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Antropología Económica
Bogotá
2020
Introducción
Una vez un campesino muy trabajador dijo: “Ah, cultivar papa es una suerte, es una
fortuna” pues cultivar acciones buenas y solidarias también. Se vivio en esta situación
coyuntural pandémica, donde aporto nuevas oportunidades o se sufrió las consecuencias de
tal vez no poder trabajar, tener que cerrar su negocio o empresa o quizás simplemente ser
despedido. Se perdieron alrededor de 1.000.000 de empleos, muchas familias desesperadas
por un sustento. Pero a pesar de toda esta situación la solidaridad de la gente de la capital
con estas familias pobres fue muy buena, pues mucha gente que no perdió su empleo o
lograron reinventarse de alguna manera con sus negocios prestaron una ayuda económica y
repartieron mercados en los lugares más vulnerables en conjunto con el gobierno,
organizaciones sin ánimo de lucro, fundaciones, barras bravas y gente anónima.
Estas decisiones individuales de ayuda es la que nos permite a mucha gente el día de hoy
tener esperanza de una Bogotá más culta y preocupada por el otro, con unos nuevos retos
para la economía y el medio ambiente.
Cuando hablamos de todos estos problemas también hablamos de sostenibilidad. Según el
texto de Gudeman en ese momento se encontraba en Colombia y mucha gente hablaba de
sostener la casa, pero no decían que la economía fuera sostenible. Este término tiene un
sentido que primero es material, pues se debe cuidar uno mismo y la casa dando una lucha
constante, ahora traigamos este concepto a la realidad:
Bogotá cuenta con 2.400.000 vehículos, de estos la mitad son autos, el 20% motos, 14%
camionetas, 5% transporte público y 2 % taxis. Estas cifras son preocupantes porque el
aumento cada año va siendo más grande, y se hace casi imposible tener una ciudad en
cuanto a movilidad de manera sostenible. Pero a pesar del encierro las emisiones
contaminantes no cesaron, al menos durante el primer trimestre, es un poco confuso pues se
supone que como no había tantos carros circulando la calidad del aire mejoraría. Esto se
puede explicar porque cerca de la ciudad hubo ciertos incendios forestales y quema de
biomasa cerca de la región, como menciones antes fue la medición del primer trimestre del
año, estas variables sumadas causan aproximadamente el 80 % de la contaminación total
que hay en la ciudad. Según Greenpeace en mayo las emisiones de NO2 (dióxido de
nitrógeno) bajaron un 27%, sin embargo a medida que todo la economía se vaya
recuperando este avance perderá fuerza, cosa que no debería ser, las personas tienen una
deuda gigante con la naturaleza y hasta cierta medida la alcaldesa entiende un poco de la
importancia de la sostenibilidad en el largo plazo. Uno se podría preguntar sobre que se
obtiene con una mejora en la calidad del aire, pues hay varias respuestas, pero la más
importante es la diminución de las muertes a causa de envenenamiento por el mismo aire,
hasta este punto ya va siendo más claro porque debemos cuidar a la tierra para que ella
misma nos dé, se fue testigo de cómo muchas especies de animales volvieron a ciertas
partes de la ciudad, Los bogotanos y en general todos los colombianos se deben
concientizar de que hay que mirar hacia el futuro, sin olvidar el pasado cultural que lleva
cada región donde se pise, solo así se puede llegar a ser quizás una capital de ejemplo para
los otros departamentos e incluso el mundo entero y algún día poder compensar y honrar
aquella pacha mama que se heredó de los antepasados.
Es importante aclarar que ellos hacen parte de un todo vinculado a su entorno, sin dejar por
fuera las otras economías que al ser globales no dejan de impactar, pero en menor medida
cuando ya existen redes de apoyo colectivo entre las tribus, no existe el individuo formado
solo, siempre hay dependencia o ayuda de otros, y ante ellos el simple hecho de nacer ya
implica colectividad familiar.
