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Estructura

Estaba organizada en tres organismos, según el Tratado de Versalles:

 La Asamblea: compuesta por los Estados miembros de la SDN. Se reunía en el mes de septiembre
de cada año en Ginebra, Suiza. Cada Estado tenía derecho a un voto. Se encargaba de proponer y
votar las resoluciones y recomendaciones por unanimidad, así como elegir los miembros no
permanentes del Consejo. Las candidaturas de nuevos países integrantes debían obtener la
aprobación de dos tercios de los votos de la Asamblea. Además, debía aprobar el presupuesto de la
Sociedad, el trabajo del Consejo, del Secretariado, organizaciones técnicas y comisiones asesoras.
Tenía participación en la elección de los jueces a la Corte Permanente de Justicia Internacional.

 El Consejo: originalmente estaba compuesto por cinco miembros permanentes: Francia, Italia,
Japón, Reino Unido y los Estados Unidos (el cupo de este último fue dejado vacante en caso que
se incorporara posteriormente); y cuatro miembros no permanentes elegidos por la Asamblea y
renovados por tercios cada tres años. En 1926, al ingresar Alemania, se le asigna el puesto de los
Estados Unidos. Los estatutos son reformados en 1934, proveyendo un Consejo de seis miembros
permanentes, uno de cuyos asientos es asignado a la URSS —que acababa de ingresar— y 11
miembros no permanentes electos por la Asamblea. El Consejo sesionaba regularmente tres veces al
año y en sesiones especiales si lo merecía la ocasión. Sus resoluciones se tomaban por votación
unánime, salvo en materias de procedimiento. El consejo actuaba como una comisión de indagación
y conciliación en cualquier disputa que le fuera presentada. Los países no integrantes de la Sociedad
podían presentar cualquier tema que afectara sus intereses directamente al Consejo.

 El Secretariado: organismo permanente que se encargaba de preparar las sesiones de la Asamblea


y del Consejo, así como la elaboración de informes y documentos. Estaba encargado de las
comisiones asesoras y del Alto Comisario de la Ciudad libre de Dánzig. Fueron Secretarios
Generales:


o Sir James Eric Drummond (Reino Unido) 1920-1933, designado de antemano por el Tratado
de Versalles
o Joseph Avenol (Francia) 1933-1940
o Seán Lester (Irlanda) 1940-1946

Organismos Internacionales asociados o afiliados a la SDN:

 OIT (1920)
 Corte Permanente de Justicia Internacional (1922)

El regimen de los madatos

Solución jurídica diseñada para el reparto de los imperios coloniales alemán y turco tras la primera guerra
mundial. Este sistema se concretaba en que la Sociedad de Naciones confería mandatos a los países que
heredaban las colonias despojadas a Alemania y Turquía. Teóricamente, estos mandatos limitaban la
soberanía de los nuevos propietarios, obligándoles a informar cada año a la Sociedad de Naciones sobre las
medidas adoptadas con el objetivo de preparar a las poblaciones administradas para la independencia. En la
práctica, no fueron muy diferentes de las colonias tradicionales.

Francia y el Imperio Británico (algunos mandatos en África y Oceanía fueron asignados a la Unión
Sudafricana o Australia) obtuvieron la mayor parte. Bélgica y Japón accedieron a pequeños territorios.
Italia fue totalmente excluida lo que engendró un gran descontento en el país.

Derecho Internacional

Sistema establecido al terminar la Primera Guerra Mundial para someter a vigilancia internacional la gestión
colonial de las grandes potencias.

El régimen de los mandatos fue instituido por el artículo 22 del Pacto de la Sociedad de Naciones, a propuesta del
General Smuts (1870-1950), primer ministro de la Unión Sudafricana.

Se establecieron tres categorías de mandatos. Los denominados A, cuyo régimen era de aplicación a comunidades
separadas del imperio turco, con existencia política propia, provisionalmente sometidos a la administración de la
Potencia mandataria; el mandato B se refirió a pueblos de África central, asumiendo la potencia mandataria la
administración del territorio, debiendo cumplir determinadas obligaciones y otorgar ciertas garantías de orden
general; el mandato C se aplicó a territorios de los que se estimó que su correcta administración se realizaría bajo
las leyes de la potencia mandataria como parte integrante del territorio de ésta, en razón a la escasa densidad de
población, pequeña superficie, alejamiento de centros civilizados o contigüidad geográfica con el territorio del
mandatario.

El mandato A se aplicó a Siria, Líbano, Palestina, Transjordania e Irak. El B, a Togo, Camerún, Tanganica y Ruanda
Burundi. El C, al sudoeste africano alemán y a las posesiones alemanas del Pacífico.

Si bien los principios del régimen de mandatos se establecieron en el citado artículo 22, se desarrollaron por la
Comisión Permanente de los Mandatos, establecida en el seno de la Sociedad de las Naciones y designada por el
Consejo de ésta. VERDROSS sintetiza este régimen mediante los siguientes caracteres: los países bajo mandato no
son parte del territorio del mandatario, cada uno de ellos tiene su territorio propio; el patrimonio del país bajo
mandato es propio y distinto del mandatario; los tratados suscritos por el mandatario para sí mismo no surten
efecto en el país bajo mandato, ahora bien, el mandatario puede negociar tratados para el país bajo mandato,
subsistiendo los derechos y obligaciones a que dan lugar aunque se extinga el mandato; los países bajo mandato
gozan de personalidad jurídica propia, no así de capacidad de obrar; los mandatarios deben administrar en
provecho de la población indígena; en los mandatos A debe regir el principio de la igualdad económica para todos
los miembros de la Sociedad de Naciones, fundado en los tratados sobre mandatos; en los B se estableció idéntico
principio en el artículo 22.5 del Pacto, no existiendo disposición en este sentido para los C.

Toda potencia mandataria tenía la obligación de dar cuenta, de manera anual y mediante informe, de la gestión
realizada, al Consejo de la Sociedad de Naciones, que era examinado por la comisión Permanente de Mandatos. El
mandato podía extinguirse por emancipación del país a él sometido, renuncia de la Potencia mandataria o
revocación del mandato por el Consejo de la Sociedad de Naciones, sistema este último de muy difícil realización
practica, pues necesitaba el consentimiento del propio mandatario (V. fideicomisos).

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