Hay algo que se oculta decir no a lo instintivo, de querer algo que no es lo meramente natural,
en la misma presencia, que se sustrae en su mismo mostrarse. No se trata de actuar sin estar determinado por el ser o por la esencia. La libertad es
de que se muestre en otro plano más profundo que el alcanzado hasta concebida como autonomía respecto de las leyes naturales y, en tanto tal,
ahora y, por lo tanto, tampoco se trata de alcanzarlo construyendo un es el fundamento de toda historicidad y de toda racionalidad dialéctica. El
instrumento más adecuado que los actualmente existentes125. pensamiento unidimensional pierde toda capacidad de autonomía y de
Sobre la base de estos aportes, se puede replantear la pregunta: ¿desde libertad en la medida en que acepta la identificación de lo dado con lo
dónde se ejerce la crítica? ¿Cuál es la base de la política después o más racional. Por eso, en el capítulo 5 de El hombre unidimensional, donde trata
allá del capitalismo? Tanto Nietzsche como Heidegger sostienen que la de definir al pensamiento dialéctico, Marcuse parte de la afirmación de
noción de razón como fundamento debe ser abandonada, que hay que que “aquello que existe no puede ser verdad”128. Lo meramente existente,
pensar de otro modo. En términos de Nietzsche: “un soberano decir sí a en tanto que es solamente el comienzo del cambio y del movimiento,
sí mismo” sin ningún fundamento; una afirmación aristocrática, gratui- no es todavía real ni verdadero. Hay una dimensión de la verdad que no
ta, radicalmente diferente de la toma de distancia que niega la situación puede reducirse a la existencia o a lo dado: es lo negativo o la libertad.
existente (como pretende la dialéctica). En términos de Heidegger: un Si se identifican existencia y realidad o existencia y verdad se pierde
pensar postmetafísico y postfundacional.126 Este autor plantea la necesidad toda capacidad de crítica porque se disuelve toda distancia respecto de
de repensar la primacía del pensamiento respecto del ser, la concepción lo natural o dado. Marcuse no puede concebir una crítica que no esté
moderna del sujeto, la historia y la dialéctica como procesos necesarios basada en un fundamento, por eso sostiene que la base de toda crítica es
esta dimensión que desaparece cuando se reduce lo real a lo meramente
125
Por otro lado, E. Levinas ha criticado las fundamentaciones ontológicas (incluida la existente.
del propio Heidegger) por basarse en una lógica de la mismidad que niega y excluye a Desde la perspectiva unidimensional, que identifica la existencia y la
lo otro y al Otro, y Foucault ha cuestionado la noción de sujeto como fundamento de los
modos de pensamiento modernos, mostrando que los sujetos son producidos por un realidad, la crítica dialéctica es no-científica; de allí que Marcuse denuncie
sistema de poder. que la perspectiva unidimensional científico-tecnológica ha partido de la
126
En su conferencia Hegel y los griegos, Heidegger resume los caracteres principales de separación de las causas eficientes (cognoscibles, objetivas, científicas) de
la filosofía dialéctica hegeliana como culminación de la historia de la metafísica: las causas finales (incognoscibles, subjetivas, metafísico-teológicas). De
(
1) “El Ser verdadero es el pensar que se piensa a sí mismo de manera absoluta”; (2) “La
subjetividad en cuanto ego cogito es la consciencia que representa algo y que refiere lo esta manera, toda apelación a los fines se convierte en ‘moral’, ‘estética’,
representado a sí misma, reuniéndolo de esta manera en sí misma”. (3) “La dialéctica es el ‘religiosa’, y en definitiva, ‘subjetiva’.
proceso de la producción de la subjetividad del sujeto absoluto y, como tal, su ‘actividad
necesaria’”. (4) “El sistema metafísico de Hegel es la etapa suprema en la marcha de esta
127
Cf. Vattimo, G.-Rovatti, P. (comp.): El pensamiento débil, Madrid, Cátedra, 1988; Vat-
historia. Es su síntesis” (Heidegger, M.: Hegel et les grecs, en Questions II, Classiques de la timo, G.: Más allá de la interpretación, Barcelona, Paidós, 1995, pp. 147-161.
philosophie, Gallimard, 1968, pp. 41-68. Nuestra traducción). 128
Marcuse, H., 1985: 150-151.
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Volviendo a la pregunta sobre la necesidad del fundamento, conven- libertad se opondría a la justicia que comporta obligaciones con respecto
dría considerar la distinción entre el aspecto de autoafirmación (proyecto a un ente que niega a entregarse”130.
político) y el de autofundamentación (proyecto epistemológico) de la Las críticas de Levinas a la dialéctica se centran en el cuestionamien-
Ilustración129. Marcuse, como los pensadores de la Escuela de Frankfurt to de la pretensión de totalización absoluta y cerrada. La inmanencia y
(incluido Habermas), no ha distinguido estos dos aspectos, lo que les necesidad del proceso dialéctico, este “imperialismo del Mismo”131 que
lleva a aceptar la necesidad de un fundamento para darle base al proyecto es la esencia de la libertad, reduce y suprime la absoluta alteridad, tota-
político de la Ilustración. Sin embargo, como Ch. Mouffe ha mostrado, es lizando y clausurando (y por ello desvirtuando) un proceso infinito. Por
posible perseguir “el proyecto irrealizado de la modernidad” sin quedar un camino distinto, Laclau y Mouffe llegan a resultados semejantes:
sujetos a una perspectiva fundamentalista o esencialista. La transición a la totalidad relacional que hemos denominado ‘discurso’
La Teoría Crítica no se pudo desprender de estos supuestos como difícilmente solucionaría nuestros problemas iniciales, si la lógica rela-
hará Foucault siguiendo los descubrimientos del estructuralismo. Las cional y diferencial de la totalidad discursiva se impusiera sin limitación
investigaciones de Foucault son, en este sentido, una continuación de alguna. En tal caso nos encontraríamos con puras relaciones de necesi-
las realizadas por el Instituto de Investigación Social de Frankfurt. De dad y, según señaláramos anteriormente, la articulación sería imposible,
todos modos, aunque se puedan percibir líneas de continuidad entre ya que todo ‘elemento’ sería ex definitione ‘momento’. Esta conclusión
estas dos posturas, no hay que perder de vista las diferencias. En este se impone, sin embargo, solo si aceptamos que la lógica relacional del
sentido, se le podría reprochar a Foucault respecto de Frankfurt lo que discurso se realiza hasta sus últimas consecuencias y no es limitada por
Marx reprochaba a Feuerbach respecto de Hegel: el haber abandonado ningún exterior. Pero, si aceptamos, por el contrario, que una totalidad
la dialéctica. discursiva nunca existe bajo la forma de una positividad simplemente
dada y delimitada, en ese caso la lógica relacional es una lógica incompleta
7. Críticas a la razón dialéctica y penetrada por la contingencia. La transición de los ‘elementos’ a los
‘momentos’ nunca se realiza totalmente. Se crea así una tierra de nadie
(1) La dialéctica como desarrollo inmanente del Ser y de todo lo que que hace posible la práctica articulatoria. En este caso no hay identidad
es no admite la trascendencia y, en consecuencia, una real superación. social que aparezca plenamente protegida de un exterior discursivo
Este cuestionamiento de la Totalidad, de la inmanencia y de la necesidad que la deforma y le impide suturarse plenamente. Pierden su carácter
del proceso dialéctico ha sido formulado por diversos autores desde necesario tanto las relaciones como las identidades. Las relaciones, como
Feuerbach y Schelling hasta Heidegger y Sartre. Interesa mencionar conjunto estructural sistemático, no logran absorber a las identidades;
particularmente a E. Levinas, por su importancia en la Filosofía de la pero como las identidades son puramente relacionales, ésta no es sino
Liberación sudamericana, quien en Totalidad e infinito pone en cuestión la otra forma de decir que no hay identidad que logre constituirse plena-
interiorización e inmanencia de la dialéctica occidental desde los griegos mente. En tal caso, todo discurso de la fijación pasa a ser metafórico:
hasta Hegel y Heidegger. Contra la fenomenología hegeliana, que engloba la literalidad es, en realidad, la primera de las metáforas132.
lo mismo y su opuesto -lo otro- en una totalidad que los contiene y define, Mientras que para Marcuse el dominio es el resultado de la unidi-
Levinas sostiene que “el otro es absolutamente otro” y que no puede ser mensionalización de la razón, desde la perspectiva de Levinas también
reducido, sin violencia, a parte o momento de la totalidad. Levinas llama la razón dialéctica o bidimensional contiene una lógica de dominio, de
‘justicia’ a la relación con la exterioridad del absolutamente Otro. “La
130
Levinas, E.: Totalité et infini. Essai sur l´exteriorité, La Haye, 1968, p. 16; citado por
Dussel, E., 1974: 172
131
Levinas, E.: Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad, Ediciones Sígueme, Sala-
Cf. Mouffe, Ch.: La radicalización de la democracia ¿moderna o postmoderna?, en Revista
129 manca, 1977, p. 109.
Unidos, Buenos Aires, Año VI, N° 22, diciembre de 1990, p. 169. 132
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 126-7.
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la que solo es posible liberarse por la dimensión ética o metafísica que de Nietzsche hace que los opuestos parezcan no estar en relación. Así,
el Otro absoluto mantiene siempre abierta. alegría y trabajo, afirmación y negación, irresponsabilidad y responsabi-
(2) Sobre la base de la objeción anterior, se podría señalar que si el lidad, ligereza y pesadez, parecieran fijas e independientes, sin relación
movimiento dialéctico no es concebido desde una subjetividad absoluta, esencial.
que supone que la razón se ha realizado, entonces las perspectivas de En segundo lugar, al identificar la dialéctica con el momento negativo
superación se convierten en utópicas y no científicas. Esto explicaría la se desvanece el movimiento y sus momentos de despliegue. La dialéctica
reivindicación de la utopía que Marcuse realizó en sus últimos trabajos. no se reduce a la mera negación, sino que es un movimiento que parte
No obstante, parece pertinente advertir que la dialéctica marcusiana no de una afirmación inmediata y culmina en una afirmación mediatizada.
podría ser clasificada entre las corrientes de los socialistas utópicos o Solo es posible presentar la dialéctica como la contracara negativa de la
entre los utopistas del Humanismo. A diferencia de éstos, Marcuse se afirmación si se ignora su carácter esencialmente procesual.
preocupa de señalar explícitamente las condiciones materiales para la
efectivización de la utopía.
8. Conclusión
(3) Se ha señalado la sospecha de que cuando se ata la libertad a la
razón -como ocurre en la dialéctica hegeliana-, se llega a cierto punto en …la solidaridad permanece como el factor decisivo, también aquí
que la libertad tiene que ser abolida. Sin embargo, esta misma sospecha Marx tiene razón. Y es esta solidaridad la que ha sido quebrada por la
ha sido explícitamente formulada por Hegel y por Marcuse. El primero productividad integradora del capitalismo y por el poder absoluto de
ha mostrado cómo el entendimiento deviene necesariamente en terror su máquina de propaganda, de publicidad y de administración134.
cuando quiere poner sus principios sobre la realidad exterior; el segundo
no ha dejado de señalar que cuando la razón se unidimensionaliza se Para Horkheimer, como para los pensadores de la Ilustración, la do-
convierte en totalitaria y termina por abolir toda libertad. minación se opone a la libertad. Sin embargo, con Hegel y Marx, aquel
(4) Gilles Deleuze contrapone a Nietzsche y a Hegel: autor concibe a la libertad como un resultado de la praxis histórica, aun
Al elemento especulativo de la negación, de la oposición o de la cuando difiera de éstos en sus tesis sobre la necesidad del desarrollo
contradicción, Nietzsche opone el elemento práctico de la diferencia: histórico. Para el filósofo de la Escuela de Frankfurt, la dominación no
objeto de afirmación y de placer (...) La diferencia es el objeto de solo hace referencia a la esclavitud y a la servidumbre sino también a la
una afirmación práctica inseparable de la esencia y constitutiva de la cosificación y a la explotación. Como Lukács, Horkheimer denuncia una
existencia. El ‘sí’ de Nietzsche se opone al ‘no’ dialéctico; la afirmación forma de racionalidad que ha llegado a ser hegemónica, impidiendo el
a la negación dialéctica; la diferencia a la contradicción dialéctica; la desarrollo de la praxis y de la reflexión crítica.
alegría, el placer, al trabajo dialéctico; la ligereza, la danza, a la pesa- Marcuse, partiendo de los mismos supuestos que Horkheimer, llega
dez dialéctica; la hermosa irresponsabilidad a las responsabilidades a una conclusión semejante, aunque más radical. Identifica la domina-
dialécticas. El sentimiento empírico de la diferencia, en resumen, la ción con la expansión omniabarcante de la razón unidimensional. La
jerarquía, es el motor esencial del concepto más eficaz y más profundo contaminación de la lógica de la dominación es tal que disuelve toda
que todo el pensamiento de la contradicción133. oposición, toda crítica y toda ‘necesidad’ de superación. Con Marcuse, la
La respuesta a estas críticas requeriría un desarrollo que excede los Teoría Crítica deviene autocrítica o crítica de sí misma, llegando a poner
límites de este trabajo. Sin embargo, es necesario señalar, en primer lugar, en cuestión las categorías básicas con las que la tradición marxista ha
que gran parte de las incomprensiones entre estas posturas provienen tratado de explicar la realidad social y política en el modo de produc-
de las significaciones diversas que atribuyen a los mismos términos. En ción capitalista. En su interpretación, las sociedades industriales avanzas
este sentido hay que destacar que la raigambre kantiana del pensamiento consuman la dominación al punto de hacerla totalitaria. La ciencia y la
133
Deleuze, G.: Nietzsche y la filosofía, Editorial Anagrama, Barcelona, 1971, p. 18. 134
Marcuse, H., 1985: 13.
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técnica modernas se han desarrollado a partir de una forma de dominio, Capítulo 2


de allí que su racionalidad reproduzca y extienda ese dominio a todos
los ámbitos. Como Lukács, Marcuse advierte que la alienación llega a Una concepción microfísica del poder: las
ser total pero, a diferencia del filósofo húngaro, radicaliza las categorías sociedades disciplinarias y las sociedades de control
dialécticas marxistas hasta hacer manifiesta su limitación. Se podría decir
que el aporte de Marcuse a la concepción del dominio es ‘negativo’ o
‘crítico’, en el sentido de establecer los límites de una tradición teórica
y práctica de la ciencia.
Por otro lado, Marcuse muestra que la democracia y el totalitarismo
no se excluyen necesariamente. Mientras que los críticos liberales de-
nunciaban las formas de totalitarismo manifiestas en el nazismo, en el 1. Introducción
comunismo, en el nacionalismo o en el populismo, Marcuse se esfuerza
por mostrar y probar que las sociedades industriales avanzadas (inclu- En muchos aspectos, las investigaciones de Foucault son una con-
yendo las democracias occidentales) han llegado a ser totalitarias como tinuación de las realizadas por el Instituto de Investigación Social de
resultado de la imposición de la lógica unidimensional a cada ámbito Frankfurt y es significativo en este sentido que el primero haya dicho
de la realidad. que si hubiese conocido antes los trabajos de la Escuela de Frankfurt
Un sistema totalitario en el que la alienación se hecho total es capaz hubiese ahorrado mucho tiempo. Sin embargo, el filósofo francés no
de absorber las contradicciones, las oposiciones, los movimientos y los parte de la aceptación del paradigma dialéctico, ni se ve limitado por
sujetos revolucionarios. Marcuse, apoyándose en las Tesis sobre Feuerbach sus supuestos. Sosteniéndose en los aportes de Bachelard, Canguilhem,
de Marx, sostiene que el sujeto emerge de la práctica política, sin ser previo Hyppolite y Althusser, logra deshacerse de algunos supuestos marxistas
a ella. Pero, entonces, ¿cómo reconocerlo? ¿cómo evitar la confusión entre que impedían la superación de la crisis.
las prácticas verdaderamente revolucionarias y las que son funcionales Para presentar los avances de Foucault en la reelaboración del pro-
al sistema, sobre todo cuando éste muestra una eficiencia creciente en blema de la dominación es necesario considerar brevemente algunas
la asimilación y en la contención de la protesta? Además, la estructura contribuciones realizadas por el estructuralismo en la década de 1960.
automatizada de la sociedad capitalista parece no requerir de sujetos, Althusser135 se propone reformular la teoría marxista sobre bases “cientí-
como si las máquinas inventadas por el hombre amenazaran con arrojar ficas” eliminando todo resabio de ideología o fetichismo. Este pensador
al piloto y seguir la marcha por sí mismas. En este punto se evidencia produce una reinterpretación (y reelaboración) de la teoría marxista a
que la Teoría Crítica elaborada por Marcuse carece de un sujeto revolu- partir de los aportes de la lingüística de Saussure y del estructuralismo,
cionario. Si Marx veía en el proletariado un sujeto que carecía aún de la de la epistemología de Bachelard y del psicoanálisis lacaniano. En una
teoría necesaria para cumplir su misión histórica, Marcuse se encuentra dirección opuesta a la desarrollada por Marcuse, que fue conducido al
en el extremo opuesto: ha construido una teoría revolucionaria que carece progresivo cuestionamiento de las categorías marxistas por la compleji-
de un sujeto que la haga realidad. dad creciente de la realidad que se proponía explicar, Althusser reafirma
Como se ha mostrado en este capítulo, Marcuse queda atrapado en algunas de las categorías fundamentales del marxismo consolidándolas
los supuestos de la razón dialéctica, principalmente en la noción de con aportes provenientes de otras tradiciones.
fundamento, y ello le impide plantear el problema de otra manera y La contribución más interesante de este autor al problema de la do-
encontrar respuestas alternativas. En el capítulo siguiente, se estudiará minación es su teoría de la ideología136. En ella, muestra que la eficiencia
el problema del dominio en el pensamiento de Michel Foucault, quien 135
Cf. Etchegaray, R. et alia, 2009, pp. 77-82.
no se formó en la misma tradición de la Escuela de Frankfurt, lo que le 136
Cf. Etchegaray, R. et alia: Informe final del proyecto de investigación: Ideología y medios
permitirá eludir las limitaciones de la tradición marxista. de comunicación, Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales, UNLaM, 1999,
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de la dominación no radica en las leyes o el gobierno pero tampoco en responden a la misma situación crítica. De las aporías frankfutianas y de
una causalidad mecánica o natural derivada del sistema económico. El la exigencia althusseriana surge el replanteo de Foucault140, quien no se
dominio se basa en “aparatos”137 que reproducen el sistema y las con- reconoce en la tradición ilustrada, lo que le facilita el abandono de los
diciones que lo hacen posible. Estos aparatos no cumplen una función supuestos tradicionales en las teorías de la dominación.
meramente represiva o restrictiva, sino productiva y creativa. El dominio Los comentaristas señalan tres líneas principales de investigación en la
se ejerce en el sistema capitalista principalmente por medio de los “apa- obra de Michel Foucault141. En una primera etapa se interesó por la histo-
ratos ideológicos” que tienen la función de reproducir la sumisión a la ria de las ciencias o de los ‘saberes’ o de la verdad. Como Thomas Kuhn,
ideología dominante y encausarla por las instituciones. Foucault muestra que las epistemes o los paradigmas contienen un modelo
Con el desarrollo de una teoría general de la ideología, Althusser de cientificidad, una concepción de la verdad y criterios para determinarla.
estaba dando fundamento a una teoría general de la dominación, que al Estas investigaciones pusieron en evidencia que el saber y el poder están
no depender de la historia, se liberaría de las generalizaciones empíricas. interrelacionados y condujeron a la segunda etapa en la que se ocupa del
La teoría de la dominación asigna a la ideología una existencia material a problema del poder. Las investigaciones sobre los sistemas de poder, a su
la vez que le quita a los sujetos la centralidad que se les concedía en las vez, revelaron que esas relaciones son constitutivas de los individuos y esta
filosofías burguesas y en el humanismo (incluidos Marcuse y los otros cuestión impulsó los trabajos de la tercera y última etapa de investigación
“frankfurtianos”). cuyo tema es la subjetividad.
Pero si la función de la ideología lleva a pensar la condición humana A comienzos de la década de 1970, Michel Foucault comenzó a
como necesariamente ideológica, entonces, parece resultar imposible colaborar con un grupo de profesionales procedentes de distintas disci-
superar o suprimir la dominación, que resultaría así ser constitutiva de plinas con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los presos
la naturaleza humana138. Althusser responde que no hay sujetos sino por en las cárceles. El diálogo con los convictos, con los guardiacárceles,
y para su sujeción. Solo la “ciencia”, como saber sin sujeto, posibilita la con sus compañeros y con los profesionales que desempeñan funciones
crítica de la ideología y de la dominación. en las penitenciarías, le llevó a preguntarse en qué condiciones se había
La crisis producida entre los teóricos de la tradición marxista, lleva adoptado esa forma de castigo para los criminales142. ¿Cuál es el origen
a poner en cuestión los supuestos básicos de ese paradigma por parte 140
Cf. Etchegaray, R., 2000, pp. 315-337.
de los pensadores de la Escuela de Frankfurt y a la reformulación del 141
Michel Foucault nació en Poitiers (Francia) en 1926 y murió en París en 1984. Fue
modelo por parte de Althusser. Pero se ha podido mostrar139, por un catedrático del College de France donde realizó investigaciones alrededor de tres líneas
lado, que la crisis no termina en una disolución del problema y, por otro temáticas centrales: la historia de las ciencias, el poder y la constitución de las subjetivi-
lado, que las distintas orientaciones y posturas dentro de esta tradición dades. Sus obras más importantes son Historia de la locura en la época clásica, Las palabras
y las cosas, La arqueología del saber, Vigilar y castigar, e Historia de la sexualidad.
teórica pueden ser vinculadas e incluso complementadas entre sí, ya que 142
Michel Foucault rescata el modelo genealógico nietzscheano con el objeto de dar res-
especialmente pp. 156-172. puesta a este problema teórico y práctico concreto: producir mejoras en las condiciones
137
Cf. Althusser, L., Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan, Buenos Aires, de vida de los presos. Nietzsche llama ‘genealogía’ al método crítico que permite develar
Editorial Nueva Visión, 1988. el comienzo oculto e inconfesable de los valores. Foucault utiliza el mismo método para
investigar cómo se ha llegado a determinar la verdad en los discursos científicos de la
138
Deleuze, al mismo tiempo que Althusser, se formula una pregunta análoga: “¿No será manera en que se lo hace actualmente y para descubrir el origen de las formas de castigo
que el hombre es esencialmente reactivo? ¿Que el devenir-reactivo es constitutivo vigentes en la segunda mitad del siglo XX. A semejanza del modelo dialéctico, el modelo
del hombre?” (Deleuze, G., Nietzsche y la filosofía, Valencia, Pre-Textos, 1971, p. genealógico se interesa por la historia, pero no concibe la historia como un proceso
94). En esta misma línea problemática, Philippe Mengue, en su trabajo sobre Deleuze, continuo, progresivo y necesario, sino como un curso contingente y discontinuo. Para el
se plantea: “En la forma estable, en la figura, en los estratos y su organización, en una modelo genealógico es imposible superar el perspectivismo, es decir, la inmersión del co-
palabra, en toda forma de orden, ¿no debe verse más que una usurpación y únicamente nocimiento en una época histórica y en una cultura particular, desde cuya perspectiva se
un instrumento de represión respecto de las fuerzas creativas? ¿Hay que decir, a fin de vive, se hace y se conoce. Si bien acepta la posibilidad de crear nuevos valores (es decir,
cuentas, que todo orden, aun si es inevitable, es represivo, ‘fascista’?” (Mengue, Ph., otra cultura y otra forma de vida), éstos no serán sino los de otra época y otra cultura,
Deleuze o el sistema de lo múltiple, Buenos Aires, Las cuarenta, 2008, p. 130). es decir, otra perspectiva. A diferencia de la dialéctica, el perspectivismo sostiene que
139
Cf. Etchegaray, R., 2000, tercera parte, pp. 283 ss. no es posible alcanzar un fin último en la historia ni una verdad universal y necesaria
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de la prisión? ¿Por qué se castiga a los criminales encerrándolos en la sujeto conciente y racional es el fundamento del conocimiento o es un
cárcel? La respuesta a estas preguntas parece obvia: si los seres humanos producto de la historia y está fundado en ella? ¿El sujeto es fundante [del
son racionales y libres, parece adecuado privar de su libertad a los que conocimiento] o es fundado [por las condiciones históricas]?
no han sabido vivir de acuerdo con esa dignidad hasta que puedan re- En este capítulo se presentarán las investigaciones ligadas al tema del
flexionar sobre sus errores y enmendarlos. Sin embargo, este argumento poder en las sociedades contemporáneas, a las que Foucault llama ‘socieda-
oculta un problema previo, de mayor importancia, ya que los que no des disciplinarias’ y Deleuze145 denomina ‘sociedades de control’. Foucault,
están encerrados en prisión también están sometidos a los Estados, a los como Marcuse, cuestiona la interpretación liberal e iluminista del sentido
mandatos sociales, a las modas, a los medios masivos de comunicación, de la historia. La historia moderna, desde el triunfo del iluminismo, no
a las normas, a los modos de pensamiento y de discurso hegemónicos (y ha conducido -como se pretende- a la realización de un sujeto libre sino
a lo que Marcuse llama ‘unidimensionalidad’). La pregunta decisiva es, a la conformación de un ‘sujeto sujetado’. Las sociedades occidentales
entonces: ¿por qué los hombres se someten voluntariamente? ¿Por qué creyeron haber superado al totalitarismo al derrotar al nazismo y al fas-
obedecen sin ser forzados o sometidos por la violencia? Más aún: ¿por cismo en la guerra, pero no se han percatado del grado de sumisión al
qué desean someterse?143 Los marxistas y la Teoría Crítica se equivocaron: que se ha llegado en las propias sociedades ‘democráticas’. La panacea de
la alienación y la ideología no son la respuesta al problema [de la falta de la sociedad capitalista, liberal y democrática no es –desde la perspectiva
crítica y de oposición, de la ausencia de cambio] sino el problema [cómo foucaultiana- más que una ilusión falsa, mientras que la realidad muestra
es posible que un ser libre quiera someterse y obedecer]. la sujeción de los sujetos a un sistema que ellos mismos han contribuido
Foucault plantea144 este problema desde tres perspectivas interrela- a crear y conformar. La sociedad contemporánea realiza una suerte de
cionadas: 1) La cuestión histórica: ¿cómo las prácticas sociales (entre las ‘utopía negativa’146, cuya denuncia fue efectuada por el arte147 y por la
cuales se encuentran las prácticas jurídicas) engendran dominios de saber rebelión obrera y estudiantil en Francia durante mayo de 1968148.
–en particular, el saber del hombre, de la individualidad, del individuo 145
Gilles Deleuze nació en París en el año 1925. A comienzos de los ’60 conoció a Michel
normal-, es decir, hacen que surjan nuevos modelos de verdad? ¿Pueden Foucault, con quien mantendría una amistad y una complicidad de pensamiento hasta
las ciencias enunciar verdades universales y objetivas o todos los saberes el fin de su vida. Enseñó en las universidades de La Sorbona, Clermont-Ferrand, Lyon,
Vincennes y finalmente en la Universidad Experimental de París VII. El 4 de noviembre
dependen de condiciones históricas particulares y contingentes? 2) El de 1995 se quitó la vida arrojándose de su departamento en París. Sus obras principales
problema de la relación entre saber y poder: ¿Los discursos se validan de son Diferencia y repetición, Lógica del sentido, los dos volúmenes de Capitalismo y esquizo-
acuerdo a las leyes internas del lenguaje o dependen de juegos estratégi- frenia escritos con G. Guattari y los dos volúmenes sobre cine.
cos, es decir, de luchas, conflictos y relaciones de poder? La verdad misma
146
“Utopía” significa “sin lugar”, en el sentido de lo que no tiene realidad. Los utopistas
del siglo XVI imaginaban un modelo de sociedad y de Estado en el que tuvieran solu-
¿no es un efecto del poder? Y el poder, ¿cómo funciona? ¿cuáles son las ción los problemas y las deficiencias de su tiempo. Las “utopías negativas” del siglo XX
técnicas que lo ponen en funcionamiento? (3) El problema del sujeto: ¿el imaginan una sociedad y un Estado en los que se desarrollan plenamente los males y las
deficiencias (por eso: “negativas”) que perciben insinuadas en su propia época y en las
en el conocimiento, sino que una perspectiva reemplaza y releva a otra, pero ésta no es sociedades en las que viven.
ni mejor ni más verdadera que la anterior. 147
Las novelas de George Orwell o de Aldous Huxley, o las películas como Brazil o
143
“¿Cómo es posible que la gente que no tiene tal interés siga, abrace estrechamente el Matrix pueden servir de ejemplos de las “utopías negativas”. En la quinta conferencia
poder, pida una parcela de él? [...] Es preciso aceptar y entender el grito de Reich: ¡no, las de La verdad y las formas jurídicas, dice Foucault irónicamente: “En realidad, hay dos
masas no fueron engañadas, en determina­do momento desearon el fascismo!” (Deleuze, especies de utopías: las utopías proletarias socia­listas que gozan de la propiedad de no
G., en Foucault, M., Un diálogo sobre el poder, Introducción y traducción de Miguel Morey, realizarse nun­ca, y las utopías capitalistas que, desgraciadamente, tienden a realizarse
2da. edición, Buenos Aires, 1992, pp. 16-7). con mucha frecuencia.”
144
Los avances de estas investigaciones fueron presentados en cinco conferencias que 148
Durante el mes de mayo de 1968 en Francia se extendió un movimiento de protesta
se editaron con el nombre de La verdad y las formas jurídicas (Editorial Gedisa, México, obrero-estudiantil que cuestionó la forma de vida de la sociedad del siglo XX, puso al
1986). Algunos resultados parciales se presentaron en los artículos reunidos en el volu- gobierno al borde del colapso y pretendió poner en jaque al “sistema”. Muchos inte-
men de la Microfísica del poder (Madrid, Ediciones de La Piqueta, 1992) y los resultados lectuales como Sartre o Foucault participaron de los acontecimientos y tomaron esas
definitivos se publicaron algunos años después en Vigilar y castigar (Siglo XXI Editores, luchas como el emergente de las búsquedas de otra forma de pensar y de vivir. Algunas
Buenos Aires, 1989). de las consignas pintadas en las calles decían: “El aburrimiento es contrarrevoluciona-
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Las investigaciones de Foucault sobre el poder disciplinario son, en 2. 1. La reelaboración teórica de la ley penal en los códigos
cierto sentido, la continuación de los estudios de John Stuart Mill y Alexis reformados
de Tocqueville sobre la injerencia ilegítima del poder social en la esfera ex-
clusiva de la libertad individual. Foucault se pregunta cómo la medicina, la Durante el siglo XVIII, la difusión de las ideas ilustradas fue poniendo
psiquiatría, la sociología o la criminología han llegado a tener la autoridad las bases para la revolución del orden político y social del Antiguo Régi-
que se les confiere para decidir sobre cuestiones que debieran ser privati- men. Estas transformaciones se fueron extendiendo progresivamente a
vas de los individuos como el vestido, la alimentación, los sueños, el aseo todos los ámbitos de la realidad y demandaron una reforma de los códigos
y muchos otros. Si Stuart Mill y Tocqueville denunciaban el despotismo del derecho penal. Así, los juristas y teóricos del derecho concibieron
de las costumbres o la tiranía de las mayorías, Foucault se asombra de la cambios en las leyes con el fin de adecuarlas a la nueva concepción del
dominación ejercida por los profesionales, los científicos y los técnicos, es hombre y de la sociedad difundida por la ilustración y efectivizada por
decir, del poder de los ‘saberes’. También Marx, Weber y Lukács denunciaron la revolución. Beccaria, Bentham, Brissot y los redactores de los códigos
la extensión de una lógica de la dominación que llega al conjunto de la franceses de la época revolucionaria se propusieron como objetivo hu-
sociedad envolviéndola en su red. En cierto sentido, las investigaciones de manizar los castigos y regularizar la acción del sistema judicial.
Foucault continúan y profundizan los estudios de la Escuela de Frankfurt Creyendo como creían en la fuerza de la razón, los reformadores aspira-
sobre los mecanismos de la autoridad, especialmente los realizados por ban a desplazar el lugar del castigo desde el cuerpo a la mente y a presentar
Georg Rusche y Otto Kirchheimer sobre las prisiones149. Finalmente, estas a los delincuentes la perspectiva cierta de que sus actos causarían más
investigaciones se vinculan con el trabajo de Louis Althusser sobre los dolor que placer, de suerte que, a fuer de seres racionales, en primer
aparatos ideológicos del Estado150, escrito en 1969. término evitarían cometer actos ilegales151.
Las reformas realizadas suponían una nueva concepción de la ley, del
2. La constitución de las sociedades disciplinarias crimen y del criminal que se diferenciaba de la que caracterizaba al Antiguo
Régimen por tres rasgos principales:
¿Cómo se han originado las formas de organización social que están 1. La separación de la Iglesia y del Estado conlleva la separación
actualmente vigentes? ¿Qué condiciones y qué prácticas hicieron posibles del código moral y del código penal, de manera que la infrac-
las formas de dominio en las sociedades contemporáneas? Foucault sitúa ción penal ya no tiene relación con la falta moral o religiosa. El
el cambio en los años que siguieron al triunfo de la revolución francesa crimen es la infracción a la ley penal explícitamente establecida
y la expansión del proyecto napoleónico. por el poder legislativo y efectivamente promulgada por el poder
político con independencia de los mandatos religiosos o morales
que se desplazan a la esfera ‘privada’.
2. El fin de la vida en sociedad es el bien común. Consecuentemente,
la ley penal debe representar ese bien común, es decir, lo que
rio”. “Seamos realistas, pidamos lo imposible”. “No le pongas parches, la estructura está es útil para toda la sociedad. La ley ya no es la expresión de la
podrida”. “No queremos un mundo donde la garantía de no morir de hambre supone
el riesgo de morir de aburrimiento”. “El patrón te necesita, tú no necesitas al patrón.”.
voluntad de un soberano absoluto sino del pacto social.
“Están comprando tu felicidad. Róbala”. “Las paredes tienen orejas, vuestras orejas tienen 3. En consecuencia, el crimen se define clara y simplemente como
paredes”. “Me cago en la sociedad, pero ella me lo retribuye ampliamente”. “Olviden un daño social, como una perturbación para el conjunto de la
todo lo aprendido y comiencen a soñar”.
149
Rusche, Georg-Kirchheimer, Otto, Pena y estructura social, traducido por Emilio García
sociedad. De lo anterior se sigue que el criminal sea definido
Méndez, Bogotá, Temis, 1984.
150
Althusser, Louis, Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan, Buenos Aires, 151
Poster, M., Foucault, marxismo e historia. Modo de producción versus modo de información,
Editorial Nueva Visión, 1988. traducción de Ramón Alcalde, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1987, p. 140.
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como el que damnifica o perturba a la sociedad. Es el enemigo También la legislación penal sufrió una inflexión respecto a lo plan-
social, el enemigo público, porque ha roto el pacto social. El teado en la teoría, pues en lugar de señalar lo socialmente útil, trató de
criminal es el enemigo interno porque ataca a la sociedad desde ajustarse al individuo a través de la organización de las llamadas circuns-
dentro como el enemigo externo la agrede desde afuera. De ello se tancias atenuantes. No se buscó la defensa de la sociedad sino “el control
deriva que la ley penal deba reparar el daño causado a la sociedad y la reforma psicológica y moral de las actitudes y el comportamiento de
e impedir que se cometan males semejantes en el futuro. Se trata los individuos”153. El concepto de ‘peligrosidad’ ya no hace referencia a los
de una justicia punitiva y retributiva. De ahí que se consideren actos efectivos sino a las virtualidades del comportamiento individual. No
adecuados los siguientes tipos de castigo: se trata de si los individuos han violado efectivamente la ley promulgada
1. El castigo ideal sería expulsar a las personas de la sociedad, sino del peligro potencial de lo que están en condiciones de hacer.
exilarlas: la deportación. Sobre esta base, la institución penal no podía quedar bajo el control
del poder judicial del Estado, que hubiese resultado impotente para con-
2. Un castigo semejante consiste en el aislamiento dentro de un
trolar a una población tan vasta. En consecuencia, fue pasando a manos
espacio moral o psicológico público: exclusión mediante la
de “una serie de poderes laterales”154, de toda una red de instituciones de
humillación y la vergüenza públicas, que privan al criminal
vigilancia y corrección que se encuentran al margen del poder judicial,
de todos los beneficios de la vida social.
como son la policía, para la vigilancia, y las instituciones psicológicas,
3. El trabajo forzado se propone como un castigo adecuado para psiquiátricas, criminológicas, médicas y pedagógicas, para la corrección.
compensar el daño material producido contra la sociedad. La función de esta red institucional es vigilar al conjunto de la población
4. Cuando el daño cometido por el criminal es irreparable, se y corregir virtualidades.
le condena a sufrir la misma pena que ha causado a otros (la Surge así una nueva forma de poder, a la que Foucault llama poder
pena del Talión), sirviendo como ejemplo para que el daño disciplinario o panoptismo, que funciona de manera analítica: dividiendo,
no sea cometido nuevamente. diferenciando, clasificando. La vigilancia permite establecer una división
binaria y una marcación (loco-no loco; peligroso-inofensivo; normal-
2. 2. Cómo funcionó la penalidad en la práctica efectiva anormal), de la cual se puede derivar una distribución diferencial que
hace posible normalizar a las singularidades (quién es; dónde debe estar;
Los proyectos de los reformadores, aun cuando se plasmaron en por qué caracterizarlo; cómo reconocerlo; cómo ejercer sobre él, de ma-
nuevos códigos, nunca llegaron a poner en práctica completamente lo nera individual, una vigilancia constante; etc.). El funcionamiento del
que se habían propuesto. En la práctica jurídica concreta ocurrió algo poder se logra mediante la utilización de técnicas y de instituciones que se
enteramente diferente de lo proyectado. La práctica siguió un curso atribuyen la tarea de medir, controlar y corregir a los anormales155.
paralelo que no puede considerarse una mera aplicación de la teoría. En
la práctica se fue desarrollando un ordenamiento preventivo y correctivo
antes que el sistema represivo y punitivo planificado en las reformas. “No
es que la práctica haya desmentido a la teoría –observa Foucault- sino
que se desvió rápidamente de los principios teóricos”152. Los tipos de 153
“Toda la penalidad del siglo XIX pasa a ser un control, no tanto sobre si lo que hacen los
castigo propuestos fueron sustituidos por una pena: el encarcelamiento individuos está de acuerdo o no con la ley sino más bien al nivel de lo que pueden hacer,
o prisión, que surge como una institución de hecho, no planificada. La son capaces de hacer, están dispuestos a hacer o están a punto de hacer” (Foucault, M.,
prisión como forma de castigo surge en ese preciso momento: en los La verdad y las formas jurídicas, traducción de Enrique Lynch, Editorial Gedisa, México,
segunda edición, 1986, p. 97).
tiempos inmediatamente posteriores a la revolución francesa, hacia finales 154
Foucault, M., 1986: 98.
del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. 155
Foucault, M., Vigilar y castigar, traducción de Aurelio Garzón del Camino, Siglo XXI
152
Foucault, M., 1986: 95. Editores, Buenos Aires, primera edición, 1989, p. 203.
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3. El panóptico El panóptico es una forma arquitectónica en la que cada cual “es


visto, pero él no ve; es objeto de una información, jamás sujeto de una
Entramos así en una edad que yo llamaría de ortopedia social156. comunicación”160. El efecto mayor del panóptico es
inducir en el detenido un estado consciente y permanente de visibilidad
Las prácticas jurídicas que se fueron generalizando en la mayor parte que garantiza el funcionamiento automático del poder. Hacer que la vigilancia
de los países de Europa y en los Estados Unidos, establecieron las condi- sea permanente en sus efectos, incluso si es discontinua en su acción.
ciones para el establecimiento de un nuevo tipo de poder, que no resulta Que la perfección del poder tienda a volver inútil la actualidad de su
explicable desde las teorías tradicionales, ni desde el liberalismo ni desde ejercicio; que este aparato arquitectónico sea una máquina de crear y
el marxismo. Fue Jeremías Bentham quien definió y describió de manera de sostener una relación de poder independiente de aquel que lo ejerce; en
precisa las formas de poder de estas sociedades en el Panóptico157 (forma suma, que los detenidos se hallen insertos en una situación de poder de
arquitectónica que permite un tipo de poder del espíritu sobre el espíritu158), la que ellos mismos son los portadores.161
una institución que vale tanto para las prisiones como para las escuelas,
El poder panóptico funciona de manera automática, independiente-
los hospitales, los reformatorios, los hospicios o las fábricas.
mente de los sujetos que lo ejercen y que es sostenida por quienes están
El Panóptico era un sitio en forma de anillo en medio del cual había un insertos en ella. Bentham ha sentado el principio de que el poder debía ser
patio con una torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas visible e inverificable. “El panóptico es una máquina de disociar la pareja
celdas que daban al interior y al exterior y en cada una de esas pequeñas ver-ser visto: en el anillo periférico se es totalmente visto, sin ver jamás; en
celdas había, según los objetivos de la institución, un niño aprendiendo la torre central, se ve todo, sin ser jamás visto”162.
a escribir, un obrero trabajando, un prisionero expiando sus culpas, un Pero no hay que confundir el panóptico con el panoptismo. El primero
loco actualizando su locura, etc. En la torre central había un vigilante y es la forma arquitectónica que pone en acción el segundo. El panóptico
como cada celda daba al mismo tiempo al exterior y al interior, la mirada “pone en acción un nuevo sistema de dominación”163. El panoptismo es una
del vigilante podía atravesar toda la celda; en ella no había ningún punto forma de poder-saber164 que se apoya ya no sobre la indagación (propia
de sombra y, por consiguiente, todo lo que el individuo hacía estaba de las épocas premodernas) sino sobre la vigilancia, sobre la corrección y
expuesto a la mirada de un vigilante que observaba a través de persianas, sobre el examen. Se trata de establecer una vigilancia permanente sobre
postigos semicerrados, de tal modo que podía ver todo sin que nadie, los individuos (durante toda su existencia) por alguien que ejerce sobre
a su vez, pudiera verlo. [...] El Panóptico es la utopía de una sociedad ellos un poder, y que, porque ejerce ese poder, tiene la posibilidad de
y un tipo de poder que es, en el fondo la sociedad que actualmente co- constituir un saber sobre aquellos a quienes vigila. Se trata de saber si
nocemos, utopía que efectivamente se realizó. Este tipo de poder bien un individuo se conduce o no como debe, para lo cual se construye una
puede recibir el nombre de panoptismo159. norma que establece qué es normal y qué no lo es, qué se debe o no hacer.
160
Foucault, M., 1989: 204.
161
Foucault, M., 1989: 204. Énfasis nuestro. Dos cosas se destacan en este texto: por un
lado, que el poder funciona automáticamente, es decir, con independencia de la voluntad
156
Foucault, M., 1986: 98. “El exilio del leproso y la detención de la peste no llevan consigo de los sujetos. Por otro lado, el sistema no funciona sin el consentimiento de los individuos,
el mismo sueño político. El uno es el de una comunidad pura, el otro el de una sociedad de los que están sujetos a él.
disciplinada” (1989: 202). 162
Foucault, M., 1989: 205. “Se establece -como dirían los sociólogos- una institución
157
Bentham, J., Panóptico, Madrid, Círculo de Bellas Artes, 2011. total, dentro de la cual los detalles más menudos de la vida cotidiana de los internos se
158
Foucault, M., 1986: 98. enuncian mediante reglas” (Poster, M: 1987: 142).
159
Foucault, M., 1986: 99. El panoptismo tiene tres aspectos: (1) se ejerce sobre los in-
163
Poster, M., 1987: 144.
dividuos una forma de vigilancia continua, (2) como control de castigo y recompensa, y 164
Foucault habla de una forma de poder-saber porque el poder no funciona sin la
(3) como corrección, “que constituyen una dimensión fundamental y característica de las mediación de ciertos saberes y, al mismo tiempo, los nuevos saberes requieren la nueva
relaciones de poder que existen en nuestra sociedad” (1986: 117). forma de poder.
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La forma del poder-saber (saber de las ciencias humanas: psiquiatría, social, formando una constelación de estructuras que está a la vez en
psicología, sociología) es la base del poder disciplinario o panoptismo. todas partes y en ninguna.169
El panoptismo muestra la omnipresencia del poder: está en todas
partes, viene de todas partes. El poder se ejerce siempre a partir de El poder disciplinario se vale de instrumentos o técnicas muy precisos
innumerables puntos, en el juego de relaciones móviles (nunca fijas), que es necesario analizar.
no igualitarias (las fuerzas tienen siempre distinto peso), inmanentes
(no son exteriores a otro tipo de relaciones, por ejemplo, económicas, 4. Los instrumentos del poder disciplinario170
sexuales, epistemológicas), a la vez intencionales (suponen fines y
objetivos) y no subjetivas (no son producto de una opción o decisión La función principal del poder disciplinario es ‘enderezar conduc-
de un individuo o un grupo de individuos), y que generan puntos de tas’171. Persigue la eficiencia y el beneficio, multiplicar las fuerzas y usarlas
resistencia igualmente móviles y transitorios (siempre que se ejerce provechosamente, y para ello, “separa, analiza172, diferencia, lleva sus
el poder se ejerce también un contra-poder).165 procedimientos de descomposición hasta las singularidades necesarias
El panoptismo o poder disciplinario es un nuevo tipo de poder que se y suficientes”173. El poder disciplinario es “modesto, suspicaz, funciona
articula en las décadas inmediatamente posteriores a la revolución francesa. según el modelo de una economía calculada pero permanente”174. Es un
“La ‘disciplina’ no puede identificarse ni con una institución ni con un poder que usa instrumentos simples: (a) la vigilancia jerárquica, (b) la
aparato. Es un tipo de poder, una modalidad para ejercerlo, implicando sanción normalizadora, (c) el examen.
todo un conjunto de instrumentos, de técnicas, de procedimientos, de (a) La vigilancia jerárquica es un “dispositivo que coacciona por el
niveles de aplicación, de metas; es una ‘física’ o una ‘anatomía’ del po- juego de la mirada; un aparato en el que las técnicas que permiten ver
der, una tecnología.”166 Foucault analiza el sistema carcelario pero no con inducen efectos de poder”175. Desarrolla y construye ‘observatorios’ de
el objeto de encontrar una solución a problema de los delitos sino “en la la multiplicidad humana, cuyo modelo ideal es el campamento militar,
medida en que se instituye un sistema de poder que puede transferirse a concebido como “el diagrama de un poder que actúa por el efecto de una
otras instituciones sociales y produce efectos por ser una estructura nueva visibilidad general”176, cuyo principio subyacente es “el encaje espacial
de dominación”167. de las vigilancias jerarquizadas”177.
Así como Nietzsche, Foucault piensa que el poder es fundamentalmente
creativo y no represivo o limitativo168. Cree que las tecnologías de poder no 169
Poster, M., 1987: 114. “Las sociedades contemporáneas se caracterizan por la aparición
surgen solamente ni exclusivamente del Estado como creen los liberales y de nuevas formas de dominación que se combinan con las estudiadas por el marxismo tra-
los marxistas sino de una multiplicidad de lugares, en las articulaciones. dicional (represión violenta y explotación económica). Estas nuevas formas son productivas,
no represivas, suelen ser dispersas e invisibles y cubren cada vez más ámbitos de la vida
La forma de dominación característica del capitalismo avanzado no social” (Gorlier, J. C., El lado oscuro de la protesta social: perspectivas teóricas, metología
es la explotación, ni la alienación, ni la represión, ni la anomia, ni la y técnicas de investigación, estudios de caso, en Cuadernos de Investigación de la Sociedad
conducta disfuncional. Es una nueva pauta de control social que está Filosófica Buenos Aires, N°4, La Plata-Buenos Aires, Ediciones Al Margen, 1998, p. 27).
encastrada en la práctica en varios y numerosos puntos del campo
170
Cf. Foucault, M., 1989: 175-199, Disciplina, II, Los medios del buen encauzamiento.
171
Foucault, M., 1989: 175.
172
“Contra la peste que es mezcla, la disciplina hace valer su poder que es análisis” (Foucault,
M., 1989: 201).
165
Kohan, W., Infancia. Entre educación y filosofía, Barcelona, Laertes, 2004, p. 88. 173
Foucault, M., 1989: 175.
166
Foucault, M., Vigilar y Castigar, Buenos Aires, Siglo XXI, 1976, p. 218. 174
Foucault, M., 1989: 175.
167
Poster, M., 1987: 148. 175
Foucault, M., 1989: 175.
168
Cf. Poster, M., 1987: 146. “Según Foucault, las tecnologías de poder y los discursos
constituyen fuerzas positivas, creadoras, y no medidas negativas, de prevención” (Op.
176
Foucault, M., 1989: 176.
cit., p. 119). 177
Foucault, M., 1989: 177.
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Se desarrolla entonces el problema de una arquitectura que permita disciplinario es esencialmente correctiva: reducir las desviaciones. Ya no
“un control interior, articulado y detallado -para hacer visibles a quienes se trata de vengar la ley violada, sino de “su repetición, su insistencia
se encuentran dentro”; una arquitectura que opere una “transformación de redoblada”, de modo que “castigar es ejercitar”, es sancionar pero también
las poblaciones: “obrar sobre aquellos a quienes abriga, [...] conducir hasta gratificar, es penalización y recompensa.
ellos los efectos del poder, ofrecerlos a un conocimiento, modificarlos”178. La sanción normalizadora reúne cinco rasgos: 1) se trata de castigar
Desde esta arquitectura se organizan el edificio de la prisión, el edificio del los detalles más insignificantes y de dar un valor punitivo a elementos
hospital, el edificio de la escuela, etc. técnicos aparentemente neutros: hay una micropenalidad del tiempo
Las instituciones disciplinarias han generado “un aparato de observación, (retrasos, ausencias, interrupciones de tareas), de la actividad (falta
de registro y de encauzamiento de la conducta”179 con el objeto de encau- de atención, descuido, falta de celo), de la manera de ser (descortesía,
sarla, corregirla y controlarla. “El aparato disciplinario perfecto permitiría desobediencia), de los discursos (charla, insolencia), de los cuerpos
a una sola mirada verlo todo permanentemente. Un punto central sería a (actitudes ‘incorrectas’, gestos impertinentes, suciedad), de la sexua-
la vez fuente de luz que iluminara todo, y lugar de convergencia para todo lidad (falta de pudor, indecencia); 2) lo que se castiga son las desvia-
lo que debe ser sabido: ojo perfecto al cual nada se sustrae y centro hacia ciones, todo lo que no se somete a una regla que tiene una referencia
el cual están vueltas todas las miradas”180. Con ese fin, la mirada discipli- tanto jurídica cuanto natural; 3) los castigos tienen una finalidad
naria ha tenido necesidad de relevos, de “descomponer sus instancias, pero correctiva, procuran enderezar las desviaciones; 4) las sanciones son
para aumentar su función productora. Especificar la vigilancia y hacerla cuantificadas y los comportamientos calificados según una lógica
funcional”181. binaria (bueno / malo, adecuado / inadecuado, etc.); 5) la sanción se
(b) La sanción normalizadora: Mientras que los teóricos liberales como organiza en torno de un sistema de premios y castigos. En el conjunto
Hobbes y Locke pensaban que los silencios de la ley abrían los espacios a de estos rasgos, la sanción normaliza: compara, diferencia, jerarquiza,
las libertades civiles e individuales, Foucault advierte que “las disciplinas homogeniza y excluye.184
establecen una ‘infra-penalidad’; reticulan un espacio que las leyes dejan
La penalidad perfecta normaliza, tiene por función esencial referirse
vacío”182:
a un conjunto de fenómenos observables, diferenciar a unos individuos,
micro-penalidad del tiempo (retrasos, ausencias, interrupciones de jerarquizar, homogeneizar. A través de las disciplinas aparece el poder de
tareas, etc.), de la actividad (falta de atención, descuido, falta de celo), la norma185.
de la manera de ser (descortesía, desobediencia), de la palabra (charla, (c) El examen “combina las técnicas de la jerarquía que vigila y las de la
insolencia), del cuerpo (actitudes ‘incorrectas’, gestos impertinentes, sanción que normaliza. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que
suciedad), de la sexualidad (falta de recato, indecencia). Al mismo permite calificar, clasificar y castigar”186. El examen conlleva un mecanismo
tiempo se utiliza, como castigos, una serie de procedimientos sutiles, que sintetiza una forma de ejercicio del poder con un tipo de formación del
que van desde el castigo físico leve, a privaciones menores y a pequeñas saber: 1) El examen invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del
humillaciones.183 poder: el poder disciplinario “se ejerce haciéndose invisible; en cambio, im-
Todo lo que no se ajusta a las reglas, las inobservancias y las des- pone a aquellos a quienes somete un principio de visibilidad obligatorio”187.
viaciones, compete a la penalidad disciplinaria. La función del castigo Se inicia la época del examen infinito y la objetivación coactiva. 2) El examen
178
Foucault, M., 1989: 177. 184
Kohan, W., Infancia. Entre educación y filosofía, Barcelona, Laertes, 2004, p. 86.
179
Foucault, M., 1989: 177. 185
“El efecto del panóptico no es reformar a los reclusos: sabemos que las tasas de reinci-
180
Foucault, M., 1989: 178. dencia han sido siempre altas. Lo que hace es introducir un método para normalizar a los
181
Foucault, M., 1989: 179. individuos, que sí puede ser aplicado a otras situaciones” (Poster, M., 1987: 144).
182
Foucault, M., 1989: 183. 186
Foucault, M., 1989: 189.
183
Foucault, M., 1989: 183. 187
Foucault, M., 1989: 192.
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hace entrar también la individualidad en un campo documental, en una red y mandar a cerrar las casas de juego y prostitución. 3) Luego, aparecieron
de escritura. 3) El examen hace de cada individuo un ‘caso’: es el individuo grupos de autodefensa de carácter paramilitar, ligados a los sectores más
tal como se le puede describir, juzgar, medir, comparar con otros y esto en acomodados de la burguesía y la aristocracia, surgidos como respuesta a
su individualidad misma; y es también el individuo cuya conducta hay que las primeras grandes agitaciones sociales, con la función de hacer imperar
encauzar o corregir, a quien hay que clasificar, normalizar, excluir, etc. Con el orden. 4) Finalmente aparecen agrupaciones propiamente económicas:
el examen cada cual recibe un estatuto de su propia individualidad. policías privadas, organizadas por las grandes compañías para defender
El panoptismo inicia una inversión del eje político de la individuali- sus stocks, sus mercancías y barcos anclados en el puerto. Estas sociedades
zación, sustituyendo la individualidad del hombre memorable por la del respondían a una necesidad demográfica, a una transformación económica
hombre calculable188. y a una nueva situación política.
A lo largo de esta historia se da un triple desplazamiento:
a) Inicialmente eran grupos provenientes de los sectores populares,
5. Genealogía de las sociedades disciplinarias
que se reunían con el propósito de establecer el orden entre ellos, como
¿De qué manera se dio este proceso? ¿De dónde provienen estos meca- medio de escapar al poder político (que contaba con el instrumento de la
nismos de vigilancia? ¿A qué responden las técnicas de control disciplinario? legislación penal a su favor). Reforzar los controles y las penalidades inter-
Foucault rastrea esta historia en tres casos concretos: Inglaterra, Francia y nas era una manera de escapar a la penalidad del Estado y de los sectores
Estados Unidos. Aquí solo se tomarán los dos primeros189. dominantes. Paulatinamente, los grupos se irán componiendo o siendo
(a) El ejemplo de Inglaterra: 1) Primeramente surgieron en las co- alentados por personajes de la aristocracia y de las clases acomodadas,
munidades religiosas disidentes del anglicanismo (cuáqueros, metodistas) que les darán un nuevo contenido. “Se produce así un desplazamiento
grupos de autocontrol, una policía propia, con la doble tarea de vigilar y social que indica claramente cómo la empresa de reforma moral deja de
asistir. Eran grupos espontáneos de vigilancia, de origen, funcionamiento ser una autodefensa penal para convertirse en un refuerzo del poder de la
e ideología profundamente religiosos. 2) Luego emergieron unas socieda- autoridad penal misma”190.
des relacionadas con las anteriores aunque situadas a una cierta distancia b) El segundo desplazamiento consiste en que mientras que en un
como, por ejemplo, la “Sociedad para la Reforma de las Maneras” que se comienzo el grupo trataba de hacer reinar un orden moral diferente de
proponía hacer respetar el domingo, impedir el juego, las borracheras, la ley que permitiese a los individuos escapar a sus efectos, los mismos
reprimir la prostitución, el adulterio, las imprecaciones y blasfemias, etc.. grupos controlados por aristócratas y personas de la clase dominante, se
Se trataba de “impedir que la clase más baja y vil se aprovechara de los dan como objetivo obtener del poder político nuevas leyes que ratificaran
jóvenes sin experiencia para arrancarles su dinero”. Otro ejemplo es el de ese esfuerzo moral.
la “Sociedad para la supresión del vicio” que tenía por finalidad hacer res- c) Al final, el control moral pasa a ser ejercido por las clases altas,
petar el domingo, impedir la circulación de libros licenciosos y obscenos que detentan el poder político, sobre las capas más bajas y pobres, “de
quienes explotan sobre quienes son explotados”. Hay una estatización
188
Con el concepto de calculabilidad Foucault retoma las problemáticas de la lógica de la progresiva del control, que se desplaza de la autodefensa a instrumento
dominación desarrolladas por Weber, Lukács y los autores de la Escuela de Frankfurt, sin de poder.
embargo, “se abstiene de comentar la semejanza del panóptico con el conocimiento infinito (b) El ejemplo de Francia: A diferencia de Inglaterra, hay en Francia
del Dios cristiano. Tampoco señala su semejanza con el concepto freudiano de superyó como
control interno de los deseos inconscientes. Una analogía todavía más estrecha, que Foucault una monarquía absoluta, cuyo aparato de Estado se apoya en un ins-
no percibe, es la existente entre el panóptico y el sistema de control computarizado de los trumento judicial clásico (parlamentos, cortes, etc.) y un instrumento
individuos que se da en el capitalismo avanzado” (Poster, M., 1987: 142-143). para-judicial (la policía), que contaba con el recurso a las lettres-de-cachet
189
En Inglaterra, las formas e instituciones de la justicia permanecieron estables, mientras (orden de aprisionamiento). Éstas eran una orden del rey referida a una
que el contenido de las leyes se modificó. En Francia, por el contrario, se modificaron
profundamente las instituciones penales, manteniendo inalterado el contenido de la ley
penal. 190
Foucault, M., 1986: 105.
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persona a título individual, por la que se le obligaba a hacer alguna cosa, la máquinas, oficinas, materias primas, mercancías en tránsito y expedición”,
mayoría de las veces un castigo. La lettre-de-cachet bajo su aspecto de que están “directamente expuestas a la depredación” (robo de barcos, pi-
llaje de almacenes, depredaciones en las oficinas). “El gran problema del
instrumento terrible de la arbitrariedad real, es investida de una es-
poder en esta época es instaurar mecanismos de control que permitan la
pecie de contrapoder, un poder que viene desde abajo y que permite
protección de esta nueva forma material de la fortuna”. En segundo lugar,
a grupos, comunidades, familias o individuos ejercer un poder sobre
el parcelamiento de tierras expuso a los propietarios a la depredación. “En
alguien. Eran instrumentos de control en alguna medida espontáneos,
consecuencia, puede decirse que la nueva distribución espacial y social de
que la sociedad, la comunidad, ejercía sobre sí misma, una manera
la riqueza industrial y agrícola hizo necesarios nuevos controles sociales a
que tenían los grupos de asegurar su propio orden.
finales del siglo XVIII”193.
Tres tipos de conductas suscitaban el pedido de las lettres: de inmora-
Lo que “merece nuestra consideración es un hecho histórico impor-
lidad (represión moral), conductas religiosas peligrosas o disidentes,
tante: el que esta teoría legalista fuese duplicada en un primer momento y
y de conflictos laborales.
posteriormente encubierta y totalmente oscurecida por el panoptismo que
La prisión, que no es una forma de castigo en el siglo XVIII, se con-
se formó al margen de ella, colateralmente”194.
vierte en el gran castigo del siglo siguiente y tiene su origen en la
práctica para-judicial de las lettre-de-cachet. Aparece la idea de una
penalidad que no tiene por función responder a una infracción sino 6. Cómo funciona y para qué sirve el panoptismo al
corregir un comportamiento. La idea de una penalidad que intenta nivel de la existencia individual
corregir metiendo en prisión a la gente es una idea policial, nacida
paralelamente a la justicia, fuera de ella, en una práctica de los con- Partiendo del ejemplo de un reglamento de una “fábrica-prisión”,
troles sociales, o en un sistema de intercambio entre la demanda del Foucault muestra que este tipo de instituciones, lejos de ser excepcional,
grupo y el ejercicio del poder.191 estaba muy extendido a comienzos del siglo XIX.
En resumen: “En Inglaterra los grupos, para escapar al derecho penal, La fábrica-prisión se realizó efectivamente y no solo en la industria sino
crearon para sí mismos unos instrumentos de control que fueron finalmente en una serie de instituciones que surgen en esta misma época y que, en el
confiscados por el poder central. En Francia, donde la estructura del poder fondo, respondían a los mismos modelos y principios de funcionamiento;
político era diferente, los instrumentos estatales establecidos en el siglo XVII instituciones de tipo pedagógico tales como las escuelas, los orfanatos,
por el poder real para controlar a la aristocracia, la burguesía y los rebeldes los centros de formación; instituciones correccionales como la prisión
fueron empleados de abajo hacia arriba por los grupos sociales”192. La intui- o el reformatorio; instituciones que son a un tiempo correccionales y
ción central de Foucault que está a la base de sus hipótesis en estos trabajos terapéuticas como el hospital, el hospital psiquiátrico195.
es que en las condiciones de la revolución industrial se generó un tipo de Pronto se vio que estas instituciones no eran viables desde el punto de
entramado de relaciones entre los seres humanos, ajeno al ejercicio de la vista económico, por su estructura rígida y su pesada carga. Por último, des-
justicia, que se extendió por todo el tejido social conteniendo, limitando, aparecieron, pero no sin que antes se organizaran técnicas “de internación,
corrigiendo y direccionando el ejercicio de las libertades individuales y reclusión y fijación de la clase obrera”. Se crearon las ciudades obreras, las
sociales. cajas de ahorro y las cooperativas de asistencia, como un intento por fijar
Para comprender porqué los mecanismos de control se desviaron hay a la población obrera en el cuerpo mismo del aparato de producción.
que considerar la nueva forma que asumió la producción. En primer lugar,
se dio una creciente inversión dirigida a acumular capital, que ya no es
pura y simplemente monetario (fortuna o tierras) sino “mercancías, stocks, 193
Foucault, M., 1986: 114.
191
Foucault, M., 1986: 111. 194
Foucault, M., 1986: 118.
192
Foucault, M., 1986: 111-12. 195
Foucault, M., 1986: 124.
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La reclusión moderna “es una combinación del control moral y so- sistema el cuerpo del individuo”198. El cuerpo se convierte en algo que debe
cial nacido en Inglaterra y la institución propiamente francesa y estatal ser formado, reformado, corregido.
de la reclusión en un local, un edificio, una institución, en un espacio (3) La tercera función de este tipo de instituciones de secuestro con-
cerrado”196. siste en la creación de un nuevo y curioso tipo de poder que integra en la
En el nuevo sistema pueden consignarse las siguientes novedades: (1) producción: un micro-poder polimorfo y polivalente, económico-político-
Mientras que originariamente la pertenencia de un individuo a un grupo judicial-epistemológico199. Poder epistemológico constituido de un saber
lo hacía pasible de vigilancia por el propio grupo, en el siglo XIX son las tecnológico y un saber de observación.
estructuras de vigilancia las que al convocar a los individuos, al integrarlos, En resumen, se trata de “que el tiempo de vida se convierta en tiempo
los constituirán secundariamente como grupo. (2) En Francia, se internaba de trabajo, que éste a su vez se transforme en fuerza de trabajo y que la
a alguien marginado del grupo por su propia conducta irregular: reclusión fuerza de trabajo pase a ser fuerza productiva; todo esto es posible por el
por exclusión. En el siglo XIX, las instituciones de encierro197 no tienen por juego de una serie de instituciones que se definen como instituciones de
función excluir, sino “fijar a los individuos” a un aparato de normalización: secuestro”200.
inclusión por exclusión, secuestro. (3) Mientras que en el siglo XVIII el
control es extra-estatal (en Inglaterra) o estatal (en Francia), en el siglo XIX,
7. Conclusiones provisionales de la investigación
aparece algo “mucho más blando y rico, una serie de instituciones que no
se puede decir con exactitud si son estatales o extra-estatales. (...) Lo ver- 7. 1. Las instituciones de secuestro como forma
daderamente nuevo e interesante es, en realidad, el hecho de que el Estado simbólica de la sociedad
y aquello que no es estatal se confunden, se entrecruzan dentro de estas
instituciones”: una red institucional de secuestro, que es Infra-estatal. En realidad, la prisión no es efectiva como institución correctiva como lo
Estas instituciones disciplinarias o de secuestro sirven para: muestran los índices de reincidencia, pero se impuso y se mantiene porque
(1) Explotar la totalidad del tiempo de los individuos. En la sociedad es la forma ejemplar, concentrada, simbólica de la sociedad: es su imagen
feudal el poder se ejercía por localización, en la sociedad moderna, los invertida, una imagen transformada en amenaza. “La prisión se absuelve de
hombres colocan todo su tiempo de existencia a disposición de la socie- ser tal [amenaza] porque se asemeja al resto y al mismo tiempo absuelve
dad, en función del aparato de producción. Las dos condiciones nece- a las demás instituciones de ser prisiones porque se presenta como válida
sarias para la formación de la sociedad industrial son: (a) que el tiempo únicamente para quienes cometieron una falta”201.
de los hombres sea llevado al mercado y ofrecido a los compradores,
quienes, a su vez, lo cambiarán por un salario; y (b) que el tiempo se 7. 2. La crítica del concepto de trabajo y la primacía
transforme en tiempo de trabajo. de lo político
(2) La segunda función consiste en “hacer que el cuerpo de los hombres
se convierta en fuerza de trabajo”, en controlar los cuerpos de los individuos. El trabajo no es la esencia concreta del hombre como sostienen los
“Hay algo muy curioso en estas instituciones y es que, si aparentemente marxistas y como suponen todas las teorías de la alienación202.
son todas especializadas, su funcionamiento supone una disciplina general
de la existencia que supera ampliamente las finalidades para las que fueron 198
Foucault, M., 1986: 133.
creadas”. Se trata de “controlar, formar, valorizar, según un determinado 199
Este poder epistemológico, paradigmáticamente expresado en el taylorismo, es conce-
bido por Drucker como la fuente última de la revolución productiva desde finales del siglo
pasado hasta mediados de este siglo.
196
Foucault, M., 1986: 126.
200
Foucault, M., 1986: 133.
197
“El control social primordial ya se da de por sí en la vida de la institución en cuanto
201
Foucault, M., 1986: 137. Corchetes nuestros.
tal” (Berger, P.-Luckmann, Th., 1993: 77). 202
Cf. Poster, M., 1987: 114 ss.
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Para que los hombres sean efectivamente colocados en el trabajo y ligados condiciones de existencia de las mismas relaciones de producción. “Llega-
a él es necesaria una operación o una serie de operaciones complejas por mos así a la conclusión de que la llamada ideología debe ser revisada”206.
las que los hombres se encuentran realmente, no de una manera analítica La noción de ideología –dice Foucault- me parece difícilmente utiliza-
sino sintética, vinculados al aparato de producción para el que trabajan. ble por tres razones. La primera es que, se quiera o no, siempre está en
Para que la esencia del hombre pueda representarse como trabajo se oposición virtual con algo que sería la verdad. Y creo que el problema no
necesita la operación o la síntesis operada por un poder político.203 está en dividir entre lo que en un discurso responde a la cientificidad y la
El análisis tradicional del marxismo simplifica al suponer que el sistema verdad, y lo que responde a otra cosa, sino en ver históricamente cómo
capitalista es el que transforma al trabajo en ganancia, plus-ganancia o se producen efectos de verdad en el interior de discursos que no son
plus-valía. El sistema capitalista penetró más profundamente todavía en la en sí mismos ni verdaderos ni falsos. El segundo inconveniente –sigue
existencia humana elaborando un conjunto de técnicas políticas, técnicas Foucault- es que se refiere necesariamente, creo, a algo como el sujeto.
de poder, por las que el hombre se encuentra ligado al trabajo, por las que Y en tercer lugar, la ideología está en posición segunda con relación a
el cuerpo y el tiempo de los hombres se convierten en tiempo de trabajo y algo que debe funcionar para ella como infraestructura o determinante
fuerza de trabajo y pueden ser efectivamente utilizados para transformarse económico, material, etc.. Por estas razones creo que es una noción que
en plus-valía. Para que haya plus-valía es preciso que haya un micro-poder, no puede utilizarse sin precauciones.207
un poder político microscópico, capilar, capaz de fijar a los hombres al La primera objeción que hace Foucault tiene que ver con la oposición
aparato de producción. “La ligazón del hombre con el trabajo es sintética, tradicional en el marxismo entre ideología y ciencia.
política; es una ligazón operada por el poder”204.
La ideología se concibe [en el pensamiento marxista] como una forma de
7. 3. Crítica del concepto de ideología falseamiento que no llega al rango de conocimiento o ciencia. Estudiar
la ideología, por lo tanto, es estudiar ideas que han sido distorsionadas
por obra de una contaminación con algunos aspectos de las relaciones
Este micro-poder provocó el nacimiento de una serie de saberes (saber
basadas en la dominación, como sucede en la concepción de Habermas
del individuo, de la normalización, saber correctivo), que se multiplicaron
acerca de la situación ideal del lenguaje. Desde el punto de vista nietzs-
haciendo que surgieran las ciencias humanas y el ‘hombre’ como objeto de
cheano adoptado por Foucault, sin embargo, todos los discursos son
ciencia. Estos saberes no son ideologías, puesto que no están por encima
meras perspectivas, y si alguno tiene más valor que otro, ello no se debe
de las relaciones de producción, sino firmemente arraigados tanto en la
a sus propiedades intrínsecas en cuanto ‘verdad’ o a que lo llamemos
existencia de los hombres como en las mismas relaciones de producción205.
‘ciencia’, sino a un fundamento extra-epistemológico, es decir, el papel
Estas relaciones de poder y estas formas de funcionamiento de saber son
que desempeña el discurso en la constitución de las prácticas. Al auto-
designarse como ‘ciencia’, el marxismo se auto-otorga una legitimidad
203
Foucault, M., 1986: 138. falsa y fácil, que capacita al marxista para colocarse por encima de las
204
Una crítica semejante es la efectuada por Laclau: “Naturalmente, sabiendo lo que un `tra- masas como portador de lo universal.208
bajador’ es en nuestro mundo, podemos proyectar esta categoría hacia el pasado y subsumir
a todos los produc­tores directos bajo ella. Este no es un ejercicio ilegítimo en tanto que es
reconocido como lo que es: como una historia del referente que constituye un objeto que
solo tiene validez, para una serie de propósitos comparativos, como parte de un discurso
206
Foucault, M., 1986: 140. Cf. 1989: 190: “El examen, ¿no utiliza, en el interior de un
del historiador. Pero de ahí, una transición ilegítima está solo un paso más allá: concebir solo mecanismo, unas relaciones de poder que permiten obtener y constituir cierto saber?
al `trabajador’ como una categoría trascendental a priori, que constituye la esencia de todo No es simplemente al nivel de la conciencia, de las representaciones y en lo que se cree
productor directo, cuyas formas históricas de diferenciación en relación a las condiciones saber, sino al nivel de lo que hace posible un saber donde se realiza la actuación política”.
de producción constituirían meramente variaciones empíricas” (Laclau, E., New Reflexions Cf. Poster, M., 1987: 120-25.
on the Revolution of Our Time, London, Verso, 1990, p. 25. Traducción nuestra). 207
Foucault, M., Un diálogo sobre el poder, Alianza Editorial, Buenos Aires, segunda edición,
205
Como ya había hecho Marcuse, Foucault observa que la llamada ideología no ocupa 1992, p. 136. Cf. Foucault, M., 1986: 32.
un lugar superestructural, sino que es correlativa al nuevo tipo de poder disciplinario. 208
Poster, M., 1987: 122.
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Sobre esta base, Mark Poster trata de probar que la burocracia y los 2) El poder sería esencialmente legislativo, crearía un estado de de-
sistemas informáticos fortalecen los principios del control disciplinario. recho y prescribiría un ‘orden’ que a la vez funciona como una forma
“Mediante los mecanismos de procesamiento de la información (la buro- de inteligibilidad, y colocaría a lo legislado bajo un régimen binario214:
cracia usando personas; la computadora usando máquinas) la capacidad lícito o ilíci­to, permitido o prohibido.
de controlar la conducta se amplía considerablemente”209. 3) El poder no aplicaría más que la ley de la prohibición.
4) El poder funcionaría según una “lógica de la censura”, adoptando
tres formas: a) afirma que eso no está permiti­do; b) impide que eso sea
8. Una nueva teoría del poder
dicho; c) niega que eso exista. Conminación a la no manifestación, al
En La voluntad de saber dice Foucault que en sus obras anteriores ha mutismo y a la inexistencia.
intentado poner fuera de juego una noción del poder cuyo significado 5) El poder sería homogéneo y se ejercería de la misma manera (ley,
se identificaba con el de represión, aunque ya “ciertos psicoanalistas” prohibición y censura) en todos los niveles (familiar, social, estatal,
habían desarrollado una teoría del deseo en la que el sexo no está re- etc.).215
primido. Tanto el poder como el deseo se articulan así de una manera Foucault resume los rasgos característicos de esta concepción ‘repre-
más compleja y originaria que cuando se los entiende como represor y siva’ del poder en el siguiente texto:
reprimido210. Foucault buscaba avanzar hacia una ‘analítica’ del poder211: Conciben el poder en singular, en términos de ley, prohibición y
“hacia la defini­ción del dominio específico que forman las relaciones de soberanía, como una fuerza básicamente represora, como una forma
poder y la determina­ción de los instrumentos que permitan analizarlo”. de decir ‘no’ a partir de los aparatos ideológicos del Estado. Esta es
Pero para ello, necesitaba “liberarse de cierta representación del poder la postura del marxismo dominante en la universidad francesa en los
‘jurídico-discursiva’”212, dominante en las teorías vigentes tanto liberales años setenta: se presupone un cierto sujeto previo, cuya relación con la
como marxistas. ¿Cuáles son los rasgos principales de la representación verdad y cuyas condiciones económicas y políticas están enmascaradas
jurídico-discursiva del poder? y oprimidas por la ideología dominante. El poder sería, en esta visión,
1) En esta representación tradicional el poder es pensado como una un elemento negativo que impide una relación plena con la verdad
‘relación negativa’ (“que nada puede salvo decir no”), que se limita a re- y un sistema económico y político igualitario. La condición para tal
chazar, excluir, desestimar, ocultar o engañar. La función del poder sería estado es la revolución del proletariado, que los excluidos ‘tomen el
imponer límites e impedir el desorden y el caos213. poder’ e inviertan las actuales relaciones de clase dominante216.
Todos estos supuestos crean condiciones que hacen imposible pen-
sar el poder como fuerzas positivas, inventivas, creativas, productivas,
209
Cf. Poster, M., 1987: 144-5. eliminando de su concepto “todo lo que podría constituir su eficacia
210
“No habría que imaginar que el deseo está reprimido, por la buena razón de que productiva, su riqueza estratégica, su positividad”217.
la ley es constitutiva del deseo y de la carencia que lo instau­ra. La relación de poder ya
estaría allí donde está el deseo” (Foucault, M., Historia de la sexualidad. 1. La voluntad de 214
Foucault, M., 1992: 101.
saber, traducción de Ulises Guiñazú, Buenos Aires, Siglo XXI, 17° edición, 1992, p. 99. 215
“Se esquematiza el poder en una forma jurídica y se definen sus efectos como obedien-
Énfasis nuestro). cia. Frente a un poder que es ley, el sujeto constituido como sujeto -que está ‘sujeto’- es el
211
“Descifrar los mecanismos del poder a partir de una estrategia inmanente en las relaciones que obedece. A la homogeneidad formal del poder a lo largo de esas instancias, correspon-
de fuerza” (Foucault, M., 1992: 118). dería a aquel a quien constriñe -ya se trate del súbdito frente al monarca, del ciudadano
212
Foucault, M., 1992: 100. frente al Estado, del niño frente a los padres, del discípulo frente al maestro- la forma
general de sumisión. Por un lado, el poder legislador y, por el otro, sujeto obedien­te”
213
Al respecto dice Balandier: “El orden de las sociedades diferencia, clasifica, jerarqui- (Foucault, M., 1992: 103-104. Énfasis nuestro).
za, traza límites defendidos por prohibiciones. En ese marco, y en tales condiciones,
quedan incluidos papeles y modelos de conducta” (Balandier, G., El poder en escenas. De
216
Kohan, Walter, Infancia. Entre educación y filosofía, Barcelona, Laertes, 2004, p. 83.
la representación del poder al poder de la representación, Ediciones Paidós, Barcelona-Buenos 217
Foucault, M., 1992: 104. [Es] “una concepción del poder que podríamos llamar ‘teoló-
Aires-México, 1994, p. 45). gica’, pues lo imagina omnipotente y omnipresente. Los receptores y los consumidores son
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¿Por qué se ha aceptado esta concepción tan fácilmente y sin crítica? 9. Los avances de Foucault
Foucault sugiere la siguiente hipótesis:
El derecho no fue simplemente un arma manejada hábilmente por los Foucault muestra que el resultado del iluminismo no es una forma de
monarcas; fue el modo de manifestación y la forma de aceptabilidad vida más libre y humana sino otro sistema de poder/dominación. Traza el
del sistema monárquico. [...] A través del desarrollo de la monarquía cuadro de una constelación que combina al huma­nitarismo moderno con
y de sus instituciones se instauró esa dimensión de lo jurídico-político las nuevas ciencias sociales y las nuevas disciplinas que se desarrollan en
[...]; es el código con que se presenta, y prescribe que se lo piense los ejércitos, las escuelas, los hospitales y las fábricas hacia fines del siglo
según ese código218. XVIII, dibujando la formación de nuevos modos de dominación, de un poder
oculto que opera mediante vigilancia universal, cuya imagen es el panóp-
Sin embargo, esta represen­ta­ción del poder monárquico-jurídica ya
tico de Bentham. La necesidad de controlar (de la cual el humanitarismo
no es adecuada a los ‘novísimos mecanis­mos de poder’ que penetraron
no sería más que una estratagema) tiende a la normalización. “Lejos de
las sociedades poco a poco, los que
explicar el surgimiento de esta tecnología del control en términos de la
a partir del siglo XVIII tomaron a su cargo la vida de los hombres, a los moderna identidad del hombre como individuo, Foucault quiere explicar
“hombres como cuerpos vivientes; [nuevos procedimientos de poder
la moderna noción de individualidad como uno de sus productos”221.
que] funcionan no ya por el derecho sino por la técnica, no por la ley”
La nueva tecnología de control produce al individuo moderno como un
sino por la normalización, no por el castigo sino por el control, y que
objetivo de las políticas de normalización y control222. En las teorías tradi-
se ejercen en niveles y formas que rebasan el Estado y sus aparatos219.
cionales el poder ha sido pensado desde las nociones de soberanía y ley:
La crítica iluminista de la monarquía y del poder monárquico se valió desde el absolutismo como soberanía y legitimidad del Estado, desde los
de los mismos supuestos jurídico-políticos que acompañaron el desarrollo movimientos opuestos al absolutismo como derechos de resistencia del
histórico de las monarquías. La crítica iluminista no puso en cuestión “el individuo soberano o como autogobierno. En todas estas nociones se parte
principio según el cual el derecho debe ser la forma misma del poder y que el de una imagen del poder en la que algunos dan órdenes y otros obedecen,
poder debe ejercerse siempre con arreglo a la forma del derecho”220. pero Foucault advierte que el poder no es manejado por un sujeto, no
es operado por un grupo específico contra otro, sino que es una forma
compleja de organización en la que todos estamos implicados. Foucault
insiste en que hay que pensar el poder en términos de dominación/sujeción
vistos como pasivos ejecutantes de las prácticas impuestas por la dominación, incapaces
de distinguir en los mensajes cuáles los benefician o perjudican, cuál es en los bienes el y no de soberanía/obediencia. En los ámbitos de la fábrica, la escuela, el
valor de uso (que se supone ‘auténtico’), el valor de cambio y el valor simbólico (que se cuartel y el hospital la inculcación de hábitos de autodisciplina articulan una
considera ‘artificial’). La consecuencia metodológica es creer que con solo estudiar los ob- forma de domi­nación que procede mediante la interiorización. El mismo
jetivos económicos de los medios masivos y la estructura ideológica de sus mensajes puede
deducirse qué necesidades generan en los espectadores. No se reconoce ninguna autonomía sistema de poder produce modelos a interiorizar y hace que los sujetos
a las culturas populares, ni a la relación entre consumidores, objetos y espacio social”. [...] se representen a sí mismos como un enigma que requiere de la ayuda
“Al subordinar la condición de las clases populares al lugar que la reproducción social y
educativa les fija, toda la iniciativa se reserva a los sectores dominantes” (García Canclini,
N., Ideología, Cultura y Poder, Oficina de Publi­caciones del Ciclo Básico Común de la
221
Taylor, Ch., Foucault, la verdad y la libertad, en Couzens Hoy (compilador), Foucault,
Universidad Nacio­nal de Buenos Aires, Buenos Aires., 1995, pp. 96-97). traducción de Antonio Bonano, Buenos Aires, Nueva Visión, 1988, p. 87.
218
Foucault, M., 1992: 106-107.
222
Taylor critica la unilateralidad de los análisis foucaultianos que, por ejemplo, lee el
surgi­miento del humanitarismo exclusivamente en términos de las nuevas tecnologías de
219
Foucault, M., 1992: 109. Énfasis nuestro. control, pero no presta ninguna atención al surgimiento de las nuevas éticas de la vida. Las
220
Foucault, M., 1992: 107-108. La falta de crítica sobre estos supuestos es la consecuencia nuevas formas de disciplina son vistas exclusivamente en su relación con la dominación,
de seguir apegados “a cierta imagen del poder-ley, del poder-soberanía”, y es la causa de la pero no se expli­cita que también han adoptado la forma de genuinas autodisciplinas que han
importancia que aún se le sigue otorgando en la teoría del poder al problema del derecho hecho posibles nuevas clases de acción colectiva caracteri­zadas por formas más igualitarias
y de la violencia, de la ley y la ilegali­dad, de la voluntad y de la libertad, y sobre todo del de participación. Taylor advierte que Foucault reduce unilateralmente el significado de las
Estado y la sobe­ranía”. disciplinas exclusivamente a formas de dominación.
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externa (sacerdote, psicoanalista, trabajador social) para descifrarse. Los actos, si la decisión instituyente es en la última instancia contingente y
individuos introyectan mediante las disciplinas ciertas imágenes de lo arbitraria.226
que es ser humano, pleno, sano, satisfe­cho, normal, y esas imágenes son Foucault rechaza tanto el modelo hegeliano como el marxista al consi-
poderosos elementos de control. “Operan induciendo en nosotros cierto derar que ni la conciencia de la libertad realizada en los modernos Estados
auto-entendimiento, una iden­ti­dad”223. de derecho ni el Modo de producción constituyen el centro totalizador
Cuando se concibe el poder como represión y coerción o limita­ción, de la historia. No quiere, sin embargo, renunciar a la crítica para lo cual
se hace imposible percibir la nueva forma de poder como con­trol, que adopta una táctica nietzscheana que consiste en mostrar la diferencia entre
está oculta aún en los intentos de escape del poder/coerción. El análisis los sistemas de poder, evidenciando la historicidad de las condiciones que se
de Foucault hace visible esto que no se podía ver desde las teorías tradi- creen naturales227. No se preocupa tanto por las relaciones, las conexiones y
cionales: cuando uno cree liberarse (de las prohibiciones y represiones) las causas, como por las desconexiones y las discontinuidades, las rupturas
sigue jugando el juego del poder que asume la forma (normalidad) que y los cortes. Sus historias resultan fragmentarias, desconectadas y, en buena
ha moldeado para nosotros. El “desenmascaramiento de la false­dad, una medida, arbitrarias, pero eso contribuye a resaltar el carácter histórico y
liberación ayudada por la verdad” no escapa al juego del poder y Foucault contingente de las formaciones sociales resultantes. Al modo de Nietzsche,
advierte que “la misma noción de nosotros mismos como poseedora de una escudriña en el ‘pasado olvidado’ hasta encontrar el momento en que las
verdadera identidad que expresar es parte del ‘dispositivo’ de control, prácticas dominantes legitimadas y naturalizadas se vuelven ridículas o ab-
antes que lo que define nuestra liberación”224. surdas. Sin embargo, a diferencia de la postura ilustrada, no quiere mostrar
Las investigaciones de Foucault permitieron un avance significativo la irracionalidad del sistema penal premoderno, sino demostrar que dentro
en las ciencias sociales y dieron lugar a la construcción de una nueva de sus propias premisas, tiene sentido y es coherente. Con ello, busca “su-
teoría del poder. Para mostrar nítidamente esos avances se contrapondrá brayar el carácter transitorio del sistema actual y eliminar así la pretensión
su posición a las de las teorías anteriores, exagerando las diferencias para de legitimidad que ostenta gracias al contraste ingenuo y racionalista con
hacerlas más perceptibles. el pasado. La genealogía de las cárceles revela que el sistema moderno es,
en primer lugar, finito; y, en segundo lugar, carece de derechos exclusivos
9. 1. Razón ilustrada versus diferencia, progreso a la racionalidad”228.
versus discontinuidad En opinión de M. Poster, Foucault coincide en su propósito con el mate-
rialismo dialéctico al mostrar plausiblemente la historicidad de la institución
A diferencia del estructuralismo, que explica la racionalidad y el sentido penal moderna. Pero, mientras que en Marx se halla implícita la apelación
de un sistema a partir de sus leyes inmanentes, el método genealógico con- a la razón, en Foucault la crítica se basa en la pura demostración de la
siste en indagar el origen de algo225, las condiciones y relaciones de fuerza diferencia. Tanto los marxistas como los liberales parten del supuesto de
que hicieron posible su surgimiento y constitución. la racionalidad del sistema moderno desde la cual se legitiman sus propias
Mostrar el sentido original de algo, por lo tanto, es cuestionar su ca- posiciones y descalifican todo otro sistema como bárbaro e irracional. Es-
rácter obvio, remitirlo al acto absoluto de su institución. Y este acto es tas tradiciones refuerzan la continuidad y la coherencia de la historia para
absolutamente instituyente si existían también las posibilidades de otros
226
Laclau, E., 1993: 222. “La Historia (con H mayúscula) no era un objeto válido de discurso
porque no correspondía a ningún objeto unificado a priori. Lo único que tendríamos es
la sucesión discontinua de los bloques hegemónicos, que no está gobernada por ninguna
lógica racionalmente aprehensible -ni teleológica, ni dialéctica ni causal” (Laclau, E., 1996:
223
Taylor, Ch., 1988: 93. 203).
224
Taylor, Ch., 1988: 93 y 94. 227
Para el sentido común es obvio y natural que los criminales sean castigados ence-
225
Nietzsche investiga el origen de los valores morales, Foucault el de la prisión o el de rrándolos en la prisión.
los modelos de subjetividad, etc. 228
Cf. Poster, M., 1987: 135-40. Énfasis nuestro.
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justificar y fundamentar la superioridad de su propia posición, porque “la promiso entre los instintos. Es precisamente debido a que los instintos
historia sin discontinuidad es el correlato necesario de la función fundante chocan entre sí, se baten y llegan finalmente al término de sus batallas, que
del sujeto”229. Al mostrar la coherencia y ‘racionalidad’ de otros sistemas, hay un compromiso y algo se produce”233, de manera análoga a como se
Foucault puede poner en cuestión la supuesta superioridad racional de produce o inventa la sociedad en Hobbes a partir del contrato, concebido
la propia forma de vida230. Foucault presenta su investigación como es- como término de la guerra de todos contra todos en el estado de naturaleza.
trictamente histórica231 y, de esta forma, sigue la tradición ‘materialista’ El conocimiento es contra-instintivo, contra-natural, porque supone una
en la que está enmarcada la escuela de Frankfurt, que sostenía que tanto doble ruptura: (1) la ruptura entre el conocimiento y los instintos234, y (2)
el sujeto como el objeto del conocimiento científico están socialmente la ruptura entre el conocimiento y las cosas235.
condicionados.
De acuerdo con el método genealógico retoma la distinción nietzscheana 9. 2. Una reelaboración de la teoría del sujeto
entre ‘origen’ e ‘invención’ para investigar la historia. Mientras que la idea
de origen remite a una esencia eterna que sería el fundamento de toda exis- En La verdad y las formas jurídicas, Foucault atribuye a la “práctica y teo-
tencia y de los cambios históricos, la idea de invención hace referencia a un ría” del psicoanálisis la profunda modificación de la concepción del sujeto
comienzo histórico contingente. Así, la ciencia y el conocimiento, como el vigente en el pensamiento occidental desde Descartes y Kant236. Pero advierte
sujeto que conoce, no tienen un origen (fundamento necesario) sino que que la teoría del sujeto no ha sido revisada en otras áreas, particularmente en
han sido inventadas “debido a oscuras relaciones de poder”232. la teoría del conocimiento o en la epistemología. Se trata de mostrar no solo
Para Nietzsche –explica Foucault- “el conocimiento es simplemente el cómo el sujeto de conocimiento no es algo que esté dado definitivamente ni
resultado del juego, el enfrentamiento, la confluencia, la lucha y el com- es aquello a partir de lo cual la verdad se da en la historia, sino cómo este
sujeto se ha constituido en la historia. “La dominación reviste actualmente
229
Foucault, M., The Archeology of Knowledge, traducción al inglés de A. M. Sheridan-Smith,
New York, Pantheon, 1972, p. 144; citado por Poster, M., 1987: 111. la forma de la combinación de una estructura de conocimiento y poder,
230
Foucault “se esfuerza por alterar la posición del escritor, desde la de alguien que refuer- que no es externa al sujeto, pero que es ininteligible desde la perspectiva
za el presente coleccionando todos los significados del pasado y recorriendo la línea de de éste”237. Se replantea de este modo el problema que había tratado de
inevitabilidad por obra de la cual se resuelven en el presente, a la de alguien que excluye resolver la teoría de la alienación y de la ideología: ¿quién es el sujeto de
tajantemente el pasado del presente y, demostrando el carácter de alienidad del pasado,
relativiza y socava la legitimidad del presente. [...] La maduración del historiador exige cambio? En términos de Marcuse: “¿cómo pueden hombres que han sido
la adquisición del gusto por el pasado, como forma de una inclinación hacia lo que es objeto de una dominación efectiva y productiva crear por sí mismos las
diferente” (Poster, M., 1987: 109). condiciones de la libertad?”238.
231
Cf. Foucault, M., 1986: 13-4. “Me propongo mostrar a ustedes cómo es que las prácticas Foucault encuentra en la obra de Nietzsche el modelo y ejemplo de lo
sociales pueden llegar a engendrar dominios de saber que no solo hacen que aparezcan
nuevos objetos, conceptos y técnicas, sino que hacen nacer además formas totalmente que intenta hacer. “Creo –dice- que en Nietzsche se encuentra un tipo de
nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento. El mismo sujeto de conocimiento posee una discurso en el que se hace el análisis histórico de la formación misma del
historia, la relación del sujeto con el objeto; o, más claramente, la verdad misma tiene una
historia. [...] La historia de los dominios de saber en relación con las prácticas sociales, 233
Foucault, M., 1986: 22.
excluida la preeminencia de un sujeto de conocimiento dado definitivamente, es uno de 234
“Entre el conocimiento y los instintos hay solamente ruptura, relaciones de dominación
los temas de investigación que propongo”. y subordinación, relaciones de poder” (Foucault, M., 1986: 25).
232
Foucault, M., 1986: 21. “Que alguien escriba historia bajo el disfraz de la objetividad o 235
“No hay en el conocimiento una adecuación al objeto, una relación de asimilación sino
con el explícito propósito de promover una causa ideológica, no es el meollo del problema. que hay, por el contrario, una relación de distancia y dominación; en el conocimiento no
Lo que está en juego es el acto de un individuo que pretende encerrar en su conciencia hay nada que se parezca a la felicidad o al amor, hay más bien odio y hostilidad: no hay
una cierta verdad sobre el pasado y hacerla visible en su obra escrita. Foucault no sostiene unificación sino sistema precario de poder” (Foucault, M., 1986, pp. 27-8).
que tal esfuerzo sea imposible o ilegítimo, sino que esta operación supone un activo y de- 236
Curiosamente, Foucault no menciona el marxismo como antecedente de esta transfor-
liberado trabajo con los materiales. Es una creación, una ficción, en el sentido más pleno mación de la teoría del sujeto, ni, lo que es más curioso todavía, a Nietzsche.
del término. [...] La historiografía es una práctica que tiene efectos, y estos efectos tienden,
cualquiera sea el partido político del autor, a borrar la diferencia del pasado y a justificar
237
Poster, M., 1987: 115.
una cierta versión del presente” (Poster, M., 1987: 110-1). 238
Marcuse, H., 1985: 36.
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sujeto, el análisis histórico del nacimiento de un cierto tipo de saber, sin El marxismo y el estructuralismo apelan a los conceptos de modo de
admitir jamás la preexistencia de un sujeto de conocimiento”239. Así, el mé- producción y de estructura social para hacer posible un tipo de análisis en
todo genealógico permitiría responder de otra manera a la pregunta por el el que se privilegia la totalidad sistémica sobre las relaciones particulares
sujeto: no se pregunta quién es el sujeto de cambio sino en qué condiciones y donde la necesidad del resultado pruebe la racionalidad del todo. El
surge un sujeto y por qué tipo de relaciones de fuerza está constituido. estructuralismo ha mostrado que la lengua está sujeta a leyes o regula-
ridades y esto ha significado un avance importante para la ciencia social
9. 3. Totalidad versus localización, unidad versus multiplicidad, contemporánea, pero la filosofía analítica anglo-americana ha avanzado un
necesidad versus contingencia paso más al considerar los hechos lingüísticos como juegos del lenguaje,
“como juegos estratégicos de acción y reacción, de pregunta y respuesta, de
Se ha comparado el trabajo de Foucault sobre la historia de la prisión dominación y retracción, y también de lucha. El lenguaje es ese conjunto
con la obra de Georg Rusche y Otto Kirchheimer240, quienes, desde una regular de hechos lingüísticos en determinado nivel, y polémicos y estra-
perspectiva marxista, escribieron una historia del sistema carcelario y tégicos en otro”244. Foucault, en la tradición de la genealogía nietzscheana
explicaron su funcionamiento como correspondencia con el desarrollo y del psicoanálisis, recorre la historia y los discursos buscando detectar las
económico capitalista. Foucault, sin embargo, quiere evitar el reduccionis- discontinuidades y las incoherencias (síntomas) que señalen el momento
mo economicista y analizar “el sistema carcelario no en cuanto solución al contingente del surgimiento, de la invención y de la constitución de un
problema del delito sino en la medida en que instituye un sistema de poder sistema de relaciones de fuerzas. En lugar de partir de la totalidad ya cons-
que puede transferirse a otras instituciones sociales y produce efectos por tituida, donde las relaciones múltiples han sido reducidas a una unidad a
ser una estructura nueva de dominación”241. No afirma que los cambios en partir de ciertos principios o leyes necesarias, indaga los momentos con-
el sistema jurídico no tengan relación con los cambios económicos242, sino tingentes y singulares en los que, a partir de una multiplicidad de fuerzas
que los primeros no están determinados por los segundos. diversas, se establece un cierto ordenamiento.
Foucault considera que el marxismo es insuficiente. El arsenal de ca-
tegorías del marxismo no permite ir más allá del modo de producción 10. Poder y dominación
para hacer inteligibles las formas de dominación que emergen en otros
puntos del espacio social, así como no permite reconocer estas formas La conceptualización foucaultiana del poder implica una reformulación
de dominación como conceptualmente distintas de las relaciones de de las teorías políticas tradicionales. Sin embargo, el concepto de poder tiene
producción.243 todavía en Foucault una ambigüedad que da lugar a no pocos equívocos.
239
Foucault, M., 1986: 19. “Nietzsche quiere decir que no hay naturaleza, ni esencia ni Por ejemplo, cuando dice que “la lucha antijudicial es una lucha contra el
condiciones universales para el conocimiento, sino que éste es cada vez el resultado histórico poder...”245 o cuando sostiene que “el poder inviste (a los dominados), pasa
y puntual de condiciones que no son del orden del conocimiento. El conocimiento es un por ellos, se apoya en ellos, del mismo modo que ellos, en su lucha contra
efecto o un acontecimiento que puede ser colocado bajo el signo del conocer, no es una
facultad y tampoco una estructura universal. Aun cuando utiliza ciertos elementos que él, se apoyan a su vez en las influencias que ejerce sobre ellos”246, no parece
pueden pasar por universales este conocimiento será apenas del orden del resultado, del concebirse al poder como relaciones de fuerzas, sino como una de las fuerzas
acontecimiento, del efecto” (Op. cit., p. 30). (la hegemónica); y frente al poder, solo queda la resistencia activa. Desde este
240
Rusche, G.-Kirchheimer, O., Pena y estructura social, traducido por Emilio García
Méndez, Bogotá, Temis, 1984. diferencias de sexo y edad en el interior de las prisiones (que no había sido tenida en
241
Poster, M., 1987: 148. Énfasis nuestro. cuenta por Foucault).
242
Al contrario, en diversos lugares muestra la conexión entre unos y otros: Cf. Foucault,
244
Foucault, M., 1986: 15.
M., 1989: 89 y 221; 1986: 103-4. 245
Foucault, M.: Un Diálogo sobre el Poder y otras conversaciones, introducción y traducción
243
Poster, M., 1987: 150. En las páginas siguientes se da cuenta de dos obras de autores de M. Morey, Buenos Aires-Madrid, Alianza Editorial, 2da. edición, 1992 (c), p. 13.
marxistas en las que se avanza respecto de los resultados de Vigilar y castigar. Es parti- 246
Citado por Deleuze, G.: Foucault, traducción de José Vázquez Pérez, Buenos Aires,
cularmente interesante la reseña del libro de Patricia O’Brien en el que se estudian las Editorial Paidós, 1a. edición argentina, 1987, pp. 53-4.
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marco pareciera que el único objetivo de la lucha es la resistencia indefi- Se puede, pues, concebir una lista, necesariamente abierta, de variables
nida al nivel de la praxis histórica y la deconstrucción permanente al nivel que expresan una relación de fuerzas o de poder y que constituyen
de la praxis teóri­ca. La tradición anarquista en la que se inserta Foucault acciones sobre acciones: incitar, inducir, desviar, facilitar o dificultar,
se opone a cualquier forma de centralismo o de direcciones centralizadas ampliar o limitar, hacer más o menos probable... Esas son las categorías
de los movimientos sociales, acentuando los aspectos espontáneos de las de poder251.
luchas sociales, pero de ese modo descuida e incluso cierra el camino para la Desde esta perspectiva, las nociones de sujeto y de objeto resultan
construcción de organizaciones articulatorias, de bloques, de frentes. Como secundarias y hasta obsoletas. Lo mismo ocurre con las categorías de
dice Deleuze: “frente a la política global del poder, se dan respuestas locales, alienación, ideología, explotación y revolución. Pero, desde esta pers-
contrafuegos, defensas activas y a veces preventivas. Nosotros no hemos de pectiva, se hace igualmente cuestionable la concepción de la ‘ciencia’
totalizar lo que se totaliza por parte del poder y que nosotros solo podríamos desarrollada por Althusser.
totalizar restaurando formas representati­vas de centralismo y jerarquía”247. De esta concepción se desprende que, siendo toda relación de fuerzas
Si toda totalización es obra del poder, se vuelve imposible pensar y ejecutar desigual, a toda fuerza dominante le corresponde una fuerza dominada.
estrate­gias o efectuar articulaciones entre las múltiples luchas locales. De Tanto la una como la otra son fuerzas, ejercicios efectivos del poder, de
este modo, la hegemonización de las fuerzas es siempre realizada por los los que no cabe una evaluación moral o un juicio de verdad. Contra
otros, mientras que nosotros solo podemos resistir al poder, desplegar luchas Maquiavelo, Moro denunciaba la inmoralidad de la dominación como
locales, al nivel de lo ‘micro-político’. Sin embargo, Deleuze advierte que injusticia. Contra los economistas políticos británicos y los ideólogos bur-
sería erróneo plantear el problema en estos términos: “por un lado existe gueses, Marx denunciaba el ocultamiento y el engaño de la dominación
un Estado globalizante, dueño de sus planes y que tiende sus trampas; por como explotación. Pero estas posiciones parecieran no ser ya sostenibles
otro, una fuerza de resistencia que, o bien adopta la forma de Estado, con en la reformulación de la teoría del poder hecha por Foucault. ¿Se sigue
lo cual nos traiciona, o bien cae en luchas locales parciales o espontáneas, de aquí el abandono del concepto de dominación? En sus conferencias
que una y otra vez serán asfixiadas y derrotadas”248. en la Universidad Católica de Río de Janeiro, Foucault vincula explícita-
La ambigüedad y el equívoco se derivarían así de una interpretación mente el concepto de panoptismo o poder disciplinario con el concepto
errónea que confunde el grado de las fuerzas (mayor o menor, más o me- de dominación:
nos) con el tipo de fuerzas (activas o reactivas, creativas o reproductivas): …Las disciplinas han llegado a ser en el transcurso de los siglos XVII y
“La definición de Foucault parece muy simple, el poder es una rela­ción de XVIII unas fórmulas generales de dominación. Distintas de la esclavitud,
fuerzas, o más bien toda relación de fuerzas es una ‘relación de poder’”249. puesto que no se fundan sobre una relación de apropiación de los
Es siempre relación, y por lo tanto, nunca hay una sola fuerza. Las relaciones cuerpos, es incluso elegancia de la disciplina prescindir de esa relación
de poder son ‘estrictamente relacionales’, aunque los términos relaciona- costosa y violenta obteniendo efecto de utilidad tan grande por lo
dos sean desiguales, de lo cual se deriva que las relaciones de poder “no menos. Distintas también de la domesticidad, que es una relación de
pueden existir más que en función de una multiplicidad de puntos de dominación constante, global, masiva, no analítica, ilimitada, y esta-
resistencia”250. Es decir, blecida bajo la forma de la voluntad singular del amo, su ‘capricho’.
el único objeto de la fuerza son otras fuerzas, y su único ser es la relación: Distintas del vasallaje, que es una relación de sumisión extremada-
es ‘una acción sobre la acción, sobre acciones eventuales o actuales, mente codificada, pero lejana y que atañe menos a las operaciones
futuras o presentes’, ‘un conjunto de acciones sobre acciones posibles’. del cuerpo que a los productos del trabajo y a las marcas rituales del
vasallaje. Distintas también del ascetismo y de las ‘disciplinas’ de
247
En Foucault, M.: 1992c, p. 14. Énfasis nuestro. tipo monástico, que tienen por función garantizar renunciaciones
248
Deleuze, G.-Parnet, C.: 1980, p. 164-5. más que aumentos de utilidad y que, si bien implican la obediencia
249
Deleuze, G.: 1987, p. 99.
250
Foucault, M.: 1992, p. 116. 251
Deleuze, G.: 1987, pp. 99-100.
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a otro, tienen por objeto principal un aumento del dominio de cada para que operen como se quiere, con las técnicas, según la rapidez y la
cual sobre su propio cuerpo252. eficacia que se determina. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos
En el discurso de Foucault se sigue utilizando el concepto de domi- y ejercitados, cuerpos ‘dóciles’254.
nación y se definen, diferencian y relacionan las formas de dominación Consciente de la fuerza y la extensión del paradigma marxista, Foucault
esclavista, doméstica, servil, monástica y disciplinaria. Adviértase que evita que se confunda su explicación con cualquier forma de economicismo
solo hace referencia a formas antiguas para diferenciarlas de las discipli- o esencialismo o que se identifique a la dominación con la explotación.
nas ‘modernas’, sin ocuparse de los deslizamientos que el concepto ha Insiste en mostrar que los sistemas de dominación resultan de una articu-
tenido en el curso de los siglos XVI, XVII y XVIII. Ese curso de acción se lación histórica y contingente de las fuerzas. No se trata de una ‘economía
justifica desde su perspectiva por dos razones. Por un lado, su interés es política’ sino de una ‘anatomía política’, de una política de los cuerpos.
describir el funcionamiento de las sociedades disciplinarias, que coinci- Hay que entender ‘política’ como el orden que resulta de la conjunción
den con el último deslizamiento del concepto (de lo jurídico-político a de fuerzas históricas. Es la ‘mecánica del poder’ la que estructura la do-
lo económico-social) y no realizar un estudio histórico o evolutivo. Por minación, el orden social y, también, a los dominados. Por este motivo,
otro lado, Foucault insiste en que cada episteme o paradigma construye y Foucault desconfía de la ‘crítica’, que solo puede reproducir en el dominado
define las pautas y criterios de evaluación tanto científicos como morales, la perspectiva del dominador. El concepto de dominación se disuelve como
lo cual prohíbe las evaluaciones de un modelo desde los supuestos de ‘concepto crítico’ y se identifica con el concepto de poder.
otro. Consecuentemente, se sigue utilizando el concepto de dominación La diferenciación respecto de la tradición ‘determinista’ del marxismo
pero ya no como crítica253. no es suficiente para Foucault, ya que una buena parte de los marxistas
El momento histórico de las disciplinas –sigue diciendo Foucault- es ‘occidentales’ se han parapetado tras el ‘cientificismo’ de la concepción
el momento en que nace un arte del cuerpo humano, que no tiende althusseriana. La discusión en este frente se focaliza en el concepto central
únicamente al aumento de sus habilidades, ni tampoco a hacer más de ‘aparato de Estado’.
pesada su sujeción, sino a la formación de un vínculo que, en el mismo El panoptismo –escribe Foucault- no ha sido confiscado por los
mecanismo, lo hace tanto más obediente cuanto más útil, y al revés. aparatos de Estado, pero éstos se han apoyado sobre esta especie de
Fórmase entonces una política de las coerciones que constituyen un pequeños panoptismos regionales y dispersos. De tal modo que, si se
trabajo sobre el cuerpo, una manipulación calculada de sus elementos, quiere captar los mecanismos de poder en su complejidad y en detalle,
de sus gestos, de sus comportamientos. El cuerpo humano entra en un no se puede uno limitar al análisis de los aparatos de Estado solamente.
mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone. Habría que evitar un esquematismo —esquematismo que por otra
Una ‘anatomía política’, que es igualmente una ‘mecánica del poder’, parte no está en el propio Marx que consiste en localizar el poder en
está naciendo; define cómo se puede hacer presa en el cuerpo de los el aparato de Estado y en hacer del aparato de Estado el instrumento
demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desea, sino privilegiado, capital, mayor, casi único del poder de una clase sobre
otra. De hecho, el poder en su ejercicio va mucho más lejos, pasa por
252
Foucault, M., Vigilar y castigar, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 1989, pp. 141-42. canales mucho más finos, es mucho más ambiguo, porque cada uno es
Énfasis nuestro.
en el fondo titular de un cierto poder y, en esta medida, vehicula el poder.
253
En El hombre unidimensional, Marcuse observa que las ideas de libertad o derecho,
que habían desempeñado un papel crítico en etapas anteriores del proceso histórico, ya
El poder no tiene como única función reproducir las relaciones de
no cumplían esa función y que se habían vuelto en gran medida inútiles: “La libertad de producción. Las redes de la dominación y los circuitos de la explotación
pensamiento, de palabra y de conciencia eran —tanto como la libre empresa, a la que se interfieren, se superponen y se refuerzan, pero no coinciden255.
servían para promover y proteger— esencialmente ideas críticas, destinadas a reemplazar
una cultura material e intelectual anticuada por otra más productiva y racional. Una vez
institucionalizados, estos derechos y libertades compartieron el destino de la sociedad Foucault, M., 1989, pp. 141-42. Énfasis nuestro.
254

