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1) BABILONIA representa el satanismo disfrazado de cristianismo (mezcla de satanismo y

algunas verdades de la Biblia, de lo cual surge un sincretismo religioso);

El imperio romano tiene una gran importancia cuando hablamos de BABILONIA. El imperio romano
de los cesares, era un pueblo politeísta (alababan a muchos dioses). El mismo cesar, incluso, era
considerado un dios y era adorado como tal.

Realizaban tremendos actos de paganismo y barbarie, en honor a sus dioses. Este imperio romano,
con el correr del tiempo, llego a ser la cabeza de una falsa iglesia, de una falsa cristiandad:
hablamos, por supuesto, de la iglesia católica apostólica romana, que tiene una total relación con
el imperio romano de los cesares.

La iglesia romana no es otra cosa que la mezcla del poder político y el poder religioso. La fusión de
la política y la religión no para servir a Dios, sino para valerse de Dios y crear un súper imperio.

El imperio romano desarrollo su marco histórico desde la península ibérica (España, Portugal),
pasando por Italia, el Peloponeso (Grecia), hasta el Medio Oriente, y sometió a todos los pueblos
de la región, incluido Israel. Con lo cual no se puede hablar de Jesús, de Jesucristo el Hijo de Dios,
sin hablar del imperio romano. Porque Nuestro Señor vivió, murió y resucito en los días del
imperio romano. No se puede desligar la figura del Jesús bíblico y del Jesús histórico, del imperio
romano.

Jesús nació durante el reinado de Augusto Cesar (que gobernó desde 27 a.C. hasta 14 d.C.) y
murió, resucito y ascendió a los cielos durante el reinado de Tiberio Cesar (que gobernó desde 14
d.C. hasta 37 d.C.). En ese tiempo Jesús funda la iglesia (no creo una religión). La iglesia no es una
organización. Son las personas que viven para servir a Dios.

Pero a esta iglesia que fundó Jesucristo no le fue nada fácil, porque el imperio romano tenía ya
demasiadas religiones enquistadas en su seno, muchas religiones. El romano, era un pueblo
politeísta, adoraban muchos dioses, tenían muchas religiones y lo último que le podía pasar al
imperio romano era que surja una “nueva religión”, lo cual podría convertirse en autentica
amenaza. Pero esto fue lo que ocurrió. Había surgido una “nueva religión” (como lo veían ellos),
una nueva amenaza llamada “cristianismo”. Y surge en medio de uno de los pueblos que los
romanos dominaban y quisieron exterminar: el pueblo judío.

Es así que el imperio romano, para paliar el efecto del surgimiento de esta “nueva religión”,
ordena las masacres más sanguinarias de la historia contra los primeros discípulos de la iglesia
fundada por Jesucristo. Nerón (emperador romano, quien gobernó en el periodo que va del 54 al
68 d.C.) surge en un momento en el que la iglesia estaba tomando cuerpo y fue uno de los
perseguidores más crueles de los primeros discípulos de Jesús (de origen judío y de origen gentil).

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