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LA MÚSICA DE CINE

LOS ORÍGENES
La música de la pantalla tiene sus leyes, sus exigencias, su lenguaje, plantea una
serie de problemas particulares y exige un buen conocimiento del tema cinematográfico.
Desde el nacimiento de la película, la música la ha acompañado, aunque su papel era
muy modesto. Se trataba primeramente, en los tiempos del cine mudo (desde su
creación en 1895 hasta 1927), de disimular el ruido desagradable de los aparatos de
proyección.
A esta tarea se le asignó pronto una función más artística o, al menos, más efectiva.
El pianista, la orquesta o un organista (dependía de los medios económicos de las salas
de proyección) tenían que acompañar la película tocando en la sala siguiendo las
imágenes, para favorecer su recepción en el espectador y con esa consigna elegir
cuidadosamente los temas que interpretarían.
Se hicieron catálogos de músicas con títulos como: "Persecución", "Tormenta" o
"Desesperación". La escena de amor y la sangrienta batalla tenían su propia música
standard, compuesta especialmente para dichas situaciones o adaptadas de obras de
grandes compositores clásicos.
Toda esta actividad de los músicos tocando en las salas de proyección comenzó a
decaer cuando en 1927 se comenzó a hacer presente el cine sonoro.
Los primeros intentos del cine sonoro, se llevaron a cabo en 1900, pero los films
hablados y largos no aparecieron hasta 1927 con la película "El cantor de Jazz".
En él, el protagonista, cantaba varias canciones y hablaba en varias secuencias, pero
el resto del film era mudo. Un año después se estrenó el primer film totalmente hablado,
"Luces de Nueva York", y en 1929 el cine sonoro era ya una realidad.
Cuando empezaron las películas habladas, la grabación del sonido era ya habitual
(desde 1878 con el fonógrafo de Edison).
El sonido de las primeras películas sonoras estaba grabado en discos, un sistema que
había empezado en 1888 con el invento del gramófono. Un engranaje mecánico unía el
proyector con el gramófono para asegurar que los dos se movieran a la misma velocidad
y así pasar sincronizados, no obstante esto, el operador de cabina debía ir cambiando
los discos a medida que éstos terminaban, y ser muy preciso para ubicar la púa del
giradiscos y además colocar el disco correcto.

¿CÓMO SE HACE ?
La música en el cine es un elemento unificador, puede destacar la intención del
protagonista, sugerir un sentimiento, crear un ambiente distinto y modificar con
profundidad el significado general de una película, pero no constituye la única parte
sonora de una película.
La música de acompañamiento (música incidental) y los efectos sonoros son tan
importantes como el diálogo mismo para el film.
Debemos hacernos la idea de que estos tres elementos que involucran al sonido de la
película se trabajan por separado.
Gran parte del sonido, si no todo, se agrega después de terminada la película ya que
si bien en el momento de la filmación se podría grabar sonido, la calidad de éste y los
sonidos innecesarios que registrarían los micrófonos hacen necesario que se requiera la
asistencia de un estudio de grabación.
Por ello, unas semanas después de terminado el rodaje los actores acuden a los
estudios de sonido a regrabar sus partes (las frases de su papel) y los técnicos de sonido
le añaden efectos sonoros especialmente grabados (tomados de los archivos de sonido
de los estudios cinematográficos) o fragmentos de sonido que se adecuen a la escena,
según haya dispuesto el director de la película.
En cuanto a la música propiamente dicha, nace de una relación de acuerdos entre el
director y el compositor encargado para su realización. El músico de cine debe atenerse
a las indicaciones que sugiere el director de la película y al contexto de imágenes (sobre
todo en cuestión de tiempos) que debe musicalizar.
Cada escena requerirá la presencia de un determinado tipo de música, pero eso no es
todo, el compositor deberá crear música que se ajuste al tiempo preciso de cada escena
a musicalizar.
Para ello el compositor trabaja con el video de las escenas midiendo los tiempos de
cada una y escribiendo luego una partitura que será interpretada con precisión
metronométrica. Si no, piénsese en las bandas sonoras de los dibujos animados donde
muchas veces los instrumentos o los efectos de sonido acompañan fielmente el
movimiento de los personajes.
Muchas veces en el momento de la grabación los músicos tocan no sólo mirando sus
partituras, sino también una pantalla donde van transcurriendo las escenas a musicalizar
para lograr de esa manera más precisión y sentido de la interpretación.

CLASIFICACIÓN DE LA MÚSICA DE CINE


MÚSICA ILUSTRATIVA. En esta forma de musicalización el músico sigue atentamente la
acción de las imágenes y subraya o destaca cada una de ellas en estricta relación de
correspondencia. Por ejemplo, el acompañamiento de los pasos y las corridas de
personajes de dibujos animados con instrumentos musicales y composición adecuada
para ello. El ruido de una puerta que se cierra o el chasquido de un relámpago en la
tormenta.
Esta idea de sincronismo entre la imagen y la música fue la primera de las posibilidades
explotadas por los músicos de cine, surgiendo también el empleo del efecto contrario, o
sea, el asincronismo. Por ejemplo, cuando la imagen muestra un soldado luchando en la
guerra, la música no es "de guerra", si no que podría describir a la novia del soldado en
un momento del pasado.
Es decir que podríamos encontrar en este tipo de música dos categorías: música
ilustrativa sincrónica y música ilustrativa asincrónica.

MÚSICA DECORATIVA . La música decorativa deja completamente las nociones de


sincronismo y asincronismo para desarrollar el contexto de la imagen, es un apoyo
expresivo que ilustra lo que sugiere la escena. Por ejemplo, más que el chasquido del
relámpago prefiere crear el ambiente de la tormenta.
Es decir, con composiciones musicales compuestas para cada escena o con música
clásica o popular ya compuesta de antemano como música en sí misma, se busca
"decorar" adecuando la atmósfera de las composiciones al de las imágenes.

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