de la que se habían convertido en parte integrante. La realización anula las premisas” 255
Foucault, M., Microfísica del poder, Madrid, Ediciones de la piqueta, 1980, p. 119.
(Marcuse, H., 1985, p. 31). Énfasis nuestro.
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La teoría de Althusser significó un avance respecto de las explicaciones aparente (entre dos encierros) con un lenguaje común analógico; mientras
deterministas del marxismo, pero implica al mismo tiempo un retroceso que “los diferentes aparatos de control son variaciones inseparables, que
a las concepciones que ubicaban el poder en el Estado y en sus aparatos. forman un sistema de geometría variable”260, donde nunca se termina nada
El poder se compone de fuerzas y éstas remiten, en un conjunto discreto, en una moratoria ilimitada, con un lenguaje numérico. Las instituciones
a los átomos sociales: a los cuerpos. Por lo demás, la física del siglo XX disciplinarias son moldes, módulos distintos; mientras que los controles
ha mostrado que el átomo es divisible, que puede escindirse y analizar- son modulaciones, como un molde auto-deformante que cambiaría conti-
se a nivel subatómico, dando lugar a una ‘microfísica’. En este camino, nuamente, de un momento a otro, o como un tamiz cuya malla cambiaría
Deleuze se esfuerza por construir un discurso que pueda dar cuenta de de un punto a otro. Deleuze ejemplifica con la contraposición entre fábrica
estas relaciones de poder subindividuales o micropolíticas. y empresa, entre in-dividuos y ‘dividuos’.
El concepto de hombre supuesto en una y otra lógica ha variado: mien-
tras que las sociedades disciplinarias definen al hombre como productor
11. Las sociedades de control
discontinuo de energía, las sociedades de control lo piensan como “ondu-
En un breve artículo titulado Post-scriptum sobre las sociedades de control256 latorio, permanece en órbita, suspendido sobre una onda continua”261. El
Gilles Deleuze recuerda que Foucault situó el comienzo de las sociedades hombre en las disciplinas es un hombre encerrado, normalizado, mientras
disciplinarias hacia fines del siglo XVIII para alcanzar su apogeo en el si- que el del control es un hombre endeudado.
glo XX. Las sociedades disciplina­rias son el resultado de la organización Las formas de sociedad se corresponden con ciertos tipos de máquinas,
de los grandes espacios de encierro, en los que “el individuo no deja de ya que éstas expresan las formas sociales capaces de crearlas y utilizarlas.
pasar de un espacio cerrado a otro”257, cada uno con sus normas. ¿Cuál Así, las sociedades de soberanía utilizaban máquinas simples (palancas,
es el proyecto ideal de estas formaciones sociales? “Concentrar, repartir poleas, relojes, molinos de viento), las sociedades disciplinarias se valen
en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo una de máquinas energéticas (con el peligro pasivo es la entropía y el peligro
fuerza productiva cuyo efecto debe ser superior a la suma de las fuerzas activo del sabotaje), y las sociedades de control se valen de las máquinas
componentes”258. Suceden y reemplazan a las sociedades de soberanía cuyo informáticas y de los ordenadores (con el peligro pasivo del ruido y el pe-
objeto era recaudar (más que organizar la producción), decidir la muerte ligro activo de la piratería y los virus). Deleuze advierte que se trata de una
(más que administrar la vida). Napoleón es la figura histórica que opera la mutación del capitalismo y no de una mera evolución tecnológica.
conversión de una sociedad a otra, el pasaje de las sociedades de soberanía Las sociedades disciplinarias se corresponden con un capitalismo de
a las sociedades disciplinarias. Hacia finales de la segunda guerra mundial, concentración para la producción y de propiedad, que compra materia
las sociedades disciplinarias entran en crisis (crisis generalizada de todos prima y vende productos terminados; mientras que el control es propio de
los lugares de encierro), y están siendo reemplazadas por las sociedades de un capitalismo de superproducción, que vende servicios y compra accio-
control, en las que “formas ultrarrápidas de control al aire libre”259 reempla- nes. Se trata de un capitalismo para la venta y el mercado. “El marketing
zan a las instituciones de encierro correctivo. es ahora el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de
Las sociedades de control responden a una lógica diferente de la disci- nuestros amos”262.
plinaria. Las instituciones de encierro son “variables independientes”, en El dominio se proyecta como un meca­nismo que señale a cada instante
las que el individuo comienza de nuevo cada vez, en un sobreseimiento la posición de un elemento en un lugar abierto; un ordenador que señala
la posición de cada uno y opera una modulación universal. Se requiere un
256
Deleuze, G., Conversaciones 1972-1990, Pre-Textos, Valencia, segunda edición, 1996:
programa de investigación que describa “catagorialmente” la nueva forma de
277-286.
257
Deleuze, G., 1996: 277. 260
Deleuze, G., 1996: 279.
258
Deleuze, G., 1996: 277-278. 261
Deleuze, G., 1996: 282.
259
Deleuze, G., 1996: 278. 262
Deleuze, G., 1996: 283-4.
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dominio y control que está instalándose en lugar de las sociedades discipli- Weber o Marcuse, que tienden a identificar el dominio con un tipo de
narias. Algo nuevo se anuncia en la crisis de los regímenes disciplinarios: racionalidad burocrática o tecnológica. Podría decirse quizás que la inves-
* En el régimen de las prisiones: búsqueda de ‘penas de sustitución’, tigación de Foucault es una aplicación localizada y particular de la teoría
y utilización de collares electrónicos que imponen al condenado althusseriana de los aparatos ideológicos. Reelaborando la genealogía
la obligación de quedarse en su casa a determinadas horas. nietzscheana, Foucault concibe el poder como una relación de fuerzas,
* En el régimen de las escuelas: las formas de evaluación continua, como una trama construida histórica y contingentemente264.
y la acción de la formación permanente sobre la escuela. Intro- En sus investigaciones se muestra, sobre la base de un extenso análisis
ducción de la empresa a todos los niveles de escolaridad. documental, cómo ciertas técnicas de poder surgidas en pequeños grupos
* En el régimen de los hospitales: nueva medicina ‘sin médico ni marginales pueden ser y han sido apropiadas por sectores hegemóni-
enfermo’ que diferen­cia a los enfermos potenciales y a las perso- cos, situados tanto dentro como fuera del Estado y sus aparatos. Como
nas de riesgo, que no muestra como se suele decir, un progreso Marcuse y la Escuela de Frankfurt, Foucault piensa el poder como algo
hacia la individualización, sino que sustituye el cuerpo individual instrumental, técnico, relacional. Muestra cómo el poder disciplinario o
o numérico por la cifra de una materia ‘dividual’ que debe ser panoptismo se vale de herramientas tales como la vigilancia jerárquica, el
controlada. examen o la sanción normalizadota para producir efectos de dominación
* En el régimen de la empresa: los nuevos tratamientos del dinero, que funcionan al margen de los poderes del Estado. Sin embargo, a di-
los productos y los hombres, que ya no pasan por la vieja forma- ferencia de Marx, Lukács y la Escuela de Frankfurt, no se interesa por el
fábrica. Son ejemplos bastante ligeros, pero que permitirían com- problema del sujeto (revolucionario) ni por el problema de la alienación
prender mejor lo que se entiende por crisis de las institucionales, o de la ideología. Cree, siguiendo a Althusser, que cada sistema de poder
es decir, la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen produce los sujetos que necesita para su funcionamiento y reproducción,
de dominación. como también genera sus propias resistencias.
Como Maquiavelo y Hobbes, Foucault le da al poder una valoración
neutra, ni crítica ni negativa. La forma de dominio que inaugura el pa-
12. Conclusión noptismo presenta tres novedades: (1) Se instaura en una extensa trama de
relaciones que ya no son estatales ni extraestatales, sino paraestatales. (2)
Los trabajos263 de Foucault sobre el poder se derivan de problemas
Las estructuras disciplinarias constituyen a los individuos y a los grupos.
prácticos, concretos y localizados, surgidos mientras colaboraba con el
El poder no resulta ni de la asociación de los individuos naturalmente
“Groupe d’Information sur les Prisons” (GIP). Siguiendo el modelo genea-
constituidos ni de la determinación de los grupos o las clases sobre los
lógico propuesto por Nietzsche, el objetivo de las investigaciones en
individuos. Las técnicas disciplinarias funcionan con independencia
esos años es comprender el origen de la prisión como forma de castigo.
del contenido al que se las apliquen y con independencia de quiénes las
Sin embargo, conforme avanza la indagación, los resultados permiten
apliquen265. (3) Foucault, como ya lo había hecho Marcuse pero con una
vislumbrar una teoría del poder generalizable al conjunto de lo que llama
las “sociedades disciplinarias”. Para Foucault, la dominación se identifica 264
Perry Anderson ha insistido en señalar los defectos del estructuralismo foucaultiano:
con el ejercicio del poder. Sigue a Marx, Lukács y los autores de la Escuela por un lado, la densidad de la descripción en sus trabajos contrasta con la debilidad y la
de Frankfurt al no identificar el poder con el ámbito jurídico-político fragilidad de las pocas explicaciones. “La causalidad, aunque supuestamente admitida,
del Estado, pero se separa de ellos al no identificarlo con la estructura nunca adquiere una centralidad plena en el terreno del análisis estructuralista.” Por
otro lado, “en el flujo ilimitado de la volición evocado por el Foucault posterior [a la
económica. Sin embargo, también se aparta de posturas como las de Arqueología del saber], la causalidad como necesidad inteligible de las relaciones sociales
263
Cf. Foucault, M., La verdad y las formas jurídicas, traducción de Enrique Lynch, Editorial o de los hechos científicos desaparece”. (Cf. Anderson, P., Tras las huellas del materialismo
Gedisa, México, segunda edición, 1986; Foucault, M, Vigilar y castigar. Nacimiento de la histórico, México, Siglo XXI, 1986).
prisión, traducción de Aurelio Garzón del Camino, México, Siglo XXI, 1976; Foucault, 265
En este sentido el concepto mantiene alguna semejanza con lo que Lukács llamaba
M., Un diálogo sobre el poder, Alianza Editorial, Buenos Aires, segunda edición, 1992c. la “forma de mercancía”.
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interpretación diferente, recoge los avances de la teoría psicoanalítica que las teorías tradicionales del poder han supuesto que el dominio se
de Freud: así como la pulsión erótica no tiene un objeto natural que la sostiene en el estado de derecho, concibiéndolo como un producto de
satisfaga sino que es polivalente y polimorfa, así también el poder es una las leyes y del orden constitucional. Además en esas teorías se mantiene
multiplicidad de fuerzas de múltiples valores, intensidades y tipos, que la creencia de que las leyes son efectivas mediante la prohibición en sus
llega a fijarse a un objeto como efecto de sus articulaciones contingentes. distintas formas y mediante la delimitación de lo que es lícito o ilícito.
Para Foucault, son las instituciones disciplinarias las que logran fijar a los Asimismo, advierten que la contrapartida del dominio legislador es el
individuos, subjetivarlos. A diferencia de autores como Hobbes, Locke o “sujeto obediente”. A diferencia de esas posiciones teóricas, Foucault
Rousseau, que suponían una naturaleza humana constituida con inde- piensa que el dominio se ejerce como una técnica de normalización, como
pendencia de la historia y la cultura, pero también distinguiéndose de control. No se trata de un lugar (ni estructural ni superestructural, ni
autores como Hegel o Marx, que sostenían que la esencia del hombre se económico-social ni jurídico-político) o una propiedad, sino de un ejer-
determina por la praxis histórica, Foucault piensa que es el poder el que cicio de las fuerzas que atraviesa a todas las relaciones sociales. Foucault
constituye a los sujetos. se distancia de las posiciones como la de Marcuse al afirmar que el poder
Para Foucault, como para Weber, la dominación no se constituye desde es operatorio, que carece de esencia y que, como una herramienta, puede
la base económica de la sociedad, sino que es esencialmente política. Sin ser ejercido en múltiples sentidos, direcciones y fines268.
embargo, a diferencia del último, no piensa la política como relaciones de El abordaje del problema de la dominación realizado por Foucault
mando y obediencia ligadas a los tipos de liderazgo (patriarcal, carismá- lleva la “crisis” del paradigma marxista a su culminación, haciendo ne-
tico o burocrático) sino como “micro-relaciones” que llegan a conformar cesario el replanteo de las preguntas. Ello ha sido posible porque desde
una trama o “constelación” que ya no puede situarse en un solo ámbito el comienzo de su intervención este autor nunca dejó de creer en la per-
de la sociedad (económico, jurídico, político, etc.). sistencia del problema, aunque hubiese que replantearlo completamente
Deleuze continúa y profundiza los análisis de Foucault sobre las so- desde el comienzo. Lejos de creer, con Fukuyama269, que las “prósperas
ciedades de encierro forjando el concepto de las sociedades de control266. democracias nordatlánticas” alcanzan la plenitud de la libertad y el fin
Con este concepto se propone describir los nuevos tipos de dominio de la historia, él da por sentado el hecho de la dominación e insiste en la
que se hacen manifiestos en la mutación del capitalismo posterior a pregunta decisiva: “¿Para qué se nos usa? ¿A quién servimos?”270 A partir
la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, busca comprender los de estos desarrollos se plantea un problema nuevo: el de la construcción
avances producidos por las investigaciones de Foucault a la luz de los de una “política del deseo” que sea a un tiempo capaz de articular fuerzas
hechos recientes. diferentes y de instituir nuevas subjetividades.
Como ya se señaló, la nueva teoría de la dominación que comienza a Las delimitaciones y los deslizamientos en el significado de la domi-
delimitarse a partir de aquí, debe distinguirse de la concepción “jurídico- nación han puesto de manifiesto tres nudos problemáticos centrales, que
discursiva” aún vigente en gran parte de los trabajos de investigación en guiarán el desarrollo de los capítulos siguientes271: 1. Si tanto Marcuse
filosofía y ciencias políticas267, pero también de la concepción marxista
que situaba el dominio en la base económica de la sociedad. En primer 268
También S. Žižek advertirá esta característica “técnica” de la dominación y (más allá
de Foucault) mostrará que las disciplinas pueden instrumentarse en función de los in-
lugar, siguiendo a Althusser, se muestra que el dominio tiene que ser pen- tereses o deseos de los dominados. Cf. Žižek, S., La verdadera izquierda de Hollywood
sado como algo esencialmente productivo y creativo y no solamente como en: http://es.geocities.com/zizekencastellano/artizquhol.htm
algo negativo, limitativo y represivo. En segundo lugar, Foucault muestra 269
Fukuyama, F., El fin de la historia y el último hombre, Barcelona, Editorial Planeta-Agostini,
1994.
266
Cf. Deleuze, G., Postdata a las sociedades de control, en: Conversaciones. 1972-1990, 270
Deleuze, G., Postdata a las sociedades de control, en: Deleuze, G., Conversaciones
traducción de José Luis Pardo, Editorial Pre-textos, Valencia, 1992. 1972-1990, Valencia, Pre-Textos, 1996.
267
Cf. v. gr.: Sartori, G., La política: lógica y método en las ciencias sociales, México, Fondo 271
En otro lugar (Cf. Etchegaray, R., Introducción a los modelos de pensamiento dialéctico,
de Cultura Económica, 1984; Bobbio, N., Estado, gobierno y sociedad. Por una teoría general fenomenológico, hermenéutico y existencial, Buenos Aires, Prometeo, 2007, capítulo 3) hemos
de la política, México, F. C. E., 1997. señalado tres problemas centrales en la constitución de la hermenéutica contemporánea
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como Foucault advierten las tendencias totalizadoras y totalitarias de la Capítulo 3


“razón unidimensional” y del “poder”, ¿es posible (y de qué manera)
construir alternativas al sistema de poder/dominación? 2. Si Marcuse La política como desacuerdo frente a la
muestra que la alienación llega a ser total y sistemática y Foucault señala dominación del poder
que el poder produce a los individuos y que los sujetos son ‘sujetados’,
¿en qué condiciones podría surgir un sujeto revolucionario o una acción
emancipatoria dirigida a transformar las sujeciones más allá de las res-
puestas meramente particulares?272 3. Si Marcuse, Foucault y Deleuze se
han esforzado por desentrañar la lógica de la dominación (“unidimen-
sionalidad”, “poder disciplinario”, “sociedades de control”), ¿cuál es la
lógica de la revolución o de la emancipación?273 1. Introducción
Los resultados de las investigaciones de Marcuse, por un lado, y de
Foucault, por el otro, hacen manifiesta la necesidad de reelaborar las
nociones de poder, de dominación y de política. El primero puso en
evidencia los defectos de las categorías marxistas ‘tradicionales’ para
dar cuenta de una racionalidad unidimensional que, como una red
autorreproductiva y omniabarcante, había enredado a la totalidad de lo
existente en sus tramas, controlando la protesta e impidiendo la críti-
ca274. Por otro camino, también Foucault llega a la conclusión de que es
necesario revisar algunos conceptos centrales del marxismo tales como
los de naturaleza humana, trabajo o ideología275, dado que comparten
ciertos supuestos tradicionales sobre el poder que es menester abando-
nar. Sin embargo, el filósofo francés, a diferencia de los ‘frankfurtianos’,
no queda conforme con un resultado meramente negativo o crítico y
propone una nueva teoría del poder. Ésta, al mismo tiempo que desecha
(fundamento, verdad, sujeto), los cuales están directamente vinculados con las cuestiones conceptos tales como los antes mencionados, abandona también el uso
que orientan el desarrollo de la filosofía política actual.
272
Ch. Mouffe lo plantea en los siguientes términos: “¿Cómo deberíamos entender la ciu-
del concepto de dominación, reemplazándolo por el de poder276. Como
dadanía cuando nuestra meta es una democracia radical y plural? (…) ¿Qué condiciones se ha señalado, la insistencia de la lingüística de Saussure, de Althusser
ha de satisfacer la apelación de ‘ciudadanos’ para que cumpla un papel?” (Mouffe, Ch., y del estructuralismo en el concepto de sistema, inclinó a Foucault a
1999: 89). A. Norval, por su parte, pregunta cómo el modelo de la política hegemónica
puede evitar las “implicaciones particularistas extremas de algunos enfoques ‘postmo-
274
Cf. Marcuse, H., El hombre unidimensional, Barcelona, Planeta-Agostini, 1985; Etche-
dernistas’” (Norval, A., Las decisiones democráticas y la cuestión de la universalidad, en garay, R., Dominación y política, La Plata, Ediciones Al Margen, 2000, capitulo 11.
Critchley, S.-Marchart, O. (comp): 2008, p. 179). 275
Cf. Foucault, M., La verdad y las formas jurídicas, México, Editorial Gedisa, 1986 (espe-
273
Mouffe se esfuerza por precisar las tareas estratégicas del proyecto democrático, co- cialmente pp. 136-140); Deleuze, G., Nietzsche y la filosofía, Editorial Anagrama, Barcelona,
incidiendo en los núcleos problemáticos planteados: “La tradición democrática liberal 1971 (especialmente pp. 93-94).
está abierta a muchas interpretaciones y la política de la democracia radical es solo 276
Para mencionar dos ejemplos en la obra de Foucault: en La verdad y las formas jurídicas
una estrategia entre otras. Nada garantiza su éxito, pero este proyecto ha comenzado a el término “dominación” se utiliza solo en cinco oportunidades (pp. 15, 24 –dos veces-,
perseguir y profundizar el proyecto democrático de la modernidad. Esta estrategia nos 25 y 128), como sinónimo de “poder” o “subordinación”, siguiendo el significado que
obliga a abandonar el universalismo abstracto de la Ilustración, la concepción esencialista tiene en Nietzsche. En Vigilar y castigar se utiliza en 13 oportunidades (pp. 32, 33, 141
de la totalidad social y el mito de un sujeto unificado” (Mouffe, Ch., 1999: 42. Énfasis –dos veces-, 142, 149, 165, 196, 226, 233, 278, 298, 312): una vez como “dominación
nuestro). de clase” y el resto como sinónimo de “poder” o de “subordinación”.
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identificar el poder con el orden de la totalidad que atraviesa a todos los sible transformando completamente el sistema de poder establecido. El
ámbitos sujetando a los sujetos, si bien destaca que toda relación de po- problema de Rancière puede plantearse en las siguientes preguntas: ¿El
der implica una ‘resistencia’. Para este autor está claro que el poder es sistema reproduce sus propias condiciones? ¿El sujeto es un producto
aquello contra lo que se lucha, pero al concebirlo de manera totalizante277 del poder? ¿El poder integra los sujetos que produce? ¿Puede identifi-
e incluir entre sus dispositivos tanto los mecanismos tradicionales de la carse la política con el poder? ¿Puede el poder crear las condiciones de
política como las reivindicaciones de clase, se ve llevado a sospechar de su auto-supresión? ¿En qué condiciones han surgido nuevos sujetos de
las acciones políticas o sindicales y a desvalorizar tanto la política como transformación?
la lucha de clases. En las investigaciones desarrolladas durante los últimos El concepto de dominación y los problemas a los que hace referencia,
años de su vida, Foucault se ocupó principalmente del problema de las solo se vuelven a plantear al reiterar la pregunta por la esencia de la polí-
formas alternativas de subjetividad278 (sobre todo en las éticas antiguas tica y por el sujeto de la política. Tal es el objetivo de la investigación de
y en las artes), sin avanzar en el problema de la constitución del sujeto Jacques Rancière en El desacuerdo, obra280 que se tomará como referencia
revolucionario o del sujeto de la política. con el fin de responder a las preguntas que resultan del capítulo anterior:
Jacques Rancière279 avanza en esta misma dirección, pero invirtiendo ¿Qué significa dominación? ¿Cómo podría constituirse un sujeto capaz
el problema de Foucault. En lugar de preguntar porqué los hombres de romper con las condiciones de la dominación y superarlas?
desean someterse al sistema de poder, se pregunta en qué condiciones
no se someten y luchan por una libertad y una justicia que solo sería po-
2. El objeto de la política
277
“Entonces, frente a la política global del poder, se dan respuestas locales, contrafuegos,
defensas activas y a veces preventivas. Nosotros no hemos de totalizar lo que se totaliza por Rancière observa que ya existen diversas respuestas a la pregunta
parte del poder y que nosotros solo podríamos totalizar restaurando formas representati­vas de
centralismo y jerarquía” (Foucault, M.- Deleuze, G., Un diálogo sobre el poder, en Foucault, por la esencia de la política en las teorías contemporáneas. Por un lado,
M., Un diálogo sobre el poder, Alianza Editorial, Buenos Aires, segunda edición, 1992, p. tanto las respuestas del liberalismo económico como las del marxismo,
14. Énfasis nuestro). suponen que la política consiste en el ordenamiento de los recursos. La
278
Cf. Foucault, M., Historia de la sexualidad 3. La inquietud de sí, Buenos Aires, Siglo función de la política sería servir de medio para que los recursos producidos
XXI, 1991.
por una sociedad se distribuyan en la forma más justa posible. En este
279
Jacques Rancière nació en Argelia en 1940 y se formó entre los colaboradores de L.
Althusser, con quien publicó El concepto de ‘crítica’ y la crítica de la ‘economía política’, sentido, la política sería una especie de acuerdo entre los distintos grupos
como parte del volumen colectivo titulado Leer el capital (Lire le Capital, Maspero, 1965). e individuos de una sociedad para determinar qué se hace con los bie-
A partir de 1969 fue nombrado profesor de la Universidad de Paris VIII (Vincennes-Saint nes o los recursos comunes. En esta perspectiva la política se confunde
Denis). Diez años más tarde publica La lección de Althusser (La Leçon d’Althusser, Gallimard,
1974), en donde toma distancia del “iluminismo” de su maestro y del marxismo soviético, con la administración. Por otro lado, existe una respuesta cercana a la
a favor del maoísmo de la “revolución cultural”. A partir de esta ruptura, Rancière se perspectiva del liberalismo político proveniente de Locke y de J. S. Mill,
dedica a estudiar la historia del movimiento obrero durante el siglo XIX, publicando el que sostiene que la política no tiene que ver con la distribución de los
resultado de sus investigaciones en 1981, La noche de los proletarios (La Nuit des prolétaires:
Archives du rêve ouvrier, Fayard 1981) y en 1985, El filósofo plebeyo (Louis-Gabriel Gauny: le
recursos, sino con el ejercicio de las libertades. Los recursos se distribu-
philosophe plébéien, Presses Universitaires de Vincennes, 1985). Dos años después publica yen en proporción a las propiedades o en relación con las fuerzas o las
El maestro ignorante (Le Maître ignorant: Cinq leçons sur l’émancipation intellectuelle, Fayard, capacidades productivas que tiene cada quién. Desde esta perspectiva,
1987) sintetizando sus investigaciones sobre la emancipación social e intelectual. En 1995
publica El desacuerdo (La Mésentente, Galilée, 1995), retomando algunos temas que ya
si alguien dedica determinado tiempo de trabajo a la producción de
se habían planteado cinco años antes en Los bordes de lo político (Aux Bords du politique, ciertos bienes, se considera que ellos le pertenecen naturalmente. La
Osiris, 1990). A partir de 1996 se produce en Rancière un “giro estético” en el que parece distribución de los recursos se hace de forma natural por el trabajo, la
subyacer una tesis fundamental: “la negación de la modernidad como categoría crítica
en provecho de la postulación alternativa del concepto de ‘régimen estético del arte’” 280
Ranciere sintetiza su concepción de la política en El desacuerdo, motivo por el cual esta
(Cf. Pellejero, E., Jacques Rancière: Las aventuras de la emancipación, en http://cfcul. obra será la fuente principal para desarrollar su pensamiento sobre el tema. Las otras dos
fc.ul.pt/equipa/eduardo%20pellejero/rancieemanc.doc). En el 2005 publicó El odio de obras vinculadas con esta problemática (En los bordes de lo político y El odio a la democracia)
la democracia, donde condensa su pensamiento estético-político. serán tenidas en cuenta como un apoyo complementario de la interpretación.
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producción y el régimen de propiedad. El problema de la política sería, La política así entendida produce una disolución o subversión de la
entonces, cuáles son los derechos o libertades que todos debieran respetar totalización social: el conflicto político es la tensión entre un cuerpo
y hasta dónde puede ir un poder con su fuerza en contra o a favor de esos social estructurado en el cual cada parte tiene un lugar y “la parte de
derechos y de esas libertades. En esta perspectiva la política se confunde ninguna parte” que perturba ese orden en nombre del principio vacío
con la dominación (en el sentido de Locke, de J. S. Mill, de Tocqueville, de la universalidad284: la igualdad285 de principio de todos los hombres
e incluso, de Weber). Diferenciándose tanto de los primeros como de en tanto seres que se valen de la palabra.
los segundos, Rancière sostiene que la política es la instauración de un La filosofía política y el pensamiento de lo político286 surgen a partir
desacuerdo, que no tiene que ver con la administración de los recursos de un desacuerdo que es propio de la política. Por ‘desacuerdo’ no hay
ni con los derechos y libertades, sino que tiene que ver con las partes de que entender ni desconocimiento ni malentendido287, sino aquella situa-
una sociedad. No se trata de las partes ‘naturales’ sino de unas partes ción de habla en la que “uno de los interlocutores entiende y a la vez no
que deben ser siempre redefinidas de acuerdo con las condiciones que entiende lo que dice el otro”288. Se trata de una situación en la que dos
hacen a una sociedad históricamente determinada. A veces tienen que interlocutores hacen referencia a un mismo término, pero no lo entienden
ver con lo económico, a veces con lo cultural, otras con una identidad con el mismo significado a causa de que no hay acuerdo en “lo que quiere
étnica o sexual o con otras relaciones distintas de éstas. Cuando hay una decir hablar” ni sobre quiénes están en condiciones y tienen derecho a
parte en la sociedad que no es reconocida como parte y actúa y habla hablar. Sin embargo, no se trata de un desacuerdo puramente lingüístico,
para demandar reconocimiento, entonces, se instaura la política281. Ésta, 284
Como señala Žižek ese principio es lo que E. Balibar denomina égaliberté [igualibertad],
en consecuencia, surge siempre como una especie de fractura en el orden entendido como el reclamo incondicional de igualdad-libertad que hace estallar cualquier
social establecido. Dada una división de las partes que ya está instaurada, orden positivo. Cf. Balibar, E., La crainte des masses, Paris, Galilée, 1997, citado por Žižek,
S., El espinoso sujeto, Buenos Aires, Ediciones Paidós, 2001: 201-2 y 225.
reconocida e incluso consensuada282, la política siempre viene a romper 285
Desde la perspectiva de Rancière, la igualdad de principio se identifica con la demo-
con esta estructura dada, a poner de manifiesto una fractura y a plantear cracia y el odio a la democracia no es otra cosa que el odio a la igualdad. “La denuncia
una reestructuración. del ‘individualismo democrático’ es simplemente el odio a la igualdad, por el cual una
intelligentsia dominante se confirma en su condición de élite calificada para dirigir al
La política –dice Rancière- es la actividad que tiene por principio la ciego rebaño” (Rancière, J., El odio a la democracia, Buenos Aires, Amorrortu Editores,
igualdad, y el principio de la igualdad se transforma en distribución 2006, p. 99).
de las partes de la comunidad en el modo de un aprieto [aporía]: ¿de 286
Rancière no diferencia entre “lo político” y “la política”. En este capítulo se mantendrá
qué cosas hay y no hay igualdad entre cuáles y cuáles? ¿Qué son esas esa indiferencia en el uso de los dos términos. No obstante, en los capítulos sucesivos se
adoptará la distinción, hecha por E. Canetti, que se señala en el siguiente texto: “Con este
‘qué’, quiénes son esas ‘cuáles’? ¿Cómo es que la igualdad consiste fin [Canetti] propone distinguir entre ‘lo político’, ligado a la dimensión de antagonismo y
en igualdad y desigualdad? Tal es el aprieto propio de la política por de hostilidad que existe en las relaciones humanas, antagonismo que se manifiesta como
el cual ésta se convierte en un aprieto [aporía] para la filosofía, un diversidad de las relaciones sociales, y ‘la política’, que apunta a establecer un orden, a
organizar la coexistencia humana en condiciones que son siempre conflictivas, pues están
objeto de la filosofía283. atravesadas por ‘lo’ político” (Mouffe, Ch., 1999: 13-14). “En cuanto diferencia [conceptual
entre la política y lo político], ésta no presenta sino una escisión paradigmática en la idea
tradicional de política, donde es preciso introducir un nuevo término (lo político) a fin
281
“La esencia de la política es la acción de sujetos suplementarios inscriptos como un de señalar la dimensión ‘ontológica’ de la sociedad, la dimensión de la institución de la
plusvalor en relación a cualquier cuenta de las partes de una sociedad” (Rancière, J., 11 sociedad, en tanto que ‘política’ se mantuvo como el término para designar las prácticas
Tesis sobre la política, Tesis 6). ‘ónticas’ de la política convencional (los intentos plurales, particulares y, en última ins-
282
“El ‘fin de la política’ y el ‘retorno de la política’ son dos maneras complementarias de tancia, fallidos de fundar la sociedad). […] Considerada desde este ángulo, es evidente
cancelar la política a través de una relación simple entre el estado de lo social y el estado que la distinción entre la política y lo político se corresponde con lo que en filosofía se
de los aparatos estatales. ‘Consenso’ es el nombre vulgar de esta cancelación” (Rancière, denomina diferencia ontológica” (Marchart, O., El pensamiento político posfundacional,
J., 11 Tesis sobre la política, Tesis 11. Énfasis en el original). La política como desacuerdo Buenos Aires, F.C. E., 2009, pp. 19-20. Énfasis en el original).
se opone a la política como consenso. 287
El desconocimiento se remedia con un complemento de saber, mientras que el mal-
283
Rancière, J., El desacuerdo. Política y filosofía, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, entendido se resuelve con una definición que delimite un significado unívoco.
1996: 7-8. 288
Rancière, J., 1996: 9.
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sino que en general se refiere a la situación misma de quienes hablan. Los El desacuerdo es característico de la esencia de un ser que se sirve
interlocutores del desacuerdo hablan desde racionalidades distintas, com- de la palabra para discutir, es propio del ser humano definido como ‘ser
parten y no comparten un mismo logos. Un desacuerdo meramente lógico parlante’292 porque, como se verá, es constitutivo del mismo lenguaje.
o lingüístico supone sin embargo un cierto acuerdo sobre los principios No solo se discute sobre el lugar de cada uno, sino sobre el criterio
o fundamentos del orden lógico o lingüístico de que se trate. Dado que para determinar los lugares. Esta “lógica del desacuerdo es propia de la
los principios están acordados, el desacuerdo versa sobre algo particular: racionalidad política”293. Cuando ya están determinados los lugares o
por ejemplo, si ciertos bienes pertenecen o no a ciertos sectores, si este las partes en la comunidad, no hay política sino (lo que Rancière llama)
grupo tiene derecho o no tiene derecho a hacer ciertas obras o si estos ‘policía’ (police)294. Este concepto no se refiere solamente a lo que el tér-
recursos son comunes o son privados. El desacuerdo, en el significado mino evoca corrientemente (las ‘fuerzas del orden’, el brazo armado de
que le atribuye Rancière, no tiene que ver con lo particular sino con la justicia, etc.), sino al “orden más general que dispone lo sensible en lo
la universalidad289. Hay desacuerdo respecto a qué es lo común, quiénes cual los cuerpos se distribuyen en la comunidad”, de modo semejante a
constituyen la sociedad, cuál es la lógica que posibilita la comprensión del lo que Foucault llama ‘poder disciplinario’ o ‘panoptismo’295 y a lo que
mundo común, cuál es el lenguaje que permite la comunicación, la acción Marcuse llama ‘sociedad unidimensional’296, pero que también incluye
y la evaluación de los sujetos sociales y cómo se determinan los derechos cualquier tipo de orden establecido, naturalizado o consensuado. Como el
de cada quien. En la situación de desacuerdo se pone en litigio tanto el concepto foucaultiano de poder, el concepto de ‘policía’ tiene un sentido
objeto de la discusión como la calidad de quienes están en condiciones neutro297, no peyorativo.
de litigar. El desacuerdo no es solo sobre qué significa hablar sino también La policía es –dice Rancière-, en su esencia, la ley, generalmente im-
sobre quiénes pueden y tienen derecho a hablar. plícita, que define la parte o la ausencia de parte de las partes. (…)
Considérese ahora cuáles son los motivos del desacuerdo. Por ejemplo: La policía es primeramente un orden de los cuerpos que define las
alguien entiende lo que el otro dice, pero no ve aquello de lo que el otro
le habla, o ve y quiere hacer ver otro objeto bajo la misma palabra u otra “Catacresis y metáfora en la construcción de la identidad colectiva”, en: www.geocities.
razón en el mismo argumento. Rancière también cita como ejemplo el ws/epai_insti/Catacresisymetafora.doc‎).
primer libro290 de la República de Platón, en el que el desacuerdo se pro-
292
A. Norval advierte con razón que “el énfasis en el desacuerdo no tiene nada de irra-
cional ni de subjetivista. Por el contrario, el desacuerdo forma el núcleo de la lógica de
duce sobre una definición de justicia en la que todos están de acuerdo. No lo político (Norval, A., Las decisiones democráticas y la cuestión de la universalidad, en:
se trata de crear un lenguaje especial para nombrar un objeto específico, Critchley, S.-Marchart, O. (comp): 2008: 195. Énfasis nuestro).
sino de “tomar las palabras de los demás para decir que dice una cosa 293
Rancière, J., 1996: 12. Nótese que hay una lógica del desacuerdo que difiere de la
completamente distinta”291. lógica como ordenamiento del discurso. La lógica del desacuerdo coincide con lo que
Laclau llama “lógica de la equivalencia” y a la que Tocqueville concebía como la lógica
democrática de la igualación de las condiciones, cuyo principio es la igualdad.
289
“El proceso democrático debe poner constantemente en juego lo universal bajo una
294
El mismo Rancière advierte que este término “plantea algunos problemas” por las
forma polémica” (Rancière, J., 2006: 90). acepciones que tiene en las lenguas latinas pero, a pesar de ello, insiste en emplearlo
(Cf. Rancière, J., 1996: 43-45). En otro lugar, hemos señalado la conveniencia de reem-
290
Cf. Platón, República, 327 a-354 c, traducción de Antonio Camarero, estudio preliminar plazarlo por el término “régimen”, que no da lugar a los equívocos mencionados (Cf.
y notas de Luis Farré, Buenos Aires, Eudeba, 1963, pp. 97- 143. Etchegaray, R., El pueblo como sujeto de la política en Peronismo y revolución de J. W. Cooke,
291
Rancière, J., 1996: 10. E. Laclau considera que el desacuerdo se deriva de la naturaleza Miríada. Revista de Ciencias Sociales, Año I, Número 1, Enero-junio 2008, Ediciones
retórica del discurso y de la catacresis como “el denominador común de la retoricidad Universidad del Salvador, pp. 35-57).
como tal” (Cf. Laclau, E., 2005, p. 96). “Una catacresis –explica Laclau- es un término 295
Cf. Rancière, J., 1996: 43-4.
figural para el cual no existe un término literal correspondiente. Por ejemplo, cuando
Homero escribe acerca de la innumerable sonrisa del mar, eso no es una catacresis; es una
296
En el epígrafe del cuarto capítulo de El hombre unidimensional, Marcuse cita a R. Bar-
metáfora porque hay una forma literal de la sonrisa del mar, es decir, las olas. En cambio, thes: “En el estado actual de la historia, todo escrito político solo puede confirmar un
si yo hablo de las alas de un edificio, eso es una figura porque realmente el edificio no universo policíaco, del mismo modo que todo escrito intelectual solo puede instituir una
tiene alas, pero no hay otro término que pueda reemplazar al término figural. O sea, la para-literatura que ya no se atreve a decir su nombre” (Marcuse, H., 1985, p. 114).
eliminación de la referencia literal directa es lo que constituye una catacresis” (Laclau, E., 297
Cf. Rancière, J. 1996: 44.
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divisiones entre los modos del hacer, los modos del ser y los modos del Esta definición de la política como desacuerdo se diferencia de todas
decir, que hace que tales cuerpos sean asignados por su nombre a tal las posiciones llamadas ‘contractualistas’ como así también del “modelo de
lugar y a tal tarea; es un orden de lo visible y lo decible que hace que tal la democracia deliberativa”302. Para éstas, lo que constituye la comunidad
actividad sea visible y tal otra no lo sea, que tal palabra sea entendida es el pacto, el contrato o los acuerdos consensuados. Sin ellos no hay
como perteneciente al discurso y tal otra al ruido298. sociedad sino guerra o violencia. En cambio, en la posición de Rancière,
La política plantea no solamente (recurriendo a la metáfora de los lo que constituye a la comunidad no es el acuerdo sino el desacuerdo. Es a
juegos de mesa) el lugar de las piezas en el tablero sino también el orden partir de ese conflicto o litigio que se puede constituir una comunidad
mismo del tablero, el escenario de la interlocución299. Esto es lo que busca política.
instituir aquel grupo que no tiene parte y que procura ser escuchado;
porque mientras no hay escenario común, en primer lugar, ése que es 3. El desacuerdo y el nacimiento de la política
la parte que no tiene parte es nadie, no existe como parte para aquellos
que tienen parte. No es un igual sino alguien que está en una inferiori- Con el fin de justificar su tesis sobre el objeto de la política, Rancière
dad de condición, que está excluido de la partición y de la repartición300. comienza haciendo una interpretación de un texto de Aristóteles303 donde
La política busca crear una situación de interlocución en un escenario se define la naturaleza política del hombre. En él se diferencia al hombre
común, donde el que tiene un título o una parte reconocida y real en la del resto de los animales en que éstos solo tienen voz como medio para
sociedad, acepte que aquél que le habla es igual; que puede comprender indicar el dolor o el placer pero carecen de la palabra. Los hombres, en
lo que se le dice y que puede ser comprendido y escuchado; que lo que cambio, tienen la palabra (logos) que les permite “manifestar lo útil y
está diciendo es ‘lenguaje’ y no meramente ‘ruido’ y, por lo tanto, que nocivo, y por consiguiente, lo justo y lo injusto”304. De allí que Aristóteles
tiene que ser tenido en cuenta. Rancière dice que el logos es la palabra pueda afirmar que el hombre tiene una naturaleza política.
que uno escucha, pero también es la cuenta de la palabra; o sea, no solo Rancière advierte que el término griego βλαβερον (blaberon), que
es la palabra que uno puede entender, sino también aquella que se toma se traduce como ‘nocivo’, no tiene un único significado. Puede enten-
en cuenta301 como palabra. derse como cualquier desagrado, como la consecuencia negativa que
un individuo recibe de lo hecho por otro o por él mismo, o se puede
entender como un perjuicio objetivamente determinable que hace un
298
Rancière, J., 1996: 44. Énfasis nuestro. Rancière piensa aquí en el concepto de poder
disciplinario de Foucault, aunque establece a continuación una distinción precisa: “La individuo a otro (en el que hay una relación implicada). Por συμφεvρον
policía no es tanto el ‘disciplinamiento’ de los cuerpos como una regla de su aparecer, (sympheron), traducido por ‘útil’, se entiende la ventaja que un individuo
una configuración de las ocupaciones y las propiedades de los espacios donde esas ocu- o comunidad puede obtener u obtiene de una acción. Pero esto no im-
paciones se distribuyen” (Ibíd.). Cf. Rancière, J., El espectador emancipado, Buenos Aires,
Manantial, 2010, p. 62. plica una relación con otro. Ventajoso o útil es lo que resulta beneficioso
299
“Por lo tanto –concluye A. Norval- no podemos presuponer un entendimiento mu- para alguien (individuo o grupo); nocivo, en cambio, es lo que resulta
tuo como hace Habermas. Por cierto, es la posibilidad misma de la comunidad la que perjudicial para alguien (individuo o grupo) pero también el daño que
está en disputa en la argumentación y el desacuerdo políticos –y la que se constituye a otro inflinge. Si se tratase solamente de distribuir ventajas y desventajas,
través de esa argumentación-” (Norval, A., Las decisiones democráticas y la cuestión de
la universalidad, en: Critchley, S.-Marchart, O. (comp): 2008: 196). utilidades y pérdidas, todo se reduciría a una administración de los re-
300
“La política es la práctica que rompe ese orden de la policía que anticipa las relacio- cursos, a un acuerdo entre partes: cuando las ventajas y desventajas son
nes de poder en la evidencia misma de los datos sensibles. (…) Comienza cuando seres
destinados a habitar en el espacio invisible del trabajo, que no deja tiempo para hacer
302
Cf. Norval, A., Las decisiones democráticas y la cuestión de la universalidad. Repensar
otra cosa, se toman el tiempo que no tienen para declararse copartícipes de un mundo los enfoques recientes, en Critchley, S.-Marchart, O., 2008: 177-193.
común, para hacer ver en él lo que no se veía, u oír como palabra que discute acerca de lo 303
Aristóteles: Política, I, 1253 a 9-18.
común aquello que solo era oído como ruido de los cuerpos” (Rancière, J., 2010: 62). 304
Aristóteles, Política, I, 1253 a 14-15, citado según la traducción de Rancière. García Gual
301
En este punto, sería pertinente distinguir el nivel óntico de lo que se está contando del y Pérez Jiménez traducen: “la palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino,
nivel ontológico de la contabilidad como tal (Cf. Laclau, E., 2005: 306). así como lo justo y lo injusto” (Aristóteles, Política, Barcelona, Altaya, 1993, p. 44).
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dadas y comunes no hay lugar para la justicia ni para la política, porque Aristóteles señala tres axiai o títulos de las partes de la comunidad:
la ganancia obtenida por uno no implica necesariamente una pérdida “la riqueza de los pocos (los ολιγοι); la virtud o la excelencia (αρετηv)
para otro. El desacuerdo que da lugar a la política se genera por el daño, que da su nombre a los mejores (αvριστοι)307; y la libertad que pertenece
por la distorsión en el reparto de las ventajas y las desventajas. al pueblo (δηvμος)”308. Cada una de las axiai considerada unilateralmen-
En consecuencia, los términos griegos sympheron y blaberon no son te da origen a un régimen particular: la oligarquía, la aristocracia y la
verdaderos opuestos305, como lo justo y lo injusto. De aquí se deriva un democracia, mientras que la exacta combinación de los tres procura el
doble problema: por un lado, ¿por qué Aristóteles habla de la correla- bien común. La cuenta errónea fundamental se revela cuando se trata
ción útil/nocivo = justo/injusto en lugar de la correcta: auxilio recibido/ de determinar el título propio (libertad) del demos y en qué medida le
perjuicio (recibido) = justo/injusto?; por otro lado, ¿cómo justifica el es propio. La libertad, advierte Rancière, no es una propiedad positiva
pasaje del primer par de opuestos al segundo? determinable, como es la riqueza o la virtud, sino la pura facticidad de
Para Rancière la clave que permite responder a las dos cuestiones es haber nacido en una polis donde se ha abolido la esclavitud por deudas
el concepto de blaberon que, al mismo tiempo, introduce la distorsión y donde todos los ciudadanos participan de los asuntos comunes. Ade-
y posibilita la mediación entre lo útil y lo justo. Según su hipótesis la más, la libertad tampoco es exclusiva o propia del demos. Las gentes del
condición de posibilidad de la justicia y de la política para las filosofías demos son libres como también lo son las otras partes (los que poseen
de Platón o Aristóteles es la “eliminación previa de cierta distorsión”, riqueza o virtud).
al entender que la justicia o la política consiste en impedir que los que El demos se atribuye como parte propia la [libertad] que pertenece a
conviven en comunidad se causen daño entre sí y restablecer el equili- todos los ciudadanos. Y a la vez, esta parte que no lo es identifica su
brio entre utilidades y perjuicios allí donde se han causado daños. Pero propiedad impropia con el principio exclusivo de la comunidad, y su
la justicia como principio de la comunidad “solo comienza donde el quid nombre -el nombre de la masa indistinta de los hombres sin cualida-
es lo que los ciudadanos poseen en común y donde éstos se interesan des- con el nombre mismo de la comunidad. Puesto que la libertad
en la manera en que son repartidas las formas de ejercicio y control del -que es simplemente la cualidad de quienes no tienen ninguna otra:
ejercicio de ese poder común”.306 En otros términos: la justicia política es ni mérito, ni riqueza- se cuenta al mismo tiempo como la virtud
el orden que determina la distribución de lo común, es la elección de la común. Permite al demos -es decir, al agrupamiento fáctico de los
medida misma según la cual cada parte solo toma lo que le corresponde 307
“Tal es el fondo del problema. Hay un orden natural de las cosas según el cual los
antes que el mero equilibrio de los intereses particulares o la reparación hombres reunidos son gobernados por quienes poseen los títulos para gobernarlos. La
de los perjuicios que unos individuos causan a otros. La política para historia conoció dos grandes títulos para gobernar a los hombres: uno que estriba en
Aristóteles consistiría, según Rancière, en repartir equitativamente las la filiación humana o divina, o sea, la superioridad por nacimiento; otro que estriba en
la organización de las actividades productivas y reproductivas de la sociedad, o sea, el
partes de lo común. Para que haya política tiene que haber una igualdad poder de la riqueza. Las sociedades son gobernadas habitualmente por una combinación
geométrica, que en pro de la armonía común, establezca la porción que de estos dos poderes a los que fuerza y ciencia aportan, en diversas proporciones, su
cada parte de la comunidad debe tener según su aporte (las axiai) al bien refuerzo. Pero si los ancianos deben gobernar no solamente a los jóvenes, sino también a
los sabios y a los ignorantes; si los sabios deben gobernar no solamente a los ignorantes,
común. Tiene que haber un arreglo de las ‘partes’ de la polis. Entonces, sino a los ricos y a los pobres; si deben hacerse obedecer por los poseedores de la fuerza
para la teoría clásica ejemplificada con el texto de Aristóteles, la política y hacerse comprender por los ignorantes, aquí falta algo más, un título suplementario,
es una cuenta de reparto entre las partes de la comunidad (la cual, como común a los que poseen todos estos títulos pero también común a quienes los poseen y
a quienes no los poseen. Pues bien, el único que queda es el título anárquico, el título
se verá más abajo, es siempre errónea e implica una distorsión); y no las propio de aquellos que no tienen más título para gobernar que para ser gobernados”
relaciones entre los individuos o de éstos con la comunidad. (Rancière, J., 2006: 70).
308
Rancière, J., 1996: 19. No obstante, Rancière señala que estas tres partes se reducen a
dos (los ricos y los pobres), ya que las gentes de bien o de excelencia no son distinguibles
305
“En el uso griego corriente –observa- lo que se opone habitualmente al blaberon como de los ricos o solo son los “sueños de los filósofos”. Sin embargo, esta posición parece
daño sufrido es ophelimon, el auxilio que se recibe” (Rancière, J., 1996: 16. desconocer que la historia social es muy rica en la descripción de la nobleza guerrera o
306
Rancière, J., 1996: 17. sacerdotal que no se identifica sin más con “los ricos”.
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hombres sin cualidades, de esos hombres que, nos dice Aristóteles, no puede, en efecto, tener otra parte que la nada o el todo313. Pero
‘no tenían parte en nada’- identificarse por homonimia con el todo también es a través de la existencia de esta parte de los sin parte, de esa
de la comunidad309. nada que es todo, que la comunidad existe como comunidad política, es
En resumen: la cuenta es errónea porque hay una parte de la comuni- decir dividida por un litigio fundamental314, por un litigio que se refiere
dad que no hace ninguna contribución propia, porque la libertad no es a la cuenta de sus partes antes incluso de referirse a sus ‘derechos’. El
propia de esa parte ni es una contribución determinable310. Esta cuenta pueblo315 no es una clase entre otras. Es la clase de la tort [distorsión/
doblemente errónea crea las condiciones para que el demos aporte a la daño] que perjudica a la comunidad y la instituye como ‘comunidad’
comunidad el litigio en un doble sentido. Por un lado, el título que aporta de lo justo y de lo injusto316.
el demos es una propiedad litigiosa, ya que estrictamente no le pertenece A diferencia de la concepción marxista tradicional, para Rancière, las
como parte, sino que es común a todas las partes. Por otro lado, quiénes clases no se determinan por la división entre los propietarios y los no-
son parte y quiénes no lo son, también es algo que está en litigio. Rancière propietarios, sino por la denuncia del cómputo erróneo y por la lucha que
sostiene que la política se diferencia del conflicto de intereses, ya que instaura el litigio. “Hay política -y no simplemente dominación- porque hay
éste se define por partes que son contables mientras que en la política un cómputo erróneo en las partes del todo”317, ya que el todo (lo común)
está en juego el principio de contabilidad como tal311. está en las partes y una parte se identifica con el todo318. “Hay política
Esta propiedad litigiosa –dice Rancière- no es en verdad más que la cuando hay una parte de los que no tienen parte, una parte o un partido de
institución de un común-litigioso. La masa de los hombres sin pro-
piedades se identifica con la comunidad en nombre del daño que no
dejan de hacerle aquellos cuya cualidad o cuya propiedad tienen por 313
Al no tener parte y no poder identificarse con una parte, el pueblo solo puede iden-
tificarse con la nada (ninguna parte, por defecto o falta) o el todo (ninguna parte, por
efecto natural empujarla a la inexistencia de quienes no tienen ‘parte
exceso).
en nada’. Es en nombre del daño que las otras partes le infligen que el 314
La comunidad política es posible por el antagonismo o el conflicto y se define por él.
pueblo se identifica con el todo de la comunidad312. Lo que no tiene parte No hay comunidad política sin antagonismo.
315
“Ninguna totalidad institucional puede inscribir en sí misma, como momentos posi-
tivos, al conjunto de demandas sociales. Es por esto que las demandas insatisfechas, no
309
Rancière, J., 1996: 22. inscribibles, tendrían un ser deficiente. Al mismo tiempo, sin embargo, la plenitud del
310
“La dificultad aquí –comenta Laclau- reside en que los tres principios no son categorías ser comunitario está presente para ellas como aquello que está ausente; como aquello
regionales dentro de una clasificación ontológica coherente. Mientras que la riqueza es que, bajo el orden social positivo existente, debe permanecer insatisfecho. Por lo tanto,
una categoría determinable objetivamente, la virtud lo es menos, y cuando abordamos el populus como lo dado –como el conjunto de relaciones sociales tal como ellas factual-
la libertad del ‘pueblo’ entramos en un terreno que carece de una ubicación particular mente son- se revela a sí mismo como una falsa totalidad, como una parcialidad que es
determinable: la libertad como principio axiológico es, por un lado, un atributo de los fuente de opresión. Por otro lado, la plebs, cuyas demandas parciales se inscriben en el
miembros de la comunidad en general, pero también, por otro lado, es el único rasgo horizonte de una totalidad plena –una sociedad justa que solo existe idealmente- puede
definitorio –la única función comunitaria- de un grupo particular de personas. Por lo aspirar a constituir un populus verdaderamente universal que es negado por la situación
tanto, tenemos una particularidad cuyo único rol es ser la simple encarnación de la univer- realmente existente. Es a causa de que estas dos visiones del populus son estrictamente
salidad” (Laclau, E., 2005: 304. Énfasis nuestro). El problema de la relación entre lo inconmensurables que una cierta particularidad, la plebs, puede identificarse con el
particular y lo universal será planteado en el capítulo siguiente a partir de las categorías populus concebido como totalidad ideal” (Laclau, E., 2005: 123).
del mismo Laclau. 316
Rancière, J., 1996: 23. Desde la perspectiva liberal se podría argumentar que la
311
El concepto de “litigio” o “desacuerdo” (Rancière) puede ser vinculado con el concepto concesión de la libertad (o la abolición de la esclavitud por deudas) es un beneficio y lo
de “diferencia” (Lyotard, Derrida) y con el de “diferencia ontológica” (Heidegger) como contrario de un daño. Sin embargo, Rancière respondería que tal beneficio es aparente
ha mostrado Marchart en su artículo La política y la diferencia ontológica. Acerca de ya que el pueblo es libre a condición de no ejercer efectivamente esa libertad puramente
lo “estrictamente filosófico” en la obra de Laclau, en Critchley, S.-Marchart, O., 2008: nominal.
77-97. 317
Rancière, J., 1996: 24.
312
El pueblo reclama al sentirse dañado por las otras partes de la comunidad. ¿Qué 318
Que una parte haga pasar sus intereses como universales es lo que Marx y Žižek
identifica distorsión y daño? ¿Por qué el demos es dañado? El daño que padece es la llaman “ideología”. Esto mismo es a lo que Laclau llama “hegemonía”: que una clase o
exclusión, el no ser considerado una parte en el reparto. una parte se identifique con lo universal.
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los pobres. No hay política simplemente porque los pobres se opongan a la lucha de clases”327 o de lo que Laclau328 llama el ‘antagonismo’329 y de
los ricos”319, sino cuando es reconocida una parte de los sin parte. lo que Žižek conceptualiza como la ‘irrupción de lo Real’330. “La política
La política existe cuando el orden natural de la dominación es inte- –aclara Rancière- es la institución del litigio entre clases que no lo son
rrumpido320 por la institución de una parte de los que no tienen parte. verdaderamente”331. El litigio que funda la política introduce una incon-
Esta institución es el todo de la política como forma específica del mensurabilidad en el orden aceptado de la distribución social. Dicha
vínculo. La misma define lo común de la comunidad como comunidad inconmensurabilidad se deriva de que un sector de la comunidad no tiene
política, es decir dividida321, fundada sobre la distorsión que escapa a unidad de medida, no tiene parte propia con su virtud correspondiente,
la aritmética de los intercambios y las reparaciones322. porque no se puede medir lo que no tiene parte. Esto se manifiesta en la
ausencia de canales de participación, que están en manos de los sectores
Y más adelante agrega: “Hay política cuando la lógica supuestamente
natural de la dominación323 es atravesada por el efecto de esta igualdad”324
de los que mandan y de los que obedecen325.
El doble litigio de la cuenta de los pobres como pueblo y del pueblo 327
Cf. Rancière, J., 1996: 35. “En la edad democrática moderna, la división des-clasifica-
como comunidad es el litigio por el cual hay política326. En consecuencia dora ha tomado una forma privilegiada, cuyo nombre está completamente desprestigiado,
pero que es necesario, sin embargo, para saber en qué punto nos encontramos, mirar
–infiere Rancière-, “la institución de la política es idéntica a la institución de cara a cara. Forma privilegiada que se ha llamado lucha de clases. […] ¿Cómo pensar al
operador de esta acción de des-clasificación? ¿Cómo nombrarlo si no, aún, en términos
de clase? Ese nombre querrá decir así dos cosas contradictorias. Por una parte, designará
319
Rancière, J., 1996: 25. Como ejemplo de una guerra de pobres contra ricos o de la disolución en acto de las clases -es decir, también, la disolución por sí misma de la
esclavos contra amos, Rancière cita el relato efectuado por Herodoto (Historias, IV, 3) clase obrera (...). Pero, al mismo tiempo, fijará en su sustantividad a la clase que opera
sobre la rebelión de los esclavos de los escitas. La distorsión primera que da origen a la la desclasificación, resucitando de esta manera el fantasma de una buena repartición de
política “es la imposibilidad misma de la arkhé” (Rancière, J., 1996: 28). las funciones sociales, es decir, en último término, la nueva figura del Uno bien ordena-
320
S. Žižek diría que hay una irrupción de lo Real en el Orden Simbólico, constituyendo do.” (Rancière, J., En los bordes de lo político, en www.philosophia.cl/Escuela de Filosofía
a un Sujeto que responde a esa irrupción o disrupción. Universidad ARCIS, p. 29). Rancière, como Laclau, destaca el concepto de “lucha de
clases” como constitutivo de la política, separándose de la tradición marxista que hacía
321
Para P. Clastres, a diferencia de Rancière, la división de la comunidad funda el Estado hincapié en el concepto de “contradicción” estructural.
y la dominación, que eran inexistentes en las sociedades primitivas indivisas. Cf. Clastres,
P., Investigaciones en antropología política, Editorial Gedisa, Barcelona, 1981.
328
Sin embargo, Laclau critica a Rancière por no abandonar definitivamente la categoría
equívoca de “lucha de clases”, y por hacer algunas “concesiones sociológicas” al proble-
322
Rancière, J., 1996: 25-6. ma ontológico fundamental. Por otro lado, para Laclau, Rancière tiende a identificar “la
323
Para Rancière la dominación se identifica con lo que él llama “police”, es decir, con posibilidad de la política con la posibilidad de una política emancipatoria”, sin tener
el orden supuestamente natural o con el orden naturalizado de la comunidad, con una en cuenta la posibilidad de una política fascista. (Cf. Laclau, E., 2005, pp. 303-8). “Las
distribución de las partes y un criterio de distribución aceptado. formas de articulación de un antagonismo –escriben Laclau y Mouffe-, por tanto, lejos de
324
Rancière, J., 1996: 31. estar predeterminadas, son la resultante de una lucha hegemónica. Esta afirmación tiene
consecuencias importantes, ya que implica que estas nuevas luchas no tienen necesaria-
325
La política no consiste simplemente en la lucha por la igualdad, sino en la traduc- mente un carácter progresivo, y que es por tanto un error pensar, como muchos lo hacen
ción de esa igualdad en libertad. “Lo que no pueden hacer [los esclavos de los escitas [Rancière, por ejemplo], que se sitúan espontáneamente en el contexto de una política
rebelados] es transformar la igualdad guerrera en libertad política” (Rancière, J., 1996: de izquierda” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987, pp. 189-190). Por su parte, Žižek responde
27). Lo que no explica Rancière es cómo se instituye la igualdad y cómo, a partir de esa a la crítica de Laclau del siguiente modo: “Para Lacan, un verdadero acto no solo cambia
condición, surge el sujeto de la política. Para responder a estas preguntas se habrán de retroactivamente las reglas del espacio simbólico, sino que también perturba la fantasía
complementar los resultados obtenidos aquí con los aportes teóricos de Laclau y Mouffe subyacente, y en este sentido, en relación con esta dimensión crucial, hay que subrayar
(Cf. capítulo 5). que el fascismo no satisface el criterio definitorio del acto” (Žižek, S., 2001: 217).
326
Cf. Rancière, J., 1996: 29. 329
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 141 ss.
Rancière advierte, como ya lo había hecho Marcuse, que la misma libertad puede ser
un medio de dominación: “La dominación efectúa un distingo entre lo público, que
330
Žižek, S., Bienvenidos al desierto de lo Real, en: http://aleph-arts.org/pens/desierto.
pertenece a todos, y lo privado, donde reina la libertad de cada uno. Pero esta libertad html.
de cada uno es la libertad, es decir, la dominación, de aquellos que detentan los poderes 331
Rancière, J., 1996: 33. A diferencia de Marx, para quien las clases están constituidas
inmanentes a la sociedad. Es el imperio de la ley de incremento de la riqueza” (Rancière, a partir de la estructura productiva de la sociedad, para Rancière la constitución de las
J., 2006: 83). clases siempre está en litigio, mientras hay política.
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reconocidos332. Esta misma inconmensurabilidad arruina el proyecto todo orden. Cuando el principio de lo político ha surgido ya no es posible
platónico333 –concebido antes por Solón- de la polis ordenada según la encontrar un fundamento ni tradicional ni nuevo338. Rancière establece
proporción del kosmos. así un rasgo característico de la política (en oposición a la dominación
policial) cual es la ausencia de un fundamento339 de la comunidad. Coincide
en ello con las posiciones de Foucault y Deleuze340, por un lado, y (como
4. El ‘fundamento’ de la política: contingencia y
se verá) con Laclau y Žižek, por el otro, pero se diferencia de la tradición
universalidad ilustrada y del marxismo de Lukács y la Escuela de Frankfurt.
Pero, si -como argumentaba Platón- existe un orden en la sociedad
Rancière señala que Platón supo ver en el desacuerdo la esencia de
sobre la base del mando y la obediencia, hay que considerar que para
la política y por eso la identificó con el mal, el desorden y la injusticia.
obedecer una orden se requiere comprender el significado de lo que se ordena
Paradójicamente, la filosofía política platónica es profundamente anti-
y se necesita igualmente comprender que hay que obedecerla, y para que
política y radicalmente antidemocrática. El instinto certero del maestro
ello sea posible es preciso ser igual a quien manda en la capacidad de
de Aristóteles nunca se equivocó al señalar que
comprensión. Pero –como observa Rancière- esta igualdad del que manda
…el mal no es el siempre más sino el cualquiera [la igualdad de cual- con el que obedece carcome el orden natural de la dominación341. La política
quiera con cualquiera], la revelación brutal de la anarquía [ausencia tiene, entonces, un efecto desnaturalizador y desclasificador342, que es al
de αρχηv, la contingencia del orden social334] última sobre la que mismo tiempo humanizador343.
descansa toda jerarquía. (...) El fundamento de la política no es más
la convención que la naturaleza: es la ausencia de fundamento de todo 338
A la inversa, una comunidad fundada en un principio no puede ser nunca democrática:
orden social. Hay política simplemente porque ningún orden social “Cuando a uno se le ocurre fundar en su principio la proporción de la polis, es que la
se funda en la naturaleza, ninguna ley divina ordena las sociedades democracia ya pasó por allí. (...) Quien quiera curar a la política de sus males no tendrá
humanas335. más que una solución: la mentira que inventa [es decir, la ideología] una naturaleza social
para dar una arkhé a la comunidad” (Rancière, J., 1996: 31).
Solo hay política cuando aparece el principio de la igualdad de cual- 339
“La condición para que un gobierno sea político es que esté fundado en la ausencia
quiera con cualquiera336, lo que pone de manifiesto la contingencia337 de de título para gobernar” (Rancière, J., 2006: 67). Los títulos hacen referencia a los fun-
damentos naturales para el ejercicio del mando (cf. Ibídem, pp. 60 ss.). “El gobierno
332
“La tarea esencial de la política es la configuración de su propio espacio, lograr que el político tiene, por tanto, un fundamento. Pero este fundamento da lugar también a
mundo de sus sujetos y sus operaciones resulten visibles. La esencia de la política es la una contradicción: la política es el fundamento del poder de gobernar en ausencia de
manifestación del disenso, en tanto presencia de dos mundos en uno” (Rancière, J., 11 fundamento” (Ibídem, p. 74).
Tesis sobre la política, Tesis 9. Énfasis en el original). 340
“Adoptar esta posición o intuición concerniente al pensamiento, es pues, recusar
333
Cf. Rancière, J., 1996: 34. la problemática del fundamento que ha marcado la metafísica desde Aristóteles hasta
334
[Nuestra nota] Rancière coincide con Rorty en la afirmación de la contingencia última Nietzsche. (…) La filosofía de G. Deleuze, como la de Nietzsche y la de Foucault aceptan
del orden social. Cf. Rorty, R., La contingencia de una comunidad liberal, en Contingencia, así flotar sobre el océano infinito del devenir, deslizarse sin anclaje sobre el caos del ser.
ironía y solidaridad, Barcelona, Paidós, 1991, pp. 63-87. Las filosofías nietzscheanas, a diferencia de otras doctrinas, no solo están al tanto de esta
335
Rancière, J., 1996: 30-1. Énfasis y corchetes nuestros. inevitable y necesaria falta de fundamento último, sino que la ausencia de este fundamento
está tan bien superada que ese problema no está mencionado como tal en ninguna de las
336
Para Rancière democracia y política se identifican, ya que la política no es otra cosa que dos filosofías más recientes (Foucault y Deleuze)” (Mengue, Ph., 2008, pp. 52-53).
la puesta en acto del principio democrático de la igualdad de cualquiera con cualquiera.
“La democracia no es un régimen político. Es una ruptura de la lógica del arkhé, en otras
341
Rancière, J., 1996: 31.
palabras, la anticipación de la regla en la disposición por él. La democracia es el régimen 342
La igualdad de cualquiera con cualquiera genera necesariamente un efecto “desidenti-
de la política en tanto forma de relación que define a un sujeto específico” (Rancière, J., ficador” –es decir, iguala a los diferentes agentes sociales- y, consecuentemente, no puede
11 Tesis sobre la política, Tesis 4. Énfasis en el original). dejar de producir inseguridad y crisis. Laclau y Mouffe advierten que tales efectos son
337
“El escándalo de la democracia, y del sorteo, que es su esencia, es revelar que ese percibidos por los neoconservadores como “exceso de democracia”, “precipicio igualita-
título no puede ser sino la ausencia de título; que, en última instancia, el gobierno de rio”, “crisis de valores” e ingobernabilidad (Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 186).
las sociedades no puede descansar más que en su propia contingencia” (Rancière, J., 343
A diferencia de Foucault, Deleuze, Althusser y Heidegger, que identifican al “hombre”
2006: 71). del humanismo con el sujeto cartesiano e iluminista centrado en la razón y en la técnica,
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En efecto –dice Rancière-, lo propio de la igualdad reside menos en el 5. El acto que instaura la política y su lógica
unificar que en el desclasificar, en el deshacer la supuesta naturalidad de
los órdenes para remplazarla por las figuras polémicas de la división. Rancière explica el surgimiento de la política analizando el comen-
Poder de la división inconsistente y siempre renaciente que arranca tario que Pierre-Simon Ballanche publicó en 1829 al relato hecho por
a la política de las diferentes figuras de la animalidad: el gran cuerpo el historiador romano Tito Livio sobre la secesión de los plebeyos en el
colectivo, la zoología de los órdenes, justificada por los círculos de monte Aventino. El comentarista sitúa el problema en el marco de una
naturaleza y función, la reunión colectiva de odios de la jauría. La discusión sobre la cuestión de la palabra misma. Según esta interpretación
división inconsistente de la polémica igualitaria ejerce esta potencia los patricios sostienen la postura ‘platónica’347 que niega que los plebe-
de humanización a través de figuras históricas específicas344. yos puedan proferir palabras, puesto que esos seres sin nombre y sin
Los hombres emergen de lo que Hegel llamaba el “jardín de los cuenta carecen de logos348. Ante la actitud asumida por los patricios de
animales”345, cuando se constituye la política. Rancière encuentra en no reconocerlos, los plebeyos (a diferencia de los esclavos de los escitas
los antiguos griegos una determinación precisa del problema político, que pretendieron enfrentar a sus amos dentro del mismo orden349 y con
aunque su enunciación no se produjo sino hasta la modernidad (con la misma lógica que ellos350) respondieron instituyendo otro orden, “otra
Hobbes). Consecuentemente, la enunciación del problema de la domi- división de lo sensible” y se constituyeron como seres parlantes, como
nación tampoco tendrá lugar en la antigüedad ni en la cristiandad, sino seres con nombre, como seres que comparten las mismas propiedades
cuando se den las condiciones para afirmar el principio democrático de la que aquellos que se las niegan.
igualdad de cualquiera con cualquiera. El motivo por el cual los griegos se Para que Menenio Agripa haya compuesto esta fábula, primero hizo
sustrajeron al enunciado de la igualdad que está a la base de la política falta que los plebeyos se retirasen al Aventino, pero también que hablen,
es que definían la libertad en relación con su contrario específico que es que se nombren, que hagan comprender que ellos mismos son seres
la esclavitud, es decir, el supuesto de las diferencias naturales es todavía parlantes, con los que conviene hablar. La presuposición igualitaria, la
demasiado ‘obvio’ y no permite una distancia crítica que posibilitaría la invención comunitaria del discurso, presupone una fractura primera
enunciación. De acuerdo con nuestra hipótesis –que sigue una indica- por la que se introducen en la comunidad de seres parlantes aquellos
ción de Hegel en las Lecciones sobre filosofía de la historia universal346-, el que no estaban incluidos. Fractura que induce otra economía de la
primer paso en este proceso de distanciamiento solo lo hará posible el presuposición igualitaria. La comunidad de seres parlantes funda su efec-
advenimiento del principio cristiano de la igualdad de todos los hombres tividad en una violencia previa. La esencia de esta violencia -extraña a
por la redención de Cristo. toda cuenta de muertos o heridos- es el hacer visible lo invisible, el dar
un nombre a lo anónimo, el dar a entender una palabra ahí donde solo
347
“El demos es para Platón la facticidad insostenible del gran animal que ocupa la esce-
na de la comunidad política, sin que por ello llegue a constituirse en un sujeto uno. El
nombre que lo califica es ciertamente ochlos: turba popular, entiéndase, la turbulencia
Rancière retoma el concepto clásico que define al hombre como ser parlante y “político”, infinita de esas colecciones de individuos siempre diferentes de sí mismos que viven
aunque ya no identifica logos y arkhé. la intermitencia entre el deseo y el desgarramiento de la pasión” (Rancière, J., En los
344
Rancière, J., En los bordes…, p. 29. bordes…, p. 11).
345
Hegel, G. W. F., Fenomenología del Espíritu, México, F. C. E., 1966, p. 447.
348
Para los patricios, no hay escena política puesto que no hay partes; no hay partes, dado
que los plebeyos, al no tener logos, no son. [Nuestra nota]
346
“Solo las naciones germánicas han llegado, en el cristianismo, a la conciencia de que
el hombre es libre como hombre, de que la libertad del espíritu constituye su más propia
349
Žižek sostiene que “la brecha entre la muerte ‘real’ negada del sistema y su muerte
naturaleza. Esta conciencia ha surgido por primera vez en la religión, en la más íntima ‘simbólica’ es esencial: el sistema tiene que morir dos veces” (Žižek, S., 2001: 81-82).
región del espíritu” (Hegel, G. W. F., Lecciones sobre filosofía de la historia universal, Madrid, Es decir, no basta con negar a los amos en tanto que dominadores, es necesario también
Revista de Occidente, 1974, p. 67). Laclau hará suya esta tesis al sostener que “fue con negar el ámbito que hace posible la existencia de patricios y de plebeyos, de domina-
el cristianismo que emergió, por primera vez, un discurso de la emancipación radical, y dores y dominados.
su forma específica fue la salvación” (Laclau, E., 1996: 23). 350
Cf. Rancière, J., 1996: 26-27.
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se percibía ruido. Pero esta violencia inaugural que crea la separación, el se hacen contar como partes”356. No es una lucha o un intercambio o una
lugar polémico de una comunidad, solo es posible al proyectar hacia negociación entre partes ya constituidas.
atrás la presuposición igualitaria.351 Hay política –sigue diciendo más abajo- porque quienes no tienen
El acto violento que instaura la política no consiste en atacar, hacer la derecho a ser contados como seres parlantes se hacen contar entre
guerra o matar al enemigo, sino en romper la distribución de partes esta- éstos e instituyen una comunidad por el hecho de poner en común
blecida, en fracturar el orden dado. Este acto requiere dos movimientos la distorsión, que no es otra cosa que el enfrentamiento mismo, la con-
complementarios: hacer visible y dar nombre o hablar352. La instauración tradicción de dos mundos alojados en uno solo: el mundo en que son y
de la política supone siempre un acto de ruptura353, un acto en el que lo aquel en que no son, el mundo donde hay algo ‘entre’ ellos y quienes
invisible se manifiesta y se hace visible y en el que los sin nombre se dan no los conocen como seres parlantes y contabilizables y el mundo
un nombre y hablan. No se trata de incorporar nuevos interlocutores a donde no hay nada357.
una conversación interrumpida en un escenario previamente delimitado, Se trata de la contradicción entre dos modos del “ser-juntos humanos”,
sino de la irrupción de nuevos sujetos con un nuevo lenguaje en un es- entre dos lógicas358: (a) una lógica que cuenta las partes de las meras
cenario inédito, ya que el sujeto, el lenguaje y el escenario se instauran al partes359, y (b) otra que “suspende esta armonía por el simple hecho de
mismo tiempo y por el mismo acto. “La política –dice Rancière- es en primer actualizar la contingencia de la igualdad, ni aritmética ni geométrica360, de
lugar el conflicto acerca de la existencia de un escenario común354, la
existencia y la calidad de quienes están presentes en él”. Es un conflicto 356
Rancière, J., 1996: 41.
en el que “las partes no preexisten355 al conflicto que nombran y en el cual 357
Rancière, J., 1996: 42.
358
Laclau y Mouffe llaman a la primera “lógica de las diferencias” y a la segunda “lógica
de la equivalencia”.
359
“La lógica de policía piensa y estructura las colectividades humanas como una totalidad
351
Rancière, J., En los bordes…, p. 67. Énfasis nuestro. Deleuze avanza en esta dirección compuesta de partes, con funciones y lugares que corresponden a esas funciones, con mo-
preguntándose por la génesis del lenguaje: ¿cómo es posible el lenguaje? ¿cómo ha podido dos de ser y competencias que corresponden asimismo a esas funciones, con un gobierno
generarse algo más que el ruido de los cuerpos? Cf. Pardo, J. L., Cuerpo sin órganos: El como gobierno de una población, que divide esa población en grupos sociales, grupos
gesto filosófico de Gilles Deleuze. Clases de José Luis Pardo en el Curso de verano de interés, y se presenta como árbitro entre los grupos, distribuye lugares y funciones,
PEI Obert, julio de 2010, organizado por el Museu d’Art Contemporani de etcétera. La lógica de policía asume hoy la forma de una sólida alianza entre la oligarquía
Barcelona. 1. Drama en tres actos o del ser como no-ser, en: http://www.filosofia. estatal y la oligarquía económica” (Rancière, J., La democracia es el poder de cualquiera,
net/materiales/cogitos/cez7.html Reportaje a Jacques Ranciere por Amador Fernández Savater, 3/2/07, El País).
352
En su libro sobre Foucault, Deleuze lo explica de esta manera: “Cada formación histórica 360
[Nota nuestra] No es aritmética si por tal se entiende el cambio de uno por uno como
‘implica una repartición de lo visible y de lo enunciable que se hace sobre ella misma’ ocurre con los intercambios mercantiles en el mercado (pongo una parte y me corres-
y de un estrato al otro hay variaciones en estas maneras de decir (enunciable) y de ver ponde una parte igual a la que puse) ni es la geométrica donde a cada uno corresponde
(visible)” (Mengue, Ph., 2008: 68). una cantidad proporcional a la puesta por él. No es ni idéntica ni proporcional porque
353
“La política es una ruptura específica de la lógica del arkhé, dado que no presupone el pueblo no aportó nada y reclama igualdad con todos. La igualdad aritmética puede
simplemente la ruptura de la distribución “normal” de las posiciones entre quien ejercita ejemplificarse: 1 = 1. La igualdad geométrica puede ejemplificarse: 1/2 = 2/4. El desacuer-
el poder y quien lo sufre sino también una ruptura en la idea de las disposiciones que do puede ejemplificarse: 1 = 0. “De nuevo encontramos que Platón en el Gorgias y en
hacen a las personas “adecuadas” a estas posiciones” (Rancière, J., 11 Tesis sobre la política, Las Leyes, y que Aristóteles en la Moral a Nicómaco usan dos tipos de igualdad (igualdad
Tesis 3. Énfasis en el original). aritmética o igualdad de cantidades, e igualdad geométrica o igualdad de proporciones)
para expresar la diferencia entre dos tipos de justicia, y el párrafo del Gorgias parece
354
“Aquí encontramos –comenta Žižek- la brecha que separa al acto político propiamente recomendar el estudio de las matemáticas al teórico político para que pueda aprender
dicho respecto de ‘la administración de las cuestiones sociales’, lo cual no sale del marco de la claridad de las matemáticas una distinción que puede utilizar en política. Verá más
de las relaciones sociopolíticas existentes: el acto de ‘intervención’ política propiamente fácilmente que el principio de que el castigo debe ser igual al crimen y que el principio
dicho no es solo algo que da resultado dentro del marco de las relaciones existentes, de que el premio ha de ser proporcional al mérito, son ambos consecuencias del mismo
sino algo que cambia el marco mismo que determina el funcionamiento de las cosas” (Žižek, principio (es decir, del principio del trato justo) quien entienda que tener la misma
S., 2001: 216). cantidad y tener la misma proporción son dos versiones diferentes de la misma cosa”
355
Como Marcuse y Foucault, también Rancière sostiene que el sujeto no preexiste a (Crombie, I. M., Análisis de las doctrinas de Platón. 1. El hombre y la sociedad, Madrid,
la praxis. Alianza Editorial, 1979, p. 137).
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unos seres parlantes cualesquiera”361 362. La actividad que se corresponde un sistema ordenado de diferencias, donde cada parte tenga su lugar y
con la primera lógica, Rancière propone llamarla –como ya se dijo- ‘poli- donde el antagonismo y el conflicto se superen o disuelvan366.
cía’, mientras que el nombre de ‘política’363 debe reservarse a la praxis de La actividad política –dice Rancière- es siempre un modo de manifes-
la relación y la contradicción entre las dos364, “que rompe la configuración tación que deshace las divisiones sensibles del orden policial mediante
sensible donde se definen las partes y sus partes o su ausencia por un la puesta en acto de un supuesto que por principio es heterogéneo, el
supuesto que por definición no tiene lugar en ella: la de una parte de los de una parte de los que no tienen parte, la que, en última instancia,
que no tienen parte”365. La finalidad de la ‘policía’ consiste en constituir manifiesta en sí misma la pura contingencia del orden, la igualdad de
cualquier ser parlante con cualquier otro ser parlante. Hay política
cuando hay un lugar y unas formas para el encuentro entre dos pro-
cesos heterogéneos. [Y más adelante agrega:] Es así como la puesta
en relación de dos cosas sin relación se convierte en la medida de lo
361
Rancière, J., 1996: 43.
inconmensurable entre dos órdenes367.
362
“Más precisamente, él los advertía del anudamiento imposible de dos lógicas contra-
dictorias: la lógica igualitaria implicada en el acto de la palabra y la lógica desigualitaria Como Foucault y Deleuze, Rancière advierte que lo que constituye el
inherente a la relación social. Jamás podrían coincidir las maneras diferentes en que el carácter político de una acción no es el lugar donde se ejerce (supuesto
ser hablante es cogido por un doble arbitrario: aquel de la lengua y aquel de la relación
social.” (Rancière, J., En los bordes…, p. 64). “La dualidad del hombre y el ciudadano de la localización) ni el objeto sino su forma, “la que inscribe la verifi-
pudo servir así a una construcción de sujetos políticos que ponía en escena y en cuestión cación de la igualdad en la institución de un litigio, de una comunidad
la doble lógica de la dominación, que separa al hombre público del individuo privado que solo existe por la división. La política se topa en todos lados con la
para asegurar mejor la misma dominación en ambas esferas” (Rancière, J., El odio a la
democracia, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2006, p. 86). policía. No obstante, es preciso pensar este encuentro como encuentro
363
Rancière desecha el concepto de ‘poder’ porque anula la heterogeneidad de los mundos de los heterogéneos”368. Para que haya política tiene que constituirse
que son conectados por la política. “Para que una cosa sea política, es preciso que de lugar un lugar donde coincidan los heterogéneos, que no puede ser sino una
al encuentro de la lógica policial [diferencial] y a la lógica igualitaria [equivalencial], el ‘propiedad vacía’ o (en términos de Laclau) un ‘significante flotante’369.
cual nunca está preconstituido” (Rancière, J., 1996: 48).
Es vacía porque el orden policial está constituido plenamente, en él solo
364
“La política comienza precisamente cuando se sale de ese modo funcional: de ahí que
afirme que el pueblo, el demos, no es la población, pero tampoco los pobres. El demos son hay pesos y contrapesos, es decir, diferencias. El lugar vacío370 es el lugar
la gens de rien, los que no cuentan, es decir, no necesariamente los excluidos, los misera- de la política (Rancière) o del antagonismo (Laclau-Mouffe).
bles, sino cualquiera. Mi idea es que la política comienza cuando nacen sujetos políticos Rancière advierte que para pensar la política como “encuentro de los
que ya no definen ninguna particularidad social, sino que definen, por el contrario, el
poder de cualquiera” (Rancière, J., La democracia es el poder de cualquiera, Reportaje a heterogéneos” se requiere renunciar a la utilización de conceptos, como
Jacques Rancière por Amador Fernández Savater, 3/2/07, El País). el de poder, que aseguren a priori el tránsito entre los dos dominios.

