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Guyana

Introducción
La República Cooperativa de Guyana se encuentra en la costa nororiental de América del Sur; linda
con Venezuela al oeste, con Brasil al oeste y el sur y con Suriname al este. El país tiene una
extensión de 215.000 km2, y la selva pluvial abarca aproximadamente 80% de su territorio. Es el
único país de habla inglesa en América del Sur, y es miembro de la Comunidad del Caribe
(CARICOM), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Organización del Tratado de
Cooperación Amazónica (OTCA), entre otras coaliciones regionales e internacionales.

Guyana obtuvo su independencia del Reino Unido en 1966, y es una república democrática que
funciona bajo el sistema de gobierno de Westminster, con un presidente ejecutivo en el que se
funden las responsabilidades de jefe de Estado y de gobierno. Aunque hay varios partidos políticos,
los principales son el Partido Progresista del Pueblo (PPP) y el Congreso Nacional del Pueblo (PNC),
cuyos apoyos provienen sobre todo de las comunidades indoguyanesa y afroguyanesa,
respectivamente. En agosto del 2006 se celebraron elecciones generales.

El Censo del 2002 arrojó una población de 751.223 habitantes, con 50,1% de hombres y 49,9% de
mujeres, y una composición étnica de 43,5% indios de la India, 30,2% africanos, 9,2% amerindios,
16,7% mixtos y 0,4% otros. Los principales grupos religiosos son los cristianos (48,0%), hindúes
(28,8%) y musulmanes (7,3%) (1). De acuerdo con las proyecciones de la Oficina de Estadística de
Guyana, la población aumentaría a unas 785.000 personas en el 2010, entre las cuales el grupo de
menores de 15 años representaría aproximadamente 27%, vale decir, una disminución de 9% en
este grupo de edad respecto del 2002 (2) (figura 1).

La densidad poblacional de Guyana es baja –menos de cuatro personas por km 2– y solo cerca de
28,5% de la población vive en zonas urbanas; 51,7% de los residentes urbanos son mujeres,
mientras que 50,7% de la población rural es masculina. El país se divide en 10 regiones
administrativas, y la mayoría de la población (85,1%) vive en las zonas costeras (regiones 2, 3, 4, 5
y 6). La Región 4, donde está ubicada Georgetown, la capital, es la de mayor densidad demográfica,
con 41,3% de la población. Solo 9,4% de la población vive en el interior rural (regiones 1, 7, 8 y 9),
y la Región 8, con 1,3% de la población, tiene la densidad demográfica más baja (1). Cada región es
administrada por un Consejo Democrático Regional, que es responsable de prestar servicios a sus
respectivos habitantes, incluidas la salud y la educación (3).

Las zonas del interior, con una población dispersa, tienen una infraestructura sanitaria muy limitada,
lo cual plantea retos enormes para la prestación de servicios de salud y otros servicios esenciales. La
mayoría de los amerindios de Guyana vive en el interior (1).

Entre 2006 y 2010 la tasa bruta de natalidad promedió 19,4 por 1.000 habitantes, mientras que la
tasa bruta de mortalidad disminuyó de 6,6 a 6,4 por 1.000 habitantes (2).

Guyana es una economía pequeña y abierta, con un mercado interno que se ve limitado por el
reducido tamaño de su población. En el 2005, la producción de azúcar ascendió a casi 259.000
toneladas métricas, lo que representó casi 12% del producto interno bruto (PIB) y más de 20% de
las exportaciones del país. La mayoría de las exportaciones de azúcar se destina a la Unión Europea,
en virtud de un acuerdo de comercio preferencial, aunque la región de CARICOM es también un
mercado importante para este producto (4). La minería, la madera y, más recientemente, la
preservación forestal y el ecoturismo se han convertido también en pilares de la economía. La
inflación ha sido alta, con un promedio de 9% entre el 2006 y el 2008, pero ha caído de forma
sostenida desde que llegara a un punto máximo de casi 12% en marzo del 2008; a fines de 2008
descendió a 6,4% y fines de 2009 era de 3,6%, lo cual refleja el reblandecimiento de los precios de
los productos básicos en el mercado mundial (5). Según datos del Fondo Monetario Internacional
(FMI), la actividad económica del país se expandió 3,3% en el 2009 y 3,6% en el 2010, en
comparación con el 2% registrado en el 2008; esto se debió en gran parte a la recuperación de la
agricultura en la segunda mitad del año, aunada a una producción de oro fuerte y continua y una
actividad robusta en el sector de bienes no comercializables (5, 6). El PIB per cápita fue US$ 1.911
en el 2006, US$ 2.277 en el 2007, US$ 2.497 en el 2008 y US$ 2.629 en el 2009 (6).

A pesar de su abundancia de recursos naturales, Guyana se clasifica como un país en desarrollo de


ingresos medianos bajos, lo que representa una mejora con respecto a sus clasificaciones anteriores
como país en desarrollo de bajos ingresos y país pobre muy endeudado. Desde 1997, el país se ha
beneficiado de una reducción general de su deuda gracias a la cooperación internacional, lo que le ha
permitido destinar una mayor cantidad de fondos hacia el mejoramiento de los sectores sociales. Las
inversiones en programas de salud, educación, vivienda, agua, saneamiento y mitigación de la
pobreza aumentaron de 15% del PIB en 1997 a 22% en el 2005. El gasto público en educación
aumentó de 13% del presupuesto nacional en el 2006 a 15,3% en el 2010, y el gasto público en
salud aumentó de 9% en el 2006 a 9,4% en el 2010 (6).

A pesar de estos avances, los retos persisten, especialmente en las regiones del interior y en relación
con la contratación y retención de recursos humanos (7). Un número considerable de profesionales
guyaneses y personal capacitado migra a Europa, América del Norte y otros países del Caribe. En el
2006 y el 2008, la migración neta fue de 15.241 y 18.777 personas, respectivamente. Sin embargo,
las cifras más recientes indican una migración neta cercana a 18.800 en el 2009 y a 4.200 en el 2010
(8, 9).

Otro desafío que afronta Guyana es la obtención de datos sanitarios actualizados, exactos y
uniformes sobre los mismos indicadores, tanto de fuentes internas como de fuentes externas; es
necesario fortalecer la notificación eficiente y exacta de información sobre la salud pública y datos
relacionados, así como evaluar las intervenciones de salud de forma sistemática y objetiva. Diversas
fuentes nacionales e internacionales pueden proveer datos divergentes para los mismos indicadores y
el mismo período. Los organismos internacionales a menudo dependen de valores estimativos en los
que se perciben lagunas en los datos aportados, definiciones no estandarizadas de indicadores o
métodos inciertos de recopilación y análisis de datos a nivel nacional y subnacional.

Guyana ha renovado su compromiso de alcanzar las metas planteadas en los Objetivos de Desarrollo
del Milenio (ODM) (10). También ha seguido trabajando con otras partes en la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para apoyar el establecimiento de un mecanismo
mundial para reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (REDD+).
Esta posición concuerda con la "estrategia de desarrollo de bajas emisiones de carbono" de Guyana,
que es su marco de desarrollo nacional (11). Además, el país continúa centrando sus esfuerzos en el
desarrollo y fomento de iniciativas tecnológicas y de información, como el programa "Una
computadora portátil por familia", el establecimiento del Canal Educativo de Guyana y el tendido de
cable digital de Guyana a Brasil.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


Guyana es parte en varios tratados internacionales de derechos humanos, por lo que, en
cumplimiento de sus obligaciones, ha establecido comisiones constitucionales para tratar los
derechos de la mujer, los pueblos indígenas, los niños y los grupos étnicos, entre otros subgrupos de
población (12). Los niveles más altos de pobreza, de acuerdo con datos relativos a ingresos y gastos,
se observan en la población de amerindios, mientras que las mujeres amerindias ocupan los niveles
más altos de pobreza entre las mujeres guyanesas (13). El Ministerio de Asuntos Amerindios de
Guyana realiza intervenciones para mejorar la calidad de vida de los indígenas, y al mismo tiempo
preservar su cultura; los amerindios son autosuficientes en algunas áreas, entre ellas la seguridad
alimentaria (14). La Ley sobre los Amerindios del 2005 protege los derechos de los pueblos
autóctonos y define sus beneficios, incluida la adjudicación de tierra (15). La promulgación de esta
ley ha resultado en un aumento de 6,4% a 14% del territorio nacional bajo el control de los pueblos
indígenas.

La participación de la mujer en los procesos decisorios de Guyana está en aumento; las mujeres
representan 61% de la fuerza laboral, 31% de los jueces, 75% de los magistrados, 31% de los
parlamentarios y 29% de los ministros del gobierno. Además, de los egresados de universidades
nacionales, 40% son mujeres (16). Desde el 2010, la Iniciativa Mujeres de Valor, producto de la
colaboración entre los sectores público y privado, ha permitido a madres solteras que ganan menos
de US$ 196 mensuales adquirir préstamos para iniciar microempresas. Hasta junio del 2011 se
habían aprobado 1.029 préstamos por un total de US$ 933.660, con una tasa de reintegro de 96%
(17).

El gobierno de Guyana administra tanto una Oficina de Asuntos de la Mujer como una Oficina de
Asuntos del Hombre, y cuenta con mecanismos para integrar las cuestiones relativas al género al
sector de la salud. Por ejemplo, la Comisión para la Reforma Constitucional recomendó que 33,3% de
los candidatos de todos los partidos políticos que participasen en elecciones generales y regionales
fuesen mujeres (18).

En el 2010, el gobierno promulgó la Ley de Discapacidad, que garantiza los derechos y las libertades
de las personas con discapacidades, incluido su derecho al voto. La ley define las responsabilidades
de diversos sectores como la salud, la educación, el trabajo, la vivienda, el agua, los servicios
sociales, los deportes y la comunicación respecto de las personas con discapacidad (19).

El país está bien encaminado hacia el logro del ODM 2 (educación primaria universal). La educación
es obligatoria para los niños de edades comprendidas entre los 5 años y 9 meses y 14 años. El nivel
de matriculación en la escuela primaria es alto, 95% tanto para niños como para niñas, y la tasa de
asistencia fue 96% entre el 2005 y el 2009. Sin embargo, en el 2010 surgieron disparidades en la
asistencia a la escuela secundaria, con cifras de 73% para las niñas y 68% en el caso de los niños
(20). La transición a la escuela secundaria se ubica en 67%, mientras que 97% de los niños
matriculados en el primer grado alcanzaron el quinto grado.

En el 2009, la media de años de escolaridad para las mujeres mayores de 25 años fue de 9,4, en
comparación con 9,3 para los hombres; en 1990, las cifras fueron 6,5 años y 7,5 años,
respectivamente (21). Se informa de una tasa de alfabetización de adultos de 92% (22), y el número
promedio de años de escolaridad aumentó de 7,5 en 1990 a 9,3 en el 2009 (21).

En el 2008, el gobierno estableció programas de alimentación escolar, uniformes escolares y libros de


texto para guarderías y escuelas primarias, lo que ha contribuido a mejorar la asistencia escolar de
los niños en el interior (23). El programa "Una computadora portátil por familia", iniciado en el 2010,
busca proporcionar 90.000 computadoras con capacidad de conexión a la Internet, principalmente
para familias pobres y adolescentes con el fin de aumentar su acceso a la educación y la información
(24).

Se ha observado un mejoramiento sustancial de los servicios básicos de agua y saneamiento, así


como del manejo de desechos sólidos. Entre el 2000 y el 2008, el acceso general a un servicio
mejorado de agua potable aumentó de 83% a 94%. Sin embargo, persisten las diferencias en el
país: 97% de la población de la costa tiene buen acceso a agua potable, porcentaje que contrasta
con el 52% de la población en el interior que goza de un servicio similar. El acceso a instalaciones de
saneamiento es casi universal (98%); 63% de la población utiliza letrinas de pozo tradicionales y
24% se sirve de pozos sépticos (25). En lugares donde se ha estimado conveniente, se está
promoviendo el uso de letrinas de pozo mejoradas y ventiladas. En Georgetown se instaló un sistema
autoclave para tratar los desechos biomédicos, y siete hospitales regionales están utilizando el
incinerador Montfort para la destrucción de objetos punzocortantes.
Persisten algunos problemas relacionados con la calidad del agua y el saneamiento, como bien
reflejan las altas tasas de diarrea en niños de entre 1 y 5 años de edad en la Región 3 (24,6%) y la
Región 4 (30,8%); otras regiones informan de tasas entre 2,4% y 7,5% (26).

Si bien Guyana tiene el potencial para autoabastecerse de alimentos y además contribuir con la
seguridad alimentaria y nutricional de otras partes del Caribe y América del Sur, su difícil geografía y
las largas distancias atentan contra la distribución eficiente de alimentos a las comunidades del
interior en el país. Existe una estrategia nacional multisectorial de seguridad alimentaria y nutricional
con componentes dirigidos a fortalecer la disponibilidad, aceptabilidad y accesibilidad de los
alimentos para toda la población (27).

La proporción de personas que viven en condiciones de pobreza moderada 1 disminuyó de 43,2% en


1993 a 36,1% en el 2006; aquellas en situación de extrema pobreza 2 pasaron de 28,7% a 18,6% en
el mismo período (10). La incidencia más alta de pobreza se registró en el interior rural, donde se
concentran los amerindios; la incidencia más baja se dio en las zonas urbanas, aunque se observaron
ciertos espacios de pobreza urbana con niveles superiores a la norma (28).

En el 2006, los cálculos indicaban que 36% de la población vivía en condiciones de pobreza
moderada y 19% en situación de pobreza extrema, lo cual demuestra poco cambio respecto de los
resultados de la encuesta de 1999 (13). Sin embargo, se observó que, dadas las características del
modo de vida de los amerindios, este grupo es particularmente propenso a errores de medición
cuando se usa la misma canasta de consumo para calcular los umbrales de pobreza, y que los
patrones de gasto para este grupo pueden ser muy diferentes de los de otros grupos étnicos.
También ha habido un mayor gasto social que ha beneficiado a las poblaciones que viven en el
interior, incluidos los amerindios (13). La Estrategia Nacional de Desarrollo, la estrategia de
desarrollo con bajas emisiones de carbono y varios programas de seguridad social forman parte del
programa de mitigación de la pobreza del gobierno.

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


CAMBIO CLIMÁTICO Y DESASTRES

Guyana es un país vulnerable a una variedad de desastres naturales y antropogénicos que pueden
empeorar en razón del cambio climático, como por ejemplo las inundaciones. Estos factores
contribuyen al aumento de las enfermedades transmitidas por vectores que son endémicas en
algunas zonas del país.

La estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono define un nuevo camino para el país que
se basa en la preservación de los recursos forestales de la nación, para de ese modo mitigar el
cambio climático. A cambio, Guyana recibirá créditos y compensaciones de carbono en los mercados
mundiales de comercio de carbono. En noviembre del 2009, Guyana y Noruega se unieron en una
alianza para reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal en los países
en desarrollo (REDD+), en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (11).

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha reconocido a Guyana como líder
mundial en la promoción de la mitigación del cambio climático, y en el 2010, el presidente del país
recibió el premio "Campeón de la Tierra" (29). Las inversiones a corto plazo en las áreas de
hidroelectricidad, tecnología de cable de fibra óptica, drenaje, riego y construcción de carreteras,
entre otras, forman parte de la estrategia nacional de mitigación del cambio climático.

La extracción de oro, que es uno de los principales motores de la economía guyanesa, se realiza
principalmente en regiones del interior a través de alianzas público–privadas. Los estudios que se
realizaron en las zonas de extracción de oro de la Región 1 en el 2006 revelaron que todas las
muestras de agua contenían mercurio a niveles superiores al establecido en las guías de la OMS para
la calidad del agua potable, que es 1 µg/l, mientras que las muestras de sedimento mostraron
niveles de mercurio que excedían las pautas canadienses relativas a la calidad del ambiente, de
0,486 ppm. Cerca de un tercio de todos los peces capturados reveló niveles de mercurio superiores a
los recomendados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos de 0,5 ppm. Finalmente,
los resultados de una encuesta sobre el ambiente humano mostraron un nivel importante de
contaminación por mercurio en el noroeste del país (Región 1) (30).

DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO

De acuerdo con la estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono, la tala controlada
permitirá la preservación y el uso sostenible de los bosques prístinos de Guyana. El país ha
reconocido que la deforestación no solo causa un aumento de las emisiones de gases de efecto
invernadero, sino que también tiene consecuencias sociales, económicas y ambientales negativas
(11).

SEGURIDAD VIAL

Los accidentes de tránsito y las lesiones y muertes que provocan –y que afectan principalmente a los
hombres– son una preocupación importante de salud pública en Guyana. En el 2008 se registraron
125 defunciones en accidentes de tránsito, que contrastan con las 171 notificadas en el 2006 (26).
Entre el 2006 y el 2007 se reactivó el Consejo Nacional de Seguridad Vial y se lanzó la "Operación
Ruta Segura" en respuesta a un aumento de 54% en las muertes por accidentes viales. La Operación
Ruta Segura es una campaña que se centra en la aplicación estricta de las reglas y los reglamentos
de tránsito y ningún tipo de tolerancia por parte de oficiales de la policía ante la violación de las leyes
de tránsito. Como resultado de la introducción de esta iniciativa, las muertes por accidentes viales se
redujeron 40% en el 2008. Sin embargo, la seguridad vial sigue siendo un importante reto, por lo
que se requiere una acción sostenida (31).

VIOLENCIA

La violencia de género es generalizada y está aumentando entre todos los grupos socioeconómicos y
étnicos, y afecta a más mujeres que hombres. Entre el 2006 y el 2007, se produjo un aumento
aproximado de 50% del número total de víctimas de este tipo de violencia, vale decir 3.600 muertes
más que el año anterior. El mayor aumento se registró en Berbice (regiones 5 y 6), donde los casos
notificados aumentaron en forma explosiva, de unos 300 en el 2006 a 1.890 en el 2007, lo que
representa un aumento de 500% (32). Al menos una de cada tres mujeres guyanesas ha sido
presuntamente víctima de la violencia de género. Help and Shelter, una organización no
gubernamental que trabaja en esta área, atendió a 324 mujeres entre enero y julio del 2008. De
estas, 128 eran de ascendencia africana, 112 de origen indio y 84 de otros grupos étnicos.

En mayo del 2010 se promulgó la Ley de Delitos Sexuales para fortalecer las medidas de prevención
de la violencia de género; entre otras disposiciones, la ley hace de la violación conyugal un acto
ilegal. También se cuenta con una política nacional sobre la violencia doméstica y una unidad especial
adscrita al Ministerio del Trabajo, Servicios Sociales y Seguridad Social a cargo de supervisar y dar
seguimiento a su ejecución. Como prueba de las creencias profundamente arraigadas que pueden
obstaculizar el progreso frente a este problema, cabría mencionar una encuesta en la cual se
indicaba que una de cada cinco mujeres pensaba que el esposo o compañero tenía justificación de
golpear a su cónyuge en ciertas circunstancias, creencia que era aun más prevalente en el interior
(39%) (32, 33).

La seguridad y los homicidios son también fuentes de inquietud; la tasa de homicidios en Guyana en
el 2010 fue de 18,5 por 100.000 habitantes (34).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

La Encuesta de Demografía y Salud del 2009 reveló que la maternidad prematura, en particular entre
las adolescentes, ha tenido consecuencias socioeconómicas y socioculturales negativas, como la
deserción escolar temprana. Se observó una prevalencia general de 18% de embarazo entre jóvenes
de 15 a 19 años de edad, con una prevalencia de 10% entre las adolescentes de zonas urbanas, una
prevalencia de 22% entre adolescentes de zonas rurales y de 43% en las zonas del interior (35).
Solo 14% de las niñas de 15 a 19 años de edad con pareja están casadas, y 22% de las mujeres de
22 a 24 años de edad habían dado a luz antes de los 18 años (35).

En toda la nación, 96% de los partos son atendidos por personal capacitado. Sin embargo, en el
2008 ese porcentaje fue de 57% en la Región 9, aunque sigue siendo un aumento respecto del 43%
registrado en el 2003 (35). La mayoría de los partos (80%) tienen lugar en un establecimiento de
salud, y 92% de las madres embarazadas realizan primeras visitas prenatales. Casi ocho de cada 10
mujeres (79%) con un nacido vivo en los cinco años precedentes a la encuesta habían realizado
cuatro o más visitas prenatales, conforme a lo recomendado, sin que se observe alguna diferencia
importante por lugar de residencia: 49% de las visitas tuvieron lugar durante el primer semestre,
con variaciones que van desde 42% en el interior hasta 67% en Georgetown (35).

La razón de mortalidad materna disminuyó con respecto al punto de comparación ajustado de 320
defunciones por 100.000 nacidos vivos en 1991 a 86 en el 2008 (10) (La meta nacional para el ODM
5 es menos de 100 defunciones maternas por 100.000 nacidos vivos.) Sin embargo, en el 2009 hubo
un aumento de la razón de mortalidad materna, 92,2 por 100.000 nacidos vivos (10), y un aumento
pronunciado de las defunciones maternas en el 2010 (36), pero los datos para el 2010 no han sido
compilados y publicados oficialmente.

Cada año se atienden cerca de 6.000 partos anuales en el Hospital Público de Georgetown. Este es el
hospital de referencia nacional y cuenta con dos obstetras entre su personal. Se han ejecutado
intervenciones para mejorar la distribución y disponibilidad de personal capacitado a fin de
proporcionar atención obstétrica y neonatal de emergencia en todos los grandes establecimientos de
salud, incluidas la formación en el programa "Avances en la gestión del trabajo de parto y sus
riesgos" (ALARM por su siglas en inglés), capacitación de nuevas parteras e instrucción de posgrado
en obstetricia. La prevalencia anticonceptiva es 42,5% entre todas las mujeres, y aproximadamente
58% de la demanda total de planificación familiar no es atendida. La tasa más alta de demanda no
atendida se observa entre las mujeres del grupo de edad de 15 a 19 años (35%), porcentaje que
disminuye a aproximadamente 26% en el grupo de mujeres de 40 a 49 años de edad; 29% de las
mujeres casadas tienen una necesidad no atendida de planificación familiar (35).

Niños (menores de 5 años de edad)

En términos generales, la mortalidad infantil en Guyana descendió entre el 2006 y el 2010: en el


2006 fue 19,2 por 1.000 nacidos vivos, aumentó ligeramente a 20,3 en el 2007, disminuyó en el
2008 (17,5) y el 2009 (14,9) y volvió a aumentar levemente en el 2010 (35). Los niños menores de
1 año representaron 5,2% del total de las muertes; las principales causas de mortalidad infantil en el
período 2005–2008 fueron los trastornos respiratorios (31%) y las malformaciones congénitas
(9,7%). Otras causas importantes fueron septicemia bacteriana del recién nacido (8,1%),
enfermedades infecciosas intestinales (7,6%), infecciones respiratorias agudas (4,7%),
complicaciones obstétricas y traumatismos durante el parto (4,5%), crecimiento fetal lento (4,5%) y
carencias nutricionales (3,2%). La tasa de mortalidad neonatal descendió de 12,5 por 1.000 nacidos
vivos en el 2006 a 9,5 en el 2008 (26).

La prevalencia de peso bajo al nacer llegó a 13% en el 2008 y 19% en el 2009 (35), lo que
constituye un porcentaje alto comparado con la meta de prevalencia del programa Healthy People
2010 de 5% (37). En el 2006, solo 43% de los lactantes fueron iniciados en la lactancia materna
temprana y apenas 33% fue solo amamantado durante seis meses. De aquellos niños que fueron
amamantados entre 6 y 9 meses, 59% recibió alimentación complementaria, y 11% de ellos mostró
una desnutrición entre moderada y grave (35).

Las tasas de mortalidad entre los niños menores de 5 años disminuyeron de 20,3 por 1.000 nacidos
vivos en el 2006 a 20,2 en el 2008 y 19,8 en el 2009; la cifra correspondiente al 2010 fue 20,5 (35).
Estas defunciones equivalieron al 1% del número total de muertes, y las principales causas fueron
ahogamiento accidental (14%), enfermedades infecciosas intestinales (7%), malformaciones
congénitas (8%), infecciones respiratorias agudas (6%) y enfermedades crónicas de las vías
respiratorias inferiores (3%) (26).

La desnutrición entre moderada y grave se ubicó en 5,9% en el 2008, sobre todo en niños de 6
meses a 2 años de edad. En el 2006, la distribución de suplementos micronutrientes redujo los casos
generales de anemia entre 30% y 40% y condujo a una mejora de 12% en las tasas de lactancia
materna, en especial en las regiones costeras (35). El programa Sprinkles, que proporciona
suplementos nutritivos a las madres embarazadas, aborda este problema, y se han tomado medidas
para aumentar la promoción de la lactancia materna y fortalecer y ampliar el programa Baby Friendly
Hospital. La obesidad en niños menores de 2 años se ubicó en 3,9% para el período 2006–2008 (26).

Adolescentes y adultos jóvenes (13–24 años de edad)

En el 2009, la prevalencia del consumo de cigarrillos en estudiantes de 13 a 15 años de edad fue


9,5% (35), casi el doble de la de los estudiantes universitarios de ciencias de la salud del país (5,3%)
(38). El número de estudiantes entre 13 y 15 años de edad que también habían usado otras formas
de tabaco (20,9%) fue considerablemente mayor que el número de estudiantes de ciencias de la
salud (16%) (35). La venta de cigarrillos a menores de edad sigue siendo un problema importante en
el país: 58% de los estudiantes de 13 a 15 años de edad pudo comprar cigarrillos (38). Un
porcentaje alto de ese grupo (31,8%) estuvo expuesto al humo ajeno en sus hogares (38, 39).

El suicidio y las neoplasias malignas figuraron como las causas principales de muerte en el grupo de
edad de 15 a 24 años para el período 2006–2008. El suicidio ocupó el primer lugar, con 22,4% de las
defunciones entre el 2006 y el 2010. Las neoplasias malignas se ubicaron en el quinto puesto, con
4,6% del total de las muertes en este grupo de edad (26).

Adultos y adultos mayores (24–64 años de edad y mayores de 65 años)

En el 2006, el sida fue la principal causa de muerte entre las personas de 25 a 44 años de edad
(17%), seguido de los suicidios (13,6%), los accidentes viales (11%), los homicidios (9,9%) y las
neoplasias (5,3%). La cardiopatía isquémica fue la principal causa de muerte entre las personas
menores de 65 años (17%), mientras que las enfermedades cerebrovasculares fueron la causa
principal de muerte entre los mayores de 65 (17,4%). También en el 2006 se reportaron como otras
causas principales de muerte en estos grupos de edad la diabetes sacarina, las neoplasias, las
enfermedades hipertensivas, la cirrosis y otras hepatopatías crónicas, las infecciones respiratorias
agudas y los accidentes viales. Las personas mayores de 65 años acusaron el mayor porcentaje de
muertes (40,7%), seguidas del grupo de 45 a 64 años (29,2%) (26).

Grupos étnicos o raciales

Durante el período notificado, las cardiopatías isquémicas fueron la causa principal de muerte entre
las personas de origen indio (15,3%), chino (27,8%) y portugués (27,3%), mientras que las
neoplasias y el sida fueron las causas principales entre los grupos étnicos africano (10,8%) y
amerindio (5,5%) (26).

MORTALIDAD
La esperanza de vida en el período 2005–2008 fue de 69 años para las mujeres y 63 años para los
hombres. Se contabilizó un total de 15.100 muertes entre el 2006 y el 2008, de las cuales 56,9%
fueron hombres y 43,1% mujeres. En términos generales, las cardiopatías isquémicas, las
enfermedades cerebrovasculares, las neoplasias y la diabetes fueron, en ese orden de importancia,
las causas principales de muerte (26). Otras causas principales de muerte, también en orden de
importancia, fueron el sida, las enfermedades hipertensivas, los suicidios, los accidentes viales, las
insuficiencias cardíacas, las infecciones respiratorias agudas y las cirrosis. Las cardiopatías
isquémicas fueron la causa principal de muerte entre los hombres, mientras que las enfermedades
cerebrovasculares lo fueron entre las mujeres. Las neoplasias fueron la causa principal de muerte en
las regiones 1, 7 y 10; las cardiopatías isquémicas ocuparon el primer lugar en las regiones 2, 3, 4 y
6; la diabetes en la Región 9, y las enfermedades cerebrovasculares en las regiones 5 y 8 (26). Las
razones de estas diferencias entre las regiones ameritan una investigación. El cuadro 1 recoge las
principales causas de muerte en Guyana entre el 2006 y el 2008 (40).

MORBILIDAD

Las causas principales de morbilidad en los años 2005 al 2008, en orden de importancia, fueron:
síntomas, signos y resultados clínicos anormales; infecciones de las vías respiratorias; malaria;
hipertensión; accidentes y lesiones; trastornos de la piel; diabetes sacarina; artritis y reumatismo;
infestación de gusanos, y anemia (26). Si se excluyen los síntomas, signos y resultados clínicos
anormales, las tres causas principales de morbilidad en el 2006 fueron las infecciones de las vías
respiratorias (17,6% de todas las causas), la malaria (8,7%) y la hipertensión (7,2%). En el 2007,
las principales causas fueron las infecciones de las vías respiratorias (22,8%), la hipertensión
(16,3%) y los trastornos de la piel (10,9%). Las infecciones de las vías respiratorias (23,3%), la
hipertensión (12,4%) y los trastornos de la piel (10,9%) lideraron la lista en el 2008.

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

La malaria es todavía un importante problema de salud pública y sigue siendo endémica en el interior
(regiones 1, 7, 8 y 9), afectando principalmente a las poblaciones autóctonas y las comunidades
mineras. Entre el 2005 y el 2010, el número total de casos fluctuó: hubo 38.984 casos positivos en el
2005, frente a 22.935 en el 2010, con un promedio de 20.021 por año (41). La incidencia de la
infección es hasta cuatro veces mayor entre los hombres (78%) que en las mujeres (21,9%). En el
2010, el grupo de 15 a 49 años de edad fue el más afectado (78,6%), seguido del grupo de 5 a 14
años (9,5%), el grupo de mayores de 50 años (6,4%) y los niños menores de 5 años (4,8%). Se
notificaron 85 lactantes y 990 niños menores de 5 años infectados (41).

Los agentes más comunes de la malaria fueron, en orden de importancia, Plasmodium


vivax (32,4%), P. falciparum (48,7%) y P. malariae (0,6%); se registraron también infecciones
mixtas (13,8%). Las muertes relacionadas con la malaria están disminuyendo, pero tienen mayores
probabilidades de ocurrir cuando la enfermedad coexiste con desnutrición (41).

Los casos de dengue han aumentado. En el 2010 se informó de 1.468 casos, lo que representa un
incremento respecto de los 258 conocidos en el 2006; se reportó una muerte por dengue grave en el
período. Los hombres y las mujeres son infectados por igual. Las pruebas de laboratorio permitieron
identificar los serotipos 1 y 2 (42). Se mantiene la vigilancia para dar seguimiento y controlar las
poblaciones larvarias y adultas de Aedes aegypti, que son sumamente prevalentes en el interior y a
lo largo de la costa.

La leishmaniasis es común en las comunidades del interior donde se practican la minería y la


explotación forestal. El número acumulado de casos entre el 2002 y el 2007 fue de 56, de un total de
136 exámenes completados por microscopía cutánea en laboratorio. En ese período solo se condujo
un examen de microscopía visceral en laboratorio y fue positivo (43).

En el 2008, se introdujo en los servicios nacionales de transfusión de sangre un sistema para


someter a tamizaje toda la sangre para el despistaje de la enfermedad de Chagas. El sistema reveló
que de las primeras 1.000 muestras sometidas a tamizaje, 15 fueron reactivas. Se necesita estudiar
la prevalencia de esta enfermedad (44).

Enfermedades prevenibles por vacunación

Casi todas las enfermedades prevenibles por vacunación más comunes siguen bajo control en
Guyana. La cobertura de las vacunaciones es alta: 98% de los niños menores de 1 año son
inmunizados contra la tuberculosis, la difteria, el tétanos, la tos ferina y la hepatitis B, y 97% es
vacunado contra la poliomielitis y el sarampión; 90% de todos los recién nacidos están protegidos
contra el tétanos (26). No obstante, los niños del interior son en cierta medida menos propensos a
vacunarse que otros niños guyaneses, lo cual indica la necesidad de ampliar los esfuerzos para llegar
a estas poblaciones y mejorar la calidad de los servicios de vacunación en general, incluido el
desarrollo de sistemas de documentación y seguimiento. Guyana incorporó la vacuna contra rotavirus
(abril del 2010) y la vacu antineumocócica (enero del 2011) en su calendario de vacunación, y está
planificando la introducción de la vacuna contra el virus del papiloma humano a finales del 2011 para
las niñas de 11 años de edad.

Zoonosis

Guyana recibió la certificación de país libre de la fiebre aftosa en el 2001. Sin embargo, debido a que
la enfermedad continúa presente en al menos un país vecino, es fundamental la vigilancia a lo largo
de las fronteras para que el país mantenga esa condición de territorio libre de fiebre aftosa, que es
de vital importancia para la expansión de su industria pecuaria. Las medidas e intervenciones en
curso dirigidas a fortalecer las capacidades básicas del país para aplicar el Reglamento Sanitario
Internacional (2005) facilitarán sobremanera este proceso.

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

La filariasis linfática parece ser endémica en Georgetown y New Amsterdam, donde las personas
afectadas más comúnmente son las mujeres y los afrodescendientes. Ha habido una disminución del
número de personas infectadas entre el 2006 (42 casos) y el 2007 (32 casos). También se ha
observado una reducción de la prevalencia del linfedema, que pasó de 2,4% en el 2003 a 0,6% en el
2006 (45). En el 2008 se reactivó un programa de administración en masa de medicamentos para
controlar la enfermedad en las zonas endémicas de las regiones 5 y 6.

En el 2010, la prevalencia de la lepra se ubicó en 0,04 por 10.000, con una detección anual promedio
de 26 nuevos pacientes; en el 2010 se registraron 63 casos (46).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

La prevalencia de la infección por el VIH ha venido disminuyendo en Guyana. Entre el 2004 y el


2009, la prevalencia calculada del VIH entre adultos disminuyó de 2,2% a 1,1%; la prevalencia entre
los profesionales del sexo disminuyó de 21,2% a 19,4%, y entre los hombres que tienen relaciones
homosexuales pasó de 26,6% a 16,6%. En cuanto a los donantes de sangre, la prevalencia
descendió de 0,9% en el 2002 a 0,16% en el 2009 (47). De forma concomitante, la proporción de
muertes atribuidas al sida se redujo de 9,5% en el 2005 a 4,7% en el 2008 (47). La prevalencia de
la infección por el VIH en mujeres está cambiando: la relación del número de hombres respecto del
número de mujeres cambió de 1,16 (348/300) en el 2000 a 0,91 (446/490) en el 2008, con un
aumento leve a 1,05 (600/567) en el 2009 (47).
El éxito del programa contra el VIH se ha atribuido a diversas intervenciones, entre ellas la
introducción en el 2007 de un día nacional de detección, que posteriormente se extendiera a una
semana cada año. En el 2007, 4.504 personas se sometieron a examen (38,1% hombres; 61,9%
mujeres), con una prevalencia de 1,01%; en el 2009, fueron 28.360 las personas sometidas a
examen (48,9% hombres; 51,5% mujeres), con una prevalencia de 0,5%, y en el 2010 fueron
35.711 personas (47,6% hombres; 52,4% mujeres), con una prevalencia de 0,8% (48). A pesar del
aumento observado de las infecciones de transmisión sexual durante el período 2007–2009, los datos
sobre el VIH, además de aquellos obtenidos con las pruebas realizadas durante el día –y luego la
semana– nacional de detección, revelan una disminución de la prevalencia entre los profesionales del
sexo, los hombres que tienen relaciones homosexuales y las embarazadas.

El programa de Prevención de la Transmisión Maternoinfantil (PTMI) ha resultado exitoso, y está


disponible en todo el país. Las pruebas de detección del VIH para todas las mujeres embarazadas son
un requisito; en el 2005, las embarazadas en edades comprendidas entre los 15 y 44 años
representaron 43% de las personas portadoras del VIH en Guyana. Esta cifra disminuyó a 41,8% en
el 2008 (35). A todas las embarazadas seropositivas al VIH se les ofrece tratamiento antirretrovírico
(TAR) como parte del programa de PTMI. El número de sitios de atención y tratamiento de la
infección por el VIH aumentó de 8 en el 2005 a 19 para finales del 2010, y el número de sitios
orientación y detección voluntarias aumentó de 27 a 75 en el mismo período. En el 2010, 93.532
personas recibieron orientación y se sometieron a despistaje, cifra que contrasta con las 16.065
personas atendidas en el 2005. A finales del mismo 2010, un total de 3.059 personas estaban
recibiendo terapia antirretrovírica, en comparación con las 1.965 del 2007 y las 942 del 2005.
Guyana comenzó a hacer seguimiento de la farmacorresistencia del VIH en el 2011, y fue el primer
país del Caribe en hacerlo con base en las pautas de la OMS (49).

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) aumentaron entre el 2007 y el 2009, para luego
disminuir ligeramente en el 2010. El aumento es en parte atribuible a las mejoras del sistema de
vigilancia y la expansión de los sitios que prestan servicios relacionados con las ITS. De las personas
con ITS en el 2010, 87% eran mujeres (50). La prevalencia de sífilis prenatal en Guyana disminuyó
entre el 2004 (2,4%) y el 2006 (0,7%). No se informó de casos de sífilis congénita en el 2009. Las
tasas de supuraciones y llagas o erupciones genitales autonotificadas fueron elevadas en el 2008 y
2009 (7,6% y 4,6%, respectivamente) (51), pero representan una disminución considerable respecto
de las tasas registradas en el 2003 y 2004 (17,3% y 10,9%, respectivamente) (50).

Tuberculosis

La prevalencia de tuberculosis descendió de 17,9 por 10.000 habitantes en el 2005 a 14,8 en el


2008. La tasa de incidencia es mayor en los hombres (11,8) que en las mujeres (5,1) y los más
afectados son las personas de 25 a 44 años de edad, como consecuencia de la coinfección
tuberculosis/VIH (51). Para los casos activos de tuberculosis, se cuenta con el tratamiento acortado
directamente observado (DOTS) en todas las regiones administrativas, aunque no todavía en cada
distrito (52).

Enfermedades emergentes

El Ministerio de Salud adoptó las directrices establecidas por el Plan Mundial de la OMS de
Preparación para una Pandemia de Influenza con objeto de responder a este tipo de problemas de
salud. Con respecto a la gripe pandémica (H1N1) del 2009, se detectó un total de 30 casos positivos
de las 140 muestras examinadas entre el 2009 y el 2010 (53). No se ha determinado el nivel de
captación de la vacuna contra el virus H1N1.

Enfermedades crónicas no transmisibles

En el 2008, aproximadamente 60% de todas las defunciones (81% de todas las mujeres fallecidas y
69% de todos los hombres) fueron causadas por enfermedades crónicas no transmisibles (26). El
cáncer sumó 20% de todas esas muertes y la diabetes aproximadamente 10%; se observaron
tendencias similares en el 2009 y el 2010. Entre el 2005 y el 2008, se notificó un promedio anual de
8.872 nuevos casos de diabetes, 71% de los cuales se presentaron en personas menores de 65 años.
En ese mismo período, 53% de todas las mujeres fallecidas murieron de cáncer, y 36% de esas
muertes fueron por cáncer de mama o de cuello uterino. En el caso de los hombres, el cáncer de
próstata representó 34,2% de las muertes debidas al cáncer (26).

Un examen de los datos del Registro de Cáncer de Guyana reveló que no existía ninguna diferencia
importante entre la incidencia del cáncer cervicouterino y de mama en las mujeres de descendencia
africana o india, pero los casos de cáncer cervicouterino fueron considerablemente mayores entre las
mujeres amerindias (54). El estudio permitió detectar problemas relacionados con la labor del
registro, pero también resaltar aquellos factores que podrían contribuir a los resultados observados
entre los habitantes amerindios, como la media de edad a la primera relación sexual (16,8 años),
una prevalencia de 22,8% de virus del papiloma humano entre 412 mujeres sometidas a tamizaje y
una media de 4,5 hijos por mujer. En el estudio también se informó que 65% de los casos de cáncer
de la próstata se presentó en hombres de ascendencia africana.

Trastornos mentales

Los trastornos mentales son un factor que contribuye en grado importante a la morbilidad en
Guyana, y aunque no se cuenta con cifras cuantitativas recientes, la percepción es que los trastornos
mentales y el consumo de sustancias psicoactivas plantean retos mayores de salud pública. La
Ordenanza de Salud Mental de 1930 fue revisada y se redactó una nueva política de salud mental en
el 2009. A partir de entonces se ha hecho hincapié en las intervenciones de salud mental y atención
primaria a nivel de la comunidad. Están ejecutándose intervenciones para la prevención y el manejo
del suicidio, la depresión y el consumo de sustancias psicoactivas; en el 2010, se inscribieron 21
personas en un curso de capacitación de 9 meses para formar asistentes de atención a pacientes
psiquiátricos en Berbice. Ocho enfermeras se matricularon en un programa de enfermería psiquiátrica
en el 2010; al completar el programa, estos funcionarios serán enviados a la Corporación Hospital
Público de Georgetown y el Hospital Psiquiátrico Nacional como estrategia para compensar por los
pocos psiquiatras que existen en el país (0,5/100.000 habitantes) (55).

El suicidio fue la séptima causa principal de muerte entre el 2004 y el 2006. Fue la principal causa de
mortalidad entre personas de 15 a 24 años de edad y la tercera causa de muerte entre las personas
de 25 a 44 años de edad. La incidencia más alta de intentos de suicidio y suicidios consumados se
registró en el grupo de 15 a 24 años de edad para las mujeres y de 15 a 34 años de edad para los
hombres. La prevalencia de suicidios consumados fue de 24 por 100.000 habitantes, lo que equivale
a más del doble de la prevalencia mundial promedio, y es probable que esta cifra sea una
subestimación. Los factores de riesgo de suicidio consumado en la población guyanesa no han sido
evaluados rigurosamente (56), pero los resultados de un "estudio retrospectivo de suicidios" iniciado
en el 2010 podría suministrar información relevante.

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


RECTORÍA Y POLÍTICAS DEL SISTEMA DE SALUD

El Ministerio de Salud es el principal ente encargado del sistema de salud pública de Guyana. El
ministro de salud es responsable, por acto del parlamento, de la atención de la salud de la población
conforme se estipula en la Ley del Ministerio de Salud del 2005. El país tiene un sistema de salud
descentralizado, y la responsabilidad de la prestación de servicios está siendo delegada cada vez más
desde los consejos democráticos regionales a las autoridades sanitarias regionales y la Corporación
Hospital Público de Georgetown, que son proveedores semiautónomos con autoridad legislativa (57).
Los flujos presupuestarios y las líneas de responsabilidad han sido convenidos entre el Ministerio de
Finanzas, el Ministerio de Gobierno Local y Desarrollo Regional, el Ministerio de Salud y los consejos
democráticos regionales.
El sector de la salud de Guyana ha liderado la formulación de políticas, planes, estrategias y
programas para atender las inquietudes prioritarias relacionadas con ciertos grupos de población,
enfermedades específicas y problemas de salud. Otros sectores tienen que analizar mejor y
considerar los posibles efectos de sus políticas sobre la salud.

DESEMPEÑO DEL SISTEMA DE SALUD

El desempeño del sistema de salud del país y sus resultados sanitarios han mejorado con el
transcurso de los años, pero persisten los desafíos, especialmente en materia de gestión de datos y
calidad de la atención. Los datos formales que se necesitan para dar seguimiento y evaluar el
desempeño del sistema de salud a nivel regional son limitados y los flujos de información entre los
niveles central, regional y de los establecimientos son fragmentados y no están plenamente
integrados. Además, los datos del sector privado no se recopilan, analizan e integran de forma
sistemática.

El Plan Nacional de Seguro rembolsa a los pacientes los gastos en salud efectuados en instalaciones
privadas; el plan proporciona cierto financiamiento al sector de la salud y una pensión a los
contribuyentes del sistema cuando estos cumplen los 60 años de edad. El Ministerio de Salud presta
apoyo parcial a algunas personas que necesitan atención terciaria que no está disponible en el sector
público, como en el caso de las intervenciones cardíacas y renales y los tratamientos oncológicos.
Ciertos procedimientos, como la imaginología de resonancia magnética, se ofrecen con cobro para
recuperar los costos.

Con respecto a la calidad de la atención, si bien existen protocolos y directrices, y se brinda


capacitación, todavía no hay mejoras sostenidas debido a que no se hace un seguimiento y un
cumplimiento adecuados de las normas y a que continúa la pérdida de recursos humanos capacitados
en salud (57).

La Estrategia nacional del sector de la salud para 2008–2012 tiene cinco componentes principales:
(1) descentralización de los proveedores del servicio de salud, (2) fortalecimiento de la fuerza laboral
capacitada y los sistemas de recursos humanos, (3) aumento de la capacidad del gobierno para
liderar y reglamentar el sector de la salud, (4) mejoramiento de los sistemas de financiamiento y de
gestión del desempeño en el sector, y (5) fortalecimiento de la capacidad de información estratégica
para la recopilación, análisis y uso de los datos en la planificación, gestión y evaluación (57).

En el sistema de salud plenamente descentralizado, los establecimientos sanitarios serán


responsables de la prestación de servicios de calidad conforme a lo estipulado en la canasta de
servicios de salud y convenios de servicios con garantía pública elaborada con el Ministerio de Salud.
La implantación de este sistema está en curso.

Una deficiencia importante es la limitada capacidad para el análisis de costos. Además, el Programa
Nacional contra el Sida es el único programa de salud que cuenta con una unidad de evaluación y
seguimiento formalmente constituida (en el 2010). Para salvar esta brecha, el Ministerio de Salud
está actualmente fortaleciendo sus capacidades de evaluación y seguimiento y se propone establecer
una unidad formal de evaluación y seguimiento. El Departamento de Normas y Servicios Técnicos del
Ministerio de Salud es responsable de formular las normas de prestación de servicios sanitarios para
los sectores público y privado y de supervisar su aplicación. El departamento ha formulado directrices
de tratamiento para la infección por el VIH/sida, la tuberculosis, la malaria, la diabetes, la
hipertensión y la Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI). La
concesión de licencias y la acreditación de los establecimientos de asistencia sanitaria son
responsabilidad del Ministerio de Salud; esto ayudará a velar por el cumplimiento de las normas.
LEGISLACIÓN EN SALUD

La Ley de Salud Pública de 1953 reglamenta al sector sanitario. Entre otros asuntos, cubre el control
y el tratamiento de enfermedades específicas, el registro y las licencias de profesionales de la salud,
la prestación de servicios de saneamiento y el control de vectores. La ley también se ocupa de las
normas sanitarias, a las cuales el Ministerio de Salud da seguimiento a través del Consejo Central de
Salud. Los oficiales de salud ambiental se ocupan de los asuntos de salud pública en los distritos o las
regiones (58). La Ley de Alimentos y Medicinas de 1971 y su reglamento protegen la salud y el
bienestar de los consumidores con respecto a los alimentos, las medicinas, los cosméticos y los
dispositivos médicos (59). No se ha evaluado en qué medida la salud se refleja en la legislación que
rige otros sectores.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

El Sistema Nacional de Seguro del país rembolsa a los pacientes los gastos sanitarios efectuados en
instalaciones privadas; el sistema proporciona cierto financiamiento al sector de la salud y una
pensión a los contribuyentes del sistema cuando estos cumplen los 60 años de edad. El Ministerio de
Salud presta apoyo parcial a algunas personas que necesitan atención terciaria que no está
disponible en el sector público, incluidas las intervenciones cardíacas y renales complejas y
tratamiento oncológico. Ciertos procedimientos, como la imaginología de resonancia magnética
(IRM), requieren de cobro para la recuperación de costos. El cuadro 2 presenta algunos indicadores
de los gastos de Guyana en salud (60).

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

La baja disponibilidad de personal calificado y capacitado es un reto importante para el sistema de


salud pública de Guyana. Más de 90% del personal médico especializado del sector público está
conformado por ciudadanos extranjeros. Las vacantes actuales oscilan entre 25% y 50% en casi
todas las categorías de trabajadores, y en las zonas rurales, las áreas de especialidad como farmacia,
tecnología de laboratorio, radiografía y salud ambiental tienen tasas aun mayores de vacantes. El
sector de la salud tiene dificultades para atraer y retener a personal capacitado debido a los bajos
salarios, condiciones de trabajo difíciles, oportunidades limitadas para la capacitación, sistemas
inadecuados de promoción profesional y ausencia de un plan integral de desarrollo de recursos
humanos (57).

Para atender esta situación, se ha aumentado la matriculación local en ciertos programas, por
ejemplo, de enfermeras, medex (asistentes de médicos que trabajan en salud pública) y otros
profesionales paramédicos, como asistentes de farmacia, laboratorio y rehabilitación y técnicos de
audiología. Las oportunidades de beca han aumentado, en particular en medicina, y de forma más
destacada a través del convenio bilateral de Guyana con Cuba (61). Se han abierto programas de
posgrado en medicina y enfermería mediante una colaboración entre la Universidad de Guyana, la
Corporación del Hospital Público de Georgetown y determinadas instituciones en el extranjero. La
Corporación del Hospital Público de Georgetown alberga el Instituto de Ciencias de la Salud, que
imparte capacitación en servicio, mientras que la Universidad de Guyana ofrece programas de
pregrado en odontología, medicina, farmacia, tecnología médica, enfermería, optometría y ciencias
de rehabilitación en su Facultad de Ciencias de la Salud. La universidad también ofrece un grado
asociado en salud ambiental (62).

INVESTIGACIÓN Y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

El Ministerio de Salud y la Universidad de Guyana, junto con otros interesados directos como la
OPS/OMS y la Corporación del Hospital Público de Georgetown, participaron en la elaboración de una
agenda nacional unificada de investigación en salud para 2010–2015, en concordancia con iniciativas
internacionales y regionales. El Ministerio alberga un centro local de la Sociedad de Bioética del
Caribe (establecido en 2010) y es miembro del Consejo de Investigación de Salud del Caribe. El país
también tiene un Consejo Nacional de Ciencia e Investigación. En la actualidad está considerándose
una propuesta para establecer comités de ética en la Universidad de Guyana y la Corporación del
Hospital Público de Georgetown.

SERVICIOS DE SALUD

El Ministerio de Salud ha renovado su compromiso de fortalecer el enfoque de atención primaria para


mejorar el acceso a la atención básica de salud, especialmente en las áreas más remotas y del
interior. Este compromiso es concurrente con el reconocimiento de que el fortalecimiento de los
niveles secundario y terciario de atención en Guyana es fundamental para mejorar el desempeño del
sistema de salud.

Actualmente están tomándose medidas para adoptar el modelo integrado de prestación de servicios,
con sistemas eficientes y eficaces de referencia y contrarreferencia, y para ejecutar y ampliar la
canasta de servicios de salud con garantía pública. Este paquete de servicios constituye una guía
detallada para la prestación de servicios sanitarios básicos de calidad para la población y es una
herramienta que las instancias normativas y gerenciales pueden usar para velar por una planificación
y presupuestación adecuadas. Se espera que el sector de la salud preste servicios acordes con las
metas establecidas en la canasta para el 2012 (63).

El ministerio está también adoptando o adaptando modelos como la Atención Integrada a las
Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI) y el Tratamiento Integrado de Enfermedades en
Adultos y Adolescentes (AIEA) con objeto de apoyar la integración de los programas relacionados con
el VIH, las enfermedades crónicas no transmisibles y la salud maternoinfantil.

El Ministerio de Gobierno Local y Desarrollo Regional y el Ministerio de Salud administran, financian y


prestan servicios de salud a nivel regional a través de los consejos democráticos regionales y las
autoridades sanitarias regionales. El sistema descentralizado de salud incluye establecimientos de
asistencia sanitaria que prestan atención primaria, secundaria y terciaria en las 10 regiones
administrativas. Los cuadros 3 y 4 muestran detalles sobre los establecimientos disponibles; cada
región ofrece al menos tres niveles de establecimiento de asistencia sanitaria (64).

El sistema de atención de salud de Guyana se basa en los principios de atención primaria, pero la
garantía del acceso equitativo a la atención para las poblaciones del interior sigue siendo un reto
importante, debido a la limitada infraestructura, el elevado costo de viaje y la inadecuada calidad de
la atención. Además, muchos pacientes no recurren a los establecimientos de niveles I, II y III para
buscar atención directamente en un establecimiento de nivel IV. Se espera que la ejecución de la
canasta de servicios de salud con garantía pública resuelva este problema, dado que brindará un
nivel mínimo de atención garantizado para todos, independientemente de su ubicación geográfica y
estado socioeconómico. El examen de las funciones esenciales de salud pública del 2008 encontró
cierto mejoramiento del acceso a los servicios de salud en Guyana (65).

El Comité Nacional de Política Sanitaria es el órgano orientador y supervisor de la formulación, el


mantenimiento y la ejecución de política farmacéutica nacional del país.
El banco central de sangre del Servicio Nacional de Transfusiones de Sangre recibe sangre de varios
centros de recolección de todo el país, y toda la sangre se somete a pruebas de detección de VIH,
virus linfotrófico de linfocitos T humanos, hepatitis B y C, sífilis y enfermedad de Chagas. En el 2009
se adoptó formalmente una norma mínima para la operación del banco de sangre. Guyana tiene ocho
laboratorios equipados para realizar pruebas de microscopía de esputo para la tuberculosis.

El sector público ofrece servicios de radiología estándar, ultrasonido e IRM, una alianza público–
privada permite ofrecer servicios de radioterapia básica y los servicios de tomografía
computadorizada y hemodiálisis están disponibles solo en el sector privado. En el 2006, el Ministerio
de Salud comisionó la construcción de cuatro centros de diagnóstico como parte de un convenio con
Cuba. Los centros ofrecen pruebas de laboratorio, ultrasonido, endoscopia, radiología,
electrocardiografía, cirugía, partos y tratamiento dental. En el 2009, dos nuevos centros médicos que
ofrecen servicios de oftalmología y laparoscopía también se incorporaron al sistema como resultado
de la colaboración entre Guyana y China.

Varios hospitales y centros de salud han mejorado sus capacidades de laboratorio, imaginología y
control de infecciones; en el 2010, la Corporación Hospital Público de Georgetown comenzó la
construcción de un ala nueva para recibir más pacientes.

El Ministerio de Salud conduce las compras a través del Sistema de adquisiciones públicas y
administra sus suministros a través de la Unidad de Gestión Médica, un depósito computadorizado
que despacha suministros, materiales y equipos a diversos establecimientos conforme a sus
necesidades. Se han recibido informes ocasionales de desabastecimiento de preparaciones
farmacéuticas, que de requerirse con urgencia se obtienen directamente de proveedores o se
solicitan en préstamo de otros países de la región.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
FUERZA LABORAL Y RECURSOS HUMANOS DE SALUD PÚBLICA

Aproximadamente 57% de los médicos y 12% de las enfermeras trabajan en el sector privado. Si se
cuenta a los médicos, enfermeras, parteras y auxiliares de enfermería tanto del sector público como
del sector privado, el número de profesionales de la salud por 10.000 habitantes aumentaría a 17,7
(66). Además de los médicos y enfermeras, el personal del área de la salud incluye 77 medex, 91
farmacéuticos y asistentes de farmacia y 34 dentistas. La falta de compensaciones e incentivos
adecuados para trabajar en el interior es la causa del bajo número de profesionales de la salud en
esas regiones. Además, las comunidades del interior tienen limitados establecimientos sanitarios y
educativos, y el costo de la vida es generalmente más alto que en Georgetown (66).
El cuadro 5 muestra el número y la distribución de médicos y enfermeras en las diversas regiones
administrativas del país (67).

El mercado laboral para profesionales en salud y carreras en salud

Un estudio del 2009 reveló que las tasas de migración de enfermeras varió de 9,5% a 62%, según la
escuela y el año (68). El estudio también reveló que, en un período de 10 años, 143 enfermeras
salieron de Guyana, lo que arroja una tasa moderada de emigración de 26%. Entre las razones
citadas para salir del país se mencionaron: mejores oportunidades, desarrollo profesional, mejor
calidad de vida y mejores condiciones de trabajo. En el 2009, se elaboró un plan de estudios revisado
para el programa de enfermería profesional (69).
Habida cuenta del número de médicos que están siendo capacitados en Cuba y el aumento del
número de inscritos en la facultad de medicina de Guyana, se evaluó en el 2010 la viabilidad del
programa medex. Se decidió que dicho programa debe seguir y renovar el énfasis en apoyar el
mejoramiento de la calidad de los servicios sanitarios en las zonas remotas del país (70).

Salud Y Cooperación Internacional


Varios organismos de las Naciones Unidas están presentes en Guyana, incluidas la Organización para
la Agricultura y la Alimentación (FAO), la OPS/OMS, el ONUSIDA, el PNUD, el FNUAP y UNICEF.
Otros, como la OIT y la UNESCO, tienen oficinas de enlace en el país, mientras que organismos como
ONU–MUJERES y la CEPAL atienden a Guyana desde sus oficinas en otros países del Caribe. Los
organismos de las Naciones Unidas, mediante sus programas individuales y el Marco de Asistencia de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD), contribuyen al fortalecimiento de capacidades, la
formulación de programas, la ejecución, seguimiento y evaluación de los programas y la movilización
de recursos, entre otras áreas.

Organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, y


asociaciones como el Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la Alianza
Mundial para Vacunas e Inmunización y la Fundación Clinton, entre otros, apoyan la reforma del
sector de la salud y programas conexos en el país, con actividades específicas en desarrollo de
infraestructuras y fortalecimiento institucional.

El país recibe asistencia de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), la Unión
Europea, el Gobierno de China, el Gobierno de Cuba, el Organismo Japonés de Cooperación
Internacional y los Estados Unidos de América, a través de: la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (AID), el Plan de Emergencia para el Alivio del SIDA del Presidente de los
Estados Unidos (PEPFAR) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre
otros socios bilaterales. También se recibe apoyo de órganos regionales del Caribe, como el Instituto
de Alimentación y Nutrición del Caribe y el Centro de Epidemiología del Caribe (61).

Síntesis Y Perspectivas
Entre los retos más importantes para el sector de la salud de Guyana destacan garantizar la
contratación y retención de un número suficiente de personal capacitado de salud, proporcionar a la
población un acceso equitativo a servicios de salud integrados de buena calidad y mejorar la
coordinación de los recursos nacionales e internacionales a fin de fortalecer y desarrollar programas
de salud sostenibles.

El fortalecimiento de los sistemas de información sanitaria facilitará la planificación y gestión de los


recursos sobre la base de los resultados logrados en el sector. El logro de los objetivos nacionales de
salud pasa por determinar los costos de los servicios sanitarios y el seguimiento y la evaluación de
los resultados y la calidad de atención. Si se ha de aumentar la eficiencia y la eficacia en términos de
costos, hará falta consolidar un enfoque integrado para la prevención y el control de las
enfermedades crónicas no transmisibles, la infección por el VIH/sida y las enfermedades infecciosas
desatendidas, así como reforzar los servicios de salud materna, infantil y reproductiva.

La colaboración internacional y nacional a través de instrumentos como el Mecanismo de


Coordinación de País del Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y el Grupo
Temático sobre Salud, que fuera establecido por el gobierno de Guyana como una de las entidades
de supervisión para la estrategia de lucha contra la pobreza, ofrece oportunidades a todos los
interesados directos para trabajar de forma mancomunada, colaborar y aprovechar los éxitos y
superar los desafíos que enfrenta el continuo desarrollo del país en el ámbito de la salud.
Aruba

Introducción
Aruba es una de las Islas de Sotavento, en la cadena insular de las Antillas Menores en el Caribe.
Está situada a unos 32 km de la costa septentrional de Venezuela. La isla tiene 31 km de largo y
8 km de ancho, con una superficie de 180 km2. El clima es seco, con una temperatura media de 28
°C (82 °F) y una precipitación anual media de 500 mm (que se produce principalmente entre octubre
y enero).

Aruba formó parte de las Antillas Neerlandesas hasta 1986, cuando se convirtió en un país autónomo
dentro del Reino de los Países Bajos. La Reina de los Países Bajos nombra al gobernador de Aruba
como su representante por un período de seis años. La constitución de Aruba establece la elección
mediante sufragio universal de 21 miembros del parlamento, encabezados por el primer ministro. El
gabinete del primer ministro tiene seis miembros. Hay ocho distritos administrativos y la capital está
en Oranjestad. Los dos idiomas oficiales de Aruba son el neerlandés y el papiamento, un idioma
criollo hablado por la mayoría de la población; se enseñan el inglés y el español en las escuelas y
estos idiomas son hablados por gran parte de la población. Aruba mantiene sólidos vínculos
económicos, culturales y políticos con sus socios en el Reino de los Países Bajos (1).

En 2009, el producto interno bruto (PIB) real fue de US$ 1,62 millones. El PIB per cápita (en paridad
del poder adquisitivo [PPP]) fue de US$ 15.181 en 2009 (2), en comparación con US$ 16.657 en
2008. Aruba se caracteriza por una economía abierta, dependiente de las importaciones y de las
exportaciones a otros países, así como del turismo, la actividad bancaria y el transporte (3). En
2010, el sector de servicios, especialmente la industria turística, representó la principal actividad
económica (51,4% del PIB). Los ingresos generados por el turismo ascendieron a US$ 1.200 millones
en 2010 y contribuyeron considerablemente al desarrollo social y económico del país. Aruba
experimentó una recesión económica en 2008 y 2009, desencadenada por la crisis económica
internacional y el cierre de la refinería local de petróleo. Se espera una recuperación de la economía
del país en 2011, como resultado de proyectos de inversión tales como la construcción de hoteles y
las mejoras en la infraestructura, incluida la renovación del hospital y la reapertura de la refinería
(4).

Aruba tiene varios proveedores de telecomunicaciones fijas, móviles y de internet. En 2010, 42% de
la población usaba Internet.

En 2010 se estimó una población de 107.795 habitantes. La población creció 5,2% entre 2006 y
2010, con una emigración anual neta de 6% (emigraron más hombres que mujeres) (2). Una amplia
gama de ciudadanos extranjeros residen en el país, la mayoría provenientes de Colombia, República
Dominicana y Venezuela. La relación entre ambos sexos es de 92 hombres por 100 mujeres. En
2010, la esperanza total de vida al nacer era de 75,5 años (72,5 para los hombres y 78,6 para las
mujeres); la tasa global de fecundidad era de 1,9 niños por mujer y la tasa bruta de natalidad, de
12,8 nacimientos por 1.000 habitantes (1, 2, 5).

En 2000, 23,1% de la población tenía menos de 14 años de edad y 7% tenía 60 o más años de edad.
Para 2010, el grupo de menores de 14 años de edad había disminuido a 18,9% de la población,
mientras que el número de adultos de 60 o más años había aumentado a más del doble y constituía
15,1% de la población. La relación de personas a cargo (proporción de dependientes por 100
personas que trabajan) era de 41,7.

La estructura de la población de Aruba tiene forma de pirámide para los grupos de mayores de 45
años y de pirámide invertida para los grupos de 20 a 45 años de edad (figura 1). La proporción de
grupos de menores de 15 años de edad ha estado decreciendo. Esta forma irregular refleja una
reducción de las tasas de infertilidad y movimientos de migración (2, 5, 6).

Determinantes Y Desigualdades En Salud


En 2006, el ingreso mensual per cápita en Aruba fue de US$1.543. Las personas en el decil más bajo
de ingresos ganó US$ 562 al mes, mientras que quienes estaban en el decil más alto ganaron US$
2.778 (7). En 2010, la mitad de las familias (50,5%) tenían ingresos mensuales de entre US$ 1.681
y US$ 5.040, 28,7% de las familias ganaban entre US$ 841 y US$ 1.680 y 12,2%, US$ 840 o
menos. Un porcentaje inferior a 10% de las familias ganaban más de US$ 5.000 al mes (8).

En 2010, había 34.880 hogares en Aruba que albergaban a un promedio de 3,1 personas por hogar y
había 28 viviendas colectivas, como los hogares para ancianos, para jóvenes en riesgo o para
personas discapacitadas (7, 9). La proporción de arubeños en edad de trabajar que estaban
empleados en 2007 era de 62,4%; el porcentaje de jóvenes (de 15 a 24 años de edad) que
trabajaban era de 23,3% (10).

En 2009, la alfabetización en los adultos era de 99,4% (99,3% en los hombres y 99,5% en las
mujeres) (10). En ese mismo año, el coeficiente de matrícula total neta en la enseñanza primaria fue
de 96,8% (95% en los niños y 98,4% en las niñas) y la tasa de finalización de la escuela primaria
llegó a 94,8%. En 2006, había 34 escuelas de nivel primario, 13 escuelas secundarias y dos
instituciones de enseñanza superior –el Instituto Pedagógico de Aruba y la Universidad de Aruba
(5, 11). El índice de paridad de los géneros en la enseñanza primaria y secundaria se aproxima a 1,
pero es de 1,4 para la educación terciaria (10).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

Aruba no tiene ninguna fuente natural de agua dulce potable y las lluvias son muy escasas. Se
obtiene agua potable mediante la desalinización del agua de mar. El agua destilada que se distribuye
por las tuberías es segura para el consumo y llega a todos los habitantes. La compañía de agua y
energía, W.E.B. Aruba N.V., lleva a cabo los procesos de desalinización y distribución; la compañía
cuenta con una planta desalinizadora que por su tamaño es la segunda en el mundo y abastece de
agua potable y electricidad a los residentes y empresas de la isla. El país tiene una cobertura de
abastecimiento de agua y saneamiento de 100% de las viviendas y empresas. El sistema de
alcantarillado es adecuado y todos los hogares tienen su propia fosa séptica. San Nicolás, Oranjestad
y los hoteles cuentan con sus propios sistemas de eliminación de aguas residuales.

SEGURIDAD VIAL

Entre 2000 y 2009, hubo un promedio de 16,6 defunciones provocadas por accidentes de tránsito;
55% de ellas correspondieron a personas de 25 a 44 años de edad y 75,3% eran hombres.

DESASTRES

Aruba se encuentra fuera de la zona de huracanes y generalmente solo experimenta los efectos
marginales del paso de las tormentas tropicales. Sin embargo, se vigilan muy de cerca las alertas de
huracanes y de inundaciones en la región y existen programas de preparativos para casos de
desastre.
SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

La responsabilidad de la seguridad alimentaria y nutricional recae en los Servicios de Veterinaria y de


Higiene del Departamento de Salud Pública. El Servicio de Veterinaria inspecciona los mataderos y
toda la carne y los productos avícolas importados en el punto de entrada. En la importación de
carnes de res y aves Aruba aplica los reglamentos y los requisitos vigentes en la Unión Europea. El
Servicio de Higiene supervisa los reglamentos para mercancías que se aplican en la inspección de
todos los otros productos importados para consumo, como pescados y mariscos, frutas, verduras y
bebidas. El Servicio de Higiene también inspecciona los establecimientos que venden alimentos al
público, como los restaurantes. El Servicio de Enfermedades Infecciosas lleva a cabo la vigilancia de
las personas que manipulan alimentos y realiza un tamizaje anual para detectar los agentes
patógenos que causan salmonelosis, shigelosis u otras enfermedades de transmisión alimentaria. Si
son aprobadas en el tamizaje, las personas que manipulan alimentos reciben una "tarjeta verde" que
certifica que pueden trabajar en establecimientos que producen o venden alimentos. El Servicio de
Enfermedades Infecciosas colabora estrechamente con el Laboratorio Nacional y la Unidad de
Epidemiología e Investigación del Departamento de Salud Pública en la vigilancia y el control de
enfermedades transmitidas por los alimentos. En este sistema, se señala todo aumento de una
enfermedad detectado y se toman las medidas pertinentes para contener la propagación.

INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

En Aruba, se efectúa una estricta vigilancia e inspección para detectar enfermedades transmitidas
por los alimentos, poniendo especial énfasis en la seguridad de los turistas. Aruba está autorizada
para otorgar la certificación de saneamiento a los cruceros que llegan al país (12, 13, 14).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

No se registraron defunciones maternas en el período 2006–2010. La tasa de fecundidad disminuyó


de 2,8 en 1991 a 1,7 en 2010. En 2010, 13,1% de los niños nacidos vivos eran hijos de madres
adolescentes. La cobertura de la atención de salud materna es universal (independientemente del
grupo étnico, las preferencias sexuales, la religión o la política). La atención prenatal es prestada por
un médico general, una partera o un ginecólogo, según el consejo del médico. Una fundación de
planificación familiar (Famia Planea) brinda orientación sobre el uso de anticonceptivos y la salud
reproductiva. En las escuelas secundarias se suministran información y anticonceptivos a los
adolescentes, cuando es necesario. Los anticonceptivos orales son el método de anticoncepción más
frecuentemente usado (58,2%), seguidos de las inyecciones (19,4%), los condones (18,4%) y los
dispositivos intrauterinos (4,1%) (2, 5).

Niños (de 0 a 4 años de edad)

Hubo 44 defunciones de lactantes entre 2007 y 2010 (una tasa de 9,3 defunciones por 1.000 nacidos
vivos). Las principales causas de defunción de lactantes fueron trastornos que se originaban en el
período perinatal. En el período 2007–2010, hubo solo una defunción en el grupo de 1 a 4 años de
edad (un caso de ahogamiento) (2, 5). La cobertura de la inmunización en 2009 fue de 98% con la
vacuna contra la difteria, la tos ferina y el tétanos (DPT3), de 98% con la vacuna antipoliomielítica 3
y de 98% con la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola (MMR).

Niños (de 5 a 9 años de edad)


Entre 2007 y 2010 no hubo defunciones de niños de 5 a 9 años de edad. En ese período, la
enfermedad infecciosa más frecuentemente comunicada en este grupo etario fue la varicela, con un
total de 39 casos notificados a las autoridades sanitarias. Las siguientes infecciones más frecuentes
fueron enfermedades que afectaban el aparato digestivo, como la salmonelosis, la shigelosis y la
enteritis causada por bacterias Campylobacter.

Adolescentes (de 10 a 19 años de edad)

En el período 2007–2010 se produjeron 4 defunciones en el grupo de 10 a 14 años de edad y 14


defunciones en el grupo de 15 a 19 años de edad; 71,4% de los fallecidos en el grupo de 10 a 19
años de edad eran varones. La causa más frecuente de muerte fueron causas externas (57,1%),
principalmente accidentes de tránsito. Durante el examen médico de los niños en el grupo de 6 a 14
años de edad, que se llevó a cabo en el año escolar de 2009–2010, se detectó que 21,6% eran
obesos o tenían sobrepeso y 72% no tenían ninguna caries dental; 10,5% de los estudiantes fueron
remitidos a un oculista, 2,4% a un audiólogo y 8% a un médico general, un psicólogo o un foniatra
(2).

Adultos (de 20 a 64 años de edad)

Entre 2007 y 2009 hubo 11 defunciones en el grupo de 20 a 24 años de edad. La principal causa de
muerte fueron causas externas, específicamente los accidentes de transporte terrestre, que afectaron
a motociclistas, peatones y conductores y ocupantes de automóviles. El ahogamiento accidental
también fue una causa importante de muerte en este grupo de edad.

La hepatitis B es la enfermedad infecciosa más frecuente en las personas de 20 a 24 años de edad,


seguida de infecciones de transmisión sexual como la sífilis, infecciones por clamidia y la gonorrea.

Entre 2005 y 2009, se produjeron 175 defunciones (105 hombres y 70 mujeres) en el grupo de 25 a
64 años de edad (278,7 defunciones por 100.000 habitantes). Las enfermedades del sistema
circulatorio y las neoplasias fueron las causas más importantes de muerte en este grupo etario
(25,7% y 26,9%, respectivamente). Las causas externas provocaron 19% de las defunciones
registradas en hombres de este grupo de edad, pero generaron 8,6% de las defunciones en las
mujeres. Los accidentes de transporte terrestre fueron la causa externa de muerte más común (2).

Según la encuesta con el método progresivo (STEPS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
realizada en Aruba en 2006, la prevalencia de enfermedades crónicas (como cardiopatías, accidentes
cerebrovasculares y cáncer) y de los factores de riesgo (como la hipertensión, la glucemia elevada y
el colesterol alto) aumentó en las personas de ambos sexos del grupo de 55 a 64 años de edad. La
encuesta reveló que 32,5% de los hombres y 32,7% de las mujeres consideraban que su propia
condición física era "regular" o "deficiente". Las afecciones crónicas autonotificadas más frecuentes
fueron las migrañas o cefaleas graves (23% de la población). Las alteraciones psicológicas estaban
estrechamente vinculadas con trastornos tales como problemas crónicos de la columna vertebral,
migrañas y cefaleas y problemas estomacales (12, 13, 15).

Adultos mayores (de 65 o más años de edad)

En 2009, hubo 424 defunciones en el grupo de 65 o más años de edad (210 hombres y 214
mujeres), que representan una tasa de mortalidad de 39,1 defunciones por 1.000 en ese grupo. Las
dos principales causas definidas de muerte fueron enfermedades del sistema circulatorio, que
provocaron 33,3% de las defunciones, y neoplasias malignas, que causaron 21,9% de las
defunciones; la categoría designada como "otras enfermedades" causó 25,9% del total de las
defunciones y 30,4% de las defunciones de mujeres en este grupo de edad. En 2008, 1,6% de las
personas de más de 60 años residían en hogares geriátricos y este porcentaje se redujo a 1,3% en
2009 (2).
La familia

En 2007, hubo 5,1 matrimonios y 4 divorcios por 1.000 habitantes. Dada la amplia gama de
nacionalidades representadas en el país, los matrimonios interculturales son frecuentes. En 2007, las
madres de 63,9% de los bebés nacidos eran nativas de Aruba o Antillas Neerlandesas y 18%,
provenían de otros países latinoamericanos. En 2010, los padres de 61,1% de los recién nacidos no
estaban legalmente casados (2).

Trabajadores

Aruba proporciona seguridad social a todos los trabajadores para prevenir la pérdida de ingresos en
el caso de una enfermedad o accidente en el trabajo. En 2008, la seguridad social cubría a 6.335
trabajadores en el sector público (47,9%, hombres; 52,1%, mujeres) y 38.023 trabajadores en el
sector privado (48,6%, hombres; 51,4%, mujeres). La tasa de ausentismo laboral en 2010 fue de
9,5% en el sector público y de 3,4% en el sector privado. El período medio de ausentismo en 2010
fue de 7,7 días en los trabajadores del sector público (7,8 días en los hombres y 7,7 días en las
mujeres) y de 11,5 días en el sector privado (12,1 días en los hombres y 11 días en las mujeres)
(2, 13).

Personas con discapacidad

Según el censo de 2010, 1,2% de la población total tenía dificultades para caminar o subir escaleras,
0,9% tenía dificultades para lavarse o vestirse y 0,7% tenían dificultades para recordar, concentrarse
o comunicarse. La Fundación para Personas con Discapacidades Mentales presta servicios y atención
diurna a las personas con trastornos de conducta, autismo y síndrome de Down (13).

MORTALIDAD

Las enfermedades del sistema circulatorio, las neoplasias malignas y las causas externas tuvieron las
más elevadas tasas de mortalidad normalizadas según la edad en Aruba entre 2005 y 2009.
El cuadro 1 muestra las tasas de mortalidad normalizadas según la edad correspondientes a las
principales causas de muerte en Aruba desde 2005 a 2009. En 2006, las neoplasias malignas
desplazaron a las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte y las causas
externas permanecieron en el tercer lugar. Las enfermedades transmisibles no se clasificaron entre
las tres principales causas de muerte y mantuvieron bajas tasas de mortalidad normalizadas según la
edad a lo largo de esos años (con una tasa mínima de 7,6 en 2005 y una máxima de 14 en 2006 y
en 2009). Ciertas afecciones originadas en el período perinatal presentaron las tasas más bajas, si
bien desde 2006 a 2009 las tasas aumentaron en forma sostenida de 1,47 a 5,93, casi al cuádruple
(5).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

Entre 2006 y 2010, hubo tres brotes graves de dengue en Aruba, con circulación de los cuatro
serotipos víricos. El mayor brote fue en 2006, con 1.486 casos confirmados en el laboratorio. En
2010, 617 casos de dengue fueron confirmados en el laboratorio, con circulación de todos los
serotipos del virus del dengue en la isla. En el período 2006–2010, se notificaron 11 casos de dengue
grave, que provocaron 2 defunciones. Se notificaron tres casos importados de malaria durante 2006–
2010; dos fueron causados por Plasmodium falciparum y uno, por Plasmodium vivax.

Enfermedades prevenibles por vacunación

No se notificó ningún caso de poliomielitis, parálisis flácida aguda ni difteria en el período examinado.
En 2010, se registraron un caso de tos ferina, un caso de tétanos, un caso de sarampión (en un
varón menor de un año), dos casos de parotiditis y cuatro casos de hepatitis C. En 2010, hubo 19
casos de hepatitis A (57,9% en hombres y 42,1% en mujeres); 8 de estos casos se presentaron en el
grupo de 25 a 44 años de edad (62,5% en hombres y 37,5% en mujeres), 8, en el grupo de 45 a 64
años de edad (62,5% en hombres y 37,5% en mujeres) y 3, en otros grupos de edad (2, 16).

Zoonosis

No se notificaron casos de zoonosis durante el período 2006–2010.

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

Se registraron seis casos de lepra durante 2006–2010, todos en hombres. Un caso se presentó en el
grupo de 15 a 24 años de edad, tres, en el grupo de 45 a 64 años de edad, uno, en el grupo de 65 a
74 años de edad y uno, en el grupo de 75 y más años de edad (16).

VIH/Sida y otras infecciones de transmisión sexual

Entre 2005 y 2010, se notificaron 116 casos nuevos de infección por el VIH (75,9% en hombres y
24,1% en mujeres). El grupo de 25 a 44 años de edad (50 hombres y 17 mujeres) fue el más
afectado, seguido de las personas de 45 a 64 años de edad (26 hombres y 8 mujeres). En 45,8% de
los casos nuevos, la enfermedad se transmitió por medio del contacto heterosexual; en 15,3% de los
casos, la transmisión se produjo en hombres que tenían relaciones sexuales con hombres y en
13,6%, la transmisión se debió al contacto bisexual.

Desde 1986 hasta el 2010, se registró un total de 542 casos de infección por el VIH/Sida. Hubo un
caso de infección por el VIH diagnosticado en 2009 (una persona de 23 años de edad) y uno en 2010
(una persona de 20 años de edad). En 2010, Aruba tenía una prevalencia de la infección por el VIH
de 0,4%, con 435 personas infectadas por el VIH o aquejadas de sida. Desde 1996 hasta 2009, hubo
57 defunciones registradas cuya causa directa fue la infección por el VIH/Sida.

En 2010, se efectuó un total de 3.162 pruebas de detección del VIH en Laboratorio Nacional, de las
cuales 23 (0,55%) tuvieron resultados positivos. En 2011, hubo un caso de transmisión
maternoinfantil.

Se notificaron 209 casos de sífilis entre 2005 y 2010 (136 hombres y 63 mujeres), principalmente en
el grupo de 25 a 44 años de edad, y 5 casos de sífilis congénita (3 niñas y 2 niños menores de un
año). Hay subnotificación de la gonorrea en Aruba y solo se comunicaron 24 casos entre 2005 y
2010. También se notificaron 231 casos de hepatitis B en esos años.

Tuberculosis

En el período 2005–2010, se registraron 39 casos de tuberculosis pulmonar en Aruba (16).

Enfermedades emergentes

Aunque hubo brotes de cólera en otros sitios del Caribe, Aruba no notificó casos de la enfermedad en
el período examinado. Hubo 36 casos confirmados de influenza A (H1N1) en 2009. Ese año, se le
negó la entrada a numerosos puertos en el Caribe a un crucero con casos de influenza A (H1N1)
abordo. Aruba recibió el buque y el Departamento de Salud Pública del país, en colaboración con
otros organismos, implantó las medidas de salud pública necesarias. Posteriormente, el Reino de los
Países Bajos envió vacunas suficientes para su aplicación preventiva a toda la población de Aruba
(14). Se ha vacunado a cerca de 20% de la población total. Esta proporción de la población abarcó a
los grupos de alto riesgo, como los niños menores de 5 años, los adultos mayores de 65 años y las
personas con enfermedades crónicas o enfermedades que afectan su sistema inmunitario.

Enfermedades gastrointestinales

En el período 2006–2010, se notificaron 139 casos de salmonelosis y 59 de shigelosis.

Enfermedades crónicas no transmisibles

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades del sistema circulatorio son la principal causa de muerte en Aruba, aunque ha
habido una disminución de su prevalencia desde 2000 (figura 2) (16). Los hombres son los más
afectados por esta enfermedad. La cardiopatía isquémica fue la más frecuente causa específica de
muerte (37,6 defunciones al año por 100.000 habitantes en el período 2007–2009, 48,2 en hombres
y 28 en mujeres) (5, 16).

Neoplasias malignas

Las neoplasias malignas fueron la segunda causa de muerte en Aruba entre 2006 y 2010. Los
tumores malignos de la tráquea, de los bronquios y del pulmón causaron 13,9% de todas las
defunciones debidas a neoplasias entre 2000 y 2009, seguidos de los tumores malignos de los
órganos digestivos y del peritoneo (excepto el cáncer de estómago y el cáncer de colon). Los
tumores malignos de la mama femenina provocaron 10,6% del total de defunciones por neoplasias
en el período 2000–2009. En los hombres, las principales neoplasias malignas en este período fueron
los tumores malignos de la tráquea, de los bronquios y del pulmón (70,2%), mientras que casi todas
las defunciones por neoplasias (97,8%) en las mujeres fueron causadas por el cáncer de mama (16).

