Está en la página 1de 18

UNIVERSIDAD CATOLICA SANTO

DOMINGO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y
POLITICAS

Nombre: Luisa Díaz Feliz


Matricula: 2018-0096
Sección: 200
Materia: Derecho Internacional Privado
Tema: Fuente del derecho internacional Privado y La
Nacionalidad

fecha: 4/6/2020
Indice:
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

3.1 Clasificación de las fuentes.


3.2 Fuentes Nacionales.
3.3 Ley escrita.
3.4 La Jurisprudencia.
3.5 La Doctrina.
3.6 Los Tratados Internacionales.
3.7 La Costumbre Internacional.
3.8 Los Principios Generales del Derecho.

LA NACIONALIDAD

4.1 Definición del concepto Nacionalidad.


4.2 Implicaciones jurídicas del vínculo de Nacionalidad.
4.3 Diferencias entre Nacionalidad y Ciudadanía.
4.4 Reglas sobre Nacionalidad.
4.5 Sistemas de adquisición de la Nacionalidad. Modos originarios y
modos derivados. Fundamentos y análisis comparado.
4.6 Doble Nacionalidad. Aplicación judicial de conflictos en materia
de Nacionalidad.
4.7 Situación de los Apátridas. Causas de la Apátrida.
4.8 Perdida de la Nacionalidad.
Introducción:
La nacionalidad es un vínculo jurídico y político que relaciona a las personas con un Estado concreto,
origina un conjunto de derechos dando lugar a un estatuto personal especial llamado “estatuto
personal” imponiendo así el cumplimiento de obligaciones que corresponden a los nacionales y no a
los extranjeros.
La nacionalidad determina un estatus que debe acompañar al individuo durante toda su existencia, sin
embargo esta nacionalidad puede perderse por causas a los que incurre una persona en el ejercicio de
un presunto derecho, y a su vez esta nacionalidad puede recuperarse con el cumplimiento de ciertos
requisitos que se establecen la Ley de Naturalización y principios Constitucionales.
Cabe destacar asimismo, que como en toda área del derecho, de las mismas se derivan fuentes, estas
fuentes, en este caso, del Derecho Internacional Privado, vamos a desarrollar en lo adelante, entre
otras cosas mas.
Fuentes del Derecho Internacional Privado
Podemos llamar a las fuentes del derecho como fuentes a los actos, eventos y tradiciones
pasadas que sirven para la creación, modificación o extinción de las normas jurídicas, o sea,
de las leyes Las fuentes del Derecho Internacional Público pueden clasificarse por su
extensión en:

a) Nacionales, son aquellas que podemos localizar en el orden jurídico vigente de un solo
país. Dentro de esta clasificación encontramos dos tipos de leyes, aquellas que se
desprenden de las normas internacionales y las que se desligan del Derecho Internacional.
Dentro de este tipo de fuentes están la ley, la costumbre y la jurisprudencia.

 La Ley como fuente del DIPrivado varía según el sistema jurídico de que se trate. En
México, las normas del DIPrivado se encuentran en los diferentes códigos civiles y de
procedimientos civiles de las diversas entidades federativas.

 Dentro del DIPrivado, la costumbre es importante sobre todo en el área de comercio


ya que los usos y costumbres son una de las fuentes más importantes de creación
normativa.

 La jurisprudencia tiene un lugar muy importante en el DIPr ya que permite a los


jueces ampliar los supuestos de las normas jurídicas y con ello enriquecer los criterios
establecidos en sus leyes y sobre todo, dar al individuo la certeza en cuanto al alcance
y sentido de las normas jurídicas.

b) Internacionales, estas son fuentes que constituyen maneras de crear normas jurídicas
que obligan a más de un Estado a respetar acuerdos. Dentro de este tipo encontramos a los
tratados internacionales, a la costumbre internacional y a la jurisprudencia internacional.

 En el DIPrivado, los tratados constituyen una de las fuentes más importantes en


cuanto a instrumentos de resolución de conflictos y tráfico jurídico internacional, las
materias que contienen los tratados y convenciones son diversas: nacionalidad,
condición jurídica de los extranjeros, leyes mercantiles, etcétera.

 La jurisprudencia internacional como fuente del DIPrivado, está determinada por un


órgano principalmente: la Corte Internacional de Justicia, la cual a su vez habilita a
otros órganos colegiados para desempeñar funciones en distintos ámbitos.

 La costumbre internacional es una fuente de gran tradición en el DIPrivado ya que


ésta es la que aporta varios principios mediante los cuales se pueden conocer puntos
de encuentro en el tráfico jurídico internacional.
c) Comunes: Dentro de esta clasificación encontramos aquellos mecanismos teóricos que
son compartidos por las fuentes anteriores y que se enmarcan en lo que usualmente se
conoce como la Doctrina Jurídica.

