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Penitenciarismo Latinoamericano Act 6 Unidad VII (30 Enero 2021)
Penitenciarismo Latinoamericano Act 6 Unidad VII (30 Enero 2021)
PENITENCIARISMO LATINOAMERICANO
Docente:
Yldemaro Torres
Sección EJ 3201N
Integrantes:
José Diez Idrogo. C.I. Nº 14.505.051
Alexander Rebolledo. C.I. N° 6.726.927
Francisco Salazar. C.I. Nº 13.773.981
Además de contar con las dos condiciones estructurales u objetivas indicadas, los
sistemas penitenciarios deben garantizar el cumplimiento de múltiples funciones
establecidas en las normativas internacionales y nacionales como alimentación, salud,
seguridad, visita, capacitación, trabajo, etcétera. Pero la falencia en estos dos requisitos
básicos genera situaciones objetivas inevitables de violencia que impiden su cumplimiento.
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Desarrollo
Los reclusos por delitos contra la propiedad siguen siendo el número mayor; hay,
sin embargo, un significativo incremento de reclusos por delitos relacionados con drogas en
sus niveles más bajos. Por ejemplo, en Ecuador, en 1997, el 42% de la población carcelaria
tenía que ver con este tipo de delitos, y en Bolivia, en 1998, el 60%. Esta situación es
particularmente notoria en el caso de las mujeres reclusas con un promedio de 70% en la
mayoría de los países, lo cual ha dado lugar a graves problemas, ya que la cárcel fue
originalmente concebida para poblaciones masculinas. En muchos casos, debido a la falta
de establecimientos, no pueden ser separadas de los varones, con dramáticas consecuencias.
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de beneficios legales durante el juicio y una vez sentenciados, violándose en muchos casos
las constituciones, los principios del derecho penal liberal y la doctrina internacional de
derechos humanos.
Por otra parte, en estrecha conexión con las características transnacionales del
fenómeno de las drogas, se observa en varios países un significativo incremento de presos
extranjeros. En su gran mayoría provienen de países vecinos y también son pobres y
desempleados. Sin embargo, en el caso de las mujeres hay un número significativo de
europeas y norteamericanas que han sido detenidas en los aeropuertos internacionales. Se
trata de las llamadas "mulas", quienes transportan a sus países de origen pequeñas
cantidades de drogas en sus cuerpos. A menos que las embajadas hagan algo al respecto,
estas extranjeras permanecen en condiciones muy precarias, sin asistencia legal e incluso en
muchas ocasiones sin ningún tipo de recurso económico y sin conocer el idioma, lo cual
incrementa los problemas carcelarios.
Las cifras del cuadro son optimistas, porque hay que tener en cuenta que las
densidades indicadas son los promedios del total de las unidades de los sistemas. Cuando se
considera la situación concreta de cada cárcel se encuentran casos de extrema gravedad, a
veces con densidades increíbles que multiplican varias veces la capacidad máxima de los
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centros. Hay que tener en cuenta la importancia de las Reglas Mínimas de las Naciones
Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, que establecieron en 1955 que “las celdas o
cuartos destinados al aislamiento nocturno no deberán ser ocupados más que por un solo
recluso”, la mayoría de las cárceles de la región contravienen dicha normativa.
