Está en la página 1de 4

La dirección por valores

Es una herramienta del liderazgo estratégico basada en valores. Esta integra


la dirección estratégica con la política de personas, con el fin de desarrollar
el compromiso por un rendimiento profesional de calidad en el día a día. Este
tipo de liderazgo se basa en valores profesionales de autonomía, autoestima,
cooperación, compromiso y participación. Es decir que nos lleva a un modelo
basado en los valores corporativos.
La dirección por valores busca unir la realización personal y los objetivos de la
empresa. Nos permite vincular el nivel estratégico de la empresa con el objetivo
individual, tomando como ventaja competitiva:
Creencias > Valores > Normas > Actitudes > Conductas > Resultados

Cultura organizacional es el conjunto de creencias, hábitos, valores, actitudes


y tradiciones de los miembros de una empresa.
La cultura organizacional es un conjunto de valores y normas que comparten
todas aquellas personas que trabajan en una empresa u organización a fin de
fomentar la integración del personal y procurar un buen clima organizacional.
La cultura organizacional es lo que diferencia una organización de otra, incluso
puede generar sentido de pertenencia entre sus integrantes al compartir un
conjunto de sentimientos, objetivos laborales y profesionales dentro de la
empresa donde se trabaja.
Valores y cultura corporativo

Toda empresa busca crecer, pero a diferencia de lo que se cree popularmente


el crecimiento debe empezar hacia el interior, desarrollando una cultura
corporativa sólida que influya positivamente en la actitud y el rendimiento de los
empleados.

Aunque el servicio al cliente debe ser una prioridad en todas las empresas,
formar un equipo de talento humano excepcional que trabaje eficientemente en
pro de los objetivos y se sienta satisfecho y comprometido con la cultura
organizacional, generará grandes beneficios en todos los aspectos de la
compañía.

Por eso, cuando se gestionan equipos de profesionales talentosos es necesario


enfocarse en crear una cultura clara y consistente, que refleje los valores y
objetivos de la empresa, y que a su vez satisfaga las necesidades
(profesionales, económicas y emocionales) de los empleados. Como cita una
frase popular: “Empleados felices = clientes satisfechos”
La cultura corporativa se define como el conjunto de creencias, valores,
costumbres y prácticas de un grupo de personas que forman una organización.
Se trata de todos aquellos elementos que delimitan la conducta, objetivos y
valores de la empresa, y transmite a los empleados un sentimiento de identidad
que facilita la cohesión entre todos los miembros de la compañía.

Estos valores y comportamientos delimitados dentro de la organización,


contribuyen al entorno social y psicológico de los empleados. También se
conoce comúnmente como cultura empresarial o cultura organizacional.

Clima organizacional: El término clima organizacional puede ser sustituido por


clima laboral o ambiente organizacional.

Se basa en el ambiente generado por las emociones de los miembros de un


grupo u organización, el cual está relacionado con la motivación de los
empleados. Se refiere tanto a la parte física como emocional y mental.
Se entiende por clima organizacional todas aquellas relaciones laborales y
personales que se desarrollan en todo lugar de trabajo. Según sea el clima
organizacional de una institución o empresa se puede evaluar y medir su
desempeño, logro de objetivos y calidad de bienes o servicios.

Para quienes fungen como líderes de una organización o empresa, es


importante tener conocimiento de cuál es el clima organizacional que se vive
entre sus subordinados y con todos aquellos agentes externos, como clientes o
proveedores, con los cuales mantienen relaciones y acuerdos.

Cuando las relaciones laborales dentro de una empresa son óptimas entre los
trabajadores, los gerentes y demás responsables, entonces el clima
organizacional será altamente satisfactorio para obtener un trabajo de alta
calidad, reconocido entre los usuarios y la competencia. Alcanzar y mantener
un clima organizacional positivo y productivo es el pilar de cualquier empresa u
organización.

En ocasiones, por diversas dificultades gerenciales, de comunicación, o por


diferencias personales entre algunos empleados, se pueden generar un clima
organizacional negativo, lo cual afecta directamente la calidad y relaciones de
trabajo.

De ahí la importancia de mantener la motivación, valorización y relaciones


cordiales entre todas las personas, para que el desempeño de la empresa siga
por buen curso y, en función de los objetivos y planes de trabajo propuestos.

Como se puede apreciar, el clima organizacional se caracteriza principalmente


por la percepción compartida que poseen empleados y los directivos o dueños
de una empresa para trabajar en conjunto de la mejor manera posible y
respetando los derechos y deberes de todos por igual.

Dirección en valores

La dirección por valores (DPV) es una herramienta del liderazgo estratégico


basada en valores. Esta integra la dirección estratégica con la política de
personas, con el fin de desarrollar el compromiso por un rendimiento
profesional de calidad en el día a día. Este tipo de liderazgo se basa en
valores profesionales de autonomía, autoestima, cooperación, compromiso y
participación. Es decir que nos lleva a un modelo basado en los valores
corporativos.

La dirección por valores una expresión que en las últimas décadas


hemos oído hablar con frecuencia sobre ella, y muchas organizaciones
que se encuentran en entornos con gran incertidumbre y elevados
riesgos como consecuencia de la celeridad de los cambios la han
aplicado o han apuntado por su aplicación ya que expresan que entre las
posibles alternativas, la utilización de los valores representa una de las
mejores respuestas para la obtención de buenos resultados de trabajo al
desarrollarse sobre el comportamiento de los trabajadores y su estado
emocional y no sobre elementos totalmente externos al mismo como
sucede en otros sistemas de dirección.

Otra condición por la cual se plantea la utilización de la dirección por


valores como una opción favorable, es cuando sea necesario la
evaluación o el control de determinados aspectos del comportamiento y
esto se hace muy difícil como son los casos de la creatividad, la
innovación y las iniciativas, en los distintos niveles o áreas de la
organización.

creación y mantenimiento en valores

La contabilización del valor creado cuenta con un gran número de


modalidades y posibilidades en la literatura económica dentro de la
dirección estratégica. Es decir, se trata de un campo de análisis y de
estudio en el que el propio concepto de valor es subjetivo y varía según
el auto o investigador. Por este motivo, la creación de valor es un
parámetro complicado de estimar con precisión.

La tendencia más extendía tiene en cuenta el beneficio obtenido, pero


precisa necesariamente también aquellos costes en los que la empresa
ha incurrido a la hora de lograr el mismo. De manera lógica, si los
resultados obtenidos son mayores cuantitativamente que los recursos
empleados en la actividad económica diremos que ha existido una
creación de valor. En este aspecto, se suele hablar del Principio
fundamental del Valor Económico Agregado o EVA, una medida que
equivale al beneficio neto operativo de una compañía menos el costo de
todo el capital requerido a la hora de producir esos ingresos.

Otra de las maneras más comunes para medir la creación de valor de


una empresa es el estudio del valor creado para los accionistas, debido
a que estos son los agentes propietarios de la misma y los más
interesados en su buen funcionamiento. Alternativamente en la gestión
empresarial otra tendencia es el estudio del valor de marca en diferentes
momentos para analizar su evolución.

También podría gustarte