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Universidad Nacional Experimental de los

Llanos Occidentales “Ezequiel Zamora”

Vicerrectorado de Infraestructura y Procesos


Industriales

Programa de Ciencias Sociales y Económicas

Bachiller:

Fernando Flores

C.I:28.339.615

Sistema económico liberal como protección y crecimiento del


ambiente

“Soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria” (Simón Bolívar)

La libertad es la pertenencia más importante del ser humano, por ella se libraron guerras,
se derramó sangre y se luchó hasta el cansancio durante años para alcanzar la libertad de toda la
humanidad, y es que cuando una persona es libre, es feliz, es productivo, tiende a ser más
detallista y preocupado por su alrededor, la libertad nos lleva a pensar, a cuestionarnos cosas y a
querer hacer lo que sea para mantener nuestra libertad y poder desarrollarnos, tener riquezas,
tener una familia, cumplir nuestras metas y ser plenamente felices. Pero no fue hasta hace 50
años, en la década de 1970 cuando nace el término “Desarrollo Sustentable” bajo el nombre de
“ecodesarrollo” pero no fue hasta 1992 que se el término cobró importancia política, fue en la
“Cumbre de la Tierra” en Río de Janeiro donde ocupó el centro del debate el informe “Nuestro
futuro común”(Santía German,2015). Desde este suceso hasta la actualidad son muy interesantes
todas las ideas que se han planteado e implementado para lograr un desarrollo sustentable, como
las normas ISO 14000, el tratado de copenhague, entre otros. Pero vamos a profundizar en una
de las formas más interesantes de lograr el desarrollo sustentable a través de la economía, en un
modelo llamado: Economía Liberal.
El liberalismo económico y cómo afecta al ambiente
El liberalismo económico es una doctrina que invita al desarrollo económico a través de
la limitación del estado y se abren las puertas a la libre inversión y al libre comercio. Ésta
doctrina nace en el siglo XVIII, siendo una oposición al sistema económico del mercantilismo, el
cual se basa en la intervención del estado en los asuntos económicos. La base de el liberalismo es
la ley de oferta y la demanda junto al concepto “Laissez Faire, laissez passer”, en dónde el estado
debe “dejar hacer y dejar pasar”

El padre del liberalismo económico es Adam Smith, un conocido filósofo escocés que
impulsó la libertad de comercio a través de su libro “Las riquezas de las naciones”. Smith creía
firmemente que la intervención del estado era inútil, ya que para él, los impuestos sólo implican
romper el libre albedrío y naturalidad del mercado. Mientras menos impuestos mejor, ya que los
precios se regularán a través de lo que proclamó: “La mano invisible del mercado”; esta mano
invisible es una metáfora que se refiere a que el mercado y los precios en un estado de libre
competencia, terminan adquiriendo un equilibrio perfecto en todo sentido, precios, salarios,
oportunidades de trabajos, entre otras cosas.

Por otro lado, esta doctrina propone que el ahorro y la acumulación de capital es el
principal factor que impulsa el desarrollo económico, ya que esto proporciona posibilidades para
el futuro de distintas formas, por ejemplo: Si el dinero es ahorrado en un banco, éste genera
interés, lo que a largo plazo conlleva a multiplicar el dinero y poder así generar más riqueza.
Para el liberalismo el gasto excesivo no es el motor de la economía, sino, que a través del ahorro
se realizan gastos inteligentes, las empresas buscan ser rentables a través de únicamente realizar
gastos necesarios y tener solo el personal esencial, mientras que la persona común ahorra para
poder comprar lo que necesite, poder cubrir sus gastos médicos, académicos y personales.

Las empresas privadas en sistema económico liberal comprenden su rentabilidad depende


única y exclusivamente de ellos, todo material, maquinaria, personal o recursos monetarios
empleados nace de la ganancia bruta y si ésta consume más de lo requerido en dichas áreas, la
ganancia neta será cada vez más baja por lo cual los salarios podrían recortarse e incluso
despedir personal para mantenerse a flote; y si la empresa sigue gastando más de lo que gana,
terminará en la quiebra.
Además, los empresarios comprenden que ésta no es la única causa de la posible quiebra,
también puede provocarla el gastar más recursos naturales de los que repone, por ejemplo, una
fábrica de papel utiliza árboles para poder producir su producto, pero si llega a consumir más
árboles de los que repone, tarde o temprano agotará sus recursos, provocando así la pérdida total
para la empresa y sus trabajadores. En síntesis, en una economía liberal los individuos deben
buscar su beneficio personal, y de esta forma impulsarán el bienestar social.