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Barbuda
Bahamas 1.084 1.400 129 1.180 1.322 112
Barbados 328 1.030 314 1.250 910 73
Belice 1.500 1.334 89 2.100 1.380 66
Islas Caimán 179 212 84
(Reino Unido)
Dominica 300 254 85 200 289 145
Granada 98 386 394 200 440 220
Jamaica 4.247 4.709 111 4.247 4.709 111
Puerto Rico 15.034 13.215 88
(EUA)
St Kitts & Nevis 150 262 175 164 344 210
Sta Lucia 500 503 101 450 568 126
San Vicente & 200 410 205 200 413 207
Granadina
Trinidad & 4.386 3.803 87 4.386 3.591 82
Tobago
Fuente: Carranza, Elías. ILANUD 2011
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mayoría de los países, tanto en los de bajos y medianos ingresos, como en los de altos
ingresos3, pero es en las dos primeras categorías en las que se manifiesta con mayor
gravedad. Al respecto cabe tener presente que todos los países de América Latina
pertenecen a las categorías de medianos y bajos ingresos según la clasificación del Banco
Mundial. Para analizar este fenómeno, es útil precisar algunos conceptos: Sobrepoblación
penitenciaria: Es la situación en que la densidad penitenciaria es mayor que 100, porque
hay más personas presas que la capacidad establecida para una prisión o para la totalidad
del sistema;
Una gran proporción de la población carcelaria está conformada por pequeños
ladrones, quienes frecuentemente pasan más tiempo en prisión esperando sentencia que lo
establecido legalmente por los delitos de hurto, violándose el principio legal de la
presunción de inocencia que establecen los códigos penales que, siguiendo la tradición
europea, definen los delitos y sus respectivas penas, y también el principio del debido
proceso. Así la pena adquiere otro significado y pierde su función original. Otros pasan
largos períodos dentro de la cárcel para eventualmente ser liberados luego de ser
encontrados no culpables. Desde una perspectiva de la nueva política criminal postmoderna
de la emergencia, lo que interesa es utilizar la cárcel como depósito para excluir e
incapacitar poblaciones consideradas "peligrosas", "de riesgo", pero sobre todo
"desechables". En otras palabras, la detención preventiva se convierte en una forma de
castigo y lo que la ley establece como sanción penal para diferentes tipos de delito no es
relevante.
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Sobrepoblación penitenciaria
Por eso cada vez más prisiones, más reos dentro de ellas, y un discurso que busca
aterrorizar al ciudadano bien integrado y respetuoso de las leyes. "Que se pudran en la
cárcel", "deberían matarlos", escucha uno todos los días en la calle o en los medios de
comunicación a la opinión pública, sumisa con los poderosos pero revolcándose con odio
contra los que violan la legalidad y no respetan el contrato social del poder.
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Unidas como a los Derechos Humanos Fundamentales. Al mismo tiempo, resulta imposible
clasificar o separar procesados y condenados por falta de espacio.
Dos delitos típicos por los que las mujeres son privadas de libertad son el tráfico
internacional aéreo cumpliendo la función de “mulas”, y el ingreso de drogas en pequeñas
cantidades, frecuentemente en sus cavidades corporales, a los centros penitenciarios para
consumo de sus parejas y tráfico al interior de los centros. 6. Los presos y presas sin
condena Los presos y presas sin condena son personas privadas de libertad que se
encuentran teóricamente amparadas por el principio de inocencia, pero que no obstante
suelen permanecer en prisión durante muchos años. El ILANUD se ocupó por primera vez
de este problema en 19807. Uno de los hallazgos de la investigación iniciada en 1980
consistió en verificar la importante incidencia del sistema jurídico-penal en el fenómeno del
preso sin condena. En efecto, como se observa en el gráfico 1 (ver p. 41), todos los países
de sistema anglosajón que fueron estudiados exhibían porcentajes de presos sin condena
notablemente más bajos que los de sistema continental-europeo o romano-germánico. El
país de sistema anglosajón en ese entonces con más alto porcentaje de personas presas sin
condena (Guyana, 37,44%) aventajaba en casi diez puntos porcentuales (9,96%) al país de
sistema continental-europeo con el menor porcentaje de ellas (Costa Rica, 47,40%).
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El caso de los presos y presas sin condena era y continúa en gran medida siendo
dramático e irónico, por cuanto un porcentaje importante de estas personas luego de
permanecer mucho tiempo en prisión terminan sobreseídas o absueltas. Otro alto porcentaje
al momento de la condena son puestas de inmediato en libertad pues han permanecido en
prisión preventiva tanto o más tiempo que el que les corresponde por la sentencia. Se
invierten entonces las etapas del proceso, ya que durante la instrucción y el período de
presunción de inocencia son encarceladas, y al momento de ser condenadas a prisión son
puestas en libertad.
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encontrados culpables. De esta manera, las prisiones convencionales han desaparecido y,
salvo contadas excepciones, se observan en América Latina tres modelos patológicos de
institución carcelaria que pueden sintetizarse de la manera siguiente:
La cárcel-ghetto, que se parece a vecindarios muy pobres, donde los reclusos viven
o están en constante contacto con parientes y personas del exterior, estableciendo un
sistema de autogestión, con una mínima seguridad y violencia. Ejemplos de este tipo
pueden encontrarse en Bolivia y México.
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En contraste, los grandes traficantes de drogas generalmente tienen todo tipo de
privilegios, incluyendo visitas permanentes y comidas especiales. El ejemplo más notorio
fue la famosa prisión de La Catedral en Medellín, Colombia. Pero en la actualidad persiste
esta práctica en varios países, como es por ejemplo el caso de México.