Diabetes

Hay una alta prevalencia de la diabetes en Aruba. Según la encuesta con el método STEPS efectuada
en Aruba en 2006, 8,3% de la población de entre 25 y 64 años de edad señalaron que tenían
diabetes de tipo 2 (9,2% de las mujeres y 7% de los hombres) (15). Entre 2000 y 2009, la diabetes
fue la principal causa de muerte en el grupo de "defunciones debidas a todas las otras
enfermedades" (31,5% del total de defunciones; 60,9% de las defunciones de mujeres y 39,1% de
las defunciones de hombres).

Hipertensión

Según la encuesta con el método STEPS efectuada en 2006, la prevalencia de la hipertensión fue de
19,8% en los hombres y de 12,2% en las mujeres del grupo de 25 a 64 años de edad (15).

Enfermedades nutricionales

Obesidad

La encuesta con el método STEPS efectuada en 2006 reveló que 77% de los adultos (de 25 a 64 años
de edad) tenían exceso de peso o eran obesos (82,8% de los hombres y 72,5% de las mujeres) (15).
Accidentes y violencia

Entre 2000 y 2009, Aruba tuvo un promedio anual de 16,6 defunciones debidas a accidentes; 55%
fueron causadas por accidentes de transporte en el grupo de 25 a 44 años de edad (75,3% eran
hombres y 24,7%, mujeres) (16).

Trastornos mentales

En el grupo de 831 pacientes psiquiátricos mayores de 18 años de edad registrados, los cinco
trastornos mentales más frecuentes fueron: esquizofrenia y trastornos psicóticos (34%); trastornos
del humor (afectivos), incluida la depresión (27%); trastorno bipolar (7%); trastornos fóbicos (6%);
y trastornos relacionados con el uso de sustancias psicoactivas (4%) (17).

Otros problemas de salud

Salud ocular

Solo 0,5% de la población de Aruba indicó que tenía problemas de visión (2, 13).

Factores de riesgo y protección

Tabaquismo

En la encuesta con el método STEPS realizada en Aruba en 2006, 16,2% de los entrevistados entre
25 y 64 años de edad señalaron que fumaban (22,4% de los hombres y 11,2% de las mujeres) y
12,6% dijeron que lo hacían diariamente (17,2% de los hombres y 8,9% de las mujeres). Casi 80%
de quienes fumaban diariamente declararon que consumían un promedio de 14 cigarrillos al día. La
edad media en que los entrevistados comenzaron a fumar era los 19 años. La exposición al humo
ajeno en el hogar fue señalada por 1% de los encuestados y 1,2% indicaron que estaban expuestos
al humo ajeno en el trabajo (15).

Alcoholismo

Cuando en la encuesta se les preguntó acerca del consumo alcohol, 38,3% de los entrevistados de
entre 25 y 64 años de edad (52,9% de los hombres y 26,6% de las mujeres) declararon que eran
bebedores en ese momento, es decir, habían bebido en los 30 días anteriores a la encuesta. De este
grupo, 12,8% de los hombres y 1,9% de las mujeres dijeron que habían consumido alcohol en cuatro
días de la semana anterior a la encuesta (15).

Drogas ilegales

El plan de Seguridad Nacional de Aruba para 2008–2012 enumera "el tráfico y comercio
internacionales de drogas y los efectos sobre la seguridad de la comunidad" como la cuarta de seis
serias amenazas para la seguridad nacional. El Ministerio de Salud coordina el control de drogas
ilegales con políticas encaminadas a detener la dependencia mental, social y física asociada con el
consumo de drogas. Aruba es un conveniente punto de trasbordo de drogas ilegales y esto facilita
que estén a disposición de los residentes a bajo costo. En 2008, aproximadamente 10% de la
población total declararon que habían usado drogas ilegales. De ellos, unos 400 a 500 drogadictos,
los denominados "chollers," eran personas sin hogar (18). La Fundación Anti Droga de Aruba es la
organización no gubernamental más activa en la prevención del consumo de drogas. Realiza
campañas de sensibilización, conferencias y programas para los jóvenes, los padres y los
trabajadores.

Actividad física
Es escasa la participación en actividades deportivas en las escuelas; se calcula que 27% de los
escolares en la enseñanza primaria practican deportes solo un día a la semana o menos. En la
población adulta (de 25 a 64 años de edad) entrevistada en la encuesta con el método STEPS, 70%
señalaron que no participan en actividades físicas de recreación y 60% declararon que no realizaban
ningún tipo de actividad física (incluidas actividades relacionadas con el trabajo o caminar de un
lugar a otro) (15).

Polĺticas, Sistema De Salud Y Protección Social


POLÍTICAS DE SALUD

Las funciones de salud pública en Aruba están basadas en las pautas y las normas de salud de los
Países Bajos, así como en convenios internacionales como el Reglamento Sanitario Internacional y las
directrices proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud.

Entre los gruposmultisectoriales de trabajo involucrados en actividades relacionadas con la salud se


incluyen uno que aborda el problema de la discriminación de las personas infectadas por el VIH o
aquejadas de sida en Aruba y otro que se concentra en cuestiones concernientes al tránsito (la
Comisión de Tránsito Seguro) (13).

EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

El Ministerio de Salud desempeña el papel protagónico en el sector de la salud y elabora planes


estratégicos de cuatro años dentro del Plan de Desarrollo Nacional más amplio del gobierno. El plan
para 2003–2007 se concentró en controlar los costos en la salud pública optimizando el trabajo del
Departamento de Salud Pública, fortaleciendo la promoción de la salud, actualizando la legislación
relacionada con la atención preventiva y proporcionando asistencia domiciliaria (especialmente para
los diabéticos), entre otros temas. Las actividades concernientes a la salud ambiental se
concentraron en la gestión de los residuos sólidos, la eliminación de aguas residuales y la
contaminación del aire (12).

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

El seguro general de salud (AZV, por sus siglas en neerlandés) fue establecido por estatuto
legislativo para dar acceso universal a la atención de salud a todos los ciudadanos de Aruba, así
como a las personas que trabajan legalmente en la isla durante períodos prolongados. El AZV es un
órgano ejecutivo autónomo del Ministerio de Salud y es designado por ese Ministerio. Los planes
operativos del AZV deben concordar con la planificación estratégica del Ministerio de Salud. Los
prestadores de asistencia sanitaria, incluidos todos los médicos de atención primaria, los
especialistas, la mayoría de los dentistas, los fisioterapeutas y las parteras son contratados por el
AZV (2, 13).

LEGISLACIÓN EN SALUD

La Ley de Salud Pública de Aruba, sancionada en 1989, establece la vigilancia de la calidad de la


salud pública y la atención médica en la isla con el propósito de promover la salud general de la
población. La legislación ordena al Departamento de Salud Pública vigilar, controlar e inspeccionar
diferentes aspectos de la atención de salud, incluidas las relacionadas con las enfermedades
transmisibles y la calidad de la atención médica proporcionada por los médicos, los dentistas, los
fisioterapeutas y las parteras. Hay reglamentos específicos que rigen diferentes áreas de la salud
pública, como los concernientes a las profesiones de la salud, los servicios de salud mental, la
supervisión de medicamentos y narcóticos, la higiene y las enfermedades. Desde 2008, el
Departamento de Salud Pública ha trabajado en la revisión y actualización de las políticas y
reglamentos sanitarios, incluidos los que se refieren a la inspección sanitaria (13).

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

El financiamiento para el sector de la salud proviene principalmente del Gobierno de Aruba (52,4%),
las primas pagadas por los empleadores y las personas inscritas en el AZV y otras fuentes, como
organizaciones públicas, empresas, donantes internacionales y particulares. El AZV es un órgano
ejecutivo autónomo del Ministerio de Salud. Los planes operativos del AZV deben concordar con el
plan estratégiconacional de salud del Ministerio de Salud. El AZV facilita el acceso a la atención
médica a todos los ciudadanos de Aruba (como derecho garantizado por la ley), así como a las
personas con contratos de trabajo a largo plazo en la isla. Los prestadores de asistencia sanitaria,
como todos los médicos de atención primaria, los especialistas, la mayoría de los dentistas, los
fisioterapeutas y las parteras, son contratados por el AZV. El gasto anual en salud en 2007 fue de
US$ 215,7 millones, que representaban cerca de 8,4% del PIB, y hubo un déficit de US$ 17,1
millones en ese año debido a las primas bajas, los costos elevados de los medicamentos y el pago de
atención de salud prestada en el exterior.

SERVICIOS DE SALUD

La red de atención de salud está organizada en tres niveles de atención: primaria, secundaria y
terciaria con atención de enfermos hospitalizados. El Hospital Dr. Horacio Oduber es el único hospital
que atiende a la población de la isla y es administrado por una fundación privada, sin fines de lucro.
Cuenta con 290 camas y tuvo una tasa de ocupación de 85% en 2008. Presta atención de urgencia,
secundaria y terciaria. Los departamentos de consulta externa proporcionan hemodiálisis así como
apoyo de diagnóstico y clínico terapéutico. Cada vez son más los especialistas que establecen
consultorios privados de atención ambulatoria (independientes o agrupado por especialidad), en
lugar de usar los servicios ambulatorios del hospital. El centro Posada Clinic proporciona hemodiálisis
principalmente a turistas que visitan la isla, pero los residentes locales también pueden usar sus
servicios. El Centro Médico Dr. R. Engelbrecht es un establecimiento con servicios ambulatorios de
atención primaria, secundaria y de emergencias, incluidos los servicios centralizados de ambulancias.
La Fundación de la Cruz Blanca y Amarilla administra seis centros de atención de salud en la isla
(para facilitar el acceso de la población) en estrecha colaboración con el Departamento de Salud
Pública. Sus servicios incluyen atención de salud domiciliaria (especialmente para los adultos
mayores), atención de salud preventiva para los niños (incluido el programa nacional de vacunación),
programas nutricionales y de crecimiento y desarrollo de los niños, exámenes médicos y consultas
dentales. La División de Salud de la Juventud se concentra en los lactantes, los niños y los jóvenes
(hasta los 19 años de edad), consultas para pacientes ambulatorios, servicios de salud en las
escuelas primarias (incluidos exámenes médicos y vacunación) y orientación con respecto a la
nutrición. Los servicios ambulatorios para pacientes psiquiátricos crónicos se prestan en el servicio de
atención psiquiátrica social bajo la jurisdicción del Departamento de Salud Pública. La Fundación para
la Atención de Adultos Mayores (conocida como SABA), subsidiada por el gobierno, cuenta con tres
hogares geriátricos con un total de 250 camas. Se ha producido un aumento del número de hogares
geriátricos privados en los últimos años, pero, dada la falta de reglamentación, hay inquietud acerca
de la calidad de la atención (un tema estudiado por una comisión gubernamental) (2, 12).

Conocimiento, Tecnologĺa, Información Y Gestión De


Recursos
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN SALUD

La Unidad de Epidemiología e Investigación del Departamento de Salud Pública contribuye al acopio


de información sanitaria llevando a cabo la vigilancia y la investigación de brotes y proporcionando
datos para apoyar la evaluación de las necesidades, la formulación de políticas, la investigación, las
encuestas y las actividades de promoción de la salud. Suministra información al sector médico
mediante la notificación y boletines periódicos como Epi–Alert (boletín sobre epidemias o brotes en
Aruba o en la región) e Info–Epi (información epidemiológica) (2, 13).

RECURSOS HUMANOS

En 2010, había un médico general por 2.560 habitantes. La relación entre los cirujanos generales y la
población en 2010 era de 1 por 21.520 y la relación correspondiente a los psiquiatras era de 1 por
35.867 habitantes. A fines de 2010, Aruba tenía el siguiente personal de salud matriculado: 42
médicos de atención primaria, 71 médicos especialistas, 24 médicos empleados por el gobierno, 36
médicos empleados por otras instituciones (caja del seguro social, fondo del seguro general de
enfermedad [AZV], el Hospital Dr. Horacio Oduber o el Ejército), 29 dentistas y ortodoncistas, 20
farmacéuticos, 9 parteras y 37 fisioterapeutas (2).

CAPACITACIÓN DE PERSONAL DE SALUD

Aruba no tiene una escuela de medicina y los profesionales de la salud se capacitan principalmente
en los Países Bajos, Estados Unidos y Costa Rica. Hay dos instituciones extranjeras de enseñanza de
la medicina en Aruba, pero sus graduados no pueden ejercer la profesión en la isla.

EL MERCADO LABORAL PARA PROFESIONALES DE LA SALUD

Aruba está sumamente expuesta a la emigración profesional, en particular porque los profesionales
que estudian y se gradúan en el exterior tienden a permanecer en el extranjero, donde hay más
opciones profesionales y los sueldos son más altos (2, 13).

Salud Y Cooperación Internacional


Aruba es signataria de tratados internacionales y regionales concernientes a la salud y coopera en la
elaboración de la política sanitaria regional. La cooperación internacional y regional es facilitada por
la condición política de Aruba dentro del Reino neerlandés y por su relación activa con países y
municipios de las antiguas Antillas Neerlandesas. Aruba se beneficia con su afiliación a la
Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud y al Centro de
Epidemiología del Caribe en Trinidad y Tabago (13).

Sĺntesis Y Perspectivas
Aruba es un país pequeño, con una economía activa y abierta que depende fundamentalmente de la
actividad bancaria y el turismo internacional. El crecimiento de la población de la isla se atribuye
tanto al crecimiento natural como a la inmigración. La educación y el saneamiento (como elementos
representativos del nivel de vida) son buenos. Entre 2006 y 2010, la situación sanitaria ha seguido
mejorando y hay una disminución progresiva de la mortalidad, incluida la causada por enfermedades
crónicas como las enfermedades cardiovasculares, y una reducción de las enfermedades prevenibles
por vacunación. Sin embargo, las enfermedades del sistema circulatorio son las principales causas de
muerte y la prevención de las enfermedades no transmisibles, incluida la gestión de los factores de
riesgo, se ha convertido en una prioridad de salud pública. El Plan de Desarrollo Nacional 2003–2007
incluyó metas y acciones específicas para el Ministerio de Salud y Medio Ambiente que siguen siendo
un reto. El sistema de seguro general de salud proporciona cobertura universal y, si bien existe una
red de prestación de servicios de salud bien organizada, los costos elevados constituyen un
problema. Hay un predominio de la atención secundaria y terciaria sobre la atención primaria y de los
servicios curativos generales sobre la atención preventiva. En el futuro, se seguirá asignando
prioridad a la promoción de la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas no
transmisibles, el financiamiento (reducción de los costos elevados) y la disponibilidad de personal de
salud capacitado en todos los niveles de la atención de salud.

Puerto Rico

Introducción
El archipiélago de Puerto Rico incluye la isla principal de Puerto Rico, la más pequeña de las Antillas
Mayores, y un número de islas de menor tamaño de las cuales las más grandes son Mona, Vieques y
Culebra. En total tiene una extensión de 9.105 km2. La isla mayor mide 170 km por 60 km; su clima
es tropical y, a pesar de su tamaño, posee diversos ecosistemas: costeros y marinos, bosques secos
y lluviosos, zona cársica y áreas montañosas. La ciudad capital es San Juan y está localizada en la
costa norte de la isla principal.

De acuerdo con el censo de población de 2010, Puerto Rico tenía una población de 3.725.789
habitantes, lo que representa una reducción de 82.821 habitantes (2,2%) en comparación con el año
2000 (figura 1). Esta disminución es histórica, dado que nunca antes la población de Puerto Rico
había disminuido entre dos censos. Los principales factores que influyeron en este cambio fueron la
emigración (sobre todo a los Estados Unidos de América) y una reducción de 26% en los nacimientos
entre 2000 y 2010.

La disminución de la población se observó en 42 de los 78 municipios del país. A pesar de que


continúa perdiendo población, el municipio de San Juan sigue siendo el más poblado, con 395.326
habitantes, seguido de Bayamón, con 208.116. La mayor parte de los municipios en los que aumentó
la población se encuentran en el área este de la isla, en donde Gurabo presentó el mayor incremento
poblacional (23,5%) en comparación con 2000. El aumento en esta región se debe principalmente a
la migración interna que hubo en la isla entre los censos de 2000 y 2010.

Puerto Rico es un Estado Libre Asociado de Estados Unidos de América. En 1952 se aprobó su
Constitución, mediante la cual se estableció un sistema de gobierno propio con autonomía
administrativa para asuntos internos; por lo tanto, las leyes y los reglamentos federales prevalecen
por sobre los del país.

El gobierno está dividido en tres ramas: ejecutiva, legislativa y judicial, con su correspondiente poder
y autoridad. El Poder Ejecutivo está encabezado por el gobernador, quien nombra y constituye su
gabinete de gobierno. El Poder Legislativo consiste en una Asamblea Legislativa bicameral compuesta
por el Senado (27 miembros) y la Cámara de Representantes (51 miembros) (1). El Poder Judicial lo
ejercen la Corte Suprema y el sistema de tribunales. El país está organizado en 78 municipios, cada
uno administrado por un alcalde y su correspondiente asamblea municipal. Los funcionarios
gubernamentales que rigen los destinos del país, tanto a nivel estatal como municipal, son elegidos
en elecciones generales que se celebran cada cuatro años.

Desde el primer trimestre de 2006 la economía de Puerto Rico ha estado sumida en una depresión.
En una primera instancia –2006 a 2008 – se llamó recesión, pero su prolongación hasta 2010 la ha
convertido en una depresión (2). Según el índice de actividad económica, la economía del país se
contrajo a partir del año fiscal 2006 (−2,1%) y ha seguido en recesión desde entonces, con una baja
severa en 2009 (−6,4%) y una contracción significativa (−3,7%) en 2010 (3).

Determinantes Y Desigualdades En Salud


A pesar de la depresión económica que ha afectado a Puerto Rico a partir de 2006, durante el
período 2006–2010 el nivel de pobreza de la población se ha mantenido en alrededor de 45%. Según
datos de 2010, los niveles de pobreza son mayores para las mujeres jefas de hogar (57,7%) y para
las personas menores de 18 años (56,3%). De igual forma, las personas que viven en las áreas
rurales tienen un mayor nivel de pobreza (56%) que las que viven en las urbanas (44%) (4).

Según los datos más recientes del Negociado del Censo, 22,3% de la población con 25 y más años de
edad había terminado un bachillerato y 69,5% había completado al menos el cuarto año de escuela
superior. Esto representa un aumento en comparación con 2006, cuando 20,7% tenía bachillerato y
66,1% había completado al menos el cuarto año de escuela superior (4).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


De acuerdo con informes de la Agencia para la Protección Ambiental (Estados Unidos), el 23 de
octubre de 2009 hubo una explosión y fuego en las instalaciones de la Caribbean Petroleum
Corporation en Cataño. La explosión de 16 de los 40 tanques de almacenamiento de combustible y el
fuego resultante liberaron combustible al humedal cercano a la propiedad. En la comunidad de
Puente Blanco se trabajó continuamente para restringir el flujo de combustible hacia el humedal y el
Caño La Malaria. Se tomaron medidas de protección tales como la inspección diaria de las masas de
agua y del humedal (5).

En 2006 y 2007, el Programa de Salud Ambiental del Departamento de Salud realizó un total de
19.493 inspecciones sanitarias. El Programa de Agua Potable del Departamento de Salud llevó a cabo
612 inspecciones, cumpliendo así con 100% del objetivo fijado; el de Higiene de la Leche cumplió con
52,9% de las 1.523 inspecciones esperadas; el de Higiene en Establecimientos que Preparan y Sirven
Alimentos realizó 422 inspecciones, y el de Zoonosis, 233 (estos dos últimos cumplieron con 100%
del objetivo fijado) (6). En cuanto a las emisiones de dióxido de carbono que afectan al medio
ambiente y contaminan el aire en Puerto Rico, en 2006 y en 2007 las emisiones de CO 2 en toneladas
métricas per cápita eran de 14,3% y de 14,6%, respectivamente (7).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

El número de nacimientos se redujo considerablemente en el período 2006–2008. Según datos de la


División de Estadísticas Vitales del Departamento de Salud, en 2006 nacieron 48.744 niñas y niños
en Puerto Rico (una tasa bruta de natalidad de 12,4 por 1.000 habitantes). La tasa de fecundidad
general fue de 57,4 por 1.000 mujeres de 15 a 49 años. La tasa de fecundidad más alta se observó
en las mujeres de 25 a 29 años (87,7). En 2008 ocurrieron 45.689 nacimientos vivos, lo que
representa una reducción de 6,3% en comparación con 2006. En 2008, casi la mitad de los partos se
realizaron por cesárea (48,5%) y 12,5% de los recién nacidos tuvo bajo peso al nacer (8).

En Puerto Rico se notifican muy pocas defunciones maternas anualmente. Según el informe de
estadísticas vitales de 2006, la tasa de mortalidad materna fue de 4,1 por 100.000 nacidos vivos. La
tasa más alta se observó en las mujeres de 30 a 34 años (12,9 por 100.000). Las causas de muerte
más frecuentes fueron el embarazo ectópico y la presentación de placenta previa (8).

Niños (menores de 5 años de edad)

Según datos provenientes de estadísticas vitales, la tasa de mortalidad infantil en Puerto Rico fue de
8,5 por 1.000 nacidos vivos (396 defunciones) en 2007 y 8,7 (397 defunciones) en 2008. En 2007, la
tasa de mortalidad fue de 9,4 por 1.000 para los niños y 7,5 por 1.000 para las niñas. Un patrón
similar se observó en 2008, cuando la tasa de mortalidad infantil fue de 9,6 por 1.000 para los niños
y 7,8 por 1.000 para las niñas. Según datos de estadísticas vitales correspondientes a 2006, las
causas de muerte infantil más frecuentes fueron la corta gestación y el bajo peso al nacer (393,9 por
100.000 nacidos vivos), las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas
(137,5 por 100.000), y la septicemia (32,8 por 100.000) (8).

Según el Informe de Vigilancia de Asma de 2009, a 29 de cada 100 niños les ha diagnosticado asma
algún profesional de salud (29,1% y 28,4% en 2006 y 2007, respectivamente). La prevalencia de
asma fue 14,0% en 2006. En 2007, la prevalencia de asma fue más alta en los niños (14,7%), que
en las niñas (12,4%) (9).

Escolares (10 a 14 años de edad)

En 2007 se realizó un estudio en el que participaron 15.558 estudiantes de 158 escuelas públicas y
privadas de quinto a decimosegundo grados que comprende las edades entre 10 a 14 años. Este
estudio midió los principales factores de riesgo entre estos jóvenes (9). Se encontró que en la
escuela elemental (quinto y sexto grados) 34,6% de los participantes consumían alcohol, inhalantes
(2,9%) y cigarrillos (1,5%). Los varones utilizaron más alcohol, drogas ilícitas y cigarrillos (37,7%,
4,4% y 2,3%, respectivamente) que las mujeres (31,1%, 2,5% y 0,6%, respectivamente) (10).

Según datos de los registros vitales, en 2008 ocurrieron 33 defunciones de jóvenes de 10 a 14 años
(tasa de 11,8 por 100.000 jóvenes de 10 a 14 años). La principal causa de muerte fueron los
accidentes (3,9 por 100.000) que representa aproximadamente una tercera parte del total de las
defunciones.

Adolescentes (10 a 19 años de edad)

En 2008 existían 291.773 adolescentes de 10 a 19 años en la isla. En ese año ocurrieron 201
defunciones (tasa de 68,9 por 100.000 adolescentes). La principal causa de muerte fueron los
homicidios con una tasa de 30,2 por 100.000 adolescentes, lo que representa 43% del total de las
defunciones en ese grupo de edad.

Según datos de 2008 provenientes del Programa de Servicios Integrales de Salud del Adolescente
(11), 17,8% de los nacimientos correspondieron a madres adolescentes de 10 a 19 años. De ellas,
61,3% tenía de 18 a 19 años, 36,9% de 15 a 17 años y 1,8% eran menores de 15 años. Las
consecuencias del embarazo en la adolescencia se reflejan en la salud física, mental y emocional, así
como en la situación económica de los adolescentes. Un estudio de la Sección de Madres, Niños y
Adolescentes del Departamento de Salud mostró que en 2008 solo 24,4% de las madres
adolescentes planificaron su embarazo (11). Este estudio también reveló que la mayoría de los
profesionales de salud consideran el embarazo en adolescentes como un problema grave de salud
pública, con muchos efectos adversos sobre la salud y el bienestar de la madre y el niño.

Las conductas de riesgo más comunes en los jóvenes de este grupo de edad fueron el consumo de
alcohol (56,2%), cigarrillos (16,0%) y marihuana (7,0%). Al comparar los datos por sexo, se
encontró que los hombres consumían más cigarrillos (18,5%) y drogas ilícitas (12,8%) que las
mujeres (13,6% y 8,6%, respectivamente). La prevalencia de consumo de alcohol fue similar en las
mujeres y en los hombres (56,3% y 56,2%, respectivamente) (10).

Adultos mayores (65 y más años de edad)

La población de adultos mayores es una de las de mayor crecimiento en Puerto Rico. Según datos del
censo de 2010, el grupo de 65 o más años estaba compuesto por 541.998 habitantes, 14,5% del
total de la población. En 2008, las primeras tres causas de muerte en este grupo fueron las
enfermedades del corazón (819,2 por 100.000), los tumores malignos (669,5 por 100.000) y la
diabetes sacarina (404,5 por 100.000). Según datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo
del Comportamiento (BRFSS, por sus siglas en inglés), la prevalencia de infarto del miocardio en las
personas de 65 a 74 años de edad fue de 11,7% en 2006 y 9,8% en 2010, mientras que en las de 75
y más años fue de 17,7% en 2006 y 15,7% en 2010 (12).

Otros grupos

Personas con discapacidades

Conforme con los datos del BRFSS, en 2006, la proporción de personas discapacitadas mayores de
18 años (que utilizan algún equipo como bastón, silla de ruedas, cama o teléfono especial) fue de
8,2% en 2006 y 7,8% en 2009. En 2009, la prevalencia de discapacidad en las mujeres fue menor
(7,7%) que en los hombres (8,0%). La prevalencia de discapacidad aumenta con la edad. En 2009,
la prevalencia fue de 12,3% en el grupo de 55 a 64 años, 16,5% en el de 65 a 74 años y de 29,5%
en el de 75 y más años (12).

En 2006, según la Encuesta de la Comunidad en Puerto Rico, 62,7% de las personas de 65 y más
años tenía algún impedimento y en 2010, 52,0% de las personas mayores de 65 años tenía alguna
discapacidad. En 2010, 8,9% del total de las mujeres y 8,4% del total de los hombres de 35 a 64
años tenían alguna discapacidad (4).

MORTALIDAD

De acuerdo con el informe de mortalidad del Instituto de Estadísticas, la tasa bruta de mortalidad
general fue de 729,3 por 100.000 habitantes en 2006 y 735,9 por 100.000 en 2008. En 2008, la tasa
de mortalidad para las mujeres (641,5 por 100.000 mujeres) fue menor que para los hombres (838,2
por 100.000 hombres) (13). Durante todo el período 2006–2008 las enfermedades crónicas fueron
las causas de muerte predominantes y las primeras tres correspondieron a las enfermedades del
corazón, los tumores malignos y la diabetes sacarina. Según datos de 2008, las enfermedades del
corazón (135,4 por 100.000) fueron menos prevalentes en las mujeres (120,2 por 100.000) que en
los hombres (151,9 por 100.000). Un patrón similar presentan las defunciones por tumores malignos
(126,6 por 100.000): la tasa de mortalidad por tumores malignos fue de 105,3 por 100.000 en las
mujeres y 149,8 por 100.000 en los hombres. La diabetes fue la tercera causa de muerte (72,1 por
100.000), con una tasa de mortalidad de 73,8 por 100.000 en los hombres y 70,5 por 100.000 en las
mujeres (13) (cuadro 1).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

En 2007 ocurrió una epidemia en la que se registraron 10.508 casos sospechosos de dengue. En
2009 se notificaron 6.651 casos sospechosos, de los cuales 33% se confirmaron en el laboratorio y
63 fueron de dengue grave. En 2010, los casos de dengue llegaron a niveles históricamente altos en
Puerto Rico. Al 30 de diciembre de 2010 se habían registrado 21.298 casos, de los cuales 46% se
confirmaron en el laboratorio (14).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

Hasta febrero de 2010 se habían notificado al Programa de Vigilancia del Sida, del Departamento de
Salud, 34.042 casos de sida y 22.147 defunciones de personas a las que se les había diagnosticado
sida. El 48,5% de los adolescentes y los adultos atribuyeron la infección al uso de drogas inyectables.
Hasta 2010 se les había diagnosticado sida a 415 (1,22%) niños menores de 12 años; 94,5% de
ellos habían adquirido la infección por transmisión perinatal. Durante el período 2003–2008 se
diagnosticaron 6.801 casos nuevos de VIH/sida. En 2006, la tasa de incidencia de VIH/sida fue de
28,93 por 100.000 habitantes. La tasa de incidencia disminuyó de 25,22 por 100.000 en 2007 a
23,65 por 100.000 en 2008. En 2008, la tasa en las mujeres (12,5 por 100.000 habitantes) fue más
baja que en los hombres (35,21 por 100.000). La razón hombre/mujer fue de 2,8:1 (15).

Según la Oficina de Vigilancia de Enfermedades de Transmisión Sexual, en 2010 hubo 5.995 casos de
infecciones por clamidias, de los cuales 81,1% correspondió a mujeres. El número de casos de
gonorrea ascendió a 313 (54,6% en hombres). Durante 2010 ocurrieron 228 casos de sífilis primaria
y secundaria; la infección fue más prevalente en los hombres (209 casos, 92%) que en las mujeres.
En 2010 hubo 192 casos de sífilis latente temprana, con una tasa de incidencia de 4,9 por 100.000
habitantes; 77% de los casos de sífilis latente temprana se presentó en hombres. En 2010 se
presentaron 289 de casos de sífilis latente tardía, con una tasa de incidencia de 7,3 por 100.000
habitantes. Hubo nueve casos de sífilis congénita en 2008 y seis en 2009 (16).

Tuberculosis

En 2006 se notificaron 112 casos de tuberculosis, con una tasa de 2,9 por 100.000 habitantes; 67%
de los casos correspondió al sexo masculino. El grupo de edad de 45 a 64 años fue el más afectado
(36%) y en 92% de los casos la localización fue pulmonar (17).

Enfermedades emergentes

En 2009, de acuerdo con datos suministrados por el Programa de Vacunación de Puerto Rico, se
notificaron 638 casos de influenza A (H1N1), con una letalidad de 5,8%. La tasa de incidencia de
influenza A (H1N1) en agosto de 2009 fue de 37,71 por 100.000 habitantes; se observó una tasa de
5,89 casos confirmados por 100.000 habitantes. Los grupos de edad de 0 a 29 meses y de 15 a 19
años tuvieron las tasas más altas de casos confirmados (15,11 y 15,02 por 100.000 habitantes
respectivamente) (18).

En 2008 ocurrió un brote de neumonía por Klebsiella pneumoniae multirresistente que se transmitió


de persona a persona (18). Hubo 26 casos adquiridos en un hospital de Ponce. La edad media de las
personas afectadas fue de 68 años y 50% fueron hombres. Como consecuencia, se estableció y se
mantiene la vigilancia en los hospitales del área cercana al lugar donde se presentó el brote (19).

Enfermedades crónicas no transmisibles

Enfermedades cardiovasculares

La información sobre morbilidad recopilada por el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del
Comportamiento se obtuvo por encuesta. Dicha encuesta se llevó a cabo mediante entrevista
telefónica a personas de 18 y más años. La prevalencia de enfermedad coronaria aumentó de 6,7%
en 2007 a 7,0% en 2009, y en este último año fue más elevada en las mujeres (7,7%) que en los
hombres (6,2%). La mayor prevalencia de enfermedad coronaria correspondió a personas de 75 y
más años (15,3%). La prevalencia de derrame cerebral en 2009 fue similar en los hombres y en las
mujeres (1,8%) y mayor en las personas de 65 a 74 años (5,8%). En 2009, la prevalencia de infarto
del miocardio fue de 4,1%, mayor en los hombres que en las mujeres (5,0% y 3,3%,
respectivamente) y más elevada en las personas de 75 y más años (12,9%) (12).

Neoplasias malignas

Según el BRFSS, la prevalencia de mujeres que se habían hecho una mamografía fue de 64,2% en
2006 y aumentó a 67,4% en 2009. En los hombres, la prevalencia de cáncer de próstata fue de 4,1%
en 2006 y disminuyó a 3,7% en 2008 (12).
De acuerdo con datos del Registro de Cáncer, la tasa de incidencia de cáncer en 2006 fue de 232,9
por 100.000 habitantes. El cáncer de próstata (62,3 por 100.000 hombres), mama (33,9 por
100.000 mujeres), y colon y recto (32,8 por 100.000 habitantes) continuaron siendo los primeros
tres en 2006 (20).

Diabetes

En Puerto Rico, la diabetes es una de las principales enfermedades y ocupa la tercera posición entre
las primeras causas de muerte. Los principales factores de riesgo son el sobrepeso y la obesidad, la
hipertensión, la inactividad física, ser mayor de 45 años y tener antecedentes familiares de la
enfermedad (13).

La prevalencia de diabetes en las personas adultas ha ido en aumento: en 2006 fue de 11,9% y
aumentó a 12,8% en 2010. El incremento se observó en ambos sexos y las mujeres presentaron una
prevalencia mayor (13,4%) que los hombres (12,1%); la diferencia no es estadísticamente
significativa (12). Este incremento va a la par con cambios relacionados con los principales factores
de riesgo, como son el envejecimiento de la población, el aumento de la prevalencia del sobrepeso y
la obesidad, la hipertensión y la disminución de la actividad física. En consecuencia, la prevalencia de
diabetes continuará aumentando a no ser que se produzcan cambios en los modos de vida de las
personas (12).

Enfermedades crónicas de las vías respiratorias

Según datos del BRFSS, la prevalencia de asma en los adultos fue de 5,2% en 2008, 7,6% en 2009 y
7,5% en 2010. En 2010, la prevalencia de asma fue mayor en las mujeres (9,2%) que en los
hombres (5,5%) y más elevada en el grupo de edad de 35 a 44 años (9,3%), seguido por los de 18 a
24 años (7,6%) y 45 a 54 años (7,9%) (12).

Hipertensión

La prevalencia de hipertensión en las personas de 18 y más años ha ido en aumento: 32,7% en 2007
y 34,0% en 2009. En 2009, la prevalencia fue mayor en las mujeres (34,6%) que en los hombres
(33,2%) y más elevada en el grupo de edad de 65 a 74 años (65,5%) (12).

Enfermedades nutricionales

Obesidad

Según el BRFSS, la prevalencia de sobrepeso y obesidad aumentó de 64,1% en 2006 a 65,2% en


2009. En 2009, la prevalencia de obesidad fue mayor en los hombres (70,7%) que en las mujeres
(60,3%) y más elevada en el grupo de edad de 45 a 54 años (75,0%). El índice de masa corporal
(IMC) de los obesos osciló entre entre 30 y 99,8, y ha ido en aumento entre 2006 y 2009 (de 24,7%
a 27,5%). En 2009, 29,3% de los hombres eran obesos en comparación con 25,9% de las mujeres.
Las personas de 45 a 54 años mostraron la prevalencia de IMC más alta (36,6%) (12).

Accidentes y violencia

Según datos del Centro de Ayuda a Víctimas de Violación, la tasa de incidencia por violación en 2006
fue de 4,9 por 100.000 mujeres. De acuerdo con datos proporcionados por la Oficina de la
Procuradora de las Mujeres, en 2006 fueron asesinadas 21 mujeres por sus parejas o ex parejas
(21). La edad promedio de las mujeres asesinadas fue de 33,8 años y la mayoría tenía de 20 a 39
años (76,2%). La edad promedio de los victimarios fue de 41,9 años y 47,6% tenían de 20 a 39
años. En 2007 fueron asesinadas 16 mujeres y, al igual que en 2006, la edad promedio fue de 33,9
años (22). La edad promedio de los victimarios fue de 40,6 años; 38,0% de los victimarios estaba en
el grupo de edad de 30 a 39 años (23).
Según la Oficina del Procurador de las Personas Pensionadas y de la Tercera Edad, durante 2010
fueron víctimas de violencia doméstica 377 personas de 60 y más años. Esto representa 2% de las
víctimas (24).

Trastornos mentales

Al evaluar las conductas de riesgo en los adolescentes de las escuelas públicas de enseñanza
intermedia y superior (25), los resultados correspondientes a 2005–2007 revelaron que los
problemas prevalentes de salud mental en este grupo de edad eran el uso y abuso del alcohol
(19,4%), seguido por trastornos de déficit de atención (13,1%) y depresión mayor (11,5%). La
prevalencia de trastornos de la conducta fue menor (4,8%). La prevalencia de depresión mayor fue
más elevada en las mujeres (14,8%) en comparación con los hombres (8,2%). En cambio, la
prevalencia de trastornos de la conducta fue mayor en los hombres (6,7%) que en las mujeres
(2,9%). La prevalencia de uso y abuso del alcohol fue similar en los hombres y en las mujeres
(21,1%).

Otros problemas de salud

Salud oral

En 2008, 75,5% de las personas de 18 y más años informaron que habían visitado al dentista en el
último año, y esa proporción se redujo a 69,8% en 2010. Las mujeres visitan más al dentista
(78,5%) que los hombres (72,1%). Por grupo de edad, en 2008, los jóvenes de 18 a 24 años
(82,5%) y los de 25 a 34 años (80,5%) fueron los que más consultas odontológicas hicieron. La
prevalencia de extracción o pérdida de todos los dientes en los mayores de 65 años fue de 22,0% y
la de extracción fue mayor en las mujeres (25,1%) que en los hombres (18,1%) (12).

Factores de riesgo y protección

Tabaquismo

En 2010, 7,5% de las personas de 18 y más años fumaba todos los días. Los hombres (10,2%)
fumaban más que las mujeres (5,1%). La mayoría de los fumadores se encuentra en el grupo de
edad de 25 a 34 años (10,3%). Entre 2006 y 2010, la prevalencia de tabaquismo ha disminuido de
12,5% a 11,9%. En 2010, la prevalencia de tabaquismo en los hombres (15,9%) fue mayor que en
las mujeres (8,3%). La prevalencia de tabaquismo más alta se observó en los grupos de 35 a 44 y
45 a 54 años (13,1% y 13,8%, respectivamente) (12).

Alcoholismo

La prevalencia de uso o abuso del alcohol (hombres de 18 y más años que beben cinco tragos o más,
y mujeres de 18 y más años que toman cuatro tragos o más en una ocasión) ha disminuido de
13,8% en 2006 a 12,1% en 2010. En 2010, 19,6% de los hombres y 5,7% de las mujeres abusaban
del alcohol. El grupo de edad más afectado fue el de 24 a 34 años (21,0%). En 2010, la prevalencia
de consumo crónico de alcohol (hombres que consumen dos tragos o más al día y mujeres que
consumen un trago o más al día) fue de 3,0%, y dicha prevalencia fue mayor en los hombres (5,0%)
que en las mujeres (1,3%). Las personas del grupo de edad de 25 a 34 años fueron las de mayor
consumo crónico de alcohol (6,9%) (12).

Drogas ilegales

En 2008, un estudio realizado con 3.180 personas de 15 a 74 años de edad puso de manifiesto que
30,1% de los hombres y 15,9% de las mujeres utilizaron alguna vez en la vida tanto drogas ilícitas
como medicamentos controlados. El grupo de edad de 24 a 34 años fue el que más drogas consumió;
esta tendencia se observó tanto en los hombres (42,6%) como en las mujeres (26,2%). La
marihuana fue la droga más utilizada alguna vez en la vida (18,5% en ambos sexos) y la segunda, la
cocaína (6,9% en ambos sexos) (25).

Actividad física

Según el BRFSS, la proporción de personas que realiza actividad física disminuyó de 71,9% en 2007
a 67,5% en 2009. Esa proporción es menor en las mujeres (63,5%) que en los hombres (72,0%).
Las personas de 18 a 24 años son las que realizan más actividad física (80,3%) (12).

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

En febrero de 2008 se promulgó la política pública de la Administración de Pruebas de VIH en las


Salas de Parto en Puerto Rico, en respuesta a las estadísticas observadas por el Centro para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos de América con respecto al
sida (32.354 casos confirmados hasta diciembre de 2007).

La infección por Neisseria meningitidis es una infección bacteriana severa que puede causar
meningitis bacteriana y otras infecciones localizadas (enfermedad meningocócica). A partir de
octubre de 2008, el comité asesor en prácticas de inmunización pediátrica recomienda vacunar
rutinariamente a los adolescentes de 11 a 12 años en riesgo de adquirir la infección por Neisseria
meningitidis, y se estableció una política pública para el empleo de vacuna conjugada (MCV4) contra
la enfermedad meningocócica.

Según los CDC, la infección por el virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión
sexual más común en los Estados Unidos, por lo que se estableció la política pública para el uso de la
vacuna contra el VPH. A partir de octubre de 2008 se administran tres dosis de vacuna contra el VPH
rutinariamente a las adolescentes de 11 a 12 años de edad.

PROTECCIÓN SOCIAL EN SALUD

El Fondo para Servicios contra Enfermedades Catastróficas Remediables, adscrito a la Secretaría


Auxiliar de Servicios Médicos y Enfermería del Departamento de Salud de Puerto Rico, se creó en
virtud de la Ley No. 150 de agosto de 1996, mejor conocida como Ley de Derecho a la Salud en
Puerto Rico. Este fondo se utiliza para sufragar total o parcialmente los costos de diagnóstico y
tratamiento, incluso los gastos supletorios, de aquellas personas que padezcan enfermedades cuyo
efecto previsible, certificado por un médico, sea la pérdida de la vida y para las cuales la ciencia
médica ha demostrado con éxito que existe un tratamiento que puede salvar la vida del paciente. Los
beneficiarios son las personas no cubiertas o cubiertas parcialmente por los planes de seguro de
salud disponibles, entre ellos el Plan de Salud del Gobierno de Puerto Rico, en caso de que el
paciente o los integrantes de su núcleo familiar carezcan de los recursos económicos o los medios
para obtener dicho tratamiento (26).

La asignación de fondos para el año fiscal 2010–2011 fue de US$ 8 millones, provenientes del
gobierno estatal, y US$ 2 millones provenientes de la lotería tradicional. El total de donativos
otorgados a pacientes ascendió a US$ 12.389.642; US$ 8.108.222 correspondieron a pagos
efectuados por procedimientos facturados. En ese año fiscal se aprobaron 188 casos y se rechazaron
siete por no cumplir con los criterios. Los procedimientos más frecuentes fueron los trasplantes de
médula, córnea, hígado y riñón, y el implante coclear (26).

LEGISLACIÓN EN SALUD
En julio de 2007 se promulgó la Ley No. 85 que prevé la instalación de un desfibrilador en los
organismos y establecimientos municipales en los que se prestan servicios al público. Se facultó al
Secretario de Salud para que haga cumplir los términos de esta ley y a los municipios, para que
determinen la ubicación de los desfibriladores.

Conforme con los términos de la Ley de Recuperación y Reinversión, promulgada en 2009, el


Secretario de Salud recibió fondos para diferentes tipos de proyecto de expansión e instalación de
bombas y líneas de distribución de agua, y mejora de los sistemas de distribución de agua en
diferentes comunidades, entre ellas Caonillas en Utuado, Hatillo, Aibonito, Caimito, Guaynabo,
Humacao, Guánica, Barceloneta y la Comunidad de la Jurada.

Existen varias órdenes administrativas que han contribuido a establecer la política pública en salud
en Puerto Rico, tales como la orden número 255 para reducir la tendencia de aumento de los partos
por cesáreas y promover el parto vaginal, promulgada en diciembre de 2008; la número 262, de julio
de 2009, para establecer la obligación de todo proveedor de servicios de vacunación de ingresar los
datos de las personas vacunadas en el Registro de Vacunación del Departamento de Salud del Estado
Libre Asociado de Puerto Rico, y la orden número 270, de mayo de 2010, para crear el Programa de
Servicios Voluntarios de Salud durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

En el período 2007–2010 había 53.720 profesionales de salud activos (médicos y enfermeros) en


Puerto Rico, para una población de 3.725.789 habitantes. La región metropolitana, que incluye las
áreas de Carolina y San Juan, concentraban la mayoría de los profesionales activos (34,1%), seguida
de Ponce con 14,1%. Las regiones con proporciones menores fueron Caguas (13,8%), Arecibo
(10,7%), Mayagüez (8,2%) y Bayamón (1,6%) (27).

Para enfrentar los desafíos presentes en materia de recursos humanos, Puerto Rico trabaja en la
creación del Observatorio de Recursos Humanos en Salud, con el auspicio de la Oficina de Minorías
de los Estados Unidos de América. El mismo tiene el propósito de determinar las diferencias con
relación a la demanda y a la oferta de los recursos humanos para la salud (28).

SERVICIOS DE SALUD

De acuerdo con el modelo de prestación de servicios del Plan de Salud del Gobierno de Puerto Rico,
conocido como "Mi salud", los servicios médico–hospitalarios se contratan con las aseguradoras y se
proveen a través de un médico primario (generalista, familia, internista, ginecólogo y pediatra). Las
aseguradoras participantes en el Plan de Salud del Gobierno son las compañías Humana y Triple S.
Los servicios de salud mental los presta la compañía APS en todo Puerto Rico. El modelo "Mi salud"
provee acceso directo a especialistas, sin necesidad de envío dentro de una red de proveedores, así
como a servicios de salud preventiva física y mental, y a medicamentos.

El modelo de cuidado dirigido provee los beneficios contratados a través de organizaciones de


cuidado de la salud y su red de proveedores. La aseguradora administra su red de proveedores. Cada
aseguradora compensa a la organización de cuidado de la salud mediante un sistema de pago por
capitación (cantidad mensual por beneficiario), basado en una tarifa acordada por servicio. Cada
organización es responsable de proveer los servicios al grupo de asegurados que haya escogido
afiliarse a la misma. El proveedor participante del seguro de salud tiene que ser también un
proveedor para el sector de negocios privados de la aseguradora. La aseguradora tiene que informar
y documentar las obligaciones de todos los proveedores participantes, procesar los reclamos y
generar los pagos por servicios prestados (29). Según datos recibidos de la Oficina de Medicaid en
Puerto Rico, en julio de 2011 el total de asegurados por el Plan de Salud del Gobierno ascendía a
1.629.753 personas. De acuerdo con datos suministrados por la Oficina del Comisionado de Seguros,
en diciembre de 2010 los asegurados por planes privados sumaban 938.721 personas (30). Datos
obtenidos de la misma fuente indican que la cantidad de asegurados de otras categorías, entre ellas
los empleados retirados, ascendían a 803.546 personas. Sobre la base de estos datos se puede
estimar que la población no asegurada en Puerto Rico ascendía aproximadamente a 350.000
personas. Se entiende que son personas que tienen ingresos como para no calificar para el Plan de
Seguro del Gobierno, pero insuficientes para pagar un plan privado (31).

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
Mediante el trabajo combinado de la Biblioteca del Recinto de Ciencias Médicas y de la Escuela
Graduada de Ciencias y Tecnología de la Información del Recinto de Río Piedras, ambos de la
Universidad de Puerto Rico, y con el apoyo de BIREME, se organizó una Biblioteca Virtual de Salud.

A través de un acuerdo de cooperación técnica entre la OPS y el Departamento de Salud, se incluyó


la herramienta del Sistema de Información Geográfica (SIG) para el análisis geoespacial, con los
siguientes propósitos: fortalecer la capacidad epidemiológica nacional (análisis de situación, vigilancia
en salud, y monitoreo y evaluación de las actividades de prevención y promoción de la salud);
facilitar la capacidad analítica y epidemiológica de los gerentes y encargados del proceso decisorio en
materia de salud en la Secretaría de la OPS para orientar la cooperación técnica, y propiciar el
abordaje metodológico para el monitoreo de las desigualdades e inequidades en salud y para la
evaluación del impacto de las intervenciones poblacionales.

La cooperación técnica permitió el adiestramiento en el programa SIGEpi elaborado por la OPS con
un componente epidemiológico. En 2004 se creó la División de Sistemas de Información Geográfica
en la Secretaría Auxiliar de Planificación y Desarrollo, que ha continuado trabajando en diversos
proyectos y análisis hasta el presente.

Salud Y Cooperación Internacional


A partir de 1992, fecha en que Puerto Rico fue admitido como Miembro Asociado de la OPS/OMS, la
cooperación técnica internacional en salud se realiza fundamentalmente a través de la Oficina de
Coordinación de la OPS/OMS en Puerto Rico. Los recursos provienen de los aportes de la OPS/OMS,
el Departamento de Salud, la Universidad de Puerto Rico y organizaciones profesionales como el
Colegio de Enfermeras Profesionales de Puerto Rico y la Academia de Médicos de Familia de Puerto
Rico.

Síntesis Y Perspectivas
El envejecimiento de la población plantea un gran desafío para la salud en Puerto Rico. Predominan
las enfermedades crónicas y van en aumento algunos de los principales factores de riesgo, tales
como la obesidad, que será necesario enfrentar en el futuro. Se carece de datos en áreas tan
importantes como la salud ambiental. Existe asimismo una disparidad entre la oferta y la demanda
de los recursos humanos para la salud, y el Departamento de Salud está empeñado en crear el
Observatorio de Recursos Humanos en Salud con el propósito de contribuir a reducir esa disparidad.
México

Introducción
Los Estados Unidos Mexicanos es una república representativa y democrática, compuesta por 31
estados, un distrito federal y 2.438 municipios, unidos en una federación, quienes tienen igual
jerarquía y sostienen principios de autonomía y de asociación. El gobierno federal y estatal cambia
cada 6 años y los gobiernos municipales lo hacen cada 3 años.

La economía mexicana fue afectada en 2009 por dos situaciones complejas: la crisis financiera
internacional, que durante todo ese año incidió en los resultados macroeconómicos, y la epidemia de
influenza A (H1N1), que afectó la actividad económica en el segundo trimestre. La actividad
económica del país se vio afectada por una fuerte reducción de la demanda externa, un deterioro en
los términos de intercambio y una marcada restricción en los mercados financieros internacionales,
generándose en 2009 una contracción de 6,5% anual del producto interno bruto (PIB), reducción
similar a la registrada durante la crisis de 1995 (6,2%) (1, 2). En relación con la epidemia de
influenza A (H1N1), el análisis de impacto económico –desde el primer brote en el 2° trimestre de
2009 hasta el 2° trimestre de 2010– muestra un incremento del gasto en salud y educación cercano
a los 10.455 millones de pesos,1 de los cuales 91,6% correspondieron a salud. Los efectos de la
epidemia provocaron asimismo una reducción de 0,15 puntos porcentuales en la tasa de crecimiento
del PIB, con mayor impacto en comercio, transporte, correos y almacenamiento, y servicios de
hotelería y preparación de alimentos y bebidas (2).

En cuanto al tema de la inseguridad, el número de delitos de fuero común cometidos en el país entre
2009 y 2010 casi se duplicó, pasando de 11.864.765 a 22.714.927, respectivamente. Con base en
este aumento, se estima que los costos económicos de la inseguridad y el delito superaron los
200.000 millones de pesos (3).

Los resultados censales de 2010 confirman que México tiene una población total de 112.336.538
habitantes (57.481.307 mujeres y 54.855.231 hombres) y aún sigue siendo un país de jóvenes,
donde la mitad de los residentes tienen 26 años de edad o menos y 29% tienen 14 años o menos
(figura 1). De 1990 a 2010, la población en su conjunto creció a una tasa promedio anual de 1,6%,
en tanto que el aumento del grupo de 60 años y más fue de 3,8%. De este modo el número de
adultos mayores pasó de 5 millones a 10,5 millones, incrementando su participación de 6,2% a 9,4%
en dicho período (4). Las mujeres en edad reproductiva (15 a 49 años) registraron un promedio de
2,4 hijos, lo que representa un hijo menos que hace 20 años (3,4 hijos), reducción que ubica al país
cerca del número de hijos nacidos vivos que son necesarios para remplazar a sus progenitores (4).
En estados como Chiapas y Guerrero la proporción de niños (0–14 años) es superior a 32% de la
población, mientras que en el Distrito Federal alcanza apenas a 21,8%. El censo 2010 reveló que solo
23,5% de la población total nacional vive en localidades de menos de 2.500 habitantes, mientras que
casi la mitad de la población (47,6%) reside en asentamientos de 100.000 personas o más.

En el período 2005–2010 migraron al extranjero 1% de los mexicanos, de los cuales 89,5% fueron a
Estados Unidos de América, 2,4% a Canadá, 1% a España y el 7,1% restante a otros destinos (4).
Las tasas brutas de migración en México indican que, al comparar los datos de 2006 y 2010, la
emigración internacional pasó de 78,5 a 36,2 por 10.000 habitantes y la inmigración internacional
pasó de 53,8 a 23,7 por 10.000 habitantes, para un saldo migratorio que pasó –24,7 a –12,5 por
10.000 habitantes. La edad promedio de los emigrantes fue de 30,8 años (4). Según estos mismos
datos del Censo 2010, las entidades con mayores proporciones de población nacida en otra entidad o
país son Quintana Roo, con 54% de sus residentes; Baja California, con 45,1%; Baja California Sur,
con 39,7%, y el estado de México, con 37%. En el otro extremo Chiapas, con 3,6%, es la entidad
con el menor porcentaje de población no nativa, seguida por Guerrero y Oaxaca.

En todo México la población nacida en otro país asciende a 961.121 personas, lo que equivale a
0,85% de los residentes del país; esta población casi se ha triplicado en los últimos 20 años.
Siguiendo con los datos preliminares del Censo, las entidades de mayor población migrante a otros
países son Guanajuato, Jalisco, Michoacán y México, que juntas tienen 33% de los emigrantes
internacionales del país. Los principales municipios expulsores de población al extranjero son León,
Puebla, Juárez, Zapopan y Morelia.

Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2008 (5), en ese año 50,6 millones
de mexicanos eran pobres de patrimonio, es decir que no contaban con un ingreso suficiente para
satisfacer sus necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público,
aun si dedicaran la totalidad de sus recursos económicos a este propósito. Más todavía, 19,5 millones
eran pobres alimentarios, es decir que no tenían ingresos suficientes para adquirir una canasta básica
de alimentos, incluso si los destinaran exclusivamente para ese fin (5). Entre 2006 y 2008 la
incidencia de la pobreza de patrimonio –el porcentaje de personas pobres– se elevó de 42,6% a
47,4%, en tanto que la incidencia de la pobreza alimentaria lo hizo de 13,8% a 18,2%. En términos
absolutos el incremento fue de 5,9 y 5,1 millones de personas, al pasar de 44,7 a 50,6 millones y de
14,4 a 19,5 millones de personas, respectivamente (6). Según cifras oficiales, la población
económicamente activa (PEA) del país se estima en 57,5% de la población total, una porción
creciente de la PEA se desempeña en la economía informal (28,5%), mientras que la tasa de
desocupación se estima en 5,2% (recuadro 1) (7).

Determinantes Y Desigualdades En Salud


Una manera de abordar el problema de la desigualdad en salud es revisando indicadores de los 100
municipios más marginados de México, predominantemente indígenas, donde vive el millón de
mexicanos más pobres del país, concentrados sobre todo en Chiapas (30%), Oaxaca (20%),
Guerrero (17%) y Veracruz (15%) total 82%. En estos municipios las niñas y los niños corren un
riesgo de morir antes de cumplir el año 1,7 veces mayor que el promedio nacional correspondiente a
dicho grupo etario, en tanto que la esperanza de vida de las mujeres alcanza apenas a 51 años y la
de los hombres a 49 años (comparados con promedios nacionales de 77,4 y 72,6 años,
respectivamente) (8).

Las desigualdades de género y de etnia también registran cifras importantes. Dos millones y medio
más de mujeres que hombres viven en condiciones de pobreza, 8 millones más de mujeres que
hombres que trabajan y no cuentan con seguro médico ni tienen derecho a una pensión, y 7,6% de
las mujeres mayores de 15 años son analfabetas, comparadas con 4,8% de los hombres. Por otro
lado, 32,5% de la población indígena mayor de 15 años es analfabeta, y peor aún, en algunos casos
el analfabetismo de la mujer indígena duplica o triplica al del hombre indígena (7, 9).

Los datos censales de 2010 también muestran que la población de 15 años y más que no sabe leer ni
escribir alcanza a 6,9%, 5,6% entre los hombres y 8,1% entre las mujeres. Con base en las mismas
fuentes, se estima que 41,8% de la población de 15 años y más no concluyeron o nunca aprobaron
algún grado de la primaria o la secundaria y, de esta población, uno de cada seis (17,7%) no aprobó
ni el primer grado de primaria. Como consecuencia, el promedio de escolaridad de la población de 15
años y más es de apenas 8,5 grados, es decir que escasamente cuenta con segundo año de
secundaria.

El número de hogares con conexión a redes de agua potable dentro de la vivienda aumentó 13,6% y
el número de viviendas con piso de tierra disminuyó en 33,6%. En 2008 el porcentaje de hogares
con conexión a redes de agua potable a nivel nacional fue de 69,7%, 2,7 puntos porcentuales más
que la cifra para los hogares con miembros menores de 18 años de edad. Por otro lado, mientras que
71,3% de los niños no indígenas viven en hogares con conexión a redes de agua, apenas 31,4% de
las viviendas de niños indígenas tiene dicho servicio. Más todavía, en tanto que 85,9% de los hogares
no indígenas con menores de 18 años tienen refrigerador, este porcentaje en los hogares indígenas
es de 55,5% (7, 9). Además, 23,3% de los niños indígenas viven en hogares donde el jefe de familia
cuenta con educación básica o más, porcentaje que en los no indígenas asciende a 53,5%.

En el plano laboral, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) –al segundo
trimestre de 2010– muestra que la tasa de participación económica de la población de 14 años y más
es de 59,2% –94,7% está ocupada y 5,3% está buscando trabajo. La tasa de desocupación es mayor
entre la población con más escolaridad: 2,2% entre los que no tienen instrucción y aumenta a 6,2%
y 5,9% para los que tienen nivel de instrucción medio superior y superior, respectivamente (9).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

Respecto a los usos del agua, el volumen concesionado a diciembre de 2009 tuvo la siguiente
distribución: agrícola 76,7%, abastecimiento público 14,1%, industrial 4,1% y energía eléctrica –
excluyendo hidroeléctrica– 5,1%. La disponibilidad natural media per cápita en ese año fue de
4.263m3/año. El 63% del agua utilizada en el país para uso consuntivo provino de fuentes
superficiales (ríos, arroyos y lagos) y 37% de fuentes subterráneas (acuíferos). La cobertura de agua
potable fue de 90,7% (94,3% en zonas urbanas y 78,6% en rurales), mientras que la de
alcantarillado en 2009 alcanzó a 86,8% (93,9% en zonas urbanas y 63,2% en rurales) (10).

RESIDUOS SÓLIDOS

Según datos del Plan Nacional para la Prevención y Gestión de Residuos Sólidos Urbanos 2009–2012,
el volumen de residuos sólidos urbanos generados se estima en 34,6 millones de toneladas anuales,
de los cuales 53% corresponde a residuos orgánicos, 28% a residuos potencialmente reciclables y
19% a no aprovechables. Los residuos sólidos recolectados ascienden a 87% de los generados, de los
cuales 64%, se envían a 88 rellenos sanitarios y 21% a sitios controlados, mientas que el 15%
restante se deposita en tiraderos a cielo abierto o en sitios sin control.

CONTAMINACIÓN DEL AIRE

Durante 2008, en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México las fuentes móviles fueron
responsables de 16,1% de las emisiones de partículas menores a 10 micrómetros (PM10), 51,8% de
las partículas menores a 2,5 micrómetros (PM2,5), 49,3% del dióxido de azufre, 99% del monóxido
de carbono, 82,4% de los óxidos de nitrógeno, 31,3% de compuestos orgánicos volátiles, 20,6% de
los contaminantes tóxicos y 23,8% del amoniaco. Los autos particulares, una de las categorías más
contaminantes, generan 41% del CO, 32% de NOx y 25% de SO2; otra emisión importante en las
fuentes móviles son los vehículos a diesel, sobre todo los vehículos pesados de carga y autobuses,
los cuales en conjunto generan 36% de las PM2.5 y 25% de NOx (11).

SEGURIDAD VIAL

Las cifras oficiales del Observatorio Nacional de Lesiones del CONAPRA 2011 indican que en 2010
fallecieron a consecuencia de accidentes de tránsito 16.559 personas. Durante la última década se
registró un crecimiento exponencial del parque automotor, que pasó de 17.300.530 en 2001 a
32.338.820 en 2010. Asimismo, el sistema de vialidad y transporte mexicano se basa en el automóvil
privado, una movilidad altamente vulnerable cuyas externalidades negativas incluyen los accidentes
y la congestión vehicular, con altas emisiones de gases contaminantes. Dado este escenario, y con el
propósito de revertir la tendencia actual y reducir la mortalidad por accidentes de tránsito en 50% en
los próximos 10 años, en 2011 el país suscribió la resolución A/RES/64/255 de la Asamblea General
de las Naciones Unidas denominada "Un decenio de Acción por la Seguridad Vial 2011–2020" y se
decretó la Estrategia Nacional para el Decenio de Acción.

VIOLENCIA

Cada día en México mueren 50 personas por violencia, 1.250 reciben tratamiento médico como
resultado de la violencia y 100 sufren algún tipo de discapacidad debido a lesiones causadas por
algún tipo de violencia. Los asesinatos relacionados con el tráfico de drogas han aumentado
drásticamente: en seis años (2000–2006) se registraron 8.901 homicidios, mientras que en los
siguientes tres (2007–2010) se registraron 34.550. El 84% de los asesinatos ocurren en cuatro
estados: Chihuahua, Sinaloa, Guerrero y Baja California. En 2010, 70% de los actos violentos se
concentraron en 80 municipios, y 32% de los homicidios ocurrieron en solo cinco ciudades: Ciudad
Juárez (2.738), Culiacán (587), Tijuana (472), Chihuahua (670) y Acapulco (370). El costo
económico de la inseguridad en México para 2009 se calculó en 8,9% del PIB (3).

CAMBIO CLIMÁTICO

En 2006, las emisiones en unidades de bióxido de carbono equivalente (CO2 eq) para México fueron
de 709.005 Gg. La contribución por categorías en términos de CO2 eq es la siguiente: desechos
14,1% (99.627,5 Gg); uso del suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura, 9,9% (70.202,8 Gg),
procesos industriales 9% (63,526 Gg), agricultura 6,4% (45,552,1 Gg), y energía 60,7% (430,097
Gg). Las emisiones per cápita en ese mismo año ascendieron a 6,2 tCO2, aunque sin incluir la
categoría de "uso de suelo" y "cambio de uso de suelo y silvicultura" (USCUSS) fueron de 5,9 tCO2.
Por otro lado, la deforestación de bosques y selvas sobrepasó las 155.152 hectáreas anuales en
durante 2002–2007. Los bosques primarios registraron una pérdida de 219.546 hectáreas entre
2002–2007 (12).

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 mostró que la prevalencia de emaciación o


desnutrición aguda disminuyó 73% en los últimos 20 años hasta situarse en apenas 1,6% (13).
Contrariamente, en las últimas décadas la obesidad y el sobrepeso se han convertido en un grave

problema de salud pública para México (ver recuadro 2).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

Según los datos disponibles de 2008, en los 125 municipios con menor índice de desarrollo humano
(IDH) de México la razón de mortalidad materna (RMM) alcanzó a 182,6 defunciones por 100.000
nacidos vivos estimados, lo que representa un incremento de 12,3% respecto de la cifra de
comparación inicial (2006). Entre 2002 y 2008 el comportamiento de este indicador muestra un
punto de inflexión notable en 2005, fecha a partir de la cual la RMM ha oscilado entre 139 y 183
defunciones por 100.000 nacidos vivos estimados (14). Es importante señalar que estas defunciones
se registraron solamente en 40 (32%) de los 125 municipios. Dada la necesidad de contar con cifras
confiables sobre la mortalidad materna, desde 2002 se llevan a cabo actividades que consisten
principalmente en la búsqueda intencionada y la reclasificación de muertes maternas sospechosas y
confirmadas de todo el país. Desde su inicio, cada año se han rescatado –y corregido– entre 10% y
20% de muertes maternas que no habían sido codificadas como tales (14).

Niños (menores de 5 años de edad)

En 2007 la tasa de mortalidad infantil fue de 15,7 defunciones por 1.000 nacimientos, una reducción
de 3,1% respecto a la tasa de 2006. En 2010 esta tasa fue de 14,2. La mortalidad infantil para los
100 municipios con menor IDH fue de 34,6 muertes por 1.000 nacimientos, cifra que incrementa 2,2
veces el riesgo de morir de los recién nacidos en estos municipios comparado con el riesgo promedio
nacional. Respecto de la meta para 2012 del Programa Sectorial de Salud de reducir en 40% la
mortalidad infantil en los 100 municipios con menor IDH, entre 2006 y 2007 se había logrado una
disminución de 0,5%, planteándose el desafío de conseguir durante los 5 años restantes que la
mortalidad infantil no supere las 20,4 defunciones por 1.000 nacidos vivos. La reducción durante
2007–2010 fue de 43%, es decir que de mantenerse esta tendencia será posible dar cumplimiento a
la meta establecida para 2012.

La mortalidad infantil muestra desigualdades entre estados: en 2008 presentó valores extremos en
Guerrero (21,5 por 1.000 nacidos vivos) y en Nuevo León (10,6 por 1.000 nacidos vivos, incluso por
debajo de la nacional). El 70% de las muertes infantiles ocurrieron por afecciones perinatales o por
malformaciones congénitas, habiéndose reducido las causas infecciosas como las diarreas o las
infecciones respiratorias. Para el grupo de 1 a 4 años de edad se registró en 2009 una tasa de 17,3
defunciones por 100.000 niños de esa edad, tasa que en 1990 ascendió a 47,2 defunciones, lo que
representó una reducción importante entre esos dos años. La principal causa de muerte en este
grupo etario en 2009 fueron las infecciones respiratorias agudas bajas (22,7 defunciones por
100.000 niños de este grupo de edad), seguida de las malformaciones congénitas del corazón (5,4
defunciones) y los accidentes de tránsito (5,3 defunciones). En 2009 la entidad federativa que
registró la mayor mortalidad por infecciones respiratorias agudas fue el estado de Chiapas, con una
tasa de 48,8 muertes por 100.000 menores de 5 años; Nuevo León tuvo la más baja con 7,2
defunciones. Esta notable diferencia indica que el riesgo de morir por una infección respiratoria en
niños menores de cinco años en el Estado de Chiapas es 6,7 veces mayor que el riesgo
correspondiente en Nuevo León (15).

Niños (5 a 9 años de edad)

Según estimaciones de la Comisión Nacional de Población de México, en 2009 había 9.838.470 de


niños con edades entre 5 y 9 años, cifra que representaba 9% de toda la población. En 2010, las
principales afecciones de salud en los niños de edad escolar fueron las infecciones respiratorias
(19.729 casos), las enfermedades infecciosas y parasitarias (9.348), las lesiones (8.941) y las
anomalías congénitas (8.821). Los accidentes se encontraban entre las primeras 10 causas de
afección en la salud (5.583 casos), destacando principalmente los ocurridos en el hogar por ingestión
de sustancias tóxicas.

Adolescentes (10 a 19 años de edad)

En 2009 México tenía una población adolescente superior a los 21 millones, cifra equivalente a más
de 20% de la población total. Por entidad federativa, vale destacar que Chiapas, Guerrero,
Aguascalientes y Oaxaca son los estados con más niños, niñas y adolescentes como proporción de la
población total: 40,5%, 39,7%, 37,7% y 37,6%, respectivamente, son menores de 18 años. Este
grupo etario registra el mayor número de muertes a consecuencia de accidentes de tránsito de
vehículos de motor: en 2006 concentró 32,7% del total de defunciones por esta causa, proporción
que en 2009 aumentó a 34,1% (1).

Adultos y adultos mayores


El número de adultos (25 a 64 años) en 2008 fue de 48,2 millones, mientras que la población de 65
años de edad y más superaba los 5 millones de personas. A diferencia de lo que ocurre con otros
grupos de edad, la población de 65 años y más está creciendo a una tasa anual de 2% y, de manera
sorprendente, la de los mayores de 85 años lo hace entre 3% y 5%. Según estimaciones de la
Dirección General de Información en Salud (DGIS) de la Secretaría de Salud, 84% de las muertes en
el país se deben a enfermedades no transmisibles y lesiones, y 53% se concentran en las personas
de 65 años de edad o más (16).

Pueblos étnicos o raciales

Los datos del censo de 2010 señalan que la población que habla lengua indígena es de 6,9 millones y
más de la mitad residen en cuatro entidades del país: Chiapas (18,3%), Oaxaca (17,3%), Veracruz
(9,3%) y Puebla (9%). Como distintivo de la identidad cultural específica, los censos captan el
nombre de la lengua indígena hablada, hallándose que las que mayor participación tienen son el
náhuatl (23%, maya (11,5%), tzeltal (7%), mixteco (6,9%) y tzotzil (6,5%). El censo encontró
también que, de quienes hablan una lengua indígena, 93,8% se consideran indígenas, mientras que
entre los que no la hablan, 9,3% se consideran indígenas. La población indígena adolescente y adulta
también corre un mayor riesgo de enfermar y morir que la población general. En las mujeres
indígenas la causa número uno de muerte es la diabetes, mientras que en los hombres es la cirrosis
y otras enfermedades crónicas del hígado (17).

Otros grupos

Personas con discapacidad

Con base en el cuestionario ampliado del Censo Nacional 2010, se identificó a 5.739.270 mexicanos –
con mayor proporción de mujeres– con alguna dificultad física o mental para realizar actividades de
la vida cotidiana. El grupo de 60 a 84 años concentra el mayor porcentaje de individuos (40,7%) con
alguna discapacidad, seguido de adultos de entre 30 y 59 años. Dos de cada 10 individuos con
discapacidad tienen menos de 30 años, situación considerada relevante porque este grupo etario
necesita condiciones y facilidades adecuadas para su desarrollo. La posibilidad de padecer alguna
limitación física o mental se incrementa con la edad: la población masculina de 15 a 29 años con
alguna discapacidad representa 2,2% de toda la población masculina, mientras que la de 60 a 84
años, 23%. Entre las mujeres de 60 a 84 años –similar al caso de los hombres– 25% de toda la
población femenina padece alguna limitación para llevar a cabo actividades de la vida cotidiana.
Entre la población mexicana que declaró tener al menos una discapacidad, la principal causa se debió
a enfermedades (39,4%), seguida por la edad avanzada (17).

MORTALIDAD

Según Situación de salud en las Américas: indicadores básicos (2010), el subregistro de mortalidad


en México se estima en 1,5% para el período 2006–2008, mientras que las causas mal definidas e
ignoradas ascendieron a 1,9% de las muertes en 2008. Mientras tanto, durante el período 2005–
2009 el patrón de causas de muerte de la población mostró un mayor y significativo peso por parte
de las enfermedades crónico–degenerativas (cuadros 1 y 2) (16).

MORBILIDAD
Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

Entre 2006 y 2007 se registró un incremento de 43% en los casos confirmados de dengue. Al año
siguiente, en todo el país se pusieron en marcha nuevos lineamientos de prevención y control de esta
enfermedad, basados en la focalización de acciones anticipatorias en torno a clusters de casos
probables. Estas medidas ayudaron a que –tras un repunte de casos en 2009– en 2010 los casos de
dengue descendieran hasta alcanzar las cifras notificadas en 2006. Según los números oficiales,
entre 2009 y 2010 se produjo una reducción absoluta de casos de 48%, en tanto que la tasa de
letalidad por fiebre hemorrágica del dengue se mantuvo por debajo de 1% (18).

Respecto a la malaria, la identificación de la "casa palúdica" (1998–2000), el tratamiento médico


focalizado a casos y la eliminación de criaderos del vector con participación comunitaria (2000–2010)
contribuyeron a reducir en 52,1% el número de casos de malaria por Plasmodium vivax; a suspender
la transmisión local de casos; a eliminar la enfermedad como causa de muerte en México; reducir –
entre 2006 y 2010– en 37% la transmisión activa, y a mantener libres de transmisión a todos los
centros turísticos y polos de desarrollo nacional por 15 años. El control de la transmisión se verifica
mediante la toma y lectura de un promedio de 1,3 millones de muestras hemáticas anuales para la
detección de casos locales e importados. Al cierre de 2010, las únicas zonas de México con
transmisión residual de malaria eran la noroeste y la sur–sureste, donde los estados de Chiapas y
Oaxaca concentran 90% de los casos del país. En la misma fecha, 21 entidades federativas estaban
en condiciones para certificarse como áreas libres de malaria (18).

La incidencia de oncocercosis –segunda enfermedad en proceso de eliminación en México– se redujo


de 92 casos en 2006 a 8 casos en 2010 (91,3%). A la fecha se ha declarado eliminada la transmisión
y se ha suspendido el tratamiento con Ivermectina en dos de los tres focos endémicos del país. Se
espera que para 2012 el foco restante en el estado de Chiapas pase a la fase de suspensión de
tratamiento con vigilancia epidemiológica de tres años. La enfermedad de Chagas y las leishmaniasis
son padecimientos para los cuales se ha fortalecido la capacidad de detección y tratamiento –entre
2006 y 2008 la capacidad de tratamiento de casos de Chagas se duplicó. Más aún, en 2009 el
número de casos anuales tratados subió a 300 y en 2010 a 700, con un creciente acceso a
tratamiento por parte de casos indeterminados en menores de 25 años de edad. Si bien
leishmaniasis cutánea localizada sigue siendo la forma clínica más frecuente de esta enfermedad, la
aparición de brotes de la forma visceral en Chiapas es un foco de alerta para intensificar la gestión de
recursos necesarios para su prevención y control. Durante 2010 la donación de antimoniato de
meglumine permitió tratar a 93% de los casos confirmados (18).

Enfermedades prevenibles por vacunación

El esquema de vacunación de México es uno de los más completos de la Región e incluye el uso de
nuevos biológicos como rotavirus y neumococo, con los cuales se ha logrado reducir la frecuencia de
hospitalizaciones por este tipo de infecciones. En 1990, la cobertura de vacunación contra sarampión
fue de 75,3% y en 2009 fue de 95,6%, es decir una ampliación de la cobertura de 20% en un
período de 20 años. Las principales estrategias desarrolladas para alcanzar estos logros han sido las
semanas nacionales de vacunación, el programa "arranque parejo en la vida" y la campaña
permanente de vacunación (1).

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

Con relación a la lepra, en 1990 México adoptó la estrategia de la poliquimioterapia, aunque desde
entonces el uso de este tratamiento ha venido reduciéndose sostenida y paulatinamente. En 2010 la
prevalencia nacional de lepra había bajado a solo 437 casos. En 1994 cumplió la meta indicada por la
Organización Mundial de la Salud de eliminar esta enfermedad como problema de salud pública,
reduciendo su prevalencia a menos de un caso por 10.000 habitantes. Aun así, el país ha mantenido
hasta la fecha las actividades de control y de eliminación de la lepra hasta el nivel municipal, con
planes de intensificación en las áreas llamadas "prioritarias", representadas por 22 municipios donde
en 2010 todavía persistían tasas mayores a un caso por cada 10.000 habitantes (18).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

VIH/Sida: México presenta una epidemia de sida concentrada, caracterizada por una prevalencia de
infección por VIH que se difunde en algunos subgrupos de población. En 1990 se estimó que había
unas 61.000 personas infectadas con VIH/Sida, cifra que en 2009 ascendió a 220.000, es decir un
incremento superior a 260% entre ambos años. Según datos para 2009 provenientes del Centro
Nacional para la Prevención y Control del Sida, del total de personas que ese año vivían con VIH,
59% no lo sabían, 14% habían sido diagnosticadas como portadoras pero aún sin requerir
tratamiento antirretroviral y 27% sí recibían esta terapia en algún establecimiento de salud público o
privado (1).

Tuberculosis

La tuberculosis representa una prioridad de salud pública en México. En 2010 esta enfermedad
registró 18.850 casos nuevos –15.385 con la forma pulmonar– y en 2009 provocó 2.222
defunciones. El país cuenta a partir de 2009 con fármacos suficientes para integrar los esquemas
necesarios con fármacos de segunda línea, dentro de una estrategia sólida basada en la capacitación
continua y la asesoría permanente de un grupo nacional y en cada entidad federativa de expertos en
el tema en atención a las comorbilidades vinculadas a la Tuberculosis como son el VIH–SIDA y la
Diabetes Sacarina. A pesar de que en el período 2006–2010 no se observa una tendencia a la
disminución de la incidencia, sí se observa avance significativo de 33% respecto al año 1997, en que
se registró la mayor incidencia en el país y una reducción de 75% en la mortalidad por esta causa
para 2010 y un alcance en la curación a 85,3% (18).

Enfermedades emergentes

Influenza A (H1N1): Entre enero 2009 y agosto de 2010 la Dirección General de Epidemiología
registró 231.960 casos sospechosos del virus A (H1N1), de los cuales fueron confirmados 72.731
casos. Las primeras defunciones provocadas por este virus se presentaron en las unidades de terapia
intensiva y, en algunos casos, en los propios hogares, con mayor concentración en la semana
epidemiológica 17 y entre las semanas 36 y 50 de 2009, para comenzar a desaparecer a partir de la
semana 15 de 2010 (2).

Enfermedades crónicas no transmisibles

Enfermedades cardiovasculares

El análisis de la mortalidad por enfermedades isquémicas del corazón en 2009 por entidad federativa
revela diferencias importantes. En Sonora, entidad con la tasa de mortalidad por esta causa más alta
en el país, se registraron 26,3 defunciones por 100.000 habitantes menores de 65 años,
traduciéndose en un riesgo de morir en ese estado por enfermedades isquémicas del corazón 3,6
veces más alto que el observado en Quintana Roo, donde se registró la mortalidad más baja por esta
causa, con 7,3 muertes por 100.000 habitantes.

Neoplasias malignas

Entre enero de 2007 y agosto de 2009 la tasa de mortalidad acumulada por cáncer cérvico–uterino y
cáncer de mama fue de 36,4 y 42,7 por 100.000 mujeres de 25 y más años de edad,
respectivamente. En 2009 la tasa de mortalidad por cáncer cérvico–uterino se estimó en 12,9
defunciones por cada 100.000 mujeres del mismo grupo etario, ligeramente inferior (5,4%) a las
13,6 defunciones notificadas en 2008 y marcadamente más baja (32%) que la tasa de 19,2 del año
2000. Por el contrario, la mortalidad por cáncer de mama muestra una tendencia ascendente, con un
crecimiento de 12% entre 1990 y 2000 (de 13 a 14,6 defunciones por 100.000 mujeres de 25 años y
más) y de 14% entre 2001 y 2009. En este último año la tasa subió a 16,9 defunciones por 100.000
mujeres de 25 y más años de edad (1).

Diabetes

Entre los problemas de salud pública emergentes que es necesario enfrentar en México destaca la
diabetes sacarina, cuya prevalencia aumentó entre 2000 y 2009 y provocó 77.699 muertes solo en el
último año. Además, en el período 1990–2009, la mortalidad por esta enfermedad experimentó un
preocupante incremento que afectó en mayor medida a los hombres (234%) que a las mujeres
(181%). En 2009, las 78.121 defunciones representaron 14,7% del total de muertes registradas en
el país, lo que mantiene a esta enfermedad –desde hace ya varios años– como la principal causa de
muerte a nivel nacional. El país ha determinado que la meta nacional es mantener una velocidad de
crecimiento no mayor a 3,92% anual durante el período 2008–2012, de forma tal que la tasa de
mortalidad por diabetes sacarina en 2012 no supere las 82,4 defunciones por 100.000 habitantes.
Respecto del comportamiento de la mortalidad por diabetes sacarina observada en las entidades
federativas, en 2009 el Distrito Federal registró la tasa más elevada del país con 104,7 muertes por
100.000 habitantes, seguido por Tlaxcala con 93,4. En el extremo opuesto, Quintana Roo registró la
menor tasa con 35,6 muertes por 100.000 habitantes, lo que significa que, sin considerar otras
variables, el riesgo de morir por diabetes sacarina en el Distrito Federal es 2,9 veces más alto que el
de Quintana Roo. Incluso cuando la mortalidad por esta enfermedad en términos generales es más
alta entre las mujeres, en el Distrito Federal, Colima, Michoacán, Quintana Roo y Baja California Sur
son los hombres quienes registraron tasas más elevadas, con el Distrito Federal como la entidad
federativa donde tal diferencia fue mayor (1).

Desastres

Los ciclones, los huracanes y las tormentas han sido los desastres que golpean más frecuentemente
a México. Según la Secretaría de Salud, entre 2006 y 2007 se registraron 415 eventos
hidrometeorológicos y 201 accidentes, incluidos incendios, explosiones y derrames (19). Durante
2009 se declararon 23 emergencias por desastres naturales, mientras que en 2010 los desastres
naturales más importantes fueron los provocados por fenómenos meteorológicos en Ciudad de
México, estado de México, Guerrero y Michoacán, además del terremoto que afectó al estado de Baja
California y el huracán Alex que azotó los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas (20).

Trastornos mentales

Actualmente 50% de los pacientes mentales de México reciben atención hospitalaria y apenas 30%
de los establecimientos de atención primaria cuentan con protocolos de evaluación y tratamiento
para condiciones claves de salud mental. Efectivamente, pese a que se busca cambiar el paradigma
hacia la atención en salud mental comunitaria a nivel del país, el eje principal para el tratamiento de
estos trastornos sigue siendo el tercer nivel de atención, evidenciado por la disponibilidad de 46
hospitales psiquiátricos frente a solo 13 unidades de internamiento en hospitales generales y 8
establecimientos residenciales.

