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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para Las Relaciones Interiores,


Justicia y Paz
Universidad Nacional Experimental De La Seguridad
Academia Nacional Del C.I.C.P.C
Cefo- Anzoátegui
Proceso 1 2020/ Amb.5

Hurtos
robos
y otros
delitos
Profesor: Dicente:
C/G Henry Sabino Silva Romario V- 25.272.049
El robo: es un delito contra el patrimonio, consistente en el apoderamiento de
bienes ajenos de otras personas de manera fraudulenta, empleando para ello
fuerza en las cosas o bien violencia o intimidación en las personas. Son
precisamente estas dos modalidades de ejecución de la conducta las que la
diferencia del hurto, que exige únicamente el acto de apoderamiento.
ELEMENTOS DEL DELITO DE ROBO
 Para calificar el tipo penal lo primero que hay que hacer es establecer si en la
conducta desplegada por el avente o sujeto activo, están presentes los elementos
constitutivos del robo, que en definitiva son los que le dan su naturaleza
específica.
 En el caso del robo los elementos constitutivos del mismo en sentido general son
cuatro:
1.     La acción de apoderarse de un bien
2.     El Apoderamiento ilegítimo mediante el uso de la fuerza o amenaza  
3.     Sobre cosa mueble
4.     La Ajenidad de la cosa
5.     El Valor de la cosa

La acción de apoderarse de un bien: representa el mismo concepto en todos los


delitos de carácter patrimonial, apoderarse es sinónimo de adueñarse, es decir,
lograr de algún modo sustraer una cosa mueble de la esfera jurídica de un dueño
o poseedor, en el caso del delito de Robo, el agente emplea el uso de la fuerza
sobre el objeto o la amenaza y hasta el ataque físico para alcanzar su objetivo de
despojar a su víctima de sus pertenencias.
El apoderamiento ilegitimo: consiste en la sustracción de una cosa mueble
mediante el uso de la fuerza o la amenaza sin que exista el consentimiento del
dueño, es decir, el apoderamiento arbitrario de lo ajeno se logra mediante la
coacción que puede estar representado por el sometimiento de la víctima
mediante el uso de la fuerza física o al establecer una amenaza de infringir un mal
suficiente que permita vencer la voluntad de protección de los bienes y se
produzca la entrega al delincuente.
La Cosa mueble: será lo que pueden ser llevado o transportado. En principio, las
cosas susceptibles de robo son aquellos objetos corpóreos o tangibles, que debe
tener un valor o gozar de apreciación personal o mejor dicho que se ostente un
derecho sobre ellos. El objeto del delito es una cosa mueble ajena, respecto a ello
el artículo 531 y siguiente del Código Civil, establece que son bienes muebles los
objetos materiales susceptibles de apropiación. También debe indicarse que para
el derecho penal el significado de cosa mueble es más amplio, puede no
solamente comprender los muebles por su carácter representativo y, en algunos
casos, las cosas muebles por su naturaleza. El derecho penal determina el
carácter de mueble de una cosa atendiendo a su "transportabilidad" o movilidad,
es decir, si una cosa puede ser transportada para el derecho penal es "mueble".
La Ajenidad de la cosa: La cosa debe ser ajena, aspecto que implica un requisito
negativo ya que no le pertenece a quien la roba, como también uno positivo pues
la cosa pertenece a alguien quien de alguna manera tiene que demostrar su
titularidad.
El Valor de la cosa: representa la utilidad dada y el valor económico de
intercambio de una cosa mueble establecido en un momento determinado. En el
proceso es requerido el justiprecio, que será realizado por un perito o experto,
sobre el valor de la cosa robada. El valor es el elemento necesario que justifica la
apreciación proporcional del bien mueble y determina la naturaleza y cuantía del
daño causado.
Apoderamiento
El apoderamiento es el acto consumativo del hurto. Por tanto, en los tipos penales
descritos en el Código Penal para el hurto, se admite el grado de frustración, más
no el de tentativa.

