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Vision I

La percepción de la luz en el espacio bidimensional

Para la percepción visual la luz aparece como una cualidad visual de los objetos. Estos se ven claros u
oscuros como si ellos tuvieran claridad u oscuridad y no como reflexión y absorción de los rayos luminosos.
Se percibe la luz como un fenómeno autosuficiente propio del objeto.
El valor de claridad y color de un objeto es psicológico, ya que entre varios colores y valores de claridad u
oscuridad que exhibe el objeto se observa un valor medio o común a todos debido a que el cerebro organiza
el material estimulante de acuerdo con la configuración más simple que sea compatible con él.
El color propio del objeto, exceptuando las variantes de luminosidad, se denomina color local.
La diferencia de luminosidad en el campo visual (contraste), nos permite ver las formas. Toda obra presenta
una relación de contraste claro / oscuro o cálido/frio que permite verse en forma bidimensional o
tridimensional. Los artistas descubren las virtudes espaciales del contraste mediante la intensificación del
valor luminoso o los colores cálidos para acercar y las sombras o colores fríos para alejar.

Distintas maneras de utilizar la luz a lo largo de la historia del arte occidental.

Luz Divina: en la edad media la luz no guarda relación con el fondo


luminoso, es un atributo de supremacía. Su función era comunicar el contenido y mensaje de la historia
sagrada. La pintura se hallaba en una forma de escritura por medio de imágenes sin colores que tuvieran que
imitar la realidad. El espacio tenía un atributo simbólico, no tenía profundidad y la luz emanaba de él como
una manifestación divina. Los distintos tamaños de las personas respondían a una escala de grandeza
espiritual.
El fondo dorado o azul de Giotto y el fondo rojo utilizado por Matisse, tienen como función principal aislar
áreas de figuras en el ámbito de un color dominante, dentro de una unidad de conjunto .Los artistas
modernos han descubierto el fondo coloreado y junto a los colores complementarios las figuras se vinculan
con el fondo y entre ellas. Hay un color dominante sobre el cual los otros colores desempeñan su papel.
Giotto,(1200) modela la luz por medio de una gradación de grises que va del negro de la sombra a el blanco
de la luz, esto lesiona el color, lo agrisa, lo neutraliza perdiendo brillantez y limpieza colorística

Giotto “La crucifixión” 1320


Luz Simbólica: los objetos se convierten en fuentes de luz
produciéndose la luminosidad difusa: un objeto se muestra luminoso no por su brillantez absoluta sino por el
nivel de claridad en el resto del cuadro. La luminosidad aparece cuando la claridad no se percibe como un
efecto de la iluminación, ya que la luz que emana del cuerpo no se percibe como una luz reflejada, por lo
cual debe eliminarse o reducirse las sombras y las texturas que hacen que los objetos aparezcan sólidos y
opacos, colocando la luz más intensa dentro de los límites del objeto. Las obras de Rembrandt se
caracterizan por esta luz.

Rembtandt “ La leccion de anatomia” 1662

Luz Realista: el espacio renacentista del siglo XV respondía a una


construcción científica y realista. El arte no podía servir solamente para plasmar ideas religiosas, plasma un
fragmento del mundo real, de ahí la necesidad de inventar un método que resuelva la representación espacial
de la forma más realista posible: la perspectiva.
A diferencia del espacio, la luz no es realista, la fuente luminosa no viene de ningún lugar reconocible, viene
del más allá como elemento transformador, revelador de una expresión realista.

Rafael “La escuela de Atenas” 1509


Luz Direccional: en el barroco, siglo XVII, se produce una crisis moral
y económica de los principios sustentados en el renacimiento. Se da un predominio del sentimiento sobre la
razón, esto genera un conflicto de fuerzas antagónicas que se fusionan en una unidad subjetiva: tensiones
entre la superficie bidimensional y el espacio tridimensional, entre lo divino y lo terreno. Es una
reinstauración de los principios clásicos, una vuelta a la naturaleza, al hombre, a la verdad como la veía el
artista. La luz es dura, cegadora, contrastes profundos que generan una inquebrantable honradez. El hombre
del barroco no solo siente sino que se percata de sus sentimientos, la experiencia de tantos conflictos y
dualismos entre la emoción y la reflexión, el deseo y el dolor, la devoción y la voluptuosidad habían
conducido a un despertar de la espiritualidad europea.

Caravaggio “San Juan Bautista” 1571- 1610

Luz Impresionista: algunos pintores comenzaron a experimentar con


nuevos métodos de representación cromática influenciados por los experimentos sobre la luz y el color que
comenzaban a realizarse a principios del siglo XIX. Dichos artistas reconocieron que el color aparente de un
objeto es afectado considerablemente por el color de la luz que sobre el mismo incide. La luz matinal es
completamente azul comparada con la rojiza luz del ocaso. El color de la luz no solo afecta a las formas en
la claridad, sino que también altera los colores aparentes en las sombras, introduciendo usualmente tonos
que son los opuestos del color de la fuente lumínica, como por ejemplo sombras azuladas y luz solar
amarillenta.
Los pintores comprendieron que era imposible representar la brillantez de los colores de formas naturales
vistas a la luz del sol utilizando los tradicionales métodos de pintura heredados del renacimiento.
Encabezados por Manet, un grupo de artistas que luego serían llamados los impresionistas, introdujeron un
método revolucionario para la aplicación de la pintura y la utilización del color. Descubrieron que zonas del
lienzo pintadas con pequeñas pinceladas de color parecían más brillantes, hallaron que zonas de verde
parecían más intensas cuando incluían en su interior pequeñas manchas de rojo y zonas azules cuando tenían
pequeñas manchas naranjas. Lo que hicieron fue crear una forma de vibración óptica al yuxtaponer matices
contrastantes de valores similares, dando la impresión de mayor semejanza con lo que estaban pintando.
El pintor impresionista se sentía excitado y retado por la luz y el color de la naturaleza. Veía la forma y el
espacio como aspectos secundarios de la luz que los delineaba. Los objetos a los ojos de los impresionistas
no eran cosas para ser tocadas, sino cosas para ser vistas y la preocupación por la textura que eran
tradicionales antes de la obra de Monet y sus colegas fue utilizada como un recurso estético y no como una
diferencia de materialidad.
Los impresionistas estudiaron la modificación de los colores locales provocados por los diferentes colores
donde intervenía el color del objeto, el color de la luz, el color de las sombras y el color reflejado.
Realizan una modulación en cálidos y fríos utilizando el mismo grado de valor, eliminando los contrastes
claro/oscuro, provocando la disolución de los colores locales. Como resultado se obtiene una pintura con
poca coherencia de colores en un mismo objeto, ausencia de colores locales pronunciados o específicos para
la luz o la sombra, poca articulación, poco contraste, límite de los objetos borrosos sin contornos, sin
texturas diferenciadas.

Monet” Catedral de Rouen” 1894

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