Factores de riesgo y protección

Tabaquismo, alcoholismo y drogas ilegales

En México, el tabaquismo es considerado como uno de los principales problemas de salud pública,
responsable de unas 60.000 muertes anuales por padecimientos atribuibles al consumo de tabaco.
Las principales causas de mortalidad asociadas al tabaquismo son las enfermedades isquémicas del
corazón, enfisema pulmonar, enfermedad cerebral vascular y cáncer pulmonar. Cerca de 18,5% de
los mexicanos son fumadores, es decir unas 14 millones de personas de entre 12 y 65 años de edad.
A partir de la aprobación de la Ley General para el Control del Tabaco en 2008, el país ha avanzado
significativamente en el cumplimiento de los compromisos asumidos en el Convenio Marco de la OMS
para el Control del Tabaco. El consumo de alcohol, por otro lado, es considerado la puerta de entrada
al consumo de otras drogas y constituye la principal causa de muerte en jóvenes y la cuarta causa de
mortalidad general. Seis de cada 100 personas mueren anualmente por cirrosis hepática derivada del
consumo nocivo de alcohol y se estima que cerca de 27 millones de mexicanos beben con poca
frecuencia, pero en cantidades excesivas. Durante el período 2002–2008 el consumo de marihuana,
cocaína y sus derivados, heroína, metanfetaminas, alucinógenos e inhalables aumentó de 4,6% a
5,2% (21, 22, 23).

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

La función de rectoría del sistema nacional de salud en México es desempeñada por la Secretaría de
Salud (24). Por otro lado, el Consejo Nacional de Salud (CONASA) impulsa también la función rectora
a nivel de las 32 entidades federativas con sus diferentes componentes y la coordinación territorial de
la política nacional de salud, cuyas secretarías de salud estatales coordinan y conducen en ese
ámbito las políticas nacionales y locales de salud con los diferentes actores involucrados (25). El
Programa Nacional de Salud 2007–2012 (PRONASA) y Programa sectorial de Salud 2007–2012
(PROSESA) son quienes deben garantizar el acceso a los servicios básicos y reducir las desigualdades
mediante intervenciones focalizadas en comunidades marginadas y grupos vulnerables.

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

La segmentación del Sistema Nacional de Salud de México genera diferencias obvias en las
condiciones de acceso de la población a los servicios de atención en salud y su fragmentación le resta
costo–eficiencia. Aun cuando la Secretaría de Salud ha efectuado inversiones importantes en materia
de infraestructura y ha incrementado el presupuesto sanitario durante el período 2006–2010, todavía
persisten obstáculos para construir un sistema equitativo con la universalidad de una respuesta
socio–sanitaria, sin que el gradiente socio–económico intervenga. El programa SíCalidad de la
Secretaría de Salud y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, recién designado como Centro
Colaborador de la OMS/OPS, canaliza de manera efectiva la calidad de la atención y la seguridad del
paciente como un eje integrador a nivel de las diferentes entidades que conforman el sistema de
salud.

Acción intersectorial y salud

Los programas federales "Oportunidades" (1997) y de "Apoyo Alimentario" (2010), ambos a cargo de
la Secretaría de Desarrollo Social, entregan sumas en efectivo, alimentos, becas y paquetes gratuitos
de salud a 5,8 millones de hogares pobres. Sus familias beneficiarias tienen que acudir al menos una
vez por semestre a la unidad de salud más cercana a su lugar de residencia para recibir los servicios
de salud de acuerdo a lo establecido en su cartilla nacional. Con la secretaría de gobernación, a
través de la protección civil, el sector sanitario desarrolla estrategias ante las grandes amenazas de
salud pública, incluyendo el programa "Hospital Seguro". Otra iniciativa intersectorial fue la creación
en 2010 del Consejo Nacional para las Enfermedades Crónicas, junto con las secretarías de hacienda,
agricultura, educación, trabajo y economía, además del sector privado.

Protección social

La población "legal" cuenta con 64,5 millones de derecho–habientes, vinculados –en 2010– al
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los
Trabajadores del Estado (ISSSTE), Petróleos Mexicanos (PEMEX), la Secretaría de la Defensa
Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Marina (SEMAR). El Seguro Popular contribuye a la viabilidad
del artículo 4.° de la Constitución, que señala que "Toda persona tiene derecho a la protección de la
salud. La ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud" (26, 27, 28). El
número de afiliados al Seguro Popular pasó de 15,7 millones en 2006 a 40 millones en 2010, aunque
muchos mexicanos no tienen un régimen o padrón único de aseguramiento.

Mientras tanto, la población usuaria durante el mismo año 2010 se tradujo en 45,2 millones de
derechohabientes que acudieron a los servicios de salud y 42,7 millones que utilizaron los servicios a
través del Seguro Popular, las secretarías de salud federal y estatales, y el programa "IMSS
Oportunidades". El Seguro Popular cuenta con 275 intervenciones incluidas en el Catálogo Universal
de Servicios de Salud, las cuales cubren casi 1.500 enfermedades que en 2010 representaban 100%
de la atención primaria, 95% del segundo nivel y 60% de los padecimientos que entrañan gasto
catastrófico, incluidas 57 intervenciones de alto costo a través del Fondo para Gastos Catastróficos.
La cobertura sanitaria se complementa con el Seguro Médico para una Nueva Generación, el cual
desde su creación en 2006 protege a casi 5 millones de niños desde su nacimiento.

LEGISLACIÓN EN SALUD

Una limitación para conducir la política sanitaria nacional –en los términos que la define la Ley
General de Salud– es la insuficiente reglamentación vinculante y la existencia de leyes específicas
que rigen la dinámica de las instituciones de salud, lo cual exige un liderazgo adicional del Ejecutivo
Federal, a través del Secretario de Salud, así como consensos y acuerdos coyunturales entre los
diversos actores políticos del sector.

La heterogeneidad normativa actual de las instituciones de salud, así como de sus reglas de
operación, son algunos de los problemas más importantes que hay que resolver para lograr la
integración funcional del sistema sanitario nacional. A nivel de la regulación, la Comisión Nacional de
Protección Social en Salud (CNPSS) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (COFEPRIS) llevan a cabo acciones de protección financiera y de riesgos para la salud,
respectivamente.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

El financiamiento del sistema de salud de México se sustenta en los impuestos generales, las
contribuciones de obreros y patrones, el pago de bolsillo de los hogares y el pago de primas a los
seguros privados. El seguro popular fue establecido para orientar los fondos públicos y así conseguir
más equidad de acceso a los servicios de salud, a través de la aportación solidaria de la federación y
de los estados. En 2009 el gasto en salud representaba 6,9% del PBI, aunque 47,7% del total
proviene de gastos del bolsillo, de los cuales 59% se relacionaban con la compra de medicamentos.
La proporción de hogares que enfrentaban gastos catastróficos en 2006 era de 3,73% y la meta
establecida para 2012 fue reducir este porcentaje en un 10% para evitar el empobrecimiento por
motivos de salud (26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34).

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

En México, la formación del personal sanitario está a cargo de diversas instituciones académicas
públicas y privadas. No hay una política de recursos humanos en salud ni un plan regulador que
orienten la formación de profesionales según las necesidades prioritarias del sector. El modelo
prevalente, que se basa en la atención hospitalaria, parece estar transitando hacia un modelo
integrado de atención a la salud (MIDAS), cuyos componentes van a privilegiar la atención primaria.
Con una tasa de 15 por 10.000 habitantes, los médicos generales o de familia son proporcionalmente
menos numerosos (6:9) que sus colegas especialistas. La tasa de enfermeras es de 22 por 10.000
habitantes y la razón enfermera/médico apenas llega a 1,4, muy por debajo del promedio de los
países de la OCDE. Los retos por delante abarcan la valoración de los médicos de familia, las
enfermeras y el equipo de salud en su conjunto.
SERVICIOS DE SALUD

Dado que se tiene un sistema de salud segmentado, la oferta de servicios para la atención a las
personas está a cargo de diversos prestadores que, de acuerdo a la población que atienden, se
agrupan en tres categorías: proveedores públicos para población con seguridad social, proveedores
públicos para población abierta –sin o con afiliación al Seguro Popular– y proveedores privados para
población con capacidad de pago. Para la población con seguridad social, los servicios son impartidos
por establecimientos que pertenecen a cinco instituciones: IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA y SEMAR.
En este contexto de fragmentación, salvo nuevos mecanismos y algunos acuerdos de intercambio de
servicios, se plantea el desafío de armonizar la provisión entre las diferentes entidades alrededor de
las secretarías de salud estatales con los organismos públicos descentralizados (OPD) y los actores
de la Seguridad Social presentes a este nivel.

La Secretaría de Salud (federal) vincula a 18 establecimientos –incluidos los 12 institutos nacionales


de alta especialidad– que apoyan a los otros niveles de atención. El país cuenta con 20.002 unidades
de consulta ambulatoria y de hospitalización (79.000 camas) así como con 62.239 consultorios, en
30% de los cuales se desempeñan médicos generales o de familia. [En comparación, el sector
privado tiene 6,6 veces menos unidades y 4,4 veces menos consultorios]. Las 565 unidades de
especialidad médica (UNEMES), establecidas en 2006, corresponden a un nuevo modelo de atención
en el entorno ambulatorio y abarcan, entre otras necesidades, las adicciones (309), las
enfermedades crónicas (95), el VIH/Sida y otras enfermedades de transmisión sexual (71) y la salud
mental (44). El Programa "IMSS Oportunidades", que atiende a más 10 millones de personas, se
sustenta en la atención primaria en salud a través de dos componentes: la atención médica y la
acción comunitaria. Finalmente, las personas con discapacidad, los menores de edad, las mujeres o
los adultos mayores en dificultad, entre otros grupos de vulnerabilidad social, pueden acudir también
al sistema Desarrollo Integral de la Familia –a nivel nacional, estatal y municipal– para ser atendidos
por personal competente.

Medicamentos y tecnología en salud

La entrega de medicamentos ha sido declarada, por el poder judicial de la federación, como una
obligación de las entidades públicas que prestan servicios de salud, privilegiando cada vez más un
mayor acceso. Como proporción del total de recursos asignados a salud, el 28,3% que gasta México
en medicamentos rebasa significativamente el promedio de 17,2% de los países de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En este contexto, las estrategias adoptadas
por la Secretaría de Salud han privilegiado el establecimiento de la Comisión Coordinadora de
Negociación de Precios de Medicamentos y otros Insumos para la Salud, una política a favor de
medicamentos genéricos intercambiables y de eliminar los requisitos de planta para liberalizar su
accesibilidad. El Centro Nacional para la Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC) de la Secretaría,
como nuevo Centro Colaborador OMS/OPS, canalizó en 2009 la producción de más de 300 "guías de
práctica clínica" –con una meta de 450 para 2012– y una cultura de evaluación de las tecnologías
antes de su incorporación en el sistema de salud.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
De acuerdo al 4.° Informe del Gobierno Federal (2010), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
otorgó 35.000 becas para estudios de posgrado, de las cuales 68% corresponden a graduados de
áreas científicas e ingenierías, demostrándose un mayor énfasis en brindar oportunidades para la
formación de calidad en áreas estratégicas del desarrollo. Según el Sistema de Información sobre
Ciencia y Tecnología, en 2010 México contaba con 16.598 investigadores acreditados por el Sistema
Nacional de Investigación –66,75% hombres y 33,25% mujeres.
Salud Y Cooperación Internacional
Según el 5.° informe de labores de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, el país participó
en los esfuerzos con organismos regionales para lograr la aprobación de la gobernanza del Sistema
Mesoamericano de Salud Pública (SMSP). Entre las áreas desarrolladas por el SMSP en dicha región
durante esta primera etapa destacan la salud materna e infantil, vacunación, nutrición y
enfermedades transmitidas por vectores donde a través de estos programas se han capacitado a 332
funcionarios de los países de la región. En relación al medio ambiente, se ha impulsado el desarrollo
de la Estrategia Mesoamericana de Sustentabilidad Ambiental (EMSA) y, en el caso de los desastres
naturales, el Sistema Mesoamericano de Información Territorial para la Reducción de Riesgos de
Desastres Naturales (SMIT). Con América del Norte (Canadá y Estados Unidos), México ha trabajado
para seguir fortaleciendo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), haciendo
hincapié en la modernización fronteriza con Estados Unidos. En cuanto al crítico tema de la
migración, México ha estado utilizando todos los recursos a su alcance para garantizar el respeto a
los derechos fundamentales de sus ciudadanos en el exterior. Por otro lado, México continúa
desarrollando junto con Estados Unidos la Iniciativa Mérida, dirigida a combatir la delincuencia
transnacional, mientras que con Canadá mantiene en operación el programa de trabajadores
agrícolas temporales.

Síntesis Y Perspectivas
México presenta buenos resultados en cinco indicadores de salud: cobertura de vacunación contra el
sarampión en niñas y niños de 1 año de edad, prevalencia de bajo peso en niños menores de 5 años,
promedio de consultas prenatales en instituciones públicas de salud, tratamientos otorgados a casos
confirmados de malaria y prevalencia de VIH/Sida. Han mejorado asimismo indicadores tales como la
mortalidad infantil, la mortalidad en menores de 5 años, los partos atendidos por personal calificado,
la prevención y el control del dengue y la mortalidad por tuberculosis en todas sus formas. Entre los
principales retos que se plantean de cara al futuro figuran la reducción de la mortalidad materna y la
prevención y el control de las enfermedades crónicas no transmisibles.
Panamá

Introducción
La República de Panamá limita al norte con el mar Caribe, al este con la República de Colombia, al
sur con el océano Pacífico y al oeste con la República de Costa Rica (1). El gobierno es unitario,
republicano y democrático. Los procesos históricos han propiciado la migración y convergencia de
diversas nacionalidades y culturas, situación que se mantiene por su condición de país de tránsito.

La división político–administrativa actual comprende 9 provincias, 75 distritos o municipios, 3


comarcas indígenas con categoría de provincia (Guna Yala, Emberá y Ngäbe–Buglé) y 2 comarcas
con nivel de corregimiento (Guna de Madungandí y Guna de Wargandí) (1). La población total en
2010 ascendió a 3.405.813 habitantes (2).

La población indígena representa aproximadamente 12% de la población total y está constituida por
los siguientes grupos: Guna, 1 Emberá y Wounaan, Ngäbe–Buglé, Bokota, Teribe y Bri Bri. El 9,2%
son negros o afrodescendientes. El 64,4% de la población del país habita en áreas urbanas, y se
concentra en las provincias de Panamá y Colón (58,2%).

La densidad de población es de 45,9 habitantes por km2, pero en la provincia de Panamá es de 151,7
habitantes por km2. El crecimiento anual de la población fue de 1,7% en 2006, 1,6% en 2008 y 1,5%
en 2010 (1), y muestra una tendencia al envejecimiento: el grupo de menores de 15 años disminuyó
de 32,0% en 2000 a 29,2% en 2010, y el de 65 y más años aumentó de 6,0% a 7,4% en el mismo
período. En 2010, 63,4% de la población tenía de 15 a 64 años, es decir que se clasificó como
población productiva (figura 1).

Todos los años, la población indígena Ngäbe–Buglé emigra hacia Costa Rica durante seis meses
desde la fronteriza provincia de Chiriquí, donde habitan, para trabajar temporalmente en la zafra de
café de la zona atlántica. Proteger a esta población con los programas nacionales de salud es un
desafío y una necesidad. La migración interna predominante se produce del área rural hacia la
urbana, y en su mayoría se trata de jóvenes de 15 a 29 años de edad.

Panamá es dueño del único canal interoceánico entre el Atlántico y el Pacífico, importante generador
de divisas y actualmente en proceso de expansión. Cuenta además con servicios portuarios,
comerciales y financieros, la mayoría en la Zona Libre de Colón (3), que tienen un enorme impacto
en la economía nacional, ya que aportan 8% del producto interno bruto (PIB). Todo esto asegura al
país un desarrollo económico en ascenso. Si se desestima la distribución de la riqueza, Panamá está
catalogado, en términos absolutos, como un país de ingreso económico mediano–alto (4).

Determinantes Y Desigualdades En Salud


La Encuesta de Niveles de Vida de 2008 (5) reveló que 32,7% de las personas son pobres.2 En el
período 2003–2008 se redujo tanto la pobreza general (4,1 puntos porcentuales) como la pobreza
extrema (2,2 puntos porcentuales) (figura 2). La pobreza afectaba a 17,7% de la población urbana,
50,7% de la rural y 96,3% de la indígena (5). La esperanza de vida al nacer era de 75,3 años en
2006 y 75,8 en 2009, y más alta en las mujeres (78,0 en 2006 y 78,5 en 2009) que en los hombres
(72,8 años en 2006 y 73,2 en 2009). La esperanza de vida en las comarcas indígenas es entre 7 y 9
años menor que en el resto del país: en la comarca Emberá fue de 66,2 años en 2007 y 66,9 años en
2009, y en la comarca Ngäbe–Buglé, de 68 años en 2007 y 68,6 en 2009.
En lo que respecta al nivel de educación, el analfabetismo (6) disminuyó de 7,6% en 2000 a 5,4% en
2010. No obstante, hubo un mayor número de mujeres analfabetas que de hombres (6,0% y 4,9%,
respectivamente). Las provincias con el mayor porcentaje de analfabetas fueron Darién (15,9%),
Bocas del Toro (12,1%) y Veraguas (10,9%). La situación de las comarcas con población indígena es
mucho más grave y afecta en mayor magnitud a las mujeres (2). Los hombres registran una tasa de
participación en la actividad económica de 66,6%, en comparación con 37,0% para las mujeres.

El gasto social en salud como porcentaje del gasto público en 2009 (32,0%) sufrió una disminución
de 3,5 puntos porcentuales, en comparación con el de 2005 (35,5%) (7). Si bien en las últimas
décadas la salud ha mejorado notablemente, los promedios nacionales esconden grandes
desigualdades en materia de resultados y acceso a servicios de salud, en detrimento de la población
rural e indígena. Estos resultados no se deben a un bajo gasto en salud, sino a ineficiencias en la
distribución y el uso de los recursos.

Panamá es Estado parte de distintos tratados, convenciones, pactos y protocolos vinculantes que
establecen medidas específicas que deben ser adoptadas para proteger el derecho al disfrute del más
alto nivel posible de salud y otros derechos humanos. Estos instrumentos incluyen el Pacto de
Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la
Convención de los Derechos del Niño, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Protocolo Adicional a la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (Protocolo de San Salvador) y la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


En 2005, el monitoreo de la calidad del agua puso de manifiesto que 15% de los ríos estaban
altamente contaminados con sustancias orgánicas biodegradables, pero en 2008 solo lo estaban
0,4% (8). A nivel nacional, un promedio de 91,8% de las viviendas (9) recibe agua apta para el
consumo humano a través de acueductos y 94,5% cuenta con servicios sanitarios, pero en la
población indígena persisten coberturas bajas. Solo en la ciudad de Panamá se generan diariamente
de 900 a 1.200 toneladas de basura (10). En 2010, la mayoría de los sitios de acopio de residuos del
país no cumplían con los requerimientos mínimos de vertederos controlados (8). Las tierras secas y
degradadas (11) ocupan 27% del territorio nacional y en ellas viven aproximadamente medio millón
de personas, la mayoría en pobreza o pobreza extrema. Son improductivas y la deforestación es
notable; abarcan cinco provincias y una comarca indígena. El aumento de la extensión de las áreas
protegidas (12), de 34,3% en 2006 a 38,7% en 2009, contribuye a la conservación de los bosques
(13). Al creciente parque automotor se le atribuye 90% de la contaminación del aire (8). En 2009 se
establecieron políticas públicas sobre la prohibición del uso de combustibles con plomo, que
impusieron límites permisibles a las emisiones de gases (14) para todo tipo de vehículos.

El control del comercio internacional de los contaminantes orgánicos persistentes, su eliminación y


movimientos transfronterizos, se regula a partir de la ratificación de los Convenios de Rotterdam,
Estocolmo y Basilea. Mediante resolución No. 210 de 2009 (15) se prohibió el lindano
(gammahexacloruro de benceno). En 2008, por cada panameño se utilizaba al menos tres kilogramos
de agroquímicos, cantidad seis veces superior a la utilizada en América Central. De 2006 a 2008, el
volumen de plaguicidas agrícolas aumentó de 5,6 a 7,2 millones de kilogramos, predominantemente
los insecticidas organofosforados más peligrosos (16).

Según la Dirección Nacional de Operaciones del Tránsito de la Policía Nacional, en el período 2005–
2010 se registraron 249 defunciones por accidentes de tránsito (17). Las causas principales fueron la
violación de las normas sobre límites velocidad, la ausencia de cinturón de seguridad, la ingesta de
bebidas alcohólicas y el uso del celular al conducir. En 2007 se registraron 61.352 incidentes
delictivos (17) y 64.893 en 2008, de los cuales 54,4% se notificaron en la provincia de Panamá. De
2007 a 2010 se reconocieron 1.393 violaciones, con un aumento del riesgo de 12% anual (5). Según
la Defensoría del Pueblo (18), la violencia doméstica fue el segundo delito más denunciado (hubo 51
mujeres asesinadas en 2007 y 72 en 2010). Murieron 1.531 hombres y 306 mujeres en 2009 por
accidentes, suicidios y homicidios, y otras causas externas. De acuerdo con el Boletín Estadístico
2009 (19) del Ministerio de Salud, la tasa de homicidios por 100.000 habitantes aumentó de 19,3 en
2008 a 23,0 en 2009. Entre 2007 y 2010 ocurrieron 892 eventos generadores de emergencias y
desastres (inundaciones 57,8%, incendios 15,4%, deslizamientos de tierra 10,4%, desmoronamiento
de estructuras 9,7% y vendavales 6,7%), que afectaron directamente a 4,9% de la población. 3 Los
estados de emergencia nacional por inundaciones y deslizamientos que tuvieron lugar en diciembre
2008 (20) y diciembre de 2010 (21) provocaron pérdidas humanas y de infraestructura de salud y,
por primera vez, el cierre temporal del Canal de Panamá (22). Se cuenta con una política nacional de
gestión integral en caso de desastres (23). En 2007 se aprobó la Política Nacional de Cambio
Climático (24).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

Los tumores malignos de mama aumentaron de 109 por 100.000 habitantes en 2002 a 169 por
100.000 en 2009 (2), mientras que los tumores malignos cervicouterinos disminuyeron de 127 por
100.000 habitantes en 2002 a 112 por 100.000 en 2009 (2). En 2008, el Ministerio de Salud
incorporó la vacuna contra el virus del papiloma humano para las adolescentes de 10 años, con una
cobertura de 42% en 2009 y 67% en 2010.4

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva de 2009 (25), 48,8% de las
mujeres casadas o unidas utilizan algún método moderno de planificación familiar; la esterilización
femenina es el método más utilizado (16,8%). El uso de métodos modernos en las áreas de
población indígena es de 19,0%. Sin embargo, datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
indican que en 2010 la prevalencia de uso de anticonceptivos en las mujeres en edad fértil fue de
11,8%.

En 2009, la tasa de natalidad fue de 19,8 por 1.000 habitantes, pero tuvieron cifras superiores a la
tasa nacional las provincias de Bocas del Toro (31,5), Colón (21,8) y Darién (21,4), así como las
comarcas Guna Yala (27,6), Emberá (23,0) y Ngäbe–Buglé (33,4). La tasa global de fecundidad fue
de 2,4 hijos por mujer en 2006 y 2,3 en 2010. Hay zonas con tasas de fecundidad por encima de la
tasa nacional (2), como el área rural y las comunidades indígenas (Bocas del Toro 3,76 y Guna Yala
3,79 hijos por mujer).

La atención institucional del parto en 2009 ascendió a 95,7% a nivel nacional, y por profesional
calificado, a 96,0% (99,9% en las zonas urbanas y 84,7% en las rurales); en la comarca Ngäbe–
Buglé, 61,3% de los partos recibió atención profesional. La tasa de mortalidad materna descendió de
83,6 por 100.000 nacidos vivos en 2006 a 24,9 por 100.000 en 2010, pero en las comarcas
indígenas se registraron tasas de 90 por 100.000 nacidos vivos (Ngäbe–Buglé) y 246 por 100.000
(Guna Yala). El 75% de las defunciones se atribuyeron a causas obstétricas directas: trastornos
hipertensivos asociados al embarazo, hemorragia, aborto e infección (9).

Niños (menores de 5 años de edad)

La mortalidad infantil descendió de 14,8 por 1.000 nacidos vivos en 2006 a 11,9 por 1.000 en 2010,
pero hay áreas con tasas de mortalidad infantil muy por encima del indicador nacional, como Bocas
del Toro (26,6 por 1.000), la comarca Emberá (32,1 por 1.000) y la comarca Guna Yala (22,3 por
1.000). La tasa de mortalidad de los menores de 5 años descendió de 19,9 defunciones por 1.000
nacidos vivos en 2006 a 17,1 por 1.000 en 2009. Para que en 2015 la tasa de mortalidad en los
menores de 5 años disminuya dos tercios de la observada en 1990 (meta de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio: 8,1 defunciones por 1.000 nacidos vivos), el ritmo de descenso debería ser de
1,5 puntos por año desde 2009 hasta 2015 (26).

Adolescentes (15 a 19 años de edad)

Los problemas de salud de los adolescentes se asocian con patrones de conducta que imponen
riesgos, por ejemplo: 19,8% de las mujeres de 15 a 19 años son madres o están embarazadas, con
mayor frecuencia en las áreas rurales e indígenas. La morbilidad en este grupo incluye además la
violencia. Del total de homicidios en el país, 15,1% afectaron a personas de 10 a 19 años y
estuvieron relacionados con las disputas entre pandillas (27). En el grupo de edad de 15 a 19 años se
notificaron las siguientes infecciones de transmisión sexual: vaginitis aguda y vulvovaginitis; virus del
papiloma humano; enfermedad pélvica inflamatoria; gonorrea, con una razón hombre/mujer de 5:1;
sífilis, con una razón hombre/mujer de 0,7:1, y herpes genital, con una razón hombre/mujer de
0,2:1 (28).

Adultos mayores (60 y más años de edad)

Las proyecciones demográficas indican que en los próximos 50 años habrá un aumento del grupo de
65 y más años, que representará 17% de la población y demandará mayor asistencia social y
atención de salud. Panamá tiene el índice de envejecimiento más alto de América Central: 5,9%
(29). En 2010, la esperanza de vida al nacer fue de 60,0 años en la población de las comarcas
indígenas y 75,9 años en el resto de la población (78,6 años para las mujeres y 73,4 para los
hombres).

Pueblos étnicos o raciales

La población indígena aumentó de 10,7% en 2005 a 12,0% en 2010. La situación de las comarcas
indígenas difiere mucho de la del resto de las provincias: en el período 2006–2010, la esperanza de
vida en cualquiera de las tres comarcas indígenas estaba por debajo del indicador nacional. Los datos
correspondientes a 2007–2009 muestran que en las comarcas indígenas la tasa de mortalidad infantil
siempre fue mucho más elevada que la tasa nacional, y en dos de las comarcas tiende a aumentar.

En la sociedad Ngäbe–Buglé, las mujeres sufren mayor marginación y pobreza que el resto de su
pueblo, y son particularmente vulnerables ya que ocupan un papel secundario. Inician su vida marital
prácticamente desde el momento de la menarquia, tienen muchos hijos (el hombre es quien decide el
número), su acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva es limitado (por insatisfacción con
los proveedores de servicios de salud no indígenas y por razones culturales), y sus tasas de
mortalidad materna son elevadas (2).

Personas con discapacidades

La prevalencia nacional de discapacidad es de 11,3% (30), con un rango de 2,7% (Emberá) a 15,6%
(Veraguas). Las provincias y comarcas que tienen una prevalencia superior al promedio nacional son
Guna Yala, Herrera, Darién, Coclé, Ngäbe–Buglé, Chiriquí y Los Santos. La prevalencia es mayor en
las mujeres (12,4%) que en los hombres (10,4%) y aumenta con la edad: 6% en los menores de 20
años, 7% en los de 20 a 39, 20% en los de 40 a 64 años y 42% en los mayores de 65 años.

MORTALIDAD
La tasa de mortalidad general no ha presentado mayores cambios entre 2006 (4,4 defunciones por
1.000 habitantes) y 2009 (4,5 por 1.000) (cuadro 1). Fue mayor en los hombres (5,3 por 1.000) que
en las mujeres (3,7 por 1.000) (31). En el cuadro 2 se presentan las 10 principales causas de
mortalidad en 2010. Las causas de mortalidad difieren según las provincias: las enfermedades del
sistema circulatorio y los tumores malignos son las primeras causas de muerte en Chiriquí, Coclé,
Herrera, Los Santos, Panamá y Veraguas, mientras que las enfermedades infecciosas y parasitarias
constituyen la primera causa de muerte en Bocas del Toro y las comarcas Guna Yala y Ngäbe–Buglé.
La tasa de mortalidad infantil descendió de 14,8 por 1.000 nacidos vivos en 2006 a 12,2 por 1.000
en 2009 y 11,9 por 1.000 en 2010. Sin embargo, este indicador refleja importantes desigualdades al
desagregar los datos por provincia y por área. En el área rural, en 2009 se registró una tasa de
mortalidad infantil de 15,8 por 1.000 nacidos vivos (408 defunciones), mientras que ese mismo año
en el área urbana la tasa fue de 10,1 por 1.000 nacidos vivos (429 defunciones).

Se calcula que el subregistro general de la mortalidad en 2007 y 2009 fue de 13,4% y 12,7%
respectivamente, pero las diferencias del mismo entre provincias pudieran ser tan grandes como de
3,5% en Panamá a 64,9% en la comarca Emberá en 2007, y de 0,7% en Panamá a 78,0% en la
misma comarca en 2009. Entre 2007 y 2009, las defunciones con causas mal definidas representaron
de 3,1% a 3,6% a nivel nacional, pero variaron entre provincias (de 0,4% en la provincia de Colón a
26,3% en la comarca Guna Yala en 2007 y de 1,1% en la ciudad de Panamá a 37,4 % en la comarca
Guna Yala en 2009.

MORBILIDAD
Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

La tasa de morbilidad por malaria disminuyó de 50,6 por 100.000 habitantes en 2006 a 11,9 en 2010
(32). Se observó la misma tendencia en el índice parasitario anual (IPA), que bajó de 0,5 en 2006 a
0,1 en 2010,5 así como en la mortalidad (tres defunciones entre 2006 y 2008). Las comarcas
indígenas, Darién y Panamá Este, aportaron 70% de los casos totales, causados predominantemente
por Plasmodium vivax. De 2006 a 2010 se notificaron 18.987 casos de dengue, con una tasa de
letalidad de 10,6%.6 El año 2009 fue el de mayor incidencia en el período, con 7.469 casos (131,0
por 100.000 habitantes); en 2006 hubo 4.326 casos (75.89 por 100.000 habitantes). 7 Circularon los
serotipos del dengue 1, 2 y 3.

Enfermedades prevenibles por vacunación

En diciembre de 2007 se aprobó la Ley de Vacunas. Entre 2007 y 2010, la cobertura de vacunación
en los menores de 1 año aumentó de 88,0% a 93,6% para la pentavalente (DPT–Hib–HepB), de 88%
a 95% para la antipoliomielítica y de 66% a 88% para la vacuna contra rotavirus. La cobertura con la
BCG se mantuvo en 100%, y con la antineumocócica conjugada, introducida en 2010, se logró una
cobertura de 47,5%. En los niños de 1 año, la cobertura con la vacuna contra el sarampión, la
parotiditis y la rubéola aumentó de 84% a 100%. La introducción de nuevas vacunas en el esquema
de inmunización, tales como contra la hepatitis A, el toxoide tetánico diftérico acelular (Tdap), la
vacuna contra el virus del papiloma humano y la antineumocócica de polisacáridos, así como la
búsqueda intensiva de desertores e inasistentes en los municipios y la oferta de una serie de
oportunidades de vacunación dirigida a la población más vulnerable, han servido para aumentar las
coberturas.
No se han presentado casos autóctonos de sarampión desde 1995, de síndrome de rubéola congénita
desde 2000 y de rubéola desde 2002. Tampoco se han notificado casos de tétanos neonatal ni de
fiebre amarilla.

Zoonosis

En el período 2006–2010 no se han registrado casos de rabia humana ni de rabia canina. En bovinos,
la rabia transmitida por murciélagos hematófagos es endémica en el área de Panamá Este, Darién y
Colón. Durante el período 2006–2010, la tasa promedio anual de infecciones de origen alimentario
fue de 43,3 por 100.000 habitantes. De los casos notificados, 7% correspondieron a salmonelosis y
4% a shigelosis; se desconoce la etiología del restante 89% de los casos. Se registraron 79 casos de
leptospirosis en el período 2006–2010. La mayoría de los casos graves se diagnosticaron en
hospitales, ya que se trata de una enfermedad poco reconocida en los servicios de atención primaria.
A pesar de la subnotificación, se han comunicado casos en todas las regiones de salud del país, con
mayor frecuencia en las regiones de salud Metropolitana, San Miguelito y Colón.

De mayo a julio de 2010 se presentó un brote de encefalitis equina en la frontera entre Darién y
Panamá que afectó a personas y a equinos. Se registraron 179 casos sospechosos en seres humanos,
de los que siete se confirmaron en el laboratorio: cuatro casos de encefalitis equina del este, dos
mixtos de encefalitis equina venezolana y encefalitis equina del este, y un caso de encefalitis equina
venezolana. Todos los casos hospitalizados se presentaron en menores de 15 años.

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

Se notificaron cuatro casos de lepra en 2006 y otros cuatro en 2008. El 60% de los casos se clasificó
como lepra lepromatosa y 20% como lepra tuberculoide. Las áreas del país donde la leishmaniasis
cutánea es endémica se encuentran en Bocas del Toro, Coclé, Colón y Panamá Oeste, las cuales
notificaron 73% de todos los casos entre 2006 y 2010 (13.169 casos). De 2006 a 2009 se registró
una disminución marcada de la incidencia (114,9 por 100.000 en 2006 y 54,1 por 100.000 en
2009).8 En 2010, la tasa de incidencia fue de 98,06 por 100.000 habitantes. 9 La tasa de incidencia de
la enfermedad de Chagas fue de 0,9 por 100.000 en 2006 y 1,4 por 100.000 en 2009. Las áreas de
mayor riesgo son Panamá Metropolitana, Panamá Oeste y Panamá Este.

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

Entre los años 2005 y 2010 se notificaron 4.985 casos de sida y 4.379 de infección por el VIH
(32, 33), con una prevalencia nacional de VIH/Sida de 0,9% en personas de 15 a 49 años. En 2010
la razón hombre/mujer fue de 3:1 para el sida y 1,8:1 para el VIH (34). En 2009, la prevalencia en
embarazadas de VIH/sida a nivel nacional fue de 0,3% (32). La cobertura con tratamiento
antirretroviral en personas con infección avanzada fue de 56% (28); la cobertura con pruebas en
mujeres embarazadas (35) aumentó de 8,0% en 2003 a 74,9% en 2009.

En 2010, si se consideran únicamente los 11 casos confirmados de sífilis en recién nacidos, la tasa de
sífilis congénita nacional fue de 0,16 por 1.000 nacidos vivos; los casos sospechosos sumaron
3910 (36).

Tuberculosis

La tasa de incidencia de tuberculosis disminuyó de 52,7 por 100.000 habitantes en 2006 a 40,5 por
100.000 en 2010 (37). Las comarcas Ngäbe–Buglé, Guna Yala y la región de Bocas del Toro
presentaron la mayor incidencia. La enfermedad afecta a todos los grupos de edad y la incidencia es
más elevada en los hombres. En más de 90% de los establecimientos de salud se aplica la estrategia
de tratamiento acortado bajo observación directa. La tasa de éxito del tratamiento se mantuvo en
79% y el abandono superó el 10% (fue más significativo en las comarcas indígenas). El índice de
positividad para el VIH fue de 14,9% en los casos nuevos de tuberculosis y de estos, 12,3%
pertenecían a casos de tuberculosis con baciloscopia positiva.

Enfermedades emergentes

Las enfermedades por hantavirus se han notificado en las provincias centrales del país: Los Santos,
Coclé y Veraguas. Desde 1999 hasta 2009 se registraron 135 casos de síndrome pulmonar por
hantavirus, con una tasa de incidencia acumulada de 4,3 casos por 100.000 habitantes y una
letalidad de 18,5%. Los hombres han sido los más afectados, con 60,2% de los casos (14). En
cuanto a la influenza, en mayo de 2009 se confirmó el primer caso de influenza A(H1N1), con un
potencial pandémico. Durante la pandemia se notificaron 2.268 casos sospechosos y se confirmaron
812 (36%), con una tasa de incidencia de 23,5 por 100.000 habitantes y 12 defunciones (una tasa
de mortalidad de 0,3 por 100.000 habitantes) (34). No se han registrado casos de cólera desde
1997.

Enfermedades crónicas no transmisibles

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades del aparato circulatorio constituyen la principal causa de muerte en la gran
mayoría de las provincias. En 2007, la tasa de mortalidad por enfermedades del aparato circulatorio
fue de 4.172 por 100.000 habitantes y en 2009, de 4.551 por 100.000.

Neoplasias malignas

La tasa de defunciones por tumores malignos mostró pocas variaciones: fue de 2.464 por 100.000
habitantes en 2007 y 2.433 por 100.000 en 2009. Las principales localizaciones fueron próstata;
estómago; tráquea, bronquios y pulmón; colon, recto y ano, y mama (38).

Diabetes sacarina

La incidencia de diabetes sacarina fue de 180,3 por 100.000 habitantes en 2006 y 157,5 por 100.000
en 2009 (39). Entre 2006 y 2008, el número total de defunciones estuvo por encima de 800 por
100.000 habitantes, y en 2009 fue de 744 por 100.000 habitantes. En 2010 se notificó una tasa de
mortalidad de 19,3 por 100.000 habitantes. Entre las principales causas de mortalidad en Panamá, la
diabetes sacarina es la única que afecta más a las mujeres que a los hombres.

Enfermedades nutricionales

Los niveles de desnutrición han disminuido (40) pero en las áreas indígenas, de pobreza extrema, va
en aumento. La deficiencia de peso para la edad afecta a 12,4% de los menores de 5 años y la de
peso para la talla, a 62,0%; estos valores triplican la prevalencia nacional. El crecimiento en este
grupo de edad es inadecuado, pero se agudiza en el de 12 a 24 meses. Según el patrón de referencia
de la OMS, los niños indígenas de 5 años tienen 9,2 cm menos de estatura que los del área urbana y
6,9 cm menos que los del área rural.

Se registraron importantes adelantos en el programa de suplementación con vitamina A (41) en las


zonas indígenas, donde se localiza el problema de deficiencia de micronutrientes. En 2010, el
programa de yodación (42) de la sal demostró que 0,5% de los escolares tenía yodurias inferiores a
50 µg/l y que 1,7% de las muestras de sal tenían menos de 20 mg por kg (42).

De acuerdo con el patrón de la OMS, la obesidad infantil disminuyó de 11,8% en 2003 a 9,8% en
2008. Sin embargo, en 33,1% de los prescolares se encontraron factores de riesgo de sobrepeso
(40).
Trastornos mentales
Según la encuesta nacional de 2007 sobre salud y calidad de vida, 5,3% de los encuestados había
tenido un diagnóstico de depresión. Este diagnóstico figuraba entre los 10 principales
correspondientes a enfermedades crónicas. En 2010, el Ministerio de Salud señaló que en sus
instalaciones se realizaron 39.943 consultas ambulatorias por esta causa y que 54,3% de las
consultas fue hecho por mujeres. El Instituto Nacional de Salud Mental, antiguo hospital psiquiátrico
nacional, redujo el número de camas de 200 en 2006 a 165 en 2010. Los tres primeros diagnósticos
de egreso en 2010 fueron el trastorno bipolar, los trastornos por uso de sustancias y la esquizofrenia.
En 2007 la tasa de suicidio fue de 5,09 por 100.000 habitantes. En 2006 se realizó una evaluación de
la atención de la salud mental en Panamá (43).

Factores de riesgo y protección


En 2008 se aprobó la Ley 13, que adopta medidas para el control del tabaco y sus efectos nocivos en
la salud (44). La Encuesta Nacional de Salud y Calidad de Vida de 2010 puso de manifiesto que
22,8% de los entrevistados fumaban; de estos, 70,5% eran hombres. En 2010 comenzaron a
funcionar tres clínicas para inducir el abandono del hábito de fumar. En cuanto al consumo de
drogas, 97,1% de los encuestados negó haber consumido otro tipo de sustancias en su vida. Sin
embargo, los trastornos por el uso de sustancias psicoactivas ocuparon el segundo lugar entre los
principales diagnósticos de egreso hospitalario del Instituto Nacional de Salud Mental, tanto en 2006
como en 2010. El consumo per cápita en mayores de 15 años fue de 6,9 litros de alcohol puro/año
en el mismo período.

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Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

El Ministerio de Salud tiene a su cargo la determinación y conducción de la política de salud del


Gobierno, de acuerdo con el Decreto de Gabinete N° 1 del 15 de enero de 1969 y el Estatuto
Orgánico de Salud.

La regulación, la conducción y el desempeño de las funciones esenciales de salud pública son


responsabilidades exclusivas del Ministerio de Salud, en tanto que la armonización de la provisión de
los servicios de salud, el financiamiento y la vigilancia del aseguramiento son responsabilidades que
comparte con la Caja de Seguro Social (CSS) y el Ministerio de Economía y Finanzas. Comparte
también algunas funciones de conducción con otras instituciones: el Instituto Conmemorativo Gorgas
de Estudios de la Salud; el Consejo Técnico de Salud, que es responsable de otorgar la autorización
para el libre ejercicio de la profesión médica, y la Autoridad Nacional del Ambiente, encargada de la
regulación ambiental.

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

Panamá cuenta con un sistema de seguridad social clásico, administrado por la CSS, basado en dos
marcos legales: la Constitución Nacional, que en el artículo 109 consagra el derecho de los
ciudadanos a la seguridad social, y la Ley Orgánica de la CSS, que busca garantizar la sostenibilidad
financiera del seguro de invalidez, vejez y muerte, y establece la obligatoriedad de la CSS de prestar
servicios preventivos y coordinar acciones y servicios con el Ministerio de Salud. Los programas de la
CSS están orientados a la protección en caso de enfermedad. Según el Departamento de Planificación
de la CSS, en 2010 esta tenía 2.651.510 beneficiarios registrados, lo que representaba 75,6% de la
población.
GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

Panamá destina un importante porcentaje del PIB a la salud, con una tendencia al alza: 8,4% en
2006, 8,6% en 2008 y 10,5% en 2010. Aunque el gasto de bolsillo descendió entre 2006 y 2010,
sigue siendo alto: 30,7% en 2010. De 2006 a 2009, el gasto público en salud se mantuvo en 5% y
representó 14% del gasto público total. En 2010 se destinó 77,8% del gasto público en salud a
financiar la seguridad social. La inversión per cápita en salud del Estado fue de US$ 962 (45).

El Ministerio de Salud cuenta con la Ley de Gratuidad, orientada a la atención de la madre y el niño.
Sin embargo, se cobran algunos de los servicios especializados destinados a este grupo de población,
lo que repercute en el gasto de bolsillo y limita el acceso a los más pobres. Los hospitales del tercer
nivel y los institutos especializados de carácter nacional poseen una figura administrativa
denominada "Patronato", presidida por una junta directiva encabezada por el Ministro de Salud, que
complementa el financiamiento público asignado con las cuotas de recuperación o copagos; estos
pagos no representan más de 1% del costo real del servicio ni más de 5% de los recursos
disponibles. Aunque este mecanismo no es muy ágil ni eficiente, pues la red pública no puede
identificar a los afiliados a la CSS y la recuperación es muy lenta, aporta recursos administrados
directamente por la región o por los patronatos.

SERVICIOS DE SALUD

El sistema de salud está constituido por los sectores público y privado. El sector público, compuesto
por el Ministerio de Salud y la CSS, cubre a 90% de la población; la Caja es la mayor proveedora de
servicios de salud. El sistema está organizado en 14 regiones sanitarias (recientemente se crearon
dos nuevas: la Región de Salud de Arraiján y la Región de Salud de Panamá Norte. Esta red está
compuesta por 909 establecimientos de diversa complejidad (2) y se caracteriza por una distribución
inequitativa de los establecimientos y de los recursos humanos, que se concentran en las cabeceras
urbanas, y por una segmentación en la cartera de servicios. Mantienen subsidios cruzados, duplican
su oferta, compiten entre sí y no hay una clara separación de funciones. Esta situación provoca
inequidad, un debilitamiento de la rectoría y un aumento de los costos.

En las comarcas indígenas el único proveedor es el Ministerio de Salud, que ofrece servicios
ambulatorios con un paquete básico de incipiente adecuación cultural. La población indígena y la que
habita en zonas apartadas no tienen acceso a los servicios debido a barreras económicas y
geográficas, pero, sobre todo, por falta de infraestructura y personal técnico disponible.

La fragmentación del sistema también se refleja en que los hospitales de referencia nacional,
financiados por el Estado, tienen independencia jurídica y modelos de gestión privada (patronatos),
situación que limita y debilita la rectoría.

En 2010 el Ministerio de Salud elaboró el modelo de atención primaria de salud individual, familiar,
comunitario y ambiental (46). El mismo responde al Plan Estratégico de Gobierno y al Decreto
Ejecutivo 531 de julio de 2009, que insta a crear los centros de atención primaria de salud
innovadores en el marco de la estrategia renovada de atención primaria de salud. Con este mandato,
el Ministerio inició la construcción y el equipamiento de 7 hospitales y 35 establecimientos de
atención primaria bastante completos.

En materia de control de la calidad de la atención, se requieren mayores esfuerzos. El Ministerio y la


CSS realizan convenios con otros países para la contratación de médicos extranjeros, y con las
universidades, para la formación acelerada de técnicos, profesionales y especialistas.

Medicamentos y otros productos sanitarios

El país cuenta con una política nacional de medicamentos orientada al acceso a medicamentos de
calidad, con criterios de bioequivalencia e intercambiabilidad, como un mecanismo de abaratamiento
de los costos (47); en este marco se constituyó la Comisión Nacional Sectorial de Farmacovigilancia
(48).

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN SALUD

La investigación científico–técnica se rige por el Sistema Nacional de Investigación (49), encargado


de promover la investigación a través de acciones que conlleven el aumento del número y la calidad
de los investigadores que trabajan en el desarrollo científico y tecnológico, así como del número de
centros de investigación públicos y privados. Forman parte del Sistema Nacional de Investigación la
Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación; la Autoridad Nacional para la Innovación
Gubernamental, y el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud.

De acuerdo con el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2010–2014 (50),
Panamá presenta importantes debilidades tanto en materia de disponibilidad de recursos humanos
altamente calificados como de infraestructura para el desarrollo de las actividades de ciencia,
tecnología e innovación. El país invierte 0,26% del PIB en investigación, desarrollo e innovación, y
cuenta con solo 476 investigadores que trabajan a tiempo completo. Estos son valores bajos, aun en
el contexto latinoamericano en el que la inversión promedio en investigación, desarrollo e innovación
es de 0,7% del PIB, y el promedio de investigadores es de 1,0 por 1.000 miembros de la población
económicamente activa.

Gestión de la información

El país ha incorporado progresivamente herramientas de gestión de la información para la atención


sanitaria. Se dispone del sistema de fichas técnicas para consultas sobre productos para la salud
humana. Existen además los sistemas de manejo de suministros humanitarios, de auditoria de
expedientes, de registro de oferentes y catálogos de proveedores, de registros sanitarios y de
registro de consejo; este último permite capturar el expediente curricular de médicos y técnicos.

Tecnología

El Ministerio de Salud puso en funcionamiento el Hospital Virtual, que presta un servicio de


telerradiología mediante el cual varios hospitales se mantienen interconectados vía Web para la
consulta y el diagnóstico por imágenes.

RECURSOS HUMANOS

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censo, en las instalaciones de salud había 4.404
médicos (uno por cada 742 habitantes) en 2006 y 4.904 (uno por cada 704 habitantes) en 2009. En
2006 había un enfermero por cada 869 habitantes, proporción que ascendió a uno por cada 780
habitantes en 2009. Los médicos se concentran en la ciudad de Panamá, donde hay 2.561, un poco
más de la mitad de todos los médicos para un tercio de la población total del país. En 2008, en la
ciudad de Panamá había 32,3 médicos por 10.000 habitantes, mientras que en la provincia de Darién
había solo 5,7 médicos por 10.000 habitantes.

Pese a que se han alcanzado altos niveles de escolaridad primaria y secundaria, persisten deficiencias
en el sistema educativo. Las universidades públicas y privadas ofrecen una amplia oferta a nivel de
grado, pero presentan un desarrollo incipiente de posgrados y de doctorados. Es notoria la carencia
de infraestructura (equipamiento, laboratorios, acceso a bibliografía especializada) para llevar a cabo
actividades de investigación y desarrollo.
Salud Y Cooperación Internacional
Panamá es miembro del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y participa en diferentes
organismos de coordinación en materia de salud: Reunión del Sector Salud de Centro América y
República Dominicana, Consejo de Ministros de Salud de Centro América, Consejo de Ministras de la
Mujer de Centro América, Consejo Centro Americano de Instituciones de Seguridad Social, y Foro
Centroamericano y República Dominicana de Agua Potable y Saneamiento.

Con la estrategia de la OPS/OMS de cooperación técnica entre países, Panamá ejecutó 10 proyectos
conjuntos con las naciones de América Central y el Caribe sobre salud mental, rehabilitación,
violencia urbana y temas relacionados con el Reglamento Sanitario Internacional. Con el Banco
Interamericano de Desarrollo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Fondo para el
Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el Organismo Internacional de Energía Atómica, el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Agencia Japonesa de Cooperación
Internacional, el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la
OPS/OMS, así como con México y el Fondo Argentino de Cooperación Sur–Sur y Triangular (51),
ejecutó 31 proyectos en el sector salud por un monto aproximado a los US$ 12 millones. También
trabaja en un proyecto de saneamiento de la Bahía de Panamá, que tiene un costo estimado en US$
321 millones (52).

Síntesis Y Perspectivas
Panamá se clasifica como un país de ingreso mediano–alto. Con poco más de la mitad de su
población concentrada en las dos ciudades principales, empieza a presentar una dinámica poblacional
similar a la de los países desarrollados: una proporción mayor de adultos y ancianos, y una
disminución de la población joven. En cuanto al patrón de mortalidad, predominan las enfermedades
crónicas, a excepción de las comarcas indígenas de Guna Yala y Ngäbe–Buglé, donde las
enfermedades infecciosas y parasitarias siguen siendo las principales causas de muerte.

El país destina un porcentaje significativo del PIB a la salud, porcentaje que muestra una tendencia al
alza; sin embargo, el gasto de bolsillo sigue siendo alto (30,7% en 2010), y el gasto social en salud,
como porcentaje del gasto público social, ha disminuido en comparación con el de 2005. El sector
público de salud atiende a 90% de la población, pero la concentración de establecimientos, servicios
y recursos humanos en las áreas urbanas hace que su distribución sea inequitativa, y que la
población indígena y la que habita en zonas apartadas tengan un acceso limitado a la atención de
salud. Existen también razones económicas y falta de infraestructura y de recursos humanos
capacitados que influyen negativamente en el estado de salud de la población menos favorecida. Es
así que la población indígena tiene mayores tasas de morbilidad y mortalidad general, y sus tasas de
mortalidad materna, perinatal e infantil son las más elevadas. En la comarca Ngäbe–Buglé, la tasa de
mortalidad infantil es dos veces más alta que la tasa del país, y la tasa de mortalidad materna está
muy por encima del promedio nacional, hechos que imponen un gran desafío para el logro de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio.

En el futuro, si se aplicara a cabalidad el Plan Estratégico de Gobierno 2010–2014, se podría dar un


paso importante hacia la disminución de las desigualdades en salud en Panamá. Este Plan Estratégico
tiene dos ejes prioritarios: la formación de capital humano para el desarrollo y la inclusión social. El
eje de inclusión social abarca la reducción de la malnutrición, la expansión de los sistemas de
abastecimiento de agua potable, el aumento de la cobertura y de la calidad de los servicios básicos
de salud, el acceso a una vivienda digna, el establecimiento de un sistema de transporte público
seguro y eficiente en la ciudad de Panamá, la aplicación de medidas preventivas para la seguridad
ciudadana y el fortalecimiento del sistema de protección social.
República Dominicana

Introducción
La República Dominicana comparte con Haití la isla La Española y tiene una extensión territorial de
48.671 km2 –equivalente a 64% de la isla. La densidad de población es de 203 habitantes por km 2. El
país está dividido políticamente en 31 provincias y el Distrito Nacional, donde se ubica Santo
Domingo, la ciudad capital y sede del gobierno central. Limita al norte con el océano Atlántico y al
sur con el mar Caribe. Los canales de La Mona, El Viento y Jamaica la separan de las islas de Puerto
Rico, Cuba y Jamaica, respectivamente (1). Por su ubicación tiene un clima tropical, con
temperaturas y humedad altas, y una precipitación media anual de 2.098 milímetros (2).

La República Dominicana goza de estabilidad democrática y en los dos últimos períodos (2004–2008
y 2008–2012) ha gobernado el Partido de Liberación Dominicana. Se han realizado reformas en el
marco de la protección social, mediante el sistema de seguridad social, cuyo objetivo es mejorar el
acceso a los servicios de salud y pensiones a 40% de la población.

Según la Oficina Nacional de Estadística (3), la proyección de la población para el año 2010 fue de
9.884.371 habitantes, con un crecimiento anual de 1,36% (figura 1). La reducción de las tasas de
natalidad y fecundidad en los últimos años ha hecho disminuir la razón de dependencia, que pasó de
65,5 en 2000 a 62,8 en 2005 y 59,3 en 2010 (4), con lo cual se inició el "bono demográfico", período
que permitiría oportunidades de desarrollo si las políticas económicas y sociales consiguieran reducir
las desigualdades sociales entre los distintos sectores de la población (5).

La esperanza de vida al nacer aumentó de 65,3 años en 1990 a 71,5 años en 2005, y para 2010 se
estimó en 72,8 años (70,1 para los hombres y 75,8 para las mujeres). La población es
predominantemente joven, con una media de edad de 25 años, pero con tendencia al
envejecimiento. Asimismo, se registra un acelerado proceso de urbanización que, en poco más de
tres décadas (1970–2002), aumentó de 35,0% a 63,6% y para 2010 se estimó en 66,5% (1).

La República Dominicana es un país de destino turístico: en 2006 ingresaron al país cerca de


3.342.106 personas (6) y en 2009, el número total de turistas había aumentado a 3.992.303 (7). En
2008, el sector turismo generó US$ 4.176 millones y empleos directos e indirectos para 195.519
personas (1). Por otra parte, continúa la tendencia negativa del saldo migratorio neto, que se estimó
en -3,2 para 2009. Se calcula que residen en el extranjero entre 1 millón y 1,5 millones de
dominicanos, y las remesas enviadas a sus familiares son la segunda fuente de ingresos del país, que
en 2010 se estimó en US$ 3.400 millones y representó 7% del producto interno bruto (PIB). En
2000, las remesas ascendían a US$ 1.689 millones (8).

A lo largo de los 382,8 km de frontera con Haití existen tres pasos oficiales, pero con un sinnúmero
de cruces informales que la convierten en una frontera virtual. A pesar de las diferencias de idioma y
cultura entre ambos pueblos, históricamente se ha desarrollado un comercio muy activo que
convierte a Haití en el segundo país receptor de productos elaborados en la República Dominicana.
Esta actividad, que incluye también el comercio informal, en 2010 generó cerca de US$ 1.000
millones (9). Por otra parte, las condiciones de pobreza en Haití han obligado a miles de hombres y
mujeres a migrar a la República Dominicana para trabajar en el campo, en la construcción y en
diversas actividades relacionadas con el comercio informal. Esta migración se ha acentuado luego de
las crisis políticas y los desastres naturales (10), y se estima que más de un millón de haitianos y
dominico–haitianos viven en el país, la mayoría de ellos en situación ilegal, participando activamente
en el mercado laboral y compartiendo espacios rurales y urbanos con los dominicanos más pobres.
Por su movilidad territorial y vulnerabilidad social y económica, son quienes presentan las mayores
necesidades en materia de salud.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


La pobreza extrema y la pobreza general aumentaron notablemente entre 2002 y 2004 debido a la
crisis bancaria interna de 2003. En 2004, los indicadores de pobreza llegaron a alcanzar los niveles
máximos en dos décadas, cuando la pobreza extrema se estimó en 15,9% y la pobreza general en
43%. A partir de ese año se observó una tendencia a la disminución de la pobreza, la cual en 2010
se estimó en 33,8%, porcentaje aún superior al del año 2000, que fue de 27,7% (11). En 2010, la
pobreza extrema se calculó en 10,4%, por lo que es poco probable que se alcance la meta
correspondiente de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de reducirla a 5,4% para el 2015 (12). El
índice de Gini se estimó en 0,51 para 2010 y en 0,53 para 2006 (11).

En general, la participación en el ingreso nacional de la población más pobre es muy baja y no se


observan mejoras distributivas. Durante el período 2000–2009, 20% de la población más pobre
recibió de 4,3% a 3,2% del ingreso nacional. Las provincias con mayor incidencia de pobreza en
2009 fueron Elías Piña (69,7%) y Bahoruco (63,0%), y las de menor incidencia, el Distrito Nacional
(16,8%) y Santo Domingo (25,3%) (13). Una de las principales estrategias para reducir la pobreza
se basa en el Programa Solidaridad, que consiste en la transferencia condicionada de fondos para
incentivar la asistencia escolar y mejorar la alimentación en los hogares en pobreza extrema. Este
programa coexiste con el Programa de Alimentación Escolar, que funciona desde 1992 (14).

En las dos últimas décadas, el promedio del desempleo ha sido de 16,4% y ha afectado mucho más a
las mujeres (28%) que a los hombres (10%). En el segundo semestre de 2009, el desempleo fue de
14,4% (9,8% para los hombres y 23,0% para las mujeres) (7). El analfabetismo en la población de
10 y más años de edad se redujo de 15% en 1996 a 10,7% en 2007, y es menor en las mujeres
(10,5%). Aunque se observan adelantos importantes en la educación primaria universal, ya que el
porcentaje de niños y niñas que concluyen todos los años el ciclo de educación primaria aumentó de
23,2% en 1990 a 75,8% en 2009, no es probable que se logre la meta correspondiente de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio, pues esta proporción sería de solamente 86% en el año 2015.

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2007, 44,8% de los hogares
tenía conexiones domiciliarias de agua; 28,4% las tenía fuera de la vivienda y 2,4% a través de
llaves públicas; sumadas, llega a 75,6% la proporción de viviendas de todo el país con servicios de
abastecimiento de agua a través de la red pública. Este valor era de 60,7% en el año 2002 (15). La
cobertura con servicios de agua potable en el sector rural alcanzaba solo a 52,2%, mientras que en
el sector urbano la cobertura por redes, dentro y fuera de las viviendas, era de 81,3%. En el quintil
más pobre la cobertura con servicio de abastecimiento de agua era de 55%, mientras que en el más
rico llegaba a 87%.

El sistema de abastecimiento de agua potable se compone de 640 acueductos de los cuales 195 son
urbanos y 445 rurales; del total, 69,5% cuenta con sistema de cloración instalado y 30,5% con
sistema de vigilancia y monitoreo de la calidad de agua. Solo 11% de la población urbana cuenta con
servicio continuo de agua potable. El índice de potabilidad a nivel nacional en 2009 fue de 28,3%, el
porcentaje promedio de cloración de 26,5% y el porcentaje promedio de coliformes fecales, de
48,1%.

RESIDUOS SÓLIDOS
La disposición final de residuos sólidos municipales se hace a través de vertederos a cielo abierto en
57% de los municipios del país. Estos vertederos se encuentran muchas veces cerca de zonas
pobladas, ríos y arroyos, por lo que causan impactos ambientales y sanitarios negativos.

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

En 2002, la Encuesta Nacional de Salud estimó la tasa de mortalidad materna en 178 por 100.000
nacidos vivos. En 2007, la misma encuesta la calculó en 159 por 100.000 (16). Si se considera esta
tendencia, para 2015 la tasa sería de 141 por 100.000, por lo que es poco probable que se alcance la
meta fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de 46,9 defunciones maternas por 100.000
nacidos vivos (12). No obstante los esfuerzos realizados para mejorar la detección de la mortalidad
materna a través de la vigilancia, si se comparan la tasa estimada y la tasa notificada se sigue
presentando un subregistro cercano a 44% para el período 2002–2005 y en 27,2% para el período
2009–2010 (17). En 2010, 79,5% de las defunciones maternas ocurrieron por causas directas; los
trastornos hipertensivos del embarazo, el parto y el puerperio fueron responsables de 26,5%,
seguidos por las hemorragias con 16,1%, las complicaciones del puerperio con 16% y el embarazo
terminado en aborto con 9,6%. El porcentaje de mujeres adolescentes que ya han sido madres o
están embarazadas por primera vez fue de 20% (18). En el grupo de mujeres embarazadas de 15 a
19 años se registró 19% de las muertes maternas, de manera que una de cada cinco era una
adolescente. En el grupo de 20 a 39 años se presentó 82,1% de las defunciones maternas. En 2009
se estimó que 42% de los partos atendidos en el sector público y 80% de los del sector privado
terminaron en cesárea. En la maternidad pública Altagracia, ubicada en Santo Domingo, la
proporción de cesáreas fue de 10% en 1970, 14% en 1980 y 37,6% en 2009, con un ritmo de
crecimiento anual de 2% a 3%.

Niños (menores de 5 años de edad)

En 2009, la tasa de mortalidad en menores de 5 años se estimó en 32 por 1.000 nacidos vivos (19).
Según la Oficina Nacional de Estadísticas, la proyección de la mortalidad en la infancia sería de 24,2
por 1.000 nacidos vivos para el 2015, lejos de alcanzar la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo
del Milenio de 21,7 por 1.000 nacidos vivos. La mortalidad infantil como componente de la mortalidad
en la infancia se estimó en 27,8 por 1.000 nacidos vivos para el año 2010. No se observa una
tendencia clara a la disminución de la mortalidad infantil en los últimos 10 años, ya que fue de 30,0
por 1.000 nacidos vivos en el año 2000. Incluso en 2004 aumentó a 35,4 por 1.000 nacidos vivos
como consecuencia de la crisis económica. El subregistro de la mortalidad infantil es alto, ya que se
estimó en 43,8% en 2010 (20). Si se desagrega la mortalidad infantil por grupos de edad, 67,5%
correspondió a la mortalidad neonatal precoz; 17% a la neonatal tardía y 15,5% a la posneonatal.
Entre las principales causas de la mortalidad posneonatal se destacaron la septicemia (35,1%) y la
neumonía (17,2%).

Adolescentes

En 2010 se elaboró y publicó el Plan Estratégico Nacional para la Salud Integral de Adolescentes
2010–2015, que define las líneas de acción a favor de la salud integral de las y los adolescentes (18).
En el período 2004–2008 existían 81 establecimientos para la atención integral de los adolescentes, y
en 2010 se inició como experiencia piloto en un grupo de instituciones la aplicación del Sistema
Informático de los Adolescentes para mejorar la disponibilidad de información estratégica y corregir
las deficiencias existentes en materia de monitoreo y evaluación de las acciones. No obstante, se
identificaron deficiencias importantes en la provisión de servicios requeridos por los adolescentes en
materia de salud sexual y reproductiva, así como para la inserción educativa y laboral de las
adolescentes embarazadas (21). Según datos de las diversas encuestas de salud del país, estas
deficiencias se expresan en el menor uso de anticonceptivos declarado por las embarazadas
adolescentes (84%, en comparación con 35% por parte de las no adolescentes). El porcentaje de
nacimientos en adolescentes de 15 años fue de 1,6% en 1991, 2,6% en 1996, 3,2% en 2002 y 4,4%
en 2007.

MORTALIDAD

El sistema de información de salud del país tiene tres componentes: vigilancia epidemiológica,
estadísticas de servicios y estadísticas vitales. Solo el sistema nacional de vigilancia epidemiológica
actúa en red a nivel nacional y emplea la información para el análisis, la toma de decisiones y su
difusión posterior. No ocurre lo mismo con los de estadísticas vitales y de servicios, que presentan
fragmentación, consistencia débil y escasa oportunidad para el uso de los datos (22). Esta
ineficiencia se traduce en el subregistro de la mortalidad, que se calculó en 55% para 2006 y 61,5%
para 2007 (23).

En 2007 se registraron 22.699 defunciones; las principales causas de muerte fueron las
enfermedades del sistema circulatorio (36,5%) seguidas de las causas externas (15,4%), las
neoplasias (15,3%) y las enfermedades transmisibles (8,2%). En el período 2000–2004, la tasa de
mortalidad por homicidios fue de 8,1 por 100.000 habitantes y por suicidios, de 3,0 por 100.000. En
2009, estas tasas fueron de 22,6 y 4,7, respectivamente. Se destaca el incremento considerable de
los homicidios, debido al aumento de la violencia y el crimen en el país. El análisis de los datos de
mortalidad reveló que las defunciones por enfermedades transmisibles han disminuido
proporcionalmente (una reducción de 50% en las defunciones registradas en 2007 en comparación
con las de 2000). En la mortalidad proporcional por neoplasias, enfermedades del sistema circulatorio
y causas externas no se observaron cambios significativos en la última década.

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

En la República Dominicana el dengue es endémico y se presenta con mayor intensidad entre los
meses de junio y octubre, temporada de lluvias. Se han aislado todos los serotipos del virus del
dengue. En 2007 se registraron 9.650 casos, de los cuales 227 fueron graves; hubo 43 defunciones
con una tasa de letalidad de 18,9%. En 2009 el número de casos graves aumentó a 976 y ocurrieron
52 defunciones con una tasa de letalidad de 5,3%, casi tres veces menos que las registradas entre
2007 y 2008. Durante 2010 se registraron 12.166 casos, de los cuales 1.110 fueron graves, y 49
defunciones con una tasa de letalidad de 4,4% (24).

La malaria es endémica en el país y el agente causal en todos los casos es Plasmodium falciparum,
sensible al tratamiento con cloroquina. Los casos se registran predominantemente en la población
rural (75%) y urbana marginal. El aumento anual del número de casos se ha relacionado con
fenómenos climáticos, como los huracanes Georges de 1998 y Jeanne de 2004. Este año hubo 2.354
casos con una incidencia de 27,5 por 100.000 habitantes, y la presentación de casos en turistas
ocasionó pérdidas estimadas en US$ 90 millones en el sector hotelero. El número de casos disminuyó
de 3.525 en 2006 a 1.838 en 2008. En 2010 se detectaron 1.643 casos y se examinaron 200.670
láminas que dieron por resultado un índice de láminas positivas de 0,58%. El 65% de los casos
correspondió al sexo masculino y el grupo de edad más afectado fue el de 10 a 49 años (74%). Los
brotes se asociaron con movimientos de grupos migrantes de trabajadores temporales vinculados a
la agricultura y a la construcción. El programa nacional de control de la malaria reporta desde 2009
una tendencia ascendente de casos importados de malaria de personas procedentes de Haití.

Enfermedades prevenibles por vacunación


En la República Dominicana se ha interrumpido la transmisión del poliovirus salvaje en 1986, el virus
del sarampión en 2001 y el de la rubéola en 2006. En 2006 tuvo lugar la campaña nacional contra el
sarampión y la rubéola, y se logró una cobertura de 96% en hombres y mujeres de 7 a 39 años. En
2010 se realizó la campaña de seguimiento con vacuna contra el sarampión, la rubéola y la
parotiditis en la población menor de 9 años, con la que se logró una cobertura de 97%, fortaleciendo
la eliminación de sarampión, rubéola y el control de la parotiditis, que fue verificada con monitoreo
rápido de cobertura mediante encuestas a más de 40.000 viviendas en todos los municipios.
Anualmente se vacuna a los menores de 3 años para fortalecer la barrera inmunológica contra la
poliomielitis; en 2010 se alcanzó una cobertura de 94%.

El tétanos neonatal ha dejado de ser un problema de salud pública, pero desde 2006 se han
notificado de dos a cuatro casos anuales. La difteria continúa siendo endémica y se registran de dos
a tres casos por año, alguno de ellos en migrantes. Desde 2009 las coberturas de vacunación
mostraron una tendencia estable a nivel nacional. La BCG es la única vacuna con la que se mantuvo
una cobertura superior a 95%. En los municipios, la distribución de la cobertura es desigual: menor
de 80% en 40% de los municipios, de 80% a 94% en 30% de ellos y superior a 95% en el 30%
restante. El país incorporó al calendario oficial la vacuna contra la influenza para los adultos mayores
con enfermedades crónicas.

Zoonosis

Entre 2006 y 2010 se registraron nueve casos de rabia en seres humanos, quienes no recibieron
tratamiento posterior a la agresión. Se registraron 315 casos de rabia animal en 2008 y 390 en
2009, debidos a un brote que se originó en el municipio de Santo Domingo Este. En 2010, la tasa de
incidencia de casos confirmados en perros disminuyó 52% respecto al año anterior gracias a la
campaña nacional de vacunación antirrábica canina. Los casos de rabia canina ocurrieron en las
zonas de Dajabón, en la frontera con Haití, y en la zona este del país, principalmente en San Pedro
de Macorís, donde abunda la población silvestre de mangostas que actúan como reservorios de la
enfermedad.

En 2007, luego del paso de los huracanes Noel y Olga se registraron 2.355 casos de leptospirosis,
con una tasa de morbilidad de 24,8 por 100.000 habitantes. En 2010, dicha tasa fue de 2,3 por
100.000. La tasa de mortalidad fue de 1,3 por 100.000 habitantes en 2007 y descendió a 0,3 por
100.000 en 2010. Los brotes están asociados a las inundaciones provocadas por lluvias o por el paso
de tormentas tropicales.

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

En la República Dominicana se ha eliminado la lepra como problema de salud pública a nivel


nacional; en el período 2005–2009 la tasa de detección fue de 1,71 por 100.000 habitantes. El 70%
de los casos se concentraron en cuatro provincias. Se detectaron 167 casos nuevos en 2009 y 144 en
2010. El acumulado total hasta 2010 fue de 321 casos (25).

El foco de filariasis linfática localizado en la provincia de Santo Domingo ha sido objeto de análisis y
no se ha encontrado transmisión activa. La población afectada recibió tratamiento masivo en dos
ciclos anuales entre los años 2003 y 2006. Los tres focos existentes en la provincia de Barahona han
presentado una importante reducción de la antigenemia y la microfilaremia. Entre 2002 y 2006, en
Pueblo Nuevo la antigenemia se redujo de 21,5% a 0,2% y la microfilaremia, de 4,4% a 0,0%. Una
nueva evaluación realizada en 2009 no encontró casos positivos para antigenemia en los niños. En
los adultos se encontraron seis casos positivos para antigenemia, pero ninguno de ellos fue
confirmado por microfilaremia. El programa de control de la filariasis reevaluará antiguos focos con
transmisión debido a la creciente movilidad de la población haitiana (26).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual


La epidemia de infección por el VIH se ha mantenido estable. En 2010, la prevalencia del VIH en la
población de 15 a 49 años se estimó en 0,85%, es decir 48.550 personas que viven con VIH/sida,
62% de las cuales son mujeres. En 2006, la prevalencia fue de 0,86%. En 2009 recibieron
tratamiento antirretroviral 12.912 personas. Se estima que 442 niños se infectaron con el VIH en
2009. Desde que se inició el tratamiento antirretroviral en 2004, la tasa de mortalidad en la
población de 15 a 49 años ha descendido de 3,22 por 100.000 habitantes en 2005 a 2,13 por
100.000 en 2009. La tasa de incidencia anual se estima en 0,06 casos por 100.000 habitantes, que
representa 3.580 casos nuevos en 2010 (27). La prevalencia en las mujeres embarazadas es
superior a 1%, por lo que se estima que en 2010 se hicieron 1.980 tratamientos antirretrovirales
preventivos. Aunque el porcentaje de mujeres embarazadas con VIH que recibió antirretrovirales
aumentó de 37,2% en 2006 a 47,0% en 2009, más de la mitad no los recibe (28). Datos de la
primera encuesta de prevalencia en poblaciones vulnerables realizada en 2008 (29) indican que en la
población homosexual y transexual, y en los hombres que tienen sexo con otros hombres, la
prevalencia de infección por el VIH fue de 6,1%; la de la sífilis 5,3%; la de hepatitis B 2,3%, y la de
hepatitis C 2,0%. En los transexuales, la prevalencia de VIH llegó a 17,2%. En las trabajadoras
sexuales mujeres la prevalencia de VIH se estimó en 4,8%, y en los usuarios de drogas inyectables,
en 8%. En la población que reside en los bateyes del país la prevalencia de infección por el VIH se
estimó en 3,2%, sin que hubiera diferencias significativas por sexo, pero aumentó con la edad (8,7%
en los hombres de 40 a 44 años y 7,9% en las mujeres de 45 a 49 años) (30).

Tuberculosis

La prevalencia de tuberculosis mostró un descenso desde el año 2000, cuando fue estimada en 162,9
por 100.000 habitantes; se calcula que en el año 2006 fue de 118,2 por 100.000. Una situación
similar se observó en la tasa de mortalidad por tuberculosis, que pasó de 21,8 a 15,0 por 100.000
habitantes entre 2000 y 2006. Al considerar la tasa de incidencia anual para todas las formas de
tuberculosis, ha descendido de 104,9 por 100.000 habitantes en 2000 a 88,8 por 100.000 en 2006;
en 2010 este indicador había disminuido a 40,9 por 100.000. Ese año se diagnosticaron 3.990 casos
de todas las formas de tuberculosis, de los cuales 3.375 fueron de la forma pulmonar y de ellos
2.441 se confirmaron en el laboratorio. La incidencia más alta para todas las formas de tuberculosis
correspondió al Distrito Nacional, con 60,8 por 100.000 habitantes, mientras que la más baja se
registró en la provincia de Valverde, con 12,8 por 100.000 (4). En 2010, la tasa de incidencia en los
hombres de 25 a 34 años fue de 8,96 por 100.000 habitantes, mientras que en las mujeres del
mismo grupo de edad fue de 4,97 por 100.000. Gracias a las actividades de control de la
tuberculosis, el porcentaje de detección de casos de tuberculosis bajo tratamiento directamente
observado aumentó de 5,9% en 2000 a 66,0% en 2006. Durante este mismo período, el porcentaje
de curación con esta estrategia de tratamiento pasó de 78,6% a 84,7% (1). A pesar de su tendencia
descendente, la tuberculosis sigue siendo un problema prioritario de salud pública que requiere una
coordinación binacional, debido al continuo movimiento de población procedente de Haití.

Enfermedades emergentes

En 2010 se registraron 1.159.861 casos de enfermedad respiratoria aguda. Circularon los virus de la
influenza estacional (H3N2) y el de la influenza A (H1N1); este último lo hizo con baja intensidad y
estuvo limitado a algunas provincias.

En la isla La Española no hubo casos de cólera por más de 100 años, hasta que se confirmó una
epidemia en Haití en octubre de 2010. El primer caso de cólera en la República Dominicana ocurrió el
15 de noviembre del 2010, en la provincia de Higuey, cuando se confirmó la presencia de Vibrio
cholerae O1 serotipo Ogawa. Inicialmente los casos se presentaron en brotes familiares o
comunitarios, sobre todo en las provincias de la frontera y en las que predomina el trabajo agrícola.
En la temporada de lluvias se observó una mayor actividad epidémica que llegó a afectar a
poblaciones urbanas marginales como la del Gran Santo Domingo. El pico más alto se alcanzó en la
semana 24 de 2011, cuando se registraron cerca de 1.600 casos sospechosos. Hasta junio de 2011
se habían acumulado 10.760 casos, 153 defunciones, con una tasa de ataque de 0,1% y una de
letalidad de 1,4% (31). A raíz de la epidemia de cólera se pusieron en práctica las disposiciones del
Reglamento Sanitario Internacional revisado en 2005. Se dio el alerta y se compartió información
epidemiológica con los países de la región a través de los Centros Nacionales de Enlace cuando en
Chile, España, México, Puerto Rico y Venezuela se presentaron casos en viajeros procedentes de la
República Dominicana.

Enfermedades crónicas no transmisibles

En 2009, el Ministerio de Salud Pública creó el Programa Nacional de Prevención y Control de


Enfermedades Crónicas no Transmisibles, cuyos principales objetivos son la promoción de la salud y
la prevención y el control de estas enfermedades y sus factores de riesgo, así como el
establecimiento de un sistema de vigilancia con el fin de generar y obtener datos confiables. Estos
esfuerzos iniciales aún no han resultado en un sistema de información que permita evaluar la
magnitud de estas enfermedades, por lo que se recurre a estudios realizados en años anteriores o a
la información que se obtiene en hospitales de referencia nacional.

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades del sistema circulatorio ocasionaron 10% de las consultas y más de 6% de las
urgencias atendidas en los establecimientos de salud del país. Fueron la primera causa de mortalidad
por grandes grupos y representaron 32,8% del total de defunciones registradas en 2004 y 33,7% en
2005. En 2007, la prevalencia de hipertensión en adultos se estimó en 16,8% a nivel nacional. Un
estudio de factores de riesgo cardiovascular realizado en una muestra de 6.400 personas, indicó que
75% de los hipertensos no seguía ningún tratamiento, 55% tenía antecedentes familiares de
hipertensión, 24% tenía colesterol por encima de 200 mg/dl y 9% tenía hipercolesterolemia.

Neoplasias malignas

Según los resultados del Registro Hospitalario de Tumores del Instituto de Oncología (32), el número
total de casos de neoplasias registrados en 2006, 2007 y 2008 fueron 1.927, 1.801 y 2.017,
respectivamente. Durante esos años, el cáncer de mama ocupó el primer lugar seguido del cáncer
cervicouterino; juntos, sumaron 877 casos (45%) en 2006, 752 (42%) en 2007 y 841 (42%) en
2008 (cuadro 1).

Diabetes

Con información obtenida en los indicadores y datos básicos de 2007, la prevalencia de diabetes se
estimó en 5,5%; sin embargo, los resultados preliminares de la segunda encuesta de factores de
riesgo cardiovascular (EFRICARD II–2011) señalan que la prevalencia de la diabetes aumentó a
15,5%, por lo que más de un millón de dominicanos serían diabéticos, la mitad de los cuales no lo
sabe.

Enfermedades nutricionales

Entre 2006 y 2010 la prevalencia de bajo peso al nacer disminuyó de 10,8% a 7,0%. Según los
resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud de 2007, 11% de los nacidos vivos tenía bajo peso
al nacer, 9,8% de los menores de 5 años padecía desnutrición crónica, 2% desnutrición aguda y 3%
desnutrición global. Solamente 8% de los niños recibía lactancia materna exclusiva a los 6 meses de
edad. Según la Encuesta Nacional de Micronutrientes realizada en 2009, la prevalencia de anemia en
las mujeres no embarazadas fue de 34% (menos de 12 g/dl), y no se encontraron diferencias entre
las mujeres que vivían en zonas urbanas y en zonas rurales. La tasa de prevalencia de anemia en los
niños y niñas de 6 a 59 meses fue de 28%. Se estima que 45% de la población tiene sobrepeso y
17%, obesidad.
Accidentes y violencia

En 2006 se registraron 1.380 defunciones por accidentes de tránsito y 1.921 en 2010, de las cuales
58% afectaron a motociclistas, 24% a peatones y 18% a pasajeros de vehículos de cuatro ruedas. El
85% de las defunciones ocurrieron en hombres y 39% en el grupo de edad de 15 a 29 años; la
mayoría de los accidentes ocurrieron en día domingo (33).

Desastres

La República Dominicana presenta una topografía accidentada, con alta exposición a deslizamientos
de tierras en laderas inestables, zonas vulnerables a inundaciones y áreas costeras susceptibles de
recibir fuertes oleajes generados por tormentas tropicales y huracanes. En 2007, la temporada
ciclónica fue intensa y afectó a 80% del territorio nacional. El huracán Noel dejó un saldo de 87
defunciones, 43 personas desaparecidas, 64.096 evacuadas y 1.526 rescatadas. Por su parte, el
huracán Olga dejó 33 muertos, 61.605 personas damnificadas, 9.944 viviendas afectadas y 189
comunidades incomunicadas. El terremoto de 7,0 grados en la escala Ritcher que afectó a Haití en
enero de 2010 causó daños menores en 20 centros educativos y dos hospitales de la República
Dominicana. La respuesta solidaria del pueblo dominicano se tradujo en la atención inmediata a
medio millón de heridos en los hospitales de la frontera y a miles de desplazados que llegaron a la
zona fronteriza en Jimaní. El costo de la atención brindada a ciudadanos haitianos luego del
terremoto se estimó en US$ 27,7 millones (34).

Trastornos mentales

En 2006 se actualizaron las normas nacionales de atención a la salud mental y se promulgó la Ley
No. 12 sobre salud mental, cuyo objeto es regular el derecho a la mejor atención disponible y
garantizar derechos y libertades fundamentales a las personas con trastornos mentales. La
asignación de recursos al tratamiento de estos trastornos es muy baja (0,38% del presupuesto en
salud) y 50% de ese monto se destina al Hospital Psiquiátrico Padre Billini. Los medicamentos
psicotrópicos están disponibles en los tres niveles de atención, pero solo 7% de la población tiene
acceso libre a los medicamentos psicotrópicos esenciales. El 4% de los servicios de atención
ambulatoria está dedicado exclusivamente a la atención de la salud mental de los niños y los
adolescentes, pero no existen unidades de hospitalización para este grupo de población ni
establecimientos psiquiátricos forenses (35).

Otros problemas de salud

Salud ocular

El Ministerio de Salud Pública es el organismo estatal responsable del área de salud ocular, de la cual
depende el Consejo Nacional de Prevención de la Ceguera. El país cuenta con un oftalmólogo por
cada 40.000 habitantes. La evaluación rápida de ceguera evitable en las personas mayores de 50
años realizada en 2008 puso de manifiesto que la causa principal de ceguera es la catarata no
tratada, con 50,9% de los casos (36).