Tratados y Convenios
Podemos definir al tratado como un acuerdo por escrito imputable a dos o más sujetos del
Derecho Internacional. El tratado es “la fuente por excelencia de derechos y obligaciones
internacionales particulares amén de excelente coadyuvante en la formación de normas
generales”. Los tratados contienen una triple exigencia: 1) Imputabilidad a entes de
subjetividad internacional; 2) Origina derechos y obligaciones y; 3) Su marco regulador es el
Derecho Internacional. Esta triple exigencia lo diferencia de otros acuerdos escritos. El
tratado consta de dos etapas:

a) Etapa Inicial que consta de una negociación, adopción y autenticación.

b) Etapa Final, la manifestación de consentimiento y perfeccionamiento de dicho


consentimiento.
Por su parte, los convenios internacionales buscan solucionar la colisión de derechos que se
origina con los conflictos de jurisdicción para saber cuál es el tribunal y de qué Estado es el
competente para ocuparse de resolver las controversias que surgen de las relaciones nacidas
del Derecho Internacional Privado

Derecho Convencional Internacional


Este constituye una rama dentro del Derecho Internacional que se encarga de los convenios
internacionales que afectan a esta materia. Éste se compone, esencialmente, de convenios
para evitar la doble imposición internacional, en casi toda su totalidad bilaterales.

Convenios Internacionales Del Derecho Privado

Conferencia de La Haya (Países Bajos, 1899) Fue el primer foro internacional en especificar
las condiciones y requisitos para la celebración de tratados entre los diversos sujetos de la
sociedad internacional. De esta conferencia se desprendieron los principales órganos como
tribunales y cortes internacionales y regionales que hoy rigen el sistema jurídico
internacional.
Conferencia Panamericana.-Código Bustamante (La Habana, 1928)Organizada por el
célebre jurista cubano, ésta conferencia fue una de las precursoras en el continente
americano en establecer las condiciones para la celebración de tratados internacionales.

Convenciones Interamericanas (Panamá, enero 1975) El 30 de enero de 1975 se


celebraron cuatro convenciones en la ciudad de Panamá cuya temática fue exclusivamente
en materia de Derecho Internacional Privado, hasta la fecha, dichas convenciones han sido
la antesala de diversos códigos civiles en todo el continente.

Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional Esta comisión
cumple cuatro funciones principalmente: a) constituye un foro de discusión sobre el
derecho mercantil principalmente; b) de este órgano surgen leyes modelos para el circuito
mercantil internacional; c) ésta comisión emite guías legislativas y; d) también se dictan
contratos tipo y condiciones generales para futuros actos legales en materia mercantil.

La Costumbre Internacional
Podemos definir a la costumbre internacional como la “norma resultante de una práctica
general, constante, uniforme y duradera llevada a cabo por los sujetos del Derecho
Internacional y realizada con la convicción de ser jurídicamente obligatoria” Existen dos
tipos de costumbre internacional:

 positiva (acciones)
 negativa (omisiones)
De igual forma, podemos identificar dos tipos de elementos que sustentan a la costumbre
internacional como fuente del Derecho Internacional Privado: el primero de ellos es el
elemento material, es decir la práctica consuetudinaria, la cual debe ser general, constante,
uniforme y continuada o sostenible en el tiempo. Por el otro lado tenemos al elemento
psicológico o motivacional, el cual se sustenta en el principio opinio iuris sive necessitatis,
el cual expresa un convencimiento del sujeto para conformar una obligación jurídica.

La Nacionalidad
La nacionalidad es una situación social, cultural y espacial en la que influyen numerosos
elementos que definen el escenario político y organizacional de un grupo determinado de
personas. Por ser la nacionalidad un hecho social, no puede ser estudiado como un concepto
aislado, y no puede entenderse de manera unilateral, por lo que requiere ser entrelazada con
muchos otros conceptos de la materia sociológica, de manera que el tema pueda acercarse
lo más posible a un concepto palpable.Nacionalidad significa también la pertenencia de una
persona a un ordenamiento jurídico concreto. Este vínculo del individuo con un Estado
concreto le genera derechos y deberes recíprocos. Este tipo de nacionalidad se mezcla
conceptual y prácticamente con el concepto de nacionalidad como situación social, y podría
perfectamente analizarse por separado o como una parte de la nacionalidad social, pues las
leyes son inevitablemente un hecho social.