Desde el momento en que el lazo con la naturaleza se corta, en que los gobiernos son Si todas las relaciones sociales son relaciones de poder, entonces, nada
obligados a figurarse como instancias de lo común de la comunidad, instancias separadas
de la mera lógica de relaciones de autoridad inmanentes a la reproducción del cuerpo puede sustraerse a su dominio y no quedan alternativas más que “la vi-
social, existe una esfera pública que es una esfera de encuentro y de conflicto entre las dos sión sombría de un poder presente en todas partes y en todo momento”
lógicas opuestas de la policía y de la política, del gobierno natural de las competencias
sociales y el gobierno de cualquiera. La práctica espontánea de todo gobierno tiende a 366
“La política es específicamente antagónica a lo policial. Lo policial es una distribución
angostar esa esfera pública convirtiéndola en su asunto privado, lo cual le hace expulsar de lo visible cuyo principio es la ausencia del vacío y el suplemento” (Rancière, J., 11
hacia la vida privada las intervenciones y los lugares de intervención de los actores no Tesis sobre la política, Tesis 8. Énfasis en el original).
estatales. La democracia, entonces, muy lejos de ser la forma de vida de individuos consa- 367
Rancière, J., 1996: 45-6 y 60. “El acto político de la huelga consiste entonces en
grados a su felicidad privada, es el proceso de lucha contra esta privatización, el proceso construir la relación entre esas cosas que no tienen relación, en ver juntas como objeto
de ampliación de esta esfera. Ampliar la esfera pública no significa, como lo pretende del litigio la relación y la no relación” (p. 58).
el llamado discurso liberal, demandar el avance creciente del Estado sobre la sociedad.
Significa luchar contra un reparto de lo público y lo privado que le asegura a la oligarquía
368
Rancière, J., 1996: 47. Énfasis nuestro.
una dominación doble: en el Estado y en la sociedad” (Rancière, J., 2006: 80-81). 369
Cf. Laclau, E., Emancipación y diferencia, Buenos Aires, Ariel, 1996: 69-86.
365
Rancière, J., 1996: 45. 370
Cf. Lefort, C., La invención democrática, Nueva Visión, Buenos Aires, 1990.
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o la visión heroica o lúdica que asume la tarea sublime e imposible de la comunidad, una multiplicidad cuya cuenta se postula como con-
enfrentar al monstruo que habrá de devorarlo. Si se afirma que “todo tradictoria con la lógica policial374.
es poder”, entonces, nada lo es, y el concepto mismo se vuelve inútil. El reemplazo del concepto de ‘sujeto’ por el de ‘modos de subjetiva-
Rancière le reconoce a Foucault el haber mostrado “magistralmente” que ción’ es central en la elaboración que hace Rancière. El primer concepto
el orden policial se extiende más allá de los poderes del Estado, de las está definido por su origen en la gnoseología y la metafísica cartesianas,
instituciones y las técnicas especializadas371, pero advierte que es igual- si bien sufrió importantes modificaciones en el desarrollo del pensa-
mente importante advertir que nada es en sí mismo político, solo porque miento moderno. En el contexto cartesiano, el sujeto se define por su
en ello se ejerzan relaciones de poder372. De esta manera Rancière elude la racionalidad y por su oposición al objeto375. El concepto de ‘modos
extensión desmedida que llega a atribuirse al poder en algunas versiones de subjetivación’, en cambio, introduce tres notas distintivas respecto
de la teoría foucaultiana373, diferenciando las dos lógicas heterogéneas de las concepciones anteriores: 1) no se parte de la unidad sino de la
del orden policial y de la política. Esa desmesura es señalada como el multiplicidad; 2) el rasgo distintivo no es la racionalidad sino la acción
origen de otra aporía a la que fueran conducidos tanto Marcuse como significativa; 3) no está definido a priori sino que alcanza una identidad
Foucault: la del sujeto. en y por la política376.
Toda subjetivación política es la manifestación de una distancia en-
6. Subjetivación de la política tre la parte como función social constituida (policial, diferencial) y la
ausencia de parte de esas subjetividades en la definición de lo común
A pesar de la crítica estructuralista y althusseriana a la noción de de la comunidad.
sujeto, Rancière revaloriza su papel para la política y para la filosofía Toda subjetivación es una desidentificación, el arrancamiento a la na-
política. turalidad de un lugar, la apertura de un espacio de sujeto donde
La política –dice- es asunto de sujetos, o más bien de modos de sub- cualquiera puede contarse porque es el espacio de una cuenta de los
jetivación. Por subjetivación se entenderá la producción mediante incontados, de una puesta de la relación de una parte y una ausencia
una serie de actos de una instancia y una capacidad de enunciación de parte377.
que no eran identificables en un campo de experiencia dado, cuya Si en la teoría política anterior, los sujetos quedaban definidos por y
identificación, por lo tanto, corre pareja con la nueva representación sujetados a la estructura que los constituye378, para Rancière la acción
del campo de la experiencia. (...) La subjetivación política produce política abre un ámbito nuevo en el que cada uno ejerce y manifiesta su
una multiplicidad que no estaba dada en la constitución policial de

374
Rancière, J., 1996: 52.
371
Rancière señala además que ningún Estado es democrático ya que implica siempre
375
Cf. Heidegger, M., La época de la imagen del mundo, en Heidegger, M., Sendas
relaciones desiguales o diferenciales. perdidas, traducción de J. Rovira Armengol, Editorial Losada, Buenos Aires, segunda
edición, 1969.
372
“La política no es el ejercicio del poder. Debe ser definida por sí misma, como una
modalidad específica de la acción, llevada a la práctica por un tipo particular de sujeto,
376
Cf. Etchegaray, R. et alia: Informe final del Proyecto de Investigación: Condiciones y
y derivando de una clase de racionalidad específica. Es la relación política la que hace límites de las nociones de sujeto, subjetividad e identidad, Departamento de Humanidades
posible concebir al sujeto político, no a la inversa” (Rancière, J., 11 Tesis sobre la política, y Ciencias Sociales, UNLaM, 2009, disponible en: http://repositoriocyt.unlam.edu.ar/
Tesis 1). biblioteca/A126.pdf
373
El concepto foucaultiano de poder (que se asemeja al concepto de policía en Rancière)
377
Rancière, J., 1996: 52 y 53.
suele confundirse impropiamente con el concepto de política. Esta confusión ha llevado 378
A. Norval advierte que los partidarios del modelo deliberativo de la democracia
a identificar la lucha contra el poder con la lucha contra la democracia, lo que Rancière “presuponen la igualdad entre las partes”, pero eso es precisamente lo que está en juego
considera “un discurso manifiestamente reaccionario”. Cf. Rancière, J., 2006: 132; en la argumentación de Rancière. Tampoco el desacuerdo es algo ya dado y jamás se
Rancière, J., La democracia es el poder de cualquiera, Reportaje a Jacques Rancière por supera por completo (Cf. Norval, A., Las decisiones democráticas y la cuestión de la
Amador Fernández Savater, El País, 3/2/07. universalidad, en: Critchley, S.-Marchart, O. (comp): 2008: 197-198).
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igualdad con cualquiera379. Indudablemente, esta acción introduce un 7. La filosofía política como negación de la Política
desorden en la realidad estructurada e instituida, como consecuencia del
cual las identidades constituidas se desdibujan y se ‘desidentifican’380. En una exposición que recuerda la deconstrucción de la historia de la
La diferencia que el desorden político viene a inscribir en el orden metafísica heideggeriana383, Rancière se propone mostrar cómo la historia
policial –dice Rancière- puede, en un primer análisis, expresarse como de la filosofía política desde Platón hasta la actualidad no ha hecho otra
diferencia de una subjetivación a una identificación. La misma inscribe cosa que negar la política384. Dicha exposición resulta pertinente para
un nombre de sujeto como diferente a toda parte identificada de la definir lo propio de la política y diferenciar esta perspectiva de la corriente
comunidad381. principal de la tradición filosófica. Con ese fin, este apartado delimitará,
siguiendo a Rancière385, las posturas centrales en dicha tradición.
Rancière pone el ejemplo del revolucionario francés Auguste Blan-
La filosofía política es el nombre de un encuentro polémico donde
qui, quien respondió a la pregunta que le había hecho el presidente
se expone la paradoja de la política386: su ausencia de fundamento pro-
del tribunal acerca de su profesión diciendo: ‘proletario’. Cita también
pio, su apoyatura en la isonomía, es decir, el sentido de la ley consiste
el ejemplo de Jeanne Deroin, quien se presentó a sufragar en 1849, en
en representar la igualdad de todos los seres parlantes. Para la filosofía
unas elecciones a las que no había sido convocada ya que la ciudadanía
política platónica, en cambio, la igualdad geométrica del kosmos es apta
no incluía a las mujeres. La subjetivación es así “la mera cuenta de los
para armonizar el alma de la polis, oponiéndose a la igualdad democrática
incontados” y se genera en el mismo acto por el que estos seres inexistentes
rebajada a la igualdad aritmética. “La politeia es el régimen de la comu-
hablan y se identifican con el daño inflingido.
nidad fundado en su esencia, aquel donde todas las manifestaciones de
Pero la política debe distinguirse de otras formas de distorsión como
lo común dependen del mismo principio. [...] La politeia de los filósofos
son el derecho, la religión o la guerra. Éstas hacen desaparecer la política
es la identidad de la política y la policía”387. Suponiendo el mismo prin-
al reducirla al orden policial. La distorsión política no es zanjable, pero
cipio durante toda su historia, la filosofía política se ha desplegado en
es sin embargo ‘tratable’. Se diferencia así de la guerra inexpiable y de la
figuras diferentes. Las tres principales figuras de la filosofía política son
deuda religiosa irrescatable382.
la arquipolítica (Platón), la parapolítica (Aristóteles, Hobbes, Tocqueville)
y la metapolítica (marxismo, liberalismo económico).

383
Cf. Heidegger, M., La constitución onto-teo-lógica de la metafísica, en Identidad y
diferencia, Barcelona, Anthropos, 1990.
384
“La característica fundamental de la filosofía política consiste tanto en anclar la acción
379
“Ante una propuesta comercial inaceptable, Sam Goldwyn contestó: ‘¡Inclúyanme política en una modalidad específica del ser como en ocultar el litigio que es constitutivo
afuera!’. Esta célebre réplica expresa perfectamente el status intermedio del Sujeto en de la política. Es en la descripción misma del mundo de la política que la filosofía produce
relación con el orden simbólico, entre la inclusión y la exclusión directas: el significante este ocultamiento. Por otra parte, la efectividad de esta operación es perpetuada en las
que ‘representa al Sujeto para los otros significantes’ es el significante vacío, el ‘significante descripciones no filosóficas o anti-filosóficas de este mundo” (Rancière, J., 11 Tesis sobre
sin significado’, el significante por medio del cual (en la forma del cual) una ‘nada (el la política, Tesis 10. Énfasis en el original).
Sujeto) es contada como algo’. Con este significante, el Sujeto no queda sencillamente 385
Cf. Rancière, J., 1996: 83-120.
incluido en la red de los significantes, sino que lo que se ‘incluye’ en ella es la exclusión
del Sujeto; queda marcada, registrada, señalada por el hecho de que ese significante no
386
R. Riha, desde una perspectiva lacaniana, sostiene que “respecto del hecho de que la
tiene ningún significado” (Žižek. S., 2001: 124). filosofía puede constituirse como filosofía con la condición de articular la política como
lo real, como aquello que existe independientemente o fuera de la filosofía, podemos
380
“En eso consiste un proceso de subjetivación política: en la acción de capacidades decir que siempre y cuando la filosofía se constituya mediante un acto de separación de
no contadas que vienen a escindir la unidad de lo dado y la evidencia de lo visible para lo real de la política, su relación con la política será en última instancia una relación de
diseñar una nueva topografía de lo posible” (Rancière, J., 2010: 52). no-relación” (Riha, R., La política como lo real de la filosofía, en Critchley, S.-Marchart,
381
Rancière, J., 1996: 54. O. (comp): 2008, p. 105, nota 3).
382
Cf. Rancière, J., 1996: 57. 387
Rancière, J., 1996: 86. Subrayado nuestro.
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(1) La arquipolítica: Por tal se entiende todo intento ‘comunitario’ natural de la política como orden constitucional a través de la inclusión
tendiente a definir un espacio tradicional cerrado, homogéneo, orgáni- misma de lo que obstaculiza toda realización de ese género: el demos”392.
camente estructurado, sin ningún vacío que permita la emergencia del El objetivo de la parapolítica es convertir a los actores y a las formas
acto propiamente político388. El gran invento de Platón fue la ‘república’ de acción de la política en partes y formas de distribución del orden
en oposición a la democracia, es decir, el gobierno del orden en con- policial. Su centro es el dispositivo institucional de las arkhai y la rela-
traposición al desorden de las pasiones389. “La arquipolítica se resume ción de dominación que se juega en él, es decir, el poder, la policía. La
así en el cumplimiento integral de la physis en nomos. Éste supone la instancia que dirige y mantiene a la polis es siempre el gobierno de una
supresión de los elementos del dispositivo polémico de la política, su de las partes, la que paradójicamente no puede gobernar sino atendien-
reemplazo por las formas de sensibilización de la ley comunitaria”390. do a los intereses de la otra parte393. La política de Aristóteles suscita un
La arquipolítica de Platón da una solución a la paradoja cambiando la orden “en el que lo privado y lo público se armonizan en su distancia,
configuración democrática de la política. En la ‘república’, la ley existe en el ejercicio separado de las pasiones públicas del honor [aristoi] y las
como “logos viviente”, como ethos de cada miembro. Ese ethos anima a los pasiones privadas de la ganancia [oligoi]”.394
cuerpos y dirige los comportamientos y pensamientos con su espíritu. Hobbes reformula el modelo de la parapolítica en los comienzos de
Por eso, la política de Platón comienza con el espíritu de la ley, el kosmos la modernidad pero, paradójicamente, para refutar a Aristóteles, no hace
que ordena la polis haciendo que el ciudadano actúe no según la ley, sino más que trasponer su razonamiento (la victoria del deseo razonable de
según el espíritu de la ley. La ley no lo refrena, lo convence. Por eso, conservación sobre la pasión propia del demócrata, del oligarca o del
la arquipolítica concilia maneras de ser y de pensar. Platón sustituyó el tirano).
régimen de la distorsión y de la democracia por la ‘república’, en la cual Lo desplaza del plano de las partes en el poder al de los individuos, de
la paideia es central para armonizar a los individuos. una teoría del gobierno a una teoría del origen del poder. Este doble
desplazamiento395 tiene una función bien específica: liquida inicialmente
(2) La parapolítica: Esta figura parte del reconocimiento de que el
orden platónico es imposible en una polis en la que “todos son iguales
392
Rancière, J., 1996: 95.
por naturaleza”391. Aristóteles, siguiendo a Platón, creía que lo mejor
393
Desde que Solón aboliera en Atenas la esclavitud por deudas toda ciudad comporta
esa masa de pobres impropios para el ejercicio de la ley y el mando y que sin embargo
sería el gobierno de los mejores, pero ello es imposible si se supone la se encuentran igualmente en la polis. Hombres libres, que reclaman para sí el nombre
igualdad por naturaleza. Por eso, más allá de lo bueno o lo malo, es justo común, el título común de la comunidad política: la libertad. De allí procede una se-
que todos participen en el mando alternando el lugar de gobernante y gunda determinación del arte político; éste es, en términos modernos, el arte de contar
con: contar con los inconciliables, con la co-presencia entre los ricos y los pobres que
gobernado. Desde la perspectiva de Aristóteles, el error de Platón consistió ya no pueden ser lanzados por la borda y que permanecen ligados al centro de la polis.
en confundir el orden de la familia con el orden de la polis. (Rancière, J., En los bordes…, p. 12).
“El problema de la parapolítica consistirá entonces en conciliar las 394
Rancière, J., En los bordes…, p. 16. Corchetes nuestros.
dos naturalezas y sus lógicas antagónicas: la que quiere que lo mejor de 395
[Nuestra nota] “Hobbes –señala E. Laclau- presentaba al estado de naturaleza como
todo sea el mando del mejor y la que quiere que lo mejor en materia de aquello radicalmente opuesto a una sociedad ordenada, como una situación tan solo
definida en términos negativos. Pero, como resultado de tal descripción, el orden im-
igualdad sea la igualdad”. Aristóteles propone “la realización de un orden puesto por el soberano tiene que ser aceptado, no a causa de ningún mérito intrínseco
que él pueda tener, sino tan solo porque él es un orden y la única otra alternativa es el
desorden radical. La condición, sin embargo, de la coherencia de este esquema es el
postulado de un poder igual de todos los individuos en el estado de naturaleza –si los
388
Cf. Žižek. S., 2001: 204-6. individuos fueran desiguales en términos de poder, el orden podría ser garantizado a
389
Como advierte Laclau, una comunidad buena y ordenada sería aquella en la que el través de la dominación pura y simple. De este modo el poder es eliminado dos veces:
principio geométrico rigiera sobre todas las relaciones. Cf. Laclau, E., 2005: 304. en el estado de naturaleza, dado que todos los individuos participan en él por igual,
y en el Commonwealth, dado que él está enteramente concentrado en las manos del
390
Rancière, J., 1996: 93. soberano. (Un poder que es total o un poder que está igualmente repartido entre todos
391
Aristóteles: Política, II, 1261 b 1. los miembros de la comunidad no es de ningún modo un poder). De tal modo, si bien
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la parte de los sin parte. Así, la politicidad solo existe por la alienación a sí mismo como fondo primero y último de la del pueblo consigo
inicial y total de una libertad que es únicamente la de los individuos. mismo398.
La libertad no podría existir como parte de los sin parte, como la Como Hegel, Rancière considera al terror como una consecuencia
propiedad vacía de algún sujeto político. Debe ser todo o nada. Solo necesaria de la contradicción entre el principio de soberanía del pueblo
puede existir de dos formas: como propiedad de los puros individuos y la individualidad como sujeto irreductible de la libertad.
asociales o en su alienación radical como soberanía del soberano396. Tocqueville actualiza399 el pensamiento parapolítico en el siglo XIX,
Rancière señala que Hobbes ‘inventa’ una naturaleza humana indivi- buscando realizar un orden ‘policial’ que lleve al fin de la política. Desde
dual cuyo correlato es la soberanía absoluta, con la finalidad de excluir esta perspectiva, la realización del programa aristotélico no se logra por
o eliminar “la disputa de las partes y sus partes”, pero agregando un medio de una clase social (clase media) sino mediante cierto estado social
nuevo litigio que relaciona a cada individuo con el todo soberano. Con que promueva la igualación de las condiciones. Esta nueva sociabilidad
Hobbes la igualdad se constituye como el principio último de lo político, consigue la regulación de las relaciones entre lo político y lo social, entre
lo que supone que “no hay ningún principio natural de dominación de un lo público y lo privado: una sociabilidad autorregulada. La igualación de
hombre sobre otro”. En última instancia el orden social descansa sobre las condiciones asegura la pacificación de los afectos políticos mediante
la igualdad que es al mismo tiempo su ruina. una extensión ilimitada de las satisfacciones privadas. El término clave
Por un lado, la libertad se convirtió en lo propio de los individuos aquí es ‘costumbres suaves’, es decir, el apaciguamiento de las pasiones
como tales, (...) el título de cualquiera a poner en cuestión al Estado o violentas de la distancia.
a servir de prueba de la infidelidad de su principio. Por otro lado, el La consumación de la política para Tocqueville tiene un límite y una
pueblo, al que se trataba de suprimir en la tautología de la soberanía, condición. El límite, como en Aristóteles, se sitúa en el advenimiento del
aparecerá como el personaje que debe ser presupuesto para que la despotismo, de ese poder tutelar que domina pacíficamente, “dejando
alienación sea pensable y, en definitiva, como el verdadero sujeto de a la sociedad en su estado de igualdad, de satisfacción de lo privado y
la soberanía397. autorregulación de las pasiones”400. La condición es la existencia de una
Providencia o su secularización en la idea de Progreso y su actualiza-
Rancière coincide con la tesis de que la lucha contra la dominación
ción postmoderna en la que el sistema se vive como el medio ambiente
tiene lugar, en los comienzos de la modernidad en el ámbito de lo
natural.
jurídico-político:
La parapolítica es el intento de despolitizar la política, es decir, de
El derecho –dice-, cuya determinación filosófica se había producido traducirla a la lógica de la ‘policía’; se acepta el conflicto político, pero
para desatar el nudo de lo justo con el litigio, se convierte en el nuevo reformulándolo como una competencia, dentro del espacio representa-
nombre, el nombre por excelencia de la distorsión [política]. […]
Al denunciar los compromisos de la parapolítica aristotélica con la
sedición que amenaza el cuerpo social, y al descomponer al demos
en individuos, la parapolítica del contrato y la soberanía reabre una 398
Rancière, J., 1996: 105. Corchetes nuestros.
separación más radical que la vieja separación política de la parte 399
Rancière, J., 1996: 99.
tomada por el todo. Dispone la separación del hombre con respecto 400
“Un mundo en que todo el mundo tiene necesidad de todo el mundo, en el que está
Hobbes percibe implícitamente la distinción entre el significante vacío ‘orden en cuanto permitido todo cuanto se anuncie bajo el emblema del goce individual, en el que todo y
tal’ y orden factual impuesto por el soberano, como él reduce, a través del covenant, el todos se mezclan, y que sería el de la multiplicidad autopacificada. La razón se realizaría
primero al segundo, no puede pensar en ningún tipo de dialéctica o juego hegemónico allí en su forma menos expuesta: no en tanto disciplina permanentemente amenazada
entre los dos” (Laclau, E., Emancipación y diferencia, Buenos Aires, Ariel, 1996: 85-6. de trasgresión y deslegitimación por parte del hecho, sino en cuanto racionalidad
Énfasis del autor, subrayado nuestro). producida por el mismo desarrollo, por la autorregulación consensual de las pasiones.
Pluralidad; ese sería hoy el nombre del punto de concordancia, punto de utopía entre
396
Rancière, J., 1996: 101-2. Énfasis nuestro. la embriaguez de los placeres privados, la moral de la igualdad solidaria y la sabiduría
397
Rancière, J., 1996: 104-5. política republicana.” (Rancière, J., En los bordes…, p. 19.)
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cional, entre las partes/agentes reconocidos, que luchan por la ocupación en el seno del orden de la voluntad colectiva, racional y perfectamente
(temporaria) del lugar del poder401. transparente para sí mismo405.
Žižek406 concuerda con Rancière cuando señala que existen tres lógicas
(3) La metapolítica: Esta nueva figura señala una distorsión absoluta que de lo político: la patriarcal o del amo tradicional, la democrática, regida
arruina toda conducción política. Esa distorsión absoluta es lo social, que por el lugar vacío del poder, y la totalitaria. La primera basa su autoridad
convierte a la política en una ‘falsedad radical’. La verdad de la política en alguna razón trascendente o en el derecho divino [correspondiéndose
está por debajo o por detrás de la política, en lo que ésta la oculta (y no con la arquipolítica]. La segunda afirma que solo se puede contener o
está hecha sino para ocultar). armonizar una sociedad sostenida en el lugar vacío del poder regulando
La metapolítica es el discurso sobre la falsedad de la política que la acción común y sujetándola a instituciones [correspondiéndose con
viene a redoblar cada manifestación política del litigio, para probar la parapolítica]. La tercera (amo totalitario) solo es posible dentro del
su desconocimiento de su propia verdad al señalar en cada ocasión espacio abierto por la metapolítica. Ésta identifica el agente con el saber,
la distancia entre los nombres y las cosas, la distancia entre la enun- y esta identidad legitima la violencia totalitaria, la que sería diferente del
ciación de un logos del pueblo, del hombre o de la ciudadanía y la terrorismo jacobino (tal como lo describe y analiza Hegel407) y del terror
cuenta que se hace de ellos, distancia reveladora de una injusticia comunista leninista408.
fundamental, en sí misma idéntica a una mentira constitutiva. Si la A estas tres409 variantes de la filosofía política, entendida como “el
arquipolítica antigua proponía una medicina de la salud comunitaria, proyecto filosófico de realizar la política mediante su supresión” se contra-
la metapolítica moderna se presenta como una sintomatología que, en pone la política.
cada diferencia política, por ejemplo la del hombre y el ciudadano, Hay política desde el momento en que existe la esfera de apariencia
detecta un signo de no verdad402. de un sujeto pueblo del que lo propio es ser diferente de sí mismo.
La relación tensa entre la política y la metapolítica se pone en juego […] En política, un sujeto no tiene cuerpo consistente, es un actor
en la interpretación que hace Marx de la diferencia entre el hombre y intermitente que tiene momentos, lugares, apariciones, y del que
el ciudadano, entre el pueblo explotado y el pueblo soberano. La me- lo propio es inventar, en el doble sentido lógico y estético de estos
tapolítica denuncia en esta relación una identificación imposible y un 405
Cf. Žižek, S., 2001: 204-6.
encubrimiento ideológico403. El sistema jurídico, político e institucional 406
Para una introducción al pensamiento de Žižek, ver: http://filosofiasocial.wordpress.
se convierte en una mera democracia formal, que oculta y distorsiona la com/introduccion-al-pensamiento-de-zizek/
verdadera soberanía del pueblo404. 407
Cf. Etchegaray, R., 2000: 141-153.
En la metapolítica (el socialismo utópico, el marxismo y el liberalismo 408
Cf. Žižek. S., 2001: 208-9.
económico) el conflicto político se afirma sin reservas, pero como un 409
A las tres formas planteadas por Rancière, Žižek agrega una cuarta: “la versión más
teatro de sombras en el cual se despliegan acontecimientos cuyo lugar astuta y radical de la renegación (no mencionada por Rancière) es lo que me siento
tentado de denominar ultrapolítica: el intento de despolitizar el conflicto, llevándolo a
propio está en ‘otra escena’ (la de los procesos económicos); la meta final un extremo por medio de la militarización directa de la política, reformulándolo como
de la ‘verdadera’ política es entonces su autocancelación, la transforma- la guerra entre “nosotros” y “ellos”, nuestro “enemigo”, sin ninguna base común para el
ción de la ‘administración del pueblo’ en la ‘administración de las cosas’, conflicto simbólico; es profundamente sintomático que, en lugar de lucha de clases, la
derecha radical hable de guerra de clases (o de los sexos).”
E
stos cuatro casos tienen en común el intento de domesticar la dimensión propiamente
401
Cf. Žižek. S., 2001: 204-6. traumática de lo político: algo surgió en la antigua Grecia y tomó su nombre del demos
402
Rancière, J., 1996: 107-8. Énfasis nuestros. que exigía sus derechos, pero, desde el principio mismo (es decir, desde la República de
Platón) hasta la reciente reactivación de la “filosofía política” liberal, la “filosofía política”
403
Cf. Etchegaray, R.- Chorroarín, S. – Pac, A. – Erramouspe, P., ¿Cómo no sentirse así? ¡Si intentó suspender el potencial desestabilizador de lo político, renegarlo, regularlo, o
ese perro sigue allí! Sobre la permanencia de la ideología, Buenos Aires, Prometeo-UNLaM, ambas cosas, de un modo u otro; desde el principio se trató de provocar el retorno al
2009, pp. 25-70. cuerpo social prepolítico, fijando las reglas de la competencia política, etcétera, etcétera.”
404
Cf. Rancière, J., 1996: 113. (Žižek. S., 2001: 204-6).
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términos, argumentos y demostraciones para poner en relación la no del pueblo. (...) Es la introducción en el campo de la experiencia de un
relación y dar lugar al no lugar. [...] La demostración exhibe a la vez visible que modifica el régimen de lo visible”. Un ámbito donde se ma-
el texto igualitario y la relación desigualitaria410. nifiesta la ‘opinión pública’ por la ocupación del espacio público.
Rancière define la democracia en general como “el modo de sub- 2. El pueblo no se define por alguna propiedad particular (ética,
jetivación de la política, (...) el modo de lo que viene a interrumpir el sociológica, funcional) sino que es la institución de una parte de los
buen funcionamiento de ese orden a través de un dispositivo singular que no tienen parte. “La democracia es la institución de sujetos que no
de subjetivación”411. El dispositivo de subjetivación se resume en tres coinciden con las partes del Estado o la sociedad, sujetos flotantes que
aspectos: desajustan toda representación de los lugares y las partes”414. Rancière
1. La democracia se define por “la existencia de una esfera de aparien- sostiene que las formas de representación y los representantes proceden
cia412 (no entendida como ilusión ni como opuesta a lo real413) específica de las oligarquías. Las formas democráticas no son representativas sino
que los cargos y las funciones se cubren por sorteo415.
410
Rancière, J., 1996: 114-16. 3. El lugar de la apariencia del pueblo es el lugar de la conducción de
411
Rancière, J., 1996: 126. un litigio. No es un conflicto de intereses entre partes constituidas sino
412
“La apariencia, en efecto, y en particular la apariencia política, no es lo que oculta un conflicto sobre la cuenta misma de las partes.
la realidad sino lo que la duplica, lo que introduce en ella unos objetos litigiosos, unos
objetos cuyo modo de presentación no es homogéneo con el modo de existencia corrien- Las formas de la democracia son las formas de manifestación del dis-
te de los objetos que allí se identifican” (Rancière, J., 1996: 132). Žižek agrega que el positivo ternario, “de esta apariencia, de esta subjetivación no identitaria
concepto de apariencia no debe confundirse con el concepto postmoderno de simulacro. y de esta dirección del litigio”416. No se trata de un régimen de vida, ni de
“Hay apariencia cuando una parte no incluida en el todo del cuerpo social (o incluida/
excluida de un modo contra el cual protesta) simboliza su situación como un agravio,
un conjunto de instituciones, ni el equilibrio de los poderes. Las formas
sosteniendo contra las otras partes que ella representa la universalidad de la égaliberté. de la democracia son formas de constitución de la política entendida
[...] La apariencia no es entonces el dominio de los fenómenos, sino también el de esos como un modo específico de ser-juntos de los seres humanos. Las formas
‘momentos mágicos’ en los cuales otra dimensión, la dimensión noumenal, momentá-
neamente ‘aparece’ en (brilla a través de) algún fenómeno contingente/empírico. [....]
de la democracia se identifican con la institución de la política misma417.
Volvamos a Hegel: ‘Lo suprasensible es la aparición de la apariencia’ (...) significa también
que lo suprasensible solo es efectivo como apariencia redoblada, autorreflejada, auto- etcétera) y la realidad económica de explotación y dominación. Esta brecha entre la
rreferencial: lo suprasensible entra en la existencia con la apariencia de otra dimensión apariencia de igualdad y libertad, y, por otro lado, la realidad social de las diferencias
que interrumpe el orden normal y corriente de las apariencias como fenómenos” (Žižek, económicas, culturales y de otro tipo, puede interpretarse del modo ‘sintomático’ corriente
S., 2001: 213. En la página 214 se distinguen cuatro niveles de la apariencia: ilusión, (los derechos universales, la igualdad, la libertad y la democracia son sencillamente una
ficción simbólica, aparición de lo suprasensible, apariencia que llena el vacío). forma de expresión necesaria pero ilusoria de su contenido social concreto, el universo
La tolerancia postmoderna del multiculturalismo en realidad imposibilita, tal como ya de explotación y dominación de clases), o en el sentido mucho más subversivo de una
lo advertía Marcuse, el gesto de la politización propiamente dicha. “Una vez más vemos tensión en la cual la apariencia de égaliberté, precisamente, no es una ‘mera apariencia’,
confirmada la antigua regla hegeliana: el único modo de que una universalidad entre en sino que tiene una efectividad propia y puede poner en marcha el proceso de la rearti-
la existencia, el único modo de ‘ponerse como tal’, es adoptar la forma de su opuesto, culación de las prelaciones socioeconómicas reales, mediante su progresiva politización.
de lo que necesariamente aparece como un capricho ‘irracional’ excesivo”. (...) El único En este punto nos sentimos tentados a emplear una antigua expresión de Lévi-Strauss,
modo de contrarrestar esos estallidos excesivos irracionales consiste en encarar la cuestión ‘eficacia simbólica’: la apariencia de égaliberté es una ficción simbólica que, como tal,
que sigue forcluida a pesar de la lógica postpolítica omnímoda/tolerante, y actualizar esa posee una eficacia real propia” (Žižek, S., 2001: 211-2).
dimensión forcluida en algún nuevo modo de subjetivización política. [...] La situación 414
Ibídem.
se politiza cuando esa demanda particular comienza a funcionar como condensación
metafórica de la oposición global a ‘ellos’, a quienes están en el poder, de modo que la
415
Este mecanismo es el único que puede garantizar la igualdad de cualquiera con
protesta deja de referirse solo a la demanda, para adquirir la dimensión universal que cualquiera. Sin él las elecciones remitirían necesariamente a la mayor capacidad o vir-
resuena en el reclamo particular. [...] La violencia étnica del skinhead neonazi no es ‘el tud (aristocracia) o al mayor poder (oligarquía). La democracia supone igualmente la
retorno de lo reprimido’ en la tolerancia multiculturalista liberal, sino que esta tolerancia renovación de autoridades sin posibilidad de reelección.
genera directamente esa violencia, que es su propio y verdadero rostro oculto” (Žižek, S., 416
Rancière, J., 1996: 127.
2001: 221-22). 417
La palabra democracia “fue primero un insulto inventado en la Grecia antigua por
413
“Pero volvamos al énfasis básico de Rancière en la ambigüedad radical de la concepción quienes veían en el innombrable gobierno de la multitud la destrucción de cualquier
marxista de la brecha entre la democracia formal (derechos humanos, libertad política, orden legítimo. Resultó sinónimo de abominación para todos cuantos pensaban que el
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

La post-democracia, en cambio, es reducible al mero juego de los dis- 8. Conclusión


positivos estatales y las armonizaciones de energías e intereses sociales.
Es la práctica y el pensamiento de una adecuación total entre las formas Rancière responde al desafío planteado por la Escuela de Frankfurt
del Estado418 y el estado de las relaciones sociales. La post-democracia y el filósofo francés Michel Foucault, afrontando la dificultad de volver
implica la desaparición de la política, en tanto se habría logrado suprimir a conceptualizar la dominación, pero abandonando el término ‘poder’
el lugar de la manifestación pública del litigio419. (utilizado por Foucault) tanto como los conceptos utilizados por la tra-
Como señala Žižek, Rancière identifica el gesto singular de la subje- dición marxista (explotación, alienación, ideología, unidimensionalidad).
tivización política democrática como el núcleo de la tradición política Considera que estos términos no permiten pensar y comprender los
europea (negado por la filosofía política). Lo propiamente político es el aspectos constructivos, creativos y positivos de la acción y del discurso.
momento en que la negociación no aborda solo una demanda particular, Como los autores mencionados, Rancière tiene una clara conciencia de
sino que apunta a algo más, y comienza a funcionar como la condensación las relaciones entre el poder y el saber, entre la explotación y la ideología,
metafórica de la reestructuración global de todo el espacio social420. entre la acción y la palabra. Para evitar los equívocos derivados de las
discusiones anteriores, decide rescatar el término ‘política’ forjado en la
poder correspondía por derecho a quienes se hallaban destinados a él por su nacimiento época clásica, pero asignándole un significado novedoso, que incluye
o a quienes eran convocados a él por sus capacidades” (Rancière, J., 2006: 10). elementos de las concepciones clásicas y rasgos de las recientes teorías
418
“Todo Estado es oligárquico. […] Vivimos en Estados de derecho oligárquicos, es decir, del poder y de la dominación.
en Estados donde el poder de la oligarquía está delimitado por el doble reconocimiento de
la soberanía popular y de las libertades individuales” (Rancière, J., 2006: 103 y 106).
La dominación se identifica con una partición de lo sensible, que se
419
“Hoy en día, el Estado se legitima al declarar imposible a la política. Y esta demos-
manifiesta en las acciones y los discursos dentro del orden policial. Tal
tración de imposibilidad pasa por la demostración de su propia impotencia” (Rancière, partición puede comprenderse claramente en el discurso de los patricios
J., 1996: 139). romanos que enfrentan la rebelión de los plebeyos en el monte Aventino.
“¿No será necesario volver a ese momento inaugural en que la filosofía, para conjurar
el desorden del οχλοσ (ochlos) y el mal de la división, inventaba, para sí misma y para
“Estrictamente –dice Rancière-, [ese discurso] expresa el orden de lo
los políticos a venir, la política del fin de lo político? En ese punto primero la filosofía sensible que organiza su dominación, que es esta dominación”421.
se equivocaba, en cierto sentido, de mal radical, desconociendo la verdadera figura del En la antigüedad la dominación se confundió con el orden natural.
ochlos, que no es la turbulencia desordenada de lo múltiple, sino la reunión de odios A partir de la modernidad la dominación se ejerce mediante “una lógica
en torno a la pasión de lo Uno que excluye. […] En su principio el ochlos no es la pura
adición desordenada de los apetitos, sino la pasión del Uno que excluye - la aterradora de distribución de esferas de doble resorte”. Por un lado, separa la es-
reunión de los hombres aterrados - fera pública de la privada. Sobre esta base declara que la igualdad entre
“La democracia no es ni la autorregulación consensual de la pluralidad de pasiones de la los ‘hombres’ y los ‘ciudadanos’ concierne solamente a la esfera de lo
multitud de individuos ni el reino de la colectividad unificada por la ley y amparada por
las declaración de Derechos. En una sociedad habrá democracia siempre que el demos jurídico-político tal como se ha constituido (sin extenderse a lo social
exista como poder de división del ochlos. Ese poder de división se realiza a través de un o al trabajo y la propiedad). Ello implica, además, que la soberanía del
sistema histórico contingente de acontecimientos, discursos y prácticas, mediante las pueblo solo puede ser ejercida por sus representantes o gobernantes y
cuales una multitud cualquiera se declara y manifiesta como tal, denegando, al mismo
tiempo, su incorporación al Uno de una colectividad que distribuye rangos e identidades nunca por él mismo de manera directa422. Pero la separación es producida
(...). Para que haya democracia no es suficiente que la ley declare que los individuos solo para reunir mejor ambas esferas “bajo la ley oligárquica”. De allí que
son iguales y que la colectividad es dueña de sí misma. Es necesario, además, ese poder
del demos que no es ni la adición de los partenaires sociales ni la colección de las dife-
rencias, sino, todo lo contrario, el poder de deshacer los partenariats, las colecciones lización capitalista, (...) un gesto que socave la globalización capitalista desde el punto
y ordenaciones. Potencia de lo múltiple anónimo como tal que el genio de Platón ha de vista de la verdad universal” (Žižek, S., 2001: 229).
concebido con justeza como la rebelión de lo cardinal contra lo ordinal” (Rancière, J., 421
Rancière, J., 1996: 38. Énfasis nuestro.
En los bordes…, p. 28). 422
“La dominación efectúa un distingo entre lo público, que pertenece a todos, y lo pri-
420
“Hoy en día, más que nunca, hay que insistir en que el único camino abierto a la vado, donde reina la libertad de cada uno. Pero esta libertad de cada uno es la libertad,
emergencia de un acontecimiento es el que quiebra el círculo vicioso de la globalización- es decir, la dominación, de aquellos que detentan los poderes inmanentes a la sociedad.
con-particularización, (re)afirmando la dimensión de la universalidad contra la globa- Es el imperio de la ley de incremento de la riqueza” (Rancière, J., 2006: 83).
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la democracia o la política (que para Rancière son sinónimos) consista en ne sobre un fundamento que está siempre ausente. Siguiendo una línea
un doble movimiento dirigido a extender la igualdad jurídico-política a de pensamiento abierta por Nietzsche y Heidegger y desarrollada por
otros ámbitos de la vida común y a reafirmar la pertenencia de la esfera Foucault, Deleuze y Rorty, Rancière afirma que las bases de todo orden
pública a todos y a cualquiera. social son contingentes.
La democracia [o la política] no es ni esa forma de gobierno que Rancière sostiene que toda política presupone un acto de ruptura con
permite a la oligarquía reinar en nombre del pueblo, ni esa forma de el orden policial anterior que no puede sino ser violento. Sin embargo, se
sociedad regida por el poder de la mercancía. Es la acción que sin interesa más por comprender las lógicas diferentes que articulan el orden
cesar arranca a los gobiernos oligárquicos el monopolio de la vida pú- policial y la política que en la focalización de la ruptura. Por otra parte,
blica423, y a la riqueza, la omnipotencia sobre las vidas. Es la potencia se deshace del concepto de ‘revolución’, junto con los otros conceptos
que debe batirse, hoy más que nunca, contra la confusión de estos marxistas tradicionales, apropiándose del concepto althusseriano de rup-
poderes en una sola y misma ley de dominación. […] La democracia tura. Hay política cuando se produce una ruptura en la que se instituye
está tan desnuda en su relación con el poder de la riqueza como con una parte de los que no tienen parte. El orden social estructurado en un
el poder de la filiación, que hoy viene a secundarlo o a desafiarlo. sistema de diferencias se rige por una lógica que cuenta las partes como
No se funda en ninguna naturaleza de las cosas ni está garantizado meras partes, mientras que la política suspende el orden policial institu-
por ninguna forma institucional. No la acarrea ninguna necesidad yendo “la igualdad de unos seres parlantes cualesquiera”. La finalidad del
histórica y ella misma no es vehículo de ninguna. Solo se confía en orden policial es estructurar un sistema diferencial, en el que cada parte
la constancia de sus propios actos. Hay motivos para que la cosa dé ocupe el lugar que le corresponde. Se trata de un sistema que, como la
miedo, y por lo tanto odio, en quienes están habituados a ejercer el racionalidad unidimensional de Marcuse, disuelve el antagonismo y la
magisterio del pensamiento. Pero en los que saben compartir con contradicción, excluyendo la política (“negación dialéctica” en Marcuse).
cualquiera el poder igual de la inteligencia puede suscitar, a la inversa, El sistema policial se sostiene sobre un fundamento a diferencia de la
coraje y, por lo tanto, alegría424. institución de la política que se basa en la postulación de una igualdad
‘vacía’, ‘contingente’, carente de fundamento substancial. La política se
Desde esta perspectiva, la dominación y la política se oponen y se
sostiene en la institución de un litigio, en la instauración de una división.
excluyen. El objeto de la política es el desacuerdo, dado que produce
Rancière abandona no solamente los conceptos de ‘fundamento’ e
un efecto de desordenamiento del sistema y de desidentificación de los
‘ideología’, sino también el de ‘sujeto revolucionario’. Esta cuestión se
sujetos. Pero el concepto de la política no se circunscribe a la esfera del
desplaza al problema de los modos de subjetivación. De esta manera logra
Estado de derecho o del gobierno del Estado, ni en el sentido constitutivo
superar las aporías de la tradición marxista manifiestas en Marcuse y la
que tiene en los autores modernos anteriores a Marx ni en el significado
ausencia de respuestas satisfactorias (al menos sobre las condiciones de
restringido y secundario que tiene para los marxistas. Diferenciándose
surgimiento de un nuevo sujeto político) por parte de Foucault y Deleuze.
de las posiciones liberales para alinearse con los autores de la tradición
Como Laclau (según se verá en los capítulos siguientes), piensa que el
democrática, sostiene desde el comienzo que la política es la actividad
sistema policial al definir las partes, los aportes de las partes y su lugar
que tiene por objeto la igualdad.
en el todo, define también a los sujetos relacionados en ese conjunto
La distorsión da origen a la política y ésta tiene un efecto desnatura-
social y a sus posiciones y partes. La institución de una parte de los que
lizador y desclasificador. Mientras que el orden de la dominación parece
no tienen parte es al mismo tiempo la aparición de una subjetivación
sostenerse en un fundamento natural o trascendente, eterno o permanente,
nueva, no identificable en el campo de experiencia dado. Ni el demos, ni
la política pone de manifiesto que la comunidad o la sociedad se sostie-
los plebeyos rebelados en el monte Aventino, ni los burgueses de la Re-
423
[Nuestra nota] El orden oligárquico supone una suerte de privatización de lo público. volución Francesa, ni los proletarios de las luchas sociales del siglo XIX
A la inversa, la democracia implica una subordinación de lo privado a lo público. eran sujetos reconocidos e identificados como ‘parte’ de la comunidad
424
Rancière, J., 2006: 136-38.
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de su tiempo. La subjetivación es concebida como la mera cuenta de los siglo XIX forman parte de una técnica de saber-poder completamente
incontados. asimilada a los fines del panoptismo427; Rancière denuncia a la filosofía
¿Qué se entiende por dominación en este contexto teórico? ¿En qué política ‘oficial’ desde Platón hasta Althusser por no hacer otra cosa que
medida esta conceptualización supera los límites de las categorías tra- contribuir a justificar el orden de dominación policial. Si bien en la larga
dicionales denunciadas por los autores a los que se hizo referencia en historia de la filosofía política se han implementado diferentes ‘figuras’
los capítulos anteriores? Para Rancière la dominación se identifica con que articulan modos distintos de responder a la demanda de fundamento,
lo que llama ‘policía’, en oposición a la política que surge de la igualdad todas ellas suponen algo en común: la exclusión de la política, la supresión
de cualquiera con cualquiera. En un apartado que lleva por título “la de la igualdad de todos con todos. Esto último conduce a la identificación de
comunidad de los iguales”, Rancière dice: la política con la democracia entendida no como un sistema de gobierno
Se puede así soñar una sociedad de emancipados que sería una sociedad ni como un sistema social, sino como la institución de la igualdad de los
de artistas. Tal sociedad rechazaría la división entre los que saben y los incontados con aquellos de los que hay cuenta. Los sujetos democráticos
que no saben, entre los que poseen y los que no poseen la propiedad de no se definen por alguna propiedad común o por un derecho igual, sino
la inteligencia. Dicha sociedad solo conocería espíritus activos: hombres por la “institución de la política misma”.
que hacen, que hablan de lo que hacen y que transforman así todas sus Al identificar la dominación con la policía y la política con la de-
obras en modos de sig­nificar la humanidad que existe tanto en ellos como mocracia, Rancière descuida la posibilidad de otras alternativas como,
en todos. Tales hombres sabrían que nadie nace con más inteligencia por ejemplo, el surgimiento de una política ‘fascista’. De allí que Laclau
que su vecino, que la superioridad que alguien declara es solamente advierta que “sería histórica y teóricamente erróneo pensar que una
el resultado de una apli­cación en utilizar las palabras tan encarnizada alternativa fascista se ubica enteramente en el área de lo contable. Para
como la aplicación de cualquier otro en manejar sus herra­mientas; que explorar la totalidad del sistema de alternativas es necesario dar un paso
la inferioridad de alguien es consecuencia de las circunstancias que no más, que Rancière hasta ahora no ha dado: explorar cuáles son las formas
le obligaron a seguir bus­cando425. de representación a las que puede dar lugar la incontabilidad”428. Laclau
se propone dar ese paso en su obra reciente, como se verá en el capítulo
Como Marcuse y Foucault, Rancière distingue el plano de la acción
siguiente. Además, según Laclau, la conceptualización que Rancière hace
y el de la palabra, el de la práctica y el de la teoría. Pero, a diferencia de
de la dominación contiene cierta ambigüedad que se presta a la confusión
Marcuse, no cree que la ‘racionalidad unidimensional’ esté disolviendo
del plano óntico con el ontológico, en la que se mezcla la descripción
todas las contradicciones, al mismo tiempo que quita las bases para la
sociológica con la lógica política, principalmente cuando se utiliza la
crítica y la acción revolucionaria. No cree que la política se genere en
noción de ‘lucha de clases’429.
las contradicciones internas de un sistema de dominación, sino en la ins-
A diferencia de Laclau, Žižek entiende que Rancière identifica el orden
titución contingente de una parte de los que no tienen parte, que actúa
“corporativista/policial” con el fascismo, negando que se pueda hablar
y habla como si existiese y como si aportase algo. A diferencia de Foucault,
de política fascista. Sin embargo, advierte que en esta postura hay “una
no cree que la política se pueda identificar con el poder ni con una mera
lógica que incluye de antemano su propio fracaso”430, porque se apega a
resistencia, sino con la apertura de un espacio inédito, en el que actúan y
hablan sujetos antes inexistentes, efectuando cuentas de lo incontable. 427
Cf. Foucault, M., La verdad y las formas jurídicas, México, Editorial Gedisa, 1986, pp.
134-136; Drucker, P., La sociedad poscapitalista, Buenos Aires, Editorial Sudamericana,
A semejanza de Marcuse, que denuncia una ciencia operativa e ins- 1993, pp. 33-39.
trumental que ignora el sentido, lo subjetivo y la historia426; a semejanza 428
Laclau, E., 2005, p. 306. Curiosamente, Žižek le hace la misma crítica a Laclau,
de Foucault, que describe cómo las ciencias sociales surgidas a fines del señalando que su teoría de la hegemonía “funciona como una herramienta conceptual
neutra para explicar toda formación ideológica” [no solamente la política socialista] (en
425
Rancière, J., El maestro ignorante. Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual, Bar- Butler, J. et alia, 2003: 232).
celona, Editorial Laertes, 2003, p. 31. 429
Cf. Laclau, E., 2005: 307-8.
426
Cf. Marcuse, H., 1985, especialmente capítulos 6 y 7. 430
Žižek, S., 2001: 254.
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su carácter marginal. “Por lo tanto –concluye Žižek- mantiene una actitud Capítulo 4 El pueblo como sujeto de la
ambigua respecto de su opuesto político-ontológico, el orden policial
del ser: tiene que referirse a él, lo necesita como el gran enemigo (el ‘po- política
der’) que debe estar allí para que podamos emprender nuestra actividad
marginal/subversiva, pero la idea de realizar una total subversión de este
orden se descarta como protototalitaria”431.
Por último, al definir la política como esta ruptura radical del orden
dado, Rancière termina por reducirla a momentos de excepción, a aconteci-
mientos muy raros en el curso de la historia432 y al mismo tiempo excluye
del pensamiento político el conjunto de las relaciones ‘normales’ entre los
1. Introducción
agentes que pertenecerían al ámbito de la ‘policía’. No obstante, en varias Entre 1946 y 1955 Juan Domingo Perón, como presidente de la Repú-
oportunidades Rancière ha destacado la importancia de los proyectos al- blica Argentina, lidera una transformación profunda de la vida política y
ternativos que han creado nuevas formas de organización y nuevos tipos social del país en el marco de las instituciones democráticas y republicanas.
de subjetivación como en la Comuna de París o en mayo del 68. Dicho proceso se ve interrumpido por el golpe militar de 1955 que, luego
Rancière produce varios avances significativos en la conceptualización de tres años, da lugar a elecciones de las que el peronismo está proscripto.
y en el planteo del problema de la dominación. En primer lugar, le vuelve El gobierno iniciado por Frondizi y continuado por Guido e Illia, es de-
a otorgar una importancia central a la política que había sido relegada a rrumbado por un nuevo golpe militar liderado por el general Juan Carlos
un lugar secundario por las tradiciones marxista y liberal. En segundo Onganía en 1966. En este contexto, John William Cooke433 escribe un
lugar, hace posible la superación de las aporías derivadas de las nocio-
nes de fundamento, totalidad, estructura, alienación, ideología y sujeto. 433
“John William Cooke nació en La Plata el 14 de noviembre de 1919, en una familia
En tercer lugar, su comprensión de la política y de la filosofía política irlandesa, lo cual explica su ‘John William’. Cursó estudios de Derecho, recibiéndose de
abogado en la Universidad de La Plata.
posibilita una reinterpretación de la historia de ambas. Por último, la Su padre -Juan I. Cooke- fue un importante dirigente del radicalismo, del cual se apartó para
crítica de la noción de fundamento y la insistencia en los conceptos de colaborar con el gobierno del General Farell, como Ministro de Relaciones Exteriores y Culto
contingencia y universalidad, permitirán pensar de otra manera las lógicas en 1945. Como secretario de su padre, John realizó sus primeras experiencias políticas.
En las elecciones de 1946, resultó elegido diputado nacional, siendo el más joven del
de lo político, como se verá en los próximos capítulos. bloque peronista, por lo cual recibe el apodo de ‘El Bebe’. Ejerció el cargo durante cuatro
años, destacándose como uno de los legisladores más capaces, tanto en sus informes,
como en las polémicas con la banca opositora. En los enfervorizados debates de la época
que dan paso a las nacionalizaciones, Cooke asumió una postura clara y determinante:
‘La economía no ha sido nunca libre. O se la dirige y controla por el Estado en beneficio
del Pueblo o la manejan los monopolios en perjuicio de la Nación’. Mantuvo una relación
directa y privilegiada con Eva Perón.
En 1952, vuelve al llano, dedicándose a sus labores profesionales y a la docencia en la
Universidad. En 1954, lanzó la revista De Frente con una clara posición nacional, aunque
mantiene independencia respecto al gobierno al cual apoyó sin acallar sus diferencias
de opinión.
Cuando se produjo el levantamiento del 16 de junio de 1955, no vaciló en concurrir
431
Ibídem. Énfasis nuestro. a la Plaza de Mayo, bombardeada por los aviones navales y allí, parapetándose detrás
432
“Eso quiere decir que no siempre hay política. Incluso la hay pocas y raras veces” de una estatua, hizo fuego contra los marinos que pretendían avanzar hacia la Casa de
(Rancière, J., 1996: 31). “Si la política es el trazado de una diferencia evanescente en la Gobierno.
distribución de las partes sociales, entonces su existencia no es de ninguna manera necesaria. Esta actitud reveló una de las condiciones de Cooke: hombre de ideas, docente y gran
Por el contrario, la política sucede siempre como un accidente recurrente en la historia de polemista es, al mismo tiempo, hombre de acción.
las formas de la dominación. El objeto esencial del litigio político es la existencia misma Días después, el General Perón lo designó Interventor en el Partido Justicialista de la
de la política” (Rancière, J., 11 Tesis sobre la política, Tesis 7. Énfasis en el original). Capital Federal para reorganizar y movilizar a los partidarios. Hace saber su opinión: ‘la
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informe a las bases del movimiento peronista, en el que se ve obligado a la situación excepcional que afronta la encrucijada argentina. Con el objeto
reelaborar las categorías políticas tradicionales, para poder dar cuenta de de lograr su objetivo y ser comprendido, se vale de conceptos y catego-
rías conocidas por los dirigentes y militantes del movimiento peronista,
revolución peronista debe profundizarse o será derrotada. Y si se decide profundizarla
hay que tomar los recaudos necesarios para aniquilar la respuesta oligárquica’. apelando para ello a tres fuentes principales: las categorías históricas de la
Producido el golpe del 16 de septiembre, es uno de los primeros dirigentes que se contacta, tradición nacionalista, los conceptos económico-políticos de la tradición
por carta con Perón, por entonces exilado en Paraguay. Al mismo tiempo, constituye, el marxista (principalmente, de Lenin) y las ideas plasmadas en la doctrina
Comando Nacional de la Resistencia. Pero, a mediados de octubre de 1955, cae detenido
y lo conducen a la Penitenciaría de la calle, Las Heras, luego lo trasladan a Ushuaia y justicialista, desarrolladas a través de la experiencia histórica en el gobierno
de ahí a Caseros y nuevamente a Ushuaia, Las Heras y Caseros. Su último destino fue la y en la ‘resistencia’434. Lo novedoso del enfoque de Cooke se evidencia en
cárcel de Río Gallegos, donde el 17 de marzo de 1957, junto con Jorge Antonio, Héctor la resignificación de estas categorías para poder dar cuenta de un contexto
Cámpora, Guillermo P. Kelly y otros compañeros, logran fugar a Chile.
En esa época, ya Perón lo ha designado su delegado y más aún, es la única oportunidad histórico inédito, que no había sido objeto de reflexión teórica en ninguna
en que el líder informa a sus bases que, en el caso de su muerte, este delegado debe de las tradiciones nombradas.
ocupar su lugar en la conducción del movimiento. El objetivo de este capítulo es comprender los aportes que el pensa-
Permanece en Chile varios meses. Desde allí, intensifica su labor de vínculos y articulación
de diversos grupos de ‘la resistencia’ así como también recibe a representantes de Arturo miento de Cooke introduce tanto en la teoría como en la práctica, en la
Frondizi que le proponen una alianza para las próximas elecciones. ciencia de la política como en las investigaciones históricas, y apreciar
En diciembre de 1957, viajó a Caracas donde, de acuerdo con las indicaciones de Perón, las formas en que pueden aportar una nueva luz a la intelección de la
mantiene varias conversaciones con Rogelio Frigerio, representante de Frondizi, para
establecer las condiciones del pacto Perón – Frondizi, que se firmó poco después. situación actual.
En enero de 1958, Cooke se instaló en Montevideo, para vivir de cerca el proceso electoral Paul Ricoeur señala que la investigación hermenéutica apunta en
que culmina el 23 de febrero con el triunfo de la fórmula del Frente Nacional y Popular: una doble dirección435. Por un lado, se trata de hacer inteligible la es-
Frondizi – Gómez. Una vez en el poder Frondizi traiciona el pacto.
En enero de 1959, Cooke, apoyó el movimiento de los trabajadores del Frigorífico Mu- tructura interna de un texto o un pensamiento. Dicho análisis puede,
nicipal ‘Lisandro de la Torre’, liderado por Sebastián Borro, en contra de la privatización e incluso debe, prescindir de las relaciones del texto con el contexto
e intentó convertirlo en huelga general revolucionaria para tomar el poder, pero fracasó tanto objetivo como subjetivo, es decir, de las relaciones del texto con
en ese objetivo.
En los primeros meses de 1959, Perón giró su táctica, hacia una posición negociadora,
el mundo y con los sujetos (autor y lector). Por otro lado, este análisis
abandonando, el planteo insurreccional que Cooke venía sosteniendo desde ‘la resistencia’, propiamente estructural debe dar lugar a la pregunta por el sentido
lo cual provoca el gradual desplazamiento del ‘Bebe’, como delegado. del texto para nosotros, es decir, para el contexto del mundo en el que
En abril de 1960, viajó a Cuba, con motivo de una reunión latinoamericana, decidiendo
quedarse, junto a su compañera Alicia Eguren, consustanciados ambos con el proceso
vivimos los actores del presente. Este doble interés de la hermenéutica
revolucionario que se desarrollaba en la isla. En esa época, Cooke entabló una profunda alienta investigaciones que se proponen, en primer lugar, hacer inteligible
amistad con el Che. Poco más tarde le sugiere a Perón la residencia en Cuba, por invi- un pensamiento y, en segundo lugar, desentrañar sus relaciones con la
tación de Fidel Castro, pero el General no lo considera oportuno. situación contemporánea, puesto que el sentido del texto solo se hace
En diciembre de 1963, Cooke regresó a la Argentina. En agosto de 1964, con motivo del
operativo ‘retorno de Perón’ restableció una correspondencia normal con el líder, que
se había tornado muy esporádica en los últimos tiempos. Se manifestaba cada vez más
crítico con la dirigencia local del peronismo. En 1966, con motivo del golpe militar que derrocó al Presidente Arturo Illia, Cooke
En 1965, publicó Apuntes para la militancia, incursionando en la historia para dar orienta- escribió su Informe a las bases, uno de sus documentos políticos más importantes. En
ción a las bases juveniles del movimiento. Hacia fines de ese año, en su correspondencia sus últimos años viajó periódicamente a La Habana.
con el General, manifiesta desacuerdo con la táctica de ‘bendecir a todos’, pues entiende A fines de 1967, publicó La revolución y el peronismo, ya tomado por el cáncer. Muere en
que ello amplía al movimiento pero a costa de su combatividad revolucionaria. En opinión el Hospital de Clínicas el 19 de septiembre de 1968” (Fuente: http://www.ellospensaron.
de Cooke, el peronismo debe desembarazarse de sus sectores burgueses, eclesiásticos y com.ar/john-william-cooke/).
militares pues nada aportan y convertirse en un claro programa revolucionario. Perón,
en cambio, sustentó una táctica dirigida a aislar a la oligarquía aliada al imperialismo,
434
Más de una década antes de las investigaciones de Foucault, el peronismo había
para lo cual cree necesario constituir un frente muy amplio evitando que burguesía, inventado y utilizado el concepto de ‘resistencia’ para expresar las múltiples acciones
Ejército e Iglesia se sumen al frente oligárquico-imperialista. En esta correspondencia, el cotidianas por las que las masas desalojadas del ‘poder’ se hacen ver y oír en el escenario
‘Bebe’ manifiesta no solo lucidez en la argumentación sino también un gran coraje para de las luchas contra el ‘régimen’.
confrontar con el líder del movimiento. 435
Ricoeur, P., Del texto a la acción, Buenos Aires, F. C. E., 2001.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