El no consentimiento es cuando tomas objeto sin el consentimiento de la


persona, es decir, cuando tomas un objeto y la persona no se da cuenta
La violencia es el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno
mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o
es muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños
psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte
Modus operandi
Se trata de una expresión latina que puede traducirse como “modo de operar”.
Esta es amplia y universalmente utilizada; sin embargo, es bastante conocida por
estar relacionada con el ámbito de la criminalística, en donde así se le denomina
al método que utiliza un criminal al momento de cometer sus fechorías, en
especial cuando se trata de aquellos que son recurrentes, como los asesinos
seriales.
El modus operandi cabe en contexto como el organizacional, el científico, el
logístico y el profesional. Generalmente, cuando se realizará una tarea cualquiera,
existe una forma correcta de realizarla; este método es el que debería ser siempre
utilizado, por lo que pasaría a ser un modus operandi.
Planeación de un robo
Cabe reiterar que el término planeación no recibe aquí la connotación de perfecta
racionalidad instrumental que supone la lógica del cálculo costo - beneficio
planteado por la teoría económica del comportamiento criminal.
Tampoco corresponde al significado que recibe en el contexto de las teorías de
planificación social propias de las Ciencias Sociales, es decir, la programación,
plenamente reflexiva, de actividades adecuadas para el logro de ciertas metas. El
término planeación apunta aquí a los criterios, más o menos pensados, más o
menos intuitivos, que orientan eventualmente la actividad del ladrón con violencia.
Estos criterios entrañan, sin duda, una cierta racionalidad. Pero ellos pueden ser
tan mínimos y tan aprendidos de oída, como para no ir más lejos de los
dictámenes del sentido común o, por el contrario, ser tan estudiados como para
revelar una elaboración bastante inteligente de la experiencia delictual. Cabe
advertir que, si bien los criterios que se expondrán aquí tienen un marcado tinte
instrumental, ellos orientan una actividad de significación muy compleja para sus
protagonistas. De allí que los criterios instrumentales que la orientan deban
conjugar otros criterios poco o nada racionales. Cabe advertir, por último, que el
hecho que la iniciación en la delincuencia de muchos de los entrevistados haya
sido marcada por circunstancias de abandono y de contención en plena niñez,
distando, por consiguiente, de haber sido una decisión racional, no impide que,
una vez iniciados en la delincuencia, sea mediante el ejemplo de terceros, sea a
partir de la propia experiencia, adopten ciertos criterios de oportunidad para
delinquir.
Medios de comisión: violencia física o moral, amenaza inminente o no
inminente

La violencia física, consiste en aniquilar la residencia de la víctima, en tanto que la


violencia psíquica, establece la amenaza de graves daños inminentes contra
personas o cosas. Entiéndase bien que la amenaza está dirigida siempre, a
constreñir la voluntad de defensa que legítimamente tiene la víctima.
La coacción, que significa amenaza, bien puede dirigirse directamente o contra
terceras personas, así como también sobre las cosas: basta que ella sirva de
suficiente intimidación y el apoderamiento se manifieste como su consecuencia
directa.
La violencia psíquica o moral implica:
1. Que el daño con el que amenaza sea grave. La gravedad del miedo y lo
fundado e irresistible del temor son valores variables que deben ser justipreciados
por el juez en cada caso concreto, teniendo en cuenta, como dice Carmignani, el
carácter más o menos intimidante de la amenaza y la naturaleza más o menos
débil del amenazado, pues la vis compulsiva no priva en forma absoluta de la
posibilidad de actuar.
2. Que el daño sea, además, inminente. La inminencia entraña un alto grado
de probabilidad de que ocurra, de inmediato, el daño.
3. Finalmente, que el daño se refiera a la persona del tenedor de la cosa, o
bien a terceros allegados a la víctima, respecto al despojo de una cosa que el
sujeto pasivo le tiene gran aprecio.
La diferencia entre robo y hurto es que el robo es violento y el hurto no. No
obstante, ambos consisten en la apropiación indebida.

El hurto es un delito contra el patrimonio que consiste en la apropiación indebida


de una cosa mueble ajena sin el uso de la fuerza, tanto en el acceso, como contra
las personas. Podemos decir, por tanto, que el hurto, a diferencia del robo, no es
violento.

De esta forma, se da este delito cuando sustraemos algo que no es nuestro. Pero
además, debe cumplir algunas condiciones, como el ánimo de lucro. Así, tomar
algo para examinarlo no entraría dentro de una conducta delictiva.

Frustración o delito frustrado: se presenta cuando alguien ha realizado, con el


objeto de cometer un delito, todo lo que es necesario para consumarlo, y sin
embargo no lo ha logrado por circunstancias independientes de su voluntad.