Por todo lo expuesto, se puede afirmar que la discusión sobre la cuestión carcelaria
es un tema difícil de abordar. La opinión pública en América Latina está convencida de que
quienes están en prisión son los responsables de la inseguridad ciudadana, identificada y
asociada exclusivamente con la criminalidad convencional.
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Mientras tanto, el problema más grave del sistema penal es la violación sistemática
de los derechos humanos del imputado, reflejada a través de prácticas arbitrarias e injustas
de parte de los encargados de la justicia penal, pero que tiene su máxima expresión en
aquellos que llegan a la cárcel, donde son objeto de todo tipo de abusos. Uno de los
problemas principales es el desconocimiento de parte del recluso de su situación judicial, y
en la mayoría de casos la falta de asistencia legal. No obstante, todos los países de América
Latina han ratificado la Normativa Internacional sobre Derechos Humanos de las Naciones
Unidas y de la OEA, donde se especifica claramente los derechos de las personas que
entran en conflicto con la ley. En este sentido, no está de más recordar que los derechos
humanos de los reclusos incluyen los siguientes aspectos:
Por otra parte, en la mayoría de los países existe legislación nacional penitenciaria
que se basa en las Reglas Mínimas para el Tratamiento del Recluso, inicialmente
sancionadas por las Naciones Unidas en 1955, e incluso en múltiples ocasiones esas leyes
son su copia textual. A su vez, en las constituciones, códigos penales y otras leyes
nacionales se hace referencia a la cuestión carcelaria, y de manera específica a su finalidad
de rehabilitación, resocialización o reeducación, según el caso. Es decir, todos los países de
América Latina han firmado acuerdos y convenios internacionales para la protección del
recluso, pero rara vez los han llevado a la práctica.
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de normas según la documentación revisada; donde se regula el funcionamiento de
algunas instituciones de reclusión, y múltiples aspectos del quehacer penitenciario.
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1.942, Reglamento Interior de la Colonia Correccional de las Islas del Burro y
de Otama. Se promulga en cumplimiento al artículo 6º del Decreto del 13 de agosto de
1.937, por el que se creó la referida colonia. Regula todo lo referido al funcionamiento de
los dos centros, haciendo referencia al tratamiento con fines correccionales.
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1.949, Decreto Nº 333 Relativo a Penitenciaria de Mujeres. Ordena efectuar los
estudios necesarios para la creación de un Instituto que se denominará "Penitenciaría de
Mujeres", el cual estará dotado de edificios, terrenos, escuelas, talleres y demás
dependencias que se juzguen técnicamente apropiadas de acuerdo a la ciencia Penitenciaria
moderna.
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personas responsables y las penas. Precisa la descripción formal del tipo de conductas que
constituyen delitos y faltas, quienes son responsables de las violaciones a estas normas y las
penas aplicables como consecuencia a las infracciones.
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a la reeducación durante el tiempo de cumplimiento de la pena, además lo relativo a las
fórmulas alternativas de cumplimiento de pena, clasificación, establecimientos especiales y
lo tocante al tema de seguridad, dando continuidad a la Ley de 1.971.
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la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en cuanto al funcionamiento del
Sistema Penitenciario. Consagra el trabajo y la educación como derechos de los
condenados.
Actualmente – 2010
Constitución, Códigos y Leyes:
Código Penal.
Código Orgánico Procesal Penal.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Art. 272).
Ley de Redención Judicial de la Pena por el Trabajo y el Estudio.
Ley de Regímenes Penitenciarios.
Reglamentos:
Reglamento de Internados Judiciales.
Reglamento de la Ley de Régimen Penitenciario.
Reglamento de los Centros de Tratamientos Comunitarios CTC.
Decretos:
Decreto 3.265 de Emergencia Carcelaria de fecha 23 de Noviembre de 2004.
Decreto 6.733 de los Órganos Desconcentrados y de los Servicios Desconcentrados sin
Personalidad Jurídica. Gaceta Oficial 39.196
Reclusorios//Cárceles
Entre Internados Judiciales y Centros Penitenciarios en Venezuela hay 30
Reclusorios, distribuidos entre la Región Central, Región Centro Occidente, Región
Capital, Región Oriental y Región Andina.
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juicios, la oralidad; la garantía del debido proceso y otros derechos fundamentales del
imputado.