Según el art. 6to de la constitución dominicana: “Son dominicanos":

lro. Todos los nacidos en el territorio de la. República, sea fuere la nacionalidad de sus
padres, exceptuando los hijos legítimos de los extranjeros que se encuentran en servicio de
su nación o que no hubieren fijado su residencia en la República.
2do. Los nacidos en el extranjero de padres dominicanos en el vicio de la República.
3ro. Los hijos de padres dominicanos nacidos en el extranjero están domiciliados en la
República y no declaren al venir a ella, ante el Presidente del Ayuntamiento de su
domicilio, por sí o por quienes lo representan legalmente, que no tienen una nacionalidad
extranjera
4to. Todos los naturalizados conforme ésta Constitución y leyes.

Para conseguir la naturalización de la nacionalidad se necesita

1ro. - Haber sido autorizado por el Poder Ejecutivo, dos años por lo menos a fijar domicilio
en el país.
2do. Declarar, a partir de este tiempo ante el Presidente del de su domicilio, su propósito de
naturalizarse.
3ro. Presentar certificación de Vida y Costumbre, expedid: el Fiscal y el Gobernador de la
Provincia en que resida.
4to. Tener medios lícitos de subsistencia.
5to. Prestar ante el gobernador de la Provincia el Juramento de fidelidad a la República.

Como vemos, de conformidad con estas disposiciones, sustenta. el Jus soli en cuanto a la


adquisición de la nacionalidad dominicana por nacimiento, ello es en forma limitada puesto
que serán ni canos los hijos de extranjeros nacidos en territorio dominicano el caso de fijar
allí sus padres residencia. Otra marcada característica de esta constitución revisada en 1907
lo es que omite la disposición remonta desde la constitución de 1865, en virtud de la cual se
les prohíbe a los dominicanos adquirir otra nacionalidad y residir con ella en territorio
nacional.

En abril de 1908 entró en vigor la constitución que vino a reformar la de 1907, Y cuyo
texto se mantuvo vigente hasta que aconteció la ocupación militar de los Estados Unidos al
territorio nacional, en noviembre de 1916. En la Sección Ira., consagrada a la Nacionalidad
se dice art. 7mo. Son dominicanos:
“Todas las personas que al presente gozaren de ésta cualidad en virtud de Constituciones
y leyes anteriores.

Todas las personas que nacieren en el territorio de la República, sea cual fuere la
nacionalidad de sus padres, exceptuando los hijos legítimos de los extranjeros que residan
en la República en representación diplomática, o que estén de tránsito en ella.

Los nacidos en el extranjero de padres dominicanos, siempre que, de acuerdo con las leyes
del país de su residencia o domicilio, no hayan adquirido una nacionalidad extraña.”

Implicaciones jurídicas del vínculo de nacionalidad

Los artículos 3 y 4 de la Ley Dominicana Sobre Naturalización, trata sobre los efectos
directos o bien sobre las implicaciones en cuanto concierne a facilidades otorgadas a los
miembros de una familia cuando el extranjero, siendo casado y padre de familia, se
naturaliza dominicano. Veamos:

Art. 3. La mujer casada con un extranjero que se naturaliza dominicano podrá obtener la
naturalización sin ninguna condición de permanencia en el país, siempre que la solicite
conjuntamente con su marido y se encuentre en la República en el momento en que la
solicite. Posteriormente a la naturalización del marido, ella podrá naturalizarse sin estar
sometida a ninguna condición, siempre que resida en el país al hacer la solicitud y esté
debidamente autorizada por él; esta autorización no será necesaria si al solicitar la mujer la
naturalización justifica en su instancia que su ley nacional no exige, para la obtención de
otra nacionalidad la autorización marital. En ambos casos, deberán ser pagados los
derechos correspondientes.

“Párrafo I. Los hijos mayores de dieciocho años de naturalizado podrán obtener su


naturalización, con sólo un año de residencia en el país, si la solicitan conjuntamente con
su madre.”

Art. 4. Los hijos menores de dieciocho años, solteros, legítimos, legitimados o naturales
reconocidos, adquieren de pleno derecho por la naturalización de su padre la nacionalidad
dominicana; pero tendrán el derecho, cuando lleguen a la mayor edad, y durante un año, de
renunciar a ella, declarando por acta redactada por un oficial público remitida al Poder
Ejecutivo, que desean tener su nacionalidad de origen. Se publicará un aviso de esta
declaración en la Gaceta Oficial y se hará un asiento del caso en los registros previstos más
adelante. Los mismos efectos produce la naturalización de la madre cuando no exista el
padre, o cuando, existiendo tenga la madre la guarda de sus hijos. Finalmente, en lo relativo
a las condiciones de fondo, establecidas por la comentada Ley 1683, el art 5 plantea una
excepción; dice así: No será necesaria la mayoridad de veintiún años para pedir la
naturalización cuando se estuviere casado, o cuando siendo el impetrante mayor de
dieciocho años, estuviere autorizado por sus padres, y a falta de éstos, por la persona que
tengan su representación legal.