Se diferencia fundamentalmente de la tentativa en que en la frustración el autor


hace todo lo necesario para la consumación del hecho pero no llega a consumarse
por causas independientes de su voluntad. En la tentativa el autor no hace todo lo
necesario por causas independientes a su voluntad, haya un factor externo que le
impide continuar su actuación.

En cambio en la frustración el factor externo le impide la consumación del hecho


punible. Solamente cabe frustración en los tipos de resultado material, es decir, en
aquellos delitos en los cuales hay una separación entre lo que el autor hace y el
resultado. El autor haciendo todo no llega a consumar el hecho y para que eso
ocurra tiene que haber un espacio de tiempo entra la actividad del autor y el
resultado. La consumación no llega a producirse porque si bien el autor hace todo
lo necesario algo se interpone.

 Hurto simple: El delito de hurto simple consiste en la apropiación de una cosa


mueble ajena, sin la voluntad de su dueño, efectuada con ánimo de lucro y sin que
concurran las circunstancias que la ley define como fuerza en las cosas o violencia
e intimidación en las personas
Hurto Agravado: contempla situaciones que permiten realizar un incremento a la
pena, está establecido en el artículo 452 del Código Penal en los siguientes
términos:
Artículo 452. La pena de prisión por el delito de hurto será de dos a seis años, si
el delito se ha cometido:
1.  En las oficinas, archivos o establecimientos públicos, apoderándose de
las cosas conservadas en ellos, o de otros objetos destinados a algún uso
de utilidad pública.
 El fundamento de esta agravante estriba en la duplicidad de la ofensa, porque,
además de vulnerar la propiedad, se lesiona a la Administración Pública y, por
ende, se perjudica el interés colectivo. Por otra parte, se aprecia la alarma pública
que causa este acto.
El tipo penal previsto en este artículo, supone un sujeto activo indiferente o
indeterminado. En lo que atañe a la culpabilidad, es necesario que el agente se
apropie de bienes propios del trabajo y quehacer de la Administración Pública en
las circunstancias ya señaladas, por las cuales se configuran las circunstancias
agravantes.
Para establecer en encuadre en las condiciones establecidas por este numeral,
es necesario que el agente conozca el carácter del lugar donde efectúa la acción y
el destino público dado a la cosa hurtada (elemento intelectual y elemento afectivo
del dolo). De lo contrario, solo configurará el hurto es simple. Si la cosa sustraída
es de las destinadas notoriamente a la defensa pública o a la pública reparación o
alivio de algún infortunio, el hurto será calificado, ver numeral 11 del artículo 453
CP.
2.  En los cementerios, tumbas o sepulcros, apoderándose ya de las cosas
que constituyen su ornamento o protección, bien de las que se hallan sobre
los cadáveres o se hubieren sepultado con éstos al mismo tiempo
 Este es el llamado hurto funerario. El agravante se fundamenta en la duplicidad
de la ofensa, ya que además de lesionar la propiedad, el agente vulnera
sentimientos éticos-sociales relativos al respeto debido a los difuntos. Este
dispositivo del tipo penal, encierra una referencia espacial: el hurto ha de
cometerse en los cementerios, tumbas o sepulcros. El objeto material está
formado por las cosas que constituyen el ornato ornamento de las tumbas: cruces,
floreros, busto; también incluye los mismos restos funerarios; por otra parte las
defensa cercas, cadenas, muros, entre otros que protegen los sepulcros, de los
cementerios, tumbas; también abarca las cosas que se hallan sobre los cadáveres
o han sido sepultadas con éstos prendas, libros, entre otros.
3.  Apoderándose de las cosas que sirven o están destinadas al culto, en los
lugares consagrados a su ejercicio, o en los anexos y destinados a
conservar las dichas cosas.
 El fundamento de esta agravante estriba en que el agente, además de lesionar la
propiedad, viola el respeto que merecen las cosas y los lugares sagrados
destinados al culto religioso, el tipo penal no hace distinción en credo alguno. La
redacción de este dispositivo entraña una referencia espacial: el hurto sacrílego es
el cometido en los lugares consagrados al ejercicio del culto, como las iglesias y
capillas o en sus anexos, como las casas parroquiales. Para que la agravante
opere es menester que al dolo de apoderamiento, con conciencia de la ajenidad
de la cosa, se añada el conocimiento de la condición sacra del objeto y del lugar,
que desaparecería al acreditarse error sobre tales extremos.
4. Sobre una persona, por arte de astucia o destreza, en un lugar público o
abierto al público.
 Esta agravante se fundamenta en la particular peligrosidad del agente que, casi
siempre, es un delincuente habitual. El tipo estudiado incluye una referencia
espacial: el hurto es agravado si se comete en un lugar público o abierto al
público. El dispositivo que comporta este ordinal plantea dos hipótesis, en lo
atinente a los medios de comisión: hurto con astucia y hurto con destreza. El arte
de astucia implica engaño, que debe dirigirse únicamente a distraer la atención de
la víctima. La destreza consiste en cualquier clase de habilidad, como soltura de
manos u otra agilidad. El hurto con destreza es el cometido por los llamados
carteristas.