comprensible al vincularlo con nuestro propio contexto histórico y con Este capítulo se propone dar algunos pasos en esta dirección, comen-
los actores presentes. zando por la pregunta por los sentidos de la historia y avanzando hacia
Se ha avanzado poco en los estudios sobre el pensamiento de J. W. una nueva conciencia de lo político.
Cooke, tanto en la primera dirección como en la segunda436. El hecho
de haber sido un hombre comprometido con la lucha política y orga-
2. Los sentidos de la historia
nizativa durante toda su vida, ha inclinado las investigaciones hacia las
circunstancias históricas y coyunturales. Los estudios sobre el pensamiento En todas las épocas se pueden encontrar autores que han adoptado
de Cooke están lejos de poder responder a las preguntas teóricas fun- actitudes fatalistas ante los hechos históricos. La antigüedad greco-latina,
damentales en todo pensador de magnitud, como: ¿Qué es la política? tomando el modelo del conocimiento natural para aplicarlo a las acciones
¿Cuál es el fin de la política? ¿Quién es el sujeto de la política? ¿Cómo se humanas, concibió la historia según el curso cíclico del año solar. Los
establecen las relaciones de mando y obediencia y hasta qué punto son historiadores de la antigüedad imaginaron una matriz circular, repetitiva
aceptables? ¿Cómo se establecen las relaciones de liderazgo y hasta qué e inexorable que regulaba fatalmente los acontecimientos más allá o a
punto son legítimas? ¿Hay un fundamento de la sociedad? Y si lo hay, pesar de la inteligencia y las voluntades puestas en juego. Se conside-
¿cuál es? ¿Cuál es la relación entre la teoría y la acción política? ¿Cuál raba que, en última instancia, el destino gobernaba los acontecimientos
es el vínculo entre la política y la historia? La teoría política ¿parte de humanos sin que los mortales pudieran manejarlo o torcerlo. Con la
principios fundamentales? Si lo hace, ¿cuáles son esos principios? ¿Cómo expansión del cristianismo se fue transformando la concepción de la
se integran las ideas centrales del pensamiento político moderno (como historia, la que pasó a identificarse con la historia de salvación. Con la
libertad, igualdad, justicia, etc.) en la teoría? ¿Hay alguna prioridad entre nueva concepción se hizo manifiesto el sentido de los acontecimientos
ellas? A estas preguntas más generales, se agregan otras más específicas, y su finalidad redentora. Con todo, fueron los pensadores modernos los
como: ¿El peronismo es la integración de los trabajadores al sistema de que dieron los primeros pasos para concebir una historia no sujeta a los
poder437 o es un movimiento revolucionario438? ¿Puede haber una ciencia designios fatales de Dios o del destino, sosteniendo la libertad natural
social objetiva? ¿Puede haber una ciencia del movimiento social? ¿Es el de todos los hombres. Sin embargo, este mismo principio de libertad
peronismo un ejemplo de populismo, de fascismo o expresa algo nuevo puso en entredicho a las teorías que pretendían dar cuenta de la historia
en la historia? ¿Cuáles son las categorías que hacen posible la comprensión científicamente, pues lo que no está sujeto a determinación no puede ser
del peronismo como objeto de conocimiento y como sujeto histórico- objeto de conocimiento. Los esfuerzos posteriores, sobre todo durante
político? A estos problemas teóricos generales, Cooke agrega preguntas el siglo XIX, apuntaron a descubrir y a hacer manifiesto algún factor
de orden práctico, pragmático y organizativo: ¿cómo convertir el número determinante que permitiera la comprensión de las acciones humanas
en fuerza? ¿cómo tomar el gobierno y cómo evitar ser desalojado de él? según los cánones del conocimiento científico riguroso. Así surgieron
y ¿cómo orientar el poder popular? los determinismos modernos como el economicismo o el materialismo
histórico y las teorías fatalistas a ellos ligadas.
Cooke se apropia de algunas categorías construidas en la tradición
436
En su Introducción al libro de Gillespie sobre Cooke, Amanda Peralta advierte que del marxismo, pero no adopta una postura determinista o fatalista res-
“poco se ha escrito en la Argentina sobre este tema, apenas algunos artículos periodísticos, pecto de la historia. Por eso señala que los que confían en que “pese a
hechos fundamentalmente con la intención de recordar y homenajear a Cooke” (Gillespie, todos los obstáculos, a la larga el pueblo vencerá”439, se engañan en su
R., J. W. Cooke: El Peronismo alternativo, Buenos Aires, Editorial Cántaro, 1989, p. 5).
confianza. No niega que ello pueda ocurrir, incluso espera y confía en que
437
El problema de la integración de los trabajadores al sistema de poder ya fue planteado
en los capítulos anteriores desde la perspectiva de Marcuse y de Foucault. ello ocurra, pero no se puede esperarlo como resultado fatal e inevitable del
438
La caracterización de la política como ruptura y como emergencia de una “parte de destino, de la voluntad de Dios o de algún otro factor determinante. La
los que no tienen parte” fue desarrollada en el capítulo anterior a partir de la obra de
Rancière. 439
Cooke, J. W.: Apuntes para la militancia, Buenos Aires, Schapire Editor, 1972, p. 27.
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historia futura depende de las condiciones actuales440 y de las acciones ser para ellos. Esos son peligrosos, nunca llegan lejos y se matan solos
de los hombres en el presente. Ser optimista o pesimista sobre la base de en el camino. No han sido capaces de desprenderse de ese cincuenta
algún determinismo es engañarse. Sin embargo, tampoco es sostenible por ciento, e ignoran que en política, como en todo, ‘el que mucho
la posición diametralmente opuesta al determinismo histórico, a la que abarca poco aprieta’”442.
se podría llamar ‘voluntarismo’ o ‘espontaneísmo’. Cooke no piensa que Las clases dominantes creyeron que el peronismo era una contingencia
la voluntad libre del hombre sea ilimitada o incondicionada, ni cree que fugaz y que se iba a disolver tan pronto como perdieran el gobierno del
pueda hacerse lo que se quiera en el momento en que se lo quiera. Piensa Estado, pero se equivocaron como prueban los hechos posteriores al
en un punto intermedio entre hacer todo lo que se quiere y no hacer golpe de 1955. Al no poder explicar la persistencia del movimiento se
nada de lo que se quiere. vieron obligados a recurrir a fatalismos del destino o a la irracionalidad
Es innegable la similitud de las concepciones de Maquiavelo, Perón mágica o ‘milagrera’. No solo las clases dominantes han caído en las ex-
y Cooke en este punto: plicaciones fantásticas, también lo han hecho algunos hombres dentro
No ignoro que muchos creen y han creído –escribe Maquiavelo- que del peronismo a los que Cooke llama ‘burócratas’.
las cosas del mundo están regidas por la fortuna y por Dios, de tal El siglo XVIII europeo ha sido llamado ‘el siglo de las luces’ porque su
modo que los hombres más prudentes no pueden modificarlas; y, más desarrollo ha supuesto una convicción que se fue arraigando progresiva-
aún, que no tienen remedio alguno contra ellas. De lo cual podrían mente. Sus protagonistas creyeron que las ‘luces’ de la razón permitirían
deducir que no vale la pena fatigarse mucho en las cosas, y que es reconstituir el orden de la sociedad y el curso de la historia, superando
mejor dejarse gobernar por la suerte. Esta opinión ha gozado de la irracionalidad de los sistemas anteriores sostenidos en las leyes divi-
mayor crédito en nuestros tiempos por los cambios extraordinarios, nas reveladas a los hombres, en los lazos de sangre o en las tradiciones
fuera de toda conjetura humana, que se han visto y se ven todos los sostenidas por mitos arcaicos. Pensaron que si la razón había dado un
días. Y yo, pensando alguna vez en ello, me he sentido algo inclina- fundamento a la ciencia y una legalidad a la técnica, haciendo posible
do a compartir el mismo parecer. Sin embargo, y a fin de que no se el dominio de la naturaleza, podría también dar sustento a un orden
desvanezca nuestro libre albedrío, acepto por cierto que la fortuna sea social y político más justo y conferir un sentido a la historia. La ciencia
juez de la mitad de nuestras acciones, pero que nos deja gobernar la natural se sostenía en principios simples, claros y distintos y lo mismo
otra mitad, o poco menos441. podía esperarse de las ciencias humanas y de la historia. Así surgió la
Por su parte, dice J. D. Perón: idea de progreso, entendida como la marcha inexorable de la historia
hacia una mayor racionalidad y, consecuentemente, hacia una mayor
Algunos creen que gobernar o conducir es hacer siempre lo que uno
libertad. Cooke no comparte los supuestos de la concepción iluminista
quiere. Grave error. En el gobierno, para que uno pueda hacer el
de la historia. Por el contrario, sostiene que “la historia no es nítida ni
cincuenta por ciento de lo que uno quiere, ha de permitir que los
lineal ni simple”443.
demás hagan el otro cincuenta por ciento de lo que ellos quieren.
Cooke piensa que la historia se ordena en épocas, en mundos his-
Hay que tener la habilidad para que el cincuenta por ciento que le
tóricos, caracterizados por rasgos propios en los diversos planos: en lo
toque a uno sea lo fundamental. Los que son siempre amigos de ha-
cultural, en lo moral, en lo jurídico, en los derechos. La burguesía, por
cer su voluntad terminan por no hacerla en manera alguna. Ustedes
ejemplo, está atada a un mundo en decadencia y no puede aspirar a otra
han de haber visto esto entre los mismos compañeros. Hay algunos
cosa que a extender su agonía. No obstante, ello podría prorrogarse por
voluntariosos, que siempre quieren imponer su voluntad, que nunca
mucho tiempo más, si no se actúa para acelerar el proceso. Los traba-
transigen con los otros. Si trabajan en su circunscripción, todo ha de
jadores, por el contrario, solo pueden esperar algo del mundo futuro,
440
Hay que tener presente, sin embargo, que existen ciertas “condiciones persistentes”,
como las señaladas en Cooke, J. W., 1972: 29. 442
Perón, J., Conducción política, Buenos Aires, Ediciones Mundo Peronista, 1952, p. 32.
441
Maquiavelo, N.: El príncipe, capítulo XXV. 443
Cooke, J. W., 1972: 28.
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porque su realidad presente consiste en sufrir los peores efectos de la los datos de la realidad contemporánea y presentar conclusiones que
crisis: “deterioro de su nivel de vida y de las condiciones de trabajo, aclaren su sentido, extraer y generalizar las enseñanzas que deja la
desempleo, superexplotación, exacerbación de la saña represiva ante acción colectiva; tareas sin las cuales no se perfeccionan las formas
sus reclamos”444. organizativas y de combate447.
La encrucijada del presente requiere una comprensión de la historia La teoría es una herramienta para la lucha política. Pero la acción es
que ha conducido al presente para tomar conciencia cabal de la propia también la fuente y el objeto de la teoría. Entre la teoría y la praxis hay
identidad y de las fuerzas antagónicas. De allí que el capítulo II de los una relación dialéctica448. También hay una relación dialéctica entre las
Apuntes esté dedicado a la interpretación de la historia argentina. Cooke dimensiones temporales de la acción, entre el pasado, el presente y el
relee la historia desde las luchas del presente y resignifica el presente futuro. La acción es siempre acción histórica y no debe perder sus di-
desde la historia. El presente está signado por las luchas de la ‘resistencia’ mensiones temporales si no quiere extraviar al mismo tiempo los rasgos
del movimiento peronista. Desde ese preciso momento y lugar hay que que la identifican.
interpretar los hechos significativos del pasado. El acontecimiento inmediatamente anterior que enmarca la compren-
En Cooke –señala J. P. Feinmann-, la historia es revisada desde el sión del presente histórico es el golpe de Estado de 1955, que “permitió a
peronismo y el peronismo es visto desde la historia. ‘Para saber cuáles la minoría explotadora ocupar económica y políticamente el país”449. Sin
son nuestras fallas y llegar a sus causas (escribe Cooke) hay que tener embargo, a diferencia de las etapas anteriores de la historia, los golpistas
una visión global de la Argentina (...) Y, dentro de ese marco histórico, no lograron recolonizar ‘culturalmente’ al país, y éste es el signo distintivo de
examinar el significado del peronismo, con qué tendencias sociales es la etapa presente. Desde la época de la independencia se enfrentaron dos
irreductiblemente antagónico, qué políticas lo condenarán a frustrarse corrientes: una, identificada con “el puerto de Buenos Aires, cosmopolita,
y cuáles sirven al objeto de realizarnos como destino nacional’.445 librecambista, vehículo de ideas e intereses que convenían a Europa y
Aquí aparece claramente una concepción de la historiografía como trataban de imponer al resto del país”, la otra, “nacionalista popular, que
herramienta para el trabajo político. Revisar el pasado es una forma veía al país en su conjunto y como parte de la unidad latinoamericana”450.
de militancia en la medida en que contribuye a clarificar nuestra Este enfrentamiento se liquidó en febrero de 1852 (un poco más de un
práctica presente: la historiografía se convierte así en instrumento siglo antes del golpe contra el peronismo), cuando Urquiza se retiró de
para la liberación. Lejos de todo academicismo, pero lejos también de Caseros y Mitre se proclamó vencedor. Cooke señala que a partir de
todo burdo pragmatismo, la idea central de estas tesis es la de que solo entonces los antagonismos no pondrían ya en cuestión “la estructura
desde la militancia política el pasado se torna inteligible, como así semicolonial que a su vez fija el marco cultural en que se desarrolla la
también es fundamental el adecuado encuadramiento de las luchas lucha política”451. Esta condición se sintetiza muy claramente en una
actuales en un marco histórico totalizador.446 cita de Mitre que Cooke pone como segundo epígrafe del capítulo II de
La teoría debe aportar ‘una visión global de la Argentina’, ‘un marco los Apuntes: “¿Cuál es la fuerza que impulsa ese progreso? Señores: ¡es
histórico’ que haga comprensible la situación concreta en la que se realiza el capital inglés!”. Desde Caseros la dominación política y económica
la acción y que la inscriba en una dirección.
447
Cooke, J. W., 1972: 21.
Una de las funciones inexcusables de cualquier dirección [política] es 448
Lo que aquí se caracteriza como una relación dialéctica entre la teoría y la praxis,
extender y ahondar ese conocimiento directo, elaborar críticamente también puede ser interpretado como una genealogía en sentido foucaultiano: la utili-
zación de la historia con fines políticos por Cooke es similar al elogio foucaultiano del
444
Cooke, J. W., 1972: 28. historicismo político. Cf. Foucault, M.: Defender la sociedad. Curso en el Collège de France
(1975-1976) (Fontana, A. y Bertani, M., eds.), Buenos Aires, F. C. E., 2001.
445
Cooke: Apuntes para la Militancia, Buenos Aires, Schapire, 1972, p. 22 [citado por
Feinmann].
449
Cooke, J. W., 1972: 41.
446
Feinmann, J. P.: El peronismo y la primacía de la política, Buenos Aires, Cimarrón, 1974,
450
Cooke, J. W., 1972: 41.
pp. 8-9. Énfasis en el original. 451
Cooke, J. W., 1972: 41.
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implicó el dominio cultural, ya que la minoría portuaria dominante perialismo es tanto un hecho técnico-económico como cultural”454. Lo que
impuso coactivamente un sistema de valores sobre el que se integraba la caracteriza a la minoría portuaria posterior a Caseros no es la integración
sociedad. Éste ha sido el gran logro de aquella oligarquía: la imposición al mercado capitalista sino la colonización ideológica y cultural que convirtió
de una ideología que sirve como resguardo último ante virtuales derrotas al liberalismo en el dogma universal y eterno, difundido uniformemente
políticas o económicas circunstanciales. Cualquier intento de cuestionar en todos los sectores sociales. Así, “la dependencia económica aseguró
esta ideología fue violentamente reprimido como un rebrote de la barbarie la esclavitud mental”455. Desde estas premisas es posible descubrir una
que no podía conducir sino a la desintegración de la sociedad. analogía entre el rosismo y el peronismo: ambos intentaron marchar
Contra esta base cultural e ideológica se alzó el peronismo. Si se quiere hacia un capitalismo independiente, logrando cierta autonomía cultural,
comprender qué ha sido y qué es el peronismo, por lo tanto, “es preciso ideológica y política; ambos procesos abortaron al cambiar el contexto
considerar primero esas estructuras contra las cuales se alzó”452. Cooke global y acentuarse las contradicciones internas tanto en el país como
reinterpreta toda la historia de la Argentina independiente, invirtiendo el en el movimiento nacional.
principio subyacente a la frase de Mitre citada en el epígrafe: “los intereses Cuando no se tiene en cuenta la interrelación dialéctica entre la teoría
foráneos tenían su aliado natural en la burguesía comercial de Buenos y la praxis y entre la praxis actual y la historia, se tiende a creer que los
Aires, dispuesta a enriquecerse como intermediaria de un comercio sin principios ideológicos son esencias atemporales o suprahistóricas que
restricciones en Europa y con el usufructo de las rentas de la Aduana pueden servir de marco en cualquier época y lugar. Así ocurre con el
de Buenos Aires”453. La ideología, los valores, los intereses y la política liberalismo.
del capitalismo británico enmarcan y sostienen todas las iniciativas de Los principios ideológicos del liberalismo –ideología de la clase bur-
la burguesía porteña. guesa durante el período cenital en las naciones adelantadas- eran
Esta tesis permite identificar las estructuras contra las cuales se alzó las consignas del desastre para un país que se hallaba en estadios
el peronismo, hace posible la comprensión de los rasgos esenciales de inferiores de desarrollo; su transplante servil nos dejó a merced del
este movimiento y sirve como premisa para reinterpretar el conjunto extranjero y nos deparó un siglo de economía deformada y tributaria,
de la historia nacional. Con esta premisa como base se obtiene una de empobrecimiento, de exacciones, de imposibilidad de desarrollo
clara identificación del enemigo del peronismo: el centralismo unitario autónomo456.
que eliminó a Mariano Moreno y rechazó a los diputados de la Banda
Las ideas y los principios que orientaron el progreso y el desarrollo
Oriental, abandonó a San Martín a su suerte, sancionó una Constitución
de las ‘naciones adelantadas’ producían efectos contrarios cuando se
aristocratizante, cedió a la política británica liberando navegación de los
intentaban aplicar en las naciones retrasadas en su desarrollo capitalista.
ríos interiores, contrajo, malgastó y devolvió con creces el empréstito
Así el liberalismo se convirtió en un dogma que impide comprender y apreciar
con Baring Brothers, etc. Si bien Rosas comenzó a dar pasos en dirección
las situaciones históricas concretas.
a un capitalismo independiente, el cambio en el contexto internacional
Cooke se contrapone al dogma liberal sosteniéndose en una cita de
posibilitó su derrota por la coalición de los estancieros con Inglaterra
Perón: “Más de un siglo de explotación y dominación colonial ha dejado
y Brasil.
un dolor oculto en el alma de la comunidad argentina y un sentido de
A partir de Caseros, sostiene Cooke, “la Argentina se incorporó al
rebelión libertaria”. ¿Cómo hay que entender esta cita? Para Cooke esto
proceso económico mundial, pero como mercado complementario del
quiere decir “que la lucha de clases en el seno de nuestra sociedad y la
capitalismo inglés. […] Zona marginal del centro capitalista inglés,
soberanía político-económica del país son partes de un mismo proceso
también debíamos ser dependencia ideológica y política. Es que el im-
indivisible, tanto ayer como hoy y que no puede hablarse de liberación
454
Cooke, J. W., 1972: 44. Énfasis nuestro.
452
Cooke, J. W., 1972: 42. 455
Cooke, J. W., 1972: 47.
453
Cooke, J. W., 1972: 42. 456
Cooke, J. W., 1972: 46.
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nacional si no se comprende cómo se da la lucha de clases en un mo- imperialista, lo que determinó una actitud pasiva ante los mecanismos
mento determinado”457. Con ello se señalan al mismo tiempo los errores de expoliación británicos. A ello se sumaron las “continuas vacilaciones,
complementarios de los marxistas, los liberales, los nacionalistas y los disparidades de criterio, contradicciones de conducta” que provocaron
socialistas que tienden a separar las luchas de clases de las luchas por la fallas importantes en la política económica y social.
liberación nacional, considerándolos procesos en sí mismos e indepen- Para Cooke, el defecto fundamental del yrigoyenismo consistió en
dientes uno del otro. mantenerse dentro de los mismos esquemas conceptuales de la oligarquía,
La batalla de Caseros representa una ruptura, además, en otro sentido: en compartir la misma ideología sin superarla463. Al proponerse “cumplir
a partir de entonces las mayorías quedaron excluidas de las luchas políticas lo que la oligarquía solo había declarado” (la Constitución) se mantuvo
en el país458. La exclusión de las masas se extenderá hasta la presiden- dentro de los mismos parámetros ideológicos al mismo tiempo que ase-
cia de Yrigoyen, quien rompe con el supuesto aceptado por las clases guró su caída. Cooke muestra cómo la historia de las repúblicas sudame-
minoritarias (aunque sin superar el principio ideológico básico459). El ricanas desde las guerras por la independencia ha sido una sucesión de
yrigoyenismo es rescatado como “un movimiento de masas” y como “una golpes militares y señala que esos hechos no son casuales o accidentales
afirmación de la voluntad nacional”460, que expresaba a sectores de la ni se deben a alguna incapacidad congénita o cultural de los pueblos
sociedad ‘frenados’ y ‘ahogados’ durante años. Eso explica “el vendaval de americanos sino que son una consecuencia necesaria de la incompatibi-
odio que levantó”461. Yrigoyen sintetizó ese antagonismo en términos de lidad de los intereses oligárquicos-imperialistas y la plena vigencia de los
la ‘Causa’ contra el ‘Régimen’. Cooke rescata esta consigna porque supo derechos democráticos constitucionales. Señala que las oligarquías tienen
ir más allá de las conceptualizaciones tradicionales que planteaban los muy claro que se deben priorizar sus intereses a la Constitución (que ellos
problemas en términos de la oposición entre los partidos. El yrigoyenis- mismos han impuesto) y que han recurrido a las represiones, al fraude,
mo dio un primer paso para concebir la realidad argentina en términos a las proscripciones y al golpe cada vez que aquellos intereses fueron
de movimiento y no de partido. Para utilizar los conceptos de Rancière amenazados. “Los partidos populares, en cambio, vacilan en arrasar esas
definidos en el capítulo anterior, podría decirse que la ‘Causa’ da nombre instituciones dado que ellas, aparentemente, aseguran el gobierno a las
a los innombrados y parte a los que no tienen parte: “a los hijos de los mayorías, se creen garantidos por sus mecanismos y quedan inermes ante
inmigrantes, a los restos de la tradición federal-autonomista, a las masas un enemigo que controla los centros reales de poder”464. El yrigoyenismo
bravías del interior y a gran parte del proletariado industrial naciente. sucumbió ante esta ilusión: creyeron que atándose y acatando las ‘formas’
[…] Con el yrigoyenismo advenían al poder fuerzas nuevas que traían constitucionales lograrían defenderse mejor contra fuerzas que nunca se
un estilo y un sentido propios”462. han ceñido a tales límites.
Del primer gobierno de Yrigoyen, Cooke rescata su orientación Una comprensión de la historia hubiese permitido al yrigoyenismo (en
nacionalista, su política internacional independiente y con sentido ese momento) y a los radicales (después de 1930) no reincidir en los
latinoamericanista, su neutralidad durante la Primera Guerra Mundial errores del pasado y superar los límites del ‘formalismo democrático’.
y la solidaridad con los pueblos atropellados por las potencias. Sin em- Pero el objetivo de Cooke no es puramente abstracto ni académico. No
bargo, el yrigoyenismo carecía de una visión general realista del problema busca hacer una crítica del pasado desde la perspectiva fácil del que
conoce los acontecimientos que siguieron a los años del gobierno de
457
Cooke, J. W., 1972: 48.
Yrigoyen, sino que quiere construir una teoría que oriente la lucha en
458
“La lucha política era entre minorías” (Cooke, J. W., 1972: 48).
el presente y en el futuro a partir de la comprensión de los sentidos de
459
“Pero aunque su política [la del yrigoyenismo] estuviese concebida como antítesis de
la del régimen al que tanto combatiera, no lo superaba ideológicamente (…) incorpo-
la historia. Las críticas a las limitaciones ideológicas del yrigoyenismo
rándose a los mismos esquemas conceptuales” (Cooke, J. W., 1972: 55). apuntan a una crítica del presente, en tanto las mismas deficiencias pueden
460
Cooke, J. W., 1972: 52. 463
“El partido [radical] no tenía conciencia del problema imperialista (no tenía conciencia
461
Ibídem. siquiera de que era un problema)” (Cooke, J. W., 1972: 71. Énfasis del autor).
462
Cooke, J. W., 1972: 52 y 55. Énfasis nuestro. 464
Ibídem. Énfasis nuestro.
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advertirse en muchos dirigentes del partido peronista y en la ‘burocracia’ definidos por las características del país en esa etapa. Cooke desestima
del movimiento. las críticas del marxismo teórico y abstracto que, basándose en una
Es que el imperialismo –explica Cooke- crea antagonismos internos interpretación lineal y simple de algunos textos canónicos (como la
que no pueden desenvolverse en el juego político limitado a ese marco Introducción general a la crítica de la economía política, citada más arriba)
legal y se resuelven en luchas armadas por el poder465. creen que en cada época hay un grupo ideal preconcebido destinado a
llevar adelante las tareas de la etapa de la evolución económico-social
Esta explicación parece transcribir simplemente el marco teórico de
que le corresponde. Lo que la teoría (incluyendo la comprensión de la
Marx a la situación particular argentina. La lectura del texto recuerda
historia) debe hacer es ver cómo se da “la lucha nacional y la lucha de
inmediatamente las conocidas tesis fundamentales del llamado ‘mate-
clases”468; es decir, el antagonismo imperialismo-nación y la lucha interna
rialismo histórico’:
a la nación entre las clases antagónicas, para juzgar desde esos marcos
En cierta fase de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de complementarios.
la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción Como la teoría es una herramienta para la política y no puede de-
existentes, o bien, lo que no es más que la expresión jurídica de sarrollarse sino a partir de las luchas de las masas469, la transición a
esto, con las relaciones de propiedad en el seno de las cuales se han concepciones políticas más adelantadas y claras solo hubiera podido
desenvuelto hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas realizarse, en ese momento histórico, dentro del radicalismo, “cosa que
productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre no ocurrió”470. Por lo demás, la cultura del país estaba recubierta “por
así una época de revolución social466. un manto de plomo” y las voces solitarias que escapaban a la ideología
Sin embargo, esa apariencia es falsa. Por un lado, Cooke desplaza el eje aportando algo nuevo eran inexorablemente excluidas de los círculos
del problema de la relación entre las fuerzas productivas y las relaciones de académicos y de los medios de comunicación. En teoría, los marxistas
producción a la relación entre el imperialismo y las fuerzas nacionales que deberían haber estado en condiciones de aportar elementos conceptua-
luchan por la liberación. En segundo lugar, Cooke, como hará también les para avanzar hacia una comprensión política nueva y superior; en la
Laclau, no habla de ‘contradicción’ sino de ‘antagonismo’. A diferencia de práctica, el Partido Socialista fue “el aliado más consecuente que siempre
la lectura determinista que deriva la contradicción de manera necesaria de tuvieron los conservadores”471, aportando una fundamentación ‘científica’
la estructura de la sociedad, el concepto de antagonismo hace referencia a los dogmas de la oligarquía472.
a una relación de lucha y de oposición que depende de factores contin- Después de analizar las posiciones de las distintas fuerzas políticas
gentes como la voluntad, la conciencia y la organización de los hombres durante la etapa yrigoyenista, Cooke cierra el segundo apartado del
y de las clases. En tercer lugar, las experiencias frustradas de la lucha de capítulo II de los Apuntes con las siguientes palabras:
la ‘resistencia’ y la experiencia exitosa de la Revolución Cubana fueron
conduciendo a Cooke a pensar también en alternativas de lucha armada 468
Cooke, J. W., 1972: 56.
para oponerse a la violencia sistemática467 de las oligarquías. 469
Cooke comparte con Marx y la Escuela de Frankfurt esta concepción por la cual la
Si bien son manifiestas las limitaciones y deficiencias del yrigoyenismo teoría revolucionaria debe encarnarse en las masas para ser efectiva.
por la composición heterogénea del movimiento y por la ambigüedad 470
Cooke, J. W., 1972: 57.
de su dirigencia, no hay que perder de vista que la situación objetiva 471
Ibídem.
no se había desarrollado completamente ni sus problemas estaban bien 472
“Para no dar la impresión de que somos parciales y solo mencionamos las modalidades
que los hacen [a los socialistas] indistinguibles del conservadorismo –ironiza Cooke-,
465
Ibídem. destacaremos algo que acredita a los socialistas como caso político único. Es el partido
socialista del mundo colonial y semicolonial que nunca fue antiimperialista, ni siquiera
466
Marx, K.: Introducción general a la crítica de la economía política/1857, Córdoba, Cua- doctrinariamente. Más aún: es el único partido socialista del mundo que ha defendido
dernos de Pasado y Presente, 1968, p. 36. expresamente al imperialismo. […] Pensaban, como los yanquis, que nuestro continente
467
En los diversos textos, la memoria vuelve una y otra vez al bombardeo a la Plaza de sería un emporio de civilización si no estuviese poblado por latinoamericanos” (Cooke,
Mayo en 1955 y a los fusilamientos de junio de 1956. J. W., 1972: 61).
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En medio de la gritería jubilosa de las minorías fenicias, Yrigoyen cayó y en un “sistema de inmoralidad y favoritismo administrativo”476. La
y pronto destruyeron su obra. Pero su acción y su vida no fueron en política del Régimen acrecentó el malestar en la mayoría de la población
vano, porque se identificaron con su pueblo y expresaron su intacta y creó el consenso para el golpe de junio de 1943. Pero, aunque era
esperanza en una patria libre. Esas tentativas derrotadas son instantes claro que no se quería la continuidad del Régimen, no había unidad de
de esplendor, contribuciones indispensables a las etapas posteriores criterio en cuanto a las orientaciones u objetivos del reemplazo. Cooke
de la lucha473. subraya que fue el coronel Perón el que tuvo una “apreciación clara del
La comprensión de la historia no aporta solamente una orientación problema correcto para resolver los problemas nacionales de la hora:
para las luchas del presente al hacer manifiestos los sentidos que se van retorno al ejercicio de los derechos electorales, defensa de la soberanía
construyendo a través de los hechos sino también las vidas ejemplares y nacional –política y económica- y satisfacción de las reivindicaciones de
las acciones singulares que van constituyendo la identidad de un pueblo y la clase trabajadora del campo y la ciudad”477.
mantienen viva su esperanza. Desde esta perspectiva, la historia no puede Dos factores crearon las condiciones para el movimiento del 17 de
ser reducida a un mero relato científico pretendidamente objetivista sino octubre de 1945. Por un lado, la acción de Perón en la Secretaría de
que debe aportar imágenes y símbolos que perfilen una identidad. Trabajo y Previsión; por otro lado, la movilización de las masas. Cooke
El golpe de 1930 parece inaugurar un largo período de ‘ciclos’ histó- transcribe una extensa cita de Raúl Scalabrini Ortiz, en la que habla del
ricos en los que se alternan gobiernos militares y gobiernos electos por ‘subsuelo de la patria sublevado’: “Era el de nadie y el sin nada en una
sufragio. Ya se ha dicho que Cooke no comparte esta perspectiva ‘fatalista’ multiplicidad casi infinita de gamas y matices humanos, aglutinados por
o ‘determinista’ de la historia. Piensa, por el contrario, que Yrigoyen pre- una misma verdad que una sola palabra traducía: ‘Perón’”478. La masa se
figuró un camino nuevo en la historia del país al incorporar a las masas a caracteriza por la carencia de límites, por su indefinición, por la multi-
la vida política, aunque el contexto internacional desfavorable y las debi- plicidad, por la infinitud. ‘No ser’, ‘nada’, ‘nadie’: tales son los nombres de
lidades del radicalismo y de su líder dieron pie a la reacción oligárquica la masa. Esto explica porqué la mentalidad política tradicional no pudo
que se apropió del Estado durante una década. La reacción oligárquica, percibir lo que estaba ocurriendo. Desde su perspectiva no había nada
sin embargo, no fue homogénea sino que coaguló variados intereses y que percibir, porque allí no había nadie.
posturas ideológicas. El golpe del ’30 evidenció la lucha interna entre El fenómeno estaba fuera de la capacidad de percepción de la mentali-
el nacionalismo ‘fascista’ y el conservadurismo ‘liberal’. Estas posturas dad política tradicional. Se le buscaron muchas explicaciones todas
parecen configurar tendencias persistentes en la historia argentina que falsas. La conclusión fue que lo de Plaza de Mayo no habría sido una
se extienden hasta el enfrentamiento entre ‘azules’ y ‘colorados’ previa- gigantesca manifestación del pueblo, sino una cita de la hez de la
mente al golpe de 1966. sociedad, de la oscura fuerza de la anarquía y la desintegración. El
‘lumpenproletariat’, como decían los cultos en sociología479.
3. “La brisa de la historia” Las teorías tradicionales perciben la realidad desde los supuestos
aceptados, para los cuales las elecciones se resuelven por la suma de
Con este título se abre el capítulo 3 de los Apuntes474. En él se describe los sufragios de los ciudadanos en condiciones de votar. Y, dado que la
la situación nacional después de una década turbia, enviciada, en la que Unión Democrática estaba integrada no solo por el partido mayoritario
la oligarquía utilizó todas las formas conocidas de fraude y violencia, sino por “todos los partidos que tenía el país”, el resultado inevitable de
envolviendo a todos en “un ambiente de encanallecimiento reinante”475 las elecciones convocadas para febrero de 1946 debía ser la victoria de la
476
Cooke, J. W., 1972: 81.
473
Cooke, J. W., 1972: 65. 477
Cooke, J. W., 1972: 82.
474
Cooke, J. W., 1972: 79. 478
Cooke, J. W., 1972: 83.
475
Cooke, J. W., 1972: 71. 479
Cooke, J. W., 1972: 84.
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fórmula Tamborini-Mosca. Dicho binomio no solo contaba con los votos marxista, cabría haber esperado un análisis correcto de la realidad, sin
de los partidos sino también con el apoyo explícito de los Estados Unidos embargo, lo que caracteriza a los comunistas argentinos es “el no aplicar
y de las embajadas de las potencias victoriosas en la guerra, además de la teoría que invocan”485. Su concepción resulta de una mezcla de la
la prensa, la intelectualidad, los estudiantes y los aportes de las clases asimilación a modelos históricos ajenos y de ‘la mitología mitrista’, que
adineradas. Los marcos teóricos tradicionales creyeron haber explicado termina por adaptarse mecánicamente a la política de la URSS.
los acontecimientos del 17 de octubre de 1945 apelando a conceptos
ambiguos y a teorías híbridas, pero se vieron completamente desbordados
4. La anomalía histórica
cuando trataron de dar cuenta del triunfo electoral del año siguiente,
que se les apareció como un ‘misterio’, como el resultado nefasto de la La incapacidad de la dirigencia y de la intelectualidad argentina
‘magia negra’480, como la violación flagrante de las leyes elementales de para comprender el fenómeno peronista, “que no cabía dentro de las
la aritmética. Burlándose de ellos, Cooke titula el análisis de los orígenes formas conceptuales del liberalismo tradicional” ni del marxismo, los
del peronismo: ‘el milagro aritmético’, dando a entender que todas las llevó a plantear hipótesis fantásticas, “enrevesadas interpretaciones”486
cuentas les salieron mal481. y fatalismos esotéricos. Como consecuencia, su reacción fue ‘negar’ el
No se trata solo de explicar lo inexplicable. Cooke pretende, además, hecho que “liquidaba las certidumbres acogedoras de la vieja argentina
revelar porqué las teorías tradicionales se equivocaron. Dice: “el proceso semicolonial”487. Para estas conceptualizaciones,
no puede reducirse a términos mecánicos y deterministas”482. Son estos
El peronismo era una anomalía, una quiebra de la normalidad, una
presupuestos los que incapacitan a la sensibilidad para percibir “la brisa de
interrupción fatal y transitoria del devenir histórico; de la misma ma-
la historia” (como la llama Scalabrini Ortiz), es decir, la novedad contenida
nera negaron a esa nueva fuerza que les inflingía abrumadoras derrotas
en los acontecimientos y la esperanza que se les había arrebatado en el
electorales y contra esa democracia real fijaron la democracia como
pasado. A esta ‘insensibilidad’ la complementa la fosilización ideológica
aspiración, a la cual se llegaría por intermedio de algún espadón que
que posibilitó que el radicalismo483 permaneciera ciego y sordo ante el
oportunamente pudiesen movilizar en su defensa488.
problema del imperialismo484. Del Partido Comunista, por su filiación
El epistemólogo e historiador de la ciencia T. Kuhn utilizó en 1962
480
“Algunos dijeron después, para prestigiarse como zahoríes, que se la vieron venir: no los conceptos de ‘ciencia normal’, ‘anomalía’ y ‘revolución científica’
es cierto, eso estaba fuera de toda la lógica que ellos podían desarrollar. Por lo general, para explicar las transformaciones en los ‘paradigmas’ de las ciencias.
hasta el día de hoy siguen sin enterarse de lo que pasó. En el subconsciente les baila la
hipótesis de que fue cosa de magia negra” (Cooke, J. W., 1972: 90). Sorprendentemente, Cooke se vale de estos conceptos489 para dar cuenta
481
Más de treinta años después, Rancière dirá: “Para que exista la filosofía política es de las deficiencias de los paradigmas históricos tradicionales que inten-
preciso que el orden de las idealidades políticas se ligue a un arreglo de las ‘partes’ de taban explicar el surgimiento y la evolución del peronismo. Como suele
la ciudad, a un cómputo cuyas complejidades ocultan tal vez una cuenta errónea fun- ocurrir con los científicos formados en un paradigma, la aparición de
damental, una cuenta errónea que podría ser el blaberon, la distorsión constitutiva de la
política misma. Lo que los ‘clásicos’ nos enseñan es en primer lugar esto: la política no un hecho ‘inexplicable’ o ‘anómalo’ les conduce más fácilmente a valerse
es asunto de vínculos entre los individuos y de relaciones entre éstos y la comunidad; cuando la Unión Democrática, y como ejecutor de su política en los gobiernos radicales
compete a una cuenta de las ‘partes’ de la comunidad, la cual es siempre una falsa cuenta, a partir de 1955” (Cooke, J. W., 1972: 88).
una doble cuenta o una cuenta errónea” (Rancière, J., 1996: 19). 485
Cooke, J. W., 1972: 89. Énfasis nuestro.
482
Cooke, J. W., 1972: 87. 486
Cooke, J. W., 1972: 88.
483
Por supuesto que “hay que tener en cuenta que radicales como Scalabrini Ortiz, Jau-
retche, Alvarado, Dellepiane, eran los que más claramente denunciaban lo que estaba
487
Cooke, J. W., 1972: 92.
pasando” (Cooke, J. W., 1972: 87). 488
Ibídem. Énfasis nuestro.
484
“Al no progresar sobre las soluciones del período yrigoyenista, [el radicalismo] fue 489
Es muy improbable que Cooke conociese La estructura de las revoluciones científicas,
penetrado por el ideologismo reaccionario que le impidió ver el problema imperialista. publicado en inglés por la University of Chicago Press en 1962, de manera que hay que
De representante de los sectores burgueses progresistas se convirtió en aliado de los sec- suponer que utiliza estos conceptos “intuitivamente” al tratar de responder a problemas
tores ligados al imperialismo: como satélite durante la ‘década infame’, como intérprete semejantes.
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de justificaciones extracientíficas490 que a abandonar los supuestos del que da nombre a ‘la parte de los que no tienen parte’, la encarnación
paradigma que se ha adoptado. De modo aún más sorprendente, Cooke de la política como desacuerdo. La ‘policía’ es la respuesta que el orden
utiliza rigurosamente el falsacionismo popperiano para refutar las teorías establecido de la oligarquía da a la irrupción de la política: devolver a
explicativas tradicionales: cada parte al lugar que le corresponde y devolver a los que no son nadie
De cualquier manera –dice-, todas esas tesis [de los intelectuales y a la nada. “Por lo tanto las fuerzas del régimen lo negaron [al peronismo],
de los políticos del régimen] tenían un núcleo común y un desenlace negaron este hecho que liquidaba las certidumbres acogedoras de la vieja
lógico: una vez que el totalitarismo [peronismo] perdiese los aparatos argentina semicolonial”493.
de Estado y no pudiese emplear sus famosas técnicas de propaganda
totalitaria, se disgregaría y esa masa se transformaría en pueblo, cana- 5. La conjugación dialéctica de las dimensiones de la
lizada a través de los partidos tradicionales de la vieja lucha política
historia
argentina. Como esto no ocurrió, ese misterio del peronismo se volvió
tan impenetrable que se lo dieron a los policías para que lo resolviesen, Escribe Cooke:
y desde entonces lo tiene la policía en sus manos491.
Pero para que el peronismo se adecue a ese papel histórico de oposi-
Ante la imposibilidad de verificar las hipótesis científicas, el falsacio- ción al régimen, es necesario que tenga conciencia de las posibilidades,
nismo de Popper propone un método de ‘conjeturas y refutaciones’, por las obligaciones y el destino histórico que eso encierra. Es necesario
el cual, la refutación de un enunciado observacional derivado deducti- que sea conducido con concepciones que no sean la réplica o la apli-
vamente de una hipótesis que le sirve de premisa, conduce al cuestiona- cación de las del régimen, sino que correspondan a la nueva realidad
miento de las hipótesis de las que se infiere la conclusión falsada. De la que ahora se llama peronismo, pero que ese es el nombre político, la
hipótesis que sostiene que el poder del peronismo proviene de la mani- nomenclatura que tomó un movimiento de crecimiento del proleta-
pulación del líder demagógico y la utilización de los aparatos de Estado y riado argentino494.
de los medios de propaganda, se deriva la consecuencia necesaria de que
Oponiéndose nuevamente a las concepciones mecanicistas, Cooke
cuando no se disponga del Estado, se perderá necesariamente el dominio
establece la necesidad de la mediación de la conciencia para que el pero-
sobre las masas. Como después de nueve años y a pesar de la proscrip-
nismo se llegue a corresponder con su nombre, con su identidad sim-
ción del partido y del exilio del líder, el peronismo sigue siendo la fuerza
bólica. El peronismo así, ilumina el presente no solo desde los avances
mayoritaria, la falsedad de la conclusión se desplaza hacia las premisas:
y las conquistas respecto del pasado sino también desde los símbolos
“la supervivencia del peronismo, además de desmentir las explicaciones
que abren el porvenir. En este punto se establece una diferencia decisiva
al respecto, es el signo de la falsedad integral del régimen”492.
con la concepción de la historia del revisionismo nacionalista: “Nosotros
Más allá de las teorías epistemológicas, de las refutaciones teóricas
postulamos la defensa y la continuidad de la tradición –dice Cooke-, el
y de la recurrencia a causas misteriosas u ocultas, el párrafo citado más
pensamiento conservador es partidario del tradicionalismo”495. El revisio-
arriba parece recurrir avant la lettre a los conceptos utilizados por Rancière
nismo fue incapaz de mirar el presente desde el futuro y por eso recurre
para definir la política y la ‘policía’. El peronismo es la subjetivización
a los ideales del pasado, confundiendo la pertenencia a una tradición
490
“Los intelectuales inventaban teorías que iban desde la tesis de que [los peronistas] 493
Cooke, J. W., 1972: 92.
constituíamos una acumulación multitudinaria de abribocas encandilados por métodos 494
Cooke, J. W., 1972: 93. Más adelante, agrega: “[Los burócratas] no podían comprender
de propaganda totalitaria hasta la distinción sociológica entre masa y pueblo, la masa que el peronismo no era un hecho de magia sino que era la expresión política que toma-
como algo informe, innoble, indiferenciada, y el pueblo, para decir una palabra, cons- ron determinadas fuerzas del desarrollo que si algún día, porque el peronismo malogre
tituido por gente que votaba a los radicales, los conservadores y los socialistas” (Cooke, su vocación, abdique de su misión, desapareciese el peronismo, no desaparecería esa
J. W., 1972: 92). fuerza porque no es simplemente un hecho de la superestructura política sino que es
491
Cooke, J. W., 1972: 92-3. una forma política que toma un hecho económico y social” (p. 103).
492
Cooke, J. W., 1972: 93. 495
Cooke, J. W., 1972: 96.
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con el ‘tradicionalismo’. Para el peronismo el ideal está en el futuro, para y militante sobre fenómenos como el rosismo, las montoneras y el
el revisionismo está en el pasado. yrigoyenismo. Y la comprensión de esos hechos populares del pasado
La tragedia y hasta la inicial impotencia de la escuela revisionista nos enriquece en nuestra práctica política presente498.
–escribe Feinmann-, radica en que si bien parte del presente en su En este sentido, el 17 de octubre de 1945 marca una ruptura histórica
cuestionamiento de la escuela liberal, no lo hace desde una situación porque posibilita la superación de la “dicotomía liberal, entre el hombre
política e histórica nueva asumida como propia. Permaneció así condenada explotado en las horas de trabajo que se convertía en ciudadano libre en
a funcionar como alternativa de la historiografía académica, a la que cuanto salía del trabajo y se iba a tomar mate al comité radical”499.
negará, desmitificará y combatirá con frecuente seriedad y riqueza de Nuevamente se percibe el eco del texto de Marx en el que se denuncia
recursos, pero de la que no dejará de depender jamás. Y por una razón la escisión entre el hombre y el ciudadano, entre el ser social y el ser
muy clara: los primeros revisionistas no partían de una realidad nueva, político, entre el trabajador y el propietario500. Sin embargo, a diferen-
negaban la historia liberal pero lo hacían desde las ideas, negaban cia de la investigación de Marx en la que se cuestiona la falsa unidad
la realidad del presente pero la negaban desde el pasado. No había proclamada por los derechos del hombre, Cooke señala la realización
surgido aún el movimiento histórico-político, masivo y popular, que concreta producida por la acción de los trabajadores el 17 de octubre,
constituyera en los hechos (en forma aún más profunda y clara que el donde los hombres y mujeres “recobraron su personalidad”501, es decir,
yrigoyenismo) la negación viva y militante del pasado liberal.496 su dignidad e identidad como seres humanos.
El revisionismo, como el romanticismo decimonónico europeo, busca Si esta concepción de la historia invalida las lecturas reaccionarias
un retorno a la plenitud ideal del pasado, el peronismo –en cambio- bus- del revisionismo que buscan los ideales en el pasado remoto, también
ca en el pasado una orientación para las luchas del presente. El pasado desautoriza las interpretaciones ‘ortodoxas’ del peronismo que buscan
está presente en las luchas actuales. Se interesa por el pasado en tanto sus modelos en el pasado reciente.
es presente y actual. La única manera de solucionar los problemas de fondo no solamente
Pero el pasado –aclara Cooke- es raíz y no programa; el pasado es el el de la clase trabajadora, sino los de la realización de la Argentina
reconocimiento de los pueblos consigo mismos que se hace muy agudo en las como una nación auténtica y no como satélite que nos llena de ver-
épocas revolucionarias, pero no es la vuelta al pasado, es la proyección güenza, como somos ahora, consiste en el programa revolucionario,
del pasado hacia el porvenir, porque el presente envuelve el pasado que no es ni espontaneísmo ni el funcionamiento automático ni
y encierra también el porvenir; cualquier política revolucionaria mecánico de ningún tipo de engranaje; es una obra de los hombres
conjuga dialécticamente estas tres dimensiones del tiempo sin fijarse que toman conciencia de su propia situación y de la situación nacio-
en ninguna de ellas, porque entonces caería en el utopismo o en el nal, y se disponen a cumplir sus planes como actores de la historia,
reaccionarismo y en la esterilidad histórica497. asumiendo en situaciones muy adversas, como lo hace toda la clase
popular argentina, las adversidades y los riesgos de los momentos de
En las épocas de crisis, cuando las identidades parecen disolverse ante
transición como son éstos502.
la presencia de lo nuevo, los pueblos, como los grupos y los individuos,
recurren a la historia en busca de orientación. Para Cooke, el peronismo Sobre el final de los Apuntes, Cooke insiste en diferenciar su con-
es el presente que envuelve el pasado y encierra también el porvenir. cepción del espontaneísmo y del mecanicismo. Lo decisivo no está en
Otra vez aparece aquí –escribe Feinmann- esa dialéctica pasado- 498
Feinmann, J. P., 1974: 6.
presente que acaba de mencionar Cooke: es la práctica política del 499
Cooke, J. W., 1972: 98.
peronismo la que nos permite lanzar una mirada más lúcida, profunda 500
Cf. Marx, Karl, La cuestión judía, selección e introducción de J. M. Bermudo, Barcelona,
Editorial Planeta-Agostini, 1992.
496
Feinmann, J. P., 1974: 7. 501
Cooke, J. W., 1972: 98.
497
Cooke, J. W., 1972: 97-8. 502
Cooke, J. W., 1972: 110-111.
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las condiciones históricas ni en la voluntad de los hombres, sino en la el conocimiento y la teoría que es el conocimiento de la acción, el
conjunción de ambos factores. conocimiento de la práctica.505
Una política para el Movimiento –dice Cooke- plantea nuestra acción Como los hechos no ofrecen ninguna explicación de sí mismos, es
como causa de los cambios; se traza en función de la convicción de que necesario desarrollar un conocimiento que los explique, que descubra
es la voluntad de los hombres movilizada en la acción la que puede las causas ‘por debajo de los hechos’. Sin embargo, los hechos siguen su
decidir el curso histórico. Precisamente en el supuesto de que hubiese curso y las explicaciones resultan insuficientes o pueden resultar erró-
evoluciones como las que espera el oportunista, serán una secuela de neas. Pero como los hechos son el resultado de las acciones humanas,
la lucha de las fuerzas revolucionarias503. que están abiertas a cambios y novedades derivadas de nuevas acciones
Si la historia estuviese determinada como un proceso natural, tal como libres, la ciencia social no puede tomar una posición neutra u ‘objetiva’.
piensan los economistas políticos clásicos (la sociedad sujeta a la ley ‘natu- La ciencia es, lo sepa o no, conocimiento comprometido: conocimiento de
ral’ de la oferta y la demanda, etc.) o como piensan ciertos intérpretes de la acción y en la acción.
Hegel (el desarrollo de la conciencia de la libertad del Espíritu determina Al ser un ‘informe’ escrito por un peronista dirigido a los peronistas
la evolución histórica) o algunos marxistas (el desarrollo de los modos que forman parte del Movimiento, el autor da por sentados ciertos sen-
de producción determina la posición de las clases y de los individuos en timientos y vivencias comunes, y una experiencia histórica compartida.
el proceso histórico), entonces, la voluntad y la acción ‘libre’ no tendrían Dar por sentados tales supuestos no es una falta de rigor científico o un
ningún papel en la historia y la política carecería de función. desliz subjetivo en la elaboración de las posiciones teóricas, sino un rasgo
característico de la teoría política para Cooke. Así como san Agustín sos-
tiene que no se puede comprender sin creer (y, por lo tanto, no se puede
6. La política comprender la verdad teológica sin tener la fe cristiana), Cooke piensa
que no se puede comprender la política sin ser un hombre del pueblo,
¿Qué significa política? ¿Quién es el sujeto de la política? ¿Cuáles son sin ser parte de las masas506. Para ciertas concepciones, a las que se podría
los fines de la política? ¿Cuál es su función? ¿Cuáles son sus condiciones llamar ‘objetivistas’, no se puede comprender la realidad ‘objetivamente’
de posibilidad? ¿Cuáles son sus medios? ¿Cuál es el marco que permite si se es parte de esa realidad. Para Cooke, por el contrario, no se puede
la interpretación de la política? Todas estas preguntas son, sin duda, comprender la realidad política si no se es parte del pueblo507. Desde su
constitutivas del saber propio de la política, independientemente de que perspectiva, comprensión y parcialidad no se oponen ni se excluyen. Sin
sea considerada como ciencia, arte o filosofía. En este apartado se dará embargo, no cualquier ‘parcialidad’ hace posible la comprensión, sino solo
respuesta a estas preguntas desde la perspectiva teórica desarrollada por
J. W. Cooke en Peronismo y revolución504, pero previamente es pertinente
aclarar algunos aspectos de la relación entre la teoría y la praxis:
505
Cooke, J. W., 1972: 113.
El conocimiento es buscar las causas, las relaciones reales que hay 506
La política requiere ser parte de “las tradiciones del país y sus masas perseguidas” y
por debajo de los hechos. Porque los hechos no nos entregan ningún del pueblo “marginado políticamente y explotado desde adentro y desde afuera” (p. 60).
misterio. A los hechos hay que descifrarlos, por eso es una cosa que Por eso dice más adelante: “no creemos en ningún programa que no sea el producto de
hay que analizar y todo análisis es provisorio, y todos nos tenemos la voluntad del pueblo y cuente con su adhesión expresa” (p. 230). También Perón se
expresa en términos análogos: “Para conducir un pueblo –dice- la primera condición es
que equivocar. Pero no se puede hacer desde el vacío: hay que ha- que uno haya salido del pueblo, que sienta y piense como el pueblo. (…) Hay que vivir
cerlo como conocimiento comprometido, como parte de la lucha o sea: junto a la masa, sentir sus emociones y entonces recién se podrá unir lo técnico a lo real,
lo ideal a lo empírico” (Perón, J. D.: Actualización política y doctrinaria para la toma del
poder, Buenos Aires, Revista Primera Plana, No 492 4/7/72, p. 34).
503
Cooke, J. W., 1973: 145. 507
También Rancière ha señalado esta incomprensión de parte de las clases o de los sec-
504
Para Cooke, teoría, organización y lucha son momentos insustituibles de la política tores que forman parte del sistema de dominación (‘policía’), por ejemplo, en la filosofía
y se requieren entre sí. política platónica o en el discurso de Menenio Agripa ante los patricios romanos.
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la perspectiva de las masas o del pueblo508. En cierto sentido, podría decirse El peronismo es el sujeto de la política nacional porque “fue el más alto
que esa parte no es una parte509, sino que se identifica con el todo.510 De nivel de conciencia al que llegó la clase trabajadora argentina”, aun cuando
allí que en cada uno de los capítulos de Peronismo y revolución, Cooke a partir de esa conciencia no se haya elaborado “una teoría adecuada a
se esfuerce por argumentar teniendo en cuenta las perspectivas de las su situación real en las condiciones político-sociales contemporáneas”514.
distintas partes: de los sindicalistas, de los políticos, de los militares, de Dicha realidad del peronismo lo vuelve incompatible con el régimen ca-
la iglesia, de los universitarios, etc., para que puedan ver y reconocer la pitalista hegemónico al que se opone. Pero las falencias en la organización
perspectiva del pueblo, aquella que define la función de la política. y la carencia de una teoría hacen del peronismo “un gigante invertebrado
Cuando se aceptan las premisas anteriores se hace evidente que las y miope” que se conduce instintiva y espontáneamente. Aun así, la polí-
categorías europeas de pensamiento no permiten comprender y explicar tica de liberación se opone a la política del régimen515. Para caracterizar la
la realidad singular del peronismo511 y del pueblo argentino. Será nece- política del régimen se vale del concepto de ‘despolitización’516.
sario, por lo tanto, inventar nuevos conceptos y categorías que puedan Los objetivos del ‘régimen’ se presentan en forma ‘abstracta’ y general,
dar cuenta de una realidad aún no comprendida. Para ello, en este apar- y como tales podrían ser subscriptos por el peronismo (como efectiva-
tado se procurará definir el significado del concepto de la ‘política’ en mente ha hecho la burocracia). Por esta razón, Cooke se pregunta si hay
Peronismo y revolución. verdadera afinidad entre los objetivos de ambos. Observa que el golpe
Cooke define la política como política revolucionaria o de liberación. Por militar no pretende legitimarse en la crisis institucional, ya que no se
ella entiende “la unidad de teoría, metodología organizativa y de lucha”512. concibe como un gobierno de facto, sino que se asume como constituyente,
Desde esta perspectiva, la política tiene un único sujeto, al que se nombra pretende ser revolucionario (aunque sus fines sean realmente conservado-
de diferentes maneras: el pueblo, las masas, el proletariado, los traba- res). De acuerdo con lo que las FF. AA. manifiestan517, la justificación del
jadores, los peronistas, etc. Este sujeto se puede reconocer en ciertos alzamiento es eliminar la reducción que se ha hecho de la democracia
liderazgos, como ocurrió con los caudillos en el siglo XIX, con Yrigoyen (que supone la elección entre múltiples propuestas y candidatos) a una
y con Perón en el siglo XX, pero no puede delegar su tarea en otros513. mera ‘opción’ bipolar entre el radicalismo y el peronismo. Tal opción
oculta, en realidad, la cuestión de fondo entre peronismo y antiperonis-
508
J. P. Feinmann llama “conocimiento político” a esta perspectiva que no se limita a lo mo. Teniendo en cuenta el fraude y la proscripción perpetrados contra
objetivo ni a lo subjetivo, sino que adopta el punto de vista del universal o del “universal
concreto”: “Debe quedar en claro que al conocimiento pretendidamente objetivo que el peronismo, restablecer el sistema democrático significa en realidad
hemos detallado no oponemos ninguna especie de conocimiento subjetivo, sino la forma eliminar a la ‘chusma’ de las elecciones, dejando una amplia libertad de
más elevada, seria y rigurosa del conocimiento: el conocimiento político” (Feinmann, J. elección dentro de lo democrático y civilizado (bien entendido: dentro de
P., 1974: 5).
un ‘régimen’ sin pueblo). Si todos los instrumentos y artimañas utilizados
509
El pueblo no es un partido ni un frente de partidos ni una parte de la sociedad al lado
o frente a otras partes. El pueblo se identifica con el todo social sin más. desde el ’55 hasta la fecha han tenido la única finalidad de excluir a la
510
Lúkacs sostiene análogamente, que la conciencia del proletariado es la única con-
ciencia verdaderamente universal. Cf. Lukács, G.: Historia y conciencia de clase, traducción
de Ma­nuel Sacristán, Editorial Sarpe, 1984, 2 volúmenes, impreso en España, tomo II,
pp. 131 ss.
ello, Cooke se aparta de las teorías marxistas que afirmaban la posibilidad de que una clase
511
En la página 106, por ejemplo, dice que “se había seguido aplicando fórmulas europeas realice tareas que no le corresponden por su posición en la estructura de la sociedad.
de interpretación: era un sistema ‘totalitario’, que mediante la técnica de utilización de
los resortes estatales manipulaba a la opinión de las masas”. Esto no explicaba porqué
514
Cooke, J. W.: 1971, p. 84. Énfasis nuestros.
al no ser gobierno y no tener los resortes de los medios de comunicación seguía siendo 515
En un sentido semejante a la oposición que realiza Rancière entre la “política” y la
mayoritario. “policía” (police). Cf. Rancière, J., 1996: 35 ss.
512
Cooke, J. W., 1973: 55. 516
Este concepto nos parece más adecuado que el de “policía” (Rancière) porque es menos
513
Cf. Cooke, J. W., 1973: 69 y 72: “…Ningún sector es capaz de impulsar o plantear una confuso y equívoco y porque hace explícita la contraposición con la política.
política de liberación, aunque haya aliados potenciales de tipo sectorial para el proletariado 517
Desde la página 27 hasta la 53 de Peronismo y revolución, hace un diagnóstico de las
cuando éste asuma esas tareas revolucionarias para las cuales es el único capacitado.” Con FF. AA.
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chusma, hay que concluir –infiere Cooke- que “el peronismo es incom- justificación de ser y fue reemplazado por el gobierno de las FF. AA523,
patible518 con el régimen”519. antes de que se vieran obligadas a anular las elecciones nacionales post
El peronismo se opone al liberalismo pero no a la democracia520. Por factum.
el contrario, es expresión de la auténtica democracia que busca realizar A partir del surgimiento del peronismo, el ‘régimen’ argentino se
las transformaciones necesarias y reparar las injusticias “apoyándose en encuentra en una crisis integral y permanente, que cuando se afronta
las masas”. Hay que distinguir entre los principios democráticos y los negando estos supuestos teóricos, multiplica las contradicciones, la
principios liberales. Los primeros se basan en el principio de igualdad imprevisibilidad y los absurdos institucionales524. Los ‘males’ que los
mientras que los segundos en la protección de la propiedad individual y golpistas recriminaban al gobierno de Illia eran una consecuencia de
del derecho al lucro. La democracia afirma la soberanía del pueblo y el los gobiernos anteriores (desde el golpe de los ‘Libertadores’). Cada uno
imperio de la voluntad general. El liberalismo sostiene la defensa de cier- fue deteriorando los niveles de vida de las capas humildes, desatando el
tos derechos individuales521 que ocultan intereses ‘privados’. El régimen proceso inflacionario y aumentando la deuda externa, creándose una de-
se identifica con los privilegios y no con la igualdad, con el liberalismo pendencia del Fondo Monetario Internacional (F. M. I.) y despilfarrando
pero no con la democracia. el ahorro interno525. Los liberales vernáculos redujeron todas estas causas
¿Por qué –se podría preguntar-, cuando los golpistas cuestionan los a la crisis económica y a su vez, solo retuvieron la inflación como causa
vicios de la historia política reciente ‘olvidan’ el fraude? Este olvido es última, culpando de ella al peronismo. Los otros males señalados fueron
sintomático y denuncia la ideología de las clases privilegiadas: la oligar- ‘olvidados’ o ni siquiera se los consideró nocivos (e incluso se invirtió su
quía siempre se ha considerado a sí misma como ‘el país’. Desde esta valoración, como ocurrió con la deuda externa y el F. M. I.).
concepción aristocrática, ‘los otros’, el pueblo, son los que sobran. Las “No defendemos el gobierno de Illia –aclara Cooke-. Fue patronal y
instituciones de la República y los partidos son, desde esta perspectiva, proimperialista como los otros, antiperonista como ellos. Solo gobiernos
una mera expresión de esta naturaleza trascendente y suprahistórica. con esas cualidades pueden existir en el régimen. (…) Ese gobierno no
También las FF. AA. observa Cooke, se ven a sí mismas como idénticas a la fue el régimen sino uno de sus componentes”526. En este texto se diferencia
Patria, o incluso, como la esencia misma de la Patria. Consecuentemente, el ‘régimen’ del ‘gobierno’. El primero es el proyecto estratégico del im-
se asumen como inmutables522. Dados estos supuestos, la única función perialismo, de la oligarquía y de las FF. AA., consistente en “una demo-
de los partidos políticos en general y del radicalismo en particular, era cracia para exquisitos”527. El segundo es la implementación táctica de ese
evitar que venciera el peronismo en las elecciones libres. Cuando aquel proyecto en administraciones particulares formalmente ‘democráticas’
partido se mostró incapaz de cumplir con esta función perdió su única (como Frondizi o Illia), ‘semidemocráticas’ (como Guido) o abiertamente
no-democráticas (como Lonardi, Aramburu y Onganía). En el fondo,
desde que surgió el peronismo, todos los gobiernos son una recreación
518
La tesis de Cooke que sostiene que el peronismo es el “hecho maldito” del país burgués, de la Unión Democrática, que es el mejor símbolo del ‘régimen’. Los que
puede pensarse en analogía con la tesis lacaniana del trauma originario que siempre se son ‘formalmente’ democráticos, están condenados al fracaso, porque no
reprime y siempre retorna.
pueden (mientras exista el peronismo) legitimarse por elecciones libres
519
Cooke, J. W., 1973: 106 y 110.
sin proscripciones y cuando falsean la voluntad popular, son incapaces
520
En las páginas 57 y 58 de Peronismo y revolución señala las cadenas de equivalencias
en el antagonismo peronismo-liberalismo. En las páginas 64 y 65 denuncia las falsas 523
Así como el movimiento revolucionario se define por cumplir una función o papel
cadenas de equivalencias propuestas por el frondizismo y la derecha autoritaria. históricos, así también el régimen se define por su función histórica, sin que importe
521
Taylor, Ch.: What’s wrong with negative liberty, en Philosophical papers 2, Cambridge, quién cumple esa función (radicalismo, gobierno de facto, burocracia).
Cambridge University Press, 1985, pp. 211-229; Berlin, I.: Four Essays on Liberty, Oxford, 524
Cf. Cooke, J. W., 1973: 34.
Oxford University Press, 1969. 525
Cf. Cooke, J. W., 1973: 38.
522
Cooke aclara, con ironía, que aunque él no participa del supuesto de la inmutabilidad
de las FF. AA., sí observa que los acontecimientos confirman una conducta invariable de
526
Cooke, J. W., 1973: 38. Énfasis nuestro.
las FF. AA. en cuanto a la proscripción del peronismo. 527
Cooke, J. W., 1973: 39.
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de controlar a las masas excluidas de la representación política528. La decir, del desarrollo de la conciencia revolucionaria de las masas, y la
única solución posible a la crisis no pasa simplemente por el cambio existencia de vanguardias que puedan estimularla533.
de gobierno, sino que “presupone cambiar las estructuras pero no solo las La causa última de las crisis no puede ser eliminada ni olvidada desde
estructuras políticas sino el conjunto de estructuras que constituyen un que los excluidos consiguieron reconocimiento y alcanzaron protagonis-
sistema de relaciones propio de un determinado ordenamiento econó- mo, es decir, desde que surgió el peronismo. La consecuencia inevitable
micosocial y político”529. es que “allí [en el gobierno que es la cúpula del Estado] culminaba un
La “antinomia peronismo-antiperonismo es la forma concreta en que deterioro cuyo factor principal es la chusma descamisada, que además de
se da la lucha de clases [es decir, la política] en este período de nuestro los pecados que han sido señalados en los anatemas civiles y castrenses
devenir. Por eso es que contra el peronismo se ejerció la violencia durante desde hace once años, tiene la insolencia de ser la mayoría”534. Las causas
todo el tiempo, sea en la forma negativa de vedarle sus derechos, sea bajo de la crisis no hay que buscarlas en la superestructura política sino en el
las formas activas de la represión”530. Cooke señala la antinomia que está surgimiento y en la organización de los sectores sociales no reconocidos
a la base del sistema para mostrar que es imposible superarla dentro del por el régimen, en la ‘chusma descamisada’ que ha alcanzado identidad
orden establecido de la realidad y adelantar que el mantenimiento de las política con el liderazgo de Perón535. El 17 de octubre de 1945 se ha he-
condiciones conduce a crisis cíclicas pero permanentes531. cho manifiesto de modo concreto e inmediato lo que Rancière llama el
El régimen no puede institucionalizarse porque el peronismo obten- desacuerdo, es decir, la política democrática. Para Cooke, la democracia
dría el gobierno y aunque no formule ningún programa antiburgués, debe ser entendida como la participación directa de los excluidos en la
la obtención de satisfacciones mínimamente compatibles con las toma de la palabra y en la deliberación, en la toma de las decisiones y
expectativas populares y las exigencias de autodeterminación que en el gobierno. Lo esencial de la democracia no es el régimen electoral y
son consubstanciales a su masa llevarían a la alteración del orden el turnarse de los partidos políticos en el ejercicio del gobierno. Por eso,
social existente. El régimen, entonces, tiene fuerza solo para mante- “las FF. AA., al regimentar la opción electoral, instauran una mistificación
nerse, a costa de transgredir los principios democráticos que invoca ‘democrática’ cuyo ritual después se ve perturbado por el peronismo”536.
como razón de su existencia. El peronismo, por su parte, jaquea al No podría ser de otra manera, porque el régimen no instituye la democracia
régimen, agudiza su crisis, le impide institucionalizarse, pero no sino que trata de impedirla. Por su parte, los burócratas identifican el go-
tiene fuerza para suplantarlo, cosa que solo será posible por métodos bierno y el régimen. Los liberales, ‘incluida cierta izquierda’, identifican
revolucionarios532. […] Ningún orden social se suicida. Solo se va ‘formalidad institucional’ y régimen. Ambos se equivocan, aunque los
descomponiendo y agrietando, pero aún en el más avanzado estado primeros “celebran la muerte de algo que sigue vivo” y los segundos
de deterioro hace falta la fuerza que lo voltee. (…) Su fin no depende “lloran la muerte de algo que nunca existió”537.
solo de las condiciones objetivas en que se desenvuelve sino de las El multipartidismo –escribe Cooke- se transformó en una competencia
condiciones subjetivas que se vayan creando en sus víctimas; vale entre las fuerzas políticas que forman los sectores del régimen y la demo-
528
“Los gobiernos civiles, en medio de la crisis, están condenados a actuar en el desorden cracia en un libre juego de estos partidos oficiales, que no solo no
de los conflictos que estallan en todos los niveles de actividad social” (p. 39). cuestionan el orden económico-social sino que, gracias a la propor-
529
Cooke, J. W., 1973: 40. Énfasis del autor. “No existen estructuras en abstracto sino cionalidad, se dividían los cargos representativos.
que ese término designa un conjunto determinado de elementos funcionalmente rela-
cionados” (p. 77). 533
Cooke, J. W., 1973: 121.
530
Cooke, J. W., 1973: 107. Corchetes nuestros. 534
Cooke, J. W., 1973: 121. Énfasis nuestro.
531
“La lucha de clases no es una invención marxista sino un hecho que ya antes de Marx
había sido analizado por los historiadores burgueses y que hoy en día no niega ningún
535
A través de su carácter masivo, lo primero que niega el peronismo es la concepción
sociólogo, historiador o economista serio; las discrepancias son con respecto al papel que liberal-elitista de la política (Feinmann, J. P., 1974: 10).
juega en la historia y a las formas en que se resuelve” (Cooke, J. W., 1973: 122). 536
Ibídem.
532
Cooke, J. W., 1973: 108. 537
Cooke, J. W., 1973: 53.
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Pero claro que ese multipartidismo no expresaba los conflictos La política de despolitización consiste en hacer que cada parte de la socie-
globales de nuestra sociedad, sino las parcialidades existentes en el dad cumpla con la función que le es propia, evitando que se inmiscuya
bloque histórico formado por las clases agónicas pero poseedoras de en temas y cuestiones que no sean los ‘específicos’ de su área542. Cooke
la fuerza. El otro bloque estaba excluido, pero su presencia amenazaba define los rasgos característicos de esta política de despolitización:
a todos en conjunto e imprimía virulencia a esos enfrentamientos En primer lugar, la despolitización procuró distinguir analíticamente la
secundarios538. actividad sindical de la actividad ‘política’ de los sindicatos, prohibién-
La presencia de los excluidos provoca la crisis inevitablemente y la doles ‘hacer política’ y conminándolos a circunscribirse a su actividad
hace irresoluble. El régimen no puede institucionalizarse ni el peronismo específica. El régimen se valió para ello, de la presión directa sobre las
puede suplantarlo de un modo puramente electoralista. “El Movimiento direcciones sindicales, quitó recursos a la Confederación General del
[peronista] es la expresión de la crisis general del sistema burgués argentino, Trabajo, suprimió personerías, ‘intervino’ sindicatos, subsidió listas opo-
pues representa a las clases sociales cuyas reivindicaciones no pueden sitoras a las lideradas por peronistas, insinuó amenazas a los dirigentes,
lograrse en el marco del institucionalismo actual.”539 reglamentó la ley de Asociaciones Profesionales, se valió de maniobras
El régimen, es decir, el sistema burgués argentino responde a la crisis divisionistas por medio de los sindicatos ‘apolíticos’, etc. Con ello se
desarrollando una política de despolitización. ¿En qué consiste esa política? apuntaba a la despolitización de los lugares de mayor resistencia por
¿Cuáles son sus objetivos y cuáles sus medios? parte del peronismo: las asociaciones de trabajadores.
En segundo lugar, la política de despolitización apuntó a un ámbito
que tradicionalmente era ‘despolitizado’, pero que se había convertido en
7. La política de despolitización y la política un ‘caldo de cultivo’ de las actividades políticas de un grupo social nuevo
revolucionaria en la historia de las luchas argentinas: la juventud. La despolitización del
régimen se focalizó, por lo tanto, en las universidades. Cooke recuerda
Está claro, desde la perspectiva de Cooke, que la política no se limita que la universidad había cumplido un papel ‘reaccionario’ en la década
a la esfera jurídico-política e institucional. Como un tiempo después de gobierno peronista y no cree que, como institución, haya cambiado
señalará Michel Foucault, las relaciones de poder atraviesan todas las mucho su papel, pero señala también que el “estudiantado no es el mismo
relaciones sociales. Pero esto también lo sabe el ‘régimen’ y por eso busca de hace diez años”543. Esa evolución de los jóvenes estudiantes “es la que
delimitar, acotar, restringir la ‘resistencia’540. Consecuentemente, la po- preocupa a las fuerzas reaccionarias”, porque puede articularse con las
lítica del régimen consistió y consiste en la despolitización. resistencias del peronismo, la actitud de una juventud que “se une a las
Si el régimen es una hidra de muchas cabezas, la oposición aparece causas que defienden los trabajadores”544. En segundo lugar, entonces,
también en las más diversas formas y lugares de resistencia, [desde la despolitización se caracteriza por la neutralización de los focos de
la perspectiva del régimen] había que canalizar las rebeldías hacia el rebelión que puedan articularse con las luchas de las masas.
plano exclusivamente político-partidista, donde pueden ser fácilmente Tal política de despolitización no podía ceñirse a los ámbitos de los
controlados. Había que ‘despolitizar’541. sindicatos y de las universidades, sino que debía aplicarse también a la
Canalizar todas las acciones políticas a la esfera de lo jurídico-político
es despolitizar porque implica no dar lugar para la manifestación, la delibe- 542
Cooke cita como ejemplo un discurso del Ministro del Interior sobre las actividades
ración o la decisión de las ‘mayorías’, de las masas que quedan excluidas. “políticas” en las universidades: “La guerra en Vietnam y la situación en Santo Domingo,
los guerrilleros de Salta, el debate del presupuesto universitario, verbigracia, han consti-
tuido pretextos para el apartamiento de los estudiantes universitarios de la función que
538
Cooke, J. W., 1973: 107. Énfasis nuestro. les es propia, que no es otra que la de cultivar su inteligencia y formar su personalidad
539
Cooke, J. W., 1973: 108. para una irrenunciable empresa de bien público” (Cooke, J. W., 1973: 117).
540
Foucault también señalará que “donde hay poder hay resistencia”. 543
Cooke, J. W., 1973: 115.
541
Cooke, J. W., 1973: 112. Énfasis y corchetes nuestros. 544
Ibídem.
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esfera específica de la política partidaria e institucional, debía “despolitizar debe producir el efecto contrario, es decir, la unificación de la nación en
la política también”545: un todo único e indiviso.
Despolitizadas las agrupaciones obreras, despolitizada la Universidad, Uno de los párrafos del capítulo IV de Peronismo y revolución se titula:
despolitizada toda forma civil de protesta colectiva so pretexto de que “La despolitización es la continuación de la política antiperonista por
contrariaba el ‘occidentalismo cristiano’ -infiere Cooke sarcástica- otros medios”. Con este título, Cooke altera la clásica fórmula atribuida
mente-, los únicos que podían hacer política eran los empresarios, la a Clausewitz: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”,
prensa comercial, los reaccionarios de todo calibre y procedencia: el reemplazando la palabra ‘guerra’ por el término ‘despolitización’ y
régimen. Y, después se despolitizaban las elecciones porque los intere- ‘política’ por ‘política antiperonista’. La despolitización es la política del
ses populares no podían participar más que votando por las opciones régimen. Es una política que tiene la apariencia de otra cosa: pura y
—todas más o menos iguales—. No se crea que esto es demasiado simple ‘administración’548. Pareciera que no se está tomando partido por
original; es una tendencia que fomentan todas las clases gobernantes, una parte, por una parcialidad, porque se han suprimido por definición
aun en las democracias que funcionan sin mayores trampas. Aquí lo todos los partidos, lo cual implicaría la supresión de las parcialidades.
único diferencial era la violencia. El famoso profesor Duverger, nada Sin embargo, la despolitización es la peor forma de la política: es la po-
comunista por cierto, analiza el fenómeno y condensa: ‘Toda despo- lítica de una parte minoritaria que niega ser una parte minoritaria y niega
litización favorece al statu quo’546. expresar los intereses de esa parte minoritaria. ‘Administración’, ‘gestión’,
‘eficiencia’, ‘profesionalismo’ son los nombres actuales de la política de
Si “toda despolitización favorece el statu quo”, entonces, el régimen
despolitización.
debía lograr despolitizar también a la política. ¿Qué significa “despolitizar
La política del régimen ha expresado siempre en la historia del país a
a la política”? Quiere decir: convertirla en lo que Rancière llama policía.
una minoría que niega su realidad minoritaria porque afirma identificarse
“Todos los objetivos [de despolitización] se lograron con el golpe militar y
con el ‘ideal’ de la comunidad. Tal ideal ha recibido diferentes nombres y
la instauración de un gobierno que monopoliza no solo el poder político
atributos (siempre con mayúsculas): Razón, Unión, Constitución, Civili-
sino también la actividad política”547. El poder político es el gobierno y
zación, Libertad, etc., pero en todos los casos se ha puesto ‘por encima’
los aparatos del Estado. La actividad política es la lucha llevada a cabo
de las partes (y, por lo tanto, ‘por encima’ de la parte mayoritaria, ‘por
por la “parte de los que no tienen parte”, por la ‘chusma descamisada’.
encima’ del pueblo).
Cooke señala que la tendencia a la despolitización de la política no es un
El objetivo de la política de despolitización es la integración de todas
rasgo singular o exclusivo del gobierno golpista ni de la Argentina, sino
las partes en la unidad nacional, es decir, en un sistema donde cada una
una tendencia que se va extendiendo en los países occidentales, incluso
cumple con su función específica sin interferir con las de los demás. No
en los ‘centrales’. Por supuesto, la despolitización integral no podía ser
otra cosa era lo que Platón llamaba dikaiosinê (justicia), como se des-
realizada por el gobierno de Illia, ya que (al menos formalmente) era
prende de la siguiente definición de la República: “La justicia consiste
parte del ‘libre juego’ de las instituciones políticas por el que había sido
en asegurar a cada uno la posesión de su propio bien y el ejercicio de
electo (aunque fuese por una ‘mayoría’ falseada por la proscripción del
la actividad que le es propia”549. Desde el punto de vista del régimen, la
peronismo). Pero el gobierno de Onganía ya no está sujeto a esas limi-
lucha política conduce inevitablemente a la división, a la fragmentación
taciones porque no pertenece a ningún partido político y porque no fue
y a la disolución del orden social. Cooke, por el contrario, cree que la
elegido por nadie. La lógica del régimen supone que si las actividades
políticas dividen a la sociedad en partes (partidos), la despolitización 548
“La señal última de la ‘pos-política’ en todos los países occidentales es el creciente
enfoque empresarial hacia las funciones de gobierno. El gobierno es reconcebido como
una función administrativa, privada de su dimensión propiamente política” (Žižek,
S., Lenin ciberespacial: ¿por qué no?, traducción de Guillermo Crux, especial para
545
Cooke, J. W., 1973: 121. PI. Fuente: International Socialism N° 95, 2002, en http://www.infoamerica.org/teoria/
546
Cooke, J. W., 1973: 120. articulos/zizek02.htm).
547
Cooke, J. W., 1973: 121. Énfasis nuestro. 549
Platón: República, (434 a), Buenos Aires, Eudeba, 1972, p. 259.
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política conduce a la superación del sistema de clases establecido. El régimen una política fascista554. En este sentido, Cooke da un paso más al pensar
imagina la unidad como un presupuesto previo, como un orden natural y conceptualizar esa alternativa555.
que se vio alterado por la irrupción de la chusma descamisada, a la que se Según esta línea de pensamiento, la política como despolitización
señala como causa de la división y del conflicto. Por el contrario, Cooke puede identificarse con la ‘privatización’.
concibe la unidad como un movimiento de superación de la división La ideología –escribe Cooke- ‘privatiza’ la vida civil —es decir, man-
establecida por el sistema clasista. tiene lo referente a las necesidades económico-sociales como asunto
Para la lógica del régimen las luchas sociales y políticas son una particular de cada individuo— y de esa manera ‘despolitiza’ a las clases
amenaza para el sistema, para la justicia, para la unidad de la nación. dominadas, al tiempo que las unifica abstractamente a través de las
Cooke señala que en las sociedades capitalistas avanzadas el sistema instituciones del Estado político; estructura así la hegemonía de las
formalmente democrático asegura la hegemonía burguesa, pero ello no clases dominantes556.
basta en los países periféricos o dependientes como la Argentina, por lo
Este rasgo mistificador, ideológico, de la política de despolitización es
cual se recurre a las Fuerzas Armadas “para que ‘despoliticen’. En reali-
el que induce al engaño de algunos sectores incluso dentro del movimiento
dad, no ha ocurrido otra cosa que una aceleración y agudización de la política
peronista. Estos sectores caracterizados “como un puente a través del
bajo la forma mistificadora de la apoliticidad”550. La despolitización efectiva
cual las clases dominantes introducen sus propias consignas en el seno
solo podía llevarse a cabo mediante la introducción de un sector que
de las clases dominadas”, han aceptado ya la despolitización como ‘una
pareciese no ser parte sino estar por encima de las partes: “La dictadura
realidad’557 y se han ‘replegado’558 hacia ella mucho antes de que las FF.
militar, con el manejo de la violencia, ha podido plantearse la ‘despoli-
AA. implementen el golpe. La posición que estos sectores ocupan en
tización’ integral que se necesitaba. En principio y por el momento, el
el movimiento hace que la política de despolitización sea mucho más
objetivo se logró”551.
engañadora y efectiva en sus resultados. Para los dirigentes de estos sec-
Dado que las FF. AA. no son ni una clase ni un partido político, se
tores, la despolitización no se manifiesta como una forma de coacción
consideran neutrales y más allá de los desacuerdos entre las partes.
sino como una ventaja, porque de esa manera pueden presentarse como
Pareciera que el poder ejercido por ellas es, entonces, “indiferenciado,
simples funcionarios institucionales y no tener que dar cuenta de sus
funcional, técnico, desvinculado de todo interés particular”. Pero Cooke
acciones ante los trabajadores que los han elegido.
advierte que “la despolitización es una política como cualquier otra, dentro
de la ‘no-ideología’ que no es sino la ideología de las clases dominantes”552. La despolitización –dice Cooke-, en la actitud de los dirigentes, no
A diferencia de Rancière, quien sostiene que “la institución de la polí- aparece como forma extrema de coacción sino como una ventaja;
tica es idéntica a la institución de la lucha de clases”553, Cooke sostiene que la burocracia al lanzarse a apoyar ese método nuevo para continuar
también el régimen hace política, y el nombre de la política del régimen la opresión clasista, lo ha fortalecido inmovilizando políticamente al
es despolitización. Al identificar la dominación con la policía y la política
con la democracia, Rancière descuida la posibilidad de otras alternativas 554
De allí que Laclau advierta que “sería histórica y teóricamente erróneo pensar que
como, por ejemplo, el surgimiento de una política de despolitización o de una alternativa fascista se ubica enteramente en el área de lo contable, [es decir, de lo
550
Cooke, J. W., 1973: 128. puramente administrativo]. Para explorar la totalidad del sistema de alternativas es
necesario dar un paso más, que Rancière hasta ahora no ha dado: explorar cuáles son
551
Cooke, J. W., 1973: 153-4. las formas de representación a las que puede dar lugar la incontabilidad” (Laclau, E.: La
552
Cooke, J. W., 1973: 181. “El fetichismo técnico no es despolitización, sino acentuación razón populista, Buenos Aires, F. C. E., 2005, p. 306).
de la política predominante” (p. 199). “La técnica no sustituye a la política revoluciona- 555
“La despolitización no es sino una de las tendencias del Estado capitalista actual” (Cooke,
ria. Aquella actúa sobre los resultados exteriores, mientras la acción revolucionaria, en J. W., 1973: 153).
cualquiera de sus alcances, es al mismo tiempo una reflexión, es un hecho de conciencia,
de responsabilidad. Es un hecho moral. Los cambios técnicos son una posibilidad de
556
Cooke, J. W., 1973: 153. Énfasis nuestro.
aumentar la libertad del hombre, pero nada más que eso” (p. 198). 557
Cooke, J. W., 1973: 156.
553
Cf. Rancière, J., 1996: 35. 558
Cooke, J. W., 1973: 154.
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pueblo, induciéndolo al desarme, como si fuese un desarme general el régimen, la política revolucionaria promueve una politización más
y no un desarme de la mayoría sometida a servidumbre559. amplia y más intensa.
El único ‘factor’ que obliga a instrumentalizar la política de despoli-
tización (o de desperonización) y que al mismo tiempo impide que esta 8. La ideología burguesa de la libertad y la democracia
despolitización se lleve a cabo completamente es el pueblo. Éste establece
formales
una unificación de hecho entre la esfera política y la económico-social,
que imposibilita la integración del peronismo dentro de los partidos Irigoyen y Perón lideraron el proceso ‘democrático-burgués’ en Argen-
políticos tradicionales o como un partido semejante al laborismo inglés tina. Este proceso se interrumpió por la acción impuesta por una “oligar-
(es decir, que busque ventajas particulares dentro del régimen, sin cues- quía portuaria, comercial y terrateniente, al margen de la voluntad del
tionar sus supuestos fundamentales). Desde el comienzo el peronismo pueblo”563, para acomodarse al sistema internacional. Como consecuencia
muestra que toda acción es política, aun cuando se inscriba en un ámbito de la interrupción de ese proceso, el régimen de la burguesía nacional
específico, técnico o instrumental560. En la acción de los integrantes no maduró sino que “está decrépito sin haber pasado por la lozanía”564.
del Movimiento, aunque no pertenezcan al partido y no estén siquiera A diferencia de las burguesías europeas, a la burguesía nacional le faltó
afiliados, siempre queda manifiesta la política con la que se articula y capacidad para hegemonizar la política tendiente a objetivos universa-
de la que forma parte: la política del pueblo. El peronismo es, en los les. La burguesía europea defendió y se identificó con la libertad. En la
hechos, la expresión del pueblo, es decir, de los excluidos, de la chusma, Argentina, en cambio, “en nombre de la libertad nos quitan la libertad
de la plebe, de los proletarios, de los explotados561. Al darle expresión y a todos”565, porque “la libertad del régimen es el aherrojamiento total
nombre a los excluidos, el peronismo hace imposible la ‘integración’, es del pueblo”566. Es que la ideología de la libertad y la democracia ya no
decir, la reducción de la política a la despolitización. sirve a los intereses de la burguesía. Pero como los conceptos de libertad
Estas imposibilidades –agrega Cooke- no resultan de una teoría revolu- y democracia alcanzaron aceptación universal, la burguesía nacional
cionaria ni, por supuesto, de una praxis revolucionaria en la dirección tiene problemas para negarlos abiertamente, por lo que adopta la salida
del Movimiento, sino del carácter revolucionario que objetivamente tiene de afirmarlos formalmente y negarlos en la práctica. Si los negaran for-
el peronismo como fuerza de las clases desposeídas luchando en el malmente asumirían una posición fascista, que no contradice los intereses
medio histórico del capitalismo declinante de nuestro país562. burgueses. “Entonces –concluye Cooke- nuestras FF. AA. no reniegan de la
Si la política de despolitización del régimen consiste en separar las democracia: reniegan de su ejercicio”567. Para la burguesía argentina y para
partes y sus funciones, la mera presencia del peronismo echa por tierra las FF. AA. “la democracia queda como filosofía [meras ideas o ideales] y
tal pretensión, haciendo manifiesta la desigualdad en todo ámbito en el como meta futura [utópica, meramente posible], mientras como realidad
que se presenta. En contraposición a la despolitización promovida por y como presente desaparece”568.
Los objetivos universales de democracia y libertad se consideran da-
559
Cooke, J. W., 1973: 158.
dos, alcanzados por los gobiernos unitarios de la oligarquía. Por eso, las
560
En este sentido, la denuncia de Cooke coincide con la que hace Marcuse en El hombre
unidimensional: “el a priori tecnológico es un a priori político, en la medida en que la FF. AA. creen de sí mismas, y difunden, la imagen en la que se identifican
transforma­ción de la naturaleza supone la trans­formación del hombre y que las creaciones y confunden “con la Patria, con la nacionalidad y con las tradiciones”.
del hombre salen de y vuelven a entrar en un conjunto social” (Marcuse, H., El hombre
unidimensional, Barcelo­na, Editorial Planeta-Agostini, 1985, p. 181). 563
Cooke, J. W., 1973: 128.
561
“La conclusión [que se sacó desde la mentalidad política tradicional] fue que lo de 564
Cooke, J. W., 1973: 128.
Plaza de Mayo [el 17 de octubre de 1945] no habría sido una gigantesca manifestación 565
Cooke, J. W., 1973: 129.
del pueblo, sino una cita de la hez de la sociedad, de la oscura fuerza de la anarquía y
la desintegración. El ‘lumpenproletariat’ como decían los cultos en sociología” (Cooke, J.
566
Cooke, J. W., 1973: 129.
W.: Apuntes para la militancia, Buenos Aires, Schapire, 1973, p. 84) 567
Cooke, J. W., 1973: 129. Énfasis nuestro.
562
Cooke, J. W., 1973: 178. 568
Cooke, J. W., 1973: 130.
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Para no sufrir represalias, todos los sectores políticos aceptan esta ima- 9. La economía como culminación de la política de
gen sin cuestionarla. “Las FF. AA. representan el orden, la disciplina, despolitización
el respeto a los valores establecidos, el freno a toda subversión de las
categorías económicas y sociales; y ya se sabe que las clases dominantes La promoción integral de la despolitización culmina en mera adminis-
identifican sus intereses con valores sublimes, y con el caos y el desorden tración económica, en ‘gestión’ como se la llama hoy. En sus ensayos sobre
y la catástrofe a toda amenaza a sus privilegios”569. El peronismo y la primacía de la política, J. P. Feinmann señala que para
Las FF. AA. invocan la representación del pueblo aun cuando actúan los países pobres la política es una necesidad ya que son económicamente
contra su voluntad como en 1955. Lo que explica esta aparente con- débiles. “Pero no son dependientes porque son pobres –agrega-, sino al
tradicción es que solo tienen en cuenta a “la parte sana del pueblo”, de revés”574. La debilidad económica es una consecuencia de la dependencia
la que se excluye a los peronistas y a todos los que no asienten con las política, pero la política imperial no se manifiesta como tal sino que se
actitudes que las mismas FF. AA. asumen570. encubre en la economía (que desde hace algún tiempo ha perdido parte
“El pueblo sale a manifestar cuando es parte, cuando puede decidir, del nombre y ya no se llama ‘economía política’575). La dominación po-
cuando tienen algo que decir o expresar, aunque más no sea una protesta lítica se ejerce como ‘neutra’ administración de la economía e, incluso,
que no será atendida”571. Las FF. AA. “se presumen intérpretes y depo- como desarrollo tecnológico576. Siguiendo la interpretación de Cooke
sitarios de una voluntad ciudadana que está en manos de ellas dejar en Apuntes para la militancia, Feinmann señala que el modelo británico
que se exprese tal como es. Si están tan seguros de ser sus auténticos muestra “con mayor ejemplaridad el principio imperialista del primado de
intérpretes –argumenta Cooke-, nada mejor que llamar a que el pueblo la economía”. También menciona el caso de Alemania, que por su atraso
expresamente los ratifique”572. En este lugar se expresa el desacuerdo en el desarrollo económico capitalista, se ha visto obligada a apelar en
lingüístico entre los que pertenecen al ‘régimen’ y el ‘pueblo’, el demos, diversos momentos de su historia moderna a la política y a la guerra para
compuesto por los que no tienen parte, aquellos a los que no se llama a compensar su debilidad en el orden de la economía.
que manifiesten su posición porque no se los reconoce como interlocuto- ¿Qué les queda a los países dependientes? –pregunta Feinmann- So-
res legítimos. En la representación de las FF. AA. la forma y el contenido lamente la política. En nuestro país [Argentina], por ejemplo, no es
se mantienen separados. El pueblo es la masa informe. La libertad y la casual que los gobernantes y los ideólogos de los monopolios tengan
democracia son formas sin contenido. En consecuencia, la libertad y la una misma meta: despolitizar. Así lo intentó Onganía, así lo proponen
democracia excluyen al pueblo y el pueblo no puede llegar a la libertad los desarrollistas. Porque para los países dependientes, generar una
y la democracia por sí mismo, sino solo recibirla desde fuera, desde el conciencia económica, y determinarse a partir de la economía, es
exterior. Cooke concluye con ironía: “Hemos comprendido: podemos aceptar el campo y las reglas de juego del enemigo: es, sencillamente,
ser ‘interpretados’, lo que no podemos es expresar lo que deseamos y condenarse a perder. Solo quienes poseen la economía pueden hacer
ahorrarle tiempo a los intérpretes”573. de ella su arma de combate y confiarle sus proyectos políticos. Pero
los pueblos sometidos no tienen economía, la economía los tiene a ellos. O
más claramente, la economía que tienen no les pertenece, porque es
a través de ella que el imperialismo y sus aliados nativos ejercen su
dominación. Por eso no les queda otra posibilidad que la política. Es

569
Cooke, J. W., 1973: 132.
574
Cf. Feinmann, J. P., 1974: 87-89.
570
Cf. Cooke, J. W., 1973: 138.
575
Cf. Žižek, S.: Dije economía política, estúpido, en: http://es.geocities.com/zizeken-
castellano/frgeconomiapolest.htm
571
Cooke, J. W., 1973: 138. 576
“Porque en definitiva, las grandes decisiones nunca son técnicas, no son económi-
572
Cooke, J. W., 1973: 138. cas, son decisiones políticas sobre lo técnico y en lo económico” (Cooke, J. W., 1972:
573
Cooke, J. W., 1973: 139. 101).
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decir, la negación de la mano invisible, de la ayuda financiera y tec- como fundamentos los mismos principios que subyacen a la política del
nológica, del ejemplo de las naciones desarrolladas: de todo camino régimen, es decir, la despolitización. Y ésta es la peor forma de hacer
trazado por el enemigo. Y la afirmación de la organización del pueblo política, porque inmoviliza a los actores y porque elude la reflexión y
para canalizar la voluntad política de la liberación nacional577. la conciencia.
En los últimos apartados se ha venido desarrollando una caracteri- Lo que calificamos como dirección burocrática es, precisamente, la
zación y explicación de la política del régimen, ejemplificándola en las imposibilidad de superar esa alternativa [golpismo o electoralismo
acciones de los gobiernos, de los partidos políticos (ajenos al movimiento) con proscripción] porque opera con los mismos valores y preceptos del
y de las Fuerzas Armadas, en los párrafos siguientes se hará referencia a régimen con el cual estamos enfrentados581.
la política del régimen dentro del propio movimiento peronista. Cooke La burocratización consiste en no enfrentar al régimen globalmente
llama ‘burocracia’ a los sectores que expresan esa forma de pensamiento sino en concebir una estrategia que busca apoyos dentro de él582. A la
y acción. La comprensión de su lógica y de sus comportamientos es burocratización se opone la política de poder y ésta se deriva de una teoría
tanto o más importante que la del accionar de las fuerzas exteriores al revolucionaria583.
movimiento.
Lo esencial de una burocracia, lo que la convierte en la negación de lo
revolucionario, es su incapacidad para comprender, concebir o ejecutar
10. La política revolucionaria y la política burocrática una política revolucionaria. No puede imaginar lo que es una política
revolucionaria porque se maneja con los mismos valores y conceptos
Una política es una orientación general para la acción que parte de que la minoría contra la cual tiene que hacer la revolución584.
una evaluación de las tendencias presentes en la historia. Cooke quiere La falta de una teoría revolucionaria y de una política de poder agra-
distinguir la política de “las artimañas del oportunismo”578, propias de va la burocratización. “Lo burocrático –dice Cooke- es un estilo en el
la burocracia. ejercicio de las funciones o de la influencia. Presupone, por lo pronto,
La política revolucionaria es creativa y busca prever las contingencias, operar con los mismos valores que el adversario, es decir, con una visión
anticipándolas579. Cooke la opone a las concepciones de la política que reformista, superficial, antitética de la revolucionaria”585. Lo burocrático
ponen el acento en la planificación, el cálculo, la exactitud y el detalle, no carece de teoría, pero está disociada de la práctica.
todos ellos rasgos propios de la ‘burocracia’580. La lógica burocrática acepta
La burocracia es centrista, cultiva un ‘realismo’ que pasa por ser el
577
Feinmann, J. P., 1974: 88-89. colmo de lo pragmático y rechaza toda insinuación de someterlo al
578
Cooke, J. W., 1973: 144. juicio teórico [crítico]. (...) Su actividad está depurada de ese sentido
579
En esto Cooke coincide plenamente con Perón: “Conducir es un arte, como la de creación propio de la política revolucionaria, de esa proyección
pintura o como la escultura, que tiene su técnica y que tiene su teoría. Con la teoría y
la técnica se puede hacer un buen cuadro como se puede hacer una buena escultura.
Indudablemente que si se quiere hacer una Última Cena de Leonardo o una Pietá de
Miguel Ángel sería necesario Leonardo o Miguel Ángel, porque la teoría y la técnica es 581
Cooke, J. W., 1973: 109. Énfasis nuestro.
la parte inerte del arte, la parte vital es el artista. De manera que siendo la conducción 582
“Nosotros llamábamos pensamiento burocrático a esa incapacidad para formularse,
un arte es necesario preparar a un artista, dándole una técnica y dándole una teoría. La desde la posición de las masas opuestas al régimen, una visión de la sociedad argentina
conducción política obedece a las mismas leyes que las demás artes, como consecuencia y del país […] una estrategia de poder y un planteo correcto de los problemas” (Cooke,
de que es también un arte” (Perón, J. D.: Actualización política y doctrinaria para la toma J. W., 1972: 94).
del poder, II parte, Conducción política y guerra integral, Buenos Aires, Revista Primera
Plana, No 492, 4/7/72).
583
Aquí se evidencia el rasgo “leninista” de la concepción de Cooke. Lenin había escrito:
“Sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario” (Lenin,
580
Cf. Cooke, J. W., 1973: 11. En una nota a los Apuntes, Cooke aclara: “queda entendido V. I.: ¿Qué hacer?, Editorial Polémica, Buenos Aires, 1974, p. 60).
que cuando empleo el término ‘burocracia’ y sus derivaciones, no me refiero exclusi-
vamente a quienes están desempeñando cargos sino a todos los que participan de esas
584
Cooke, J. W., 1972: 35.
modalidades rutinarias y estrechas de pensamiento y acción” (Cooke, J. W., 1972: 36). 585
Cooke, J. W., 1973: 20. Énfasis nuestro.
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hacia el futuro que se busca en cada táctica, en cada hecho, en cada El burócrata busca mantener los privilegios derivados de sus cargos
episodio, para que no se agote en sí mismo.586 institucionales (en el partido o en el sindicato) sin tener que tomar una
En el pensamiento burocrático (en consonancia con la política de posición ‘política’ y ocupar un lugar en la lucha (lo que incluye –para
despolitización del régimen) la comunidad se concibe como una totalidad Cooke- la aceptación del liderazgo de Perón591). Por eso reciben con
orgánica integrada, donde cada parte tiene su lugar asignado y en la que beneplácito el golpe “que valoriza sus posiciones en las estructuras gre-
el antagonismo, la discusión y la crítica587 han sido eliminados. “Es carac- miales y suprime el ámbito de lo político”592.
terística de una burocracia, no el de no saber resolver los problemas, sino El pensamiento burocrático es profundamente antihistórico. Por un
el plantear que no hay problemas”588. De aquí se deriva que “en la cabeza lado, tiende a ‘olvidar’ los ‘errores’ cometidos en el pasado como tam-
de los burócratas cualquier conciliación es posible. De noche sueñan que bién los antecedentes en las acciones de los personajes del régimen y las
suman botas, sotanas y alpargatas, y que la cuenta les sale justa”589. La constantes en la política del régimen. Por otro lado, desconfía de todo lo
lógica burocrática excluye cualquier tipo de contradicción y antagonismo que no sea fijo, estable, permanente, rechazando casi instintivamente el
y, por lo tanto, supone que cualquier articulación o conciliación es po- devenir y sus contingencias. De allí que los burócratas tiendan a aceptar
sible. Cooke, como después hará Rancière, señala que en esa lógica hay los principios del gobierno golpista como verdades universales con el
una cuenta errónea, porque se pretende adicionar a los ‘incontables’590. rango de dogmas. Pero, “la historia no va al ritmo del pensamiento de
“Sotanas, botas y alpargatas” simbolizan los tres estamentos o funciones los burócratas, no está paralizada sino que es un proceso continuo donde
de la polis platónica: los gobernantes, los guardianes y el pueblo. Platón nadie permanece inmutable”593.
define la función propia de cada parte y su virtud para dar base a su Para Cooke, el sujeto de la política son los trabajadores organizados
teoría de la justicia. Los gobernantes gobiernan y un gobierno alcanza su en un movimiento, es decir, el peronismo. Por ello, los impulsos para
perfección cuando es ‘sabio’. Los guardianes defienden y hacen cumplir el cambio provienen siempre del pueblo. La burocracia surge como un
las leyes. La perfección de los guardianes se alcanza cuando realizan esta colchón con la capacidad de amortiguar y sofocar los impulsos trans-
función con valentía. El pueblo vive bajo el mando de los gobernantes y formadores de la masa.
la protección de los guardianes. Su virtud es la sophrosine (templanza), La burocracia, en teoría es la cabeza del movimiento pero constituye
es decir, obedecer a las otras partes de la comunidad con la fortaleza de en los hechos una estructura intermedia por donde el régimen esteriliza
ánimo que requieran sus tareas. los impulsos revolucionarios que surgen de las bases populares594.
Para el pensamiento burocrático, el peronismo sería perfectamente El burócrata se ve como representante o como benefactor de la masa
integrable: por ejemplo, en lo económico-social, incorporando a las di- (siempre fuera de ella) pero no como parte. La burocracia no solo esteriliza
recciones sindicales peronistas junto con otras agrupaciones gremiales las acciones tendientes a la transformación sino también la reflexión y el
en una Confederación General del Trabajo pluralista y profesionalista, pensamiento crítico. El burócrata confunde la composición policlasista
que cumpla funciones específicas en la negociación entre obreros y pa- del movimiento con su ideología. “La ideología –escribe Cooke- solo
trones; en lo político, reconociendo a los dirigentes políticos peronistas puede ser o la revolucionaria595 del proletariado o la burguesa”596. De esta
razonables y potables (es decir, que no pretendan volver a la época de la
‘Tiranía’ ni repatriar al ‘Tirano’) junto con los otros partidos políticos.
591
En relación con la conducción de Perón, dice: “Los burócratas están siempre a la pesca
de cualquier frase o declaración de Perón que puedan utilizar para teñir de ortodoxia sus
586
Cooke, J. W., 1973: 20. Corchetes nuestros. claudicaciones” (Cooke, J. W., 1973: 88. Énfasis nuestro).
587
“Lo que sí constituye algo de la esencia del burocratismo: negar la discusión, no so-
592
Cooke, J. W., 1973: 56.
meterse al debate crítico, no tener argumentos para oponerse a una discusión” (Cooke, 593
Cooke, J. W., 1973: 113.
J. W., 1972: 95). 594
Cooke, J. W., 1973: 63. Énfasis nuestro.
588
Cooke, J. W., 1973: 102. 595
Este texto también puede entenderse en el sentido de las dos lógicas de las que hablan
589
Cooke, J. W., 1973: 89. Rancière y Laclau.
590
El peronismo gana con votos que no entran en la cuenta de nadie. 596
Cooke, J. W., 1973: 21.
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manera, la burocracia produce un ‘vacío ideológico’597 al mismo tiempo descripción verdadera de la realidad, sin confrontar nunca estas afirma-
que un vacío de política. De allí que J. P. Feinmann señale que “lo buro- ciones con los hechos. Por eso, la burocracia piensa que el golpe viene
crático es una categoría ideológica”598 y no meramente una característica a poner fin al liberalismo partidocrático, sin percibir que el peronismo
de los modos de administración de lo político-gubernamental. Este autor es la verdadera antítesis del liberalismo y que el golpe viene a terminar
diferencia el significado del concepto de burocracia en el pensamiento de con el enemigo del liberalismo y no con el liberalismo602.
Cooke del que tenía en el discurso de Eva Perón, para quien estaba ligado
a los egoísmos y a las ambiciones personales de algunos dirigentes del
11. Conclusión
Movimiento. En Cooke, en cambio, el concepto adquiere status teórico:
define una lógica de lo político y un sector en las luchas políticas. La En diversos momentos del desarrollo de las Lecciones sobre historia de
burocracia es un estilo de pensamiento, una convicción, una actitud y la filosofía o de las Lecciones sobre filosofía de la historia universal de Hegel
una forma de acción. Es una teoría y una praxis. se observa una incoherencia entre la sucesión cronológica de los hechos y
La burocracia ejerce un pensamiento mágico, el cual supone que la el desarrollo lógico-conceptual. Algo análogo ocurre en este libro al situar
realidad se sostiene en estatutos o declaraciones. Se trata de una forma el pensamiento de John W. Cooke después de los capítulos dedicados a
de pensamiento ajena a las explicaciones, a las demostraciones y al se- Marcuse, Foucault o Rancière, siendo cronológicamente anterior a todos
ñalamiento de las causas. ellos. Hemos seguido este ordenamiento para hacer más evidente la nove-
El resto del artículo [de las 62 de Pie] no agrega nada a esta simple dad y originalidad del pensamiento del autor argentino por contraste con
explicación: glosa los objetivos que ya están fijados en el Estatuto, los europeos y para resaltar hasta qué punto tenemos más información y
dándolos por asegurados como consecuencia de la disolución de reconocimiento de las producciones del pensamiento de las metrópolis
los partidos, pero sin ilustrarnos por qué ello ha de ocurrir, cuál es ideológicas y culturales antes que de las creaciones autóctonas.
la relación entre una cosa y otra, cómo es la nueva estructura social y Cooke desarrolla su pensamiento desde una doble perspectiva, por
política a que se refiere y en qué consiste la felicidad y grandeza que un lado, histórica, cultural e ideológica, por otro lado, política. Cada
nos vaticina599 600. una de ellas es mediada por la otra: la historia es mediada por la po-
La burocracia atribuye cualidades mágicas a las palabras y a las declara- lítica y la política por la historia. En sus estudios históricos es capaz
ciones: “El liberalismo –advierte Cooke, irónicamente- no perece porque de integrar enseñanzas del liberalismo hegemónico, del revisionismo
a los burócratas se les ocurra extenderle el certificado de defunción”601. nacionalista y del socialismo radical. Su interés se focaliza en las luchas
Al creer que la realidad se deriva de los estatutos y las declaraciones, populares y en la comprensión de las causas perdidas y de las empresas
la burocracia acepta lo que dicen los funcionarios del régimen como la derrotadas en tanto siguen siendo actuales y presentes en las luchas de
las masas peronistas. De ellos extrae el sentido de los acontecimientos.
597
Cf. Cooke, J. W., 1973: 55. La historia le permite pensar de otro modo las relaciones entre la teoría
598
Feinmann, J. P.: Peronismo. Filosofía política de una obstinación argentina, Página/12, y la praxis, entre la comprensión y la transformación, entre el pasado
13/07/08.
y el futuro. De la historia aprende, siguiendo a Maquiavelo y a Perón,
599
Cooke, J. W.: 1973, pp. 56-7.
que la acción humana está siempre condicionada pero no determinada,
600
Análogamente, Marx reprocha a los economistas políticos clásicos: “La economía po-
lítica parte del hecho de la propiedad privada; no lo explica. Concibe el proceso material que las decisiones y las acciones producen efectos y pueden cambiar los
de la propiedad privada, como ocurre en la realidad, en fórmulas generales y abstractas rumbos o inventar nuevas orientaciones. No confía en el fatalismo ni en
que sirven entonces como leyes. No comprende estas leyes; es decir, no demuestra cómo el espontaneísmo. Tiene confianza en la teoría, en la organización y en la
surgen de la naturaleza de la propiedad privada. La economía política no aporta una
explicación de la base de la distinción entre el trabajo y el capital, entre el capital y la lucha. No deja de criticar la concepción de la historiografía liberal y su
tierra” (Marx, K.: Manuscritos económico-filosóficos, en Fromm, E.: Marx y su concepto del pretensión de objetividad y neutralidad valorativa. Contra ella sostiene
hombre, México, F.C.E., 1973).
601
Cooke, J. W., 1973: 56. 602
Cf. Cooke, J. W., 1973: 57.
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un ‘conocimiento comprometido’, una forma más elevada de conciencia que, como se ha mostrado en el curso de este capítulo, adelantan pers-
teórica a la que identifica con la política. pectivas teóricas que en Europa se desarrollarán una década después. De
El conocimiento histórico le permite comprender, desde el mismo esta manera, Cooke supera (anticipándolas históricamente) perspectivas
acontecimiento del 17 de octubre de 1945, la novedad política que desarrolladas en los capítulos anteriores. Rescata con Marcuse la dialéctica
expresan las masas en el lugar vacío de lo público, en la Plaza de Mayo. histórica contra el pensamiento positivista y unidimensional, pero va
Ese mismo acontecimiento da un nombre al sujeto de la política y al más allá de la explicación de la ideología de las sociedades industriales
enemigo contra el que se manifiesta. ‘Peronismo’ es el nombre del sujeto avanzadas al mostrar la relación dialéctica entre las metrópolis capitalistas
de la política en la Argentina contemporánea; ‘Régimen’ es el nombre y los países periféricos o dependientes. Da, como Foucault, primacía a
del enemigo. la política, pero no la identifica con el poder ni cree que los sujetos sean
Si después de la batalla de Caseros la colonización cultural se man- meros productos del sistema de poder. Como Rancière, entiende a la
tendrá invariable detrás de los cambios de gobierno, el acontecimiento política como desacuerdo y como ruptura con el régimen, pero no se
del 17 de octubre iniciará un período de autonomía política y económica limita a considerarla un breve momento de discontinuidad en la sucesión
y un proceso de transformación radical de la dependencia ideológica y de los sistemas de dominación sino que muestra la continuidad en las
cultural, porque si bien el Yrigoyenismo había vuelto a dar protagonis- luchas por la liberación.
mo a las masas, nunca pudo superar la dependencia del imperialismo
cultural. Ése fue su límite y la causa de su derrota. El peronismo superó
esa limitación poniendo a las masas como sujeto de una lucha política al
mismo tiempo antiburguesa y antiimperialista. En esta cuestión Cooke
va más allá de Marcuse, Foucault o Rancière, los que no dejan de pensar
la política y el poder desde el hemisferio norte o desde una perspectiva
eurocéntrica. Estos autores han pensado la política como socialista, anar-
quista o democrática, pero no llegan a concebirla como antiimperialista.
Cooke no se limita a aplicar los conceptos derivados de la tradición
marxista, sino que recrea los conceptos para que permitan comprender
la singular situación argentina. En este punto sus análisis difieren de los
realizados por los teóricos liberales tanto como de los efectuados por los
socialistas y comunistas. En lugar de reducir la singularidad del peronis-
mo a las teorías generales como el liberalismo o el marxismo, Cooke crea
categorías universales desde la experiencia histórica singular. Fue uno
de los primeros y escasos teóricos que pudo explicar el peronismo sin
recurrir a los conceptos inadecuados o anacrónicos derivados de marcos
conceptuales construidos para responder a problemas ajenos a la realidad
argentina y sudamericana contemporánea. Esto fue particularmente evi-
dente durante la estancia de Cooke en Cuba, donde era inevitable tratar
de comparar los procesos liderados por Juan Perón y Fidel Castro, para
lo cual se requieren categorías comunes.
El desarrollo teórico de Cooke requirió no solamente redefinir concep-
tos como ‘masa’, ‘pueblo’, ‘ideología’, ‘líder’, ‘régimen’, ‘despolitización’,
‘burocracia’, etcétera, sino también construir e inventar conceptos nuevos
196 197

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Capítulo 5
La ontología política postfundacional y la
democracia radical

1. Introducción
Desde la publicación de Política e ideología en la teoría marxista (1977),
Ernesto Laclau603 se ha ocupado de construir una teoría que pudiera dar
cuenta de las ‘anomalías’ y paradojas irresueltas por las ciencias sociales
como son las derivaciones fascistas y totalitarias de la revolución demo-
crática, el ‘populismo’, la construcción de un sujeto revolucionario o la
identidad del proyecto socialista. Como otros intelectuales de la época,
Laclau enfrenta el desafío teórico y práctico que se deriva de la declinación
de los horizontes que estructuraron el discurso de la izquierda, cuales son
el comunismo soviético y el estado de bienestar en el mundo occidental604.
Sus trabajos han ido contribuyendo a la constitución de un ‘pensamiento
estratégico’605 o de una ‘ontología política’606 con herramientas teóricas

603
Ernesto Laclau nació en Buenos Aires en 1936. Se graduó en Historia en la Universidad
Nacional de Buenos Aires, colaborando con Gino Germani y José Luis Romero. Militó
en la izquierda nacional de Jorge Abelardo Ramos hasta el año 1969 cuando se radicó
en Europa, tras una invitación del historiador Eric Hobsbawn, doctorándose en la Uni-
versidad de Oxford. Se desempeñó como profesor de Teoría Política en la Universidad
de Essex (Gran Bretaña) y en la Universidad Estatal de Nueva York (Estados Unidos).
Murió el 13 de abril de 2014.
Entre sus obras se destacan Política e ideología en la teoría marxista (1977); Hegemonía y
estrategia socialista: hacia una radicalización de la democracia (en coautoría con Chantal
Mouffe -1985-); Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo (1990); Hegemonía,
contingencia y universalidad (en coautoría con Judith Butler y Slavoj Žižek -2000-) La
razón populista (2005).
604
Cf. Laclau, E., Estructura, historia y lo político, en Butler, J. et alia, Hegemonía, con-
tingencia y universalidad, México, F.C.E., 2003, p. 209.
605
Marchart, O., La política y la diferencia ontológica. Acerca de lo ‘estrictamente filosófico’
en la obra de Laclau, en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 79.
606
Laclau, E., La razón populista, Buenos Aires, F. C. E., 2005, p. 91. En Nuevas reflexiones
había dicho: “’Política’ es una categoría ontológica: hay política porque hay subversión
y dislocación de lo social” (Laclau, E., 1993, p. 77).
199

