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Importancia de la tabla periódica: 8 razones

Por Gabriel Bolívar

La importancia de la tabla periódica es innegable por el simple hecho de que por más de cien años ha servido de apoyo a
los científicos para ordenar todos los elementos químicos, y lo seguirá haciendo por el resto de la existencia humana. Es
una especie de edificio con bases experimentales y teóricas que resume las propiedades de la materia conocida.

Si bien se han desarrollado varios modelos previos y posteriores a la tabla periódica del químico ruso Dmitri Mendeleev,
el propósito siempre ha sido el mismo: ordenar, ubicar y predecir elementos químicos que compartan propiedades en
común. Es así que las posiciones o las casillas de esta tabla revelan más información de lo que puede entreverse a simple
vista.

La Tabla Periódica es un ícono y herramienta científica donde confluyen la química, la física, la historia y la literatura

La tabla periódica está presente en todos los niveles de formación académica, siendo incluso un ícono del conocimiento
general. Aunque es imprescindible en la química, lo cierto es que también es importante en la física y la biología, además
de ser fuente de estudio e inspiración para los amantes de la historia y la literatura.

Es por eso que se enlistarán algunas de las razones por las que la tabla periódica es importante.

¿Cuál es la importancia de la tabla periódica?

Se pueden dar distintas razones que explican la importancia de esta herramienta científica:

Es la base de la química inorgánica

La química inorgánica es prácticamente el estudio de la tabla periódica. Sin ella, todo el conocimiento alcanzado en
torno a este tipo de materia se vendría abajo. Quienes se dedican a esta rama de la química, es esencial que puedan leer
y extraer toda la información que esta tabla ofrece sobre los elementos químicos más allá del carbono y sus isótopos.

Para los químicos orgánicos basta muchas veces echar un vistazo al lado derecho de la tabla periódica: más
precisamente hacia la parte superior del bloque p, donde se ubica el carbono y varios no metales.

En cambio, los químicos inorgánicos deben repasar todos los metales que conforman los bloques d y f, así como el grupo
18 de los gases nobles, por lo que terminan familiarizándose con todos los elementos químicos; exceptuando quizás
aquellos que son sintéticos y altamente radiactivos.

Arroja luz sobre el conocimiento químico

Antes de la tabla periódica y de los primeros intentos por ordenar los elementos químicos en función de sus semejanzas,
la química estaba envuelta en un aura incierta y de misticismos.

Nadie sabía con precisión cuántos ni cuáles eran todos los elementos químicos que pudieran existir en la naturaleza.
Gracias a esta tabla se sabe hoy en día que tenemos un máximo de 118 elementos. Lo que antes parecía oscuro, ahora
es claro, entendible y organizado.

Permite predecir las propiedades de nuevos elementos

En sus inicios, la tabla periódica contenía espacios vacíos, pues para entonces no se habían descubierto varios de los
elementos químicos.
Las ubicaciones de estos espacios indicaban que el nuevo elemento, en concordancia con sus congéneres, debía
reaccionar de modo similar; y más aún, podría inclusive encontrarse en las mismas fuentes minerales.

Y fue de hecho en el tratamiento químico de sinfines de minerales donde lentamente se descubrieron los elementos
químicos faltantes; por ejemplo, el galio, el germanio y el escandio. El galio, por situarse debajo del aluminio, debía
compartir propiedades con este último y formar minerales (óxidos, sulfuros, cloruros, etc.) del mismo tipo.

Si se creara el elemento 119, este obligatoriamente tendría que ubicarse por debajo del francio, en el grupo 1; y por lo
tanto, reaccionar o tener propiedades químicas similares a la de los otros metales alcalinos (litio, sodio, potasio, etc.).

Diferencia y clasifica los elementos químicos

En la tabla periódica es posible observar cómo se clasifican los elementos y se disponen en zonas o grupos concretos.
Por ejemplo, los no metales se orientan hacia la parte superior derecha.

Mientras, los metales, que componen la mayoría de los elementos, integran el lado izquierdo y el centro de la tabla, así
como el bloque f: aquellas dos filas situadas abajo.

Cada grupo, enumerado del 1 al 18, define una familia de elementos. Los del grupo 1 se llaman metales alcalinos, los del
grupo 2, metales alcalinotérreos, los del 3, grupo del escandio, y así sucesivamente. Algunos grupos tienen nombres
singulares, tal como el grupo 16 o del oxígeno, el cual se llama calcógenos o anfígenos.

Almacena enormes cantidades de información

En las tablas periódicas podemos ver los números de oxidación para cada elemento, sus energías de ionización, su masa
atómica promedio, sus configuraciones electrónicas, sus electronegatividades, y todo el conjunto de sus propiedades
periódicas.

Asimismo, en algunas tablas es posible inclusive encontrar información acerca de sus puntos de fusión y ebullición
normales, así como las estructuras cristalinas de sus sólidos. En este sentido, aparecen tablas periódicas más
especializadas que otras, dependiendo de los ámbitos de trabajo y del nivel académico.

Clarifica las tendencias periódicas

Siguiendo los grupos y las filas de la tabla periódica, es posible observar con claridad cómo las propiedades periódicas
van cambiando a medida que nos desplazamos de un elemento a otro.

Por ejemplo, el radio atómico disminuye a lo largo de una fila, de izquierda a derecha, pero incrementa cuando
descendemos por un grupo. Asimismo, el carácter metálico aumenta de arriba hacia abajo, y de derecha a izquierda.

Predice la naturaleza de los compuestos que se forman

Los compuestos se forman cuando dos o más elementos reaccionan entre sí. Dependiendo de sus respectivas posiciones
en la tabla periódica, es posible predecir cuál será la naturaleza química de este compuesto en cuestión.

Por ejemplo, si el sodio metálico y el cloro gaseoso reaccionan, darán lugar al cloruro de sodio, una sal. Esto se debe a
que el sodio es un metal, mientras que el cloro un no metal, cuyas diferencias entre sus electronegatividades es grande,
favoreciendo así la formación de un compuesto iónico.
Es una ventana a la historia de la ciencia

Cada elemento tiene su historia y descubridores. Sus meros nombres son reflejos o bien de quienes los descubrieron, de
las regiones geográficas donde se extrajeron en sus formas puras, o del color característico de sus minerales. Por
ejemplo, el gas helio debe su nombre precisamente porque se le identificó en el Sol.

En la tabla periódica vemos un pedazo de la vida de Antoine Lavoisier, Marie Curie, Carl Willhelm Scheele, Henry
Cavendish, Paul Emile Lecog, y otros tantos científicos que contribuyeron a completar la tabla al descubrir nuevos
elementos químicos.

Fuente: https://www.lifeder.com/importancia-tabla-periodica/

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