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Índice
1 Etimología
2 Origen
2.1 Física del hielo y el agua marina
2.2 Producción de icebergs
2.2.1 Icebergs originados en Groenlandia
2.2.2 Icebergs originados en la Antártida
3 Peligrosidad
Etimología
Origen
La temperatura del agua en el fondo del océano tiene un valor fijo alrededor de los
4°C (esta es la temperatura a la cual su densidad alcanza su mayor valor). Estas
aguas del fondo del mar quedan como atrapadas a esa profundidad; si aumentara su
temperatura (por ejemplo por un volcán o géiser en el fondo oceánico), disminuiría
su densidad al calentarse y ascendería. También puede ascender, por efecto de la
rotación de la Tierra, en las costas occidentales de los continentes (este es el
caso que se presenta en las costas occidentales de Groenlandia, Noruega y Alaska) y
en este caso también se eleva por el fenómeno de emersión de aguas frías del fondo
submarino, aunque son mucho más cálidas que las temperaturas atmosféricas en ese
lugar.
Estas islas de hielo existen gracias a una propiedad notable del agua: en su estado
sólido tiene menor densidad que en estado líquido. Si no fuese así, el hielo se
acumularía en el fondo de los océanos y no en su superficie.
También el hielo es una excepción en el mundo de los elementos, y se debe a que la
molécula del agua (H2O) está polarizada eléctricamente. El átomo de oxígeno atrae
más a los electrones que los átomos de hidrógeno, lo que impone al hielo una
estructura de tipo cristalino (por el juego de la atracción y de la repulsión
eléctrica) que tiene menos densidad que si fuese un sólido amorfo.
Producción de icebergs.
Son los que presentaban mayor peligrosidad para la navegación, debido a que sus
efectos pueden llegar a sentirse en latitudes bastante alejadas hacia el sur,
debido a la Corriente del Labrador que procede del noroeste de Groenlandia, donde
desembocan varios glaciares muy activos procedentes a su vez del casquete de hielo
de la gran isla ártica. Con el desarrollo del sistema de radar y de otros avances
de la navegación, esta peligrosidad se ha reducido hasta casi desaparecer, pero las
embarcaciones que alcanzan latitudes elevadas deben atender las características y
tamaño de los icebergs, teniendo en cuenta que el tamaño de cualquiera de ellos
suele ser bastante más extenso por debajo de su línea de flotación que lo que su
altura permite inferir. El tamaño de algunos icebergs al romperse puede ser muy
grande, con centenares de metros e incluso de centenares de km de diámetro. Una
interesante aplicación de la NASA, EOSDIS World View (Earth Observing System Data
and Information System Worldview), disponible en acceso libre presenta una visión
satelital de cualquier lugar del mundo, día a día, en la que se puede verificar el
desplazamiento y el tamaño de los icebergs de cualquier tamaño por ejemplo, los que
pueden verse en la costa occidental de Groenlandia. En esta imagen pueden verse
cientos de icebergs fragmentados de dimensiones muy distintas entre sí en la parte
superior de la imagen. Dicha imagen puede ampliarse con el zoom con el signo +. La
distinción entre nubes e icebergs resulta evidente: en el caso de las nubes, tienen
cientos de km de diámetro y son más homogéneas y no se encuentran solo sobre el
mar, mientras que los icebergs solo pueden verse sobre el mar y son claramente
distinguibles cuando se acerca la imagen. El programa también de la NASA IOTD
(Image Of The Day) también presenta muchas imágenes de icebergs y sus movimientos,
especialmente las que se refieren a los icebergs de la Antártida.
Ejemplos
Peligrosidad
Los icebergs son masas de hielo gigantes y muy duras. Cuando colisionan contra
embarcaciones pueden destruir parte de la estructura de estas y producir su
hundimiento, por lo que los icebergs constituyen un gran peligro para las
embarcaciones que navegan por los océanos.
Este peligro es muy conocido por el hundimiento del RMS Titanic, un gran navío
transatlántico de la White Star Line que viajaba en su viaje inaugural a Nueva
York. El 14 de abril de 1912, a las 11:40 de la noche, detectó un iceberg justo
delante. El barco trató de esquivarlo virando hacia babor, pero su casco rozó el
iceberg por debajo de la línea de flotación. La colisión abrió aberturas en todo el
flanco del barco, inundándolo de agua y hundiéndolo a 600 kilómetros de la costa de
Terranova.
Aquel iceberg, como muchos otros, fue arrastrado hacia el sur por la corriente del
Labrador que suele llevarlos hacia latitudes más bajas, incluso hasta su punto de
encuentro con la corriente del Golfo.