Factores de riesgo y protección

Según la Encuesta Nacional de Salud de 2007, 73% de las mujeres y 89% de los hombres
comunicaron que alguna vez habían ingerido bebidas alcohólicas, y el consumo fue mayor en las
zonas urbanas que en las rurales. El 6,3% de las mujeres y 12% de los hombres de 15 a 49 años de
edad informaron que consumían cigarrillos o tabaco. Entre los fumadores se observaron diferencias
considerables, ya que fumaban más los que tenían menor nivel de educación e ingreso. Aunque no se
especificó el tipo de drogas, 1% de las mujeres y 5% de los hombres de 15 a 49 años admitieron que
habían usado drogas alguna vez en su vida.
Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social
DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

El sistema de salud de la República Dominicana cuenta con un sector público y un sector privado. El
sector público está compuesto por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el Consejo
Nacional de Salud, la Tesorería de la Seguridad Social y el Seguro Nacional de Salud, que es la
principal aseguradora pública. El sector privado comprende las aseguradoras de riesgos de salud, los
proveedores de servicios privados de salud y organizaciones no gubernamentales (37).

El Ministerio de Salud Pública, principal proveedor de los servicios públicos, está organizado en tres
niveles: central, regional y provincial. A nivel central cuenta con el despacho del ministro, quien se
apoya en seis viceministerios de salud: Administrativo y Financiero, Planificación y Desarrollo, Salud
Colectiva, Garantía a la Calidad (creado en 2008), la Dirección de Fortalecimiento de los Servicios
Regionales de Salud y la Asistencia Social. La Dirección de Desarrollo Estratégico Institucional,
reorganizada en 2008, es la encargada del fortalecimiento, la modernización y el desarrollo
institucional del Ministerio de Salud Pública, en el marco de la reforma sectorial. El Ministerio tiene
una red de 1.853 establecimientos que incluyen 1.703 unidades de atención primaria de salud y 150
centros de atención especializada de segundo y tercer nivel, entre los cuales hay 15 hospitales
especializados, 11 hospitales regionales, 20 provinciales y 104 municipales (38).

Mediante la Ley General de Salud 42 de 2001 se separaron las funciones de provisión de servicios,
rectoría y financiamiento del sistema. Los nueve servicios regionales de salud son los prestadores
públicos de servicios de salud para la atención a las personas, articulados en forma de red por niveles
de complejidad con capacidad para prestar por lo menos la atención indicada en el Plan Básico de
Salud en forma eficiente en función del costo. En 2009 se desarrollaron e implementaron Convenios
de gestión, que establecen compromisos y obligaciones para orientar la provisión de servicios por
parte de los Servicios Regionales de Salud. Las funciones de rectoría han sido reforzadas con la
creación del Viceministerio de la Garantía a la Calidad y el establecimiento de una mesa de rectoría
que reúne a todos los viceministros y los directores de programas principales para discutir y
recomendar propuestas de políticas y leyes sobre varios temas. No obstante, todavía es necesario
fortalecer la rectoría, actividad particularmente relevante en el contexto de la descentralización. La
calidad de la atención está condicionada por problemas de gestión clínica y administrativa de los
proveedores, la falta de control y supervisión del personal, y el nivel muy bajo de habilitación de las
instituciones.

En agosto de 2008, después del primer foro dominicano de atención primaria de salud, fue
revitalizada la Dirección de Atención Primaria bajo la Dirección de Desarrollo y Fortalecimiento de los
Servicios Regionales de Salud (DDF–SRS), que formuló un plan estratégico y actualizó la base de
datos de las unidades del primer nivel de atención. Varios programas de salud han integrado un
módulo en el primer nivel de atención, como los relativos a las enfermedades crónicas y la salud
mental, entre otros, pero sin contar con la revisión del modelo de atención ni con la existencia de
una carrera sanitaria y los recursos humanos con la competencia requerida.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

En 2008, el gasto nacional en salud ascendió a cerca de US$ 560 millones que representan 5,5% del
PIB (37). Esta proporción es similar a la que había al final de la década de los noventa, pero inferior
a la del período 2000–2003, cuando se aproximaba a 6,2% (37). De acuerdo con los indicadores
económicos en salud para el año 2008, el gasto público en salud per cápita fue de US$ 104,4. En
2008, el gasto público en salud aumentó a 33,9% del gasto total en salud, mientras que en 2004
representaba 28,7%. Aunque se redujo por el aumento de la población afiliada, el gasto de bolsillo se
mantuvo elevado porque 67% del gasto en medicamentos (aproximadamente US$ 400 millones)
corresponde a gastos de bolsillo de los hogares (37). El gasto público en salud como porcentaje del
PIB pasó de 2,1% en 2006 a 2,4% en 2008 (37), lo que demuestra la baja prioridad que se le otorga
al sector.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

En noviembre de 2010 el Ministerio de Salud Pública contaba con 56.240 empleados, de los cuales
71,5% eran mujeres. La distribución geográfica de los médicos y enfermeros es bastante desigual, ya
que se concentran en las ciudades con más alto desarrollo económico: en el Distrito Nacional hay
37,1 médicos por 10.000 habitantes, mientras que en la provincia de La Romana la proporción es de
8,3 médicos por 10.000 habitantes (39). Estas diferencias regionales y provinciales pueden generar
consecuencias negativas en el acceso, la equidad y la eficiencia referentes a la atención de salud. El
número total de médicos registró un aumento entre el 2006 y el 2010 del 19,2% al pasar de 13.262
a 16.419 (40).

En 2008, el Colegio Médico Dominicano tenía 20.000 médicos afiliados, de los cuales 40% eran
especialistas. Las asociaciones profesionales desempeñan una función esencialmente gremialista, no
existe un sistema de certificación y recertificación de la competencia de los profesionales y técnicos
de la salud, como tampoco un sistema de educación permanente. En el país hay 17 instituciones de
educación superior que ofrecen carreras en el área de la salud con programas en los niveles técnico,
de grado y de posgrado. No obstante, es necesaria una mayor coordinación entre las instituciones de
servicio y de formación de recursos humanos para la salud a fin de mejorar la planificación y orientar
la formación hacia aquellas carreras con más demanda de profesionales, según el modelo de atención
de salud. En 2009 se formuló una propuesta de ley de carrera sanitaria que permita resolver los
problemas identificados, tales como la política salarial, la clasificación de puestos, los incentivos y la
evaluación del desempeño de los trabajadores de salud.

SERVICIOS DE SALUD

Mediante la Ley 87 de 2001 se creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) y se


establecieron fuentes y mecanismos de financiamiento para la atención dentro del sistema nacional
de salud. Se crearon tres regímenes: el contributivo, el subsidiado y el contributivo–subsidiado, que
atiende a población afiliada al SDSS sin relación contractual y todavía no está en funcionamiento. El
Seguro Familiar de Salud, de carácter obligatorio y universal, propone un Plan Básico de Salud para
el régimen subsidiado y un Plan de Servicios de Salud (2006), considerado como una primera etapa
de aplicación del Plan Básico en el régimen contributivo. La cotización en el régimen contributivo
asciende a 10,13% del salario cotizable; el trabajador afiliado aporta 3,04% y el empleador 7,09%.

Hasta marzo de 2011 había 4.424.519 personas afiliadas al Seguro Familiar de Salud, de las cuales
45,5% se encontraban en el régimen subsidiado y 54,5% en el contributivo. La afiliación al Seguro
Familiar, en comparación con la población del país, aumentó 166% entre agosto de 2007 y marzo de
2011. Se estima que 63,9% del total de la población pobre (cuantificada dentro de los niveles de
pobreza extrema y moderada) se encontraba afiliada al régimen subsidiado del Seguro Familiar de
Salud en marzo de 2011 (41). No obstante el aumento del número absoluto de afiliados, no hubo una
mejora en la calidad de la atención observada a través de los indicadores básicos de salud. Además
del Seguro Nacional de Salud, que cubre el régimen subsidiado, hay un total de 27 aseguradoras de
riesgos, la mayoría privadas, lo que indica un alto grado de fragmentación que las vuelve poco
eficientes en función del costo.

El Ministerio de Salud Pública recibe fondos de origen fiscal para financiar la red de prestadores que
atiende a la población no asegurada por el sistema. Esta población paga una cuota de recuperación
después de recibir los servicios. Los fondos de la seguridad social provienen del Gobierno (un monto
per cápita para cubrir a los afiliados del régimen subsidiado y una cotización como empleador) y de
las cotizaciones de empleados y empleadores privados. Estos fondos los recauda la Tesorería de la
Seguridad Social, que depende del Consejo Nacional de Salud. La Tesorería transfiere a cada
aseguradora de riesgos de salud un pago total correspondiente al número de afiliados multiplicado
por un monto per cápita determinado; las aseguradoras se encargan de contratar a los prestadores
de servicios de salud.

La principal aseguradora pública, el Seguro Nacional de Salud, afilia a la población pobre subsidiada y
paga a los prestadores (principalmente a la red del Ministerio de Salud Pública) los servicios
acordados. El Seguro Nacional de Salud utiliza dos formas de pago: una per cápita en el primer nivel
de atención y otra por servicios prestados en los otros niveles. Para otorgar todas las prestaciones
comprendidas en el Plan Básico de Salud al segmento de población incluido en el régimen subsidiado,
también paga a proveedores privados sin fines de lucro. El Seguro Nacional de Salud afilia asimismo
a una parte de los empleados del Gobierno y a trabajadores contributivos del sector privado que lo
seleccionan como aseguradora de riesgos de la salud. Las aseguradoras privadas solo pueden afiliar
población contributiva y vender planes privados de seguros de salud. Para prestar los servicios a sus
afiliados contratan proveedores privados y sin fines de lucro. Finalmente, hay un grupo de población
que tiene capacidad de pago y adquiere servicios de salud en establecimientos privados mediante
pago de bolsillo (37).

Medicamentos y tecnología en salud

El Cuadro Básico de Medicamentos Esenciales de 2005 incluye 468 fármacos y 871 fórmulas
terapéuticas. Existen aproximadamente 12.934 especialidades farmacéuticas legalmente autorizadas
(42), 4.075 farmacias ambulatorias, 417 Farmacias del Pueblo que venden medicamentos a bajos
precios con subvención del Estado, 51 farmacias hospitalarias, 119 laboratorios farmacéuticos y 318
distribuidoras. El sistema de compras de medicamentos del sector público es centralizado y se realiza
mediante el Programa de Medicamentos Esenciales y la Central de Apoyo Logístico. El país participa
en procesos de compras conjuntas de medicamentos, antirretrovirales y otros insumos estratégicos
para la salud a través del convenio que firmó el Gobierno con el Fondo Estratégico de la OPS en
2005, y en el de compras conjuntas que se lleva a cabo en el marco de la Reunión del Sector Salud
de Centroamérica y República Dominicana (RESSCAD). Aún persiste el sistema de libre fijación de
precios para los productos farmacéuticos con vigilancia estatal y se observan diferencias importantes
entre los precios de las farmacias privadas, las públicas y los precios de referencia internacional.
Existe un serio problema de comercio ilícito de medicamentos, por lo que en 2009 se creó una
comisión interinstitucional para abordar este tema.

El país cuenta con una unidad responsable de bancos de sangre y servicios de transfusión, que en
2010 tenía legalmente registrados 63 centros de colección y procesamiento, los cuales recolectaron
94.884 unidades de sangre; de estas, 18% provenía de donantes voluntarios, 58% de donantes
familiares o de reposición, 0,04% de donantes autólogos y 1,72% de donantes remunerados.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
En 2002 se firmó un convenio interinstitucional para la creación de la Biblioteca Virtual en Salud
(BVS). En 2005, las 19 instituciones integrantes de su comité consultivo nacional renovaron el
compromiso de trabajar coordinadamente para su consolidación y desarrollo; uno de los principales
frutos de ese compromiso fue la base de datos de la literatura en ciencias de la salud en la República
Dominicana (43).

Hay diversas iniciativas dirigidas a facilitar al personal de salud el acceso a información biomédica
nacional e internacional tales como suscripciones al programa HINARI, establecido por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y las principales casas editoriales del mundo, cuyo objetivo
es ofrecer acceso electrónico al mayor número posible de revistas de biomedicina y otros temas, en
forma gratuita o casi gratuita, a instituciones de países en desarrollo; páginas Web institucionales;
producción de boletines técnicos y de indicadores nacionales, y creación de bibliotecas especializadas
en temas de salud en universidades, hospitales, centros de investigación y otras instituciones
sanitarias. Funcionan salas de Internet en hospitales, direcciones provinciales y de áreas de salud, y
en instituciones del sector, facilitadas por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones
(INDOTEL) mediante un convenio con el Ministerio de Salud. Gracias a un proyecto de INDOTEL y el
Ministerio de Salud, existen salas de videoconferencia en una red de hospitales de la zona norte del
país, así como en universidades y otras instituciones sanitarias públicas y privadas.

El Centro de Gestión de Información y Conocimiento de la Organización Panamericana de las Salud


(OPS) contiene la colección más completa de temas de salud pública y funciona como memoria
técnica de la salud pública en el país, apoyando en muchas ocasiones la continuidad en los procesos
e iniciativas del sector. En materia de producción científica existen grandes limitaciones, fruto de la
escasa investigación y su poca calidad, y los insuficientes recursos destinados a esta área. No se
utiliza la información para la toma de decisiones, lo cual no estimula la producción científica.

Salud Y Cooperación Internacional


La República Dominicana pertenece al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que
convoca regularmente a los presidentes de sus países miembros para definir y aprobar las acciones
de los ejes temáticos, entre ellos la salud. Este último está organizado por el Consejo de Ministros de
Salud de Centroamérica y República Dominicana (COMISCA), que desempeña una función rectora en
salud. El COMISCA ha elaborado la Agenda de Salud de Centroamérica y República Dominicana
2009–2018 y el Plan de Salud de Centroamérica y República Dominicana 2010–2015, instrumentos
para llevar a cabo los acuerdos de trabajo de los ministros de salud, que son coordinados por la
secretaría ejecutiva del COMISCA.

Uno de los espacios de discusión que aborda los problemas de salud de la región es la Reunión del
Sector Salud de Centroamérica y República Dominicana (RESSCAD), foro donde participan diversas
instituciones de salud de la región y donde la OPS actúa como secretaría técnica.

Síntesis Y Perspectivas
El Plan Decenal de Salud 2006–2015 (44) fue elaborado entre 2003 y 2006 luego de una amplia
participación y consultas a nivel nacional, a través del Consejo Nacional de Salud. En él se abordan
los principales desafíos y las estrategias para transformar la situación de salud del país. Se trata, por
lo tanto, de un documento de referencia a partir del cual se elaboran los planes operativos de cada
componente del sector y que orienta las actividades dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo
del Milenio, el desarrollo humano sostenible, los derechos humanos y la equidad de género. Dos
grandes desafíos se consideran en el Plan Decenal de Salud: 1) superar la deuda social acumulada y
las inequidades sociales y de género en la situación de salud, y asegurar la prevención y el control de
los problemas y riesgos prioritarios de salud, y 2) expandir las diferentes funciones y componentes
del sistema nacional de salud, con base en un enfoque de derechos, equidad social y de género, y
con la participación ciudadana.

Antecede al Plan Decenal de Salud la Agenda Estratégica para la Reforma del Sector Salud 2004–
2008 (45), que tiene cuatro líneas estratégicas: fortalecimiento del papel rector; organización de las
redes públicas de servicios a nivel regional; acceso equitativo a los medicamentos, y garantía del
aseguramiento con especial atención a la población de menores ingresos. Los dos ejes transversales
son los sistemas de información, que incluyen la vigilancia epidemiológica, y la gestión de los
recursos humanos.

Se han realizado esfuerzos significativos, entre los que se destaca la estrategia "tolerancia cero" para
la reducción de los problemas prioritarios de salud, aunque aún persisten desafíos para fortalecer la
rectoría y el liderazgo en materia de desarrollo de políticas y estrategias de promoción y protección
social en salud con equidad de género, y generación y uso de la información en salud para la toma de
decisiones. Este último punto resulta crucial, pues a excepción del sistema de vigilancia
epidemiológica, el de estadísticas vitales y de servicios presentan rezagos: el subregistro de la
mortalidad continúa siendo superior a 50%, y la demora en la realización de los análisis hace que
estos pierdan su utilidad y valor estratégico para la gestión de los programas y servicios de salud.

Se debe hacer todo lo posible para mejorar la calidad de los servicios sanitarios, pues a pesar de que
existe en el país una red de servicios que permite el acceso geográfico en minutos, problemas de
diversa índole alteran la calidad de la atención. Tal es el caso de la mortalidad materna, por ejemplo,
que se mantiene con una tendencia estable, lejos de alcanzar la meta correspondiente de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se suman también los problemas de organización y de gestión de
recursos para la funcionalidad plena de las redes de servicios de salud.

Está en marcha la transformación de los servicios de salud y de las instituciones del Sistema Nacional
de Salud para adecuarlos a las nuevas funciones que se derivan de la Ley General de Salud y de la
Ley del Sistema Dominicano de Seguridad Social, ambas de 2001, a fin de garantizar la protección
social en salud.

Según el Plan Decenal de Salud, en 2006 se registraron 182.843 consultas ambulatorias, 12.085
hospitalizaciones y 7.031 atenciones de partos en extranjeros. Cerca de 20% de los casos de malaria
notificados se presentó en haitianos, y porcentajes similares se observaron en los diferentes
programas de salud. El tratamiento de este problema requiere de una coordinación binacional que,
aun con los esfuerzos realizados, sigue siendo un desafío para el sistema de salud de la República
Dominicana.

Argentina

Introducción
La República Argentina tiene una superficie de 3.761.274 km2. En 2010 contaba con 40.117.096
habitantes y la razón hombre/mujer era de 0,95, con una tasa de variación intercensal de 10,6%
según resultados definitivos del Censo 2010 (1) (figura 1). El territorio se divide en cinco regiones
geográficas: noroeste, noreste, Cuyo, centro o pampeana y Patagonia. Políticamente consta de 23
provincias y una ciudad autónoma. La forma de gobierno es representativa, republicana y federal.
Como se refleja en los indicadores generales y de salud, el noreste y el noroeste son las regiones
más pobres y rezagadas.

Según un informe sobre el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2), entre 2003 y 2008 la
economía creció en forma sostenida a una tasa promedio de 9%. El producto interno bruto (PIB) bajó
en 2009 y volvió a recuperarse en 2010, con una tasa de crecimiento de 9,2%. Datos proporcionados
por el Ministerio de Economía (3) indican que este incremento correspondió a los sectores de
producción de bienes, a saber, agropecuario (10,7%), industria manufacturera (10,4%), construcción
(10,2%), comercio (15,9%), intermediación financiera (12,9%) y transporte y comunicaciones
(10,4%).

En 2008 el Ministerio de Salud creó el Programa Nacional de Cáncer de Cuello Uterino, que se ejecuta
con éxito en las provincias más pobres y muestra un aumento gradual del tamizaje, una mayor
atención a la franja de mayor riesgo y el establecimiento de mecanismos de seguimiento para las
mujeres con exámenes alterados. En 2011 se introdujo en el calendario nacional de vacunación la
vacuna contra el virus del papiloma humano para las niñas de 11 años así como la prueba para
detectar el virus en una provincia de alto riesgo, con miras a su expansión progresiva. También se
crearon la Dirección de Promoción de la Salud y Prevención y Control de Enfermedades Crónicas y
una comisión interinstitucional para tratar el tema, y se hicieron alianzas estratégicas con otros
sectores para reducir la sal en el pan y en los alimentos procesados. Si bien el país no ha ratificado el
Convenio Marco para el Control del Tabaco, en junio de 2011 se promulgó una ley nacional
antitabáquica. Con la creación de la Dirección Nacional de Vectores en 2009 se hicieron progresos en
la prevención y el control del dengue y se retomó el control de la transmisión vectorial de la
enfermedad de Chagas.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


Según la Encuesta Permanente de Hogares de 2011 (4), la población económicamente activa era de
17 millones de personas y el trabajo informal ocupaba al 34,1% de dicha población. En 2003 la tasa
de desocupación fue de 20,7%, pero a partir de 2004 se inició un descenso continuo y sistemático
hasta llegar a 7,4% en el primer trimestre de 2011. La proporción de ocupados que perciben un
salario inferior a US$ 1 por día descendió de 12,9% en 2002 a 0,5% en 2009. A partir de 2003 se
pusieron en práctica políticas dirigidas a los sectores excluidos del sistema laboral y a aquellos que se
encuentran en situación vulnerable, lo que permitió lograr un descenso de la pobreza de 54% en
2003 a 13% en 2009. Aproximadamente 9 millones de personas salieron de la situación de pobreza.
La situación de indigencia disminuyó de 27,7% en 2003 a 3,5% en 2009 (3).

De acuerdo con la Encuesta complementaria de pueblos indígenas 2004–2005 (5), en el país existen
23 pueblos indígenas y la población que se reconoce perteneciente a, o descendiente de grupos
indígenas en primera generación asciende a 2,8% de la población total del país (600.329 personas).
Los pueblos originarios con mayor población son: mapuche, kolla, toba, wichi, diaguita–diaguita
calchaquí, guaraní, ava guaraní, tupí guaraní, mocoví y huarpe. El 23,5% de la población indígena
tiene necesidades básicas insatisfechas en comparación con el total nacional de 14,3%. El 16,5% de
los hogares indígenas son rurales. Según Cuyul Soto (6), la tasa de analfabetismo entre las personas
de 10 y más años era de 2,6%, y en algunas comunidades este porcentaje superaba el 20%. Como
en los sistemas de información en salud no se considera la variable "etnia", los datos disponibles no
permiten conocer la distribución de los indicadores de salud entre los pueblos indígenas y compararla
con la de otras poblaciones.

Las tasas de alfabetización de los jóvenes de 15 a 24 años son similares en ambos sexos, con valores
próximos a 100%. La meta de lograr que un 40% de las mujeres ocupen empleos no agrícolas se ha
superado; la razón de 0,4 en la participación de mujeres en puestos jerárquicos públicos y privados
ha sido alcanzada y la participación de la mujer en bancas legislativas en el Parlamento Nacional
superó el 30% (2).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA LIMPIA Y SANEAMIENTO

En 2010, 83,9% de la población accedía a agua de red; 79,7% en la región metropolitana y 94,3%
en la Patagonia. El porcentaje de la población con acceso a desagües cloacales pasó de 47,2% en
2001 a 53,1% en 2010 (1).

RESIDUOS SÓLIDOS

En Argentina se generan 0,8 kg por habitante por día de residuos sólidos domiciliarios. El 74% de los
municipios cuenta con planes municipales de manejo de residuos sólidos. En 2009, el país participaba
en un programa que impulsa la recuperación y el uso de metano como fuente de energía limpia.
Según la CEPAL (7), se cuenta con un potencial de 580 millones de metros cúbicos de rellenos
sanitarios para la captación de este gas.
DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO

Según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (8), entre 2002 y 2006 se
observó una disminución de la superficie del bosque nativo de 4,5% (de 30.073.385 hectáreas a
28.727.147 hectáreas). La conversión del bosque en tierras para uso agrícola contribuyó a la
deforestación intensa (9). Del total deforestado hasta 2007, 28,6% tuvo lugar en los últimos siete
años; Salta y Santiago del Estero fueron las provincias más afectadas (92% del total). Según Volante
(10) (s.f.), hay una alta tendencia al desmonte (5.314.925 hectáreas), en especial en el Chaco
semiárido y subhúmedo. Por ley, cada provincia deberá realizar el ordenamiento territorial de sus
bosques nativos.

SEGURIDAD VIAL

En 2007 se formuló la Declaración del Año de la Seguridad Vial (Decreto 1.724); se firmó el convenio
federal sobre acciones en materia de tránsito y seguridad vial (Decreto 1.232) y se crearon la
Agencia Nacional de Seguridad Vial (Ley 26.353) y el Observatorio Nacional. En 2009, 52% de la
población mayor de 18 años informó que nunca utilizaba cinturón de seguridad, 16,8% dijo que
ingería bebidas alcohólicas antes de conducir y 85,7% de las que se movilizaban en bicicleta o en
moto nunca utilizaban casco (11).

DESASTRES

Las situaciones de emergencia y desastre más recurrentes son las originadas por fenómenos
hidrometeorológicos que provocan numerosos daños en la población, sus bienes y el ecosistema. Son
predominantes en las provincias del noroeste, noreste y centro y se presentan con otro tipo de
amenazas en las zonas de Cuyo (nevadas intensas, incendios forestales y posibles sismos) y la
Patagonia (nevadas e incendios forestales).

Durante 2007 la zona norte de la Patagonia fue afectada por una sequía que provocó la muerte de
unas 800.000 cabezas de ganado vacuno, y se estima que se perdieron entre 15 y 20 millones de
toneladas de granos. Las fuertes lluvias provocaron el desborde del río Salado en Santiago del Estero
y 550 familias tuvieron que ser evacuadas.

En 2008, la erupción del volcán Chaitén en Chile provocó una nube de cenizas que se esparcieron por
la ciudad de Esquel (provincia de Chubut) y zonas aledañas con la consiguiente pérdida de cabezas
de ganado. En junio de 2011 el volcán Puyehue, también ubicado en Chile, entró en erupción y arrojó
nubes de cenizas que afectaron a Villa La Angostura (provincia de Neuquén) y Bariloche (provincia de
Río Negro); la capa de cenizas llegó a tener 40 cm de espesor en las zonas más afectadas. Muchos
habitantes tuvieron que ser evacuados, se cancelaron vuelos aéreos y se originaron importantes
pérdidas económicas en la región, en especial en la piscicultura, la ganadería y el turismo.

En 2009 se registró un tornado en la localidad de San Pedro, provincia de Misiones, que dejó un
saldo de 10 muertos, 60 heridos y cuantiosos daños materiales.

CAMBIO CLIMÁTICO

Se prevé que para finales del siglo XXI en Argentina continuará el derretimiento de los glaciares, y en
la zona costera del Atlántico se observará un aumento del régimen de lluvias (5% a 10%) y de la
escorrentía (10% a 30%). Durante 2010 entró en vigor un acuerdo interministerial sobre el cambio
climático para consensuar políticas de desarrollo económico que consideren una disminución de la
emisión de carbono.

ENFERMEDADES QUE AFECTAN A LA SEGURIDAD ALIMENTARIA


En febrero de 2011 Argentina fue declarada nuevamente por la Organización Mundial de Sanidad
Animal país libre de fiebre aftosa por vacunación; también declaró al país libre de la enfermedad de
Newcastle y de la influenza aviar.

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECíFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

El 93% de las mujeres informó haber usado alguna vez algún método anticonceptivo, y más de 78%
inició su uso antes de tener el primer hijo. Tres de cada cuatro mujeres utilizaron anticonceptivos, al
menos en forma intermitente; una de cada 10 utilizaba métodos poco eficaces tales como ritmo o
retiro (12).

El embarazo en adolescentes aumentó de 13,6% en 2003 a 15,4% en 2008 (0,4% de los


nacimientos correspondieron a madres adolescentes y niñas de 10 a 14 años, y 15% a madres que
tenían entre 15 y 19 años).

La razón de mortalidad materna no ha presentado cambios entre 1990 y 2008, oscilando entre 40 a
42 por 100.000 nacidos vivos, con importantes diferencias entre y dentro de las regiones; el noreste
y el noroeste mostraron las mayores tasas de mortalidad materna; Formosa se mantuvo entre las
provincias con las tasas más elevadas.

En 2009 murieron 410 mujeres embarazadas o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del
embarazo, con una razón de mortalidad materna de 55 por 100.000 nacidos vivos. El aumento
nacional promedio de 38,5% respecto a 2008 se debió principalmente a la pandemia de influenza A
H1N1, que afectó en especial a las mujeres embarazadas. Las causas obstétricas directas fueron
responsables de 80,1% (21,1% por aborto) de las defunciones maternas en 2008, y de 61,5%
(21,2% por aborto) en 2009; 38,5% se debieron a causas indirectas (23,2% por enfermedades
respiratorias).

Niños

De acuerdo con los datos proporcionados por la Dirección de Estadística e Información en Salud del
Ministerio de Salud de la Nación, la tasa de mortalidad infantil descendió de 25,6 por 1.000 en 1990
a 12,1 por 1.000 en 2009 (variación de –52,7%). El coeficiente de Gini de la tasa de mortalidad
infantil entre provincias mostró una mejora en términos de equidad interregional. En 2009, las tasas
de mortalidad infantil más elevadas correspondieron a las regiones del noreste con 16 por 1.000
(Formosa 20,5 por 1.000, Chaco 17,8 por 1.000 y Corrientes 15,3 por 1.000) y noroeste con 13,1
por 1.000. Las defunciones en el período neonatal representaron entre 63,9% y 66,4% del total de
muertes en los menores de 1 año entre 2006 y 2009. La primera causa de muerte en 2009 fueron las
afecciones originadas en el período perinatal (49,3%), seguidas por las malformaciones congénitas,
deformidades y anomalías cromosómicas (25%) y las enfermedades del sistema respiratorio (8%).
La distribución fue similar en el período 2006–2009, pero en 2007 se registró un importante aumento
del número de defunciones infantiles debidas a causas respiratorias. Entre 1990 y 2008, la tasa de
mortalidad en los niños menores de 5 años se redujo de 29,6 por 1.000 a 14,5 por 1.000 (−51%).
Las tres principales causas de muerte en los menores de 5 años fueron las mismas que para los
menores de 1 año. Las causas externas ocuparon el cuarto lugar entre las causas de muerte bien
definidas en los menores de 5 años.

En 2009, la tasa específica de mortalidad en los niños de 1 a 4 años fue de 0,5 por 1.000 niños de 1
a 4 años para todo el país; las regiones con tasas más altas fueron el noreste con 0,7 (Formosa 1,1 y
Chaco 0,9) y el noroeste con 0,6 (Santiago del Estero 0,9 y Salta 0,8).
Adolescentes

En 2009, la población de 10 a 19 años ascendía a 6.868.986 adolescentes (17,1% del total). La tasa
de mortalidad específica fue de 0,5 por 1.000 habitantes; de las defunciones registradas, 56,5% se
debió a causas externas (accidentes 49,5%, suicidios 20% y homicidios 13,1%), de acuerdo con
indicadores de salud seleccionados para la población de 10 a 19 años (13).

Según la Cuarta Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media de 2009, el consumo de


sustancias entre los adolescentes de las escuelas medias fue frecuente; entre los 13 y los 17 años,
las sustancias de mayor consumo fueron las bebidas alcohólicas (46%) y el tabaco (19,7%); 9,6%
de los estudiantes habían consumido alguna droga ilícita en el último año, y la de mayor prevalencia
fue la marihuana, con 8,4%, seguida por la cocaína, con 2,3% (14). La prevalencia de fumadores
adolescentes actuales durante 2007 fue de 24,5% y mayor en las mujeres (15).

Adultos mayores

En 2009, la población de 60 y más años ascendía a 5.712.153 habitantes, 14,2% del total; 91% vivía
en áreas urbanas. De esta población, 40% tenía exceso de peso (hombres 48%, mujeres 34%); 17%
de la población adulta mayor era obesa. Entre los adultos mayores, 12% fumaba y 27% había dejado
de fumar. Entre 2006 y 2009, 76,4% de las defunciones registradas en el país ocurrieron en este
grupo de edad. Las principales causas de muerte fueron las enfermedades cardiovasculares (34,4%)
y los tumores malignos (19,3%).

MORTALIDAD

Durante el cuadrienio 2006–2009 la tasa de mortalidad general ajustada por edad se mantuvo
estable; las más elevadas se registraron en las regiones del noreste y noroeste, tanto en hombres
como en mujeres. Las enfermedades del sistema circulatorio fueron las causas más frecuentes
(30%), seguidas por los tumores (20%), las enfermedades infecciosas (19,6%) y las causas externas
(6,4%); 8% de las muertes tuvieron causas mal definidas.

La mortalidad proporcional en el cuadrienio 2006–2009 mostró un patrón similar al del año 2004, con
la diferencia de una mayor frecuencia de las enfermedades infecciosas y una menor proporción de
"todas las demás causas". Las tasas de mortalidad ajustadas por edad para todas las causas y para
cada causa son mayores en los hombres que en las mujeres, y esta diferencia es aún mayor para las
causas externas. Las tasas de mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio disminuyeron en
el cuadrienio 6,2%; por neoplasias bajaron 3,8% y por causas externas 5,2%.

En 2009, los años potenciales de vida perdidos (APVP) por todas las causas para todo el país fueron
681,50 por 10.000 habitantes; el noreste y el noroeste presentaron la mayor cantidad de APVP por
10.000 durante todo el cuadrienio. Las causas externas y las neoplasias ocasionaron la mayor
cantidad de APVP, en tanto que en el noreste y el noroeste fueron las enfermedades infecciosas y en
el centro, las enfermedades del sistema circulatorio y las neoplasias.

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

El dengue es epidémico en Argentina y desde 1998 se registran brotes cada dos o tres años. Durante
el primer semestre de 2009 se produjo el mayor brote de dengue del país, con 26.923 casos
confirmados. Ese brote afectó a áreas en las que nunca antes se habían registrado casos de dengue,
entre ellas las zonas andinas de Catamarca y el sur de Tucumán, que habitualmente son de bajo
riesgo para la transmisión, y áreas urbanas muy pobladas como Buenos Aires. Circuló el virus del
dengue tipo 1. La tasa de letalidad fue de 1,86 por 10.000 casos confirmados (5 de 26.923). El
número total de casos de malaria disminuyó en el quinquenio 2006–2010, y los casos se
concentraron en las provincias de Salta y Misiones, con focos residuales pasibles de eliminación a
corto plazo. Durante 2008 se produjo la reemergencia de la fiebre amarilla selvática, con la
confirmación de nueve casos humanos en la provincia de Misiones. En 2009 se observó un nuevo
episodio de transmisión que provocó dos defunciones.

De las 19 provincias en riesgo de transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas, cinco han


certificado su eliminación hasta 2004 y una en 2011; la notificación de Chagas agudo vectorial viene
reduciéndose progresivamente: 26 casos en 2008, 7 en 2009 y 5 en 2010 (en Santiago del Estero y
Chaco).

La leishmaniasis visceral es un fenómeno nuevo en el noreste del país (79% de los casos se
notificaron en la provincia de Misiones), con 23, 22 y 21 casos notificados, respectivamente entre
2008 y 2010. En 2009 se notificaron 150 casos de la leishmaniasis cutánea, 64% de los cuales
correspondieron al noroeste y 33% al noreste.

Enfermedades prevenibles por vacunación

Los últimos casos de sarampión debidos a transmisión autóctona se detectaron en 2000 en la


provincia de Córdoba. En 2009 y 2010 hubo varios casos de sarampión importados o relacionados
con importaciones. En 2009 se logró interrumpir la transmisión autóctona del virus de la rubéola. Los
últimos dos casos notificados en Argentina ocurrieron durante las primeras cinco semanas de 2009, y
fueron los últimos casos de transmisión autóctona del virus de la rubéola en las Américas. El último
caso de síndrome de rubéola congénita ocurrió en julio de 2009 y el último caso de tétanos neonatal
se notificó en 2002. En el período 2000–2010 se notificaron únicamente dos casos esporádicos de
difteria, uno en 2000 (Santa Fe) y otro en 2003 (Misiones). En el período 2000–2010, el número de
casos anuales de infección por Haemophilus influenzae tipo b se mantuvo constante entre 15 y 35.

El control de la tos ferina aún es un desafío. La notificación de casos aumentó en todo el país y
mostró importantes diferencias regionales y provinciales.

En 2005 se introdujo en el calendario nacional de vacunación la vacuna contra la hepatitis A. El


impacto de esta medida se observó en una disminución de la tasa nacional a partir de 2005 y en la
virtual desaparición de la carga de fallas hepáticas agudas relacionadas con el virus de la hepatitis A
en niños y adolescentes. Entre 2004 y 2007 se notificaron 61 casos de fallas hepáticas agudas, de los
cuales 41 requirieron trasplante de hígado. En contraste, entre 2008 y 2010 se notificó un solo caso
de fallas hepáticas agudas. La vacuna contra la hepatitis B forma parte del calendario nacional de
vacunación para los recién nacidos y lactantes, los adolescentes de 11 años y grupos especiales de
población. La tasa de notificación de hepatitis B presentó un descenso progresivo desde el año 2000,
y durante el quinquenio 2006–2010 las tasas se mantuvieron estacionarias. Las tasas notificadas de
parotiditis disminuyeron 40% en el quinquenio 2006–2010. La varicela presentó las mayores tasas
notificadas por enfermedades inmunoprevenibles. En 2010 la tasa nacional fue de 449,43 por
100.000 habitantes; si bien se observaron diferencias entre las provincias, todas mostraron tasas
superiores a 200 por 100.000 habitantes.

En 2009, la cobertura con la tercera dosis de la vacuna cuádruple bacteriana o pentavalente, la


tercera dosis de vacuna Sabin (vacuna antipoliomielítica oral) y la vacuna triple viral al año de vida
fueron, respectivamente, de 94%, 95% y 99%, con una variación importante entre municipios. La
cobertura de vacunación contra la hepatitis B en las primeras 24 horas de vida fue de 81,5% para el
año 2009 y 90,4% de los recién nacidos recibieron la BCG en los primeros siete días de vida.

Zoonosis

En 2008 se registró en el país el último caso de rabia humana. La notificación de casos de rabia
canina mostró una tendencia descendente (28 casos en 2006, 42 casos en 2007, 26 casos en 2008 y
6 casos en 2009; la mayoría en la provincia de Jujuy). La cobertura de vacunación fue de 75% y
superó este porcentaje en las zonas de mayor riesgo. Durante el cuadrienio 2006–2009 se notificó un
promedio anual de 384 casos de hidatidosis; las tasas más altas se registraron en 2006 (1,12 por
100.000 habitantes) y correspondieron a la Patagonia. La triquinosis presentó una tendencia
creciente, con una tasa de 0,26 por 100.000 habitantes en 2006 y 1,6 por 100.000 habitantes en
2010.

Enfermedades desatendidas

La lepra, que continúa siendo uno de los problemas de salud pública, cuenta con un programa
nacional muy débil. El número de casos nuevos notificados descendió de 421 en 2006 a 333 en 2009,
y subió a 354 en 2010. Diecinueve jurisdicciones notificaron casos en alguno de estos años,
principalmente en el noreste y el noroeste. En 2010, la tasa de detección nacional fue de 0,9 por
100.000, mientras que en las provincias de Formosa, Misiones y Chaco fue de 10,4, 4,2 y 3,6 por
100.000, respectivamente. La tasa de prevalencia nacional fue de 0,16 por 10.000, pero dos
provincias del norte aún no habían alcanzado la meta de disminuir la prevalencia a menos de un caso
por 10.000 habitantes (Formosa 2,3 y Chaco 1,1 por 10.000). Se estima que existe endemia oculta
y, a la vez, una prevalencia superior a la real debido al tratamiento de casos por más tiempo del que
prescriben las normas.

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

Estudios realizados entre 2006 y 2009 sugieren que la epidemia de VIH es de tipo concentrada, con
una prevalencia estimada de 0,4% en las personas mayores de 15 años. Se estiman prevalencias de
12% en hombres que tienen sexo con otros hombres, 6,1% en usuarios de drogas, 5% entre
trabajadoras y trabajadores sexuales y de 24% a 34% entre las personas transexuales. Se estima
que en el país viven unas 110.000 personas infectadas con el VIH, de las cuales 50% conocería su
estatus serológico (16). Las tasas notificadas de casos de VIH se han mantenido estables entre 2006
y 2009 y fueron de 16,4 por 100.000 en hombres y 9,6 por 100.000 en mujeres en 2009. En el
mismo período, 70% de los casos conocidos se concentraba en la ciudad de Buenos Aires y en las
provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. La razón hombre/mujer para la infección por el VIH
fue de 1,7 hombres por mujer durante el período 2007–2009 y se mantuvo estable desde el año
2001. Las relaciones sexuales sin protección siguen siendo la principal vía de transmisión del virus. El
90% de las embarazadas se han realizado la prueba de detección del VIH durante el embarazo o el
trabajo de parto, y 80% de las embarazadas infectadas con el VIH han recibido antirretrovirales para
prevenir la transmisión vertical. La tasa de transmisión vertical de los nacidos de madres con el VIH
se estima en 6%.

En cuanto a otras infecciones de transmisión sexual, en el quinquenio 2006–2010 las tasas


notificadas de sífilis congénita se mantuvieron estables en alrededor de 1 por 1.000 nacidos vivos.
Durante todo el período las mayores tasas se registraron en el noreste y principalmente en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.

En 2006 se notificaron 11.068 casos nuevos de tuberculosis, con una tasa de 28,4 por 100.000
habitantes, mientras que en 2009 se notificaron 10.657, con una tasa de 26,6 por 100.000; las tasas
más altas se registraron en el norte del país (17, 18). Entre 2006 y 2009 disminuyó la notificación de
la forma pulmonar, y la confirmación bacteriológica osciló alrededor de 65%. La tasa más alta se
observó en las personas de 20 a 24 años; 60% de los casos fueron masculinos. La tasa de mortalidad
fue de aproximadamente 2 por 100.000 habitantes (las más altas se notificaron en las provincias
más pobres del norte).

Enfermedades crónicas no transmisibles

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares constituyeron la principal causa de muerte y dieron cuenta de


30% de las defunciones entre 2006 y 2009. En 2009, las enfermedades del sistema circulatorio
causaron 89.916 defunciones en ambos sexos, con una tasa de 224,2 por 100.000 habitantes. De
estas muertes, 20,7% se atribuyó a enfermedades cerebrovasculares y 20,6% a enfermedad
isquémica del corazón, con una tasa de 46,3 por 100.000 habitantes. La mortalidad por
enfermedades del corazón ocupó el primer lugar entre las causas de muerte bien definidas (24,4%)
con una tasa de 169,4 por 100.000 habitantes, que fue más elevada en los hombres; las
enfermedades cerebrovasculares ocuparon el cuarto lugar (6,7%). El número de defunciones
aumentó a partir de los 45 años para todas las enfermedades del sistema circulatorio, aunque 2%
ocurre antes de esa edad.

Neoplasias malignas

En 2008 se produjeron 104.859 nuevos casos de tumores malignos (excluidos los de piel y con
histología distinta del melanoma), con una incidencia de 206 por 100.000 individuos de ambos sexos
(19). Se estima que el cáncer de mayor incidencia en las mujeres fue el de mama, con una tasa de
74 por 100.000 mujeres, seguido por los cánceres cervicouterino y de colon–recto, con una tasa
aproximada de 17 por 100.000 mujeres para cada uno. Los cánceres de mayor incidencia en los
hombres fueron el de próstata (58,4 por 100.000 hombres), pulmón (33,7 por 100.000) y colon–
recto (25,0 por 100.000). En la población de menores de 15 años, Moreno (20) (s.f.) encontró que la
tasa de incidencia anual de neoplasias malignas fue de 12,4 casos por 100.000 niños, y las más
frecuentes entre 2000 y 2007 fueron las leucemias (30%–40%), los tumores cerebrales (20%) y los
linfomas (13%).

Los tumores malignos provocaron 20,7% de las defunciones en 2009, con una tasa de mortalidad de
143,5 por 100.000 habitantes. Se observa una tendencia histórica a la disminución, especialmente en
los hombres. Los tumores más frecuentes para ambos sexos y para varones fueron los de tráquea,
bronquios y pulmón; estos han presentado una tendencia decreciente en los hombres y ascendente
en las mujeres. El tumor de mama fue el más frecuente como causa de muerte en las mujeres.

Según el Instituto Nacional del Cáncer (21), entre las provincias existe una notoria desigualdad en la
mortalidad por cáncer cervicouterino, y la incidencia es mayor en las regiones más pobres del norte
del país. El cáncer cervicouterino representó 6,4% de las causas de muerte por neoplasias en las
mujeres entre 2005 y 2009. Las tasas más elevadas se observaron en el noreste con 14,73 por
100.000 mujeres (Formosa 18 por 100.000 mujeres). La mayor frecuencia porcentual de la
mortalidad por cáncer cervicouterino se presentó en las mujeres de 45 a 64 años, mientras que las
mayores tasas de mortalidad se observaron en el grupo de 65 y más años de edad.

Diabetes

Entre 2005 y 2009 el control de la glucemia se incrementó de 69,3% a 75,7% y la prevalencia


autorreferida de diabetes, de 8,4% a 9,6%. De acuerdo con la Segunda Encuesta Nacional de
Factores de Riesgo (11), la prevalencia de diabetes mostró cambios según los niveles de ingreso
(bajo 9,6%; medio 7,8% y alto 7,0%) y fue mayor en las mujeres (10,1%) que en los hombres
(8,9%). En 2009, la mortalidad por diabetes ocupó la novena posición entre las causas de mortalidad
bien definidas (2,8%), con un total de 7.701 defunciones y una tasa de mortalidad de 19,2 por
100.000 habitantes; 91% correspondió a mayores de 55 años (44,6% a los mayores de 75 años); la
distribución por sexo fue muy similar.

Enfermedades crónicas de las vías respiratorias

En 2008, las enfermedades del sistema respiratorio representaron la cuarta causa de muerte en la
población de 20 a 64 años de edad (enfermedades crónicas de las vías respiratorias 15,2%), de
acuerdo con la ANLIS (22). En 2009 se registraron 45.541 muertes por enfermedades del sistema
respiratorio, con una tasa de 113,5 por 100.000 habitantes; un 42,5% de ellas debidas a infecciones
respiratorias agudas.

Enfermedades gastrointestinales
Las tasas notificadas de diarreas agudas en el período 2006–2010 se mantuvieron estables. En 2010
la tasa nacional fue de 3.034,07 por 100.000 habitantes. Las más elevadas correspondieron al
noroeste (6.370,26 por 100.000) y Cuyo (3.962,93 por 100.000). Durante el cuadrienio 2006–2009
las tasas de botulismo se mantuvieron estables, con valores inferiores a 0,05 por 100.000
habitantes. Durante 2006–2009 se notificó un promedio de 380 casos de síndrome urémico
hemolítico por año; la tasa más alta correspondió a 2006 con 1,27 por 100.000 habitantes.

Hipertensión arterial

Según la Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2009 (11), 81,4% de la población
adulta informó que se había controlado la presión arterial en los últimos dos años y, de este
porcentaje, 34,5% presentó presión arterial elevada en al menos una consulta. No se manifestaron
cambios respecto a la prevalencia observada en el año 2005. En 2009, la enfermedad hipertensiva
fue responsable de 6,1% de las muertes por enfermedades del sistema circulatorio, con una tasa de
mortalidad específica de 13,8 por 100.000.

Enfermedades nutricionales

Desnutrición

Según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (12), la talla baja y el sobrepeso constituyeron las
deficiencias prevalentes en el grupo de niños y niñas menores de 5 años. De los niños y niñas de 6 a
60 meses, 8% tenía talla baja, según las curvas establecidas por la OMS; el noreste y el noroeste
mostraron la prevalencia más alta. La emaciación (desnutrición aguda) tuvo una prevalencia
marginal desde la perspectiva poblacional.

Obesidad y sobrepeso

Según la Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (11), 53,4% de la población presenta
sobrepeso u obesidad. La obesidad aumentó significativamente de 14,6% a 18,0% respecto a la
prevalencia observada en 2005, pero no se manifestaron cambios en la prevalencia del sobrepeso,
que fue de 35,4%. La prevalencia de la obesidad mostró aumentos en los tres niveles de ingreso
respecto a 2005; fue mayor en las mujeres (19%) que en los hombres (17%), y entre los 50 y 64
años de edad (27%).

Accidentes y violencia

En 2009, la tasa de mortalidad por causas externas fue de 47,04 por 100.000 habitantes. En el total
de causas externas (18.868 defunciones), los accidentes representaron 55,0%, los suicidios 15,8% y
las agresiones 9,7%. Los accidentes y sus secuelas ocuparon el sexto lugar entre las principales
causas de muerte (3,7%), con una tasa de 25,8 por 100.000 habitantes que fue más elevada en los
hombres. Los accidentes de tránsito representaron 45,1% del total de accidentes y 24,6% del total
de causas externas. Para las ocho principales causas externas, el grupo de edad más afectado fue el
de 15 a 34 años. Las causas externas fueron la primera causa de muerte entre los 5 y los 44 años de
edad.

Trastornos mentales

Según estimaciones del Ministerio de Salud (23), entre la población mayor de 15 años más de seis
millones padecían de trastornos mentales en 2010 (46% del sexo femenino), la depresión mayor
afectaba a 1,6 millones (68% del sexo femenino) y el abuso o dependencia del alcohol a 1,7 millones
(85% del sexo masculino). Se estima que solamente 59,9% de las personas que padecían de
depresión mayor y 71,4% de las que abusaban o dependían del alcohol recibían tratamiento en 2010.
En 2010 se creó nuevamente en el ámbito del Ministerio de Salud la Dirección Nacional de Salud
Mental y Adicciones. Con el objetivo de impulsar la reforma psiquiátrica se promulgó la Ley Nacional
de Salud Mental 26.657, que incorpora los estándares internacionales más modernos respecto a los
derechos humanos de las personas con enfermedades mentales, así como la obligatoriedad de
otorgar a la salud mental la misma jerarquía que a otros problemas de salud.

Factores de riesgo y protección

En Argentina se hicieron dos encuestas nacionales de factores de riesgo, una en 2005 y otra en
2009. Según la Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (11), 19,2% de la población
evaluó su salud como mala o regular. La inactividad física aumentó significativamente a 54,9%
respecto a 2005, que fue de 46,2%. El 25,4% de la población agregaba siempre sal a las comidas,
solo 4,8% consumía al menos cinco porciones de frutas y verduras por día y, entre los que
efectuaron el control, 29,1% manifestó tener colesterol elevado. En 2009, el consumo de tabaco
afectaba a 27,1% de los mayores de 18 años, una reducción de 2,6% respecto a 2005. La exposición
al humo de tabaco ajeno se redujo a 40,4%, debido sobre todo a la promulgación de leyes
provinciales para crear espacios 100% libres de humo. De las mujeres mayores de 40 años, 56,3%
se había hecho una mamografía y 60,5% de las mayores de 18 años, una prueba de Papanicolaou en
los últimos dos años.

Accidentes y enfermedades ocupacionales

Según el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (24), el promedio histórico de


trabajadores cubiertos por las aseguradoras de riesgos del trabajo es de 5.791.329, mientras que el
promedio para 2006–2010 fue de 7.501.043. De acuerdo con Schleser (25), entre 31% y 38% de los
trabajadores no estaban registrados, no realizaban aportes jubilatorios y no estaban cubiertos por el
sistema de riesgos del trabajo. En 2006–2009 se notificó un promedio anual de 661.294 accidentes
ocupacionales, con variaciones aproximadas a 10% entre cada año. El mayor número de accidentes
se notificó en los sectores de servicios comunales (26%), comercio (15%) y construcción (12%).

Discapacidad

El Servicio Nacional de Rehabilitación, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, mantiene un


registro administrativo de discapacidades que se alimenta del Certificado Único de Discapacidad. En
2010, del total de personas que tenían el certificado 54% eran hombres y 46% mujeres; 37% tenían
discapacidad motora, 36% discapacidad mental, 12% visceral, 9% auditiva y 6% visual. En el
período 2007–2010 se observó el fortalecimiento de los servicios de rehabilitación, la aplicación de la
estrategia de rehabilitación de base comunitaria y la ejecución del Programa Federal de Recreación y
Deporte para las Personas con Discapacidad.

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


RECTORÍA

La Autoridad Sanitaria Nacional es responsable de las actividades de planificación y coordinación en


materia de salud, junto con las autoridades de salud de las jurisdicciones provinciales. Dichas
actividades tienden a establecer un sistema federal de salud cuyos lineamientos se consignan en el
Plan Federal de Salud 2010–2016, elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación. Estos
lineamientos tienen un valor indicativo, ya que las provincias son autónomas en materia de políticas
sanitarias y, en consecuencia, del cuidado y protección de la salud de su población. El Consejo
Federal de Salud, organismo integrado por los ministros de salud de todas las jurisdicciones del país,
permite una mejor articulación entre la Autoridad Sanitaria Nacional y las provincias, elabora
consensos y establece metas. La Superintendencia de Servicios de Salud, organismo descentralizado
del Ministerio de Salud que goza de autarquía administrativa, económica y financiera, controla la
aplicación del Programa Médico Obligatorio y el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la
Atención Médica en las instituciones de la seguridad social.

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

El sistema público de salud de Argentina ofrece una cobertura básica de servicios a la que tienen
derecho todos los habitantes del país, aunque también estén cubiertos por la seguridad social o
privada. En 2011, el sector público prestaba cobertura a toda la población (100%), las obras sociales
nacionales a los trabajadores formales y sus familiares a cargo (38,8%), el Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (más conocido por la sigla PAMI) a los jubilados y
pensionados con sus cónyuges e hijos (8,3%), las obras sociales provinciales a los empleados
públicos y jubilados provinciales y sus familiares a cargo (13,7%) y el subsector privado a los
asociados voluntarios (9,0%). Esta cobertura se detalla en un listado de bienes y servicios destinados
a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento médico y odontológico, y que se encuentra en el
Programa Médico Obligatorio. La Autoridad Sanitaria Nacional debe garantizar la accesibilidad de la
población al Programa Médico Obligatorio y regular y controlar el cumplimiento de las obligaciones y
la calidad de los servicios por parte de las obras sociales (seguridad social) y la medicina prepaga
(sector privado). El subsector público también garantiza el aseguramiento a la población a través de
planes, programas y leyes específicas como el Plan Nacer, que consiste en un seguro público de salud
para la población maternoinfantil sin cobertura, y el Programa Remediar, que garantiza el acceso a
medicamentos esenciales. El Programa Médico Obligatorio incluye la cobertura de prestaciones de
alto costo y baja incidencia a través de la Administración de Programas Especiales que son
financiados por el Fondo Solidario de Redistribución.

LEGISLACIÓN EN SALUD

El Poder Legislativo tiene un órgano coordinador en materia de salud, el Consejo Federal Legislativo
de Salud, integrado por los miembros de las comisiones de salud de las distintas legislaturas
(nacional, provincial y de la Ciudad de Buenos Aires). Su objetivo es definir y desarrollar un marco
legislativo que compatibilice la legislación de las diferentes jurisdicciones a fin de alcanzar la equidad
para toda la población del país.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

En los últimos años se han incrementado los recursos para el financiamiento del sector. En 2008 se
destinó 10% del PIB al gasto total en salud, si bien cerca de la mitad correspondió a gasto privado
directo (4,92%) y el gasto de la seguridad social (3,08%) fue mayor que el del subsector público
(2,19%). Dentro de este último el mayor gasto lo hicieron las provincias, debido a que ellas son
responsables de la provisión de los servicios de salud.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

Entre los principales logros en este campo se destacan el financiamiento de las becas del Sistema
Nacional de Residencias del Equipo de Salud y el rediseño del Observatorio de Recursos Humanos.
Este último se creó en 2007 e incluye un área de información para la toma de decisiones y el
monitoreo de las políticas de recursos humanos. En cuanto a la regulación del ejercicio profesional,
se creó el Sistema Integrado de Información Sanitaria, en el que hasta el año 2010 se habían
registrado 510.110 profesionales de salud. Mediante un convenio firmado con 20 universidades del
país y un acuerdo de cogestión para fortalecer la atención primaria en todo el territorio, se ejecutó un
programa de médicos comunitarios y de agentes de salud. Según Abramzón (26), el país contaba con
32,1 médicos, 9,3 dentistas y 3,8 profesionales de enfermería (de todas las categorías) por 10.000
habitantes.
La enfermería abarca tres categorías de personal: licenciados en enfermería, enfermeros y auxiliares.
En 2007, el porcentaje de licenciados en enfermería era de 7%, de enfermeros 30% y de auxiliares
de enfermería 63% (en las provincias entre 92,5% y 35,2 %). En cuanto a los egresados de las
carreras de ciencias de la salud, entre 2002 y 2009 la cantidad de médicos aumentó 11% y la de
enfermeros universitarios 561,1%. En las carreras de enfermería de nivel superior no universitario el
aumento fue de 332,1% en el mismo período. Sin embargo, aún no se ha superado la disparidad
entre médicos y enfermeros.

SERVICIOS DE SALUD

El sector salud está constituido por el subsector público, conformado por 24 sistemas provinciales con
significativas diferencias entre ellos; el subsector de las obras sociales (seguridad social), que cuenta
con más de 280 obras sociales nacionales, 24 provinciales y las correspondientes a las Fuerzas
Armadas, al Poder Judicial, al Poder Legislativo, a las Fuerzas de Seguridad y a las Universidades, y
el PAMI. El subsector privado cuenta con múltiples empresas de medicina prepaga y varias mutuales.
Estas instituciones no se encuentran integradas ni coordinadas en las jurisdicciones nacional,
provinciales y municipales, lo que caracteriza al sector salud como segmentado, fragmentado y
heterogéneo, tanto por su organización como por su financiamiento y facilidad de acceso.

Existen 18.000 establecimientos de salud, 9.000 privados y 9.000 públicos; de estos últimos, 1.373
cuentan con internación y el resto corresponde a establecimientos ambulatorios con diferentes
niveles de resolución que no forman parte de redes integradas. Aunque garantizan una cobertura
básica, existen grandes diferencias en el acceso tanto entre las distintas jurisdicciones como por la
localización geográfica de los usuarios de los servicios dentro de ellas.

El programa Remediar garantiza el acceso a medicamentos esenciales a la totalidad de la población


mediante el envío de botiquines a más de 6.600 centros de atención primaria. En 2010 se difundió la
decimoprimera edición del Formulario Terapéutico Nacional de la Confederación Médica de la
República Argentina, que fue adoptado por el Ministerio de Salud. Se encuentra en fase de
reglamentación la Ley 26.688/2011 sobre producción pública de medicamentos. Esta ley define los
medicamentos como un bien social y tiene como objetivo promover la accesibilidad a medicamentos,
vacunas y productos médicos, así como propiciar el desarrollo científico y tecnológico a través de
laboratorios de producción pública. La Resolución 435/2011 determina la obligatoriedad de establecer
un sistema de trazabilidad de medicamentos que abarque a todas las personas y empresas que
intervienen en la cadena de comercialización, distribución y dispensación de especialidades
medicinales. En 2009 la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología se
convirtió en la primera autoridad reguladora en América Latina al ser acreditada por la OPS como
autoridad nacional de regulación y laboratorio regional de referencia.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN SALUD

Entre 2002 y 2009, el Ministerio de Salud otorgó más de 2.000 becas individuales para realizar
estudios multicéntricos y realizar un diagnóstico sobre la situación de la investigación en salud en el
país, y reunió en una publicación los informes de las investigaciones financiadas. Asimismo, por
Resolución 102/2009 creó el Registro de Ensayos Clínicos en Seres Humanos.

Desde 2009, el Ministerio de Salud publica la Revista Argentina de Salud Pública, indexada en la base
de datos LILACS del Sistema BIREME/OPS/OMS y en la BINACIS, accesible desde el portal de la
Biblioteca Virtual en Salud de Argentina. La producción en instituciones argentinas, registrada en
el Science Citation Index, alcanzó en 2008 un total de 7.928 documentos, con un crecimiento anual
superior a 20%. En el marco de la construcción de la Biblioteca Virtual en Salud de Argentina se
destaca el desarrollo del portal Legisalud Argentina, a cargo del Ministerio de Salud. Por Resolución
469/2011 el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva creó el Sistema Nacional de
Repositorios Digitales.

GESTIÓN DE LA INFORMACIÓN EN SALUD

En 2011 se firmó un convenio entre el Ministerio de Salud y el de Planificación para que los
hospitales, centros de atención primaria de salud, centros integradores comunitarios y otras
instituciones sanitarias del país se interconecten a través de la Red Nacional de Fibra óptica.

Salud Y Cooperación Internacional


Argentina forma parte del grupo de países de renta media. La cooperación multilateral en salud se
presta a través de organismos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la
Unión Europea, el Sistema de Naciones Unidas y el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la
Tuberculosis y la Malaria. En los últimos años la cooperación bilateral se centró en programas
sectoriales, cooperación científico–tecnológica y emergencias.

Argentina ha participado especialmente en la cooperación sur–sur y triangular, la cual se lleva a cabo


a través del Fondo Argentino de Cooperación Sur–Sur y Triangular. Los tres ejes programáticos
prioritarios para el gobierno son administración y gobernabilidad, derechos humanos y desarrollo
sustentable. Las actividades se han concentrado en la profundización de la cooperación sur–sur con
los países limítrofes desde las perspectivas de la integración en el Mercosur y la reducción de
asimetrías; la promoción de vínculos con Haití, y la cooperación estratégica con los países del Caribe
inglés, África (en especial el África subsahariana) y Asia. En 2008 la República Argentina, a través del
Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y la OPS/OMS, firmaron un
memorándum de entendimiento a fin de prestar cooperación a terceros países.

Por otra parte, el país ha liderado varios proyectos en el marco del mecanismo de cooperación
técnica entre países de la OPS/OMS. Desde 2008 y hasta mediados de 2011 participó en 20
proyectos de cooperación técnica entre países para abordar, entre otros, problemas relacionados con
el control de enfermedades y la vigilancia epidemiológica, la salud mental, el desarrollo local, la salud
ambiental y la seguridad vial. El monto de los recursos asignados para estos proyectos ascendió a
US$ 447.292. Argentina cooperó principalmente con países de América del Sur y también con el
Canadá y Cuba.

El país participó activamente en diversos foros subregionales que cuentan con instancias específicas
para abordar temas relacionados con la salud y la integración, entre ellos las Cumbres de Jefes de
Estado y de Gobierno de Iberoamérica y las Cumbres de las Américas, del Mercosur y de la UNASUR.

Síntesis Y Perspectivas
Argentina es un país de renta media, que tiene muchas riquezas naturales, una sólida
infraestructura, gran capacidad tecnológica y recursos humanos altamente calificados. Después de
una grave crisis política y económica, en los últimos años se hicieron notables esfuerzos que
redundaron en la inclusión social de millones de argentinos. En el campo de la salud el país cuenta
con amplias capacidades y ha hecho significativos progresos. A pesar de estos progresos y de que se
destina una cantidad considerable de recursos financieros al sector salud, existen grandes
ineficiencias e inequidades. El gran desafío es alcanzar resultados más homogéneos y disminuir las
diferencias que todavía persisten, en especial entre el norte y la zona marginal del área
metropolitana, y el resto del país. Esas diferencias se manifiestan en los planos político y social, pero
principalmente en el económico, con sus consecuencias para salud. Uno de los principales problemas
en el que la inequidad es visible y refractaria tiene que ver con la mortalidad materna, que desde
1990 no se ha reducido a nivel nacional; sistemáticamente, las provincias del norte y de Cuyo
presentan tasas dos o tres veces superiores al promedio nacional.

Existen enfermedades que requieren intervenciones concretas y factibles, como la sífilis congénita, la
lepra, la enfermedad de Chagas de transmisión vectorial y el cáncer cervicouterino. Por otra parte,
Argentina enfrenta nuevos problemas de salud como la leishmaniasis visceral, el dengue endémico y
la epidemia creciente de las enfermedades crónicas y la violencia.

Con todas las capacidades antes señaladas, el trabajo coordinado entre la Nación y las provincias,
responsables finales por la salud, y la articulación intersectorial, Argentina podrá resolver estos
problemas a mediano plazo.

Referencias
Introducción
Brasil, uno de los cinco mayores países del mundo, tiene más de 190 millones de habitantes y una
extensión territorial superior a 8.500.000 km2 (1). El país se divide políticamente en 26 estados y un
distrito federal, y en cinco regiones geográficas que tienen importantes diferencias económicas,
culturales y demográficas: Norte, Nordeste, Sudeste, Sur y Centro Oeste.

El país atraviesa un proceso de reducción de las tasas de fecundidad y mortalidad precoz, y de


aumento de la esperanza de vida al nacer. En 2010, la población estimada era de 190.755.799
habitantes, de los cuales 84% vivía en zonas urbanas (figura 1). La esperanza de vida al nacer era
de 66,3 años en 1990 y de 73,17 en 2009 (77,0 años para las mujeres y 69,4 años para los
hombres). La tasa de fecundidad disminuyó de 2,38 niños por mujer en 2000 a cerca de 1,86 niños
por mujer en 2010, por debajo de la reposición poblacional. Las personas de 65 y más años de edad
representaban 4,9% del total de la población en 1995, 6,1% en 2005 y 7,4% en 2010.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


En la última década comenzó en Brasil un período de crecimiento económico vinculado a la
distribución del ingreso y a una reducción inédita de las desigualdades sociales y de la pobreza
extrema (2, 3, 4).

Entre 2003 y 2010 se crearon 10 millones de empleos formales. Entre los censos de 2000 y 2010, el
analfabetismo bajó de 13,6% a 9,6% (1). Por su parte, los programas de transferencia de ingresos a
las familias -Programas Bolsa Familia, de Beneficio de Prestación Continuada y Provisión Rural-
contribuyeron a que ese crecimiento económico se acompañara de una mejora en las condiciones de
vida de los sectores más pobres de la población (2).

El Programa Bolsa Familia (PBF) tiene su antecedente en el Programa de Transferencias


Condicionadas de Dinero (1995–2003), primera experiencia en América Latina para transferir
ingresos a las familias (5, 6). El PBF procura invertir en capital humano, asociando transferencias de
dinero en efectivo a metas educativas y a la utilización de los servicios de salud. Se ejecuta en 5.564
municipios de los 27 estados de Brasil. En 2007 se invirtieron US$ 3.700 millones para beneficio de
cerca de 12,9 millones de familias (aproximadamente 52 millones de personas, 25% de la población
brasileña) (5). Algunos estudios han examinado los efectos del PBF sobre la pobreza y la inequidad,
el gasto alimentario, la educación y la utilización de los servicios de salud, la seguridad alimentaria y
el estado nutricional. El coeficiente de Gini, un indicador de la distribución del ingreso, había
permanecido estable en Brasil desde principios de la década de los ochenta, y oscilaba en torno a
0,60, haciendo de Brasil uno de los países más desiguales del mundo. Desde 2001 el indicador ha
descendido sistemáticamente hasta llegar a 0,543 en 2009; casi un cuarto de este descenso se
atribuye al PBF (7). Los datos antropométricos de una muestra de 22.375 niños pobres de 5 y menos
años de edad beneficiarios del Programa muestran que estos niños tuvieron 26% más posibilidades
de alcanzar valores normales de talla y peso para la edad que los no beneficiarios. El PBF se orienta a
evitar que las familias promuevan la entrada de los menores de 14 años en el mercado de trabajo,
motivar a las familias para que los niños completen la educación secundaria y estimular el empleo de
los servicios de salud, especialmente por parte de las mujeres embarazadas y los niños menores de 7
años.

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

En 2008, la totalidad de los municipios del país tenía red de abastecimiento de agua y 55,2%
contaba con red de alcantarillado (8). Ese mismo año, 92,8% de la población urbana tenía acceso a
una fuente adecuada de agua potable, mientras que solo 31,5% de la población rural tenía acceso a
una fuente adecuada de agua potable y 24,2% a la red de alcantarillado o a pozos sépticos (8). Una
proporción importante (32%) de las aguas servidas no recibe tratamiento y se vierte directamente en
los cursos de agua.

RESIDUOS SÓLIDOS

En 2008, cerca de 90% de los hogares urbanos contaba con servicios de recolección de residuos,
mientras que en la zona rural 70% no disponía de estos servicios (8). La mayor cobertura se
encontraba en la región Sudeste (88,5%) y la menor, en el Nordeste (63,5%). En 51% de los
municipios brasileños los residuos sólidos se desechaban en vertederos irregulares, mientras que
27,7% de los municipios ya disponían de relleno sanitario, principalmente en las regiones Sur y
Sudeste (9).

DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO

En las últimas tres décadas, la Amazonia Legal ha experimentado cambios significativos en los
patrones de uso del suelo debido a un intenso proceso de ocupación humana acompañado de
presiones económicas nacionales e internacionales. Se estima que en ese período se ha perdido 17%
de sus bosques nativos, principalmente mediante procesos de deforestación, quema y expansión de
la ganadería (10).

CONTAMINACIÓN DEL AIRE

En 2002, 1.224 municipios (22% del total) informaron la presencia frecuente de elevados índices de
contaminación del aire, cuyas causas principales fueron las quemas, las actividades industriales y la
existencia de vías con una intensa circulación de automóviles (11). En el período 2003–2007, las
enfermedades respiratorias fueron la segunda causa de hospitalización y la quinta causa general de
muerte en el país (12). Una revisión reciente de los artículos científicos originales sobre la relación
entre contaminación atmosférica y daños a la salud señala que 27 de los estudios (93% del total
revisado) mostraron efectos adversos de este factor de riesgo, incluso a niveles inferiores a los
estándares de emisión legalmente permitida (13).

CONTAMINANTES ORGÁNICOS PERSISTENTES

Brasil ratificó en 2004 la Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes. El


Ministerio del Medio Ambiente, punto focal técnico de la Convención, ha elaborado un inventario
sobre la emisión no intencional de contaminantes orgánicos persistentes. Se han registrado 5.292
áreas contaminadas o bajo sospecha de contaminación por sustancias químicas en todo Brasil, de las
cuales 281 están contaminadas por compuestos orgánicos persistentes (14).

PLAGUICIDAS

Brasil es el mayor consumidor mundial de agrotóxicos. En 2009, en el mercado brasileño se


movilizaron US$ 6.600 millones por la venta de agrotóxicos (un volumen de más de 335.816
toneladas de ingredientes activos y 725.000 toneladas de productos formulados (15). Las
intoxicaciones agudas por agrotóxicos ocupan la segunda posición entre las intoxicaciones exógenas,
y en el período 1999–2008 se notificaron 137.089 casos de intoxicación por agrotóxicos (16).

DESASTRES

En el período 2003–2009 se registraron 9.583 situaciones de emergencia o estado de calamidad


pública y de estas, 64,1% se debieron a sequía o bajo caudal de los cursos de agua y 30,2% a
inundaciones (17). Los deslizamientos de tierra son cada vez más frecuentes e intensos: en 2008 el
estado de Santa Catarina, y en 2010 y 2011 el Nordeste y la región serrana de Río de Janeiro,
respectivamente, fueron las áreas más afectadas (17). Se constató que más de 90% de los
deslizamientos de tierra de la región serrana estaban asociados a algún tipo de intervención
antrópica, tales como construcción de carreteras, trochas y terraplenes, deforestación y degradación
de las zonas de vegetación nativa y pastos por la erosión, que ha contribuido a la desestabilización
de las laderas (18).

CAMBIO CLIMÁTICO

Se cree que en los últimos años aumentó la cantidad de eventos climáticos extremos en América
Latina en general y en Brasil en particular (19). Las fluctuaciones climáticas producen efectos en la
dinámica de las enfermedades transmitidas por vectores, entre ellos una mayor incidencia del
dengue en el verano y de la malaria durante el período de sequía. Estos fenómenos afectan también
a las enfermedades transmitidas por el agua, tales como la leptospirosis, las hepatitis virales y las
enfermedades diarreicas. Además, las enfermedades respiratorias se exacerban con quemas como
las que se llevan a cabo en la Amazonia y por el efecto de las inversiones térmicas, que concentran la
contaminación disminuyendo la calidad del aire de los centros urbanos, como sucede en São Paulo
(20).

De acuerdo con informes del Ministerio de Salud, en Brasil ya se ha visto un cambio en el


comportamiento de fenómenos meteorológicos extremos. Estos eventos, especialmente las
lluvias, han variado su presentación e intensidad: se registran más lluvias torrenciales, sobre todo en
los grandes centros urbanos, que originan desastres con un número significativo de muertes, así
como cambios en el patrón de la morbilidad y grandes pérdidas económicas (21).

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

Se ha ampliado en el país el área reconocida como libre de fiebre aftosa. Dos estados (Rio Grande do
Sul y Santa Catarina) en 1998 y 13 en 2005, además del Distrito Federal, componían el área libre de
la enfermedad con vacunación. En 2005, la reintroducción del virus de la fiebre aftosa en dos estados
provocó la suspensión del reconocimiento de área libre en 11 estados, además del Distrito Federal,
condición que se restituyó en 2008. Desde entonces, el área se ha ampliado e incluye el estado de
Acre y partes de los estados de Pará y Amazonas. Santa Catarina se considera área libre de fiebre
aftosa sin vacunación. Si bien la encefalopatía espongiforme bovina y la gripe aviar son
enfermedades exóticas en Brasil, representan un gran riesgo para la salud humana y animal, así
como para la producción de alimentos. De allí que el país mantiene un sistema de vigilancia activo en
el que participan las instituciones gubernamentales, los productores rurales y la iniciativa privada, e
incluye planes de contingencia para el manejo de situaciones críticas. No se han notificado casos
autóctonos o importados de estas enfermedades (22).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

En Brasil, el parto asistido es prácticamente universal (99%), y la proporción de uso de algún método
anticonceptivo es elevada (81% entre las mujeres de 15 a 49 años de edad en 2009) (12, 23). En el
período 1990–2007 se produjo una disminución de todas las principales causas de muerte materna,
tales como hipertensión (una reducción de 62,8%), hemorragias (58,4%), infecciones puerperales
(46,8%), aborto (79,5%) y enfermedades del sistema circulatorio complicado durante el embarazo,
el parto y el puerperio (50,7%) (7). Por otra parte, proyecciones hasta 2015 señalan dificultades
para el cumplimiento de la meta del V Objetivo de Desarrollo del Milenio relativo a la tasa de
mortalidad materna (7). La proyección realizada para 2008–2015 reveló valores de 69 a 77
defunciones por 100.000 nacidos vivos. Preocupa la persistencia de porcentajes elevados (44%) de
parto por cesárea en todas las regiones, pero principalmente en las más desarrolladas (24).

Niños (menores de 5 años de edad)

La mortalidad de los niños menores de 5 años disminuyó de 24,8 por 1.000 nacidos vivos en 2006 a
20,4 en 2009. Para 2010, el Ministerio de la Salud informa, como datos preliminares, el valor de 20,2
por 1.000 nacidos vivos. Consecuentemente, se espera que Brasil alcance la meta del cuarto Objetivo
de Desarrollo del Milenio antes de 2015 (7, 23). La mortalidad infantil tiene la misma tendencia
decreciente, de 20,7 por 1.000 nacidos vivos en 2006 a 17,1 en 2009. Para 2010, el Ministerio de la
Salud informa, como datos preliminares, el valor de 16,2 por 1.000 nacidos vivos (figura 2). En los
últimos años, la mortalidad posneonatal presentó la mayor reducción mientras que la neonatal precoz
fue la que menos disminuyó; las afecciones perinatales fueron las causas más frecuentes de
mortalidad infantil (4, 20). Las diferencias regionales y por grupos de población son importantes: la
población no blanca (indígena y negra) o residente en el Nordeste presenta excesos notables de
mortalidad.

Adolescentes (13 a 15 años de edad)

La salud del escolar es objeto de vigilancia por medio de encuestas en todas las capitales de los
estados de Brasil. En 2009 se entrevistó a 63.411 alumnos de 13 a 15 años de edad de 1.453
escuelas públicas y privadas (25). De los estudiantes entrevistados, 76% nunca había fumado, 76%
de los que habían iniciado la vida sexual utilizó preservativo en la última relación, 87,5% estaba
informado sobre la prevención del sida y otras infecciones de transmisión sexual y más de 80%
recibió información en el aula sobre la prevención del embarazo. Por otra parte, 27% de los
estudiantes había bebido al menos una vez en los últimos 30 días y más de 30% era inactivo o
insuficientemente activo.

Hombres

En 2008, 57,4% del total de defunciones ocurrió entre los hombres, y los excesos de mortalidad en
ese grupo de población se presentaron en todas las regiones del país (23, 26). Las principales causas
de muerte entre los hombres fueron las enfermedades isquémicas del corazón, entre ellas el infarto
agudo del miocardio (55.162 defunciones), las enfermedades cerebrovasculares (49.311
defunciones) y los homicidios (44.671 defunciones). Aunque la esperanza de vida de los hombres
aumentó de 63,2 años en 1991 a 69,7 años en 2010, todavía se mantiene 7,6 años por debajo de la
media de la de las mujeres, que fue de 77,3 años en 2010 (27). En 2010, el cáncer de próstata fue el
segundo más frecuente (52.350 casos nuevos), superado solo por el cáncer de piel distinto del
melanoma (53.410 casos nuevos) (28).

Trabajadores

El establecimiento de la Política Nacional de Salud del Trabajador en Brasil incluye la creación de


centros de referencia específicos y de la Red Nacional de Atención a la Salud de los Trabajadores
(29). En 2011 se confeccionó la lista de notificación obligatoria en unidades centinelas. Los daños
más notificados fueron accidente de trabajo grave (106.084 casos), exposición a material biológico
(80.809), lesiones por esfuerzos repetitivos (12.732), neumoconiosis (1.091), dermatosis
ocupacional (1.048), intoxicación exógena (8.656), pérdida auditiva inducida por ruido ocupacional
(742), trastorno mental (737) y cáncer relacionado con el trabajo (59) (12).

Pueblos étnicos o raciales

La población indígena ha crecido en las últimas décadas y llega a cerca de 770.000 personas. El
porcentaje de hombres es de 51% y 65% de la población tiene menos de 25 años de edad. La tasa
de mortalidad infantil en la población indígena presentó un descenso importante (43,8%) en los
últimos años: de 74,6 defunciones por 1.000 nacidos vivos en 2000 a 41,9 en 2009. A pesar de la
reducción, la magnitud de ese indicador es aún más del doble de la media nacional, que en 2009 fue
de 17,1 defunciones por 1.000 nacidos vivos.

En cuanto a la población negra, su baja movilidad social intergeneracional la sitúa entre las
poblaciones más vulnerables frente a una serie de daños para su salud. Por ejemplo, en 2010, las
tasas de mortalidad por homicidios fueron de 15,4, 28,0 y 37,6 defunciones por 100.000 habitantes
entre blancos, negros y pardos, respectivamente (12). Hay también un acceso diferenciado a la
atención de salud para los diferentes grupos étnicos o raciales de población. Por ejemplo, en 2010,
75,2% de las mujeres embarazadas blancas, 53,8% de las negras, 48,3% de las pardas y 18,9% de
las indígenas hicieron más de 6 consultas prenatales (12).

MORTALIDAD

En 2010, la tasa de mortalidad bruta, en Brasil, fue de 6,0 defunciones por 1.000 habitantes (12).
Las mayores tasas de mortalidad por 100.000 habitantes correspondieron a las enfermedad
isquémica del corazón (52,4), enfermedades cerebrovasculares (52,3) y neoplasias malignas de los
órganos digestivos (31,1) (12) (cuadro 1). En relación con la mortalidad proporcional y por grandes
grupos de causas, se destaca que entre los hombres las enfermedades cardiovasculares (26,4%), las
causas externas (18,2%) y las neoplasias (14,8%) fueron, en ese orden, las principales causas de
muertes masculinas y explicaron 59% del total de defunciones en esa población en 2010. Entre las
mujeres, las enfermedades cardiovasculares (31,8%), las neoplasias (17,0) y las enfermedades del
sistema respiratorio (11,5%) fueron las principales causas de muerte y representaron 60% del total
de defunciones femeninas en 2010 (12, 30). Más de 140.000 defunciones se debieron a causas
externas en 2010, y la mortalidad proporcional específica por esas causas fue de 5,1% para las
mujeres y 18,2% para los hombres. En ese mismo año, cerca de 81% y 66% de todas las muertes
entre hombres de 15 a 24 y de 25 a 34 años de edad, respectivamente, se atribuyeron a causas
externas.

A lo largo del último decenio se observaron grandes cambios en el patrón de la mortalidad. Entre
1996 y 2010, la proporción correspondiente a enfermedades infecciosas y parasitarias bajó de 5,8%
a 4,3% (12). Además, la proporción de defunciones por causas mal definidas disminuyó de 15,1% en
1996 a 7,0% en 2010, hecho que indica una mejora de la calidad de los sistemas de información de
mortalidad en Brasil. Coincidente con estos avances y con el envejecimiento de la población, entre
1996 y 2010, se observó un incremento en la proporción de las defunciones por neoplasias (de
11,4% a 15,7%), enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (de 0,4% a 6,2%) y
enfermedades del sistema circulatorio (de 27,5% a 28,7%), respectivamente.

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

El vector del dengue se encuentra en todos los estados y actualmente circulan los cuatro serotipos
virales del virus. En 1981 y 1982 se reintrodujo el virus del dengue en Brasil, causando la primera
epidemia documentada en el estado de Roraima (Boa Vista), debida a los serotipos 1 y 4. En 2002
hubo 794.219 casos y en 2008, 806.036. Desde 2000 se ha observado un aumento del número de
casos graves, con una letalidad entre esos casos graves de 10% en 2006 y 2007 (12). En 2010, el
peor año en cuanto a la transmisión de la enfermedad, se notificaron 1.011.647 casos nuevos,
17.489 casos graves y 656 defunciones. Los resultados preliminares para 2011 revelan una
importante disminución del número de casos nuevos, casos graves y defunciones por dengue en
relación con 2010.

La mayoría de los casos de malaria se concentra en la Amazonia Legal, y el promedio anual en la


última década fue de 530.000 casos confirmados, distribuidos en 807 municipios de 9 estados. En
2010 se registraron 332.329 casos, con una variación de más de 8% respecto a 2009 (308.306). El
agente infeccioso predominante fue Plasmodium vivax, que causó aproximadamente 86% de los
casos confirmados. En 2009 hubo 83 defunciones por malaria (12). La elevada endemicidad de la
malaria en la Amazonia se vincula principalmente a los cambios en las actividades económicas
extractivas, que generan migraciones internas y asentamientos rurales transitorios.