5. Apoderándose de los objetos o del dinero de los viajeros, tanto en los
vehículos de tierra, aeronaves o por agua, cualquiera que sea su clase, como
en las estaciones o en las oficinas de las empresas públicas de transporte.
 En particular, el dispositivo contenido en este numeral denota un sujeto pasivo
calificado en esta modalidad de hurto ya que especifica al viajero, es decir, la
persona que se traslada o se hace trasladar de un lugar a otro, y realiza un
recorrido largo, mayor que el ordinario. La acción, como en todas las formas del
hurto, estriba en el apoderamiento de una cosa ajena que está conformando o
integrando el equipaje del viajero. El objeto material está constituido por las cosas
o el dinero de los viajeros. También el dispositivo contenido en este numeral
agravado, encierra una referencia espacial: el hurto debe perpetrarse en el propio
vehículo ya sea avión, ferrocarril, barco, o transporte público o en las estaciones,
en las oficinas de las empresas de transporte o en alguna de sus dependencias.
6.  Apoderándose de los animales que estén en los establos, o de los que
por necesidad se dejan en campo abierto.
 Este ordinal prevé el hurto de ganado menor: ovino, porcino, cabrío, así como
también el hurto de ganado mayor: bovino y equino. Establece como circunstancia
de lugar ya que bien el ganado objeto del hurto puede estar en los establos o bien
pastando en campo abierto. De esta manera el numeral en cuestión establece el
llamado “abigeato”, que puede determinar una pluralidad de bestias o bien tratarse
de una sola. La calificante en cuestión se refiere a la protección del objeto y no
sobre la cantidad.
7. Apoderándose de las maderas depositadas en las ventas de leña
amontonadas en algún lugar, o de materiales destinados a alguna fábrica, o
de productos desprendidos del suelo y dejados por necesidad u otro motivo
en campo raso u otros lugares abiertos.
 El fundamento del dispositivo que contiene este agravante, estriba en la
disminución de la protección privada de la propiedad. El objeto material plantea
tres hipótesis:
1.      Las maderas depositadas en las ventas de leña.
2.  Los materiales destinados a alguna fábrica. Estos materiales: ladrillos,
cemento, arena, cal, entre otros, han de encontrarse en el sitio de la construcción.
En un lugar abierto de una fábrica, dejados bajo la confianza que implica el lugar
por lo que existe una condición de disminución de la defensa privada ejercida
sobre los materiales indicados.
3.   El producto desprendido del suelo y dejado por necesidad en el campo raso u
otros lugares abiertos.
El presente dispositivo establece que el apoderamiento ha de efectuarse en
campo raso u otro lugar abierto lo cual determina una referencia espacial.
8. Apoderándose de los objetos que en virtud de la costumbre o de su propio
destino, se mantienen expuestos a la confianza pública.
Estos son objetos expuestos a la confianza pública los que están desprovistos de
custodia, sin más amparo que la probidad colectiva.
El fundamento del presente dispositivo establece como agravante la violación de
la confianza puesta en la comunidad. Como ejemplos de cosas que se suelen
dejar expuestas a la confianza pública, pueden citarse las siguientes: los floreros y
los muebles colocados en la parte exterior de las casas, los relojes de las calles,
los bloques de mármol sacados de las canteras, las sillas de los parques, el
cableado que integra la red de electricidad publica, las defensas de aluminio de las
carreteras, calles y autopistas entre otros
Hurto Calificado: establece unas series de situaciones que permite calificar la
circunstancia de su comisión, contemplado en el artículo 453 del Código Penal
señala lo siguiente:
Artículo 453. La pena de prisión para el delito de hurto será de cuatro años a
ocho años en los casos siguientes:
1.   Si el hecho se ha cometido abusando de la confianza que nace de un
cambio de buenos oficios, de un arrendamiento de obra o de una habitación,
aún temporal, entre el ladrón y su víctima, y si el hecho ha tenido por objeto
las cosas que bajo tales condiciones quedaban expuestas o se dejaban a la
buena fe del culpable.
 Este es el llamado hurto con abuso de confianza. El fundamento de la calificante
descansa, por una parte, en la deslealtad del agente para con su víctima y, por la
otra, en las especiales facilidades de que ha gozado el sujeto activo para cometer
el hurto.
En el hurto con abuso de confianza, el agente se apodera de la cosa que ha
quedado a su merced, gracias a la confianza que le tiene la víctima en los
siguientes términos:
a)  De un cambio de buenos oficios, en el cual una persona cree en la honradez
de otra, tomando en consideración las relaciones precedentes que existe entre
ambas.
b) De un arrendamiento de obra. Una interpretación sistemática de la ley, nos
convence de que el legislador se refiere a la prestación de servicios, concretada
en una relación laboral o contrato de trabajo.
c)  De una habitación, aun temporal, entre el agente y su víctima. La interpretación
doctrinal ha tomado el término habitación como convivencia o cohabitación. No es
necesario que el sujeto activo y el pasivo vivan en el mismo cuarto. Basta con que
vivan en el mismo inmueble.
2. Si para cometer el hecho el culpable se ha aprovechado de las facilidades