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y conceptuales tomadas de la ciencia histórica, la lingüística, la filosofía se fue construyendo con el propósito de dar respuesta a un problema que
y del conjunto de las ciencias sociales desde la teoría política hasta el ha signado el conjunto de la producción de Laclau: ¿cómo compatibilizar
psicoanálisis607. Estos aportes han incrementado la riqueza y complejidad el socialismo con la democracia, dado que ninguno de estos conceptos
de sus textos de manera creciente desde la publicación, junto con Chantal incluye al otro necesariamente? ¿cómo un socialismo democrático podría
Mouffe608, de Hegemony and socialist strategy. Towards a radical democratic construirse como alternativa al capitalismo y al totalitarismo?
politics (1985)609, definiendo un marco conceptual novedoso y a veces En el apartado siguiente se presentará la teoría del discurso de Laclau
críptico, heredero del post-estructuralismo610, del deconstructivismo y y Mouffe tomando como fuente principal la obra citada y valiéndose de
del post-modernismo611, del que se ocupará este capítulo. Dicho marco otras obras612 de los mismos autores para clarificar algunos temas o para
607
“Lo que todas estas dimensiones comparten –observa Marchart-, en un nivel más
profundizar las tesis de la fuente principal.
general, es la muy real experiencia del lento pero constante proceso de derretimiento
de fundamentos (en apariencia) sólidos” (Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 78).
Este autor afirma que la obra de Laclau se sostiene sobre un trípode conformado por 2. El discurso como horizonte ontológico
la filosofía [antiesencialista o postfundacional], la ciencia [lingüística saussureana] y la
teoría [y la experiencia práctica] política. El concepto de discurso se inserta en una larga tradición: Hegel ha-
608
Chantal Mouffe nació en Charleroi (Bélgica) en 1943. Es egresada de la Université blaba de ‘espíritu’, Marx prefería el concepto de ‘modos de producción’,
Catholique de Louvain, la Université de Paris y la University of Essex. Militó en el movi-
miento feminista y es autora de numerosos trabajos sobre esa especialidad. Actualmente Heidegger hace referencia a la ‘época’ o al ‘mundo’, Thomas Kuhn forjó
se desempeña como profesora de Teoría Política en la Universidad de Westminster el término ‘paradigma’, Lévi-Strauss propone el concepto de ‘estructura’,
(Londres). Entre sus obras se destaca El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, Wittgenstein inventa el giro ‘juegos del lenguaje’, Cliford Geertz utiliza
pluralismo, democracia radical (1993), en la que toma posición en los debates contem-
poráneos, reinterpretando las contribuciones de Carl Schmitt; La paradoja democrática
la noción de ‘cultura’ y Lacan la de ‘orden simbólico’. Todos estos signi-
(2000) y En torno a lo político (2005). ficados hacen referencia a totalidades significativas y están emparentados
609
Laclau, E.-Mouffe, Ch., Hegemonía y estrategia socialista, Madrid, Siglo XXI, 1987. con la conceptualización de Laclau y Mouffe, quienes definen al discurso
Mouffe señala que el objetivo de la obra es dotar “a la izquierda de un nuevo imaginario, como el “conjunto sistemático de relaciones [significativas] construidas
un imaginario que recoja la tradición de las grandes luchas por la emancipación y que
tenga también en cuenta las contribuciones recientes del psicoanálisis y la filosofía. En
socialmente”613. Dicho de otro modo: el discurso es “la totalidad estruc-
efecto, ese proyecto podría definirse como moderno y al mismo tiempo como posmo- turada resultante de la práctica articulatoria”614. O también: discurso es
derno” (Mouffe, Ch., El retorno de lo político, Barcelona, Paidós, 1999, p. 29). “un sistema diferencial y estructurado de posiciones”615.
610
La crítica del estructuralismo se evidencia en el siguiente texto: “Cuando el modelo
lingüístico fue importado al campo general de las ciencias humanas, fue este efecto de producción de la cultura, en Giddens et alia, La teoría social, hoy, México, Alianza/CNCA,
sistematicidad el que predominó, y de tal modo el estructuralismo se constituyó como 1991, p. 255). El deconstructivismo tiene como principal referente a Derrida, de quien
una nueva forma de esencialismo: como la búsqueda de las estructuras subyacentes que procede la difusión del término “deconstrucción” (Cf. Mouffe, Ch. (comp.), Deconstrucción
constituyen la ley inmanente de toda posible variación. La crítica al estructuralismo se y pragmatismo, Buenos Aires, Paidós, 1998). El postmodernismo surgió como una corriente
llevó a cabo en ruptura con esta concepción del espacio estructural como espacio plena- innovadora dentro las artes (principalmente en la arquitectura) y de allí se extendió al ámbito
mente constituido. (…) El signo es el nombre de una escisión, de una imposible sutura literario y filosófico. Sus referentes principales son F. Jameson, F. Lyotard, J. Baudrillard,
entre significante y significado” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 129-130). G. Vattimo, G. Deleuze y M. Foucault. (Cf. Díaz, E., ¿Qué es la posmodernidad?, en Díaz
611
Los nombres “(post)estructuralismo”, “deconstruccionismo” y “postmodernismo” – Galante – López Gil – Zagari – Carbone – Heler – Reigadas – Cullen, ¿Posmodernidad?,
hacen referencia a corrientes de pensamiento contemporáneas que no podrían ser Buenos Aires, Biblos, 1988, pp. 17-43).
delimitadas con precisión ya que los diversos autores que se suelen vincular a ellas no 612
La concepción del populismo que Laclau desarrolla en La razón populista no será
comparten todos los rasgos que caracterizan sus pensamientos. El estructuralismo tiene tenida en cuenta en esta presentación porque no consideramos que esté relacionada con
como principales referentes a Saussure, Levi-Strauss y Althusser, aunque también po- el problema de la dominación que nos ocupa aquí.
drían incluirse aquí algunos trabajos de Foucault, Barthes, Derrida y Lacan. Estos últimos 613
Laclau, E.-Mouffe, Ch., Postmarxismo sin pedido de disculpas, en Laclau, E., Nuevas
autores inician la crítica del estructuralismo dando lugar al “post-estructuralismo” (Cf. reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo, Buenos Aires, Nueva Visión, 1993, p.
Etchegaray, R., El estructuralismo, en La racionalidad en las ciencias y la filosofía, San Justo, 115.
Grupo Editor Tercer Milenio, 1999; Ricoeur, Paul, 1982; Deleuze, G., ¿En qué se reconoce
el estructuralismo?, en Chatelet, F., La filosofía de las ciencias sociales. De 1860 a nuestros días,
614
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 119.
tomo IV: el siglo XX, p. 568; Giddens, A., El estructuralismo, el post-estructuralismo y la 615
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 124.
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Usualmente el término ‘discurso’ tiene el significado de ‘lo que al- cia’ ni física ni mental; 2° el código que rige los sistemas apilados unos
guien dice’ o ‘lo que se dice’. En este sentido, es sinónimo de ‘habla’, la sobre los otros no procede de ningún sujeto hablante; es más bien el
cual podría ulteriormente ser fijada por la escritura. Estos significados inconsciente categorial quien hace posible el ejerci­cio de la palabra por los
frecuentes identifican el discurso con lo lingüístico, ya sea entendido locutores del lenguaje; 3° el signo, que Saussure consideraba la identidad
como lo dicho o como lo escrito. Pero los autores advierten que no hacen fundamental del lenguaje, está constituido por una diferencia entre un
referencia a este significado616 y que se debe evitar el equívoco que se significante y un significado; esta diferencia es interna al signo y por
produce al referir el discurso a los hechos lingüísticos (habla, escritura) esta razón cae dentro del universo del discurso; el signo no requiere
o a lo puramente ‘mental’ (lógica). No se trata solo de lo meramente lin- ninguna relación ‘exterior’, tal como la relación signo-cosa que San
güístico617, de lo que se dice, se escribe o se piensa, sino de una totalidad Agustín colocaba en la base de su teoría del lenguaje. Un sistema sin
significativa que incluye en sí lo lingüístico y lo extralingüístico618, lo ‘términos’, un sistema sin ‘sujeto’, un sistema sin ‘cosas’, así es la lengua
que se dice y lo que se hace, las palabras y las cosas. Además, el discurso para el filósofo instruido en la lingüística estructural620.
no se define por las substancias o los sujetos sino por las acciones y las Y así también lo es para Laclau y Mouffe, si bien la ‘lengua’ (para
relaciones. En este sentido, Laclau y Mouffe se sostienen en la concep- Saussure) está compuesta solo por signos lingüísticos, en cambio el ‘dis-
ción estructural de la lengua iniciada por F. de Saussure, para quien “el curso’ (para Laclau y Mouffe) está compuesto también por las acciones
principio fundamental es que la lengua constituye un sistema, cuyas partes y los hechos, conformando un sistema más amplio621 que el lingüístico
todas están unidas por una relación de solidaridad y de dependencia. Este o el semiológico. Lo llaman ‘discurso’ por dos razones: es una totalidad
sistema organiza unidades -los signos articulados- que se diferencian y se significativa y es, a diferencia de la lengua en Saussure y como se verá
delimitan mutuamente”619. Es importante subrayar que cada término se más adelante, un sistema abierto622, fallido623.
define por las relaciones con los otros términos del sistema y no por sí En consecuencia, el discurso es el marco más comprensivo u horizonte
mismo o según su naturaleza propia. Por eso Ricoeur ha señalado insis- dentro del cual es posible distinguir la ‘realidad’ de la irrealidad, la ‘ver-
tentemente que el estructuralismo se basa en tres principios derivados dad’ de la falsedad, el ‘valor’ de lo sin valor, la ‘bondad’ de la maldad o la
de la lingüística general de Saussure: ‘belleza’ de la fealdad. Por ser tal su comprensión, no tiene sentido –para
1° la lengua, en el sentido saussuriano del término, consiste en un sistema Laclau y Mouffe- plantear la cuestión de la realidad o de la verdad del
de diferencias sin términos absolutos; la separación entre los fonemas, entre discurso. Como en Foucault, cada articulación discursiva determina las
los lexemas, es la sola realidad de la lengua, la cual es así una ‘substan- condiciones que hacen reales a las cosas o verdaderas a las proposiciones.
En otros términos: toda práctica social se constituye “en el campo de la
616
“Por discurso no entendemos algo esencialmente restringido a las áreas del habla y la
escritura, sino un conjunto de elementos en el cual las relaciones juegan un rol constitu-
tivo. Esto significa que esos elementos no son preexistentes al complejo relacional, sino 620
Ricoeur, P., Corrientes de la investigación en las ciencias sociales, Editorial Tecnos-Unesco,
que se constituyen a través de él. Por lo tanto ‘relación’ y ‘objetividad’ son sinónimos” 1982, p. 340. Los fundamentos de la doctrina estructural, señala Émile Benveniste, se
(Laclau, E., 2005: 92). encuentran en tres principios saussureanos: 1) la noción de la lengua como sistema; 2) la
617
“Lo que he llamado la perspectiva lingüística se refiere no solo a lo lingüístico en el lengua es forma y no substancia; 3) los elementos de la lengua no pueden definirse sino
sentido restringido sino también a todos los sistemas de significación. Como estos últi- por sus relaciones. Cf. Benveniste, É., 1971: 93.
mos coinciden con la totalidad de las relaciones sociales, las categorías y las relaciones 621
El discurso llega a identificarse con lo que los antiguos llamaban “el orden del ser” y
exploradas por el análisis lingüístico no pertenecen a áreas regionales sino al campo de con lo que Lacan llama el “orden simbólico”.
una ontología general” (Laclau, E., Debates y combates. Por un nuevo horizonte de la política, 622
También lo que Deleuze llama rizoma es un sistema abierto: “Un sistema abierto es
Buenos Aires, F. C. E., 2008, p. 21). cuando los conceptos están relacionados a circunstancias y ya no a esencias” (Deleuze,
618
“…lo que llamamos discurso (…) aunque toma sus principales categorías de la lingüís- G., Conversaciones. 1972-1990, Valencia, Editorial Pre-textos, 1992).
tica estructural (…) no está restringido a ninguna sustancia –fónica o conceptual- sino 623
“Debemos, por tanto, considerar la apertura de lo social como el fundamento cons-
que es sinónimo del campo general de la objetividad” (Laclau, E., Atisbando el futuro, titutivo o la ‘esencia negativa’ de lo existente, y a los diversos ‘órdenes sociales’ como
en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 351). intentos precarios y, en última instancia, fallidos de domesticar el campo de las diferencias”
619
Benveniste, É., Problemas de lingüística general, México, Siglo XXI, I, 1971, p. 98. (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 160-161).
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discursividad”624. Por lo tanto, “la cuestión acerca de las condiciones de sentido. Lo existente es algo que está ahí, algo presente aquí y ahora,
posibilidad del ser del discurso carece de sentido”625, puesto que no hay independiente de toda relación con un sujeto y exterior a lo que Lacan
meta-discurso que contenga o comprenda al discurso626. llama el ‘orden simbólico’630. Lo existente como existente es un algo que
Toda acción o praxis social es significativa y el conjunto resultante de no tiene ninguna relación significativa para ningún sujeto. Lo meramente
la praxis social significativa es el discurso. La misma praxis que produce existente se identifica, entonces, con lo ‘no significativo’ y, por lo tanto,
cosas, productos o mercancías, articula relaciones significativas627. La con lo no discursivo. Pero, dado que no estar en ninguna relación signi-
praxis construye el sentido, ‘significa’, constituye cada cosa como ‘esta ficativa es algún tipo de relación -aunque negativa- podría decirse que
cosa’. La realidad de las cosas no es previa al discurso sino su resultado. La la existencia es la relación menos determinada, la más pobre: algo que no
realidad, en tanto discurso, es una construcción social, es el resultado de tiene ningún significado, una ‘X’ vacía e indeterminada. Existir es solo
una praxis social. En este punto, Laclau y Mouffe se basan en la tradición estar ahí sin ser nada determinado.
teórica del marxismo occidental que afirma la praxis productiva como Estos conceptos permiten comprender mejor un ejemplo mencionado
origen de la realidad social humana628. por Rancière631: el demos ateniense existe pero no es, no tiene realidad. La
De lo dicho anteriormente no se infiere una postura ‘idealista’629 ni mera existencia se refiere a algo que no es alguien, a aquellos que están allí
que ‘lo que es’ exista solo discursivamente. El concepto de discurso hace sin formar parte del todo de la comunidad: una materialidad632 informe,
referencia a las realidades significativas mientras que lo existente señala lo un significante sin significado. La existencia es una materia pura, sin
que está más allá o fuera de toda relación de significado. Lo existente es forma, un algo totalmente indeterminado. Un ejemplo análogo puede
siempre una ‘X’ de la cual no puede decirse ni pensarse nada que tenga encontrarse en los textos de J. W. Cooke cuando hace referencia a la
624
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 128. ‘chusma descamisada’ o a la ‘masa peronista’, las que existen puesto que
625
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1993, p. 119. no dejan de estar ahí llenando la Plaza de Mayo y generando un griterío,
626
O. Marchart habla del pensamiento posfundacional en términos de “cuasi trascenden- pero no cuentan ni tienen realidad para los sectores oligárquicos.
talismo”, aclarando que “un aspecto del cuasi indica que el fundamento y el abismo, las El discurso supone la existencia pero no se refiere a ella633. Como el
condiciones de posibilidad y de imposibilidad, se hallan inseparablemente entrelazadas, significado no está inscripto en las cosas en sí mismas634 sino que es una
y el otro aspecto indica que todas las condiciones trascendentales surgirán siempre a
partir de coyunturas empírico históricas particulares” (Marchart, O., El pensamiento político construcción social, toda realidad puede ser reconstruida o reconstituida
posfundacional. La diferencia política en Nancy, Lefort, Badiou y Laclau, México, F. C. E.,
2009, p. 43. Énfasis en el original). De modo semejante Deleuze propone un empirismo
trascendental como marco de la filosofía contemporánea.
627
“Si pateo un objeto esférico en la calle -dice Laclau- o si pateo una pelota en un partido 630
“Es lo que en nuestro trabajo hemos denominado ‘discurso’, lo que en general coincide
de fútbol, el hecho físico es el mismo, pero su significado es diferente. El objeto es una con lo que en la teoría lacaniana se llama ‘simbólico’” (Laclau, E. en Butler, J. et alia,
pelota de fútbol solo en la medida en que él establece un sistema de relaciones con otros 2003, p. 83). Cf. Stavrakakis, Y., 2010: 88.
objetos, y estas relaciones no están dadas por la mera referencia material de los objetos
sino que son, por el contrario, socialmente construidas. [...] El hecho de que una pelota
631
Cf. Rancière, J., El desacuerdo. Política y filosofía, Buenos Aires, Nueva Visión, 1996.
de fútbol solo es tal en la medida en que está integrada a un sistema de reglas socialmente 632
J. Butler hace referencia a este significado del concepto de materia en el capítulo 1
construidas no significa que ella deja de existir como objeto físico. Una piedra existe de la Primera Parte de Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del
independientemente de todo sistema de relaciones sociales, pero es, por ejemplo, o bien ‘sexo’, Buenos Aires, Paidós, 2002.
un proyectil, o bien un objeto de contemplación estética, solo dentro de una configuración 633
“En otras palabras, estamos ante dos órdenes distintos: el ser discursivo y la existencia
discursiva específica” (Laclau, E., 1993: 114-115. Subrayado nuestro). extradiscursiva. Destacar la importancia del primero para las sociedades humanas no
628
Cf. Berger, P.-Luckmann, T., La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu equivale a cuestionar la irreductibilidad del segundo” (Glynos, J.-Stavrakakis, Y., Op.
Editores, 1968, undécima reimpresión, 1993; Etchegaray, R., 1999, pp. 120-129. Cit., en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 253).
629
“El registro de este límite constitutivo es, precisamente, aquello que impide la asi- 634
El discurso como sistema de diferencias “no puede ser el denominador común de la
milación de la teoría del discurso de Laclau y Mouffe a un idealismo en el que la expe- unidad extradiscursiva de sus elementos, sino que es, en cambio, una reducción de la
riencia humana queda reducida a la mera construcción social” (Glynos, J.-Stavrakakis, realidad. Volver inteligible la realidad implica bloquear la significación y esto significa que
Y., Encuentros del tipo real. Indagando los límites de la adopción de Lacan por parte de la realidad sobrepasa cualquier intento de sistematización” (Dyrberg, T., Lo político y la
Laclau, en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 253). política en el análisis del discurso, en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 307).
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y ello hace imposible la pretensión de fijar un significado último635. En Strauss expresa esta concepción del carácter relacional de las totali­dades
términos de Laclau y Mouffe: “No hay ningún hecho cuyo sentido pue- de la siguiente forma: “el auténtico estructuralismo trata (...) por encima
da ser leído transparentemente”636. En términos epistemológicos: ningún de todo, de captar las cualidades intrínsecas de determinados tipos de orden.
hecho puede verificar una hipótesis637. Estas propiedades no expresan nada que sea externo a ellas”643. Los ele-
Si el discurso es el resultado de una praxis social, ¿no podría argu- mentos de una estructura no se definen ni por su esencia intrínseca ni por
mentarse que la praxis como tal es anterior y diferente del significado? la designación de un objeto exterior644, sino por la posición que ocupan
Planteado en términos lingüísticos, el problema es ¿“en qué medida puede en la totalidad estructural, es decir, por su sentido. No son los sujetos los
establecerse una separación rígida entre semántica y pragmática -es de- portadores de sentido, sino los sentidos (el lugar ocupado en la estructura)
cir, entre significado y uso”?638 En tanto que el significado se constituye los que portan a los sujetos. El concepto de totalidad relacional en la lin-
dentro de los contextos del uso, tal abstracción puede sostenerse solo güística estructural está vinculado a la noción de dife­rencia y al principio
analíticamente, pero no realmente639. La realidad de alguna cosa presupo- que establece la naturaleza arbitraria de los signos645.
ne su existencia, pero de una existencia no se sigue necesariamente una La tesis que afirma la anterioridad del discurso respecto de los objetos,
única realidad ni una realidad determinada640. “Lo que se niega –aclaran la afirma igualmente respecto de los sujetos, ya que es el mismo discurso
Laclau y Mouffe- no es la existencia, externa al pensamiento, de dichos el que los constituye como tales. “Toda identidad [subjetiva] u objeto
objetos, sino la afirmación de que ellos puedan constituirse como objetos discursivo –afirman Laclau y Mouffe- se constituye en el contexto de una
al margen de toda condición discursiva de emergencia”641. La realidad acción”646. Ninguna cosa tiene un significado ‘en sí misma’ o, lo que es
está siempre determinada discursivamente, está articulada dentro de una lo mismo, no hay ‘substancias’ o ‘esencias’ a priori o independientes de
totalidad significativa, dentro de un mundo histórico que es producto la praxis. Los objetos y los sujetos adquieren significado en y por la praxis
de una praxis social. que los produce, los articula, los apropia, los reapropia o (en términos de
De acuerdo con estos supuestos, el discurso -en tanto estructura Deleuze y Guattari) los territorializa y codifica. El discurso, como praxis
significativa- es una totalidad relacional o un sistema de diferencias en significativa, determina lo que cada cosa es y lo que cada sujeto es. En
el que la identidad de los elementos es puramente relacional642. Lévi- consecuencia, el ser de lo que es, es discurso. El discurso es el horizonte647
de significatividad construido desde, en y por una praxis social.
635
En este punto, Laclau y Mouffe coinciden con Rorty y con los autores de la tradición La misma totalidad de articulaciones significativas que fija el signi-
hermenéutica como Vattimo o Gadamer. Cf. Rorty, R., Contingencia, ironía y solidaridad,
Barcelona, Paidós, 1991, pp. 23-42; Vattimo, G., La sociedad transparente, Barcelona,
ficado de los objetos define también la identidad de los sujetos o de los
Paidós, 1990, pp. 73-87. actores o agentes sociales. En tanto determinados por las relaciones dis-
636
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1993: 116-7. Énfasis nuestro.
637
Como ha escrito K. Popper: “las teorías científicas se distinguen de los mitos simple- cia es una categoría abarcadora que refiere a la construcción relacional de la identidad”
mente en que pueden criticarse y en que están abiertas a modificación a la luz de las (Dyrberg, T., Op. Cit., en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 309).
críticas. No pueden ni verificarse ni probabilificarse” (Popper, K., Realismo y el Objetivo 643
Lévi-Strauss, C., L’homme nu, París, Plon, 1971, pp. 561-62; citado por Giddens. Énfasis
de la Ciencia, Editorial Tecnos, Madrid, 1985, p. 47). nuestro.
638
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1993: 115. 644
“La frontera no puede ser significada sino solamente manifestada como interrupción o
639
Marcuse adhiere a una posición muy diferente en este punto: sostiene que el concep- ruptura del proceso de significación. […] El Otro como otro es radicalmente inaccesible;
to no puede ser reducido al uso sino a condición de suprimir su naturaleza negativa o el exterior es un exterior radical” (Marchart, O., 2008: 83 y 87).
dialéctica (dentro de una lógica de la dominación). Cf. Marcuse, H., 1985: 114-150. 645
Giddens sostiene que estos conceptos “están presentes en el conjunto de las perspecti­vas
640
Cf. Rorty, R., 1991: 25. estructuralistas y post-estructuralistas” (Giddens, A., El estructuralismo, el post-estructu-
641
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 123. ralismo y la producción de la cultura, en Giddens et alia, La teoría social, hoy, traducción
de J. Alborés, México, Alianza/CNCA, 1991, p. 262).
642
“En nuestra perspectiva no existe un más allá del sistema de diferencias, ningún
fundamento que privilegie a priori algunos elementos del todo por encima de los otros.
646
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1993, p.116.
Cualquiera que sea la centralidad adquirida por un elemento, debe ser explicada por el 647
Sobre el concepto de horizonte, cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 206; Laclau, E.,
juego de las diferencias como tal” (Laclau, E., 2005, p. 93. Énfasis nuestro). “La diferen- 2005: 95.
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cursivas los sujetos se definen por las posiciones que ocupan (posiciones ta- que ellos dan a las cosas su ser. [...] El materialismo (...) consiste
de sujeto648) en el discurso. “Es por la misma razón –explican Laclau y en mostrar el carácter histórico, contingente y construido del ser de los
Mouffe- que es el discurso el que constituye la posición del sujeto como objetos y en mostrar que esto depende de la reinserción de ese ser en
agente social, y no, por el contrario, el agente social el que es el origen el conjunto de condiciones relacionales que constituyen la vida de la
del discurso”649. Un ‘mismo’ sujeto puede constituirse en diferentes ‘po- sociedad como un todo655.
siciones’ de acuerdo a las configuraciones que en cada caso delimiten su A partir de lo anterior, Laclau y Mouffe señalan tres ‘puntos básicos’ a
identidad, en tanto no puede hablarse de la esencia o de la substancia del ser considerados en una teoría del discurso: (1) Ningún objeto real puede
sujeto (por ejemplo, el individuo natural del liberalismo650 o la esencia constituirse al margen de toda condición discursiva de emergencia. La
del ‘proletariado’651 en algunas orientaciones del marxismo, o de la ‘mu- existencia, en tanto exterior al discurso, es por lo tanto irreal aunque toda
jer’ o de los ‘pobres’ en ciertas orientaciones que guían la práctica de los realidad supone la existencia. (2) La afirmación del carácter material de
trabajadores sociales652). Consecuentemente, su identidad y sus caracteres toda estructura discursiva (y la consecuente negación del carácter ‘mental’
distintivos se delimitarán en cada contexto discursivo. o ‘ideal’ del discurso). El discurso es una totalidad significativa compuesta
“Si toda identidad es diferencial –argumentan Laclau y Mouffe-, es de elementos materiales tanto lingüísticos como extralingüísticos. De
suficiente que el sistema de diferencias no sea cerrado, que esté expuesto a aquí se deriva la consecuencia de que el discurso tiene una realidad que
la acción de estructuras discursivas externas, para que una identidad sea estructura y define diversas posiciones de sujeto. Una segunda conse-
inestable”653. La identidad de los sujetos o la realidad u objetividad de las cuencia que se sigue del carácter material del discurso es el carácter
cosas no se establecen nunca plenamente porque no están en las cosas en material de las ideologías y la disolución del modelo clásico ‘estructura/
sí mismas ni pueden determinarse desde el sistema de relaciones porque superestructura’656. (3) La centralidad de la categoría de discurso se jus-
éste nunca es completo654, nunca llega a cerrar, no logra constituirse como tifica porque permite pensar rigurosamente algunas relaciones sociales
‘sistema’ en sentido estricto. que sería imposible comprender a partir del modelo de objetividad
Los hombres –dicen Laclau y Mouffe- construyen socialmente su propio de las ciencias naturales. Dentro de las posibilidades teóricas y
mundo, y es a través de esta construcción -siempre precaria e incomple- metodológicas de este marco está la utilización de recursos retóricos como
la sinonimia, la metonimia, la metáfora, la analogía o la contradicción,
648
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987, pp. 132 ss. Por los mismos motivos que Rancière los cuales son inadmisibles en el paradigma naturalista de las ciencias
opta por reemplazar el concepto de sujeto por el de “modos de subjetivación”, Laclau y sociales657 pero son enteramente aceptables para un marco teórico como
Mouffe proponen reemplazar el primero por el concepto de “posiciones de sujeto”.
el que aquí se propone658.
649
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1993: 115.
650
Mouffe critica a Rawls su concepción del sujeto como un origen, que existe inde- 655
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1993: 124-27. Énfasis nuestro.
pendientemente de las relaciones sociales en las que se haya inserto (Cf. Mouffe, Ch,
1999: 84).
656
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 124-25. M. Foucault llega a un resultado análogo
en la segunda conclusión de La verdad y las formas jurídicas (Cf. Foucault, M., 1986:
651
Laclau cuestiona la concepción esencialista de la clase proletaria que existe en varias 138-139).
corrientes del marxismo. (Cf. Laclau, E., Emancipación y diferencia, Buenos Aires, Editorial
Ariel, 1996: 43-68; Butler, J. et alia, 2003, pp. 211-212, 296-301).
657
Más aún, Laclau y Mouffe cuestionan los modelos académicos hegemónicos en las
ciencias sociales (no ya los heredados de las ciencias naturales), como la sociología positiva:
652
Cf. Etchegaray, R., Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en Trabajo “hablan de la ‘imposibilidad de la sociedad’, es decir, de la incapacidad del dominio social
Social, Revista Propuestas de la Universidad Nacional de La Matanza, Año I, N° 1, junio de aportar bases firmes para el análisis” (Dallmayr, F., Laclau y la hegemonía. Algunas
de 1995, pp. 43-57. advertencias (post)hegelianas, en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 64-65).
653
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1993, p. 124. Énfasis nuestro. 658
“En la actualidad hay acuerdo en que necesitamos ensanchar el concepto de racio-
654
“…el sujeto es siempre el sujeto de la falta; siempre emerge a partir de una asimetría nalidad para dar cabida en él a lo ‘razonable’ y lo ‘plausible’ y reconocer la existencia de
entre la plenitud (imposible) de la comunidad y el particularismo de los sitios de enun- múltiples formas de racionalidad” (Mouffe, Ch., 1999: 34). “La retórica es constitutiva
ciación. Esto también explica por qué los nombres de la plenitud resultarán siempre del discurso. […] Para mí –dice Laclau-, algo que solo puede mostrarse como ‘falla o
del investimiento radical de un valor universal en una cierta particularidad…” (Laclau, dislocación dentro del orden óntico de las cosas’ tiene un significado muy preciso: des-
E., 2008: 26). plazamientos tropológicos. Yo he aludido a esto hace tiempo. Ahora su significado puede
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No obstante las semejanzas señaladas con el paradigma estructural, Toda estructura discursiva es abierta, histórica, contingente662, no
el concepto de discurso definido por Laclau y Mouffe debe distinguirse suturada y está limitada por un exterior constitutivo663 664. El carácter
tanto de la ‘totalidad’ hegeliana o lukácsiana como de la ‘estructura’ o abierto del discurso propio de las sociedades en la época moderna con-
del ‘sistema’ en el estructuralismo. Todos ellos se caracterizan por la duce al problema de la dislocación.
necesidad de las relaciones entre los términos que, así, se constituyen
en momentos de la totalidad que los incluye. Aquellos conceptos buscan
3. Capitalismo y dislocación
suprimir el factor de indeterminación y de contingencia que se deriva
de las nociones de libre albedrío y de espíritu o cultura. Según Laclau Laclau y Mouffe advierten, incorporando conceptos elaborados por
y Mouffe, la totalidad hegeliana es posible solo a condición de que toda la tradición democrática de Tocqueville y Lefort665, que en la época mo-
multiplicidad sea reducida a unidad659. Una estructura o una totalidad derna capitalista se han puesto en cuestión las formas tradicionales de
cerrada o plenamente constituida (unificada) implican la reducción de legitimación de lo político-social, produciendo efectos en la organización
todo elemento a momento, es decir, a diferencia inmanente. El concepto política de las comunidades. Tocqueville señaló el impulso incontenible
de discurso, por el contrario, supone siempre un exterior irreductible a de la igualación de las condiciones sociales como el hecho más sustantivo
partir del cual se constituye como totalidad. de los últimos siete siglos666 y Lefort llamó ‘invención democrática’667 a la
El discurso es, entonces, una totalidad no totalizada ni totalizable660, institución del principio de igualdad en la época moderna668.
supone siempre elementos que no pueden ser reducidos a momentos del
Además hay que agregar a esto –subraya Gorlier- que en la actualidad
sistema, que no pueden ser articulados en el todo. Si se acepta que una
las dinámicas del cambio social no se caracterizan por un progreso
totalidad discursiva nunca es algo ya dado, algo completo o plenamente
lineal que convertiría en obsoletos los valores y las prácticas del pa-
desarrollado, entonces
sado, sino por la coexistencia de elementos tradicionales, modernos
la lógica relacional es una lógica incompleta y penetrada por la contingen- e incluso post-modernos en una misma formación social. Este es un
cia. (...) En este caso no hay identidad social que aparezca plenamente rasgo clave de la dislocación: los elementos de distintas tradiciones
protegida de un exterior discursivo que la deforma y le impide suturar-
se plenamente. Pierden su carácter necesario tanto las relaciones como 662
En este aspecto, Laclau y Mouffe coinciden con Rancière.
las identidades. Las relaciones, como conjunto estructural sistemático, 663
Por esta razón, para Laclau, “la dialéctica de Hegel nos da herramientas ontológicas solo
no logran absorber a las identidades; pero como las identidades son parcialmente adecuadas para determinar la lógica del vínculo hegemónico. La dimensión
contingente de la política no puede pensarse dentro de un molde hegeliano” (Laclau, E.,
puramente relacionales, ésta no es sino otra forma de decir que no
en Butler, J. et alia, 2003: 70. Énfasis nuestro).
hay identidad que logre constituirse plenamente661. 664
O. Marchart llama “posfundacionalismo” a este tipo de pensamiento en el que se
opera “una constante interrogación por las figuras metafísicas fundacionales, tales como
ser precisado aún más: porque la diferencia ontológica es absolutamente constitutiva la totalidad, la universalidad, la esencia y el fundamento”, sin borrarlas pero “debilitando
del orden del ser, éste solo puede ser el terreno de una retórica generalizada” (Laclau, su estatus ontológico” (Marchart, O., 2009: 14-15).
E., Atisbando el futuro, en en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 379, 382-383). 665
A diferencia de la interpretación de Rancière, que concibe a la historia de la filosofía
Está claro que la retórica es entendida como un campo general de discursividad (y, por política como una negación de la política, Laclau y Mouffe consideran que autores como
tanto, de realidad) y no como un instrumento metodológico privilegiado. Tocqueville o Lefort han introducido una novedad en la historia del pensamiento político
659
“La Idea Absoluta [hegeliana] –escribe Laclau- como el sistema de todas las determi- al describir y conceptualizar la ‘revolución democrática’ o la ‘invención democrática’.
naciones es una totalidad cerrada: no hay avance posible más allá de ella. El movimiento 666
Cf. Tocqueville, A., La democracia en América, Madrid, Sarpe, 1984, tomo I, pp. 27-30.
dialéctico de una categoría a la siguiente excluye toda contingencia (…) Es difícil evitar 667
Cf. Lefort, C., La invención democrática, Nueva Visión, Buenos Aires, 1990.
la conclusión de que el panlogismo de Hegel es el punto más alto del racionalismo mo-
derno” (Laclau, E., en Butler, J. et alia, 2003: 66. Énfasis nuestro).
668
Al respecto, dice Marchart: “en lugar de ver en el posfundacionalismo una ‘invención’
por completo nueva de nuestros tiempos modernos o posmodernos, uno debe insistir
660
“La conceptualización lacaniana de la falta constitutiva en el Otro siempre niega a lo en que la contingencia radical (es decir, la contingencia necesaria) ha estado siempre allí
simbólico su capacidad de clausura” (Stavrakakis, Y., 2010: 119). bajo la forma de un momento actualizado por ciertos discursos específicos” (Marchart,
661
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 127. Énfasis nuestro. O., 2009: 51).
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y formaciones subsisten, pero fuera de sus lugares y funciones origi- Laclau sostiene que los procesos de subjetivización se producen por la
nales, dichos elementos están ‘dis-locados’ y las nuevas identidades dislocación de la estructura.
son híbridas669. El campo de las identidades sociales no es un campo de identidades
Para Laclau, las dislocaciones son efectos del capitalismo , pero
670 671
plenas sino el de un fracaso. [...] Toda identidad es dislocada en la
no deben ser confundidas con las ‘contradicciones’ estudiadas por el medida en que depende de un exterior que, a la vez que la niega, es
marxismo o el estructuralismo. Las dislocaciones son el resultado de la su condición de posibilidad. Pero esto mismo significa que los efectos
falla que constituye a la estructura672. Precisamente porque está fallado, el de la dislocación habrán de ser contradictorios. Si por un lado ellos
sistema no logra constituirse plenamente ni logra definir a sus elementos amenazan las identidades, por el otro están en la base de la constitución
como partes funcionales (a la manera del estructural-funcionalismo673) de identidades nuevas. (…) Entender la realidad social no consiste en
ni como individuos normalizados o sujetos sujetados (a la manera del entender lo que la sociedad es sino aquello que le impide ser676.
panoptismo descrito por Foucault674). Laclau y Mouffe insisten en que hay Las dislocaciones generan al mismo tiempo una crisis en las formas
que evitar pensar a los sujetos como ‘individuos naturales’ constituidos establecidas de relación social y una ruptura de los tipos de comunicación
con independencia de la sociedad, como ocurre en las teorías liberales e intercambio, creando las condiciones para la emergencia de nuevos
desde Hobbes y Locke hasta Rawls. Pero advierten que tampoco tienen sujetos políticos y sociales677. Pero
que ser concebidos como productos de la determinación natural, econó-
los nuevos sujetos no emergen sencillamente, sino que su aparición
mica o histórica. Siguiendo en este punto a la tradición althusseriana675,
está llena de ambivalencias y tensiones. Por un lado, luchan contra el
orden, o mejor aún, contra el desorden que hizo posible su existencia.
669
Gorlier, Juan Carlos, El constructivismo y el estudio de la protesta social, en Cuadernos Por el otro, llevan las marcas de la dominación en su propia identidad.
de Investigación de la Sociedad Filosófica Buenos Aires, Número 4, Junio de 1998, p. 32. Estas ideas permiten una comprensión más penetrante de la dimensión
Énfasis nuestro. de transformación personal que tienen muchos movimientos. Si en
670
Marchart observa que la “dislocación” era llamada “subversión” en Hegemonía y estra-
el punto de partida lo único que tienen los sujetos es esta identidad
tegia socialista (cf. Marchart, O., 2008, p. 83).
marcada por la introyección de la dominación, parece que es decisivo
671
Cf. Dislocación y capitalismo, en Laclau, E., 1993: 58 ss.
672
“El carácter central que la teorización postestructuralista de la democracia [de Laclau
que dichos sujetos se liberen de aquello que en ellos los ha convertido
y Mouffe] otorga al desacuerdo proviene directamente de uno de sus presupuestos en los ‘pobres’, los ‘negros’, las ‘víctimas’, etc. Y esto supone un proceso
ontológicos básicos, es decir, de ‘la imposibilidad de cierre’ de cualquier identidad o de profunda transformación que suele estar asociado a la construcción
estructura. Esto es importante porque afecta el estatus del desacuerdo dentro del modelo,
discursiva de un ‘nosotros’ en lucha contra ‘ellos’.678
ya que deja de ser un simple rasgo empírico de la vida política para convertirse en una
característica constitutiva de la sociedad moderna. Este postulado ontológico ha sido Las consecuencias que se derivan de las relaciones de dislocación
expresado de distintas formas por diferentes teóricos. [Nota 37] Para Laclau consiste en pueden resumirse en las tres proposiciones siguientes:
la tesis de la ‘imposibiliad de la sociedad’; para Žižek en la tesis de la falta en el sujeto;
para Lefort en el no-cierre de la brecha entre ser y discurso y para Mouffe, en la cen- (1) La aceleración de las transformaciones sociales y de las interven-
tralidad de lo político entendido en el sentido schmittiano” (Norval, A., Las decisiones ciones rearticulatorias conduce a una mayor conciencia de la historicidad
democráticas y la cuestión de la universalidad, en: Critchley, S.-Marchart, O. (comp), de las relaciones sociales y de su contingencia constitutiva679. (2) Si el
2008: 194. Énfasis de la autora).
673
Cf. Münch, R., Teoría parsoniana actual: en busca de una nueva síntesis, en Giddens
et alia, La teoría social, hoy, México, Alianza/CNCA, 1991, pp. 155-204.
676
Laclau, E., 1993: 55 y 61. Énfasis del autor.
674
Cf. Foucault, M., Vigilar y castigar, Buenos Aires, Siglo XXI, 1976, pp. 199 ss.; Etche-
677
“La dislocación, en su calidad de encuentro con lo real imposible, funciona como
garay, R., 1999, pp. 202-205. límite y condición de la formación identitaria” (Glynos, J.-Stavrakakis, Y., Op. Cit., en
Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 257).
675
Cf. Althusser, L., Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan, Buenos Aires,
Editorial Nueva Visión, 1988; Etchegaray, R. et alia, ¿Cómo no sentirse así? ¡Si ese perro
678
Gorlier, J. C., Op. Cit., p. 32. Cf. Laclau, E., 1996: 38.
sigue allí! Sobre la permanencia de la ideología, Buenos Aires, Prometeo-UNLaM, 2009, 679
“Laclau llama de diversas maneras a esta diferencia radical: contingencia, libertad,
pp. 197 ss. dislocación, historicidad radical, etcétera” (Marchart, O., 2008: 93. Cf. Ibidem, 84).
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sujeto es la distancia entre una estructura indecidible y la decisión, en- 4. Discurso y antagonismo
tonces, cuanto más dislocada sea la estructura tanto más posibilidades
de decisiones no determinadas por ella habrá680. (3) El descentramiento De la caracterización de lo social como una estructura fallada se de-
de la estructura que se sigue de la dislocación debe entenderse como riva685 que las relaciones entre los elementos que componen la totalidad
una práctica del descentramiento a través de los antagonismos681, de ya no pueden concebirse como necesarias. “En lo que se refiere a lo so-
las luchas entre centros múltiples y contingentes. “El mundo es menos cial -dicen Laclau y Mouffe- la necesidad solo existe como un esfuerzo
‘dado’ y tiene, de modo creciente, que ser construido. Pero ésta no es parcial por limitar la contingencia”686. También Hobbes sostenía que el
solo una construcción del mundo, sino que a través de ella los agentes Estado surge como un esfuerzo encaminado a contener el conflicto (la
sociales se transforman a sí mismos y se forjan nuevas identidades”682. guerra universal de todos contra todos) aunque, a diferencia de Laclau y
La dislocación, como el desacuerdo en Rancière, produce una suerte de Mouffe, pensara que el pacto social y la soberanía del Estado son conse-
‘desnaturalización’683 del mundo y de los sujetos684. cuencias necesarias del estado de naturaleza687. Para Laclau, la sociedad
como discurso es una totalidad fallada, es un cuerpo con una herida
imposible688 de suturar, una estructura sin cierre. Más aún: el discurso
se constituye desde la falla689. Laclau y Mouffe llaman ‘antagonismos’690
685
“La dislocación, analíticamente hablando, es anterior al antagonismo. (…) La disloca-
ción es la condición de posibilidad del antagonismo y de la política en general” (Dyrberg,
680
“El juego interminable entre el fundamento y el abismo sugiere también aceptar la T., Op. Cit., en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 306).
necesidad de la decisión (basada en la indecibilidad ontológica) y ser concientes de la 686
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 131.
división, la discordia y el antagonismo, pues cada decisión –dado que no puede sustentarse 687
Cf. Etchegaray, R., 2000: 59 ss.
en un fundamento estable ni tampoco ser tomada en el solitario vacío de la completa
infundabilidad- siempre se verá confrontada con demandas y fuerzas contrapuestas”
688
Cf. Laclau, E., La imposibilidad de la sociedad, en Laclau, E., 1993: 103-106.
(Marchart, O., 2009: 15). 689
“El concepto de hegemonía no surgió para definir un nuevo tipo de relación en su
681
Sobre el concepto de “antagonismo”: “Cuando Chantal Mouffe y yo –explica Laclau- identidad específica, sino para llenar un hiato que se había abierto en la cadena de la
escribimos Hegemonía y estrategia socialista, todavía afirmábamos que el momento de la necesidad histórica. ‘Hegemonía’ hará alusión a una totalidad ausente y a los diversos
dislocación de las relaciones sociales, el momento que constituye el límite de la objetividad intentos de recomposición y rearticulación que, superando esta ausencia originaria,
de las relaciones sociales, estaba dado por el antagonismo. Más tarde empecé a pensar permitieran dar un sentido a las luchas y dotar a las fuerzas históricas de una positivi-
que eso no era suficiente, porque construir una dislocación social –un antagonismo- ya dad plena. Los contextos de aparición del concepto serán los contextos de una falla (en el
es una respuesta discursiva. Uno construye a ese Otro que disloca la propia identidad sentido geológico), de una grieta que era necesario colmar, de una contingencia que era
como un enemigo, pero existen formas alternativas. Por ejemplo, alguien podría decir necesario superar. La ‘hegemonía’ no será el despliegue majestuoso de una identidad,
que ésta es la expresión de la ira de Dios, que es un castigo por nuestros pecados y que sino la respuesta a una crisis” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 7. Énfasis nuestro).
debemos prepararnos para el día de la expiación. De modo que ya hay una organización 690
“En la medida en que esté dominada por una perspectiva racionalista, individualista
discursiva en el hecho de construir a alguien como enemigo, lo cual implica toda una y universalista, la visión liberal es profundamente incapaz de aprehender el papel po-
tecnología de poder en la movilización de los oprimidos. Es por esto que en Nuevas re- lítico y el papel constitutivo del antagonismo (es decir, la imposibilidad de constituir
flexiones… insisto en el carácter primario de la dislocación antes que en el antagonismo” una forma de objetividad social que no se funde en una exclusión originaria)” (Mouffe,
(Laclau, E., Hegemony and the future of democracy: Ernesto Laclau’s political philoso- Ch., 1999: 12). “La noción de antagonismo –explica Žižek- involucra una suerte de
phy, en L. Worsham y y G. A. Olson (eds.), Race, Rhetoric, and the Postcolonial, Albany, metadiferencia: los dos polos antagónicos difieren en la forma misma en que definen o
State University of New Cork Press, 1999, p. 137; citado por Critchley, S.-Marchart, O. perciben la diferencia que los separa (para un izquierdista, la brecha que lo separa de
(comp), 2008: 22, nota 8). un derechista no es la misma que esa misma brecha percibida desde el punto de vista
682
Laclau, E., 1993: 57. del derechista). O –para expresarlo de otra forma más- la coincidencia de la diferencia
interna y externa significa que, en el campo diferencial de los significantes, siempre hay
683
Ch. Taylor, siguiendo a Max Weber, hace referencia a este proceso como el “desen- por lo menos un ‘significante sin un significado’ que no tiene sentido (determinado),
cantamiento del mundo” (Cf. Taylor, Ch., Ética de la autenticidad, Barcelona, Ediciones pues simplemente representa la presencia de sentido en sí; y la noción de ‘hegemonía’ de
Paidós, 1994, p. 39). Laclau describe precisamente el proceso mediante el cual el vacío del significado de este
684
“La reformulación del proyecto democrático en términos de democracia radical requiere significante es llenado por algún sentido particular/determinado contingente que, en el
el abandono del universalismo abstracto de la Ilustración, que se refería a una naturaleza caso de la hegemonía lograda, comienza a funcionar como el reemplazante del sentido
humana indiferenciada” (Mouffe, Ch., 1999: 32). ‘en sí’” (Žižek, S., Da Capo senza Fine, en Butler, J. et alia, 2003: 217).
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a estas fracturas o heridas que impiden la sutura691 del discurso, a estos mismo. La relación no surge de identidades plenas, sino de la impo-
‘puntos de fuga’692 donde se genera la inestabilidad de los objetos y la sibilidad de constitución de las mismas. (...) Si lo social solo existe
contingencia de lo social693. como esfuerzo parcial por instituir la sociedad –esto es, un sistema
El carácter último de esta no fijación [de lo social], la precariedad objetivo y cerrado de diferencias- el antagonismo, como testigo de
última de toda diferencia, habrá pues de mostrarse en una relación la imposibilidad de una sutura última, es la ‘experiencia’ del límite de
de equivalencia total en la que se disuelva la positividad diferencial de lo social696.
todos sus términos. Esta es precisamente la fórmula del antagonismo, Laclau diferencia, con mayor precisión, el concepto de contradicción
que así establece su carácter de límite de lo social694. del de antagonismo. La ‘no contradicción’ es un principio puramente
El antagonismo opera a través de una lógica equivalencial, pero debe lógico que determina condiciones de posibilidad para los desarrollos
diferenciarse claramente el antagonismo695 de la oposición física y de la del pensamiento racional o de los discursos lingüísticos. El principio
contradicción lógica para que el concepto adquiera el significado adecua- de no contradicción fija límites a la construcción significativa de lo que
do para este contexto teórico. Por ‘oposición’ se entiende la relación entre se piensa o se dice. Es una condición inmanente de la coherencia de
dos fuerzas reales, sociales o no, enfrentadas entre sí. Es una relación entre los discursos lingüísticos y del pensamiento, de lo que Hume llama
acciones o entre hechos, puestos uno frente al otro. Por ‘contradicción’ ‘relaciones de ideas’697 y Kant ‘juicios analíticos’698. En tanto tal, tiene el
se entiende una relación lógica entre proposiciones. Ni la oposición ni la carácter de la necesidad.
contradicción implican necesariamente una relación antagónica, porque El antagonismo, en cambio, es una relación de lucha entre dos identi-
tanto la primera como la segunda son relaciones entre objetos (lógicos o dades sociales ‘inestables’. Es, por lo tanto, una relación fáctica, sintética. A
reales) plenamente constituidos, mientras que la última no lo es. diferencia de la contradicción, la relación antagónica no es necesaria sino
contingente. Tratándose de ámbitos diferentes (lógica/realidad), es posible
La presencia del ‘Otro’ –dice Laclau- me impide ser totalmente yo
pensar una relación antagónica que no sea contradictoria y también una
691
“La verdadera característica de la democracia moderna es impedir esa fijación final
relación contradictoria que no sea antagónica. Por ejemplo, la contradic-
del orden social y hacer imposible que un discurso establezca una sutura definitiva” ción entre fuerzas productivas y relaciones de producción o entre capital y
(Mouffe, Ch., 1999: 80). “‘Sutura’ significa que la diferencia externa siempre es interna, trabajo asalariado no implica necesariamente antagonismo. A la inversa, el
que la limitación externa de un campo de fenómenos siempre se refleja dentro de dicho
campo, como su imposibilidad inherente de ser totalmente él mismo” (Žižek, S., Op.
antagonismo de la lucha de clases no implica necesariamente contradicción.
cit., en Butler, J., et alia, 2003: 239). Una relación social podría ser contradictoria solo a condición de que las
692
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 140. El concepto de “puntos de fuga” tiene un sig- identidades de los sujetos involucrados en la contradicción estén definidas
nificado análogo al de “líneas de fuga” o “líneas de mayor pendiente” de Deleuze: “El desde una estructura sincrónica cerrada o totalizada699, donde los térmi-
multilingüismo consiste fundamentalmente en la línea de fuga o de variación que afecta
a cada sistema y le impide ser homogéneo” (Deleuze, G.-Parnet, C., Diálogos, Valencia,
nos de la relación sean substanciales, esenciales o ‘en sí’, es decir, donde
Editorial Pre-Textos, 1980, p. 9). estén plenamente definidos. Solo en un sistema plenamente constituido
693
Sobre la relación y la diferencia entre los conceptos de “dislocación” y “antagonismo”, y desarrollado puede producirse una contradicción inmanente necesaria.
ver: Stavrakakis, Y., 2010: 93.
694
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 148-149. Énfasis nuestro. 696
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 145-46. Énfasis nuestro.
695
“En una situación de antagonismo, las posiciones políticas diferentes solo se pueden 697
Hume, D., Investigación sobre el conocimiento humano, Alianza Editorial, Madrid, 1980,
relacionar con otras refiriendo, de manera equivalencial, a algo que no son. Pero ese ‘algo’ sección III.
no es un tertium quid. En cambio, debe ser entendido como algo ‘radicalmente’ diferente,
inconmensurable, amenazador y excluyente, en tanto y en cuanto niega la identidad
698
Kant, I., Crítica de la razón pura, Buenos Aires, Editorial Losada, 2 tomos, 1979, Intro-
positiva de las diferencias internas (convirtiéndolas en su opuesto: la equivalencia). ducción, IV.
Bajo este aspecto podemos definir el antagonismo –la equivalencia establecida por 699
“Cuando la clausura demuestra ser una imposibilidad lógica –como se ve en la de-
negación- como aquello que niega diferencialmente como tal. Lo ‘radical’, por lo tanto, construcción-, resulta evidente que cualquier cierre es forzosamente contingente; por
indica exactamente esta dimensión negadora del antagonismo con respecto al campo de tanto, siempre es parcial y está fundado en formas de exclusión (y, por tanto, de poder)”
las diferencias en plural” (Marchart, O., 2008: 82-3). (Mouffe, Ch., 1999: 15).
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Pero Laclau insiste en que la sociedad no puede constituirse como una gonismo, si bien no es contradictorio, es sin embargo inherente a las
estructura cerrada o suturada, entonces, es necesario aceptar que “el resul- propias relaciones de producción y está por lo tanto sometido a las
tado de los distintos antagonismos dependerá de relaciones contingentes de leyes de movimiento que regulan la transformación de estas últimas.
poder entre fuerzas que no pueden ser sometidas a ningún tipo de lógica Sin embargo, como hemos visto, el antagonismo no puede ser rein-
unificada”700. La sociedad entendida como mercado, tal como la conci- tegrado de este modo: él establece, por el contrario, las condiciones
ben los economistas políticos liberales, por ejemplo, elimina el ‘exterior de un ‘exterior’ permanente. Pero, en tal caso, si la historia aparece
constitutivo’701 (antagonismo) y reduce las relaciones a la interioridad de confrontada con un exterior permanente, el resultado de los distintos
la lógica del intercambio. De esta manera se elimina “la cuestión del poder antagonismos dependerá de relaciones contingentes de poder entre
como construcción política”702 y se reduce la economía política a una mera fuerzas que no pueden ser sometidas a ningún tipo de lógica unificada.
administración de los intercambios703. De este modo se disuelve el racionalismo del Prefacio y su intento de
Laclau resume su argumentación sobre este punto, partiendo del reducir el proceso histórico a una estructura que sería, en la última
análisis de un texto de Marx, en los siguientes términos: instancia, inteligible705.
(1) en el Prefacio [a la Contribución a la crítica de la economía política] Toda relación de antagonismo implica, por lo tanto, la negación de
Marx presenta, por un lado, una teoría de la historia basada en la una identidad y, por esta razón, manifiesta el límite de toda objetividad706,
contradicción entre fuerzas productivas y relaciones de producción lo que impide que el campo de objetos y la identidad de los sujetos se
-una contradicción sin antagonismo- y, por el otro, una descripción determine plenamente. Que el antagonismo es ‘exterior’ significa que no
que presupone la naturaleza antagónica de las relaciones de producción se deduce necesariamente de la estructura de la sociedad o de sus prin-
en las sociedades de clase; (2) que la coherencia lógica de su esquema cipios inmanentes (independientemente de que ésta sea diacrónica o
depende, por consiguiente, de la posibilidad teórica de integrar teóri- sincrónica, que sea histórica o ahistórica), que no está determinado como
camente el antagonismo a su teoría más general del cambio histórico; un caso particular de contradicción lógica707. La negación o el antagonis-
(3) que una solución inicial consistiría en reducir el antagonismo a mo proceden del ‘exterior’. El exterior negativo bloquea la identidad los
contradicción, ya que en tal caso aquél estaría integrado a la dinámica objetos al interior de la estructura social pero es, a la vez, su condición
de la interacción conceptual entre fuerzas productivas y relaciones de posibilidad708. Laclau sostiene que este exterior es ‘pura facticidad’,
de producción, pero que esta reducción es imposible704; (4) que otro es –en términos de Hume- una ‘cuestión de hecho’ que no está sujeta al
medio de recuperación conceptual consistiría en mostrar que el anta- principio lógico de no contradicción y que “no puede ser reconducida a
ninguna racionalidad subyacente”709. El antagonismo manifiesta la im-
700
Laclau, E., 1993: 26. Énfasis nuestro.
701
“Es importante destacar la naturaleza central de la noción de ‘exterior constitutivo’, ni suprahistóricas ni históricas. “No hay nada en las demandas de los trabajadores que
pues es ella la que permite afirmar la primacía de lo político” (Mouffe, Ch., 1999: 15). sea intrínsecamente anticapitalista” (Idem).
“Un exterior constitutivo o relativo está compuesto, por supuesto, por una serie de
exclusiones que, sin embargo, son interiores a ese sistema como su propia necesidad no
705
Laclau, E., 1993: 26. Énfasis en el original, subrayados nuestros.
tematizable. Surge dentro del sistema como incoherencia, como desbarajuste, como una 706
Laclau, E., 1993: 34.
amenaza a su propia sistematicidad” (Butler, J., 2002: 71). 707
“Es la defensa de una cierta identidad que los obreros habían adquirido (…) la que
702
Laclau, E., 1993: 72. los empuja a rebelarse” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 177).
703
También Žižek denuncia este mecanismo de la economía en: Žižek, S., Dije economía 708
“El antagonismo es la estructuración discursiva del terreno hegemónico, que simul-
política, estúpido, en http://aleph-arts.org/pens/economia_politica.html táneamente constituye y bloquea la identidad. (…) Sin embargo, este bloqueo de la po-
704
“Del hecho de que se le quite plusvalor a los trabajadores no se desprende lógicamente sibilidad de totalizar de algún modo la propia identidad es también el disparador de esa
que el trabajador resistirá necesariamente a esa extracción” (Laclau, E., en Butler, J. et identidad imaginaria. Ello se debe a que este bloqueo se encarna en la figura imaginaria
alia, 2003, p. 204. Énfasis nuestro). Laclau se opone a toda concepción esencialista de una identidad ‘auténtica’, que no puede evitar ser elusiva. La representación del otro en
que postule una naturaleza objetiva de los sujetos sociales o políticos: el luchar contra el antagonismo es una positivación de la negatividad anterior a cualquier representación”
el capital o los capitalistas no es un rasgo propio de la esencia trabajador que pueda y (Dyrberg, T., Op. Cit., en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 305).
deba ratificarse en cada trabajador existente. Ello es así porque no existen tales esencias 709
Laclau, E., 1993: 34.
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posibilidad de toda identidad social para definirse plenamente, pero al confundirse con la ‘negatividad dialéctica’, que sí implica una relación
mismo tiempo “desempeña un papel constitutivo para la identidad”710. La necesaria, inmanente y está determinada desde el sistema como totalidad
exterioridad define a las relaciones sociales y revela el carácter contingente plenamente constituida. La negatividad del antagonismo, en cambio,
y accidental de toda objetividad711. manifiesta el límite en la constitución de toda objetividad, subvierte la
El desarrollo de este apartado ha mostrado la importancia del con- objetividad715 y amenaza la identidad de los sujetos sociales.
cepto de antagonismo en la teoría del discurso. O. Marchart va más allá La contingencia –aclara Laclau- no es un mero reverso negativo de
todavía y sostiene que el concepto de antagonismo “debe considerarse la necesidad sino el elemento de impureza que deforma e impide la
la principal contribución de Laclau y Mouffe al pensamiento político constitución plena de esta última. (...) Lo que encontramos es siem-
contemporáneo”712. pre una situación limitada y determinada en la que la objetividad se
constituye parcialmente y es también parcialmente amenazada; en la
5. Dominación y democracia radical que la frontera entre lo contingente y lo necesario se desplaza cons-
tantemente716.
5. 1. Las características de las relaciones sociales Según su interpretación, en los sistemas racionalistas modernos
(como los de Spinoza, Hegel, Marx o el estructuralismo) la contingencia
Después de haber presentado los conceptos principales del marco teó- es eliminada. La exterioridad del antagonismo reclama, por el contrario,
rico construido por Laclau y Mouffe, estamos en condiciones de plantear explicitar las condiciones particulares de existencia de toda identidad717.
el problema de la dominación en la actualidad. Con ese fin, se resumirán La historicidad de las categorías del análisis social introduce la inesta-
los rasgos característicos de las relaciones sociales según los autores que bilidad constitutiva de las relaciones entre las condiciones específicas de
nos ocupan. Éstas tienen cuatro características constitutivas: (1) son existencia de un objeto y los elementos que lo componen y lo definen
contingentes, (2) son relaciones de poder, (3) responden a la primacía de como tal. De aquí se deriva que las condiciones de existencia de cualquier
lo político y (4) están signadas por una radical historicidad. objetividad y subjetividad se deban buscar en el nivel de una historia
factual y contingente718.
5. 1. a. Contingencia La contingencia –aclara Marchart-, por lo tanto, no debe confun-
dirse con puro azar o accidentalidad. El estatus de las condiciones
Si la estructura social no se constituye sobre un fundamento o sobre
de existencia de un sistema significativo dado no es meramente ac-
una positividad, sino sobre una falla, sobre un antagonismo o sobre una
negatividad, entonces, será imposible determinar un orden necesario de
ser concebida como negatividad, y en virtud de la cual se impide la clausura de lo social
la sociedad713. Laclau advierte que el concepto de ‘negatividad’714 no debe (en el sentido de sociedad) y la posibilidad de volverse idéntico a sí mismo” (Marchart,
O., 2009: 19).
710
Dyrberg, T., Op. Cit., en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 309. 715
“La relación entre necesidad y contingencia es reformulada como una relación de
711
“Entonces, aquí tenemos dos órdenes distintos de fenómenos: por un lado tenemos fronteras. En otras palabras, Laclau y Mouffe entienden que la necesidad y la contin-
un real cuya irrepresentabilidad disloca nuestras identidades subjetivas y objetivas, y por gencia están en relación de tensión mutua, bajo condiciones en las que ninguna de las
el otro lado tenemos una realidad sociopolítica, un campo de construcción que intenta dos puede realizarse totalmente” (Norval, A., Op. Cit., en: Critchley, S.-Marchart, O.
dominar este real. Más aún, la dialéctica entre ambos órdenes, entre lo positivo y lo (comp): 2008: 198).
negativo, es irreductible y no conduce a un momento de superación” (Stavrakakis, Y., 716
Laclau, E., 1993: 44.
2010: 89. Énfasis en el original). 717
“Lo que está en juego es pues el modo de teorizar esta ‘contingencia’, tarea difícil por
712
Marchart, O., 2009: 186. cierto ya que una teoría que explicara la ‘contingencia’ indudablemente se formularía
713
Marchart observa que “…de la ausencia de fundamento no se desprende ninguna siempre a través y en contra de esa contingencia. En realidad, ¿puede haber una teoría
consecuencia política necesaria” (Marchart, O., 2009: 17. Énfasis nuestro). de la ‘contingencia’ que no tienda a negar o a encubrir lo que pretende explicar?” (Butler,
714
“Así, para las teorías posfundacionalistas, donde se emplea dicha diferencia [entre J., 2002: 278).
la política y lo político], ésta adquiere el estatus de una diferencia fundante que debe 718
Cf. Laclau, E., 1993: 39.
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cidental (una cuestión de puro azar); más bien, dichas condiciones lisis desliza el foco de atención del proyecto hegemónico a la estructura.
son contingentes en tanto no pueden ser derivadas de la lógica interna o Esta perspectiva advierte que el significado de las identidades sociales
la racionalidad del sistema –son externas en el sentido de que están es equívoco o ambiguo porque es definido de acuerdo a los contextos
radicalmente separadas de la lógica interna-. Laclau sostiene que ‘si en los que está inmerso. Sin embargo, en este nivel de análisis no llega a
la negatividad es radical y el resultado de la lucha no está predetermi- ponerse en cuestión la transparencia última del contexto. Se afirma que
nado, la contingencia de la identidad de las dos fuerzas antagónicas el sujeto no es transparente por sí mismo pero puede ser claramente
será también radical y las condiciones de existencia de ambas deberán determinado por la estructura, por el contexto. Por ejemplo, Habermas
ser contingentes’719. La contingencia, entonces, mantiene una relación señala que aunque no es posible alcanzar de hecho una comunidad de
de subversión con la necesidad: la necesidad limita solo parcialmente comunicación que no esté viciada por las relaciones de poder, sí es po-
el campo de la contingencia. (…) La contingencia jamás puede ser sible pensar una comunidad ideal de comunicación que sirva de modelo
borrada por ninguna objetividad o sistematicidad y, por consiguiente, para evaluar y decidir sobre los proyectos particulares de los sujetos
es en sí misma necesaria720. sociales. Sin embargo, Laclau advierte que el concepto de ‘contingencia
Se ha procurado comprender las relaciones sociales desde tres niveles de lo social’ nos inhabilita también para este tipo de análisis724, puesto
de análisis diferentes: (1) En un primer nivel de análisis, la contingencia que la estructura misma está fallada y es inestable. (3) Un tercer nivel
implica que las identidades y los significados construidos socialmente de análisis se abre cuando se comienza a sospechar que las dificultades
nunca logran fijarse y determinarse completamente. Surgen, de este para determinar las identidades no se derivan de una imposibilidad
modo, elementos en las estructuras (a los que Laclau llama ‘significantes empírica, de algunas particularidades de los hechos, sino de “algo que
flotantes’) que no están articulados con los otros momentos o diferencias. ‘trabaja’ desde el comienzo en el interior de la estructura. Es decir, que
Desde este punto de vista el conjunto del “campo social podría ser visto incluso en tanto que idea regulativa la coherencia de la estructura debe
como una guerra de trincheras en la que diferentes proyectos políticos ser puesta en cuestión”725. El problema no es que la contingencia de los
intentan articular en torno de sí mismos un mayor número de signifi- hechos empíricos imposibilita encontrar una coherencia lógica que permi-
cantes sociales”721. Cada uno de los agentes sociales supone y afirma que ta explicar los hechos. Si éste fuera el problema, Habermas tendría razón
su proyecto contiene los caracteres esenciales para la integración de la al postular una coherencia extraempírica (ideal regulativo de la razón)
sociedad, para su unidad y estabilidad y busca hegemonizar el conjunto. como criterio de ordenamiento de los hechos empíricos. El problema es
Sin embargo, no solamente es imposible alcanzar un ‘dominio hege- que no es posible postular un único ideal racional que permita ordenar
mónico’722 completo723 (ya que esto supondría eliminar la contingencia los hechos coherentemente, porque esto supondría un único criterio de
constitutiva de lo social), sino que ninguna identidad puede llegar a ser verdad, una totalidad estructural completamente autodefinida y autorre-
completamente transparente para sí misma. (2) Un segundo nivel de aná- gulada y, en definitiva, la concepción de la razón como fundamento726. Es
decir, esta teoría se mantendría dentro del ‘paradigma de la ilustración’
719
Laclau, E., New Reflections on the Revolution of Our Time, Londres, Verso, 1990, p. 20; y dentro de la ‘metafísica de la presencia’. De la profundización de los
citado por Marchart.
720
Marchart, O., 2008: 84. Énfasis nuestro.
721
Laclau, E., 1993: 45. Énfasis nuestro. 724
“El anhelo racionalista de una comunicación racional no distorsionada y de una unidad
722
Laclau, E., 1993: 45. En este contexto se define un significado del concepto de do- social basada en el consenso racional es profundamente antipolítico, porque ignora el
minio para Laclau: dominio es hegemonía completa, un sistema cerrado de diferencias lugar decisivo de las pasiones y los afectos en política” (Mouffe, Ch., 1999: 160).
al que Rancière daba el nombre de “policía”. Pero, al mismo tiempo, se hace explícito 725
Laclau, E., 1993: 46.
que el dominio completo es imposible y que todo sistema de dominio es esencialmente 726
Este es el punto preciso de ruptura con la tradición racionalista e iluminista que atra-
inestable. viesa tanto al socialismo como al liberalismo. Marchart señala la imposibilidad alcanzar
723
“En una democracia moderna, la política debe aceptar la división y el conflicto como una fundamentación última no es una deficiencia de algunos sistemas: “Por el contrario,
inevitables, y la reconciliación de afirmaciones rivales e intereses en conflicto solo puede la coincidencia paradójica de las condiciones de posibilidad y de imposibilidad pertenece
ser parcial y provisional” (Mouffe, Ch., 1999: 158). a todos los sistemas y a toda significación” (Marchart, O., 2009: 47).
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análisis desde la contingencia se sigue que “si la serie es indecidible727 en un instinto. Foucault ha señalado que cuando se acepta el criterio de la
términos de su misma estructura formal, el acto hegemónico no será la racionalidad iluminista, ya se ha impuesto un instinto y ha subordinado
realización de una racionalidad estructural que lo precede sino un acto a los demás a sus propias reglas y criterios733.
de construcción radical”728. De aquí no se deriva que las decisiones sean ‘irracionales’, ya que esta
A partir de estos resultados se abren nuevas posibilidades para la contraposición (racional/irracional) supone la aceptación del principio
investigación de los procesos de construcción de lo social, a los que de razón como fundamento, pero “la ‘contingencia’ como concepto,
Laclau llama procesos hegemónicos. (a) En primer lugar, todo proyecto y no es sino el nombre dado al fundamento ausente”734. Una decisión no
toda decisión es posibilitada, pero no determinada, por la estructura que puede ser racional ni irracional (puesto que toda estructura es esen-
le sirve de contexto729. (b) El agente de decisión es interno a una estruc- cialmente fallada) pero puede ser más o menos razonable. Una decisión
tura que es en sí misma indecidible, de manera que las decisiones de los es razonable cuando hay motivos y argumentos para preferirla a otras,
agentes transforman y subvierten la estructura (condiciones, contexto) aun cuando ninguno sea un fundamento apodíctico. En consecuencia,
transformando al mismo tiempo su propia identidad, ya que ésta depende cuando dos proyectos razonables se oponen, la decisión dependerá en
parcialmente de la estructura730. (c) “El sujeto no es otra cosa que esta última instancia de la lucha, de las relaciones de fuerza. “La constitución
distancia entre la estructura indecidible y la decisión”731, es decir, como de una identidad social es un acto de poder y la identidad como tal es
ninguna decisión está determinada estructuralmente732, el espacio vacío poder”735. Esta última tesis requiere un mayor desarrollo, como se verá
da lugar al surgimiento del sujeto. Decidir implica reprimir o suprimir a continuación.
otras decisiones alternativas posibles y el resultado al que se llega es
siempre el producto de una relación de poder. En términos nietzschea- 5. 1. b. Relaciones de poder
nos: el yo o la propia identidad es siempre la imposición de un ‘instinto
dominante’, lo cual supone la subordinación de los otros instintos. No La segunda característica de las relaciones sociales es que están atra-
es posible determinar racionalmente cuál fuerza debe hegemonizar. Por vesadas por relaciones de poder. Para aclarar el sentido en que aquí se
el contrario, la misma racionalidad supone el dominio de una fuerza, de habla de relaciones de poder, Laclau, como antes habían hecho Foucault
y Deleuze, advierte que es necesario abandonar tres concepciones
727
Laclau desecha no solamente la explicación estructural derivada de un fundamento erróneas al respecto. La primera es la que sostiene que los sujetos o las
último sino también las teleologías de la historia que suponen un sentido o una finalidad
que permitiría explicar las diferentes acciones particulares. La imposibilidad de alcanzar
fuerzas sociales pueden ser definidos en su identidad propia al margen
una explicación a partir de un contexto estructural o histórico, conduce a la indecibilidad de toda relación de poder736, como si las últimas fuesen solamente una
de las acciones del sujeto. posibilidad empírica accidental y particular. “Estudiar las condiciones
728
Laclau, E., 1993: 46. Cf. Labourdette, S., Política y poder, Buenos Aires, A-Z Editora, de existencia de una cierta identidad social –dice Laclau- es equivalente,
1993.
por lo tanto, a estudiar los mecanismos de poder [o las “tecnologías de
729
También el postestructuralismo (incluido Deleuze) rechaza la idea de que el análisis
de una estructura sincrónica y estática de diferencias pueda servir de fundamento para el poder”, en términos de Foucault] que la hacen posible”737. La segunda
conocimiento de la realidad. Lo que hay que explicar es precisamente el surgimiento, la concepción errónea que hay que eliminar es la que concibe el poder
génesis de las estructuras: cómo surgen los sistemas y cómo se transforman en el tiempo
(Cf. Colebrook, C., Gilles Deleuze, London, Routledge, 2002, p. 2). 733
Cf. Foucault, M., El orden del discurso, Buenos Aires, Tusquets Editores, 1992.
730
En este punto, Laclau y Mouffe reformulan un problema recurrente en la historia del
marxismo cual es el de la relación entre la teoría y la praxis, que Marx había planteado
734
Marchart, O., 2009: 50.
en las Tesis sobre Feuerbach (Cf. Marx, K., Tesis sobre Feuerbach, en Marx, Karl-Engels, 735
Laclau, E., 1993: 48.
F., La Ideología Alemana, Buenos Aires, Ediciones Pueblos Unidos, 1975). 736
“El concepto de lo político gira en torno a cómo se forman los discursos, en parte
731
Laclau, E., 1993: 47. a través de su relación mutua, de sus fronteras, y en parte internamente, es decir, en
732
Si bien esta definición del sujeto recuerda la enunciada por Althusser, sin embargo relación con los elementos que los constituyen” (Dyrberg, T., Op. Cit., en Critchley, S.-
hay una diferencia decisiva que no puede ser perdida de vista: la falla en la estructura que Marchart, O. (comp), 2008: 301).
la torna indecidible. 737
Laclau, E., 1993: 48.
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como una esencia o como un atributo esencial de ciertos sujetos sociales. decir, de reinscribirlo en el sistema de opciones históricas reales que
La esencia o substancia, como ha mostrado Hume, no es sino un con- fueron desechadas”744. En otros términos: hay que “mostrar el terreno
junto de caracteres a los que, por el hábito de percibirlos en unidad, se de la violencia originaria, de la relación de poder a través de la cual esa
ha atribuido una existencia objetiva. Además, siempre de acuerdo con institución tuvo lugar”745. Así, la ‘genealogía de la moral’ nietzscheana
Hume, un sujeto no es otra cosa que un haz de sensaciones, detrás del muestra en qué condiciones se generaron los valores que hoy se deno-
cual se proyecta un sustrato al que se llama ‘yo’738. En términos de Laclau: minan ‘bueno’ y ‘malo’746; así, la genealogía de la prisión foucaultiana
“una identidad objetiva no es un punto homogéneo sino un conjunto describe cómo la cárcel se convirtió en la forma moderna de castigo.
articulado de elementos”739. Una identidad no se define a partir de la Estas investigaciones han sido posibles porque
racionalidad inmanente de la estructura sino por oposición a las fuerzas si la objetividad se funda en la exclusión, las huellas de esta exclu-
que niega o que excluye. La tercera concepción errónea del poder es la sión estarán siempre presentes de un modo u otro. Lo que ocurre es
que lo contrapone (excluyéndola) a la libertad. Es decir, es la tesis que que la sedimentación [naturalización, esencialización] puede ser tan
sostiene que la realización plena de la libertad supone la eliminación de completa, el privilegio de uno de los polos de la relación dicotómica
las relaciones de poder. tan logrado, que el carácter contingente de este privilegio, su dimen-
La sociedad reconciliada es imposible porque el poder es condición sión originaria de poder, no resulta inmediatamente visible. [...] Las
de posibilidad de lo social. Transformar lo social, incluso en el más formas sedimentadas de la ‘objetividad’ constituyen el campo de lo
radical y democrático de los proyectos, significa por lo tanto construir que denominamos ‘lo social’. El momento del antagonismo, en el que
un nuevo poder -no la eliminación radical del poder740. se hace plenamente visible el carácter indecidible de las alternativas
Consecuentemente, libertad y poder se suponen y requieren entre y su resolución a través de relaciones de poder es lo que constituye
sí741, atravesando la multiplicidad de relaciones sociales. “El poder y la el campo de ‘lo político’747.
mediación política –dice Laclau- son inherentes a toda identidad eman- La distinción entre lo social y lo político es constitutiva del ser de lo
cipatoria universal”742 y esta tesis conduce a la cuestión sobre el lugar social748, pero el límite entre lo social y lo político se desplaza constan-
de la política. temente749 en cada sociedad histórica. Como la sociedad se constituye
sobre la distinción, no es posible alcanzar una transparencia última750, ya
5. 1. c. La primacía de lo político que siempre quedará un resto de opacidad751 inherente a toda relación

Siguiendo un método genealógico, Nietzsche realiza una crítica radical 744


Laclau, E., 1993: 51.
de los valores y de las esencias al mostrar las condiciones históricas en 745
Ibídem.
las que un valor o una esencia surgieron743. De manera semejante, para 746
Análogamente, en Verdad y mentira en sentido extramoral, Nietzsche desarrolla una
Laclau, se trata de “mostrar el momento de su contingencia radical, es genealogía de los conceptos y del lenguaje en general. Cf. Niertzsche, F., Sobre verdad y
mentira en sentido extramoral, Barcelona, Editorial Tecnos, 1990.
738
Hume, D., Tratado de la naturaleza humana, dos tomos, edición prepara­da por Félix 747
Laclau, E., 1993: 50-1. Cursivas del autor, corchetes nuestros. Siguiendo los desarrollos
Luque, Madrid, Editora Nacional, 1977. de A. Gramsci, Laclau sostiene que “la sociedad civil está constituida como un espacio
739
Laclau, E., 1993: 48. político” (Laclau, E. en Butler, J. et alia, 2003: 56).
740
Laclau, E., 1993: 50. 748
Cf. Laclau, E., New Reflections on the Revoluction of Our Time, Londres-New York, Verso,
741
La interrelación entre la libertad y el poder fue señalada por N. Maquiavelo en los Dis- 1990, p. 160; Marchart, O., 2009: 179.
cursos sobre las décadas de Tito Livio, como hemos mostrado en otro lugar. Cf. Etchegaray, 749
“Dado que al orden social no se le puede proveer un fundamento prediscursivo o
R., Dominación y política, La Plata, Ediciones Al Margen, 2000, pp. 38 ss. extradiscursivo, tiene que ser creado políticamente” (Dyrberg, T., Op. Cit., en Critchley,
742
Laclau, E., en Butler, J. et alia: 2003: 51. S.-Marchart, O. (comp), 2008, p. 301).
743
Cf. Nietzsche, F., La genealogía de la moral, Alianza, Madrid, 1980; Foucault, M., Nietzs-
750
Cf. Vattimo, G., La sociedad transparente, Paidós, Barcelona, 1990.
che, la genealogía, la historia en Foucault, M., El discurso del poder, Buenos Aires, Folios 751
Análogamente, Popper mostró que el orden lógico y el orden empírico nunca llegan
Ediciones, 1983, pp. 134-157. a identificarse plenamente. La conclusión de un razonamiento inductivo excede siem-
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social. “Una estructura dislocada es una estructura abierta, en la que la Tanto los objetos como los sujetos sociales son realidades signadas por
crisis puede resolverse en las más diversas direcciones. (...) Esto significa una radical historicidad755 y, en consecuencia, su ser no puede derivarse
que la rearticulación estructural será una rearticulación eminentemente necesariamente ni de la estructura (como pretenden los estructuralistas
política”752. Estas categorías hacen posible el replanteo del problema de y deterministas) ni de un sentido objetivo de la historia (como preten-
la dominación desde una perspectiva política (como se verá un poco más den algunos marxistas). Todo sentido histórico remite a una facticidad
abajo), más allá de las limitaciones de la reconceptualización de Foucault, originaria.
Deleuze y Guattari. Lo que es importante es romper la falsa alternativa ‘trascendentalismo
ahistórico/historicismo radical’. Ésa es una alternativa falsa, pues cada
5. 1. d. Historicidad radical uno de sus términos incluye al otro y, finalmente, enuncian lo mismo.
Si yo digo que lo que vale es el historicismo radical, necesitaremos
La realidad entendida como discurso es un sistema de significación
algún tipo de metadiscurso que atraviese la historia para especificar
producido por la praxis. El discurso es una construcción social y como
las diferencias entre las distintas épocas. Si yo digo que lo que vale es
tal, está siempre sujeta a condiciones históricas de emergencia, las que son
el trascendentalismo riguroso, tendrá que aceptar la contingencia de
siempre contingentes753.
una variación empírica que solo se puede entender en términos histo-
El punto final que hace posible un intercambio fructífero entre la ricistas. Solo si acepto plenamente la contingencia e historicidad de mi
teoría lacaniana y el enfoque hegemónico de la política es que, en sistema de categorías, pero renuncio a todo intento de comprender el
ambos casos, cualquier forma de no fijación, el desplazamiento significado de su variación histórica conceptualmente, podré comenzar
trópico y similares, está organizada alrededor de una falta original a salir de ese callejón sin salida. Obviamente, esa solución no suprime
que, a la vez que impone una tarea extra a todos los procesos de la dualidad trascendentalismo/ /historicismo, pero al menos introduce
representación, también abre, en la medida en que esa tarea dual no una cierta souplesse y multiplica el número de juegos de lenguaje que
puede sino finalmente fracasar en su intento de sutura, el camino a se pueden jugar dentro de ella. Hay un nombre para un saber que
una serie indefinida de sustituciones que son el fundamento mismo opera en estas condiciones: finitud.756
de un historicismo radical754.
Las características de las relaciones sociales descriptas en este apartado
pre la información de las premisas. Las conclusiones de la lógica inductiva son siempre permiten avanzar hacia una redefinición de la dominación en el marco de
contingentes y no pueden asegurar la certeza del resultado. Siempre hay un excedente, la ‘revolución democrática’.
ya que la experiencia es siempre limitada. El resultado lógico y el empírico nunca se
identifican transparentemente.
752
Laclau, E., 1993: 66. No debe confundirse esta concepción con las posturas que
atribuyen un estatus fundacional a la política.
753
La negatividad radical se identificaría así con la historicidad y con lo que Gadamer
llama “conciencia sujeta a los efectos de la historia”. Cf. Marchart, O., 2008: 84.
754
Laclau, E. en Butler, J. et alia: 2003: 77. Énfasis nuestro.
Žižek cuestiona en este punto (como en otros lugares, por ejemplo: Laclau, E., 1996: radical (o, como habría dicho Lacan, forclusión). De modo que deberíamos distinguir
98) lo que considera un ejemplo de una postura formalista kantiana y una errónea entre dos niveles: la lucha hegemónica por la cual el contenido particular hegemonizará
interpretación del pensamiento de Lacan: al “mal infinito” kantiano le opone la noción la noción universal vacía y la imposibilidad más fundamental que vuelve vacío al uni-
hegeliana del “universal concreto”. Sostiene que lo universal difiere de lo infinito en versal, y por ende, un terreno para la lucha hegemónica” (Cf. Žižek, S. en Butler, J. et
este sentido, que todo llega a un fin aunque éste resulte siempre insuficiente y necesite alia: 2003: 106-7 y 120-1).
trasladarse a otro nivel. “De modo que Lacan –sostiene Žižek- es el opuesto mismo del
formalismo kantiano (si por éste entendemos la imposición de un marco formal que sirve
755
“Lo político es un a priori histórico pertinente a cada sociedad, lo que significa que la
como a priori de su contenido contingente): Lacan nos obliga a tematizar la exclusión de estructuración moderna de lo político es la encarnación particular de la función política”
algún contenido traumático que es constitutivo de la forma universal vacía. Hay espacio (Dyrberg, T., Op. Cit., en Critchley, S.-Marchart, O. (comp), 2008: 302).
histórico solo en la medida en que este espacio está sostenido por alguna exclusión más 756
Laclau, E., en Butler, J. et alia: 2003: 203.
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6. La dominación y la revolución757 democrática allí donde las concepciones deliberativas de la democracia parten de
un modelo de diálogo no coaccionado, vacío de poder y de ‘distor-
Se está ahora en condiciones de volver a plantear las preguntas de la siones’, los postestructuralistas aducen que las relaciones de poder
Introducción: ¿Qué se entiende por dominación, hoy? Este concepto ¿es son intrínsecas a su idea de la democracia. Por último, a diferencia
todavía útil a la filosofía política actual? El problema de la dominación del proyecto habermasiano, los postestructuralistas no pretenden es-
¿es un problema propio de la filosofía política? Y, en caso afirmativo, ¿es pecificar precondiciones ni fundamentos normativos para el discurso
un problema relevante? democrático. Mientras que la política democrática deliberativa –en la
En los apartados anteriores se han presentado los principales con- potente forma de procedimiento defendida por Habermas- inmuniza
ceptos de la teoría que Laclau y Mouffe han construido sobre las rela- a la política contra las fuerzas de la vida cultural y ética, los teóricos
ciones sociales y políticas, los que han de servir de base para replantear de la política argumentativa y antagónica ven a la democracia como
el problema de la dominación en este apartado. Hay que advertir que una disputa incesante acerca de cuestiones éticas y culturales.760
Laclau y Mouffe enmarcan el planteo en el contexto del proyecto de Desde este marco post-estructuralista o post-fundacional se ha res-
una democracia radical758 y plural759, es decir, de una concepción de la catado el concepto gramsciano de ‘hegemonía’ liberándolo de los restos
política que no se circunscribe a los marcos teóricos del contractualismo, economicistas (y, por tanto, esencialistas) que lo ligaban a la determinación
del liberalismo, del marxismo, del estructuralismo o del cientificismo estructural761. Una ‘política hegemónica’ (Laclau-Mouffe) –o una ‘política
en sus diversas corrientes y versiones. Sin embargo, aquella concepción del deseo’ (Deleuze-Guattari)- debe poder trazar líneas de articulación
comprende a varios autores que mantienen diferencias entre sí, como entre las posiciones diferenciales o las luchas moleculares (aunque ello no
advierte A. Norval: esté determinado por una posición en el sistema o por intereses esenciales
Existen tres áreas clave en las que los teóricos de la democracia ra- inherentes a las clases o a los individuos).
dical difieren notablemente entre sí. La primera atañe a la meta de la Por articulación entiendo -dice Laclau- la creación de algo nuevo fuera
actividad democrática. Como hemos dicho antes, para los teóricos de una disper­sión de elementos. [...] ‘Articulación’, en este sentido, es
deliberativos, la meta de la actividad democrática es alcanzar el con- el nivel ontológico primario de la constitución de lo real. [La realidad, como
senso racional. Esto marca un agudo contraste con los demócratas se vio, es una construcción social, es el producto de la praxis social.]
radicales de tradición postestructuralista, quienes se interesan en el Pero ‘hegemonía’ significa algo bien diferente: significa la articulación
potencial interruptor y dislocador de la democracia. En segundo lugar, contingente de elementos alrededor de ciertas confi­guraciones sociales
757
El concepto de ‘revolución’ no debe ser entendido como ‘transformación de los funda- -bloques históricos- que no pueden ser prede­terminados por ninguna
mentos’ o ‘cambio fundamental’, ya que se ha abandonado toda concepción fundamen- filosofía de la historia y esto está esencialmente relacionado con las luchas
talista o fundacional. La revolución democrática no debe ser entendida como cambio de
concretas de los agentes sociales. Por concretas quiero decir específicas, en
fundamento sino como pérdida del fundamento o desfundación, como disolución de los
garantes metasociales del orden social (Cf. Gorlier, J. C. - Guzik, K., 2002: 98; Touraine, toda su humilde indivi­dualidad y materialidad, no en tanto que encarnan
A., Crítica de la modernidad, Madrid, Temas de Hoy, 1993). Por otro lado, el abandono el sueño de los inte­lectuales acerca de una ‘clase univer­sal’762.
de esta concepción de la revolución conlleva también la disolución de la contraposición
reforma/revolución. Este desarrollo conduce al problema de las condiciones de emergencia
758
“Para estar en condiciones de pensar la política de la democracia radical a través de la de las luchas concretas de los agentes sociales contra desigualdades específicas
noción de tradición es importante cargar el acento en el carácter compuesto, heterogé- (opresión, dominación), luchas que ponen en cuestión la legitimidad de
neo, abierto y en última instancia indeterminado de la tradición democrática” (Mouffe,
Ch., 1999: 38). 760
Norval, A., Op. Cit., en: Critchley, S.-Marchart, O. (comp): 2008: 193-194.
759
“La cuestión decisiva para la izquierda es cómo lograr un socialismo compatible con
la democracia liberal. [...] La interconexión de instituciones liberales y procedimientos
761
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 38, 75 ss.
democráticos es la condición necesaria de la extensión de la revolución democrática a 762
Laclau, E., An interview with Ernesto Laclau, Strategies, A journal of theory, culture
nuevas áreas de la vida social” (Mouffe, Ch., 1999, pp. 144 y 146-147. Cf. Mouffe, Ch., and poli­tics, N°1, Fall (1988), p. 16. Traducción y énfasis nuestros. Cf. Laclau, E., 1993:
1999: 167). 193-4.
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ciertas relaciones de subordinación. El problema que se trata de determinar cierta sensibilidad o afección). Si no hay lucha y conflicto, no cabe hablar
es en qué condiciones una relación que se consideraba legítima deja de serlo y se de opresión sino de subordinación.
convierte en ilegítima763. En otros términos: en qué condiciones una relación Cuando las relaciones de subordinación se transforman en opresivas
de subordinación se convierte en una relación de opresión764. y los subordinados-oprimidos inician una lucha por su emancipación se
Para que estos problemas se tornen inteligibles, hay que aclarar previa- da comienzo a la política, aunque no toda lucha contra la subordinación-
mente qué se entiende por ‘subordinación’. Laclau y Mouffe la definen así: opresión es inherentemente política. Además, la opresión no debe confun-
“Entenderemos por relación de subordinación aquella en la que un agente dirse con la dominación. Tanto en el caso de las relaciones de subordinación
está sometido a las decisiones de otro -un empleado respecto a un em- como en el de las relaciones de opresión, el criterio es interno a la relación
pleador, por ejemplo, en ciertas formas de organización familiar, la mujer (si bien en el primer caso se asienta en el subordinante mientras que en el
respecto del hombre, etc.-”.765 La legitimidad es inherente a estas relaciones segundo caso se sostiene en el subordinado), mientras que en las relaciones
de subordinación, mientras que la aparición de un antagonismo es un de dominación se desplaza a un tercero exterior a la misma: “Llamaremos
índice suficiente para considerar que una relación determinada se ha relaciones de dominación –escriben Laclau y Mouffe- al conjunto de aquellas
transformado en opresiva y por tanto en una relación ilegítima. rela­cio­nes de subordinación que son consideradas como ilegítimas desde
Se hace necesario entonces definir qué se entiende por opresión. “Lla- la perspec­tiva o el juicio de un agente social exterior a las mismas -y que pue-
maremos, en cambio, relaciones de opresión –escriben Laclau y Mouffe- a den, por tanto, coincidir o no con las relaciones de opresión actualmente
aquellas rela­ciones de subordinación que se han transformado en sedes existentes en una formación social determinada”768.
de antagonismos”766. Las relaciones de opresión suponen siempre una Las relaciones de dominación suponen cierta universalidad de los
resistencia, una lucha contra una forma de subordinación que comienza a derechos humanos769 tales como el derecho a la vida, las libertades
ser considerada ilegítima. A diferencia de la concepción determinista, los individuales o la ilegitimidad de la tortura, etc., aunque no se trate de
autores consideran que no existe una “opresión objetiva”767, determinable una universalidad fundamentada en la determinación de una naturaleza
con independencia de la praxis y de la conciencia (o, por lo menos, de humana o basada en una consideración del bien universal. La universali-
763
Con esto se invierte lo planteado por Reich y Deleuze (porqué los hombres desean zación de los derechos del hombre es una dimensión abierta por la praxis
servir a los que los dominan), por el problema: en qué condiciones surge una lucha por histórica770, y la declaración de los derechos del hombre es un hecho
la emancipación. histórico-político de alcance universal, porque instaura un nuevo imagi-
764
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 172. nario político, que llega a ser reconocido y legitimado planetariamente.
765
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 172. Dice “en ciertas formas de organización familiar”
porque en la mayor parte de las organizaciones sociales contemporáneas estas relaciones se Si como ha señalado Hanna Arendt: ‘[...] fue la Revolución francesa
han convertido en formas de opresión y de dominación, cuestionándose su “naturalidad” y no la americana la que puso al mundo en llamas [...]’ (H. Arendt:
o “legitimidad”. On Revolution, Londres, 1973, p. 55), es porque ella fue la primera
766
Ibídem.
767
“Esto puede expresarse de un modo ligeramente diferente –aclara Laclau- diciendo
que si hay verdadera emancipación ella será incompatible con todo tipo de explica-
ción ‘objetiva’. Podemos sin duda explicar un conjunto de circunstancias que hicieron 768
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 172. Énfasis nuestro.
posible la emergencia de un sistema opresivo. Podemos también explicar cómo fuerzas
antagónicas a ese sistema se constituyeron y evolucionaron. Pero el momento estricto
769
Para Laclau, Mouffe y Lefort esos derechos ha sido instaurados por el imaginario de-
de la confrontación entre ambas, si el corte es radical, será refractario a cualquier tipo de mocrático forjado por la Revolución Francesa, mientras que para Rancière surgieron con
explicación objetiva. Entre dos discursos incompatibles, en los que cada uno de ellos el principio de igualdad esgrimido por el demos ateniense contra el régimen aristocrático
constituye un polo del antagonismo que los separa, no hay medida común y el momento tradicional, conceptualizado por Platón y Aristóteles.
estricto de la oposición entre ellos no puede explicarse en términos objetivos. A menos, 770
En este respecto la posición de Laclau coincide con la de R. Rorty, quien afirma que
desde luego, que el momento antagónico sea una pura cuestión de apariencias y que el no es necesario mantener el paradigma iluminista para argumentar en defensa de la
conflicto entre fuerzas sociales sea asimilado a un proceso natural, como en el choque democracia. También coinciden en señalar que los derechos del hombre se sostienen
de las dos piedras. Pero, según dijimos, esto es incompatible con la alteridad requerida en una cierta tradición y no en la supuesta universalidad natural. Sobre el concepto de
por el acto fundante de la emancipación” (Laclau, E., 1996: 15). tradición en el marco de la teoría de Laclau y Mouffe, cf. Mouffe, Ch., 1999: 35-39.
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en no fundarse en ninguna otra legitimidad771 y en instaurar así un tienen su lugar y donde todos los lugares son fijados desde el fundamento
nuevo modo de institución de lo social. Esta ruptura con el Ancien eterno o permanente (Destino, Dios o Naturaleza). De esta manera, las
Régime, simbolizada por la Declaración de los Derechos del Hombre, organizaciones premodernas minimizaron la temporalidad, ocultaron la
proporcionará las condiciones discursivas que permiten plantear a historicidad de la existencia e impidieron la dislocación y el desarrollo
las diferentes formas de desigualdad como ilegítimas y antinaturales, y de la conciencia de la opresión774.
de hacerlas, por tanto, equivalerse en tanto formas de opresión. Esto Si la opresión es aquella relación de subordinación que se ha trans-
es lo que va a constituir la fuerza subversiva profunda del discurso formado en la sede de un antagonismo, entonces, las relaciones de
democrático, que permitirá desplazar la libertad y la igualdad hacia opresión suponen siempre el desarrollo de ciertas formas de lucha y de
dominios cada vez más amplios, y que servirá, por tanto, de fermento resistencia, aun cuando no estén necesariamente mediadas por una ‘con-
a las diversas formas de lucha contra la subordinación.772 ciencia’ (y mucho menos por una conciencia racional775). Las relaciones
Los autores pueden diferenciar la ‘subordinación’ de la ‘opresión’, de opresión se suscitan a partir de antagonismos y éstos se producen
porque no parten de una concepción de la naturaleza humana o de la cuando ciertas identidades se sienten amenazadas. “...Es la defensa de
esencia del hombre suprahistórica o transhistórica, sino que sostienen que cierta identidad (...) la que los empuja a rebelarse”776. El antagonismo
“las relaciones sociales se caracterizan por una radical historicidad”773. En es la lucha producida por una identidad amenazada en el seno de una
los órdenes sociales premodernos, en cambio, el conjunto era concebido relación de subordinación. La amenaza no proviene de un enemigo que
como un todo en el que los elementos individuales aparecían fijados a la enfrente o realice acciones para sojuzgarla, sino de un deslizamiento
posiciones diferenciales naturalizadas o sedimentadas. Por esa razón, del lugar que tenía asignado en el sistema y con el cual se identificaba.
las relaciones de subordinación no podían convertirse en relaciones de El antagonismo se produce cuando un actor social se queda sin lugar en
opresión, ya que en sí mismas no suponen antagonismos. Algo análogo la estructura social de la cual se deriva su identidad constitutiva. Por
ocurre en la concepción de la lengua definida por la tradición estruc- esta razón, las utopías (entendidas como el lugar sin lugar) solo pudieron
turalista. Saussure puso las bases para la constitución de la lingüística surgir en la época moderna.
como ciencia al determinar a la lengua como un objeto preciso y distinto Lo característico de las utopías no es imaginar una sociedad ideal en
del lenguaje. Tal determinación fue posible sobre la base de la distin- la que no haya opresión, poder o conflictos. Su característica distintiva
ción entre el punto de vista diacrónico o evolutivo y el punto de vista es que expresan un desplazamiento de los lugares y de los sujetos sociales
sincrónico. Este último se alcanza abstrayendo la variante temporal de identificados con ellos777. En ellas se encuentra la descripción asombrada
las relaciones diferenciales que caracterizan a los sistemas de signos. En y traumática del momento histórico en que grandes masas de población
tales sistemas no hay, por definición, negatividad ni antagonismo. Todo se quedan sin lugar, no solamente en el sentido de quedarse sin tierras
se reduce a las relaciones diferenciales de oposición. Las organizaciones o sin un lugar en la tierra sino en el sentido más profundo de perder
comunitarias premodernas pueden ser comprendidas como sistemas de significado, quedarse sin identidad. Los movimientos más revolucionarios
este tipo, donde hay oposición pero no antagonismo, donde hay subor- habrían sido así, originalmente ‘conservadores’: habrían desarrollado
dinación pero no opresión, hay lucha y conflicto pero no dislocación. Un sus luchas con el objetivo de recuperar su lugar y conservar su identidad
sistema diferencial es una totalidad cerrada, en la que todos los actores 774
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 172.
775
Melossi llega a sostener que la superación del dominio pasa por la acción de agentes
771
[Nota nuestra] Lo verdaderamente revolucionario, según los autores, es el cuestiona- sociales “que tienen razones y fundamentos para sus propias acciones” (Melossi, D., 1992:
miento de todo fundamento de lo social y no meramente el cambio de un fundamento 19).
por otro. No se trata, entonces, del pasaje de un régimen aristocrático a un régimen 776
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 177.
democrático, del tránsito del fundamento en los mejores (aristoi) al fundamento en los
comunes (demos), sino del fundamento a la falta de fundamento.
777
Cf. Ricoeur, P., Ideología y utopía, México, Gedisa, 1991, pp. 287 ss.; Etchegaray, R. et
alia, Informe Final del Proyecto de Investigación: Ideología y medios de comunicación en
772
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 174. Énfasis nuestro. la constitución de los sujetos sociales, Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales,
773
Laclau, E., 1993: 52. UNLaM, Mimeo, 2005.
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amenazada, pero su praxis generó nuevas articulaciones que terminaron tanto de la opresión como de la dominación. Cuando esa legitimidad
por transformar las identidades del conjunto. Huyendo de un lugar que se es cuestionada al surgir un antagonismo, la subordinación se convierte
ha desplazado, que se ha deslizado o dislocado, “encuentran un arma”778, en opresión. En estas relaciones el cuestionamiento de la legitimidad es
crean algo nuevo, abren un lugar desde un no-lugar. inmanente a la relación. Dicho cuestionamiento es planteado y ejercido
En este punto, Laclau, Rancière, Deleuze y Guattari no coinciden: por uno de los términos de la relación de subordinación (el subordinado).
Para los dos últimos, las luchas, pero también las acciones cotidianas, La relación de dominación, en cambio, supone que el cuestionamiento
las obras artísticas, la filosofía o las ciencias inventan nuevas conexiones, es realizado desde el exterior, por alguien que es externo a la relación
tejen nuevas redes, generan nuevos ‘rizomas’779. Es decir, para ellos no se entre subordinante y subordinado.
trata de los sujetos pero tampoco de los objetos, sino de las conexiones Pero, el punto de vista de un tercero exterior a la relación ¿no su-
y conjunciones que producen una nueva realidad. Para ellos lo decisivo pone un ‘saber absoluto’ como en la filosofía de la historia hegeliana o
es la creación, que nunca es la obra de un sujeto (o de muchos sujetos). una perspectiva que pueda abarcar la totalidad como la conciencia del
Para Rancière, en cambio, lo importante es la subjetivación que se genera proletariado en Lukács? Estas preguntas se responden negativamente. La
a partir del desacuerdo y el surgimiento de la política. Para este autor, exterioridad a la que se refiere la definición está referida a la relación de
los sujetos no están constituidos previamente, sino que se originan al subordinación. No se trata de un saber que pudiera abarcar el sentido de
cuestionar un rechazo o una exclusión. La subjetivación política surge a la historia universal ni de una conciencia que, por ser totalmente negada
partir de un sector de la sociedad que no tiene lugar o reconocimiento dentro del sistema cosificado, puede superar sus limitaciones.
en el orden policial existente o en el sistema de diferencias dado, pero ¿En qué medida la noción de Laclau y Mouffe integra las caracte-
que con su acción hace posible el sistema social. Laclau y Mouffe se dife- rizaciones anteriores? La evolución del concepto de dominación en el
rencian de los anteriores porque parten de una subjetividad constituida pensamiento moderno muestra una serie de deslizamientos en los sig-
y aceptada dentro del sistema, pero al mismo tiempo sostienen que la nificados780, primero desde el ámbito jurídico-político hacia el ámbito
estructura está fallada o dislocada, y que esas subjetividades no logran económico-social, después desde este último hacia el ámbito herme-
constituirse plenamente. Las nuevas subjetividades se constituyen a partir néutico-cultural. Cada uno de estos momentos en el proceso incorporó
de la lucha contra lo que amenaza disolver sus identidades previas. El elementos y rasgos no considerados en las etapas anteriores. Así, hasta
resultado paradójico de esta lucha es la subjetivación o la constitución el siglo XIX, la dominación pareció estar restringida al ámbito jurídico-
de una nueva subjetividad. político, pero las luchas obreras y los desarrollos teóricos del socialismo y
El marco conceptual de Laclau y Mouffe enriquece las notas esenciales del anarquismo, fueron mostrando que el núcleo del problema había sido
de la noción de dominación al relacionarla y distinguirla de la subordi- excluido de la consideración. Algo análogo ocurrió a partir de la Segunda
nación y de la opresión. Una relación de subordinación es perfectamente Guerra Mundial con las luchas de los pueblos del llamado Tercer Mundo
‘natural’ y legítima en la medida en que es aceptada y que no hay resis- y de los nuevos movimientos sociales y las construcciones teóricas del
tencias y luchas que afirmen su injusticia. A diferencia de la concepción post-estructuralismo, del deconstructivismo y la hermenéutica.
rousseauniana, para quien la libertad es inalienable e intransferible, los Al insistir sobre la primacía de lo político, Laclau y Mouffe parecen
autores admiten que pueda haber relaciones de subordinación o depen- regresar a una consideración meramente jurídico-política del problema
dencia que sean aceptadas y legitimadas. Por supuesto, Laclau y Mouffe de la dominación. Sin embargo, los conceptos de opresión y dominación
no creen que haya relaciones de subordinación ‘naturales’, pero sí ‘natu- incluyen en sus significados tanto aquellas relaciones jurídico-políticas de
ralizadas’ como resultado de una lucha hegemónica. La legitimidad es el la dominación que niegan la autonomía o los derechos de los individuos
rasgo distintivo de las relaciones de subordinación y el que las diferencia como aquellas otras relaciones socio-económicas que definen la domina-
778
“Huir es producir lo real, crear vida, encontrar un arma” (Deleuze, G.-Parnet, C., ción en términos de explotación y también las recientes caracterizaciones
1980: 58.
779
Cf. Deleuze, G.-Guattari, F., 1988: 9-29. 780
Cf. Etchegaray, R., 2000, Conclusiones.
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que focalizan en las relaciones de sobredeterminación, sobrecodificación, turales, y de hacerlas, por tanto, equivalerse como formas de opresión”,
poder o control. No se trata, entonces, de un retorno a posiciones supe- porque imponen el principio democrático de libertad e igualdad “como
radas ni de disolver la noción y el problema que ella señala. Se trata de una nueva matriz del imaginario social. [...] Esta mutación decisiva en
abandonar los caminos sin salida y las conceptualizaciones anacrónicas el imaginario político de las sociedades occidentales (...) puede definirse
que no se condicen con el estado de la cuestión. en estos términos: la lógica de la equivalencia se transforma en el instru-
¿En qué medida esta concepción logra evitar los equívocos derivados mento fundamental de producción de lo social”783. Dicho en otros términos:
de los múltiples significados del término? Y, si lo logra, ¿sigue siendo útil las sociedades modernas surgidas de una revolución, ya no permiten
para la filosofía política? Al redefinir el marco teórico, se han conseguido pensar el orden social como ‘natural’ y de esa manera hacen manifiesto
evitar los equívocos derivados de la confrontación entre paradigmas y que han sido constituidas no sobre un fundamento sino sobre una falla,
tradiciones diferentes que producen inevitablemente la confusión en los sobre un fracaso, sobre una falta o ausencia. De ello se infiere que todos
significados. Al utilizarse un mismo término definido de maneras diferen- los sujetos sociales estén igualmente fundados o, lo que es lo mismo,
tes de acuerdo con los contextos, los debates en torno a la dominación igualmente infundados.
no pudieron sino conducir a un ‘diálogo de sordos’, al escepticismo y a A partir de esta ruptura histórica, la crítica de la desigualdad política
un abandono del concepto. Pero este marco parece alentar nuevas es- y la lucha contra los privilegios se extenderá y desplazará hacia otros
peranzas sobre la utilidad tanto teórica como práctica del concepto de planos; por un lado, hacia el plano económico a través de los discur-
dominación. Por lo pronto, esta definición permite escapar del ámbito sos socialistas, por otro lado, hacia una variedad siempre creciente de
limitado de lo económico-social y dar las bases para la comprensión de direcciones y niveles. Según esta línea de pensamiento, la invención de
las relaciones de dominación en cualquier ámbito de las relaciones so- esta lógica equivalencial784 es la creación más revolucionaria de la época
ciales. La dominación ya no se restringe a las acciones del poder contra moderna y la que está a la base no solamente de la expansión del modo
las libertades y los derechos de los individuos o los grupos. Tampoco de producción capitalista sino de toda la “revolución democrática”785.
se limita a las relaciones de explotación del trabajo asalariado por parte Marx mostró que la forma-mercancía se había desarrollado sobre una
del capital. La dominación es extensiva a toda relación humana, lo que lógica equivalencial de este tipo, pero solo destacó sus aspectos negativos
hace de este concepto una herramienta inestimable para la comprensión (alienación, fetichismo de la mercancía, explotación) y no percibió toda
de los fenómenos contemporáneos. su potencialidad revolucionaria como principio del cambio social.
Claude Lefort ha mostrado –advierten Laclau y Mouffe- de qué modo
7. La génesis de la cultura democrática, los momentos la ‘revolución democrática’, como terreno nuevo que supone una mu-
tación profunda a nivel simbólico, ha implicado una nueva forma de
de su constitución y sus dos lógicas
institución de lo social. En las sociedades anteriores, organizadas según
Para Laclau y Mouffe, algo verdaderamente nuevo surgió al nivel del una lógica teológico-política, el poder estaba incorporado a la persona
imaginario social a partir de la Revolución Francesa781. Se estableció del príncipe, que era el representante de Dios -es decir, de la soberana
entonces una nueva legitimidad a la que se podría llamar ‘cultura demo- justicia y la soberana razón-. La sociedad era pensada como un cuerpo,
crática’782. Ésta proporciona “las condiciones discursivas que permiten la jerarquía de cuyos miembros reposaba sobre un principio de orden
plantear las diferentes formas de desigualdad como ilegítimas y antina- incondicionado. Según Lefort, la diferencia radical que introduce la
sociedad democrática es que el sitio del poder pasa a ser un lugar vacío
781
Si el cambio en el imaginario social explica las luchas posteriores, lo que queda sin
explicar es la causa de la revolución francesa y el surgimiento del nuevo imaginario
783
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 174 y 173. Énfasis nuestro.
“democrático”. Análogamente, en Rancière queda sin explicar por qué causas el demos 784
“Ya no se trata de fundamentos del orden social sino de lógicas sociales, que intervienen
ateniense (y no los esclavos de los egipcios o los dominados por los persas) da comienzo en grados diversos en la constitución de toda identidad social y que limitan parcialmente
a la política. sus mutuos efectos” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 206).
782
Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 171 ss. 785
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 171.
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y que desaparece la referencia a un garante trascendente786 y, con él, la La lógica de la equivalencia, regida por el principio de igualdad,
representación de una unidad sustancial de la sociedad. En consecuen- disuelve las diferencias y las identidades pretendidamente definidas o
cia, hay una escisión entre la instancia del poder, la del saber y la de la fijas. La lógica de la diferencia, regida por el principio de la libertad,
ley, y sus fundamentos no están ya más asegurados.787 desmorona las tendencias a la homogenización, a la centralización y a la
Tocqueville ya había percibido claramente en el siglo XIX, que en el unificación sobre un fundamento único o trascendente. Laclau y Mouffe
principio democrático se conjugan la igualdad y la libertad y que el desa- muestran cómo se presentan los nuevos antagonismos sociales con efectos
rrollo unilateral de uno de los dos tenía como necesaria consecuencia la igualitarios plurales793 y, en el marco de lo que denominan “la ofensiva
disolución del sistema788. “La precariedad de toda equivalencia exige que antidemocrática”, señalan los deslizamientos de la idea de libertad:
ella sea complementada-limitada por la lógica de la autonomía789. Es por Esta ‘democratización’ del liberalismo, que fue el resultado de múlti-
eso que la demanda de igualdad [como pensaba Rancière] no es suficiente; ples luchas, concluyó por tener un impacto profundo en la forma en
sino que debe ser balanceada por la demanda de libertad, lo que nos con- que la misma idea de libertad era concebida. De la definición liberal
duce a hablar de democracia radicalizada y plural”790. Esta concepción de tradicional de Locke –‘La libertad es no estar sometido a restricciones
la democracia es radical porque afirma la falta de fundamento último de lo y violencia por parte de otro’- se ha pasado con John Stuart Mill a la
social tanto como la ausencia de certezas en el conocimiento y es plural791 aceptación de la libertad ‘política’ y de la participación democrática
porque sostiene un reconocimiento de las diferencias irreductibles792. como componente importante de la libertad794. Más recientemente,
786
[Nota nuestra] Al situar la “invención democrática” hacia fines del siglo XVIII, tan- en el discurso socialdemócrata, la libertad ha llegado a significar la
to Lefort como Laclau y Mouffe parecen olvidar que ya en la Grecia Antigua se había ‘capacidad’ de efectuar ciertas elecciones y de tener abierta una serie
concebido el poder como un lugar vacío (Cf. Vernant, J.-P., Los orígenes del pensamiento de alternativas reales. Así la pobreza, la falta de educación y la gran
griego, Buenos Aires, Eudeba, 1984) y que autores como Descartes, Hobbes o La Boétie
habían sostenido el principio de igualdad en los siglos anteriores a la Revolución Fran-
disparidad en las condiciones de vida, son hoy consideradas como
cesa (Cf. Etchegaray, R., Introducción al pensamiento de Thomas Hobbes, en Biglieri, P. atentatorias a la liber­tad. Es ésta la transformación que el neolibera-
(comp.), Introducción al pensamiento político moderno, Buenos Aires, UNLaM-Prometeo lismo quiere cuestionar.795
Libros, 2009. pp. 47-70.
787
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 210. Énfasis nuestro. En Nuevas reflexiones sobre la revo-
Yendo más allá de la génesis y evolución del imaginario democrático,
lución de nuestro tiempo, Laclau se referirá al concepto clave de dislocación para designar los autores apuntan a explicar el proceso de construcción discursiva de
las nuevas condiciones generadas como efecto del capitalismo y de las formas sociales nuevas identidades. En él se pueden distinguir tres momentos:
modernas. Cf. el concepto análogo de “agenciamiento maquínico colectivo” en Deleuze,
G.-Parnet, C., 1980: 63, 80 y 91.
788
Tocqueville temía el peligro derivado de un desarrollo desmesurado del principio La tarea de la izquierda no puede por tanto consistir en renegar de la ideología liberal–
de igualdad en detrimento de la libertad. Cf. Tocqueville, A., La democracia en América, democrática sino al contrario, en profundizarla y expandirla en la dirección de una
Madrid, Sarpe, 1984. democracia radicalizada y plural” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 199) “En el pasado, la
789
[Nota nuestra] “Entre la lógica de la completa identidad y la de la pura diferencia, la estrategia socialista difícilmente estaba pertrechada para afrontar esta tarea, principalmente
experiencia de la democracia debe consistir en el reconocimiento de la multiplicidad de debido a su anhelo de un ‘apriorismo esencialista’, que se manifestaba en su confianza
las lógicas sociales tanto como en la necesidad de su articulación. Pero esta última debe en los sujetos privilegiados (‘clasismo’), en una base social privilegiada (‘economicismo’)
ser constantemente recreada y renegociada, y no hay punto final en el que el equilibrio y en un instrumento privilegiado (‘estatismo’)” (Critchley, S., 2008: 63).
sea definitivamente alcanzado” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 212). 793
“La renuncia a la categoría de sujeto como entidad unitaria, transparente y suturada,
790
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 207. Énfasis en el original, corchetes nuestros. abre el camino al reconocimiento de la especificidad de los antagonismos constituidos a
791
“La tarea principal de una filosofía política moderna y democrática es precisamente partir de diferentes posiciones de sujeto y, de tal modo, a la posible profundización de
la articulación de la libertad individual y la libertad política, pues es allí donde hunde una concepción pluralista y democrática” Cf. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 178-189.
sus raíces la cuestión del pluralismo y la ciudadanía democrática” (Mouffe, Ch., 1999: 794
[Nota nuestra] No se trata de rechazar la concepción liberal de la libertad: “No es el
63). liberalismo en cuanto tal el que debe ser puesto en cuestión, ya que en tanto que principio
792
“Desde esta perspectiva es evidente que no se trata de romper con la ideología liberal– ético que defiende la libertad del individuo para realizar sus capacidades humanas, está
democrática sino al contrario, de profundizar el momento democrático de la misma, al hoy día más vigente que nunca” (Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 207-8).
punto de hacer romper al liberalismo su articulación con el individualismo posesivo. 795
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 193.
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El primero es el sistema de diferencias, en el que las prácticas discursivas representación) de diferencias previas, sino la construcción de identidades
diferencian posiciones y fijan roles para los distintos actores o sujetos. nuevas que responden a fallas estructurales de los sistemas sociales.
Estas diferencias forman parte de un orden que se considera estable y Lo que queremos indicar –dicen Laclau y Mouffe- es que la política en
donde cada posición se define por oposición al resto de las posiciones tanto que creación, reproducción y transformación de las relaciones
significativas dentro del sistema (campesinos, terratenientes, comercian- sociales, no puede ser localizada a un nivel determinado de lo social,
tes, artesanos, burgueses, asalariados, etc.). Por supuesto, cada sistema ya que el problema de lo político es el problema de la institución
es el resultado de luchas previas, de triunfos y derrotas que han llegado de lo social, es decir, de la definición y articulación de relaciones
a una condición relativamente estable conformando ‘la realidad’, pero sociales en un campo surcado por antagonismos. El problema central
en tanto constituye un sistema estabilizado de diferencias aceptadas por que queremos plantear es el siguiente: cuáles son las condiciones
todos los sujetos, puede ser considerado como una estructura cuyas discursivas de emergencia de una acción colectiva encaminada a
diferencias no alteran la totalidad sino que la articulan y la fijan. luchar contra las desigualdades, y a poner en cuestión las relaciones
El segundo momento es el de la dislocación. Es el momento del fracaso de subordinación.798
de las prácticas discursivas que construyen y mantienen el sistema de
Como ya se mostró a partir de los trabajos de Foucault, Deleuze y
diferencias, en que las prácticas simbólicas de las distintas instituciones
Guattari799, las relaciones políticas atraviesan todas las relaciones sociales
sociales comienzan a tener cada vez más dificultades para sostenerse a
y no son localizables en un solo plano (como podría ser el de los partidos
causa de la multiplicación de los antagonismos. Dado que todo orden
políticos o el del Estado). Lo nuevo en el planteo de Laclau y Mouffe es
social está expuesto a cambios y desestabilizaciones porque está cons-
que lo político brota de la falla constitutiva de la estructura social. La nove-
tituido por antagonismos, la dislocación es algo inherente a todo orden
dad teórica de esta postura surge de la caracterización de las dos lógicas
social. Sin embargo, es con la sociedad moderna que se multiplican y
complementarias y excluyentes que estructuran la sociedad. La tarea, al
expanden los efectos dislocatorios en aceleración creciente. Cuanta más
mismo tiempo de la política y de la filosofía política, consiste en com-
dislocación, más fragmentación social, pero también más espacios para
prender “las condiciones discursivas de emergencia”, a la vez particulares
el surgimiento de nuevos actores y sujetos.
y universales, de los sujetos sociales transformadores.
El tercer momento es el de la cadena de equivalencias en las posiciones
de sujetos diferentes frente a un enemigo común. Este es el momento en el
que se construye un ‘nosotros’ contrapuesto a un ‘ellos’. Las posiciones 8. Conclusión: dominación y emancipación
equivalentes no se unifican por ciertos caracteres positivos comunes sino
por su común oposición a un ‘enemigo’796 que amenaza y que es la causa Se ha mostrado que el concepto de dominación se fue definiendo
del ‘daño’ (Rancière) o del ‘crimen general’ (Marx). Esas equivalencias en relación con los conceptos de libertad e igualdad. En los textos de
niegan el sistema de diferencias previo y ensayan una reestructuración del Laclau se percibe un deslizamiento progresivo desde el concepto de
tejido social. Este es el ámbito constitutivo de la política: la construcción ‘libertad’ hacia el de ‘emancipación’, que requiere volver a definir am-
de articulaciones equivalenciales, la creación de prácticas discursivas bos conceptos, dada la multiplicidad de significados que están ligados
inéditas frente a las fuerzas que amenazan a las identidades sociales cons- a ellos, los equívocos a que dan lugar y la ‘desintegración’800 generada
tituidas y diferenciadas797. La política no es el reflejo (ni mucho menos la como consecuencia.