Diferencias entre nacionalidad y ciudadanía:


La nacionalidad es “el vínculo jurídico básico que determina la pertenencia de las personas
a un Estado”. Esta relación permite exigirle al Estado el reconocimiento y la garantía de los
derechos esenciales de cada persona, así como la protección de las leyes. Al mismo tiempo,
cada hombre debe respetar los derechos establecidos por el Estado, como el cumplimiento
de las leyes, honrar a su país y sus emblemas patrios, entre otros. El derecho internacional
señala que la nacionalidad no se impone, que toda persona debe tener una nacionalidad y
que la doble nacionalidad la regula la Constitución política de cada país.
El ciudadano es la persona que, teniendo derechos políticos, los ejerce o manifiesta en el
gobierno del país. Para esto se requiere estar inscrito en el registro del Servicio Electoral.
Ser ciudadano otorga el derecho a: sufragio, optar a cargos de elección popular y a los
demás que la Constitución o la ley establezcan, y a organizar y militar en los partidos
políticos.

Reglas sobre Nacionalidad

La nacionalidad es sustancialmente regulada por la legislación propia a cada Estado. Este


planteamiento ha sido reconocido como principio en la doctrina, en la jurisprudencia y en
instrumentos internacionales. En efecto, el artículo 1 de la Convención de La Haya de 1930
Concerniente a ciertas cuestiones relativas a los conflictos de leyes sobre nacionalidad,
admitió que corresponde a cada Estado determinar según su legislación quienes son sus
nacionales.

La Corte Permanente de Justicia Internacional, en sus opiniones consultivas, sobre el asunto


relativo a los decretos de nacionalidad en Túnez y Marruecos, y sobre la interpretación del
Tratado sobre Minorías del 28 de junio de 1919 entre Polonia y las potencias aliadas,
confirmó el principio aludido. El mismo principio fue repetido por la Corte Internacional de
Justicia en su sentencia sobre el Asunto Nottebohm, del 6 de abril de 1955. Ahora bien, ¿en
qué medida el Derecho Internacional Vincula al Legislador nacional en su libertad de fijar
las reglas sobre nacionalidad?

La jurisprudencia internacional y algunos instrumentos internacionales han mencionado la


existencia de límites a esa libertad, refiriéndose a “las convenciones internacionales, la
costumbre internacional y los principios de derecho generalmente reconocidos”. Sin
embargo, como bien señalan algunos autores, ni la Convención de La Haya de 1930, ni las
citadas opiniones de la Corte indican las reglas positivas del Derecho Internacional que
vendrían a limitar la libertad de los Estados para fijar las reglas sobre nacionalidad.

La doctrina, en cambio, sin cuestiona la competencia del Estado para determinar por su
legislación quienes son sus nacionales, admite la existencia de ciertas reglas que los
Estados no deben ignorar en la referida materia. Las mismas son generalmente tomadas en
cuenta por los Estados y han sido acogidas en algunos instrumentos internacionales.

El Instituto de Derecho Internacional se pronunció en su sesión de Cambridge de 1895 en


favor de la observancia, en materia de nacionalidad, de los principios siguientes:

1.- Nadie debe carecer de nacionalidad.


2.- Nadie puede tener simultáneamente dos nacionalidades.
3.- Cada uno debe tener el derecho de cambiar de nacionalidad.
4.- La renuncia pura y simple no basta para perderla.
5.- La nacionalidad de origen no debe transmitirse indefinidamente de generación en
generación establecida en el extranjero.

En el Preámbulo de la Convención de La Haya de 1930 se dice que” es de interés de la


comunidad internacional hacer admitir por todos sus miembros que todo individuo debería
tener una nacionalidad y no poseer más que una”. La Declaración Universal de Derechos
del Hombre de 1948, en su artículo 15, reza que “Toda persona tiene derecho a una
naciona1idad. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a
cambiar de nacionalidad”

Los diversos autores que tratan esta materia están de acuerdo con la existencia de esas
reglas. Niboyet por ejemplo nos cita tres reglas fundamentales; a saber.

1) Todo individuo debe tener una nacionalidad.


2) Debe poseerla desde su nacimiento.
3) Todo individuo puede cambiar voluntariamente de nacionalidad con el asentimiento
del Estado interesado”.