Todo esto lleva a que todos los recursos en el liberalismo sean muy bien cuidados a
través de la privatización de una parte del ambiente. Veamos el caso de Nueva Zelanda, este país
mantuvo una gran depresión económica desde el año 1973 debido a la reducción de las
exportaciones luego de unirse a la comunidad europea, sumado a la crisis de petróleo del mismo
año, y luego la crisis energética en el año 1979 (Nixon and Yeabsley, 2010), para 1982 Nueva
Zelanda tenía el ingreso per cápita más bajo de los países desarrollados según el Banco Mundial
(Evans N,2016)., y para el año 1987 el desempleo alcanzó un máximo del 10%, que fue
descendiendo gradualmente hasta el año 2007 cuando registró su punto más bajo que fue de
3,4% (Bingham (2008)).

Uno de los principales factores de este cambio fue la transformación económica, pasaron
de ser una economía proteccionista a una economía liberalizada abierta al libre comercio
(Hazledine 1998). Para el año 1985 el gobierno de Nueva Zelanda empezó a considerar un
cambio en cómo administraban su capital ambiental. Así pues, en abril de 1987 se estableció la
New Zealand Forestry Corporation como sociedad de responsabilidad limitada facultada para
dirigir las operaciones forestales comerciales de la administración central (Ministerio Forestal de
Nueva Zelanda. 1998). Las funciones no comerciales del Servicio Forestal se transfirieron a dos
nuevos departamentos del Gobierno, el Departamento de Conservación (que administraría los
bosques naturales públicos) y el Ministerio de Silvicultura (que tendría funciones de política
forestal, salud y protección de los bosques e investigación forestal). (Clarke 1998)

La New Zealand Forestry Corporation era una entidad mucho más limitada que su
antecesor. Algunos empleos se transfirieron a los nuevos departamentos del Gobierno; otros se
ofrecieron a contratistas en virtud de una estrategia para mejorar la eficiencia laboral; otros, en
particular los puestos de dirección, se perdieron. El objetivo principal de la Corporación, como el
de todas las empresas estatales, era adoptar una orientación comercial, que se consideró un
requisito previo para competir eficazmente con el sector privado. De hecho, la New Zealand
Forestry Corporation tuvo mucho éxito al hacer de un organismo oficial que acumulaba pérdidas
una empresa altamente rentable. Al no estar limitada por objetivos sociales y ecológicos - que
incumben ahora a los nuevos departamentos gubernamentales - se centró en su objetivo de
rentabilidad. (Ministerio Forestal de Nueva Zelanda. 1998)

FIGURA 1. Las pérdidas se transforman en beneficios

Fuente: La privatización de los bosques en Nueva Zelandia: procesos, problemas y resultados M. Clarke
(Año: 2000)

En la figura N°1, podemos apreciar cómo luego de el cambio de administración del


Servicio Forestal de Nueva Zelanda, las ganancias empezaron a aumentar gracias a una excelente
gestión comercial

Pese a su éxito comercial, muchos consideraban que la Corporación era un ente híbrido
entre departamento gubernamental y entidad cabalmente comercial. Algunos creían que su
estructura, pillada entre dos mundos, recogía sólo lo peor de cada uno (Clarke, 1996). Pero en
1988 se tomó la decisión de vender bosques, se constituyó un grupo de trabajo sobre los bosques
integrado por funcionarios y consultores del sector privado para que recomendaran el mejor
proceso para que la Corona se desprendiera de sus propiedades forestales. El grupo de trabajo
opinó que se debían vender únicamente los bosques, pero no las tierras que los sustentaban.
Recomendó que los bosques se vendieran en forma de derechos transferibles de corta y
explotación y que la superficie forestal se dividiera en varias parcelas para la venta (Forestry
Working Group, 1988).

En noviembre de 1988, la New Zealand Forestry Corporation fue designada como agente
de venta del Gobierno. La Ley de Propiedades Forestales de la Corona de 1989 estableció el
derecho del Gobierno de vender sus propiedades forestales y dividió la superficie forestal en 90
unidades de tamaños variables entre 51 y 132 112 ha. La combinación de ofertas más ventajosa
decidiría la adjudicación de los bosques.. Al cerrarse la venta en julio de 1990, se habían inscrito
82 participantes, sin embargo, sólo dos ofertas reunieron las condiciones: 47 030 ha de bosque se
vendieron a la compañía neozelandesa Tasman Forestry Limited; y 24 000 ha y una serrería se
vendieron a la empresa Earnslaw One Limited, de Malasia y Singapur, por un total de 364
millones de dólares de Nueva Zelandia. Las ventas de 1990 reportaron más de 1 000 millones de
dólares de NZ. (Clarke 2000)

Hoy día Nueva Zelanda se encuentra en el puesto N° 14 en el Índice de Desarrollo


Humano de la ONU (PNUD, 2019), esto gracias a las medidas ya mencionadas, medidas
inteligentes de libertad empresarial que le otorgaron un impulso enorme a la economía
neozelandesa. Actualmente Nueva Zelanda encabeza el Índice de Desempeño Ambiental en su
continente y el puesto N° 17 a nivel mundial (Universidad de Yale,2018), además de ocupar el
puesto N° 3 del Índice de Libertad Económica (Fundación Heritage, 2018. En pocas palabras, la
libertad económica de Nueva Zelanda provocó un enorme mejoramiento de la economía y el
desarrollo del país.