796
Ni el “nosotros” ni el “ellos” es previo al antagonismo. Cf. Laclau, E., Debates y combates. es el resultado de la articulación/tensión entre ambas lógicas” (Laclau, E., en Critchley,
Por un nuevo horizonte de la política, Buenos Aires, F. C. E., 2008, pp. 15-16. S.-Marchart, O. (comp), 2008: 383).
797
“En nuestra terminología –aclara Laclau-, mientras que la lógica democrática encuentra 798
Laclau, E.- Mouffe, Ch., 1987, pp. 171-72. Énfasis nuestro.
su terreno constitutivo en la relación equivalencial (lo que por supuesto no significa que
ninguna equivalencia sea democrática per se), la especificad institucional se construye a
799
Cf. Etchegaray, R., 2000: 315-375.
través de lo que hemos dado en llamar la lógica de la diferencia. La formación hegemónica 800
Laclau, E., 1996: 11.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

¿Qué hay que entender por ‘emancipación’801? Este concepto contiene cación. Luego, la emancipación (entendida como ruptura de cualquier
seis ‘dimensiones’ distintas, a veces, incompatibles y excluyentes. Dichas tipo de dependencia) no puede ser explicada804.
dimensiones son: 1) dicotómica: entre el orden previo y el movimiento Esta dimensión resulta entonces incompatible con las otras, que supo-
emancipatorio hay una ruptura, una discontinuidad radical; 2) totali- nen cierta continuidad, coherencia o racionalidad entre los momentos del
zante: la emancipación afecta a todas las esferas de la existencia, cuyos desarrollo805. La dimensión 5), por ejemplo, hace referencia al fundamento
contenidos están imbricados; 3) transparencia: la emancipación suprime de la emancipación. Pero de acuerdo con la dimensión dicotómica, el
y supera la alienación y la dominación, alcanzando la realización plena orden post-revolucionario de la emancipación no puede justificarse en
de la naturaleza humana y su libertad (lo cual implica superar las rela- el antiguo orden de la dominación o en la ‘opresión’ pre-revolucionaria.
ciones opacas y distorsionantes de la fuerza o el poder, “la abolición de la “En tal caso, no puede haber un único fundamento que explique a la vez
distinción sujeto/objeto”, la superación de las ideologías); 4) preexistencia el orden que es rechazado y el orden que la emancipación inaugura”806.
de algo que es oprimido (de algo que es coartado en su libertad, de lo Si la emancipación es realmente radical no puede sostenerse sino en su
que debe ser emancipado) respecto de la emancipación; 5) la emanci- propio fundamento, el cual no es previo al acto de emancipación, por-
pación, si es radical, tiene lugar a nivel del fundamento de lo social; 6) que en ese caso habría una derivación y dependencia del orden previo.
la emancipación constituye un nuevo fundamento racional que sirve de “Esta incompatibilidad, en el interior del discurso de la emancipación
base a todas las relaciones sociales. –concluye Laclau-, entre la dimensión dicotómica (1) y la dimensión de
La argumentación de Laclau se propone mostrar que estas dimensio- fundamento (5), crea dos matrices fundamentales en torno a las cuales
nes no constituyen una totalidad coherente, lo cual ha conducido a la se organizan todas las otras dimensiones”807.
afirmación de postulados incompatibles, antinomias y aporías, y de ello, Una incompatibilidad análoga se presenta entre la dimensión 1) y
a su vez, se ha derivado el abandono de la lógica de la emancipación802. la dimensión 6) como resulta de los argumentos de los filósofos de la
Pero, en lugar de retroceder frente a las incompatibilidades lógicas, Laclau Ilustración, que
busca abrir nuevos discursos a partir de dichas incompatibilidades. eran perfectamente consecuentes cuando afirmaban que si una so-
La dimensión 1) supone que es imposible que haya alguna “objetividad ciedad racional había de ser un orden pleno resultante de un corte
positiva subyacente” a los órdenes dicotómicos (anterior y posterior a la radical con el pasado, cualquier organización previa a tal corte solo
emancipación), porque en ese caso el segundo se derivaría del primero podía ser concebida como el producto de la ignorancia y la locura de
lógica o causalmente de manera necesaria. Pero entonces ya no habría una los hombres, lo que la privaba de racionalidad.808
dicotomía radical entre ellos sino solo una diferencia aparente. Dicho de
Si, a la inversa, se le reconoce racionalidad al orden previo, el acto
otra manera: al pertenecer los dos momentos a una misma lógica subya-
por el cual se instaura un nuevo orden de emancipación dependerá de
cente, el resultado (la emancipación) no sería más que una diferenciación
una relación de fuerzas contingente y carecerá de racionalidad. Lo mismo
interna dentro del mismo orden establecido y no sería una verdadera
ocurre con la dimensión 4) que afirma que el oprimido es preexistente al
emancipación. “Esto puede expresarse de un modo ligeramente diferente
diciendo que si hay verdadera emancipación ella será incompatible con 804
En las clases de Berlín sobre filosofía de la historia, Hegel afirma que los grandes
todo tipo de explicación ‘objetiva’”803. En otros términos: desde el orden hombres desprecian lo ordinario, lo hasta entonces considerado, lo admitido, por cuanto
antiguo es posible explicar coherentemente todas las diferencias dentro traen al mundo lo nuevo que no puede justificarse en lo perimido (Cf. Hegel, G. W. F., Lecciones
sobre filosofía de la historia universal, Madrid, Revista de Occidente, 1974, p. 96).
del mismo sistema, pero lo radicalmente nuevo carecerá siempre de expli- 805
“Todas las otras dimensiones requieren lógicamente la presencia de un fundamento
801
Cf. Laclau, E., 1996: 11-41. positivo y son, en consecuencia, incompatibles con la constitutividad del corte requerido
por la dimensión dicotómica” (Laclau, E., 1996: 18).
802
Lo que se desarrolla a continuación puede ser considerado, entonces, como una apli-
cación a una realidad concreta de los conceptos de discurso, totalidad abierta, estructura
806
Laclau, E., 1996: 16.
fallada, etc. que fueron construidos en el capítulo anterior. 807
Laclau, E., 1996: 17.
803
Laclau, E., 1996: 15. 808
Laclau, E., 1996: 16.
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orden que lo oprime, ya que si no lo fuera, tendría el status de diferencia absoluto- solo pueden ser establecidos diferenciando a esta última de
interior al sistema, es decir, sería el otro término de una relación de sub- un exterior que es irracional y sin forma.812
ordinación. Pero, en ese caso, ya no se podría hablar de opresión ni de Las dos líneas de pensamiento son, en consecuencia, incompatibles
dominación. La dimensión 2) sería igualmente imposible “a menos que lógicamente pero son igualmente posibles y se requieren mutuamente. De
un fundamento positivo de lo social unificara, en un conjunto autosufi- esta incompatibilidad, según Laclau, podría derivarse la desintegración
ciente, la multiplicidad de sus aspectos parciales [sistema de diferencias lógica de la noción de emancipación, pero no su inoperatividad social
totalizado], incluyendo a los antagonismos y a las dicotomías”809, pero ya que, como se vio más arriba813, la realidad social no está estructurada
en tal caso se suprimiría la dicotomía y el antagonismo sería reducido según el orden de la lógica. Laclau niega que se trate de un problema
a mera oposición o crimen. La dimensión 3) supone la eliminación de lógico y sostiene una hipótesis ontológica814, de la que hace concientes
la alienación y la ideología, pero la dimensión dicotómica implica la dos aspectos a tener en cuenta, si se quiere evitar la desintegración de
opacidad última de lo social y la imposibilidad de suprimir el desacuerdo la noción de emancipación y hacer posibles nuevos juegos del lenguaje
(Rancière). Finalmente, la racionalidad última requiere que todo lo nuevo dentro del discurso emancipatorio.
sea reducido a lo ya conocido y que toda particularidad logre explicarse a El primero es que si el término ‘emancipación’ puede seguir teniendo
partir de principios universales, pero la reducción de lo real a lo racional sentido, es imposible renunciar a ninguna de sus dos dimensiones
supone que lo ‘otro’ sea reducido a lo ‘mismo’ (es decir, que no sea una incompatibles. Tenemos, por el contrario, que hacer operar una contra
verdadera alteridad810). la otra en formas que tenemos que especificar. El segundo aspecto
En conclusión, existen dos discursos emancipatorios incompatibles: es que este requerimiento doble y contradictorio no es algo que sim-
uno, que podría identificarse no solamente con los órdenes comunitarios plemente debemos aceptar si la emancipación habrá de mantenerse
premodernos (a los que Popper llama ‘sociedades cerradas’), sino tam- como término político relevante.815
bién con el racionalismo de la ilustración (llamado por Popper ‘sociedad
abierta’811), presupone la objetividad y la transparencia última del orden En un discurso lógico, la contradicción en el resultado disuelve las
social; el otro, que podría identificarse con el deconstructivismo o con premisas en el absurdo, pero en el discurso entendido como praxis social,
el post-marxismo, sostiene que la estructura social está fallada y que la la contradicción supone la insuficiencia de las premisas para tomar una
sociedad como sistema cerrado de diferencias es imposible. decisión con certeza. Consecuentemente, para Laclau, la incompatibili-
El punto crucial, para Laclau, es que ambas líneas de pensamiento dad lógica enfrenta al discurso emancipatorio con una indecidibilidad816
son necesarias para la producción de un discurso emancipatorio. real. La respuesta adecuada a una tal situación es observar los efectos
distorsionantes que son producidos por la subversión que cada uno de
La emancipación significa, al mismo tiempo, fundación radical y los lados incompatibles genera en el otro, y no la supresión o disolución
radical exclusión; es decir, que ella postula, al mismo tiempo, un de las consecuencias de cada una de las líneas de pensamiento. Por ‘sub-
fundamento de lo social y su imposibilidad. (…) Es necesario que la versión’ hay que entender las deformaciones específicas que cada una
sociedad racional sea una totalidad autorreferida, que subordine a sí de las dimensiones efectúa en la otra817.
misma la totalidad de sus procesos parciales; pero los límites de esta
configuración totalizante –sin los cuales no habría configuración en
812
Laclau, E., 1996: 19.
813
Cf. supra pp. 144 ss. Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987, pp. 107-109; Laclau, E., 1993:
19-26.
809
Laclau, E., 1996: 18. 814
“Formular proposiciones contradictorias en ciertas circunstancias es un requerimiento
810
Cf. Levinas, E., Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exteriori­dad, Salamanca, Sígueme, lógico para que la sociedad en su conjunto no sea contradictoria” (Laclau, E., 1996: 20).
1977; Corigliano, J. A., Ética y comunicación desde el pensamiento de Levinas en Teorías
Políticas y Teorías de la Comunicación, Ediciones de Periodismo y Comunicación, 8, La
815
Laclau, E., 1996: 21-22. Énfasis en el original.
Plata, 1997. 816
Laclau, E., 1996: 22.
811
Cf. Popper, K., La sociedad abierta y sus enemigos, Barcelona, Editorial Planeta-Agostini, 817
“Es como si cada una de estas dos lógicas incompatibles presupusiera una plena
2 volúmenes, 1992. operación que la otra está negando, y que esta negación condujera a una serie ordenada
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Laclau es perfectamente conciente de que esta incompatibilidad no es Para Laclau, la consecuencia del análisis anterior es que “las dos
reciente sino que está presente en los discursos emancipatorios clásicos operaciones de cierre que están a la base del discurso político de la mo-
desde el cristianismo hasta el marxismo. Ello le permite dar ejemplos818 dernidad, tienen que ser deconstruidas”822. Si se parte de la lógica funda-
concretos de las aporías insolubles que aquellos discursos han enfrenta- mentalista de las diferencias, que garantizaría un conocimiento objetivo
do. Al considerar el problema en Marx, ensaya una respuesta a la aporía de la sociedad sostenido en un fundamento cierto y racional, se termina
del sujeto revolucionario, cuestión que había suscitado extensos debates por advertir la opacidad última de la realidad social y la dislocación de la
dentro de este paradigma teórico en la filosofía de la historia y en las estructura que posibilitaría tal conocimiento y acción. Si, por el contrario,
ciencias sociales. De sus supuestos se deriva la necesidad de un sujeto se parte de la lógica de la ruptura radical y revolucionaria, que emer-
histórico que esté en condiciones de expresar la esencia humana universal, gería del acto inédito que instaura la novedad absoluta, se termina por
superando las condiciones particulares alienantes que resultan del modo aceptar la necesidad de instituir un nuevo orden, un nuevo sistema que
de producción capitalista. Para Marx, ese sujeto es el proletariado, la clase traicionaría inevitablemente la radicalidad de la ruptura y que, además,
particular que expresa lo universal. “Pero si miramos la cuestión más de sería absolutamente contingente, ya que no se deriva la lógica del orden
cerca –escribe Laclau- veremos que este actor, que es presentado como anterior. En los dos casos se llega al mismo resultado: la imposibilidad
el único que puede llevar a cabo un verdadero proceso de emancipación, de la emancipación823. Este resultado se sigue del desarrollo lógico de
es precisamente aquél para quien la emancipación ha pasado a ser un cada una de las alternativas, pero con ello no se ha avanzado nada en la
término sin sentido”819. Como producto del capitalismo, el proletariado es comprensión de “los efectos que podrían derivarse de la interacción social
una clase social que forma parte del sistema de diferencias (particular), y de estas dos imposibilidades simétricas”824, los que ya no pertenecen al
como tal es un resultado necesario del proceso de producción. Pero esto orden lógico sino al ontológico.
no es lo mismo que se entiende por el proletariado como sujeto revolu- Para Laclau, la respuesta a estos problemas resulta de concebir la
cionario o como actor de la emancipación (universal) y de la posición relación entre universalismo y particularismo de otra forma, creando en
que ocupa el proletariado en la producción no se deriva necesariamente los hechos la posibilidad de nuevos discursos de liberación, que van más
su papel emancipador. “Para obtener este último –señala Laclau-, nece- allá de la emancipación, pero que son el efecto de movimientos que se
sitamos mostrar que el capitalista niega en el obrero algo que no es el producen dentro del sistema de alternativas creado por cada una de las
mero producto del capitalismo”820, ya que las diferencias particulares (e lógicas de la emancipación825.
incluso las contradicciones inherentes a esa posición particular) se re- Es posible, sin embargo hacer de la interacción entre estas lógicas
suelven satisfactoriamente dentro de las mediaciones del mismo sistema. incompatibles la sede de una cierta productividad política [no ya mera-
“Necesitamos mostrar –continúa– que hay una dicotomía antagónica mente lógica]. La particularidad rechaza y al mismo tiempo requiere
que no es reducible a un fundamento único. Es decir, que la condición la totalidad, es decir, el fundamento. Estos movimientos contradic-
de una verdadera emancipación es (…) una opacidad constitutiva que torios se expresan en lo que hemos llamado la división constitutiva
ningún fundamento puede erradicar”821. de toda identidad concreta. La totalidad es imposible y, al mismo
tiempo, requerida por lo particular: en tal sentido está presente en lo
de efectos subversivos sobre la estructura interna de ambas. Está claro que al analizar particular como aquello que está ausente, como una falta constitutiva
estos efectos subversivos no estamos asistiendo a la emergencia de algo totalmente nuevo
que fuerza constantemente a lo particular a ser más que él mismo, a
que deja a ambas lógicas atrás, sino a un movimiento ordenado de deriva respecto a
lo que hubiera sido, en ausencia de esos efectos, una operación sin trabas” (Laclau, E., 822
Laclau, E., 1996: 29.
1996: 22-23). 823
Sobre la estructura lógica de los diferentes momentos de la emancipación política, cf.
818
Cf. Laclau, E., 1996: 23 ss. Laclau, E en Butler, J. et alia: 2003, p. 59 ss. Sobre la dialéctica de la emancipación, cf.
819
Laclau, E., 1996: 28. Laclau, E., en Butler, J. et alia: 2003: 208 ss.
820
Laclau, E., 1996: 29. 824
Laclau, E., 1996: 30.
821
Laclau, E., 1996: 29. 825
Cf. Laclau, E., 1996: 32.
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asumir un papel universal que solo puede ser precario y no suturado. Aquí se abre la posibilidad de una política emancipatoria, que no
Es por esto que podemos tener una política democrática: una sucesión quede atrapada en los supuestos del esencialismo fundacional, pero que
de identidades particulares y finitas que intentan asumir tareas uni- no se reduzca a mera resistencia, a las solas reivindicaciones sectoriales
versales que las sobrepasan826; pero, como resultado, no son nunca o particulares. Deleuze insiste en que la acción política no debe totalizar
capaces de ocultar enteramente la distancia entre tarea e identidad y para no ser absorbida por el poder que es siempre totalizador829. Laclau
pueden ser siempre sustituidas por grupos alternativos. El carácter y Mouffe no piensan lo mismo:
incompleto y provisional de sus contenidos políticos pertenece a la …Una vez abandonado ese supuesto [de un sistema cerrado] no es
esencia de la democracia.827 posible derivar de la proliferación de espacios y de la indetermina-
La dominación completa y la liberación total son incompatibles, pero ción última de lo social, la imposibilidad de que una sociedad pueda
se requieren mutuamente. Lo distintivo del análisis de Laclau consiste en significarse -y por tanto pensarse a sí misma- como totalidad; o la
no confrontarlas como dos sistemas positivos, coherentes y completos, incompatibilidad de este momento totalizante con el proyecto de una
sino en mostrar que la segunda es la plenitud ausente de la primera, su democracia radicalizada.830
falta de sutura. Como tal no es accesoria o accidental, sino necesaria y Deleuze entiende que la totalidad se identifica con el poder porque
constitutiva. No existe, en consecuencia, un sujeto revolucionario, en- identifica a las totalidades con los sistemas cerrados y concibe el cierre
tendido como un único actor que pueda llevar a cabo la liberación de o límite como un impedimento y una repotenciación de las fuerzas. Un
la sociedad, sino que los múltiples actores que pueden y van llevando problema que Deleuze parece no estar en condiciones de resolver, por
a cabo esta tarea surgen de las acciones particulares y contingentes que lo tanto, es el de la totalidad o de la globalidad de la lucha política. Si el
tienen lugar en cualquier orden social vigente. poder es siempre el resultado de relaciones, cruzamientos, mezclas y redes
Es precisamente esto lo que caracteriza a la política democrática múltiples y contingentes, entonces pareciera que hay que renunciar a lo
y no el que se realice dentro de determinado sistema de gobierno, de que Lyotard llama los ‘grandes relatos’831 y ceñirse a los estudios ‘locales’,
instituciones o representaciones. Sociedad imposible y política democrática desenrollando las pequeñas madejas, los entramados situados. Este tipo
se identifican. de investigaciones sigue una estrategia político-epistemológica que podría
La posibilidad misma [de la emancipación] dependerá de la capaci- llamarse ‘anarquista’ porque niega la posibilidad de una unificación de
dad que tenga un limitado actor histórico para presentar su propia la totalidad que no sea la del poder-fundamento. Pero si las relaciones
emancipación ‘parcial’ como equivalente de la emancipación de la de dominación son múltiples y complejas, las redes locales solo podrán
sociedad toda. Como esta dimensión ‘holística’ no puede reducirse a ser comprendidas en relación con otras articulaciones que formarán
la particularidad que su representación supone, su misma posibilidad ‘nudos’ y ‘condensaciones’, pero que remitirán a un campo ‘global’ (si
implica la autonomía de la esfera de las representaciones ideológicas bien ya no ‘universal’ en el sentido del racionalismo iluminista). Esta
frente a los aparatos de dominación directa. Las ideas, según las propias línea de investigación que busca dar cuenta de los macrocontextos sigue
palabras de Marx, se transforman en fuerzas materiales. Si dominación otra estrategia igualmente lícita a la que podría llamarse ‘constructivista’,
implica subordinación política, esta última [la política], a su vez, solo porque está dirigida a ‘construir’ articulaciones con vistas a la política
se podrá lograr a través de aquellos procesos de universalización que hegemónica832.
hacen que toda dominación sea inestable.828 829
“Nosotros no hemos de totalizar lo que se totaliza por parte del poder y que nosotros
solo podríamos totalizar restaurando formas representati­vas de centralismo y jerarquía” (En
826
[Nota nuestra] “La emancipación (…) no depende de un colapso de todas las par- Foucault, M., 1992c: 14).
ticularidades sino de una paradójica interacción entre ellas” (Laclau, E., en Butler, J. et 830
Laclau, E.-Mouffe, Ch., 1987: 209.
alia: 2003: 51). 831
Lyotard, J., La condición posmoderna, Barcelona, Planeta-Agostini, 1992.
827
Laclau, E., 1996: 34-35. Énfasis y corchetes nuestros. 832
Laclau, significativamente, cierra el debate con Butler y Žižek con un escrito que titula
828
Laclau, E., en Butler, J. et alia: 2003: 52. Construyendo la universalidad, (Butler, J., et alia, 2003: 281-306).
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Capítulo 6
El pragmatismo liberal contra el
fundamentalismo

El pensamiento político de Richard Rorty833 se propone continuar y


ampliar la tradición liberal anglo-norteamericana, independizándola de
los residuos filosóficos y metafísicos heredados del iluminismo. Quiere
suprimir todas las posturas metafísicas que supongan la existencia de
algo como la naturaleza o esencia “objetiva” de las cosas, así como la
naturaleza o esencia del conocimiento o del sujeto que conoce. Su po-
sición antiesencialista, antimetafísica y antirracionalista se deriva de la
convicción, que comparte con el filósofo escocés David Hume, de que
los regímenes totalitarios están asociados al pensamiento metafísico y que
la ilustración europea continental es una forma de metafísica. Se asocia
de esa manera con lo que se ha llamado el pensamiento postmoderno.
De allí también su empeño de desplazar a la filosofía de su posición
833
Richard McKay Rorty (1931-2007). Filósofo estadounidense. Nacido en Nueva York
y criado en Nueva Jersey, Rorty atravesó una infancia agitada a raíz de que sus padres,
simpatizantes del trotskismo, sufrieron una cierta paranoia cuando se desató la perse-
cución estalinista contra Trotski y, posteriormente, cuando el macarthismo desarrolló
su campaña contra el comunismo. Asistió a la Universidad de Yale. Al inicio de su
carrera intentó conciliar sus creencias e intereses personales con la búsqueda platónica
de la verdad. Formado en la tradición de la filosofía analítica anglo-norteamericana y
familiarizado con el pensamiento centroeuropeo, ingresó a la filosofía entendiéndola
como un espacio de “narraciones” que proponen descripciones del mundo adecuadas
a la mentalidad de cada época. Fue profesor de filosofía en la Universidad de Princeton
hasta 1983 cuando renunció a su cátedra para ocupar el puesto de profesor de Huma-
nidades en la Universidad de Virginia y posteriormente el de Literatura Comparada en
Standford. Su posición retoma y renueva cuatro tradiciones diversas: 1) la del pragma-
tismo norteamericano de John Dewey y William James, 2) la filosofía postnietzscheana
de Ludwig Wittgenstein y Martin Heidegger que dan un lugar a la poesía y a la mística
en la actividad del pensamiento, y 3) la crítica al esencialismo filosófico y de la represen-
tación científica de autores como Willard Quine, Wilfrid Sellars y Donald Davidson, 4)
el liberalismo anglo-norteamericano de John Locke, John Stuart Mill, Thomas Jefferson,
Isaiah Berlin y John Rawls. En su obra se abre un diálogo entre el pensamiento anglo-
norteamericano y la filosofía europea continental. Es autor de La filosofía y el espejo de la
naturaleza (1979), Consecuencias del pragmatismo (1982), Ironía, contingencia y solidaridad
(1989), Ensayos filosóficos (3 vols., 1991-1998), Forjar nuestra nación (1998) y La filosofía
y la esperanza social (2000).
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

privilegiada como fundamento de la verdad y tribunal de lo verdadero, En otros términos: las cosas que se hallan en el espacio y en el tiempo
considerándola como un género literario más834. no son meras proyecciones de la mente humana sino que responden
El pensamiento de Rorty se desarrolla en el marco de las transfor- a otras causas. La verdad, en cambio, es una descripción del mundo que
maciones de la sociedad norteamericana posterior a la segunda guerra en un momento histórico particular llega a ser considerada como más
mundial. En ese contexto replantea el problema de la “tiranía de las ma- útil o funcional a ciertos fines u objetivos. No es la propiedad de ciertas
yorías”, como lo llamaba John Stuart Mill o del “despotismo de la opinión cosas ni una cosa real sino un cierto tipo de lenguaje o ‘léxico’837 que
pública”, como lo planteaba Alexis de Tocqueville835. No se trata del poder se ajusta a ciertos criterios o unidades de medida o valor. El mundo
del Estado ejercido sobre los individuos sino del poder de un grupo de o la realidad existen fuera de la mente838, pero no las descripciones del
individuos sobre otro o del poder de un grupo sobre cada uno. ¿Cómo mundo o de la realidad que son puramente ideales o inherentes a un
puede evitarse que unos individuos asociados o agrupados alrededor de léxico determinado. Las descripciones y redescripcio­nes del mundo son
ciertas ideas, creencias o convicciones las impongan a los demás? ¿Cómo solo metáforas inventadas con el fin ordenar las cosas con las que los
limitar el imperio de ciertas opiniones aun cuando pretendan justificarse hombres se relacionan u organizar la actividad en común. El lenguaje
en la verdad o en cierta verdad? ¿Cómo contener al totalitarismo antes que no es un descubrimiento de una realidad dada sino una construcción
prosperen sus efectos de guerra y exterminio? Si bien la tradición liberal humana.
y sus instituciones lograron vencer al nazismo, ¿cómo podría fortalecerse Lo que se llama ‘verdad’ es el resultado de un cierto acuerdo o con-
esa forma de vida y cómo podría ampliarse y mejorarse produciendo y vención discursiva. Y se llaman ‘verdaderas’ a aquellas metáforas que
alentando la creación de individualidades más libres y menos sujetas a los resultan más útiles y efectivas para alcanzar los fines de que se trate.
cánones establecidos? En esta concepción, el sentido (semántica) de una afirmación no se
Rorty responde al problema del fundamentalismo creando la figura del distingue del uso (pragmática). Esta es la definición de verdad para el
ironista, es decir, del individuo que llega a ser plenamente conciente de pragmatismo839. La verdad no tiene que ver con un rasgo de las cosas
la contingencia del lenguaje, del yo y de la sociedad humana, y respon-
de al problema de la crueldad concibiendo un modelo de solidaridad 837
El léxico es un conjunto de palabras ligado a una utilización específica. No se trata de
que no se fundamenta en la naturaleza o en la esencia del hombre. Para un lenguaje especializado, como el de la ciencia, que busca la univocidad. Se trata del uso
de palabras ligadas a una cierta particularidad o idiosincrasia. El uso de este término en
poder replantear estos problemas es necesario, antes que nada, redefinir este contexto tiene por función polemizar con las perspectivas científicas que pretenden
el lenguaje y el conocimiento. tener un lenguaje universal, racional. Se concibe al lenguaje como una mediación entre el
sujeto y el objeto, en la que los términos de la relación son concebidos como realidades
substanciales o esenciales o naturales. Así, habría un lenguaje adecuado a la relación
1. La contingencia del lenguaje entre los dos términos: el lenguaje de la ciencia, el lenguaje verdadero. Para Rorty no
existe tal posibilidad. Los sujetos inventan descripciones del mundo percibido y esas
descripciones son adoptadas en la medida en que resultan útiles para los fines que se
La filosofía política de Richard Rorty supone una concepción del proponen en cada caso (y mejores o más eficientes que otras disponibles o propuestas).
lenguaje y de la verdad sin la cual resulta incomprensible o contradic- Los léxicos son metáforas que permiten describir el mundo de diferentes maneras y se
toria. Desde esta perspectiva, es necesario distinguir “la afirmación de los adopta según sean más o menos útiles para los fines que se proponen en cada caso,
en cada época, en cada lugar.
que el mundo está ahí afuera, de la afirmación de que la verdad está ahí 838
En Gnoseología o Teoría del conocimiento, se llaman realistas a estas posturas que
afuera”836 Según esta distinción, se llama realidad a lo que existe fuera sostienen que la realidad es lo que existe más allá o fuera de las representaciones o
de la mente, es decir, a lo que no es una mera imagen mental o idea. imágenes de la mente.
834
Coherente con su tesis, renuncia al cargo que tenía en el Departamento de Filosofía
839
Se propone aquí una concepción de la verdad emparentada con la tradición nietzschea-
para desempeñarse en adelante como profesor de Literatura y Humanidades. na y heideggeriana, más ligada al arte y a la política que a la ciencia y a la filosofía. Esa
concepción nueva de la verdad está relacionada con nuevos sujetos políticos y sociales a
835
Cf. Etchegaray, R., Dominación y política, Buenos Aires, Ediciones Al Margen, 2000, los que Rorty llama “utopistas políticos” y “poetas románticos”. Esta concepción surgió
capítulo 7. en Europa hace aproximadamente dos siglos, en la segunda parte del siglo XVIII. Rorty
836
Rorty, R., Contingencia, ironía y solidaridad, Barcelona, Paidós, 1991, p. 25. se ubica en la tradición pragmatista norteamericana que tiene como antecedentes a J.
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mismas ni con la coherencia de unas ideas con otras ni con la correspon- ejemplo, el galileano), ni viceversa. Es decir, no es posible la discusión,
dencia entre las representaciones y las cosas, sino con la mayor o menor la crítica o la refutación de un léxico a otro.843
utilidad y eficiencia de los léxicos. En las relaciones con las cosas, en la 3) Las opiniones dentro de un léxico determinado (tanto las de Aristó-
práctica cotidiana, el mundo puede ‘decidir’ entre ciertas afirmacio­nes teles como las de Galileo, en los ejemplos dados) deben sostenerse como
simples840, pero no ocurre lo mismo cuando se pasa a los léxicos como verdaderas (con la sola condición que sean coherentes con los criterios del
conjuntos, es decir, cuando se consideran ejemplos de juegos de lenguaje léxico elegido), y en consecuencia, la aplicación del término ‘verdadero’
alternativos841. En estos casos es imposible dejar que el mundo decida debe considerarse relativo844 a los léxicos determinados.
cuál es el léxico correcto o qué se corresponde con las cosas tal cual son 4) El criterio de verdad de un léxico es su adecuación al mundo. La
y qué no se corresponde con esas realidades, porque cada léxico tiene adecuación al mundo es lo que hace que se llamen verdaderas a ciertas
sus propias normas para determinar lo que es correcto y lo que no lo creencias.
es (criterios de verdad). Basándose en la historia de la ciencia elaborada 5) Pero, el mismo mundo no puede hacer que dos creencias (por ejem-
por Thomas Kuhn y en la filosofía del lenguaje de Donald Davidson, plo, las de Aristóteles y las de Galileo) sean verdaderas (porque incurriría
Rorty afirma que prestar atención a los léxicos en los que se formulan en una contradicción) y, en consecuencia, deben ser verdaderas para
las proposiciones antes que a las proposiciones consideradas individual- mundos diferentes. Es decir, que cada léxico se corresponde con un mundo
mente, impide establecer criterios comparativos de mejor adecuación particular, diferente e inconmensurable con los otros. Se puede hablar,
al mundo entre dos o más léxicos alternativos. Esta posición supone la entonces, del mundo de Aristóteles o del mundo de Galileo, aunque no se
inconmensurabilidad 842 de los léxicos o de los paradigmas basándose en trate de mundos subjetivos (como el de los alucinados o el de los sueños)
las cinco tesis siguientes: porque son comunes a todos los que comparten el mismo léxico.
1) No hay forma de traducir los elementos relevantes de un léxico Entonces, no es el mundo el que habla, sino solo los seres humanos;
(como, por ejemplo, el de Aristóteles) a los elementos relevantes de otro siendo así, la verdad es algo que se constituye en el lenguaje y no algo que
léxico (como, por ejemplo, el de Galileo Galilei) debido a la inconmensu- se halla en el mundo o en la realidad. No se trata de una posición idea-
rabilidad de los mismos, aunque cada uno podría aprender el vocabulario lista845 porque Rorty niega explícitamente la existencia de una naturale­za
del otro y adoptar sus valores y unidades de medida. Lo que no puede intrínseca (esencia) de cosas tales como la mente o el yo846. Sostiene que
hacerse es traspasar un elemento de un sistema a otro. los cambios en las descripciones del mundo (la invención de un léxico
2) Por lo tanto, no es posible argumentar en contra de las opiniones nuevo) no son actos arbitrarios de la voluntad, sino solo la feliz coinci-
de un léxico determinado (por ejemplo, las aristotélicas) sobre la base de 843
“Raramente una filosofía interesante consiste en el examen de los pro y los contra
creencias formadas con el vocabulario de otro léxico determinado (por de una tesis. Por lo común es implícita o explícitamente una disputa entre un léxico
establecido que se ha convertido en un estorbo y un léxico nuevo y a medio formar que
vagamente promete grandes cosas.
Dewey y W. James. El pragmatismo no aborda el conocimiento de la realidad como un Este último ‘método’ de la filosofía es igual al ‘método’ de la política utópica o de la
intento de conocer las esencias o las naturalezas, sino como la respuesta a los problemas, ciencia revolucionaria (como opuestas a la política parlamentaria o a la ciencia normal).”
a los asuntos (prágmatas) que se van presentando en la vida diaria. El pragmatismo es (Rorty, R., Contingencia, ironía y solidaridad, Barcelona, Paidós, 1991, p. 29). En este punto,
una filosofía “práctica”, es decir, una filosofía de la acción. Sus cuestiones principales Rorty coincide con la postura de Gilles Deleuze, quien también sostiene que la discusión
están ligadas a lo educativo y lo político. no tiene sentido cuando no se comparte el mismo problema.
840
Por ejemplo: “La pared es blanca” o “El automóvil circula a 120 km. por hora”. La 844
Esta posición ha suscitado críticas de relativismo e irracionalismo, como el mismo
observación de los hechos resuelve fácilmente la disyuntiva entre la verdad o la falsedad Rorty señala en Rorty, R., 1991: 63.
de este tipo de afirmaciones. 845
Una posición idealista en la teoría del conocimiento es la que sostiene que la realidad
841
Por ejemplo: La concepción de la política en la Atenas de Pericles o la política de en sí misma está ordenada de la misma manera que el pensamiento o que la razón. Dicho
Locke; la física aristotélico-tolemaica o la física de Galileo; el léxico de Cervantes o el de otra manera: idealista es el que sostiene que la realidad es racional.
de Borges. 846
El mundo o la realidad no tiene una naturaleza o esencia (cosmos, creación) como
842
Inconmensurable es lo que no tiene ninguna unidad de medida común, lo incom- tampoco la tiene el ser humano (alma, psique). La posición de Rorty es radicalmente
parable. antiesencialista.
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dencia de una obsesión privada y una necesidad públi­ca. La realidad no es Cuando los hombres se dejan ganar por la creencia de que el conoci-
algo con lo cual uno se topa, la realidad es el producto de una descripción, miento es una cosa activa y operante, el reino del ideal ya no es algo
aquello que crea un lenguaje o léxico. El viejo concepto de verdad como remoto y aislado, sino que es, por el contrario, el conjunto de imaginadas
correspondencia ha sido reemplazado por el concepto de verdad como posibilidades que estimulan al hombre hacia nuevos esfuerzos y realiza-
creación847. No se trata ya de un criterio lógico o científico. ciones. Sigue siendo una verdad el que las dificultades que los hombres
La verdad, por lo tanto, es una entidad lingüística, y no un hecho real experimentan son las que los empujan a proyectar panoramas de un
o algo fuera de la mente. Este nominalismo extremo impide que pueda estado de cosas mejor. Ahora bien, ese panorama de algo mejor que lo
hablarse de cosas tales como ‘discursos’ o ‘léxicos’ que se ajusten a la real toma en este caso una conformación que le permite llegar a ser un
realidad o a la naturaleza de las cosas ni puede hablarse de la naturaleza instrumento para la acción, en contraste con el punto de vista clásico
del hombre o de la verdad. Decir que la teoría de Freud o la física de Aris- de que la Idea pertenece, lista y acabada, a un mundo noumenal851. Por
tóteles se ‘ajustan’ a la realidad de la naturaleza humana es “un cumpli­do esta razón es solo un objeto de aspiración o de consuelo personal, en
sin contenido alguno”848. tanto que para el hombre moderno una idea es una sugerencia de algo
Rorty cree que las disputas filosóficas interesantes son luchas entre que es preciso realizar o una manera de obrar.852
léxicos diferentes: uno que está establecido (a lo que Kuhn llama ‘ciencia Rorty afirma una concepción del lenguaje que podría caracterizarse
normal’) y otro u otros que buscan imponerse y reemplazarlo (a lo que como un conductismo no reduccionista. Según esta postura es necesario
Kuhn llama ‘ciencia revolucionaria’). La ventaja de los nuevos léxicos es rechazar las siguientes cuatro tesis:
que prometen resolver problemas que los antiguos no logran resolver y su 1) Que el lenguaje sea un medio.
metodología consis­te en “volver a describir muchas cosas de una manera
nueva hasta que se logra crear una pauta de conducta lingüística que la 851
“Noumenal” significa “pensado”. En este punto es interesante traer a cuenta el problema
generación en ciernes se siente tentada a adoptar, haciéndoles buscar nue- de la fundamentación no solo de las ideas científicas, sino de las afirmaciones morales.
Para Rorty, así como las ideas científicas no pueden ser fundamentadas en criterios obje-
vas formas de conducta no lingüística”.849 Adoptar un léxico no significa tivos o universales, de la misma forma las ideas éticas encuentran el mismo desamparo.
solamente hablar de una cierta manera, sino también sentir, percibir, actuar Es decir, el pragmatismo sostiene que buscar una fundamentación metafísica para las
y pensar de una cierta manera850. costumbres de las personas es imposible, porque decir que la razón manda hacer tal cosa
Siguiendo a John Dewey, Rorty sostiene que el conocimiento es una o que la razón ordena respeto, es para Rorty lo mismo que decir: “aquí me paro, no me
parece que pueda hacer otra cosa que no sea ésta”. El tomar una determinada decisión
operación que el hombre establece sobre el mundo a fin de resolver difi- moral no supone una Razón Universal operante, sino por el contrario, el anuncio de que
cultades que la especie tiene que afrontar, con el fin de mejorar las condi- se ha pensado bien el problema y se ha tomado una decisión. La moral fundamentalista
ciones humanas de existencia, es decir, con el propósito de disminuir el supondrá una racionalidad universal. Nietzsche preferirá lo opuesto. Pero, para el prag-
matista, tal problema es sencillamente falso porque las ideas (sean morales o científicas,
sufrimiento. Como dice Dewey: también esta distinción es falsa) se clasificarán de acuerdo con su utilidad relativa más
847
Tanto el iluminismo como el romanticismo han contribuido al cambio de concepción que en función de sus fuentes.
de la verdad como correspondencia a la verdad como creación. El iluminismo a partir de Los pragmatistas consideran que la pelea entre los metafísicos racionalistas y Nietzsche
la figura del utopista político, es decir, de aquel que cree que puede cambiar la realidad carece de interés. Se puede considerar que nuestras ideas morales más firmes descansan
social y política a partir de ideas y pensamientos nuevos. El romanticismo a partir de sobre recomendaciones prácticas acerca de lo que hablamos, sugerencias acerca de los
la figura del poeta y del artista, que creen que pueden describir el mundo exterior o términos más adecuados para encaminar la controversia sobre cuestiones morales...
interior según otro orden u otra forma. Arte y política son las actividades que proponen Por lo tanto, toda afirmación ‘verdadera’ descansa sobre el supuesto de la construcción
un nuevo modelo de verdad, reemplazando a los antiguos: religión, filosofía y ciencia. social, esto significa que el único requisito para que un objeto sea tal es que sea referi-
Estos modelos no han desaparecido, pero ya no son tan convincentes. do lingüísticamente de una manera coherente. Ahora bien, no todos están obligados a
hablar de la misma manera y sobre los mismos objetos. Una vez que se rechaza la idea
848
Rorty, R., 1991: 28. según la cual la finalidad del discurso es representar la realidad con adecuación, se puede
849
Rorty, R., 1991: 29. dejar de pensar en la necesidad de seguir distinguiendo entre construcciones sociales (lo
850
Acorde con el nuevo modelo de verdad, propone un nuevo sujeto de conocimiento, ya discursivo) y otras cosas (lo no discursivo).
no meramente teórico sino práctico, activo, productivo. El sujeto no descubre la verdad 852
Dewey, J.: La reconstrucción de la filosofía, Buenos Aires, Editorial Aguilar, 1975, p.
sino que la hace, la construye, la inventa. 184.
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2) Que tengan sentido problemas tales como: ¿es el lenguaje un medio las cosas. La conducta lingüística funciona, entonces, como la base para
de representación o de expresión de las cosas? O, el medio que se halla intentar predecir el resto de la conduc­ta de una persona, determinando
entre la realidad y el yo, ¿los separa o los une?853 por lo tanto, que el desentendimiento de una comunidad respecto de otra
3) Que los significados puedan ser reducidos a significados atómicos reside primero, en la incapacidad de predecir su conducta lingüística y, en
(proposiciones simples, como por ejemplo: “el lápiz mide 15 cm.”), y éstos segundo lugar, en la incapacidad de predecir su conduc­ta no lingüística.
a experiencias comparables y compatibles. Para Rorty no es posible alcanzar acuerdos o coinci­dencias entre vocabu-
4) Que el lenguaje sea, en última instancia, un único lenguaje. larios o léxicos distintos855. Las posibilidades de reglamentar o de enseñar
La concepción rortyana del lenguaje se deriva de la particular lectura un proceso de acuerdo entre léxicos distintos no son mayores que las
que realiza de la obra de Donald Davidson. La misma se basa en el concepto posibilida­des de reglamentar o de enseñar el proceso de crear nuevas
de teoría momentánea, que podría explicarse en sus propios términos de teorías para hacer frente a nuevos datos856. La comunicación consiste
la siguiente manera: en emparejar marcas y sonidos con otra/s persona/s a fin de que lo que
Para hacer las cosas más sencillas, imagínese que estoy elaborando una nosotros produzcamos sea coinci­dente con lo que la/s otra/s persona/s
teoría acerca de la conducta habitual del nativo de una cultura exótica produce/n respecto de sus actos o de sus res­puestas conductuales y
a la que inesperadamente he llegado en un paracaídas. Esa extraña per- esto supone un léxico común. Los cambios de léxico son paulatinos.
sona, la cual presumiblemente me halla a mí tan extraño como yo a él, No se hacen de un día para el otro. Aunque puede tomarse conciencia
estará al mismo tiempo ocupado en la elaboración de una teoría acerca del cambio repentinamente. Los cambios de léxico son contingentes, es
de mi conducta. Si logramos comunicarnos fácil y exitosamente, ello decir, no están determinados por causas necesarias. Esto no implica que
se deberá a que sus conjeturas acerca de lo que me dispongo a hacer no haya causas o que no haya explicaciones de ningún tipo. Para Hegel
a continuación, incluyendo en ello los sonidos que voy a producir se- hay un desarrollo necesario de la historia. Cuando describe las conquistas
guidamente, y mis propias expectativas acerca de lo que haré o diré en de Alejandro en las Lecciones sobre filosofía de la historia universal, dice
determinadas circunstancias, llegan más o menos a coincidir y porque que nosotros [los seres humanos contemporáneos] tenemos un interés
lo contrario también es verdad. Nos enfrentamos el uno al otro tal como en que gane Alejandro porque esa victoria es una condición necesaria
nos enfrentaríamos a mangos o boas constrictoras: procurando que no para la libertad de Europa. Hay un hilo conductor que enlaza todos los
nos tomen por sorpresa. Decir que llegamos a hablar el mismo lenguaje acontecimientos de la historia universal, una necesidad inquebrantable
equivale a decir que, como señala Davidson, ‘tendemos a coincidir en en su desarrollo. Eso es la “astucia de la razón”. Podemos comprender la
teorías momentáneas’. La cuestión más importante para Davidson es necesidad desde el resultado de los acontecimientos. Para Rorty, en cambio,
que ‘todo lo que dos personas necesi­tan para entenderse recíprocamente la historia es contingente857 y también lo es el lenguaje que hablamos.
por medio del habla es la aptitud de coinci­dir en teorías momentáneas
de una expresión a otra’.854 855
Esta consecuencia se deriva de la inconmensurabilidad de los léxicos.
Así, la imagen davidsoniana del lenguaje le permite a Rorty pensar 856
Los epistemólogos no dejan de advertir que es imposible determinar un “método de
que el mismo no es una tercera cosa que media entre el mundo y el sujeto, descubrimiento”, es decir, un procedimiento regulado para descubrir nuevas teorías.
sino una capacidad para predecir la conducta de los otros o los movimientos de
857
“No podemos dirigir una mirada retrospectiva más allá de los procesos de socialización
que nos llevaron a nosotros, los liberales del siglo XX, a es­tar convencidos de la validez
de esa afirmación y apelar a algo más ‘real’ o menos efímero que las contingencias his-
853
Al romper con la concepción del lenguaje como medio (de representación o de ex- tóricas que dieron exis­tencia a aquellos procesos. Nosotros debemos partir del lugar en que
presión) se rompe también con la concepción de la verdad como adecuación (de una no­sotros estamos: ello es parte de la afirmación de Sellars de que no esta­mos sometidos a
naturaleza con otra). “Davidson (…) no concibe el lenguaje como un medio de expresión otras obligaciones aparte de las ‘intenciones-nosotros’ de las comunidades con las cuales
o de representación. Por eso puede dejar a un lado la idea de que tanto el yo como la nos identificamos. Lo que libra a este etnocentrismo del anatema no es que la más amplia
realidad poseen una naturaleza intrínseca, una naturaleza que está ahí afuera a la espera de esas comunidades sea ‘la humanidad’ o ‘todos los seres racionales’ –como he afirmado,
de que se la conozca.” Rorty, R., 1991: 31). nadie puede llegar a esa identificación–, sino, antes bien, el ser el etno­centrismo de un
854
Rorty, R., 1991: 34. ‘nosotros’ (‘nosotros, los liberales’) que está entregado a la tarea de ensancharse, de crear
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La contingencia858 del lenguaje y la contingencia histórica coinciden producto de la acción; es lo que hacemos en los asuntos que nos ocupan
a partir de la presentación que Rorty hace de la historia de la ciencia. Es cotidianamente. No hay que pensar la realidad como un sistema necesario
decir, la historia no es más que la renovación permanente de las metáforas de substancias, sino que hay que pensarla como producto de acciones
con las cuales describimos el mundo y obramos en él. El desarrollo de la contingentes o como el resultado de la experimentación y la invención861.
historia humana, como el de la ciencia, no es más que la muerte de viejas El pragmatismo es una corriente de pensamiento que no se preocupa por
metáforas y el desenvolvimiento de nuevas, es decir, una redescripción los fundamentos sino por las consecuencias de las acciones humanas.
permanente del mundo. Rorty piensa, con los empiristas británicos, que todo el conocimiento
Rorty piensa que el léxico del liberalismo es el más adecuado para humano se deriva de la experiencia y del contexto del mundo. No se
posibilitar nuevas redescripciones y hacer posible una mayor compren- puede trascender esa limitación o ese contexto, y por lo tanto, no hay
sión e inclusión de otros léxicos, ya que no está limitado por una con- posibilidad de tener una visión totalizadora de la realidad (ni histórica, ni
cepción metafísica que determine principios inquebrantables sino que natural, ni sobrenatural, ni metafísica). Rechaza todo tipo de fundamen-
está orientado por convicciones como la que sostiene que la crueldad es taciones últimas, dogmas, abstracciones o metarrelatos. En ese sentido,
lo peor que se puede hacer. No obstante, aún puede plantearse el pro- su filosofía puede considerarse ‘posmoderna’ porque sugiere que no hay
blema: ¿Encierra aquel liberalismo abismal (carente de fundamento) un meta-narrativas o meta-discursos, tales como los de las religiones o los
alcance instrumental que permita conversaciones con juegos y culturas de las filosofías, que puedan dar cuenta de la totalidad de la realidad. Se
no liberales o no democráticas? 859 pueden aceptar explicaciones parciales, formas de expresarse diferentes,
pero no se puede pretender explicar todo, y esto por una limitación que
hay en el mismo lenguaje. Una explicación tal supondría una esencia
2. La contingencia de una comunidad liberal
o naturaleza de la realidad o un fundamento último que sirviera como
Desde la perspectiva de Rorty, coherentemente con lo que se dijo causa primera o fin último de todas las cosas.
antes sobre la contingencia del lenguaje, no es posible una visión totali- No solamente se niega la existencia de una esencia o de un fundamento
zadora del hombre y de la sociedad sostenida en un fundamento último. de la realidad sino también y en la misma medida se niega que haya una
La filosofía se preocupó demasiado por las esencias, la naturaleza y los esencia o naturaleza humana (psique, alma). “Los seres humanos –dice-
fundamentos y descuidó los accidentes, las circunstancias y la contin- son nexos de creencias y deseos carentes de centro”862. En este sentido,
gencia. Rorty se alinea con la tradición del pragmatismo norteamericano, Rorty estaría de acuerdo con la perspectiva de Arendt o de Sartre, y
la que está vinculada con el empirismo y el liberalismo. Prágmata, en hablaría de una ‘condición humana’ y no de una ‘naturaleza humana’
griego, hace referencia a las ocupaciones, los asuntos, los negocios, las porque este concepto lleva a pensar en una esencia o en un fundamento
actividades cotidianas860. Los pragmatistas sostienen que la realidad es el último. Por esta razón, prefiere situarse en el ámbito de la literatura y
no en el de la ciencia o la filosofía ya que éstas promueven una imagen
un éthnos aún más amplio y más abi­garrado. Es el ‘nosotros’ de las personas que se han falsa de certeza y racionalidad. Ni la filosofía ni la ciencia tienen ningún
formado para des­confiar del etnocentrismo” (Rorty, R., 1991: 216). privilegio respecto de la verdad. Están en igualdad de condiciones con
858
Se llama “contingencia” a lo que es de una manera pero puede ser de otra, es decir, a la crítica literaria, la poesía, la literatura o el arte. De allí que los modelos
lo que no está determinado según causas necesarias.
que Rorty toma como referencias para pensar la sociedad liberal sean los
859
Cf. Ramírez, Juan José, “Filosofía, política y democracia liberal en Richard Rorty”,
Revista Hermeneutic. Arte, ciencia, filosofía, Número 11, UNPA, 2011/2012.
860
Pragmático no tiene que confundirse con utilitario o instrumental. “Según Rorty, la
861
“El pragmatismo piensa la política como una materia experimental, y considera que
reflexión filosófica y la teoría política actual deberían dar un giro solidario, puesto que los resultados de esos experimentos varían de acuerdo a las condiciones locales” (“Una
los seres humanos nos hemos ocupado más de las relaciones que establecemos con las filosofía demasiado humana”. Entrevista a Richard Rorty, en: http://uncursodefilosofia.
cosas, que la que mantenemos con los hombres” (Michelini, D., “Política y solidaridad. blogspot.com.ar/2007/03/richard-rorty-entrevista.html).
Una aproximación a Richard Rorty”, Cuadernos de Ética, Número 39, volumen 26, 2011, 862
Rorty, R., “La prioridad de la democracia sobre la filosofía”, en Vattimo, G. (compila-
p. 5). dor), La secularización de la filosofía, Barcelona, Gedisa, 1992, p. 46.
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del ‘poeta vigoroso’ y del ‘revolucionario utópico’, es decir, los que se hombre es contingente. Desde esta perspectiva, la libertad se sostiene en
imaginan una sociedad nueva y crean un lenguaje para describirla, sin la contingencia de la condición humana.
pretensión alguna de estar en posesión de verdades últimas. ¿Qué quiere decir que es contingente? Que ninguna definición logra
La búsqueda de la verdad última o fundamental fue un modelo que una fundamentación última o absoluta; que no se puede determinar en
sirvió para la construcción de las sociedades hasta finales del siglo XVIII última instancia en qué consiste el ser humano. Para unos, lo humano
y comienzos del siglo XIX, pero ya no sirven en la actualidad. Fue útil la consiste en la solidaridad (Rousseau) y para otros en el egoísmo (Hob-
filosofía de Aristóteles o la teología cristiana para desarrollar la cultura bes); para unos consiste en amar a Dios (San Agustín) y para otros en el
de esas épocas, pero después esas metáforas se convirtieron en un obs- ateísmo (Nietzsche), etcétera. Entonces, como no se puede determinar
táculo para la creación de nuevas realidades. Lo mismo ha ocurrido con una finalidad última para todos los hombres sin excepción, hay que ate-
las metáforas construidas desde el Renacimiento y los inicios de la edad nerse a la contingencia.864 ¿Qué significa esto? Que hay que atenerse a
moderna. Los filósofos modernos han pretendido justificar la sociedad las situaciones de hecho, es decir, a lo fáctico: existen unos hombres que
liberal en la naturaleza o esencia del hombre, es decir, han sostenido quieren una cosa y otros que quieren otra cosa. En consecuencia, no se
con Descartes, Hobbes, Locke y Rousseau que el hombre es natural o puede determinar la libertad a partir de aquello que todos los hombres
esencialmente libre. Creyeron necesario definir la libertad como un rasgo quieren; hay que determinarla negativamente, es decir, que ninguno se
constitutivo de la naturaleza del ser humano. imponga contra la voluntad del otro.
En el desarrollo de la modernidad se desarrollaron dos concepciones En el tercer capítulo de Contingencia, ironía y solidaridad, Rorty plan-
de la libertad: la de libertad positiva y la de libertad negativa. La ‘libertad tea que el léxico del racionalismo ilustrado, que fue importante en los
positiva’ se define por el fin que persigue la voluntad, es una ‘libertad comienzos de la concepción liberal, se ha constituido en un obstáculo
para...’. Como no todos coinciden en cuál sea el fin o para qué se es libre, para la preservación y el progreso de las sociedades democráticas865 ac-
no todos coinciden en definir la libertad de acuerdo con un mismo fin. tuales. Propone, consecuentemente, sustituir el léxico que gira en torno
Por ejemplo, para Aristóteles el fin es el bien común; para Hobbes, en de las nociones de verdad, racionalidad y obligación moral, por uno que
cambio, el fin es la autoconservación de los individuos; para J. S. Mill utilice los conceptos de ‘metáfora’ y ‘creación de sí mismo’. A partir de
el objetivo es el desarrollo pleno de la individualidad, etcétera. Cuando ese nuevo léxico intenta redescribir la esperanza de la sociedad liberal y
se advirtió que no todos los hombres persiguen los mismos fines, que sus instituciones de una manera no racionalista y no universalista. Como
no todos quieren los mismos objetos, comenzó a definirse la libertad Isaiah Berlin, sostiene que la cultura liberal no es la culminación necesaria
en sentido negativo863, es decir, por lo que no se quiere. En este sentido,
se sostiene que nadie tiene derecho a imponer a otro su forma de vida.
864
“La historia nietzscheana de la cultura, y la filosofía davidsoniana del lenguaje, conciben
el lenguaje tal como nosotros vemos ahora la evolución: como algo compuesto por nuevas
Cuando se me impone una forma de vida ya no soy libre. Así, los partida- formas de vida que constantemente eliminan a las formas antiguas, y no para cumplir
rios de esta concepción de la ‘libertad negativa’ sostienen que si hubiera un propósito más elevado, sino ciegamente”. (Rorty, R., 1991: 39) Así el evolucionismo
un fundamento absoluto, si se pudiera determinar qué es el hombre (por de Rorty sigue la tesis “naturalista” de Darwin y se distancia de la filosofía de la historia
hegeliana, que entiende la evolución como un fin o propósito esencial.
ejemplo, a partir de la comprensión de lo que Dios ha querido para él o 865
Hay que tener en cuenta que Rorty identifica (y confunde) los conceptos de sociedad
de un conocimiento inequívoco de la esencia humana, etc.), entonces, liberal y sociedad democrática, utilizando los términos indistintamente. “Cuando se habla
de allí se derivarían todos los requisitos para la vida social, para la vida de democracia se hace referencia a la democracia liberal de las burguesías posmodernas.
buena, es decir, de acuerdo con su naturaleza o esencia. Pero como no Para Rorty aquella democracia “se encuentra” muy bien ejemplificada con aquel país [EE.
UU.]” (Ramírez, Juan José, “Filosofía, política y democracia liberal en Richard Rorty”,
se puede determinar cuál sea la naturaleza del hombre, como no hay Revista Hermeneutic. Arte, ciencia, filosofía, Número 11, UNPA, 2011/2012). “El punto
fundamento último que pueda ser justificado, entonces, la condición del importante que debe ser explicado aquí es que el liberalismo denota una forma tanto
económica como política de sociedad y que no hay nada necesariamente democrático en
863
Negativo no significa malo o perjudicial. Negativo hace referencia a que no se define relación con un estado económicamente liberal” (Critchley, S., “Derrida: ¿ironista privado
por un contenido o fin. Libre no es el que tiene ciertas características o rasgos sino el que o liberal público?”, en: Mouffe, Ch. (comp.), Deconstrucción y pragmatismo, Buenos Aires,
no está en una determinada relación de dependencia o subordinación. Paidós, 1998, p. 54).
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de la evolución natural sino un experimento más de la naturaleza. En sociedades liberales del siglo XX han producido cada vez más personas
una cultura liberal866 no hay lugar para la noción de que existen fuerzas capaces de reconocer la contingencia del léxico en el cual formulan sus
no humanas ante las cuales habrían de responder los seres humanos, y esperanzas (la contingencia de su propia conciencia), y que sin embargo
esto excluiría, o reinterpretaría, tanto la idea de sacralidad, como la de se han mantenido fieles a esa conciencia. Desde su perspectiva la prin-
devoción a la verdad y la de satisfacción de las necesidades del espíritu. cipal virtud de los miembros de una sociedad liberal es la libertad como
Ante esto, pierde sentido la idea (defendida por Marcuse y la Escuela reconocimiento de la contingencia de su propio léxico y de su identidad
de Frankfurt) de que las metas de la sociedad liberal son valores morales individual y comunitaria.
objetivos, y que sus instituciones sociales son cada vez más racionales. El concepto de ‘relativo’ (“validez relativa”) que utiliza Schumpeter
En este aspecto, Rorty encuentra similitudes con el pensamiento de es engañoso, porque es un concepto contrario y complementario del
Isaiah Berlin y de Joseph Schumpeter, quienes sostienen que “lo que dis- concepto de lo ‘absoluto’. Uno dice que algo es relativo cuando lo con-
tingue al hombre civilizado del bárbaro, es advertir la validez relativa de las trapone y compara con algo que no lo es, o sea, con algo que es absoluto.
propias convicciones y defenderlas, sin embargo, resueltamente”867. Esta Así, ‘relativo’ y ‘absoluto’ son dos términos contrarios que pertenecen
actitud deriva de saber que lo que yo busco o mi concepción de la libertad al mismo léxico. Pero como lo que están sosteniendo Berlin y Rorty es
no es absoluta, ya que hay otros que con igual derecho piensan que la que no hay ningún fundamento absoluto, entonces, tampoco hay nada
libertad es otra cosa, pero no hay forma de determinar que uno tenga relativo. Lo absoluto establece una relación necesaria entre los elementos.
más razón que otro sin caer en un círculo vicioso o petición de principio868. Si no hay un fundamento absoluto, la relación entre los elementos no es
Una vez que se ha desechado la idea de la razón como fundamento, el necesaria sino contingente.
concepto de razón o razonabilidad solo puede hacer referencia a cierto ¿Qué significa ‘contingencia’? La contingencia es una categoría de la
tipo de discurso que tienen aceptación o consenso, es decir, a lo plausible lógica, es decir, de la ciencia formal del pensamiento. Como categoría
y convincente. Se trata de una racionalidad retórica que se define por el lógica hay que contraponerla a otras categorías lógicas, tal como la cate-
convencimiento o persuasión869. El status de un discurso ‘verdadero’ no goría de ‘necesidad’. Lo contingente es lo opuesto a lo necesario. ¿Qué
está ‘dado’ a priori por la referencia a una ‘realidad’ también dada sino es lo necesario? Lo necesario es ‘lo que es de una manera y no puede ser
que el status de un discurso se define por la capacidad del mismo para de otra’. Es ‘aquello cuyo contrario es imposible’. Si se dice, por ejemplo:
operar acuerdos, dentro de la institución, con otros discursos y fuera “el triángulo tiene tres lados y tres ángulos”, se está estableciendo una
de ella, para persuadir a los otros.870 Rorty llama ironista871 a la persona relación necesaria entre la figura (triángulo) y el número de sus lados y
que puede hacer tal cosa (aceptar que su concepción última es contin- de sus ángulos. Es imposible que un triángulo tenga más o menos de tres
gente) e interpreta la distinción de Schumpeter en el sentido de que las ángulos, o que tenga más o menos de tres lados. Si en cambio se dice:
“mañana va a salir el sol”, esta afirmación es contingente, porque no se
866
Cultura liberal = secular = sin referencia a la divinidad = sin fundamento. deriva de condiciones puramente lógicas y depende de otros hechos que
867
Berlin, I., Four Essays on Liberty, Oxford, Oxford University Press, 1969, p. 172; citado no están en absoluto garantizados. Esta afirmación: “mañana va a salir el
por Rorty, R., 1991: 65. Énfasis nuestro.
sol”, es una afirmación contingente. Es ‘improbable’ que mañana no salga
868
El círculo vicioso o petición de principio es un razonamiento inválido, que se caracteriza
por dar por verdadero lo que se tiene que demostrar. Cuando una de las premisas de un el sol, pero no es imposible. Hasta ahora el sol ha salido siempre, todos
razonamiento es también su conclusión se incurre en un error en la validación, porque los días sin excepción. Es así, pero puede ser de otro modo. Incluso cuando
se acepta una proposición como verdadera sin haber demostrado que lo es. se refiere a hechos que ya han sucedido (ya que la afirmación anterior
869
Consecuentemente, también los principios morales y políticos se definirán de la se refiere al futuro, a mañana), al pasado, como por ejemplo, cuando se
misma manera.
dice: “ayer salió el sol”, también se trata de una afirmación contingente:
870
Cf. Ramírez, Juan José, “Filosofía, política y democracia liberal en Richard Rorty”,
Revista Hermeneutic. Arte, ciencia, filosofía, Número 11, UNPA, 2011/2012. ocurrió, pero pudo no haber ocurrido, si las condiciones hubieran sido
871
Para una caracterización más precisa de la figura ironista liberal, ver más abajo la otras en el universo. Toda existencia, todo hecho es contingente, puesto
comparación entre las posturas de Foucault y Habermas.
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que depende no solamente de relaciones lógicas sino también de otros hacemos sociales o comunitarios. Rorty defiende la contingencia de los
hechos que nunca son necesarios. hechos, del lenguaje, de los individuos y de las sociedades, contra las
Cuando se habla de una relación ‘necesaria’, cuando se hace referencia posiciones o teorías que suponen que estas realidades son necesarias.
a la necesidad lógica, no es posible que se dé lo contrario. Así, cuando Posiciones filosóficas como las de la ilustración, posiciones científicas,
se determina un sistema de relaciones lógicas necesarias, se determina como las de la ciencia positiva o naturalista, y posiciones morales y re-
igualmente la imposibilidad de lo contrario. En cambio un sistema em- ligiosas basadas en el mandato divino, son formas absolutistas, ya que
pírico de relaciones, admite relaciones contrarias, porque lo empírico es suponen que hay un fundamento absoluto, necesario, y que todo está
contingente. Determinadas teorías, partiendo del racionalismo (piénsese determinado.
en Descartes, en Hobbes, en Spinoza o en la física de Galileo) conciben El racionalismo supone un fundamento último a partir del cual se
a la naturaleza como un sistema que tiene un orden necesario. Desde deriva todo lo demás y, en consecuencia, desde donde se puede explicar
su perspectiva, la naturaleza está ordenada de la misma manera que la todo lo demás. Ese fundamento es la razón de ser. Hay un principio lógico
razón, está ordenada matemáticamente y, por lo tanto, no admite otro que se llama “principio de razón suficiente”, que dice que todo lo que es,
tipo de relaciones. Los racionalistas dicen: “No me asombra que el mun- tiene una razón o una causa. No existen casualidades. En todo tiene que
do sea como es. Lo asombroso sería que fuera de otro modo”. Para los mostrarse el fundamento, en todo lo que es debe haber una causa. La
racionalistas, los procesos reales son procesos necesarios, porque desde causa es el fundamento lógico, es el fundamento de toda realidad.
su perspectiva no hay diferencia entre el orden de la realidad y el or- Aristóteles pensaba que en la naturaleza todo tiene un lugar deter-
den de la lógica. Estos autores, al identificar la naturaleza con la razón, minado. Todas las cosas son lo que son, porque la naturaleza les da un
piensan que la realidad y los hechos son también lógicos y necesarios. lugar determinado. La concepción cristiana se aleja un poco de esta
Por lo tanto, para ellos, no hay contingencia en los hechos. Pero como perspectiva pero sigue ordenando la realidad natural a partir de un
han sido precisamente estos autores racionalistas del siglo XVII los que fundamento último que es Dios. Se sostiene que Dios pensó a todos los
crearon las herramientas y el lenguaje que hicieron posible el desarrollo seres, y al pensarlos, los creó. El pensamiento divino es el fundamento de
de la ciencia moderna y de la sociedad política del siglo XVIII, resulta toda la realidad. Dios, al pensarlo, le ha dado una esencia y un lugar a la
difícil, dentro de esta tradición, diferenciar el orden de la mente del orden realidad. A partir de Dios como causa o fundamento se puede encontrar
de los hechos empíricos. una justificación de todo lo existente, incluso cuando no lo podamos
Rorty y el pragmatismo, siguiendo a los empiristas británicos, ponen comprender (por ejemplo, ¿para qué creó las cucarachas? o ¿para qué
en cuestión esta identificación de la razón con la realidad872. Defienden la creó a las enfermedades?). A veces no podemos comprender las causas,
tesis de que la realidad y los hechos son contingentes (tanto los hechos o sea, por qué Dios hizo esto, pero ‘eso’ supone que Dios lo hizo, y que
colectivos como los que atañen a distintos individuos). Son estructuras tiene una razón que puede justificarse. Si pudiésemos comprender la
contingentes, articulan prácticas y relacionan acciones que no son ne- razón divina, seguramente comprenderíamos porqué hay cucarachas o
cesarias. El lenguaje es una construcción práctica. También el individuo porqué hay enfermedades.
es una construcción práctica, es decir, resulta de acciones y relaciones. En el siglo XVII, Galileo piensa algo semejante: “todos los cuerpos
Inventamos nuestro lenguaje tanto como nos hacemos a nosotros mismos. están determinados por un principio último”. ¿Cuál es este principio
Análogamente, también la comunidad es una construcción práctica: nos último? Es el principio de inercia. Si se quiere explicar cualquier realidad
del universo, se debe acudir al principio de inercia. La inercia determina
872
“En las últimas décadas esa inclinación a subrayar la ‘naturaleza humana’ o la ‘razón’
se ha convertido en objeto de discusión, en especial entre los filósofos y teóricos de la la posición, la fuerza, la situación de cualquier cuerpo. Galileo explica de
sociedad. Los intelectuales contemporáneos están ya menos seguros de que existan cosas esta manera todos los hechos naturales (movimientos de los cuerpos). A
tales como una naturaleza humana universal, o cánones universales de racionalidad en partir de la misma concepción se procede en las ciencias sociales: es el
los que sea posible fundarse” (Rorty, R., “La prioridad de la democracia sobre la filo-
sofía”, en Vattimo, G. (compilador), La secularización de la filosofía, Barcelona, Gedisa, mismo principio (el principio de inercia o principio de conservación de la
1992, p. 33). vida) el que permite explicar cualquier realidad humana. Todo se deriva
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de ese principio. De esta manera Hobbes fundamenta el surgimiento de la al comienzo de este capítulo, Rorty sostiene que no existe un lenguaje
sociedad y el Estado: si todos los humanos tienden a la autoconservación que pueda establecerse como criterio de verdad de todos los léxicos
y los recursos son insuficientes, entonces, necesariamente, se genera una y que las verdades (primeras o últimas) se disciernen a partir de un
situación de inseguridad; la situación de inseguridad lleva a la guerra, léxico particular que se ha aceptado como válido en un lugar y tiempo
pues para prevenirse de la inseguridad se debe atacar primero (y eso es la determinados. La crítica de Sandel supone la posibilidad de contrastar
guerra). La amenaza permanente lleva necesariamente al terror, y el terror el concepto de “creencias solo relativamente válidas” con la noción de
lleva a pensar en algún recurso, en alguna forma de hacer la situación “creencias absolutamente verdaderas”, lo cual supone a su vez un yo que
más estable. De allí surge el pacto social y la soberanía del Estado. Todo pueda discernir con perfecta nitidez entre razón y pasión o entre razón
está ordenado por una causalidad necesaria, y ésta determina lo que hace y voluntad o entre lo objetivo y lo subjetivo. Pero esto último se opone
cada individuo. En la concepción moderna se destacan dos rasgos: (1) a la tradición aceptada por el liberalismo, ya que implicaría que la liber-
el fundamento o principio a partir de lo cual se justifica todo lo demás y tad esté subordinada a una instancia superior como la razón o Dios. Lo
(2) conexión necesaria entre los elementos. único que se pueden permitir al respecto es una restricción al empleo de
¿Cómo se justifican, entonces, las sociedades liberales? ¿Qué es lo la oposición de formas racionales e irracionales de persuasión al interior
que fundamenta la forma de vida norteamericana o británica? Esa justi- de un léxico o juego de lenguaje. Los cambios en las creencias obedecen a
ficación la hacen autores como John Stuart Mill, Tocqueville, Rousseau, causas, no a razones y no hay una manera precisa de trazar una línea entre
Montesquieu o Kant y los constitucionalistas norteamericanos Madison, una causa del cambio de una creencia que sea también una razón y una
Jay o Jefferson. Ésta es la justificación tradicional. Estos autores edifican causa que sea una mera causa. Desde esta perspectiva, la distinción entre
una teoría racionalista, fundamentan el liberalismo desde el racionalismo, razones y causas pierde utilidad cuando se desea saber el modo en que
desde la ilustración o el racionalismo ilustrado873. Rorty desecha esta se pasa de un léxico a otro o del dominio de una metáfora a otra o de
fundamentación y sostiene que es necesario crear un léxico nuevo para los que hablan un lenguaje que se ha vuelto viejo u obsoleto y los que
justificar la forma de vida liberal. El léxico anterior, es decir, la forma en intentan emplear un nuevo lenguaje.
que antes se había justificado la sociedad liberal, ya no es adecuado para la Cada léxico desarrolla sus propias metáforas y construye una forma
forma de vida actual que ya no se sostiene en fundamentos absolutos. coherente (razón) de articulación entre ellas que resulta insatisfactoria
Con el fin de diferenciar su posición de la de los léxicos racionalistas o irracional para los otros léxicos. Por ello, no es conveniente hacer una
e ilustrados, Rorty analiza las críticas del filósofo ‘comunitarista’ Michael distinción entre lo racional y lo irracional al intentar dar una coherencia
Sandel. Éste cuestiona las posturas liberales acusándolas por tener solo interna al propio léxico. Rorty sostiene, apoyándose en Davidson, que
una validez relativa y carecer de un fundamento universalmente aceptado. no se puede suponer que los liberales (o cualquier otro léxico) deban
Rorty responde a esta crítica advirtiendo que en las cuestiones relevantes ser capaces de elevarse por encima de las contingencias de la historia y
y en los términos fundamentales de un léxico no es posible establecer ve, por lo tanto, la especie de libertad individual que el Estado liberal
afirmaciones que sean absolutamente válidas (las cuales se reducen a cier- moderno ofrece a sus ciudadanos solo como un valor entre otros (no
tas verdades elementales de la matemática y cosas semejantes, y sobre como un valor superior a todos los demás). Aceptando la tesis de Da-
las cuales nadie se propone argumentar porque no son polémicas, ni vidson de que las nuevas metáforas son causas, pero no razones, de los
fundamentales para la comprensión que alguien tenga de quién es y por cambios de creencia, y la afirmación de que son las nuevas metáforas las
qué vive como vive). Siguiendo la concepción del lenguaje presentada que han hecho posible el progreso intelectual, ya no se puede hablar de
un “criterio relativista”, porque no existe una perspectiva superior o más
873
El gran legado del iluminismo es “la esperanza en que los seres humanos, una vez que elevada, por encima del lenguaje, de la cultura, de las instituciones y de las
han dejado de lado a Dios y a varios de sus reemplazantes, puedan aprender a confiar prácticas que uno ha adoptado, para juzgar las decisiones y evaluarlas en
en su propia imaginación romántica y en su propia capacidad para cooperar entre sí por
el bien común. (Rorty, R., “Notas sobre deconstrucción y pragmatismo”, en Mouffe, Ch. un plano de igualdad con todas las demás. Davidson dice: “No hay, pues,
(comp..), Deconstrucción y pragmatismo, Buenos Aires, Paidós, 1998, p. 37). posibilidades de que alguien pueda al­canzar un puesto privilegiado para
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comparar esquemas conceptuales desprendiéndose momentáneamente de estas posturas, Rorty no pretende justificar la libertad en la razón. Por
del propio”874. El lenguaje cambia en el curso de la historia, de manera eso se va a distanciar de las posiciones racionalistas e ilustradas876.
que los hombres no pueden escapar de su historicidad. Sandel, por el contrario, sostiene la idea de que el lenguaje va mol-
Las viejas concepciones suponen que el hombre está escindido en dos deándose para acercarse a la verdadera configuración del mundo y del yo,
ámbitos: el ámbito de lo absolutamente fundamentado (el ámbito de lo es decir, afirma criterios absolutos, no relativos. Para Rorty, el liberalismo
divino, el ámbito de lo pensable –como lo llamaba Platón-) y otro ámbito se diferencia de esta posición porque no acepta criterios absolutos, sino
que es subordinado, que es secundario (el de las sensaciones y de las que defiende respecto a las palabras (como opuestas a los hechos) y a la
opiniones). Se tienen así dos modelos de referencia: uno es el de Platón, persuasión (en tanto opuesta a la fuerza) que ‘todo vale’.
para quien las ideas dan un fundamento absoluto al conocimiento de la Una sociedad liberal es aquella que se limita a llamar ‘verdad’ al resultado
comunidad y también a la práctica. Por eso la polis, para Platón, debería de los comba­tes así, sea cual fuere ese resultado. Es ésa la razón por
estar gobernada por los que saben, por los que tienen el conocimiento la que se sirve mal a una sociedad liberal con el intento de dotarla
verdadero, y por lo tanto, los que acceden al conocimiento del Bien. El de ‘fundamentos filosófi­cos’. Porque dotarla de tales fundamentos
Bien en Platón es el fundamento absoluto, a partir del cual se construye presupone un orden natural de temas y de argumentos que es anterior
la identidad individual. Recuérdese la idea de justicia en Platón: la justicia a la confrontación entre los viejos y los nuevos léxicos, y anula sus
en el individuo consiste en que las pasiones y los deseos se subordinen a resultados.877
la razón, y la justicia de la polis, consiste en que los distintos sectores de
El liberalismo busca una sociedad en la que no impere la lógica
la comunidad se sometan al gobierno de los filósofos (los que conocen
o la razón o cualquier fundamento suprahistórico, sino el diálogo y
la verdad y el fundamento).
la persuasión. En la descripción o redescripción de la sociedad no se
Otra concepción de este tipo es la de Kant, quien también plantea
puede apelar a un criterio último que se identifique con la razón o con
que el hombre está escindido en dos ámbitos: el del entendimiento y el
la ciencia y por eso los liberales buscan poetizar la cultura en lugar de
de las pasiones, y que estos dos caminos se complementan y son mutua-
tornarla científica878.
mente necesarios para el conocimiento. Pero en la práctica, o sea, en la
A una cultura así no le aterrorizarían conceptos como ‘relativismo’ o
acción de los individuos, lo que determina la acción es la razón, ¿Cómo
‘irracionalismo’ sino que concibe la justificación de lo que cree es una so-
sé qué es lo correcto? Para Kant, es la razón la que permite discernir a
ciedad mejor simplemente como una cuestión de comparación histórica con
cada uno qué es correcto, porque es la facultad que puede comprender
otros intentos de organización social, ya sea los del pasado o los imaginados
cuando un fin es universal875. Lo particular no es lo que conviene a todos
por los poetas o los revolucionarios utópicos. La retórica del liberalismo
los hombres: por ejemplo, si alguien estuviese defendiendo los dioses
parte de la idea que los léxicos son creaciones humanas, herramientas
de su tribu, no podría pretender que esa convicción sea postulada como
para crear otros artefactos (como poemas, sociedades utópicas o teorías
un principio moral para todos los hombres, porque otra gente no tiene
científicas). Según Rorty, pensadores como Davidson, Wittgenstein,
necesariamente la misma religión. Pero si alguien postulara principios o
Dewey o Berlin permiten una redescripción del liberalismo, proporcio-
valores racionales, estos valores tienen que ser universales, y por tanto,
nándole un léxico que es enteramente suyo, depurándolo de los residuos
tienen que ser adoptados por cualquier hombre que tenga uso de razón.
y de las metáforas que fueron aptos para satisfacer las necesidades de
Ése es el fundamento que da Kant de la moral y es el mismo fundamento
de los derechos del hombre, y el que permite a la revolución francesa 876
“Las instituciones y la cultura de una sociedad liberal estarían mejor servidas por
decir que hay un derecho que le pertenece a todo hombre. A diferencia un léxico de la reflexión moral y política que evitase las distinciones entre absolutismo
y relativismo, y entre moralidad y conveniencia, que por un léxico que las conservase”
(Rorty, R., 1991: 63).
874
Davidson, D., Inquines into Truth and Interpretation, p. 185, citado por Rorty, R., 877
Rorty, R., 1991: 71.
1991: 68. 878
“…La cultura liberal necesita de una mejor descripción de sí antes que un conjunto
875
Correcto = racional = universal. de fundamentos” (Rorty, R., 1991: 71).
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épocas pasadas pero que se han transformado en un obstáculo para la son el poeta vigoroso y el revolucionario utópico, quienes no basan sus exi-
redescripción de las actuales. gencias o sus demandas en un fundamento trascendente o externo sino
Para Rorty, en las cuestiones más importantes para la propia creencia, que protestan en nombre de la sociedad misma, en contra de aquellos
ya no se puede partir de una pretendida neutralidad filosófica o científica. aspectos de la sociedad que no son fieles a la imagen que la sociedad
La utilidad de la creación de una nueva forma de vida cultural o de un tiene de sí misma. En una sociedad liberal los ideales se pretenden alcan-
nuevo léxico solo se podrá explicar de manera retrospectiva, cuando esa zar mediante la persuasión antes que por la fuerza, por medio de reformas
forma de vida o ese léxico nuevo hayan sido aceptados mayoritariamente. antes que por la revolución. La cuestión religiosa, filosófica y científica
Una vez que se imagine cómo emplear los nuevos léxicos, se podrá narrar en relación con la verdad, no va más allá de un conjunto de acuerdos
una historia del progreso, mostrando cómo la literalización de algunas en torno a un determinado género literario, de aquí que la filosofía no
metáforas, cumplió con el fin de hacer posible todas las cosas buenas sea privilegiada ni tenga una misión fundamental. La cuestión política,
que recientemente han ocurrido. Cuando fueron creados, por ejemplo, en cambio, es una cuestión pública, es una cuestión de consensos y
los léxicos del cristianismo, de Newton o de los poetas románticos, no acuerdos entre los integrantes de una comunidad (que Rorty identifica
se sabía cuales eran sus propósitos, pero con la democracia).
nosotros, que llegamos más tarde, podemos contar una historia de Rorty cree que la sociedad liberal contemporánea ya incluye las institucio-
progreso, que aquellos que realmente estaban haciendo el progreso nes necesarias para alcanzar su propia mejora y que el pensamiento social
no podían contar. Podemos ver a esas personas como hacedores de y político occidental puede haber tenido la última revolución conceptual
herramientas antes que como des­cubridores porque comprendemos que necesita. El modelo de las sociedades liberales es el ‘ironista liberal’880,
claramente el producto que resultaba del empleo de aquellas herra- es decir, una persona que acepta la contingencia de los términos bási-
mientas. El producto somos nosotros: nues­tra consciencia, nuestra cos que utiliza para describir el mundo (ironista) al mismo tiempo que
cultura, nuestra forma de vida. Los que nos hicie­ron posibles no pu- defiende sus convicciones sobre la libertad y la autonomía individuales
dieron haberse representado qué era lo que estaban ha­ciendo posible, y sobre la utilidad de las instituciones sociales legadas por la tradición
de manera que no pudieron haber descrito los fines para los cuales su de las sociedades liberales (liberal). La figura del ironista881 condensa la
obra era un medio. Pero nosotros podemos hacerlo879. capacidad creativa tanto del artista como del científico innovador y del
utopista revolucionario, nombrándose así a las personas que son capaces de
Apoyándose en Dewey, Oakeshott y Rawls, Rorty afirma que ya no
dudar radical­mente de aquel léxico último que le otorgaría una identidad
tiene utilidad el término ‘moralidad’, al haberse excluido la noción de
predeterminada y estable. De lo anterior se deriva que los ciudadanos de
‘principio de moral’ trascendente. Oakeshott sugiere que se pude man-
una sociedad liberal son enteramente concientes de la imposibilidad de
tener la noción de moralidad, si no se la concibe más como la voz de la
fundamentar su forma de vida o de argumentar a favor de ella aceptando
parte divina de nosotros mismos y si se la concibe como nuestra propia
los supuestos de su adversario. La postura contraria al ironismo es el fun-
voz como miembros de una comunidad y hablantes de un lenguaje co-
damentalismo882 (es decir, la tendencia a considerar nuestro léxico último
mún. De este modo, la filosofía moral toma la forma de una narración
como una verdad trascendente que da base a los diversos totalitarismos.
histórica, antes que la de una búsqueda de principios generales. Las
exigencias de una moralidad son las exigencias de un lenguaje, y al 880
Schumpeter dice: ‘Lo que distingue al hombre civilizado del bárbaro es advertir la
ser éstas contingencias históricas (y no intentos de captar la verdadera validez relativa de las propias convicciones y defenderlas, sin embargo, resueltamente’
(citado por Rorty, R., 1991: 65).
configuración del mundo y del yo), es válido defender las convicciones 881
“A menudo se asocia la ironía con indiferencia y distancia. Yo he relacionado algo
morales propias. diferente con esta palabra. He querido remitir con ella a la aceptación de que todo creador
Una sociedad liberal ya no necesita de una justificación religiosa, de de sí mismo es también una criatura de su tiempo y del azar” (Rorty, R., Filosofía y futuro,
una fundamentación filosófica o de una certeza científica. Sus héroes Barcelona, Gedisa, 2002, p. 161, p. 164).
882
A. Vásquez Rocca propone llamarla “ideología” (Cf. Vásquez Rocca, A., “R. Rorty:
879
Rorty, R., 1991: 74. Pragmatismo, Ironismo Liberal y Solidaridad”, Revista A Parte Rei, Número 39, Mayo de
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Para hacer más nítida la figura del ironista liberal Rorty la contrapone Desde esta perspectiva, los ciudadanos de una sociedad liberal son
a dos ejemplos extremos: la del ironista que no es liberal (Foucault) y la las personas que perciben la contingencia de su lenguaje de deliberación
del liberal que no es ironista (Habermas). moral, de su conciencia y de su forma de vida en comunidad. Su figura
Para Rorty los sujetos llevan consigo una serie de palabras con las que paradigmática es el ironista liberal quien piensa que los actos de crueldad
narran prospectiva o retrospectivamente sus vidas, y que les permiten son lo peor que se puede hacer886 y quien combina este compromiso con
justificar sus acciones y creencias. Este conjunto de palabras las define una comprensión de la contingencia de su propio compromiso887. En
como el léxico último883. Un ironista es una persona que: 1. tiene dudas consecuencia, la solidaridad humana, para Rorty, está desprendida de su
radicales y permanentes sobre ese léxico último, debido a que han in- carácter universal y racional. Para él, la solidaridad humana solo puede
cidido en ella otros léxicos últimos; 2. se da cuenta que un argumento entenderse con referencia a aquel con el que decimos ser solidarios, con la
formulado con su léxico actual no puede ni consolidar ni eliminar esas idea de que es uno de nosotros, en donde el nosotros es un conjunto mucho
dudas, y 3. en la medida que reflexiona sobre su situación no piensa más restringido y más local que la raza humana888. Esto tiene su razón de
que su léxico esté más cerca de la realidad que los otros, o que esté ser en que los sentimientos de solidaridad889 dependen necesariamente
en contacto con un poder distinto de ella misma. Los ironistas saben de las similitudes y las diferencias que nos den la impresión de ser las
siempre que los términos mediante los cuales se describen a sí mismos más notorias, y la notoriedad estará a final de cuentas en función de ese
están sujetos a cambio, porque saben de la contingencia y la fragilidad léxico último históricamente contingente890. De esta manera la solidaridad
de sus léxicos últimos884. Es difícil mantenerse en una posición ironista humana para el ironista liberal, figura central de la sociedad liberal de
porque se tiende a buscar estabilidad en el sentido común, en las ideas Rorty, no es cosa que dependa de la participación en una verdad común
y creencias compartidas y en los gustos adoptados. De allí que el camino o en una meta común, sino cuestión de compartir una esperanza egoísta
más adecuado para hacerlo sea leer libros, ver obras de arte, ir al cine o común: la esperanza de que el mundo de uno –las pequeñas cosas en torno
viajar y tener noticias de otras formas de vida885. De esta forma se puede a las cuales uno ha tejido el propio léxico último- no será destruido.
sortear la limitación y el encierro que conlleva la aceptación del léxico Con Foucault comparte el ironismo, es decir, la convicción de que
recibido a través de la educación y el ejemplo. es imposible encontrar un fundamento último absoluto para el propio
léxico. Pero, a diferencia de Foucault que pretende llevar su autono-
mía personal a las instituciones sociales, Rorty cree que las sociedades
2005, p. 5, disponible en: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/vasquez39.pdf) liberales contemporáneas han creado las instituciones que posibilitan
883
Léxico último es el “conjunto de palabras que (todos los seres humanos) emplean las autonomías individuales y las nuevas libertades. A la inversa, con
para justificar sus acciones, sus creencias y sus vidas. Son éstas las palabras con las
cuales formulamos la alabanza de nuestros amigos y el desdén por nuestros enemigos, Habermas comparte su confianza en las instituciones liberales para pro-
nuestros proyectos a largo plazo, nuestras dudas más profundas acerca de nosotros
mismos, y nuestras esperanzas más elevadas. Son las palabras con las cuales narramos, 886
Liberales son las “personas para las cuales (para utilizar la definición de Judith Shklar)
a veces prospectivamente y a veces retrospectivamente, la historia de nuestra vida. […] ‘la crueldad es la peor cosa que pueden hacer’” (Rorty, R., 1991: 92).
Es último en el sentido de que si se proyecta una duda acerca de la importancia de esas
palabras, el usuario de éstas no dispone de recursos argumentativos que no sean circu-
887
“Un liberal irónico es, entonces, alguien que está preocupado por la justicia y a quien
lares” (Rorty, R., 1991: 91). le aterra la crueldad; pero que reconoce que carece de todo amparo metafísico en esa
preocupación y en ese terror” (Vásquez Rocca, A., “R. Rorty: Pragmatismo, Ironismo
884
“Llamo ironistas a las personas de esta especie (…) nunca capaces de tomarse en serio Liberal y Solidaridad”, Revista A Parte Rei, Número 39, Mayo de 2005, p. 5, disponible
a sí mismas porque saben siempre que los términos mediante los cuales se describen a sí en: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/vasquez39.pdf)
mismas están sujetos a cambio, porque saben siempre de la contingencia y la fragilidad
de sus léxicos últimos y, por tanto de su yo” (Rorty, R., 1991: 92).
888
Rorty argumenta, siguiendo a D. Hume, que la contraposición humanos/no-humanos
carece de fuerza vinculante, en cambio la contraposición nosotros/ellos es fuerte (con-
885
“Los programas televisivos, las novelas, los cómics, los poemas, o los libros de filosofía, vincente) y no excluye a ellos de la raza humana.
pueden ser todos utilizados para los mismos fines: disfrute personal, cambio político,
enseñanza moral, o muchas otras. No hay una misión específica para ninguna de ellas en
889
“Nuestro sentimiento de solidaridad se fortalece cuando se considera que aquel con
su contribución a la cultura” (“Entre liberalismo y filosofía”. Entrevista a Richard Rorty el que expresamos ser solidarios es uno de nosotros” (Rorty, R., 1991: 209).
por Joaquín Fortanet, Revista Astrolabio, 2005). 890
Cf. Rorty, R., 1991: 210.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