Ciertamente, los Estados al legislar toman generalmente estas reglas dándole una base
ampliamente reconocida. Sin embargo, en la práctica resultan frecuentes los casos de
individuos sin nacionalidad y de individuos poseedores de más de una nacionalidad. Surgen
así los casos de apátridas y de doble nacionalidad, generadores de conflictos de
nacionalidades. Las causas de estos fenómenos se analizarán más adelante cuando veamos
los modos de adquisición, modificación y pérdida de la nacionalidad.

LOS SISTEMAS DE ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD


Una clasificación generalmente aceptada de los modos de adquirir la nacionalidad es el de
origen u originario y el adquirido. La nacionalidad es originaria cuando se deriva del
nacimiento, y en este caso, está fundamentada en la voluntad del Estado, en otras palabras,
es forzoso por imposición de las legislaciones. Es adquirida cuando resulta de un hecho de
la persona, en cuyo caso es voluntaria o semivoluntaria.

Las legislaciones en materia de adquisición originaria de la nacionalidad pueden ser


reducidas a tres sistemas distintos: el sistema fundado en el Jus Sanguinis, que se determina
por la filiación; el sistema Jus Soli, también llamado de la territorialidad, por estar
determinado por el lugar del nacimiento; y el sistema mixto, combinación de los sistemas
enumerados, completándose con el sistema contrario.

MODO ORIGINARIO DE ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD


 SISTEMA JUS SANGUINIS

Según este sistema, la nacionalidad de los individuos se determina por la filiación. Los
hijos tienen la nacionalidad de sus padres. El fundamento de este sistema descansa, ante
todo, en el factor biológico, haciendo depender la nacionalidad del hijo de la del padre, y
haciendo caso omiso del lugar de nacimiento.
Pertenecen al sistema Jus Sanguinis la mayoría de los Estados europeos. Algunos países de
América han sustentado este sistema en determinado período de su desarrollo
constitucional. Así p. ej. la constitución mejicana de 1857, y la de 1917 establecen que
“Son mexicanos por nacimiento los hijos de padres mexicanos, nacidos dentro o fuera de la
República”, siempre que en este último caso los padres sean mexicanos por nacimiento. A
partir de la reforma de 1933 a la Constitución de 1917 y a partir de la Ley de nacionalidad y
naturalización, el sistema Jus Sanguinis, si bien no fue eliminado en términos absoluto, es
combinado con el sistema Jus Soli.

 SISTEMA JUS SOLÍ

En el sistema Jus Soli la principal característica la constituye la determinación de la


nacionalidad por el lugar del nacimiento del individuo. Todos los individuos nacidos en el
territorio de un Estado tienen la nacionalidad del mismo, con prescindencia de la
nacionalidad de sus padres.

A diferencia del sistema Jus Sanguinis, cuyo fundamento estriba, ante todo, en la biología,
puede decirse que el sistema Jus Sofí se fundamenta en una ley sociológica que, bajo la
influencia del medio ambiente vincula a los individuos mediante la educación, las ideas y
las costumbres al país donde nació.

Los orígenes del sistema Jus Soli re remontan a la época feudal, sistema que, como dice A.
Weiss “hacía del hombre el esclavo y el accesorio inseparable de Su tierra natal”.22
Entretanto, el sistema Jus So/i no siempre ha respondido a la idea de someter al hombre al
dominio del señor feudal. La motivación o fundamento racional para la escogencia del
mismo ha sido, como veremos, distinta en los Estados americanos. En efecto, la mayor
parte de ellos adoptaron el sistema Jus Soli, constituyéndose en base fundamental de sus
legislaciones sobre nacionalidad, aunque con el transcurso de los años se manifiesta la
tendencia de combinado con el Jus Sanguinis.

La Constitución de la República Dominicana de 1907, establecía que eran dominicanos:


1ro. todos los nacidos en el territorio de la República dominicana, “sean cual fuere la
nacionalidad de sus padres”. Cierto, como lo analizaremos luego, esa misma constitución
contempla una excepción a esa sustentación del Jus Solio

Doble Nacionalidad.

Entre estos convenios cuentan los que buscan atenuar algunos efectos que implica el
fenómeno de la doble nacionalidad. Así, hay convenios principalmente de carácter bilateral,
que, basándose en el llamado principio de la nacionalidad efectiva, tratan la cuestión de las
obligaciones militares. Los Estados Unidos y Noruega, por ejemplo, suscribieron en 1933
un convenio, en virtud del cual las personas con nacionalidad de ambos países, pero que
residen por 10 común en uno de ellos y, están más vinculados a él, son eximidas por el otro
Estado del cumplimiento del servicio militar. Entre Bélgica y Holanda se celebró en 1959
un convenio según el cual las personas con nacionalidad de ambos Estados cumplen el
servicio militar en aquel donde viven, pero tiene derecho de hacerlo, si 10 desean, en el
ejército del otro Estado.

