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Ensayo Desarrollo de una cultura de participación

Cuando hablamos de cultura o de participación, separamos amabas palabras


dándoles un significado único y sin más análisis, pero cundo unimos ambas y
agregamos otra es donde tenemos la oportunidad de conocer temas a fondo,
donde todas las personas o individuos tienen el poder de participar, comunicar o
expresar aquello que sienten, intercambiar ideas con otros, subgerencias,
comentarios etc., y colaborarse de alguna manera por lo tanto estas ideas deben
ser más allá de expresar algo sin sentido o sin fundamento o filosófico,
dirigiéndonos un poco más a base podemos expresar que toda comunidad tiene
su propia cultura de expresión.

Las culturas están ligadas a toda manifestación que se encuentre en la vida, y que
eso significa una libre expresión para cada comunidad, puede que para ellos sea
algo que ayuda a su crecimiento económico y social, pero de qué sirve esto fácil
en el desarrollo de estas ya que los ayuda a prosperar de una manera inexplicable
ya que esto expone arriesga la cultura y tradición de cada pueblo o comunidad y por
ende tiene en cuenta los estilos de vida, sistema de valores, tradiciones,
creencias, conocimientos y aptitudes de la comunidad que a su vez exige la
participación activa de los individuos como beneficiarios de este proceso, por eso
en la actualidad cobra mucha fuerza la idea del desarrollo, van de la mano con
potencialidades humanas podemos ver en esto que causa algún impacto positivo
visto así, un auténtico desarrollo solo puede ser empresa suscitada desde dentro,
querida y realizada conjuntamente por toda la fuerza viva de una nación.

Esto equivale que este debe tener por objeto y sujeto al individuo en sí mismo,
especificando que armonizarle con un espacio que magnifique su existencia es
reconocer su heterogeneidad, diversidad y originalidad para que surjan soluciones
reales a los problemas que los afectan y se sientan parte de una comunidad que
resulte solidaria, además de un trabajo que le confiera dignidad y libertad.

Podemos tomar como ejemplo cuba, al triunfar la revolución sus objetivos se


integraron a la transformación de la vida social por lo cual el gobierno llevo a cabo
en convertir en realidad el desarrollo social y cultural, con oportunidades para las
grandes mayorías así mismo en 1961 en el discurso Palabra a los Intelectuales, el
Comandante Fidel Castro dejó definido el propósito de la Revolución de
desarrollar la cultura, al respecto afirmó: ¨ Nosotros hemos sido agentes de esta
revolución, de la revolución económico social que está teniendo lugar en Cuba… a
su vez esa revolución económico social tiene que producir inevitablemente
también una revolución cultural en nuestro país ¨ (Colectivo de Autores, 1986: 23)
¨Esta dimensión cultural del desarrollo estimula la acción colectiva de los diversos
grupos sociales en las comunidades en las diferentes esferas de la vida ¨ (Pérez –
Malo y Carcassés Legrá, 2004:124), se considera a la cultura como una parte
integral, un instrumento y objetivo esencial de una adecuada concepción de
desarrollo, considerando lo material, bienestar y espiritualidad de todos como su
razón de ser y como una poderosa fuerza interna de la sociedad.

En 1990 había condiciones poco favorables para materializar el proceso de la


cultura en los procesos de desarrollo, por la desplomacion de la economía que
sufrieron los países pobres o en vías de desarrollo. No obstante, se aprecian
intentos por llamar la atención hacia el Desarrollo Cultural, por el cual es asumido
globalmente la aceptación de esta misma, teniendo en cuenta que ¨ la esencia del
desarrollo humano es la realización cultural y social de las personas ¨. (Carnaza
Valdés, 1999: 37), con este modo se entiende que el desarrollo es un proceso que
deja actuar a todos los factores y donde la participación es elemento esencial,
hace posible que las personas se involucren de forma activa y creadora en la vida
cultural de la comunidad, lo que emerge como derecho y a la vez deber de todos
los individuos, así la participación es el eje transversal de cualquier modelo de
desarrollo cultural, Víctor Arrogante resume en cuatro elementos los indicadores
que conforman el concepto, reconociendo que devienen en regla para hablar de
desarrollo cultural: - la cultura vista como factor de desarrollo personal, social y
económico; - como garantía para la creatividad; - como espacio de participación y
solidaridad y - como definidora de la identidad de los pueblos. (Arrogante, 1992: 9)
Se aprecia una proyección al desarrollo integral del individuo y la comunidad, a
través de la interacción y la participación activa y creadora de todos los factores
implicados en el proceso de cambio, dirigidos a mejorar la calidad de vida y el
logro del autodesarrollo individual y colectivo que se nutre y enriquece a partir de
la igualdad de oportunidades, respeto mutuo y aceptación de la diversidad cultural.

