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Como implementar el enfoque “Hacer lo correcto para cada niño y niña”

Resumen para operadores.

Hacer las cosas bien para cada niño y niña es un programa nacional, para mejorar los
resultados de apoyo para todos los niños y jóvenes en Escocia. El enfoque y
procedimientos están insertos en todas las políticas, prácticas, estrategias y leyes
existentes que afectan a los niños, jóvenes y sus familias.

El enfoque y el modelo de práctica, se han diseñado para abordar cualquier problema que
afecte a un niño, niña o joven. La implementación completa parte de Valores y Principios.

Los componentes centrales de hacer lo correcto para cada niño y niña, conducirán a
mejores resultados para los niños y jóvenes y se velará por que los recursos sean
utilizados de una forma más eficaz y eficiente, esto no solo requiere una mejor
planeación, sino que requiere un cambio positivo en la cultura, basada en hacer lo
correcto; eso determinará una mejora en los sistemas y las prácticas. Este enfoque parte
involucrando desde los gerentes y directores, hasta los profesionales que trabajan en los
servicios de primera y segunda línea para niños, jóvenes y familias.

El gobierno escocés ha elaborado una guía de implementación con ejemplos de lo que sí


funciona en la práctica, a partir de la experiencia revidada de varios años, entre la primera
y segunda línea de acción; basada en evaluaciones objetivas y documentadas.
Las sesiones informativas de la práctica también se están desarrollando para acompañar a
la guía y estará disponible a finales de este año.
Qué funciona para los profesionales:

 Entender cómo actuar dentro del enfoque “hacer lo correcto para cada niño”, sus
Componentes, valores y principios fundamentales.
 Comprensión completa de los roles de cada persona asignada, el profesional
principal y los que estén en una segunda línea de acción.
 Saber con precisión dónde comienzan y terminan sus responsabilidades, y
comprender cómo acceder a ayudas adecuadas para los niños y sus familias.
 Identificar oportunamente que capacitación se necesita para apoyar la comprensión,
de “Cómo hacer lo correcto para cada niño” relacionado con su función principal,
solo de esa manera podrá impactar en la promoción del desarrollo y bienestar de los
niños.
 Expresar sus preocupaciones sobre la implementación y qué ayuda necesitan para
comprender con claridad qué hacer y cuándo hacerlo.
 Tener acceso a las experiencias precursoras y mejoradas del cambio, asignarles
mentores y determinar un acompañamiento permanente, para ayudarlos a
implementar el “Getting it right” (GIRFEC.
 Aprovechar las buenas prácticas actuales en todos niveles de responsabilidad, y
determinar en qué aspectos será necesario aún procurar mejoras continuas.
 Ser consciente de las particularidades de cada niño o niña, así, como de sus familias,
si bien se pueden establecer procesos estándar, la práctica diaria, debe acomodarse
a esas diferencias. cómo los niños y las familias experimentan su práctica de manera
diferente.
 Abrirse a aprendizajes espontáneos, es decir, observar que le funciona mejor a un
colega, como experimenta su práctica y que la hace más efectiva.

Los responsables de todos los niveles deben adoptar un enfoque holístico en el servicio a
los niños, es decir que independientemente si se trata de una especialidad, debe importar
el niño como un todo. Es necesario compartir información permanentemente y desarrollar
medios creativos para intervenir sin que su intervención cause dificultades a otro nivel.
Un aspecto de primera importancia es consultar a los niños y sus familias e involucrarlos
en cada paso del camino. Se debería escuchar lo que los niños y las familias tienen que
decir, qué es lo que les ayuda mejor y actuar en consecuencia para desarrollar una
práctica eficaz, considerando su opinión.
Trabajando con el modelo de Evaluación integrada

El Marco de Práctica Nacional, ha incorporado el Modelo de Evaluación Integrada. Este


modelo proporciona la base para identificar preocupaciones, evaluar necesidades y
riesgos dentro de la implementación de planes de manera que la intervención va
acompañada de ejercicios evaluativos permanentes. La forma y frecuencia de las
evaluaciones, están determinadas por las características de los planes, que aspectos y
momentos relevantes predeterminan hacer una evaluación. Aunque no es ideal hacer
cambios drásticos en los planes, si es preferible hacer correcciones que eviten mayores
equívocos y aprovechar los aciertos para tener resultados cercanos a los
predeterminados.

El modelo proporciona un lenguaje y comprensión para los para todos los profesionales
que atienden un tipo de problemática. En estos casos debe utilizarse un único sistema de
planificación para el niño: un niño, un plan.

Todas las agencias de protección, necesitan utilizar el Modelo único de práctica Nacional,
de una manera que refleje sus responsabilidades principales.
Esto incluye los servicios para adultos. Los profesionales de los servicios para adultos
tienen un papel muy importante que desempeñar, para garantizar que las necesidades de
los niños queden satisfechas.

La persona nombrada y el profesional principal

La Persona Designada en los servicios universales de salud o educación, según la edad del
niño, es el primer punto de contacto para los niños y las familias y para otras agencias
cuando hay inquietudes sobre un niño. El rol de la persona nombrada es tomar la acción
inicial si un niño necesita ayuda adicional y es fundamental para ayudar en la intervención
temprana.
Cuando un niño necesita ayuda de dos o más agencias, el Profesional Principal coordinará,
la planificación de múltiples agencias asegurándose que todas ellas brinden una red de
apoyo efectiva alrededor del niño.

Fomento de la confianza y la importancia de la formación

Los profesionales de todas las agencias deben tener las habilidades y herramientas para
participar de manera efectiva con los niños y los jóvenes. Además, deben tener acceso y
estar comprometidos para participar en los procesos de análisis y discusión.
Este proceso debe tener parámetros de calidad claros, como por ejemplo contar con
información veraz y suficiente, que conlleve a construir respuestas adecuadas y oportunas
para dada niño y niña.
Los profesionales deben ser capacitados en el manejo de ese proceso, partiendo de la
comprensión cabal del enfoque, sus principios y valores. Tal comprensión facilitará mucho
a desarrollar procesos, sistemas y practicas más eficientes y eficaces. Asimismo, les dará
mayor confianza en su intervención y lograr mejores resultados para los niños.

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