que le ofrecían algún desastre, calamidad, perturbación pública o las
desgracias particulares del hurtado.
 Esta calificante tiene un fundamento, según Carrara, objetivo-subjetivo:
a)  el fundamento o razón objetiva, está representado por una parte, en la
disminución de la posibilidad de defensa propia o privada que puede ejercer la
victima contra el ataque a su propiedad; y,
b)   por la razón subjetiva, la temibilidad o peligrosidad especial que pone de
manifiesto la voluntad de quien se vale del infortunio común o individual para
hurtar las pertenencias en medio de una situación de calamidad, explican la
calificación del delito.
Por ello, existe hurto calamitoso cuando el sujeto activo se aprovecha, para
cometer el delito, de una desgracia que motiva el abandono de los objetos de
propiedad. No opera esta calificante si el hurto se comete contra una persona
dormida, porque el sueño natural no es una desgracia, el dispositivo de la norma
exige que el hurto se cometa en ocasión al surgimiento de una situación
calamitosa, ello puede ser: durante o después, nunca antes. El agente se
aprovecha, para cometer el hurto de alguna de las siguientes situaciones:
Un desastre o calamidad: Es decir, una desgracia extraordinaria, un
acontecimiento desdichado y grandemente deplorable, determinado por cualquier
causa, que afecta a una parte considerable o a toda la población de un lugar o de
una región. Ejemplos: terremotos, inundaciones, incendios, entre otros.
Una perturbación pública: Se trata, en este caso, de las conmociones causadas
por una multitud en estado de confusión o alboroto: motín, asonada, huelga,
disturbios violentos, en ocasión puede surgir a consecuencia de situaciones que
distraen la atención de la colectividad como un triunfo deportivo, político entre
otros.
La desgracia particular del hurtado: La causa de este infortunio puede ser física
o moral Puede tratarse de una enfermedad, como la epilepsia, la apoplejía o el
infarto o un desmayo, también puede surgir cuando la víctima es presa de un
accidente o situación inesperada: colisión, perdió un avión o tren, entre otras. En
estos casos en agente se aprovecha de la confusión y se apropia los bienes de la
víctima.
3. Si no viviendo bajo el mismo techo que el hurtado, el culpable ha
cometido el delito de noche o en alguna casa u otro lugar destinado a la
habitación. 
 Este es el hurto nocturno, en este ordinal se prevé, alternativamente, dos
calificantes: la primera está contenida en una modalidad de tiempo, cometer el
hurto de noche; la segunda calificante está contenida en una modalidad de lugar,
ya que el hurto se comete en un lugar destinado a la habitación.
Los fundamentos de este dispositivo respecto a la calificante establece la violación
de la morada, lo cual implica mayor peligro para sus habitantes y la situación de
disminución de la defensa privada. El tipo calificado que analizamos contiene,
además de la referencia temporal ya explicada (de noche), una referencia
espacial: el hurto ha de cometerse en alguna casa u otro lugar destinado a la
habitación.
 Para que exista el hurto calificado que nos ocupa, pueden cumplirse
alternativamente cualquiera de las referencias: temporal o espacial.
4.  Si el culpable, bien para cometer el hecho, bien para trasladar la cosa
sustraída, ha destruido, roto, demolido o trastornado los cercados hechos
con materiales sólidos para la protección de las personas o de las
propiedades, aunque el quebrantamiento o ruptura no se hubiere efectuado
en el lugar del delito.
Para esta calificante se toma en cuenta que el hurto se haya perpetrado con
fractura, los fundamentos están presente en: la mayor peligrosidad y temeridad
desplegada por el agente, que demuestra audacia y especial decisión; y en
atención a la mayor alarma social que puede causar esta modalidad dentro del
delito y sus causas. La acción consiste en destruir, romper, demoler o trastornar
los cercados, entendido esto a todo elemento que es colocado o confeccionado
con materiales sólidos para lograr la protección de las personas y sus
propiedades. Para que este presente esta calificante debe existir fractura del
lindero protector, es preciso que la fuerza consiente del agente ejerza sobre las
cosas destinadas a proteger la propiedad, la venza y se apodere del objeto de
propiedad ajena.
5.  Si para cometer el hecho o trasladar la cosa sustraída, el culpable ha
abierto las cerraduras, sirviéndose para ello de llaves falsas u otros
instrumentos, o valiéndose de la verdadera llave pérdida o dejada por su
dueño, o quitada a éste, o indebidamente habida o retenida. 
 El fundamento de esta calificante estriba en que el agente ha vencido la especial
protección impuesta por el tenedor y que esta protección está constituida de un
mecanismo del tipo cerradura controlada por una combinación o llave. Es preciso
que el autor haya abierto la cerradura, es decir, que la llave o la ganzúa haya
actuado sobre el mecanismo interno de la tecnología empleada para alcanzar la
protección del o los objetos resguardados. En otros términos, es necesario que se
haga funcionar el dispositivo que comporta la cerradura, vulnerando así la
integridad del mecanismo o tecnología de protección empleada, ya que si el
agente rompe la cerradura, estaríamos frente a otra calificante como podría ser el
hurto con fractura.
 