No hay registro de fiebre amarilla urbana desde 1942. Sin embargo, persiste el ciclo de transmisión
silvestre del virus, provocando casos aislados o brotes esporádicos. Los brotes ocurren con mayor
frecuencia en hombres mayores de 15 años, en general agricultores, madereros, pescadores y
ecoturistas, y principalmente en los meses de enero a abril. De 1990 a 2010 hubo 587 casos y 259
defunciones por fiebre amarilla (12). Hasta 2000, las áreas de circulación endémica del virus de la
fiebre amarilla incluían las regiones Norte y Centro Oeste, parte del estado de Maranhão y el oeste de
Minas Gerais. A partir de 2000 se produjo una expansión progresiva de la circulación hacia las
regiones Sudeste y Sur debido sobre todo a la proximidad entre ambientes urbanos y silvestres, la
elevada infestación y dispersión del vector, y la exposición del hombre a las áreas silvestres donde
circula el virus.

En 2006 Brasil recibió la certificación internacional de interrupción de la transmisión de Chagas


por Triatoma infestans. Se estima que la prevalencia de la enfermedad por transmisión vectorial es
de 0,01%, porcentaje inferior al observado en la encuesta realizada entre 1975 y 1980, cuando esa
prevalencia fue de 4,2%. Sin embargo, en los últimos años se han producido brotes de enfermedad
de Chagas aguda relacionados con la ingestión de alimentos contaminados (caldo de caña, açaí,
bacaba, entre otros) y casos aislados por transmisión vectorial extradomiciliaria, especialmente en la
Amazonia Legal. Entre 2000 y 2010 se notificaron 1.007 casos de enfermedad de Chagas aguda, de
los que 73% (736 casos) se transmitieron por vía oral y 1,8% (18) vectorial, mientras que en 25%
(252) no se especificó la forma de transmisión (12).

La leishmaniasis visceral o kala–azar se presenta en 21 estados de las cinco regiones de Brasil,


principalmente en la periferia de los grandes centros urbanos. En las décadas de 1980 y 1990 se
registraron algunas epidemias; en 1999 y 2000 se notificaron cerca de 4.000 casos al año, y entre
2001 y 2010 hubo 33.633 casos y 2.279 defunciones. Los más afectados son los varones menores de
10 años de edad residentes en la región Nordeste de Brasil. Entre 1988 y 2009, la leishmaniasis
tegumentaria americana causó un promedio anual de 26.021 casos y la tasa de detección fue de 14,1
casos por 100.000 habitantes; mostró una tendencia de crecimiento y en 2003 la forma autóctona de
la enfermedad se presentó en todos los estados del país. La región Norte contribuye con el mayor
número de casos y con las tasas más elevadas (66,9 casos por 100.000 habitantes). En 2010 se
registraron 22.397 casos de leishmaniasis tegumentaria americana en el país (31).

Enfermedades prevenibles por vacunación

Durante la última década, el control exitoso de las enfermedades prevenibles por vacunación
contribuyó sustancialmente a la reducción de la mortalidad infantil (32). El programa nacional de
inmunización ofrece, sin costo alguno para el usuario, vacunas contra tuberculosis (BCG),
poliomielitis, sarampión, parotiditis y rubéola (MMR), difteria, tos ferina, tétanos, infecciones
por Haemophilus influenzae tipo b (DTP–Hib) y hepatitis B. Las campañas anuales contra la influenza
estacional se han centrado tradicionalmente en las personas mayores de 60 años y la población
indígena. En 2010, la población objetivo para la vacunación anual contra la influenza se expandió
para incluir a los niños pequeños, las mujeres embarazadas y los profesionales de salud. En 2006 se
introdujo en el calendario de vacunación infantil de rutina la vacuna oral contra el rotavirus, dando
lugar a una reducción significativa de las defunciones y las hospitalizaciones por diarrea en todo el
país (33). En 2008, más de 70 millones de adultos y adolescentes fueron vacunados contra el
sarampión y la rubéola para contribuir a la eliminación de la rubéola y el síndrome de rubéola
congénita. El último caso de rubéola endémica se produjo en diciembre de 2008, y el último caso de
síndrome de rubéola congénita se presentó en un niño nacido en agosto de 2009. Está en proceso de
certificación la eliminación del sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita. Se ha
mantenido una alta cobertura con la vacuna oral contra la poliomielitis y se han establecido dos días
nacionales de inmunización contra la poliomielitis al año para mantener al país libre de la circulación
del poliovirus salvaje. En respuesta a la aparición de la pandemia de influenza A (H1N1), en 2010 se
vacunó a más de 80 millones de personas pertenecientes a los grupos de mayor riesgo. Además, en
2010 se introdujeron dos nuevas vacunas en el calendario habitual de vacunación infantil: una novel
10–valente y la vacuna antineumocócica conjugada meningocócica.

Zoonosis

Las principales zoonosis en Brasil son fiebre amarilla, enfermedades por hantavirus, rabia,
enfermedad de Chagas, leishmaniasis visceral, leishmaniasis tegumentaria americana, leptospirosis,
fiebre maculosa y accidentes por picadura o mordedura de animales ponzoñosos (12). Entre marzo
de 2006 y febrero de 2010 se registraron 673 eventos de relevancia para la salud pública. Las
zoonosis y las enfermedades transmitidas por vectores fueron las de mayor ocurrencia y ocasionaron
40% de las notificaciones (12).

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

En los últimos años ha disminuido progresivamente la prevalencia de lepra, de 2,37 por 10.000
habitantes en 2006 a 1,56 por 10.000 habitantes en 2010, así como el número de casos nuevos
detectados, de 44.436 en 2006 a 34.894 en 2010 (una reducción media de la tasa de detección de
1,3 casos por 100.000 habitantes por año). Sin embargo, Brasil continúa siendo el único país de las
Américas que no ha alcanzado la meta –de eliminación de la enfermedad como problema de salud
pública– de menos de 1 caso notificado por 10.000 habitantes. En 2010, 7,1% (2.461) de los casos
nuevos se notificaron en niños, con una tasa de detección de 5,5 por 100.000 menores de 15 años;
7,2% de los casos nuevos evaluados presentó grado II de discapacidad.

Se dispone de poca información sobre la frecuencia de la filariasis linfática a nivel nacional. A lo largo
de las últimas cinco décadas, el trabajo orientado a la reducción de esta enfermedad se concentró en
la eliminación de las fuentes humanas de infección. La transmisión actual de la filariasis linfática está
restringida a las áreas endémicas de cuatro municipios (Recife, Olinda, Jaboatão dos Guararapes y
Paulista) de la Región Metropolitana de Recife, donde la prevalencia de microfilaremia oscila entre
2% y 15% (31).

La esquistosomiasis presenta una distribución geográfica amplia, con una transmisión más intensa en
el Nordeste. En 2010 se notificaron 41.167 casos, 27.110 en el Nordeste. En las últimas dos décadas
se observó una reducción importante en las tasas de hospitalización (90% entre 1990 y 2009) y de
mortalidad (50% entre 1990 y 2008) por esquistosomiasis. También hubo una reducción (60% en 10
años) del número de municipios con una prevalencia superior a 25%, según encuestas
coproparasitológicas, aunque en muchas localidades rurales la prevalencia de la enfermedad se
mantuvo elevada (31).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

Los primeros casos de sida se identificaron al inicio de los años ochenta. Pasadas tres décadas, se
calcula que 630.000 personas de 15 a 49 años de edad viven con VIH/sida en Brasil. La tasa de
prevalencia de la infección por VIH en la población de 15 a 49 años se mantiene estable en 0,6%
desde 2004 –0,4% en las mujeres y 0,8% en los hombres (34).

En estudios realizados en 10 municipios entre 2008 y 2009 se estimaron tasas de prevalencia del VIH
de 5,9% en usuarios de drogas ilícitas (35), 10,5% en hombres que tienen sexo con otros hombres
(36) y 4,9% en mujeres profesionales del sexo.

Entre 1980 y junio de 2011 se diagnosticaron 608.230 casos de sida. En 2010 se notificaron 34.212
casos nuevos y 11.965 defunciones, y el mayor porcentaje de casos se concentró en el Sudeste
(58,0%). Se ha acentuado el descenso de la proporción de casos de sida en usuarios de drogas
inyectables en ambos sexos así como la reducción (49,2%) de la tasa de incidencia de sida en
menores de 5 años de edad y de la tasa de transmisión vertical del VIH (35).

La tasa de mortalidad por 100.000 habitantes se redujo de 9,6 en 1996 a 6,3 en 2010. La cobertura
del diagnóstico se amplió de 23,9% en 1998 a 38,4% en 2008 por medio de la iniciativa "Fique
Sabendo" y la cobertura del tratamiento preventivo para reducir la transmisión vertical del VIH
durante el parto pasó de 46,6% en 2003 a 50% en 2009 (37).

Tuberculosis

Brasil ocupa el vigesimosegundo lugar respecto a la tasa de incidencia entre los 22 países de más
alta carga de tuberculosis considerados prioritarios por la OMS en 2011. En 2010 se notificaron
71.000 casos nuevos, con una tasa de incidencia de 37,2 casos por 100.000 habitantes, 30% menos
que en 1990. Aunque la tasa de incidencia se considera baja, todavía son altas en algunos estados
como Rio de Janeiro (69,7 casos por 100.000) y Amazonas (65,7). En 2009 se notificaron 4.800
defunciones por tuberculosis, que fue la primera causa de muerte en las personas con sida y la
tercera entre las enfermedades infecciosas (12). La tuberculosis multirresistente no constituye un
problema importante. En 2009, el porcentaje de cura de casos bacilíferos para la cohorte de casos
nuevos de tuberculosis fue de 72,5%, y el de abandono del tratamiento, de 9,5%.

Enfermedades emergentes

En 1991 Brasil vivió su séptima pandemia de cólera. A partir de 1993 se redujo el número de casos y
en 2001 se confirmaron solo siete. Entre 2002 y 2008 se produjeron casos esporádicos. Hasta 2001,
el grupo más afectado fue el de los hombres mayores de 15 años, mientras que en 2004 y 2005
también lo fue el de menores de 5 años. La notificación es obligatoria para todos los casos
sospechosos (31).

En los últimos cinco años (2007–2011) se registraron 734 casos de hantavirus, distribuidos en 14 de
los 27 estados, principalmente en hombres (mediana de edad 32 años) residentes en las regiones
Sur (40,8%) y Sudeste (30,5%). En general, esas personas se infectan en el área rural y
probablemente adquieren la infección en el lugar de trabajo. En los últimos cinco años la letalidad fue
de 47,4%. Todos los casos de enfermedades por hantavirus son de notificación obligatoria (31).

En los primeros ocho meses de 2010 se notificaron 8.366 casos de infección respiratoria aguda grave
en personas hospitalizadas y en 9,2% (773 de 8.366) de estos casos se confirmó el diagnóstico de
influenza A (H1N1) pandémica 2009. La región Sudeste presentó la mayor proporción de casos
notificados (3.971 de 8.366, 47,5%), mientras que en la región Sur se registró la mayor proporción
de casos confirmados (307 de 773, 39,7%). En ese mismo período se confirmaron 99 defunciones
por influenza A (H1N1). Entre las defunciones confirmadas, la mediana de edad fue de 29 años
(intervalo: menos de 1 año a 79 años) y más frecuente en el sexo femenino (67,7%). Entre las
mujeres, 68,7% (46 de 67) eran de edad fértil y de estas, 50,0% (23 de 46) estaban embarazadas.
La mayor parte de los casos ocurrieron hasta marzo de 2011 y mostraron una marcada reducción a
partir de entonces (31).

En Brasil, la magnitud del problema de la resistencia antimicrobiana no es muy conocida, pero en


algunas investigaciones se ha demostrado el gran impacto de las infecciones nosocomiales causadas
por agentes patógenos (38). El país trabaja con el indicador nacional de control de infección:
densidad de incidencia de infección primaria en la corriente sanguínea en pacientes que tienen un
catéter venoso central y permanecen internados en servicios de terapia intensiva con 10 o más
camas. Entre enero y diciembre de 2010 se notificaron 18.370 infecciones: 10.889 (59,3%) en las
unidades de terapia intensiva para adultos, 1.525 (8,3%) en las pediátricas y 5.956 (32,4%) en las
neonatales. El porcentaje de infecciones notificadas y confirmadas en laboratorio fue de 42,9%:
40,7% en unidades de terapia intensiva para adultos, 24,7% en las pediátricas y 51,5% en las
neonatales.

Enfermedades crónicas no transmisibles

Las enfermedades crónicas no transmisibles constituyen un importante problema de salud que afecta
principalmente a la población pobre y a los grupos más vulnerables. El proceso de transición
demográfica, epidemiológica y nutricional, así como la urbanización, son factores contribuyentes para
ese panorama actual. En 2009, de 1.115.695 defunciones por todas las causas ocurridas en Brasil,
742.779 (66,6%) se debieron a enfermedades no transmisibles. Después de la corrección del
subregistro y la redistribución de causas mal definidas, este porcentaje aumenta a 72,4%. Las
enfermedades cardiovasculares representaron 31,3%, los tumores 16,2%, las enfermedades
respiratorias 5,8%, la diabetes 5,2% y otras enfermedades no transmisibles 14,1%. Entre 1991 y
2009, la mortalidad por enfermedades no transmisibles disminuyó 26% (1,4% por año),
especialmente las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. La disminución se produjo en
hombres y mujeres de todas las regiones del país. Sin embargo, hubo un aumento de la mortalidad
por diabetes y cáncer en todas las regiones del país.

Enfermedades nutricionales

En Brasil, 96% de los niños menores de 60 meses fueron amamantados alguna vez en la vida (21),
pero la prevalencia de lactancia materna exclusiva en los niños de 0 a 3 meses de vida aún es baja
(45%). Se observó una importante reducción de la prevalencia de la desnutrición infantil: de 13% en
1996 a 7% en 2006 (21). Entre 1975 y 2009, la prevalencia de obesidad pasó de 2,8% a 12,5% en
los hombres y de 7,8% a 16,9% en las mujeres (39, 40), mientras que el exceso de peso en 2009
fue de 50,1% en los hombres y 48% en las mujeres. La prevalencia de sobrepeso y obesidad
aumentó en las franjas de ingresos más elevadas de la población; sin embargo, a lo largo de los años
se han ido reduciendo las diferencias entre ricos y pobres para ese indicador (40).

Accidentes y violencia

Las causas externas fueron la tercera causa de muerte (138.697 defunciones) en 2009 y la primera
en los grupos de 10 a 39 años de edad. La contribución más relevante corresponde a los accidentes –
en especial los de tránsito vehicular– y la violencia, en especial los homicidios (30). Entre las
personas de 60 y más años de edad, las caídas fueron las causas externas de muerte más frecuentes
(5.671 defunciones en 2009).

En 2009 se produjeron 52.066 defunciones por homicidios, la mayoría en hombres jóvenes (de 20 a
39 años de edad), negros o mestizos, con baja escolaridad (30). Los homicidios fueron la primera
causa externa de muerte entre las personas de 15 a 39 años y contribuyeron con 39.506 defunciones
en ese grupo de edad. En 2009 ocurrieron 37.635 muertes por accidentes de tránsito -principalmente
en los hombres- que representaron la primera causa de muerte en los grupos de 10 a 14 años y de
40 y 59 y más años de edad. A partir de 1998 se produjo una disminución significativa de las tasas
de mortalidad por estos accidentes, pero al comienzo del actual milenio las tasas volvieron a subir.
Ese indicador ha oscilado desde entonces entre 17,0 y 19,5 defunciones por 100.000 habitantes. Los
accidentes de motocicletas merecen particular atención debido a la acentuada elevación de la tasa de
mortalidad (superior a 224% en nueve años), desde 1,5 defunciones por 100.000 habitantes en 2000
hasta 3,3 por 100.000 en 2005 y 4,9 por 100.000 en 2009 (30).

Factores de riesgo y protección

Entre los hombres de 18 y más años de edad residentes en las capitales de los estados de Brasil, en
el período 2006–2009 se observaron incrementos significativos en la prevalencia estimada de
hipertensión arterial (de 18,4% a 21,1%), obesidad (de 11,4% a 13,7%) y abuso del alcohol (de
25,5% a 28,8%) (41, 42). De igual manera, entre las mujeres de 18 y más años, en ese mismo
período la prevalencia de hipertensión arterial subió de 24,2% a 27,2%, la de obesidad de 11,4% a
14,0%, la de abuso del alcohol de 8,2% a 10,4% y la de sedentarismo de 11,6% a 15,3%. En 2009,
la prevalencia de tabaquismo era mayor entre los hombres de 18 y más años que entre las mujeres
de ese mismo grupo de edad (19,0% frente a 12,5%), al igual que el abuso de alcohol (28,8% frente
a 10,4%) y el consumo de carne con grasa (43,2% frente a 24,3%) (42). La prevalencia de diabetes,
obesidad y sedentarismo entre los hombres (5,3%, 13,7% y 16,0%, respectivamente) y las mujeres
(6,2%, 14,0% y 15,3%, respectivamente) –de 18 y más años de edad– fueron semejantes en las
capitales de los estados de Brasil.

Accidentes y enfermedades ocupacionales

En 2009 se notificaron en el Instituto Nacional de la Seguridad Social cerca de 723.500 accidentes de


trabajo. Del total de 528.200 accidentes registrados con "comunicación de accidentes de trabajo", los
accidentes típicos representaron 79,7%, los accidentes ocurridos en el trayecto entre el hogar y el
lugar de trabajo 16,9% y las enfermedades ocupacionales 3,3%. En 2009, las lesiones de la muñeca
y de la mano (10,6%), las fracturas de la muñeca y de la mano (6,5%) y las dorsalgias (6,4%)
fueron los eventos notificados con mayor frecuencia. Los accidentes de trabajo originaron 89% de las
notificaciones efectuadas en el período 2007–2009. Las lesiones por esfuerzo repetitivo y las
intoxicaciones exógenas relacionadas con el trabajo contribuyeron, en ese mismo período, con 6% y
2,6%, respectivamente, y cada uno de los demás accidentes, con menos de 1% (43).

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


Aunque el Sistema Único de Salud (SUS) de Brasil tiene poco más de dos décadas de existencia, ha
sido capaz de convertirse en un sólido sistema de salud pública y obtener resultados satisfactorios
para la sociedad brasileña. El SUS reconoce a la salud como un derecho y como una responsabilidad
del Estado, el acceso universal y equitativo a la salud, la inseparabilidad de la promoción, protección
y recuperación de la salud, y la formación de una red regionalizada y jerarquizada para proporcionar
servicios bajo la responsabilidad compartida entre los tres niveles de gobierno (federal, estatal y
municipal); reconoce además la naturaleza complementaria de la participación de la iniciativa
privada. El sistema tiene como directriz la descentralización de la gestión, la integralidad de la
atención y la participación comunitaria (44).
DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

El sector salud se compone de una red de servicios amplia y compleja que involucra la participación
de proveedores y entidades financieras vinculados tanto al sector público como al con o sin fines
lucrativos o comerciales. De acuerdo con datos de 2008, el sistema privado de planes y seguros de
salud es muy amplio, especialmente en las regiones Sur y Sudeste, y proporciona cobertura a cerca
de la cuarta parte de la población, estimada en 40 millones de personas de las cuales 44% son
titulares y 56% dependientes. El sector de salud pública, es decir el SUS, proporciona el acceso
universal, se responsabiliza por la cobertura exclusiva de por lo menos 75% de la población e incluso
una parte de los asegurados por planes privados. El SUS también es responsable de otros servicios
tales como vigilancia epidemiológica, inmunización y control de enfermedades endémicas.

Redes de atención de salud

La Constitución y la Ley Orgánica de Salud consideran la formación de redes de atención de salud.


Mediante una norma de diciembre de 2010, el Ministerio de Salud estableció directrices para
estructurar redes de atención de salud en todo el país, como estrategia dirigida a superar la
fragmentación de la atención y de la gestión en las regiones de salud, mejorar el funcionamiento
político–institucional del sistema y asegurar la prestación de los servicios que requieren sus usuarios,
con parámetros de efectividad y eficiencia. Con el fin de promover la equidad deseable entre regiones
y estados, las redes de atención dan prioridad a la población más vulnerable según su situación
socioeconómica.

Estrategias y programas de salud

El Sistema de Planificación del SUS se basa en el Plan de Salud para cada nivel de gobierno. El Plan
Nacional de Salud para 2008–2009, aprobado por el Consejo Nacional de Salud en 2009, tiene en
cuenta varios documentos de orientación, entre ellos el informe final de la Decimotercera Conferencia
de la Salud celebrada en 2007, el Pacto por la Salud de 2006, los compromisos y las prioridades del
Ministerio de Salud, la evaluación del Plan Plurianual 2004–2007 y los Objetivos de Desarrollo del
Milenio. El Plan tiene cuatro objetivos: a) prevenir y controlar enfermedades, lesiones y riesgos para
la salud, b) ampliar el acceso a los servicios de salud con calidad, integralidad, equidad y atención
humanizada, c) promover actividades dirigidas a la prevención y el control de los factores
determinantes y condicionantes de la salud y d) fortalecer la gestión del SUS en los tres niveles de
gobierno. Estos grandes objetivos están desglosados en 12 diferentes pautas que implican 71
desafíos.

El SUS cuenta con una red de más de 6.000 establecimientos hospitalarios y 400.000 camas, y más
de 60.000 centros para consultas externas. Atiende –aproximadamente– 11,3 millones de
hospitalizaciones, 2.300 millones de procedimientos en consultorios, 215.000 cirugías del corazón y
16.000 trasplantes de órganos al año. En 2010 su estrategia de atención primaria alcanzaba a 5.272
municipios (94% del total) con 30.996 equipos de salud de familia, 19.609 equipos de salud bucal y
238.304 agentes comunitarios de salud. En conjunto, entre 2004 y 2008 el SUS contribuyó a que
48% de las mujeres mayores de 25 años se hicieran mamografías y a que a 87,1% de las mujeres
de 25 a 59 años se les practicaran pruebas de detección del cáncer cervicouterino.

LEGISLACIÓN EN SALUD

El marco legal y la organización del SUS requieren procesos de conducción complejos, dadas las
características especiales de la federación brasileña, que otorga autonomía a los 27 estados y más de
5.560 municipios. En los últimos 20 años se han modificado algunos artículos de la Constitución a fin
de repartir las responsabilidades en materia de financiamiento de la salud entre las tres entidades
federativas.
La participación social en el SUS, definida en la Ley Orgánica de Salud 8.142/90, se realiza por medio
de los consejos de salud –presentes en casi todos los municipios y estados– y las conferencias de
salud, que se llevan a cabo cada cuatro años con la participación de los tres niveles de gobierno.
Entre las tareas de los consejos de salud están las de definir las estrategias y monitorear la ejecución
de las políticas de salud.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

La capacidad de financiamiento de los sistemas de salud ha disminuido en la mayoría de los países


del mundo debido a los cambios demográficos ocurridos en las últimas décadas (envejecimiento de la
población y descenso de las tasas de natalidad), el aumento de la incidencia de muchas
enfermedades crónicas que requieren recursos durante largos períodos de tiempo, la constante
introducción de nuevas tecnologías y drogas y, en algunos casos, el costo asociado a la violencia y
otras causas externas de muerte.

Desde que se promulgó la Constitución de 1988, el país ha dado un gran paso en términos políticos
hacia la garantía de acceso universal y gratuito a todos los servicios de salud, entre ellos la provisión
de medicamentos. Veinte años después de su creación, el SUS forma parte de una política social del
Estado que trasciende a los gobiernos que se suceden. En 1988 se estimaron los recursos necesarios
para que el proyecto político fuera sostenible y ese objetivo se ha logrado: del SUS depende la salud
de 75% de la población de Brasil.

En el sistema de información sobre el presupuesto público para salud se puede observar que el gasto
financiado con fondos públicos de las unidades federales de Brasil aumentó 29% entre 2006 y 2008,
y que el gasto estatal y municipal lo hizo de 52% en 2006 a 55% en 2008. Un tercio del gasto
privado en salud fue hecho por empresas que proporcionan servicios o seguros de salud para sus
empleados y por instituciones de caridad nacionales o extranjeras. Los otros dos tercios
correspondieron a desembolsos directos hechos a personas y a familias para comprar medicamentos
(37%), seguros privados (29%), servicios dentales (17%) y otros servicios (17%).

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

En las últimas décadas, Brasil ha hecho un esfuerzo para ampliar el volumen de recursos humanos
con capacidad técnica con objeto de satisfacer las demandas crecientes del Sistema Nacional de
Salud (45). Entre los desafíos de la gestión de recursos humanos para la salud en el país figuran la
necesidad de atraer y retener a los profesionales de salud, la mala distribución geográfica de los
profesionales, la sobrespecialización y la formación y gestión de los recursos (46). Entre 2006 y
2009, el número de vacantes ofrecidas en los cursos de medicina, odontología y enfermería aumentó
17,8%, 33,5 y 37,5%, respectivamente, y el número de médicos creció 9,8%. Siguiendo la tendencia
general de eliminar la precarización laboral, los empleos formales para enfermeros y dentistas
crecieron 37,2% y 16,5%, respectivamente.

Todavía hay importantes desigualdades en la distribución de los profesionales de salud: en 2006 de


los 348.146 médicos existentes en Brasil, 57,5% se concentraba en la región Sudeste y solamente
3,9% prestaba servicios en la región Norte. Esta desigualdad se ha ido corrigiendo por medio de la
formación diferenciada y en 2009 los porcentajes eran de 7,8% para la región Norte y 51,8% para la
del Sudeste.

Los esfuerzos por reformar la situación de los recursos humanos no se limitan a los médicos. Un
estudio reciente presentó los principales programas desarrollados por el Ministerio de Salud sobre
formación del personal de salud en 2006–2010. Entre las actividades relacionadas con la gestión del
trabajo, se hace hincapié en la participación de los trabajadores en la gestión, que incluye los
programas para acabar con la precarización laboral, la preparación de directrices, la
profesionalización de la gestión, la ejecución de planes de puestos, salarios y carreras, y la
producción de información para apoyar la gestión (45).
SERVICIOS DE SALUD

El SUS pretende garantizar el acceso gratuito a medicamentos y tecnología sanitaria a la gran


mayoría de la población. Existe una lista de medicamentos, que se revisa cada dos o tres años, y un
formulario terapéutico nacional que orienta a los médicos para el uso racional de los medicamentos.
Uno de los desafíos del SUS es seguir asegurando con los recursos públicos el acceso a los servicios y
a la tecnología sanitaria para toda la población. El volumen de medicamentos adquiridos por el
Ministerio de Salud durante 2003–2009 experimentó un incremento anual promedio de 12,0%, el
mercado farmacéutico creció a una tasa de 12,9% anual entre 2002 y 2009 y la producción nacional
de medicamentos, después de mostrar una baja sostenida, aumentó 20,1% entre 2002 y 2009. Tal
como lo determina la Constitución de 1988, todos los medicamentos registrados deben estar
disponibles para los ciudadanos y, en caso contrario, estos pueden iniciar acciones judiciales contra
los gestores públicos. Esta situación, calificada como "judicialización de la salud", es cada vez más
común.

La Agencia de Vigilancia Sanitaria es una institución clave, tanto a nivel nacional como estadual y
municipal, cuyo propósito es garantizar el cumplimiento de funciones reguladoras esenciales tales
como el registro sanitario, la regulación de la promoción y la publicidad, la evaluación de la
tecnología sanitaria y la farmacovigilancia. En 2011 fue precalificada por la Organización
Panamericana de la Salud como agencia reguladora nacional de referencia para los medicamentos.

Existe una demanda creciente de medicamentos y de tecnología innovadora, así como de fármacos
para tratar enfermedades crónicas tales como la diabetes y la hipertensión, que generan nuevos
desafíos para los gestores públicos, incluida por ejemplo la extensión de los servicios ofrecidos en la
red de farmacias populares.

En Brasil se realizan en promedio anualmente 9 millones de procedimientos de quimioterapia y


radioterapia (468 por 10.000); 300 millones de pruebas de laboratorio (1,9 por persona); 1 millón de
tomografías computarizadas (52 por 10.000); 160.000 resonancias magnéticas (8 por 10.000); 6,5
millones de ecografías (338 por 10.000) y 8 millones de sesiones de hemodiálisis (417 por 10.000).

Salud Y Cooperación Internacional


La cooperación técnica en salud es un instrumento de la política exterior de Brasil y una herramienta
eficaz para lograr objetivos en el escenario internacional. La cooperación internacional fue uno de los
ejes de la política nacional de salud 2008–2010 y contribuyó al desarrollo de un sistema sanitario
sustentable. Mientras que 39% de la cooperación se dirige a América del Sur y otro 39% al Caribe
(en especial a Haití), 88% de sus recursos financieros se invierten en los países del África
lusohablante.

La cooperación con los países de América Latina y el Caribe se centra en la formación y el


intercambio de experiencias entre los países. Por su parte, la cooperación con los países de África
incluye, además de las actividades de formación, la donación de equipos y suministros para la salud,
la reestructuración o reconstrucción de instalaciones de salud y la transferencia de conocimientos, ya
que en estos países es muy importante combinar la transferencia de tecnología con la formación de
los profesionales de salud.

Brasil participa en la cooperación horizontal o Sur–Sur, que se denomina cooperación estructurante


para la salud y se basa fundamentalmente en la capacitación para el desarrollo, a fin de que esta
cooperación se incorpore en las estructuras del país receptor (47). El Mercosur sigue siendo una de
las prioridades del país. Los aspectos de seguridad internacional son de interés especial para Brasil
que, desde 2004, lidera el proceso de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Haití.

Síntesis Y Perspectivas
En las últimas décadas se produjeron en Brasil importantes mejoras en las condiciones de vida y en
el estado de salud de la población, todas asociadas a los cambios políticos, económicos y sociales que
beneficiaron al país. Persisten, sin embargo, grandes desafíos. La necesidad de reducir la carga de
las enfermedades desatendidas, el retraso en relación con los acuerdos ambientales y la mejora del
saneamiento, especialmente en las áreas rurales, son ejemplos de los problemas que enfrentan el
sector salud y la sociedad. Llaman la atención las desigualdades de los indicadores de salud entre los
ricos y los pobres, los blancos y los negros e indígenas, las áreas urbanas y las rurales, y entre los
hombres y las mujeres. Por otra parte, hay que destacar el impacto positivo de políticas muy
acertadas, tales como el SUS y el PBF. El debate sobre el éxito de estas políticas para mejorar las
condiciones de vida y reducir la desigualdad social constituye un estímulo para enfrentar los desafíos
presentes en materia de salud en Brasil.

Uruguay

Introducción
La República Oriental del Uruguay limita con la República Argentina y la República Federativa del
Brasil. Su superficie terrestre es de 176.215 km 2, y el área marítima es de 125.057 km 2. Su forma de
gobierno es democrática representativa, con elección de autoridades cada cinco años y separación de
poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Está dividida en 19 Departamentos, gobernados por una
junta departamental y un intendente. La Ley 18.567 (2009) de Descentralización Política y
Participación Ciudadana instituyó un tercer nivel de gobierno (en 89 municipios). En las elecciones
nacionales de 2009 volvió a triunfar la coalición de izquierda Frente Amplio y el nuevo gobierno
asumió el 1° de marzo de 2010 con mayoría parlamentaria para el período 2010–2014.

En 2010 la población total de Uruguay era de 3.344.938, con una densidad poblacional de 17,8
habitantes por km2 y un índice de masculinidad de 93,4, con 48,3% de hombres y 51,7% de mujeres
(figura 1). La capital Montevideo concentra 40% del total de la población. La población urbana en
2009 representaba 98,1%, sin diferencias según sexo. Es una población envejecida con una pirámide
que insinúa una forma de bulbo. En 2010 el grupo etario de 0 a 14 años era 22,8% del total y el de
60 y más, 17,8%. La población de 80 años y más alcanza a 3,7%, con 65,8% de mujeres. La
población bajo la línea de pobreza representaba 32,1% en 2004 y descendió a 18,6% en 2010. Se
destaca la infantilización de la pobreza, con 33,8% de los niños de 0 a 5 años bajo la línea de
pobreza en 2010, pese al importante descenso respecto a 2004 (56,4%) (1).

La esperanza de vida al nacer era en 2009 de 76,1 años, con una diferencia de 7 años entre hombres
(72,56) y mujeres (79,84). La tasa bruta de natalidad era de 14,50 nacidos vivos por 1.000
habitantes y la tasa bruta de mortalidad de 9,39 por 1.000 habitantes. La tasa media de crecimiento
anual es de 0,348, mientras que la tasa global de fecundidad es de 1,99 hijos por mujer, inferior al
nivel de remplazo poblacional.

En los últimos años el país ha registrado un sostenido crecimiento en su economía. El producto


interno bruto (PIB) creció drásticamente entre 2004 y 2010, pasando de US$ 13.167 millones a US$
36.830 millones, en tanto que el PIB per cápita lo hizo de US$ 4.003 a US$ 11.999, respectivamente.
La tasa de inflación anual fue de 9,2% en 2008 y 6,9% en 2010. La población económicamente
activa (PEA) en 2010 era de 64,2%. La tasa de desempleo bajó de 10,9% en 2006 a 6,8% en 2010,
y es más alta en las mujeres.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


Se ha logrado universalizar la educación inicial para niños de 4 y 5 años, con importante cobertura de
los niños de 3 años y varias modalidades de atención integral a través del Plan de Equidad (2). La
cobertura de educación secundaria en 2008 era de 70%, por debajo de la meta esperada para la
universalización en 2015. El Plan Ceibal se propone reducir la brecha digital tanto respecto a otros
países, como entre los uruguayos, como un modo de conseguir un mayor y mejor acceso a la
educación y a la cultura. En este sentido, se busca facilitar el uso de nuevas tecnologías de
información con la entrega gratuita a todos los escolares de computadoras personales portátiles con
acceso a Internet. En 2009 fueron entregadas 380.000 computadoras, de las cuales 362.000 fueron
para alumnos y 18.000 para docentes de primaria. Hay 220.000 nuevos hogares que cuentan con
computadora –la mitad pertenecen al quintil más pobre de la población– y se ha brindado
conectividad a Internet a 2.068 escuelas. También ha comenzando la expansión de estos beneficios a
las escuelas secundarias y técnicas, donde se espera entregar 100.000 computadoras.

En el empoderamiento de las mujeres y la promoción de la igualdad de género juega un rol relevante


el Instituto Nacional de las Mujeres, y su articulación con organizaciones de la sociedad civil que
participan activamente en la definición de la agenda pública. A pesar de ciertos avances, se
mantienen inequidades de género en las oportunidades y condiciones de trabajo. La tasa de actividad
femenina entre 1990 y 2009 presenta una evolución creciente pero lenta, generando una brecha en
el acceso al trabajo remunerado (53,7% en mujeres y 74,4% en hombres durante 2009). La dispar
dedicación de varones y mujeres al trabajo no remunerado hace necesario un sistema integrado de
cuidados para superar inequidades. La remuneración media por hora de trabajo de mujeres es 10%
inferior a la de hombres. El porcentaje de bancas ocupadas por mujeres en el Parlamento es de 14%.

Solo recientemente las políticas sociales han incorporado una lectura crítica sobre las condiciones de
vida de la población afrodescendiente (300.000 habitantes, 10% de la población total) y los
determinantes de su posición desfavorable respecto de la población no afro: su asistencia a
educación secundaria y terciaria es mucho más baja, su nivel de pobreza es el doble y las
condiciones en el mercado de empleo le son claramente desfavorables (2, 3).

Uruguay es productor de alimentos por sus condiciones naturales. El Ministerio de Salud Pública
(MSP) ha priorizado dar respuesta a la inequidad y la exclusión social en materia de alimentación y
nutrición. Es paradojal la presencia de desnutrición crónica y carencia de nutrientes esenciales en un
porcentaje significativo de niños y adolescentes embarazadas, a la vez de constatarse una epidemia
de sobrepeso y obesidad. La desnutrición es atendida con programas específicos a nivel territorial,
priorizando a los niños menores de 5 años y a embarazadas, en coordinación con el Ministerio de
Desarrollo Social (MIDES), el Instituto Nacional de Alimentación, intendencias y otros ministerios. Se
implementan programas de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles que
incluyen alimentación saludable, promoción de vida activa y controles periódicos (4).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

La mayoría de los hogares (92,3%) tiene acceso a agua potable de la red general de Obras Sanitarias
del Estado, mientras que el resto (7,7%) consume agua con menores garantías, aunque 5,7% la
obtiene de pozos surgentes protegidos. La cobertura de saneamiento conecta a 63,5% de los hogares
con la red cloacal general. El 36,5% utiliza formas (p. ej. pozos negros o fosas sépticas) que en las
áreas urbanas resultan más precarias y propensas a contaminación y riesgos (5). Se prevé que el
Plan de Saneamiento IV iniciado en Montevideo ofrecerá saneamiento a 100% de la población
capitalina.

DESECHOS SÓLIDOS

La gestión y manejo de residuos sólidos en Uruguay está en la órbita de las intendencias


departamentales, con una evolución positiva hacia una mayor cobertura, tecnificación y una notable
mejora en los planes de recolección y de disposición final. Desde 2005 se ejecuta el Plan Director de
Residuos Sólidos de Montevideo y Área Metropolitana.

DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO

Las formaciones boscosas ocupan 3,7% del territorio. El monte nativo está protegido por la Ley
Forestal 15.939, que prohíbe su tala (6). La degradación de suelos se ha agravado con la explotación
forestal. Según el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, la erosión afecta a 30% de la
superficie agropecuaria, de la cual 87% corresponde a regiones agrícolas de hortifruticultura. Los
problemas de contaminación atmosférica y del aire son mínimos.

CONTAMINANTES ORGÁNICOS PERSISTENTES

La Dirección Nacional de Medio Ambiente implementa un proyecto para el desarrollo de capacidades


para la gestión ambiental adecuada de contaminantes orgánicos persistentes, dirigido a incrementar
acciones y conocimientos sobre estos compuestos.

PLAGUICIDAS

Se importan 6.000 toneladas anuales de plaguicidas. El Departamento de Toxicología de la Facultad


de Medicina es Centro Colaborador de OPS/OMS en Toxicología Ambiental Humana. El área de
respuesta de emergencias es el Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT), de
referencia en la vigilancia de las intoxicaciones. El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca
(MGAP) registra por año más de 1.000 productos comerciales con casi 300 principios activos. Las
afecciones agudas vinculadas a plaguicidas representan 16,5% de las consultas al CIAT, de las cuales
76% están asociadas a plaguicidas domésticos (rodenticidas e insecticidas); a nivel agrícola, 36% de
las afecciones son por insecticidas, con un tercio de origen laboral y accidental (7).

AMBIENTE LABORAL Y SALUD DE LOS TRABAJADORES

La salud en el trabajo muestra avances, incluidas políticas de ambientes laborales saludables,


instalación de comisiones paritarias de salud y seguridad, consejos de salarios, actualización en
enfermedades profesionales (según recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo
emitidas en 2011) y más cobertura de salud (8).

SEGURIDAD VIAL

En seguridad vial se ha consolidado la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV), que regula y
coordina todas las acciones desde la Presidencia de la República. La accidentalidad vial se asume
como un problema de salud pública asimilable a una epidemia. En 2010 hubo 28.510 lesionados (5%
más que en 2009), con 556 muertes (3,9% más que en 2009), predominio de varones (75%) y de
entre 15 y 39 años de edad (50%).

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VIOLENCIA

Respecto a violencia de género, cada año son denunciados alrededor de 75 casos de violación, que
son la punta del iceberg de un problema muy silenciado. Las denuncias anuales por violencia
doméstica pasaron de 12.450 en 2008 a 15.277 en 2010, con un aumento superior a 20%. El 44%
de las mujeres asesinadas en 2010 eran parejas o ex parejas de su agresor (9). Desde 2007 se
implementan equipos de referencia; el proceso fue impulsado desde el Programa de Violencia y
Salud, mediante una Red de Equipos de Referencia de Violencia Doméstica, que en 2009 articulaba
72 equipos en instituciones públicas y privadas. Ha resultado relevante que los servicios de salud
incorporaran indagatoria de rutina sobre violencia doméstica en la historia clínica y posterior
consejería (10).

DESASTRES

En relación con emergencias y desastres, se estableció el Sistema Nacional de Emergencias (SINAE),


en la órbita de la Presidencia de República, para la coordinación, prevención y atención de desastres
estacionales, sobre todo las inundaciones fluviales.

CAMBIO CLIMÁTICO

El fortalecimiento de sistemas de registro, la implementación de planes de vigilancia sanitaria


específicos, una política energética tendiente a la diversificación y la pequeña escala país, sitúan a
Uruguay en un lugar privilegiado para implementar planes de acción relacionados al cambio
climático.

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

A nivel de nutrición, predominan problemas por exceso como el sobrepeso, la obesidad y la alta
prevalencia de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, que coexisten con problemas
nutricionales deficitarios como el retraso de crecimiento (desnutrición crónica) y carencias de
micronutrientes (anemia ferropénica). Desde 2005 se han puesto en marcha varios programas con
creciente impacto para abordar a las poblaciones en riesgo de padecer déficit nutricional. Se destaca
la iniciativa del MSP y UNICEF de acreditación de Centros de Salud en Buenas Prácticas de
Alimentación del Lactante y Niño/a Pequeño/a.

En materia de inocuidad de alimentos, las enfermedades transmisibles por alimentos (ETA) tienen
baja incidencia, con alrededor de 400 casos al año, por salmonella en 30% de los casos (11); existe
en este campo una cada vez mayor coordinación entre instituciones privadas, intendencias, el
Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), el MSP y el MGAP. La Organización Mundial de Sanidad
Animal ha certificado al país como libre de aftosa con vacunación y con ausencia de encefalopatía
espongiforme bovina.

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

Uruguay presenta una de las tasas de mortalidad materna más bajas de la Región, con 8,48
defunciones por 100.000 nacidos vivos en 2010, aunque todavía lejos de la tasa de 4 por 100.000
nacidos vivos establecida en el quinto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015
(12, 13, 14).

Desde 2005, las políticas con enfoque de género y derechos implementaron diferentes líneas de
acción: i) mejora de la calidad de los cuidados y controles en el embarazo, parto y puerperio; ii)
cobertura de métodos anticonceptivos gratuitos, inclusive a adolescentes, y iii) implementación del
Decreto 369 con estrategia de reducción de daño en abortos en condiciones de riesgo (14). En 2009,
la proporción de mujeres que utilizaron métodos anticonceptivos fue de 77% (12).

A partir de 2008 se priorizó el diagnóstico precoz y el tratamiento de las infecciones de transmisión


sexual (ITS), con énfasis en sífilis y VIH/sida. La Ley 18.426 (2008) de Defensa del Derecho a la
Salud Sexual y Reproductiva prioriza el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva,
integrales e interdisciplinarios. No incluye interrupción sanitaria del embarazo.

Niños (menores de 5 años de edad)

La tasa de mortalidad infantil en 2010 fue de 7,7 por 1.000 nacidos vivos. Las políticas y programas
de salud para la primera infancia han dado buenos resultados, contribuyendo también a bajar la
mortalidad de menores de 5 años. La proporción de bajo peso al nacer (menos de 2.500 g) en 2005–
2008 fue de 8,3% (15). Las políticas sanitarias enmarcadas en el Plan de Equidad (2007–2015) y en
la Estrategia Nacional para la Infancia y la Adolescencia (ENIA–2010–2030) dan cuenta de
articulaciones intersectoriales y esfuerzos para ampliar la cobertura asistencial por parte del Seguro
Nacional de Salud. La continuidad en la mejora de las políticas económicas, sociales y sanitarias, con
énfasis en la atención prenatal, la primera infancia y los grupos en situación de exclusión, permite
pronosticar un escenario positivo para la salud de la niñez.

Escolares (6 a 12 años de edad)

Un equipo técnico intersectorial MSP–Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) trabaja en la


implementación de la estrategia de Escuelas Promotoras de Salud a nivel nacional.

Adolescentes (13 a 17 años de edad)

Entre 2005 y 2010 se elaboró y puso en marcha un programa específico y guías clínicas de atención
integral a adolescentes. Se implementaron espacios adolescentes en los servicios del prestador
público y el uso del carné del adolescente en el marco del Plan de Equidad (16, 17). En 2009 el
31,5% de los adolescentes entre 13 y 17 años vivían en hogares situados por debajo de la línea de
pobreza. En 2010 el embarazo adolescente ascendió a 26% en maternidades del sector público de
Montevideo.

Adultos

Se han elaborado guías clínicas para las enfermedades más prevalentes. Un estudio sobre factores de
riesgo para ECNT realizado en 2006 mostró que apenas 2,7% de la población adulta no está
expuesta −56,8% con concomitancia de tres factores de riesgo o más (18).

Adultos mayores (65 y más años de edad)

Se han definido acuerdos y diseñado normas bajo el formato de reglamentaciones, protocolos y guías
para la atención integral del adulto mayor en el ámbito público y privado, entre ellos reglamentación
en 2007 de la Ley 17.066 (1998), de categorización de establecimientos que alojan adultos mayores;
protocolos para el manejo en el primer nivel de atención de los principales síndromes geriátricos
(2007); implantación del carné del adulto mayor a nivel nacional como meta prestacional para el
Fondo Nacional de Salud (FONASA); diseño de prestaciones prioritarias para el Sistema Nacional
Integrado de Salud (SNIS), y publicación de la "Guía de preparación para una jubilación saludable"
(2008). En 2009 se reglamentó la categorización de las "casas" que alojan a adultos mayores y los
servicios de inserción familiar (SIF), y se elaboró la "Guía para cuidadores que se desempeñan en
residencias". Estudios realizados en 2006 identifican 18,3% de personas con discapacidad en el
grupo etario de 65 a 74 años y 32,5% en el grupo de 75 años y más (19).

Pueblos étnicos o raciales

Se ha trabajado entre afrodescendientes en relación con la discriminación referida a VIH/sida y a


derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Está pendiente la atención de grupos de
inmigrantes sudamericanos.
Personas con discapacidades

Las discapacidades alcanzan a 7,6% de la población, con un estimado de 210.400 personas con al
menos una discapacidad. El 17% de adultos mayores de 60 años requiere cuidados para realizar
actividades fundamentales de la vida diaria y solo 26% lo reciben (20).

MORTALIDAD

El MSP genera información de calidad a partir de los certificados de defunción. La tasa bruta de
mortalidad en 2009 fue de 9,62 por 1.000 habitantes (32.179 defunciones) (21).

Las ECNT constituyen la principal causa de muerte. En 2008, 79,45% de las defunciones fueron por
cuatro grandes grupos de causas: enfermedades cardiovasculares (30,55%), neoplasias (24,83%),
enfermedades del sistema respiratorio (9,21%) y causas externas (6,62%) (22). En la mortalidad
por cáncer en varones el primer lugar lo ocupa el cáncer de pulmón (45,32%), seguido de próstata
(22,13%) y colorrecto (11,37%); en mujeres priman el cáncer de mama (22,74%), colorrecto
(12,65%) y pulmón (6,43%) (23).

En 2010 la tasa de mortalidad infantil fue de 7,7 por 1.000 nacidos vivos, con predominio de la
mortalidad neonatal (4,02 por 1.000). Las principales causas de muerte fueron perinatales (27%) y
malformaciones congénitas (21%) (24). La tasa de mortalidad en menores de 5 años en 2009 fue de
10,9 por 1.000 nacidos vivos; la meta establecida en los ODM fue su reducción en dos tercios: 7,8
por 1.000 nacidos vivos en 2015, lo que exigirá acciones específicas dirigidas a los grupos con mayor
riesgo de exclusión y estrategias para eliminar inequidades territoriales (25). La mortalidad en
adolescentes y jóvenes entre 2005 y 2009 alcanzó un total de 2.383 fallecidos, 60% por causas
externas (accidentes de tránsito, suicidios y homicidios); 8 de cada 10 eran varones (26).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

No hay casos de dengue autóctono. En varios departamentos existe Aedes aegypti, especialmente en


el litoral oeste y la capital. En 2010 la vigilancia entomológica con el método LIRAa (levantamiento
de índices rápidos para Aedes aegypti) encontró índices de infestación predial (IIP) inferiores a 3,9%
(bajo y mediano riesgo), reflejo de un riguroso plan de prevención para controlar la infestación (27).
En enfermedad de Chagas, Uruguay certificó en 1997 la interrupción de la transmisión vectorial
de Trypanosoma cruzi por Triatoma infestans. Se trabaja en la eliminación de poblaciones focales
remanentes de este vector en tres departamentos: Rivera, Tacuarembó y Colonia (28). Durante el
período 2006–2010 no se notificaron casos de Leishmaniasis humana ni animal; en 2010 se detectó
el vector Lutzomyia longipalpis en Bella Unión y Salto.

Enfermedades prevenibles por vacunación

El programa de inmunizaciones gratuito y obligatorio es exitoso en reducción de incidencia,


mantenimiento de cobertura y acceso a la vacunación, introducción de nuevas vacunas y
fortalecimiento de la participación pública y privada. Desde 1987 la Comisión Honoraria para la Lucha
Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes es responsable operativa del Plan Nacional de
Vacunación, con 95% a 97% de vacunación de la población objetivo. No hay nuevos casos de
sarampión y rubéola. El tétanos se ha reducido con la obligatoriedad de vacunación para niños y
adultos, con un solo caso en 2009. No hay difteria desde 1975. Se redujo la hepatitis B al incluirla en
1999 en el Certificado Esquema de Vacunación; en 2010 se notificaron 435 casos de Hepatitis no–A
(B, C, otras), para una tasa de 13,42 por 100.000 (29).
Zoonosis

No hubo casos notificados de rabia humana ni canina durante el período 2006–2010. Se avanza en el
proceso para lograr el reconocimiento de libre de rabia canina V1 y V2 según las recomendaciones de
las REDIPRA X y XIII (30). La hantavirosis es endémica, predomina en hombres, está ligada a tareas
rurales y a residencia en zonas suburbanas y rurales al sur del Río Negro, con una incidencia de 18
casos en 2010 (29). La leptospirosis es endémica, con brotes epidémicos, con carácter
predominantemente ocupacional y distribución focal: zonas de ganadería lechera y cultivo de arroz, y
áreas de contexto socioeconómico crítico, con infraestructura precaria y en zonas inundables; en
2010 hubo 97 casos, para una incidencia de 2,99 por 100.000 (29). En 2010 la brucelosis generó 15
casos en operarios de carne en plantas de faena (29). La equinococosis quística (hidatidosis) es
endémica en áreas rurales ganaderas, centros poblados pequeños y asentamientos precarios
urbanos. En humanos el tamizaje ecográfico en áreas de riesgo detecta una prevalencia de imágenes
quísticas de 1% a 2%. El programa de control se encuentra en la órbita de la Comisión Nacional
Honoraria de Zoonosis (CNZ) (Ley 17.930 del 2005); su plan estratégico se desarrolla con abordaje
integral en la interfase humano–animal–ambiente y fortalecimiento de la participación comunitaria
(31); cuenta con el apoyo y la cooperación técnica del proyecto subregional Cono Sur de control y
vigilancia de la hidatidosis.

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

En el 2002 se logró la tasa de eliminación nacional y subnacional de la lepra, que predomina en el


noroeste del país. En 2010 hubo 11 casos en mayores de 5 años (32). En materia de geohelmintiasis,
las áreas prioritarias son los asentamientos irregulares en zonas urbanas y periurbanas. Un convenio
interinstitucional entre la intendencia de Montevideo y la Facultad de Medicina (UDELAR) permitió
entre 1999 y 2008 el tamizaje en 6.205 niños de 0 a 3 años de centros de cuidado diurno, con una
prevalencia de 8%, e incidencias anuales de 5,4% en 2000 a 9,8% en 2008 (33).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

Las acciones a nivel nacional mantienen una baja prevalencia de VIH/sida en población general
−0,42 % para 2008–2009 (34). La epidemia se concentra en grupos vulnerables (trabajadores
sexuales, hombres que tienen sexo con hombres y personas privadas de libertad). El 54,1% de los
casos entre 2005 y 2010 correspondió a varones. La tasa de mortalidad por sida en 2009 fue de 5,05
por 100.000. En 2009 el 75% de los casos nuevos de VIH fueron en Montevideo y 25% en el resto
del país. Desde 1997 la reglamentación establece el acceso universal al tratamiento antirretroviral,
pero se estima una cobertura de 83% (34). Los desafíos actuales son bajar los costos de la
medicación, facilitar el acceso de la población más vulnerable con servicios más amigables y con
capacitación para consejería en todos los niveles, y la promoción del diagnóstico oportuno. A ello
contribuirá el proyecto "Hacia la Inclusión Social y el Acceso Universal a la Prevención y Atención
Integral en VIH/sida de las poblaciones más vulnerables en Uruguay" –aprobado por el Fondo Global
en la Ronda 10– y la continuidad de cooperación con el Grupo Temático de las Naciones Unidas y la
CONASIDA.

Enfermedades emergentes

Durante la pandemia de influenza A (H1N1), un plan nacional de contingencia intersectorial permitió


que la vigilancia y la atención de casos funcionaran adecuadamente. La alta magnitud de atención
domiciliaria de pacientes por efectores extramurales evitó que se produjeran colapsos hospitalarios;
hubo gran receptividad para la vacunación. En la actualidad se ejecuta un proyecto de vigilancia en
infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) que fortalecerá su vigilancia epidemiológica.

Enfermedades no transmisibles
La Primera Encuesta Nacional (2006) de Factores de Riesgo de Enfermedades Crónicas No
Transmisibles (ECNT) en población urbana adulta (25–64 años) reveló hipertensión en 30,4%
(33,4% en hombres), sobrepeso u obesidad en 56,6% (60,1% en varones) y colesterol elevado en
29,2% (18).

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares predominan en la morbilidad de la población adulta y adulta


mayor. Ha mejorado el control de la enfermedad coronaria, mediante el uso de nuevos métodos de
diagnóstico y tratamiento, y la instalación de unidades coronarias fijas y móviles. El control y
seguimiento de la hipertensión arterial es deficitario. Los ingresos hospitalarios por infarto agudo de
miocardio disminuyeron en 17%.

Neoplasias malignas

El Registro Nacional de Cáncer estima incidencia y tendencias. En hombres predomina el cáncer de


próstata (55,7 por 100.000 habitantes) y en mujeres el de mama (71,3 por 100.000) (35). En los
egresos hospitalarios de nueve instituciones privadas en 2009 los tumores representaban 7,8% (36).
En prevención y atención funciona la Red Oncológica Nacional. Se publicó el Manual de Cuidados
Paliativos en Oncología en el Primer Nivel de Atención (2008).

Diabetes

La Encuesta Factores de Riesgo de 2006 reveló una prevalencia de glucosa en sangre elevada de
5,5% (6,2% hombres). Se estudia un proyecto de ley de un programa nacional de diabetes para
prevención, servicios de salud de calidad, promoción de estilos de vida saludable y el establecimiento
de un registro nacional de diabetes.

Enfermedades nutricionales

En la población de 24 a 64 años el sobrepeso y la obesidad alcanzan a 56,6% (60,1% en varones). El


consumo de frutas y verduras es insuficiente en 85% de la población (18). Según datos de UNICEF,
en niños de hasta 24 meses de edad en 2007 la prevalencia de retraso del crecimiento ascendía a
11,3%, el déficit de peso a 3,4%, la emaciación a 1,9% y la obesidad a 8,5%.

Trastornos mentales

En salud mental se han reformulado planes de control y monitoreo, generación de guías e


indicadores, e implementación progresiva de prestaciones. Entre 2006 y 2010 la tasa de suicidios
ascendió a 17 por 100.000 habitantes.

Otros problemas de salud

Salud bucal

La integración del componente salud bucal en el SNIS está determinada por la normativa vigente a
través de decretos de 2008 y la definición de prestaciones obligatorias para todos los efectores de
salud incluidas en el Plan Integral de Atención a la Salud (PIAS). En 2010, una población de 4.817
niños mostró 33,9% de caries en dientes permanentes y 39,3 % en dientes temporarios.

Factores de riesgo y protección

Tabaquismo
Según datos del Convenio Marco para el Control del Tabaco (OMS) la prevalencia de tabaquismo bajó
de 32% en 2006 a 24% en 2009, como consecuencia de la ley 18.256 para el control de este hábito.
La exposición laboral al humo del tabaco disminuyó de 36% a 17%.

Alcoholismo

Se destaca que el abuso de alcohol por ingesta 1 es más frecuente en varones (17,4%) que en
mujeres (7,9%); se ven mayores niveles de abuso en hombres de 25 a 34 años (23,3%) y en
mujeres de 35 a 44 años (8,7%) (16).

Drogas ilegales

La estrategia nacional es impulsada desde la Junta Nacional de Drogas, cuya responsabilidad es


construir políticas públicas y asegurar los derechos y garantías individuales y colectivos. Se ha
conformado el Plan Nacional Integrado de Lucha contra el Narcotráfico y el Lavado de Activos. Los
equipos de salud han construido la Red de Atención en Drogas, con la implementación de centros
especializados.

Actividad física

El sedentarismo afecta a 35% de la población; 38% tiene un alto nivel de actividad física. Las
mujeres son más sedentarias (40,7%) (15).

Políticas Públicas Y El Sistema De Salud Y Protección


Social
Se avanza hacia el aseguramiento sanitario universal en el marco de una reforma estructural iniciada
en 2008 que promueve cambios en el modelo de gestión, atención y financiamiento, con dos
herramientas para su implementación y su sostén: el SNIS como expresión organizativa y funcional
de la red asistencial público privada de servicios, y el FONASA para el financiamiento con fondos de
un seguro público obligatorio. Se acompasa con una reforma tributaria y una nueva matriz de
protección social, que expresa una decisión política de redistribución del ingreso y protección social
en los sectores más vulnerables.

El carácter universal de las políticas, el aporte de los beneficiarios según su ingreso y la recepción de
los beneficios según sus necesidades, son criterios –y núcleo central– de un proyecto basado en la
solidaridad, con una lógica de derechos exigibles sin restricciones. El aumento del presupuesto
público con incremento del gasto social ha permitido complementar con recursos fiscales los aportes
contributivos de los individuos a la protección social. Se priorizaron las intervenciones hacia niños y
jóvenes en un contexto de reproducción biológica, social e intergeneracional de la pobreza y la
exclusión. Para enfrentar la segmentación social que afectaba al sistema, la reforma promovió una
convergencia interinstitucional con el fortalecimiento de la función de rectoría, conducción de la
política sectorial y cumplimiento efectivo de las funciones esenciales de salud pública. Se generó
diálogo político y social entre múltiples actores implicados en el proceso de producción de salud, y se
integró el financiamiento en un Fondo Público Obligatorio, otorgando al Estado poder regulatorio y de
planificación.

EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

La conformación del SNIS y el FONASA hizo posible consolidar el ejercicio de la rectoría por parte del
MSP y la Junta Nacional de Salud (JUNASA). Se firman contratos de gestión con prestadores públicos
y privados, controlando su cumplimiento, garantizando la calidad de la atención, con potestades
sancionatorias de no cumplirse las prestaciones acordadas para asegurar la integralidad y la
consolidación de los cambios en los modelos de atención y de gestión. El monitoreo está a cargo de
un cuerpo de inspección específico.

El Ministerio de Salud Pública mantiene sus competencias indelegables en la rectoría sobre la


conducción, las funciones esenciales de salud pública, la regulación, habilitación y acreditación de
servicios y profesionales de salud; la JUNASA vigila la cobertura y la articulación del financiamiento, y
regula la provisión de los servicios.

Para realizar la gestión administrativa y contable del FONASA se utilizó al Instituto de la Seguridad
Social (Banco de Previsión Social [BPS]). Se aprovecharon las capacidades instaladas para lo que
cubría la seguridad social del país, sin crear pesadas estructuras dirigidas a cumplir funciones que
organismos ya existentes cumplían con la experiencia y acumulación previa de gestión.

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

En marzo de 2010 se decidió ampliar gradualmente la cobertura por FONASA y mejorar la calidad
asistencial en la "Segunda Etapa de la Reforma del Sistema de Salud". Se destaca la
descentralización de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la acción de la
Junta Nacional de Salud (JUNASA), que es el organismo responsable de la conducción del sistema,
con un directorio integrado por representantes de MSP, el BPS, el Ministerio de Economía y Finanzas,
los trabajadores organizados, los usuarios, y las instituciones públicas y privadas prestadoras de
servicios. La JUNASA firma contratos de gestión con los prestadores públicos y privados (37), cuyas
cláusulas fundamentales promueven los servicios de salud basados en la atención primaria, y
determinan las garantías explícitas del Plan Integral de Atención a la Salud (PIAS) y metas
prestacionales que evalúan el desempeño según las prioridades asistenciales definidas por el MSP.
También la ASSE firma compromisos de gestión con sus unidades ejecutoras para garantizar las
mejoras en la atención sanitaria.

El modelo de gestión incluye instrumentos de participación y control social de la gestión por parte de
los usuarios, en diferentes niveles de la organización sanitaria. Se avanza en la implementación de la
atención primaria de salud renovada, la promoción de la participación social y el fortalecimiento del
primer nivel de atención. Se impulsan asimismo un conjunto de intervenciones integrales e
integradas desde los servicios de salud que conforman el SNIS, fomentando las redes de base
territorial local entre diferentes instituciones. La reforma disminuyó la desigualdad medida por el
índice Gini (de 0,4628 a 0,4526) y generó consenso y gobernabilidad: estudios de opinión
registraban en 2011 un 65% de la población que valoraba la reforma como "buena o muy buena" y
9% como "mala".

LEGISLACIÓN EN SALUD

Entre 2005 y 2007 se elaboraron cuatro leyes con intenso debate parlamentario y fuerte debate
societario sobre los contenidos y alcances de la reforma sanitaria, que sostienen su andamiaje
jurídico institucional: la Ley 18.131 de creación del FONASA, la Ley 18.161 de descentralización de la
ASSE, la Ley 18.211 por la que se crea el SNIS y la Ley 18.335 sobre derechos y obligaciones de los
pacientes y usuarios. Estos instrumentos establecen las competencias, los derechos y obligaciones de
todas las instituciones que conforman la red asistencial, así como la secuencia temporal de los
cambios, los contingentes poblacionales y los requisitos para la integración progresiva al FONASA,
con objeto de calcular y proveer el financiamiento de la reforma en su incremento a lo largo del
tiempo. La ley 18.161 de descentralización de la ASSE separó del MSP al principal prestador público
integral, diferenciando específicamente la función de rectoría y de conducción del sistema, de la
función de prestación asistencial; ambas eran antes ejercidas por la misma figura institucional y
jurídica. La ASSE se transformó en una empresa pública, estatal y autónoma respecto del MSP, lo
que la habilita formalmente a que establezca relaciones de complementariedad y competencia con el
resto de los servicios. La 18.211 es la ley marco que crea el SNIS articulando el conjunto de las
propuestas y orientaciones que definen los aspectos sustanciales al sistema de salud en su conjunto.
El SNIS como expresión política y orgánica de la reforma sanitaria se concibió e implementó
articulado con las reformas tributaria, educativa y laboral, y como componente sustantivo del plan de
equidad (2007). Se impulsaron respuestas inmediatas a la emergencia social que priorizaron a la
población más vulnerable, constituyendo una vasta red de protección social que recurrió a
transferencias no contributivas condicionadas al cumplimiento de obligaciones en salud y en
educación (salario ciudadano y asignaciones familiares), el otorgamiento de la tarjeta alimentaria
ante necesidades nutricionales básicas, la promoción del trabajo juvenil y de las mujeres, y la
universalización de la educación inicial y la educación física.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

El gasto en salud creció 23,1% entre los años 2004 y 2008, alcanzando unos US$ 2.410 millones en
2008, lo que representa 7,5% del PIB. El gasto per cápita en salud creció 22%. La protección social
en salud creció en el marco del SNIS en dos sentidos: pasó a cubrir a todo el núcleo familiar –
incorporando de modo gradual a los hijos y cónyuges de los aportantes– y a ser un seguro para toda
la vida. El fondo redistribuye los recursos financieros, desde los grupos de población con menor
utilización de los servicios de salud (menor riesgo asociado a la edad y el sexo) hacia otros grupos
con uso más intensivo de los servicios (mayor riesgo). Se eliminó la distorsión que genera la
"selección adversa" de los usuarios y se fortaleció la solidaridad intergeneracional. El aporte
complementario por metas prestacionales es de un 10% de la "cuota salud" promedio y se otorga
cuando se verifica el cumplimiento de objetivos sanitarios, por ejemplo la compleción del esquema de
vacunación en menores de 12 años.

También se han hecho avances de justicia social en la distribución del gasto. En 2005 el punto de
partida era un gasto por usuario en el sector privado de US$ 45 por mes y un gasto por usuario en la
ASSE de US$ 14 por mes, con una relación 3 a 1. Para superar esta situación, el presupuesto de la
ASSE pasó de US$ 190 millones anuales en 2005 a US$ 690 millones en 2011. La ampliación de la
cobertura por el FONASA disminuyó la población usuaria de la ASSE en alrededor de 300.000
personas; el sistema habilitó la libre elección de los servicios y la mayoría optó por privados, pesando
la noción de que los servicios públicos han sido el destino asignado a los pobres y la internalización
cultural de que lo público es de menor calidad. El gasto en 2010 fue de US$ 48 por mes por usuario a
nivel privado y de US$ 41 en la ASSE, con una relación de 1,2 a 1.

Los cambios en el sistema de salud permitieron también una mayor accesibilidad de la población a
los servicios con la eliminación total –o reducción parcial– de copagos, que operan como barrera de
acceso a la cobertura cuando se construye un modelo de atención orientado a promover los controles
preventivos y garantizar la rehabilitación.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

En 2010 el MSP creó la División de Recursos Humanos con objeto de priorizar el desarrollo de
trabajadores de la salud. Adoptó un modelo que toma el doble componente de la
formación/capacitación y la gestión de los recursos humanos en salud (RHuS). Las incipientes
iniciativas para orientar la formación de RHuS hacia un modelo de atención basado en la atención
primaria suponen un desafío en un SNIS público–privado.

La fuerza de trabajo en salud registra desproporciones asociadas a una distribución geográfica


heterogénea. Si bien se reconoce el valor de un equipo multiprofesional, no existe un plan
estratégico para su integración organizativa y funcional al sistema. La provisión de servicios con
ciertos niveles de fragmentación es también un aspecto que dificulta la reorganización de los RHuS.
Las líneas de trabajo priorizadas son la armonización de las remuneraciones y la administración de
conflictos, un sistema de información sobre RHuS, el desarrollo de enfermería y la implementación de
acciones para cumplir las metas regionales en recursos humanos en salud. Los componentes
principales incluyen: i) el nodo Uruguay del Campus Virtual de Salud Pública (el MSP, la ASSE y la
UDELAR han desarrollado cursos temáticos sobre atención primaria, RHuS, determinantes sociales,
desarrollo local y formación de tutores en red); ii) reforma curricular a nivel grado y posgrado para
adaptarlos al cambio en el modelo de atención (especialmente la consolidación y profundización del
nuevo plan de estudios de grado en medicina) y la constitución del Instituto de Atención Primaria de
Salud; iii) capacitación en gestión de sistemas de salud, en niveles nacional y departamental, y de
redes integradas de servicios (RISS), y iv) reperfilamiento de profesionales de primer nivel de
atención para alinearlos con los requerimientos de los contratos de gestión y las metas asistenciales
(ASSE, intendencias y privados).

SERVICIOS DE SALUD

La legislación ha introducido la posibilidad de utilizar medicamentos genéricos y de sustituir marcas,


lo cual exige los mecanismos de aseguramiento de la bioequivalencia y la biodisponibilidad. El uso
racional, la prescripción adecuada y la evaluación de tecnologías sanitarias según costo–efectividad
muestran avances. Se desarrollan competencias para promover la transferencia tecnológica, la
innovación y el manejo adecuado de los aspectos relacionados con la propiedad intelectual. Se
generó una acción colaborativa en red conformada por diferentes agencias y espacios de cooperación
técnica con la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII).

El avance y el crecimiento exponencial de la tecnología exigen afrontar los riesgos financieros que
suponen la cobertura asistencial y financiera de las enfermedades catastróficas y el acceso equitativo
a la medicina altamente especializada y de alto costo. El Fondo Nacional de Recursos (FNR) esta
plenamente consolidado por la reforma como un ente centralizado, complementario e independiente
financiera e institucionalmente del FONASA. Da cobertura a un vasto conjunto de prestaciones de
medicina altamente especializada para enfermedades en general de baja prevalencia, y que
demandan un uso intensivo de recursos tecnológicos y financieros con efecto "negativo" en
prestadores que responden a estas situaciones de gran impacto y sensibilidad social. Más de 250.000
pacientes han accedido a 16 técnicas en cardiología, traumatología, nefrología y quemados,
implementadas por 27 institutos de medicina altamente especializada (IMAES) y 41 centros de
hemodiálisis –en su mayoría del sector privado. El FNR maneja estrictos protocolos de inclusión, con
comprobación científica de medicamentos de alto costo para el SNIS. El control de calidad del FNR se
ha acompañado de programas preventivos y de control de factores de riesgo de las patologías
cubiertas. Sus programas de cesación de tabaquismo, salud renal y salud cardiovascular son
exitosos.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN SALUD

Se constatan carencias en la producción de conocimientos sobre salud pública. Uruguay cuenta con
dos protagonistas en este campo: i) la actividad de la UDELAR, que a través de la Facultad de
Medicina genera espacios y aporta recursos para la generación de conocimiento, y ii) desde hace 4
años, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Socia importante de la UDELAR, la
ANII tiene como objetivos diseñar, organizar y administrar planes, programas e instrumentos
orientados al desarrollo científico–tecnológico y al fortalecimiento de las capacidades de innovación, y
articular y coordinar actores en la creación y utilización de conocimientos para potenciar sus sinergias
y optimizar los recursos disponibles. Cuenta además con un Plan Estratégico Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación (PENCTI) sustentado en un gabinete de innovación.

Existe una muy alta penetración en telecomunicaciones. En 2010 la Unidad Reguladora de Servicios
de Comunicación (URSEC) informó la existencia de 383.000 usuarios de servicios de acceso a
Internet y 453.000 servicios de acceso a Internet móvil (banda ancha móvil). Hay 491.000
suscriptores a la televisión para abonados (cable o aire); la totalidad del territorio nacional es
alcanzado por radioemisoras; más de 90% de la población accede a las emisiones de televisión
abierta. Estas herramientas de comunicación son un fuerte soporte para desarrollar la información en
salud, aun cuando el índice de uso de estos servicios es bajo. Se destaca la utilización de información
de algunas páginas web: Facultad de Medicina (UDELAR), MSP, Facultad de Enfermería (UDELAR),
Biblioteca Virtual de Salud y la Representación de la OPS.

No se cuenta con un sistema de información de alcance nacional sobre morbilidad, y el suministro de


datos básicos para organismos internacionales es irregular.

RECURSOS HUMANOS

Desde 2009, el MSP ha completado un registro de la cantidad y tipo de RHuS disponibles en el


sistema de prestación público y privado, comenzando con el Primer Censo Nacional de Recursos
Humanos en Salud (2008), y se planifica un censo en enfermería en 2011 en cooperación con la OPS.
La División de Recursos Humanos ha publicado valiosos documentos, entre ellos Caracterización de
los recursos humanos del sector salud de 2008 y el Informe de recursos humanos en salud de 2010.
Hay 12.253 enfermeros contratados en el sector privado y 7.331 en la ASSE, 9.791 médicos
contratados a nivel privado y 5.948 en la ASSE. La División de Recursos Humanos del SNIS cuenta
con información sobre las profesiones y carreras técnicas del área salud de la UDELAR en el país.

El proyecto regional de la Secretaría Iberoamericana, con el liderazgo del MSP ha generado


encuentros regionales y estudios que dimensionan el efecto de las migraciones de profesionales
(sobre todo médicos).

Salud Y Cooperación Internacional


Uruguay tiene una fuerte tradición de participación activa en diplomacia internacional, con fomento y
defensa del multilateralismo y del Sistema de las Naciones Unidas. Las 14 agencias y fondos
"residentes" de las Naciones Unidas participan en el proyecto–piloto "Unidos en la Acción" de reforma
de las Naciones Unidas, orientado por el Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (UNDAF) 2011–2015, y su correspondiente Plan de Acción (UNDAP), organizado en cuatro
áreas prioritarias: diversificación productiva e inserción internacional, desarrollo sustentable,
desarrollo social equitativo, y gobernabilidad democrática y derechos humanos. Uruguay es el único
país de las Américas que participa en este piloto. Los únicos "donantes" significativos de recursos
internacionales al Sistema de las Naciones Unidas en Uruguay, la Comisión Europea y AECID, aportan
recursos al Fondo de Coherencia que financia planes conjuntos de Unidos en la Acción.

Por tratarse de un país de ingresos medio–altos, con elevado índice de desarrollo humano y
"graduado" por las instituciones financieras internacionales, en los últimos años Uruguay ha dejado
de ser receptor de fondos de "ayuda internacional" para situarse como un socio de la comunidad
internacional para el desarrollo. La creación de la Agencia Uruguaya para la Cooperación
Internacional (AUCI), desde la Presidencia de la Republica, con funciones de coordinación
intersectorial de la cooperación, es emblemática de este cambio.

En la actualidad hay dos grandes proyectos en salud respaldados con fondos internacionales: un
crédito de US$ 25 millones del Banco Mundial para el Proyecto de Prevención de Enfermedades
Crónicas (2008–2012) y la recién aprobada Propuesta al Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida,
la Tuberculosis y la Malaria, por un monto de US$ 7,6 millones para ejecución durante 2012–2017.

En el marco del Subgrupo de Trabajo 11 del Mercosur, hay significativos avances en la integración de
los sistemas de vigilancia y respuesta, en conformidad con el Reglamento Sanitario Internacional
(2005), inicialmente del Cono Sur y para ampliarse luego a toda América del Sur. También se han
establecido varios mecanismos de intercambio bilateral de servicios de salud en áreas de fronteras,
particularmente con Río Grande do Sul (Brasil), y proyectos e iniciativas de cooperación Sur–Sur en
el campo de capacitación de RHuS.

Síntesis Y Perspectivas
Uruguay tiene una dinámica económica en la cual no han tenido impactos relevantes las recientes
crisis económicas mundiales. Tiene una población reducida y registra buenos indicadores
sociosanitarios. Se identifican sin embargo ciertos aspectos preocupantes que exigen respuestas.

Uno se relaciona con el notorio envejecimiento poblacional, la población con discapacidades y la


inequidad de género respecto al rol de cuidadoras asignado a las mujeres –que deviene en
dificultades para su inserción laboral y torna perentorio implementar un "sistema nacional integrado
de cuidados". Asimismo, las características de reproducción biológica y social de la población, más
acelerada en sectores empobrecidos, marca la relevancia de realizar intervenciones que prioricen la
atención en el período prenatal y la primera infancia, la estimulación temprana y el fortalecimiento de
la matriz intersectorial de protección social, tendiendo a disminuir inequidades y a superar la
desigualdad en el ejercicio de derechos.

La alta prevalencia de ECNT exige un modelo de atención centrado en la promoción y la prevención


de la salud para reducir o eliminar factores de riesgo y determinantes sociales dañinos. Su desarrollo
está en curso y debe avanzarse en su consolidación, con énfasis en los componentes de
empoderamiento y educación poblacional para la participación activa en la construcción de entornos
saludables. En años recientes la reforma de salud ha hecho hincapié en avanzar hacia un modelo de
atención integral e integrado, con expansión cuantitativa y cualitativa del PIAS (salud mental y bucal)
y reducción de los copagos.

El proceso de reforma en el sector ha sido exitoso para disminuir la segmentación del sistema, con
mejores resultados que lo referente a la fragmentación de servicios. Hace falta priorizar acciones de
fortalecimiento de la red de efectores públicos donde la ASSE es el principal prestador y debe liderar
el proceso como organismo testigo de calidad y modelo de atención. La disponibilidad de sistemas de
información, la adecuación en la dotación de personal y el reperfilamiento de los profesionales son
desafíos que hay que encarar decididamente. Es imperativo ampliar y apoyar técnica y políticamente
las experiencias de complementación publico–privado y público–público.

Los ajustes del financiamiento se orientan a la convergencia progresiva del componente contributivo
de seguridad social aportado al FONASA, con los aportes tributarios generales del país, y traducen
una profundización de la estrategia nacional de extender la protección social en salud en dos
vertientes. Una es la aceleración en la expansión de cobertura del SNS/FONASA en dirección a la
universalidad. La otra es el incremento de la solidaridad, la equidad y la sostenibilidad, así como de
la función redistributiva de la política pública de salud, por la creciente participación de recursos no
contributivos en financiación del FONASA, la desvinculación de la cobertura basada en la situación
laboral y previsional de los beneficiarios, y las mayores garantías de acceso a los servicios del SNIS.

Ecuador
Introducción
La República del Ecuador se encuentra situada al noroeste de América del Sur, con una extensión
territorial de 256.370 km2 geográficamente dividida en cuatro regiones: Costa, Sierra, Amazonía e
Insular; está organizada en 24 provincias, 269 cantones, a su vez subdivididos en parroquias
urbanas y rurales. A partir del 20 de mayo de 2010, se estableció una nueva organización político–
administrativa del territorio, que incluye nueve zonas con gobiernos autónomos descentralizados,
distritos y circuitos. Tiene 14.483.499 habitantes; entre 2001 y 2010 registró un crecimiento
poblacional promedio anual de 1,7% (1).

La población urbana representa 60,43% del total nacional; 50% de la población habita en la Costa,
45% en la Sierra, 5% en la Amazonía y 0,2% en la Región Insular. El 71,9% de la población se
considera mestiza, 6,1% blanca, 6,8% indígena, 7,2% afroecuatoriana y 7,4% montubia. Las
provincias con mayor población indígena son Chimborazo, Pichincha e Imbabura (1) (figura 1).

La esperanza de vida al nacer para el quinquenio 2005–2010 alcanzó los 75 años (hombres 72 y
mujeres 78). La tasa global de fecundidad para el mismo período fue de 2,6 hijos por mujer (2). La
inscripción oportuna de nacidos vivos pasó de 53,7% en 2006 a 62,3% en 2010. Durante el mismo
período la tasa bruta de mortalidad se mantuvo en 4,3 defunciones por 1.000 habitantes; 90,1%
contaban con certificación médica y 9,4% fueron causas mal definidas (3).

El fenómeno migratorio que comenzó a comienzos de la década pasada ha tenido un impacto social y
económico importante por el ingreso de remesas, rubro que en los últimos años ocupa el segundo
lugar en la balanza de pagos (4). En 2010 la población económicamente activa fue de 6.535.240
personas, con una tasa de ocupación de 37,3%, desempleo 5% y subempleo 56,8%. El salario básico
unificado subió de US$ 170 al mes en 2007 a US$ 264 en 2011 (5, 6, 7).

La participación de las mujeres en cargos públicos y política es heterogénea. En 2009 fueron electas
a la Asamblea Constituyente 42 mujeres, que representan 34% del total (124) de asambleístas. En
otras instancias públicas, su presencia varía entre 4,8% (Justicia) y 60% (Parlamento Andino).

En 2007 un nuevo gobierno presentó una propuesta de política soberana, de integración regional y
de aumento de la inversión social. En septiembre de ese año la Asamblea Nacional Constituyente
redactó una nueva Constitución, que fue aprobada en referéndum el 30 de septiembre de 2008. Se
definió entonces un plan de desarrollo –denominado Plan Nacional para el Buen Vivir 2009–2013–
que articula las políticas, la gestión y la inversión públicas con el objetivo de consolidar un Estado
plurinacional e intercultural.

Entre los logros sanitarios más importantes del período 2006–2010 figuran i) la incorporación en la
Constitución de 2008 de la preminencia del derecho a la salud garantizada por el Estado, en el marco
de un régimen de inclusión y equidad social, ii) el aumento del presupuesto del Ministerio de Salud
Pública, el cual entre 2007 y 2010 invirtió US$ 3.433 millones, y iii) la gratuidad progresiva de la
atención en los servicios de salud, incluidos los medicamentos. Para 2009, el gasto público en salud
alcanzó a 2,9% del producto interno bruto, mientras que el gasto nacional en salud para el mismo
período fue de 7%. Otro logro relevante ha sido la puesta en marcha en 2009 de la misión solidaria
"Manuela Espejo", cuyo objetivo es estudiar las discapacidades para conocer mejor la realidad
biopsicosocial de las personas que las padecen y dar una respuesta inmediata a quienes tienen
discapacidades severas. También destaca la aprobación de la Ley Orgánica de Regulación y Control
del Consumo del Tabaco, construida con una amplia participación social, y sancionada por el
Presidente de la República.
Determinantes Y Desigualdades En Salud
En 2010, una medición hecha con el método de necesidades básicas insatisfechas (NBI) reveló que
37,13% de los hogares ecuatorianos era pobre, una reducción de cuatro puntos porcentuales frente
al 41,7% registrado en 2008. Los hogares en situación de extrema pobreza a nivel nacional
representaban 13,4% en 2010, dándose también una caída de cuatro puntos frente al 17,4% que se
registró en 2008. Durante el mismo período, en el área urbana la proporción de hogares en pobreza
extrema descendió de 10,3% a 7,4%, mientras que en el área rural lo hizo de 42,9% a 34,9% (5).

Las provincias de Los Ríos y Manabí concentran la mayor proporción de hogares pobres, 59% y 55%
respectivamente, en tanto Pichincha con 13% registra la menor proporción. La extrema pobreza
sigue la misma tendencia geográfica, con 27% en Manabí, 23% en Los Ríos y 4% en Pichincha (6).

De acuerdo al Sistema Nacional de Información Interétnico (SIET) y a la Encuesta Nacional de


Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), la población pobre según ingresos varía conforme a las
etnias, siendo mayor entre los indígenas. También hay diferencias de ingreso mensual entre ambos
sexos, con US$ 352 para los hombres y US$ 274 para las mujeres. La mujer indígena percibe US$
165 mensuales y la mujer blanca US$ 339 (7, 8, 9).

