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El Análisis Institucional

Un paseo por el lado oscuro de las organizaciones


En líneas generales puede hablarse del Aná lisis Institucional como un esfuerzo sistemá tico por desentrañ ar lo
que permanece oculto en el marco de las organizaciones sociales. Pero esto pone inmediatamente de manifiesto
una idea implícita y un nuevo interrogante. La idea implícita es: lo que permanece oculto es importante y por eso
es necesario conocerlo, y el interrogante: ¿por qué hay aspectos -importantes- de la vida de las organizaciones que
permanecen habitualmente ocultos?. Las respuestas a esto tienen que ver con la naturaleza del fenó meno del
poder.
La esencia del poder, al contrario de lo que se suele entender con cierta frecuencia, no es la fuerza que
garantiza que hagamos o dejemos de hacer algo, la fuerza que coacciona o reprime. La esencia del poder es el
discurso con que el propio poder se legitima a sí mismo, es decir, la historia, los argumentos que el poderoso ha
diseñ ado para que aceptemos sus prerrogativas y la fuerza con que las aplica.
Existe en toda organizació n social -grupos u organizaciones de cualquier índole- un monto de conocimiento
que permanece oculto y cuya develació n es soslayada cuando no impedida por medios de diversa potencia
represiva. Se trata del conocimiento relacionado con el origen social y cultural de una serie de rasgos que con
diversas manifestaciones se plantean como naturales o normales (Ferná ndez, 1994, p.24).
Todo poder sirve a unos intereses, pero el discurso del poder nunca se presenta desvelando esos intereses a
los cuales sirve, sino todo lo contrario: se presenta como lo natural, lo universal, lo verdadero, lo coherente con
la historia o lo que resulta ajustado a las necesidades generales. De ahí la necesidad de un aná lisis entendido
como la acció n intelectual de desvelar un discurso, de conectarlo con los intereses a los que sirve, de explicar su
parcialidad.
La mirada de un problema desde un enfoque institucional será una mirada que procura desmontar el conjunto
de explicaciones que lo ubican en un orden natural y se interrogará por sus diversos niveles de significado
(Ferná ndez, 1994, p.23).
... Los enfoques institucionales han procurado, en general y a través de la prá ctica de intervenció n
institucional, encontrar caminos para desenmarañ ar la trama de significados que teje la cultura sobre sus
propias contradicciones y para facilitar a los individuos y grupos un juego social má s libre (Ferná ndez, 1994,
p.22).
Este juego social má s libre al que alude Lidia Ferná ndez no es sino la liberació n de los individuos y de los
grupos del discurso oficial que los encadena a una explicació n de los hechos sociales acorde con los intereses de
grupos concretos, tanto da si se trata de una clase social, una casta, o un colectivo dentro de la sociedad, o bien
de una mayoría o de una minoría dentro de una organizació n social específica. Pero esta liberació n se enfrenta
no só lo a la potencia del discurso del poder, a su capacidad de convicció n, sino también a nuestra propia
resistencia a abandonar una explicació n de los hechos -cualquier explicació n- capaz de proporcionar sentido
-cualquier sentido- a nuestras vidas, que es quizá s la necesidad má s importante que sentimos.
El peligro que acompañ a entonces al uso de estos enfoques es doble. Por un lado, conmociona los lazos que
atan las explicaciones habituales con las necesidades defensivas del sujeto. Perder una explicació n
consuetudinaria de los hechos es también perder la estabilidad interior que se logra al moverse entre sentidos
que se dan por ciertos. Es sentirse má s libre, pero también má s atemorizado (Ferná ndez, 1994, pp.23-24).
La propia Ferná ndez plantea una pregunta que desde mi punto de vista sintetiza la preocupació n bá sica y
concreta del aná lisis institucional:
¿De qué modo ayudar a que los miembros de las escuelas puedan quebrar sus formas habituales de enfrentar
las dificultades, renunciar a las imá genes idealizadas de la funció n educativa y potenciar su capacidad para
hacerse cargo del mejoramiento, de la calidad del servicio que ofrecen? (Ferná ndez, 1994, p.34).
T dado que el aná lisis institucional trata de ser una respuesta intelectual adecuada a la complejidad
(multidependencia) de nuestra vida social, lo que denominamos triangulació n es uno de sus requisitos.
El requisito para que esta mirada sea posible está en constituir un punto de intersecció n en el que concurran las
miradas de mú ltiples actores. Nadie puede solo alcanzar la compleja trama de significació n que rodea, da
sentido, ubica un hecho social (Ferná ndez, 1994, p.23).

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