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Tipología básica de los derechos humanos

ELABORACIÓN DOCTRINAL Y PRÁCTICA LEGISLATIVA

Planteamiento

Los derechos humanos conforman una realidad pluridimensional, dado que


cada uno de ellos tiene como función la tutela y el desarrollo de diferentes
aspectos esenciales del hombre como persona, como realidad integral. Por
ello, su exposición es asistemática, a modo de una lista o catálogo de
derechos, sin referencia alguna a su pertenencia a un grupo de derechos
concreto. Sin embargo, un procedimiento básico para llevar a cabo una
investigación completa y sistemática de los derechos (los derechos deben
considerarse desde una dimensión científica), es la distribución por clases de
estos derechos humanos, es decir, mediante la clasificación. Ello supone una
mayor comprensión y mejor exposición de su problemática, pero, asimismo,
supone una evidente parcialidad e implenitud, a la vez que una pluralidad de
clasificaciones posible. A pesar de ello, es posible establecer unas categorías
básicas de los derechos humanos.

Pero ésta dimensión teórica de la clasificación de los derechos está


íntimamente ligada con la dimensión positiva de los derechos del hombre, ya
que las elaboraciones doctrinales toman como referente los textos normativos
que los recogen, y viceversa, en los diversos textos normativos aparecen
ordenados conforme a algún criterio de clasificación.

De tal modo, es posible distinguir dos planos en los que se refiere a la


clasificación sistemática de los derechos humanos:

un primer plano, que es el suministrado por la doctrina, es decir un plano


teórico; y otro, plano normativo, que es el que nos proporciona el material
constituido por los diferentes textos positivos, ya seas Declaraciones, Pactos,
Convenios o Constituciones.

Clasificaciones doctrinales

De la multitud de clasificaciones existentes, tomamos como tipología básica de


los derechos humanos aquella que aborda el tema desde tres perspectivas:

El carácter del sujeto titular

La perspectiva subjetiva proporciona un criterio muy claro de identificación de


los diversos derechos, a la vez que adolece del defecto de desembocar en una
franca dispersión, existiendo al menos tres formas de clasificación diferentes.

Así:

 Según las peculiaridades subjetivas que diferencian a los titulares:


o Derechos de la persona humana: los que corresponden a toda
persona.
o Derechos de grupos o comunidades: que atienden a los intereses
comunes a ciertos grupos de individuos. A su vez distinguen
entre:
 Derechos colectivos delimitados por la condición del sujeto
(derechos del niño, de los trabajadores…).
 Derechos de las comunidades infra estatales (de familia,
de minorías étnicas, raciales o culturales).
 Derechos de los Estados en la esfera interna.
 Derechos de los Estados y los pueblos en la comunidad
internacional.
 Según el ámbito de actuación de los sujetos en lo que respecta al
ejercicio de los distintos derechos:
o Derechos privados.
o Derechos públicos.
o Derechos del hombre como ser físico o como ser espiritual.
 Según la forma en que se ejercitan:
o Derechos frente al Estado.
o Derechos frente a los grupos.
o Derechos frente a los particulares.

El contenido del derecho

Desde una perspectiva objetiva, suele tomarse como criterio de clasificación el


carácter del contenido de los derechos humanos, o lo que es lo mismo, los
bienes protegidos o el tipo de poder que tales derechos tutelan.

Distinguiéndose derechos de libertad y derechos económicos, sociales y


culturales:

 Derechos de libertad: como contrapartida, bien un deber de abstención


de conductas que impidan su libre ejercicio, como, entre otros, el
derecho a la vida y a la integridad, a la libertad ideológica, religiosa o de
conciencia, al honor o a al intimidad, etc.; o bien, un deber de prestación
positivo por parte del Estado en el ámbito jurídico, como es el caso del
derecho a la jurisdicción y a las garantías procesales o a la igual
protección ante la ley.
 Derechos políticos: Aquí están los derechos de participación política, es
decir, los derechos por los cuales el ciudadano ve garantizado su
derecho a tomar parte activa en las acciones de gobierno. Tienen como
contrapartida un deber de actuación positiva por parte del Estado. Son
denominados también derechos democráticos o libertades-participación.
Son entre otros, el derecho a ser elector y elegido para el ejercicio de
cargos públicos, o el derecho a la iniciativa popular, etc.…
 Derechos económicos, sociales y culturales: Conjunto de derechos cuyo
contenido básico lo constituyen determinadas pretensiones de los
ciudadanos que han de ser satisfechas por el Estado mediante la
prestación de las pertinentes medidas positivas. Tienen como
contrapartida un deber exigible al Estado en lo que atañe a la esfera
social y económica de la actividad estatal. También son denominados,
erróneamente, derechos de crédito. Se encuentran en este grupo el
derecho al trabajo, a la cultura, a una vivienda digna, a la salud, etc.…

La importancia o valor de cada derecho

Se distinguen:

 Derechos primarios o fundamentales.


 Derechos secundarios o derivados.