En 1963, el Consejo de Europa, en una convención multi1ateral, fijó que el servicio militar
aplicado a personas con doble nacionalidad se ejecutará en el territorio del país donde el
interesado reside y al que está vinculado más efectivamente.
Otros convenios tratan sobre las implicaciones de la doble nacionalidad en materia de
protección diplomática. En la Convención de La Haya del 12 de abril. de 1930
“Concerniente a ciertas cuestiones relativas a conflictos de leyes sobre nacionalidad” se
aprobó, entre otras, que “Un Estado no puede ejercer su protección diplomática en
beneficio de uno de sus nacionales, en contra de un Estado donde aquel es también
nacional.

Hay convenios internacionales que buscan reducir los casos de doble nacionalidad
mediante disposiciones generales. Así, la Convención del Consejo de Europa de 1963,
contempla que, la adquisición voluntaria de una nacionalidad extranjera conlleva la
pérdida de derecho de su nacionalidad anterior. Entre los Estados árabes se celebró en
1954 una convención multilateral, en el marco de la Liga Árabe, tendente a enfrentar los
casos de doble nacionalidad.

Situación de los Apátridas.


Causas de la Apátrida: Uno de los principios relevantes aplicados a la institución de la
nacionalidad lo es el que nadie debe carecer de nacionalidad; principio al que aludimos al
inicio de este capítulo. Entretanto, la práctica nos revela, al igual que acontece con otros
principios aquí analizados, la vulnerabilidad del mismo. Es decir, frecuentes han sido los
casos de personas carente s de nacionalidad, generando el fenómeno denominado apátrida,
apoloides o heimtloses.
El estatuto de apátrida es muy incómodo porque depende de las leyes del Estado donde
vive, pero no goza de ningún derecho político, no tiene derecho a la protección y puede ser
expulsado de cualquier país. En el estado actual de la comunidad internacional, las
circunstancias generadoras de este fenómeno y los remedios para superado son diversos.
Citaremos algunas de esas circunstancias:

a) Un niño nace en el territorio de un Estado que aplica el sistema Jus sanguinis, y sus


padres provienen de un Estado del sistema Jus soli y cuya legislación no admite la
transmisión de la nacionalidad en esas circunstancias.

b) Los hijos de padres apátridas nacidos en el territorio de un Estado que se rige por el Jus
sanguinis.

c) Una mujer casada proveniente de un Estado que atribuye a la mujer nacional la


nacionalidad de su esposo extranjero, y el Estado de donde proviene éste último no se la
concede automáticamente.

d) Una persona renuncia a su nacionalidad sin que ello implique automáticamente la


adquisición de otra.

e) Personas que incurren en algunas de las causas que implican en su Estado de


nacionalidad la pérdida de ésta última (como por ejemplo la residencia en el extranjero de
una persona naturalizada, etc.).

Es posible enumerar otras circunstancias conocidas en la historia moderna.

Algunas de las causas aquí enumeradas se les ha buscado remedio tanto en las
legislaciones nacionales de algunos Estados como en Convenios Internacionales.

En el Código civil alemán, en su artículo 29 leemos que” A los sin patria se les aplica la
ley del último país a que han pertenecido, y si tal país no puede ser determinado, la del
domicilio, y a falta de éste, la de la residencia. “

El Código japonés, a su vez, dispone en su artículo 8 qué: Los que no tengan nacionalidad
conocida quedan sometidos a la ley del domicilio, y en su defecto, a la ley del lugar en
donde residan”.
El Instituto de Derecho Internacional en su resolución de Bruselas en 1936 sobre “Status
Jurídicos de los Apátridas y de los Refugiados” (Annuare, 1936), señala en su artículo 4
que la ley aplicable a las personas carente s de nacionalidad será la del país ya sea de la
nacionalidad tenida previamente o la de su domicilio o, en ausencia de ambos, la de su
residencia habitual al tiempo que el tribunal considere apropiado o pertinente.
Entre los Convenios internacionales que buscan solucionar los casos de apátridas cabe
mencionar los siguientes:

La Convención de La Haya de 1930 (protocolo) sobre la apartida. Aquí se determinó que


los hijos de padres sin nacionalidad o nacionalidad desconocida, que nacen en territorio de
un Estado que sigue el sistema jus sanguinis absoluto, pueden obtener la nacionalidad de
dicho Estado. Este mismo instrumento contempla que los permisos de expatriación no
suponen la pérdida de la nacionalidad sino en el caso de que el titular del permiso haya
previamente adquirido otra nacionalidad o desde el instante en que adquiere una nueva.
Los Estados que conceden este permiso se les autoriza fijar plazo para la caducidad de
ellos. Los Estados que conceden la nacionalidad a un individuo que ha obtenido esa
autorización están obligados a comunicar sobre la nacionalidad adquirida al Estado que
otorgó el permiso.