Según el censo de 2010, 6,75% de la población mayor de 15 años de edad es analfabeta (1). El 59%
de los analfabetos viven en zonas rurales. Cañar, Chimborazo y Cotopaxi con 12%, y Bolívar,
Imbabura y Manabí, con 11%, son las provincias que tiene mayor concentración de población
analfabeta. El 19% de la población indígena y 13% de la población montubia son analfabetas. Sin
embargo, el mayor número de analfabetos entre la población del país mayor de 15 años de edad
corresponde al grupo autoidentificado1 como mestizo (4,7%) (1).

En el área de la nutrición, en 2006 alrededor de 25,8% de los menores de 5 años de edad padecían
desnutrición crónica (8), con tasas más altas en las provincias de la sierra con mayor concentración
indígena, como Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi e Imbabura. El gobierno se ha impuesto como metas
críticas erradicar la desnutrición infantil en niños menores de 5 años para 2015, reducir la
prevalencia de anemia en menores de 5 años y en mujeres embarazadas en un 50% para 2013 y
mantener controlada la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población menor de 5 años hasta
2013 (10).

En 2010, el 77% de las viviendas de todo el país tenían conexión domiciliaria abastecida por agua de
la red pública, con mayor cobertura en zonas urbanas. Según autoidentificación étnica, en las
poblaciones blanca y mestiza 81% y 75%, respectivamente, tenían mayor acceso a agua por red
pública, mientras que en las poblaciones montubias e indígenas solo accedían 41% y 49%,
respectivamente. La provincia con menos acceso es Sucumbíos (38%), seguida de Orellana y Santo
Domingo de los Tsáchilas, con 43% y 47% respectivamente. La provincia con mayor acceso es
Pichincha (93%), seguida de Carchi (85%) y Galápagos (83%) (1). Durante el mismo año, 54% de
las viviendas del país estaban conectadas a la red pública de alcantarillado y 34% contaban con pozo
ciego o séptico para la eliminación de excretas. En las zonas rurales apenas 15% de los hogares
tenían acceso a la red pública de alcantarillado, mientras que en las zonas urbanas 85% lo tenían
(1).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

La Ley Orgánica de Salud de 2006 estableció que el Ministerio de Salud es responsable de vigilar la
calidad del agua de consumo humano. El censo de 2010 revela que 79% de la población en áreas
urbanas recibe agua por red pública, mientras que en las áreas rurales esta cifra baja a solo 46%.
El agua proveniente de la red pública no tiene garantía de calidad. El acceso a agua potable se define
de la siguiente manera: 40% de la población la hierve, 3% le pone cloro y 1,3% la filtra antes de
tomar; 22% de la población consume agua purificada vendida en botellas plásticas. El INEC indica
que a nivel nacional 33% de la población consume agua tal como llega al hogar. Las brechas entre
las áreas urbanas y rurales son significativas: 49% de quienes viven en el campo consume agua tal
como llega al hogar.

RESIDUOS SÓLIDOS

En 2010, la proporción de viviendas ecuatorianas con acceso a servicio de recolección de basura fue
de 77% a nivel nacional, aunque con grandes diferencias en detrimento de las poblaciones de zonas
rurales, donde apenas 45% de las viviendas cuentan con dicho servicio. La principal fuente de
contaminación de los ríos son –además del vertido incontrolado de residuos industriales que aún no
está cuantificado– los residuos sólidos de origen doméstico, que en 23% de los hogares no es
recolectado, y las aguas servidas de origen doméstico: 10% de los hogares no tiene servicio
higiénico y descarga directamente al mar, río, lago o quebrada. A esto se suma que de las aguas
servidas que sí son eliminadas a través de la red de alcantarillado (66,6%), solo 5% efectivamente
recibe tratamiento (11).

DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO

Anualmente se pierden en Ecuador alrededor de 180.000 hectáreas de bosques, con una tasa de
deforestación de 1,6%, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), y de 0,8% a 3% según otras fuentes (12). En 2006 las áreas protegidas cubrían
19% del territorio nacional.

CONTAMINACIÓN DEL AIRE

Ecuador ocupa el décimo cuarto lugar en América Latina y el Caribe en términos de emisiones de
CO2 per cápita y el octavo lugar para emisiones totales de CO 2. El monitoreo de la calidad del aire se
realiza principalmente en las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca, pero no se colectan datos sobre
las consecuencias producidas en el aparato respiratorio.

PLAGUICIDAS

La tasa de intoxicaciones registradas por 100.000 habitantes subió de 14,4 en 2010 a 17,4 en 2011.
En 2011 el 49% de las intoxicaciones registradas –por cualquier agente– lo fueron por plaguicidas
(13). El Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIATOX) registra las intoxicaciones
agudas por plaguicidas, pero se desconoce el número de intoxicaciones crónicas relacionadas con
exposiciones ocupacionales y ambientales a estas sustancias.

SEGURIDAD VIAL

La tasa de incidencia anual de accidentes de tránsito aumentó de 98,3 por 100.000 habitantes en
2006 a 164,9 en 2010. El Plan Nacional para el Buen Vivir incluye entre sus metas "disminuir en 20%
la mortalidad por accidentes de tránsito al 2013".

CAMBIO CLIMÁTICO

Las tendencias globales sobre los efectos más importantes del cambio climático y que se esperan
para Ecuador incluyen mayor riesgo de i) mortalidad por efecto de olas de calor o de frío,
particularmente en ancianos, enfermos crónicos, personas muy jóvenes y quienes viven en
aislamiento; ii) escasez de alimentos y de agua, desnutrición y enfermedades transmitidas por el
agua y los alimentos; defunciones y lesiones por ahogamiento, lesiones y muertes a causa de
crecidas y deslizamientos, y efectos de las migraciones en la salud, y iii) enfermedades transmitidas
por vectores y roedores. También se prevén efectos en la salud mental y trastornos provocados por
estrés postraumático. De hecho, el impacto del cambio climático podría incidir en el cumplimiento de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados a la salud. Desde 2010 Ecuador está trabajando
en un plan estratégico que apunta a acciones intersectoriales entre Ministerio de Ambiente, sector
salud y sociedad civil, enfocadas en sensibilización, capacitación, investigación, mitigación y
adaptación, con énfasis en trabajo en el nivel local.

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

La tasa de intoxicación alimentaria bajó de 66,3 por 100.000 habitantes en 2006 a 30,7 en 2010,
mientras que entre ambos años las tasas de enfermedades diarreicas agudas pasaron de 3.363,3 a
4.850,9 por 100.000 habitantes. La tasa de hepatitis A disminuyó de 43,8 a 43,1 por 100.000
habitantes entre 2006 y 2010, mientras que la tasa de fiebre tifoidea ha tenido un descenso
importante –de 43,6 por 100.000 habitantes en 2006 a 14,5 en 2010.

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

En Ecuador (Informe Nacional ODM, 2010), la razón de mortalidad materna es uno de los indicadores
difíciles de valorar, tanto por la diversidad de fuentes como por falta de precisión para ubicar el
numerador y fundamentalmente el denominador. En algunos casos se ha utilizado el número de
nacidos vivos estimados para el período, y en otros se ha utilizado como denominador el número de
nacidos vivos registrados en un determinado período de tiempo. Según el INEC, en 2009 la razón de
mortalidad materna fue 69,7 por 100.000 nacidos vivos. Las principales causas de mortalidad según
egresos hospitalarios son hipertensión gestacional con proteinuria significativa, eclampsia,
hemorragia postparto, sepsis puerperal, embarazo ectópico y aborto no especificado.

En 2006 los establecimientos del Ministerio de Salud atendieron 38,5% de los partos a nivel nacional,
cifra que para 2010 se incrementó a 47,4%. A nivel nacional solo 30,1% de los partos de mujeres
indígenas ocurren en hospitales o centros de salud. Más de 40% de mujeres de las provincias de
Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi y Esmeraldas, y 30% de las mujeres de toda la región Amazónica
dieron a luz en su casa. La concentración promedio de consultas de control prenatal es de 3,3 y, del
total de consultas, apenas el 29,9% son primerizas; la cobertura de control de postparto, no
inmediato, fue de 41,5 (14).

Niños (menores de 5 años de edad)

Al 2010, el país presentó una tasa de mortalidad infantil de 14,6 por 1.000 nacidos vivos, sin
diferencia significativa entre sexos. Las principales causas de mortalidad infantil están directamente
asociadas con complicaciones que ocurren en el período neonatal. Adicionalmente, de las 1.431
muertes en el período neonatal precoz registradas por el INEC en 2008, un 33,2% sucedieron en el
primer día del nacimiento y 63,8 %, entre los días 0 y 3.

La tasa de mortalidad de menores de 5 años de edad se situó en 14,9 por 1.000 nacidos vivos en
2009. Sin embargo, 11 de las 24 provincias del país mostraron tasas superiores a las del promedio
nacional, siendo más altas en Los Ríos (17,5) y Santo Domingo de los Tsáchilas (17,7). Los registros
oficiales de nacimiento estiman un subregistro de alrededor de 35% (15). Las principales causas de
muerte en niños de 1 a 4 años son las infecciones respiratorias agudas (16,4%, seguidas de los
accidentes de tránsito (9,3), y malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas
(7,1). Más de la mitad de estas muertes ocurren en varones.

Niños (5 a 9 años de edad)

La tasa de mortalidad de los niños entre 5 a 9 años de edad fue de 42,3 por 1.000 en 2008 y de 37,6
en 2010. Las principales causas de mortalidad en este grupo etario incluyen accidentes de tránsito,
infecciones respiratorias agudas y leucemia. Durante 2008 las primeras causas de morbilidad fueron
las infecciones respiratorias agudas, eventos de origen quirúrgico y traumatismos (3, 16).

Adolescentes (10 a 19 años de edad)

En 2008 el grupo etario de 10 a 19 años registró una mortalidad de 70,9 por 100.000 habitantes,
38,8% debida a causas externas. Entre las principales causas de egresos hospitalarios en
adolescentes, alrededor de 60% se relacionan con el embarazo, el parto y el puerperio −28% parto
único espontáneo, 8,4% cesáreas y 4,5% abortos, tasas que sitúan a los adolescentes en situación
de riesgo. Según el Ministerio de Salud, la tasa específica de fecundidad es de 91 por 1.000 mujeres.
Se estima que 2 de cada 10 embarazos y aproximadamente 2 de cada 10 muertes maternas
corresponden a adolescentes. En 2010 el 19,26% de los embarazos ocurrieron en adolescentes de 15
a 19 años de edad.

Adultos

Las principales causas de egresos hospitalarios en 2008 fueron las relacionadas con el embarazo,
parto y puerperio, con un 44,5% (16)

Adultos mayores (65 y más años de edad)

En 2010 la tasa de mortalidad en adultos mayores (65 años de edad y más) fue de 35,6 por 1.000
habitantes de ese grupo etario –50,9% fueron en hombres. Las principales causas de muerte
incluyeron neumonía, hipertensión arterial, diabetes, insuficiencia cardiaca e infarto agudo de
miocardio. Entre las primeras causas de morbilidad están la diarrea y la gastroenteritis de presunto
origen infeccioso y las enfermedades crónicas.

Pueblos étnicos o raciales

La constitución de 2008 establece al Ecuador como un Estado intercultural y plurinacional, reconoce


que los pueblos y nacionalidades indígenas, el pueblo afroecuatoriano y el pueblo montubio forman
parte del Estado ecuatoriano y amplía los derechos colectivos de las comunidades, pueblos y
nacionalidades (artículos 56 a 60). Según la Encuesta de Condiciones de Vida 2006, el 60,9% de las
mujeres indígenas recibieron al menos un control prenatal del parto.

Otros grupos

Personas con discapacidad

Entre 2009 y 2010 la Misión Solidaria Manuela Espejo visitó 1.286.331 hogares donde identificó a
249.166 personas con discapacidades, número que representa una tasa nacional de 2,43 por 100
habitantes. Del total, 36,6 corresponden a discapacidades físico–motoras, 24,3% intelectuales,
11,5% auditivas, 9,3% visuales, 4,3% mentales y 14% mixtas (17). Según datos del censo 2010,
42% de las discapacidades son físicas, 22% visuales, 14% mentales y 7,3% auditivas. El grupo
etario más afectado es el de 30 a 64 años con 41,9%, seguido del grupo de 65 años y más con
27,2% (1). La prevalencia de discapacidad permanente por más de un año asciende a 6% de la
población total en el país.
Refugiados

Entre 2009 y 2010 en la zona norte del país se estableció un "registro ampliado" para la recepción de
solicitudes de asilo que reconoció a 27.740 personas como refugiados. A diciembre de 2010 el
número de solicitantes de asilo fue de 25.312 y el de refugiados reconocidos, 53.342. Sesenta por
ciento de estas personas viven en áreas urbanas y casi el 40% restante permanecen cerca de la
frontera, en regiones poco desarrolladas y aisladas, con servicios básicos y de infraestructura
limitados. Se estima que 1.500 refugiados ingresan mensualmente a Ecuador por la frontera norte
(18).

MORTALIDAD

En los últimos 10 años, las causas de muerte de la población ecuatoriana reflejan una reducción de
las enfermedades transmisibles y un incremento de las crónicas no transmisibles y las relacionadas
con la interacción social, persistiendo las enfermedades transmisibles y aumentando la incidencia de
enfermedades crónicas no transmisibles.

En 2009 el grupo etario de 20 a 64 años registró una tasa de mortalidad de 278,9 por 10.000
habitantes, con más de dos terceras partes de estas muertes ocurridas en hombres. Entre las causas
de mortalidad se encuentran, en orden de frecuencia, los accidentes de tránsito, agresiones
(homicidios), diabetes sacarina, enfermedades hipertensivas e infección por VIH. La tasa de
mortalidad general en 2010 fue de 43,4 por 10.000 habitantes, más de 6 puntos por debajo que la
de 49,9 registrada en 2008. La primera causa de muerte en 2008 fue la diabetes sacarina, con una
tasa de 25,4 por 100.000 habitantes, mientras que en 2010 lo fue la enfermedad hipertensiva
(30,3), seguida de la diabetes sacarina (28,3) y la influenza y neumonía (23,7) (3). Se observa
además un creciente incremento de las muertes por accidentes de tránsito y por agresiones, que
ocuparon el tercer y sexto lugar respectivamente. Neumonía/influenza es la única enfermedad
transmisible que figura entre las 10 primeras causas de muerte en este grupo de edad.

La tasa de mortalidad general masculina en 2010 fue 49,6 por 10.000 habitantes –apenas unas 3
décimas menos que en 2008. Ese año las principales causas de muerte fueron las agresiones y los
homicidios (32,3), seguidos de los accidentes de tránsito (31,6). Las dos primeras causas de
mortalidad masculina en 2010 fueron los accidentes de tránsito (37,2 por 100.000 habitantes) y
enfermedad hipertensiva (31,3). La tasa de mortalidad femenina en 2010 alcanzó a 37,8 por
100.000 habitantes, similar a la de 37,1 observada en 2008; en ambos años la primera causa de
muerte fue la diabetes sacarina (26 en 2008 y 31,6 en 2010), seguida por enfermedad
cerebrovascular (24,9 en 2008) y enfermedad hipertensiva (29,6 en 2010). En este listado aparece
también la neoplasia maligna del útero, en séptimo lugar (10,2 por 100.000 habitantes).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

La prevalencia de malaria en Ecuador comenzó a descender sostenidamente desde 2003, cuando se


fortaleció el programa nacional de control de la enfermedad y se modernizó el manejo de los
pacientes que la padecen. Entre 2006 y 2010 el número de casos bajó de 8.957 a 1.888, con una
tasa de incidencia de 0,14 por 1.000 habitantes, la más baja entre los países que comparten la
cuenca amazónica. Hay predominio de Plasmodium vivax, con 1.630 casos, y en menor grado
de Plasmodium falciparum (258), estos últimos concentrados en la frontera norte de Esmeraldas
Guayas–Cañar. De persistir la tendencia actual, Ecuador estaría en camino a eliminar la malaria en
su territorio.
El dengue es endémico en el país. Tiene un carácter fuertemente estacional y predomina en las
provincias de la región Costa, sobre todo en los meses de invierno, época de lluvias y temperaturas
superiores a 28 °C. Se han identificado cuatro serotipos del virus del dengue. Entre 2007 y 2010
predominó la circulación del virus 1, incluso en las Islas Galápagos, mientras que en 2010, aunque
con pocos casos, también se identificaron los virus 2 y 4.

La leishmaniasis cutánea tiene una amplia distribución, especialmente en las zonas rurales de las
regiones Costa, Sierra y Amazonía, aunque se presenta en 23 de las 24 provincias del país. Se
notifican cerca de 1.500 casos anuales y es objeto de subregistro por su localización en zonas rurales
remotas (19).

La enfermedad de Chagas afecta sobre todo a las provincias de Loja, El Oro, Manabí y Guayas,
Orellana y Sucumbíos. Su prevalencia nacional disminuyó de 0,15 por 100.000 habitantes en 2006 a
0,03 en 2010 (19).

La cobertura de vacunación contra la fiebre amarilla se mantiene elevada en el país y no se han


notificado nuevos casos desde 2002 (19).

Enfermedades prevenibles por vacunación

El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) cuenta con un marco legal que garantiza la
vacunación como bien público en la Constitución de la República del Ecuador, Ley Nacional de
Vacunas y Ley Orgánica de Salud. Los avances se reflejan en las coberturas a nivel nacional que
superan el 95% para todas las vacunas (2006–2010).

Desde la semana epidemiológica 26 del año 2011 se presentó en Ecuador un brote de sarampión que
se originó a partir de un caso importado con genotipo B3. Hasta la semana epidemiológica 45 se han
confirmado 122 casos de sarampión en el país −89% de los casos en la provincia de Tungurahua,
con alta proporción de población indígena. El 68% de los casos notificados son menores de 5 años de
edad. El país está realizando acciones de control del brote y ha adelantado la campaña de
seguimiento de vacunación. En relación con la vigilancia de parálisis fláccida aguda, la tasa de
notificación (0,70) es menor a 1 (uno), que es el indicador recomendado, mientras que la rubéola y
el sarampión cumplen con el porcentaje de notificación esperado (84%). La vacuna
contra Haemophilus influenzae tipo b ha mostrado un impacto en el descenso de casos de meningitis
por esta causa.

Desde 2006 el país utiliza la vacuna contra la gripe estacional, cepa hemisferio norte, para el adulto
mayor; en 2007 extendió la cobertura a lactantes de 6–11 meses y en 2010 a niños de 1 a 4 años de
edad. La vacuna de fiebre amarilla se utiliza en las 24 provincias, durante los 12 a 23 meses de
edad, y se ofrece a viajeros con destino a la Amazonía y a otros países con riesgo. Ecuador introdujo
la vacunación contra rotavirus en 2007, utilizando el esquema de 2 dosis a los 2 y 4 meses de edad,
y la vacuna anti–neumocóccica en 2010. El mayor desafío del programa es alcanzar con la
vacunación a poblaciones que presentan dificultades de acceso y concentran a personas susceptibles,
así como fortalecer la vigilancia de enfermedades eliminadas (polio, rubéola y sarampión) para
detección y control oportunos de importaciones de virus. En 2010 se adquirieron 12 vacunas del
programa a través del Fondo Rotatorio (FR), lo que representa 87% de los biológicos utilizados y
85% del presupuesto del PAI. El monto total de compras al FR fue de US$ 47.646.461.

Zoonosis

La fiebre aftosa es endémica y un grave problema de salud pública veterinaria. A pesar de haberse
desarrollado importantes actividades de vacunación, durante el 2010 se registraron 74 focos de
fiebre aftosa: 42 de ellos con diagnóstico de laboratorio (virus O) y 32 con diagnóstico clínico, en las
provincias de la Sierra, Amazonía y Costa; los casos se presentan mayoritariamente en los meses de
abril–agosto. En mayo de 2011 se inició una nueva campaña de vacunación, dirigida prioritariamente
a los grandes rebaños y las propiedades donde habían ocurrido los brotes recientes. En 2009 hubo un
caso de rabia humana transmitido por gato con virus selvático; desde 2006 no ha habido casos de
rabia urbana transmitida por perros (19). En el mismo período tampoco se registraron casos de
peste.

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

En 2010, el Programa para la Eliminación de Oncocercosis en las Américas declaró a Ecuador como el
segundo país de las Américas que logró interrumpir la transmisión de oncocercosis. La lepra fue
eliminada como un problema de salud pública en 1983. Las tasas de notificación han ido
descendiendo progresivamente en los últimos 10 años. En 2010 fueron detectados un total de 134
casos nuevos, 72 paucibacilares y 62 multibacilares.

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

Entre 2005 y 2010 se observó una tendencia al incremento de casos de VIH y de sida –de 1.070
casos de VIH y 474 de sida en 2005 a 3.966 y 1.301 en 2010, respectivamente. La mortalidad
asociada al sida se ha estabilizado desde 2005 en alrededor de 700 fallecimientos anuales (20). La
infección por VIH afecta más a los hombres que a las mujeres (2,65:1 en 2010). En 2010 se
notificaron 213 casos de VIH en niños menores de 15 años. La epidemia de VIH en Ecuador se
considera concentrada principalmente en el grupo de hombres que tienen sexo con hombres (21). En
mujeres embarazadas la prevalencia de VIH en 2010 fue de 0,17%. Las provincias de la Costa son
las más afectadas (con 74% de los casos de VIH y sida). El número de personas que reciben
tratamiento antirretroviral en las unidades del Ministerio de Salud SP ha ascendido de 2.532 en 2007
a 6.765 en 2010. En relación a las infecciones de transmisión sexual, en 2009 se notificaron 215
casos de sífilis gestacional y 111 casos de sífilis congénita, 2.308 casos de gonorrea (16,48 por
100.000 habitantes) y.1 697 casos de herpes genital (12,12 por 100.000 habitantes).

Tuberculosis

La prevalencia de tuberculosis (TB) en Ecuador para 2010 se estimó en 8,24 por 100.000 habitantes.
Esta enfermedad está muy concentrada, con más de 70% de los casos en la provincia de Guayas,
especialmente en la ciudad de Guayaquil. En 2010 Ecuador examinó 109.822 sintomáticos
respiratorios, diagnosticó 3.373 casos nuevos de TB pulmonar esputo positivos, 404 esputo negativos
y 653 extra pulmonares. Los casos nuevos pulmonares esputo positivo fueron 2.156 hombres y
1.217 mujeres. El grupo etario afectado fue el de 15 a 34 años. Todos los tratamientos son por
observación directa (DOTs). En 2010 114 pacientes fueron identificados como resistentes a drogas
múltiples. Entre 2009 y 2010, de 5.764 pacientes con TB, 870 fueron VIH positivos.

Enfermedades crónicas no transmisibles

Enfermedades cardiovasculares

Según datos del Ministerio de Salud, en 2009 se registró una tasa de mortalidad por cardiopatía
isquémica de 6,5 por 100.000 habitantes; para 2010 el INEC informó que esa tasa asciende a 14,1
por 100.000 habitantes.

Neoplasias malignas

Durante el período 2005–2007 las localizaciones de cáncer más frecuentes para mujeres fueron
mama, piel, cuello uterino, tiroides y estómago, mientras que para los hombres fueron próstata, piel,
estómago, linfomas, recto y colon. Las neoplasias malignas en su conjunto fueron responsables de la
pérdida más alta de años de vida, con una tasa de más de 770 por 100.000 habitantes, más alta
entre las mujeres (990) que en los hombres (590)

Diabetes e hipertensión
En el caso de la diabetes, en 2010 la tasa de mortalidad fue de 28,3 por 100.000 habitantes,
bastante por encima de la de 2006, que fue de 20,6. La enfermedad hipertensiva se ubicó como la
primera causa de muerte en población general en 2010, con una tasa de 30,3 por 100.000
habitantes. Durante el período 2006–2010 la prevalencia de diabetes sacarina aumentó
drásticamente de 142 a 1.084 por 100.000 habitantes, al igual que la hipertensión arterial, que subió
de 63 a 488 por 100.000 habitantes (19).

Enfermedades nutricionales

Desnutrición

Según la última encuesta de condiciones de vida (2006), la desnutrición crónica (baja talla para la
edad) en menores de 5 años tenía una prevalencia de 25,8%, valor que se duplica en los grupos
indígenas y es mucho más alto en Chimborazo (52,6%), Bolívar (47,9%) y Cotopaxi (42,6%).
Conforme a la misma fuente, el déficit ponderal asociado al peso según la edad (desnutrición global)
afectó a más de 1,4 millones de menores de 5 años (9).

Desastres

Ecuador es altamente vulnerable a erupciones volcánicas, inundaciones, terremotos, sequías y


tsunamis. En 2008, las inundaciones por la temporada de lluvias afectaron a seis provincias de la
costa y seis de la sierra, con un total de 275.000 personas afectadas y 15.822 refugiadas en 375
albergues; se estima que las pérdidas por estos eventos ascendieron a US$ 1.200 millones, es decir
2,5% del PIB (22). Los eventos volcánicos de 2009 y 2010 afectaron a 11 provincias, a 3 792
personas de forma directa y a cerca de un millón y medio de forma indirecta. La sequía de 2009, por
otro lado, impactó en unas 32 000 familias de agricultores y ganaderos en las provincias Manabí,
Esmeraldas, Carchi, Santo Domingo de los Tsáchilas, Azuay y Loja.

La "gestión de riesgo" se incorpora en los artículos 389 y 390 de la nueva Constitución, como un
derecho de los ciudadanos a ser protegidos de los efectos negativos de los desastres de origen
natural o antrópicos. Con esta idea, se creó la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo como una
plataforma importante de gestión y coordinación intersectorial, en remplazo de lo que anteriormente
era la "Defensa Civil". En la actualidad hay planes de emergencia y de contingencias, provinciales y
hospitalarios, en un 40% en las provincias identificadas como de mayor riesgo a inundaciones y
erupciones volcánicas, así como también en las de la Frontera Norte. En el marco de la política de
"hospitales seguros", se han realizado acciones de reducción de vulnerabilidades en hospitales de
Manabí, Chimborazo y provincias de la Frontera Norte. También se ha aplicado en 10 hospitales de
cinco provincias la herramienta Índice de Seguridad Hospitalaria (ISH), evidenciándose la necesidad
de intervenciones que reduzcan la vulnerabilidad estructural, no estructural y funcional (23).

Trastornos mentales

Entre 2008 y 2010 las cinco primeras causas asociadas con la salud mental fueron i) la depresión,
que aumentó 108 a 113 casos por 100.000 habitantes, ii) la ansiedad, 66 a 99, iii) la epilepsia, 47,8
a 63,2 y iv) el retardo mental, 25,2 a 37 (24).

Otros problemas de salud

Salud oral

En 2009 la prevalencia de caries dental en escolares de 6 a 15 años de edad se estimó en 75,6%. El


indicador CPOD (cariados, perdidos y obturados en piezas definitivas) a los 12 años de edad se
redujo 2,9 en 2009. Los datos reflejan mejora en la salud bucal de los escolares de 6 a 15 años de
edad, debido principalmente a la fluoración de la sal y al desarrollo de otras acciones preventivas. El
Ministerio de Salud ha iniciado la aplicación de la Iniciativa Comunidades Libres de Caries y ampliará
los programas de promoción de salud bucal y educación a escolares (25).

Salud ocular

Según la Encuesta Rápida de Ceguera Evitable 2009–2010 realizada en personas mayores de 50


años, la prevalencia de ceguera bilateral fue de 1,6% (2% en hombres y 1,3% en mujeres). La
prevalencia de ceguera unilateral fue de 5,8% (hombres 6,4% y mujeres 5,2%). La cobertura
promedio para cirugías de catarata en los pacientes con AV<20/400 fue de 83,2%, con AV <20/200
fue de 63,8 % y con AV <20/60 fue de 45,9%, con mejor acceso para hombres que para mujeres.
Desde 2008 se puso en marcha el "Plan Visión Ecuador", que inicialmente facilitó la realización de
cirugía de cataratas en alto volumen (más de 5.000 por año desde 2008) y desde 2009, tamizaje y
corrección de errores refractivos en escolares, atención de retinopatías diabéticas y glaucoma.

Factores de riesgo y protección

Alcoholismo

En 2007 las prevalencias de consumo de alcohol y tabaco alcanzaron a 76,09% y 46,80%


respectivamente (26). La Encuesta Mundial de Salud Escolar (27) realizada en escolares de las
ciudades de Quito, Guayaquil y Zamora, determinó que la edad promedio de inicio de consumo de
bebidas alcohólicas es de 13,7 años. La tasa de alcoholismo aumentó de 23,55 por 100.000
habitantes en 2006 a 29,55 en 2010.En cuanto al tabaquismo, en 2010 el mismo estudio en
adolescentes encontró que 8 de cada 10 estudiantes tuvo su primer consumo antes de los 13 años;
en la población general la tasa de tabaquismo pasó de 1,62 por 100.000 habitantes en 2008 a 2,15
en 2010.

Obesidad

Entre los adolescentes (12 a 19 años) ecuatorianos, la prevalencia de sobrepeso alcanza a 13,7% y
la de obesidad a 7,5%, con tasas más altas en la Costa (24,7%) que en la Sierra (17,7%) y con muy
poca diferencia por sexo (21,5% en mujeres y 20.8% en varones) (28).

Accidentes y enfermedades ocupacionales

En 2006 se notificaron 5.334 incapacidades y 161 muertes por accidentes de trabajo, mientras que
en 2007 las cifras fueron 6.169 y 135, respectivamente. El mayor número de eventos en 2007 se
produjeron en la provincia del Guayas (4 445); 1.317 de estos accidentes ocurrieron en los rubros
relacionados con establecimientos financieros, seguros y bienes inmuebles (29).

Políticas Públicas Y El Sistema De Salud Y De


Protección Social
La Constitución de 2008 incluyó en el Régimen del Buen Vivir los artículos que establecen el derecho
a la salud y definió las características del Sistema Nacional de Salud (SNS), que funcionará dentro de
principios de equidad, calidad, eficiencia, participación, pluralidad, solidaridad y universalidad, con
una red pública integral de salud y bajo la rectoría de la Autoridad Sanitaria Nacional.

El Ministerio de Salud ha encarado un proceso de gran envergadura dirigido a iniciar la denominada


"Transformación Sectorial de Salud del Ecuador" (TSSE). El propósito es reorganizar el sector para
construir un sistema de salud integrado, integral, coordinado, solidario y que no demande el pago
directo por parte del usuario. El sistema deberá garantizar la equidad y el acceso universal,
progresivo y gratuito a servicios públicos de salud de calidad a toda la población mediante una "Red
de Prestadores Públicos", promoviendo un modelo de atención integral que priorice la promoción, la
prevención y la atención primaria, y evitando la duplicación de actividades entre los principales
prestadores.

El Ministerio de Salud ha definido un conjunto de prestaciones que se van a ofrecer a toda la


población por medio de la red pública. El Ministerio de Inclusión Económica y Social, por su parte,
coordina el Programa de Protección Social (PPS), entre cuyos objetivos está "formar una red de
protección social con otras instituciones del Estado y de la sociedad civil". La coordinación de
acciones entre ambos ministerios permitió que hasta 2010 a través del PPS se atendieran 3.816
casos de enfermedades catastróficas en los establecimientos de la red.

En materia de financiamiento, la Constitución señala en su Art. 366 que los recursos deberán
"provenir de fuentes permanentes del Presupuesto General del Estado"; en el Art. 298 se realizan
preasignaciones presupuestarias al sector salud y se especifica el porcentaje del PIB asignado para
salud (4%) y su incremento anual, lo que representaría alrededor de US$ 240 millones más cada
año. Si bien desde 2007 el incremento del gasto público en salud ha sido sostenido, aún se mantiene
bajo como porcentaje del PIB, al ubicarse en 3%.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

Según el INEC, en 2009 había 16,9 médicos por 10.000 habitantes, distribuidos geográficamente de
forma irregular: las tasas más altas en las provincias de Azuay (26,3) y Tungurahua (25,9), y las
más bajas en Santa Elena (4,9) y Galápagos (6,3). Para el resto de profesionales, por cada 10.000
habitantes había 2,4 odontólogos, 7,7 enfermeras y 1,1 obstetras. El mayor número de profesionales
sanitarios se concentran en las áreas urbanas de las grandes ciudades, en detrimento principalmente
de las zonas rurales en las provincias, que están mucho menos protegidas. Del total de médicos,
76,3% son especialistas y, de estos, solo 98 lo son en medicina familiar, desfavoreciendo a la
atención primaria de salud.

Incluso cuando existe un "observatorio de recursos humanos" alojado en el Consejo Nacional de


Salud (CONASA) y en 2010 se realizó un censo del personal que trabaja en el Ministerio de Salud, el
país no tiene información completa ni actualizada sobre el personal de salud. El 66% de los
trabajadores sanitarios brindan atención directa al paciente, 21% realiza actividades administrativas
y 10% se desempeña en servicios (30). En 2009 la Comisión Nacional de Recursos Humanos del
CONASA presentó una propuesta de "Política Nacional de Recursos Humanos en Salud" (31). En
relación con la carrera sanitaria, en la actualidad se está trabajando en un sistema de clasificación de
puestos, remuneraciones, evaluación de desempeño, formación y capacitación o educación
permanente, en el marco de la Ley Orgánica del Servidor Público.

SERVICIOS DE SALUD

La provisión de los servicios de salud en el país se caracteriza por la fragmentación y la


segmentación. Existe una amplia oferta de establecimientos y servicios públicos y privados que
funcionan de forma independiente o bajo diversas dependencias organizacionales, sin coordinación
entre actores ni separación de funciones entre subsistemas, y cada uno cuenta con una población
adscrita o beneficiaria con acceso a servicios diferenciados.

El Ministerio de Salud es el principal prestador del sector público, que está integrado además por el
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, que incluye al Seguro Social Campesino, las Fuerzas
Armadas y la Policía Nacional. En 2010 la cobertura de seguridad social beneficiaba a unos 3,8
millones de ecuatorianos, un incremento aproximado de 5% respecto a 2005. Entre las entidades
privadas que actúan en el sector público y que tienen una importante presencia en la provisión de
servicios se cuenta a la Junta de Beneficencia de Guayaquil, la Sociedad Protectora de la Infancia de
Guayaquil, la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (SOLCA) y la Cruz Roja Ecuatoriana.
El Ministerio de Salud está organizado en tres niveles administrativos: área de salud, nivel provincial
y nivel nacional. Esta organización se modificará en función de las disposiciones sobre ordenamiento
territorial emitidas por SENPLADES, que incluye tres ámbitos administrativos denominados
"distritos", "regiones" y "nivel central". Entre 2007 y 2010 se generaron algunas propuestas de
modelo de atención para el Ministerio de Salud, estando vigente el Modelo de Atención Integral a la
Salud (MAIS), que sustentó su operación en los "equipos básicos de atención a la salud" (EBAS), con
la contratación de más de 4.600 personas para realizar las acciones extramuros del MAIS.

Medicamentos Y Tecnología En Salud


El país dispone de normativas y lineamientos orientados a garantizar la disponibilidad, el acceso, la
calidad y el uso racional de medicamentos. En 2007 la participación de las empresas nacionales en el
mercado farmacéutico fue de 14% y la de las empresas internacionales 86%; ese mismo año el
gasto en medicamentos por parte del Ministerio de Salud representó 15,2% del presupuesto (32).

Desde 2008 el Ministerio viene realizando esfuerzos para proveer medicamentos sin costo directo a
los usuarios mediante el desarrollo del Sistema Único de Gestión de Medicamentos; también ha
fortalecido su rol regulador a través de la actualización de los reglamentos de registro de
medicamentos, buenas prácticas de manufactura, farmacovigilancia y promoción y publicidad, y
también por medio de la capacitación del capital humano. La Comisión de Medicamentos del CONASA
actualizó el "Cuadro nacional de medicamentos básicos" (CNMB) y el "Registro terapéutico" (8va.
Revisión 2010), y ha elaborado el manual de funciones de la Comisión y la metodología para
inclusión/exclusión de medicamentos del CNMB.

Seguridad transfusional

Hasta fines de 2010 el Sistema Nacional de Seguridad Transfusional estuvo bajo la coordinación de la
Cruz Roja y con la participación de varios operadores (Ministerio de Salud, Instituto Ecuatoriano del
Seguro Social (IESS), Fuerzas Armadas, Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG), SOLCA y
privados), sin lograr satisfacer las demandas con oportunidad ni transformar el sistema de donación
compensatoria a uno de donación voluntaria repetitiva como base del sistema. Al 2010, la proporción
de donantes voluntarios cayó a 34,68%. Entre 2008 y 2010 el Ministerio asignó importantes recursos
a la Cruz Roja para construir un hemocentro e incrementó la asignación anual de recursos para
atender las necesidades de madres y niños (Ley de maternidad gratuita) y progresivamente a todos
los usuarios de los servicios del Ministerio.

El número de colectas y productos sanguíneos producidos y distribuidos en el país muestra un


crecimiento sostenido en los últimos años: en 2008 todos los servicios de sangre del país colectaron
155.146 unidades y produjeron y distribuyeron 245.286 hemocomponentes, mientras que en 2010 el
número de colectas fue de 190.260 y el de productos distribuidos 489.261. La Cruz Roja colectó,
procesó y distribuyó el 69% y el resto lo hizo un subsistema (JBG 13%, IESS 12%, Fuerzas Armadas
3%). y hospitales del Ministerio, Metropolitano y SOLCA 3%). En 2010, el 100% de las unidades
colectadas fueron tamizadas para VIH–sida, HbsAg, HCV, sífilis y Tripanosoma cruzi; 28.066
provenientes de zonas endémicas fueron tamizadas para identificar malaria. Del total de colectas,
3.670 unidades (1,9%) fueron positivas a marcadores de infección.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
El Ministerio de Salud lideró un proceso a través de encuestas realizadas en 2007 para definir
interinstitucionalmente las prioridades de investigación en salud, inicialmente las relacionadas con
saneamiento y contaminación ambiental (5). Se cuenta con un Directorio Nacional de Investigadores
en Salud (6). En 2010 en Loja se inició desde la academia la construcción de la propuesta de
constitución del sistema nacional de investigación en salud. En 2008, la proporción del gasto en
ciencia y tecnología fue 0,62% del PIB –0,37% para el componente actividades y ciencias y 0,25%
para investigación y desarrollo experimental.

Con la Ley Orgánica de Educación Superior Ciencia y Tecnología expedida en 2010 se conformó la
Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, instancia que tendrá la
gobernanza en los temas de su competencia. En el marco de esta ley las universidades han
modificado sus currículos en las carreras de la salud, colocando la atención primaria como un tema
central y priorizando la investigación científica. En 2008 se encaró un proyecto de fortalecimiento del
sistema de información en salud y mejoramiento de las estadísticas vitales, y en 2009 se efectuó un
diagnóstico de situación del funcionamiento de los sistemas de información en salud (SIS) dirigido al
personal que realiza labores estadísticas en el sector salud público y privado, INEC y Registro Civil.
Con este antecedente se conformó la comisión interinstitucional de alto nivel con SENPLADES, MSP,
INEC y Registro Civil, que actualmente trabaja en la ejecución del Plan de Fortalecimiento del
Sistema de Información en Salud, que contiene objetivos, tareas y metas basadas en los resultados
del diagnóstico.

Salud Y Cooperación Internacional


Durante el período 2007–2010, la cooperación internacional destinó US$ 200,8 millones (10,6% del
monto plurianual asignado al país de US$ 1.895 millones) a proyectos de salud en los ámbitos de
cobertura, infraestructura, equipamiento, aseguramiento, prevención y seguridad alimentaria. Las
agencias de las Naciones Unidas aportaron 20,3% en el mismo período. Los desembolsos de
cooperación no rembolsable que recibe el país representan en promedio 0,71% del PIB y el 2,57%
del presupuesto general del Estado. Asimismo, el gobierno ha impulsado el Consejo Suramericano de
Salud (UNASUR Salud), que tiene como propósito constituir un espacio de integración sanitaria,
incorporando esfuerzos y logros de otros mecanismos de integración regional, y promoviendo
políticas comunes y actividades coordinadas entre los países que lo conforman.

Síntesis Y Perspectivas
La Constitución (Art. 358 y 359) garantiza la disponibilidad y el acceso a medicamentos, y promueve
el desarrollo del recurso humano en salud (Art. 363, literales 7 y 8), garantiza las acciones de
promoción, prevención, recuperación y rehabilitación en todos los niveles, con base en la atención
primaria de salud, especificando la conformación de la red pública integral de salud como parte del
Sistema Nacional de Salud (Art. 359 y 360) y definiendo en su artículo 362 los derechos de los
usuarios, en clara muestra de la voluntad política del gobierno para priorizar el sector social y, entre
estos, la salud. Este énfasis se visibiliza en el incremento del presupuesto asignado a salud, en el
afianzamiento de la rectoría en salud, en la implementación de nuevas tecnologías en salud y en el
fortalecimiento del capital humano. No hay dudas de que la gratuidad de atención y los
medicamentos proporcionados por los servicios de salud del Ministerio, así como el fortalecimiento de
la atención primaria de salud, contribuirán a mejorar el estado de salud de la población.

El último censo nacional de población y vivienda mostró que, si bien el acceso de la población general
al agua por red pública y a servicios de saneamiento ha mejorado, apenas 40% de las poblaciones
montubias e indígenas pueden acceder a estos servicios básicos, evidencia de que todavía persisten
grandes desafíos para reducir inequidades relacionadas con los determinantes sociales de la salud.
Cabe destacar que –después de la población mestiza que es mayoritaria en Ecuador– la población
montubia emerge en mayor proporción (7,4%) que el grupo autoidentificado como indígena (6,8%),
hecho que podría reorientar las acciones de intervención a los grupos con identificación montubia.

Las condiciones de estabilidad política y económica del Estado, la promoción y la consolidación de un


sistema público de salud que garantice el aumento de cobertura de atención a la población, el
progresivo aseguramiento a los hijos y cónyuges de los afiliados a la Seguridad Social, la garantía de
disponibilidad de medicamentos y la implementación de una política de prevención y promoción de
salud, entre otras estrategias, avizoran un mejoramiento de las condiciones de vida y salud de los
grupos de población más vulnerables.

Perú

Introducción
Perú, ubicado en la zona central y occidental de América del Sur, tiene una superficie de 1.285.215
km2 y está dividido en 25 regiones (previamente conocidas como departamentos), además de Lima
Metropolitana, la ciudad capital, 195 provincias y 1.834 municipios. En 2010 contaba con una
población de 29.461.933 habitantes, de los que 30% eran menores de 15 años y 8,6% mayores de
60; 74,0% de la población vivía en áreas urbanas (figura 1). En el quinquenio 2005–2010, la tasa
global de fecundidad fue de 2,6 hijos por mujer, la tasa bruta de natalidad de 21,4 por 1.000, la tasa
bruta de mortalidad de 5,4, la de migración neta de −4,4 y la de crecimiento total de la población, de
11,6 por 1.000. La esperanza de vida al nacer era de 73,1 años (70,5 para los hombres y 75,8 para
las mujeres) (1).

Entre 2006 y 2010 la economía del país creció 31%, con una tasa anual superior a 7,7%, con la
excepción de 2009, cuando solo creció 0,9% debido a la recesión mundial que siguió a la crisis
financiera de 2008. El producto interno bruto (PIB per cápita aumentó 20%. Para 2010, el Fondo
Monetario Internacional estimó un PIB per cápita de US$ 5.196 y un PIB de US$ 9.281 ajustado
según la paridad del poder adquisitivo (2). La inflación ha sido inferior a 4%, con la excepción del
año 2008, cuando llegó a 6,7%. Desde 2003, el nuevo sol se ha apreciado frente al dólar, y la tasa
de cambio pasó de 3,5 nuevos soles por dólar en 2003 a 2,8 en 2010; el Banco Central mantiene una
política de libre mercado respecto al valor del dólar. Las reservas internacionales netas se han
incrementado 155%, pasando de US$ 17.275 millones a US$ 44.105 millones (3). Entre 2001 y
2009, la inversión extranjera aumentó 43%. Los principales países de origen de la inversión son
España, Estados Unidos y Reino Unido; los rubros a los que más se dirige el capital son la minería
(21%), las telecomunicaciones (20%), las finanzas (15%) y la industria (15%).

En junio de 2011 el Gobierno dio a conocer el "Plan Bicentenario, el Perú hacia el 2021", que contiene
las políticas nacionales de desarrollo para los próximos 10 años. Sus metas incluyen duplicar el
ingreso per cápita, disminuir la pobreza a menos de 10%, eliminar la mortalidad infantil y la
desnutrición crónica, y mejorar la calidad educativa, la cobertura de salud y la seguridad social.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


Junto al buen desempeño de la economía, con sus resultados macroeconómicos notables, persiste
una marcada concentración del ingreso. En 2009, el ingreso del quintil más rico era 12,5 veces
mayor que el del quintil más pobre y concentraba 52,6% del ingreso nacional, contra 4,2% del quintil
más pobre. Entre 2005 y 2010, la pobreza total se redujo de 48,7% a 31,3%, y la pobreza extrema,
de 17,1% a 9,6%. Sin embargo, la diferencia entre las áreas urbanas y las rurales es aún bastante
grande, tanto para la pobreza total (19,1% y 54,2%, respectivamente) como para la extrema (2,5%
y 23,3%, respectivamente) (4).

En 2009, 4,0% de la población económicamente activa del país estaba desempleada y 44,4%
subempleada. En Lima Metropolitana, el desempleo ascendía a 6,3% (8,9% para las mujeres y 4,3%
para los hombres); 44,0% de los asalariados trabajaba más de 48 horas a la semana y 8,7% menos
de ese tiempo (5). El 61,9% de todos los trabajadores estaban empleados en el sector informal, por
lo que no contaban con seguro médico ni otro tipo de beneficio social, a pesar del sostenido
crecimiento económico de los últimos 10 años. Esto se debe, en parte, al modelo económico que
privilegia el desarrollo de sectores orientados a la exportación de materia prima, que generan pocas
plazas de trabajo, y a la desregulación del mercado de trabajo.

La tasa de analfabetismo se redujo de 12,8% en 1993 a 7,1% en 2007, es más alta en las áreas
rurales (19,7%) que en las urbanas (3,7%), y mayor en las mujeres (10,6%) que en los hombres
(3,6%). El promedio de años de estudio es menor en las áreas rurales que en las urbanas (6,4 años
y 10,9, respectivamente). Entre 2005 y 2009, el porcentaje de mujeres mayores de 15 años con
educación superior universitaria aumentó de 8,7% a 12,1%, mientras que entre los hombres lo hizo
de 11,1% a 14,3%.

En 2010, la pobreza y la pobreza extrema afectaban respectivamente a 51,8% y a 21,7% de las


personas que tenían como lengua materna el quechua, el aymará o una lengua amazónica, y a
25,8% y 6,6% de aquellos que tenían como lengua materna el castellano (4). La población nativa
vive principalmente en las áreas rurales del país, donde las condiciones de vida y la salud son muy
precarias (cuadro 1); por ejemplo, en las áreas rurales la pobreza es casi tres veces mayor, la
pobreza extrema aproximadamente 10 veces más alta, la mortalidad infantil cerca del doble y la
desnutrición crónica, casi el triple que en las zonas urbanas.

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

En 2010, 76,4% de los hogares se abastecía de agua mediante red pública. La cobertura de este
servicio es mayor para los hogares no pobres (69,0%) que para los pobres (40,0%). El 18,0% de
todos los hogares y 36,6% de los pobres se abastecían de agua de río, acequia, manantial o una
fuente similar. Con respecto al servicio de alcantarillado, solo 57,5% de las viviendas tenían conexión
a la red pública, 27,6% contaba con letrinas, pozo séptico o ciego y 14,9% no contaba con ningún
sistema de eliminación de excretas, porcentaje que se elevaba a 30,3% en las áreas rurales.

En 2003, solo 11,7% de la población indígena de la Amazonia contaba con algún tipo de sistema de
abastecimiento de agua, por lo general pozo y pileta pública; la desinfección del agua no se llevaba a
cabo en casi ninguna de las comunidades de la Amazonia, y en aquellas en que se practicaba se
hacía de manera intermitente. Solo 9,7% contaba con algún sistema de eliminación de excretas,
principalmente letrinas.

RESIDUOS SÓLIDOS

En 2009, 74,0% de la población contaba con servicios de recolección de residuos sólidos. De las
8.532 toneladas diarias de basura recolectada, 66,0% recibían alguna forma de disposición final
(14,7% se reciclaba y el resto iba a rellenos sanitarios) y el resto se vertía al ambiente (los ríos y
playas son los principales receptores). En Lima Metropolitana, 57,6% de los residuos sólidos llega a
un relleno sanitario, lo que da lugar a una grave contaminación del ambiente que pone en riesgo la
estabilidad de los ecosistemas y la salud de las personas.

CONTAMINACIÓN DEL AGUA

En 2009, solo 35,0% de las aguas servidas recibía algún tipo de tratamiento antes de su disposición
final, principalmente en la ciudad de Lima. Otra fuente importante de contaminación del agua es la
actividad industrial, en particular la minería. La vigilancia de la calidad del agua, en 2010, puso de
manifiesto que la mayoría de las cuencas hidrográficas estaba contaminada con plomo, arsénico y
cadmio. En algunos lugares, la bioconcentración de metales excedía varias veces las normas sobre la
calidad química de los alimentos, como es el caso del mercurio en el pescado que se vende en el
mercado público de Puerto Maldonado.

CONTAMINACIÓN DEL AIRE

La calidad del aire es deficiente en las áreas metropolitanas de Lima, El Callao y Arequipa, y en los
centros urbanos industriales de Chimbote, Ilo y Cerro de Pasco. Esto se debe al desarrollo industrial
no acompañado del adecuado control de la contaminación y al incremento y mal estado del parque
automotor. En 2009, mediciones realizadas en Lima pusieron de manifiesto una concentración de
partículas con menos de 2,5 µm de diámetro superior al estándar de 15 µg/m 3 (70 µg/m3 como
promedio mensual), si bien las concentraciones de dióxido de azufre (promedio mensual de 24
µg/m3, estándar: 80 µg/m3) y de dióxido de nitrógeno (promedio mensual de 37 µg/m 3, estándar:
200 µg/m3) estuvieron por debajo de los valores de la norma nacional.

PLAGUICIDAS

En el país está prohibido el uso de los plaguicidas clorados aldrín, endrín, dieldrín, clordano, mirex,
heptacloro y toxafeno. En 2003 se realizó un inventario de las fuentes de emisión de dioxinas y
furanos y en la ciudad de Lima se hallaron niveles de dioxina de 21 ng/g (los valores normales en
OMS–TEQ1 son de 0,0072 a 14 ng/g).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

Las mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años de edad) constituyen la cuarta parte de la población total
del país. De ellas, 48,1% tiene menos de 30 años. La tasa global de fecundidad descendió de 2,9
hijos por mujer en 2000 a 2,5 en 2010 (3,5 en las áreas rurales y 2,2 en las urbanas). Las mayores
tasas de fecundidad correspondieron a las mujeres sin educación (3,6) y del quintil inferior de
ingresos (4,0). El intervalo intergenésico aumentó de 36,9 meses a 48,4 meses en el mismo período,
mientras que el embarazo en adolescentes no sufrió un cambio importante; en 2010, 13,5% de todas
las adolescentes ya había estado alguna vez embarazada (33,7% de las adolescentes con educación
primaria y 26,2% de las que residían en la selva).

En 2010, 74,4% de todas las mujeres de 15 a 49 años de edad, en unión con pareja estable, usaba
algún método anticonceptivo, lo que representa un aumento de 5,5 puntos porcentuales respecto a
2000. Los métodos modernos más usados son los anticonceptivos inyectables (17,5%), el condón
(11,2%), la esterilización femenina (9,4%) y la píldora (8,3%) (6). El mayor proveedor de métodos
anticonceptivos sigue siendo el sector público.

La mortalidad materna se redujo de 185 por 100.000 nacidos vivos a 93 por 100.000 entre 2000 y
2010, disminución que si bien representa un progreso importante, aún está lejos de la meta fijada en
los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de 66 por 100.000 nacidos vivos. Esta mejora se atribuye al
incremento del parto institucional (de 58% a 82% entre 2000 y 2009), a la adecuación intercultural
de la atención del embarazo y del parto, y al establecimiento de casas de espera materna. Ocho
regiones concentran más de 50% de las defunciones maternas: Cajamarca, Puno, La Libertad,
Loreto, Piura, Junín, Huánuco y Cusco. Las mujeres pobres, rurales e indígenas son las que tienen un
mayor riesgo de morir. Las principales causas de la mortalidad materna son hemorragia post parto
(45%), hipertensión (30%), aborto (9%), infecciones (6%), sin especificar (9%) y anormalidades de
la dinámica del trabajo de parto (1%) (7).
Niños (menores de 5 años de edad)

En 2010, los menores de 5 años de edad constituían 12,0% de la población (3.546.840). En este
grupo, la desnutrición crónica disminuyó de 31,3% a 23,2% entre 2000 y 2010 (patrón de
crecimiento infantil de la OMS) (6), pero aún existe una amplia diferencia entre las áreas urbanas y
rurales (14,1% y 38,8%, respectivamente). En 2010, la anemia afectaba a 50,3% de los niños de 6 a
36 meses de edad.

La tasa de mortalidad infantil se redujo de 33 por 1.000 nacidos vivos en 2000 a 17 por 1.000 en
2010, aunque con una amplia diferencia entre las áreas urbanas y rurales (14 por 1.000 nacidos
vivos y 22 por 1.000, respectivamente). La tasa de mortalidad en la niñez se redujo de 47 por 1.000
nacidos vivos a 23 por 1.000 en el mismo período pero, como en el caso de la mortalidad infantil,
aún persiste una gran diferencia urbano–rural (17 por 1.000 nacidos vivos y 33 por 1.000,
respectivamente, en 2010). Entre las causas de este progreso están la aplicación de políticas de
focalización para reducir la pobreza, como la "Estrategia Nacional CRECER" y el Programa Nacional de
Apoyo Directo a los más Pobres, "JUNTOS", así como la mejora del acceso de la población a los
servicios de salud.

En 2010, 99,1% de los menores de 5 años había sido amamantado alguna vez (92,0% en el primer
día de vida), aunque 32,0% recibió algún tipo de alimento antes de empezar a lactar. El 64,7% de
los menores de 6 meses de edad recibía lactancia materna exclusiva y su duración mediana fue de
4,2 meses.

Niños y adolescentes (10 a 19 años de edad)

En 2010, el grupo de población de 10 a 19 años de edad ascendía a 3,5 millones (12,0% de la


población total). El 20,1% de los adolescentes del país no acudía a institución educativa alguna o
había desertado. En el período 2000–2010, la tasa de fecundidad específica de las mujeres de 15 a
19 años de edad aumentó de 66 a 68 nacimientos por 1.000 mujeres, con una amplia diferencia
urbano–rural (54 y 110 por 1.000, respectivamente).

En 2004, el sobrepeso afectaba a 11% de los adolescentes y la prevalencia más alta se encontró en
Tacna (18%) y Lima (17%) (8). Ese mismo año otro estudio realizado en la ciudad de Piura mostró
que 13,4% de las mujeres adolescentes presentaba sobrepeso y 2,1% obesidad, mientras que en los
hombres estos valores fueron de 14,7% y 6,1%, respectivamente (9).

El consumo de alcohol y otras sustancias se inicia tempranamente: en 2006, 36,0% de los


adolescentes de 12 a 18 años ya había consumido alcohol, 21,0% tabaco, 1,2% marihuana, 0,5%
pasta básica de cocaína y 0,4%, cocaína (10). En 2005, 2,9% de los adolescentes de las ciudades de
la sierra, 1,7% de los de la selva y 3,6% de los de la ciudad de Lima intentaron suicidarse alguna vez
en su vida (11). Los principales factores por los cuales los adolescentes intentan suicidarse se
relacionan con problemas familiares. Los accidentes de tránsito fueron la principal causa de muerte
entre los adolescentes (10,3%), seguidos por las enfermedades cerebrovasculares (8,1%), la
neumonía (5,8%), los tumores malignos (5,6%) y la tuberculosis (3,4%).

Adultos mayores (60 y más años de edad)

La población adulta de 60 y más años crece a un ritmo mayor que la población total del país (a un
promedio anual de 3,3% en el período intercensal 1993–2007). En 2010, los mayores de 60 años
representaban 8,6% de la población. En 2007, las infecciones respiratorias agudas fueron la primera
causa de muerte entre los mayores de 60 años de edad, seguidas por la enfermedad isquémica del
corazón y las enfermedades cerebrovasculares; el tumor maligno de estómago fue la primera causa
de muerte por tumores (12).

Trabajadores
El Seguro Social afilia a 25% de la población nacional y otorga seguro obligatorio a 26% de la
población económicamente activa (3.918.676 en junio de 2008), en particular a los asalariados
dependientes.

En 2010, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo verificó 277 accidentes ocupacionales, que
ocurrieron principalmente en departamentos de Lima (28,9%), La Libertad (28,9%), Piura (14,8%) y
Junín (9,0%). El 30,9% tuvo lugar en la industria manufacturera, 17% en la construcción y 10,1% en
actividades inmobiliarias y de alquiler relacionadas con el traslado de mobiliario y limpieza de
edificios; solo 4,7% se registró en la explotación de minas y canteras (Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo, Anuario Estadístico 2010). El 18,4% causó traumatismos internos, 13,7%
contusiones, 11,9% amputaciones y 9,4% heridas cortantes. El 17,0% se produjo por
aprisionamiento o atrapamiento, 12,3% por caída de altura, 9,4% por caída de objetos y 6,9% por
caída a nivel. El 58,9% de los accidentes ocasionaron incapacidad temporal, 5,8% incapacidad
permanente y 20,6% la muerte del trabajador.

MORTALIDAD

Las enfermedades transmisibles aún continúan siendo la principal causa de muerte en el Perú. En
2007, la tasa de mortalidad (estandarizada) por grandes grupos de causas fue de 126,4 por 100.000
habitantes para las enfermedades transmisibles, 114,3 para los tumores, 101,1 para las
enfermedades del aparato circulatorio y 74,6 por 1.000 para las causas externas. En el período
2004–2007 no se modificaron las principales causas de mortalidad. Las infecciones respiratorias
agudas fueron la principal causa de muerte, seguidas por algunas enfermedades crónicas y tumores
(cuadro 2); la septicemia y la tuberculosis fueron también importantes causas de mortalidad.

Los tumores malignos que causan las tasas de mortalidad más elevadas son el de estómago (21,0);
traquea, bronquios y pulmón (10,7); próstata (10,4); colon y unión rectosigmoidea (5,9); cuello del
útero (5,7); leucemia (5,4), y mama de la mujer (4,7) (13).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

Se estima que 13 millones de personas viven en áreas de riesgo de transmisión de malaria (1,2
millones en áreas de alto riesgo). Entre 2005 y 2010 se redujo el número de casos de malaria de
87.669 a 29.257 (14). El agente infeccioso fue Plasmodium vivax en 91,8% de los casos
y Plasmodium falciparum en el resto. En 2010 se notificó una sola defunción. El 87% de los casos
notificados procede de la selva amazónica y el resto, de la costa norte.

A partir de 2006 se observó un incremento sostenido de los casos de dengue, de 3.695 en 2006 a
13.031 en 2010. El último brote se produjo en febrero de 2011 y se identificó el serotipo 2 asiático–
americano; hasta junio de 2011 se habían notificado 27.404 casos, 171 de ellos graves, y 27
defunciones. El vector Aedes aegypti tiene una amplia distribución e infesta las principales ciudades
de la selva y de la costa, entre ellas la ciudad de Lima. En el país circulan los cuatro serotipos del
virus del dengue. El Ministerio de Salud lleva a cabo actividades de prevención y control en el marco
de la estrategia de gestión integrada contra el dengue.

Entre 2005 y 2010 se han hecho importantes adelantos en el control de la enfermedad de Chagas, y
se certificó la eliminación de la transmisión vectorial en dos de los tres departamentos donde la
enfermedad es endémica (Tacna y Moquegua). Continúan los trabajos de control vectorial en
Arequipa, otro departamento afectado, donde se espera lograr la meta de eliminación de la
transmisión vectorial para 2014. La prevalencia de Trypanosoma cruzi en bancos de sangre de las
áreas endémicas es de 0,8%.

Anualmente se notifican alrededor de 8.000 casos de leishmaniasis, que está ampliamente distribuida


en la sierra y en la selva. En Perú existen dos de sus formas clínicas: la cutánea y la mucocutánea,
esta última solo en la selva amazónica. En 2010 se notificaron 7.689 casos, 95,0% de la forma
cutánea. El 60,8% de los casos notificados procedieron de Cusco, San Martín, Cajamarca, Junín,
Piura y Amazonas.

En Perú hay zonas enzoóticas de fiebre amarilla en la selva amazónica, donde se presentan brotes
esporádicos en trabajadores eventuales que ingresan a la selva para realizar faenas estacionales de
siembra o cosecha. De 2006 a 2010 se notificaron 68, 72, 52, 29 y 63 casos por año,
consecutivamente. De los 63 casos notificados en 2010 se confirmaron 18; hubo 14 defunciones.

Enfermedades prevenibles por vacunación

Entre 2006 y 2010 se realizaron cambios sustanciales en el esquema de vacunación del país, que
aumentó el número de inmunobiológicos de 7 a 16, con una inversión que pasó de US$ 10 millones a
US$ 100 millones. En este período se introdujeron las vacunas antineumocócica, contra el rotavirus,
la influenza y la influenza pandémica; en 2011 comenzó a aplicarse la vacuna contra el virus del
papiloma humano.

En 2006 se realizó la campaña de vacunación contra el sarampión y la rubéola en el marco de la


eliminación del sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita, con la meta de vacunar a
20 millones de personas de 2 a 39 años de edad, y se alcanzó una cobertura superior a 95% a nivel
nacional. En 2007 se puso en marcha el Plan Acelerado contra la Fiebre Amarilla, con la meta de
vacunar a 11 millones de personas de 2 a 59 años, y se alcanzó una cobertura de 97% en las 17
regiones con zonas donde la enfermedad es endémica y en áreas de procedencia de la población que
ingresa a dichas zonas con fines laborales. En 2008 se llevó a cabo la vacunación contra la hepatitis
B en personas de 2 a 19 años, con la meta de vacunar a 10 millones de personas, y se alcanzó una
cobertura de 71% con la tercera dosis.

Entre 2006 y 2010, la cobertura de vacunación fue superior a 90%; sin embargo, aún existen
distritos sin coberturas óptimas. La morbilidad y la mortalidad causadas por enfermedades
prevenibles por vacunación se han reducido en forma importante. En 2009 se notificaron 7.509 casos
de parotiditis, 1 caso de tétanos neonatal, 1 caso de meningitis por Haemophilus influenzae tipo b y
14 casos de tos ferina. No se notificaron casos de sarampión, rubéola ni síndrome de rubéola
congénita.

Zoonosis

Con la excepción del departamento de Puno (donde se produjo un caso en 2006 y otro en 2010) no
hay transmisión urbana de rabia. En forma periódica se notifican pequeños brotes de rabia
transmitida por vampiros en las zonas rurales de la selva: entre 2006 y 2010 se notificaron 3, 23, 0,
18 y 13 casos, sucesivamente. La peste se encuentra focalizada en áreas de extrema pobreza de los
departamentos de Cajamarca y La Libertad; entre 2006 y 2010 se notificaron 34, 11, 14, 5 y 24
casos anuales. En 2009 se presentó un brote en la provincia de Ascope (región de La Libertad) con
10 casos; en julio de 2010 se produjeron cuatro casos de peste neumónica, dos en la provincia de
Ascope y dos entre el personal del Hospital Regional de Trujillo que atendió a una de las personas
afectadas. La persistencia de los focos de peste está en relación con el almacenamiento inapropiado
de los productos agrícolas y la falta de una adecuada disposición de los residuos sólidos.

Otras zoonosis de importancia son la fascioliasis hepática, que en las áreas endémicas del altiplano
peruano registra prevalencias de hasta 30% en niños, y la hidatidosis, que presenta una morbilidad
en pacientes hospitalizados de 530 por 100.000 habitantes y una mortalidad de 1% a 12%; en los
departamentos de Lima, Junín, Pasco y Puno se registran las tasas de prevalencia más altas de la
enfermedad.
Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

Entre 2006 y 2010 se notificaron 67 casos nuevos de lepra, todos procedentes de la selva
amazónica; en 2010, Loreto notificó ocho casos, Ucayali cuatro, San Martín dos, Amazonas uno y
Huánuco uno. Se considera que existen problemas en la búsqueda y detección de casos, además de
un inadecuado sistema de seguimiento y evaluación del tratamiento en los pacientes.

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

La epidemia de infección por el VIH se concentra en hombres que tienen sexo con otros hombres
(entre 10% y 20%, según diferentes estudios); la prevalencia nacional de VIH en embarazadas de 15
a 24 años de edad es de 0,23%. La razón hombre/mujer de casos notificados de sida se mantiene en
3:1. Anualmente se notifican más de 1.000 casos de sida (1.631 en 2008, 1.103 en 2009 y 1.041 en
2010) y más de 3.000 casos de infección por el VIH (3.762 en 2008, 3.565 en 2009 y 3.042 en
2010). Entre 2004 y 2007, los egresos hospitalarios por causas directamente relacionadas con el
VIH/sida variaron entre 1.877 y 1.956. Desde 2004 se cuenta con tratamiento antirretroviral
gratuito; en 2010 se encontraban en tratamiento alrededor de 16.000 personas. Entre 2005 y 2009,
el gasto para el tratamiento del VIH/sida aumentó de US$ 28 millones a US$ 62 millones; la mitad de
estos fondos procedió de la cooperación internacional (la mayor parte, de proyectos del Fondo
Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria). En 2010 el gasto se redujo a US$
36 millones; US$ 15,4 millones provinieron del sector público y US$ 7,8 millones de los hogares (15).

Anualmente se les detecta la infección por el VIH a cerca de 550 embarazadas (535 en 2008, 550 en
2009 y 592 en 2010); 100% de las mismas recibe terapia antirretroviral.

Se notificaron 442 casos de sífilis congénita en 2008 y 376 en 2009.

Tuberculosis

Durante el período 2006–2010 la tasa de morbilidad por tuberculosis se redujo de 129,3 por 100.000
habitantes a 108,5. En 2010 se notificaron 31.984 casos nuevos y se detectó 97% de los casos
esperados. El 80% de los casos se diagnosticó en el grupo de edad de 15 a 59 años. El 59% de los
casos de tuberculosis sensible, 82% de los de la forma multirresistente y 93% de los de tuberculosis
extensivamente multirresistente ocurren en Lima y El Callao. En 2009, el porcentaje de curación de
los casos nuevos fue de 89%, con 6,2% de abandono del tratamiento y 2,7% de defunciones. Ese
mismo año se identificaron 697 casos con coinfección de tuberculosis y virus de la inmunodeficiencia
humana (se analizó 36% de los casos de tuberculosis y 6% resultó VIH positivo). Asimismo, 1.361
personas con infección por el VIH recibieron tratamiento preventivo con isoniazida.

En 2009 iniciaron el tratamiento para la tuberculosis multirresistente 1.856 pacientes, y la conversión


bacteriológica al sexto mes de tratamiento individualizado alcanzó 90,3%. En 2007, el porcentaje de
curación fue de 67%, con 17% de abandono del tratamiento.

Enfermedades crónicas no transmisibles

Entre las principales causas de mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles están la
enfermedad isquémica del corazón (44,8 por 100.000 habitantes), las enfermedades
cerebrovasculares (31,4), el tumor maligno de estómago (21,0), la diabetes sacarina (20,4), la
enfermedad hipertensiva (17,1), el tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón (10,7), el tumor
maligno de próstata (10,4), el tumor maligno de cuello del útero y parte no especificada (8,3), y el
tumor maligno de mama de la mujer (4,7).

Solo 40% de la población adulta realiza alguna actividad física leve (16), el sobrepeso afecta a
35,3% de esa población (39,1% de las mujeres y 31,1% de los hombres), y la obesidad a 16,5%
(20,3% de las mujeres y 12,6% de los hombres). El 19,6% presenta hipercolesterolemia, 15,3%
hipertrigliceridemia y 5,3% niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL) superiores a 130 mg/dl.
Enfermedades nutricionales

En 2010, la anemia por deficiencia de hierro continuó siendo el principal problema nutricional entre
los menores de 5 años de edad y afectó a 37,7% de los niños de ese grupo de edad. Sin embargo, si
se comparan estos valores con los notificados en el año 2000, se observa un descenso de 12 puntos
porcentuales. Siguieron existiendo grandes diferencias: los departamentos más pobres exhibieron
porcentajes superiores al promedio nacional, como es el caso de Puno (64,8%), Huancavelica
(56,9%) y Ucayali (53,1%), mientras que en Lambayeque y Piura la proporción fue de 21,3% y
27,1%, respectivamente. El grupo de edad más afectado fue el de 9 a 12 meses de edad (una
prevalencia de 72%). Entre 2000 y 2010, la anemia en mujeres en edad fértil se redujo de 31,6% a
21,5%.

La desnutrición crónica (déficit de talla para la edad) en los menores de 5 años se redujo de 31,0%
en 2000 a 23,2% en 2010; la reducción fue mayor en las áreas rurales (de 47,3% a 38,8%) que en
las urbanas (de 18,2 a 14,1%), así como en los departamentos más pobres del país. Esto fue
producto de la focalización de estrategias integrales de lucha contra la pobreza que incluían acciones
específicas en los campos de la salud y la nutrición.

Accidentes y violencia

En el país se producen anualmente alrededor de 80.000 accidentes de tránsito. El 60% de ellos tiene
lugar en la ciudad de Lima, que concentra un tercio de la población del país (17). Entre 2005 y 2007
el promedio anual de heridos fue de 45.149 a nivel nacional y 23.028 en Lima. Estos accidentes
ocasionaron un promedio anual de 3.431 defunciones en el país y 757 en Lima. Las principales
causas de los accidentes mortales son: exceso de velocidad (25%), imprudencia del peatón (21%),
ebriedad del peatón (17%), imprudencia del conductor (15%) y negligencia del conductor (9%).

En 2010, 67,9% de las mujeres alguna vez unidas manifestó que el esposo o compañero había
ejercido alguna forma de control sobre ellas. La principal forma de control fue la insistencia en saber
dónde va la mujer (50,4%), seguida de manifestaciones de celos (43,4%) y de impedimento de que
visite o la visiten sus amistades (22,1%). Asimismo, 38,4% manifestó haber sufrido violencia física o
sexual, 31,1% señaló que la pareja la empujó, sacudió o tironeó, 24,5% que la abofeteó o retorció el
brazo, 21,3% que la golpeó con el puño o algo que pudo dañarla y un 7,8% que la obligó a tener
relaciones sexuales. La violencia física se ejerce en mayor proporción sobre las mujeres de menores
recursos económicos (6). Solo una pequeña proporción de estos episodios de violencia se denuncian
a las autoridades respectivas; en 2007, la Policía Nacional recibió 87.292 denuncias por violencia
intrafamiliar, de las cuales 89,9% afectaba a mujeres (18).

Desastres

Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), entre los años 2007 y 2010 se registraron
17.712 emergencias a nivel nacional que ocasionaron 1.152 defunciones, 5.565 heridos y 746.499
damnificados. Los incendios urbanos fueron la emergencia más frecuente (35%), seguidos de lluvias
intensas, vientos fuertes, heladas, inundaciones, colapso de construcciones y deslizamientos. En
agosto de 2007 ocurrió un terremoto de 7,9 grados de magnitud en la escala de Richter, con una
duración de 3 minutos y 30 segundos, seguido por un tsunami que afectó la bahía de Pisco. Este
sismo generó importantes daños en Huancavelica, Ica y Lima, y fue catalogado por el Instituto
Geofísico del Perú como el sismo más intenso ocurrido en los últimos 100 años. Según el INDECI, el
terremoto causó 596 defunciones, 1.292 heridos y 464.314 damnificados. El sector salud fue
severamente afectado, y resultaron dañados ocho hospitales en la región de Ica. La provincia de
Pisco perdió 95% de las camas hospitalarias instaladas y la de Chincha, 40% de su capacidad
operativa.

Trastornos mentales
En el Perú no existen estudios de alcance nacional sobre el estado de la salud mental de la población.
Los estudios realizados se focalizan en Lima (19) y en la sierra peruana, que comprende las ciudades
de Ayacucho, Cajamarca y Huaraz (20). De acuerdo con estos estudios, 37,3% de la población tuvo
alguna vez en su vida un trastorno mental. El 19% de la población de Lima y 17% de la de la sierra
han sufrido un episodio de depresión en algún momento de su vida, y 25,3% y 21,1%,
respectivamente, tuvieron en algún momento de su vida trastornos de ansiedad. Los trastornos
psicóticos se presentaron en 1% de la población de Lima. Según el Ministerio de Salud, los trastornos
mentales y del comportamiento, en particular la depresión, constituyen la primera causa de
enfermedad en el país (21), y son responsables de la pérdida de casi un millón de años de vida
saludables. La depresión es el diagnóstico clínico más frecuente asociado al suicidio (39,4% de los
casos) (22). El suicidio se ubica en el cuarto lugar entre las causas de muerte violenta en Lima, y es
más frecuente en los hombres que en las mujeres, con una razón de 2:1.

Otros problemas de salud

Salud oral

En 2009, las enfermedades bucales fueron la segunda causa de consulta externa en los
establecimientos de salud del Ministerio de Salud y representaron 8,5% de todas las consultas (23).
En la evaluación nacional de salud oral del 2001 entre escolares de 6 a 15 años de edad se encontró
una prevalencia de caries dental de 90,7%, y de fluorosis, de 35,7%. El índice CPOD promedio fue de
5,7, aunque fluctuó de 8,3 en Ayacucho a 3,5 en Ancash; en los niños de 12 años de edad el índice
fue de 3,9.

A pesar de la gran demanda de servicios odontológicos, en 2007 el Ministerio de Salud contaba con
solamente 1.833 odontólogos (24).

Factores de riesgo y protección

Según una encuesta nacional sobre prevención y consumo de drogas llevada a cabo en 2006, el
84,6% de la población de 12 a 64 años de edad había consumido alcohol en alguna ocasión y 63,0%
lo había hecho en los doce meses anteriores a la encuesta; con respecto al tabaco, el porcentaje fue
de 58,8% y 34,7%. El consumo de drogas ilícitas fue menor: 3,6% y 0,7% para la marihuana, y
1,4% y 0,3% para la cocaína y la pasta básica de cocaína (25). La edad promedio de inicio del
consumo de alcohol y de tabaco se ha reducido: en el grupo de edad de 12 a 18 años fue de 14,4
años para el alcohol y 14,8 años para el tabaco; en el grupo de 19 a 25 fue de 17,0 para el alcohol y
16,8 para el tabaco y en el grupo de 26 a 35 fue 18,2 para el alcohol y 19,7 años para el tabaco. El
8,1% de los que habían consumido alcohol en el último año presentaron signos de dependencia, así
como 10,3% de los que habían consumido tabaco, el 40,3% de los que habían consumido marihuana
y 51,5% de los que habían consumido cocaína.

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

En 2001 se elaboraron los "Lineamientos de Política Sectorial para el Período 2002–2012" a fin de
orientar la acción del sector salud y definir las bases del proceso de modernización sectorial. En 2006
se diseñó una nueva agenda de salud, puesta de manifiesto en el Plan Nacional Concertado de Salud.
Este plan tiene entre sus objetivos desarrollar la capacidad del Estado para conducir y liderar al
sector salud, lograr el aseguramiento universal en salud, establecer estrategias efectivas en función
del costo para las principales actividades, mejorar el financiamiento, implantar un sistema de
monitoreo y evaluación, aumentar la participación ciudadana y articular las intervenciones de todos
los actores del sistema relacionados con la salud. En 2009 se promulgó la Ley Marco de
Aseguramiento Universal en Salud, que establece un marco normativo para el aseguramiento a fin de
garantizar el derecho progresivo de toda persona a un conjunto de intervenciones para diversas
situaciones de salud y enfermedad, con independencia de su inserción laboral.

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

En 2010 tenía seguro de salud 62,6% de la población: 37,0% en el Seguro Integral de Salud, 20,1%
en la Seguridad Social y 5,5% con un seguro privado. El Seguro Integral de Salud, que está
subsidiado por el Estado y ofrece un conjunto de prestaciones básicas, paulatinamente tendrá que
aproximarse al plan de beneficios de la Seguridad Social, que incluye además prestaciones de alta
complejidad.

El sistema de salud comprende los sectores público y privado. El sector público está conformado por
el Ministerio de Salud y las Direcciones Regionales de Salud (que poseen la red de establecimientos
públicos más grande del país y está orientada hacia los pobres e indigentes), la Seguridad Social
(que es la segunda red de mayor cobertura en el país, exclusivamente destinada a la población
asalariada y sus familiares), y la sanidad de las fuerzas armadas y las fuerzas policiales. El sector
privado presta atención principalmente a la población de mayores ingresos. La eficiencia del sistema
es difícil de lograr debido a la actual segmentación y fraccionamiento, el insuficiente financiamiento,
la débil rectoría del Ministerio de Salud y la poca participación de otros sectores y de los ciudadanos.

En 2011 se revisó y aprobó el Modelo de Atención Integral Basado en la Familia y la Comunidad, que
incluye un conjunto de prestaciones preventivas, promocionales y de recuperación, según el ciclo de
vida. Está en estudio la viabilidad financiera del mismo mediante el cálculo de la unidad de pago per
cápita que permita establecer el costo, determinar diferencias e identificar fuentes de financiamiento.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

En 2005, el gasto total en salud ascendió a 11.671 millones de nuevos soles (US$ 3.548 millones),
suma que representó 4,5% del PIB (26); el gasto corriente per cápita fue de 429 nuevos soles (US$
385 dólares ajustados según la paridad del poder adquisitivo). El gasto público ascendió a 59,4% del
gasto total y el gasto privado, a 40,6%. Del gasto privado, 75,4% fue gasto de bolsillo y solo 20,8%
correspondió a gasto en seguros privados. Del gasto de los hogares, 40,1% se destinó a la compra
de medicamentos, 43,3% al pago de servicios de salud privados y 11,6% al de servicios públicos. El
30,7% del financiamiento de la atención de salud proviene del Gobierno, 34,2% de los hogares y
30,5% de los empleadores.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

En 2009 existían 7,9 médicos, 9,7 enfermeros y 1,2 odontólogos por 10.000 habitantes, pero
concentrados en las grandes ciudades. Lima tiene tres veces más médicos por habitantes (15,4) que
Huancavelica (4,3). El Ministerio de Salud estableció incentivos para alentar el trabajo en las zonas
alejadas y pobres, en particular de especialistas. Además, se reformuló el Servicio Rural y Urbano
Marginal de Salud a fin de que los profesionales de la salud recién egresados trabajen en los
establecimientos de salud del primer nivel de atención de las zonas más pobres del país.

En 2006 se creó el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad


Educativa, que tiene entre sus funciones evaluar la calidad y acreditar a las facultades de medicina.
La certificación de los profesionales de salud está en etapa inicial. Se avanzó en la definición del
instrumento para otorgar la certificación y para determinar los perfiles de competencias profesionales
y laborales, los conocimientos esenciales y el desempeño esperado.

En 2008, el Gobierno promulgó el Decreto Ley 1057, por el cual se creó un nuevo sistema de
contrataciones denominado Régimen Especial de Contratación Administrativa de Servicios. Esta ley
representa una mejora en el sistema de contratación, ya que establece un contrato con duración,
horario y actividades, protección social y aportes al sistema previsional. La insatisfacción laboral es
casi general en los trabajadores de salud y hay múltiples quejas referidas a las condiciones de
trabajo, el nivel de obsolescencia tecnológica de los equipos y su mal estado de operatividad, y la
falta de material descartable e insumos necesarios para llevar a cabo las labores diarias.

SERVICIOS DE SALUD

Medicamentos y tecnología en salud

La Política Nacional de Medicamentos, que fue aprobada en 2004, trata de tres aspectos: el acceso
universal, la regulación y calidad de los medicamentos, y el uso racional de los mismos. La firma del
Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en 2006 implicó el cambio de diversas normas a fin de
que respondan a las exigencias estipuladas en el tratado. La aprobación de la Ley 29.459, que regula
los productos farmacéuticos, dispositivos médicos y productos sanitarios, constituye un logro
importante en lo referente a mayores exigencias de seguridad, eficacia, calidad y vigilancia. La
normativa considera también aspectos encaminados a mejorar el acceso de la población a los
medicamentos esenciales, las salvaguardas de los acuerdos sobre derechos de propiedad intelectual
relacionados con el comercio y la importancia de la evaluación de la tecnología, la investigación, la
publicidad y muchos temas relacionados con el cuidado y el buen uso de los medicamentos y
dispositivos médicos. En 2010 se aprobó el petitorio nacional único de medicamentos esenciales que
rige a nivel intersectorial (Ministerio de Salud, Seguridad Social y Fuerzas Armadas).

El Centro Nacional de Documentación e Información de Medicamentos creó una biblioteca virtual


sobre medicamentos, que provee información objetiva proveniente de varias bases de datos
reconocidas sobre productos farmacéuticos y tecnología sanitaria. Asimismo, se puso en
funcionamiento el Observatorio de Precios de Medicamentos, que contiene información del sector
público y privado, y apoya la transparencia en el costo, ya que en el país no existe control de precios.

El desarrollo en materia de dispositivos médicos es incipiente, dado que no existen profesionales


capacitados o especializados en este campo. Se ha trabajado poco en evaluación de tecnologías en
salud, a excepción de los medicamentos. En 2011, el Ministerio de Salud formó un comité para la
evaluación de tecnologías en salud y enfermedades de alto costo, en el que participan las Direcciones
Generales del Ministerio y el Instituto Nacional de Salud.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN SALUD

De 2000 a 2009 aumentó de 61 a 200 el número de artículos científicos nacionales citados en la base
de datos Science Citation Index. Los principales países que colaboraron con Perú en la publicación de
artículos científicos fueron Estados Unidos (60,4%), el Reino Unido (12,9%) y Brasil (8,0%); Lima
concentró 94,7% de las publicaciones. La Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) tienen las facultades de medicina de mayor
producción científica en el país. La UPCH participó en la producción de 45% de los artículos científicos
nacionales. El Ministerio de Salud (incluidas sus dependencias) participó con 37% del total. Las
publicaciones más frecuentes fueron artículos de investigación (82,1%), cartas al editor (7,4%),
editoriales (5,1%) y revisiones (4,8%).