Pero éste no es un caso excepcional, pues gracias a un estudio de el economista Daniel


Fernández y Pedro Lárez nos podemos dar cuenta de que hay una correlación entre la libertad
económica de un país y el desempeño ambiental del mismo. Ésto se debe a que en un libre
mercado las empresas buscan innovar y crear productos que compitan de forma correcta
atendiendo a las tendencias empresariales de la época, estamos en la época del auge de el
desarrollo sustentable, las energías renovables y la protección ambiental, lo que conlleva a
buscar el beneficio y crecimiento mutuo, un ejemplo de ello es la creación de los autos eléctricos
para reducir la contaminación y el CO2 que perjudica la capa de Ozono.

En la siguiente gráfica (Figura 2) podemos observar que hay una correlación estrecha
entre la libertad económica y el desempeño ambiental de un país, llevando a la conclusión que
entre más liberal sea un país en materia económica, más oportunidades tiene de incrementar su
desempeño ambiental.

FIGURA 2. Relación entre índices


Fuente: Heritage Foundation. Yale.edu. (Año 2018)

Consideraciones finales.

Como se ha demostrado en este ensayo, el ambiente y el sistema económico liberal se han


llevado bastante bien a lo largo de los años, creando oportunidades de crecimiento para muchos
países y personas, además que tendencia del desarrollo sustentable llegó para quedarse, cada vez
son más las personas, empresas y naciones que están tomando cartas en el asunto de la
conservación y gestión ambiental, aunque cada uno a su manera gracias a su libertad e ingenio
para mantenerse en buenas condiciones ambientales, principalmente cumpliendo las normas ISO
9000 de gestión ambiental. En síntesis, la principal fuente de inspiración e innovación de una
persona es su libertad, cuando una persona es libre tiende a ser más feliz, más creativa e
inteligente y siempre creará formas de resguardar su libertad y su bienestar, siendo su objetivo
principal la preservación de su ambiente.

Referencias Bibliográficas

● Pellini Claudio (16 septiembre, 2014). El Liberalismo Económico de Adam Smith:


Ideología y Pensamiento. Historias y Biografías. Recuperado de:
https://historiaybiografias.com/adams-smith/
● Paula Roldán, Mario Husillos y Andrés Sevilla. (4 Diciembre 2018) Liberalismo
económico, Economipedia, Recuperado de:
https://economipedia.com/definiciones/liberalismo-economico.html
● Brown, C.L y Valentine, J. (1994). La privatización y sus consecuencias en las
instituciones forestales: la situación en Nueva Zelandia. Unasylva, 178: 11-19.
● Clarke, M. 1996. Corporatisation, privatization and beyond. Wellington, Nueva Zelandia,
Ministry of Forestry.
● Clarke, M. (02,199). Foreign direct investment in New Zealand forestry. Speech to the
New Zealand Institute of Forestry Investment Conference, Wanganui, Nueva Zelandia,
febrero.
● New Zealand Ministry of Forestry. 1995. Processing investment options in the New
Zealand forest industry. Wellington, Nueva Zelandia.
● Baker, J. V. T. (2010). Some Indicators of Comparative Living Standards. A. H.
McLintock, ed. Enciclopedia de Nueva Zelanda.
● Chris Nixon and John Yeabsley (2010). Overseas trade policy - Difficult times – the
1970s and early 1980s. Te Ara - Enciclopedia de Nueva Zelanda.
● Evans, N. Up From Down Under: After a Century of Socialism, Australia and New
Zealand are Cutting Back Government and Freeing Their Economies. National Review
46 (16): 47-51.
● Tim Hazledine (1998). Taking New Zealand Seriously: The Economics of Decency.
HarperCollins Publishers. ISBN 1 86950 283 3.
● Fernández Daniel (11 Octubre 2019) La verdadera relación entre capitalismo y medio
ambiente, Panam Post.
● Vanessa Vallejo, Daniel Fernandez. Panam Post. 19 septiembre 2018. PanAm Podcast
● Santía German (19 mayo, 2015). Desarrollo Sustentable. Origen y evolución de un
concepto, En estado Beta.

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