Convención sobre el estatuto de los apátridas (1954). Fue adoptada por auspicio de las
Nacional Unidas. Está vigente desde junio del 1960. La misma señala, entre otras que el
estatuto personal de todo apátrida se regirá por la ley del país de su domicilio o, a falta de
domicilio, por la ley del país de su residencia.

Los derechos anteriores adquiridos por el apátrida que dependan del estatuto personal,
específicamente los que resultan del matrimonio, serán respetados por todo Estado
contratante… el artículo 12 de la convención de Viena expresa:

Art. No.- 12 convención de Viena: El Estado acreditante no podrá, sin el consentimiento


previo y expreso del Estado receptor, establecer oficinas que formen parte de la misión en
localidades distintas de aquella en que radique la propia misión.

Está vigente desde junio de 1960. La misma señala, entre otras, que el estatuto personal de
todo apátrida se regirá por la ley del país de su domicilio o, a falta de domicilio, por la ley
del país de su residencia. Los derechos anteriormente adquiridos por el apátrida que
dependan del estatuto personal, específicamente los que resultan del matrimonio, serán
respetados por todo Estado contratante... (art. 12 de la Convención). Esta convención no se
refiere a mecanismos para eliminar o reducir los casos de apátridas.

En 1961 se aprobó, en el marco de una Conferencia de las Naciones Unidas, la


Convención para reducir los casos de apátridas. Entró en vigor el 24 de abril de 1964.

En su artículo lro dice:


a) De pleno derecho en el momento del nacimiento, o

b) Mediante solicitud presentada ante la autoridad competente por el interesado en su


nombre, en la forma prescrita por la legislación del Estado de que se trata. Salvo lo
dispuesto en el párrafo 2 del presente artículo, la solicitud no podrá ser rechazada.

Todo Estado contratante cuya legislación prevea la concesión de su nacionalidad mediante


solicitud, según el apartado b) del presente párrafo, "podrá asimismo conceder su
nacionalidad de pleno derecho a la edad y en las condiciones que prescriba su legislación
nacional. A su vez, el artículo 2 dice: "Salvo prueba en contrario, se presume que un
expósito que ha sido hallado en el territorio de un Estado contratante ha nacido en ese
territorio, de padres que poseen la nacionalidad de dicho Estado.

"El nacimiento a bordo de un buque o de una aeronave dice el arto e se considerará, según


sea el caso, como ocurrida en el territorio del Estado cuyo pabellón enarbole el buque o en
el territorio del Estado en que esté matriculada la aeronave."

"Si la legislación de un Estado contratante prevé la pérdida de la nacionalidad como


consecuencia de un cambio de estado, tal como el matrimonio, la disolución del
matrimonio, la legitimación, el reconocimiento o la adopción, dicha pérdida estará
subordinada a la posición o la adquisición de la nacionalidad de otro Estado."

"Si la legislación de un Estado contratante prevé la renuncia a la nacionalidad, dicha


renuncia sólo será efectiva si el interesado tiene o adquiere otra nacionalidad."

"Los Estados se comprometen a no privar de su nacionalidad a una persona si esa privación


la convierte en apátrida" (Art. 8).

Convención Sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada. 29 de enero de 1957 Entró en vigor


el 11 de agosto de 1958. Fue fumada y ratificada por la- República Dominicana. 

El arto 1 dice: "Los Estados contratantes convienen en que ni la celebración ni la disolución


del matrimonio entre nacionales y extranjeros, ni el cambio de nacionalidad del marido
durante el matrimonio, -podrán afectar automáticamente a la nacionalidad de la mujer. El
artículo 2, a su vez señala: "Los Estados contratantes convienen en que el hecho de que uno
de los nacionales adquiera voluntariamente la nacionalidad de otro Estado o el que renuncie
a su nacionalidad, la nacionalidad del otro Estado o el que renuncie a su nacionalidad, no
impedirá que la cónyuge conserve la nacionalidad que posee y por último, el artículo 3 en
su párrafo 1 dice: "Los Estados contratantes convienen en que una mujer extranjera casada
con uno de sus nacionales podrá adquirir, si lo solicita, la nacionalidad el marido, mediante
un procedimiento especial de naturalización privilegiada, con sujeción a las limitaciones
que puedan imponerse por razones de seguridad y de interés público".
El párrafo 2 de ese mismo artículo hace referencia a la práctica judicial y a la legislación
que permiten a la mujer extranjera adquirir, si lo solicita, la nacionalidad del marido.