Los nahuas concentran subsistencia en los recursos que le brinda la tierra, se dedican a la
agricultura, pesca y caza de animales de zona montañosa donde viven, dones
proporciónanos por el trabajo de la comunidad y los regalos de la naturaleza y de sus dioses
llamados yeyekatlames, adicionalmente como lo comenté anteriormente la economía
globalizada no les es indiferente, dado que comercializan algunos productos como el chile y
el cacahuate y así obtienen dinero para cubrir algunas necesidades fuera de su territorio,
adicionalmente practican el trueque con algunas comunidades cercanas intercambiando
víveres y fuerza de trabajo, viendo en este comunidad y trayéndolo a un contexto
económico como sustantivista basados en el intercambio natural y social que les provee su
entorno para satisfacer las necesidades.
Entender el significado de “ayuda” para los nahuas es algo complejo pero no imposible de
explicar, lo vemos reflejado en nuestro contexto familiar donde ayudo mi familiar a salir
adelante (sin tener en cuenta el modelo económico en que desarrollo mis actividades),
impulso la educación de mis hijas ya que eso va a ser beneficioso para ellas y para nosotros
como padres – solidaridad-, es un acto netamente voluntario el que nos impulsa como
padres apoyar a nuestros hijos, claro esta que se sin comunicarlo se espera una reciprocidad
por parte de ellos, reflejado en agradecimiento, compromiso, felicidad y desarrollo
personal.
La fuerza como energía vital para los nahuas es un aspecto que interviene en todo el
cosmos, es el don que regalan a los demás, el trabajo el uso de la energía ya sea de manera
física, entendiendo que no solo trabaja el ser humano, también las plantas, dioses etc., el
amar y el respetar son sentimientos recíprocos dado que se complementan y son
inseparables, si respetas amas y si amas respetas, donas tu fuerza recibes ya sea un
reconocimiento o un pendiente sobre el cual no debe haber algún cobro pero si una
retribución.
La unión hace la fuerza y esta denota trabajo individual para bien común, un nahua vive
para trabajar dado que vino al mundo a hacerlo, ayudar, solo es la consecuencia de su
cultura, no se impone a ninguno trabajar, lo llevan en la mente y en la sangre, el colectivo
impulsa a los demás, así mismo las retribuciones llegan, todos encaminados a un fin, todos
disfrutan de las ayudas. Economía poco entendible en este medio capitalista e individualista
sobre el que crecemos, donde nos enseñan que solo se está mejor, o mejor solo que mal
acompañado, economía donde se mide como lo han medido a uno y se dona en la mayoría
de los casos para recibir una retribución económica.
“mano vuelta” actividad colectiva agrícola convocada por el dueño del terreno para la
siembra, se establece quien invita la comunidad, quien dirige la siembra y en beneficio por
la ayuda (fuerza=don) se espera reciprocidad para el siguiente dueño que necesite realizar
esta función. “tequio” un día destinado a realizar trabajo colectivo para la comunidad,
donde la retribución es el buen nombre, hombres obligados a retribuir a sus pares y la
naturaleza los bienes recibidos, el no ayudar dará muy mala imagen para la familia. Estos
espacios son tomados como el intercambio sobre el cual se cimenta la comunidad y se
mantiene debido a las buenas relaciones entre las personas.
Las personas y en general toda la sociedad forman parte de un todo y entorno que se debe
estudiar, cuidar y respetar, así como las culturas y creencias. Es increíble verificar que aun
después de tantos años las palabras y enseñanzas de la gente indígena abarcan el contexto
social en el que se vive hoy, no se debe olvidar el pasado, solo así no se cometerán los
mismos errores en el futuro. No todo el dinero es economía ni los bienes, hay fuerza vital
que no es cuantificable, que se puede acabar o llenar según sea el contexto, hay que valorar
la energía de la tierra con nosotros y viceversa, entre todos se puede construir un mundo
mejor sin esperar beneficio a cambio, muchas de las barreras que hay son mentales, así que
esta es una invitación a romper todos estos paradigmas y empatizarse con los demás, solo
así tal vez se pueda llegar a un equilibrio entre las personas y la amada tierra, pacha mama,
Dios.
Bibliografía