Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-
DESARROLLO
1 – A principios del siglo XX, la Geografía Urbana era una cenicienta entre las ramas
de la disciplina madre. Otros enfoques – Geografía Física, Geografía Económica,
Geografía Política, Geografía de la Población- acaparaban la atención en la enseñanza
y en las investigaciones. El descuido de lo urbano provenía tanto del prestigio que las
ciencias naturales habían adquirido con el auge del positivismo, como del venero
inagotable de conocimientos de conocimientos proporcionados por los descubrimientos
y exploraciones que penetraron los secretos del planeta en los más lejanos rincones de
mar y tierra. Lo inmediato, como objeto de estudio, se convirtió en desdeñable y banal.
El período pre urbano, sin dudas, está asociado a las primeras manifestaciones del
espíritu gregario del hombre en asentamientos pequeños, como fruto de unos primeros
pasos vinculados a la agricultura sedentaria y a la regularización de los recursos
alimentarios, especialmente los cereales. La reunión en caseríos, aldeas o pueblos
supuso la liberación de una parte de la población de sus tareas rurales y la aparición de
ROMERO, José Luis Matricula: 1605 Fecha: 26/04/2020
artesanías, así como excedentes en alimentos, solo lo cual se torna factible con la
incorporación de adelantos técnicos como el arado, el carro para el transporte y el uso
de los metales.
En América latina el estímulo religioso fue fundamental hasta crear una simbiosis entre
centros ceremoniales y comunidades inmediatas. La discriminación social y un poder
generalmente teocrático caracterizan a esas ciudades pequeñas, de unos pocos miles
de habitantes, tanto entre los mayas como en los aztecas y los incas.
En fin, dentro del período pre industrial, la aportación de la Edad Media posee también
importancia, especialmente cuando mantuvo una continuidad y reemplazó la vida
después de la declinación que sobrevino como consecuencia de la invasión de los
bárbaros. En los siglos IX y X no existió realmente la ciudad, no en el sentido social ni
en el económico ni en el jurídico.
Como resumen de este período pre industrial, dilatado en muchos matices, se pueden
reconocer tres etapas principales: los orígenes en el cuarto milenio antes de cristo, la
gran expansión helenística y romana, y los fenómenos de las funciones urbanas
primordiales de la Edad Media.
Las características de lo urbano, que se entresacan con valor genérico para el período
preindustrial, son:
3 – Si hasta mediados de este siglo las naciones más vinculadas al avance científico y
técnico acusaban una concentración urbana superior, su ritmo ha disminuido y hoy los
países subdesarrollados ostentan esa primacía. América Latina es la más
intensamente urbanizada y, aparte de poseer la mayor aglomeración del mundo
(México, 18.000.000 de habitantes) ha alcanzado casi el 70% de tasa, pese a contener
a sociedades con un elevado porcentaje de población rural (Trinidad y Tobago 77, Haití
74), contrapesado por otras altamente urbanizadas (Uruguay 85, Argentina 83, Chile
83).
La evolución del gran Buenos Aires, al igual que en las grandes ciudades, sugiere tres
connotaciones:
4 – El habitante de los núcleos urbanos sabe a que se refiere cuando se moviliza para
ir al “centro”. Pero este concepto se complica cuando se intenta establecer sus límites o
funcionalidad, aunque no desconozcamos su valor simbólico y la percepción fijada en
la vigencia de los habitantes.
La distribución uniforme de los núcleos adopta, para opinar el manejo del espacio, la
forma hexagonal. Christaller advirtió, sin embargo, que la gravitación del lugar central
en su área de influencia variaba según el indicador escogido y, aceptando una
polaridad mono funcional, fijó las características del reticulado basándose en una u otra
variable: comercio, circulación o administración.
Seis de estas aldeas están colocadas bajo el comando de un organismo más provisto y
así sucesivamente. El reticulado total responde a un índice k=3, lo cual representa el
número de acercamientos de un determinado nivel servidos por un lugar central de
orden superior. Dicho de otro modo, cada lugar central sirve a 3; así mismo, y a 1/3 de
los que lo rodea (6/3=2). Se habla de un tercio porque cada centro subordinado es
compartido por tres lugares centrales. Cada pueblo se conecta con 3 aldeas y cada
villa con 3 pueblos y 9 aldeas. Se da una progresión geométrica.
Pará el funcionamiento del sistema, hay tener en cuenta la irradiación relativa de cada
centro, fincada en su disponibilidad de bienes y servicios, de acuerdo con la jerarquía.
