Confieso.

Cuatro pestañas, así empieza mi día. Facebook, el clima, Whatzap y mirá lo que hizo ahora la
China Suarez. A veces pasa una hora, a veces más.
Entonces me pongo en inglés; Friends, Girls, New Girl, The Big Bang Theory, o me arriesgo con la
película pedorra que puede resultar una gran decepción o justo lo que busco. Finalmente me
levanto de mi cama con el hombro trabado, el pelo revuelto y problemas para distinguir entre la
realidad y yonkilandia.
Parada al amparo de la estufa observo la ciudad, el cielo, la plaza, la bicicleta y pongo la pava.

No os preocupéis!, no voy a contar mi día momento a momento, es solo que en estos tiempos
macristas, turbulentos, emocionales y contradictorios soy esto.

Pero también soy muchas otras cosas, o espero serlas. Soy música indefinida, soy esperanzas,
sueños, ilusión, melancolía, comedia, comedia romántica, drama del siglo XXIX, cine
independiente, Psicología, Filosofía, Astronomía, Gastronomía, y claramente no soy pro mascotas.

Como nací hija única me convertí en buscadora profesional de posibles hermanos de vida, y
cuando aparecen me aferro con una terquedad incomprendida y una fuerza sobrehumana.

Pero para entender a Lucía falta un poco más. Los días de sol soy proyectos de actuación y obras
por escribir, canciones inventadas, mil millones de miedos, cien millones de risas, pura
imaginación y dudas. Las noches tibias soy taciturna, seria, callada, observadora, un poco tímida,
tensa e insegura. Y en invierno soy otras cosas, o espero serlo. Soy charlas y chistes malos,
envidias, enojos, felicidad y soy débil, tanto que a veces me derrumbo.

El té lo hago ahora con jengibre y miel, y mejor volver a la cama un ratito más antes de empezar a
pelar papas y batatas y a cortar la calabaza. Y capaz por ahora no puedo con la vida adulta ni con el
amor, pero si puedo con la amistad y con los sueños. Puedo idear utopías que emocionen y pensar
en el mundo.

Me despierto y abro las pestañas, Facebook, el clima, whatazp y a ver que hizo la China Suarez.