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¡Buenas tardes a todos!

A continuación les dejo mi análisis de la Unidad Temática IV:

En primer lugar, es loable destacar la dificultad que le presenta al investigador el hecho de


que el conocimiento histórico sea indirecto. Es decir, el Historiador debe reconstruir y
comprender el pasado a través de los vestigios que han llegado al presente, corriendo el riesgo de
que las fuentes no sean fiables, estén incompletas o simplemente no existan. Esta dificultad
explica las diversas corrientes historiográficas, y con ello las distintas perspectivas del pasado,
que conforman la disciplina histórica desde su creación hasta la actualidad. De esta construcción
intelectual surgirá el hecho histórico que deberá ser analizado en función de tres conceptos
claves: la causalidad, el cambio y la continuidad. El primero de ellos es sugestivo analizarlo
desde la multicausalidad ya que los procesos históricos, por su complejidad, tienen raíces
diferentes y variadas. El ejemplo esbozado en el texto, sobre la llegada de los españoles a
América, es clarificador al resaltar las causas políticas, económicas, sociales, ideológicas,
técnicas, tecnológicas y geoestratégicas de la expansión ultramarina. De esta manera obtenemos
un análisis histórico sustancial, complejo y lo más cercano a la verdad objetiva. El segundo y el
tercero, para que su utilidad sea mayor, deben pensarse tanto como complemento del primero
como interdependientes uno de otro. Siguiendo lo expresado en el texto, es interesante concebir
los conceptos de cambio y continuidad como complementarios porque de esa manera es factible
comprender un cambio, como una Revolución, como disparador no sólo de transformaciones
sino, además, como causante del mantenimiento, o profundización, del status quo. Esta situación
suele analizarse y debatirse mucho cuando se estudian procesos históricos como la Revolución de
Mayo o la Revolución Francesa como generadoras de cambios profundos o de superficie. Es
decir, dependerá de la perspectiva analítica, socioeconómica o político-institucional por ejemplo,
la valoración de las consecuencias de los sucesos transformadores que han ocurrido en la
Historia.
Por otro lado, nos encontramos con el problema de investigación. Me resultó muy
sugestiva la explicación, paso por paso, que brinda el texto sobre cómo elaborar un proyecto
científico de investigación. Las preguntas disparadoras, en carácter de hipótesis, suelen ser muy
efectivas en estos casos pero siendo cuidadosos en su delimitación porque pueden conducir al
estudio a terrenos demasiado amplios y confusos. Coincido con el texto en la idea de concebir al

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Marco Teórico como fundamental porque permite profundizar la compresión del problema. Para
ello será necesario desarrollar un análisis, y posterior síntesis, de todas las fuentes referidas al
tema para saber qué se conoce o entiende del objeto de estudio y cuáles son aquellas cuestiones
que deben encontrarse o clarificarse. En esta línea, es destacable la importancia de la
contextualización del problema de investigación. Es decir, es fundamental para cualquier
abordaje intelectual del pasado, saber ubicar en tiempo y espacio la temática que se busca
comprender. Esto, además, se relaciona con los conceptos de “historia total” de Pierre Vilar ya
que, para una correcta contextualización del hecho histórico, es necesario tener en cuenta que
toda conducta humana se produce en el marco más amplio de la sociedad global y por lo tanto no
alcanza con analizar y comprender el suceso histórico en sí sino que deben tenderse puentes
explicativos con el resto de la sociedad y sus instituciones.
Para cerrar, es pertinente traer a colación la comparación que realiza Marc Bloch entre el
trabajo del Historiador y el del Juez con la consecuente problemática de la imparcialidad. Como
lo he expresado en intervenciones anteriores, la objetividad absoluta no existe pero sí se puede
obtener un conocimiento histórico riguroso a partir de la metodología científica. Esto lo expresa
muy bien el autor cuando sostiene que el Juez, para dictar su sentencia, se apoya en un corpus
jurídico que no siempre es inapelable y de hecho suele ser tema de debate internacional. Con ello
intento decir que el apego a la ley, como ocurre con las fuentes en el estudio histórico, es un acto
subjetivo desde el momento en que éstas han sido creadas por seres humanos con una particular
perspectiva de las cosas.

Nos seguimos leyendo. ¡Un saludo!

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