Estos pares de distinciones básicas implican considerar a unos determinados


derechos como fundamento de otros, siguiendo un criterio de valoración
intrínseca. No obstante, todos ellos tienen un mismo fundamento en la dignidad
del ser humano y en los valores esenciales de la libertad y la solidaridad. Así,
derechos como el derecho a la vida, a la libertad personal o a la igualdad
serían el fundamento de otros derechos que, en este sentido, derivarían de
aquellos.

Clasificaciones en la normativa positiva

Derecho Nacional

Se pueden establecer dos etapas. En una primera etapa, los diferentes textos
normativos (Declaración de Derechos de Virginia (12 de junio de 1776) o la
Constitución francesa de 1791) contemplan los derechos humanos a modo de
unos catálogos asistemáticos de derechos, recogiendo sólo derechos civiles y
políticos. En una segunda etapa, los textos normativos comienzan a redactarse
siguiendo la pauta de algún criterio clasificatorio, influidos por las numerosas
clasificaciones doctrinales y por la necesidad de sistematizar las cada vez más
amplias listas de derechos. Así, la primera constitución sistemática fue la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917), que agrupó los
derechos fundamentales en cuatro capítulos. Le sigue la constitución del Reich
alemán (1919), en la que se distingue entre derechos de “la persona individual”,
“la vida social”, “religión y confesiones religiosas”, “educación y enseñanza” y
“vida económica”. Después le siguen otras constituciones, como la española de
1931, o la CE de 1978, que recoge en tres capítulos del Título I los “derechos y
libertades”, “los principios rectores de la política social y económica” y “las
garantías de las libertades y derechos fundamentales”.

Derecho Internacional

Tanto en lo que se refiere a textos normativos de ámbito regional como de


ámbito universal, la práctica no es uniforme, aunque se va consolidado
lentamente un estilo sistemático. Así, responde a un criterio asistemático, entre
otros, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Mientras que
ya clasifican los derechos bajo diferentes tipos, entre otros, la Declaración de
los Derechos del Niño (1959) y los dos Pactos Internacionales de 1966.
Clasificación sistemática
De los diferentes criterios de clasificación expuestos, el más correcto y útil es el
criterio objetivo, es decir, aquel que parte de la consideración del bien tutelado
en los distintos derechos. En primer lugar, dividiremos los Derechos Humanos
en dos grandes bloques:

1. Derechos de libertad.

Tienen como objetivo común tutelar la libertad y la dignidad de las personas.


Se subdividen, a su vez, en:

 Derechos civiles: tienen como finalidad tutelar determinados ámbitos de


libertad personal de cada individuo frente a los demás individuos o
grupos, o frente al Estado. Mediante ellos se garantizan las libertades
clásicas, las cuales pueden dividirse en varios subgrupos, según que el
bien tutelado se refiera a la integridad física o a la integridad moral de
los individuos:
o Derechos de libertad referidos a la integridad física: D. a la vida y
D. a la integridad física.
o Derechos de libertad referidos a la integridad moral: D. a la
libertad de pensamiento, D. a la También se incluyen como
Derechos civiles, los derechos propiamente cívicos, que facultan
a los individuos para exigir determinadas prestaciones al Estado
en el ámbito jurídico: Derechos a la información, D. a igual
protección ante la ley, D. a la jurisdicción y a las garantías
procesales, D. a la legalidad de las penas, D. a la libertad de
reunión, asociación y manifestación, D. a la libertad de residencia
y de circulación, D. a la inviolabilidad del domicilio y de las
comunicaciones, y D. a la no discriminación.
 Derechos políticos o de participación: Tienen como objeto el desarrollo y
la tutela del principio de la soberanía popular, y confieren al individuo la
potestad de participar en la formación de la voluntad del Estado a través
del ejercicio de determinadas actividades públicas, a la vez que se
constituyen en garantía de la legitimación democrática del poder:
Derechos al sufragio y a participar en el gobierno, Derechos de petición,
asilo y nacionalidad, D. de defender a la patria y D. a participar en el
sostenimiento del gasto público.

2. Los derechos económicos, sociales y culturales.

Su objetivo es tutelar y garantizar los valores de la igualdad y la solidaridad,


connaturales a todo Estado social de Derecho, mediante el intervencionismo
del Estado para mejorar e igualar el nivel de vida de todos los individuos.

Suponen unas determinadas prestaciones de asistencia por parte del Estado a


los particulares, grupos sociales o a la sociedad en su conjunto. A su vez se
clasifican en:
 Derechos económicos: D. a la propiedad, D. a un salario adecuado, D. a
la igualdad de salarios por igual trabajo, etc.
 Derechos sociales: D. a la Seguridad Social, D. a la huelga, a la libre
sindicación y a la protección de la salud, D. al medio ambiente, y D. a
una vivienda digna.
 Derechos culturales: D. a la educación y a la gratuidad en los niveles
primarios de la educación, D. a la libre investigación, D. a participar en la
vida artística y cultural y D. a la protección de los derechos de autor.

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