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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos
Área Ciencias de la Salud – Medicina
Tercer año – Sección “4”
Ética y Deontología Médica

MUERTE 

Facilitador: I​ ntegrantes:
Dr.Hamstervil Arredondo Rodolfo V-27.751.273
Castro Vicmar V- 27.834.678
Cinicolo Anaireth V-27.602.558
Delgado Hugo V- 27.823.319
Escalante Gustavo V- 27.747.356
Flores Yusbrianny V- 26.973.710
García Gabriel V- 27.679.544
Gennaro Angimar V- 27.406.966

San Juan de Los Morros, Edo. Guárico, 2020.


El comienzo de la funciones biológicas comienzan a partir de la concepción, en
donde se desarrollan todos esos mecanismos moleculares y fisiológicos que componen un
ser, sin embargo, el cese de estos factores intrínsecos, acaba siendo el determinante de la
continuidad vital, es decir, la muerte. Es por ello que muchos autores abordan este concepto
como un fenómeno biológico, del mismo modo, ​"la muerte es la cesación permanente de
todas las funciones clínicamente observables del organismo como un todo y pérdida
permanente de la conciencia por el organismo en todas sus partes identificables” (Gert
​ artiendo desde su pensamiento, destacamos lo inalterable y al mismo
Bernard, 1996). P
tiempo irreversible que es la muerte, generalmente por factores desencadenantes de
procesos fisiopatológicos.

Aunado a esto, el término muerte ha trascendido de generación en generación a los


largo del tiempo, siendo su interpretación en cada una de ellas distinta, desde los primeros
hombres, entre ellos el Neandertal, a partir de estudios antropológicos y arqueológicos, se
ha demostrado de forma no muy evidente que los hombres primitivos entendían la muerte
como ​“la entrada a un reino del sueño...” ,​ esto debido a que alimentos y pedernales eran
depositados como ofrendas para que el “muerto” pudiera valerse de ellos en la “transición
de un mundo a otro”, ​de esta manera, en la época arcaica se creía que el hombre moría
como consecuencia de un cambio que lo llevaba de una vida terrenal y espiritual a otra.

Asimismo, en busca de estudiar el ser y la existencia, surge el pensamiento


filosófico, el cual fue considerado metafísico, fueron muchos los filósofos que definían la
muerte como algo espiritual, Sócrates y Platón por su parte, afirmaban que ​“el alma
sobrevivía a la muerte”,​ siendo esto apoyado por Pitágoras de samos, quien aseguraba que
“el alma es inmortal y transmigra a otros cuerpos” . Cada uno de estos ideales en común,
pone en evidencia la creencia espiritual y simbólica que representa el término muerte dentro
de la sociedades metafísicas, que se creía además, que las almas de los muertos eran
sometidas a juicio o sentenciadas a sufrir, según haya sido el comportamiento de estas
dentro del cuerpo de quienes poseían y coexistían.

Sin embargo, a partir del siglo XVII, autores como Immanuel Kant, ​Friedrich
Nietzsche y David Hume, han planteado la idea de establecer los límites del pensamiento
metafísico, esto nos permite considerar que el pensamiento filosófico del siglo XX​. Las
religión, en busca de lograr una respuesta a lo que es el final de la vida (muerte), se ha
encargado a través de sus escritos, biblia, y de sus profetas alrededor del mundo, llevar el
mensaje de Dios, que si bien nos dice que debemos cumplir sus mandamientos para así
obtener la vida eterna, sin embargo, basado en lo dicho en párrafos anteriores, termina
siendo un poco contradictorio, ya que la biblia nos habla frecuentemente de resurrecciones
y vida eterna, que si bien, estudiosos (filósofos) anteriores descartan totalmente.

​ orque el Señor mismo


De este modo, en el libro 1 Tesalonicenses 4:15-16, dice ​“...p
con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero”.​ Si bien, este versículo bíblico nos dice que aquellos
muertos, que en vida fueron creyentes de Dios, y al mismo tiempo seguidores de su dogma,
serán resucitados y llevados al reino de los cielos, donde gozarán de vida eterna, siempre y
cuando hayan seguido sus mandamientos. La vida posterior a la muerte de quienes no
siguen estos lineamientos, les depara una vida de sufrimiento eterno, como castigo de
incumpliento. Por lo que la vida después de la muerte si existe, y esta puede ser de goce o
dolor según sea el cumplimiento correcto dogmático de la religión.