En 2010 se contaba con dos estrategias de gestión de información científico–técnica en salud a nivel
nacional: la Biblioteca Virtual en Salud (BVS) y SciELO. La BVS Perú está liderada por el Ministerio de
Salud y la Red Peruana de Bibliotecas en Salud; la UPCH cumple funciones de coordinación de la Red.
Esta Red desarrolló la base de datos Literatura Peruana en Ciencias de la Salud, que tiene
documentos a texto completo de acceso libre y gratuito. SciELO Perú, coordinado por el Consejo
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, proporciona acceso a una colección
seleccionada de revistas científicas peruanas de diversas disciplinas. En 2010, SciELO Perú incorporó
14 revistas que cumplen con los criterios de calidad y recibió un promedio de 200.000 visitas
mensuales.

Salud Y Cooperación Internacional


Entre 2000 y 2009, Perú recibió cerca de US$ 500 millones anuales en cooperación técnica y
financiera dirigida a promover el desarrollo del país. De esa suma, aproximadamente 9,8% se
destinó a salud y población. Este apoyo financiero no representa más de 2% del gasto total en salud,
y por lo tanto es marginal en relación con la inversión que el país hace en programas de salud
públicos o privados. Los principales donantes bilaterales fueron Estados Unidos de América, España y
Bélgica, mientras que el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria fue el
principal canal multilateral de recursos. Los rubros principales a los que se dirigió la cooperación
fueron el control de las infecciones de transmisión sexual, entre ellas el VIH/sida (20%), la atención
primaria de salud (19%), las políticas de salud y gestión (16%), y el control de enfermedades
transmisibles (13%).

Como miembro pleno de la Comunidad Andina y de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR),


y asociado del MERCOSUR, Perú participa en la aplicación de los planes de salud de estos
organismos, particularmente en asuntos referentes al acceso a medicamentos, fortalecimiento de los
servicios de salud y recursos humanos. Lima es la sede de la Secretaría General de la Comunidad
Andina y del Organismo Andino de Salud, por lo que la Representación de la OPS/OMS en el país
tiene a su cargo la intermediación entre la Sede de la OPS/OMS y estos organismos de integración,
en lo referente a la cooperación subregional andina.

Síntesis Y Perspectivas
En el quinquenio 2006–2010, el crecimiento económico en Perú fue sostenido. Si bien la pobreza se
redujo en forma significativa, aún persisten amplias desigualdades en la distribución del ingreso. La
situación de salud ha mejorado y, con la excepción del que refiere a la mortalidad materna, se
cumplirá con los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, así como con el de
reducción de la pobreza; sin embargo debe aumentar el acceso a servicios básicos como el agua
potable y el alcantarillado, en particular en las áreas rurales. A pesar de la mejora de la situación de
salud, existen grandes desafíos para la salud pública, tales como la reducción de la carga de
enfermedad por enfermedades transmisibles; la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH
y de la sífilis congénita, de la rabia humana transmitida por perros y de la enfermedad de Chagas; el
control de la peste, la fiebre amarilla, el dengue, la malaria y la tuberculosis, en particular la
multirresistente; la prevención y el control de enfermedades crónicas no transmisibles, como los
tumores malignos de cuello del útero y de mama en la mujer, y la promoción de estilos de vida
saludables.

La mejora de la organización del sector salud en el marco del proceso de descentralización y del
aseguramiento universal, y el fortalecimiento de la función rectora del Ministerio de Salud y de la
gestión de las Direcciones Regionales de Salud, son acciones que permitirán aumentar el acceso de la
población a servicios de salud de calidad. Para lograrlo se requiere una mejor articulación entre los
servicios de salud, un presupuesto público más elevado, adecuados mecanismos de envío de
pacientes, y mayores actividades de promoción y prevención. Es necesario también fortalecer el
sistema de información en salud a fin de permitir el monitoreo y la evaluación de las acciones en el
campo de la salud, así como la medición de su impacto sobre la salud de la población, en particular la
de los grupos más pobres y excluidos. Por último, deben intensificarse la capacitación y el
intercambio de información entre los diferentes sectores dedicados a la prestación de servicios de
salud.

Chile
Introducción
Chile se ubica en el extremo sudoccidental de América del Sur y limita con Argentina, Bolivia y Perú.
Su territorio continental es largo (4.329 km) y angosto (amplitud promedio, 177 km), y tiene una
superficie de 756.626 km2. La división político–administrativa incluye 15 regiones, 53 provincias y
346 comunas (1). Es una república unitaria con un sistema político democrático estable, cuyo Estado
tiene tres poderes independientes: ejecutivo, legislativo y judicial.

La población estimada en 2010 ascendía a 17.094.275 habitantes, de los que 22,3% eran menores
de 15 años y 11,1% tenían 60 y más años de edad (1). La población ha envejecido progresivamente
debido a la disminución de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida en todos los grupos de
edad (figura 1) (2). En 2010, la tasa de natalidad fue de 14,8 por 1.000 habitantes y la fecundidad,
de 1,9 hijos por mujer. La mortalidad infantil fue de 7,7 por 1.000 nacidos vivos en 2009. La
esperanza de vida al nacer estimada para el quinquenio 2006–2010 fue de 78,5 años (75,5 años
para los hombres y 81,5 años para las mujeres) (1, 3).

La economía chilena ha seguido creciendo sostenidamente. En 2009 el producto interno bruto (PIB)
per cápita fue de US$ 14.341 y la tasa anual de inflación, de 0,3% (4). La figura 2 muestra el
sistemático aumento simultáneo del ingreso nacional bruto per cápita y la esperanza de vida al nacer
entre 1995 y 2008. El estado de salud de la población concuerda en general con el mejoramiento
paulatino de la situación social y económica del país, las medidas de protección social de los grupos
más vulnerables, la existencia de políticas sociales y sanitarias que favorecen la promoción, el acceso
y la cobertura asistencial, y el desarrollo del sistema de salud (5) El desempeño del sistema público
de salud en relación con los sectores más necesitados y alejados geográficamente ha favorecido la
equidad mediante la prevención de la mortalidad materna e infantil, la mortalidad prematura, las
enfermedades transmisibles y la malnutrición, y el mejoramiento de las condiciones de saneamiento
(3, 6).

Determinantes Y Desigualdades En Salud


En 2009, el ingreso mensual promedio de los hogares rondaba los US$ 1.500, aunque en el quintil de
mayor ingreso fue 15,7 veces más alto que en el de menor ingreso. El desempleo ha disminuido
progresivamente en la última década, y fue de 8,1% en 2010 (1). En 2009, 15,1% de la población
vivía en situación de pobreza y 3,4% en situación de indigencia. La figura 3 muestra la distribución
del nivel de pobreza (con componentes de indigencia y no indigencia) en las 15 regiones del país. La
pobreza es mayor donde hay más niños, adolescentes y grupos familiares encabezados por mujeres,
en áreas rurales y en los pueblos indígenas (7).

Las políticas sociales redistributivas y los subsidios monetarios focalizados en la población más pobre
y vulnerable constituyen una protección social efectiva. Los subsidios corresponden a 43,7% del
ingreso total en el decil inferior de ingreso autónomo, mientras que solo es de 0,1% en el decil
superior de ingreso (focalización efectiva). El número de viviendas aumentó 30,6% en la última
década (34,2% en las zonas urbanas y 13,0% en las rurales). El alfabetismo en la población mayor
de 15 años es de 98,6%. El promedio de escolaridad es de 10,4 años: 10,8 en las zonas urbanas y
7,8 en las rurales) (6, 7, 8, 9).

Algunas políticas públicas incluyen el enfoque de género y se han hecho esfuerzos intersectoriales
para promover los derechos de la mujer. Hay una relativa baja participación laboral y política de las
mujeres. La tasa de participación laboral es de 40,3% para las mujeres y de 71,4% para los
hombres. Más de 60% de las mujeres que trabajan son menores de 40 años. Persisten patrones de
división del trabajo en el hogar tradicional, lo que provoca una sobrecarga del trabajo femenino;
muchas mujeres son las jefas del hogar (10).

Un 6,9% de la población informa pertenecer a –o descender de– algún pueblo indígena, mientras que
solo 12% de la población indígena habla y entiende su lengua vernácula. El 31,1% de la población
indígena vive en el sector rural, 19,9% es pobre, 56,9% tiene educación primaria o menor y solo
11,9% accede a la educación superior. El nivel de ingresos es 48% menor en la población indígena
que el promedio nacional (7).

En 2006, en comunas agrupadas por deciles según el ingreso del hogar, en el decil de menor ingreso
se registraron 273,9 años de vida potencial perdidos (AVPP) por 1.000 habitantes (antes de los 80
años), mientras que en el de mayor ingreso solo se produjeron 181,2 AVPP por 1.000 habitantes. Ese
mismo año, entre los menores de 6 años de hogares del quintil de menores ingresos, 0,9%
presentaron desnutrición y 8,6% obesidad y sobrepeso, mientras que en los de mayores ingresos,
esos porcentajes fueron de 0,1% y 5,6%, respectivamente (3, 7).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


Chile ha logrado una extensa cobertura en materia de saneamiento básico. En 2009, la cobertura de
agua potable era universal en las zonas urbanas y mayor de 95% en las rurales. El 82% de los
hogares disponía de alcantarillado y el tratamiento de aguas servidas alcanzaba a 83%. El desarrollo
urbano e industrial ha producido un conjunto de efectos secundarios, como el deterioro de algunas
condiciones ambientales (más notorio en la capital), que incluye la contaminación del aire, agua y
suelos, y la disposición de residuos sólidos (7, 11). En 2010 entró en vigor la Ley 20.417, por la que
se crearon el Ministerio del Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del
Medio Ambiente (12).

Dada su naturaleza montañosa y volcánica, el país tiene frecuente actividad sísmica. Se destaca el
severo terremoto y tsunami de febrero de 2010, que afectó especialmente a cuatro regiones y
provocó 512 defunciones y 16 desapariciones. Además del daño directo ocasionado a la salud, se
produjeron cambios en las condiciones de vida y de saneamiento que implicaron riesgos importantes
para la salud. Hubo 800.000 personas damnificadas, con problemas de vivienda, pobreza,
saneamiento, salud mental y otros; 18 hospitales y cientos de centros ambulatorios de salud
quedaron inutilizables. Las características del desarrollo del país y la infraestructura antisísmica de
las viviendas y obras públicas, así como el grado de preparación nacional para desastres, evitaron
consecuencias adversas aún mayores (13). El país debe prepararse para enfrentar algunos
problemas de carácter antropogénico (especialmente la contaminación ambiental) (13, 14).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

La tasa de mortalidad materna, de 19,8 defunciones por 100.000 nacidos vivos en 2008, ha
experimentado un descenso importante e histórico, especialmente desde 1965, con la introducción
de programas de planificación familiar y el aumento progresivo de la cobertura de atención prenatal y
del parto. La tasa global de fecundidad ha disminuido de 2,5 hijos por mujer en 1983 a 1,9 en 2009.
El 53,4% de las mujeres en edad fértil utiliza algún método anticonceptivo: dispositivo intrauterino
(39%), anticonceptivos orales (44%) u otros (17%). La esterilización femenina voluntaria alcanza a
7,6% de las mujeres en edad fértil. El 11,6% de los nacidos vivos en 2008 correspondió a madres
menores de 20 años; el embarazo en adolescentes constituye una prioridad, especialmente porque
se asocia a riesgos sociales y de salud y porque ese grupo de edad no tiene facilidades de acceso a
servicios de anticoncepción. El 49,1% de la población de 15 a 19 años es sexualmente activa, con el
inicio de la actividad sexual a los 15 años en promedio (3, 15).

Niños (menores de 5 años de edad)

La mortalidad infantil, con sus componentes neonatal y posneonatal, ha disminuido de forma


sostenida, con una tendencia asintótica en torno a 8 por 1.000 nacidos vivos desde 2002; en 2008,
la mortalidad infantil fue de 7,9 por 1.000 nacidos vivos (mortalidad neonatal, 5,5 por 1.000 nacidos
vivos). El 81,9% de las defunciones infantiles ocurrió en la primera semana de vida. Las principales
causas de mortalidad infantil fueron los trastornos relacionados con la prematuridad, malformaciones
congénitas del corazón y dificultad respiratoria del recién nacido. Las muertes perinatales se debieron
principalmente a prematuridad (44%) y enfermedades congénitas (35%). Las causas de
hospitalización más frecuentes de los menores de 1 año fueron las enfermedades del sistema
respiratorio (33,4%) y las afecciones originadas en el período perinatal (23%). El síndrome bronquial
obstructivo fue la principal causa específica de hospitalización y motivó entre 23% y 25% de las
consultas de morbilidad. En 2008 se registró una tasa de 6,9 casos de diarrea aguda por 100 niños
menores de 5 años, con un aumento de los casos en el verano (16). En 2008, el bajo peso al nacer
(menos de 2.500 g) afectó a 5,9% y el muy bajo peso (menos de 1.500 g) a 1%. De los niños
menores de 6 años atendidos por el sistema público de salud en 2009, 21,6% tenía sobrepeso, casi
10% obesidad, 0,3% desnutrición y 2,3% riesgo de desnutrición. Desde 2003, el sobrepeso y la
obesidad se mantienen relativamente estables en ese grupo de edad (3).

Niños (5 a 9 años de edad)

En 2008, la tasa de mortalidad en el grupo etario de 5 a 9 años fue de 0,17 defunciones por 1.000
niños de esa edad, principalmente debida a causas externas (22,3%), tumores malignos (19,4%) y
anomalías congénitas (16,8%). Las principales causas de hospitalización fueron las enfermedades del
sistema respiratorio (26,3%) y del sistema digestivo (14,2%) (3).

Adolescentes (10 a 19 años de edad)

En 2009, la tasa de mortalidad en la población de 10 a 19 años de edad fue de 0,35 defunciones por
1.000 habitantes de ese grupo etario, debido principalmente a causas externas (59,0%), neoplasias
malignas (11,4%) y enfermedades del sistema nervioso (9,6%). Las causas más frecuentes de
hospitalización fueron embarazo, parto y puerperio (30,0%), las enfermedades del sistema digestivo
(13,6%) y los traumatismos, envenenamientos y otras causas externas (13,2%). Los principales
factores de riesgo en los adolescentes son el tabaquismo, el alcoholismo, el uso de drogas ilícitas, la
actividad sexual sin protección, el embarazo y los accidentes (3, 15).

Adultos (20 a 64 años de edad)

En 2009, la tasa de mortalidad en el grupo de 20 a 64 años de edad fue de 2,6 defunciones por
100.000 habitantes de ese grupo (3,4 en los hombres y 1,8 en las mujeres). En 2006, las principales
causas de muerte fueron las causas externas (44,0%), los tumores (17,0%) y las enfermedades del
sistema circulatorio (9,3%) y digestivo (7,2%). En 2008, las causas de hospitalización más
frecuentes fueron embarazo, parto y puerperio (45%) y los traumatismos y otras consecuencias de
causas externas (9,7%). En este grupo de edad ocurrieron 93% de los accidentes ocupacionales. Los
accidentes de tránsito causaron 13% de las defunciones en el grupo de 20 a 64 años y 3,3% en el
grupo de 45 a 64 años (3, 15).
Adultos mayores (65 y más años de edad)

En 2009, la tasa de mortalidad en el grupo de 65 a 79 años de edad fue de 31,9 por 100.000 en los
hombres y de 18,9 por 100.000 en las mujeres. En 2006, las principales causas de muerte fueron los
tumores (31,0%) y las enfermedades de los sistemas circulatorio (30,0%), respiratorio (8,4%) y
digestivo (7,5%). En el grupo de 80 y más años, las causas más frecuentes de muerte fueron las
enfermedades del sistema circulatorio (35,7%), los tumores (17,5%) y las enfermedades del sistema
respiratorio (15,2%). En 2008, las causas más comunes de hospitalización fueron las enfermedades
de los sistemas circulatorio (18,4%), respiratorio (16.3%) y digestivo (12,8%), y los tumores
(10,5%) (3).

La familia

El 84,5% de los hogares están constituidos por familias mononucleares. En 2009, las familias en
situación de pobreza tenían más hijos (2) que las familias no pobres (1,7). El ingreso y la pobreza de
las familias, así como la educación de la madre, provocaron diferencias en la mortalidad infantil y la
malnutrición (desnutrición, sobrepeso y obesidad), así como en los AVPP (3, 7).

Trabajadores

En el año 2004 se perdió un promedio de 1,0 día laboral por trabajador debido a accidentes, y 0,03
por enfermedades ocupacionales. En 2008, la mortalidad por accidentes de trabajo fue de 7,7
defunciones por 100.000 trabajadores; de estas defunciones 28% correspondió a accidentes en el
trayecto hacia el trabajo. La tasa de accidentabilidad fue de 8,5% y la de enfermedades
ocupacionales de 0,15% (3).

Pueblos étnicos o raciales

Distintas investigaciones muestran sistemáticamente peor estado de salud y menor acceso a los
servicios en la población indígena que en la no indígena. En el período 2001–2003, la mortalidad
general fue entre 30% y 80% mayor en la población indígena que en la no indígena en seis Servicios
de Salud que contaban con este tipo de información (cuadro 1). La mortalidad infantil en la población
indígena fue también entre 90% y 250% más elevada. Especialmente desde 2005, la autoridad social
y sanitaria ha profundizado el conocimiento de la situación de los pueblos indígenas y ha puesto en
marcha programas intersectoriales de protección social tales como "Chile Solidario", "Chile Crece
Contigo" y otros, dirigidos a grupos de población vulnerable (17, 18).

Otros grupos

Discapacitados

En 2004 (última información nacional disponible de la Encuesta Nacional FONADISINE) había


2.068.072 personas con discapacidad (una prevalencia de 12,9%); en 7,2% la discapacidad era leve,
en 3,2% moderada y en 2,5% severa. Las deficiencias más frecuentes fueron de tipo visual (45,6%)
y física o motora (31,0%). El 13,8% de los discapacitados presentaba deficiencias múltiples; la
mayor causa de discapacidad notificada fueron las enfermedades crónicas. Solo 6% de las personas
con discapacidad notificó que tenía acceso a servicios de rehabilitación. De las personas con
discapacidad, 43,1% no había completado su educación básica y su tasa de participación laboral era
solo de 31,5% (19).

MORTALIDAD
Las 90.168 defunciones registradas en 2008 representaron una tasa bruta de mortalidad general de
5,4 muertes por 1.000 habitantes (6,1 en hombres y 5,2 en mujeres). Las principales causas de
muerte fueron las enfermedades del sistema circulatorio (27,5%), los tumores (25,0%), las causas
externas (9,2%) y las enfermedades del sistema respiratorio (9,2%) (3).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

La enfermedad de Chagas se extiende desde la Región I hasta la VI incluyendo la Región


Metropolitana. En 1999 se logró interrumpir la transmisión vectorial de Trypanosoma
cruzi por Triatoma infestans. La tasa de mortalidad fue de 0,3 defunciones por 100.000 habitantes,
de las cuales 80% correspondió a cardiopatías y el resto a otros tipos de visceromegalia. No se han
notificado casos de fiebre amarilla, peste ni esquistosomiasis, ni casos autóctonos de malaria. En
2010 hubo cuatro casos de leptospirosis (0,03 por 100.000 habitantes) y 23 casos confirmados de
dengue (0,1 casos por 100.000 habitantes), aunque esta enfermedad solo se presentó en la Isla de
Pascua, a 3.500 km del territorio continental. En el mismo año se registraron 59 casos de
enfermedades por hantavirus, con una tasa de incidencia de 0,35 casos por 100.000 habitantes y
una tasa de letalidad de 18%; estas enfermedades tienen una presentación endémica, con brotes
estacionales (70% ocurre entre noviembre y abril) localizados en algunas regiones del país (16).

Enfermedades prevenibles por vacunación

La poliomielitis ha sido eliminada, no circula el poliovirus salvaje y no se han notificado casos


asociados a la vacuna; la cobertura de vacunación es de 96%. No se registraron casos de difteria. La
cobertura con la tercera dosis de DPT es de 96%. Desde 2004 no se han confirmado casos
autóctonos de sarampión, enfermedad que se considera en vías de eliminación. No se han notificado
casos de rubéola desde 2008. La tos ferina ha tenido una incidencia anual de 4,4 casos por 100.000
habitantes, de los cuales 79,7% correspondieron a menores de 5 años. El tétanos se presenta en
forma esporádica, con siete casos en 2010 (una incidencia de 0,04 casos por 100.000); no se
registraron casos de tétanos neonatal. En 2010 se notificaron 857 casos de parotiditis (incidencia de
5 casos por 100.000 habitantes) que afectaron principalmente a los menores de 15 años (74,6%). La
influenza se presenta en forma epidémica cada 3 o 4 años. En 2009 se notificaron 16.096 casos
(1,05 por 100.000 habitantes), principalmente en personas de 5 a 19 años, y produjo una mortalidad
de 0,9 por 100.000 habitantes; el virus A (H1N1) ocasionó 4.037 casos. En 2010, la tasas de
incidencia de hepatitis B y hepatitis C fueron de 3,3 y 3,5 casos por 100.000 habitantes,
respectivamente. Se registraron 79 casos de enfermedad meningocócica (incidencia de 0,6 casos por
100.000 habitantes) de los cuales 55% afectó a menores de 5 años; su letalidad fue de 8,6% (16).

Zoonosis

La hidatidosis es endémica en el país; en 2010 se notificaron 220 casos (2,14 por 100.000
habitantes) concentrados en zonas rurales con pastoreo ovino. La hidatidosis ocasiona entre 30 y 40
defunciones anuales, con una tasa de mortalidad de 0,2 por 100.000 habitantes. El ántrax se
presenta de manera esporádica en Chile: se notificó un caso en 2009 y ninguno en 2010. Hubo cinco
casos de brucelosis en 2010, con una tasa de 0,03 casos por 100.000; no se registraron defunciones
por esta enfermedad. Se presentaron 14 casos de triquinosis en 2010, con una tasa de incidencia de
0,08 por 100.000 habitantes. Las defunciones variaron entre cero y dos por año. Todos los brotes
estuvieron relacionados con el faenamiento clandestino de cerdos. No se han presentado casos de
rabia humana desde 1996 (16).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual


Se estima que en 2009 había 40.000 portadores del VIH, con una prevalencia de 0,4% (12
portadores por 100.000 habitantes). El 97,5% de los infectados eran mayores de 15 años y las tasas
eran más altas entre las personas de 30 a 39 años. La razón hombre/mujer era de 3,6 para el VIH y
de 5,6 para el sida. En 43,0% de los hombres portadores del VIH la transmisión se produjo por
relaciones sexuales con hombres; en 79,6% de las mujeres la transmisión fue adquirida por
relaciones heterosexuales. Se estima que la prevalencia del VIH en los grupos de riesgo es de 5%. La
letalidad ha tendido a disminuir, con un aumento de la sobrevida por el acceso garantizado al
tratamiento antirretroviral. La tasa de incidencia anual de sífilis en 2008 fue de 16,6 casos por
100.000 habitantes; 2,2% correspondió a sífilis congénita. En 2008, la mayor proporción de casos se
notificó en mujeres (53%) y el grupo etario más afectado fue el de 20 a 24 años. La tasa de
incidencia de gonorrea fue de 5,6 casos por 100.000 habitantes en 2008 (86,4% eran hombres). En
2003, 0,1% de la población mayor de 17 años era portadora del virus de la hepatitis B. El 15% de las
mujeres con vida sexual activa eran portadoras del virus del papiloma humano, especialmente las
menores de 35 años (23%) (16, 20).

Tuberculosis

La tasa de incidencia de tuberculosis fue de 13,8 casos por 100.000 habitantes en 2008 y la
disminución observada se relaciona con el acceso a las actividades del programa de prevención y
control tales como baciloscopia de sospecha y de control de tratamiento, cultivos diagnósticos y de
control, y administración de tratamiento para todas las formas de tuberculosis (16).

Enfermedades gastrointestinales

La fiebre tifoidea y paratifoidea son enfermedades endémicas con tendencia estacional (marzo,
octubre y noviembre). La tasa de incidencia en 2010 fue de 1,0 casos por 100.000 habitantes. La
incidencia fue mayor en dos regiones del norte (Arica y Parinacota y Antofagasta). El grupo de mayor
riesgo fue el de 15 a 24 años. La hepatitis A se presenta en forma endémica intermedia con brotes
epidémicos cada 4 o 5 años. La tasa de incidencia en 2010 fue de 3,2 casos por 100.000 habitantes.
Afectó principalmente al grupo de edad de 5 a 14 años (33%). Desde 1998 no se han presentado
casos de cólera (16).

Enfermedades crónicas no transmisibles

En 2010, la prevalencia estimada de diabetes sacarina fue de 9,4% (8,4% en hombres y 10,4% en
mujeres). La tasa aumenta con la edad, y llega a 16,9% en el grupo de 45 a 64 años y 25,8% en el
de 65 y más años. Su mortalidad en 2010 fue de 20,8 por 100.000 habitantes. La tasa de mortalidad
por enfermedad isquémica del corazón fue de 48,9 por 100.000 habitantes, mientras que la de
enfermedades cerebrovasculares fue de 49,0 por 100.000. La tasa de hospitalización por enfermedad
isquémica del corazón fue de 127,9 por 100.000 y la correspondiente a enfermedades
cerebrovasculares, de 124,7 por 100.000 (3, 15).

En 2009, las neoplasias malignas produjeron 25,0% de las defunciones, equivalente a una tasa de
125,0 por 100.000 habitantes. Anualmente se diagnostican más de 30.000 casos nuevos de cáncer y
se producen 111.335 hospitalizaciones por esta causa. Las principales causas de muerte por cáncer
son el de estómago (18,6 defunciones por 100.000 habitantes) y el de pulmón (14,6 por 100.000).
En los hombres, las primeras causas de muerte por cáncer son los de estómago (24,4 por 100.000),
próstata (20,2 por 100.000) y pulmón (18,3 por 100.000). En las mujeres, las primeras causas de
muerte por cáncer son los de vesícula (15,6 por 100.000), mama (14,5 por 100.000) y estómago
(12,9 por 100.000). Entre 1999 y 2008, la mortalidad total por cáncer cervicouterino ajustada por
edad se redujo 37%, mientras que en las mujeres mayores de 25 años la tasa disminuyó de 17 a
14,4 por 100.000 habitantes (3).

Enfermedades nutricionales
El 64,5% de la población chilena mayor de 15 años tiene exceso de peso (índice de masa corporal =
25): 39,3% presenta sobrepeso y 25,1% obesidad, que incluye 2,3% de obesidad mórbida. Solo
1,8% de la población tiene bajo peso: 1,1% son hombres y 2,4% mujeres (15).

Accidentes y violencia

Los accidentes constituyen la tercera causa de muerte. En 2009 la tasa de mortalidad por accidentes
fue de 48,2 por 100.000 habitantes y 3,5 veces mayor en los hombres. La tasa de mortalidad
asociada con accidentes de tránsito fue de 12,8 por 100.000 habitantes y cinco veces mayor en los
hombres. La mortalidad por traumatismos y envenenamientos afectó principalmente a los adultos y
fue más elevada a partir de los 20 años de edad (3).

Trastornos mentales

En 2009, la prevalencia de depresión se estimó en 17,2% (8,5% en los hombres y 25,7% en las
mujeres) y la incidencia anual de esquizofrenia en la población adulta se estimó en 12,0 por 100.000
habitantes. La tasa de suicidios ajustada por edad en el período 2006–2008 fue de 7,1 por 100.000
habitantes. Entre los adultos, 17,7% está en riesgo de convertirse en bebedor problema (29,3% de
los hombres y 6,7% de las mujeres) (3, 15). El Plan Nacional de Salud Mental 2000–2010 incluyó
estrategias para fortalecer los programas de atención a este problema de salud en el sistema público
(21, 22).

Otros problemas de salud

Salud oral

El número de piezas dañadas por caries en la dentición definitiva es de 0,59 piezas en los niños de 6
a 8 años y de 2,60 piezas en los de 12 años. En la población mayor de 17 años, 66% presenta caries
y 13,3% desdentamiento en uno o ambos maxilares. La percepción de la necesidad de prótesis
dental (parcial o total) fue de 0,4% en el grupo de 15 a 24 años, 18,8 en el de 25 a 44 años, 43,2%
en el de 45 a 64 años y 59,7% en el de 65 y más años. El 5,5% de los adultos presenta
desdentamiento total, prevalencia que aumenta a 33,4% en los adultos mayores de 65 años y es
más elevada en las mujeres, la población rural y la población con menos de ocho años de escolaridad
(15).

Factores de riesgo y protección

Según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud 2009–2010 (15), la prevalencia estimada de
hipertensión arterial en los adultos fue de 26,9% (28,7% en los hombres y 25,3% en las mujeres).
La prevalencia de colesterol total elevado alcanzó a 38,5% (39,0% en los hombres y 38,1% en las
mujeres). Más de la mitad de los adultos presentaron al menos dos de los principales factores de
riesgo cardiovascular (tabaquismo, edad, antecedentes familiares, colesterol elevado e hipertensión
arterial), y 6,6% de la población mayor de 17 años se encontraba en situación de alto riesgo
cardiovascular, sin considerar la diabetes. Si se hubiera incluido la diabetes, 13% de la población se
habría encontrado en situación de riesgo máximo (15). El sedentarismo alcanza a 88,6% de los
adultos, pero el más severo se observó en 27,1% de los adultos (22,2% en los hombres y 37,1% en
las mujeres). El 39% de la población de 24 a 44 años presenta simultáneamente tabaquismo, exceso
de peso (sobrepeso u obesidad) y sedentarismo. Entre los adultos, fuman 44,2% de los hombres y
31,1% de las mujeres. La prevalencia de factores de riesgo y enfermedades crónicas es
sistemáticamente mayor en las personas con menos años de escolaridad (cuadro 2) (15).
Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social
EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

El sistema de salud es mixto (público y privado) y el Estado desempeña una función rectora y
reguladora a través del Ministerio de Salud (cuadro 3). El financiamiento del sector proviene
principalmente del Estado, cotizaciones de trabajadores y empresas, y pago de bolsillo. La
Superintendencia de Salud vela por el cumplimiento de las garantías de aseguramiento y provisión de
servicios. Desde 1990 se han realizado reformas específicas en el sistema de salud, aunque se
mantiene la estructura básica establecida en 1979 en cuanto a organización, aseguramiento,
financiamiento y provisión de servicios. Entre 2006 y 2010 el Gobierno ha puesto el acento en la
protección social, que en salud se refleja en el Programa "Chile Crece Contigo". En la última década
los Objetivos Sanitarios 2001–2010 orientaron el desarrollo del sector, junto con una serie de
reformas específicas destinadas a consolidar las funciones del sistema. La evaluación del
cumplimiento de esos objetivos en 2010 fue la base para el Plan Decenal de Salud 2011–2020, cuyos
objetivos apuntan a mantener los logros sanitarios alcanzados, enfrentar los desafíos que presentan
el envejecimiento y los cambios en el estilo de vida y en la sociedad, disminuir la inequidad en salud
y mejorar la calidad de los servicios. En 2010, la Comisión Presidencial de Salud hizo propuestas al
Poder Ejecutivo para modernizar las actuales políticas de salud y configurar un nuevo plan con
garantías, solidario y universal (6, 14, 21, 23).

DESEMPEÑO DEL SISTEMA DE SALUD

El sistema de salud ha logrado en general un alto grado de cobertura y acceso (incluso para grupos
vulnerables y sin aseguramiento), acorde con el relativo buen nivel de salud de la población. No
obstante, hay deficiencias en materia de gestión y desigualdades en términos de equidad. Según la
evaluación de los Objetivos Sanitarios 2001–2010 y las propuestas hechas por la Comisión
Presidencial de Salud de 2010, se requiere una mayor adecuación del financiamiento, aseguramiento,
provisión de servicios, equidad en el acceso e impacto, así como una mejor respuesta a las
necesidades prioritarias de salud de la población. Será necesario mejorar la gestión, calidad y
seguridad de la atención, perfeccionar el modelo de atención y crear redes integradas de atención,
incorporar tecnologías de comunicación e información y mejorar el acceso a los medicamentos. Entre
los mecanismos orientados a monitorear y elevar la calidad de la atención, la Superintendencia de
Salud es responsable de acreditar los establecimientos y el Ministerio de Salud pone en práctica
programas tales como el de reducción de las listas de espera (14, 21, 24).

El aseguramiento público está a cargo del Fondo Nacional de Salud (FONASA), mientras que el
sistema privado es administrado por las Instituciones de Salud Previsional (ISAPRE). En 2009, el
FONASA cubría a 73,5% de la población (incluidas las personas pobres o imposibilitadas de cotizar),
las ISAPRE a 16,3%, 6,7% estaba cubierto por otros sistemas específicos como el de las Fuerzas
Armadas y el restante 3,5% informó que no tenía aseguramiento formal (excluidos los pobres, que
tienen derecho a cobertura por el FONASA). En el aseguramiento privado (ISAPRE) se discrimina a
las mujeres en edad fértil, ya que en sus planes de seguro se agrega un costo por riesgo adicional.
Así, tienen que pagar un precio mayor por las prestaciones de salud. Existe un fondo de protección
contra gastos catastróficos. La aplicación del régimen de garantías explícitas (GES), que representa
un aporte a la protección social en salud, cubre un grupo de enfermedades cuyo tratamiento está
garantizado tanto por los aseguradores públicos como por los privados (8, 25, 26, 27).

LEGISLACIÓN EN SALUD
En el marco de políticas y planes para el período de gobierno 2006–2010, por medio de la Ley
19.966, denominada Régimen General de Garantías en Salud, se creó el Sistema de Acceso Universal
con Garantías Explícitas (AUGE o GES), que establece cuatro garantías básicas para un conjunto de
problemas de salud (que en 2010 eran 69): acceso, oportunidad, calidad y protección financiera. La
Ley 19.937, de Autoridad Sanitaria y Hospitales Autogestionados en Red, fortalece la autoridad
sanitaria y genera condiciones de mayor flexibilidad para la gestión hospitalaria (14, 21, 24, 28).

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

El sistema mixto de salud se financia con fondos públicos y privados, que se asignan y transfieren
entre las distintas entidades de aseguramiento y provisión de servicios. El aporte público proviene del
presupuesto general del Estado, basado en impuestos generales y específicos de las personas. El
aporte privado incluye aportes directos e indirectos, gastos de bolsillo de las personas y cotizaciones
de los afiliados al sistema previsional privado. Los gastos de bolsillo corresponden a los copagos por
atención médica y al pago de medicamentos y de la atención médica particular que los usuarios
hacen directamente al prestador de servicios. En 2009, el gasto total en salud correspondió a 8,3%
del PIB. De ese monto, 47,4% era público y representó 16% del presupuesto del Gobierno. Del gasto
privado, 64,6% correspondió a gasto directo o de bolsillo (que es el más regresivo). Entre 2005 y
2009, el gasto en salud per cápita aumentó de US$ 841 a US$ 1.185. A pesar de ese aumento, la
proporción del gasto privado fue mayor que la del público, lo que dificulta alcanzar la universalidad
con equidad y eficiencia (8, 25).

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

Las políticas de desarrollo de recursos humanos para la salud han favorecido históricamente la
formación centrada en la especialización tradicional, generando una diferencia respecto a las
necesidades actuales, sobre todo en el nivel de atención primaria. Los recursos humanos del sector
público se han desplazado al privado y concentrado en áreas urbanas, provocando una inequidad en
la distribución geográfica de los médicos, quienes se encuentran principalmente en el centro del país
y atienden sobre todo a los beneficiarios de seguros privados (ISAPRE) (29). En 2008 el Sistema
Nacional de Servicios de Salud (SNSS) registró la existencia de 15,8 médicos, 9,1 enfermeros y 6
dentistas por 10.000 habitantes. Se estima que el país cuenta con 26.821 médicos activos
registrados como especialistas en 70 especialidades diferentes, aunque solo la mitad ha recibido
formación universitaria formal de posgrado; se estima que 60% de los especialistas trabaja
exclusivamente en el sector privado. La mayoría de los médicos contratados en el sector público
también realiza actividades privadas. En el sector público trabajan 44% de los médicos, de los cuales
9% se desempeñan en atención primaria y 35% en el resto del SNSS. Entre 2004 y 2008, el número
de médicos que trabajaba en atención primaria casi se duplicó, aunque aún persiste la falta de
médicos, en particular especialistas formados para trabajar en esta modalidad de atención. El
Ministerio de Salud ha formulado estrategias orientadas a obtener el número de especialistas
necesario para la atención primaria y otras especialidades deficitarias. A lo largo de todo el país hay
25 escuelas de medicina y más de 70 escuelas de enfermería universitaria (3, 29).

SERVICIOS DE SALUD

La provisión de servicios de salud pública es responsabilidad del Sistema Nacional de Servicios de


Salud (SNSS), que cuenta con 29 servicios y una red asistencial constituida por hospitales, centros
de diagnóstico terapéutico, centros de referencia de salud y establecimientos de atención primaria
(consultorios urbanos y rurales, centros de salud familiar, postas rurales y estaciones médico–
rurales). Los servicios de atención primaria son administrados principalmente por los municipios. El
nivel primario tiene amplia cobertura con atención ambulatoria en los consultorios urbanos y las
postas rurales de salud. En ellos se llevan a cabo actividades de promoción, prevención, atención
continua y rehabilitación, y se desarrollan programas de salud coordinados por el Ministerio de Salud.
Además, hay unidades de atención primaria de urgencia que cubren gran parte de la demanda en
este nivel. En 2010 la proporción de consultas de morbilidad resueltas localmente (atención primaria)
fue de 87,7%. En el área hospitalaria se hizo hincapié en la autogestión de hospitales y el
otorgamiento de concesiones para nuevos establecimientos. El sistema privado de prestación de
servicios de salud es bastante amplio y cuenta con clínicas, centros médicos, laboratorios, farmacias
y otros establecimientos en todo el país (3, 5).

La actividad regulatoria de los medicamentos se ha fortalecido con la creación de la Agencia Nacional


de Medicamentos. La política de medicamentos busca asegurar a toda la población la disponibilidad
de –y el acceso a– los medicamentos indispensables incluidos en el Formulario Nacional, con eficacia
y calidad garantizada. Vela porque los medicamentos sean seguros, tengan un costo asequible y se
consuman racionalmente para obtener el máximo beneficio controlando el costo. Una considerable
proporción de medicamentos genéricos o de denominación común internacional se producen en
laboratorios nacionales, lo que incide en conseguir bajos precios relativos (aproximadamente US$ 1,0
por unidad vendida), mientras que los similares de marca registrada tienen un precio 5,8 veces
superior. Tres cadenas farmacéuticas controlan el 90% de las ventas; 35 comunas del país carecen
de farmacias comunitarias o de barrio (6, 14, 30, 31).

ACCIÓN INTERSECTORIAL Y SALUD

En el cumplimiento de los Objetivos Sanitarios 2001–2010, se destacó el trabajo intersectorial a nivel


nacional, regional y local, especialmente en las esferas de promoción y prevención, y de protección
social de la población vulnerable. También se realizó una importante labor intersectorial frente a las
consecuencias sociales y sanitarias del sismo de febrero de 2010. La efectiva respuesta fue facilitada
por la experiencia de las autoridades y los organismos gubernamentales y no gubernamentales, así
como de la comunidad en general. Se contó con preparativos para casos de desastres, una relativa
seguridad de los establecimientos de salud, la asistencia internacional y la coordinación de las
autoridades a distintos niveles. En las acciones de respuesta se destacaron el plan de protección civil,
la coordinación y la asistencia a la población damnificada. Se pudo asegurar el funcionamiento
esencial de la atención de salud, la recuperación de la infraestructura crítica y la prevención de
complicaciones propias del deterioro de las condiciones de saneamiento, vivienda y alimentación, así
como del estado psicosocial de la población (13, 21).

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONYCIT) incentiva la investigación sanitaria orientada
especialmente a las áreas de ciencias básicas y clínicas. El Fondo Nacional de Investigación y
Desarrollo en Salud, por su lado, tiene como misión financiar proyectos que generen conocimientos
nuevos para contribuir a mejorar la toma de decisiones en salud; sus funciones abarcan desde el
diseño de políticas sanitarias hasta la toma de decisiones clínicas. En 2008, el gasto en ciencia y
tecnología se estimó en US$ 673,58 millones. En 2010, 41% de la población usaba Internet en forma
activa un promedio de 3,6 horas diarias.

La autoridad sanitaria y el sistema de salud cuentan con modernos sistemas de registros y


programas de computación para estadísticas, información financiera, manejo de insumos, procesos
administrativos y técnicos, y monitoreo del desempeño de programas y resultados. Se está
trabajando en la estrategia de salud para el país. Un grupo interinstitucional coordinado por el
Ministerio de Salud participa en la Red Internacional de Políticas Informadas por Evidencias
(EVIPNet). Se ha consolidado la red nacional de la Biblioteca Virtual de Salud en Chile y se ha
configurado una incipiente red interinstitucional del Nodo del Campus Virtual de Salud Pública para
Chile (5, 6, 32).

Salud Y Cooperación Internacional


Dado el nivel intermedio de desarrollo económico de Chile y el desarrollo del sector salud, la
cooperación internacional se concentra en algunos temas sanitarios específicos de la población, tales
como enfermedades emergentes, desastres y enfermedades crónicas no transmisibles, y también en
las necesidades del SNSS (planificación y gestión de recursos humanos, desarrollo de programas
prioritarios de salud, atención primaria). Los organismos del Sistema de Naciones Unidas con sede en
Chile cuentan con una programación estratégica conjunta, en virtud de la cual se acuerda el Marco de
Asistencia para el Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDAF) para el país. Como parte de la
asistencia para la reconstrucción en salud posterior al desastre de 2010, el Ministerio de Salud recibió
donaciones por un monto de US$ 29,6 millones durante ese año (13).

A partir de 2006, el sector salud ha intensificado la cooperación técnica con los otros países de la
Región, fundamentalmente en las áreas de programas nutricionales, gestión de servicios de salud,
aseguramiento y mecanismos de pago, superintendencia de salud, vigilancia de la calidad del aire,
gestión hospitalaria, sistemas de abastecimiento y rehabilitación de personas con discapacidades.

En su condición de Estado Asociado de la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur, Chile


participó en una serie de iniciativas subregionales sobre control de vectores y zoonosis, asuntos
relacionados con el Reglamento Sanitario Internacional, economía de la salud y protección social.
También participó en la Red Andina y Suramericana de Vigilancia Epidemiológica, y en el tratamiento
de cuestiones sobre la política andina de medicamentos, discapacidad, y evaluación de tecnología
para la salud. En 2008 y 2009, con el liderazgo de la Presidenta de Chile, el país contribuyó a la
alianza para la salud materna, neonatal e infantil, en cooperación con Bolivia, Brasil y Ecuador. En
2009 Chile promovió y lideró la formación del Consejo Consultivo de Salud de la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR).

Síntesis Y Perspectivas
En el quinquenio 2006–2010, siguiendo la tendencia observada en las últimas décadas en Chile,
continuó el sostenido desarrollo económico y social, acompañado de progresos en el estado de salud
de la población y en el sistema sanitario. El mejoramiento de las condiciones de vida, la protección
social y la existencia de políticas y planes de salud han favorecido la reducción de las enfermedades
infectocontagiosas, los problemas materno–infantiles y la mortalidad evitable y prematura, así como
la prolongación de la esperanza de vida y el desarrollo de un sistema mixto nacional de salud con
gran cobertura previsional y de provisión de servicios. Estos logros plantean al mismo tiempo nuevos
desafíos que deben traducirse en el establecimiento de políticas, estrategias y planes necesarios para
continuar mejorando el estado de salud de la población, reduciendo la inequidad y fortaleciendo la
estructura y el funcionamiento del sistema sanitario.

Todavía persisten diferencias geográficas, económicas, étnicas y educacionales que constituyen


factores determinantes de las desigualdades en salud. El desarrollo y el cambio epidemiológico y
demográfico, con el envejecimiento paulatino de la población, han influido en un aumento importante
de la prevalencia de enfermedades crónicas, la presencia de ancianos enfermos con mayor sobrevida
y la consecuente carga de enfermedad, y el deterioro de algunas condiciones ambientales. Entre los
problemas de salud pública emergentes o reemergentes destacan la influenza A (H1N1), la
contaminación ambiental, la obesidad, las enfermedades crónicas y los accidentes ocupacionales y de
tránsito. Si bien el sistema sanitario cuenta con políticas sólidas de salud, cobertura y protección
social, sigue habiendo imperfecciones –especialmente en el sistema público- en la cantidad y
distribución de recursos, el financiamiento, el aseguramiento y la gestión y calidad de la atención,
que evidencian la necesidad de diseñar y llevar adelante cambios estructurales en el sistema de
salud. El objetivo es avanzar hacia una mayor equidad en la distribución de los recursos humanos y
financieros que favorezca el acceso a una atención de calidad y responda apropiadamente a las
necesidades de los diversos grupos de población. Estos temas han sido debidamente considerados en
la evaluación de los Objetivos Sanitarios de la Década 2001–2010, así como en su proyección para el
Plan Nacional de Salud 2011–2020.
Paraguay

Introducción
Paraguay tiene un territorio de 406.752 km 2 y en 2010 su población ascendía a 6.340.639 habitantes
(1) distribuidos en el área urbana (58,3%) y en la rural (41,7%); los departamentos de Asunción y
Central concentran 33,3% de la población. La tasa de crecimiento poblacional total anual en 2005–
2010 fue de 1,8%. La estructura de la población muestra un claro predominio de edades jóvenes
(37,1% tenía menos de 15 años, 41,3% en el área rural y 33,9% en la urbana) (figura 1). La tasa
global de fecundidad disminuyó de 2,9 hijos por mujer en 2004 a 2,5 en 2008, y es más elevada
entre las mujeres con menor escolaridad (3,6), que hablan guaraní en el hogar (3,3) y de nivel
socioeconómico muy bajo (4,1). La tasa bruta de natalidad estimada en 2011 fue de 23,9 por 1.000
habitantes, y la tasa de mortalidad general corregida en 2009 fue de 5,7 por 1.000 habitantes (2).

El país está dividido por el río Paraguay en dos regiones naturales: la occidental o Chaco, que tiene
tres departamentos, y la oriental, que tiene 14 departamentos donde se asientan las principales
ciudades y vías de comunicación. Cerca de 2% de la población es indígena (119.497 en 2010) (3). El
censo de población indígena de 2002 (4) reveló que 31% de la población originaria vive en el Chaco
y que 91,5% lo hace en zonas rurales. Existen 20 pueblos originarios agrupados en cinco familias
lingüísticas: guaraní, maskoy, matako, guaicurú y zamuco. La familia guaraní, con sus seis pueblos,
es la más numerosa. En 2002 su tasa de crecimiento fue de 3,9%, siendo su población mas joven
que la de la población total del mismo año: 47,1% tenía menos de 15 años.

Paraguay tiene dos lenguas oficiales, el español y el guaraní (5); esta última fue la primera lengua
originaria americana que obtuvo el reconocimiento de idioma oficial, de acuerdo con la Constitución
de 1992. La persistencia de las dos lenguas expresa la coexistencia de dos formas de ver la vida que
da cuerpo a la idiosincrasia paraguaya: el "vivir para tener" occidental y el "vivir para ser" guaraní
(6).

A lo largo del siglo XX se asentaron en el país otros grupos de población. El más numeroso lo
constituyen los menonitas ruso–alemanes y canadienses, que establecieron sus colonias a partir de
1927 y tienen una fuerte influencia económica y social en sus áreas de asentamiento, principalmente
en el Chaco (7).

Paraguay estuvo gobernado durante 61 años por la Asociación Nacional Republicana (Partido
Colorado), período que incluyó 35 años de dictadura que terminó en 1989, año en que comenzó un
incipiente proceso democrático. En agosto de 2008 llegó al gobierno una coalición de partidos y
colectivos sociales minoritarios con el apoyo de la mayoría de la población.

En 2009, el gobierno presentó "Paraguay para Todos y Todas. Propuesta de Política Pública para el
Desarrollo Social 2010–2020" (8), una iniciativa que articula 11 programas emblemáticos que tienen
cuatro ejes principales: calidad de vida, inclusión social, crecimiento económico sin exclusiones y
gestión por resultados. Entre los programas emblemáticos figuran el desarrollo de las unidades de
salud de la familia, el abastecimiento de agua y saneamiento, y la seguridad alimentaria, todos
estrechamente ligados a la salud de la población.

Entre 2003 y 2008 emigraron 255.932 paraguayos, casi 1 de cada 10 personas de la población
económicamente activa (9). En 2010, 19,8% de la población había utilizado Internet (43,9% en
Asunción y 3,8% en San Pedro).1

El producto interno bruto (PIB) creció 3,7% anual en el período 2006–2010 (10) y se proyecta
estable para el período 2012–2013 (11). En 2010 y respecto al año anterior, dicho crecimiento
económico implicó un incremento récord del PIB por habitante (14,5%), muy relevante aun si se
considera que 2009 fue un año de crecimiento negativo (–3,9%) (12).

En diciembre de 2009 se aprobó la resolución 1.074 del Ministerio de Salud Pública y Bienestar
Social, que decretó la exoneración de aranceles para todos los servicios que ofrecen los centros
asistenciales del Estado (13). Ese mismo año se sobrepasó la meta de creación de 500 unidades de
salud de la familia, que prestan servicios a 30% de la población paraguaya y dan prioridad a las
comunidades con mayor vulnerabilidad y abandono histórico del Estado.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


En 2009, 35,1% de la población paraguaya era pobre (49,8% en el área rural) y 18,8% vivía en
extrema pobreza (32,4% en el área rural) (14). Entre 2005 y 2006 la pobreza total subió de 38,6% a
43,7%, pero a partir de entonces descendió sostenidamente hasta 2009. Este comportamiento es
producto del descenso de la incidencia en áreas urbanas. La incidencia de pobreza extrema se
muestra similar a la de la pobreza total, con un ligero aumento en 2008 y 2009.

En 2010, la tasa de desempleo abierto afectó a 5,7% de la población (4,7% de los hombres y 7,2%
de las mujeres). El subempleo total fue de 22,9% (20,8% entre los hombres y 26,3% entre las
mujeres), en descenso constante desde 2007 (26,6%). El sector primario o extractivo absorbió casi
27% de la población ocupada, el secundario 18,2% y el terciario, 54,8%. Alrededor de 72,6% de las
mujeres ocupadas trabajaban en el sector terciario, mientras que los hombres se distribuyeron
mayoritariamente entre el terciario y el primario (44,0% y 31,7%, respectivamente) (15).

En 2010, la tasa de analfabetismo se situó en 5,3% (3,5% en la población urbana y 8,1% en la


rural); en los hombres fue de 4,6% (3% en el área urbana y 6,8% en la rural) y en las mujeres 5,9%
(3,9% en el área urbana y 9,5% en la rural). Mientras que en Asunción la tasa de analfabetismo fue
de 1,4%, en el departamento de San Pedro alcanzó 7,2% (16). En 2009, la tasa de analfabetismo
fue de 10,5% entre los pobres extremos y 3,7% entre los no pobres.

En 2010 el gobierno estimaba un déficit cuantitativo de 98.720 viviendas (73% en las zonas urbanas)
y otro cualitativo –que se refiere a necesidades de mejora y ampliación– de 705.298 viviendas (54%
en las zonas rurales) (17).

La mayor parte de la sociedad paraguaya considera que la reforma agraria continúa siendo una
asignatura pendiente. Uno por ciento de los propietarios concentran 77% de las tierras cultivables, y
40% de los agricultores, que poseen de 0 a 5 ha, disponen de solo 1% de las tierras agrícolas (18).

Paraguay es Estado parte de distintos tratados, convenciones, pactos y protocolos vinculantes que
establecen medidas específicas que deben ser adoptadas para proteger el derecho al disfrute del más
alto nivel posible de salud y otros derechos humanos relacionados, tales como la vida, la integridad
personal, los derechos del niño, la educación, el trabajo, el derecho al nombre y el derecho a
beneficiarse de la cultura y de los progresos científicos.

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

En 2009, 68,6% de la población accedía a agua para consumo provista por la Empresa de Servicios
Sanitarios de Paraguay, el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental, juntas de saneamiento,
redes comunitarias, redes o prestadores privados, o bien mediante pozo artesiano, pozo excavado
protegido con brocal y tapa, manantial protegido o agua de lluvias. El 77,7% de la población urbana
y 59,0% de la rural tenía acceso a agua potable.

Entre las comunidades indígenas, en 2009, el 40% obtenía el agua de pozos artesianos, 26% de
aljibes, 18% de tajamar, 6% de agua superficial, 4% de pozos excavados y 6% de otras fuentes. La
tarea de recolección de agua en dichas comunidades recae mayoritariamente sobre las mujeres
(94%), entre quienes 42,5% emplean de 11 a 30 minutos y 37,5% más de 30 minutos en cada
recolección. La tarea se repite entre tres y cinco veces por día (55%) y más de seis veces (20%)
(19).

En 2009, 8,5% de la población accedía a la red de alcantarillado sanitario (16,3% en las zonas
urbanas frente a 0,3% en las rurales) (20).

RESIDUOS SÓLIDOS

En 2010, 39,2% de la población tenía servicios de disposición de residuos por recolección pública o
privada (69,7% en el quintil más rico y 7,5% en el más pobre). El 48,5% de la población utilizaba la
quema (80,4% en las zonas rurales) (15). En cuanto a la disposición final, 70,8% de los residuos se
botaba en vertederos a cielo abierto y controlados, y el resto en rellenos sanitarios (21).

DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO

En 1945, la superficie boscosa de la región oriental del país abarcaba 55% de la superficie total de la
región (22); en 2000 quedaba un remanente de 5% (23). Si bien la principal causa de la
deforestación es el abastecimiento desordenado por parte de la industria maderera y el avance de las
explotaciones agropecuarias sobre el bosque autóctono, también influye el uso masivo de leña y
carbón vegetal para consumo doméstico. Así, en 2010, 31,3% de los hogares utilizaba
principalmente leña para cocinar, 12,1% carbón vegetal y solo 3,7% electricidad, lo que llama la
atención en un país exportador de dicha energía (15).

CALIDAD DEL AIRE

Durante junio de 2010 se realizó en la ciudad de Asunción un estudio de calidad del aire mediante
muestreo diario continuo de PM2,5 (material particulado muy fino) y se encontraron valores que
oscilaban de 5 µg/m3 a 48 µg/m3; 39% de las muestras superó los valores límites recomendados por
la Organización Mundial de la Salud (OMS). La concentración de carbono elemental presentó picos de
hasta 140 µg/m3. En cuanto a los gases muestreados (SO2 y NOx), el valor más crítico fue el de
NO2 con un promedio de 39,1 µg/m3, cercano al límite máximo fijado por la OMS, de 40 µg/m 3; más
de la mitad del área urbana muestreada superó ampliamente ese valor (24).

PLAGUICIDAS

La importación y el uso de plaguicidas han crecido en los últimos años paralelamente con la
producción agrícola. El promedio anual de importación de plaguicidas entre 2007 y 2009 fue superior
a 30 millones de kilogramos o litros. Los principales productos importados son acefato, atrazina,
imidacloprid, endosulfan y, en mayor proporción, glifosato y paraquat (25).
Las defunciones por plaguicidas disminuyeron de 58 en 2006 a 19 en 2009. Según un informe de la
Organización para la Agricultura y la Alimentación, existen 385 toneladas de plaguicidas obsoletos y
4.210 toneladas de material contaminado distribuidas en 15 departamentos del país (26).

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

El país tiene un alto potencial de producción de alimentos. Los sectores agrícola y ganadero
aportaron 47,0% y 8,5%, respectivamente, al crecimiento del PIB en 2010 (10). Sin embargo, el
abandono de los sistemas productivos tradicionales y diversificados por parte de los pequeños
productores, y el cambio al monocultivo extensivo para la renta, han cambiado el escenario y podría
afectar la seguridad alimentaria.

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

La prevalencia del uso de anticonceptivos en mujeres casadas o unidas de 15 a 44 años de edad pasó
de 72,8% en 2004 a 79,4% en 2008. En 2008, 90,5% de las mujeres embarazadas realizaron cuatro
o más consultas prenatales y 84,6% de los partos tuvieron lugar en instituciones de salud (27).

Un problema impostergable en Paraguay es la elevada tasa de mortalidad materna, que ha


permanecido estable en los últimos años, lo que implica una gran dificultad para que el país alcance
el quinto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya que con una reducción de 75% para 2015 se
debería llegar a una tasa de mortalidad materna de 37,5 por 100.000 nacidos vivos. En 2009, con
una tasa de 125,3 por 100.000 nacidos vivos, la reducción apenas llegaba a 33%. Las principales
causas de mortalidad materna son la hemorragia posparto, la preclampsia/eclampsia y la sepsis, es
decir, que son muertes evitables. Un tercio de las defunciones maternas se debieron a
complicaciones de abortos practicados en condiciones peligrosas. En 2009, los departamentos con
tasas más altas de mortalidad materna fueron Central, Alto Paraná y Asunción. En 2008, 93% de las
defunciones maternas se produjo en establecimientos de salud, y 60% de las muertes en hospitales
aconteció entre la noche y la madrugada, horas con menor presencia de profesionales (28).

Niños (0 a 9 años de edad)

La reducción de la mortalidad infantil en Paraguay es insuficiente para que el país logre el cuarto de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio (30,4 por 1.000 nacidos vivos en 1990). El leve descenso de la
tasa registrada (17,8 por 1.000 nacidos vivos en 2005 y 15,4 por 1.000 en 2009) se hizo a expensas
de la mortalidad posneonatal, mientras que la neonatal permaneció estable (11,7 y 11
respectivamente). La tasa de mortalidad infantil estimada en 2008 fue de 20 por 1.000 nacidos vivos
(27). Sin considerar algunos departamentos en los que la tasa tendría un valor atípico debido al
evidente subregistro, se observan diferencias entre departamentos (Asunción 12,4 por 1.000 y
Boquerón 31,0 por 1.000). La mortalidad en menores de 5 años descendió entre 2005 y 2009 de
21,8 a 18,7 por 1.000 nacidos vivos. En 2009, 82,4% de las muertes registradas de niños menores
de 5 años de edad se produjo en el primer año de vida y 58,8% en los primeros 28 días de vida; de
estas, 80% ocurrieron en la primera semana (29). La principal causa de mortalidad neonatal en todo
el período 2005–2009 fue la dificultad respiratoria del recién nacido, seguida de las malformaciones
congénitas. Este último grupo de causas ocupó el primer lugar en la mortalidad posneonatal, seguido
de la neumonía e influenza.

Estudios de base poblacional (30) indican que persisten diferencias en cuanto a vacunación en varios
municipios del país, así como falta de información en diversas áreas, tales como problemas para
estimar denominadores y ausencia de información diferencial para poblaciones indígenas y
vulnerables.

Niños y adolescentes (10 a 19 años de edad)

El 21,3% de la población paraguaya es adolescente (31). En 2009, la primera causa de muerte en


este grupo de edad fueron las causas externas, 31,6 por 100.000 habitantes, y la proporción llegó a
49,1 por 100.000 en los hombres, con una tendencia ascendente desde 2005 (29).

En 2008, la tasa de fecundidad en las adolescentes fue de 63 nacidos vivos por 1.000 mujeres de 15
a 19 años, mientras que en 1998 era de 87 por 1.000 y en 1995, de 107 por 1.000. A pesar de este
descenso continuado, en Paraguay la tasa aún se sitúa por encima del promedio mundial. En las
áreas rurales es casi el doble que en las urbanas (85 por 1.000 y 47 por 1.000, respectivamente).

Se registra un inicio cada vez más precoz de las relaciones sexuales, y 52% de las mujeres de 15 a
19 años declaró en 2008 llevar una vida sexual activa (27). Del total de embarazos que ocurren en el
país, aproximadamente 20% corresponde a la población adolescente. En 2009 dieron a luz 108 niñas
de 10 a 13 años (0,11% de los nacimientos registrados). En dicho año se notificaron 21 defunciones
maternas en menores de 19 años (16,4% del total) (32).

Adultos mayores (60 y más años de edad)

Aproximadamente uno de cada cuatro hogares cuenta con la presencia de al menos un adulto mayor
entre sus miembros. En el futuro se deberá enfrentar el desafío que plantea el aumento de la
proporción de población de 60 y más años, que de 7,1% en el año 2000 se estima pasará a 11,6%
en el año 2025 y a 18,5% en el año 2050 (1).

Mortalidad

En 2009, la tasa de mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio fue de 111,5 por 100.000
habitantes; por tumores, de 56,0 por 100.000; por causas externas, de 49,2 por 100.000 y por
enfermedades infecciosas, de 35,1 por 100.000. En los hombres, en el período 2006–2009, la
enfermedad isquémica del corazón ocasionó 10,2% de las defunciones, seguida de las enfermedades
cerebrovasculares (9,5%) y los accidentes de transporte terrestre (7,4%). En las mujeres, el primer
lugar lo ocuparon las enfermedades cerebrovasculares (12,8%), seguidas de la diabetes sacarina
(10,8%) y la enfermedad isquémica del corazón (9,2%). Al observar la mortalidad por grandes
grupos de causas en las regiones sanitarias, llaman la atención las tasas mucho más altas de
Asunción y Central en todos los grupos, lo que parecería indicar un problema de calidad de la
información. En 2009, las causas externas ocuparon el primer lugar en el total y en hombres en
cuanto a años potenciales de vida perdidos.

El porcentaje de subregistro de la mortalidad bajó de 40% en 2000 a 29% en 2009, al igual que el
de causas mal definidas (de 20% en 2000 a 13% en 2009).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

Durante la epidemia de dengue de 2006–2007 que afectó a todo el país, circuló el serotipo 3 del
virus del dengue. Se confirmaron 11.034 casos y hubo 17 defunciones. La epidemia de 2008–2009 se
extendió a 32% de los 230 distritos del país; su intensidad fue de baja a moderada y no se
registraron defunciones asociadas al dengue ni sobredemanda en la red de servicios de salud.
Circularon los serotipos 1 y 3. A partir de la semana 41 de 2009 se registró nuevamente transmisión
del virus del dengue, que persistió al menos hasta mediados de 2011, por lo que se considera que en
Paraguay el denque es endémico a partir de esa fecha. A fines de 2010 se habían confirmado 13.559
casos y se verificó la circulación simultánea de los serotipos 1, 2 y 3. Hasta la semana 22 de 2011 se
habían confirmado 27.103 casos que se concentraron entre las semanas 6 y 19. El 8% de los casos
confirmados requirieron hospitalización; de los casos hospitalizados, 4% se clasificó como dengue
grave y 57% de estos resultó en defunciones (54/95).

En enero de 2008 se declaró un brote de fiebre amarilla en Paraguay, dando inicio a la reemergencia
de la fiebre amarilla selvática en el país, donde no se había registrado su presencia desde 1974, y a
la presentación del primer brote de fiebre amarilla urbana en las Américas desde 1942. En total se
confirmaron 27 casos con 10 defunciones en cuatro zonas bien definidas: San Estanislao y Santo
Domingo (departamento de San Pedro), barrio Laurelty (San Lorenzo, departamento Central) y
departamento de Caaguazú. Se identificó un modelo de transmisión intermedio en zonas rurales
deforestadas con gran penetración humana y presencia de vectores selváticos y urbanos. Se vacunó
a 70% de la población y se controló el brote, si bien persisten grupos de población no vacunada y la
vigilancia de las epizootias todavía es precaria (33).

En cuanto a la enfermedad de Chagas, en la primera mitad de la década de 2000 el Programa


Nacional de Control de la Enfermedad de Chagas evaluó más de 354.000 viviendas (98%) en siete
departamentos con elevada presencia de Triatoma infestans. A partir de 2008 se certificó la
interrupción de la transmisión vectorial en la región oriental, evento comprobado mediante una
encuesta serológica en menores de 5 años. Se mantiene el sistema de vigilancia entomológica en la
región oriental, que se amplió a la región occidental (Chaco), y continúan las actividades de control
(34).

La leishmaniasis tegumentaria se presenta en el norte, centro y este de la región oriental, en lugares


donde todavía existen bosques tropicales húmedos. A partir de 2002, año en que se registró el
mayor número de casos de la década (1.251), la tendencia es decreciente. En el período 2006–2010
se notificaron 1.895 casos (35). Existe riesgo de leishmaniasis visceral humana en más de 90% del
área conformada por el departamento de Asunción y los departamentos Central, Paraguarí y
Cordillera, área con hiperendemia canina y presencia de flebótomos vectores. Los casos confirmados
de leishmaniasis visceral han ido en aumento a partir de 2000 y hasta 2010, año en que se
registraron 145 (36), con una letalidad muy variable (entre 4,7% en 2005 y 20,8% en 2004).

En un período de 11 años (2000–2010) se ha logrado la reducción de 99,6% del número de casos de


malaria; además, la tasa de incidencia (índice parasitario anual) por 1.000 habitantes disminuyó
95% (de 0,79 en 1990 a 0,004 en 2010). Paraguay está en camino de eliminar la transmisión
autóctona de la malaria y ya ha cumplido la meta correspondiente fijada en el sexto de los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (37).

Enfermedades prevenibles por vacunación

El último caso de poliomielitis se notificó en 1985, el de sarampión en 1998 y el de rubéola y


síndrome de rubéola congénita en 2005. Se han notificado casos aislados de difteria, tos ferina,
tétanos y tétanos neonatal. En el esquema regular de vacunación infantil se introdujeron las vacunas
contra el rotavirus (2010) y el neumococo (2011).

Zoonosis

Paraguay se mantenía libre de fiebre aftosa desde diciembre de 2006; sin embargo, en septiembre
de 2011 se declaró un brote en la localidad de Sargento Loma, departamento de San Pedro. El brote
afectó a 13 bovinos; se intervino el foco y se canceló la exportación de carne, lo que ocasionó una
fuerte crisis en el sector ganadero e ingentes pérdidas económicas al país.

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza


Paraguay alcanzó la meta de eliminación de la lepra como problema de salud pública en 2006. Sin
embargo, en 2010 tres departamentos (Amambay, Neembucú y Concepción) no la habían alcanzado.
En ese año se observó que la detección de casos era tardía (de los 392 casos nuevos, 79%
correspondió a formas multibacilares y 16% presentó discapacidad de grado 2). El 3,3% de los casos
detectados en menores de 15 años indica la persistencia de la transmisión. En 2009 se inició el
proceso de integración programática en la atención primaria de salud con énfasis en la prevención y
detección de casos.

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

La epidemia de VIH/sida está concentrada en la población más vulnerable: hombres que tienen sexo
con hombres, usuarios de drogas inyectables, y trabajadores y trabajadoras sexuales, con una
prevalencia en la población general de 0,30%, según estimaciones de la OMS y el ONUSIDA (38). La
tasa de incidencia en 2009 fue de 15,1 por 100.000 habitantes, que supuso un aumento de 71% de
nuevas infecciones notificadas respecto a 2005 (39, 40). Entre 2005 y 2009 la incidencia se duplicó
entre los jóvenes de 15 a 24 años y aumentó de 4,54 a 8,99 por 100.000 habitantes en el grupo de
15 a 19 años y de 12,27 a 25,91 por 100.000 habitantes en el de 20 a 24. En 2009, la vía de
transmisión más frecuente era la sexual (86%). De 2005 a 2010, la relación hombre/mujer se
mantuvo estable, con valores entre 1,4 y 1,5 (41). El 47% de las mujeres que acceden a los servicios
durante el embarazo participan en el programa de prevención de la trasmisión maternoinfantil del
VIH (42). En 2011 se incorporaron el asesoramiento y la realización voluntaria de pruebas de
detección del VIH en más de 200 unidades de salud de la familia, si bien este servicio apenas llega a
las parejas de las mujeres embarazadas. El 66,6% de los hombres a los que se les detectó el VIH en
2010 presentaron estadios 2 y 3 según la clasificación inmunológica, lo que indica el acceso tardío al
diagnóstico en la población masculina. A fines de 2010, 177 niños y 2.785 adultos elegibles para
tratamiento recibían antirretrovirales de acuerdo con la norma nacional, si bien la OMS y el ONUSIDA
estimaban que para ese año un total de 5.600 personas vivían con el VIH y necesitaban terapia
antirretroviral, lo que implica que todavía está lejos de alcanzarse la meta correspondiente fijada en
los Objetivos de Desarrollo del Milenio (43).

La sífilis congénita es un problema de salud pública que se ha intensificado en los últimos años a
pesar de los múltiples programas que se establecieron en el país. La incidencia en 2010 fue de 14 por
1.000 nacidos vivos (44).

Tuberculosis

La incidencia de todas las formas de tuberculosis se redujo entre 2005 (38,4 por 100.000 habitantes)
y 2010 (32,8 por 100.000). No obstante, las baciloscopias positivas se mantuvieron estables. Cabe
destacar que existen diferencias regionales en lo que respecta a la incidencia, tanto en el total de
formas como en las baciloscopias positivas. Así, en 2009, Boquerón y Presidente Hayes, ambos
departamentos en el Chaco, presentaron tasas de incidencia de todas las formas de tuberculosis de
165,6 por 100.000 habitantes y 153,5 por 100.000, respectivamente. La tasa de detección por
baciloscopia en 2009 alcanzó 75%, después de dos años en los que no se llegó a alcanzar la meta de
70%. Se mejoró la capacidad de diagnóstico, detección y tratamiento, y aumentó la tasa de curación.
El país cuenta con financiación del proyecto del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Malaria y la
Tuberculosis, que presta especial atención al control y la prevención de la tuberculosis en las
personas privadas de libertad, la expansión del tratamiento acortado bajo observación directa de
calidad y a hacer frente a la coinfección de tuberculosis y VIH. En este último componente, la prueba
de detección del VIH en pacientes con tuberculosis sigue siendo muy baja (30%) (45).

En 2009, la prevalencia de tuberculosis con baciloscopia positiva en la población indígena fue de 117
por 100.000 habitantes, superior a la estimada en la población no indígena (46).

Enfermedades emergentes
Durante la pandemia de influenza A (H1N1) de 2009 se notificaron 7.916 casos, de los que se
confirmaron 1.025 en el laboratorio; entre estos hubo 47 defunciones. En la primera ola de la
pandemia se notificaron 117 casos en mujeres embarazadas con sospecha de influenza pandémica;
25 fallecieron por infección respiratoria aguda grave y en tres de ellas se confirmó influenza A
(H1N1). El 80% de los aislamientos virales respiratorios en mayores de 50 años en 2009
correspondió a influenza A (H1N1). La vacuna para enfrentar la pandemia de influenza A (H1N1)
estuvo disponible en el país en abril de 2010 y con ella se alcanzó una cobertura superior a 90% de
la población objetivo (1.092.653 personas, de 1.200.000). Sin embargo, a pesar del antecedente de
mayor mortalidad en mujeres embarazadas durante la pandemia, apenas se vacunó 37% de dicho
grupo; el mismo porcentaje se alcanzó en el grupo de 6 a 35 meses.

Enfermedades gastrointestinales

Entre diciembre de 2008 y abril de 2009 se produjeron en el Chaco tres brotes de enfermedad
diarreica aguda compatible con cólera (en una muestra se aisló Vibrio cholerae O1 serotipo Ogawa).
El brote se detectó tardíamente y el análisis retrospectivo de certificados de defunción mostró 14
defunciones (10 adultos y 4 niños) por enfermedad diarreica aguda.

Enfermedades crónicas no transmisibles

Las enfermedades no transmisibles2 ocasionan en Paraguay la mayor parte de las defunciones. En


2011, la hipertensión arterial autorreferida se situaba en 32,2% (37,9% en las mujeres). En cuanto a
morbilidad, la diabetes autorreferida afectaba a 9,7% (11% en las mujeres) y el colesterol
autorreferido a 21,5% (23,1% en las mujeres). Desde 2008 los programas verticales iniciaron un
proceso de integración en la atención primaria de salud y demás redes de servicios, que promovió el
trabajo intersectorial en la prevención de las enfermedades no transmisibles. Según las estimaciones
para 2008 (47), el cáncer de próstata presentaba la mayor incidencia en los hombres y el de mama,
en las mujeres. El cáncer cervicouterino tenía una tasa ajustada de 35 por 100.000 mujeres (47). En
el país se está cambiando el programa oportunista de tamizaje por otro integrado en la atención
primaria de salud y las redes de servicios.

Enfermedades nutricionales

En 2008, 32,9% de los menores de 3 meses recibieron lactancia materna exclusiva (7,1% en 1995);
este porcentaje disminuyó a 8,5% en los niños de 3 a 5 meses. El 15% de los menores de 3 meses
recibió leche materna y agua, y a 3,9% se le incluyeron sólidos o puré en la alimentación (27). En el
mismo año, la desnutrición crónica (baja talla para la edad) afectó a 13,7% de todos los niños y
niñas menores de 5 años de edad y a 41,7% de los indígenas (48). En 2009 se creó el Plan Nacional
de Soberanía y Seguridad Alimentaria para dar respuesta a las condiciones de vulnerabilidad y a los
elevados índices de desnutrición y malnutrición (49).

Accidentes y violencia

Los accidentes de tránsito y sus consecuencias constituyen uno de los principales problemas de salud
pública en el país. Las tasas de mortalidad aumentaron de 14,5 por 100.000 habitantes en 2006 a
18,3 por 100.000 en 2009. En este último año, 73,5% del total de las defunciones ocurrió en el
grupo de 15 a 49 años y 32,4%, en el de 15 a 24. El 41,3% de las defunciones en 2009 correspondió
a motociclistas y 27,8% a peatones. Un departamento rural y de bajos recursos presentó la tasa más
elevada de mortalidad: San Pedro (34,1 por 100.000), seguido de Alto Paraná (22,7 por 100.000) y
Caaguazú (21,5 por 100.000). Las tasas de lesionados por accidentes de tránsito aumentaron de 245
por 100.000 habitantes en 2006 a 506 por 100.000 en 2010. El 71% de los lesionados se concentró
en el grupo de 15 a 39 años (50). En 2011 se publicó el plan nacional del decenio para la seguridad
vial 2011–2020 y se presentó en el Congreso el anteproyecto de Ley Nacional de Seguridad Vial y
Tránsito. El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social lidera el observatorio nacional de seguridad
vial y ha promovido la creación de observatorios de lesiones de causas externas en los
departamentos de San Pedro y Alto Paraná y en las localidades de Pilar (Ñeembucú) y Hohenau
(Itapúa).

Entre 2005 y 2009 la tasa de homicidios intencionales permaneció estable, entre 12,57 por 100.000
habitantes en 2005 y 12,16 por 100.000 en 2009 (51).

En 2009, el Servicio de Apoyo a la Mujer (SEDAMUR), dependencia de la Secretaría de la Mujer,


atendió 2.409 denuncias de casos de violencia (985 por violencia psicológica, 667 por violencia
económica, 431 por violencia física y 126 por violencia sexual). En 2010 disminuyó el número de
casos atendidos por el SEDAMUR (52). Las denuncias por violación presentadas ante la policía fueron
359 en 2006 y 258 en 2009, y duplicaron las registradas por el SEDAMUR (51).

Desastres

Los incendios, las sequías y las inundaciones son los principales desastres naturales que afectan
cíclicamente a Paraguay y se prevé que el cambio climático agudizará esta situación. Los incendios
en el Chaco y Concepción, San Pedro, Amambay, Paraguarí, Alto Paraná y Canindeyú han provocado
la declaración de emergencia nacional en 2007. Su origen es mayoritariamente antropogénico y se
relaciona con los ciclos productivos agropecuarios y la quema de residuos sólidos.

Entre 2007 y 2010, el gobierno nacional tuvo que movilizar recursos para atender los efectos de las
sequías que afectan a la región del Chaco. En 2011 se aprobó la construcción de un acueducto desde
el río Paraguay hasta la zona central de dicha región, la más poblada, para suministrar agua potable
(53). Las inundaciones se producen sobre todo en las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná,
especialmente en zonas pobladas como las ciudades de Pilar, Concepción, Encarnación y Asunción.

El país promueve la construcción de hospitales seguros frente a desastres, y considera el índice de


seguridad hospitalaria como una herramienta de evaluación estructural, no estructural y funcional.

Trastornos mentales

Acorde con la Política de Salud Mental aprobada en 2010 (54), ha aumentado el acceso a la atención
especializada en salud mental y la desinstitucionalización, así como la atención de la salud mental en
diversos establecimientos de salud (unidades de salud de la familia, centros de salud, hospitales
generales y especializados) y a través de equipos móviles para la atención comunitaria.

Se levantaron las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos contra el


Hospital Neuropsiquiátrico. Hasta 2010 se habían habilitado siete hogares sustitutos (San Ignacio,
Limpio, Luque y Asunción, entre otros) y en ese año, mediante la provisión ambulatoria y gratuita de
medicamentos, disminuyó 17% la población internada en el Hospital Neuropsiquiátrico, garantizando
el derecho a vivir en la comunidad, tal como establece la Convención de las Naciones Unidas sobre
los derechos de las personas con discapacidad.

Otros problemas de salud

Salud oral

En 2008, el índice CPOD (piezas cariadas, perdidas u obturadas) para la dentición temporal era de
3,99 y 5,77 en niños de 5 y 6 años, respectivamente, mientras que para la dentición permanente fue
de 2,79 en niños de 12 años y 4,34 en los de 15 años (55). Con la resolución N° 533 de 2009 (56) se
fortalecieron los servicios odontológicos de las redes de salud, y según la N° 568 de 2009, que
confiere gratuidad a dichos servicios, se cuenta con especialidades odontológicas en los servicios de
las redes de salud. Se redistribuyeron los profesionales y en 2010 los servicios, incluidas las clínicas
móviles, contaban con 723 odontólogos.

Salud ocular
En Paraguay 24.000 personas padecen de ceguera y se estima que 80% de esta discapacidad es
evitable, prevenible o curable. El país cuenta con 170 oftalmólogos, 54 de ellos en los servicios
públicos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (57).

En 2008 se creó el programa nacional de salud ocular y en diciembre del mismo año se aprobó el
plan de acción 2020 para la prevención de la ceguera.

Factores de riesgo y protección

Según la encuesta nacional de factores de riesgo de enfermedades no transmisibles de 2011


(ENFRENT–2011) en personas de 15 a 74 años, en 2011 la prevalencia de consumo de tabaco fue de
22,8% en los hombres y 6,1% en las mujeres, mientras que en 2008, en los jóvenes de 13 a 15 años
fue de 20,8% en los hombres y 12,9% en las mujeres (58). El año 2010 resultó clave por la ofensiva
de la industria tabacalera contra el Convenio Marco para el Control del Tabaco. A finales de 2009, la
Corte Suprema de Justicia falló a favor de los recursos de amparo presentados en abril del mismo
año por la industria tabacalera ante la publicación de dos decretos presidenciales que apoyaban el
Convenio Marco. La industria tabacalera promovió un proyecto de ley que se aprobó en ambas
cámaras y que posteriormente vetó el Presidente de la República. La industria tabacalera local es
fuerte y está bien anclada en los niveles políticos y judiciales. El país tiene un problema de
contrabando de gran magnitud, ya que se estima que 1 de cada 10 cigarrillos de contrabando que se
consumen en el mundo tiene su origen en Paraguay (59).

Según la ENFRENT–2011, 50,9% de la población de 15 a 74 años había consumido alcohol en los 30


días anteriores a la entrevista. El sobrepeso y la obesidad constituyen otro serio problema de salud
pública que afecta a 57,6% y 22,8% de la población, respectivamente, al tiempo que el consumo de
frutas (2,19 piezas diarias de consumo medio) y verduras (0,58 porciones diarias de consumo medio)
es bajo.

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

La rectoría está a cargo del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, que cumple funciones de
financiamiento y provisión y es el principal prestador de servicios de salud. El sistema de salud es
mixto, segmentado y fragmentado, lo que limita la coordinación e integración funcional. Cuenta con
un sector público integrado por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, la Universidad
Nacional de Asunción, la Sanidad Militar, la Sanidad Policial y de la Armada, la Sanidad de los
Municipios y las Gobernaciones, y el Instituto de Previsión Social, ente descentralizado.

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

El sistema de prestación de servicios de protección social en salud está segmentado y muy


fragmentado. La cobertura del seguro de salud a cargo del Instituto de Previsión Social y de las
aseguradoras privadas es baja y se concentra en Asunción y en el Departamento Central (8). La
seguridad social cubre 17% de la población económicamente activa. El sistema previsional del
Instituto de Previsión Social, la Caja Fiscal y las demás cajas reguladas tienen notables diferencias en
cuanto a financiamiento, requisitos de edad, antigüedad y sistemas de cálculo de compensación
jubilatoria.

El sector público es responsable de proveer servicios de salud en todo el país, según la Ley 1.032 de
1996. El sector privado lo constituyen instituciones con y sin fines de lucro (universidades privadas
con hospitales y organizaciones no gubernamentales). La fragmentación y el funcionamiento
descoordinado del sector (60), incluidos el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y el Instituto
de Previsión Social, favorecen las deficiencias en calidad y acceso a los servicios de salud. No
obstante, las consultas en el sector público han aumentado significativamente entre 2007 y 2010,
tanto las prenatales como las odontológicas y las generales. En 2008, apenas 12,2% de la población
indígena tenía seguro médico, porcentaje que variaba entre 2% y 27% según la familia lingüística
(61).

La exoneración de aranceles para prestaciones y servicios en dependencias de la red de servicios del


Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social a partir de agosto de 2008, junto con la estrategia de
combate a la pobreza, redujo el gasto de bolsillo de las familias para la atención de salud.