6. Si para cometer el hecho o para trasladar la cosa sustraída el culpable se
ha servido de una vía distinta de la destinada ordinariamente al pasaje de la
gente, venciendo para penetrar en la casa o su recinto, o para salir de ellos,
obstáculos y cercas tales que no podrían salvarse sino a favor de medios
artificiales o a fuerza de agilidad personal.
 
 El hurto con escalamiento es calificado porque el agente vence la defensa privada
de la propiedad, emplazada por la víctima para su protección mediante el empleo
de medio artificial o su agilidad.
En estos casos, el agente demuestra una especial temibilidad, ya que por esta
razón el hurto despierta mayor alarma pública.
El escalamiento puede ser interno cuando el agente lo realiza al interior del
inmueble con el fin de apoderarse del bien ajeno o externo. Para que exista la
calificante que analiza el presente dispositivo, es menester que el agente haya
vencido los obstáculos impuesto por la víctima mediante el empleo de medios
artificiales o a fuerza de agilidad personal que de otra forma no podrían ser
superados. No existe hurto con escalamiento si el muro es discontinuo, ello quiere
decir que no cubre todos los sectores o linderos del inmueble en donde se
perpetro el delito. Tampoco rige esta calificante cuando el agente se vale de un
medio que el propietario mismo había dispuesto de forma evidente o dejada en
ese sitio para su acceso particular.
 
7. Si el hecho se ha cometido violando los sellos puestos por algún
funcionario público en virtud de la ley, o por orden de la autoridad. 
El fundamento de este dispositivo establece una calificante que aplica en razón a
la duplicidad de la lesión jurídica, ya que el delito ofende la propiedad y la
Administración Pública. Los sellos han de ser puestos por el funcionario
competente, en virtud de la Ley, por orden de una autoridad administrativa o
judicial. Por ejemplo, en los casos de embargos, secuestros, incautación entre
otros, o en los casos de inventario de las cosas que forman parte de una herencia.
Se comete el delito rompiendo, despegando o cortando los sellos. Por su
naturaleza, se evidencia que el presente dispositivo establece la condición dolosa
en su comisión.
 