Desde ese momento hasta la reforma del Código Orgánico Procesal Penal, la
Administración Penitenciaria dispuso de suficiente tiempo para abocarse al mejoramiento
de las instalaciones de reclusión, construcción de obras y sinceración de las nóminas de
personal para conformar los equipos necesarios tanto de seguridad como de personal
técnico profesional que pudieran brindar tratamiento a los internos, adaptando sus
dependencias a la vigencia del C.O.P.P.
El Código Orgánico Procesal Penal sigue siendo un instrumento legal garantista que
ha mejorado significativamente aspectos negativos de la Administración de Justicia
Nacional. La reforma referida a la ejecución de la pena a la que fue sometido, se contrapone
con los principios Constitucionales sobre el uso del régimen abierto antes que las medidas
de naturaleza reclusorio, puesto que impone unos requisitos que cada vez distancian más al
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condenado de la posibilidad de optar por el régimen abierto, siendo que las modalidades de
establecimiento abierto permiten en mayor medida la reinserción social, de manera que es
una tarea pendiente para los legisladores.
A principios del año 2.002, se supone que con el propósito de facilitar el proceso de
cambios que el sector requiere, el Dr. Luis Miquelena ex -constituyentista, para el momento
Ministro del Interior y Justicia, quien conocía claramente la necesidad de iniciar el cambio
de la administración penitenciaria y adaptarla al mandato Constitucional, solicitó la
colaboración de un grupo de personas para que trabajaran en la reforma de la Ley de
Régimen Penitenciario.
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En general, se preferirá en ellos el régimen abierto y el carácter de colonias
agrícolas penitenciarias. En todo caso, las fórmulas de cumplimiento de penas no privativas
de la libertad se aplicarán con preferencia a las medidas de naturaleza reclusoria. El Estado
creará las instituciones indispensables para la asistencia pos penitenciaria que posibilite la
reinserción social del ex interno o ex interna y propiciará la creación de un ente
penitenciario con carácter autónomo y con personal exclusivamente técnico".
Garantía de la Rehabilitación
• Artículo 4, especifica que la reinserción se logrará a través del trabajo, el estudio, la
cultura, el deporte y la recreación, se garantiza el respeto de los Derechos Humanos y se
asigna la responsabilidad a los Tribunales, de amparar a todo recluso en el goce de sus
derechos.
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Garantía de Derechos Humanos, derecho a la defensa en lo administrativo y
prohibición del maltrato y la tortura
• Artículo 46, dispone que las sanciones disciplinarias no deben menoscabar el desarrollo
integral de la personalidad.
• Artículo 49, clasifica las sanciones para cada tipo de faltas.
• Artículo 50, se delega el control del cumplimiento de las sanciones al Juez natural y la
vigilancia diaria al médico y al equipo técnico (no sólo al médico).
• Artículo 52, se establece que la apelación sobre la aplicación de una sanción disciplinaria
debe hacerse ante el superior jerárquico correspondiente, que sería la Dirección General de
Rehabilitación y Custodia y no el Juez de Ejecución.
• Artículo 55, se posibilita al recluso dirigirse al Juez natural, a la Fiscalía, a la Defensoría
del Pueblo y al Ministerio para presentar quejas.
• Artículo 58, se garantiza el respeto a la dignidad humana en los procedimientos de
chequeo y requisa.
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Artículos 94,95 y 96, se responsabiliza a los Gobiernos Regionales y Municipales para la
creación y funcionamiento de los Centros para tratamiento pos penitenciario, y se garantiza
la no-discriminación por antecedentes penales.
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La creación de los Tribunales de Ejecución, constituye una innovación que
indudablemente favorece a la población reclusa; pretende ejercer control sobre el régimen
penitenciario y, algo muy importante, se les transfiere un gran número de competencias que
antes correspondían a la Dirección de Prisiones, la cual las ejecutaba con demasiada
discrecionalidad, arbitrariedad, falta de control, excesivo retardo y gran limitación, que en
definitiva causaba mucho daño a los penados.
Para ventilar las diferencias entre los Tribunales de Ejecución y las autoridades
penitenciarias se han tomado iniciativas como La I Cumbre Nacional de Ejecución de
Penas y Medidas de Pre Libertad, celebrada en la ciudad de Mérida, auspiciada por el
Ministerio del Interior y Justicia.