El habitante de una metrópoli regional encontrará en ella la satisfacción de sus
necesidades de todo tipo; si no fuera así, se vive en un asentamiento menor, deberá
movilizarse en la búsqueda de estos elementos hacia los núcleos más equipados. Hay
variaciones conforme a la demanda y la oferta. El control depende de dos postulados:
el alcance económico o ámbito de difusión, y la condición de entrada o requisito de
umbral. Por el primero, se entiende la distancia máxima que la gente está dispuesta a
recorrer para conseguir un bien o un servicio; por el segundo, la mínima cantidad
ROMERO, José Luis Matricula: 1605 Fecha: 26/04/2020
exponencial de personas para que un determinado artículo sea requerido para que sea
rentable.
Los objetos de lujo y los servicios más especializados tienen un mayor alcance
económico y un requisito de umbral más amplio. Lo contrario se produce en usos más
triviales, como la venta de pan. En ambos casos está implícita la extensión del área de
influencia y la necesaria complementación de las jerarquías para satisfacer las
exigencias regionales. Por cierto, en este juego de la oferta y la demanda actúan otras
variables, como el poder adquisitivo, el nivel cultural, el estilo de vida, los hábitos, etc.
9 - Considero que los patrones de uso del suelo responden a varios procesos, tanto
de desarrollo urbano como de retroceso. La competencia por el uso de la tierra es
fuerte entre y dentro de las diferentes funciones. No toda ella puede ser utilizada por
nosotros, motivo por el cual constituye un recurso natural valioso y sometido, en
muchas partes del mundo, a una notable presión. En consecuencia, es importante
tener una visión correcta del uso que se le está dando a un espacio concreto y de si
éste es el más apropiado.
Así, los carruajes de tracción a sangre, el tranvía (de tracción a sangre a electrificado),
el ferrocarril de superficie y subterráneo, el automotor individual y colectivo,
constituyeron etapas de una rápida evolución que desembocaron en los automóviles.
Las ciudades según sus etapas históricas de crecimiento fueron registrando marcas
perennes en su estructura urbana que definen distintos tipos de relación entre usos del
suelo y movilidad.
Este enfoque se basa en la imagen que nos forjamos de la realidad, fruto de una
información que recibimos a través de nuestros sistemas perceptivos y que pasa por
los filtros psicológicos, mentales y culturales.
Como espacio vivido, la ciudad o la aglomeración cobra cada vez mayor vigencia, por
su indudable protagonismo en esta época. El individuo se siente consustanciado con
ella, como si constituyera el punto preciso de una asimilación y con este espíritu, la
coloca en el carácter de referencia de importancia similar a la del barrio, o la discrimina
como nota distintiva dentro de la gran Conurbación o de la región urbana.
ROMERO, José Luis Matricula: 1605 Fecha: 26/04/2020
Tales componentes integran los contenidos de las imágenes, para dirigir o focalizar la
atención del observador.
Las sendas o itinerarios son los ejes de desplazamientos de las personas, los
conductos que sigue cuando se moviliza a pie o en un vehículo: calles, senderos,
autopistas, canales, vías férreas, etc. La imagen que se forja a través de ellas tiene
características diferentes a la percibida desde otros puntos de mira, y suele ser
preponderante para quienes utilizan el mismo medio de transporte, individual o
colectivo.
Los bordes o límites son rupturas a la continuidad, cortes entre dos espacios: muros,
setos, canales en cuanto significan separación, tamales ferroviarios, o simplemente
líneas entre dos superficies contrastadas en lo referente al uso del suelo.
Los hitos o puntos de referencia son elementos exteriores al observador, situado a
veces a larga distancia - una montaña – o que forman parte de señalamientos
llamativos en pleno corazón urbano: un monumento, un edificio especial, un letrero,
una tienda, un árbol, etc. Son relevantes en la microestructura urbana y en el
conjunto ciudadano compiten por la senda para definir la imagen global, lo cual
guarda relación con el tipo de plano.
Los barrios, ingresan también en la imagen como piezas bidimensionales y
configuran el todo mediante una imaginabilidad sectorial. Puede asimismo tratarse
de secciones administrativas bien netas y reconocibles formalmente.
Cuando las circunstancias de la visión varían, estos elementos pueden cambiar de tipo:
un tendido ferroviario constituye en principio una senda, pero su carácter de obstáculo
a la circulación es mirado como borde para automovilistas. Un edificio bancario de
prestancia arquitectónica es un hito que, a la vez, sirve de nodo a quienes penetran en
él o salen después de realizar gestiones.