LEGISLACIÓN EN SALUD

El Gobierno acometió importantes reformas administrativas en respuesta al plan nacional de


desarrollo y a la propuesta de política pública para el desarrollo social (2010–2020). Sin embargo, la
mayor parte de esta normativa no tiene apoyo legislativo debido a la minoría parlamentaria del
ejecutivo, lo que constituye una importante debilidad.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

El gasto total en salud aumentó en cada año del período 2005–2009 en relación con el PIB, de 7,3%
en 2005 a 8,5% en 2009 (un promedio de 7,6%). El gasto privado en salud durante el período 2005–
2009 promedió 4,6%, mientras que el gasto público en salud fue de 3,1%, ambos en relación con el
PIB. El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y el Instituto de Previsión Social explican
aproximadamente 90% del gasto público del sector.

En 2009, el gasto público total aumentó 23,2% en relación con 2008. En 2009, el gasto público en
salud ascendió a 10,2% del gasto público total. En el período 2005–2009, el presupuesto del
Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social representó, en promedio, 9,4% del asignado al Poder
Ejecutivo, y subió a 11,0% en 2009.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

En el área de recursos humanos persisten problemas estructurales; la escasa regulación laboral


permite distintos tipos de contrato, diversas cargas horarias, inapropiada distribución de la fuerza de
trabajo y una formación que no se adecua a los requerimientos del modelo de atención. A fines de
2010 se presentó ante el Congreso Nacional un proyecto de carrera sanitaria elaborado con amplia
participación del sector salud.

La Dirección Nacional Estratégica de Recursos Humanos en Salud, en su área de registro y control de


profesionales, cuenta en 2011 con más de 65.000 registros entre profesionales, técnicos y auxiliares.

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, el Instituto de Previsión Social y el Hospital de


Clínicas absorben 98% de la fuerza de trabajo del sector público de salud y una buena parte de los
empleados trabajan en horario parcial en el sector público, el privado y la seguridad social
simultáneamente.

En 2007, las bases de datos de la Dirección General de Recursos Humanos del Ministerio contenían
22.995 personas distribuidas en 24.146 cargos (con una razón cargo/persona de 1,15). Esta razón se
acentuó en 2010, principalmente para el personal médico que pasó a 1,39. A fines de 2010, el
Ministerio contaba con 16.891 empleados permanentes y 14.851 contratados.

No hay un programa establecido de capacitación permanente, excepto en el caso de enfermería y


obstetricia. Entre las experiencias educativas innovadoras se destacan la formación de técnicos
superiores en información en salud y en mantenimiento de equipos biomédicos, la conversión de
auxiliares de enfermería en técnicos superiores en enfermería y la creación en el Chaco de una
institución formadora de técnicos superiores en enfermería para indígenas.
SERVICIOS DE SALUD

En agosto de 2008 se inició un proceso de reforma basado en la estrategia de atención primaria de


salud como eje que articula el sistema nacional de salud. Para ello se desarrolló la red de unidades
de salud de la familia que, en diciembre de 2010, tenía 503 unidades que contaban con equipos de
salud compuestos por médico, licenciado en enfermería, auxiliar y agentes comunitarios. Esta red dio
acceso gratuito a servicios de salud a más de dos millones de personas pertenecientes a los grupos
más vulnerables de la sociedad. Un desafío estratégico es avanzar de la desconcentración progresiva
hacia una descentralización efectiva de la prestación de servicios de salud.

En 2009 egresaron 258.238 pacientes de los hospitales públicos, que contaban con 6.108 camas. Las
redes integradas de servicios de salud, basadas en la atención primaria, articulan el funcionamiento
de instituciones de salud y son un instrumento operativo estratégico, impulsado por el Ministerio de
Salud Pública, que ha tenido mucho éxito en Asunción, Central, Guairá y Cordillera (62). Se han
desarrollado convenios entre el Ministerio y el Instituto de Previsión Social para el uso conjunto o
coordinado de las redes de ambas instituciones.

Medicamentos y tecnología en salud

La Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria ejerce la regulación de los medicamentos y el control de


calidad de los productos farmacéuticos, con la colaboración de laboratorios nacionales. Las
estrategias y acciones buscan fortalecer su papel regulador y fiscalizador, promover las buenas
prácticas de manufactura de medicamentos y establecer un sistema de farmacovigilancia. En 2008 se
creó la Dirección General de Gestión de Insumos Estratégicos, con el objetivo de garantizar la
eficiencia de la gestión de suministros, insumos y dispositivos médicos, y el acceso a los
medicamentos e insumos en la operación de la red asistencial. Se estableció la lista nacional de
medicamentos esenciales (441, incluyendo vacunas) (63), y están en marcha iniciativas para el uso
racional de los medicamentos y el formulario terapéutico nacional.

En 2010 se hicieron 67.000 donaciones de sangre, 50% en el Ministerio, 30% en el Instituto de


Previsión Social, 14% en la Facultad de Ciencias Médicas y 6% en el sector privado. En los últimos
años se inició un proceso de ordenamiento de los centros de donación con el objetivo de aumentar
las donaciones y garantizar el acceso a sangre inocua.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
Mediante la rectoría de la Dirección General de Información Estratégica en Salud, el Ministerio de
Salud Pública y Bienestar Social lidera y coordina el Sistema de Información en Salud (SIS), definido
según los estándares de la Red Métrica de Salud. El diagnóstico inicial del Sistema mostró un
desarrollo precario, en torno a 50% del nivel óptimo.

El Plan Estratégico 2007–2011 rediseñó el SIS, incorporando una nueva política de gestión de la
información y tecnología de la información y la comunicación (TIC) basada en el uso de un software
libre y plataforma de acceso web, para lo cual se definieron 10 subsistemas integrales orientados a
eliminar la fragmentación innecesaria e ineficiente observada en el momento del diagnóstico.

PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN SALUD

En 2007, el número de publicaciones por 10.000 habitantes era de 0,01, cifra muy baja en relación
con el resto del Cono Sur. Entre 2007 y 2011, la investigación e innovación en salud se impulsó
desde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. El sector salud es el que tiene el mayor número
de publicaciones internacionales y está representado por 104 profesionales que constituyen 23% del
total de los investigadores (64).
En 2010, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social lanzó la política nacional de investigación
para la salud (65); además, en 2008, Paraguay fue el primer país de América Latina que conformó
una red para apoyar la toma de decisiones y la formulación de políticas de salud basadas en pruebas
(EVIPNet) (66).

Salud Y Cooperación Internacional


El cambio político registrado en Paraguay en 2008 significó también un giro en la política exterior del
país, con una mayor presencia en los espacios internacionales de discusión, como son el Mercosur, la
Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad Iberoamericana de Naciones (67, 68).

Entre 2008 y 2011, el país ha ejercido la presidencia pro tempore durante dos períodos en el
Mercosur (2009 y 2011) y uno en la Comunidad Iberoamericana de Naciones (2011), así como la
copresidencia pro tempore de la UNASUR (2011).

Síntesis Y Perspectivas
Paraguay tiene problemas de salud pública aún sin resolver, como la mortalidad materna, la sífilis
congénita, las epidemias de dengue, el cáncer cervicouterino, la disponibilidad de sangre inocua y la
ausencia de una política sólida de recursos humanos, entre muchos otros, que tienen un común
denominador: la falta de accesibilidad y calidad de los servicios de salud. Un sistema de salud
excluyente y fragmentado hizo fracasar o limitó el éxito de muchas de las políticas y medidas
correctoras que se han puesto en práctica durante años. El inicio en 2008 de un proceso de cambio,
que trajo la gratuidad de la atención y el acceso a la atención primaria a más de dos millones de
paraguayos y que debe dar paso a reformas de carácter estructural, abre un horizonte de cambio
real para una población secularmente excluida de la promoción y atención de la salud. Los principales
desafíos que se van a encontrar en este proceso son, por un lado, lograr la intervención intersectorial
y comunitaria en la toma de decisiones sobre salud, garantizando un enfoque que tenga en cuenta
los determinantes sociales y la participación social plena de la población y, por otro, asegurar un
presupuesto suficiente para realizar los cambios estructurales que reclama la salud pública del siglo
XXI.

Nicaragua

Introducción
La República de Nicaragua se encuentra en el istmo centroamericano, tiene una superficie total de
130.373,47 km2 (1) y se divide en 15 departamentos, dos regiones autónomas y 153 municipios. Su
capital es Managua. La constitución política (2) establece que Nicaragua "es una república
democrática, participativa y representativa", con cuatro poderes: legislativo (unicameral), ejecutivo,
judicial y electoral. Los municipios son la unidad político–administrativa del país, con autonomía
política, administrativa y financiera.

En 2011, la población estimada ascendía a 5.888.945 habitantes, de los cuales 8,6% eran indígenas,
50,5% mujeres y 49,5% hombres; 58,3% habitaba en zonas urbanas (1, 3, 4) (figura 1). La
esperanza de vida al nacer para ambos sexos era de 74,5 años (71,5 para los hombres y 77,6 para
las mujeres) (5). La tasa de crecimiento anual de la población era de 1,3% y la de migración neta, de
−7,10 por 1.000 habitantes (1).
En 2010, la población activa aumentó en 290.138 personas con relación a 2009 (65% para las
mujeres y 35% para los hombres) (4). Entre 2004 y 2009 el gasto público social per cápita pasó de
US$ 82 a US$ 141 (4) y el promedio anual del gasto aumentó 7% para la educación universitaria,
1,4% para la educación primaria y 1,8% para la secundaria (4); el gasto público en salud, como
porcentaje del producto interno bruto (PIB), aumentó de 6,4% a 10,5% y el del Ministerio de Salud,
de 3,0% a 4,1% (4). De 2005 a 2009, la pobreza extrema disminuyó 2,6% y la pobreza general
5,8%; en 2009, 44,7% de los habitantes eran pobres; 35% eran pobres no extremos y 9,7% pobres
extremos; la pobreza general ascendía a 67,8% en las zonas rurales y afectaba a 45,6% de los
hombres y 43,7% de las mujeres (6).

Determinantes Y Desigualdades En Salud


En el período 2008–2010, el analfabetismo disminuyó a 3,4% (7). La tasa neta de escolarización
primaria aumentó de 86,4% en 2006 a 92,8% en 2010. La educación inicial formal se incrementó de
55,3% en 2007 a 56,1% en 2010. En 2006–2007, 48,4% de los niños y las niñas abandonaron la
escuela por problemas económicos, y 27,3% lo hicieron por problemas culturales. Según datos de la
UNESCO, de cada 100 niños, 57 llegaron al quinto grado de primaria; 7% de la población en edad
escolar primaria permaneció fuera del sistema educativo.

El 8,6% de la población del país pertenece a pueblos indígenas o a comunidades étnicas (8). Hay 10
pueblos indígenas: 6 en la región del Atlántico nicaragüense (miskitu, mayagna [sumo], creole, ulwa,
rama y garífuna) y 4 en las del Pacífico, centro y norte del país (nahoa, cacaopera, chorotega y xiu).
El 25% de la población indígena mayor de 10 años es analfabeta. Las malas condiciones de vivienda
afectan a 71% de los miskitos y 82% de los sumos, en comparación con 65% a nivel nacional. El
hacinamiento afecta a 62% de los miskitos, en comparación con 38% para todo el país. No tienen
servicio eléctrico 62% de los miskitos, 90% de los mayagnas y 100% de los ramas, en comparación
con 28% a nivel nacional. El 47% de los miskitos no tiene vías accesibles en invierno, en
comparación con 27,3% para el país (9).

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

En 2004 disponían de agua potable 95,1% de los hogares de las áreas urbanas y 48,5% de los de las
rurales (10); en 2008 la cobertura ascendió a 98% en las áreas urbanas y 68% en las rurales. Hay
200 sistemas urbanos de agua potable, 136 con fuentes subterráneas en el Pacífico, 56 con fuentes
superficiales en la región central–norte y 8 en la región del Atlántico nicaragüense (11). La Asamblea
Nacional promulgó la Ley 722 que considera la formación de comités de agua potable, facilitando así
el funcionamiento de 5.400 organizaciones comunitarias.

En 2008, 63% de los hogares de las áreas urbanas tenían acceso a saneamiento (11). Existen 27
sistemas de alcantarillado sanitario, de los cuales 24 cuentan con procesos de tratamiento, y 15 se
encuentran en las cabeceras departamentales (11); hay una planta de tratamiento de aguas servidas
en Managua (11). El 94% de los sistemas de abastecimiento dependientes de la Empresa
Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados distribuye agua potable (12).

RESIDUOS SÓLIDOS

En 2007, la cobertura de recolección de residuos alcanzaba a 66% de los hogares urbanos y 35% de
los rurales. El 37% de la población contaba con servicios de recolección, 35% quemaba los residuos y
18% los vertía en la vía pública y en fuentes de agua (13).
DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO

La pérdida de bosques se estima en 70.000 hectáreas anuales. El 59% de los hogares utiliza leña
para cocinar, lo que representa un consumo anual de 2 millones de metros cúbicos de leña. La mayor
reserva de bosques y biodiversidad, Bosawas, perdió 32% de su cobertura boscosa entre 1987 y
2010 (13), debido a la falta de una política agraria que financie alternativas de producción agrícola y
limite la migración de campesinos en busca de tierras fértiles para la siembra de productos básicos.

PLAGUICIDAS Y CONTAMINANTES ORGÁNICOS PERSISTENTES

En 2008 se eliminaron 67 toneladas de plaguicidas y contaminantes orgánicos persistentes, 500


toneladas de plaguicidas vencidos y 1.500 toneladas de tierra contaminada que fue incinerada por
empresas europeas (13). En 2006–2010 se aplicó una política para utilizar equipos médicos libres de
mercurio y se restringió el uso de 10 importantes plaguicidas. En el mismo período, se registró un
promedio anual de 753 intentos de suicidios y 881 defunciones por uso de plaguicidas (14).

CAMBIO CLIMÁTICO

El aumento de la temperatura (de 0,2 a 1,6 grados centígrados), la disminución de las


precipitaciones (entre 6% y 10%) y la mayor frecuencia del fenómeno de El Niño y de huracanes
afectan al territorio nacional. Las peores amenazas son las sequías e inundaciones a las que están
expuestos 30% de los municipios.

DESASTRES

Entre 1990 y 2009, Nicaragua dio cuenta de 3,32% del total de los daños económicos causados por
desastres en la región de México y América Central. Se registraron 61 eventos, 17.000 defunciones,
3,5 millones de personas afectadas y daños económicos por US$ 2.746 millones (15).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

En 2000–2009 se registraron 996 defunciones relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio;


520 (52%) ocurrieron a nivel institucional (hospitales, centros y puestos de salud y centros
alternativos), 397 (40%) en el hogar y 79 (8%) en la vía pública y otros lugares. El 58,5% ocurrió en
mujeres de 20 a 34 años de edad, 22,4% en las de 35 a 54 años y 20% en adolescentes. Las
principales causas de mortalidad materna fueron: hemorragias 395 (39%), síndrome hipertensivo
gestacional 195 (20%), sepsis puerperal 86 (19%) y aborto 39 (4%). En 2010 se registraron 89
defunciones maternas; la tasa de mortalidad materna disminuyó de 90 por 100.000 nacidos vivos en
2006 a 64,7 por 100.000 en 2010 (14).

Entre 2006 y 2010, la captación precoz del embarazo aumentó de 38,4% a 49,1%, la cobertura de
control prenatal se elevó de 80,6% a 91,6% y el porcentaje de embarazadas con cuatro controles
prenatales se elevó de 43,2% a 60,4%. En el mismo período, los partos institucionales aumentaron
de 51,5% a 70,8% y la cobertura de planificación familiar aumentó levemente, de 12,9% a 13,0%
(14).

La proporción de uso de anticonceptivos en mujeres de 15 a 49 años casadas o unidas fue de 72,4%


y la de necesidad insatisfecha de servicios de planificación familiar, de 10,7% (16).
Niños (menores de 5 años de edad)

Entre 1998 y 2006, la tasa de mortalidad en menores de 5 años de edad descendió de 72 a 35 por
1.000 nacidos vivos, mientras que la tasa de mortalidad infantil bajó de 58 a 29 por 1.000 nacidos
vivos. Entre 2007 y 2009 se registró una disminución de 8% de las defunciones de menores de 5
años (de 2.249 a 2.068) y las defunciones de menores de 1 año se redujeron 9,13% (de 1.947 a
1.759) (14).

En el período 2006–2009, las defunciones neonatales disminuyeron de 1.352 a 1.228, las


defunciones neonatales precoces de 1.067 a 974 y las defunciones neonatales tardías de 285 a 205
(14).

La mortalidad neonatal contribuyó con 71% de la mortalidad infantil y con 50% de la mortalidad en
la niñez en 2006, y con 66% de la mortalidad infantil y 59% de la mortalidad en la niñez en 2010.
Las principales causas de defunción en menores de 1 año fueron los trastornos respiratorios y
cardíacos perinatales, la sepsis bacteriana del recién nacido, la diarrea, la neumonía y las
malformaciones congénitas (14).

Niños (5 años de edad y más)

Durante el período 2004–2010 se registraron 42.243 casos de enfermedades de notificación


obligatoria (50,0% en niñas y 49,9% en niños) (14). En 2008–2010 se notificaron 44.397 egresos
hospitalarios de escolares –57,1% niños y 42,9% niñas. En 2000–2010 se registraron 1.760
defunciones (57% correspondió a niños y 43% a niñas); 76,8% de las defunciones se produjeron en
zonas urbanas (14).

Adolescentes (15 a 19 años de edad)

En el período 1992–2007, la tasa específica de fecundidad en las mujeres de 15 a 19 años disminuyó


de 158 a 106 por 1.000 mujeres de ese grupo de edad (1).

El 39% de los adolescentes había tenido relaciones sexuales y de estos, 13% las había iniciado antes
de los 15 años. De los adolescentes con pareja, 46% tenía ya un hijo, y 30,7% alguna vez había
utilizado un método anticonceptivo. En 2010 se registraron 122.396 nacimientos, de los que 27%
correspondieron a madres adolescentes.

En el período 2004–2010 se registraron 57.915 casos de enfermedades de notificación obligatoria,


52,2% en mujeres y 47,7% en hombres. En 2008–2010 se registraron 187.322 egresos
hospitalarios, 17,2% de adolescentes (14).

En 2000–2010, de 6.493 defunciones de adolescentes, 63% ocurrieron en hombres y 77,5% en


zonas urbanas. De las defunciones maternas registradas en 2010, 20% fueron de adolescentes (14).

Adultos (20 a 59 años de edad)

Entre 2004 y 2010 se registraron 78.271 casos de enfermedades de notificación obligatoria en


adultos, 55,1% en mujeres y 44,8% en hombres (14).

En 2008–2010 se registraron 511.761 egresos hospitalarios de adultos (46,9% del total), de los
cuales 80% correspondió a mujeres por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio
(14).

En 2000–2010 se registraron 53.895 defunciones de adultos, 65% en hombres y 78% en las zonas
urbanas (14).

Adultos mayores (60 años de edad y más)


En 2006–2010, los adultos mayores representaban 6,1% de la población. El índice de envejecimiento
fue de 18 adultos mayores por cada 100 menores de 15 años. El número de consultas médicas
realizadas en el primer nivel de atención por este grupo de población aumentó de 847.171 en 2008 a
1.076.710 en 2010. Entre 2000 y 2010 se registraron 83.219 defunciones de adultos mayores, 51%
en hombres y 79% en zonas urbanas (14).

La familia

La tasa de crecimiento intercensal (1995–2005) disminuyó de 4,9 a 2,9 hijos por mujer (1). En
80,4% de 988.622 hogares viven niños. La proporción de hogares encabezados por hombres es de
68,6%, 60,7% en las zonas urbanas y 79,6% en las rurales (8). Se ha impulsado una política de
acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, y con ella se han ampliado los
servicios de prevención del VIH y la promoción de la salud sexual y reproductiva basada en los
derechos humanos y la equidad de género, haciendo hincapié en los adolescentes.

Trabajadores

Entre 2007 y 2010 se registraron 123 muertes y 85 casos de discapacidad por el síndrome de
descompresión en pescadores de la Región Autónoma del Atlántico Norte (14). Entre 2000 y 2010,
las defunciones anuales por insuficiencia renal aumentaron de 529 a 1.199, y la tasa de mortalidad lo
hizo de 10,4 por 100.000 habitantes en 2000 a 20,6 en 2010 (14). En este sentido, aun cuando
todavía no hay evidencias, se ha observado un incremento de insuficiencia renal crónica en
poblaciones de áreas agroindustriales del país (14).

Pueblos étnicos o raciales

En 2011 se promulgó la Ley 759 sobre medicina tradicional ancestral. Se reactivó la coordinación con
los pueblos indígenas del Pacífico, centro y norte. Se actualizó el proyecto para la construcción del
centro de medicina alternativa y se intercambiaron experiencias entre el personal del Ministerio de
Salud y las parteras para la adecuación cultural del parto humanizado. El Ministerio de Salud, en
coordinación con los gobiernos regionales, amplió la cosmovisión e incorporó conceptos de
interculturalidad en los modelos de atención de la salud en las regiones autónomas del Atlántico.

MORTALIDAD

Las neoplasias malignas, las enfermedades isquémicas del corazón, las enfermedades
cerebrovasculares, la diabetes sacarina y la insuficiencia renal crónica son enfermedades con alta
carga de mortalidad y las cinco principales causas de muerte. Entre 2007 y 2010 causaron 44% de
las 72.862 defunciones registradas (51% en hombres) (14).

Durante el mismo período se notificaron 9.042 defunciones por cáncer (53% en mujeres, 57% en
mayores de 60 años, 38% en el grupo de 20 a 59 años, y 71% en zonas urbanas) (14).

La mortalidad por cáncer de estómago representó 12% de las neoplasias. De las 1.105 defunciones
registradas por esta causa, 56% se produjo en hombres, 65% en el grupo de 60 y más años, y 62%
en zonas urbanas (14).

Entre 2007 y 2010 se registraron 983 defunciones por cáncer cervicouterino y 524 por cáncer de
mama. Entre estos años, la mortalidad por cáncer de mama y cervicouterino aumentó 18% y 9%,
respectivamente. En el grupo de 20 a 59 años de edad, 62% de las defunciones se debieron a cáncer
cervicouterino y 55% a cáncer de mama. Se notificaron 692 defunciones por cáncer de próstata (8%
de las neoplasias): 95% en el grupo de 60 y más años de edad y 68% en zonas urbanas (14).

Entre 2007 y 2010 se registraron 18.090 defunciones por enfermedades cardiovasculares, 51% en
hombres, 82% en el grupo de 60 y más años y 67% en zonas urbanas. La mortalidad por
enfermedades isquémicas del corazón aumentó 11%, por enfermedades cerebrovasculares 15%, por
enfermedad hipertensiva 13% y por insuficiencia cardíaca 3% (14). En el mismo período se
notificaron 5.673 defunciones por diabetes, 69% en el grupo de edad 60 y más años, 57% en
mujeres y 79% en zonas urbanas (14). Las enfermedades crónicas de las vías respiratorias
produjeron 2.655 defunciones, 91% en el grupo de 60 y más años, 52% en hombres y 70% en zonas
urbanas (14).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

La malaria está en fase de pre–eliminación y se encuentra en preparación la certificación de


municipios libres de transmisión de la enfermedad. El índice parasitario anual pasó de 0,56 por
10.000 habitantes (3.114 casos) en 2006 a 0,10 por 10.000 (692 casos) en 2010. En 2010, la Región
Autónoma del Atlántico Norte registró 87% de los casos del país y 96% de los mismos fueron
causados por Plasmodium falciparum. El 78% de los casos a nivel nacional fueron causados por P.
vivax y 22% por P. falciparum; las infecciones mixtas fueron inferiores a 1%. El principal vector
es Anopheles albimanus.

En 2006, la tasa de morbilidad notificada por dengue fue de 2,32 casos positivos por 10.000
habitantes para el dengue clásico y 0,12 por 10.000 habitantes para el dengue grave. La tasa de
morbilidad por dengue aumentó casi cuatro veces en 2010, a 8,87 por 10.000, y se redujo a 0,06
para el dengue grave. El serotipo 2 predominó en los años 2006 y 2007 y el serotipo 3 entre 2008 y
2010. En 2010, la tasa de mortalidad por dengue fue de 0,15 por 100.000 habitantes y la letalidad
por dengue grave fue de 26%.

En 2009–2010 se realizaron verificaciones entomológicas sobre los principales vectores de la


enfermedad de Chagas en cinco departamentos donde la enfermedad es endémica, y los resultados
mostraron ausencia de Rhodnius prolixus. En 2010 se obtuvieron resultados serológicos negativos en
niños de localidades con antecedentes de infestación de este vector.

Enfermedades prevenibles por vacunación

Entre 2006 y 2010 no se notificaron casos de poliomielitis, difteria, sarampión y rubéola; se


notificaron 13 casos de tétanos no neonatal (la mayoría en adultos) y 107 casos de tos ferina. En
2008, la campaña de seguimiento para la eliminación del sarampión, la rubéola y el síndrome de
rubéola congénita en niños de 1 a 4 años de edad alcanzó una cobertura de 100%. En 2010, la
vacunación con todos los biológicos en menores de 1 año y de 12 a 23 meses de edad logró una
cobertura de 100% (excepto con la vacuna contra rotavirus, que fue de 97%). En 2010, 60% de los
municipios habían logrado una cobertura superior a 95% para la DPT3. En 2006 se introdujo en el
esquema nacional la vacuna contra rotavirus; en 2007, la vacuna contra la influenza en los niños de
6 a 23 meses y en los mayores de 50 años con enfermedades crónicas subyacentes, y en 2010 la
vacuna antineumocócica 23–valente en los grupos de riesgo.

Zoonosis

La población en riesgo de contraer leptospirosis asciende aproximadamente a 1.206.720 habitantes.


Se notificaron 64 casos en 2006 y 653 casos y 20 defunciones en 2010. Entre 1995 y 2007 se
aislaron en seres humanos más de 50 cepas conocidas de leptospiras de distintas serovariedades y
tres nuevas cepas.

Anualmente se notifica un promedio de 12.000 personas lesionadas por animales transmisores de


rabia. Entre 2006 y 2010 se presentaron 13 casos de rabia animal. Cada año se realizan campañas
de vacunación antirrábica canina, lo que contribuye a la ausencia de casos en perros. No se
presentan casos de rabia humana desde 1999.

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

La tasa de incidencia nacional de infección por el VIH aumentó de 7,6 por 100.000 habitantes en
2006 a 16,2 por 100.000 en 2010 (17).

En 2008, el número de personas con VIH ascendió a 7.300 y la tasa de prevalencia de VIH en adultos
de 15 a 49 años, a 0,2% (18). La razón hombre/mujer fue de 3,1:1 en 2001 y de 1,7:1 en 2009.
Predomina la transmisión sexual (94%), con 78% en personas heterosexuales (18). Los adolescentes
representaron 6,8% de las nuevas infecciones por VIH en 2006 y 9% en 2009; 60% de los casos
nuevos en adolescentes ocurrieron en mujeres. La prevalencia de VIH en mujeres embarazadas fue
de 0,11% en 2008–2009, similar a la del período 2004–2005. En 2005–2009, el número de pruebas
de VIH aumentó de 59.995 a 123.547. La proporción de niños y adultos en tratamiento antirretroviral
pasó de 44% en 2007 a 65% en 2009.

La prevalencia de coinfección de VIH y tuberculosis fue de 2,2% en 2002 y 3,2% en 2007. En 2009,
26% de los casos nuevos de tuberculosis en personas con VIH recibieron tratamiento. El porcentaje
de adultos y niños que recibieron tratamiento contra la infección latente de tuberculosis fue de 61%,
pero 39% no recibieron tratamiento profiláctico con isoniazida, lo que facilita la coinfección (19).

Tuberculosis

En 2006–2010, 52% de los casos de tuberculosis notificados procedían de los departamentos de


Chinandega y Managua. Se registraron 1.400 casos nuevos anuales con baciloscopia positiva. Entre
2007 y 2010, la tasa de detección aumentó de 78% a 93% y la tasa de incidencia notificada pasó de
41 por 10.000 habitantes a 42 por 10.000. La tasa de incidencia notificada para baciloscopias
positivas disminuyó de 26 a 25, el éxito terapéutico fue de 85% y la tasa anual de abandono, 6%.

Enfermedades emergentes

Durante el período 2007–2010 se registraron 1.310.653 casos de enfermedad diarreica aguda, cuya
tasa de morbilidad subió de 386,82 por 10.000 habitantes a 479,86 por 10.000; la tasa de
mortalidad se redujo de 2,61 a 2,08 por 100.000 habitantes (120 defunciones anuales). Se
notificaron 8.923.714 casos de infecciones respiratorias agudas, con una tasa de morbilidad
ascendente de 2.423,67 por 10.000 habitantes en 2007 y 3.557,85 por 10.000 en 2010. Se
registraron 1.380.196 casos de neumonía, cuya tasa de morbilidad disminuyó de 445,88 por 10.000
habitantes a 387,99 por 10.000, y cuya tasa de mortalidad bajó de 9,07 a 9,01 por 100.000
habitantes. En 2009 se diagnosticaron 2.175 casos confirmados de influenza A (H1N1) y 11
defunciones. Se activó el plan nacional de respuesta frente al riesgo de influenza pandémica e
influenza aviar y se formó una comisión intersectorial para el seguimiento y la aplicación del plan. Se
fortaleció la vigilancia epidemiológica en las puertas de entrada al país y para la respuesta se contó
con tecnología (diagnóstico molecular), medicamentos, normas y protocolos. Se vacunó a 23.261
trabajadores de salud pública (88%), 8.114 del sector de salud privado (94%), 58.435 embarazadas
(88%) y 526.473 niños de 6 meses a 4 años.

Enfermedades nutricionales

La desnutrición infantil crónica en menores de 5 años disminuyó de 25,8% en 2001 a 21,7% en


2006, pero persisten desigualdades tales como la existencia del doble de niñas y niños desnutridos
crónicos en las áreas rurales en comparación con las urbanas, y 3,4 veces más riesgo de desnutrición
para los nacidos de madres con tres o menos años de educación. El riesgo de desnutrición es seis
veces mayor en el quintil más pobre, en comparación con el quintil más rico (16).

La prevalencia de desnutrición crónica en escolares de 6 a 9 años de edad es de 27,2% (20).


En 2006–2007, 94% de los nacidos vivos recibió lactancia materna, 54% recibió alimentación al
pecho dentro de la primera hora de nacido y 81% fue amamantado en el primer día (16).

La duración de la lactancia exclusiva en menores de 2 a 3 meses de edad disminuyó de 34% a 28%


entre 2001 y 2007, mientras que la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de edad se mantuvo en
31% (16).

La prevalencia de anemia (hemoglobina inferior a 11 g/dl) en niños de 5 a 59 meses disminuyó de


45,5% en 2007 a 10,9% en 2009 (14).

Accidentes y violencia

En 2006–2010 se registraron 107.587 accidentes de tránsito, 2.680 defunciones y 24.678 lesiones.


Entre esos años los accidentes de tránsito aumentaron 55%, las lesiones 56% y las defunciones
21%; 17% del total de los accidentes de tránsito se originaron por la presencia de conductores ebrios
(21).

En el período 2006–2010 se notificaron 2.587 homicidios, 1.172 asesinatos, 80.228 lesiones y 9.010
violaciones; 43% de las víctimas tenían entre 14 y 35 años. El 12,2% de los victimarios eran
adolescentes y 40% de los hombres victimarios estaban desempleados (21). Entre 2007 y 2010, los
casos de suicidios disminuyeron de 353 a 320 y la tasa por 100.000 habitantes lo hizo de 6,3 a 5,5
(14).

Entre 2007 y 2010 se registraron 14.705 casos de violencia contra la mujer −40% correspondió a
violencia física y 12% a violencia sexual (14).

En 2009 se registraron 31.759 denuncias de violencia contra personas y 34.763 en 2010. De las
denuncias presentadas en 2010, 11,4% se catalogaron como violencia intrafamiliar y 10,8% como
delitos sexuales; de estos últimos, 47% fueron violaciones y 25% casos de abuso sexual (21). De
4.964 peritajes médicos legales realizados en 2009, 90% se debieron a abuso sexual (88,6% en
mujeres y 55,2% en el grupo de 11 a 17 años) (22). Entre 2006 y 2010 el número de mujeres
asesinadas por sus parejas y ex parejas subió de 16 a 39; se ha formado una red comunitaria para
prevenir la violencia contra la mujer y se ha tipificado el feminicidio en el código penal.

Personas con discapacidades

En 2010 se visitaron 179.138 hogares y se encontraron 126.316 personas con discapacidad; la tasa
fue de 2,5 por 100 habitantes. La discapacidad intelectual afectó a 32.728 personas, con una tasa de
0,63 por 100 habitantes (25,9%); 4.471 fueron casos críticos de discapacidad.

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


POLÍTICAS DE SALUD

El Plan Nacional de Desarrollo Humano (2008–2012) y la Política Nacional de Salud (2007–2011)


establecen la ampliación de la cobertura y el mejoramiento de la calidad de los servicios de salud
mediante la aplicación del Modelo de Salud Familiar y Comunitaria. El Plan Nacional de Salud (2004–
2015) tiene como propósito garantizar el derecho y el acceso equitativo, universal y gratuito a los
servicios públicos de salud.

El sistema de salud comprende al sector público y al sector privado. El sector público está integrado
por el Ministerio de Salud, los servicios médicos del Ejército de Nicaragua y de la Policía Nacional, y el
Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). El sistema cuenta con la participación pública y
privada para su financiamiento y la prestación de servicios, y los sectores público y privado tienen
escasa integración y articulación. El Ministerio de Salud es responsable por la rectoría sanitaria y es
el principal prestador de servicios. La cobertura institucional de la atención es la siguiente: Ministerio
de Salud, 65%, INSS, 18% (sus afiliados y familiares), Gobernación y Ejercito, 6%, e instituciones
privadas, 11%. En 2010, el INSS contaba con 534.881 afiliados.

En 2008 comenzó la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Se evaluó la capacidad
de vigilancia y respuesta ante posibles eventos de salud pública. Se revisó la legislación acorde con el
nuevo RSI, se creó el Centro Nacional de Enlace, se designó al Centro Nacional de Diagnóstico y
Referencia como Centro Nacional de Influenza y se constituyó la Comisión Nacional Intersectorial
para la Implementación del RSI.

DESEMPEÑO DE LOS SISTEMAS DE SALUD

El Modelo de Salud Familiar y Comunitario asegura el acceso a los medicamentos básicos para
hipertensión, diabetes sacarina, epilepsia, artritis y asma. El Plan Nacional de Micronutrientes 2010–
2015, la Guía básica de micronutrientes y la Tabla de composición de alimentos de Nicaragua brindan
orientación para prevenir la obesidad en los niños. El programa comunitario de salud y nutrición
promueve el cambio de actitud y el comportamiento hacia el cuidado de la salud y la nutrición en los
menores de 5 años. En 2010, la Asamblea Nacional aprobó normas técnicas obligatorias para el
expendio de alimentos en los centros educativos.

En el período 2007–2010 se instalaron 19 clínicas para la prevención del cáncer cervicouterino en las
que se emplea la técnica de inspección visual con ácido acético para el diagnóstico, se publicaron
normas técnicas, guías y protocolos para el tratamiento de las enfermedades crónicas y se
actualizaron normas sobre la diabetes sacarina.

LEGISLACIÓN EN SALUD

La Ley General de Salud y la Ley 324 y su Reglamento constituyen la base del marco jurídico en
salud, junto con 21 disposiciones específicas para el Ministerio de Salud. En 2011 se promulgaron
leyes sobre carrera sanitaria y medicina tradicional y ancestral. Desde 2007, el Ministerio de Salud
participa en gabinetes sociales, de producción y de juventud, donde se formulan y diseñan políticas,
estrategias e intervenciones integrales para grupos prioritarios de población.

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

En 2010 el presupuesto destinado a salud ascendió a 5.334 millones de córdobas. 1 El 94% se invirtió
en gastos corrientes y 6% en gastos de capital. El 64,2% correspondió a rentas del tesoro, 11,8% a
donaciones, 9,2% a alivios del Banco Mundial, 7,8% a alivios del Club de Paris, 2,9% a préstamos,
2,2% a alivios del Banco Interamericano de Desarrollo y 1,8% a rentas con destino específico. En
2010 el presupuesto creció 33,5% en relación con el de 2006, que fue de US$186,8 millones.

POLÍTICAS DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS

El desarrollo de recursos humanos es parte de la Política Nacional de Salud y del Plan de Desarrollo
Humano, y está presente en las 10 prioridades del Ministerio de Salud, cuyo Plan de Desarrollo de
Recursos Humanos está basado en siete manuales de gestión.

SERVICIOS DE SALUD

En 2010, el Ministerio de Salud contaba con 1.160 unidades ambulatorias y 64 hospitales; de estos
últimos, 31 correspondían al primer nivel de atención. De 33 hospitales de segundo nivel, 12 estaban
en Managua. Existen dos bancos nacionales de sangre y 18 establecimientos públicos de medicina
transfusional.
La política nacional de medicamentos promueve el acceso gratuito a los medicamentos esenciales y
la utilización de genéricos, de acuerdo con el Plan Estratégico Nacional para el Uso Racional de los
Medicamentos. En 2010 había 1.563 farmacias.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos Humanos
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN SALUD

El proyecto piloto de conectividad incluye la interconexión de 45 sitios (sedes departamentales,


hospitales y centros de salud municipales) de la Región Autónoma del Atlántico Sur, Río San Juan,
Boaco y Chontales y de nueve municipios de Managua. En 2010 se construyeron y equiparon seis
hospitales para atención primaria, y se adquirió equipo para 14 hospitales departamentales y de
referencia nacional. En 2007–2008 se puso en funcionamiento un centro de alta tecnología.

La principal fuente de acceso a información es la Biblioteca Nacional de Salud. Se han hecho


progresos en la consolidación de la Biblioteca Virtual de Salud.

RECURSOS HUMANOS

En 2010, el Ministerio de Salud contaba con 27.294 trabajadores (22.049 en nómina fiscal); había
5,6 médicos, 4,4 enfermeros y 6,4 auxiliares de enfermería por 10.000 habitantes. El cupo para la
formación de médicos especialistas aumentó de 50 en 2006 a 300 en 2010, y el Ministerio de Salud
concedió becas para todos los profesionales. Entre 2005 y 2010 emigraron 974 profesionales: 873
médicos (319 mujeres y 554 hombres) y 101 enfermeros (86 mujeres y 15 hombres).

Salud Y Cooperación Internacional


Durante el primer semestre de 2010 se desembolsaron US$ 582,9 millones en recursos externos
oficiales para Nicaragua, 15,4% más que en el primer semestre de 2009 (19% del PIB). Las fuentes
multilaterales (14 organismos) donaron US$ 40,9 millones. La OPS/OMS destinó US$ 3,4 millones
para invertir en recursos humanos, US$ 900.000 para el Plan Nacional de Desarrollo en Salud, US$
800.000 para salud familiar y comunitaria, y US$ 500.000 para sistemas y servicios de salud y
tecnología. En 2009 se destinaron a salud US$ 18.149.307, en 2010 US$ 7.152.436 y en 2011 US$
3.397.407 provenientes de préstamos de diversas fuentes internacionales.

Síntesis Y Perspectivas
El país atraviesa procesos de afianzamiento de la paz, fortalecimiento de la democracia, ejercicio de
libertades públicas y estabilización económica. La democracia es joven y se manifiesta a través del
desarrollo de instituciones y organizaciones públicas y privadas.

La mayor reserva de bosques y biodiversidad de Nicaragua perdió en 18 años 20% de su extensión,


equivalente a 550.000 hectáreas, y está en proceso de desertificación 36% del territorio nacional,
con repercusiones negativas para el cultivo y la producción de alimentos. El riesgo de desastres
naturales afecta el desarrollo sostenido; el limitado acceso al agua potable y el saneamiento, junto a
severas deficiencias en el manejo de los residuos sólidos, llevan a un mayor deterioro ambiental y a
la presentación de brotes recurrentes de enfermedades transmisibles. La disminución de la Ayuda
Externa para el Desarrollo tendrá consecuencias en el desarrollo nacional, ya que el modelo
económico y productivo requiere aún de asistencia externa para su consolidación.
En el sector salud existen una elevada fragmentación en su organización y funcionamiento, una red
de establecimientos con importantes limitaciones en cuanto a estructura y procesos, y un sistema de
información en el que el subregistro es una constante; todo ello incide en la capacidad del Ministerio
de Salud y limita el ejercicio de su función rectora.

La morbilidad y la mortalidad por causas asociadas al embarazo, el parto y el puerperio, y la


mortalidad neonatal e infantil deben ser una prioridad. Especial mención merecen las causas
relacionadas con la violencia de cualquier tipo, los suicidios y los accidentes de tránsito. Es clara la
existencia de un perfil epidemiológico de elevada complejidad, que requerirá de intervenciones
multisectoriales efectivas.

El principal desafío para el país lo constituyen la consolidación y el fortalecimiento de una democracia


participativa, que favorezca el actual modelo económico productivo y permita mantener el apoyo
político y financiero a las actividades dirigidas a los sectores sociales postergados, en especial en
materia de educación y salud.

El país cuenta con una política sanitaria nacional que promueve el tratamiento multisectorial de los
riesgos y problemas de salud. Esta política establece asimismo la ampliación de la cobertura de
manera gratuita y el mejoramiento de la calidad de los servicios mediante la aplicación del Modelo de
Salud Familiar y Comunitario y del Modelo de Participación Ciudadana.

Honduras

Introducción
En Honduras hay un gobierno democrático desde 1982 y se realizan elecciones presidenciales cada
cuatro años. En junio de 2009 el país se sumió en una grave crisis política que trajo consigo una
"pausa de los desembolsos" y el recorte de flujos de fondos internacionales, los que se utilizan en
proyectos claves para el desarrollo económico y social (1). Tras un período de seis meses con un
gobierno interino elegido por el Congreso Nacional, se realizaron elecciones generales que otorgaron
la presidencia al Partido Nacional. En el año 2010, el Gobierno aprobó un instrumento de planeación
del desarrollo económico social y político, la Ley "Visión de País 2010–2038 y Plan de Nación 2010–
2022", mediante el cual se dividió el territorio en seis regiones de desarrollo y 16 subregiones de
acuerdo con las cuencas hidrográficas principales. Sin embargo, no se sustituyó la división geopolítica
establecida en el país de 18 departamentos, 298 municipios, 3.731 aldeas y 30.591 caseríos (2).

El país tiene una extensión territorial de 112.492 km2. Limita al norte con el mar Caribe, al sur con el
golfo de Fonseca (océano Pacífico) y El Salvador, al este con Nicaragua y al oeste con El Salvador y
Guatemala. La población proyectada para 2010 de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística
era de 8.045.990 habitantes (49,3% hombres y 50,7% mujeres). La esperanza de vida al nacer era
de 73,6 años (77,2 para las mujeres y 70,1 para los hombres), y mostró un incremento de 1,4 en
relación con el quinquenio 2001–2005 (3) (figura 1). La población económicamente activa representa
42,1% de la población (3,4 millones); de esta, 36% está compuesta por mujeres y 53% reside en el
área rural.

Se estima que entre los años 2000 y 2010 un equivalente a 7,5% de la población total ha dejado el
país, y que 92,5% de los que emigraron pertenecían al grupo de la población económicamente activa
(4, 5). El Foro Nacional para las Migraciones en Honduras ha informado que en un período de 10
años, en promedio 30.000 personas han sido deportadas anualmente desde Estados Unidos de
América y México. Cerca de 78% del total de la población migrante tiene entre 15 y 34 años, y con
mayor frecuencia son hombres.

Por ser Honduras parte del grupo de países clasificados como altamente endeudados, en 2005 se le
concedió una condonación de US$ 1.300 millones en el marco de la Iniciativa Multilateral de Alivio de
Deuda (6). El valor de la deuda externa en diciembre de 2010, de acuerdo con cifras del Banco
Central de Honduras, era de US$ 3.700 millones (24,4% del PIB), lo que representaba un 12,1%
más que en 2009.

Durante la década 2001–2010 la economía creció a un promedio de 6% anual, pero en 2009 se


registró una contracción económica de 2,1%, influenciada por la crisis mundial y la situación política
que afrontó el país en el segundo semestre de dicho año (6). Sin embargo, de acuerdo con datos
suministrados por el Banco Central Honduras, en 2010 la economía inició un nuevo ciclo de
recuperación y se estima un crecimiento del producto agregado de 2,6%.

Entre 2001 y 2009 la pobreza se ha reducido 4,9 puntos porcentuales, mientras que la pobreza
extrema ha disminuido 7,8 puntos porcentuales (1). En 2010, el Instituto Nacional de Estadística
notificó que 58,8% de los hogares vivía en condiciones de pobreza y de estos, 64,4% se encontraba
en las áreas rurales (cuadro 1).

En 2010, el Instituto Nacional de Estadística comunicó que el ingreso promedio mensual era de US$
252, y más elevado en el área urbana (US$ 375,71) que en la rural (US$ 152,18). Aproximadamente
1,6 millones de personas se encontraban desempleadas. La tasa de desempleo abierto era de 3,9%,
y cerca del doble en las mujeres en comparación con los hombres (5,3% y 3,2%, respectivamente).
El 25,4% de los jóvenes de 15 a 24 años no trabajaba ni estudiaba y tenía pocas posibilidades de
incorporarse a programas flexibles de formación vocacional, lo cual favorecía el ingreso de esta
población a pandillas (maras). En 2006, el salario de las mujeres en igualdad de condiciones
laborales y capacidades representó 67,6% del salario promedio devengado por los hombres (1).

En 2007, el índice de desarrollo humano (IDH) fue de 0,709 y Honduras ocupaba la posición 117 de
179 países clasificados con un nivel de desarrollo humano medio. La comparación del IDH por
departamentos mostró que Francisco Morazán tenía el IDH más alto (0,770) y Lempira el más bajo
(0,619).

Varios han sido los logros alcanzados en el quinquenio 2006–2010 que contribuirán al mejoramiento
de la salud materno–infantil, tales como la actualización del marco normativo y los protocolos para la
atención de la mujer y el recién nacido, la introducción de la vacuna contra el rotavirus en el
esquema nacional de vacunación y la elaboración del Plan Nacional de Lactancia Materna 2009–2013.
En materia de enfermedades transmitidas por vectores, se certificó la interrupción de la transmisión
de la enfermedad de Chagas por Rhodnius prolixus. Con respecto a las enfermedades crónicas no
transmisibles, entraron en vigor la Ley Sobre Actividades Nucleares y Seguridad Radiológica y la Ley
Especial para el Control del Tabaco a partir de 2010, y se puso en práctica el Plan Estratégico
Nacional para la Prevención y el Control del Cáncer 2009–2013. En el área de desarrollo sostenible y
salud ambiental se publicó el primer Análisis Sectorial de Residuos Sólidos, que marca la pauta para
el desarrollo del sector.

Determinantes Y Desigualdades En Salud


Entre 2001 y 2010, el analfabetismo se redujo 3%, (17% en 2010). El promedio de escolaridad en
los mayores de 15 años de edad fue de cinco años y 85% de la población con algún nivel de
escolaridad ha cursado únicamente el nivel primario, 12% el nivel secundario y solo 3% de los
adultos ha alcanzado algún nivel superior (1, 2).
En 2005, la matrícula en los niños y las niñas de 6 a 11 años de edad fue de 85,9%, proporción que
aumentó a 89,5% en 2009. La proporción de niños y niñas que se matriculan en primer grado y
terminan el ciclo primario no sobrepasa 60%; por tanto, la meta fijada en el segundo de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio no se alcanzará mientras no se solucionen los problemas
estructurales que afectan al sistema educativo (1, 2).

El Instituto Nacional de la Mujer (INAM) lidera las acciones relacionadas con el género en el país. Se
dio un paso con la creación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras 2010–2022.
Este Plan presenta los principales logros alcanzados sobre la disponibilidad de información para
visibilizar la situación de las mujeres y las desigualdades de género. En las elecciones de 2005,
24,2% de las diputaciones fueron ganadas por mujeres, mientras que en 2009 esta proporción bajó a
19,6%; la elección de mujeres para alcaldías pasó de 7,7% en 2005 a 6,0% en 2009 (1).

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, existen seis grupos indígenas y dos
afrodescendientes que en conjunto constituyen 7,2% de la población. La mayoría son los lenca
(4,6%) seguidos de los garífuna y miskito (0,8%, respectivamente). En 2010 se creó la Secretaría de
Estado en los Despachos de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afrohondureños y de Políticas de
Igualdad Racial (2); sin embargo, la información desagregada por pueblos indígenas y
afrohondureños aún no está disponible.

Medio Ambiente Y Seguridad Humana


ACCESO DE LA POBLACIÓN A AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

El Consejo Nacional de Agua y Saneamiento informó que entre 2006 y 2010 la cobertura de servicios
de agua pasó de 84% a 86% de la población (7). En 2010, esta cobertura fue de 81,3% para las
viviendas del área rural y 95% para las del área urbana (8). La meta correspondiente al séptimo de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio fija una cobertura de 88,5%, la cual es probable que se
alcance (1). Sin embargo, en las zonas rurales donde el sistema de agua se administra por Juntas no
se realiza la cloración del agua, y en el área urbana la discontinuidad del servicio y las fracturas
producidas en la red de distribución provocan la contaminación del agua que en su origen fue
adecuadamente clorada (9).

En 2008, la Comisión de Agua y Saneamiento notificó que 71% de las viviendas tenía acceso a
servicios mejorados de alcantarillado y saneamiento básico (62% en el área rural y 80% en la
urbana), proporción que aumentó a 78,2% en 2009. A nivel nacional, 60% de las viviendas urbanas
tenía conexión al alcantarillado sanitario; sin embargo, en las localidades urbanas intermedias y
pequeñas este tipo de instalación se reduce a 44% (9). La meta fijada en el séptimo de los Objetivos
de Desarrollo del Milenio para 2015, de lograr una cobertura de 50%, ya ha sido alcanzada.

Según el ente regulador de los servicios de agua potable y saneamiento, la cobertura con servicios
de tratamiento de las aguas residuales provenientes de fuentes domésticas fue de 22,1% en 2006,
proporción que aumentó a 27,3% en 2009 (10). Únicamente 38% de las localidades urbanas cuenta
con sistemas de tratamiento de aguas residuales.

RESIDUOS SÓLIDOS

Según publicaciones del Banco Interamericano de Desarrollo y la OPS, se estimó que en 2007 se
generaban diariamente 3.792 toneladas de residuos, cifra que aumentó a 4.880 toneladas en 2010
(11). Los datos sobre disposición final pusieron de manifiesto que solo 60 municipios (20%) tenían
cobertura con servicios de recolección, y que únicamente 4% de las 298 municipalidades contaba con
instalaciones apropiadas para disponer los residuos sólidos generados por las actividades domésticas
y productivas; la mayor parte de los residuos se disponen en botaderos a cielo abierto (12).

DEFORESTACIÓN Y DEGRADACIÓN DEL SUELO


Honduras es considerado un país forestal y 85% del territorio está cubierto de bosques; sin embargo,
se han perdido de 34.000 a 58.000 hectáreas, que corresponde a una tasa anual de deforestación de
0,6% a 1,1%; esto conllevó una reducción de la superficie de bosques de 5,3% entre 2005 y 2010
(1).

CONTAMINANTES ORGÁNICOS PERSISTENTES

Como parte de las actividades previstas en el Convenio de Estocolmo, se identificaron alrededor de


3,6 toneladas de plaguicidas considerados contaminantes orgánicos persistentes; 96% correspondió
a DDT (mezclado con residuos de fenitrotión) y el restante 4% a clordano con aldrina. Sin embargo,
el país no cuenta con capacidad de gestión y reducción de los contaminantes orgánicos persistentes
(12).

CAMBIO CLIMÁTICO

Honduras ocupa el tercer lugar del mundo respecto a exposición y vulnerabilidad ante los riesgos del
cambio climático, con un índice de riesgo de 10,8 entre los años 1990 y 2009. Como suscriptor de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en el año 2010 el país elaboró
la Estrategia Nacional de Cambio Climático, con la finalidad de contribuir a la adaptación y mitigación
de los efectos producidos por el mismo (13).

Condiciones De Salud Y Sus Tendencias


PROBLEMAS DE SALUD DE GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN

Salud materna y reproductiva

La tasa global de fecundidad en las mujeres de 15 a 49 años descendió de 4,4 hijos por mujer en
1998–2001 a 3,3 en 2003–2006. Sin embargo en Lempira (5,1), Intibucá (4,8), Olancho (4,2),
Copán (4,0), Comayagua (3,8), Colón (3,7) y La Paz (3,7) superó el valor nacional (14).

En 2006, 65% de las mujeres tenía acceso a métodos de planificación familiar, pero con una gran
diferencia entre las mujeres que residían en las zonas urbanas (70%), pertenecían al grupo de 30 a
44 años (72%), tenían una educación superior (77%) y se ubicaban en el estrato superior de riqueza
(73%). En el mismo año, 17% de las mujeres en unión no tenía acceso a planificación familiar (14).

La atención prenatal aumentó de 83% en 2001 a 92% en 2006. Esta atención es prestada en su
mayoría por médicos (71%), seguidos por personal de enfermería (21%).

Recibieron atención prenatal por un profesional de salud 93% de las mujeres en el área urbana y
90% en la rural, así como 98% de las mujeres ubicadas en el quintil superior de riqueza, en
comparación con 88% de las del quintil inferior (14).

En 2006, 67% de los partos fueron atendidos en una institución del sector público (61%) o del sector
privado (5%). En el área urbana, 89% de los partos recibieron atención institucional, en contraste
con el área rural donde solo la mitad ocurrió en una institución calificada; 96% de los nacidos vivos
correspondió a mujeres del quintil superior de riqueza. Entre los partos que no fueron atendidos por
personal de salud (33%), 80% fueron asistidos por parteras y su ocurrencia fue mayor en los
departamentos de Lempira (62%), Intibucá (54%) y La Paz (53%) (14).

Niños (menores de 5 años de edad)

Entre 1995 y 2006 hubo una reducción clara en la tasa de mortalidad infantil (cuadro 2). Sin
embargo, si se mantuviera esta misma tendencia no se lograría alcanzar la meta fijada en el cuarto
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el año 2015, que es de 12 defunciones por 1.000
nacidos vivos (1).

En 2006 la mortalidad infantil se estimó en 23 por 1.000 nacidos vivos. Los departamentos de
Copán, La Paz y El Paraíso presentaron una tasa de 35 por 1.000 nacidos vivos cada uno (14). La
tasa de mortalidad neonatal fue de 14 por 1.000 nacidos vivos y representó 61% de la mortalidad
infantil, cuya reducción continúa siendo el mayor desafío para el logro del cuarto de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (1, 14).

En 2006, la tasa de mortalidad en la niñez (menores de 5 años) fue de 30 por 1.000 nacidos vivos, y
mostró una tendencia al descenso entre 1991 y 2006 debido a la reducción de las muertes por
diarrea y deshidratación (de 21% a 13%) y por infecciones respiratorias agudas (de 24% a 17%). De
mantenerse este ritmo, se esperaría una tasa de mortalidad en la niñez de 18 por 1.000 nacidos
vivos para 2015, lo cual estaría cerca de la meta fijada en el cuarto de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio, que es 16 por 1.000 nacidos vivos.

Entre 2005 y 2006, 75% de los niños de 12 a 23 meses recibió todas las vacunas esenciales, frente a
78% en 2001. Se han logrado coberturas superiores a 95% en los menores de 2 años con todos los
biológicos. En 2009, la Secretaría de Salud introdujo la vacuna contra el rotavirus, con la que se
alcanzó una cobertura de 82% en ese año y 98% en 2010.

Adolescentes (10 a 19 años de edad)

Los adolescentes (población de 10 a 19 años) representan 38,4% de la población. Según el Instituto


Nacional de Estadística, en 2006, 21,5% de las mujeres de 15 a 19 años de edad alguna vez habían
estado embarazadas; en el departamento de Colón se notificó el valor más alto, con 31,2% y en
Cortés el más bajo, con 16,3%. En 2010, cerca de 12% (728) de los homicidios ocurrió en este
grupo de edad, especialmente en los hombres, con 94% (684). La violencia sexual fue más frecuente
en los menores de 20 años, que hicieron 79% de las denuncias (3.177), y 59% de los casos
correspondió a adolescentes del sexo femenino (15).

El embarazo en adolescentes, tradicionalmente considerado un problema del sector salud, ha pasado


a ser una prioridad del Plan de Nación 2010–2022.

Adultos mayores (60 y más años de edad)

El 6,3% del total de la población tiene 60 y más años de edad; 46% vive en la zonas urbanas y se
estima que 44% son hombres (14). El Estado ha creado instancias y programas especiales para
proteger a los adultos mayores, entre otros, la Dirección General del Adulto Mayor de la Secretaría
del Interior, el Programa de Asignación Familiar con el Bono de la Tercera Edad, y los institutos de
previsión para las personas jubiladas.

MORTALIDAD

El registro de hechos vitales es incompleto (69% de los nacimientos y 28% de las defunciones) y la
calidad de la declaración de la causa de muerte es deficiente (16).

En 2010, la tasa bruta de mortalidad estimada fue 4,6 por 1.000 habitantes, y mayor en los
departamentos de Copán (5,3), Ocotepeque (5,3), Valle (5,2) y Choluteca (5,1) (14).

En el país se notificaron exclusivamente las defunciones ocurridas en los hospitales públicos y el


Instituto Hondureño de Seguridad Social. Del total de muertes hospitalarias publicadas por la
Secretaría de Salud en el año 2009, las afecciones originadas en el período perinatal fueron las más
frecuentes (16,3%), seguidas por la diabetes sacarina (6,7%) y las malformaciones congénitas
(6,7%). Las defunciones relacionadas con complicaciones de enfermedades crónicas no transmisibles
(diabetes, hipertensión, accidente cerebrovascular y enfermedad isquémica del corazón)
representaron 20,1% del total de muertes y las defunciones por lesiones de causa externa, 8% (17).
En el cuadro 3 se presentan las primeras causas de mortalidad en hospitales de la Secretaría de
Salud en 2009.

Con el fin de actualizar la tasa de mortalidad materna del año 1997 (108 por 100.000 nacidos vivos),
la Secretaría de Salud realizó una búsqueda activa de mujeres en edad fértil fallecidas en 2010
(metodología RAMOS), que dio por resultado una tasa de mortalidad materna de 74 por 100.000
nacidos vivos en 2010. El 69% de la mortalidad fue institucional, 48,2% ocurrió entre los 20 y 34
años, 28,4% entre los 15 y 19 años y 69% durante el puerperio. Los departamentos con tasas
superiores al valor nacional fueron Gracias a Dios (201 por 100.000 nacidos vivos), Isla de la Bahía
(159 por 100.000), El Paraíso (141 por 100.000), La Paz (128 por 100.000) e Intibucá (113 por
100.000). Las causas de mortalidad materna más frecuentes en los hospitales continuaron siendo el
síndrome hipertensivo gestacional (26%) y la hemorragia posparto (22%).

MORBILIDAD

Enfermedades transmisibles

Enfermedades transmitidas por vectores

El dengue se presenta principalmente en las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula. En el período
comprendido entre 2005 y 2010 ocurrieron varios brotes, el más importante en 2010 con 66.814
casos, lo cual representa poco más del doble de los casos registrados en el último año epidémico
(2002). Durante la epidemia de 2010 se notificaron 3.180 casos de dengue grave, de los cuales
83,6% ocurrió en la región metropolitana de Tegucigalpa. Se notificaron 83 defunciones con una
letalidad de 2,6%. En 2010 se aislaron los cuatro serotipos del virus del dengue, con predominio del
virus del dengue 2 en 92,5% de los casos. En la figura 2 se presentan los casos de dengue y dengue
grave ocurridos en Honduras entre 2001 y 2010 (18).

Honduras se ubica entre los siete países de las Américas que han alcanzado la meta fijada en el sexto
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015, de reducir la incidencia de los casos de malaria
más del 75%. El número de casos de malaria bajó de 16.007 en 2005 a 9.085 en 2010. A pesar de la
reducción, la proporción de casos causados por Plasmodium falciparum casi se ha duplicado (de 6,2%
en 2005 a 10,7% en 2010). El 80% de los casos se presentaron en los departamentos de Gracias a
Dios, Colón, Olancho e Islas de la Bahía (19).

En el país se han elaborado dos planes estratégicos para combatir la enfermedad de Chagas, que han
permitido gestionar fondos externos de cooperación para apoyar su ejecución. Junto con
organizaciones no gubernamentales y otros participantes se ha constituido un comité técnico liderado
por la Secretaría de Salud, con apoyo de la OPS, para coordinar las actividades de control. Como
consecuencia del control de Rhodnius prolixus en 12 de los 18 departamentos en los que se notificó
la presencia de este vector, la seroprevalencia en menores de 15 años, desagregada en niños
menores de 5 años y niños de 5 a 15 años, ha pasado de 0,46% y 4,89% respectivamente en el
período 2003–2007 a 0,1% y 0,6% entre 2008 y 2010. Lo anterior demuestra la interrupción de la
transmisión vectorial de Trypanosoma cruzi por R. prolixus. Persisten la transmisión vectorial
por Triatoma dimidiata y otras formas no vectoriales alternativas de infección (20).
Zoonosis

La Secretaría de Salud notifica anualmente de 4.000 a 5.000 casos de mordedura por animales
transmisores de la rabia. Después de cinco años en que la rabia canina estuvo ausente debido a una
disminución de la cobertura de vacunación en 2008 se presentaron 18 casos distribuidos en los
departamentos de La Paz, Comayagua, Intibucá y Valle. En 2009 se notificaron 17 casos de rabia
canina y un caso de rabia humana (21).

La leptospirosis se presenta en todo el territorio, y el Instituto Hondureño de Investigaciones


Médicas–Veterinarias ha confirmado la circulación de más de 15 serovariedades de leptospiras. En
2008 se notificaron 172 casos, 14 en 2009 y 92 en 2010. Los casos ocurridos en 2010 se
concentraron en 11 departamentos; sin embargo, la mayor cantidad de casos y las siete defunciones
ocurridas en dicho año se registraron en el departamento de Choluteca, al sur del país (21).

Enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza

De acuerdo con la Secretaría de Salud, el departamento de Choluteca es la única región que


anualmente notifica casos de lepra. El año 2007 fue el de mayor incidencia (10 casos nuevos). En el
período 2005–2010 se diagnosticaron 17 casos, de los cuales 11 fueron de la forma multibacilar, seis
se presentaron en menores de 15 años y seis en mujeres. Al finalizar el año 2010, siete pacientes
estaban en tratamiento (22).

VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual

En 2008 Honduras era el segundo país de Centroamérica más afectado por la epidemia de VIH/sida,
con una prevalencia de 0,68%. La epidemia se concentra en las zonas urbanas del litoral atlántico y
la zona central del país, y el mayor número de casos se presenta en la población de 15 a 39 años.
Entre 2005 y 2010 la razón hombre/mujer de transmisión del VIH fue de 1,4. El sida afectó a 2.964
hombres y 3.194 mujeres, con una razón hombre/mujer de 0,9. En 2010 se atendieron en los
servicios de salud 44.312 mujeres que acudieron por primera vez a control prenatal; 69% de ellas se
realizaron la prueba de infección por el VIH y 0,2% resultaron positivas.

El acceso a la terapia antirretroviral ha ido en aumento: desde 1985 hasta 2010 se contabilizó un
total acumulado de 7.326 personas en tratamiento, de las cuales murieron 1.196 y 1.334 lo
abandonaron (23).

Según el Informe de Acceso Universal 2010, 21% (322 de 1.510) de los establecimientos de salud
que prestaban atención prenatal también contaban con servicios de asesoramiento y de prueba de
infección por el VIH para las mujeres embarazadas. El 80% de las embarazadas que se realizaron la
prueba del VIH recibieron el resultado durante el embarazo, el parto o el puerperio. Existen 37
centros de atención integral distribuidos en los 18 departamentos y en las 20 regiones sanitarias del
país, y en 100% de estos se ofrece tratamiento para la prevención de la transmisión materno–infantil
del VIH. En 2010 se diseñó el Plan de Acción Nacional del Programa para la Prevención de la
Transmisión del VIH de Madre a Hijo y la Eliminación de la Sífilis Congénita (24).

Tuberculosis

La tasa de incidencia de tuberculosis es de 58 por 100.000 habitantes. Según estadísticas de la


Secretaría de Salud, la detección de casos sintomáticos respiratorios ha descendido progresivamente
de 33% en 2005 a 25% en 2010, mientras que la detección de casos bacilíferos pasó de 2.191 casos
en 2005 a 1.842 en 2010.

La prevalencia estimada se redujo de 188 por 100.000 habitantes en 1990 a 85 por 100.000 en 2009
(54,8% de reducción) y la tasa de mortalidad (excluida la coinfección por tuberculosis y VIH) pasó de
18,0 por 100.000 en 1990 a 7,9 por 100.000 en 2009 (56% de reducción). La coinfección por
tuberculosis y VIH afecta a 12,9% de los casos (25).
Se ha alcanzado la meta fijada en el sexto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya que desde el
año 2000 se observa anualmente una tendencia descendente y sostenida, tanto de la prevalencia
como de la mortalidad por tuberculosis (1).

Enfermedades emergentes

La vigilancia centinela de enfermedades compatibles con influenza e infecciones respiratorias agudas


graves comenzó en el año 2005 en San Pedro Sula y Tegucigalpa. En 2009, la Secretaría de Salud
confirmó en el laboratorio un total de 624 casos de influenza A (H1N1) que causó la muerte de 16
pacientes. Si bien se notificaron casos en todo el país, las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula
agruparon 58,1% (34,7% y 23,4%, respectivamente). El 57% de los casos se registró en mujeres y
el grupo de edad más afectado fue el de 10 a 14 años, con 19,1% (26).

Enfermedades crónicas no transmisibles

Neoplasias malignas

La desarticulación de la información epidemiológica sobre el cáncer en diferentes instituciones y el


subregistro no permiten definir las tasas reales de incidencia, prevalencia, mortalidad y
sobrevivencia. De acuerdo con los egresos hospitalarios de la Secretaría de Salud, entre 2008 y 2009
se atendieron un promedio anual de 4.727 casos de tumores malignos (67,1 por 100.000 en mujeres
y 55,4 en hombres).

En la población femenina, el cáncer cervicouterino y de mama representaron las principales causas


de atención (24,1% y 10,3%, respectivamente). En los hombres, la leucemia linfoblástica aguda
(13,5%) y el tumor maligno de estómago (13,1%) fueron las neoplasias más frecuentes (27). Está
en ejecución el Plan Estratégico Nacional para el Control del Cáncer 2008–2013.

Diabetes e hipertensión

Tradicionalmente las enfermedades crónicas no transmisibles no han recibido una atención prioritaria
en las políticas de salud. Sin embargo, en la actualidad están consideradas en el Plan Nacional de
Salud 2021 y han sido definidas por las políticas de salud para el período 2006–2010 e incluidas en la
Agenda de Salud de Centroamérica y República Dominicana 2009–2018.

Un estudio publicado en 2009 por la OPS sobre la prevalencia de diabetes, hipertensión y factores de
riesgo en el país en 2004 puso de manifiesto que 22,6% de la población adulta de Tegucigalpa tenía
hipertensión arterial, 6,2% diabetes, 53% tenía colesterol total en el límite superior o elevado y
28,4% triglicéridos elevados; 7,3% fumaba, 11,3% consumía alcohol y 51,7% tenía sobrepeso u
obesidad (28). La afectación de las enfermedades cardiovasculares es mayor en mujeres (tasa de
231,9 por 100.000 habitantes versus 169,1 en hombres).

Enfermedades nutricionales

Desnutrición

La aplicación de los nuevos estándares de crecimiento formulados por la OMS a la Encuesta Nacional
de Salud 2005–2006 resultó en una prevalencia de 30,1% de desnutrición crónica, 1,4% de
desnutrición aguda y 8,7% de desnutrición global en los niños y niñas menores de 5 años, con lo cual
ya se habría alcanzando la meta fijada en el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(10,7%). La baja talla para la edad es más del doble en el área rural (38,5%) que en la urbana
(17,8%); el departamento de Lempira notificó la talla más baja (54,9%), seguido por Intibucá
(53,8%) y La Paz (50,6%).
La lactancia materna exclusiva dura en promedio 2,5 meses y el porcentaje de niños y niñas menores
de 6 meses de edad que se benefician de ella disminuyó de 34,9% a 29,7% entre 2001 y 2005–2006
(14).

Se han formulado diversas políticas, tales como la Política Nacional de Nutrición en 2005, y la Política
de Seguridad Alimentaria y su Plan de acción en 2006. Se cuenta, además, con el Plan Nacional de
Micronutrientes 2007–2011 y el Plan Nacional de Lactancia Materna y Alimentación Complementaria
de Honduras 2009–2013.

Anemia

Se estima que 40,2% de los niños y niñas de 12 a 59 meses de edad tendrían anemia. Aunque el
problema es nacional, es mayor en la zona rural que en la urbana, y en la población infantil
perteneciente al quintil inferior de riqueza con respecto al superior (14).

Obesidad

De acuerdo con los nuevos estándares de crecimiento formulados por la OMS, el sobrepeso en los
menores de 5 años habría aumentado de 3,1% en 2001 a 5,9% en 2006. Tienen sobrepeso 8,1% de
los niños menores de 5 años de edad del área urbana, a diferencia de los que residen en el área rural
(4,4%). El sobrepeso afecta aproximadamente a 60% de las mujeres y constituye un problema
importante de salud pública (14).

Accidentes y violencia

El número de víctimas mortales debido a lesiones causadas por accidentes de tránsito aumentó de
8,7 por 100.000 habitantes en 2006 a 14,7 por 100.000 en 2010 (15). No existe una política nacional
de seguridad vial que oriente la toma de decisiones en todos los niveles para reducir las elevadas
tasas de accidentes (1). En 2006 entró en vigencia la Ley Nacional de Tránsito, que prohíbe conducir
sin utilizar el cinturón de seguridad, manejar en estado de ebriedad y circular en motocicleta sin
casco.

El número de homicidios aumentó de 3.118 en 2006 (42,3 por 100.000 habitantes) a 6.239 en 2010
(77,5 por 100.000 habitantes) cifras que ubican al país entre los más violentos de la Región (15). De
los homicidios, 93,8% correspondió al sexo masculino y 47,0% a jóvenes de 15 a 29 años muertos
por lesiones causadas con arma de fuego, principalmente.

En su informe especial, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos registró muertes violentas
en todo el país; sin embargo 44,6% correspondió a los departamentos de la región norte (Cortés,
Atlántida, Colón e Islas de la Bahía), y en 7 de los 18 departamentos la tasa de mortalidad por
violencia se ubicó por encima del valor nacional.

Desastres

Por su ubicación geográfica Honduras está expuesta a eventos geomorfológicos y sísmicos,


deslizamientos, subducción y reducción de sus costas. Además, está sujeta a los sucesos climáticos
de la estación ciclónica del océano Pacífico y a la temporada de huracanes en el Atlántico, situación
que se agrava periódicamente por el efecto de episodios cíclicos como el fenómeno de El Niño. Según
datos de la Comisión Permanente de Contingencias, en los últimos 25 años el país ha perdido más de
US$ 6.000 millones a causa de los desastres.

Un logro importante en materia de preparación para desastres fue la aprobación en 2009 de la Ley
del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, que tiene por objeto crear el marco legal orientado a que
el país cuente con la capacidad para prevenir y disminuir los riesgos de potenciales desastres.
Trastornos mentales

El país tiene una política de salud mental para el período 2004–2021. Sin embargo, del total de los
recursos financieros invertidos por la Secretaría de Salud en salud mental, 88% se destina a los dos
hospitales psiquiátricos existentes en el país y 12% a los servicios no hospitalarios. Esto pone de
manifiesto que la atención de la mayoría de los pacientes con trastornos mentales no está dirigida a
prestar servicios preventivos.

De acuerdo con los egresos hospitalarios, en 2008 se atendieron 3.272 pacientes, de los cuales 2.313
(70,7%) fueron hombres. El diagnóstico más frecuente en los hombres (44,3%) fueron los trastornos
mentales y del comportamiento debidos al uso de alcohol (27).

Otros problemas de salud

Salud oral

En 2010, el número de odontólogos colegiados ascendía a 2.522, de los cuales 190 (7,5%)
trabajaban para la Secretaría de Salud (una tasa de 0,02 por 100.000 habitantes). En 2009 se
atendieron 250.183 consultas de salud oral, de las cuales 150.362 (60,1%) fueron nuevas. El 10,4%
de las consultas nuevas correspondió a embarazadas y 71,8% a menores de 15 años (27).

Salud ocular

La Secretaría de Salud presta servicios oftalmológicos en 9 de 28 hospitales públicos; se estima que


52,8% de la población general carece de este servicio. La oferta de servicios oftalmológicos en la red
pública incluye tamizaje visual, trasplantes de córnea, cirugía de cataratas y otras cirugías menos la
refractiva y para corregir el estrabismo, además de fármacos oculares.

Factores de riesgo y protección

Tabaquismo

En agosto de 2010 entró en vigor la Ley Especial para el Control del Tabaco, que regula la
producción, distribución, comercialización, importación, consumo, publicidad, promoción y patrocinio
de los productos del tabaco, así como la orientación, educación y prevención para advertir los riesgos
y daños a la salud; sin embargo, la información sobre consumo de tabaco en el país es limitada.

Políticas, Sistema De Salud Y Protección Social


EL PAPEL DE LA RECTORÍA EN SALUD

La Constitución de Honduras establece que el Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Salud,


ejerce la "Autoridad Sanitaria" y coordina todas las actividades públicas de los organismos
centralizados y descentralizados del sector salud, mediante un Plan Nacional de Salud en el cual se
da prioridad a los grupos más necesitados.

El Plan Nacional de Salud 2006–2010, además de vincular por primera vez la política sanitaria con los
Objetivos de Desarrollo del Milenio, incluyó como prioridades la reforma del sector salud, la salud
materno–infantil y la nutrición, la promoción de la salud y la prevención de riesgos y problemas de
salud, y el control de las enfermedades transmisibles y de las enfermedades crónicas no
transmisibles (29). Está vigente el Plan Nacional de Salud 2010–2014, que incluye la creación y las
bases para el desarrollo de un sistema de salud plural e integrado; la adopción de un modelo de
atención integral de salud, familiar y comunitario; el establecimiento de un sistema nacional de
calidad en salud; el fortalecimiento del sistema de vigilancia de la salud; el refuerzo del sistema de
supervisión y evaluación, y la definición y el desarrollo del sistema de información en salud.

El Plan de Salud 2010–2014 incluye el conjunto de políticas, normas, procedimientos, instrumentos,


manuales y disposiciones que orientan las líneas de acción para establecer un sistema de protección
social en salud basado en la articulación de tres componentes: atención, gestión y financiamiento
que privilegian el enfoque promocional, la descentralización, la calidad y una amplia participación
social. No obstante, se ha progresado poco en esta materia (29).

El país cuenta con varias políticas nacionales enfocadas en los temas de salud, como la política de
salud materno–infantil, la de salud sexual y reproductiva, la de nutrición y la de salud mental. Sin
embargo, se han observado pocos cambios en el modelo de atención de salud o en el impacto en la
salud de la población.

La productividad de la red hospitalaria es baja si se considera que recibe 42% del presupuesto total
de la Secretaría. Problemas en la gestión de los diferentes recursos en los servicios de salud, y el
insuficiente abastecimiento y distribución de medicamentos y otros insumos críticos contribuyen a
bajar la productividad y la calidad en la prestación de los servicios de los establecimientos de salud.
Esto se agrava aún más por los continuos conflictos laborales y gremiales que ocasionan la
interrupción temporal de los servicios (2).

GASTO Y FINANCIAMIENTO EN SALUD

Conforme con el presupuesto anual de la Secretaría de Salud, 76% de los fondos invertidos en salud
proviene del Tesoro Nacional, 11% de créditos externos, 9% de donaciones y, recientemente, 4% del
alivio de la deuda nacional. El 57% del presupuesto de la Secretaría de Salud se destina a salarios,
6% a contratos de servicios, 21% a la adquisición de materiales y suministros, 5% a bienes de
capital y 11% a transferencias y subsidios. Entre 2005 y 2010 el porcentaje del gasto en
medicamentos ha variado de 9,7% a 12,8%.

SERVICIOS DE SALUD

El sistema de salud hondureño está constituido por el sector público, integrado por la Secretaría de
Salud, que presta servicios a 60% de la población, el Instituto Hondureño de Seguridad Social, que
cubre a 15% de la población trabajadora y sus dependientes, y el sector privado, que atiende a 10%
de la población (14). El sistema se caracteriza por ser fragmentado y tener problemas de
coordinación y articulación entre instituciones y unidades de servicios, lo que conlleva la duplicidad
de actividades, esfuerzos y recursos, entre otros aspectos. Su enfoque es eminentemente curativo,
focalizado en el daño y no en la solución de los problemas de salud de forma integral, y permite poca
participación de la comunidad (29). La reforma del sector salud postula el fortalecimiento de la
función rectora de la Secretaría de Salud y la separación de las funciones esenciales de
financiamiento, aseguramiento y provisión de servicios. También incluye el desarrollo de las acciones
pertinentes para que, en el largo plazo, se adjudiquen estas funciones a otros participantes
institucionales.

La Secretaría de Salud dispone de 28 hospitales (6 nacionales, 6 regionales y 16 de área), 61 clínicas


materno–infantiles, 394 centros de salud con médico y odontólogo, 1.048 centros de salud rurales, 4
clínicas periféricas de emergencia y 14 consejerías de familia especializadas en el manejo de la
violencia intrafamiliar (29).

Medicamentos

Cifras de la Secretaría de Salud estiman que el mercado hondureño de medicamentos asciende a US$
230 millones y que ha experimentado un crecimiento promedio de 15% entre 2005 y 2010. El
mercado se compone de medicamentos innovadores (41,9%), genéricos de marca (50,9%) y
genéricos sin marca (7,3%). De acuerdo con la Dirección General de Regulación Sanitaria, en junio
de 2010 el número total de medicamentos registrados en el país ascendía a 16.763.

Conocimiento, Tecnología, Información Y Gestión De


Recursos
En 2008 se creó el Sistema Nacional de Investigación para la Salud, constituido en un Comité
Interinstitucional de Investigación para la Salud. Por su parte, la Biblioteca Virtual en Salud continúa
un proceso de inclusión de nuevos temas, actores y fuentes de información.

En mayo de 2006, la Unidad de Planeamiento y Evaluación de la Gestión de la Secretaría de Salud,


en el marco de la Red de la Métrica de la Salud y con la herramienta para el mejoramiento del
desempeño de los sistemas de información en salud identificó la falta de una unidad rectora, un
marco legal incompleto, personal con insuficiente capacitación y bajo uso de la información. Con
apoyo de la OPS se elaboró el Plan Estratégico para el Fortalecimiento del Sistema de Información en
Salud de Honduras 2006–2011, que comprende nueve objetivos estratégicos de los cuales uno se
refiere a las estadísticas vitales.

En 2008, de acuerdo con el documento "Análisis de situación de los recursos humanos en salud de
Honduras", existían 6.792 médicos, de los que 3.677 (54,1%) estaban en actividad. La Secretaría de
Salud contaba con 2.323 (63,2%), el sector privado con 880 (23,9%) y el Instituto Hondureño de
Seguridad Social con 474 (12,9%). La Secretaría de Salud tenía 17.699 trabajadores en todo el país,
de los que 64,9% eran auxiliares de enfermería, 12,2% enfermeros diplomados y 22,9%
profesionales de la medicina (11,8% médicos generales y 11,1% médicos especialistas). En ese
mismo año había 9 médicos por 10.000 habitantes. Los datos por departamentos mostraron
diferencias: Francisco Morazán tenía 23,8 médicos por 10.000 habitantes mientras que Lempira y
Santa Bárbara contaban cada uno con 2 médicos por 10.000 habitantes.

Salud Y Cooperación Internacional


Como país de renta media baja, Honduras tiene prioridad para la cooperación de la OPS, y recibe
apoyo de la comunidad internacional para el desarrollo de sus programas de salud. A pesar de
algunos déficits en relación con los compromisos y las responsabilidades asumidas por los países de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Ayuda Oficial para el
Desarrollo (AOD) ha aumentado aproximadamente 30% en el período 2004–2009, hasta llegar a US$
119,6 millones, lo que representa 0,31% del ingreso nacional bruto de los países pertenecientes al
Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) (1). La asistencia para el desarrollo de la salud ha mostrado
fluctuaciones en el tiempo. Sin embargo, la ayuda bilateral y del Banco Mundial a través de la
Asociación Internacional de Fomento ha sido más estable (figura 3) (30). Entre 2002 y 2010, se ha
observado un crecimiento considerable del financiamiento en el área de salud reproductiva y
planificación familiar, mientras que entre 2008 y 2010 se produjo una caída importante de la ayuda
oficial para el desarrollo (figura 4) (31).

Síntesis Y Perspectivas
A pesar de los adelantos hechos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el país
enfrenta desafíos importantes vinculados al Plan de Nación y Visión de País, y a la Agenda de Salud
para las Américas 2008–2017. Estos desafíos se refieren al fortalecimiento de la autoridad sanitaria
nacional, con una clara definición de la orientación de los servicios de salud. La identificación de las
inequidades en salud debe acompañar las estrategias para abordar los factores determinantes de la
salud y las medidas que aseguren la protección social. Para contribuir a la seguridad mundial, habrá
que establecer un sistema nacional de vigilancia de eventos y factores de riesgo de las enfermedades
transmisibles y desarrollar las capacidades básicas necesarias para cumplir con lo dispuesto en el
Reglamento Sanitario Internacional revisado en 2005. Para enfrentar con éxito estos desafíos se
deberá fortalecer la gestión y la formación de los trabajadores de salud.

Referencias

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