Como la mayoría de las instituciones nuevas creadas por el C.O.P.P., los Tribunales
de Ejecución nacieron con serias deficiencias tanto de infraestructura, insuficiencia en
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número y capacitación del personal, aplicación de métodos y otros aspectos, ya que el
tiempo de Vacatio Legen no fue suficiente para lograr las metas previstas e iniciaron su
acción con las limitaciones señaladas.
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Orgánico Procesal Penal, el Código Penal, otros Instrumentos legales del Derecho Interno y
los Tratados y Convenios Internacionales suscritos por la República.
Estas normas contienen, como el mismo lo señala, los principios rectores que deben
conducir la política penitenciaria del Estado Venezolano; de manera que en este País para el
momento, se sabe cómo debe funcionar el Sistema Penitenciario, y es hacia allá donde
deben ir todas las acciones de los actores del área.
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Por otra parte el artículo 184 establece que la Ley creará mecanismos abiertos y
flexibles para que los Estados y Municipios descentralicen y transfieran a las comunidades
y grupos vecinales organizados los servicios que éstos gestionen previa demostración de su
capacidad para prestarlos, debiendo promover entre otras acciones, según el numeral 7, la
participación de las comunidades en actividades de acercamiento a los establecimientos
penales y de vinculación de éstos con la población.
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capítulos el derecho a la salud, la educación, la vivienda, la alimentación, el trabajo, la
cultura, el deporte, etc.
Aún cuando existen todas estas garantías, en las cárceles venezolanas todos los días
mueren presos víctimas de la violencia; la tortura y los tratos crueles y degradantes son de
uso cotidiano por los funcionarios; la salud no se garantiza por la ausencia de médicos,
medicinas, la insalubridad y la mala alimentación; los heridos por enfrentamientos entre
reclusos duran horas en los recintos sin que se les brinde auxilio oportuno y se les traslade a
los hospitales; la violación de los lapsos procesales y el derecho a la defensa es constante;
la educación es precaria, al igual que los programas de cultura, deportes, asistencia social,
jurídica y religiosa. La falta de materiales y deficiencia de profesionales constituyen la
mayor causal en la deficiente aplicación del tratamiento. Todo refleja una flagrante
violación de los Derechos Humanos.
Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a los
derechos humanos y los crímenes de guerra son imprescriptibles. Las violaciones de
Derechos Humanos y los delitos de lesa humanidad, serán investigados y juzgados por los
tribunales ordinarios. Dichos delitos quedan excluidos de los beneficios que puedan
conllevar su impunidad, incluidos el indulto y la amnistía".
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Con relación a la indemnización a las víctimas, el artículo 30 ordena: "El Estado
tendrá la obligación de indemnizar integralmente a las víctimas de violaciones de derechos
humanos que le sean imputables, o a su derechohabientes, incluido el pago de daños y
perjuicios. El Estado adoptará las medidas legislativas y de otra naturaleza para hacer
efectivas las indemnizaciones establecidas en este artículo.
El Estado protegerá a las víctimas de delitos comunes y procurará que los culpables
reparen los daños causados."
Una de las conclusiones que se extraen de lo hasta aquí desarrollado es que los
sistemas penitenciarios tienen un muy reducido margen de acción en cuanto a limitar o
reducir el número de personas que ingresan a sus cárceles. Para lograr volúmenes sensatos
de personas que ingresan a prisión es imprescindible la acción de los otros componentes del
sistema de justicia penal: policía, ministerio público, defensa pública y judicatura. Los
sistemas penitenciarios sí tienen cierto margen de acción en cuanto a determinar y
administrar el trato que deben recibir en las prisiones los privados y privadas de libertad;
aunque aún en este caso pueden tener que afrontar serias limitaciones como las que resultan
en la actualidad de la sobrepoblación penitenciaria, del reducido número de funcionarios y
funcionarias penitenciaristas y de los presupuestos exiguos.
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Las políticas criminológicas, por tanto, deben ser necesariamente integrales, con
lineamientos para todos los segmentos de los sistemas de justicia penal. Pero más aún. Si
hemos de establecer políticas que contribuyan a reducir la comisión de delitos y no solo a
castigarlos, indispensablemente las políticas criminológicas deberán cruzarse con las
políticas sociales. Vimos la necesidad de ello al analizar el caso de los homicidios y ver
cómo su aumento o disminución se produce según el aumento o disminución de la
inequidad de la distribución del ingreso.
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