Esto lleva al hombre como el centro de la actividad cultural en un sentido más


amplio y se considera como un derecho de ser humano desarrollo con énfasis en
el factor social, tienen en cuenta a la comunidad como impulsora del desarrollo
social desde una dimensión más amplia que la económica. Se destaca la
importancia de  la participación popular que tiene por finalidad integrar a la gente
para mejorar el orden social a través de la autogestión, y proporcionar causes en
participaciones sociales, una comunidad se estimula en desarrollo de
determinadas relaciones y modos de actuación entre cada individuo vinculado e
involucrado en el accionar sociocultural, lo cual  trae consigo el desarrollo de
valores, no sólo de los que tienen que ver con la personalidad individual, aquellos
que encierran una connotación social en relación con algunos fenómenos son
parte importante de ese sistema multifuncional y multifacético que es la cultura, en
su sentido más amplio.
Lo cual hace posible una creación de espacios y contextos donde cada individuo
comparte un proceso individual de desarrollo y también grupal, de esta manera la
participación es un elemento indispensable que hace posible poner a prueba y
desarrollar las capacidades humanas y estructuras, que desde la comunidad se
pueda producir una cultura como esta, teniendo en cuenta lo anterior la
participación se convierte en el prerrequisito que posibilita un verdadero desarrollo
endógeno, en tanto proceso de cambio, transformación y apropiación autónoma
de la sociedad, que es un resultado de enfrentar y resolver sus contradicciones y
conflictos a través de  la intervención consciente y activa de todos sus integrantes
¨. (Linares, P. E. Mora y S. Correa, 2003: 57), Como se aprecia la vida cotidiana
necesariamente lleva implícita una acción que le brinda sentido a los hechos,
sucesos, acontecimientos en los diferentes sectores poblacionales, donde para
que se genere cultura es indispensable la participación activa y consiente de todos
los comunitarios.

Aroldo Dilla Alfonso considera que esta es: ¨ un proceso de involucramiento activo
de los ciudadanos, percibidos en su diversidad real, en las distintas fases de los
procesos de toma de decisiones, ante todo mediante prácticas sistemáticas y de
democracia directa, reuniones deliberativas, referendos, etc.¨ .(Dilla Alfonso,
1996:102).

Se analiza la participación como una condición incluyente y como parte de los


derechos que dignifiquen al hombre y así abriendo las puertas a cualquier mayoría
para ejercer de modo activo, potencia una concepción de desarrollo que no sólo
el avance en el sentido económico y utilitario sino que contempla también como
aspecto necesario e imprescindible el desarrollo de los aspectos espirituales que
forman parte de la herencia cultural de los seres humanos como principales
protagonistas del desarrollo en las comunidades, la necesidad del conocimiento y
reconocimiento y solución de los problemas comunitarios con la participación
creativa, activa y protagónica de los pobladores en sus respectivas comunidades,
ahora organizados en consejos populares.
Ello motiva el estudio del tema como un problema actual de las ciencias sociales y
sin dudas útil a todas las personas que deseen mejorar las comunidades.

Con lo anterior podemos evidenciar que hay un carácter, político, económico e


ideológico tanto social como cultural donde el hombre es el actor principal
de aquellas transformaciones que se produce y no concibe ninguna actividad
humana en la que no esté presente el proceso de participación, con esto podemos
dar a conocer que atra vez de los tiempos el desarrollo una cultura y la
participación de esta hacen un juego exacto y preciso de su crecimiento tanto
como líderes y comunidad en especial saben el valor de esta aunque pueda pasar
por desapercibida por algunos tiempos.

¨ La sociedad cubana actual exige un nuevo modo de participación,


específicamente comunitario, con un nuevo sentido que surja desde abajo,
vinculando a los actores sociales con los individuos concretos  y partiendo
siempre  de sus necesidades, aspiraciones, deseos, gustos, preferencias,
intereses …Así lograremos situarlos como promotor  de derechos y obligaciones
imbuido en el propio desarrollo cultural de la comunidad, se promoverá la
solidaridad y la dignificación del hombre como protagonista de su propia historia y
transformación.  (Limia David, 2005: 216).

Bibliografía

 Olvera, A. J. (2009). “Las leyes de participación ciudadana en México: proyectos políticos,


estrategias legislativas y retos estratégicos en la democratización futura”. Recuperado de
http://www.gobernacion.gob.mx/work/
models/SEGOB/Resource/946/4/images/OlveraEntregable3_leyes_de_participacion_
 ciudadana.pdf. Sartori, G. (1998). Homo Videns. La sociedad teledirigida. Madrid: Taurus.
 Vargas Cuellar, M. I. (2010). “Niveles de participación ciudadana en las políticas públicas:
una propuesta para el estudio de mecanismos institucionales de participación”,

 Mir A. Ferdowsi, Incidencia de la cultura en el desarrollo. Texto completo de un artículo


publicado en D+C Desarrollo y Cooperación
No. 4, julio-agosto 1994: páginas8 – 12. http://www.euforic.org/dandc/94s_fer.htm

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