Asimismo, las corrientes filosóficas que prevalecen a través del tiempo inspiraron a
pensadores de épocas no muy lejanas y de nuestra actualidad, que han maravillado la
comprensión humana y desbordado los márgenes que los instintos biológicos y las culturas
han establecido para concebir con menos desconsuelo el fatídico motivo que nos mantiene
elaborando estrategias para sobrevivir, es decir, la muerte. Por tal motivo, resulta necesario
estudiar las ideas de algunos estudiosos de nuestros tiempos.

"La muerte es una posibilidad de ser de la que el Dasein mismo tiene que hacerse
cargo cada vez. En la muerte, el Dasein mismo, en su poder-ser más propio, es inminente
​ eidegger, 1927). Tal y como dice Heidegger, refiriéndose al Dasein como un
para sí…” (H
ser que condiciona su existir, su trascenderse a sí mismo como proyecto y ​“...Su muerte es
la posibilidad del no-poder-existir-más...” .​ De esta idea central, se entiende que la muerte
para Heidegger es una posibilidad latente y que el Dasein (ser humano) trabaja
constantemente para evitarla ya que ésta implica la cancelación de sus actos en vida.

En contraposición a Heidegger, su deconstrucción de la metafísica y a muchos otros


filósofos como Nietzsche ​“Morir con orgullo cuando ya no es posible vivir con orgullo…”
(Nietzsche, 1887) que refutan la existencia de un ente (llámese alma) que perdura
eternamente en un ciclo de sufrimiento continuo, tenemos un enfoque metafísico, como el
de Immanuel Kant que interpreta la muerte como ​“...Expresión que no querría decir nada si
se quisiera dar a entender con la palabra eternidad un tiempo que se prolongan sin término;
porque, en ese caso, el hombre nunca saldría del tiempo, sino que pasaría de un tiempo a
otro...” . ​A su particular manera, mantiene las connotaciones místicas de la metafísica sobre
el alma, que seguirá perdurando con una duración inconmensurable con el tiempo.

Esta dualidad son un manifiesto ejemplo de la incertidumbre sobre la muerte,


naturalmente el hombre siempre ha indagado en lo que desconoce, y la ignorancia sobre el
fin de la vida atormenta la mente desde el sinfín de la existencia.

El dolor de la muerte siempre ha sido razón de miedo y, la medicina actual, en su


honorable intento por prolongar la vida en estados terminales, también ha prolongado la
muerte y con ello el dolor que puede implicar en algunas situaciones o patologías
caracterizadas por el sufrimiento que debe acarrear el paciente como el cáncer. Aunque el
paliativismo ha ideado, formas de suprimir el dolor de la muerte a través de fármacos ​"se
desvanecen sin dolor” (​ Campbell, M). Por lo que el dolor, sería un suceso virtual. Podría
decirse también, que otro gran misterio es el “¿qué hay más allá?” y la popular “luz al final
del túnel” que, basándose en la fisiología “​una de las partes que es estimulada es el sistema
visual…Ese momento es cuando las personas empiezan a ver la luz​" (Hovda, D). ​"

“El ser humano le teme a la verdad como a lo desconocido”. (Cybulkiewicz, E).


Haciendo referencia a esta frase, los seres humanos han vivido con miedo al
desconocimiento de la muerte, que se desvanece en el mismo momento que se
experimenta y se acaba la vida ​"Lo más temible es la muerte porque es el fin" (Aristóteles).
Este miedo, de forma patológica podría explicarse como tanatofobia, pero fisiológicamente
es normal sentir ansiedad por la muerte e idear fenómenos como la resurrección para evadir
este sentimiento.

“...nariz afilada, ojos hundidos, sienes colapsadas, las orejas frías, contraídas y sus
lóbulos desviados hacia afuera, estando la piel de la frente rugosa y distendida, siendo toda
la cara de color verde, negra, lívida o plomiza es la facies final...” (​ Hipócrates 460 A.C.) de
esta forma identificaba semiológicamente hipócrates la muerte, a lo que llamó este signo
como “facies hipocráticas”. De forma usual, el término muerte clínica se utiliza para retraer
este conflicto ético que implica determinar cuando acaba la vida. ​“Cambios en la función
intestinal y vesical, retraimiento, cambios en la temperatura corporal, cambios en la
respiración, acumulación de saliva y secreciones” (​ Northwestern Memorial HealthCare)

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