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Las ventanas de Greenaway.
Espacio, arte y posmodernidad
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JOSÉ MIGUEL GOMEZ ACOSTA
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transformación culmina en El niño de Greenaway tiene algo de repetición,
Macôn (The Baby of Macôn, 1993), fragmentación y acumulación, así
donde el escenario teatral es a la vez como un desmedido afán enciclopé-
el espacio de la realidad y el de la dico y de mezcla disciplinar. A veces
representación en un alambicado ese rasgo llevado al extremo es el
juego de profundidades que tras- que consigue su extraño y caracterís-
ciende la tradicional bidimensionali- tico aspecto formal. Queremos seña-
dad del teatro. Por último en The lar con esto que la filmografía de
Pillow Book y en la serie de Tulse Greenaway, generalmente clasifica-
Luper, el espacio que se trasciende no da de excéntrica y marginal, puede
es el teatral sino el cinematográfico, releerse fácilmente junto a las obras
al mezclar diferentes niveles de rea- de algunos otros artistas también
lidad y representación en ventanas calificados como excéntricos o mar-
digitales independientes que forman ginales, pero que ocupan en sus dis-
una imagen múltiple global. tintas disciplinas un papel relevante
en el siglo XX.
Todos estos espacios donde se
colocan los hechos y también las La influencia y reciprocidad de la
emociones están construidos, en un obra de Greenaway puede verse
sentido amplio, de números, es reflejada en la pintura metafísica de
decir, de relaciones matemáticas. Y Giorgio de Chirico (1888-1978), en la
estos espacios que se convierten en arquitectura de Aldo Rossi (1931-
1 "Me siento atraído más elemento estructurante son, para 1996), en la literatura de Italo Calvi-
fuertemente por mi sentimien- Greenaway, los grandes protagonis- no (1923-1985), y por supuesto, en la
to del lugar que por mi senti-
miento de las personas […] tas. Para ilustrar la importancia de música de Michael Nyman (1944-).
¿Por qué no aplaudir las pasio-
nes, el drama y los cambios de esta idea, nada mejor que acudir a Brevemente trataremos de ilustrar
luz del sentimiento del lugar? las palabras del propio director: Me algunos aspectos comunes de todos
Un día lo haré. Ni actores. Ni
diálogo. Ni intriga. Ni relato. siento atraído más fuertemente por mi ellos.
Ni figurantes. Ni muchedum- sentimiento del lugar que por mi senti-
bres." Positif 363, mayo 1991,
p. 24. miento de las personas1. 1. La vuelta al clasicismo
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conjeturas y observaciones, ensam- repetición y articulación de un dis-
blado mediante sutiles y deliberadas curso paralelo al propio argumento
incoherencias de representación que, en ocasiones, llega a superar.
(Misterio y melancolía de una calle, Michael Nyman, a su vez, encuentra
1914). Tras la etapa metafísica se en la cita clásica sacada de contexto
sucederá otra marcada por una copia y reelaborada, el material de trabajo
más literal de modelos del pasado para la música de la filmografía de
para desembocar al final en una Greenaway. La forma en que
relectura también literal de sus pro- Nyman coloca la historia musical
pias primeras obras: la autocita roza bajo una lupa, es a la vez original e
la falsificación. En la obra de Rossi es irónica. Las trampas y fallos resultan
necesario observar la relación entre grotescos e intencionadamente ama-
las piezas como elementos irreducti- nerados, alegres aunque con un
bles de partes más complejas. El fondo último de extrañeza y pesa-
imaginario clásico se vuelve nuevo dumbre. La técnica de sacar de con-
al sacarse de su contexto habitual. texto compases específicos, frases
Cilindros-columna, pilares prismáti- cortas o secuencias de acordes para
cos, conos, cúpulas, esferas, pirámi- alargarlos, tocarlos con la medida
des y ejes dan lugar a composiciones errónea, con instrumentos cambia-
geométricamente precisas, reiterati- dos y con una actitud que no estaba
vas y obsesivas. Tales elementos se allí desde el principio confiere a la
cargan de una intensidad inusitada, música un carácter desconcertante.
confiriéndoseles significados ambi- Greenaway, por su parte, basa sus
guos, imprevistos, extrañándolos en películas en una férrea estructura
su contexto urbano (Cementerio de hecha de repeticiones y fragmentos
Módena, 1971). Italo Calvino entien- que poco tiene que ver con las con-
de esta composición fragmentaria a venciones cinematográficas habitua-
través de estructuras hasta cierto les. Las situaciones, espacios e histo-
punto complejas que se repiten y rias son fuertemente antinaturalistas,
que hacen que cada capítulo o sec- artificiales. A veces sus películas se
ción adquiera un valor diferente ven interrumpidas por piezas en
según se relacione con el resto. Si en principio ajenas (que posteriormente
la trilogía de Nuestros Antepasados se harán propias) que dotan a la obra
(1952-1959) Calvino vuelve la vista de dos lecturas, de dos movimientos
hacia una reelaboración de la fábula rítmicos. Una vez establecida la
tradicional, en obras como Las ciuda- malla el director la llena de estratos
des invisibles, Si una noche de invierno que, junto con el argumento, forman
un viajero o El castillo de los destinos un poderoso tejido de alusiones. Las
cruzados, la estructura marca la com- citas son en ocasiones literales y pro-
posición fragmentaria hasta llegar a vienen del mundo de las artes plásti-
recomponer una serie de relaciones cas en su mayor parte, mientras que
ambivalentes y nunca cerradas. otras veces la cita hace referencia a la
Dichas relaciones se basan en la propia obra anterior del director.