8. Si el delito de hurto se ha cometido por persona ilícitamente uniformada,
usando hábito religioso o de otra manera disfrazada.
  El dispositivo establece la calificante que se explica porque la persona disfrazada
espera no ser reconocida por su víctima y, por ello, confía en que su acción
quedará impune dada a la cualidad simulada. Esa confianza determina que actúe
con mayor decisión y audacia lo cual conlleva a una mayor peligrosidad
desplegada por parte del agente, por lo que comporta una notable alarma pública,
derivada de la confianza. De la redacción de este ordinal se infiere que el uso
ilícito de uniforme y el uso indebido de hábito religioso son formas de disfraz, ya
que  si un militar o un sacerdote, que usan lícitamente y hasta obligatoriamente el
uniforme o el hábito, hurtan, no opera esta calificante.
 
9.  Si el hecho se ha cometido por tres o más personas reunidas.
  El fundamento de este dispositivo, determina una calificante que reside en la
mayor potencialidad delictiva y, por consiguiente, en la menor potencialidad
defensiva, que entraña el hurto en examen. El hurto es calificado cuando
intervienen en su perpetración tres o más personas reunidas, en calidad de
autores o cómplices. 
La diferencia con el agavilla miento radica en que en este dispositivo existe la
calificante cuando tres o más personas se ponen de acuerdo para cometer un
hurto determinado, que en efecto perpetran, o intentan perpetrar, reunidas, en
cambio que el agavilla miento es un delito contra el orden público.
 
10. Si el hecho se ha cometido valiéndose de la condición simulada de
funcionarios públicos, o utilizando documentos de identidad falsificados. 

 El dispositivo para esta calificante se fundamenta en la lesión causada a la


credibilidad que han de merecer los funcionarios públicos y los documentos de
identidad, para el normal desarrollo de la vida colectiva. La simulación de
autoridad es, en este caso, constituye el medio que facilita el apoderamiento de la
cosa mueble, objeto material del delito. El otro medio de perpetración del hurto
calificado que consagra este ordinal, es la utilización de documentos de identidad
bien sea pasaportes, cédulas u otro falsificados.
 
11.  Si la cosa sustraída es de las destinadas notoriamente a la defensa
pública o a la pública reparación o alivio de algún infortunio.
 Para que opere la calificante, la cosa sustraída ha de estar destinada
notoriamente a la defensa pública o a la pública reparación o alivio de algún
infortunio. Notorio es lo público y sabido de todos, para que rija la calificante, es
menester que el agente conozca las circunstancias fácticas en las cuales se
asienta aquélla, lo cual representa para el agente el elemento intelectual o
consiente del dolo. Con esta calificante se protege enérgicamente las cosas
vinculadas a la seguridad pública. Por otro lado, se tiene en cuenta la especial
temibilidad de la persona que sustrae las cosas que están destinadas a reparar o
aliviar algún infortunio, las cosas que se recogen para auxiliar a los damnificados
por un terremoto, inundación, entre otras.
 
Si el delito estuviere revestido de dos o más de las circunstancias
especificadas en los diversos numerales del presente artículo, la pena de
prisión será por tiempo de seis años a diez años.
 El legislador quiso ser ejemplarizante al establecer esta circunstancia de modo
acumulativa incrementando la pena que podría aplicarse.
Formas de participación en el delito.
• En la comisión de un delito pueden actuar varias personas, y cuando esta
situación ocurre cada uno de los perpetradores y cooperadores inmediatos
cumplirán con la pena impuesta al hecho delictivo.
• Los tipos de participación en el delito son los siguientes:
• 1. Co-Autoría: Es la participación de varias personas físicas como autores en la
perpetración de un delito, los cuales son castigados con una pena correspondiente
a su intervención.
• 2. Cooperadores Inmediatos: Son aquellas personas que sin su intervención el
delito no se hubiese podido producir hasta su consumación. No realizan el delito
en sí, pero prestan su colaboración para que se produzca, la cual es necesaria. La
pena a aplicar es la misma que la del co-autor material.
• 3. Cómplices: Son aquellas personas que ayudan en la comisión de un delito.
• 4. Autor Material: Es aquella persona que comete el delito.
• 5. Autor Intelectual: Es aquella persona que induce a otra persona a perpetrar un
hecho determinado la cual no tenía la fase interna presente para realizar delito
alguno. Es penado con la misma pena impuesta al autor material.

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