mover mayor autonomía y libertad, pero difiere respecto a su creencia A partir de este texto, Juan José Ramírez entiende que “no hay elemen-
en la posibilidad de encontrar en la razón un fundamento último y en el tos desde los que la noción de democracia alcance comprensión; antes
lenguaje la aptitud para descubrir el mundo tal cual es y el instrumento bien, parece ser la misma noción de democracia una indeterminación
para resolver los problemas. Mientras que Habermas apela al universa- absoluta que alcanza su plenitud en la democracia liberal. La plenitud
lismo de la razón, Rorty defiende su disposición a vivir en pluralidad. de la democracia liberal no es la concreción acabada y definitiva de la
“Mi cultura ‘poetizada’ –dice Rorty- es una cul­tura que ha renunciado al democracia. La democracia no pone fin a la historia ni constituye la
intento de unificar las formas privadas que uno tiene de tratar con la clausura del movimiento histórico; por el contrario ella constituye un
finitud propia y el sentimiento de obligación que se tiene para con proyecto abierto a innumerables perspectivas que estimulen la creatividad
los demás seres humanos”891. y la espontaneidad.”894 A diferencia de la filosofía hegeliana de la historia,
Rorty quiere la concepción de Rorty no supone un fin de la historia ni un desarrollo
reemplazar tanto las experiencias religiosas como las filo­sóficas de un necesario. Su criterio de verdad y de libertad no está al final del proceso
fundamento suprahistórico o de una convergencia en el fi­nal de la histórico necesario sino que es el producto de una feliz articulación de
historia, por una narración histórica acerca del surgimiento de las hechos contingentes. Si esto es así, ¿cómo se justifican los valores o
instituciones y las costumbres liberales: las instituciones y las cos­ principios básicos como la libertad y la solidaridad?
tumbres elaboradas para hacer posible la disminución de la crueldad,
el gobierno basado en el consenso de los gobernados, y para permitir 3. Libertad y solidaridad
tanta comunicación libre de dominación como sea posible892.
La pretensión de fundamentación racional se remonta a la Ilustración, Los teóricos comunitaristas895 sostienen que la creencia en la libertad
la que a su vez se sostuvo en el prestigio de la ciencia natural. Hoy –señala individual no constituye una base suficiente como para hacer posible la vida
Rorty- la ciencia no es el área más interesante de la cultura sino el arte y la social. Advierten que además se necesitaría cierto acuerdo básico sobre qué
política utópica. Son las áreas a las que hay que dirigirse para buscar el modos de vida son intrínsecamente buenos y cuáles son las “convicciones
estatuto de la sociedad liberal. acerca del bien común al que aspiran”896 todos los seres humanos reunidos
La filosofía y la política no están tan estrechamente unidas, siempre en una sociedad. Para los comunitaristas esta cuestión histórico-sociológica
habrá cabida para el desacuerdo filosófico entre personas que com- está ligada a un problema filosófico: “el de si las instituciones políticas
parten la misma visión política y para puntos de vista diametralmente liberales pueden o no ser defendidas sobre la sola base de una teoría in-
opuestos entre pensadores de la misma escuela, de hecho nuestra dividualista de la naturaleza del yo”897. Rorty sostiene que las críticas de
opinión acerca del pragmatismo (o cualquier escuela filosófica) puede los pensadores comunitaristas se basan en un supuesto erróneo, cual es
y debe ser independiente de nuestra opinión sobre la democracia. […] que el liberalismo se sustenta en una teoría de la naturaleza humana o en
No se trata de que el discurso filosófico haya cedido su privilegio ante una teoría individualista del ser humano. Citando a John Rawls, señala
otro discurso, se trata de que ya no hay ‘lugar’ de privilegio para discurso que las bases de la posición liberal no están en el iluminismo sino en tres
alguno; ni siquiera el discurso político goza ‘a priori’ de privilegios;
él es privilegiado solo en la medida en que sus metáforas aún nos
894
Ramírez, Juan José, “Filosofía, política y democracia liberal en Richard Rorty”, Revista
Hermeneutic. Arte, ciencia, filosofía, Número 11, UNPA, 2011/2012. Énfasis nuestro.
son útiles893. 895
Desde la última década del siglo XX se ha generado un intenso debate centralmente
en América del Norte entre dos orientaciones de la filosofía política que se han agrupado
bajo los nombres de “liberales” (liberals) y “comunitaristas” (communitarians). Entre los
891
Rorty, R., 1991: 86. primeros se puede mencionar a John Rawls, Joseph Raz y Richard Rorty. Entre los segundos
892
Rorty, R., 1991: 87. se encuentran Michael Sandel, Alasdair MacIntyre, Charles Taylor y Michael Walzer.
893
Rorty, R., Ensayo sobre Heidegger y otros pensadores contemporáneos, Barcelona, Paidós
896
Rorty, R., 1992, p. 35.
Ibérica, 1993, p. 9. 897
Rorty, R., 1992, p. 35.
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condiciones que se desarrollaron simultáneamente: 1) el principio de to- metafísica. “Considero a la ética y a la política –escribe Rorty- como una
lerancia que siguió a las guerras de religión posteriores a la Reforma, 2) la cuestión de lograr acomodarse entre intereses contrapuestos y como algo
instauración de gobiernos constitucionales en diversas naciones europeas para debatir en términos banales, familiares, términos que no necesitan
a partir de la última parte del siglo XVII, y 3) “la instauración en amplia disección filosófica y que no tienen presuposiciones filosóficas”903. La
escala de economías de mercado”898, todas ellas ligadas a la diversidad y política no es una cuestión teórica, académica o trascendente, sino un
pluralidad de concepciones del bien común. Así como en su momento el conjunto de acuerdos y consensos que hacen posible la mayor tolerancia
iluminismo hizo posible dejar a un lado las cuestiones teológicas y religiosas y la más amplia convivencia a través de la persuasión.
para construir las instituciones políticas, tal vez ahora –sugiere Rorty- se Lo político, tal como yo lo veo –dice Rorty-, es una cuestión prag-
necesite dejar a un lado ciertos temas filosóficos como la naturaleza del mática de reformas a corto plazo y compromisos, compromisos que
hombre y las fundamentaciones racionales. No se trata de reemplazar los deben, en una sociedad democrática, ser propuestos y defendidos en
fundamentos iluministas por otros mejores sino de desligarse del problema términos mucho menos esotéricos que aquellos con los que superamos
de la fundamentación y la esencia. En lugar de sostener las instituciones la metafísica de la presencia [filosofía o metafísica dominante en la
sobre un fundamento último, se trata de adoptar una actitud historicista historia occidental]. El pensamiento político se centra en el intento
y anti-universalista aceptando “algunas convicciones consolidadas, como de formular algunas hipótesis sobre cómo, y bajo qué condiciones,
la fe en la tolerancia religiosa y el rechazo de la esclavitud” 899. pueden llevarse a cabo esas reformas.904
“Rawls –advierte Rorty- requiere que las cuestiones relativas a la natu-
La tradición liberal pone a la libertad por encima de la perfección (esen-
raleza y al fin del hombre sean separadas de la política; que las cuestiones
cia o naturaleza) y pone a la justicia por encima de lo bueno y a la situación
sobre el objeto de la existencia humana, sobre el significado de la vida
por encima del yo. La educación y la situación histórica definen lo que los
humana, queden reservadas al ámbito privado”900. Las cuestiones religiosas
individuos consideran importante y fundamental, aquello con lo que se
como las filosóficas interesan a la forma en que cada individuo se concibe
identifican. “Rawls no está interesado en las condiciones de la identidad del
y se inventa a sí mismo (privado), pero no tienen mayor incumbencia para
yo, sino solamente en las condiciones para formar parte de una sociedad
encontrar un léxico común que facilite la convivencia y aliente la tolerancia
liberal”, sin que esto se interprete como una fundamentación filosófica
hacia las formas diferentes de vivir y pensar, que es el objeto del discurso
del liberalismo sino solamente como un intento de “sistematizar los prin-
político (público). La política social no necesita de una fundamentación
cipios e instituciones característicos de quienes viven en el marco de esas
religiosa o filosófica, “no necesita de otra autoridad que la que se establece
instituciones”905. Una teoría de la sociedad liberal puede prescindir de un
por medio de un afortunado acuerdo entre individuos que se reconocen
modelo esencialista o fundamentalista y basarse en una tradición común que
herederos de las mismas tradiciones históricas y enfrentados a los mismos
ha llegado azarosamente a consensos constitucionales e institucionales que
problemas”901. Esas cuestiones (sobre la naturaleza humana) son meros
hacen posible una amplia libertad de autocreación sin violencia.
fetiches filosóficos que han reemplazado a los religiosos y teológicos y no
Si no es posible definir la naturaleza o esencia del hombre ni encontrar
tienen relevancia para la política social sino solo, en el mejor de los casos,
un fundamento absoluto de la vida en común, ¿cómo justificar la solida-
“para la búsqueda privada de perfección individual”902. En consecuencia,
ridad que hace posible la vida en sociedad? “Algunos de los pilares de
la idea de solidaridad que se propugna aquí tiene que ser desligada no
su propuesta para la construcción de la solidaridad pragmática906 son:
solo de toda visión religiosa, sino también de toda fundamentación
903
Rorty, R., “Notas sobre desconstrucción y pragmatismo”, en Mouffe, Ch. (comp.),
898
Rorty, R., 1992, p. 36. Deconstrucción y pragmatismo, Buenos Aires, Paidós, 1998, p. 42.
899
Rorty, R., 1992, p. 37. 904
Rorty, R., 1998, p. 43.
900
Rorty, R., 1992, p. 38. 905
Rorty, R., 1992, p. 44 y 45.
901
Rorty, R., 1992, p. 39. 906
Lo que aquí se llama “solidaridad pragmática” es una suerte de “solidaridad corpora-
902
Rorty, R., 1992, p. 40. tiva” nacional (norteamericana) o imperial (Negri-Hardt).
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(a) la educación sentimental, (b) el papel de la novela y (c) la política coarta su libertad al sujetarla a un fundamento natural o esencial. Para
de campañas”907. Kant, en la esfera política (pública) nunca se es totalmente libre porque
(a) ¿A qué se llama educación sentimental? en ella impera la ley y la obediencia. Solo existe completa libertad en la
Una de las ideas centrales de la educación sentimental es que lo que esfera moral (privada) en la que el principio y la libertad se identifican.
nos diferencia de los animales no es la distinción entre conocer y Para Rorty, tanto en lo público como en lo privado solo se puede ser libre
sentir, sino el hecho de que podemos sentir en una medida mucho cuando no se depende de ningún fundamento o principio (léxico último)
mayor que ellos. (Figueroa, M.-Michelini, D., Filosofía y solidaridad, que no haya sido inventado o creado por nosotros mismos (autonomía),
Santiago de Chile, Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2007) Esta sin importar si tales fundamentos provienen de la religión, la filosofía o
educación sentimental consiste en “familiarizar suficientemente entre cualquier otra autoridad.
sí a personas de índole diversa como para que estén menos tentados Liberal es el que detesta la crueldad y el sufrimiento innecesario, no
de mirar a las que son diferentes a ellas como si solo fueran cuasi- el que fundamenta su acción en la libertad. Desde esta perspectiva, la
humanas. La meta de esta forma de manipulación de los sentimientos solidaridad no es un rasgo de la naturaleza humana como en Rousseau
es expandir la referencia de las expresiones ‘personas de nuestro tipo’ y ni una máxima moral universal como en Kant, sino un sentimiento que
‘gente como nosotros’ ” (Rorty, R., Verdad y progreso, Barcelona, Paidós, se genera por empatía a partir de la vida concreta en común o a partir
2000, p. 230). La educación sentimental enseña que lo moralmente de las obras de arte, de la literatura o del cine. Como dice S. Critchley,
relevante no es el conocer sino el no permanecer indiferente ante el “la sociedad liberal necesita literatura y no filosofía”910.
sufrimiento de los otros. […] La meta suprema de la construcción La preocupación principal de John Stuart Mill consistió en el esta-
política de la solidaridad mediante la educación sentimental no es blecimiento de “la naturaleza y los límites del poder que puede ser ejer-
la vida buena, sino la eliminación, en la mayor medida posible, del cido legítimamente por la sociedad sobre el individuo”911, para limitar
sufrimiento innecesario y de la humillación en las relaciones humanas así el poder social sobre los individuos, permitiéndoles desarrollar la
y las instituciones de la sociedad.908 más amplia libertad individual sin sufrir penalizaciones o exclusiones.
Rorty también establece un límite (en sus términos) entre lo público y
La solidaridad no tiene su base en algún rasgo de la naturaleza del
lo privado donde, a semejanza de Mill, lo privado es definido “como
hombre como pensaban Locke y Rousseau, ni es algo que nos vincule con
aquello vinculado ‘a proyectos idiosincráticos de autosuperación’, a la
la especie en su totalidad. No es algo que dependa de una verdad común o
autocreación y la búsqueda de la autonomía”912. Sin embargo, Rorty no
de un fin común, “sino cuestión de compartir una esperanza egoísta común:
piensa en el problema de la coerción social sobre los individuos sino en
la esperanza de que el mundo de uno –las pequeñas cosas en torno a las
la dominación y la violencia que unos individuos pueden ejercer sobre
cuales uno ha tejido el propio léxico último- no será destruido”909. Como
otros dentro de la sociedad, es decir, focaliza en el problema del totali-
Hegel, Rorty da un contenido concreto a la moralidad: la propia sociedad
tarismo. Para Rorty, “lo público se caracteriza por estar comprometido
en la que está inserto, es decir, la sociedad norteamericana a la que llama
con aquellas actividades ‘que tienen que ver con el sufrimiento de otros
“democracia liberal”.
seres humanos’, con el intento de minimizar la crueldad y trabajar por
El liberalismo iluminista kantiano tiene necesidad de escindir la esfera
la justicia social”913. Su preocupación no es el Estado, ni la Sociedad,
pública común de la esfera privada individual para no caer en el tota-
sino las acciones individuales o grupales que hacen sufrir a otros seres
litarismo rousseauniano que obliga a los hombres a ser libres, es decir,
humanos al imponerles una forma de vida.
907
Michelini, D., “Política y solidaridad. Una aproximación a Richard Rorty”, Cuadernos
de Ética, Número 39, volumen 26, 2011, p. 7.
910
Critchley, S., “Derrida: ¿ironista privado o liberal público?”, en: Mouffe, Ch. (comp.),
1998: 53.
908
Michelini, D., 2011, pp. 7-8. 911
Mill, J. S.: 1980, p. 23.
909
Cf. Vásquez Rocca, A., “R. Rorty: Pragmatismo, Ironismo Liberal y Solidaridad”,
Revista A Parte Rei, Número 39, Mayo de 2005, p. 5, disponible en: http://serbal.pntic.
912
Critchley, S., 1998, p. 50.
mec.es/~cmunoz11/vasquez39.pdf 913
Critchley, S., 1998, p. 50.
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El problema que se plantea Rorty y que no logra resolver más allá colectivo común917, que conduzca a percibir al otro como un miembro
de la respuesta de Mill914 es cómo unir o reconciliar los dominios de lo de un nosotros concreto y particular918. Este efecto no se suscita cuando
público y lo privado, es decir, cómo reunir la autocreación individual con se piensa en la humanidad o en los seres humanos como especie. Un
la justicia915. Para este autor es “teóricamente imposible unir o reconciliar “nosotros” concreto siempre excluye a “otros” (los que no son como no-
los dominios público y privado” como ha intentado hacer toda la tra- sotros). Los seres humanos carecen de esencia o naturaleza y no tienen
dición filosófica occidental desde Platón hasta Marx y los totalitarismos un rasgo que compartan todos los individuos, ya que se caracterizan por
del siglo XX. sus diferencias. “Los seres humanos son nexos de creencias y deseos ca-
La distinción entre lo público y lo privado –dice Rorty- no es una rentes de centro”919 y se definen por ciertos acuerdos transitorios acerca
recomendación a la acción, sino simplemente una observación histó- de los que es normal o anormal920 y de qué acciones son justas y cuáles
rico-sociológica: algunos autores son buenos para asuntos privados, no lo son921. Rorty cree que la violencia de los discursos metafísicos ha
mientras que otros funcionan bien con asuntos públicos. Sostengo que sido superada por los acuerdos libres entre los individuos pertenecientes
los filósofos han tratado a veces de unir la búsqueda de lo privado, lo a la tradición liberal.922
individual y la perfección, en un intento de que las responsabilidades (b) ¿Cuál es el papel del arte y de la literatura en esta cuestión? La soli-
de uno satisfagan al resto; pero dichos intentos no han funcionado daridad es el deseo de alcanzar acuerdos intersubjetivos transitorios lo más
demasiado bien.916 amplios posibles. “Así la solidaridad humana habrá de concebirse como
la capacidad de percibir cada vez con mayor claridad que las diferencias
Rorty termina en una solución de tipo kantiano que consiste en
–étnicas, políticas, religiosas, sexuales- carecen de importancia cuando
separar los ámbitos de lo público y lo privado, así como Kant había
hecho lo propio con la política y la moral y con la teoría y la práctica.
No obstante, persiste otro problema: si la solidaridad no se basa en un 917
En el film Jardines de piedra (Gardens of Stone, F. Ford Coppola, 1987), los militares
sentimiento natural o instintivo como sostenía Rousseau, ¿qué es lo que la norteamericanos que forman el cuerpo de honor que rinde homenaje a los caídos en
suscita? ¿cómo fortalecer, ya que es imposible garantizar, los sentimientos combate brindan con la siguiente frase: “Por nosotros y los que son como nosotros”. Este
sentimiento de pertenencia a un nosotros lo que impulsa el sentimiento de solidaridad
solidarios entre los seres humanos diferentes? Desde la perspectiva de hacia los otros miembros del grupo. Por esta razón, sería conveniente hablar de una
Rorty, lo que suscita la solidaridad es el sentimiento de pertenencia a un solidaridad corporativa mejor que de una solidaridad pragmática.
918
Por definición nosotros es un grupo particular que, por ser concreto, no puede iden-
tificarse con la especie humana que es una categoría abstracta y general.
919
Rorty, R., 1992: 46.
914
En una entrevista se le ha planteado a Rorty la dificultad para establecer un criterio 920
Rorty coincide con Foucault en esta indeterminación de la esencia de lo humano, pero
que permita “valorar qué posición política aporta mayor felicidad y menor sufrimiento. este último atribuye los rasgos identitarios a los efectos del poder y no a los acuerdos o
[Porque] Podrían darse dos opciones políticas contrarias que provocasen un similar grado consensos transitorios entre los individuos.
de sufrimiento y felicidad… ¿cómo elegir entonces?” La respuesta de Rorty es la siguiente: 921
“…lo que se considere un ser humano como es debido, es algo relativo a la circuns-
“John Stuart Mill ya se dio cuenta de que su ‘gran principio de felicidad’ no facilitaba tancia histórica, algo que depende de un acuerdo transitorio acerca de qué actitudes
las cosas a la hora de decidir qué hacer. Ciertamente, es difícil decir qué aumentará son normales y qué prácticas son justas o injustas. No obstante, en épocas como la de
la felicidad y qué no lo hará. Pero siempre hemos estado, desde Platón, buscando un Auschwitz, en las que en la historia se produce un cataclismo, y las instituciones y las normas de
principio alternativo que lo hiciese todo más fácil, y nunca lo hemos encontrado. Dudo conducta tradicionales se desploman, deseamos algo que se encuentre más allá de la historia
que lo hagamos alguna vez. Con todos sus errores, el principio de Mill es el único que al y de las institucio­nes” (Rorty, R., 1991: 207). ¿Qué solidaridad existe en [los tiempos de]
final nos echa una mano antes de caer al vacío” (“Entre liberalismo y filosofía”. Entrevista Auschwitz? Adolf Eichmann sostenía que no había hecho otra cosa que obedecer órdenes
a Richard Rorty por Joaquín Fortanet, Revista Astrolabio, 2005). según la ley vigente y la protagonista del film El lector dice que no había hecho otra cosa
915
No llega a plantear (y esto es objeto de críticas) el problema de la autocreación social que cumplir su trabajo, preguntándole al juez: “¿qué hubiese hecho en mi lugar?”.
o colectiva más allá de los logros de las instituciones de la sociedad liberal contempo- 922
“No acordar sumerge en el exilio, pero, en términos de Rorty cabe una pregunta:
ránea. quienes no acuerdan ¿no se han exiliado a sí mismos por elegir jugar otros juegos?”
916
“Entre liberalismo y filosofía”. Entrevista a Richard Rorty por Joaquín Fortanet, Revista (Ramírez, Juan José, “Filosofía, política y democracia liberal en Richard Rorty”, Revista
Astrolabio, 2005. Hermeneutic. Arte, ciencia, filosofía, Número 11, UNPA, 2011/2012).
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se las compara con las similitudes referentes al dolor y la humillación”923. redescripciones del mundo que intensifican el sentimiento de aversión
Lo que suscita la solidaridad y une a los seres humanos no es no es una a la crueldad, es decir, de solidaridad929. “Sin una imaginación literaria
esencia ni un lenguaje común sino “solo el ser susceptible de padecer –advierte Vásquez Rocca- no es posible conmoverse ante el mal. La edu-
dolor, y, en particular, esa forma especial de dolor que los brutos no cación sentimental y literaria busca, pues, formar individuos que sean
comparten con los humanos: la humillación”924. Respecto a esta cuestión, capaces de indignarse ante el horror.”930
Rorty destaca la posición de Sellars porque “nos permite ver la solidaridad Si el principio de la tolerancia religiosa y política ha permitido superar
como una cosa creada, antes que descu­bierta, producida en el curso de la largos siglos de guerras religiosas entre católicos y protestantes, Rorty
historia, antes que reconocida como un hecho ahistórico”.925 Lo mismo que espera que el desarrollo del impulso a la solidaridad complemente aquel
Sellars ha hecho en el campo de los conceptos, la novela lo ha efectivizado principio. Confía en que
antes en el ámbito de los sentimientos, que es más concreto y singular, en sociedades pluralistas y diversas, el empeño político debe estar
presentándonos lo diverso en toda su especificidad. Tal es la función de puesto en la solidaridad, no en la búsqueda de la verdad, dado que,
las descripciones literarias: “nos alertan sobre la realidad de quienes sufren en lo fundamental, no se trata de que todos los ciudadanos coincidan
injustamente a causa de padecimientos innecesarios y evitables”.926 El arte en sus puntos de vista, sino en que no haya víctimas: más que la to-
y la literatura desarrollan la imaginación que permite ampliar las vivencias lerancia en el disenso y los conflictos, lo que hace falta es compartir
y los sentimientos que alientan la solidaridad e impulsan a actuar para solidariamente el destino y configurar una sociedad más equitativa y
reducir la crueldad y el sufrimiento innecesario. menos cruel.931
La literatura –dice Rorty- contribuye a la ampliación de la capacidad En la línea de Hume y John Stuart Mill,
de imaginación moral, porque nos hace más sensibles en la medida
Rorty nos enseña, en primer lugar, que nadie es dueño de la verdad, y
en que profundiza nuestra comprensión de las diferencias entre las
que la conversación en torno de las cosas verdaderas y buenas es infinita,
personas y la diversidad de sus necesidades. […] La esperanza va más
porque [los humanos] somos seres falibles y finitos. Las justificaciones
bien en la dirección de que, en el futuro, los seres humanos disfruten
últimas son, si no imposibles, al menos escasas o difíciles de precisar
de más dinero, más tiempo libre, más igualdad social, y que puedan
[y más difíciles de comprender]. En cambio, el sufrimiento del otro
desarrollar una mayor capacidad de imaginación, más empatía… la
-ya se trate del sufrimiento corporal o de la humillación- no puede
esperanza en que los seres humanos se vuelvan más decentes en la
esperar ni admite largas reflexiones: se debe actuar en el sentido de
medida en que mejoran sus condiciones de vida. (…) Más dinero y
eliminar el sufrimiento de origen social -ese que los seres humanos
seguridad, por un lado, y más fantasía o capacidad de imaginación,
solemos causarnos inexplicablemente a nosotros mismos.932
por el otro, nos hacen más cosmopolitas927.
Es el arte el que potencia el desarrollo de los sentimientos de so- orden entre las cosas que ya nos son familiares, mientras que la literatura intenta romper
con lo familiar y darnos algo sorprendente y nuevo” (Rorty, R., 2002: 161).
lidaridad que están a la base del progreso928 moral al proporcionar 929
Rorty hace referencia a las obras de Marcel Proust, Henry James, Richard Wright,
923
Vásquez Rocca, A., “R. Rorty: Pragmatismo, Ironismo Liberal y Solidaridad”, Revista Malcom Lowry, Phillip Roth, V.S. Naipaul, José Saramago, Salman Rushdie, Ian McEwan,
A Parte Rei, Número 39, Mayo de 2005, p. 7, disponible en: http://serbal.pntic.mec. Georg Orwell o Vladimir Nabokov como ejemplos significativos de esta literatura que
es/~cmunoz11/vasquez39.pdf promueve sentimientos de solidaridad con las víctimas de la crueldad. No obstante, en
la literatura o en el arte también pueden encontrarse infinidad de ejemplos contrarios,
924
Rorty, R., 1991: 110. en los que se promueve el sentimiento de crueldad y, dado que no existe una naturaleza
925
Rorty, R., 1991: 213. o esencia humana, podrían considerarse tan promocionables como los contrarios.
926
Michelini, D., “Política y solidaridad. Una aproximación a Richard Rorty”, Cuadernos 930
Vásquez Rocca, A., “R. Rorty: Pragmatismo, Ironismo Liberal y Solidaridad”, Revista
de Ética, Número 39, volumen 26, 2011, p. 8. A Parte Rei, Número 39, Mayo de 2005, p. 9, disponible en: http://serbal.pntic.mec.
927
Rorty, R., Filosofía y futuro, Barcelona, Gedisa, 2002, pp. 158-160. es/~cmunoz11/vasquez39.pdf
928
Solo puede haber progreso cuando se da lugar a lo nuevo, y solo la literatura y el arte
931
Michelini, D., 2011: 10.
están abiertos a la novedad: “En el centro de la filosofía hay un esfuerzo por encontrar un 932
Michelini, D., 2011: 10.
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En resumen, la posición de Rorty afirma que es necesario reducir la La democracia liberal etnocéntrica935 [de Rorty] se descubre absoluta
metafísica a una conversación entre ciudadanos ironistas de una sociedad [la única forma de defender la libertad] y [o bien] niega toda posible
liberal en la búsqueda de la autocreación al mismo tiempo que se reduce alteridad, o bien se vuelve una aristocracia (al modo nietzscheano)
el sufrimiento innecesario a su menor expresión.933 en el marco de una pluralidad de culturas que no solo ‘no pueden’
(carecen de poder) alcanzar la emancipación, sino que se encuentran
‘privadas’ de la idea misma de emancipación (Rorty, R., Objetividad,
4. Cuestiones críticas relativismo y verdad, Barcelona, Paidós Ibérica, 1991, p. 285). 936
D. Michelini cierra su artículo con la siguiente crítica: Al concebir su propuesta en el marco de una tradición [liberal anglo-
En relación con lo anterior, se puede conceder que es loable la propues-
norteamericana], su posición solo puede tener consecuencias que con-
ta rortyana de afirmar la solidaridad ante el dolor y contra la crueldad.
duzcan a una negación de la alteridad: la afirmación del “nosotros” solo
Sin embargo, no parece posible que esta tarea pueda realizarse “sin
puede realizarse contra los otros, contra “ellos”, si bien hay dos variables:
necesidad de recurrir a ‘razones’ universales” (Dussel, E., Apel, Ricoeur,
o bien (1) solo nosotros somos libres y humanos, mientras que ellos no
Rorty y la filosofía de la liberación. Con respuestas de Karl-Otto Apel y
son nada, no tienen realidad, o bien (2) nosotros los poderosos frente a
Paul Ricoeur, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Jalisco, México,
ellos los débiles, que no pueden porque los hemos privado previamente
1993, p. 178). Si se abandona el horizonte de la razón, habría que
del poder.
dejar abandonada dicha tarea a la “pura sensibilidad” o a una “praxis
En su entrevista, Joaquín Fortanet formula dos preguntas con inten-
ciega” (Ibídem, p. 191).934
ción crítica:
J. F.: Cuando afirma que la democracia tiene prioridad sobre la filosofía,
El argumento de Michelini, apoyándose en E. Dussel, advierte que la
¿quiere con ello decir que la filosofía debe mantenerse al servicio de
solidaridad varía completamente su significado cuando es afirmada por
la democracia sea cual sea esta democracia?937
los débiles y cuando es afirmada por los poderosos. Los poderosos pueden
confiar en sí mismos, en su propia fuerza e historia, en cambio los débiles, Rorty: Sí. La cuestión es que la filosofía es solo de importancia privada
solo pueden hacerlo en otros de su misma condición. Esto significa que en la medida en que no sirve a fines políticos, y la preservación de la
solo pueden esperar solidaridad de los que están en su misma condición democracia es el más importante de tales fines938.
de dominados y oprimidos. Solo una razón universal omnicomprensiva
J. F.: ¿Cuál sería entonces el papel de la crítica política?939
puede erigirse en base para la solidaridad con los excluidos, con los que
siempre forman parte del “ellos” [los pobres y débiles; los excluidos] 935
El etnocentrismo de Rorty podría rastrearse hasta el mismo J. S. Mill. Cf. Etchegaray,
enfrentados al “nosotros” [los ricos y poderosos]. R., Dominación y política, Buenos Aires, Ediciones Al Margen, 2000, p. 176.
Por su parte, Juan José Ramírez extrema las consecuencias del planteo
936
Ramírez, Juan José, “Filosofía, política y democracia liberal en Richard Rorty”, Revista
Hermeneutic. Arte, ciencia, filosofía, Número 11, UNPA, 2011/2012.
anterior y advierte que 937
Fontanet no hace más que recordar las objeciones platónicas a la democracia. Es decir,
pregunta si no se ha dado por sentado que toda democracia es justa por definición. En
otros términos, lo que pregunta es si se debe aceptar una forma democrática injusta, esto
es, una que incremente el sufrimiento innecesario, para retomar la definición rortyana
de liberalismo. Lo que está cuestionando Fontanet implícitamente es la identificación
933
“En definitiva, nadie debería poder restringir nuestra idea de la filosofía como una rortyana entre democracia y liberalismo.
conversación en pos de utopías posibles, de un nuevo paraíso en la tierra. A la vez que 938
La respuesta no resuelve la confusión que originó la pregunta. Sostener que la defensa
todos reconocemos la necesidad de ocuparnos, más allá de las utopías, de los problemas de la democracia es el fin más importante de la política no es lo mismo que sostener que
prácticos que nos preocupan todos los días”. (Rorty, R., “Una filosofía demasiado huma- el fin más importante es la reducción del sufrimiento, que es lo propio del liberalismo
na”. Entrevista a Richard Rorty, en: http://uncursodefilosofia.blogspot.com.ar/2007/03/ según su propia definición.
richard-rorty-entrevista.html) 939
Fontanet da por sentado que la función de la filosofía es la crítica (que no puede con-
934
Michelini, D., 2011, p. 10. fundirse con la proyección de los principios privados sobre lo público) y que reducirla
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

Rorty: La función de la crítica política940, como la de la política en sí 5. Conclusión


misma, es la de reducir al mínimo el sufrimiento humano y aumentar
la felicidad humana.941 A diferencia del marxismo, cuyo problema principal es cómo transfor-
Esta parte de la entrevista es un ejemplo concreto de la inconmensu- mar un sistema de explotación, cuáles son las condiciones de la revolución
rabilidad entre dos léxicos últimos diferentes. Mientras Rorty parte de y quién es el sujeto revolucionario, el pragmatismo liberal norteameri-
la identificación de la crítica y de la filosofía con lo privado, Fontanet cano de Richard Rorty plantea una serie de problemas de otro orden.
supone, con Horkheimer, que la filosofía tiene una función crítica política La tradición norteamericana se considera heredera de las revoluciones
y pública, que le es inherente. europeas, tanto de la inglesa de 1688 como de la francesa de 1789. De
Por su parte Critchley señala cuatro cuestiones críticas: la primera rescatan el constitucionalismo y la carta de derechos; de la
1. “Al restringir la ironía y a los ironistas a la esfera privada, (…) [se] segunda valoran el republicanismo y la abolición de la monarquía. Pero
rechaza la posibilidad de una crítica de la sociedad liberal que usara la además, los norteamericanos realizaron su propia revolución en 1776,
estrategia de la ironía pública para descubrir la violencia que el liberalismo por la cual se independizaron de la metrópoli europea. El problema no
trabaja mucho para esconder y disimular. […] Rechaza el rico potencial es cómo liberarse de la opresión o del colonialismo de las metrópolis
crítico de considerar ironistas públicos a pensadores como Nietzsche o sino cómo conservar e incrementar las libertades y los derechos. Por
Foucault”. eso, el pensamiento político de Rorty no es revolucionario, ya que no
2. Reduce la libertad a su aspecto negativo: “se es libre en cuanto uno es necesario transformar la sociedad desde su base sino solo profundi-
puede distanciarse de las instituciones sociales”. Contra esta posición zar las reformas que amplíen los derechos y eliminar las trabas que lo
hay que enfatizar una libertad positiva, que sea social y pública y no impiden.
asocial y privada. Su lectura de la tradición y la historia se asemeja a la filosofía de la
3. La imposibilidad psicológica de ser a la vez un liberal y un ironista historia hegeliana en tanto las interpreta o redescribe como un progreso
¿Cómo se puede ser un ironista nietzscheano en la esfera privada, lo que –si bien contingente- hacia su propia realidad actual. Desde su situación
significaría comprender los principios liberales de tolerancia y aborre- se evidencia que los principios ilustrados que impulsaron las revoluciones
cimiento de la crueldad como síntomas de resentimiento, y liberal en la del siglo XVIII se han convertido en un obstáculo para alcanzar nuevos
esfera pública donde uno respetaría y actuaría según esos principios? progresos, así como la religión cristiana que produjo una revolución del
4. La solidaridad como hecho prosocial y prelingüístico parecería fun- mundo mediterráneo al comienzo de nuestra era, terminó por convertirse
damentar la definición del liberal en un hecho universal de la naturaleza en un obstáculo para las revoluciones modernas. En cuanto crítico de
humana (a la manera rousseauniana y guevariana). “¿Es la crueldad algo la metafísica, del esencialismo, del fundamentalismo y de la concepción
con lo que los liberales podamos ser irónicos?”942 tradicional de la verdad, el pensamiento de Rorty es revolucionario y
radical y puede ser alineado con otros pensadores postmodernos como
Derrida, Laclau o Deleuze. Como pensador político, desarrolla una con-
cepción reformista que pone el acento, como J. S. Mill, en la defensa de
las libertades individuales como autocreación individual y en la educación
y ampliación a escala global del sentimiento de solidaridad.
a un interés privado de autocreación es privarla de rasgo distintivo.
940
Para Rorty la crítica como la filosofía no son operativas ni tienen la capacidad para
modificar o transformar la realidad. Por eso, desde su perspectiva, solo pueden tener
una función privada, relacionada con el autoconocimiento.
941
“Entre liberalismo y filosofía”. Entrevista a Richard Rorty por Joaquín Fortanet, Revista
Astrolabio, 2005. Énfasis nuestro.
942
Critchley, S., 1998: 56-61.
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Capítulo 7
Las políticas como agenciamientos de deseo

1. Ontología, ética y política


Análisis del deseo, el esquizoanálisis es inmediatamente práctico,
inmediatamente político, ya se trate de un individuo, de un grupo
o de una sociedad. Pues, antes que el ser, está la política.943

Phillipe Mengue advierte que el pensamiento de Deleuze es coherente


en la conceptualización de los diferentes problemas:
En todas partes, en todo ámbito, se constata un privilegio del movi-
miento sobre el reposo, de la variación continua sobre la forma deter-
minada y la estructura, de la línea de fuga con sus disoluciones sobre
la organización y la estabilidad, de lo indefinido sobre lo acabado, de
lo informal y de lo ilimitado sobre el equilibrio de las formas y la me-
dida de los límites. Por doquier el mismo rechazo al orden, concebido
como un sedimento, un desecho del movimiento puesto como único
creador.944
En el pensamiento de Deleuze existe una coherencia rigurosa entre
la concepción general de la filosofía (la ontología y la metafísica) y la
filosofía práctica (la ética y la política)945. El mismo paralelismo que se
encuentra entre la ontología y la ética puede hallarse también entre la
ética y la política.
943
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, traducción de
José Vázquez Pérez con la colaboración de Umbelina Larraceleta, Valencia, Editorial Pre-
Textos, 1988, p. 207.
944
Mengue, Phillipe, Deleuze o el sistema de lo múltiple, Buenos Aires, Las cuarenta, 2008,
p. 129. Énfasis nuestro.
945
“Deleuze rechazaría el hecho de hablar, por un lado, de un modo de pensar y, por otro,
de un modo de actuar. Porque la imagen del pensamiento en Deleuze es ya un actuar,
dado que justamente no existen estas mediaciones platónicas ideales y representativas
entre acción y pensar. Lo que es absolutamente fundamental es la presencia del actuar
en la definición del pensamiento” (López Petit, S., Deleuze y la política. Entrevista a Toni
Negri, Revista Archipiélago, Número 17, enero de 1994).
293

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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

En el plano de la acción –sigue diciendo Mengue- tampoco se escapa se interesa por el poder como orden o sistema, sino por lo que desordena
a esta primacía de las intensidades móviles, moleculares y no codifi- y hace cambiar a los sistemas.
cadas. La teoría de la acción política se encuentra así inmediatamente La ontología política comienza en el momento en que sabemos que la
determinada como una micropolítica946 que resulta indisociable de un configuración social presente no agota la realidad material, en tanto
nomadismo radical947. Anarquismo948 teórico y práctico, fundamental, que esta realidad material convoca no solo a todos los elementos que
que denuncia en todo ámbito la ilusión que representan los órdenes, se componen a partir de determinadas relaciones, sino también a las
las estructuras y las constantes de cualquier tipo, ya sea como orden fuerzas que, de modo latente o expreso, amenazan, en el mejor o en
físico y cósmico o como organización social y política949. el peor de los sentidos, tanto el orden de tales relaciones como incluso
Coincidiendo con lo anterior N. Jun señala que la posición deleu- la configuración de los elementos que no se forman sino en el seno
ziana es “fuertemente crítica frente a cualquiera y todas las formas de de las mismas952.
poder”950. Por ese motivo habla de ‘políticas’ y no de ‘política’, ya que ‘lo uno’,
Si la ontología deleuzeana busca problematizar lo impensado de la ‘la’ política es siempre la del sistema de poder establecido, mientras que
ontología tradicional y su ética se ocupa de plantear los problemas que el movimiento y la creación son siempre múltiples, diversos, pluridi-
han quedado al margen de la moral tal como es enseñada en las escue- reccionales. Tampoco se interesa por el derecho y el contrato que han
las, no puede esperarse otra cosa de la política: mientras que la filosofía dado a las teorías políticas clásicas un marco para fundamentar el orden
política y la teoría política tradicionales se han focalizado en la pregunta social, sino por la jurisprudencia953 donde se manifiestan las situacio-
por el orden de la polis, por las formas de gobierno y por los regímenes nes y acontecimientos inéditos, los problemas nuevos y las respuestas
de poder, por los derechos y las libertades de los ciudadanos frente al singulares que se dan a esos problemas. No se interesa tampoco por la
poder, para Deleuze el interés por la política responde al problema de ‘los política como constitución, sino como revolución. Althusser había hecho
movimientos’ y de ‘las creaciones colectivas’951. La política deleuzeana no una gran contribución a la teoría social al ofrecer una explicación de la
constitución y reproducción del sistema capitalista, pero lo que le inte-
946
El concepto de micropolítica, como el de micropoder en Foucault, hace referencia a las
resa a Deleuze no es cómo está estructurado el sistema sino cómo se va
relaciones de fuerza que se ejercen en los más diversos planos, sin que el análisis de la desestructurando. La filosofía política se interesa por el cambio, por la
política o del poder deba restringirse al derecho, al Estado o a los aparatos de Estado. creación, por lo nuevo, por lo ‘intempestivo’ y no por lo ya establecido,
Toda relación es una relación política. Toda relación es una relación de fuerzas. La política
no tiene que ver con un tipo de relaciones específicas (como las estatales o gubernativas)
ni por lo estructurado o por lo estratificado.
diferenciadas de los otros tipos de relaciones específicas (como las sociales, culturales, Si Foucault es un gran filósofo, lo es porque se valió de la historia
sexuales, ideológicas o religiosas). en provecho de otra cosa; como decía Nietzsche, obrar contra el
947
Por nomadismo radical hay que entender que toda realidad es móvil, que tiene que tiempo y así sobre el tiempo a favor de un tiempo futuro. Pues lo que
pensarse desde el cambio y no a la inversa. No se trata de conocer lo quieto, lo estable, lo
inmóvil, lo sedimentado o estratificado. Tampoco se intenta comprender el movimiento se manifiesta como lo actual o lo nuevo, según Foucault, es lo que
desde lo inmóvil. Nomadismo es pensar el movimiento desde el movimiento. Nietzsche llamaba lo intempestivo, lo inactual, ese acontecer que se
948
Por anarquismo hay que entender lo que no tiene un fundamento último o un princi- bifurca con la historia, ese diagnóstico que toma el relevo del análisis
pio o αρχηv (arjé), en sus dos significados: fundamento primero y principal, y príncipe
(el que ordena).
949
Mengue, P., 2008: 129. Énfasis nuestro.
950
Jun, Nathan, “Deleuze, Values, and Normativity”, en: Jun, Nathan-Smith, Daniel (ed),
Deleuze and ethics, Edinburgh, Edinburgh University Press, 1988, p. 92. 952
Castellanos Rodríguez, B., La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto de un deseo
951
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, reproducida en el Magazin dominical de El políticamente constituyente, tesis doctoral, Uned, 2011, disponible en: http://e-spacio.
Espectador, N° 511, 7/2/93, de Bogotá, Colombia, página 15, disponible en: http://www. uned.es:8080/fedora/get/tesisuned:Filosofia-Bcastellanos/Documento.pdf.
ddooss.org/articulos/entrevistas/Deleuze_Toni_Negri.htm; Deleuze, G., Conversaciones. 953
Cf. Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 15; Deleuze, G.,
1972-1990, traducción de José Luis Pardo, Editorial Pre-textos, Valencia, 1992, p. 265. 1992: 267.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

por otros caminos. No se trata de predecir sino de estar atento a lo ¿qué me está permitido esperar?, resumidas en una cuarta pregunta:
desconocido que llama a nuestra puerta954. ¿qué es el hombre?
La única manera de pensar la política para Deleuze es englobando P. Markula aclara los significados de esos tres conceptos que articulan
todos los procesos de subjetivación, que son individuales, colectivos, una forma de pensamiento que los autores llaman ‘arbóreo’:
que viven siempre en el interior de una complejidad productiva e inte- El organismo se refiere a la organización de la vida natural basada en
ractiva. Lo político es el momento más alto de la ética. Lo político es la la lógica de la ciencia. Significancia se refiere a la lógica estructuralista
afirmación de la singularidad. del signo: interpretando la lengua, las acciones y la vida como una
Si las políticas han tendido a pensar la política a partir del orden y interacción de un significado y un significante. Subjetivación se refiere
del sistema, ¿cómo sería posible pensarla de otro modo? Si autores como a la lógica psicoanalítica según la cual un individuo es convertido en
Marcuse o Foucault han mostrado que los sistemas o las totalidades un sujeto singular o es asignado a una identidad molar.957
impiden las oposiciones, las críticas y los cambios, que la totalidad uni- El pensamiento arbóreo tiene una estructura, un centro unificado y
dimensional absorbe todas las contradicciones y que el poder produce ramas subordinadas al tronco. Así, un libro tendría un centro unificado
los individuos que necesita para su funcionamiento, ¿se puede escapar en el autor, el sujeto que lo escribió. A este modelo Deleuze y Guattari le
de los sistemas de dominación? ¿Todo orden es inherentemente fascista? oponen el rizoma, entendido como una “estructura caótica de raíces”958
¿Toda revolución está condenada al fracaso? ¿Cómo es posible que los que conecta cada punto con cualquier otro, moviéndose en todas direc-
seres humanos deseen ser dominados? ¿Cómo conjurar la “vergüenza de ciones y ramificándose para crear nuevas direcciones. “Resumamos los
ser hombres”? ¿Cómo pensar, sentir y vivir de otro modo? caracteres principales de un rizoma: a diferencia de los árboles o de sus
raíces, el rizoma conecta cualquier punto con otro punto cualquiera”959.
2. El modelo arbóreo y el modelo rizomático955 El árbol crece hacia arriba sugiriendo una estructura jerárquica (tronco,
ramas) con un fundamento (raíces) y un pico elevado (copa). El rizoma
Para pensar, sentir y vivir de otro modo, es necesario desmontar los es un movimiento a lo largo de una sola superficie (el movimiento y la
pensamientos, los sentimientos, las acciones y los deseos que ya están actividad mismos), que entonces crea estratos, sin fundamento y sin
configurados, para dar lugar a otras composiciones. En la Introducción sobre-imposiciones ni superestructuras. “Un rizoma no empieza ni acaba,
a Mil Mesetas Deleuze y Guattari ponen en cuestión tres conceptos956: (1) siempre está en el medio, entre las cosas, inter-ser, intermezzo. El árbol es
los estratos u organismos, (2) la totalidad significante o las estructuras, filiación, pero el rizoma tiene como tejido la conjunción ‘y... y... y...’”960. El
y (3) el sujeto. Son los tres temas foucaultianos: saber, poder, sujeto; los libro tradicional tiene un significado mientras que el texto rizomático no
tres objetos o temas clásicos del pensamiento: lenguaje, naturaleza, ser lo tiene, es él mismo acontecimiento, producción. De un texto rizomático
humano; las tres disciplinas básicas de la filosofía: gnoseología, ontología, no se pregunta qué significa sino cómo funciona961.
ética; las tres preguntas kantianas: ¿qué puedo saber? ¿qué debo hacer?

954
Deleuze, G., “¿Qué es un dispositivo?”, en: E. Balbier, G. Deleuze y otros. Michel 957
Pirkko Markula, Deleuze and the Body Without Organs: Disreading the Fit Feminine
Foucault, filósofo. Barcelona: Gedisa, 1990, p. 160. Identity, Journal of Sport and Social Issues 2006; 30; 29, en: http://jss.sagepub.com/cgi/
955
Cf. Deleuze, G.-Guattari, F., Rizoma, Introducción a Mil Mesetas, Valencia, Pre-Textos, content/abstract/30/1/29
1988, pp. 9-29. 958
Colebrook, C., 2002: 77.
956
“Consideremos los tres grandes estratos que se relacionan con nosotros, es decir, 959
Deleuze, G.-Guattari, F., Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, Valencia, Editorial
aquellos que nos atan más directamente: el organismo, la significancia y la subjetivación. Pre-Textos, 1988, p. 25.
La superficie de organismo, el ángulo de significancia y de interpretación, el punto de
subjetivación o de sujeción” (Deleuze, G.-Guattari, F., 1988, p. 164). “¿Qué relación
960
Deleuze, G.-Guattari, F., Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, Valencia, Editorial
hay entre lo imperceptible (inorgánico), lo indiscernible (asignificante) y lo impersonal Pre-Textos, 1988, p. 29.
(asubjetivo)?” (Deleuze, G.-Guattari, F., 1988, p. 281). 961
Cf. Colebrook, C., 2002: XXXII.
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A diferencia del modelo arborescente, Deleuze piensa la política ri- que incumbe esencialmente al arte. Foucault mostró que el poder no
zomáticamente: sin modelos, sin centros, sin jerarquías o verticalidad962. es un tipo de relación política, gubernativa o estatal sino que atraviesa
Por supuesto, esta concepción de la política es incompatible con lo que todas las relaciones sociales.966 Así también, para Deleuze, cualquier
usualmente se entiende por política tanto en el uso común como en elemento puede relacionarse con cualquier otro aun cuando pertenezca
la producción de la filosofía política y de las ciencias sociales. Por eso a otro sistema, a otra estructura o a otra realidad.
es imprescindible tener presente en todo momento que el objetivo de 3º Principio de multiplicidad: las multiplicidades son rizomáticas, deben
Deleuze es pensar los movimientos y los devenires y no los órdenes o entenderse como sustantivos no como cualidades del objeto y del sujeto.
los sistemas. Solo “tienen determinaciones, tamaños, dimensiones” que al cambiar
Los caracteres de un movimiento rizomático se pueden resumir en cambian su naturaleza. “Un agenciamiento/ensamblaje es precisamente
los siguientes principios: ese aumento de dimensiones en una multiplicidad que cambia necesa-
1º Principio de conexión: cualquier punto puede y debe ser conectado riamente de naturaleza a medida que aumenta sus conexiones.”967
con cualquier otro (a diferencia de los otros tipos que fijan un punto, El punto o número como unidad de medida deja lugar a la línea
fundamento u orden). Se trata de pensar la realidad como una red inter- como campo, como variedades de medida968. “En un rizoma solo hay
conectada, como una Matrix que incluye lo real y lo virtual, lo ficticio, lo líneas”969. La unidad actúa por sobrecodificación, hegemonía, signifi-
que se hace y lo que se dice, lo que es y lo que parece ser. No hay un tipo cante amo, dominio, mientras que la multiplicidad no se deja codificar.
de conexiones que sea fundamental o superior. No se trata de relaciones Deleuze identifica toda forma de unidad con dominio, dado que la
en un sistema o en una estructura que supone la homogeneidad entre unificación siempre es impuesta.970 “La unidad siempre actúa en el seno
los elementos relacionados. de una dimensión vacía971 suplementaria a la del sistema considerado
2º Principio de heterogeneidad: según el cual “no solo se ponen en (sobrecodificación)”, mientras que la multiplicidad nunca dispone de
juego regímenes de signos distintos sino estatutos de cosas diversos”963. una dimensión suplementaria al número de líneas, no tiene trascendencia.
No se puede establecer un corte entre regímenes de signos y regímenes No hay que confundir la trascendencia con el afuera o exterior. En un
de objetos964 (a lo que habría que agregar, que no se puede establecer
tampoco un corte entre las cosas y la praxis (como había señalado Marx)
966
Esta conceptualización enfrenta la objeción de que al generalizar de la política a todas
las relaciones, el sistema de Deleuze “carece de un registro específicamente político del
ni entre la praxis y el significado (como había señalado Weber). Como pensamiento” (Cf. Thoburn, Nicholas, Deleuze, Marx and Politics, London-New York,
advierte también Foucault, las relaciones de fuerza o poder atraviesan Routledge, 2003, p. 5; Taylor, Ch., “Foucault, la verdad y la libertad”, en Couzens Hoy
todas las relaciones, pero también hay que agregar que las relaciones (compilador): Foucault, Buenos Aires, Nueva Visión, 1988, pp. 81-117; Rorty, R.: Identidad,
moral y autonomía privada, en Varios Autores, Michel Foucault, filósofo, Editorial Gedisa,
significativas atraviesan todas las relaciones. “Un rizoma no dejaría de Barcelona, 1990, p. 325).
conectar eslabones semióticos, organizaciones de poder, circunstancias 967
Deleuze, G.-Guattari, F., 1988: 14.
relacionadas con las artes, las ciencias, las luchas sociales”965. Heidegger 968
Nunca se trata de medidas fijas sino de fluctuaciones o flujos. Piénsese en las me-
mostró que la verdad no es un tipo de relación científica sino que es algo diciones estadísticas que tratan de establecer ‘tendencias’ en los flujos. Piénsese en las
computadoras que van indicando los bites por segundo en la bajada de una información.
962
Para una lectura de la política argentina desde los conceptos deleuzeanos, cf. Fein- Piénsese en los informes meteorológicos…
mann, José Pablo, Peronismo: Filosofía de una persistencia argentina 2, Buenos Aires, 969
Deleuze, G.-Guattari, F., 1988:14. Esto lleva a la cuestión de la relación entre la (micro)
Planeta, 2011, p. 76. política y la cartografía, como arte de dibujar mapas.
963
Deleuze, G.-Guattari, F., 1988:13. 970
“La noción de unidad solo aparece cuando se produce en una multiplicidad una toma
964
Esto se corresponde con lo que Laclau llama discurso, que incluye lo lingüístico y del poder por el significante, o un proceso correspondiente de subjetivación”. Deleuze,
lo extralinguístico, la palabra y la acción, lo que se dice y lo que se hace. Cf. Laclau, G.-Guattari, F., 1988:14. Este aspecto no se combina fácilmente con la lectura de las
E.-Mouffe, Ch., Postmarxismo sin pedido de disculpas, en Laclau, E., Nuevas reflexiones relaciones de fuerzas y de la voluntad de poder en Nietzsche.
sobre la revolución de nuestro tiempo, Buenos Aires, Nueva Visión, 1993. 971
Laclau habla de ‘significantes vacíos’ como aquellos elementos que permiten una cierta
965
Deleuze, G.-Guattari, F., 1988:13. Los principios 1º y 2º aparecen juntos porque unificación provisoria, posibilitando el funcionamiento de una lógica de la equivalencia
conforman una especie de “principio de conexión de lo heterogéneo”. y la hegemonía.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

cuerpo, por ejemplo, el afuera es la piel, la superficie exterior, no es otra cortarse en cualquier punto y siempre se continúa de acuerdo con alguna
dimensión y menos una dimensión fundante. de sus líneas o bien crea nuevas líneas que abren nuevas direcciones.
En la medida en que llenan, ocupan todas las dimensiones, todas las 5º Principio de cartografía: Como se verá más abajo, Deleuze hace
multiplicidades son planas: hablaremos, pues, de un plan de consis- constantes referencias a la cartografía como arte de construir mapas. Sin
tencia de las multiplicidades, aunque ese ‘plan’ sea de dimensiones embargo, es necesario aclarar que el mapa es constructivo, es experimen-
crecientes según el número de conexiones que se establecen en él. Las tal, a diferencia del calco que solamente representa o copia algo dado. La
multiplicidades se definen por el afuera: por la línea abstracta, línea cartografía inventa mapas no preexistentes, crea una realidad que no ha
de fuga o de desterritorialización según la cual cambian de naturaleza sido todavía efectuada. La cartografía no se limita a calcar. El rizoma no
al conectarse con otras.972 responde a ningún modelo ni está centrado en ningún punto. “El mapa
es abierto, conectable en todas sus dimensiones, desmontable, alterable,
El plan o plano puede ser pensado como una red interconectada en
susceptible de recibir constantemente modificaciones”974.
la cual todo elemento o punto está en relación con todos los demás. El
6° Principio de calcomanía: Lo hecho se copia o se calca, en cambio,
número de conexiones que se establecen en cada momento da lugar a una
las relaciones se hacen. Lo que Deleuze cuestiona a esta forma de pensa-
configuración diferente que no se define por una conexión común o más
miento representativa o calcomaníaca es el supuesto de que la realidad
fuerte o fundante, sino por aquellas que desorganizan o desestabilizan al
ya está hecha, que ya está cerrada o terminada y que la función del libro
sistema. Todo sistema, todo orden responde a un movimiento desestabi-
o del lenguaje o de la ciencia o de la praxis no sería más que reproducir,
lizador, desestructurante o caótico [línea de fuga (Deleuze), antagonismo
copiar lo que se da. No tiene en cuenta que al hablar estamos haciendo la
(Laclau), trauma (Lacan)]. Un plano de consistencia no tiene arriba o
realidad de la que hablamos. Así que nunca se trata solamente de copiar.
abajo, no tiene fin, causa final, resultado necesario o valor supremo,
Por eso el calco no puede confundirse con el mapa. El mapa es aquello
pero tampoco tiene un fundamento, una causa última: no tiene trascen-
que se va dibujando mientras se hace. Dibujar y hacer son parte de un
dencia. Un plano de consistencia no es una substancia ni una esencia,
mismo movimiento
no es un ser en sí y por sí, no es un sistema o estructura cerrados. No se
La aversión que Deleuze siente hacia la totalidad hegeliana del Es-
define desde sí, sino desde un afuera que no es trascendente. El afuera
píritu Absoluto o hacia la totalidad marxiana del modo de producción,
es la superficie exterior. El afuera se define por las líneas de fuga, por las
le conduce a oponerse a todo intento de totalización (“nosotros no
conexiones caóticas que desestabilizan el conjunto. Las multiplicidades
hemos de totalizar”975), porque ello supondría siempre “restaurar formas
constituyen máquinas973 de guerra que no deben confundirse nunca con
representativas de centralismo y jerarquía”976. Reiteradas veces insiste
los aparatos de Estado (Althusser).
en que “se acabaron los conceptos globalizantes. Hasta los conceptos
4° Principio de ruptura asignificante: Este principio se opone a los cortes
son haecceidades, acontecimientos. Lo interesante de conceptos como
significantes que separan las estructuras o las atraviesan, a las rupturas
deseo, máquina o agenciamiento, es que solo tienen valor en función de
binarias que dividen y separan tanto en los modelos clásicos (como el
sus variables, del máximo de variables que permiten”977.
aristotélico) como en los modernos (como el lacaniano). Un rizoma puede
Los poderes llevan a cabo sus experimentaciones sobre las diferentes
líneas de agenciamien­tos complejos, pero sobre esas mismas líneas
972
Deleuze, G.-Guattari, F., 1988: 14. también surgen experimentadores de otro tipo, desbaratando las pre-
973
“A diferencia del sujeto estático, autónomo y trascendente de la teoría liberal, las 974
Deleuze, G.-Guattari, F., 1988: 18.
máquinas son fluidas, móviles y dinámicas, son capaces de cambiar, de conectarse y 975
Deleuze, G., en Foucault, M., Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones, Editorial
volver a conectarse con otras máquinas, son inmanentes a las conexiones que hacen y Alianza, Buenos Aires, 1990, p. 14.
viceversa. En la creación de estas conexiones, por otra parte, las máquinas producen y
son producidas por los deseos (de ahí ‘máquinas deseantes’)” (Jun, Nathan, “Deleuze,
976
Deleuze propone el concepto de “imagen-movimiento” para reemplazar el concepto
Values, and Normativity”, en: Jun, Nathan-Smith, Daniel (ed), Deleuze and ethics, Edin- de totalidad abierta. Cf. Negri, T.-Guattari, F., 1996: 220.
burgh, Edinburgh University Press, 1988, p. 95). 977
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 163.
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visiones, trazando líneas de fuga activas, buscando la conjugación de planteado el problema del cambio y de la revolución984, pero han tratado
esas líneas, precipitando o aminorando su velocidad, creando trozo a de comprender la revolución como ruptura de la evolución o como un
trozo el plano de consistencia, con una máquina de guerra que mediría corte en la historia. En sus desarrollos la continuidad natural (evolución)
a cada paso los peligros que encuentra978. o cultural (historia) sirve de marco para comprender la discontinuidad,
A diferencia de la hegemonía de Lenin, Gramsci o Laclau, Deleu- la ruptura, la revolución, el devenir. Deleuze no quiere comprender el
ze piensa que se trata de construir “estrategias de conjunto, que, sin cambio desde el orden invariable sino a la inversa. Se trata de pensar el
embargo, no proceden por totalizaciones, sino por relevo, conexión, acontecimiento singular y no la evolución o la historia que conducen a
convergen­cia, prolongamiento”979. No obstante, Deleuze es conciente un estado de cosas dado. No se trata de comprender la historia sino el
del problema estratégico: “sería un error creer –dice- que para evitar los devenir, es decir, la creación de algo nuevo985. La explicación causal (deduc-
peligros basta con tomar finalmente la línea de fuga o de ruptura. Primero tiva, empírica-inductiva o hipotético-deductiva) o científica puede dar
hay que trazarla, saber cómo y dónde”980. ‘Saber cómo y dónde’, es lo que cuenta de un estado de cosas (o ‘efectuación’ o ‘situación’) pero no puede
se espera de una teoría políti­ca. Pero además, parece que es altamente explicar lo singular, el acontecimiento, la ‘contraefectuación’, la relación
probable que las líneas de fuga terminen por “convertirse en líneas de de fuerzas contingente986. “Cuando Deleuze habla de una universalidad
abolición, de destrucción, de los demás y de sí mismo”...981. Deleuze y eternidad específicas para el acontecimiento, se está refiriendo a su
lo percibe claramente: “¿Cómo es posible que todos los ejemplos que curiosa capacidad para exceder y desbordar los límites de la situación
hemos dado de líneas de fuga, aunque sean los de nues­tros escritores en la que se produce, separándose de las circunstancias específicas en las
favoritos, acaben siempre mal? [...] ¿Pero cómo es posible que el plano de que tiene lugar”987. Para Deleuze en la historia se crean las condiciones
inmanencia, el plano de consistencia, solo pueda aportarnos una muerte para aquello que escapa a la historia, para lo que no es histórico, para lo
relativamente digna y no amarga?”982. O, planteado de otra manera, ¿todas intempestivo. Éste es el objeto de una nueva ‘filosofía política’: pensar el
las revoluciones terminan por ser traicionadas? acontecimiento, el devenir, lo que hacemos988. El acontecimiento es lo único

3. Los problemas de la filosofía política


Los problemas de la filosofía política ya no tienen que ver con el estado 984
De allí que Deleuze advierta: “ni Félix [Guattari] ni yo abandonamos el marxismo”
de derecho, como piensan los conservadores, ni con la defensa de las (Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 16; Deleuze, G., 1992:
268), si bien hay que pensar también lo que en el marxismo se mantiene impensado. “Antes
libertades, como piensan los liberales, ni con el modo de producción y decíamos que la ontología política es postmarxista. Añadiremos que si decimos post-
de reproducción, como piensan los marxistas. Las políticas tienen que marxista no es solo para señalar su carácter de deriva a partir de Marx y a partir de la
ver con la composición de lo nuevo, con los acontecimientos singulares, con conciencia de los límites del marxismo tradicional, sino también para desvincularla de
todo prejuicio premarxista. La ontología política, sobre todo, no es premarxista o anti-
los agenciamientos de deseo983. Han sido los marxistas quienes más se han marxista” (Castellanos Rodríguez, B., La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto de un
deseo políticamente constituyente, tesis doctoral, Uned, 2011, disponible en: http://e-spacio.
978
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 164-5. uned.es:8080/fedora/get/tesisuned:Filosofia-Bcastellanos/Documento.pdf).
979
Deleuze, G., 1987: 57. 985
Cf. Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 15; Deleuze, G.,
980
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 158. 1992: 267.
981
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 158. Cf. las críticas que hace Hegel a las tendencias des- 986
“Algo nuevo se crea tanto en respuesta al acontecimiento como a través del aconteci-
tructivas y autodestructivas de la Ilustración. miento” (Bryant, L., The Ethics of the Event: Deleuze and Ethics without arjé, en: Jun,
982
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 158-9. N.-Smith, D. (ed), Deleuze and ethics, Edinburgh, Edinburgh University Press, 1988,
p. 36).
983
“El punto a destacar es que la política comienza a partir de cada disyunción particular,
y que cada disyunción está siempre compuesta y abierta a nuevas relaciones combinatorias
987
Bryant, L., The Ethics of the Event: Deleuze and Ethics without arjé, en: Jun, N.-Smith,
con otras disyunciones” (Thoburn, Nicholas, Deleuze, Marx and Politics, London-New D. (ed), Deleuze and ethics, Edinburgh, Edinburgh University Press, 1988, p. 35.
York, Routledge, 2003, p. 27). 988
Devenir = crear algo nuevo = lo intempestivo (Nietzsche). Cf. Deleuze, Gilles, “Entre-
vista con Toni Negri”, Edición citada, p. 15; Deleuze, G., 1992: 267.
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que puede escapar a la efectuación en un estado de cosas989, lo único que El capitalismo como sistema de poder no deja de producir ese sen-
puede “conjurar la vergüenza o responder a lo intolerable”990. timiento de vergüenza de ser humanos. Como en Marx, en Althusser o
¿A qué se refiere en esta última advertencia? ¿Qué es lo intolerable? en la Escuela de Frankfurt, también en Deleuze la filosofía política está
Lo intolerable es que los seres humanos libres deseen su propia sumi- centrada “en el análisis del capitalismo como sistema inmanente que no
sión, su propia esclavitud.991 Ya Spinoza había planteado el problema cesa de repeler sus propios límites y que se los vuelve a encontrar en una
de comprender porqué las personas luchan por su esclavitud y están escala ampliada, porque el límite es el propio capital”996. Para Deleuze,
dispuestos a todo para seguir siendo sometidos992 993. ¿Cuál vergüenza? como para Hegel, el mercado es una enorme fábrica productora de ri-
¿Por qué habríamos de estar avergonzados? Deleuze señala que hay queza y de miseria. Hegel sabía que las leyes inmanentes del mercado lo
acontecimientos que hacen manifiesta esta vergüenza994: conducen a incrementar ilimitadamente la riqueza y la pobreza, el lujo y
Vergüenza de que haya habido nazis, vergüenza de no haber podido la miseria, con sus efectos morales: la insensibilidad y el resentimiento,
ni sabido impedirlo, vergüenza de haber pactado compromisos (...) la apatía y la indignidad. Sin embargo, confiaba en que la instancia su-
Y sucede también que experimentamos la vergüenza de ser hombres perior del Estado podría mantener a las fuerzas sociales dentro de límites
en circunstancias irrisorias: ante la vulgaridad de pensamiento, ante aceptables997. Deleuze, como Marx, advierte que el Estado nacional está
una emisión de variedades, ante el discurso de un ministro, ante las limitado a un territorio mientras que el mercado no tiene límite territorial
declaraciones de las “buenas gentes”. Este es uno de los motivos más po- alguno, es universal998 y la producción de miseria no encuentra ninguna
derosos de la filosofía y forzosamente provoca una filosofía política995. contención. Esta producción universal de miseria, como antes se dijo
del nazismo, mancilla a todos los seres humanos. Como también había
En otras palabras, hay acontecimientos que fuerzan el pensamiento. El
hecho Marx999, Deleuze denuncia el estado de derecho y los derechos
sentimiento de la vergüenza de ser humanos es un acontecimiento que
del hombre a causa de su compromiso con el mercado capitalista. “Los
fuerza un pensamiento político.
derechos del hombre no nos harán bendecir los ‘gozos’ del capitalismo
989
Estado de cosas es lo que Sartre llamaba lo ‘práctico inerte’, lo que atrapa a los indi- liberal, del cual participan activamente. No hay Estado democrático
viduos o grupos en la coseidad, en la alienación o (en términos de Marx) en el fetichismo que no esté comprometido hasta el fondo en esta producción de miseria
de la mercancía.
humana”1000. En una posición que recuerda a los pensadores anarquistas,
990
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 15; Deleuze, G., 1992:
268. Deleuze se opone por igual al mercado capitalista y al Estado burgués,
991
Cf. Deleuze, G., en Foucault, M., Un diálogo sobre el poder, Introducción y traducción advirtiendo que ya no existe un proletariado que pudiera generar una
de Miguel Morey, 2da. edición, Buenos Aires, 1992, pp. 16-7. transformación del sistema establecido.
992
Cf. Deleuze, Gilles, En medio de Spinoza, Buenos Aires, Editorial Cactus, 2008, p.
105.
993
Un siglo antes de Spinoza, E. de La Boétie había percibido claramente el problema. Cf.
La Boétie, E., El discurso de la servidumbre voluntaria, traducción de Toni Vicens, Tusquets
Editores, Barcelona, 1980. 996
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 16; Deleuze, G., 1992:
994
La vergüenza no tiene que ser entendida como algo natural o dado, análogamente a 268.
como Rousseau piensa la piedad o el amor a sí mismo. La vergüenza debe ser entendida 997
Cf. Etchegaray, R., Dominación y política, La Plata-Bueos Aires, Ediciones Al Margen,
como un sentimiento producido por el arte o por la literatura como en los libros de Primo 2000, capítulo 6.
Levi, que Deleuze cita como ejemplo (Cf. Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”,
Edición citada). En la película El lector el protagonista se da cuenta que la mujer no es
998
“En el capitalismo solo hay una cosa universal, el mercado. No hay Estado universal
culpable de algunas acusaciones (como haber firmado una orden) porque no sabe leer, justamente porque hay un mercado universal del que los Estados son centros o Bolsas”
pero las acepta porque tiene vergüenza de su condición de analfabeta. Sin embargo, no (Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 17; Deleuze, G., 1992:
siente culpa o vergüenza de haber hecho lo que hizo (seleccionar a los que van a ser 270).
asesinadas o vigilar a las prisioneras para que no escapen) porque era su trabajo. 999
Cf. Marx, K., La cuestión judía, Contraseña, Buenos Aires, 1974.
995
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 16-17; Deleuze, G., 1000
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 17; Deleuze, G., 1992:
1992: 270. 270.
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4. Deleuze como lector de Foucault: el abandono de los ‘reificación’ y ‘des-significación’ del poder y de las relaciones sociales”1005.
postulados tradicionales relativos al poder No ‘se tiene poder’, sino que “se ejerce poder, en el juego de relaciones
móviles y no igualitarias”. Es más bien, una estrategia, cuyos efectos son
Durante los años ‘60 en Francia se había formado una ‘escolástica’ atribuibles a ‘disposiciones, maniobras, tácticas, técnicas, funcionamien-
marxista (teórica) y un ‘aparato’ partidario (práctico) solidificados, que tos’. Las relaciones de poder “constituyen los efectos inmediatos de las
impedían pensar y actuar frente a una realidad radicalmente nueva. particiones, desigualdades y desequilibrios que se producen”1006; son el
Imposibilitaban pensar el problema del poder y limitaban la realización efecto de conjunto de posiciones estratégicas.
de nuevas formas ‘locales’ de lucha. Se hizo necesario apartarse de la Deleuze dice que los trabajos de Foucault constituyen un “nuevo
‘historia’ esclerotizada para devenir, “es decir, para crear algo nuevo”1001, funcionalismo”, cuyo análisis procede por “‘innumerables puntos de
y Deleuze reconoce y agradece a Foucault haber sido “el primero en enfrentamiento, núcleos de inestabilidad cada uno de los cuales implica
inventar esa nueva concepción del poder que buscábamos sin acertar a sus riesgos de conflicto, de luchas, y de inversión al menos transitoria
encontrar­la ni a enunciarla”1002. de las relaciones de fuerza’, sin analogía ni homología, sin univocidad,
Foucault trató de sistematizar1003 en una serie de ‘proposiciones’ los pero con un tipo original de continuidad posible. En resumen, el poder
supuestos y las categorías con que se había pensado el poder y que se carece de homogeneidad, pero se define por las singularidades, los puntos
muestran a la luz de las nuevas condiciones históricas (desde fines del singulares por los que pasa”1007.
siglo XVIII) como insuficientes o deficientes. La habilidad deleuzeana para
trazar mapas, facilita el acceso a la problematización de estos supuestos 4. 2. Postulado de la localización
axiomáticos de todas las concepciones del poder anteriores, ordenándolos
y resumiéndolos en seis postulados: Por el cual “el poder sería poder de Estado, estaría localizado en
el aparato de Estado”. Es un postulado sobre el que se asienta toda la
4. 1. Postulado de la propiedad teoría leninista de la revolución y que se ha mantenido incuestionado
en las prácticas revolucionarias sudamericanas, donde ‘tomar el poder’
Según este supuesto una clase social (la burguesía) se habría adueñado es sinónimo de ‘tomar el gobierno del Estado’. “Cuando se rechaza el
del poder apropiándoselo. Pero el poder no se “posee, no es un privilegio modelo del aparato de Estado, o el de la organización del partido que
adquirido o conservado de la clase dominante”, no es una propiedad se configura sobre la idea de conquistar dicho aparato, no hay por qué
conquistada1004, “no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo caer en una grotesca alternativa: o bien recurrir a un estado natural, a
que se conserve o se deje escapar. [...] El poder es una producción [o un dinamismo espontáneo, o bien convertirse en el pensador, pretendi-
una creación]. Y una producción [o creación] siempre social. El poder damente lúcido, de una revolución imposible, y tanto más gratificante
surge en el conjunto de las relaciones sociales. Esta característica es su- cuanto más imposible”1008.
peradora de las posturas reduccionistas que consideran al poder como
‘objeto’, ‘posesión’, ‘cosa’, ‘propiedad’ y que da lugar a los procesos de 1005
Labourdette, S., Política y poder, Buenos Aires, AZ Editora, 1993, p. 31. Corchetes nues-
tros. Dos razones nos llevan a explicitar y mantener la alternativa ‘creacionista’: en primer
lugar, rescatar una categorización que proviene de la otra gran tradición que conforma
1001
Entrevista de Gilles Deleuze con Toni Negri en Pourparlers, reproducida en el Magazin el occidente (la semita); en segundo lugar, dejar abierta la posibilidad para repensar el
dominical de El Espectador, N°511, 7-2-93, de Bogotá, Colombia, p. 15, columna 2. paradigma antropológico moderno y burgués que concibe al hombre esencialmente como
1002
Deleuze, G., Foucault, traducción de José Vázquez Pérez, Buenos Aires, Editorial Paidós, ‘productor’. Cf. Baudrillard, J., El espejo de la producción o la ilusión crítica del materialismo
1a. edición argentina, 1987, p. 50. histórico, México, Editorial Gedisa, 1983.
1003
Cf. Foucault, M., 1992: 114 ss.
1006
Foucault, M., 1992: 114.
1004
Cf. Foucault, M., Vigilar y castigar, traducción de A. Garzón del Camino, Buenos Aires,
1007
Deleuze, G., 1987: 51. Énfasis nuestro.
Siglo XXI, 17a edición, 1992 (b), p. 182. 1008
Deleuze, G.-Parnet, C., Diálogos, Editorial Pre-textos, Valencia, 1980, p. 164.
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Ni el poder ni la resistencia son localizables. Foucault critica la tesis El poder “no es local o localizable puesto que es difuso”, pero tampoco
del marxismo por la que la resistencia podría ubicarse en la clase pro- es nunca global1014 (en el sentido de “total”), como creían Lukács y los
letaria y la tesis de Marcuse por la que la resistencia podría ubicarse en miembros de la Escuela de Frankfurt.
el conjunto de los marginados, los que conformarían un Gran Recha-
zo1009. “La producción de poder abarca un espectro de gran extensión 4. 3. Postulado de la subordinación
y profundidad. Se extiende desde la creación de las relaciones de tipo
‘dominante-dominado’ políticas, culturales, ideológicas y económicas Por el cual el poder de la superestruc­tura [aparatos de Estado, go-
(abiertas o encubiertas) hasta la creación de todas las variadas formas de bierno, legislación, política (en sentido restringido), cultura, ideología]
conducción, dirección, orientación e influencia de las relaciones sociales se subordinaría “a un modo de producción como infraestructura”1015.
en busca de sus objetivos y finalidades. Luego, toda desigualdad (ate- El abandono del postulado 2 pone en cuestión un viejo prejuicio de
nuada o fuerte) generada en cualquier relación social puede originar una las tesis marxis­tas que tiene claras raíces en Marx mismo. El abandono del
realización o una dominación. De esta manera, el poder puede producir postulado 3 discute una tesis explícitamente althusseriana. El concepto
trabas, obstáculos, prohibiciones, obligaciones, ‘cosificaciones’, etc., en de ‘sobredeterminación’ había significado un avance en los intentos de
algunos miembros (colectivos o individuales) de la relación social, como comprender lo político, como una ‘autonomía relativa’, pero la afirmación
también las líneas de fuerza que se oponen a esas determinaciones y las de ‘la determinación en última instan­cia por la economía’ es lógicamente
que dirigen las relaciones hacia proyecciones mayores. De allí que el incompatible con el concepto de ‘autonomía relativa’1016.
poder puede ocasionar una sujeción, un colapso o una emancipación y “El microanálisis funcional –agrega Deleuze- sustituye lo que aún
el complejo cuadro entrecruzado de todas estas posibilidades en la vida queda de piramidal en la imagen marxista [del poder] por una estricta
social”1010. inmanencia en la que los núcleos de poder y las técnicas disciplinarias
Las relaciones de poder son inmanentes a todas las relaciones (procesos forman otros tantos segmentos que se articulan entre sí, y gracias a los
económicos, relaciones de conocimiento, relaciones sexuales…)1011. De cuales los individuos de una masa pasan o permanecen, cuerpos y almas
acuerdo con lo anterior, el Estado no es más que “un efecto de conjunto (familia, escuela, cuartel, fábrica, y si es preciso prisión). ‘El’ poder tiene
o una resultante de una multiplicidad de engranajes y de núcleos que se como características la inmanencia de su cuerpo, sin unifica­ción trascen-
sitúan a un nivel completa­mente distinto, y que constituyen de por sí una dente, la continuidad de su línea, sin una centralización global, la con-
‘microfísica del poder’”1012. No hay un locus privilegiado, sino multiplici- tigüidad de sus segmentos, sin totalización diferente: espacio serial”1017.
dades1013 que forman redes y hay ‘tecnolo­gías’ que unen distintos tipos de No existe subordinación a un fundamento exterior y trascendente al
instituciones, aparatos, grupos, elementos, para “hacer que converjan”. sistema de poder, razón por la cual solo se puede pensar el poder desde
1009
“Respecto del poder no existe, pues, un lugar del gran Rechazo -alma de la revuelta,
la estricta inmanencia. Los sistemas tampoco tienen un centro fijo que
foco de todas las rebeliones, ley pura del revolucionario. Pero hay varias resistencias que
constituyen excepciones, casos especiales: posibles, necesarias, improbables, espontáneas, la información, las relaciones familiares y privadas y hasta en los impulsos liberadores que
salvajes, solitarias, concertadas, rastreras, violentas, irreconciliables, rápidas para la tran- intentan contestarlo’”.
sacción, interesadas o sacrificiales; por definición no puede existir sino un campo estratégico 1014
“El orden del poder atraviesa a una sociedad de uno al otro extremo. [...] Lo ideológico y
de las relaciones de poder” (Foucault, M., 1992: 116. Énfasis nuestro). el poder se encuentran en todas partes. Dicho de otra manera: todo fenómeno social puede
1010
Labourdette, S., Política y poder, Buenos Aires, AZ Editora, 1993, pp. 31-2. ‘leerse’ en relación con lo ideológico y en relación con el poder. [...] ‘Ideológico’, ‘poder’
1011
Foucault, M., 1992: 114. [son términos que] remiten a dimensiones de análisis de los fenómenos sociales, y no a ‘cosas’, a
‘instancias’ que tendrían un ‘lugar’ en la topografía social”. (Verón, E., Semiosis de lo Ideológico
1012
Deleuze, G., 1987: 51. y del Poder. La mediatización., Buenos Aires, U.B.A.- C.B.C., 1995, pp. 12, 14-5).
1013
Cf. Eco, U., La estrategia de la ilusión, Editorial Lumen-De la flor, Buenos Aires, 1986, 1015
Deleuze, G., 1987: 52.
p. 337: “El poder no es ‘uno’ y mientras se insinúa allí donde no se le percibe en primera
instancia, es ‘plural’, una legión como los demonios. [...] ‘El poder está presente en los
1016
Cf. Laclau, E. y Mouffe, C., PostMarxism without apollogies, “New Left Review”, N°166,
mecanismos más sutiles del intercambio social: no solo en el Estado, las clases, los grupos, 1987, pp. 93 ss.
sino también en las modas, la opinión corriente, los espectáculos, los juegos, el deporte, 1017
Deleuze, G., 1987: 53.
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les de estabilidad y permanencia, lo cual lleva a tratar de conceptualizar de los intereses de clase, pueden tener catexis reformistas o perfecta-
un poder descentrado. Finalmente, los sistemas de poder no suponen mente reaccionarias al nivel del deseo”1020. Ya no se trata del problema
la prioridad del todo frente a las partes, lo que conduce a un intento de de la alienación y la ideología, que suponen una concepción del sujeto
comprender cómo se componen y articulan las fuerzas diferentes. identificado con la conciencia. Se trata de la codificación de los deseos,
de una política de lo inconciente en todos sus niveles o dimensiones.
4. 4. Postulado de la esencia o del atributo “El capitalismo –agrega Guattari- explota la fuerza de trabajo de la clase
obrera, manipula para su beneficio los soportes de la producción, pero
Por el cual el poder “cualifi­caría a aquellos que lo poseen (dominan- se insinúa igualmente en la economía deseante de los explotados. La lucha
tes) distinguiéndolos de aquellos sobre los que se ejerce (dominados). revolu­cionaria no podría circunscribirse solamente al nivel de las rela-
El poder carece de esencia, es operatorio. No es atributo, sino relación1018: ciones de fuerza aparentes. Debe desarrollarse igualmente en todos los
la relación de poder es el conjunto de relaciones de fuerzas, que pasa niveles de la economía deseante contaminados por el capitalismo (en el
tanto por las fuerzas dominadas como por las fuerzas dominan­tes: las nivel del individuo, de la pareja, de la familia, de la escuela, del grupo
dos constituyen singularidades”1019. El abandono de este postu­lado militante, de la locura, de las prisiones,...)”1021.
permite comprender fenómenos, tales como el fascismo o el nazis­mo,
que eran difícilmente conceptualizables a partir de los supuestos mar- 4. 5. Postulado de la modalidad
xistas tradicionales. Tal vez haya sido Gramsci, quien más se acercó a la
superación de este postulado, a partir de sus conceptos de ‘hegemo­nía’ Por el cual el poder tendría dos modalida­des alternativas o com-
y ‘bloque histórico’. Pero, la conceptualización marxiana de las ‘clases plementarias, “actuaría a través de la violencia o de la ideología, unas
socia­les’ y de sus ‘intereses objetivos’ (según la cual el poder es detentado
por una clase dominante definida por sus intere­ses y padeci­do por una 1020
Deleuze, G., en Foucault, M., 1992: 16-7.
clase dominada con intereses contradictorios a los primeros), le impidió ¿Quién reprime el deseo? Ya los textos de Hume nos advertían: “No existe ninguna pasión
capaz de controlar nuestro deseo de interés, salvo esta misma afec­ción, y conseguimos este
avanzar más en esta dirección. control alterando su dirección” (Tratado de la naturaleza humana, Editora Nacional, Madrid,
“¿Cómo es posible que la gente que no tiene tal interés siga, abrace 1977, tomo II, p. 718). Deleuze agrega: “La reflexión es una operación de la tendencia
estrechamente el poder, pida una parcela de él? [...] Es preciso aceptar que se reprime a sí misma” (Deleuze, G., 1981, p. 39). Es el deseo mismo el que ejerce
represión sobre sí. Es la fuerza la que se opone a otra fuerza. Pero, entonces, “la socie-
y entender el grito de Reich: ¡no, las masas no fueron engañadas, en dad, toda sociedad, no es más que una forma determinada de organización del deseo,
determina­do momento desearon el fascismo! […] La naturaleza de las de organización del campo intensivo en el que circula el deseo inconsciente y, por lo
catexis de deseo sobre un cuerpo social explica por qué partidos y sindi- tanto, una cierta desorganización del proceso primario de la esquizofrenia” [...] y es por
eso que el deseo es ‘revolucionario’ [...] pone en cuestión toda forma de dominación, de
catos, que ten­drían o deberían tener catexis revolucionarias en nombre avasallamiento y de explotación. No hay dos produccio­nes: el ‘modo de producción social’
y el ‘modo de producción deseante’; la producción social es una cierta organización, una
1018
“El poder, como se ha reconocido desde hace largo tiempo, es un fenómeno de rela- cierta ‘represión’ de la producción deseante” (Pardo, J. L., Deleuze: violentar el pensamiento,
ciones, no es una cosa que alguien posea” (Easton, D., Política moderna, Ediciones Letras, Editorial Cincel, Madrid, 1990, p. 125). Cf. Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 150-1.
México, 1968, p. 149, citado por Labourdette, S., 1984, p. 31). Este último autor agrega La pregunta ‘¿cómo puede desear el deseo su propia represión?’ no ofrece una dificultad
en la página siguiente a la citada: “Consideramos que el acierto de plantear el concepto teórica real, sino muchas dificultades prácticas en cada caso. Hay deseo desde que hay
de poder como una relación social radica en señalar la naturaleza social del mismo y en el máquina o ‘cuerpo sin órganos’. Pero hay cuerpos sin órganos que parecen acartonadas
intento, generalmente fallido, de escapar a la reificación en que han incurrido numerosos envolturas vacías debido a que hemos hecho saltar demasiado rápido y con demasiada
análisis acerca del poder”. fuerza sus componentes orgánicos: ‘over-dose’. Hay cuerpos sin órganos cancerosos, fascistas,
1019
Deleuze, G., 1987: 53. Para Deleuze es necesario dejar de pensar en términos de en agujeros negros o máquinas de abolición. ¿Cómo puede el deseo desbaratar todo esto trazando
atributo o esencia porque es necesario dejar de pensar en términos de ‘substancia’, pero el plano de inmanencia o de consistencia que afronte en cada caso esos peligros?” (Deleuze,
¿es necesario igualmente desechar los conceptos de ‘potencia’ y ‘acto’? Labourdette no lo G.-Parnet, C., 1980: 163).
cree así, y afirma que “el poder es siempre una capacidad; una capacidad de lograr algo” 1021
Guattari, F., Política y psicoanálisis, Editorial Terra Nova, México, 1980, p. 11. “Guattari
puesto que “es hacer e impedir hacer; negarse a hacer y obligar o persuadir a hacer” (La- habla de los micro-fascismos que existen en un campo social sin estar necesariamente
bourdette, S., 1993: 32). centra­lizados en un determinado aparato de Estado” (G. Deleuze, 1980, p. 157.)
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veces reprimi­ría, otras engañaría o haría creer, unas veces policía y otras de Estado quedó ligado a aquella modalidad negativa del poder, por la
propaganda”1022. Ya en la temprana monografía sobre Hume, Deleuze cual se le veía como a un monstruo (Le­viatán) que debe ser reducido a
advertía que la interpretación hobbesiana del poder como una fuerza su mínima expresión para que realice unas funciones estrictamente ne-
esencialmente represiva resultaba necesariamente del supuesto egoísmo cesarias (garantizar la seguridad de la vida y la propiedad). En las teorías
inherente a la naturaleza humana. Para que la sociedad sea posible, los liberales la positividad del poder se desplaza hacia la iniciativa privada.
egoísmos deben limitarse, reprimirse (contrato, del que surge el Estado, En el marxis­mo determinista también se señalan las dos dimensiones
la ley, la moral y la justicia). “Respecto de las simpatías, el asunto cam- (negativa y positiva) del poder como fuerza productiva: las relaciones de
bia: hay que integrarlas, e integrarlas en una totali­dad positiva. Lo que producción se convierten (en un determinado momento del desarrollo
Hume les reprocha precisamente a las teorías del contrato es: presentar- histórico) en trabas (negativo) para el desarrollo de las fuerzas produc-
nos una imagen abstracta y falsa de la sociedad, definir la sociedad solo tivas (positivo).
negativamente, ver en ella un conjunto de limitaciones de los egoísmos Sin embargo, si el poder es productivo y no negativo, “¿cómo puede
e intereses, en lugar de comprenderla como un sistema positivo de em- el deseo desear su propia represión, su esclavitud?, nosotros [Deleuze
presas inventadas”1023. y Guattari] respondemos que los poderes que aplastan el deseo o que
Pero el poder no es negativo o represivo sino productivo y creati- lo someten ya forman parte de los mismos agenciamientos de deseo1028:
vo1024. “El poder más que reprimir ‘produce realidad’, y más que ideo- basta con que el deseo siga esa línea, con que quede atrapado, como un
logizar, más que abstraer u ocultar, produce verdad”1025. El poder no es barco, en ese viento. No hay deseo de revolución, ni deseo de poder, ni
meramente negativo, represivo o reactivo sino activo, positivo1026. “En deseo de oprimir o de ser oprimido; revolución, opresión, poder, etc., son
realidad el poder es siempre una producción de dominación-liberación, líneas componentes actuales de un agenciamiento dado”.1029 El arte de la
según el contexto histórico y social. Una producción que incluye desde política consiste en la construcción de agenciamientos, en la articulación
la instrumentación, ‘cosificación’ y supresión de las personas y grupos de las luchas, en el establecimiento de una ‘lógica de la equivalencia’ (en
sociales hasta la construcción, emancipación, liberación, pasando por términos de Laclau y Mouffe). “Vigilar y castigar –advierte Deleuze- no
todas las instancias intermedias”1027. En las teorías liberales, el concepto cesa de mostrar que los dualismos son efectos molares o masivos que se
producen en ‘las multiplicidades’”1030.
Deleuze, G., 1987: 54.
1022