Reseñas t&f
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3. Temas y símbolos go la muerte, la descomposición
musical de estos fragmentos, se
Según Peter Greenaway hay dos torna en una alegre fiesta muy poco
temas fundamentales en el arte occi- frecuente en la música contemporá-
dental: el sexo y la muerte2. Y el pri- nea. Greenaway, a su vez, entiende
2"Básicamente sólo hay
mero, en sentido amplio, puede enten- la muerte como un paso más en el dos asuntos que se tratan en
derse como apéndice del segundo. De implacable camino de la evolución toda la cultura occidental:
sexo y muerte. Tenemos
Chirico explica la muerte en la inmo- natural. Sus obras están llenas de cierta habilidad para mani-
vilidad del espacio, con la suspensión asesinatos, suicidios y accidentes, pular el sexo hoy en día. No
tenemos habilidad, y nunca
de la temporalidad. A fuerza de enfa- pero también de procreación y naci- la tendremos, para manipu-
tizar invariantes plásticos y gracias a mientos. La escala biológica trascien- lar la muerte". Cineaste,
XVIII/3, p. 10.
un elevado grado de estilización icóni- de a la humana: descomposición,
ca de los elementos figurativos clasi- desmembramiento, vuelta a las sus-
cistas, su pintura es la primera en pro- tancias primitivas, fuego y agua
poner una lectura posmoderna del purificadores, tabula rasa, celebración
espacio y el tiempo. Los objetos aban- de la muerte.
donan su significado habitual llegan-
do a la descontextualización formal y 4. Ventanas
de contenido. Aparecen espacios sor-
prendidos, inmovilizados, arquitectu- El breve repaso por esta colección
ras sin tiempo, enigmas reforzados de influencias y reciprocidad entre
por la tensión compositiva que susci- las obras dispares de cinco artistas
tan en el escenario arquitectónico las dispares, tiene como fin reflexionar
figuras (bustos, estatuas, sombras, una vez más sobre las sutiles relacio-
fragmentos) y los paisajes lejanos. nes que existen entre tradición y
Fácil reconocer en todo esto rasgos modernidad. El vacío de las van-
comunes con la arquitectura de Rossi: guardias y el agotamiento de una
construcciones inmóviles, obstinadas, abstracción insatisfactoria pudo pro-
indiferentes, cínicas, desencantadas, piciar la vuelta a formas de la figura-
angustiosas y, a la vez desenfadadas, ción clásica. Pero este regreso, lejos
coloristas y contradictorias. Calvino se de ser un paso atrás, se convierte en
adentra en esta pulsión mortal de la una renovadora apertura gracias a
nostalgia infinita, a través de persona- su mirada irónica, desmedida, des-
jes como el Vizconde Demediado o el prejuiciada y en ocasiones superfi-
Caballero Inexistente. En ellos no cial. Algunas de las vías propuestas
sabemos dónde están los límites entre en este intento morirán en poco
lo que es y lo que no. Y esa pérdida tiempo, sin embargo otras serían
total de esperanza, profundamente retomadas y reconducidas por sen-
asumida, va emparejada con una fina deros desiguales pero siempre suge-
y alegre ironía. La música de Nyman, rentes.
alimentada largo tiempo de fragmen-
tos de músicas pasadas, podría ser Para acabar, retomaremos las ven-
calificada como necrófaga. Sin embar- tanas, elementos repletos de un gran
t&f Reseñas
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valor simbólico y literal. Las que de sus formas geométricas puras, es
Peter Greenaway, mucho después de la posibilidad de redescubrir lo evi-
rodar Windows, emplazó en algunas dente. Las ventanas que Giorgio de
ciudades europeas a partir de 1994 Chirico nos muestra están hechas de
estaban situadas sobre diferentes fragmentos seleccionados combina-
tipos de escaleras y, mediante encua- dos artificialmente y, como los ejem-
dres y puntos de vista diversos, per- plos anteriores, congelan una visión
mitían al ciudadano-observador determinada cuyo punto de vista es
reencontrarse con un fragmento de difícil eludir y que redescubre el
su ciudad. Dicho fragmento se pre- misterio de lo cotidiano. El mismo
sentaba, a la fuerza, extrañado, en misterio de las ciudades que Calvino
cierta medida descontextualizado despliega bajo la mirada atenta de
por el simple hecho de haber sido Kublai Khan. Cada ciudad es exacta-
enmarcado y elegido para su visión. mente una ventana abierta por
El mecanismo era similar al de Aldo Marco Polo, un fragmento de memo-
Rossi en sus proyectos de monu- ria seleccionado y mostrado en un
mentos para Cuneo (1962) y Segrate contexto distinto. Fragmentos extraí-
(1965): una escalinata encerrada que dos, revelados, repetidos, ventanas
aísla del exterior llevando al actor- que, como en la música de Michael
espectador hasta una visión parcial Nyman, acaban de forma tan brusca
ya seleccionada. Lo remarcable, lo e inesperada como empezaron.
memorable del monumento más allá
t&f
Hélices
Piano
Pedro Guerra
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