Sin duda que, los instrumentos internacionales citados, de ser acogidos por todos los
Estados, significarían a base amplia para reducir o eliminar en el porvenir la apátrida.

Perdida de la nacionalidad

En la legislación dominicana vigente, las causas de pérdida de la nacionalidad están


prescritas en los artículos 11, acápite 4, párrafo N de la constitución, arto 21 del Código
Civil y arto 12 de la Ley Sobre Naturalización. El art 11, acápite 4, párrafo IV de la
Constitución Dominicana, establecía: "La adquisición e otra nacionalidad implica la
pérdida de la nacionalidad dominicana, salvo acuerdo internacional en contrario".

A su vez, el artículo 21 del Código civil dominicano señala "El dominicano que, sin
autorización del gobierno, formara parte de un ejército extranjero o se afiliase a una
corporación militar extranjera, perderá su cualidad de dominicano, no podrá regresar a la
República sino con el permiso del gobierno y sólo recobrará la cualidad de dominicano
llenando las condiciones impuestas a un extranjero para adquirir la nacionalidad".

El párrafo del artículo 12 de la citada Ley 1683 sobre naturalización contempla- que "El
Poder Ejecutivo tendrá capacidad para revocar cualquier naturalización cuando el
favorecido con ella traslade su domicilio al exterior dentro de un año de obtenida, así como
cuando, después de obtenida la naturalización el naturalizado se haya ausentado hacia el
exterior sin regresar al país dentro de los diez años de su partida",

Como advertimos antes, la readquisición de la nacionalidad no está prevista en la


Constitución Dominicana; en cambio la Ley 1683 sobre naturalización, en su capítulo V,
intitulado "De la readquisición de la nacionalidad", señala en el artículo 22 que: La mujer
dominicana por nacimiento u origen que celebre matrimonio con extranjero que por natu-
ralización, la nacionalidad de su marido, o que haya adquirido dicha nacionalidad como
consecuencia del matrimonio de acuerdo con la legislación anterior a la Ley No. 485 del 15
de enero de 1944, que modificó el artículo 19 del Código Civil, podrá mientras esté casada
o en caso de disolución del matrimonio, readquirir la nacionalidad dominicana siempre que
haga una declaración en tal sentido en la Secretaria de Estado de 10 Interior y al mismo
tiempo fije su residencia en el país, si no lo ha hecho antes".

El art 23 se refiere a la facultad discrecional del Ejecutivo para decidir cuando se trate de
una declaración formulada sin estar disuelto el matrimonio; los artículos 24 y 25 están
referidos a cuestiones de procedimiento. Veamos:

Art. 23. Cuando la declaración de la mujer se haga sin estar disuelto el matrimonio, será
referida al Poder Ejecutivo, el cual en este caso podrá decidir que la declaración no tendrá
ningún efecto, conservando la mujer la nacionalidad del marido.
Art. 214. La efectividad de la declaración se comprobará por un aviso publicado en la
Gaceta Oficial.

Art. 25. Se harán los asientos de lugar en los registros previstos en el artículo 70 de esta
ley.

Conclusión
La Carta de las Naciones Unidas, en su Preámbulo, marcó un objetivo: «crear
condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las
obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional».
Desde entonces, el desarrollo del derecho internacional y el respeto por el mismo han
sido elementos claves del trabajo de la Organización. Este trabajo se lleva a cabo a
través de cortes, tribunales, tratados multilaterales; así como a través del Consejo de
Seguridad, que puede aprobar misiones de mantenimiento de la paz, imponer
sanciones o, si lo considera necesario, autorizar el uso de la fuerza cuando exista una
amenaza contra la paz y la seguridad internacionales. La Carta de las Naciones
Unidas, considerada un tratado internacional, le otorga estos poderes. Como tal, es un
instrumento de derecho internacional y es vinculante para los Estados Miembros de la
ONU. La Carta de las Naciones Unidas recoge los principios de las relaciones
internacionales, desde la igualdad soberana de los Estados, hasta la prohibición del
uso de la fuerza en las relaciones internacionales.
Bibliografia:
https://www.radoctores.es/doc/07-2018%20V3%20N2-TOMAS%20ORTIZ%20DE%20LA%20TORRE
%20-%20Rep%20dominicana.pdf

También podría gustarte