1023
Deleuze, G., Empirismo y subjetividad, traducción de Hugo Acevedo, Editorial Gedisa, 4. 6. Postulado de la legalidad
Barcelona, 2a. edición, 1981, p. 33.
1024
“La política no es el terreno de la representación de un pueblo (y por lo tanto
no circula principalmente en torno a las cuestiones de la ‘justicia’ y ‘verdad’), Por el cual el poder del Estado se expresa­ría en la ley (impuesta por
sino de su creación” (Thoburn, Nicholas, Deleuze, Marx and Politics, London-New York, los más fuertes o contratada racionalmente entre contendientes). Pero
Routledge, 2003, p. 8).
1025
Cf. Foucault, M. : 1992b, p. 198: “Hay que cesar de describir siempre los efectos de 1028
Otro término que nombra al agenciamiento es ‘deseo’. Pero el deseo no tiene que ser
poder en términos negativos: ‘excluye’, ‘reprime’, ‘rechaza’, ‘censura’, ‘abstrae’, ‘disimula’, concebido como una única relación sino como un conjunto de relaciones articuladas.
‘oculta’. De hecho, el poder produce; produce realidad; produce ámbitos de objetos y ri- Tampoco hay que pensar el deseo como algo natural, dado, sino algo que se construye,
tuales de verdad. El individuo y el conocimiento que de él se puede obtener corresponden algo que se hace, que se produce. En la dialéctica del amo y el esclavo Hegel había mos-
a esta producción”. Cf. Labourdette, S., Política y poder, Buenos Aires, AZ Editora, 1993, trado que el deseo humano no es nada natural sino deseo de reconocimiento. No se desea
p. 30, y Labourdette, S., El poder. Hacia una teoría sistemática, Buenos Aires, Editorial de un objeto o una cosa sino otro deseo. El deseo humano es deseo de un deseo, es deseo
Belgrano, 1984. de reconocimiento. El deseo es constitutivamente humano. El psicoanálisis también ha
1026
Umberto Eco sostiene que la noción de poder en Foucault presenta dos características: mostrado que no hay nada natural en el deseo, que la pulsión, a diferencia del instinto,
“en primer lugar, el poder no solo es represión e interdicción, sino también incitación al no tiene objeto natural que lo satisfaga. Deseo perverso polimorfo.
discurso y producción de saber; en segundo lugar, y como señala también Barthes, el poder 1029
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 150. Cf. Deleuze, G.-Guattari, F., 1988, p. 219: “Nada
no es uno, no es macizo, no es un proceso unidireccional entre una entidad que ordena y mejor que el microfascismo para dar respuesta a la pregunta global: ¿por qué el deseo desea
sus propios súbditos” (Eco, U., 1986: 339). su propia represión, cómo puede desear su represión?”
1027
Labourdette, S., 1993: 45. 1030
Deleuze, G., 1987: 113.
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Foucault muestra que “la ley es una gestión de los ilegalismos, unos política, por tanto, queda como un fenómeno extraño sin motivación,
que permite, hace posible o inventa como privilegio de la clase domi- casi reactiva (Deleuze, G., (1997d) ‘Desire and pleasure’, trans. D. W.
nante, otros que tolera como compensación de las clases dominadas, Smith, in A. I. Davidson (ed.), Foucault and his Interlocutors, London:
o que incluso hace que sirvan a la clase dominante, otros, por último, University of Chicago Press, p. 188). Es cierto que para Foucault
que prohíbe, aísla y toma como objeto, pero también como medio de (Foucault, M., (1982) ‘The subject and power’, trans. L. Sawyer, in
dominación”1031. Es decir, la ley y el derecho no hacen sino expresar el H. L. Dreyfus and P. Rabinow, Michel Foucault: Beyond Structuralism
orden correspondiente a las fuerzas dominantes o hegemónicas en un and Hermeneutics, Brighton: Harvester.1982), la resistencia se sitúa en
sistema dado. El abandono del postulado de la legalidad supone la in- el corazón del poder, pero en él es siempre funcional a las configu-
versión de la definición de von Clausewitz: la política es la continuación raciones del poder.1036
de la guerra por otros medios, porque “la ley no es ni un estado de paz Para Deleuze, el mismo Foucault había superado la noción de ‘resis-
ni el resultado de una guerra ganada: es la guerra, la estrategia de esa tencia’ a partir de la Voluntad de saber, pues entrevió que se trataba de
guerra en acto”1032. un mal modelo para la política.1037 En gran medida estas divergencias
Deleuze destaca la importancia de la concepción foucaultiana del se derivan de la novedad de los conceptos que Foucault utiliza, del
poder, subrayando tres avances significativos: 1. Es una concepción nove- sentido completamente nuevo que le da a conceptos como ‘relaciones
dosa del poder, que avanza no solo más allá de los clásicos sino también de fuerza’, ‘verdad’ o ‘placeres’, pero que no se han desarrollado sufi-
de las teorías del liberalismo y del marxismo. 2. Supera la dualidad de cientemente1038.
las formaciones discursivas y no-discursivas en las investigaciones ante- Por mi parte, yo diría: una sociedad, un campo social no se contradice,
riores del mismo Foucault. 3. Establece claramente que los dispositivos pero lo primero es que extiende líneas de fuga desde todas partes,
de poder no funcionan por represión ni por ideología.1033 No obstante, primero son las líneas de fuga (aunque ‘primero’ no es cronológico).
Deleuze diverge del planteo foucaultiano en dos puntos centrales: 1. Lejos de estar fuera del campo social o de salir de él, las líneas de fuga
Por un lado, su planteo se centra alrededor de la tesis de la primacía constituyen el rizoma o la cartografía. Las líneas de fuga son casi lo
de los agenciamientos de deseo1034 (en lugar del concepto de poder, que mismo que los movimientos de desterritorialización: no implican nin-
resulta todavía equívoco1035). 2. Por otro lado, acentúa la centralidad de gún retorno a la naturaleza, son puntas de desterritorialización en las
las líneas de fuga en la constitución de los agenciamientos, quitando a las disposiciones de deseo. (…) Las líneas de fuga no son necesariamente
resistencias de su lugar subordinado o reactivo. ‘revolucionarias’, al contrario, pero los dispositivos de poder quieren
En Foucault, por otro lado, dado que los dispositivos de poder son taponarlas, amarrarlas. (…) La estrategia será secundaria en relación
primarios, y no parece haber ningún equivalente de la línea de fuga a las líneas de fuga, a sus combinaciones, a sus orientaciones, a sus
en su trabajo, la política solo puede ser una ‘resistencia’ al poder. La convergencias o divergencias. Una vez más encuentro ahí la primacía
del deseo…1039.
1031
Deleuze, G., 1987: 55-6.
1032
Deleuze, G., 1987:56.
1033
Cf. Deleuze, Gilles, “Deseo y placer”, Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura,
Traducido por Javier Sáez, Barcelona, nº 23, 1995, p. 12. 1036
Thoburn, Nicholas, Deleuze, Marx and Politics, London-New York, Routledge, 2003,
1034
“…vista mi primacía del deseo sobre el poder…” Cf. Deleuze, Gilles, “Deseo y placer”, p. 42.
Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura, Traducido por Javier Sáez, Barcelona, nº
23, 1995, p. 15.
1037
Cf. Thoburn, Nicholas, Deleuze, Marx and Politics, London-New York, Routledge,
2003, p. 43.
1035
“Pero evidentemente para los dispositivos de poder no tengo la actitud firme de
Michel [Foucault], desemboco en lo vago, visto el estatuto ambiguo que tienen para mí:
1038
Cf. Deleuze, Gilles, “Deseo y placer”, Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura,
en Vigilar y castigar, Michel [Foucault] dice que normalizan y disciplinan; yo diría que Traducido por Javier Sáez, Barcelona, nº 23, 1995, p. 17.
codifican y re–territorializan” (Deleuze, Gilles, “Deseo y placer”, Archipiélago. Cuadernos 1039
Deleuze, Gilles, “Deseo y placer”, Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura,
de crítica de la cultura, Traducido por Javier Sáez, Barcelona, nº 23, 1995, p. 15). Traducido por Javier Sáez, Barcelona, nº 23, 1995, p. 17.
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“La problemática del poder sigue estando en manos reduccionistas, La teoría del poder en Foucault debe ser desarrollada y completada
ya sea desde una perspectiva ‘ideologista’ o desde una ‘juridicista’”1040. con una teoría de los agenciamientos de deseo. A ello dedicaremos el
Las conceptualizaciones de la represión y la ideología “no explican apartado siguiente.
nada, sino que suponen siempre un agenciamiento1041 [ensamblaje] o
‘dispositivo’ o configuración1042 en el que actúan. Deleuze caracteriza a
5. Políticas de afectos y agenciamientos del deseo
los dispositivos por los siguientes rasgos: (1) Es una multiplicidad, un
conjunto multilineal, donde las líneas que lo componen siguen direc- Claire Colebrook1044 señala que la filosofía política deleuzeana no
ciones diferentes, unas se acercan a unas y se alejan de otras, sometidas debe confundirse con una crítica de la ideología porque no se propone
a variaciones de dirección, forman procesos siempre en desequilibrio. (2) denunciar el engaño del Estado o de sus aparatos. El problema no es
Los dispositivos son máquinas para hacer ver y para hacer hablar (curvas que la ideología engañe a los sujetos sociales acerca de sus verdaderos
de visibilidad y curvas de enunciación). (3) Un dispositivo implica líneas intereses, sino que los verdaderos placeres de una sociedad (lo que co-
de fuerza, que se producen en toda relación de un punto a otro y pasan memos, cómo nos movemos, las comodidades que deseamos, el mismo
por todos los lugares de un dispositivo. El poder es la tercera dimensión deseo de comodidad) están codificados políticamente (por el Estado o por
de todo dispositivo (variable en cada dispositivo): es una línea invisible e el capital). Es el mismo deseo y afecto1045 (no lo que significa) lo que es
indecible. (4) Cuando la fuerza, en lugar de entrar en relación lineal con político. En la procesión del viernes santo –ejemplifica Colebrook-, sen-
otra fuerza, se vuelve sobre sí misma, se ejerce sobre sí misma o se afecta timos la pena, el sufrimiento, el duelo, la melancolía y la elevación. Es un
ella misma, encontramos una línea de subjetivación. Es la producción de acontecimiento político. No son políticos los efectos sino el acontecimiento
subjetividad. Esta línea debe hacerse en la medida que el dispositivo lo mismo y los afectos que se producen. “La política –agrega- reside en la
deje o lo haga posible1043. relación entre la imagen y los que la perciben, el investimiento de deseo
1040
Labourdette, S., 1993: 28. en afecto. El acontecimiento produce el grupo a través de una organización
1041
“Lo que nosotros llamamos agenciamiento es precisamente una multiplicidad”. y codificación de intensidades”,1046 políticas de afecto. Para Deleuze y
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 149. “...desde el momento en que existe ese tipo de mul-
tiplicidad, lo que aparece es política, micro-política” (Idem, p. 22).
Guattari la historia de la política es la historia de la codificación de los
1042.
“El campo de las luchas culturales tiene un rol funda­mental en la construc­ción de afectos y las intensidades1047. En el capitalismo hay un investimiento polí-
las identidades políticas. La hegemonía no es un tipo de articulación limitada al campo
de lo político en su sentido estrecho, sino que implica la construcción de una cultura “La ‘formación’ es el ‘dispositivo de poder’ principal de la ‘realidad’ pues configura en
nueva -y esto afecta todos los niveles donde los seres humanos modelan su identidad una proyección de poder tanto expansiva como defensiva todos los componentes: nivel
y sus relaciones con el mundo (la sexuali­dad, la construcción de lo privado, las formas simbólico, praxis, recursos y tecnología, sectores sociales y organizaciones. La ‘forma-
de entreteni­miento, el placer estético, etc.). Concebida en este sentido, la hegemonía ción’ es el poder sociopolítico de la realidad...”. […] “La “formación” [sociopolítica] es
no es, por supuesto, la hegemonía de un partido o de un sujeto, sino de un conjun­to el “dispositivo de poder” global de la realidad o “realidad”. Es el “dispositivo” que la
vasto de opera­ciones e intervenciones diferentes que cristalizan, sin embargo, en una realidad emplea para mantenerse, reproducirse, expandirse o defenderse. La “formación”
cierta configuración –en lo que Foucault llama dispositivo. Y en el área donde los mass activa políticamente a la realidad para operar en la sociedad de la que forma parte”
media juegan un rol capital en la formación de las identidades culturales, toda ofensiva (Labourdette, S., 1993: 11 y 67).
hegemónica debe incluir, como uno de sus elementos centrales, una estrategia que les 1044
En este punto seguimos el texto de Colebrook. Cf. Colebrook, Claire, Understanding
concierna.” (E. Laclau, Strategies, N°1, pp. 21-2.) Deleuze, Australia, Allen & Unwin, 2002, Capítulo 2, Micropolítica, pp. 46 ss.
1043
“Los dispositivos tienen, pues, como componentes líneas de visibilidad, de enuncia- 1045
El afecto no es pasivo o receptivo. Es una capacidad activa. Es todo aquello de lo que
ción, líneas de fuerzas, líneas de subjetivación, líneas de ruptura, de fisura, de fractura somos capaces. Somos capaces de recibir, de ser afectados, pero también de dar, de actuar,
que se entrecruzan y se mezclan mientras unas suscitan otras a través de variaciones de afectar. Los afectos activan y reactivan las fuerzas: no son los inventos tecnológicos
o hasta de mutaciones de disposición” (Deleuze, G., “¿Qué es un dispositivo?”, en VV. los que crean las nuevas formas de vida sino que son las nuevas formas de vida las que
AA., Michel Foucault, filósofo, traducción de A. Bixio, Barcelona, Editorial Gedisa, 1990, crean las herramientas que necesitan para funcionar.
pp. 157-58).
“El principal mecanismo de poder lo hemos denominado ‘formación sociopolítica’. La
1046
Colebrook, Claire, 2002: 46.
‘formación’ es la proyección política de cada ‘realidad’ hacia el conjunto social, hacia el 1047
“Las pasiones son efectuaciones de deseo que difieren según el agenciamiento: no
resto de las ‘realidades’.” es la misma justicia, ni la misma crueldad, ni la misma piedad, etc.” (Deleuze, Gilles-
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tico en imágenes que sostienen el código social. Interesa la producción impersonal del capital, pero lo que se reprime en el capitalismo no es la
de deseos que pasan directamente a la organización social. Deseamos individualidad humana1053. Al contrario, es la idea del hombre individual
los colores, las texturas de las imágenes, los afectos. “Lo que queremos la que reprime la diferencia caótica, inhumana, dinámica. El capitalismo y
destacar es que ninguna subversión real del sistema social acontece si no el psicoanálisis explican el deseo desde el individuo, pero el individuo es
es en base a un cambio en el modo de percibir, de sentir, de afectar y de el resultado de una homogenización y de una reducción de la diferencia.
ser afectado”1048. El deseo inviste intensidades1049. Las imágenes mismas son El concepto mismo de individuo se ha vuelto represivo y reaccionario.
la máquina de la organización social. El capitalismo se caracteriza por ¿Quién o qué, entonces, podría enfrentar esta mutación del capi-
investimientos decodificantes. Se ven todos los objetos como representa- talismo? Deleuze confía en el encuentro del pueblo y las minorías, en
tivos de un valor general que actúa como decodificador. No importa qué la ‘fabulación’1054 común del pueblo y el arte1055. No existe un sujeto ya
se cree o qué se desea sino que la forma del deseo pueda ser canalizada constituido que pueda llevar adelante la transformación de la sociedad1056,
en un flujo de valor general. Todos los bienes son reductibles a capital. aunque pueden producirse acontecimientos (“incluso muy pequeños, que
Todas las diferencias son diferencias de dos flujos homogéneos equiva- escapen del control o que den lugar a nuevos espacios-tiempo”1057), que
lentes: capital y hombre. El capitalismo inmanentiza la trascendencia del
código, hace que se lo apropie1050. La diferencia se sujeta a un axioma, a un
que mira hacia lo divino inmanente” (Ibid. p. 223). (Castellanos Rodríguez, B., La crítica
medio homogéneo a través del cual toda diferencia es una diferencia de de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto de un deseo políticamente constituyente, tesis doctoral,
grado de lo mismo. Se puede ser multicultural y promover la proliferación Uned, 2011, disponible en: http://e-spacio.uned.es:8080/fedora/get/tesisuned:Filosofia-
de las diferencias como la tolerancia hacia todas ellas, pero todos somos Bcastellanos/Documento.pdf)
humanos. Se puede pertenecer a distintos partidos o ideologías, pero
1053
Por el contrario, como ha mostrado Foucault, el poder produce individuos: “De hecho,
el poder produce; produce realidad; produce ámbitos de objetos y rituales de verdad. El
todos vendemos fuerza de trabajo. El capitalismo controla las diferencias individuo y el conocimiento que de él se puede obtener corresponden a esta producción”
directamente, económicamente. (Foucault, M., Vigilar y castigar, Buenos Aires, Siglo XXI, 1976, p. 198.
En el capitalismo la diferencia1051 es localizada dentro del sistema de 1054
El concepto de fabulación es utilizado por Bergson, a quien remite Deleuze.
intercambio (economía) con el ‘hombre’ o ser humano individual como 1055
“Lo verdaderamente importante no es, en este caso, que en la cura sea el esquizoa-
agente de trabajo: uniforme, cuantificable e intercambiable. La diferencia nálisis el que lleve la palabra rectora, sino que el mismo exija la presencia de un ‘agente
de enunciación colectiva’. Probablemente la progresiva relativización de la pulsión de
se reduce a diferencia interna, a diferencia dentro del sistema en el que muerte por parte de Deleuze fuese en dirección a construir ese sujeto de la enunciación
estamos1052. Se critica al capitalismo porque aliena al sujeto en el sistema colectiva que el Mayo del 68 ha dejado pendiente. Por este sesgo, Deleuze y Guattari
podrán hablar entonces de cosas tales como ‘catexis libidinales revolucionarias’ y ‘agentes
Guattari, Félix, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, traducción de José Vázquez Pérez, colectivos de enunciación’, encontrando el esquizoanálisis obviamente su punto ideal de
Valencia, Editorial Pre-Textos, 1988, p. 402). aplicación en los grupos. Este sujeto de la enunciación permitirá organizar un campo social
1048
Castellanos Rodríguez, B., La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto de un deseo del deseo en donde el esquizofrénico singular, en tanto irreductible a una enunciación
políticamente constituyente, tesis doctoral, Uned, 2011, disponible en: http://e-spacio. colectiva, ha intentado algo y ha fracasado, pues el esquizofrénico clínico ha evitado el
uned.es:8080/fedora/get/tesisuned:Filosofia-Bcastellanos/Documento.pdf. proceso revolucionario. En definitiva, se puede captar el programa del Antiedipo referido a
esquizofrenizar al psicoanálisis, o incluso a salvar a Lacan de la torpeza de sus discípulos,
1049
Colebrook, Claire, 2002: 48. como un intento de construir un nuevo sujeto de la enunciación, un agente colectivo de
1050
Esto es lo que Foucault llama ‘normalización disciplinaria’. la enunciación” (León, E. A., “Gilles Deleuze y el psicoanálisis”, Revista A parte rei, mayo
1051
Puede entenderse la diferencia como la novedad, como la producción de lo nuevo. de 2011, disponible en: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/leon75.pdf).
1052
“A nivel filosófico, hablar de postmodernidad implica tener en cuenta y encargarse
1056
“Ya no disponemos de la imagen del proletario al que le era suficiente tomar con-
del pensamiento de la Diferencia. Un pensar tal es un pensar de la multiplicidad, de la ciencia” (Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 17; Deleuze, G.,
apertura, de la inconclusión, que se enfrenta al dogmatismo de la exclusión del Otro 1992: 270).
legitimando instancias inmutables, pero también al nihilismo relativista bajo el que todo 1057
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 18; Deleuze, G.,
es indiferentemente lo mismo” (T. Oñate: Materiales de ontología estética y hermenéutica. 1992: 276. Foucault había mostrado que el poder disciplinario o panoptismo se basa
Los hijos de Nietzsche en la postmodernidad I, Madrid, Dykinson, 2009, pp. 90-91). “El en una marcación precisa del espacio-tiempo en las instituciones disciplinarias: “En las
pensamiento de la diferencia conlleva una cultura popular que reivindica la fiesta y el escuelas, los individuos no hacen cualquier cosa, en cualquier momento, en cualquier
derecho de todos a la felicidad y al saber, el cuidado de la Tierra y la actividad noética lugar. Los espacios son cuidadosamente delimitados, el tiempo es marcado por un cro-
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abran nuevas oportunidades y pueden surgir procesos de subjetivación1058 tratificados— a fin de converger (consistencia) artificialmente y
que escapen a “los saberes constituidos y a los poderes dominantes”1059. naturalmente: un agenciamiento, en ese sentido, es una verdadera
Ya no existe el proletariado en el que confiaba Marx, ni se puede apelar invención1063.
a un sujeto que, como Foucault ha mostrado, está siempre constituido
por el poder. De allí que el saber de la política deba atender a los acon- La teoría del agenciamiento/ensamblaje1064 se propone como un
tecimientos singulares, “a nivel de cada tentativa”, en las que habrá que modo de pensamiento alternativo al de la historia de la filosofía y al de
evaluar “la capacidad de resistencia o, por el contrario, la sumisión a un la metafísica. Los últimos productos de esta historia son los obstáculos
control”1060. Deleuze llama micropolítica o cartografía o diagramatismo más resistentes que impiden pensar de otro modo, imposibilitando la
a este tipo de análisis1061. Pero antes de desarrollar estos conceptos es comprensión de la realidad como ensamblajes. Estos obstáculos son el
necesario delimitar el concepto de agenciamiento. organicismo, la dialéctica y el estructuralismo.
Estas teorías conciben a la realidad como un todo orgánico, cuyas
partes trabajan en armonía para beneficio del conjunto como los órganos
6. La teoría de los agenciamientos/ensablajes en el cuerpo. En su versión más sofisticada estas teorías afirman que las
¿Qué es un agenciamiento? Es una multiplicidad que comporta
relaciones entre las partes y el conjunto constituyen una totalidad sin
muchos términos heterogéneos, y que establece conexiones,
fisuras o desarrollan una unidad orgánica. La tesis básica de estas teo-
relaciones entre ellos, a través de edades, de sexos, de reinos –de
rías afirma que las totalidades se integran por relaciones de interioridad,
naturalezas diferentes. Además, la única unidad del agenciamiento
según las cuales las partes dependen del todo, están constituidas desde
es la del co-funcionamiento1062.
la totalidad que las fundamenta y no pueden ser autosubsistentes. Desde
esta perspectiva, el todo (orgánico, dialéctico o estructural) no sería un
Llamaremos agenciamiento a todo conjunto de singularidades y
mero agregado de partes, ni una suma de elementos, ni una composición
de rasgos extraídos del flujo —seleccionados, organizados, es-
o mezcla. Un todo es la estricta interrelación entre las partes (relaciones

nograma preciso” (Kohan, Walter, Infancia. Entre educación y filosofía, Barcelona, Laertes,
2004, p. 91).
1058
Deleuze desconfía del concepto de subjetivación (utilizado por Negri) porque con- 1063
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 408.
sidera que está demasiado contaminado por la concepción del sujeto moderno (“una 1064
Deleuze utiliza el término francés agencement, que suele traducirse (literalmente) por
instancia dotada de deberes, poder y saber”). Negri piensa, por su parte, que “la única agenciamiento (castellano) y por assemblage (inglés). Del inglés se deriva la traducción
manera de pensar la política para Deleuze sería pensarla como englobando todos los como ensamblaje o ensamble (musical). Otras traducciones posibles son: composición
procesos de subjetivación. Procesos de subjetivación que son individuales, colectivos, (musical o literaria), articulación (como en la teoría política de Laclau) y bricolage. Vera
que viven siempre en el interior de una complejidad productiva e interaccionante. Y eso Waksman traduce agencement por ordenamiento (Badiou, A., El concepto de modelo, Buenos
es lo político. Lo político es el momento más alto de la ética. Lo político, en Deleuze, es Aires, La bestia equilátera, 2009, p. 31) y Javier Sáez lo traduce por disposiciones (Deleuze,
la capacidad de afirmar la singularidad en tanto que absoluta” ((López Petit, S., Deleuze Gilles, “Deseo y placer”, Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura, Traducido por
y la política. Entrevista a Toni Negri, Revista Archipiélago, Número 17, enero de 1994). Javier Sáez, Barcelona, nº 23, 1995). Utilizaremos la traducción más difundida que es
1059
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 18; Deleuze, G., agenciamiento y le agregaremos la alternativa ensamblaje para enriquecer el significado,
1992: 275. dando idea de conjunción y síntesis. Se trata de una conjunción de elementos heterogé-
1060
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 18; Deleuze, G., neos como en el collage, a diferencia de una totalidad, de un sistema o de una estructura,
1992: 276. que reúnen en conjunto homogéneo los diferentes momentos o partes. En el ensamblaje
no hay una unidad estructural, ni funcional, ni temática, ni teleológica, ni orgánica. Los
1061
“No hemos abandonado la concepción de la filosofía como violencia capaz de trans- ensamblajes se definen según dos dimensiones o ejes. Un eje define los roles variables de
formar el mundo” –escribe Belén Castellanos Rodríguez desde la perspectiva de Deleuze. los componentes (los que van desde la materia en un extremo hasta los componentes
(Castellanos Rodríguez, B., La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto de un deseo expresivos en el otro extremo –y sus respectivas mezclas-). Según el segundo eje o di-
políticamente constituyente, tesis doctoral, Uned, 2011, disponible en: http://e-spacio. mensión, el ensamblaje se define por los procesos variables (velocidad y lentitud) de los
uned.es:8080/fedora/get/tesisuned:Filosofia-Bcastellanos/Documento.pdf) componentes agenciados, tendiendo unos a estabilizar el conjunto (incrementando la
1062
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 79. homogeneidad interna) y los otros a desestabilizarlo.
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de interioridad)1065. Cuestionar la tesis de las relaciones de interioridad los componentes (los que van desde la materia en un extremo hasta los
supone discutir las concepciones substancialistas y esencialistas en las componentes expresivos en el otro extremo –y sus respectivas mezclas-).
que la realidad elemental es lo que es en sí mismo y por sí mismo (subs- Según el eje contenido/expresión, un agenciamiento comprende en su
tancia), lo que se define por ciertas propiedades (esencia). La crítica de heterogeneidad, tanto estados de cosas, estados de cuerpos (agenciamien-
estas concepciones requiere distinguir entre propiedades esenciales y la tos de efectuación) como regímenes de enunciados (agenciamientos de
potencia para interactuar, para co-funcionar1066. Mientras que las propie- enunciación), tanto cosas como pala­bras1069. Un ejemplo del componente
dades están dadas y se pueden enumerar en una lista completa/cerrada, material o contenido: en una conversación cara a cara, que es un tipo de
las potencias no están dadas y su lista es siempre incompleta porque ensamblaje social, se requieren componentes materiales como son los
no se puede prever cómo una totalidad vaya a ser afectada por, o cómo cuerpos de los interlocutores orientados uno hacia el otro. También las
afecte a otras totalidades. De esta manera, una parte puede separarse del redes interpersonales y las organizaciones jerárquicas, que son otros tipos
todo sin perder su identidad y puede igualmente componerse con otros de ensamblajes sociales, requieren componentes materiales, los cuales no
conjuntos dando lugar a nuevos agenciamientos/ensamblajes. se reducen a las personas sino que también incluyen los edificios, los luga-
El agenciamiento/ensamblaje es una totalidad caracterizada por res, las herramientas, los alimentos o el trabajo. Ejemplos de componentes
una relación de exterioridad entre las partes, en la que una parte puede expresivos son, por supuesto, lo lingüístico y lo simbólico, pero también
separarse y componer otra totalidad. Hay una cierta autonomía de los la expresión corporal que no es lingüística, o el tono de la conversación
términos relacionados. La totalidad ensamblada es un agregado produ- o la elección del tema, o la solidaridad entre los miembros.
cido por el ejercicio efectivo de la potencia para interactuar y no por
las propiedades que no pueden explicar las nuevas relaciones. Mientras
que en una totalidad orgánica las relaciones son lógicamente necesarias
(pensadas), en la teoría del ensamblaje las relaciones son contingentemen-
te obligatorias (empíricas)1067. Mientras que la teoría organicista se vale
de ejemplos orgánicos, la teoría de los ensamblajes utiliza otro tipo de
ejemplos como la simbiosis de las plantas y los insectos polinizadores o
un agenciamiento/ensamblaje del tipo hombre-animal-objeto manufac-
turado (hombre-caballo-estribo). el sistema de declaraciones, incluso el amor, etc.) Los enunciados no son ideología. No
Los ensamblajes se definen, además de sus relaciones de exteriori- hay ideología. Los enunciados, al igual que los estados de cosas, son piezas y engranajes
dad, según dos dimensiones o ejes1068. Un eje define los roles variables de del agenciamiento. En un agenciamiento no hay ni estructura ni superestructura. (…)
Lo único que uno hace es agenciar signos y cuerpos como piezas heterogéneas de la
1065
Una versión reciente de esta concepción en el campo de la sociología es la tesis de misma máquina. […] Un agenciamiento es siempre e indisolublemente agenciamiento
A. Giddens que sostiene la mutua constitución dialéctica entre los agentes sociales y la maquínico de efectuación y agenciamiento colectivo de enunciación. En la enunciación,
estructura. Cf. DeLanda, M., A New Philosophy of Society. Assemblage Theory and Social en la producción de enunciados, no hay sujeto, siempre hay agentes colectivos; en el con-
Complexity, New York, Continuum, 2006, p. 10. tenido del enunciado nunca se encontrarán objetos, sino estados maquínicos” (Deleuze,
G.-Parnet, C., 1980, p. 81). Cf. Deleuze, Gilles, “Deseo y placer”, Archipiélago. Cuadernos
1066
Agenciamiento = “arte de un funcionamiento” (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 72) de crítica de la cultura, Traducido por Javier Sáez, Barcelona, nº 23, 1995, p. 14.
= co-funcionamiento (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 79). “Cada cual fabrica o agencia”
(Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 90) Agenciar = producir.
1069
“Se pueden sacar algunas conclusiones generales sobre la naturaleza de los agen-
ciamientos. Según un primer eje, horizontal, un agenciamiento incluye dos segmentos,
1067
Ya se ha visto en Laclau una distinción análoga entre los momentos de una totalidad uno de contenido, otro de expresión. Por un lado es agenciamiento maquínico de cuerpos,
y los elementos, entre las relaciones necesarias y las contingentes. de acciones y de pasiones, mezcla de cuerpos que actúan los unos sobre los otros; por
1068
“Lo primero que hay en un agenciamiento es algo así como dos caras o dos cabezas otro, agenciamiento colectivo de enunciación, de actos y de enunciados, transformaciones
cuando menos. Estados de cosas, estados de cuerpos: los cuerpos penetran, se mezclan, incorporales que se atribuyen a los cuerpos. Pero, según un eje vertical orientado, el
se transmiten afectos; pero también enunciados, regímenes de enunciados: los signos se agenciamiento tiene por un lado partes territoriales o reterritorializadas, que lo estabilizan,
organizan de una nueva forma, aparecen nuevas formulaciones, un nuevo estilo para nue- y por otro, máximos de desterritorialización que lo arrastran”. (Deleuze, Gilles-Guattari,
vos gestos (los emblemas que individualizan al caballero, las fórmulas de los juramentos, Félix, 1988, p. 92. Cf. Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 81).
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ficación y segregación. Se trata de procesos sintéticos1072. Los procesos


de desterritorialización son los contrarios: procesos que desestabilizan
los límites espaciales (p. ej. las tecnologías de comunicación) o aumen-
Contenido/expresión tan la heterogeneidad interna de un ensamblaje. Se trata de procesos
analíticos.
Territorializar es marcar un territorio. Se puede entender el territorio
como una forma de vida o como un paradigma científico (Kuhn). Es
también una reformulación del concepto de estructura. Sin embargo, a
diferencia de este último, el territorio hace referencia a una estructura
abierta, a un sistema incompleto. Lo que produce la apertura del sistema
es precisamente este movimiento de desterritorialización. La desterri-
Agenciamientos/ensamblajes torialización hace que un sistema se desestabilice. Y ésta es la tarea de
Movimientos la literatura. El mundo en el que vivimos, la realidad que nos sostiene,
la estructura que nos da identidad se desdibuja, se desestabiliza como
efecto de la creación literaria. Esto es lo que le ocurre al protagonista de
Según el segundo eje o dimensión1070, el ensamblaje se define por los la novela de Melville: se encuentra en el medio del Océano persiguiendo
procesos variables (velocidad y lentitud) de los componentes agenciados, a una ballena blanca, sin saber siquiera cómo llegó hasta allí ni adónde
tendiendo unos a estabilizar el conjunto (incrementando la homogenei- le conducirá esa empresa descabellada. Todas las relaciones que hacían a
dad interna) y los otros a desestabilizarlo. Los primeros son los procesos su forma de vida (cazar ballenas para vender sus productos) se disuelven
de territorialización, los segundos procesos de desterritorialización. Las al encarar una persecución irracional y disparatada. Todo sistema tiene
líneas de territorialización o de codificación interrumpen el mo­vimiento dos movimientos complementarios: un movimiento ordenador (kosmos,
y reparten los términos fijos en oposi­ciones duales. Son toda forma de para los antiguos griegos; razón, para los modernos) al que Deleuze llama
estratos o segmentos que ponen en juego dualismos como la lógica de “territorialización”. Toma este concepto de la zoología. Algunas especies
oposiciones duales. Los segundos son las líneas de desterritorialización marcan sus territorios y se crean un ámbito al que le confieren su propio
(princi­palmente las líneas de fuga que, como variaciones in­tensivas o orden. Todos los sistemas tienen fuerzas que tienden al ordenamiento, a
moleculares, minan o escapan a las codificacio­nes binarias propias del la territorialización, a marcar relaciones, a fijarlas. Pero al mismo tiempo,
otro tipo de líneas). El mismo ensamblaje puede tener componentes todos los sistemas tienen fuerzas opuestas que tienden a desordenar,
que tiendan en una u otra dirección, incluso el mismo componente a desterritorializar, a borrar las marcas, a disolver las relaciones o a
puede articularse en procesos diferentes. Según este eje, entonces, los ponerlas en movimiento. Es lo que los antiguos griegos llamaban kaos,
agenciamientos se distinguen por la naturaleza de los movimientos que hybris, desmesura.
animan las líneas que lo componen, y que no cesan de coexistir y de El agenciamiento/ensamblaje es el elemento más simple de la realidad,
oponerse1071. La territorialización se refiere al lugar o territorio donde se el cual es siempre una multiplicidad.
da la relación, pero también hace referencia a los procesos que aumentan
la homogeneidad interna como son, por ejemplo, los procesos de clasi-
1070
“Los agenciamientos también pueden dividirse según otro eje de referencias, por
ejemplo, según los movimientos que los animan, y que los fijan o los arrastran, que fijan
o arrastran el deseo con sus estados de cosas y sus enunciados” (Deleuze, G.-Parnet, 1072
Una síntesis más compleja, complementaria de la territorialización, se posibilitó con
C., 1980, p. 82). el surgimiento de las entidades expresivas especializadas como los genes y las palabras.
1071
Cf. Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, pp. 82-83. Estos dos procesos pusieron las bases para los procesos de codificación.
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La unidad real mínima1073 es el agenciamiento/ensamblaje. Siempre en juego, en nosotros y fuera de nosotros, poblaciones, multiplici-
es un agenciamiento/ensamblaje1074 el que produce los enunciados. dades, territorios, devenires, afectos, acontecimientos. El nombre
Los enunciados no tienen como causa un sujeto que actuaría como propio no designa un sujeto, designa algo que ocurre cuando menos
sujeto de enunciación, ni tampoco se relacionan con los sujetos entre dos términos, que no son sujetos, sino agentes1077, elementos.
como sujetos de enunciado1075. El enunciado es el producto de un Los nombres propios no son nombres de personas, son nombres de
agenciamiento/ensamblaje, que siempre es colectivo1076, y que pone pueblos y de tribus, de faunas y de floras, de operaciones militares
1073
El agenciamiento conjuga elementos heterogéneos, articula elementos lingüísticos
como extra-lingüísticos, elementos formales como materiales. Sin embargo, este último
par de conceptos aristotélicos no es adecuado para comprender una realidad que no es
substancial o esencial sino relacional. Desde el punto de vista de Aristóteles, la substancia
es el fundamento o la base de las relaciones. Aquí se trata del punto de vista opuesto:
la realidad no es en última instancia substancia, sino que los términos relacionados se relaciones ni hay totalidades tan estables que no se alteren al cambiar la identidad de
definen desde la relación. Son las relaciones las que definen a los términos y no los tér- sus elementos. Hay que pensar los agenciamientos desde la relación. Son relaciones
minos los que definen las relaciones. de conveniencia (¿esto conviene o no? ¿me conviene o no me conviene?) o de doble
captura. Los agenciamientos no son relaciones de cosas sino de fuerzas, relaciones de
1074
“Un agenciamiento en su multiplicidad actúa forzosamente a la vez sobre flujos poder, dispositivos de poder –los llama Foucault. Pero no se trata del poder de algo
semióticos, flujos materiales y flujos sociales” (Deleuze, G.-Guattari, F., Rizoma, Introduc- sino que algo es el resultado del poder.
ción a Mil Mesetas, Valencia, Pre-Textos, 1988, p. 27). Un agenciamiento o rizoma es un
“principio de conexión de lo heterogéneo” (Mengue, P., 2008: 70, nota). “Crear, inventar
1077
Agenciamiento es la relación que se establece entre agentes no substanciales, no
conceptos, experimentar, es decir, agenciar” (Mengue, P., 2008: 71). individuales, no subjetivos. El agente no es un sujeto. El elemento no es un momento,
en el sentido de una etapa del proceso determinado por la totalidad. El elemento no
1075
La crítica a la noción de substancia iniciada en las proposiciones anteriores se com- está determinado por la totalidad. El momento es necesario, el elemento es contingente.
plementa ahora con una crítica del sujeto. Hegel ya señaló que la antigüedad se funda- Los elementos no están definidos por relaciones internas a la totalidad, sino que se
menta en la substancia como la modernidad lo hace en el sujeto: “Según mi modo de articulan por conveniencia. ¿Qué significa que la relación les conviene? Que potencia
ver –dice en la Fenomenología-, que deberá justificarse solamente mediante la exposición sus fuerzas, potencia sus capacidades. Lo que permite definir una substancia son
del sistema mismo, todo depende de que lo verdadero no se aprehenda y se exprese ciertas características o propiedades o esencia, en cambio, lo que permite definir a los
como sustancia, sino también y en la misma medida como sujeto”. Deleuze replantea el elementos son sus capacidades, sus fuerzas, su potencia. El problema aquí es que las
problema: no se trata de pensar la substancia (ser, naturaleza o Dios) ni tampoco el sujeto propiedades son perceptibles o manifiestas siempre, mientras que las capacidades solo
(ni la substancia-sujeto cartesiana ni el sujeto absoluto hegeliano). Se trata de pensar se manifiestan cuando se da la oportunidad. ¿Cómo se ha definido tradicionalmente
la realidad como agenciamiento/ensamblaje. Pensar la realidad como agenciamiento es al ser humano? Como una substancia pensante. La característica esencial (pensa-
ubicarse en un lugar cercano al estructuralismo, porque se trata de un tipo (atípico) de miento) no puede estar ausente si se trata de un ser humano. Podrá estar debilitada,
estructura. Se trata de estructuras que no están definidas por relaciones de interioridad o no desarrollada o distorsionada, pero no puede faltar. Si falta, no es un hombre. En
sino de exterioridad, estructuras cuyos elementos no son homogéneos sino heterogéneos, cambio, las capacidades pueden no manifestarse hasta que se dan ciertas condiciones
estructuras que no son cerradas sino abiertas. Como en el estructuralismo se trata de o circunstancias. Hay personas que tienen capacidad para la música o para la plástica
comprender el sentido. o para cocinar… y pueden ignorarlas completamente hasta que se da una oportuni-
1076
Es necesario insistir en que no hay que pensar en términos de substancias. No dad o una circunstancia. Por ejemplo, escuchan a alguien tocar el violín o van a una
hay que pensar tampoco en términos de sujetos. Finalmente, no hay que pensar en exposición de pinturas o ven a un pariente cocinar. Entonces, descubren la capacidad
términos de individuos. Los agenciamientos son siempre colectivos, relaciones, multi- en sí mismos. Algunos no encuentran esa oportunidad o cuando se presenta no están
plicidades. Las unidades atómicas tienen que ser pensadas como multiplicidades. Una preparados y se les escapa. El agenciamiento potencia y activa las capacidades de los
persona, por ejemplo, es “un haz de relaciones” –como decía Hume-, está siempre elementos agenciados. Los afectos cumplen un papel importante en ello. Pero no hay
compuesto de poblaciones heterogéneas (materiales, químicas, eléctricas, orgánicas, que entender el afecto como algo meramente pasivo (ser afectado por) sino como una
psíquicas, sociales…). En última instancia no hay átomos o individuos (sinónimos), actividad, como un impulso, como una pulsión, como una pasión. Odio, amor, etc.
hay siempre conjuntos, multiplicidades, agenciamientos/ensamblajes. Por un lado, no son meramente pasivos. No se trata solo de ‘estar enamorado’, sino de ‘amar’. Son
un in-dividuo siempre puede ser dividido. Es más propiamente un dividuo. Por otro acciones, activas, invenciones, creaciones. Son activas, agresivas –decía Nietzsche. No se
lado, los llamados individuos forman parte de agenciamientos que los contienen trata solamente de la capacidad de ser afectados sino también de la capacidad de actuar.
como partes (tribus, barrios, pueblos, imperios). Ni los individuos ni las relaciones Agente, agenciamiento. No sujeto. El sujeto es el ‘sujetado’ –como señala Foucault-, el
están constituidos o dados sino que son el producto de una construcción. Los agen- atado, determinado. Los afectos ponen en acción las fuerzas, las capacidades. Deleuze
ciamientos tienen que ser producidos y reproducidos. Como en el estructuralismo, pone ejemplos muy curiosos: “la araña y su tela, el piojo y el cráneo, la garrapata y un
una nueva relación cambia todas las identidades de los términos relacionados. No hay trozo de piel de mamífero”. Son animales muy simples que tienen pocas capacidades
identidades substanciales que mantengan su naturaleza aun cuando se modifiquen las con las que componen su mundo.
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o de tifones, de colectivos, de sociedades anónimas y de oficinas de El agenciamiento es un co-funcionamiento1080, es decir, un funciona-


producción1078.1079 miento conjunto, un poner juntos elementos heterogéneos. Se trata de
‘hacer funcionar’. Es un hacer y no algo meramente lingüístico. La estruc-
1078
Los nombres propios no hacen referencia a substancias, a sujetos o a individuos. Se tura se diferencia del agenciamiento pues en la primera hay homogeneidad
refieren a acontecimientos, a colectivos, a multiplicidades. En Mil mesetas, cada meseta mientras que en el segundo los elementos son heterogéneos y mantienen su
reemplaza al capítulo y se titula con una fecha que hace referencia a un acontecimien-
to. Son nombres propios, pero no de personas ni son propiedades de una substancia. heterogeneidad. El estructuralismo y el estructural-funcionalismo piensan
Nombran relaciones múltiples, heterogéneas. Tampoco se trata de géneros, de abstrac- en totalidades homogéneas mientras que el agenciamiento es un funciona-
ciones, de universales. Nombran singularidades de múltiples relaciones. No dicen que no miento conjunto de los heterogéneos. Piénsese en el caso de la avispa y la
haya personas o individuos, sino que éstos no son el fundamento sino el resultado de
los agenciamientos. Foucault lo decía de otro modo: “El poder produce los individuos”. orquídea1081 (la primera pertenece al reino animal, la segunda al vegetal) o
Los individuos no tienen poder, porque el poder no es una propiedad, algo que se ten- el caso del agenciamiento hombre-caballo-estribo1082 (el primero pertenece
ga. El poder como los agenciamientos son multiplicidades que producen, que hacen, al reino humano, el segundo al animal, el tercero al reino de la técnica).
activan. La filosofía política moderna ha pensado a las sociedades y a la política desde
la asociación de los individuos constituidos naturalmente. Hay que pensar al revés: la Las ciencias proceden distinguiendo y separando los ámbitos; explican lo
sociedad produce los individuos. El individuo no es un previo ya dado. Es un resultado, homogéneo por sus propios rasgos específicos. Es el modo substancialista
un efecto de cierto tipo de relaciones. Foucault muestra que el trabajo como esencia de pensamiento que caracteriza a la metafísica, a la historia de la filosofía,
del hombre es un producto de ciertas técnicas de poder agenciadas/ensambladas hacia
finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Saussure había mostrado algo análogo a la tradición occidental. La zoología puede definir perfectamente a la
en los sistemas de las lenguas. El sentido no está en las palabras, no es una característica avispa. La botánica puede hacer otro tanto con la orquídea. Cada una de-
de las cosas mismas, no es una naturaleza o una esencia o una substancia. El sentido es fine de acuerdo a los reinos o clases a las que pertenecen, con sus propias
el producto de las relaciones entre los signos, se definen desde la totalidad, a partir del
sistema de la lengua. Lo que ocurre con los signos en la lengua ocurre también con los
características substanciales o esenciales. Toda substancia está en relación,
individuos en las estructuras sociales o en los sistemas de poder. Un grupo de personas pero también toda substancia no es más que un conjunto de relaciones con
en una cierta relación, de enseñanza-aprendizaje por ejemplo, puede ser explicado desde cierta estabilidad. La perspectiva substancialista parte de las características
una perspectiva tradicional substancialista. En ese caso, las relaciones son el producto de
las acciones que realizan cada uno de los individuos constituidos naturalmente. Desde
esenciales a partir de las cuales se establecen las relaciones, que no dejan
una perspectiva deleuzeana no hay substancias naturalmente constituidas sino que cada de depender de la substancia. La relación es un accidente de la substancia.
uno de los elementos relacionados en un agenciamiento cambia y se redefine a partir de Las relaciones pueden variar sin que las substancias relacionadas se mo-
las relaciones. Es difícil pensar los agenciamientos/ensamblajes porque el lenguaje que difiquen. Son esos rasgos o propiedades los que dan base a las relaciones
utilizamos está construido alrededor de los sustantivos, dando centralidad a la substancia,
y degradando las relaciones y las acciones. El lenguaje aristotélico o platónico, substan- entre seres homogéneos. Pero la unidad real no es el átomo homogéneo
cialista o esencialista, nos atrapa en la metafísica y sus redes impidiéndonos agenciar. El sino el agenciamiento/ensamblaje heterogéneo. Elementos heterogéneos
individuo es un producto del agenciamiento, no el fundamento. No se trata de eliminar de reinos distintos componen relaciones nuevas, se ensamblan, se agen-
a los individuos sino de no pensar sobre un fundamento substancial/subjetual. Los ele-
mentos, átomos o individuos son relativos a los agenciamientos. En un agenciamiento cian. El agenciamiento, además, modifica, cambia, altera la identidad de
educativo, los elementos son alumnos y profesores. El mismo agenciamiento puede ser los elementos relacionados al hacerlos con-formarse. Así cada elemento
considerado desde el plano biológico y sus elementos son los cuerpos vivientes o desde deviene el otro: la orquídea deviene avispa y la avispa deviene orquídea.
el plano del poder y sus elementos son los que mandan y obedecen, etc. Una concepción
substancialista parece requerir un elemento básico, atómico, indivisible, sobre cuyo En Aristóteles, lo que ocurre con la relación substancia/accidentes, ocurre
fundamento se construye la realidad. Deleuze sigue al estructuralismo al afirmar que también con la relación materia/forma. Así como los accidentes no son
son los agenciamientos los que definen a los elementos que lo componen y sigue a la determinantes sino la substancia, así también la forma determina la ma-
geometría en el postulado de la divisibilidad infinita del espacio. No se parte de la unidad
para predicar después la división, sino que se parte de la división. No se parte del ser teria. Deleuze invierte la relación: desde su perspectiva las relaciones no
para predicar después la diferencia, sino que se parte de la diferencia. No se parte de
lo dado para predicar después el cambio, sino que se parte del devenir. No se parte de
1080
Agenciamiento = “arte de un funcionamiento” (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 72)
lo uno para predicar después lo múltiple, sino que se parte de las multiplicidades. Los = co-funcionamiento (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 79). “Cada cual fabrica o agencia”
griegos parten del kosmos, los cristianos de Dios, los modernos del sujeto. Todos parten (Deleuze, G.-Parnet, C., Diálogos: 90) Agenciar = producir.
del orden. Deleuze, por el contrario, parte del khaos. 1081
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 6.
1079
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 61. 1082
Cf. Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 79-80.
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dependen de la substancia sino las substancias de las relaciones en las que el modelo del diálogo en Platón) es en realidad monológico. Desde la
están inmersas. Así también hay que pensar las formas desde la materia perspectiva de Deleuze los mismos emisores o receptores son multipli-
y no a la inversa. La materia es ese caos infinito, ese desorden del que cidades y no substancias simples. Recupera la concepción humeana del
procede todo orden, esa potencia desde la que se actualiza toda realidad. sujeto como un haz de percepciones, un agenciamiento de impresiones
Para Aristóteles la materia no puede ser pensada ni significada porque el e ideas, de afectos, perceptos y conceptos y la concepción nietzscheana
pensamiento y el lenguaje requieren de algún orden o determinación. Para del individuo como un conjunto de pasiones en interrelación conflictiva.
Deleuze, en cambio, la materia es lo que ha quedado impensado y lo que Tampoco puede decirse que el monólogo platónico se fundamenta en
requiere del pensamiento. Hay una inversión en todos los niveles: en el el autor (Platón), porque éste no es más que el efecto de un conjunto
nivel suprasubstancial, se trata de pensar los términos (substancias) desde de relaciones que caracterizan al agenciamiento/ensamblaje de la polis
las relaciones; en el nivel infrasubstancial, se trata de pensar las formas ateniense en el siglo IV a. C.
desde la materia. La forma no es más que una solidificación (transitoria, Los agenciamientos no se definen por las propiedades sino por las fuer-
inestable) de las virtualidades o potencialidades contenidas en la materia. zas de las relaciones, por los grados de fuerza, y éstos se identifican con la
Lo real es lo virtual. Lo virtual puede sedimentar en múltiples formas. No libertad. Deleuze se inserta aquí en la tradición nietzscheana, que a su vez
se trata de una posibilidad meramente lógica, sino una posibilidad real, retoma el planteo de Hobbes, de Maquiavelo y de Tucídides1083. En esta
efectiva. Lo virtual es una capacidad, una potencia, un poder, una fuerza. línea de pensamientos Deleuze identifica al agenciamiento con el deseo.1084
No indica solamente la ausencia de contradicción como en el caso de la “Los agenciamientos son pasionales, son composiciones de deseo. El deseo
posibilidad lógica. no tiene nada que ver con una determinación natural o espontánea, solo
También es necesario diferenciar un agenciamiento de una totalidad agenciando hay deseo, agenciado, maquinado. La racionalidad, el rendi-
orgánica, que es aquella que concibe las partes del todo en una relación miento de un agenciamiento no existe sin las pasiones que pone en juego,
análoga a la que hay entre los órganos y el cuerpo viviente. Hay que dife- los deseos que lo constituyen tanto como él los constituye a ellos”1085.
renciarla igualmente de una totalidad dialéctica cuyas partes o momentos
se definen por una relación teleológica que da sentido al todo. Por último, 1083
Cf. Tucídides, Historia de las guerras del Peloponeso, Barcelona, Ediciones Orbis, 1986,
hay que diferenciar un agenciamiento de una totalidad estructural cuyos libro V, capítulo XI. La hegemonía de lo uno parece dejar solo una alternativa binaria:
someterse o sucumbir. Tal es el planteo de los atenienses a los delegados de Melos y
elementos se definen por relaciones diferenciales de oposición. Todos la opción que el presidente norteamericano George W. Bush presenta a los pueblos de
estos sistemas se caracterizan por la homogeneidad de los elementos Afganistan, Irak, Irán, etc. Tal es también el planteo del capitalista que ofrece ciertas
que los componen. En ellos el todo define o determina a las partes o los condiciones de trabajo al obrero (sometimiento, explotación) o la alternativa de morirse
de hambre (sucumbir). Ésta es la tradición de la metafísica, de la historia de la filosofía y
momentos, que no tienen substancialidad por sí mismos. El agenciamien- también de la filosofía política que remite toda realidad a un único fundamento o arjé, del
to, en cambio, se compone de elementos heterogéneos, lo que permite cual todo depende y al cual todo se subordina. Deleuze nunca parte de lo uno, sino de
pensar en una totalidad abierta. Un ensamblaje nunca está cerrado, ni lo múltiple, nunca parte del fundamento sino del agenciamiento, no entiende la libertad
como una propiedad sino como una fuerza o como un agenciamiento de fuerzas.
puede realizarse “plenamente” en el sentido aristotélico o hegeliano. Los 1084
“¿Cómo negar al agenciamiento/ensamblaje el nombre que le corresponde: ‘deseo’?”
elementos de un ensamblaje se relacionan por conveniencia. (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980, p. 80). Otro término que nombra al agenciamiento es ‘deseo’.
La unidad última no es un fundamento último sino una relación. Pero el deseo no tiene que ser concebido como una única relación sino como un conjunto
Toda relación supone al menos dos términos y dos sentidos. Una rela- de relaciones articuladas. Tampoco hay que pensar el deseo como algo natural, dado, sino
algo que se construye, algo que se hace, que se produce. En la dialéctica del amo y el esclavo
ción es siempre una multiplicidad. Considérese el modelo que Saussure Hegel había mostrado que el deseo humano no es nada natural sino deseo de reconoci-
ofrece de la comunicación: no se trata de un emisor y un receptor sino miento. No se desea un objeto o una cosa sino otro deseo. El deseo humano es deseo de un
siempre de dos emisores y dos receptores, por lo menos. Además, la deseo, es deseo de reconocimiento. El deseo es constitutivamente humano. El psicoanálisis
también ha mostrado que no hay nada natural en el deseo, que la pulsión, a diferencia del
comunicación sigue al menos dos sentidos: del primer emisor al otro instinto, no tiene objeto natural que lo satisfaga. Deseo perverso polimorfo.
que recibe el mensaje y del segundo emisor al primero, que a su turno 1085
Deleuze, G.-Guattari, F., Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, Valencia, Editorial
recibe el mensaje. El modelo de la comunicación de Saussure (como Pre-Textos, 1988, p. 401.
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7. Micropolítica y cartografía1086 (1) Las líneas de segmentariedad dura, sedentarias, son “todo tipo de
segmentos bien determinados”, como los moldes institucionales que analiza
La pragmática o micropolítica consiste únicamente en preguntar: Foucault en el panoptismo: familia, escuela, reformatorio, ejército, fábrica,
“¿cuáles son tus líneas, individuo o grupo, y qué riesgos conlleva cada hospital. Son segmentos que se superponen o que se continúan unos a
una?”1087. Deleuze sostiene que el saber de las políticas es un saber que otros, formando una serie.
construye mapas, mapas compuestos de líneas. De líneas están hechos (2) Las líneas de segmentariedad flexible, migrantes, “en cierta medida
tanto los individuos como los grupos1088. Hay múltiples líneas de distinta moleculares” porque trazan desvíos, pequeñas modificaciones o cambios,
naturaleza, de distintos tipos, intensidades, velocidades, direcciones1089. franquean umbrales. Son “micro-devenires” imperceptibles a simple vista.
Estas distintas líneas podrían ser reducidas a tres tipos básicos: (1) líneas Los devenires son direcciones, orientaciones. “Escribir –dice Deleuze- es
segmentarias, de segmentariedad dura; (2) líneas de segmentariedad más un asunto de devenir, siempre inacabado, siempre en curso... [...] Devenir
flexible; (3) líneas de gravedad o de celeridad, líneas de fuga o de mayor no es alcanzar una forma (identificación, imitación, Mimesis), sino encon-
pendiente. Las líneas están imbricadas unas en otras, remiten unas a trar la zona de vecindad, de indiscernibilidad o de indiferenciación...”1092.
otras, están enmarañadas. “Más bien habría que hablar de un espacio en Estas líneas son menos rígidas, más flexibles, menos determinadas, con
el que coexisten los tres tipos de líneas totalmente enmarañadas, tribus, zonas indiscernibles o indefinibles, de tránsito o desplazamiento. Son
imperios y máquinas de guerra1090”1091. como flexibilizaciones o ablandamientos por los cuales se sale del molde
o se altera el molde.
Estos dos tipos de líneas se caracterizan porque: (a) Dependen de ‘máqui-
1086
Cf. Deleuze, G.-Guattari, F., 1988, p. 225-6 y Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 141- 66.
nas1093 binarias’, que producen un corte en un plano, por el cual producen
1087
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 162.
todo tipo de segmentos que se enfrentan y hacen chocar entre sí: varones-
1088
“Lo que nosotros denominamos de diversas maneras -esquizo-análisis, micro-política,
pragmática, diagramatismo, rizomática, cartografía- no tiene otro objeto que el estudio de mujeres, niños-adultos, blancos-negros, público-privado, adentro-afuera,
estas líneas, en los grupos o en los individuos” (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 142). buenos-malos, nativos-extranjeros, norte-sur, etc. (b) Implican diversos
1089
Lo que llamamos un “mapa” o, incluso, un “diagrama” es un conjunto de líneas di- ‘dispositivos de poder’ (complejo código-territorio), una ‘máquina abstrac-
versas que funcionan al mismo tiempo (las líneas de la mano dibujan un mapa). Hay, en ta’1094 que sobrecodifica y regula sus relaciones y el ‘aparato de Estado’ que
efecto, líneas de muy diversos tipos, en el arte y también en la sociedad o en una persona.
Hay líneas que representan cosas y otras que son abstractas. Hay líneas segmentarias y efectúa la máquina. (c) Implican un ‘plano de organización’ “que concierne
otras que carecen de segmentos. Hay líneas direccionales y líneas dimensionales. Hay a la vez a las formas y a su desarrollo, a los sujetos y a su formación”.
líneas que, sean o no abstractas, forman contornos, y hay otras que no los forman. Estas (3) Las líneas de fuga son líneas simples y abstractas, nómades, que nos
son las más hermosas. Pensamos que las líneas son los elementos constitutivos de las
cosas y de los acontecimientos. Por ello, cada cosa tiene su geografía, su cartografía, su arrastran hacia “un destino desconocido, imprevisible, no preexistente”1095.
diagrama. Lo interesante de una persona son las líneas que la componen, o las líneas
que ella compone, que toma prestadas o que crea. ¿Por qué este privilegio de la línea
sobre el plano o sobre el volumen? No hay, de hecho, privilegio alguno. Hay espacios
1092
Deleuze, G., 1993, p. 11.
correlativos de las diferentes líneas, y a la inversa (también aquí intervendrían nociones 1093
Máquina es una articulación de elementos que funciona, que produce cosas, en relación
científicas, como los “objetos fractales” de Mandelbrot). Tal o cual tipo de línea implica con un afuera, con un exterior. Una máquina no es necesariamente mecánica. Puede
tal formación espacial y voluminosa. (Deleuze, G., Conversaciones. 1972-1990, Editorial haber cuerpos-máquina, deseos-máquina, libro-máquina… cualquier articulación puede
Pre-textos, Valencia, 1992, pp. 55-56). ser una máquina cuando tiene una función, cuando sirve-para. Dado que hay que leer
1090
“Defini­mos la ‘máquina de guerra’ como un agenciamiento lineal que se construye las substancias desde las relaciones, ningún elemento (línea o fuerza) se define desde
sobre líneas de fuga. En este sentido, la máquina de guerra no tiene en modo alguno por sí, en sí o por sí, sino en relación con otros, con un exterior. Una relación, articulación
objeto la guerra; su objeto es un espacio muy especial, espacio liso, que ella compone, o conexión cualquiera modifica los elementos relacionados, los hace devenir otro. La
ocupa y propaga. El nomadismo es pre­cisamente esta combinación máquina de guerra- conexión entre la orquídea y la avispa produce un devenir avispa de la orquídea y un
espacio liso.” (Deleuze, G., Conversaciones. 1972-1990, Editorial Pre-textos, Valencia, 1992, devenir orquídea de la avispa. Para que una máquina funcione tiene que ser conectada
p. 56). Cf. Zourabichvili, F., El vocabulario de Deleuze, Traducción de Víctor Goldstein, Buenos con otra. “El libro es una pequeña máquina” (Deleuze, G.-Guattari, F., 1988: 10).
Aires, Atuel, 2007. 1094
“Agenciamiento o máquina abstracta” (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 22).
1091
Deleuze, G.-Guattari, F., 1988, p. 226. 1095
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 142.
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Es la línea de desestabilización, del azar, de la indeterminación, de la con- líneas de fuga? [...] Pero, ¿cómo se modernizaría, sea cual sea el dominio,
tingencia. “La línea de fuga es una desterritorialización”1096. una máquina de guerra, cómo conjugaría sus propios peligros fascistas frente
Estas últimas líneas se caracterizan por: (a) proceder por umbrales, cons- a los peligros totalitarios del Estado, sus propios peligros de destrucción
tituir bloques de devenir, marcar continuos de intensidad, conjugaciones de frente a la conservación del Estado? En cierto sentido es muy simple, la cosa
flujos. (b) Las máquinas abstractas correspondientes son mutantes, marcan se hace sola y a diario. El error consistiría en decir: por un lado existe un
sus mutaciones en cada umbral y en cada conjugación. (c) Implican un Estado globalizante, dueño de sus planes y que tiende sus trampas; por el
‘plano de inmanencia o de consistencia’ “que arranca partículas a las formas otro, una fuerza de resistencia que, o bien adopta la forma de Estado, con
y a los sujetos” del plano de organización, sobre el cual se construye1097. lo cual nos traiciona, o bien cae en luchas locales parciales o espontáneas,
Las dimensiones del plano cambian de acuerdo al número de conexiones que una y otra vez serán asfixiadas y derrotadas. El Estado más centralizado
que se establezcan sobre él. no es en absoluto dueño de sus planes, también es experimentador, hace
Contraponiéndose a la tradición marxista que sostiene que una sociedad inyecciones, no logra prever nada”1102. Cuando el poder es concebido como
se define por sus contradicciones1098, Deleuze afirma que son las líneas de una articulación de múltiples fuerzas variables en juego, el Estado deja
fuga las que definen a una sociedad. “Huir es producir lo real, crear vida, de pensarse como una unidad rígida y permanente, que garantiza con su
encontrar un arma”1099, no es evadirse a lo imaginario o lo irreal. Las líneas fuerza la cohesión social, constitutiva de la sociedad. Hay que replantear
de fuga tampoco son movimientos de huida fuera de lo social, no son el problema del Estado concibiéndolo como un resultado (provisorio,
ideologías ni utopías, “sino que son constitutivos del campo social, puesto que parcial, contingente) de una articulación hegemónica. La eficiencia del
trazan su pendiente y sus fronteras, es decir, todo el devenir”1100. Estado moderno, evidenciada en los últimos dos siglos, no implica que
Sin embargo, no basta con abandonar las posiciones teóricas que sea la encarnación del fin de la historia como piensa Fukuyama. ¿Son po-
buscan explicar el orden social y su fundamento, porque una vez que se sibles otras organizaciones sociales que ya no requieran del ‘monopolio de
ha desechado este objetivo, ¿cómo pensar de otra manera? ¿cómo sería la fuerza pública’? ¿Cómo podría esta organización garantizar la cohesión
posible construir relaciones sociales y políticas que no estén sostenidas en social? ¿Cómo podría conjurar los ‘microfascismos’, es decir, aquello que
un fundamento último? ¿qué tipo de organización haría posible eludir el J. S. Mill llamaba ‘tiranía de la opinión’ y que Foucault llama ‘formas de
orden y la sedimentación de las relaciones?1101 subjetividad’?
“El auténtico problema nunca ha sido ideológico, siempre ha sido de
organización: ¿es posible una organización que no se configure según el
8. Los momentos del pensamiento político deleuzeano
modelo del aparato de Estado, incluso si solo es para prefigurar el futuro
Estado? Y en caso afirmativo, ¿será acaso una máquina de guerra con sus Winston Churchill ha dicho que “la democracia es el peor de todos
los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos
1096
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 45.
restantes”. En un primer momento Deleuze parece haber sostenido el re-
1097
“El plano de organización trascendente se construye sobre el plano de inmanencia,
trabajándolo para bloquear los movimientos, fijar los afectos, organizar las formas y los verso exacto de esta tesis: cualquier sistema es mejor que el capitalismo
sujetos” (Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 150). occidental. Llega a rechazar el etnocentrismo occidental hasta tal punto
1098
También Laclau critica los intentos de definir lo social por sus contradicciones, sostenien- que parece defender cualquier forma social menos la occidental1103. In-
do que más bien son los antagonismos los que lo definen. Cf. Laclau, E., 1993: 21-44. dudablemente, este rechazo implica una reducción simplificadora de
1099
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 58. Énfasis nuestro. ¿Qué relación hay entre ‘huir’ y ‘po- la realidad que no puede explicar las complejas relaciones de las socie-
der’? Recordemos la tesis que sostenía que el poder “articula los mecanismos de producción
de la realidad” (Labourdette, S., 1993: 29-30). dades contemporáneas. Sin embargo, por su extrema simplificación,
1100
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 153. Énfasis nuestro. Análogamente, Laclau y Mouffe sacude la aceptación igualmente simplista y reduccionista que subyace
afirman el carácter constitutivo del antagonismo (Cf. Laclau, E., 1993, p. 39).
1101
De alguna manera, Deleuze retoma aquí un problema que comenzó a delinearse en
1102
Deleuze, G.-Parnet, C., 1980: 164-5.
los escritos de León Trotsky, Rosa Luxemburgo y Antonio Gramsci. 1103
Cf. Mengue, P., 2008: 130-131.
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a la creencia generalizada en que el capitalismo occidental es la mejor En un segundo momento, Deleuze parece superar la unilateralidad del
forma de vida posible, lo que lleva a suponer que este sistema no puede planteo inicial, reconociendo la implicación recíproca de los procesos molares
ser superado1104. y de los moleculares, “siempre presuponiéndose el uno al otro”1108. Se trata
Esta actitud deleuzeana ha sido objeto de distintas críticas: por un de aspectos distintos pero inseparables y enredados. Este reconocimiento
lado se le ha reprochado su postura puramente reactiva que parte de la de la complejidad de la realidad social y política contemporánea supera
negación del otro al que rechaza haciendo una apología de los valores o la posición reduccionista y simplista inicial, pero es todavía muy general
principios opuestos. Por otro lado, se le ha objetado que no cuestiona y, por eso, deficiente. Toni Negri hace manifiestos estos problemas no
los rasgos negativos de las sociedades no occidentales (el despotismo, resueltos en la obra deleuzeana, presentándolos como parejas conflictivas:
la represión de los opositores, el moralismo teocrático, la pérdida de las “proceso-proyecto, singularidad-sujeto, composición-organización, líneas
libertades individuales y sociales, etc.) ni señala los rasgos positivos de las de fuga-dispositivos y estrategias, micro-macro”.1109
occidentales (el estado de derecho, las libertades públicas y privadas, la Finalmente, en un tercer momento, Deleuze acentúa la “valorización
democracia política, el crecimiento en bienes y servicios, etc.).1105 1106 Esta exclusiva de las líneas de fuga sobre toda otra línea o proceso de estratifica-
unilateralidad valorativa “culmina en la apología del nomadismo”, tema ción. Es la llamada a lo positivo absoluto bajo la forma de la línea abstracta
que quedará pendiente hasta el apartado siguiente de este capítulo.1107 y que no es evocada más que por los caracteres de lo indeterminado, de
lo informal, de lo abierto”1110.
1104
Como dice S. Žižek: podemos imaginar el fin del mundo pero no el fin del capitalismo.
Cf. Žižek, S., The structure of domination today and the limits of democracy, en: http://www.
ciudadpolitica.com/modules/news/article.php?storyid=266 9. Nomadología
1105
Desde esta perspectiva, no se rescatan los procesos liberadores de occidente como
las revoluciones burguesa o proletaria, ni las democracias ni los derechos humanos ni
el estado de derecho. Además, los procesos de cambio no pueden prescindir de algún Deleuze se propone responder un problema planteado por Foucault:
tipo de orden, de estratificación o institucionalización (aunque hay que subordinarlos a ¿cómo conjurar la formación de un aparato de Estado que encasilla a los
la función creadora, revolucionaria). “El orden forma plenamente parte de la creación y, individuos y a los grupos dentro de las redes del poder?
si se puede decir así, se encuentra presente en su interioridad misma (indisociabilidad
de las dos caras de la máquina abstracta) ofrece a las líneas de fuga el sostén sin el cual
Contra las perspectivas históricas, que siempre se han escritas desde el
estas permanecerían como puras virtualidades intensivas, que jamás pasarían al acto” punto de vista de los sedentarios y en nombre de un aparato unitario de
(Mengue, P., 2008: 135). Deleuze mismo menciona que “Cuando una minoría crea mo- Estado1111, Deleuze exige el punto de vista contrario, el de los nómadas, a
delos es porque desea volverse mayoritaria, y sin duda es inevitable para su supervivencia
o su salvación (por ejemplo tener un Estado, ser reconocido, imponer sus derechos)”
los que define como los inventores de las máquinas de guerra (opuestas al
(Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 17; Deleuze, G., 1992: Estado y sus aparatos1112). Sostiene que se necesita una Nomadología, un
271). Sin embargo Deleuze no menciona las condiciones concretas de aparición de
una forma de vida en común superior o mejor que las dadas. Por otro lado la simple nuevas y arcaicas?” (Mengue, P., 2008: 137 y 138). Para Mengue el resurgimiento de los
observación parecería indicar que las sociedades occidentales son mucho más flexibles integrismos religiosos hace actual el Tratado Teológico Político de Spinoza.
y móviles que cualquiera de las otras. 1108
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 15: “¿Cómo no iban a ser relativos los movi-
1106
Algunos malos entendidos se disipan si se comprende que, para Deleuze, la filosofía mientos de desterritorialización y los procesos de reterritorialización, a estar en constante
es siempre intempestiva y que su función principal es la crítica. “No se permitirá entonces conexión, incluidos unos en otros?”.
bendecir el capitalismo ni la democracia ni los derechos del hombre, etc., no importa 1109
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 15; Deleuze, G.,
el valor relativo que tengan, ya que no es la tarea de la filosofía la de fundar o defender 1992: 268.
los valores en curso, los derechos adquiridos” (Mengue, P., 2008: 136-137). La función
de la filosofía consiste en ser una empresa de desmitificación.
1110
Mengue, P., 2008: 133.
1107
Mengue, P., 2008: 131. “Concretamente, no se ve cómo el nomadismo podría ser
1111
Hay que tener en cuenta que la dominación del Estado se articula por medio de
la vía principal de liberación de los pueblos del Tercer Mundo”. ¿En qué medida estas dos cabezas: la soberanía del rey y mediante las leyes de los sacerdotes. “Es una doble
luchas son nuevas, con nuevos métodos y nuevos derechos? “¿Por qué las viejas armas articulación que convierte al aparato de Estado en un estrato” (Deleuze, Gilles-Guattari,
y los viejos ideales (los derechos del hombre, la república, el estado de derecho, etc.) Félix, 1988, p. 360).
que han sabido demostrar su eficacia en el derrumbe histórico del poder de las Iglesias y 1112
“Una máquina de guerra está dirigida contra el Estado. (…) La organización de la
los Déspotas, no serían los más adaptados a la lucha contra estas abominables potencias máquina de guerra está dirigida contra la forma-Estado, actual o virtual” (Deleuze, Gilles-
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tratado sobre los verdaderos nómadas, que no se definen por el tránsito o órganos de poder de Estado.”1118 Marx ya había planteado este problema
la movilidad sino porque son “los que solo agencian”1113. Mientras que el contra Hegel: el capitalismo es un sistema mundial y niega todo otro
Estado y sus aparatos tienen como fin reproducir el sistema, los nómadas, sistema que pretenda autonomía respecto del capital (tanto los sistemas
y las máquinas de guerra por ellos inventadas, se definen por mantenerse históricamente anteriores, como el feudalismo, cuanto los sistemas de
en una relación de exterioridad irreductible. Según Deleuze y Guattari esta otras partes del globo, como los originarios de América). Marx piensa
exterioridad de la máquina de guerra se ve confirmada por la mitología, al capitalismo como una superación de todos los sistemas anteriores y
por la etnología, por la epistemología y por la noología1114. contemporáneos. Deleuze no piensa en términos de superación sino de
Desde el punto de vista de la etnología, el antropólogo P. Clastres ha interacción, de coexistencia y competencia. “La exterioridad y la interio-
sostenido que en las llamadas ‘sociedades primitivas’ hay mecanismos ridad, las máquinas de guerra metamórficas y los aparatos de identidad
que impiden las formas de Estado1115. Sus investigaciones quieren llamar de Estado, las bandas y los reinos, las megamáquinas y los imperios,
la atención sobre los mecanismos que evitan que las jefaturas puedan no deben entenderse en términos de independencia, sino en términos
naturalizarse o fijarse1116. Sin embargo, no hay que suponer que las ‘so- de coexistencia y competencia, en un campo en constante interacción”1119.
ciedades primitivas’ sean anteriores al Estado, porque el Estado es tan Esta concepción bosqueja una clara orientación para la filosofía política
antiguo como las máquinas de guerra nómadas. La cuestión no es oponer que consiste en “buscar un principio básico para las máquinas de guerra,
las sociedades con Estado a las sociedades sin Estado o contra el Estado, que se definen por una cierta manera de ocupar el espacio-tiempo o de
sino que “el Estado siempre ha estado en relación con un afuera, y no se inventar nuevos espacio-tiempo”1120, como los creados por los movimientos
puede concebir independientemente de esta relación”1117. El Estado solo revolucionarios o los movimientos artísticos.
reina sobre aquello que es capaz de interiorizar, de apropiarse localmen- La máquina de guerra, inventada por los nómadas, no debe ser confundi-
te, pero se define por un exterior al que siempre trata de conjurar sin da con una técnica de guerra ni con un tipo de armas ni, mucho menos, con
conseguir hacerlo. la institución militar. Ni siquiera puede decirse que la guerra sea el objeto de
En el mundo actual, dicen Deleuze y Guattari, “el afuera aparece la máquina de guerra1121. Tampoco debe confundirse a los nómadas con la
simultáneamente en dos direcciones: grandes máquinas mundiales, clasificación hecha por la antropología, según la cual los pueblos sedentarios
ramificadas por todo el ecumene en un momento dado, y que gozan de son los que se asientan en un territorio y los pueblos nómadas son los que
una amplia autonomía con relación a los Estados (por ejemplo, orga- se desplazan de un lugar a otro, siguiendo los movimientos de las manadas
nizaciones comerciales del tipo ‘grandes compañías’, o bien complejos de animales que les sirven de alimento o las exigencias estratégicas de la
industriales, o incluso formaciones religiosas como el cristianismo, el guerra de conquista. Los nómadas se caracterizan, en primer lugar, por
islamismo, ciertos movimientos de profetismo o de mesianismo, etc.); dar prioridad a las relaciones sobre los términos relacionados, “incluso
pero también, mecanismos locales de bandas, márgenes, minorías, que si los puntos determinan los trayectos, están estrictamente subordina-
continúan afirmando los derechos de sociedades segmentarias contra los dos a los trayectos que determinan, a la inversa de lo que sucede en el
sedentario.”1122 La segunda característica de los nómadas consiste en que,
Guattari, Félix, 1988, p. 366).
1113
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 28. 1118
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 367.
1114
Cf. Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, pp. 359 ss. 1119
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 368.
1115
Uno de esos mecanismos es la guerra. “Así como Hobbes vio claramente que el Estado 1120
Deleuze, Gilles, “Entrevista con Toni Negri”, Edición citada, p. 16; Deleuze, G., 1992:
existía contra la guerra, la guerra existe contra el Estado, y lo hace imposible” (Deleuze, 269.
Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 365). 1121
“Proposición IX: La guerra no tiene necesariamente por objeto la batalla, y sobre todo la
1116
“Las manadas, las bandas, son grupos de tipo rizoma, por oposición al tipo arbo- máquina de la guerra no tiene necesariamente por objeto la guerra, aunque la guerra y la
rescente que se concentra en órganos de poder” (Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, batalla puedan derivar de ella necesariamente (bajo ciertas condiciones)” (Deleuze, Gilles-
p. 365). Guattari, Félix, 1988, p. 416).
1117
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 367. Énfasis nuestro. 1122
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 384.
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a diferencia de los sedentarios que distribuyen “a los hombres en un espa- “El régimen de la máquina de guerra –dice Deleuze- es más bien el de
cio cerrado, asignando a cada uno su parte y regulando la comunicación los afectos, que solo remite al móvil en sí mismo, a velocidades y a com-
entre las partes”, los nómadas “distribuye[n] los hombres (o los animales) posiciones de velocidad entre elementos. El afecto es la descarga rápida
en un espacio abierto, indefinido, no comunicante”1123. Por último, existe de la emoción, la respuesta, mientras que el sentimiento siempre es una
una gran diferencia en el tipo de espacio correspondiente a unos y otros. emoción desplazada, retardada, resistente. Los afectos son proyectiles,
“…El espacio sedentario es estriado, por muros, lindes y caminos entre tanto como las armas, mientras que los sentimientos son introceptivos
las lindes, mientras que el espacio nómada es liso, solo está marcado por como las herramientas”1128. Lo propio de una máquina de guerra consiste
‘trazos’ que se borran y se desplazan con el trayecto”1124. en “aprender a deshacer, y a deshacerse”1129.
Nómada y sedentario, como noble y esclavo en Nietzsche, no son Los Estados y sus aparatos no dejan de apropiarse de las máquinas de
clasificaciones antropológicas o históricas, sino categorías políticas. “El guerra creadas por los nómadas y utilizarlas para sus propios fines. De
nómada es un vector de desterritorialización. Añade el desierto al de- aquí que, como dicen Deleuze y Guattari, “la situación actual es sin duda
sierto, la estepa a la estepa, mediante una serie de operaciones locales desesperante. Hemos visto a la máquina de guerra mundial constituirse
cuya orientación y dirección no cesan de variar. (…) La variabilidad, la cada vez más fuertemente, como en un relato de ciencia-ficción; la hemos
polivocidad de las direcciones es un rasgo esencial de los espacios lisos, visto asignarse como objetivo una paz quizá todavía más terrorífica que
del tipo rizoma, y que modifica su cartografía”1125. Nómadas son los que la muerte fascista; la hemos visto mantener o suscitar las más terribles
no dejan de agenciar, los que no dejan de inventar y crear nuevas com- guerras locales como formando parte de ella; la hemos visto fijar un nuevo
posiciones, nuevos espacio-tiempos, manteniéndose en una relación de tipo de enemigo, que ya no era otro Estado, ni siquiera otro régimen,
exterioridad absoluta respecto de todo sistema de poder, respecto de toda sino ‘el enemigo indeterminado’; la hemos visto crear sus elementos de
forma de Estado. Para impedir la asimilación e interiorización por parte contra-guerrilla, de tal forma que puede dejarse sorprender una vez,
del Estado los nómadas no dejan de inventar máquinas de guerra con sus pero no dos... No obstante, las propias condiciones de la máquina de
correspondientes armas1126. No hay que dejar de tener presente que tanto guerra de Estado o de Mundo, es decir, el capital constante (recursos y
las armas como las herramientas son elementos de un agenciamiento/ material) y el capital variable humano, no cesan de recrear posibilidades
ensamblaje (agenciamiento maquínico, máquina social o colectiva), que de respuestas inesperadas, de iniciativas imprevistas que determinan má-
siempre tiene prioridad sobre los elementos1127. quinas mutantes, minoritarias, populares, revolucionarias. Lo confirma la
definición del Enemigo indeterminado... multiforme, maniobrero y om-
nipresente (...), de orden económico, subversivo, político, moral, etc.”1130
1123
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 385. El Estado no deja definirse en relación con un exterior y, aunque parezca
1124
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 385. haberlo interiorizado todo, siempre resulta atravesado por líneas de fuga,
1125
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 386. por movimientos de aceleración y desaceleración que desestabilizan el
1126
Seguramente las primeras armas hayan sido cosas que pudieran ser arrojadas o lanza- sistema. Cualquier individuo o grupo puede inventar una máquina de
das o proyectadas (proyectiles). Estos significados están contenidos en las palabras como
problema y proyectar. La palabra problema viene del griego πρόβλημα (pro = delante; guerra. Deleuze dice que “un movimiento artístico, científico, ‘ideológico’,
blema = lanzamiento). “Blema” deriva del verbo βάλλω (yo arrojo o lanzo con fuerza). puede ser una máquina de guerra potencial, precisamente porque traza
Esta misma raíz está también en las palabras ‘bala’, ‘discóbolo’, ‘anfibología’ y ‘símbolo’. un plan de consistencia, una línea de fuga creadora, un espacio liso de
Tiene el significado de ‘pro-yectar’ (de origen latino). De aquí Deleuze deriva que un
rasgo de las armas es la proyección, el poder ser lanzadas o arrojadas, mientras que las desplazamiento, en relación con un filum”1131.
herramientas son introyectivas. El otro rasgo de las armas, para Deleuze, es la invención
de la velocidad, la liberación de un vector de velocidad. Automovimiento de la acción 1128
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 402.
libre. Cf. Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, pp. 398-399. 1129
Cf. Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 402: “Deshacer el sujeto”.
1127
“…el principio de toda tecnología es mostrar como un elemento técnico continúa
siendo abstracto, totalmente indeterminado, mientras que no se le relacione con un
1130
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 421.
agenciamiento que él supone” (Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 400). 1131
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 422.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

Deleuze y Guattari concluyen a partir de lo anterior: “Entre estos dos social igualitario o jerárquico. Este último problema requiere además
polos, hay una gran diferencia, incluso y sobre todo desde el punto de una respuesta a esta otra pregunta: ¿es la democracia mejor que la aris-
vista de la muerte; la línea de fuga que crea, o bien que se transforma en tocracia? Respecto a estos problemas, Deleuze parece adoptar la segunda
línea de destrucción; el plan de consistencia que se constituye, incluso opción1134 en las tres disyuntivas (diferencia, jerarquía, aristocracia). Esta
fragmento a fragmento, o bien que se transforma en plan de organización interpretación se apoya principalmente en la apropiación que hace del
y de dominación. Que existe comunicación entre las dos líneas o los dos pensamiento nietzscheano: “La jerarquía –escribe- es el hecho origina-
planes, que cada uno se alimenta del otro, toma prestado del otro, es rio, la identidad de la diferencia y del origen”1135. Pero, ¿qué hay que
algo que se comprueba constantemente” 1132. entender por “jerarquía”? El mismo Deleuze advierte que el término es
equívoco y que “…la palabra jerarquía tiene dos sentidos en Nietzsche.
Significa, en primer lugar, la diferencia de las fuerzas activas y reacti-
10. ¿Jerarquía o anarquía?
vas, la superioridad de las fuerzas activas sobre las reactivas1136. (…)
A partir de Platón y Aristóteles, las filosofías políticas suelen desarro- Pero jerarquía designa también [en segundo lugar] el triunfo de las
llar dos cuestiones básicas: cuál es el origen y el fundamento del orden fuerzas reactivas, el contagio de las fuerzas reactivas y la orga­nización
común y cuáles son las mejores formas de gobierno. A estas teorías se compleja que viene detrás, donde los débiles han vencido, donde los
les plantea un problema nuevo, que para Hegel es característico de la fuertes son contaminados, donde el esclavo que no ha dejado de ser
época moderna: el de la relación entre el individuo (independiente) y esclavo prevalece sobre un señor que ha dejado de serlo: el reino de
la comunidad (de la que forma parte). Desde el punto de vista lógico- la ley y de la virtud. Y en este segundo sen­tido, la moral y la religión
formal, este problema tiene tres respuestas posibles: 1) Según el modelo aún son teorías de la jerarquía1137.”1138 La genealogía de las fuerzas
antiguo (y también los totalitarismos modernos como el comunismo, el (jerárquica, aristocrática, diferencial) parece no dejar ningún lugar a
fundamentalismo o el fascismo, que retoman aquel modelo) el individuo la horizontalidad o al igualitarismo.
debe subordinarse a la totalidad social o política. 2) Según el punto de
vista diametralmente opuesto (como el sostenido por los anarquistas)
los individuos deben ser completamente independientes de cualquier
1134
Así lo entiende Badiou: “la concepción deleuzeana del pensamiento es profundamente
aristocrática. El pensamiento solo existe en un espacio jerarquizado” (Badiou, A., Deleuze.
forma de poder social o grupal (“Iglesia, moral, Estado, etc.”1133). 3) “El clamor del ser”, Buenos Aires, Ediciones Manantial, 2008, p. 26).
Entre ambos extremos, es posible pensar puntos intermedios con diversos 1135
Deleuze, G., 1971: 16.
grados de (in)dependencia individual (liberalismo, social-democracia, 1136
[Nuestra nota] En otro lugar se aclara esta distinción entre lo activo y lo reactivo: “En
socialismo, republicanismo). En estos últimos casos, se reconocen cier- un cuerpo, las fuerzas dominantes o superiores se llaman activas, las fuerzas inferiores o
tas libertades individuales inalienables pero también se aceptan deberes dominadas, reactivas. Activo y reactivo son precisamente las cualidades originales, que
expresan la relación de la fuerza con la fuerza. Porque las fuerzas que entran en relación
sociales inherentes a la vida en común. Ante estas opciones Deleuze no poseen una cantidad, sin que al mismo tiempo cada una deje de tener la calidad que
adopta la segunda posición, ligada a la individualidad, aunque insiste corresponde a su diferencia de cantidad como tal. Se llamará jerarquía a esta diferencia
en señalar que se refiere a los individuos tanto como a los grupos y que de las fuerzas cualificadas, conforme a su cantidad: fuerzas activas y reactivas. […] Desde
entonces, la fuerza reactiva es: 1.º fuerza utilitaria, de adaptación y de limitación
todo individuo ya es siempre una multiplicidad de fuerzas o de líneas parcial; 2.º fuerza que separa la fuerza activa de lo que ésta puede, que niega la
preindividuales o presubjetivas. fuerza activa (triunfo de los débiles o de los esclavos); 3.º fuerza separada de lo que
El problema de la relación del individuo con el todo incluye las pre- puede, que se niega a sí misma o se vuelve contra sí misma (reino de los débiles o
de los esclavos). Y, pa­ralelamente, la fuerza activa es: lº fuerza plástica, dominarte y
guntas por cada uno de los términos de la relación, es decir, la cuestión subyugante; 2º fuerza que va hasta el final de lo que puede; 3º fuerza que afirma su
de la igualdad o de la diferencia entre los individuos y la del orden diferencia, que hace de su diferencia un objeto de placer y de afirmación.” (Deleuze,
G., Nietzsche y la filoso­fía, Editorial Anagrama, Barcelona, 1971: 61 y 88).
1132
Deleuze, Gilles-Guattari, Félix, 1988, p. 422. 1137
Nietzsche, F., La voluntad de poder, III, 385 y 391 [citado por Deleuze].
1133
Deleuze, G., 1971: 87. 1138
Deleuze, G., 1971: 88.
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Ricardo Etchegaray Sujeto de la política y política de sujeción

Sin embargo, los textos de Deleuze, sobre todo aquellos en los que desligamiento de las filosofías políticas anteriores tiene su punto de
se apropia del pensamiento de Spinoza, dan lugar a una interpretación partida en los avances de la teoría foucaultiana del poder. Para pensar la
diametralmente opuesta: anti-jerárquica e igualitaria, si bien no identitaria política es necesario abandonar algunos supuestos que se han mantenido
sino diferencial. Por ejemplo, en sus clases sobre Spinoza, dice: “Lo que invariables en todo el pensamiento anterior a Foucault, sintetizados en
me parece impresionante en la ontología pura [spinoziana], es hasta qué seis postulados que subyacen a las diferentes teorías tanto antiguas como
punto repudia las jerarquías. (…) Ese mundo de la inmanencia ontológica modernas. El aporte propiamente deleuziano aquí no tiene que ver con
es un mundo esencialmente anti-jerárquico1139. (…) Todo ente efectúa su los contenidos, que ya Foucault había desarrollado, sino con la forma,
ser en tanto que él es en sí. Un punto es todo. Es el pensamiento anti- con el ordenamiento de los resultados alcanzados. Sin reducir la riqueza
jerárquico1140. En el límite, es una especie de anarquía1141 porque no existe de los estudios foucaultianos, Deleuze logra dibujar un mapa que permite
ningún principio (arqué) exterior y superior al ser. Hay una anarquía orientar al pensamiento a través del discurso a veces caótico.
de los entes en el ser. Es la intuición básica de la ontología: todos los La política, o mejor, las políticas no pueden ser confundidas con el
seres valen. La piedra, el insensato, el razonable, el animal, desde cierto derecho o con la ley, ni con la fuerza, ni con el engaño o la ideología, ni
punto de vista, desde el punto de vista del ser, valen. Cada uno es en con un atributo de ciertos sujetos, ni está subordinado a la economía, ni
tanto que es en sí, y el ser se dice en un solo y mismo sentido de la pie- está localizado o restringido a un ámbito específico, ni es la propiedad
dra, del hombre, del loco, del razonable. Es una bella idea. Una especie de un sujeto individual o colectivo. Las políticas se identifican con las
de mundo muy salvaje.”1142 De aquí se deriva una política que repudia relaciones de fuerza que atraviesan al conjunto social. Dichas relacio-
toda trascendencia, todo fundamento o criterio exterior y superior a nes de fuerza se articulan para formar dispositivos con sus tendencias
las relaciones inmanentes entre las fuerzas. Se trata de una política que a la estabilidad y a la desestabilización, a la territorialización y a la
se opone a cualquier tipo de jerarquías tanto estatales como eclesiales. desterritorialización. A diferencia del pensamiento anterior, Deleuze
Spinoza, cuya concepción ontológica Deleuze toma como referencia, da primacía a las segundas sobre las primeras, es decir, al desequilibrio
fue uno de los primeros filósofos políticos modernos en defender una sobre el equilibrio, habida cuenta de que toda sociedad es un conjun-
posición democrática y republicana. De allí que algunos comentaristas, to inestable de relaciones de fuerza. Todo dispositivo tiene origen en
como Mengue, interpreten la política deleuzeana como esencialmente una multiplicidad, sin que haya un fundamento último (único). Mejor
anarquista e igualitaria. que aparatos de Estado, los dispositivos de poder son máquinas, com-
puestos, ensamblajes o agenciamientos en los que se articulan fuerzas
heterogéneas y externas unas a otras para dar lugar a algo nuevo. Se
11. Conclusión
trata siempre de un conjunto inestable, contingente, variable. Como en
Deleuze desliga la política del problema del Estado, del Poder o del Hegel, Marx o Foucault, el sistema de relaciones es el que produce los
fundamento de la sociedad y del problema del derecho de los individuos sujetos y no a la inversa. El problema de la política es el investimiento
o de las libertades para situarla dentro del problema de la potencia, de de los deseos, cuyo resultado es la constitución de las subjetividades.
la composición o de los agenciamientos de deseo. Este movimiento de Las políticas producen los sujetos. Pero los sistemas son contingentes y
no pueden garantizar su estabilidad, la cual está siempre amenazada o
1139
[Nota nuestra]: Mengue vincula la idea de inmanencia con la idea de medio, de lo abierta a nuevos agenciamientos o ensamblajes, a multiplicidades nuevas
que está entre. Cf. Mengue, P., 2008: 51. compuestas de términos heterogéneos de naturalezas diferentes. Los
1140
Cf. Deleuze, G., En medio de Spinoza, p. 45: “Lo que él va a producir –creo que es una agenciamientos producen nuevas realidades. Deleuze crea una teoría de
característica de Spinoza- es la filosofía más anti-jerárquica que jamás se haya hecho”.
los ensamblajes que se diferencia de las teorías organicistas, dialécticas o
1141
Como señala Žižek, el anarquismo de Deleuze (escapar a los sistemas de poder) implica
una dificultad para pensar la política como construcción de la vida en común. Guattari estructuralistas. Estas teorías reducen los elementos y las partes al todo
agrega el plus político institucional, pero es todavía individual/psicológico. que los incluye, como el cuerpo incluye los órganos, como una etapa
1142
Deleuze, G., Lección sobre Spinoza, 2. histórica integra los movimientos contradictorios, como una estructura
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Ricardo Etchegaray

ordena y determina a los elementos que la componen. Los ensamblajes


solo pueden comprenderse desde las relaciones de exterioridad en las que
los elementos pueden establecer nuevas conexiones y conformar nuevas
realidades (y nuevos sujetos). Los ensamblajes se definen según dos ejes:
1) un eje material por el que se delimitan estados de cosas y regímenes
de enunciados, las cosas y las palabras, los hechos y los discursos; 2) un
eje que delimita las aceleraciones y desaceleraciones, la velocidad y la
lentitud, la territorialización y la desterritorialización.
La filosofía política no se ocupa del Estado ni de los estados sociales,
sino de los movimientos, de los devenires. Esto mismo es lo que Deleuze
llama micropolítica o nomadología. La primera estudia los movimien-
tos desde la perspectiva de las diferentes líneas que se relacionan en
las sociedades: segmentos rígidos, líneas flexibles y líneas de fuga o de
aceleración. Estos distintos tipos de líneas atraviesan todos los puntos
del espacio social. La filosofía política es un saber de los devenires, de
los movimientos, de las acciones de los nómadas, de aquellos sujetos
individuales o colectivos que preservan o incrementan su potencia de
huida, su capacidad para desprenderse o desligarse de los sistemas de
poder y sujeción.

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